La guerra del Pacífico

Los antecedentes de esta terrible guerra se remontan a una larga disputa territorial entre Chile
y Bolivia para definir sus fronteras en el Desierto de Atacama. Después de diversas
negociaciones diplomáticas entre ambos países, decidieron llegar a un acuerdo. Este consistía
en que las empresas chilenas podrían explotar los recursos de la zona, siempre y cuando les
paguen un impuesto a Bolivia; quien a su vez se comprometía a mantener el precio del ya
mencionado impuesto durante 25 años. Años más tarde, en 1878 para ser precisos, la
economía de Bolivia empezó a decaer, por lo que pensaron que subir un poco más el impuesto
sería una buena opción. Siguiendo esta idea, Bolivia ordenó embargar y rematar sus bienes
para cobrar los nuevos impuestos. Las fuerzas militares chilenas ocuparon la ciudad boliviana
de Antofagasta, pero Bolivia había firmado un acuerdo secreto de defensa mutua con Perú,
razón por la cual este tuvo que intervenir en apoyo a Bolivia, hecho que desencadenó un
conflicto bélico. Fue así como un 5 de abril de 1879 Chile le declaró la guerra al Perú. Lo cierto
es que el Perú se encontraba en desventaja y muy pocos conocían la realidad de la armada
peruana. El ejército había sido diezmado años atrás pues Manuel Pardo redujo el gasto militar,
e inclusive detuvo la compra de dos blindados. Tan sólo contaba con municiones y rifles viejos.

Las primeras acciones de la guerra fueron en el mar, en las cuales el Perú contaba con el
monitor Huáscar y la fragata Independencia. El primer combate fue frente a las costas de
Iquique el 21 de mayo de 1879. El combate de Angamos, ocurrido el 8 de octubre de 1879
significó la inmolación de Grau y su estado mayor. Aniquilada la fuerza naval peruana, la
guerra se trasladó a las provincias sureñas. Ocurrieron muchos enfrentamientos más y la
búsqueda de una solución al conflicto era inminente. Sin embargo, el Perú no aceptaría
ninguna condición que suponga la pérdida de su territorio. Es por ello que Chile, hacia 1881,
continuó sus avances y ocupó Lima tras las heroicas batallas de San Juan (13 de enero) y
Miraflores (15 de enero) y el saqueo e incendio de Chorrillos.

Los peruanos sin ejércitos, sin economía y sin la mayor parte de su territorio se refugiaron en
las zonas más recónditas de los andes, desde ahí organizaron unas guerrillas. El gobierno
peruano se estableció y fue capaz de firmar la paz con Chile el 20 de octubre de 1883. Chile
ganó la costa boliviana (la única salida al mar de Bolivia), Tarapacá, Arica y Tacna por 10 años.
En 1929, se firmó el tratado de Lima con la mediación de EEUU, y logró que gran parte de la
provincia de Tacna fuese devuelta al Perú. Finalmente, Chile ganó mucho territorio del bueno,
donde se encontraban el guano, salitre y el cobre.