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LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1799)

La revolución Francesa fue un proceso social político y económico que se desarrolló en


Francia entre 1789 y 1799, cuyas principales consecuencias fueron el fin de la monarquía
absoluta y la proclamación de la República, eliminando las bases económicas y sociales del
Antiguo Régimen.
En el siglo XVIII se manifiesta la crisis del Antiguo Régimen, se produce en el país más
poblado, la revolución más radical, una revolución de masas y la única con voluntad de
expansión.
Proporcionó el patrón para todos los movimientos revolucionarios posteriores y sus
lecciones incorporadas con el moderno socialismo y comunismo. indica un proceso de
modernización que se caracteriza por un profundo impulso secularizador, una creciente
complejidad de las relaciones y las estructuras sociales y la disolución de la sociedad
estamental con el avance de la economía de mercado.
El Tercer Estado triunfó frente al rey y los otros estamentos: en primer lugar, porque
representaba los puntos de vista de una minoría y también de los trabajadores y del
campesinado; en segundo lugar, porque coincide la agitación reformista con una profunda
crisis económica y social. Por otra parte, la actuación de la contrarrevolución permitió que la
más en potencia se convirtiera en efectiva y actuante y la extensión de la revolución a otras
ciudades y al campo.

Causas de la Revolución Francesa


Se diferencian unas profundas y otras próximas- hechos cercanos, que desencadenaron el
estallido revolucionario.
-Profundas: El descontento del tercer Estado y de la burguesía por la desigualdad de
derechos, los privilegios de la sociedad estamental y la pobreza de la mayoría. Y la difusión
de las ideas ilustradas.
-Próximas: reaparición de la crisis de subsistencia que provoca el descontento y la
radicalización popular y la crisis de las finanzas del estado, los ministros de Hacienda tratan
de hacer pagar impuestos a los privilegiados pero fracasan. Las finanzas del estado
estaban en situación de crisis aguda, por los grandes gastos de la corte y las guerras del
siglo (la guerra de los siete años y la guerra de la independencia americana).
De acuerdo a su tipología
1. Causas ideológicas: Las ideas de los ilustrados, que criticaban a la monarquía
absoluta y a la sociedad estamental, dan soporte, justificación y base ideológica a
los revolucionarios franceses. Suponen el acta de nacimiento del Régimen Liberal o
burgués.
2. Causas sociales: la crisis de la sociedad estamental. La nobleza y el clero
aumentan sus esfuerzos para recaudar impuestos del campesinado, tratando de
sobreponerse a la crisis, pero la presión fiscal hace que el campesinado propague
las ideas de los ilustrados. Al mismo tiempo la nobleza y el alto cero, tratando de
defender sus privilegios, cierran el acceso de la burguesía a los altos cargos.
3. Causas económicas: En 1789 hay una crisis económica tremenda debido a
sequías y otras catástrofes naturales. Tanto el campesinado como el proletariado
sufrieron la subida de precios, originando un fuerte malestar social. La crisis agraria
produjo también el hundimiento de la industria textil.
La más grave fue la crisis financiera del estado francés. Grandes gastos de la
Hacienda real, de la Corte y del Estado, que provoca que la situación de las cuentas
públicas sea casi de bancarrota.
4. Causas políticas: Francia sigue anclada en el Antiguo Régimen, donde el rey tenía
el poder absoluto, y la nobleza y el clero se alejaban de la monarquía. El
campesinado se ve sacudido por la crisis y la burguesía aspira a imponer un nuevo
modelo de sociedad, economía y de gobierno, de acuerdo con los principios de los
ilustrados.

Los problemas de la Hacienda y la Revuelta de los privilegiados

Turgot y Necker propusieron a Luis XVI reformar el sistema financiero e instituir el impuesto
único sobre la propiedad territorial, ante la resistencia de los privilegiados fueron destituidos.
Ante las dificultades de la Hacienda (la Guerra americana termina en 1782) ve la necesidad
de una reforma fiscal y propone el establecimiento de un nuevo impuesto, “la subvención
territorial” que debían abonar las propiedades agrarias. La Asamblea de Notables (formada
por príncipes, grandes nobles, prelados, consejeros del Rey y magistrados municipales)
reunida en 1787, rechaza la casi totalidad de las medidas fiscales.

La rebelión aristocrática y los Estados Generales


El fracaso de la convocatoria llevó a la destitución del ministro de Hacienda y La Asamblea
de Notables exigió que toda reforma impositiva se realizará por “los auténticos
representantes de la Nación”, lo que equivalía a pedir convocatoria de los Estados
Generales. El Rey decide convocar los Estados Generales, que no se convocaban desde
1614.
La postura de los privilegiados es de abierta rebeldía. Se conoce como revuelta de los
privilegiados, en su oposición arremeten contra la monarquía y contra el tercer estado.
En enero de 1789 se convocaron los Estados Generales. A la vez que se elegían los
representantes de los tres estamentos se elaboran unos cuadernos (cahiers de doléances),
donde se recoge la opinión de los franceses. los cuadernos de quejas reflejan peticiones y
el malestar del pueblo, mientras que la nobleza y el clero se aferran a sus privilegios,
critican el absolutismo real y ven la necesidad de reformar la administración estatal; el tercer
estado representado por la burguesía, pide la igualdad entre los tres estados, la libertad de
expresión, de imprenta, de reunión, abolición de los privilegios feudales sobre los
campesinos… doblar el número de representantes y el voto por cabeza.
Antes de la reunión, surgen algunos problemas: 1) si se reunían los tres estamentos juntos
o en salas separadas; 2) el número de representantes de cada estamento; 3) si el voto sería
por estamento o por cabeza; y 4) si alguno de los tres estamentos tendría derecho a veto.
El Rey accedió a elevar el número de representantes del tercer estado, pero no al voto por
cabeza.

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