Está en la página 1de 10

Los Fundamentos del Estado

Los Fundamentos del Estado

Si realizásemos un sondeo como los muchos que ya se han hecho,


sobre que opinión le merece la política y los políticos, sin lugar a dudas
percibiríamos expresa o tácitamente una actitud de rechazo a priori, donde se
van entremezclando la frustración, el desengaño y la vergüenza, como
manifestación de la experiencia de muchos hechos que, desafortunadamente
por varias décadas, se han venido dando en nuestras sociedades.

Es pues el Estado para estas mismas sociedades a trabes, tanto de la


sociología como de la actual ciencia política, tan solo el conjunto de los
órganos de gobierno de un país, que se lo entiende como un estamento
jurídico-en derecho un ente ficticio- , poseedor de cierto régimen y soberanía;
sin embargo lo expuesto por mas aceptado que este en la actualidad, no es
mas que una tergiversación a la acepción del mismo y obviamente de los
factores que este se constituye.

Por no ser politólogos ni nada parecido, para realizar el estudio del Estado y
sus fundamentos, como lo expresó al tratar algún tema similar el Prof. Jorge
Ángel Livraga “Supliremos nuestra falta de especialización en temas políticos
con una visión descontaminada, imprescindible en todo trabajo
verdaderamente filosófico”; fiel a sus palabras y en medida de lo posible,
trataremos que la obnubilación sea mínima, en este corto trabajo.

El Mundo de Hoy
Extraído de ciertos conocimientos tradicionales, se ha ido popularizando
aquello de haber ya entrado en un tiempo caótico, se habla del cambio de la
era de piscis a la acuario, del advenimiento de una nueva edad media, en fin
cuestiones que mas allá del fetichismo y creencias del new age, tienen un
fundamento racional, y que por cierto existen muy buenos trabajos
investigativos en la OINA; sin embargo lo que nos corresponde ahora, es el
tratar aunque sea resumidamente digamos la sintomatología social
contemporánea, y de ahí vaya surgiendo el tema propuesto.

Ya en el ámbito cuantificable, no es muy difícil darnos cuenta que estamos


en un mundo en crisis. Una crisis es un gozne, un período de transición. Así
según la cruda estadística en la segunda mitad del siglo pasado, se dio una
verdadera explosión demográfica, dándose un aumento de más de un 100%,
pese a que lamentablemente se conoce que al año, mueren más de 40
millones de personas concretamente de hambre, en tanto que en países
“desarrollados” se gastan cantidades astronómicas en dietas y tratamientos
para adelgazar, llegándose inclusive ha darse aberrantes desordenes como la
bulimia y anorexia, en zonas donde prácticamente casi no existen niños,

2
mientras en Somalia por ejemplo, las madres se disputan su propia leche con
su hijos.

Mas que la escasez, la mala distribución de alimentos y principalmente


del agua; los movimientos migratorios, tanto por necesidad, como en el turismo
de masas; el misticismo mendicante, con promesas mesiánicas, que se
concretan en estafas; las epidemias y virus aparentemente no identificados,
que producen estados de ansiedad y angustia, pero con seguros intereses de
por medio; los sectores de marginación y miseria en torno a las ciudades,
esperando por aquellas falsas promesas de desarrollo; la aparente amenaza
del Islam, que no es otra cosa que un conflicto cultural; en estos y muchos
otros aspectos pueden ser tomados como sintomatología de la crisis, en el
gozne de este nuevo milenio.

Lo mencionado, en algunos casos pueden ser tomados como


particulares de ciertos sectores, sin embargo si topamos el ámbito ecológico,
podemos percibir que los periodos de estiaje y de inundaciones, inviernos y
veranos-en los sectores no ecuatoriales- cada ves son mas crudos, donde un
huracán, un tsunami, un temblor o una erupción volcánica, no ha podido mover
la conciencia del hombre, el cual sigue siendo el verdugo del medioambiente y
por ende de si mismo.

Sin embargo –lamentablemente-, y esto si a nivel humano, visto como


sociedad, cada vez mas va aumentando el deterioro de la misma,
produciéndose una especie de erosión global, y es justamente a este proceso
que H. Habermas-de entre varios estudiosos- lo ha denominado como la
“desertificación del tejido social”, donde a la idea de grupo o de conjunto social,
mediante la analogía podemos concebirla a esta como una parcela de terreno,
la cual ya no tiene vegetación y la humedad se va perdiendo, y por ende
primero comienzan a formarse pequeñas fisuras, para que posteriormente
estas se vayan reproduciendo e inclusive aumentando en tamaño
convirtiéndose en grandes brechas, en tanto que la superficie en si de la
parcela, transformada en un desigual cúmulo de pequeños terrones , los
mismos van perdiendo el limo y la arcilla que los da textura, para quedar
simplemente una superficie compuesta por miles de millones de pequeños
granos de arena, los cuales tanto a nivel singular, como en el desierto que es
su conjunto ya no gesta vida alguna.

Precisamente el filosofo norteamericano Samuel Huntington, describe


una decadencia general y divide el mundo en ocho culturas: la occidental, la
islámica, la china, la japonesa, la hinduista, la ortodoxa-eslava, la
latinoamericana y la africana; considerando el mismo pensador, que el
enfrentamiento del futuro no estará basado en una lucha económica, sino entre
civilizaciones, esto es diferentes perspectivas de vida, así por ejemplo puede
tomarse el conflicto actual entre el Cristianismo y el Islam, como el
aparecimiento de una brecha.

3
Del mismo modo, luego del aparente equilibrio que existía en la guerra
fría, a partir de ser derrumbado el muro de Berlín, se sabe que existen mas de
40 focos posibles donde pudiese estallar una guerra nuclear, por lo cual se
quiera o no, va aumentando una paranoia desconcertante a nivel de la
comunidad internacional.

Para ir concluyendo esta parte y, a un nivel mas concreto, podemos


observar que por mas desarrolladas que estén las telecomunicaciones van
deteriorándose cada vez mas relaciones interpersonales; de la misma manera
aquel consumismo acérrimo, basado en la insatisfacción permanente va
acelerando en definitiva aquel proceso entropico que naturalmente se
presenta, percibimos que, por mas que vivamos rodeados de personas existe
un sentimiento de orfandad, una displicencia general, donde a nadie le
interesa el resto, ciudades en que el espacio público no es otra cosa que “tierra
de nadie”.

En fin, lo expuesto y muchas otras cosas más, por desgracia continúan


dándose actualmente en nuestra sociedad, será acaso como dice la Profesora
Delia Steinberg G. “que hay momentos difíciles en la historia de la humanidad,
que hemos hecho daño a nuestro planeta y que no debe extrañarnos la
reacción negativa con que nos encontramos, que no siempre son buenas las
cosechas y que muchas veces falta el agua, que llueve poco o demasiado, y
que los seísmos nos sacuden sin piedad. Pero el hombre, siempre que ha
salido adelante, ha comenzado por pensar. Salió de las cuevas pensando y
construyó las ciudades pensando. Se hizo adulto pensando y se acercó a los
dioses con la mente y la intuición. Pensando encontró sus mejores
sentimientos y les dio expresión. Pensando recuperó la energía cuando se
sintió oprimido y pensando supo sembrar y recoger frutos del suelo.”

El Individuo, o el Hombre que se piensa


De acuerdo a lo expuesto por la Profesora Steinberg, el hombre que ha
ido tejiendo la historia primero ha comenzado por pensar y en este caso en
tratándose del individuo como “aquello que subyace mas allá de la persona
humana y que es como el término lo indica, indiviso”-Apunte 1er Nivel-, lo hace
mas aún todavía, ya que es un desafió por el mismo hecho, que el proceso de
fragmentación viene afectando también a la persona a nivel individual.

Tratamos ya anteriormente sobre la fragmentación de la sociedad, al


vincularla a la imagen de la parcela y el proceso de erosión, pues del mismo
modo la personalidad humana, se ha ido fragmentando en si como unidad
funcional, siendo ya algo común el observar comportamientos en las personas
que son diferentes e inclusive antagónicos a lo que sienten y/o piensan.

Al mencionar que la idea de individuo es aquello que esta oculto y en


potencia más allá de la persona humana, tendríamos primero que manifestar
que la persona o personalidad, tiene la acepción de máscara-según la
etimología griega-, como una apariencia que el YO humano interno utiliza para
presentarse ante los demás, digamos que esta es, un conjunto de cualidades, o

4
según los conocimientos tradicionales, mas bien vehículos de distinta
naturaleza, siendo estos no otra cosa que, “la cobertura natural que asume el
espíritu humano cuando se manifiesta en el mundo concreto. El espíritu
necesita, no solo una proyección debido a su sutilidad, sino también un medio
de expresión, y eso es la personalidad.” (DSG).

De lo explicado por la Profesora Steinberg, se pude decir que, al ser la


personalidad el medio de expresión, ¿que debería expresar, para alcanzar la
condición de Individuo?, pues simplemente un pensamiento-idea de “unidad”,
de integridad, y por las circunstancias en que nos encontramos, no es tan
simple, siendo mas bien un verdadero desafío.

De lo anterior vendría la inquietud, de cual sería el proceso para


alcanzar esa unidad, si nuestro yo reconoce la pluralidad, a lo que el Profesor
J. A. Livraga manifiesta que, “Para afianzar el concepto de unidad, la
conciencia no tiene mas que dos estrictos caminos: despegarse de toda cosa
que e sea ajena, o armonizarlas entre si, de manera tal que todas sean
funcionalmente una.”, el primero es el camino filosófico de liberación, en tanto
que el segundo es el político, pero un político individual ya que es el armonizar
los componentes de la personalidad en torno a un eje, a un sentido.

Obviamente sin dejar de lado el de liberación, lo propio del ser humano


es la Praxis, ya que al mismo ser humano, se lo puede considerar como tal,
cuando vive en sociedad, recordemos aquella escena del Bhagavad Gita done
Krishna le impele ha Arjuna a que actué y no se quede con el puro
conocimiento, por otro lado al ser humano se le considera por antonomasia
como el homon politicon, siendo esto no el resultado de una dadiva, “sino fruto
de un esfuerzo” que demanda de autoformación, de jerarquisación inclusive de
valores y virtudes.

Si tomamos como argumento las cuatro virtudes básicas que expone


Platón en la Republica, el proceso político de armonización, estaría dado
cuando primero la Justicia ínter penetre a las otras tres ordenándolas, de tal
manera que la concupiscencia como energía base, mediante un control medida
y equilibrio se convierta en una virtud la Templanza; seguidamente el coraje
como energía base,
evitando caer en la
irascibilidad se
convierta en una
virtud la Fortaleza o
Valor; por ultimo y
en un estrato
superior que las dos
anteriores esta la
razón como
genérico que por el
flujo de la justicia,
como virtud es la
Prudencia o
Sabiduría.

5
De este modo la política vista de un modo individual, es el ser humano
que primero se piensa como unidad, para posteriormente integrar jerarquizada
y armónicamente los componentes que le hacen ser persona, y por ende
transformándose en un verdadero individuo.

Lógicamente luego de lo citado, podríamos decir también que si el


individuo es una integralidad, a la vez puede ser un elemento para integrar a
la sociedad, del mismo modo como en aquel relato donde un hombre de
ciencia que vivía preocupado con los problemas del mundo, a lo cual se
resolvió buscar ciertas soluciones a los mismos; y en una ocasión abstraído en
su búsqueda, y casi angustiado, su pequeño niño pidió que lo deje que le
ayude, a lo que su padre encontró la única forma de evitar la distracción el
niño le producía, era entretenerle de algún modo, a lo que encontró un
mapamundi, y lo recorto en muchos pedazos, entregándole al niño junto con
una cinta adhesiva diciéndole “como te gustan los rompecabezas, te voy a dar
el del mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie”. El científico
que creyendo que su hijo estaría varios días muy ocupado tratando de armar
el mundo que nunca había visto, se sorprendió muchísimo cuando a las pocas
horas le entrego el mapamundi rearmado, interrogándolo sobre como lo había
hecho, si el no había visto el mundo antes de entregárselo, a lo que el niño
respondió que en verdad no sabia como era el mundo, pero que el había visto
el otro lado de hoja donde estaba el mama, en donde se encontraba la figura
de un hombre, así que se puso a recomponer la figura del hombre, y cuando lo
consiguió, dio la vuelta a la hoja y descubrió que el mundo también se había
arreglado.

La Sociedad
Según corrientes sociológicas, antropológicas e inclusive económicas
se menciona que el hombre por necesidad se agrupa, sea la misma necesidad
tanto de protección o de explotación, ya que a decir de Adam Smith primero
existía una “primitiva sociedad, en que no se practica la división del trabajo, y
apenas se conoce el cambio, y en el cual cada ser humano se procura cuanto
necesita, por su propio esfuerzo, …. Cada hombre procura satisfacer sus
necesidades en la medida que se presentan, poniendo en juego su propia
laboriosidad. Cuando esta hambriento, sale a cazar al bosque; cuando su
vestimenta esta deteriorada cubre su cuerpo con la piel del primer animal
grande al que da muerte, y cuando la choza amenaza ruina, la repara, con los
árboles y la tierra de las inmediaciones”.

Entonces si aceptamos la teoría, de que la sociedad tuvo un origen,


luego de los miles de años que evoluciono el propio hombre-mono, cuestión
que hasta la actualidad no se ha comprobado, así como tampoco se ha
comprobado la génesis de la sociedad a partir de individualidades, “pues es
mas probable que la humanidad sea social por excelencia” y que los cambios,

6
mutaciones y hasta procesos de endoculturización hayan obrado sobre grupos
y colectividades, por la influencia así mismo de formas mentales grupales.

En la última parte mencionado por Adam Smith, sale a relucir una


autosuficiencia, pero la misma es deficiente pues de que sociedad se puede
hablar, que ni siquiera por simple conveniencia se opta por implementar
funciones especializadas, hasta los bosquimanos tienen una división en roles,
pues es la forma mas practica y básica de cultura humana, y precisamente lo
que diferencia al humano del animal, es que el primero desarrolla y tiene
respuestas de carácter cultural para enfrentar las adversidades, y no tan solo
instintivas como el segundo.

Ahora por mas organizada que este una sociedad, no deja de ser tal,
pues a decir del mismo J. Ortega Gasset “una buena ordenación de las cosas
públicas, la masa es lo que no actúa por sí misma. Tal es su misión. Ha venido
al mundo para ser dirigida, influida, representada, organizada -hasta para dejar
de ser masa o, por lo menos, aspirar a ello-. Pero no ha venido al mundo para
hacer todo eso por sí. Necesita referir su vida a la instancia superior,
constituida por las minorías excelentes. Discútase cuanto se quiera quiénes
son los hombres excelentes; pero que sin ellos -sean unos o sean otros- la
humanidad no existiría en lo que tiene de más esencial”

Con lo dicho, acordaríamos que la idea de sociedad esta vinculada


estrictamente a un grupo organizado y medianamente funcional, al que le
sigue haciendo falta algo más para ascender a una instancia superior, a lo que
el mismo J. Ortega Gasset expresa “El día que vuelva a imperar una auténtica
filosofía -única cosa que puede salvarla- se volverá a caer en la cuenta de que
el hombre es, tenga de ello ganas o no, un ser constitutivamente forzado a
buscar una instancia superior. Si logra por sí mismo encontrarla, es que es un
hombre excelente”

El Estado

Lo que es bueno para la abeja,


no siempre le conviene al panal;
lo que es bueno para el panal,
casi siempre lo es también para la abeja
Marco Aurelio

Precisamente para tratar de la instancia superior colectivamente


hablando, tenemos que mencionar indefectiblemente, otra vez a la conciencia
de integradora o unificadora que mencionamos, al tratar sobre el individuo; sin
embargo primeramente tendremos que realizar una corta contextualización, de
tal modo a nivel de ciencia jurídica y política, se considera por Estado a una
persona jurídica ficticia, un ente sumamente complejo, cuyo origen se remonta
al momento histórico en que el hombre necesitó una estructura superior que le

7
permitiera establecer normas, líneas jerárquicas y principios específicos para
que su grupo se desarrollara ordenada y organizadamente.

A lo cual según los parámetros de las ciencias en mención, se considera que


los factores o elementos coadyuvan para que este exista sean: el Territorio,
constituido por los espacios físico-geográficos sobre el cual se asienta el
Estado y en el que el pueblo ejerce soberanía; el Pueblo, o comunidad humana
compuesta por todos las personas que tienen una misma nacionalidad,
idiosincrasia, historia, cultura, que han creado una Nación y que pertenecen a
la misma y se someten a sus requerimientos; el Reconocimiento Internacional,
que no es otra cosa que la soberanía reconocida por otros estados; la
Soberanía, que es la potestad de autodeterminación y capacidad de
gobernarse a sí mismo que posee el pueblo, para decidir libremente la
estructura social, económica, jurídica y política que lo ha de regir,; el
Ordenamiento Jurídico, integrado por la Constitución y el resto de leyes y
demás normas jerarquizadas; Gobierno, compuesto por los diversos
mandatarios que, organizados en una estructura jerárquica de poder, están
encargados de organizar y administrar el país; y por último el Elemento Ideal,
concebido como los principios filosóficos que regulan y dirigen al pueblo a
unirse y luchar por alcanzar sus metas.

Sin embargo a lo dicho se debe adicionar que el todo que es el Estado,


no es igual a la suma de las partes, tomando como referencia la frase con que
iniciamos este capitulo y acudiendo a la analogía como herramienta
pedagógica, recurriremos ha hacer un breve análisis de la vida de las abejas,
de la mano de Maurice Maeterlinck, pues las conclusiones y criterios por el
aportados abarca también área filosófica a mas de la apicola, y por cierto que,
la misma colmena según la tradición existen precisamente para ejemplificar la
idea de Estado.

Cuando tratamos sobre la sociedad mencionamos que lo propio es que


los seres humanos siempre han sido un conjunto y precisamente la abeja es
uno de esos seres grupales, ya que cuando sale y se aleja, expira al cabo de
poco tiempo pero no de hambre ni de frío, sino de soledad, pues la colmena
es lo que da sentido, lo que mantiene y no la reina por su feromona y menos
aun por su abolengo como se pensaría; y el mismo Maeterlinck, manifiesta
que “No es su reina en el sentido que le daríamos en la actualidad entre los
hombres. No da orden alguna y se encuentra sometida como el último de los
vasallos, al poder oculto y soberanamente sabio que llamaremos, mientras no
tratemos de descubrir donde reside, “el Espíritu de la Colmena””

Este ”Espíritu de Colmena” –o el fundamento de su Estado- no es como


el instinto particular del pájaro que hace nidos, tampoco una costumbre
maquinal; este dispone implacablemente; regula día por día los nacimientos en
estricta relación con las flores de la campiña; anuncia a la Reina su
destronamiento o la necesidad de que parta, le impele a dar la vida a las
rivales, para que una de ellas la suplante; Este Espíritu es prudente y
económico pero no avaro; es el fundamento del control poblacional de los
zánganos; Fundamenta y reglamenta roles como el de nodrizas, damas de

8
honor, ventiladoras, arquitectas, saquedoras o exploradoras, las químicas,
tapadoras, barrenderas, necróforas, amazonas.

De tal modo este determinado “Espíritu de la Colmena”, inclusive fija la


hora del gran sacrificio anual de la especie, el enjambrazón (la gran inmolación
a los Dioses exigentes de la raza) que es la muestra mas plena de renovación
donde el conformismo, la comodidad y la seguridad como faceta del instinto de
conservación, se deja de lado porque hay algo que impulsa ha aquello, dejando
la colmena un grupo de abejas -, por cierto las mas fuertes-, en el apogeo de
su felicidad, para formar una nueva, similar al proceso de la apoikía en la
Grecia clásica.

Obviamente en la colmena, la reina es muy importante, pero esta no es


más, que una especie de viviente símbolo, ya que las abejas “adoran mucho en
su Reina el poder infinito de la raza, mas que a la reina misma”, de hecho es
muy similar a lo que se daba con varias civilizaciones, como la Inca, Egipcia,
Romana, etc. , donde al monarca, -llámesele Cápac Inca, Faraón, Rey o
Emperador, por poner algunas denominaciones- si no cumplía con su rol se lo
eliminaba, ya que simplemente había dejado de serlo

Por ultimo quedaría la gran incógnita si para las abejas, el fundamento su


estado es el “Espíritu de la Colmena”, a nivel de sociedad humana el Estado lo
es “cuando encarna la Idea de Estado, es decir, cuando introduce un elemento
intelectual unificador y armónico que antepone el fin trascendente del grupo, a
todo interés particular o biológico.”

Ese elemento unificador que por cierto también es organizador es


precisamente la misma Justicia, que ya mencionamos a nivel del individuo,
pues como aparece en la republica, a nivel social esta virtud se ve
representada tanto físicamente como en la polis, la cual se compone de un
Agros, un Ágora, y por supuesto la Acrópolis, pero sin dejar de ser una polis
como unidad.

Por otro lado a nivel ya


político-organizacional, la
Justicia se manifiesta cuando
en una sociedad en el
Gobierno esta el mas apto
para ese cargo; como
guardianes de la ley del
mismo modo, los adecuados
para asumir tal
responsabilidad; y por
supuesto el resto de la
población todos cumpliendo
diferente roles ya sea por
naturaleza y vocación, o por
sus actos o meritos probados.

9
También a lo largo de diferentes hitos históricos, que paulatinamente se
han ido manifestando en la historia de los pueblos, aquellos individuos -los
denomino así por íntegros- que no solo han ofrendado su vida, ya que el
verdadero merito es que pudieron ser prácticamente cañas huecas, a través
de los cuales, irrumpido el ideal de estado –y de humanidad - en la
cotidianeidad, logrando ser verdaderos heraldos de la patria, y no se si sea
una irreverencia pero en conjunto, son una especie de Alma social, ya que en
algún momento sus actos han sido el reflejo de una contemplación conciente o
inconciente.

En concreto el fundamento mas real de ese Ideal Estado, son los


héroes, aquellos que el destino les fue favorable, pues ya están en un mundo
sin tiempo, son ya un mito, un símbolo, como lo puede ser un escudo un
estandarte o cualquier otro elemento sea formal, como un lugar con un gran
significado, o informal como una leyenda cargada de verdad.

En fin el estado se fundamenta cuando cualquier elemento de


expresión, aporte y refleje “una idea política o armonizadora, que regula los
hechos del día, levanta los cairos, refrena los poderosos, informa a los
ignorantes, cura a lo enfermos, da pan y techo a todos los desgraciados,
castiga a los soberbios y, en fin, asegura un destino mejor para todos.”

Javier Hernández Núñez

10

También podría gustarte