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TEORÍA ATÓMICA

En 1804, John Dalton propuso la existencia de átomos y atribuyó a estos, ciertas propiedades.
Sus postulados son los siguientes:
Los elementos están formados por partículas indivisibles llamadas átomos.
Los átomos de un elemento dado tiene todos la misma masa y la masa de un átomo de un
elemento difiere de la masa de un átomo de cualquier otro elemento.
Cuando los elementos se combinan para formar compuestas, los átomos de un elemento se
combinan con los de algún otro elemento para formar moléculas
Los átomos de dos o más elementos pueden combinarse en proporciones distintas para formar
compuestos diferentes.
La proporción de átomos más común es 1:1 y cuando existe más de un compuesto formado por
dos o más elementos, el más estable es el que tiene la proporción 1:1.
Los postulados crearon entre los químicos gran actividad, y algunos trataron de desmentirlos o
comprobarlos. Los cuatro primeros fueron los bastantes exactos como para constituir el
fundamento de la explicación básica de las relaciones de masa en los compuestos químicos y en
las reacciones químicas.
Transcurridos de 50 a 100 años desde que Dalton formuló su teoría, diversos descubrimientos
demostraron que el átomo no es indivisible, sino que está formado de partículas.
El átomo consta de un núcleo, en el cual se hallan los protones (partículas de carga positiva, se
simbolizan con p+) y los neutrones (sin carga, se simbolizan con la letra n). Alrededor del núcleo
se encuentran los electrones. Estos presentan carga negativa y se simbolizan con la letra e-.
El número de cargas positivas debe ser igual al número de cargas negativas ya que el átomo
tiene carga neta cero. Por tanto, en un átomo libre el número de protones debe ser igual al
número de electrones.

El número de protones en el núcleo determina las propiedades


químicas de un elemento y recibe el nombre de número atómico de
dicho elemento. Este se simboliza con la letra Z. Cada elemento tiene
diferente número atómico. Un elemento puede identificarse por su
nombre o por su número atómico. Los mismos se especifican
empleando un subíndice antes del símbolo del elemento. Por
ejemplo, el carbono se designa como 6 C.
El número total de protones más el número total de neutrones de un
átomo se denomina número másico. Este se simboliza con la letra
A. Los números másicos se especifican empleando un superíndice
antes del símbolo del elemento.
Modelo atómico general. Por ejemplo, el carbono se designa como 12 6C.
Los átomos que tienen el mismo número de protones, pero número diferente de neutrones se
llaman isótopos. El número de neutrones no afecta las propiedades químicas de los átomos de
manera apreciable, por lo que todos los isótopos de un elemento dado tienen fundamentalmente
las mismas propiedades químicas. No obstante, los distintos isótopos tienen masa diferente y
propiedades nucleares distintas

TABLA PERIÓDICA
La tabla periódica es una tabulación de los elementos, donde los mismos se acomodan en orden
creciente de sus números atómicos, por lo que sus propiedades químicas y físicas son repetitivas,
es decir, presentan un patrón periódico. Se construyó de manera que cada columna vertical
contenga elementos similares desde el punto de vista químico. Los elementos de las columnas se
llaman grupos o familias, mientras que cada fila de la tabla se denomina periodo.

1 Migliaro Susana
Hay tres zonas diferentes en la tabla periódica, los elementos del grupo principal (que se
identifican como 1A, 2A y así sucesivamente hasta el 8A), los elementos del grupo de transición
(que se designan con 1B, 2B y así sucesivamente hasta el 8B) y los elementos del grupo de
transición interna.
Un patrón que es evidente cuando los elementos se distribuyen en la tabla periódica es el grupo
de los elementos metálicos. Estos elementos, que aparecen agrupados a la izquierda de la tabla
periódica, tienen algunas propiedades características como brillo y alta conductividad del calor y
la electricidad. Los elementos metálicos están separados de los elementos no metálicos por una
línea diagonal que va desde el Boro hasta el Astato y carecen de las características físicas que
distinguen a los elementos metálicos. Algunos elementos que se encuentran a lo largo de la línea
que separa metales de no metales, tales como Antimonio, poseen propiedades intermedias a
estos, por lo que se conocen como metaloides.

2 Migliaro Susana
Los elementos químicos están organizados y ordenados en la tabla periódica.

¿Cuál es el criterio para ordenarlos? Uno de los principales criterios para ordenar los elementos en la tabla
periódica es en forma creciente del número atómico.

¿Qué es el número atómico? Se define como NÚMERO ATÓMICO (Z): al número de protones que posee
un átomo.

Si bien en el núcleo sabemos que hay protones y neutrones ¿Cómo podemos saber la cantidad de cada
una de las partículas? Para ello tenemos el Número Másico o Peso Atómico que lo podemos buscar en la
tabla Periódica, pero como es un número que figura con coma debemos redondear al entero. Entonces:

El Número Másico o Peso Atómico: es el número total de partículas que hay en el núcleo de un átomo, es
decir la suma del número de protones y neutrones del núcleo. Se simboliza con la letra A

A = número de protones + número de neutrones———>A = número de p+ + número de n°

3 Migliaro Susana
Las partículas que forman el átomo tienen masa. La masa de los protones es casi igual al de los neutrones
y la de los electrones son muy pequeña, 1960 veces menor (casi 2000 veces) que la de los protones por
esos se dice que electrón tiene una masa despreciable. Esto explica que la masa del átomo esté
concentrada en el núcleo y depende de los protones y neutrones.
Los átomos son partículas tan pequeñas que su masa no puede ser medida por una balanza, así como
tampoco los elementos que la constituyen.

¿Como está formado un átomo?

El átomo se asemeja a un sistema solar en miniatura: en el centro se encuentra el NÚCLEO, cargado


electricidad positiva para distinguirla de la capa eléctrica negativa que se mueve alrededor del núcleo.

A pesar de que el núcleo es por lo menos 10.000 veces más pequeño que el átomo, en él se concentra la
masa del mismo, el resto del átomo está ocupado por las cargas negativas denominadas ELECTRONES.

LA PARTÍCULA MÁS PEQUEÑA: EL ELECTRÓN

Los electrones son partículas pequeñísimas de carga negativa, que se mueven alrededor del núcleo como
lo: hacen los planetas alrededor del Sol, pero con velocidades fantásticas. Los electrones que se mueven
describiendo órbitas y forman capas llamadas niveles de energía.

LOS QUE EQUILIBRAN: LOS PROTONES

E n en núcleo se encuentran los PROTONES que son las partículas con carga positiva que equilibran a la
carga eléctrica negativa de los electrones, por eso el átomo tienen la misma cantidad de protones que de
electrones.

El número de protones recibe el nombre de NÚMERO ATÓMICO.

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En un, átomo NEUTRO (donde sus cargas positivas y negativas están equilibradas) se cumple lo
siguiente:

Número Atómico = Número de Protones o es igual al Número de Electrones

Ni a favor ni en contra: LOS NEUTRONES.

Los protones con carga positiva están acompañados en el núcleo, por otras partículas, también pequeñas
llamadas neutrones, que como su nombre lo indica carecen de carga eléctrica.

El número de partículas que hay en el núcleo se denomina NÚMERO DE MASA o NÚMERO MÁSICO (en
tu tabla puede figurar PESO ATÓMICO), que es la suma de protones y neutrones.

¿Cómo se calcula el número de neutrones?

Recuerda que el número másico indica la suma de protones y neutrones que hay en el núcleo y como esa
suma, que es el número másico (A) la puedes extraer de tu tabla periódica, el número de neutrones se
puede calcular como la diferencia entre el número másico y el número de protones, es decir:

Número de NEUTRONES = Número Másico - Número de PROTONES

¿Cómo se distribuyen los electrones alrededor del núcleo? Los electrones se mueven alrededor del núcleo
formando capas o niveles de energía. El número de niveles de energía depende del número de electrones
del átomo.

Los elementos químicos están formados por átomos. Los átomos de diferentes elementos son diferentes
entre sí, esa diferencia está dada en el número de protones característico de un átomo. Para representar
un modelo de átomo es necesario conocer el número atómico, el número másico, así como el número de
protones, neutrones, electrones y la distribución electrónica en los distintos niveles.
Ejemplo el Cloro:

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Configuración electrónica o configuración periódica
Al referirnos a la configuración electrónica (o periódica) estamos hablando de la descripción de la
ubicación de los electrones en los distintos niveles (con subniveles y orbitales) de un determinado átomo.
Configurar significa "ordenar" o "acomodar", y electrónico deriva de "electrón"; así, configuración
electrónica es la manera ordenada de repartir los electrones en los niveles y subniveles de energía.

Científicamente, diremos que es la representación del modelo atómico de Schrödinger o modelo de la


mecánica cuántica. En esta representación se indican los niveles, subniveles y los orbitales que ocupan
los electrones.
Para comprender (visualizar o graficar) el mapa de configuración electrónica (o periódica) es necesario
revisar los siguientes conceptos.
Los Números Cuánticos
En el contexto de la mecánica cuántica, en la descripción de un átomo se sustituye el concepto de órbita
por el de orbital atómico. Un orbital atómico es la región del espacio alrededor del núcleo en el que la
probabilidad de encontrar un electrón es máxima.
La solución matemática de la ecuación de Schrödinger precisa de tres números
cuánticos. Cada trío de valores de estos números describe un orbital.
Número cuántico principal (n): puede tomar valores enteros (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7)
y coincide con el mismo número cuántico introducido por Bohr. Está relacionado
con la distancia promedio del electrón al núcleo en un determinado orbital y, por
tanto, con el tamaño de este e indica el nivel de energía.

Número cuántico secundario (l): Los niveles de energía, identificados con el


número cuántico principal (n), poseen subniveles, los cuales se asocian,
Número cuántico además, a la forma del orbital, y son identificados por el número cuántico
principal (n). secundario (l). Entonces, los valores del número cuántico secundario dependen
del número cuántico principal "n".
Así, la cantidad de subniveles de energía que posea cada nivel principal está dada por la fórmula n – 1 (el
valor del número cuántico principal menos uno).
Este número cuántico secundario (l) nos indica en que subnivel se encuentra el electrón, y toma valores
desde 0 hasta (n - 1), recordando que n es el valor del número cuántico principal. Así, para cada nivel n, el
número cuántico secundario (l) será:
l = 0, 1, 2, 3,…, n-1.
Ejemplo:
Si n = 1 (n – 1 = 0), entonces l = 0 (en el nivel de energía 1 no hay subniveles de energía, y para
efectos de comprensión se considera este nivel 1 como subnivel 0)
Si n = 2 (n -1 = 1), entonces l = 0, 1. El nivel de energía 2 posee dos subniveles, identificados como 0
y1
Si n = 3 (n – 1 = 2), entonces l = 0, 1, 2. El nivel de energía 3 posee tres subniveles, identificados
como 0, 1 y 2
Si n = 4 (n – 1 = 3), entonces l = 0, 1, 2, 3. El nivel de energía 4 posee cuatro subniveles, identificados
como 0, 1, 2 y 3
La comunidad científica ha aceptado que los números que representan los subniveles (0, 1, 2, y 3) sean
reemplazados por las letras s, p, d y f, respectivamente, para representar los distintos tipos de orbitales.
Estas letras se obtienen de la inicial de las palabras sharp (s), principal (p), difuso (d) y fundamental (f).
Cada subnivel, a su vez, posee distinta cantidad de orbitales, lo cual veremos más adelante.
Ahora, con respecto a la forma del orbital de estos subniveles, el número cuántico secundario determina
la excentricidad de la órbita.

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Así, en el nivel 1, el subnivel 0, es decir el Sharp (s) es cero (no hay excentricidad) y su órbita es circular.
Configuración desarrollada
Consiste en representar todos los electrones de un átomo empleando flechas para simbolizar el spin de
cada uno. El llenado se realiza respetando el principio de exclusión de Pauli y la Regla de máxima
multiplicidad de Hund.

Configuración semidesarrollada
Esta representación es una combinación entre la configuración
condensada y la configuración desarrollada. En ella sólo se
representan los electrones del último nivel de energía.

Niveles de energía o capas


Si repasamos o recordamos los diferentes modelos atómicos
veremos que en esencia un átomo es parecido a un sistema
planetario. El núcleo sería la estrella y los electrones serían los
planetas que la circundan, girando eso sí (los electrones) en
órbitas absolutamente no definidas, tanto que no se puede
Figura de un átomo sencillo determinar ni el tiempo ni el lugar para ubicar un electrón
ilustrando lo indefinido de sus (Principio de Incertidumbre de Heisenberg).
órbitas.

Los electrones tienen, al girar, distintos niveles de energía según la órbita (en el átomo se llama nivel) que
ocupen, más cercana o más lejana del núcleo. Entre más alejada del núcleo, mayor nivel de energía en la
órbita, por la tendencia a intercambiar o ceder electrones desde las capas más alejadas.
Entendido el tema de los niveles, y sabiendo que cado uno de ellos representa un nivel de energía en el
átomo, diremos que:
1. Existen 7 niveles de energía o capas donde pueden situarse los electrones para girar alrededor del
núcleo, numerados del 1, el más interno o más cercano al núcleo (el que tiene menor nivel de energía), al
7, el más externo o más alejado del núcleo (el que tiene mayor nivel de energía).
Estos niveles de energía corresponden al número cuántico principal (n) y además de numerarlos de 1 a 7,
también se usan letras para denominarlos, partiendo con la K. Así: K =1, L = 2, M = 3, N = 4, O = 5, P =
6, Q = 7.
2. A su vez, cada nivel de energía o capa tiene sus electrones repartidos en distintos subniveles, que
pueden ser de cuatro tipos: s, p, d, f.

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Ilustración para los niveles y subniveles de energía electrónica en el átomo

Para determinar la configuración electrónica de un elemento sólo hay que saber cuántos electrones
debemos acomodar y distribuir en los subniveles empezando con los de menor energía e ir llenando hasta
que todos los electrones estén ubicados donde les corresponde. Recordemos que partiendo desde el
subnivel s, hacia p, d o f se aumenta el nivel de energía.

3. En cada subnivel hay un número determinado de orbitales que pueden contener, como máximo, 2
electrones cada uno. Así, hay 1 orbital tipo s, 3 orbitales p, 5 orbitales d y 7 del tipo f. De esta forma el
número máximo de electrones que admite cada subnivel es: 2 en el s; 6 en el p (2 electrones x 3 orbitales);
10 en el d (2 x 5); 14 en el f (2 x 7).
La distribución de niveles, subniveles, orbitales y número de electrones posibles en ellos se resume, para
las 4 primeras capas, en la siguiente tabla:

Niveles de energía o capa (n) 1 (K) 2 (L) 3 (M) 4 (N)

Tipo de subniveles s s p s p d s p d f

Número de orbitales en cada


1 1 3 1 3 5 1 3 5 7
subnivel

Denominación de los
1s 2s 2p 3s 3p 3d 4s 4p 4d 4f
orbitales

Número máximo de
2 2 - 6 2 - 6 - 10 2 - 6 - 10 - 14
electrones en los orbitales

Número máximo de
electrones por nivel de 2 8 18 32
energía o capa

Insistiendo en el concepto inicial, repetimos que la configuración electrónica de un átomo es la distribución


de sus electrones en los distintos niveles, subniveles y orbitales. Los electrones se van situando en los

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diferentes niveles y subniveles por orden de energía creciente (partiendo desde el más cercano al
núcleo) hasta completarlos.
Recordemos que alrededor del núcleo puede haber un máximo de siete capas atómicas o niveles de
energía donde giran los electrones, y cada capa tiene un número limitado de ellos.
En el ejemplo del sodio sería:
Por lo tanto, para el sodio (11 electrones), el resultado
es: 1s2 2s2 2p6 3s1
Primer nivel: 2 electrones (los 2 en subnivel s, en un
orbital);
Segundo nivel: 8 electrones (2 en subnivel s, en un
orbital, y 6 en subnivel p, con 2 en cada uno de sus 3
orbitales);
tercer nivel: 1 electrón (ubicado en el subnivel s, en un
orbital).
En la tabla periódica podemos leer, respecto al sodio:
2-8–1

Otros ejemplos:
CLORO: 17 electrones MANGANESO: 25 electrones
2 2 6 2 5
1s 2s 2p 3s 3p 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d5
1º nivel: 2 electrones 1º nivel: 2 electrones
2º nivel: 8 electrones 2º nivel: 8 electrones
3º nivel: 7 electrones 3º nivel: 13 electrones
En la tabla periódica podemos leer: 2 - 8 - 7 4º nivel: 2 electrones
En la tabla periódica podemos leer: 2 - 8 - 13 – 2

Otro ejemplo:
Configuración electrónica del fósforo (P)
Nº atómico Z = 15
15 protones y 15 electrones
1s2 2s2 2p6 3s2 3p3
Relación de la Configuración electrónica con la Tabla Periódica
De modo inverso, si tenemos o conocemos la configuración electrónica de un elemento podemos predecir
exactamente el número atómico, el grupo y el período en que se encuentra el elemento en la tabla
periódica.
Por ejemplo, si la configuración electrónica de un elemento es 1s2 2s2 2p6 3s2 3p5, podemos hacer el
siguiente análisis:
Para un átomo la suma total de los electrones es igual al número de protones; es decir, corresponde a su
número atómico, que en este caso es 17. El período en que se ubica el elemento está dado por el
máximo nivel energético de la configuración, en este caso corresponde al período 3, y el grupo está
dado por la suma de los electrones en los subniveles s y p del último nivel; es decir, corresponde al grupo
7.
La forma en que se completan los niveles, subniveles y orbitales está dada por la secuencia que se grafica
en el esquema conocido como regla de las diagonales:
Es importante saber cuántos electrones existen en el nivel más externo de un átomo pues son los que
intervienen en los enlaces con otros átomos para formar compuestos.

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Regla de las diagonales
Sirve para determinar el mapa de configuración electrónica (o periódica)
de un elemento.
En otras palabras, la secuencia de ocupación de los orbitales atómicos
la podemos graficar usando la regla de la diagonal, para ello debemos
seguir la flecha roja del esquema de la derecha, comenzando en 1s;
siguiendo la flecha podremos ir completando los orbitales con los
electrones en forma correcta.
En una configuración estándar, y de acuerdo a la secuencia seguida en
el grafico de las diagonales, el orden de construcción para la
configuración electrónica (para cualquier elemento) es el siguiente:
1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2
4f14 5d10 6p6 7s2 5f14 6d10 7p6
Los valores que se encuentran como superíndices indican la cantidad máxima de electrones que puede
haber en cada subnivel (colocando sólo dos en cada orbital de los subniveles).
Configuración estándar
Se representa la configuración electrónica que se obtiene usando el cuadro de las diagonales (una de
sus formas gráficas se muestra en la imagen de la izquierda).
Es importante recordar que los orbitales se van llenando en el orden
en que aparecen, siguiendo esas diagonales, empezando siempre
por el 1s.

Aplicando el cuadro de las diagonales la configuración electrónica


estándar, para cualquier átomo, es la siguiente:

Cuadro de las diagonales, mecanismo para


distribuir electrones en sus diferentes
niveles de energía.

2 2 6 2 6 2 10 6 2 10 6 2 14 10 6 2 14 10 6
1s 2s 2p 3s 3p 4s 3d 4p 5s 4d 5p 6s 4f 5d 6p 7s 5f 6d 7p

La Tabla Periódica, punto de partida


En la tabla periódica, entre los datos que encontramos de cada uno de los
elementos se hallan el Número atómico y la Estructura electrónica o
Distribución de electrones en niveles.
El Número atómico nos indica la cantidad de electrones y de protones que tiene
un elemento.
El sodio en la tabla.
La Estructura electrónica o Distribución de electrones en niveles indica cómo se
distribuyen los electrones en los distintos niveles de energía de un átomo (lo que vimos más arriba con la
regla de las diagonales).
Pero, si no tengo la tabla periódica para saber cuántos electrones tengo en cada nivel, ¿cómo puedo hacer
para averiguarlo?
Ya vimos que la regla de las diagonales ofrece un medio sencillo para realizar dicho cálculo.

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Para escribir la configuración electrónica de un átomo es necesario:
Saber el número de electrones que tiene el átomo; para ello basta conocer el número atómico (Z) del
átomo en la tabla periódica. Recuerda que el número de electrones en un átomo neutro es igual al número
atómico (Z).
Ubicar los electrones en cada uno de los niveles de energía, comenzando desde el nivel más cercano al
núcleo (nivel 1).
Respetar la capacidad máxima de cada subnivel (s = 2e-, p = 6e-, d = 10e- y f = 14e-).
Supongamos que tenemos que averiguar la Distribución electrónica en el elemento sodio, que como su
número atómico indica tiene 11 electrones, los pasos son muy sencillos: debemos seguir las diagonales,
como se representan más arriba.
En el ejemplo del sodio sería: 1s2, como siguiendo la
diagonal no tengo nada busco la siguiente diagonal y
tengo 2s2, como siguiendo la diagonal no tengo nada
busco la siguiente diagonal y tengo 2p6, siguiendo la
diagonal tengo 3s2.
Siempre debo ir sumando los superíndices, que me
indican la cantidad de electrones. Si sumo los
superíndices del ejemplo, obtengo 12, quiere decir que
tengo un electrón de más, ya que mi suma para ser
correcta debe dar 11, por lo que al final debería corregir
para que me quedara 3s1.

Por lo tanto, para el sodio (11 electrones), el resultado es: 1s2 2s2 2p6 3s1
Hagamos un ejercicio:
Supongamos que deseamos conocer la configuración electrónica de la plata, que tiene 47 electrones.
Por lo ya aprendido, sabemos que el orden de energía de los orbitales es 1s, 2s, 2p, 3s, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s,
4d, 5p, etc.
En cada subnivel s (que tienen sólo un orbital) cabrán dos electrones.
En cada subnivel p (que tienen 3 orbitales) cabrán 6 electrones.
En cada subnivel d (que tienen 5 orbitales) cabrán 10 electrones.
En cada subnivel f (que tienen 7 orbitales) cabrán 14 electrones.
Siguiendo esta regla debemos colocar los 47 electrones del átomo de plata, la cual debe quedar así:
1s2, 2s2, 2p6, 3s2, 3p6, 4s2, 3d10, 4p6, 5s2, 4d9
donde sólo se han puesto 9 electrones en los orbitales d (que son cinco) de la capa cuarta para completar,
sin pasarse, los 47 electrones de la plata.

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