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Mariana Rangel Calvo

IMAGEN VERBAL
ENSAYO: El Poder de la Palabra
Cap. 1

“Cuando unas pocas palabras cambian para mejor el curso de la vida de alguien,
convierten alguna creencia limitadora en una perspectiva más rica, que permite
más opciones. Ilustran hasta qué punto las palabras adecuadas en el momento
oportuno tienen poder para generar efectos poderosos y positivos.”
Robert B. Dilts

Las palabras son mágicas ya que mediante el uso correcto de ellas se puede
influir sobre la vida de las personas positivamente, aunque también haciendo uso
incorrecto de las mismas seguro se logrará el efecto contrario.

El poder de las palabras es enorme, todo lo que sale de nuestra boca tiene valor,
un gran valor. Podemos utilizar palabras hirientes, palabras de amor así como
palabras llenas de mentiras. Es nuestra decisión elegir qué tipo de palabras
utilizaremos pero sobre todo, es nuestra responsabilidad estar conscientes del
efecto que causaremos con las mismas.

Cada uno de nosotros tiene su visión del mundo basado en sus propias
experiencias formando nuestro mapa lingüístico, mediante el cual interpretamos lo
que acaba de convertirse en nuestra realidad personal, nuestra visión del mundo.
Es importante permitirse percibir la mayor cantidad de perspectivas para así poder
percibir más opciones disponibles.

Quedando claro lo anterior, me gustaría ir un poco más lejos, más allá de cómo
nos expresamos con los demás y creo que tenemos que partir de las siguientes
preguntas: ¿Cómo nos hablamos a nosotros mismos?, ¿Tenemos
autoconocimiento?

Es primordial empezar a generar efectos positivos en nosotros mismos para


poderlo hacer con los demás. En el mundo hay muchas personas que no se
conocen a sí mismas, que no saben cuáles son sus fortalezas, sus debilidades,
que no son felices y ni siquiera saben por qué. Que van por la vida en “modo
negativo” auto insultándose porque no conocen otra forma de tratarse y como
consecuencia, influyen negativamente en su vida y en la vida de las personas que
los rodean.

Mi personal punto de vista es que el modelo de educación tradicional que


actualmente se utiliza en la mayor parte del mundo está mal enfocado. Un modelo
en el que no nos enseñaron el camino del autoconocimiento y en donde se hace
más énfasis en las debilidades propias y del otro, en lo que no se tiene como
talento natural, en lo que no somos buenos y otros sí y en lo que precisamente
está mal y hay que corregir. Si el sistema educativo se enfocara en descubrir y
potenciar los talentos naturales de cada persona, seguramente llegado el
momento de decidir qué carrera estudiar se tendría más certeza y habría más
profesionistas sobresalientes, realizados y felices.

Al modelo educativo me refiero a los formadores que tenemos en las escuelas y


en casa, los que impactan en nuestras vidas. ¿Cuántas veces nos regañaron
nuestros padres por reprobar alguna materia pero no se fijaron en el 9 o el 10 de
las otras?
¿Cuántas veces algún profesor nos comparó negativamente con algún compañero
de clase? Y así se nos va etiquetando a lo largo de nuestra vida y crecemos con
creencias, nos las creemos y nos convertimos en eso que creemos y en lo que no
somos. Estas creencias y etiquetas las imprime como un tatuaje el lenguaje, la
palabra.
Empecemos nosotros por el camino del autoconocimiento, encontrando un
balance, tomando conciencia y buscando herramientas para marcarnos y marcar
positivamente a las personas que nos rodean.

La palabra tiene mucho poder y tenemos que empezar a construir una realidad
mucho más positiva mediante nuestras palabras y pensamientos, privilegiando la
singularidad de todos, empezando por la de nosotros mismos.

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