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Un pequeño Matachín

~ de Riosucio ~

Textos: Álvaro Gärtner ~ Ilustraciones: Paola López


*Contenido*
© Editorial Pispirispis Agradecimientos .......................................... 5
E-mail: editorialpispirispis@gmail.com
Teléfono: (57) 3164064610/ (57) 3113837174 Instrucciones para ser un Matachín ....... 7
Manizales-Colombia

Título: Un Pequeño Matachín de Riosucio


Un Pequeño Matachín de Riosucio ......... 11
Autor: Álvaro Gärtner
Ilustraciones: Paola Fernanda López Valencia Diccionario matachinesco ......................... 57
Primera edición Decreto infantil ............................................ 63
Manizales, diciembre de 2014
ISBN: 978-958-58739-1-9 Bibliografía .................................................... 67
Depósito legal realizado conforme a la ley

Editoras: Tatiana Gutiérrez G., Alejandra María Guapacha M.


Corrección de estilo: Jhon Isaza
Diseño y diagramación: estratosfera.com.co
Impresión y encuadernación: Matiz Taller Editorial

Se prohíbe la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin la debida
autorización.
*Agradecimientos*
Para la Editorial Pispirispis construir sueños en el
aire no ha sido cuestión de un día. Hemos requerido
confianza y amor por lo que queremos lograr, pero so-
bre todo amigos y familiares que han creído en nuestros
proyectos. Es a ellos a quienes queremos agradecer por
entender nuestras ausencias, por apoyarnos cada vez
que hemos sentido desfallecer, y por hacer este sueño
una realidad.
Instrucciones
* para ser un Matachín *
Primero necesitas saber qué es un matachín. Un ma-
tachín es un celebrante del Carnaval de Riosucio que
es la fiesta que se lleva a cabo cada dos años en esta
población del occidente de Caldas.
El matachín no es un participante cualquiera, sino la
persona que hace el Carnaval, quien le da vida. Se dis-
fraza, escribe los versos matachinescos, canta y llena
las calles riosuceñas de alegría, color y fantasía. El ma-
tachín mantiene viva nuestra hermosa tradición.
Así que para ser un buen matachín debes conocer
mucho de nuestro pasado. Debes entender por qué
Riosucio tiene dos plazas principales, porque antes te-
níamos dos pueblos en conflicto y ahora uno en armo-
nía.También es necesario aprender qué hay de cierto en
eso de que las disputas y enemistades las reemplaza-
ron nuestros ancestros con palabras festivas y alegres
competencias de la imaginación, y ahora combaten con
música y poesía. Por eso, ser un matachín es un honor.
Un pequeño Matachín

Ahora que aceptaste la misión, te vamos a dar las ins-


trucciones para cumplirla:
1. Ve al armario o al cajón de los disfraces a buscar una
capa y unos cachos.
2. Llama a tu mamá, a tu abuela, tu papá o a tu herma-
no mayor. No hagas esto solo y recuerda que la tradición
vive gracias a la unión de la familia.
3. Hazles una pregunta importante: “¿Sabes quién es el
Padre Carnaval?”
4. Mientras esperas la respuesta, pasa a la siguiente
página para leer la historia de Un Pequeño Matachín que
tuvo la suerte de ser visitado por el Padre Carnaval y el
Diablo del Carnaval.
Ellos le enseñaron al niño cómo ser un perfecto ma-
tachín. Tú también vas a aprender.

Pispirispis

~ 10 ~
Un pequeño matachín
*de Riosucio*

U
n sábado cualquiera estaba el Diablo del Car-
naval de Riosucio en su casa de la Paila Mocha,
todo aburrido. No tenía nada qué hacer y se
dedicaba a matar el tiempo enroscando y desenroscan-
do la cola en su dedo índice, y no había quién le arrimara,
porque estaba de un genio de todos los diablos.
Hacía año y medio no había fiestas en el pueblo y el
Cachón estaba sin saber cómo entretenerse. Se había
cansado de recordar decretos viejos y letras de cua-
drillas antiguas. Tampoco le hacían gracia todos los
castigos en verso que había anunciado al entrar allá el
Sábado de Carnaval y los que dejaba al despedirse el
miércoles siguiente, antes de que lo quemaran. Bueno,
su efigie, no a él que por vivir en medio de la candela
ninguna llama lo chamuscaba siquiera.
Estaba a punto de dormirse del puro aburrimiento,
cuando se puso a pensar que hacía mucho tiempo no
veía al Padre Carnaval. Y sonrió al recordar a ese viejo
gruñón y barbudo que siempre estaba preocupado por
el futuro de la fiesta. Entonces a Lucifer se le iluminó el
rostro con una luz roja como de candela y resolvió ir a
hacerle visita.
Se envolvió en una gabardina que tenía guardada
desde tiempos inmemoriales y se tapó los cuernos con
un sombrero inmenso, para que no lo reconociera la
gente. El Diablo no se puede dejar ver sino en Carnaval.
Un pequeño Matachín de Riosucio

Y caminando por entre las sombras guaraperos riosuceños? ¡Éste sí está El Diablo del Carnaval se sobresaltó con el estallido
tomó el camino de Las Estancias, muy desocupado! ¿Para eso me des- del viejo, pero como era gozón y malicioso, insistió: “No
una tierra bella arriba de La Montaña, pierta?, e hizo ademán de volver a se enoje pues, mi Padre Carnaval. Desperécese y va-
donde tiene casa el Padre Carnaval. dormirse. mos a darnos una castorila por Riosucio, para ver cómo
Allá lo encontró, sentado en una Un poquito asustado, el Diablo in- preparan fiesta esos riosuceños. Quién quita que usted
mecedora a la entrada de su vivien- sistió: “Es cierto, mi Padre Carnaval, tenga que darles algún tirón de orejas por descuidar la
da. El venerable dormía con su blan- pero esa gente no hace sino repetir tradición”.
ca barba extendida sobre el pecho, letras de decretos y cuadrillas que Apenas le mencionaron esta palabra, el sabio se le-
mientras su túnica y su capa con ya me sé de memoria. Yo lo invito a vantó de su silla. El Diablo se asombró, porque ya no
los colores de la bandera de Riosu- que nos demos un paseo por Riosu- recordaba cuán imponente y majestuoso era. Hasta se
cio cubrían la silla. Una especie de cio, de incógnito, porque usted hace sintió chiquito a su lado.
mitra que ocultaba su pelaje canoso tiempos no va”.
estaba ladeada, a punto de caer. Sus -Sí, desde 1991, contestó el Padre
ronquidos atravesaban el aire y al Carnaval, sin hacer amagos de le-
Diablo del Carnaval le recordaron el vantarse.
sonido de los voladores al elevarse a -¿Y no le hace falta ir?, insistió
las alturas durante la fiesta. el Diablo. Ese pueblo ha cambiado
Se acercó pasito para no asustar- mucho.
lo y le haló una manga. El anciano -Claro, respondió el Padre Car-
abrió un ojo murmurando algo que naval. Pero ya entonces era muy
no se entendía. El Diablo haló un distinto de cuando fui la primera
poco más fuerte y el Padre Carnaval vez en 1920. Volví en el 54, el 81 y el
gruñó: “¡Ah, Diablo! ¿A qué diablos 89, que me acuerde…
vienes a despertarme? ¿Los riosu- -¿Desde 1920?, rio socarrón el Dia-
ceños están pensado en no hacer blo. ¡Vea padre, usted está muy viejo!
carnaval?”. Y le dijo eso, por hacerlo hablar.
Satán rio pasito y le contestó muy -¡Más viejo estarás vos, diablo
lamboncito: “Noooo, mi señor, es infernal!, tronó el anciano. ¡Dejá de
que tengo ganas de charlar un po- molestarme! Acordate cuando Dios
quitoooo”. te echó del cielo, hace como cien mil
años. Y si mal no recuerdo, cuando
-¿Es que no tenés con quién hablar
yo fui la primera vez a Riosucio a vos
en la Paila Mocha, que la mantenés
ya te hacían efigie allá. ¡Así que no
llena de matachines, cuadrilleros y
me echés en cara la edad!

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Un pequeño Matachín de Riosucio

El Padre Carnaval le metió un


codazo para que callara, pues a la
fija ese demonio los delataría. Y
adoptando un tono dulce, preguntó

A
l ratico, los dos amigos em- al niñito: “Dime, hijo, ¿están aquí en
prendieron camino hacia el Carnavales?”.
pueblo. El viejo cambió sus -No señor, contestó el chico, lo
ropajes ceremoniales por un traje de más educadito. Faltan todavía como
calle y su festivo acompañante vol- seis meses, pero a mí ya me está ha-
vió a ponerse el sombrero para tapar ciendo falta. Por eso salí a ensayar,
los cachos. No querían que nadie los para danzar en los desfiles…
viera, porque si esos riosuceños los -Qué va, esta gente vive en fies-
reconocían eran capaces de armar ta, lo más bueno…, exclamó Lucifer.
fiesta.
Pero se interrumpió al ver la mirada
Entraron al pueblo por el Alto del
fulminante que le lanzó su anciano
Chocho y bajaron por la salida a El
acompañante.
Oro, tomando rumbo hacia la Plaza
-¿Y ustedes quiénes son señores?,
de San Sebastián. Miraban de un lado
preguntó el niño, dejando mudos a
para otro, temerosos de ser recono-
los dos personajes, que no espera-
cidos, porque entre la perramenta
ban la pregunta. El Diablo empezó a
carnavalera había muchos con bue-
reírse y el viejo vaciló:
na memoria. Y a esa hora del sábado
-Este… yo… somos unos investi-
estaban casi todos en la calle, porque
gadores que estudiamos el Carna-
a lo mejor muchos tendrían ensayo
val, acertó a decir.
de Cuadrilla por la noche.
Los visitantes iban por los lados -Pero también venimos a parran-
del atrio, cuando de repente vieron dear, añadió su acompañante.
a un niño como de ocho o nueve Sin darse cuenta de la fuerza que
años revoleando una capa roja y con hacían sus dos interlocutores, el
unos cuernitos luminosos en su ca- chico los puso otra vez a prueba:
beza. El Diablo quiso sonreír y de- ¿Sí? ¿Y qué tanto saben del Carna-
bió taparse la boca para que no se le val?
vieran los colmillos. Y exclamó pasi- -Ah, que es una fiesta muy buena,
to: “¡Pero si es igualito a mí!”. en la cual la gente se disfraza, dice
versos y bebe en mi nombre… mejor

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dicho, en nombre del Diablo, expli- sucio hay que conocer algo de la do para gritarse apodos, insultarse, arrojarse piedras y
có éste mientras se le iluminaba el historia del pueblo…”. hasta darse lanzadas y chuzones, complementó el Dia-
rostro. -Porque está llena de peleas y pe- blo del Carnaval.
Con un suspiro de paciencia, el loteras, interrumpió el Diablo. -También es cierto, dijo su ilustre compañero. De esa
Padre Carnaval vestido de paisano -Riosucio no fue fundado, pro- manera, tus antepasados comenzaron a ejercitarse en
se sentó en las escalinatas del atrio, siguió el viejo, sin inmutarse pues el uso de la palabra y el manejo de la ironía y el sarcas-
diciéndole al niño: “Venga, mijo, le el niño prestaba toda su atención. mo, explicó al niño.
cuento bien esa historia”. Y advirtió Riosucio viene de la unión de dos
al Diablo: “Usted no me va a inte- pueblos, uno indígena y otro mula-
rrumpir”. Éste murmuró entre dien- to, llamados La Montaña y Quiebra-
tes, riéndose pasito: “No me com- lomo…
prometo…”. -…los que durante todo el siglo
XVIII se pelearon por tener esta tie-
rra, situada al pie del cerro de In-
grumá, metió baza el infernal per-
sonaje.
-Es cierto, concedió el viejo. En

M
ientras pensaba cómo 1814 ambas comunidades aceptaron
explicar al diablito lo que trasladarse a este lugar.
iba a contarle, al sabio -Pero advirtieron que no se iban
anciano se le extravió la mirada por a revolver, insistió el Diablo, hacien-
encima de los tejados de las casas do esfuerzos porque no se le vieran
de la Plaza de San Sebastián. Por los colmillos.
un instante la fijó en la cúpula de la -Así es. Por eso, Riosucio tiene
iglesia de La Candelaria, situada tres dos plazas, la de San Sebastián de
cuadras más abajo, en la otra pla- Quiebralomo, o Plaza de Arriba, y
za principal de Riosucio. El Diablo la de la Candelaria de La Montaña o
del Carnaval comenzaba a perder la Plaza de Abajo, añadió el sabio.
paciencia, pues ardía en deseos de -Y los vecinos de ambas siguie-
contar la historia... a su manera. ron peleando, tanto que hacia 1825
De pronto, el Padre Carnaval co- levantaron una cerca para separar
menzó a hablar de manera pausada: los dos vecindarios. Y yo… éste… el
“Para entender el Carnaval de Rio- Demonio los empujaba a ir al cerca-

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que el viejo tenía razón. Éste empe- Chicha. Con el correr de los años, los
zó a explicar al niño, con pausado evangelizadores lograron sustituir-
El chico se quedó pensando, y de

E
acento: la por la Virgen de la Candelaria. Sin
pronto preguntó: “¿Cómo así dos l peculiar trío de amigos sa- -Los indios de La Montaña ren- embargo, en La Montaña la Virgen se
pueblos? ¿Y Riosucio no es uno solo, lió a dar una vuelta por las dían culto al Sol, al cual representa- convirtió en una especie de símbolo
aunque tenga dos plazas?”. dos plazas y buscar dónde ban como un enorme jaguar dorado de fertilidad y en su honor siguieron
-Muy bien, muy bien, hijito, le calmar la sed. Algunos transeúntes con grandes colmillos y garras. Pero haciendo danzas, sobre todo las rela-
dijo el Padre Carnaval acariciándo- se asombraban al ver al niño con los sacerdotes que los evangeliza- cionadas con el guarapo de caña, que
le la cabeza, cuidándose de no des- dos desconocidos, pero pensaron ron no entendieron esa veneración sustituyó la chicha de maíz. La fiesta
acomodarle los cachitos. En 1846 las que eran un abuelo y un tío venidos y les decían a los indios que ellos de La Candelaria sigue vigente…
dos poblaciones fueron unidas por de otras partes, porque no recono- adoraban al demonio… -Ah sí; en ella también queman
decreto del gobierno y la cerca des- cieron quiénes eran en verdad los -¡Cómo le parece! Confundirme pólvora y toman guarapo, como en
apareció. Pero ello puso en peligro personajes. Se hubiera armado un con un gato grande, refunfuñó el el Carnaval, terció Lucifer. Incluso,
las fiestas que en los dos vecinda- revuelo mayúsculo si eso sucedía. Diablo. Esos curas siempre me han hace unos años, un diablo llevó en
rios se celebraban desde hacía más Una vez regresaron al atrio de San hecho mala propaganda. andas la imagen de esa Virgen, que
de 200 años. Sebastián, el diablito danzante pre- -¡Callá, hombre!, regañó su acom- a mí me cae bien.
-Entonces fue cuando yo intervi- guntó al Padre Carnaval y al Diablo pañante. Y muy pasito le susurró: Pero el niño no pareció escuchar
ne… empezó Satanás, tapándose la del Carnaval, sin sospechar quiénes vas a hacer que nos descubran. ¿Es esta parte, porque ya sabía cómo es
boca, ante la mirada fulminante del eran: “Cuenten pues, señores, cómo que no puedes cerrar esa bocota? esa fiesta y estaba ávido de conocer
viejo. Bueno, bueno, el que intervino eran las fiestas por estos lados antes Hasta se te ven los colmillos. más sobre cómo festejaban sus an-
fue el Diablo, para que esas fiestas de la fundación de Riosucio. ¿En ese Luego, ya calmado, se dirigió al tepasados:
no se acabaran. entonces no había carnaval?”. diablito: -Ya entendí cómo celebraban los
-¿Por qué no te callas, hombre?, -Pues claro que había, pero era -Como los indios tenían tan arrai- indios de La Montaña. Pero, ¿qué
lo regañó su acompañante. Cada vez distinto, empezó a responder el gado el culto al dios jaguar, nunca hacían los mulatos en Quiebralomo?
que abres esa bocaza es para me- Diablo. vieron el diablo cristiano como si -En Quiebralomo del siglo XVIII
ter las patas y ya estás asustando al -A ver, no enredes las cosas, Sata… fuera totalmente malo, como lo des- se celebraba la fiesta de los Reyes
niño. Salustiano, ¡o como quiera que te lla- cribían los párrocos de esa época. Magos el 6 de enero, empezó el Pa-
-¿Cuáles eran esas fiestas que més!, cortó el Padre Carnaval. No -Lo cual fue muy bueno, aco- dre Carnaval. La víspera hacían con-
menciona este señor tan colorado?, confundas al niño con falsedades. tó el Demonio. Porque yo vengo… juros para celebrar las doce noches
preguntó el niño, sin dar muestras Después entiende mal y contribuye (¡ejem!)… él viene a Riosucio a diver- del nacimiento de Jesús, pues creían
de susto. a que la tradición se pierda. tirse. Pero siga, siga, mi don. que era el día más peligroso del año,
-Ya te contaré, ya te contaré, le dijo El Diablo se quedó callado y aun- -Los indios también rendían cul- cuando brujos y demonios hacían
el anciano. Déjame tomar un respiro. que no le gustó el regaño, admitió to a la tierra a través de la Diosa de la horrendos aquelarres.

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-Eso era muy bueno, se entusias- -¿Eso era todo lo que hacían en
mó el Diablo. Siempre era que le me- Quiebralomo? El niño parecía des-
tíamos… le metían mucho miedo a ilusionado.
la gente. Esa era la manera como los -No, no, había más, respondió el
curas mantenían abierta la iglesia. padre: el 6 de enero era represen-
-¿A qué horas salían los brujos y tado el auto sagrado de los Reyes
los demonios? preguntó el pequeño Magos y el 7 había carreras de caba-
diablo. llos. También se bailaba una danza
-En las que hoy en día llaman ‘ho- de origen africano conocida como
ras pico’, explicó el sabio. La Matachinesca o Danza de Mata-
-¿Y cómo se protegía la gente de chines.
ellos? insistió el chiquillo. -Vea, vea pues, cómo van salien-
-Al mediodía, a las 12 en punto, so- do los elementos del Carnaval, mi
naban las campanas, estallaban pól- pequeño Matachín, acotó el Diablo.
voras y tocaban músicas, pues todo De inmediato, el chico preguntó:
eso era buenísimo para conjurar las -¿Qué pasó con esas fiestas?
fuerzas de la oscuridad. -Pues que de ahí nació el Carna-
-Hijue si hacían ruido… imagino val de Riosucio… empezó a decir Sa-
yo, añadió el Diablo. tanás.
-A las 6 de la tarde se rezaba y -…espere, hombre, interrumpió
cantaba La Salve y estallaban vola- el anciano. Una vez fueron unidas
dores, prosiguió el Padre Carnaval. las dos comunidades aquí en Riosu-
Pero la medianoche era la hora más cio, a partir de 1847 los de Quiebra-
peligrosa, por lo cual entre las 7 y las lomo en la Plaza de Arriba temieron
11 p.m. los quiebralomeños tocaban que sus vecinos de La Montaña en la
instrumentos y luego se encerraban Plaza de Abajo dañaran su Fiesta de
en sus casas a rezar. Y a las 5 de la los Reyes Magos. Entonces comen-
mañana estallaba la pólvora y desfi- zaron a decir que se condenarían al
laban conjuntos musicales. infierno los que armaran peleas du-
-De ahí vienen las Alboradas del rante las celebraciones. Así fue to-
mando forma un diablo que cuida la
Carnaval, que son el Conjuro del
fiesta.
Amanecer, explicó el Diablo, esta vez
-¡Ahí fue donde aparecí yo por es-
sin reírse ni hacer payasadas.
tas tierras! se entusiasmó el Demonio

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y al recordarlas acariciaba los plie- un país, y por eso tiene Presidente y


gues de su capa. Si por él fuera, ese Alcalde. Su autoridad debe ser obe-
día sería Sábado de Carnaval. El Dia- decida por todos los asistentes al
blo percibió su ansiedad, y empezó Carnaval.

P
del Carnaval, pero calló ante un gesto ara seguir con la sabrosa a hablar, haciendo el esfuerzo de -Incluso por el Diablo, añadió,
furioso del Padre Carnaval. Éste miró charla que tenían desde ha- parecer serio: muy serio, el Padre, mirando de
al cielo, murmurando: “Este bobo con cía como una hora, el trío de -Como el Padre Car…, mejor di- reojo al que estaba junto a él.
cencerros nos va a delatar”. amigos eligió una banca en la Plaza cho, como este abuelo te explicó en El demoníaco ser tomó aire para
Pero el diablito ni se enteró, por- de la Candelaria, a la sombra de una el atrio de arriba, el Carnaval de Rio- replicar, pero se acordó del incóg-
que preguntó: veranera. Por los senderos pavimen- sucio se celebra cada dos años, en nito, y exhaló suavemente. Menos
-¿Entonces en Riosucio tenemos tados del parque varios niños pati- año impar, de viernes a miércoles, mal, el niño no vio que salía como
Carnaval desde 1847? naban o montaban bicicleta y algu- siempre alrededor del 6 de enero. un humito de la boca del personaje.
-Así es, respondió el viejo. Pero nos transeúntes paseaban, mientras -Sí, porque sus orígenes están en En cambio, dijo:
en ese entonces se llamaba Diver- otros cruzaban rápido hacia destinos la antigua Fiesta de Reyes Magos, -Pero los países se rigen por leyes
siones Matachinescas o La Matachi- desconocidos. Aquí y allá había co- interrumpió alegre el chiquillo. propias…
nesca. Luego lo llamaron Matachi- rrillos de gente. Nadie prestó aten- -Muy bien, muy bien, hijo, se nota -Pues la República del Carnaval
nes hasta 1911. En 1912 se convirtió ción a los recién llegados. que prestas atención, respondió el también las tiene y todas ordenan
en Carnaval y a partir de 1959 se de- Antes de sentarse, el Diablo del viejo mirándolo con ternura. que la fiesta se haga en paz, frater-
cidió hacerlo cada dos años. Carnaval aprovechó que el diablito -¿Entonces nuestro Carnaval dura nidad y alegría, explicó el infernal
-¿Por qué? estaba distraído con otros niños, solo seis días?, preguntó el niño. maestro.
-Para salvarlo de desaparecer, para pedirle al Padre Carnaval que -En realidad, es la fiesta más lar- -¿Y los carnavaleros cómo se en-
por causa de la violencia política de le dejara contar cómo es eso de la ga del mundo, explicó Satanás con teran de esas leyes?, volvió el diabli-
esa época, explicó el Diablo. República del Carnaval. El sabio le tono de profesor. Recuerda que la to a las andadas.
-Bueno, pues, cuenten cómo es el respondió que estaba bien, “pues tú primera etapa, que llaman precar- -A través de Decretos, Convites,
Carnaval, porque aquí se hace mu- conoces como pocos el tema. Pero naval, empieza en julio con el De- Saludos al Diablo y Testamentos del
cha cosa durante esos días, apremió debes hacerlo con seriedad, sin esas creto de Instalación de la República Diablo, contestó éste, enrojeciendo
el diablito. risas y juegos de palabras que acos- del Carnaval y termina en diciembre de placer, al recordar los versos que
-Está bien, está bien, respondió tumbras. Eso está bueno para la con el Convite. le han dedicado y los que él ha con-
el sabio. Veo que quieres aprender, fiesta, pero no para este momento”, -¿Cómo así que la república de testado.
pero demos otra vueltecita. advirtió. qué?, indagó el chico, sin entender A esas alturas, el diablito dan-
A todas esas su pequeño acom- bien. zante estaba fascinado con lo que
pañante aguardaba que los dos per- -La República del Carnaval es una sus nuevos y misteriosos amigos le
sonajes dejaran de secretear, pues parodia del gobierno, dijo el Demo- contaban, pero él quería saber más
tenía muchas preguntas qué hacer nio. Es como un remedo burlesco de

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y más. Y como tenía un montón de -Como el Carnaval de Riosucio es


preguntas, comenzó a soltarlas: un ritual, el Matachín es una especie
-¿El Presidente del Carnaval es de sacerdote de la fiesta que ejerce
como un Presidente de la República? como poeta, actor u organizador.
-Es una versión burlesca. Quien -¿En qué universidad dan ese tí-
contestó esta vez fue el Padre Car- tulo?
naval. El Presidente de la República -El título de Matachín lo confiere
Matachinesca tiene la responsabili- espontáneamente el pueblo, a quie-
dad de organizar la fiesta y también nes destacan durante años por su
debe intervenir en las ceremonias participación.
festivas. Además, es quien fustiga al -¿Yo llegaré a ser Matachín?, se
Diablo cuando las cosas no andan interesó el niño.
bien en Riosucio. -Tú ya eres un pequeño Mata-
Por supuesto, al Diablo no le gus- chín, contestó con dulzura el Padre
tó para nada el comentario, porque Carnaval. Como te disfrazas en la
no solía simpatizar con los presi- fiesta y has participado en Cuadri-
dentes matachines. llas Infantiles, ya tienes el título.
-¿Entonces el Alcalde del Car- -¿Los Decreteros y los que cortan
naval es una parodia del Alcalde de las letras de las Cuadrillas son mata-
Riosucio? chines?
-Más o menos, se apresuró a res- -El decretero es un matachín que
ponder el Diablo, adelantándose al escribe Decretos de Carnaval y los
Padre Carnaval. Es el encargado de lee ante el público.
defender y mantener la autentici- -¿También el Abanderado es un
dad de la fiesta. Además, los alcal- Matachín?
des de Carnaval son los que mejor -Uno muy especial, contestó el
conocen la grandeza del Diablo y le Diablo, otra vez que moría de la risa.
dirigen los mejores discursos. A mí Es el portador único de la bandera
me encantan. del Carnaval y encabeza los desfiles
El anciano iba a replicar algo, pero ondeándola.
prefirió callar. -¡Yo ya me sé esa bandera!, excla-
-¿Quiénes son los matachines?, fue mó el chico. Es la misma de Riosucio
la siguiente pregunta del chico, que el pero con una china de fogón en el
Demonio respondió con tono docto:

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asta y una figura del Diablo del Car- es…”, pero no se le permitió seguir.
naval en la franja blanca. -Más que un subordinado del Pa-
Luego, se quedó mirando el Dia- dre Carnaval, el Diablo es el instru-
blo y le dijo: mento para que los propósitos de la
-No sé porqué, pero la cara suya fiesta se cumplan.
me recuerda la del Diablo de la ban- El Demonio quiso replicar, pues
dera. no le gustó ni poquitico que lo lla-
Éste y el Padre Carnaval queda- maran ‘instrumento’ en sus propias
ron mudos, mirándose fijamente, barbas, pero de improviso el chico
pensando que el niño de un mo- cambió de tema:
mento a otro podría descubrir su -¿Cuándo cantamos “Salve, salve
verdadera identidad. Sin sospechar placer de la vida” es como si se can-
más, el diablito de pronto dijo: tara el Himno Nacional, pero de la
-Mi abuelito hablaba de un tal Pa- República del Carnaval?
dre Carnaval, que dizque es un vieji- -Exactamente, le dijo el anciano,
to sabio que viene de vez en cuando quien por primera vez sonrió. En
a la fiesta, pero yo nunca lo he visto. esas, el niño se levantó a revolear su
El anciano se sintió descubierto y capa, mientras cantaba:
quedó mudo por un instante, lo cual
iba a ser aprovechado por el Diablo Salve, salve placer de la vida.
para soltar alguna cuchufleta, pero Salve, salve sin par Carnaval.
fue acallado con un imperioso gesto De Riosucio la tierra querida
de la mano. El padre respondió, más eres timbre de gloria inmortal.
serio que nunca:
-Es un personaje muy discreto, El Padre Carnaval y el Diablo
que viene cuando los riosuceños se miraron como diciéndose que
sienten que el Carnaval corre peli- mientras en el pueblo hubiera niños
gro. Es el espíritu del Carnaval. como su nuevo amiguito, la fiesta
-¿El Padre Carnaval manda al no desaparecería. Y aprovecharon
Diablo, o el Diablo lo manda a él?, para descansar un ratico, pues ha-
bían hablado mucho, especialmente
quiso saber el chico.
el viejo, quien era más bien callado.
El demonio se paró, entre diver-
tido y orgulloso, para contestar a su
manera: “Por supuesto que Lucifer
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y enrojeció de placer, pero contuvo había convertido en su improvisado rio, el Diablo que se moría de ganas
la carcajada. El niño lo haló de la maestro. Éste prosiguió: de que la gente lo reconociera para

A
manga y le preguntó: -El Carnaval es como una obra improvisar fiesta y el diablito tara-
l ver al diablito danzante -Usted mencionó un Precarnaval teatral que consta de cinco actos, reando la marcha Diablo, Satán, De-
cantar el Himno del Carnaval hace un ratico. ¿Eso qué es? los cuales son representados du- monio, revoleando capa a su com-
en un sendero del Parque Antes de que el Diablo abriera la rante la primera semana de enero, pás. Así se fueron por la calle que va
de la Candelaria, nadie se inmutó, boca, empezó a responder el Padre de viernes a miércoles: el primero del Teatro Cuesta hacia arriba.
porque en Riosucio eso es lo más Carnaval: es el Alegre despertar del Carnaval;
normal. Apenas terminó, el chiquillo -El Carnaval de Riosucio consta el segundo, el Desfile de Entrada de
se sentó junto a los dos misteriosos de tres etapas: la primera es la de Colonias; el tercero, la Entrada del
visitantes. Estos estaban encantados, los Decretos, que va de julio a no- Diablo; el cuarto, el Desfile de Cua-

P
porque su amiguito se sabía de viembre. Y la segunda es el Convite, drillas, y el quinto, el Desfile y En- asaron por algunas caso-
memoria la pieza completa, aunque que se lleva a cabo el segundo o el tierro del Calabazo; el Testamento y nas que han sido testigos de
ignoraba que había sido compuesta tercer domingo de diciembre antes la Quema del Diablo. muchos carnavales y llega-
en 1912, y desde entonces miles de del Carnaval. Ese es el Precarnaval. -Veeee, yo conocía todo eso, pero ron a la vieja Plazuela hoy converti-
riosuceños lo entonaban cada día -Yo asistí a unos Decretos y el no se me había ocurrido verlo como da en cancha de baloncesto. Desde
durante la fiesta y en los meses su parte posterior se divisan las ver-
Convite antes del Carnaval pasado, una obra de teatro, comentó el chi-
previos a ésta. des montañas del campo riosuceño
contó entusiasmado el chico. co, quien estaba impaciente por sa-
Apenas se sosegó su respiración, y en un costado sobrevive milagro-
-Mmmmm, yo ni sé a cuántos ha- ber más, pero prefirió esperar a que
el chico volvió a recordar las pre- samente un sendero empedrado
bré venido al escondido, murmuró el viejo contara.
guntas que tenía para los visitantes, que lleva a unas casitas de bahare-
el Diablo. Como en esos versos no -Lo que más me gusta es la En-
quienes las aguardaban en silen- que plantadas en una colina.
hacen sino invocarme… El viejo se trada del Diablo, pensó el Demonio, El Padre Carnaval suspiró de nos-
cio mientras veían pasar a la gen- frunció, pero el niño siguió como si tratando de disimular la dicha que le
te. Estaban muy temerosos de ser talgia al recordar cómo era el pue-
nada: causaba ese recuerdo. Ese es mi día blo en tiempos idos y el Diablo son-
reconocidos, en especial el Diablo, -Cuénteme, señor, cómo son los de gloria y me dicen muchos versos
aunque en el rato que llevaban en el rió al recordar todos los pecados
Decretos y el Convite. bonitos. que se habían cometido por allí cer-
pueblo no habían llamado la aten- -Ten paciencia, muchacho, le res- Como el Padre Carnaval podía
ción de nadie. ca, sobre todo en tiempos de fiesta.
pondió el sabio. Apenas he enume- leer el pensamiento de su compa- Apenas se sentaron en un murito, el
-Oiga, don, se dirigió el chico al rado dos etapas del Carnaval y antes ñero, le ordenó con la mirada que se niño los apremió recordándoles que
Demonio. de entrar en detalles, diré algo de la callara, y dijo en voz alta: habían prometido recordar versos:
Éste recordó un verso que le ha- tercera. -Demos una vueltecita por la Pla- -Yo ya he escuchado Decretos de
bían dedicado en un Carnaval hacía -Ah, bueno señor, dijo el diablito, zuela y así descansamos. Salieron Carnaval, pero no entiendo bien qué
muchos años: “Te ofrecemos rey al entender cómo era la manera de los tres a caminar: el viejo muy se- son.
don Sata, unos quinientos apodos…”, pensar del anciano que esa tarde se
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Un pequeño Matachín de Riosucio

-Son textos en verso escritos a Riosuceños: a nadie le extrañe y en todas las esquinas
la manera de los decretos oficiales, que ese pueblo querido sea establo: vuelva a reír Luzbel.
pero con lenguaje satírico. Su pro- ¿qué se espera de un pueblo sin Diablo, Nosotros volveremos
pósito es reglamentar la República Que es el dique del vicio y del mal? en silencioso vuelo

U
del Carnaval, contestó el sabio. Pero por tu nombre juro, desde la tierra al cielo na vez tomaron algo los
lo repito y lo aseguro, en viaje sideral, tres amigos, porque ese
-Ah, por eso escuché decir que
que todo lo que aquí hablo, gritando siempre, sábado hacía una tarde
los decreteros echaban indirectas y
aun cuando me lleve el Diablo, unidos cuerpo y alma,
la gente se reía. calurosa, caminaron un rato por al-
¡trataré de sostener! viva siempre la calma…
-Pues porque los Decretos se gunas calles de Riosucio, hasta que
¡que viva el Carnaval!
refieren a temas y personajes de resolvieron sentarse en la Manga del
-¡Bravo, bravo!, aplaudió el dia-
Riosucio. De esa manera se divulga blito danzante. Ahora, cuenten pues El niñito volvió a aplaudir, tanto Cementerio, para mirar otra parte
todo lo malo que ha ocurrido aquí qué es el Convite, porque me gustó por la belleza del verso como por la de las montañas que rodean el pue-
recientemente. Así el pueblo ríe de mucho, pero no tengo claro de qué memoria de su interlocutor, sin sos- blo y las cercanas veredas de Sipirra
sí mismo mientras se prepara para se trata ni para qué sirve. pechar ni poquitico que estaba ha- y Tumbabarreto. Los visitantes es-
la fiesta. -Es una especie de sainete, o sea, blando con el protagonista de esos taban felices con el recorrido, pues
-¿Alguno de ustedes recuerda al- una obra de teatro callejero que mez- versos. Por eso preguntó, inocente: nunca venían cuando no había Car-
gún Decreto?, quiso saber el diabli- cla oratoria y canto. La escriben va- -¿Eso es lo que llaman literatura naval. El diablito danzante se quedó
to. rias personas y la deben representar con ellos, aunque sabía que la mamá
matachinesca?
-Puhhh!, casi todos, se envaneció
del Diablo. Voy a recordar fragmen-
los miembros de la Junta del Carnaval, -Es eso, jovencito, lo miró con lo regañaría por irse con dos desco-
tos de uno de hace como 70 años,
quince días antes de la fiesta. Es tam- ternura el Padre Carnaval, quien nocidos.
bién un rito para declarar el pueblo añadió: “Prepárate, porque dentro El Padre Carnaval contemplaba
que me gusta mucho, porque que- preparado para la fiesta y convidarlo ensimismado el hermoso panorama
dó muy bien hecho, y para que veas de unos instantes te vamos a expli-
cómo tengo buena memoria:
a celebrar. Por eso se llama Convite. car cómo es el desarrollo del Carna- que se extendía ante sus viejos ojos
El niño retó al Diablo a ver si se val. ¿Te parece?". y el Diablo hacía lo propio, aunque
Gente y más gente y más gente
acordaba de un pedacito de alguno, -Me gustaría mucho, contestó el una leve sonrisa burlona despuntaba
veo delante de mí.
pero bien antiguo. Éste lo pensó un muchacho, pero tengo sed. Vamos a en sus labios, dejando ver las puntas
instante y le vino a la memoria el de de sus colmillos. Pero no dejaba en-
Qué dichoso es ver así la tienda a tomar fresco.
tanto marrano presente 1955: trever qué pensaba. De pronto, los
escuchando diligente dos se sobresaltaron al escuchar al
¡Que muera la tristeza,
lo que aquí se les dirá. Que viva la alegría! niño que volvía a las andadas con
Más de cierto juro ya, La dicha es flor de un día sus preguntas:
que en la oreja cada uno y hay que gozarla bien. -Vea señor, dirigiéndose al ancia-
cierto picor importuno Que salgan las mujeres no: cuando estábamos en el Parque
de repente sentirá. lanzando serpentinas de La Candelaria, usted dijo que el

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Un pequeño Matachín de Riosucio

Carnaval es como una obra teatral que se lleva a cabo a las 12:00 p.m., o vela su identidad, y aunque no mi- -En fin, dijo el niño al cambiar de
de cinco actos, pero no dijo más, sea, el primer minuto del viernes de raba al Padre Carnaval, ya sabía que tema: ¿Cuál es el segundo acto del
por explicarme en qué consisten Carnaval. En ese momento se que- éste lo fulminaba con sus ojos. Carnaval?
los Decretos y el Convite. Ahora sí ma una culebra de pólvora y un des- -También estallan culebras a las -Es el Desfile de Entrada de Colo-
cuénteme cómo es ese asunto. file multitudinario recorre las calles 5:00 a.m. de cada día, al comenzar la nias, contestó el anciano. Es el reen-
-Bueno, muchacho, te describiré del pueblo para despertarlo al feste- Alborada, añadió alborozado el chi- cuentro de los riosuceños ausentes
brevemente cómo es cada uno, res- jo. Esa quema es uno de los conjuros co, pues mostró que también sabía con el pueblo y su Carnaval. Desfilan
pondió el padre. Ya sé que el pasa- de espíritus malignos que te conté cosas de la fiesta. no sólo los residentes en otras ciu-
do Carnaval te llevaron a todos esos hace un rato. -Así es, respondió el viejo. Esa dades, sino grupos familiares y ba-
actos, pero no te explicaron bien en Nada más escuchar la palabra culebra es el Conjuro del Amanecer rras organizadas.
qué consisten. ‘culebra’, el Diablo dio un respingo con el cual se recibe cada nuevo día -Es la reunión del pueblo para sa-
-Así es, señor, respondió el niño, de alegría, y añadió sin bromear: del Carnaval. Luego, una multitud ludar al Diablo, añadió éste, muy ufa-
acomodándose para escuchar la -La culebra es una sarta de ex- recorre las calles de Riosucio con no, al recordar los afanes del Sábado
descripción. Miró al Diablo, quien le plosivos que debe estallar en las ho- banda y chirimía, hasta el momento de Carnaval por la tarde y la expec-
hizo un guiño burlesco, que arrancó ras mágicas que deben ser conjura- que despunta el sol. tativa de la gente por ver la efigie del
una sonrisa al chico, pues le pareció das, como las 12:00 m. del Sábado de -A mí no me dejan ir, se quejó el protector de la fiesta, que en cada
recordar algo del Carnaval. Carnaval y las 7:00 p.m. de ese mis- diablito, dizque porque es muy tem- edición tiene aspecto diferente.
-Bueno, el primer acto de esa obra mo día, para anunciar mi entrada… prano y no soy capaz de levantarme.
teatral callejera es el Alegre Desper- ¡perdón, perdón! Para anunciar que -Bueno, ya crecerás y podrás salir
tar del Carnaval, empezó a narrar el comenzará a entrar el Diablo, se co- a saludar el Sol, le consoló Lucifer
espíritu de la fiesta. Es la ceremonia rrigió, abochornado porque casi re- carnavalero.

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Un pequeño Matachín de Riosucio

-Dejemos el tercer acto para el rabo empezó a menearse como


dentro de un ratico, propuso el chi- la cola de un gato, y por un instan-
co sorprendiendo a sus interlocu- te asomó la punta por el borde de
tores. Es que quiero asomarme allí la gabardina. El niño estaba tan en-
a la Manga de los Gärtner, para ver tusiasmado con sus interlocutores,
aunque sea de lejos ese cementerio que no se había preguntado cómo
tan misterioso que esa familia tiene hacía ese señor para soportar una
allí. Como no dejan entrar a nadie… tarde tan calurosa sin quitarse esa
El Padre Carnaval y el Diablo se prenda tan grande, sin siquiera des-
miraron sonriendo, al comprobar abotonarla.
que a su joven discípulo también le -Ya sabes…, advirtió el Padre Car-
interesaba la historia de Riosucio. naval, muy severo, pues temía que
su compañero hiciese alguna dia-
blura. Pero éste empezó a narrar,
muy ufano:
-El tercer acto se lleva a cabo a
partir de las 7:00 p.m. del Sábado de
Carnaval, y es el Desfile de Entrada

U
na vez regresó de su ins- del Diablo, que recorre las calles ro-
pección, el niño volvió a deado de una multitud.
sentarse junto a los visi-
tantes, quienes seguían disfrutando
del paisaje, en especial de la vista del
Cerro de Ingrumá iluminado por el
sol de la tarde. La cruz de su cima re-
lucía blanca, pero al Diablo del Car-
naval no se le daba nada al verla, por-
que los párrocos no se metían con él.
-Bueno, ahora sí hablemos del
tercer acto del Carnaval, apremió el
chico. El Demonio festivo se estre-
meció de placer porque se iba a ha-
blar de él y de lo importante que es
para la fiesta. Tanta dicha tenía que

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Un pequeño Matachín de Riosucio

Satán estaba que se salía de la -Recuerda que ya te expliqué que -El Diablo del Carnaval viene del -Pero al Diablo le echan un dis-
ropa, pues no aguantaba la felicidad, se remonta a la época en que Quie- demonio cristiano, pero también curso, ¿cierto? Yo no entendí bien
pero temeroso de ganarse un regaño bralomo y La Montaña fueron refun- tiene símbolos indígenas y africanos, cómo fue eso el Carnaval pasado,
del viejo, hizo esfuerzos por guardar didos para formar Riosucio, repitió el explicó el anciano. dijo el chico.
la compostura. No se atrevía ni si- viejo memorioso. Pero el Diablo que -¿Cómo así, cómo así? ¿Eso cómo -Es el Saludo al Diablo, una de las
quiera a reírse. preside la fiesta surgió en momentos se sabe?, indagó el diablito, quien piezas de la literatura matachinesca,
-El Diablo es el máximo símbolo de tensión social, cuando por causa parecía confundido con la respuesta. explicó el sabio. Lo hace en verso un
de la festividad y por eso se le repre- de las guerras civiles de finales del El padre respondió con paciencia: matachín, para pedirle cuentas de
senta con una efigie de gran tamaño, siglo XIX y comienzos del XX, el Car- -Sus cuernos de toro representan lo malo que sucedió en el pueblo, el
concedió el sabio, un poco a regaña- naval estuvo a punto de desaparecer. la fortaleza para vencer a la serpien- país o el mundo los dos años pasados
dientes, porque él también tenía su Así pues, en la edición de 1915 la gran te de la sabiduría, en el culto africa- desde el anterior Carnaval. De esa
vanidad. Tragándose el orgullo, pro- efigie entró por primera vez. no a la Selva. Por eso la culebra tam- manera, la sociedad es cuestionada a
siguió: Antes de que el Diablo dijera nada, bién aparece en la efigie que entra través del Diablo.
-El Demonio es el rey de la fiesta y el abuelo murmuró entre dientes, di- el Sábado de Carnaval. Las alas de -Sí, pero los reales destinatarios
tiene facultades para prohibir la tris- rigiéndose a él: murciélago representan el Demo- de esas críticas son otros, replicó el
teza y liberar la alegría. -Y hay quienes le dicen viejo al nio cristiano. Los colmillos son los Demonio, quien hacía rato no decía
-¿Entonces nuestra fiesta es un Padre Carnaval, porque apareció por del jaguar del culto indígena al Sol nada, lo cual era extraño en él.
Carnaval del Diablo?, quiso saber el primera vez en 1920. y también es indígena el calabazo El diablito le dijo, entonces:
chico. Pero el Demonio hizo como que con guarapo que lleva en sus manos, -Usted que tiene tan buena memo-
Lucifer estuvo a punto de gritar no oía y, en cambio, le habló al niño pues hace parte del culto a la Tierra ria, a ver si es capaz de recordar un Sa-
que sí, pero se contuvo porque el Pa- con tono de profesor: de tus antepasados. ludo al Diablo, pero bien antiguo.
dre Carnaval se le adelantó: -A partir de 1915 el Diablo vigila la -Ah, ya me quedó claro todo eso, El Demonio se estremeció de di-
-No, no, no. El Carnaval de Riosu- fiesta y al pueblo, pues juzga la con- respiró aliviado el jovencito. Pero nos cha, porque repetir esos versos le
cio no es en honor al Diablo, porque ducta de los riosuceños. Por eso es desviamos del tema, porque ustedes hacía revivir tantos y tantos carna-
éste no es la razón de ser ni es pro- símbolo de unión, concordia y perdón. estaban explicándome lo del Desfile vales en que los matachines le dije-
pósito de la fiesta rendirle pleitesía. -¿O sea, el Diablo del Carnaval no de Entrada del Diablo. ron cosas bonitas (y otras no tanto) y
Su compañero quiso sulfurarse y es el mismo Diablo malo del infierno? -Bueno, después del desfile, la la gente bailó alrededor suyo. Y fin-
un olorcito a azufre cruzó la atmós- -Somos parientes, murmuró el in- gran efigie del Diablo es dejada en un giendo que hacía gran esfuerzo por
fera, pero se limitó a reírse pasito y fernal personaje para que el mucha- punto que le permita vigilar las dos recordar, empezó a declamar con
sarcásticamente, “ja, ja, ja”, pero el chito no lo escuchara. Pero yo tengo plazas de Riosucio. Allí queda hasta tono matachinesco, el de 1975:
padre no le prestó atención. mi lado bueno, porque traigo alegría, el miércoles, porque después será
-¿De dónde salió ese Diablo?, pre- fiestas y risas a la gente. escondida hasta el siguiente Carna-
guntó el niño. val, describió el anciano.

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Un pequeño Matachín de Riosucio

De nuevo, Demonio, volvimos a vernos. -Eso está muy bien, terció el Padre
Tu vieja leyenda a nadie hace mal. Carnaval. Pero no todo es alabanza. El
¡Qué bueno, qué dicha que hubiera un Matachín que saluda al Diablo tam-
infierno! bién le rinde burlesca pleitesía. Es la
Y de cabezas, en un fondo hirviendo,
manera de decirle que su poder es efí-
allí nos metieras a los de Insfopal.
mero, pues está sometido a la volun-
tad colectiva.
-Muy bien, muy bien, pero muy cor-
El comentario no le gustó para nada
tico, celebró el chico. ¿No se acuerda
al Diablo, porque él estaba escogiendo
de nada más?
los versos que más le favorecían. Pero
-Claro que sí, respondió el Demo-
nada pudo decir, porque el niño pidió
nio. Ahora te declamaré el saludo que
un ejemplo y el sabio fue quien res-
me hicieron… éste… el saludo de 1979,
pondió:
cuando hicieron unos Gozos paro-
-Para que veas que yo también ten-
diando los de la Novena de Navidad:
go buena memoria, recitaré pedacitos
Diablo calumniado del Saludo de 1959, en que el Diablo no
del humano espanto. queda como muy bien:
Ven a nuestras almas,
ven no tardes tanto. ¡Salve, padre Satán, negro y fiero!
Luzbel rey de burlas, ¡Te dejaste poner ‘Candilejas’!
de risas y llanto. Sin rubor se te montan las viejas
Ven a nuestras almas, y te dejan pelado y rabón.
ven no tardes tanto. Para nada te sirven las muelas,
Llévate al infierno las señoras te soban los cachos,
a tanto malvado hacen mofa de ti los muchachos
que hay en este pueblo, y las cabras te gritan… ¡cabrón!
Demonio adorado. Dime viejo, ¿qué hiciste las alas,
Mira cómo crecen, el tridente, las uñas y tal?
ruge el descontento ¿Las jugaste y son tantas tus malas
y la pobre gente que perdiste, demonio infernal?
no encuentra sustento ¿Dónde están tu poder y tu gloria?
Ven, salva a Colombia, ¿Quién le teme a tu horrible mansión?
Diablo, luz y encanto. ¡Lucifer! ¡Solo queda la historia
Ven a nuestras almas, de que fuiste en un tiempo el mandón!
ven no tardes tanto.

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Un pequeño Matachín de Riosucio

Al diablito le encantaron los ver- reojo al sabio. Feliz con los versos, cuarto acto, que es el Desfile y pre- tema, para hacer una danza ecues-
sos, en especial la manera como los el niño dijo: sentación de Cuadrillas. Y pronun- tre al son de músicas…
declamaron el Padre Carnaval, con -Aguarden un ratico, a ver si yo ció estas palabras con un tono algo -Ah…, algo iba a decir el chico,
gran disgusto de Lucifer, pues revi- puedo acordarme de alguno de esos imperioso, que le hizo dar risita al pero el Diablo prosiguió muy serio,
vió la incomodidad que sintió cuan- saludos que ustedes dijeron, porque Diablo, mientras el sabio enarcó una lo cual sorprendió al anciano, quien
do lo leyeron delante de todo mun- me gustaron mucho. Y los tres ami- ceja, pero empezó a contar: nada dijo para escucharlo:
do, hacía ya tantos años. Y como gos quedaron en silencio, contem- -El momento más importante del -…también se solía llamar así a
para disimular, dijo: plando la luminosa tarde. Carnaval es el Domingo de Cuadrillas… los grupos de esclavos que laborea-
-Después del saludo hay un diá- Iba a proseguir, pero el diablito lo ban las minas, bajo el mando de un
logo entre el Matachín y el Diablo. interrumpió: capitán. Fue en Quiebralomo donde
Éste habla por boca de otro poeta -¿Cómo así que cuadrillas? ¿Por se mezclaron las cuadrillas ecues-
popular, pues si no la gente se asus- qué en Riosucio las llaman así, mien- tres de los españoles con las drama-
taría. Así, el demonio anuncia cas- tras en el resto de carnavales las lla- tizaciones cantadas de los negros.
tigos a lo denunciado por el Mata- man comparsas? -¿Entonces por eso aquí en Rio-

D
chín, y empezó a declamar: urante unos minutos, el -Muy buena tu pregunta, lo felici- sucio llaman capitán de cuadrilla al
diablito danzante movió los tó el Padre Carnaval. Las cuadrillas que las dirige? La pregunta confir-
Allí se escuchó la queja labios como si rezara, pero son las comparsas riosuceñas, las mó a los visitantes que su discípulo
de una parranda’e borrachos como el Diablo no se estremeció, el cuales cantan, a diferencia de las de prestaba atención.
que estaba mordiendo viejas Padre Carnaval dedujo que el niño otros carnavales en el mundo, que -Así es, respondieron en coro, lo
y algunos varios muchachos. trataba de recordar versos. Además, solo desfilan y danzan. cual hizo dar risa a los tres.
entornaba los ojos por momentos, -¿Y aquí por qué las llaman cua- -¿Por qué son tan importantes las
Contesta el Demonio: de modo que los dos personajes drillas? cuadrillas en Riosucio? quiso saber el
fantásticos dejaron que su amiguito El Diablo, que estaba que se ha- diablito, a lo cual respondió el padre:
¡A todos esos groseros ejercitara la memoria mientras ellos blaba y casi, casi, suelta alguna bar- -Porque son la máxima razón de
los habré‚ de combatir. disfrutaban de la brisa que refresca- baridad solo por fastidiar a su com- ser del Carnaval. Si llegaran a des-
Los meteré al reverbero ba la tarde soleada. pañero, aprovechó para dárselas de aparecer, la fiesta perdería su eje.
de donde no puedan salir! historiador: Con las cuadrillas se irían también
Y cuando se esperaba que el chi-
co empezara a recitar, de improviso -Porque su origen se remonta al otros aspectos de la fiesta, incluido
Apenas terminó su declamación, siglo XVIII, cuando hacían un es- el Diablo…
volvió a preguntar, tomando por sor-
añadió Lucifer: pectáculo llamado contradanzas a -¡Ah, eso sí que no! empezó a de-
presa a sus improvisados maestros:
-Ahí donde ves, explicó al diabli- caballo, unos grupos llamados cua- cir éste con vehemencia, pero el pa-
-Bueno, ya me han contado los
to, el Diablo del Carnaval también drillas. Las conformaban cuatro dre lo acalló con un gesto cuando vio
tres primeros actos del Carnaval de
tiene su poder, a pesar de que se grupos de a diez jinetes con su ca- que el chico iba a preguntar más:
Riosucio. Ahora quiero saber lo del
burlen de él, y lo dijo mirando de pitán, cada uno disfrazado según su

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-¿Por eso se demoran tanto mon- estuve el año pasado: el tema se de- -Ah, pero para esa gracia basta con Esta vez fue el Diablo quien explicó:
tando una cuadrilla? sarrolla mediante tres canciones. un antifaz y una capa, opinó el Demo- -Claro que los de armazón todavía
A lo cual contestó el viejo: Entonces escogen tres músicas que nio, a lo cual su amigo dijo: se ven. Son unos que alteran total-
-Las cuadrillas riosuceñas son todos conozcan y un señor de aquí -Eso está bien para asistir a otros mente la figura del cuadrillero, pues
conformadas a lo largo de dos años, corta las letras, o sea, escribe los actos del Carnaval, mas no para las requieren de estructuras sobre las
lo cual debe hacerse en secreto, para versos que se van a cantar, explicó el cuadrillas. Incluso, se acepta en las cuales se elabora el disfraz.
que nadie se entere y poder sorpren- diablito, ufano. Caravanas del sábado… -Ah, sí, los he visto, recordó el mu-
der así el domingo de Carnaval. -Muy bien, muy bien, aplaudieron -¿Eso qué es? se interesó el diablito. chacho.
El niño añadió: sus compañeros, y el anciano prosi- -Son una especie de cuadrilla que -… y los de transformación son
-Esos ensayos son difíciles, por- guió: actúa después del saludo al Diablo muy bellos, porque es como si fueran
que cuesta mucho aprenderse las -Aunque la cuadrilla tiene en pro- el sábado por la noche, dijo éste. Y dos disfraces en uno, explicó el De-
letras y luego se tienen que acoplar medio unos veinte cantantes, los te- añadió: aunque tienen disfraces ele- monio. Todavía recuerdo la cuadrilla
con los músicos… Quedó pensando mas son variados: las hay de carác- mentales, son graciosas y burlonas. Los Caimanes, que se presentó hace
unos instantes, y luego soltó una ter político, o religioso, o ecológico, Se presentan en los proscenios y en muchos, muchos años: los cuadrille-
pregunta que sus dos amigos no costumbrista, filosófico, fantástico, algunos cafés. ros salían vestidos de abogados muy
esperaban: satírico o serio… -Ah, yo de eso no sé, porque a mí elegantes, pero en medio de la pre-
-De verdad, ¿por qué cantan las -¡A mí me gustan más las satíri- me hacen acostar. Ni siquiera me de- sentación se quitaban el sombrero
cuadrillas riosuceñas? cas! exclamó el Diablo, en inespera- jan verlas por televisión, se lamentó el de copa y se soltaban un gancho. De
El Diablo del Carnaval iba a res- do arranque de entusiasmo. Siempre niño haciendo un puchero. Y añadió: esa manera se revelaban la cabeza y
ponder, pero lo pensó mejor y dejó la es muy bueno ver cómo se burlan de -Entonces hay muchas clases de la cola del cocodrilo. Fue muy bella,
difícil respuesta al espíritu de la fies- todo el mundo… disfraces. se deleitó en el recuerdo el infernal
ta, quien trató de dar una explicación -Pero, entonces, ¿el disfraz para -Así es, contestó el sabio. Imagí- personaje.
que el muchacho comprendiera: qué sirve? Porque se puede cantar nate que los primeros los hacían con -Eh, tanto trabajo para no usar el
-Porque es la manera como en una cuadrilla con traje de calle, re- varillas de guadua, bejucos y plantas disfraz sino una vez. Deberían repetir
Riosucio el Carnaval cumple su fun- flexionó el chico. recién cortadas. Pero los más tradi- cuadrillas, opinó el niño.
ción de criticar y evaluar la vida, el -¿Cómo se te ocurre? iba a rega- cionales son los de armazón y trans- El Padre Carnaval explicó:
mundo y las cosas. Mientras en otras ñar Satán, pero el Padre Carnaval lo formación, aunque hoy en día a la -Las cuadrillas no se repiten, por-
fiestas las comparsas desarrollan el interrumpió para explicar: gente le gustan mucho los trajes de que están evaluando la vida como es
tema a través de la danza, la pan- -No, el disfraz debe ir acorde con el fantasía. en el momento y la vida está cam-
tomima y el disfraz, en tu pueblo se mensaje que contienen las tres letras. -¿Cómo así que disfraces de arma- biando continuamente. Claro que
Sirve para darle carácter a ese men- zón y transformación? Yo no he visto hay mensajes que permanecen y
hace a través de la palabra.
saje y que éste entre por los oídos con
-Eso sí me lo enseñaron mi mamá de eso, dijo el diablito. algunas cuadrillas quedan en la me-
la música, por la mente con las letras
y el capitán de la cuadrilla en la que moria colectiva. Por eso, hasta hace
y por los ojos con el atuendo.

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unas tres décadas, cada veinte años su compañero, quien enrojeció de bien se acomodaron en su improvi-
representaban de nuevo cuadrillas ira, pero no dijo nada. sado mirador.
que hicieron historia. Pero eso era Entre tanto, el diablito los retó a -Es cierto, contestó el Padre Car-

D
excepcional. Ahora ya no se usa. recordar algunas letras de cuadri- naval. Pero antes voy a hablarte de
-¿Por qué las cuadrillas se pre- llas y el Demonio dijo que se le ha- espués de cantar las letras dos aspectos de la fiesta que son
sentan en casas particulares? se in- bía venido a la mente la tercera letra de la cuadrilla infantil, los muy importantes y no podemos de-
teresó el chiquillo. de Los Cisnes, que había escrito don dos visitantes resolvieron jarlos de lado: el Desfile de Faroles y
-Ah, son las casas cuadrilleras, Carlos Gil hacía muchísimos años. regresar al atrio de San Sebastián, Diablos, y las corridas.
situadas en el centro histórico de El viejo también se acordaba y em- pues la tarde comenzaba a declinar. Apenas oyó mencionar la palabra
Riosucio, cuyos dueños las inscri- pezaron los dos a cantar: Suponían que pronto sería extraña- ‘diablos’, Lucifer casi da un salto de
ben para recibir las cuadrillas, que da la ausencia del diablito, si no era alegría. Sin embargo, esta vez su an-
actúan ante su familia, amigos e in- En Riosucio, bendita tierra, que ya lo estaban buscando. Sin em- ciano acompañante pareció no pre-
vitados. Es el momento culminante donde tiene su trono el amor. bargo, tuvieron tiempo de tomar un ocuparse. Reconocía que su infernal
del Carnaval de Riosucio, cuando los Solo en ella la fiesta encierra café con bizcochitos en una panade- amigo procuraba ocultar sus identi-
celebrantes entregan el mensaje al armonía, sentido y color. ría antes de volver al punto inicial de dades, por más que en varias ocasio-
público, explicó el padre. encuentro. nes estuvo a punto de revelarlas. En
-A mí me tocó presentarme con -(Es la letra del pasodoble El beso, A esa hora la Plaza de Arriba es- cambio, éste empezó a decir:
la cuadrilla infantil en la que estuve susurró el Diablo al niño. Y como taba más concurrida, pues muchos -El Desfile de Faroles y Diablos se
el año pasado, en unas diez casas. éste lo había escuchado a su abue- jóvenes comenzaban a darse cita lleva a cabo el lunes de Carnaval por
Eso es muy duro, contó el niño. lita, empezó a tararear, mientras los para departir un rato en las escali- la noche, cuando salen por las calles
A lo cual añadió el Diablo: otros dos cantaban): natas, mientras de algunos locales de Riosucio numerosos diablos dan-
-Pues las cuadrillas mayores de- cercanos brotaban músicas que in- zantes con cinturones de cuero con
A Riosucio cuando llega, ¡olé! citaban a quedarse por allí. Debido
ben actuar en unas 25 casas el Do- la fiesta del Carnaval, cencerros, llevando en sus manos
mingo de Carnaval y por eso están a ello, los amigos debieron sentarse velas encendidas dentro de farolitos
todo el mundo se enloquece, ¡olé!
en actividad hasta las primeras ho- muy cerca de la puerta del templo, de cartón.
se enloquece de verdad…
ras de la madrugada del lunes. Es hacia donde el Diablo del Carnaval -¿Qué son cencerros? quiso saber
agotador. Entusiasmado, el diablito les en- miraba con frecuencia, entre in- el niño. A lo cual respondió el viejo:
-Es el agotamiento físico ritual señó las letras de la cuadrilla infan- quieto y divertido, pues recordaba -Son unas campanas de hierro de
del carnavalero, con el cual se libe- til a la que perteneció y durante un que algunos expárrocos regresaban diferentes tamaños, que en algunas
ra el espíritu para celebrar la Cua- rato los tres amigos se dedicaron a a Riosucio en tiempos de Carnaval a partes cuelgan del cuello a las vacas
resma, tiempo que no le gusta para cantarlas, mientras disfrutaban del disfrutar de la fiesta. madrinas para guiar los hatos a los
nada al Diablo, dijo el Padre Carna- sol y la brisa en la Manga del Ce- -Bueno, ya no falta sino que me corrales. Desde tiempos bíblicos se
val muy serio, mirando fijamente a menterio. cuenten del quinto y último acto del ha creído que su sonido espanta los
Carnaval, empezó a decir el niño, no

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Un pequeño Matachín de Riosucio

malos espíritus, de modo que el cin- -Cierto. A mí me llevaron a una el miedito al Padre Carnaval. Éste se
turón de cencerros que la gente usa Carnaval pasado y aunque la gente recompuso y prosiguió:
en Carnaval tiene poder conjurador, se rio mucho y aplaudió, yo no en- -El acto final de la fiesta tiene
tendí bien, comentó el niño. tres escenas. La primera es el Des-

E
lo mismo que la pólvora y la música.
-¿Los faroles tienen significado? -Es sencillo, explicó Satán. Es un l repentino festejo terminó file y Entierro del Calabazo. En reali-
-Claro, son un conjuro indígena toreo colectivo que se hace con to- tan rápido como empezó, dad, es una procesión fúnebre para
para que el sol brille durante el Car- ros criollos o de media casta. Son y la gente volvió a lo suyo. la cual los carnavaleros visten de
naval o sea para que no llueva, expli- similares a las corralejas de la Costa Los tres amigos volvieron a sentar- negro y no ondean las capas, mien-
có el padre. Atlántica, en las que participa todo se en las escalinatas de San Sebas- tras algunos hombres se disfrazan
-De veras, mi papá dice que en el que quiera. Y se llevan a cabo de tián y antes de que el Diablo y el Pa- de viudas.
Carnaval nunca llueve. lunes a miércoles de Carnaval. dre Carnaval dijeran algo, el diablito -Eso es muy impresionante, co-
Pero al Diablo no le gustó el giro -¡El próximo Carnaval le pediré danzante los apremió: mentó el niño, quien añadió: Mi
de la conversación, pues se dejó de a mi papá que me lleve, para torear -Bueno, ya no falta sino que me mamá dice que eso le da tristeza y
hablar del tema que más le gustaba. una res de esas! se entusiasmó el cuenten cómo termina el Carnaval prefiere no salir esa noche, ella que
Para volver a él, dijo: chico. de Riosucio. es tan carnavalera.
-Hace muchos años, esos diabli- -¡Nada de eso, jovencito! amo- -El quinto y último acto de la gran -¡Uy, sí!, terció el Diablo, quien
tos salían con vejigas de res infladas nestó el Padre Carnaval. Eso lo ha- comedia carnavalesca, la noche del miró al sabio diciéndole: ¿Sí ve que
para azotar a la gente, en un castigo rás cuando estés grande, y eso con miércoles…, empezó a relatar el no soy el único?
festivo y simbólico. Ya se ven poco. muchas precauciones. abuelo, con su hablar pausado, pero El viejo se hizo como que no oía y
Al niño se le iluminaron los ojos, y -Está bien, está bien, respondió el Demonio lo interrumpió: siguió con su explicación:
exclamó feliz: el diablito. Y como se sintió regaña- -¡Ay!, no sé porqué ese día me -Ese desfile siempre termina en
-Por fin entendí ese verso del do, cambió de tema: da como cierta tristeza. No sé qué el Parque de la Candelaria, porque
Himno del Carnaval que dice: “Cuan- -Hablemos pues del último acto siento al ver la quema del Diablo… el calabazo que ha sido llevado en
do alguno de diablos llovía vejigazos de la fiesta. -…claro que yo sé muy bien lo que andas durante el recorrido, es ente-
a más no poder”. Yo le pregunté a mi Los visitantes iban a empezar a sientes, hombre, le cortó el padre, y rrado allí.
abuelita qué significaba eso, pero se hablar del tema, pero de pronto se acercándose a la oreja de su compa- -¿Por qué hacen eso?, preguntó
enredó toda. levantó un bullicio en un extremo ñero para que el niño no escuchara, el diablito. No he podido entender…
El muchacho empezó a tararear de la plaza y los tres voltearon a ver susurró con tono de advertencia: -El Entierro del Calabazo es un
de nuevo el tema, pero el Padre de qué se trataba. Eran unos mu- -Como abras esa bocota… homenaje al origen indígena de Rio-
Carnaval lo volvió a la realidad: chachos que venían de alguna fiesta Por un instante pareció como si sucio, explicó el padre. También
juvenil y estaban disfrazados, a cuya el sombrero de Lucifer se hubie-
-No hemos hablado aún de las tiene significado simbólico, pues de
vista se alebrestó la concurrencia, y ra desinflado, pero en realidad sus
corridas… esa manera el pueblo renuncia a la
todos se distrajeron con el improvi- cachos ocultos se reblandecieron embriaguez del guarapo para retor-
sado jolgorio. un poquito, porque siempre le tenía

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Un pequeño Matachín de Riosucio

nar a la realidad cotidiana. Ese acto Satán fingió que hacía esfuerzos
marca el fin del reinado del Diablo. por recordar, aunque todo se lo sa-
-¡Tan bobos!, empezó a decir bía de memoria y luego empezó a
éste, pero cayó en la cuenta de que recitar con mucha gracia:
otra vez corría riesgo de delatar-
Te vas Satán y nos dejas
se, y prefirió callar antes de que su nuestras almas torturadas
acompañante dijera algo. y caras acongojadas
-Ya entendí esa parte, pero faltan como cautivas ovejas.
dos escenas, apremió el chico. Solo se escuchan las quejas
Antes de que el Padre Carnaval de un pueblo que te proclama
abriera la boca, Satán se puso de y ve surgir fuerte llama
pie, inexplicablemente entusiasma- sobre tus garras añejas.
do y con la cara enrojecida, para ex- -Como que no me extraña que
plicar a la carrera: hayás escogido ese verso, dijo muy
-La segunda escena es la Lectu- serio el Padre Carnaval. Más bien
ra del Testamento del Diablo. Es un dale a este jovencito un ejemplo de
escrito en verso mediante el cual cómo se critica lo ocurrido durante
yo… ah, qué va…, el Diablo reparte la fiesta.
su herencia, la cual consiste en elo-
giar a quienes se manejaron bien y El Demonio prosiguió:
castigar a quienes no lo hicieron, al Pero este pueblo sabrá
hacer recuento burlesco de la fiesta. sin lugar a descontento
que Satanás no se irá
-¿Es que el Diablo viene en per-
sin dejar su testamento.
sona a leer ese discurso?, se asom- Y éste consta de un recuento
bró el niño. de cosas que deja el Diablo,
-Ojalá, empezó a decir el Demo- y ahora sí les cuento un cuento.
nio, pero se mordió los labios. El Dia- Vimos a muchas coquetas
blo habla por boca de un matachín. enloquecidas de encanto,
En ese momento, su amigo lo dejándose apretar tanto
desafió: que hasta les mordían las… jetas.
-A ver, pues. Ya que sabes tanto Solo quedarán desastres
después de estas borracheras.
de ese tema, recuerda aunque sea
Veremos hasta los sastres
un pedacito de algún Testamento. empeñando las tijeras.
No importa de qué año.
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Un pequeño Matachín de Riosucio

-¡Bravo!, aplaudió el diablito. ¿De -Durante el recorrido del Desfile


qué año es ese Testamento? del Calabazo, la efigie principal es
-De 1963, contestó el Demonio, sustituida por una más pequeña, re-
ante el asombro de su amiguito. En llena de pólvora, la cual es incinerada
ese año ni siquiera habían nacido ante una multitud que está callada y
sus papás, comentó. Era un tiempo triste.
muy antiguo, entonces. Sus amigos El Diablo se estremeció en silen-
sonrieron, porque para ellos era cio, porque no le gustaba recordar
ese momento. Su aburrimiento lo
apenas ayer. Pero el niño los sacó de
sus pensamientos al preguntar: ahondó el Padre Carnaval al añadir:
-¿Luego viene la Quema del Dia- -Al quemar el Diablo, el pueblo de
blo, verdad? Riosucio lo conjura a que se vaya.
-Es cierto, respondió el padre. Es -¿Qué hacen con la imagen que
la tercera escena, que pone fin al presidió la fiesta?, interrogó el chico.
Carnaval. Por eso, en el mismo tex- -Es guardada en señal de que el
to que acabas de escuchar hay una Diablo no muere, sino que su reina-
parte que dice: do ha terminado, contestó Satán…
muy a su pesar.
Se acerca la era fatal -Esa es la prueba de que el pue-
en que será tu partida blo determina cuándo el Diablo del
hacia incógnita guarida, Carnaval puede entrar y cuándo
seguramente infernal. debe irse. Por eso lo despacha con
Se da fin al Carnaval,
fuego, como si se quisiera borrar el
convirtiéndote en cenizas,
recuerdo de su paso efímero, y re-
poniendo fin a las risas
de este ambiente fraternal. gresar a la realidad cotidiana.
Esto último lo dijo mirando fija-
-Pero no queman la efigie princi- mente a Lucifer, quien se puso púr-
pal del Diablo, opinó el chico. pura de la ira y algún humito le sa-
-¡Cómo se te ocurre!, exclamó el lió por las orejas, sin que el niño se
Demonio, pero se quedó pensando: percatara.
Bueno, a veces sucede cuando a la En esas se oyó una voz de mujer
gente no le ha gustado la imagen. que llamaba a gritos, y el diablito se
Y complementó el anciano: puso de pie:

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Un pequeño Matachín

-¡Esa es mi mamá! Chaíto y gra-


cias, y salió corriendo sin mirar atrás,
mientras su capa revoleaba furiosa Diccionario
* Matachinesco *
en el viento.
El Padre Carnaval y el Diablo
del Carnaval se miraron a los ojos.
Callados se levantaron del atrio y
echaron a andar por un costado de Te explicamos las siguientes palabras, para que pue-
la iglesia de San Sebastián. Casi en das comprender mejor y disfrutar del próximo Carnaval
la otra esquina, aprovechando el de Riosucio. También conocerás más de la historia de
gentío, los dos personajes desapa- esta población:
recieron… como si se hubieran es-
fumado. Abanderado: portador de la Bandera del Carnaval de Rio-
Entre tanto, al llegar a casa la sucio que encabeza todos los desfiles de la fiesta, on-
mamá notó a su hijo entre nostálgi- deándola.
co y alegre. Mientras le doblaba la
capa le preguntó: Alborada: desfile con el cual se recibe cada nuevo día del
-¿Qué te pasó, hijito? Carnaval.
-Nada mami, respondió éste. Es
que quiero que empiece ya el Car- Alegre Despertar del Carnaval: ceremonia con la cual se da
naval. apertura a la fiesta.

Capitán de cuadrilla: persona que organiza, dirige y re-


presenta a una cuadrilla de Carnaval.
FIN
Caravana: especie de cuadrilla que actúa después del
saludo al Diablo el sábado por la noche.

Casa cuadrillera: residencia situada en el centro histórico


de Riosucio, cuyo dueño la inscribe para recibir las cua-
drillas, para actuar ante su familia, amigos e invitados.
Es el momento culminante del Carnaval de Riosucio,
cuando los celebrantes entregan el mensaje al público.

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Un pequeño Matachín de Riosucio

Castorila: expresión popular riosuceña, que significa Desfile de Faroles y Diablos: se lleva a cabo el lunes de Car-
hacer un recorrido o dar una vuelta en un vehículo. naval por la noche.

Cinturón con cencerro, hecho con campanas de hierro El Alto del Chocho: emblemático paraje riosuceño situado
de diferentes tamaños, que en el Carnaval de Riosucio al pie del Cerro de Ingrumá, que antiguamente cruzaba
conjurador los malos espíritus, lo mismo que la pólvora el camino al resguardo indígena de La Montaña.
y la música.
El Cachón: denominación popular del Diablo del Carnaval.
Convite: obra de teatro callejero que representan los
miembros de la junta del Carnaval, quince días antes de El Diablo del Carnaval: viene del demonio cristiano, pero
la fiesta. también tiene símbolos indígenas y africanos. Es el
máximo símbolo de la festividad.
Cuadrillas: nombre que se da a las comparsas riosuce-
ñas, máxima razón de ser del Carnaval. Entierro del Calabazo: ceremonia de origen indígena que
se lleva a cabo la última noche del Carnaval. Significa
Cuadrillero: integrante de cuadrilla de Carnaval. que el pueblo renuncia a la embriaguez del guarapo
para retornar a la realidad cotidiana.
Culebra: sarta de explosivos que se hace estallar en las
horas mágicas del Carnaval, que deben ser conjuradas. Guarapero: destilador y consumidor habitual de guarapo.

Decreto: discurso en verso que se lee en el precarnaval, Guarapo: jugo fermentado de la caña panelera, que es la
para preparar al pueblo para la fiesta. bebida ritual del Carnaval de Riosucio.

Desfile de cuadrillas: recorrido que hacen estos grupos el Ingrumá: nombre del cerro tutelar de Riosucio, que tie-
domingo de Carnaval, antes de presentarse en prosce- ne carácter sagrado para los riosuceños.
nios y casas.
Insfopal: fondo de fomento municipal, antes responsa-
Desfile de Entrada de Colonias: regreso de los riosuceños ble del suministro de agua en Riosucio.
ausentes para Carnaval.
La manga del cementerio: paraje que rodea los dos cemen-
Desfile de Entrada del Diablo: llegada y entronización de terios públicos de Riosucio. Allí mismo se halla la man-
una efigie de gran tamaño del Diablo del Carnaval. ga de los Gärtner, predio donde está situado el campo-
santo de esta familia.

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Un pequeño Matachín de Riosucio

La Montaña: resguardo indígena y sede del pueblo de Quema del Diablo: acto final del Carnaval, que consiste en
Nuestra Señora de la Candelaria de la Montaña, una de incinerar ante una multitud callada y triste una figura
las comunidades fundadoras de Riosucio. pequeña del Diablo, rellena de pólvora. Mediante este
acto el pueblo de Riosucio lo conjura a que se vaya.
La Paila Mocha: denominación popular del infierno.
Quiebralomo: caserío de Riosucio, antiguo real de minas
La plazuela: tradicional sector urbano de Riosucio. de San Sebastián de Quiebralomo, el otro pueblo fun-
dador de Riosucio.
La salida a El Oro: otro sector urbano de la población, que
antiguamente era el punto de salida hacia la región de República del Carnaval: estado que adquiere Riosucio du-
El Oro, situada en la tierra fría riosuceña. rante la preparación y la realización del Carnaval. Es
una parodia de las instituciones oficiales.
Las Estancias: paraje del resguardo indígena de La Montaña.
Saludo al Diablo: discurso en verso que hace un mata-
Matachín: participante habitual del Carnaval, bien sea chín ante la efigie del Diablo recién entronizada, para
como poeta, decretero o cuadrillero. El título es confe- pedirle cuentas de lo malo que sucedió en el pueblo, el
rido espontáneamente por el pueblo. país o el mundo los dos años pasados desde el anterior
Carnaval. También le rinde burlesca pleitesía.
Padre Carnaval: figura que aparece cuando el riosuceño
siente que el Carnaval corre peligro. Sipirra: vereda cercana a Riosucio, famosa por sus des-
tilerías de guarapo.
Perramenta: expresión que abarca a toda la gente del
pueblo que vive dispuesta a burlarse de todo. Testamento del Diablo: discurso en verso mediante el cual
el diablo reparte su herencia, la noche final del Carnaval.
Plaza de la Candelaria: una de las dos principales de Rio-
sucio, también denominada plaza de abajo.

Plaza de San Sebastián: la otra plaza principal de Riosucio,


también conocida como plaza de arriba.

Precarnaval: etapa de seis meses de duración antes del


Carnaval, durante la cual se llevan a cabo los decretos
y el convite.

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Decreto infantil
Atrévete a escribir tu propio decreto y compártelo
con tus amigos y familiares, aprovecha las instruccio-
nes que te da El Pequeño Matachín.
Un pequeño Matachín de Riosucio

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* Bibliografía *
BUENO RODRÍGUEZ, Julián. El Carnaval de Riosucio,
tomo I. Estructura y raíces. Manizales, Secretaría
de Cultura de Caldas, 2012.

CALVO GONZÁLEZ, Gustavo. Testamento del Diablo


Carnaval 1963. En: Revista Ingrumá 77. Riosucio,
sin editora, 1976.

GÄRTNER, Álvaro. Conferencia El rito de la palabra.

GIL, Carlos E. (Cegil). Había una vez un pueblo. Mede-


llín, Coopep Ltda. Publicaciones, 1979.

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Este libro se terminó de imprimir
en el mes de diciembre del 2014,
en Matiz Taller Editorial.

Manizales, Colombia

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