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PROYECTO DE LEY
“Por medio de la cual se modifica parcialmente el artículo 21 de la Ley 105 de
diciembre 30 de 1993 y se dictan otras disposiciones”
JUAN FERNANDO REYES KURY
Representante a la Cámara
Partido Liberal
INTRODUCCIÓN
Si tuviéramos la tarea de dar una explicación por qué el inciso segundo del artículo
21 de la Ley 105 de 1993 ha permanecido invariable en su texto original durante los
27 años de vigencia de la ley, “(…) la Nación establecerá peajes, tarifas y tasas
sobre el uso de la infraestructura nacional de transporte y los recursos provenientes
de su cobro se usarán exclusivamente para ese modo de transporte” (subrayas
nuestras), la razón sería el pensamiento lógico que guio al legislador y garantizar a
futuro financiamiento para el adecuado mantenimiento, operación y desarrollo de la
infraestructura vial, mediante un inserto normativo que actúa como mecanismo de
freno y control para evitar posible desviación de los fondos a otros fines.
Sin embargo, aun cuando resulta evidente que el mejor uso de los recursos
obtenidos mediante los peajes sea emplearlos en el mismo sector de infraestructura
vial, en estricto rigor, si estos fondos forman parte del presupuesto público, bien
podrían ser asignados a otras áreas que demandan también recursos fiscales, como
es el caso de la infraestructura ferroviaria del país, sometida en las últimas décadas
a un desfinanciamiento que la ha dejado fuera de operación y sometida al deterioro
progresivo, en prelación del modo carretero por la política estatal.
Es por ello por lo que agradecemos la invitación que se nos hace para exponer
nuestras consideraciones como entidad gestora del sistema férreo en Antioquia, y
contribuir humildemente a que el proyecto de ley tenga un tránsito legislativo exitoso
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en ambas cámaras, sustentando lo mejor posible la pertinencia y necesidad de la
modificación que se propone a la ley 105 de 1993 en tal sustancial punto.
A. CONSIDERACIONES INICIALES
Sin desconocer la importancia que pueden tener estos fondos como mecanismos
de financiación para la infraestructura del sector ferroviario, su aplicación no ha sido
posible dado que es el Gobierno Nacional quien reglamentará su administración y
funcionamiento, así como los demás asuntos necesarios para su financiamiento y
el cabal cumplimiento de su objeto, lo cual aún no se hace realidad.
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Ingeniería Financiera del Fondo de Infraestructura. valor residual de las
concesiones
“En las vías que se encuentren concesionadas, una vez se haya garantizado la
remuneración o contraprestación a favor del concesionario y los recursos para el
mantenimiento, operación y desarrollo de la vía objeto del peaje, los excedentes podrán
ser usados para la planificación, el diseño, la ejecución y la operación sostenible de
sistemas ferroviarios de transporte de pasajeros y aquellos multimodales que incluyan
pasajeros, de ámbito urbano-metropolitano, subregional y regional. En los contratos de
concesión del artículo 30 de la presente Ley, los departamentos, municipios o distritos
también podrán destinar los excedentes señalados a la misma finalidad que podrán
canalizarse a través de fondos de estabilización o subvención. Los excedentes de vías a
cargo de la nación serán consignados por la Agencia Nacional de Infraestructura en la
Dirección General de Crédito Público y Tesoro Nacional del Ministerio de Hacienda y
Crédito Público”.
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operación y desarrollo de la vía objeto del peaje, este presupuesto contractual en
ocasiones no se alcanza en el plazo inicial estipulado, dadas las múltiples
circunstancias que pueden sobrevenir con ocasión de la ejecución del contrato de
concesión, lo que conlleva a que el derecho del concesionario a la explotación
económica de la infraestructura o servicio, en las condiciones que se pactó y por el
tiempo que se acordó, no logren retribuir integralmente en su totalidad la actividad
y gastos del concesionario, lo que implicaría modificaciones al contrato.
Se precisa por tanto, por lo ya vivido en las últimas décadas, de un mayor esfuerzo
del Estado que conduzca a una verdadera disrupción del sector transporte, lo cual
consideramos debe darse a partir de poner en funcionamiento los distintos fondos
creados para fortalecer la infraestructura, y que hasta la fecha se encuentran
desfinanciados, y peor aún, sin contar con los decretos que reglamenten su
funcionamiento y operación, impidiendo convertirlas en las entidades dotadas de
patrimonio autónomo y presupuesto aparte del de la nación como se concibieron
desde su creación. Es a estos fondos donde deben llegar los recaudos de los
peajes, además de los subsidios que el Gobierno Nacional destine para el
financiamiento de los proyectos del sector, así como los ingresos provenientes de
las demás fuentes de fondeo previstas en las leyes y decretos mediante las cuales
se crearon.
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2. Ventajas y beneficios de fortalecer los Fondos de Infraestructura.
El valor del Fondo de Infraestructura (FIP y/o FONDES), como se viene explicando,
proviene de poder contar, en virtud de la cesión que hace el Estado de dichos
activos en favor de este y que pueda desarrollar su objeto social, con los derechos
sobre los proyectos concesionados una vez finalizados los contratos, con lo cual el
patrimonio de los fondos se constituye de la diferencia entre la vida útil de la
infraestructura y la duración de la concesión, lo que se materializa al momento de
relicitar la concesión del proyecto y recibir los ingresos provenientes del peaje.
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Taxation by Regulation - Término acuñado por Posner (1971)
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última el impuesto se distribuye sobre todo el conjunto de bienes y no solamente
sobre aquellos de una determinada industria.
En países como Chile donde aplican peajes por saturación en las autopistas, se ha
encontrado que el peaje de autofinanciamiento de una carretera no necesariamente
coincide con el peaje óptimo de congestión o de saturación. En vías urbanas de alto
tráfico es muy probable que el segundo supere con creces al primero, por lo que
cobrar por sobre el costo medio sería eficiente socialmente. Esta doble función del
peaje que bien podríamos introducir en Colombia --financiar y corregir
externalidades-- se conoce como Doble Dividendo, pues junto con asignar de modo
eficiente el uso de un bien congestionable, se recaudan fondos sin producir
distorsiones, a diferencia del caso de la mayoría de los impuestos al consumo de
bienes o a la renta. La recaudación eficiente proveniente de los peajes por
congestión, serían capturadas por el Fondo de Infraestructura y de acuerdo con el
mandato fijado en la ley 1955 de 2019, serían empleados en financiar proyectos de
infraestructura y sistemas férreos de transporte masivo.
Hoy coincidimos con ustedes H. Congresistas, que, dados los déficits declarados
de la infraestructura férrea en el país, no resulta razonable que el mejor uso de los
recursos obtenidos mediante los peajes de las carreteras sea emplearlos
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exclusivamente en el mismo sector de infraestructura. Si estos fondos forman parte
del presupuesto público, bien podrían ser asignados a otras áreas que demandan
también recursos fiscales, como acertadamente se propone con el proyecto de ley
modificatorio, solo que, al propósito que se encuentra dirigido _aprovechamiento de
los excedentes que puedan darse en la concesión_ se corre riesgo que el
mecanismo se torne en ineficaz si no se introduce la posibilidad de volver a licitar
las obras, que permitan rescatar el valor residual de las mismas y destinarlo al logro
del objetivo que se persigue.
Lo anterior, en razón a que como ha sido la experiencia en nuestro país, existe una
presión social y política a reducir los peajes o a su eliminación completa, al término
de una concesión, y más aún, si no se requieren inversiones adicionales
significativas, por lo que, el costo que debe incurrir el nuevo concesionario será
prácticamente el de la operación y mantenimiento de la infraestructura. Se requiere,
por tanto, en nuestra humilde opinión, que al proyecto de ley modificatoria se le
adicionen estipulaciones normativas complementarias, como la obligación de
relicitar el proyecto incluyendo su valor residual, entre algunos otras, que al final del
texto nos permitiremos sugerir a modo de propuesta.
De otro lado, y dado que el Ministerio del Transporte puede también establecer
una política tarifaria global que se aplique a las vías concesionadas y que
provea un marco dentro del cual la Nación, los departamentos, distritos,
municipios, y el Fondo de Infraestructura puedan modificar los peajes, de
modo tal de cubrir los costos operacionales y una fracción de la inversión
para destinarlos a la recuperación de los ferrocarriles, que no sugeriríamos
manejar el concepto de sobretasa sobre el valor del peaje utilizado como la
base gravable, a la que se alude en el literal f), definiéndola en un cinco por
ciento (5%). Esto en razón a los argumentos técnicos expuestos tendientes a
la fijación de un procedimiento para la recuperación del valor residual de las
obras para el Estado.
De otro lado, con la propuesta de destinación de una fracción de los peajes para
inversión en los ferrocarriles no se menoscaba en modo alguno las razones que
justificaron desde la expedición de la Ley 105 de 1993, la excepción que con la ley
se hizo de la regla general de separación entre los ingresos y gastos fiscales, como
son, en primer lugar, permitir captar las preferencias de los contribuyentes, quienes
al pagar por los servicios de la infraestructura vial estarían revelando una
predilección sobre la asignación de fondos fiscales, en este caso, para la
recuperación de los ferrocarriles. Existe también, en segundo lugar, una mayor
responsabilidad y transparencia en el uso de la recaudación, pues se torna más
visible para los usuarios el destino de los peajes y tasas que ellos pagan,
ejerciéndose así un mejor control público del uso de los recursos. Y la otra intención
que se intuyó en el artículo 21 de la ley 105 es el garantizar un nivel de gasto en el
sector de infraestructura de transporte, evitando que se desvíen los recursos a otros
usos.
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Es por todo lo anterior, que, a modo de conclusión, consideramos que la destinación
adicional que ahora se propone de los peajes de las carreteras, requiere
acompañarse de toda la institucionalidad de los Fondos de Infraestructura y su
funcionalidad, a fin de no desvirtuar las razones que justificaron el concepto de
"Asignación" o "delimitación” fiscal que tiene la ley, donde los ingresos provenientes
de los peajes pagados por los usuarios de la vía se sigan empleando para financiar
la infraestructura vial y férrea del país, y se mantenga el valor del Fondo de
Infraestructura, cuyos beneficios generados dependen de la capacidad de la
empresa de mantener el cobro de peajes o tarifas a los usuarios en el tiempo.
Hoy lo que sabemos, es que dentro de la contabilidad contingente del fisco central
no se incluyen los valores residuales de las concesiones que están por expirar. Así,
el Fondo de Infraestructura al recibir concesiones en operación que constituyen su
capital inicial, las puede imputar como activos propios. Sin embargo, el Estado al no
tenerlas incluidas en su contabilidad, no sufre pérdida patrimonial. Por ello se
menciona que con la constitución del Fondo de Infraestructura se genera valor,
aunque económicamente es un traspaso de recursos que dispondrá el Estado en el
futuro hacia una empresa pública que podrá disponer de ellos en la actualidad para
nuevos proyectos de infraestructura, en nuestro caso, del sector ferroviario.
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por razones de restricciones presupuestarias no pueden ser financiados
directamente por el Estado.
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transporte, los que podrán incluir la infraestructura de transporte cuya
explotación se encuentre regulada por el Ministerio de Transporte,
facultándose a éstos para explotarlas una vez finalizado el período de la
respectiva concesión”.
D. CONCLUSION
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ESTRATEGIA PARA IMPLEMENTAR EN LO REGIONAL
▪ Las tarifas que pagan los usuarios bajo el principio de “el que usa paga”.
▪ Los recursos públicos que se obtienen de los impuestos generales, y que se
entregan en la forma de subsidios al inicio de la construcción o en pagos de
manera diferida en el tiempo por los servicios provistos por el sector privado,
conocidos como pagos por disponibilidad de infraestructura.
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▪ Terrenos o bienes fiscales entregados al sector privado para desarrollos
urbanísticamente, o
▪ Una combinación de las anteriores
▪ Con el Fondo se agrega el valor residual de la infraestructura concesionada
y por concesionar como un nuevo instrumento de fondeo de infraestructura,
que bien podemos aplicar en Antioquia para nuestro proyecto férreo.
El Fondo podrá aportar recursos para deuda, garantías y/o equity, y por lo tanto se
constituye en un nuevo componente de financiación.
Cordialmente,
Revisó y Aprobó:
Ingo. Gustavo Ruz Agudelo – Director Técnico Promotora Ferrocarril de Antioquia S.A.S.
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