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Deforestación en Brasil
Introducción

En la última década no se había pasado de 10.000 km² de deforestación anual, una


barrera que se superó en 2019, el primer año de Bolsonaro en el poder. Con él, la
destrucción de la selva ha aumentado un 73% hasta 2021, el peor año de los últimos
15. En 2022 la situación no ha hecho más que empeorar: en el primer semestre se
quemaron casi 4.000 km², un 10% más que en el mismo periodo del pasado, según
el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en
portugués).
Un informe publicado en Mapbiomas reveló que la deforestación en los biomas
aumentó 20,01% en 2021. "Solo en la Amazonía, se deforestaron 111,6 hectáreas por
hora, o 1,9 hectáreas por minuto, lo que equivale a cerca de 18 árboles por segundo".
Brasil perdió 16.557 km2 (1.655.782 hectáreas) de cobertura de vegetación nativa en
todos sus biomas el año pasado, frente a 13.789 km2 (1.378.929 hectáreas) en 2020.
Solo en la Amazonía, se deforestaron 111,6 hectáreas por hora, o 1,9 hectáreas por
minuto, lo que equivale a cerca de 18 árboles por segundo.
El 59% del área deforestada en 2021 se concentró en la Amazonía, seguida por el
Cerrado (la sabana brasileña) con el 30,2%, la Caatinga (semiárido del noreste) con
el 7%, el Bosque Atlántico con el 1,8% y el Pantanal con el 1,7%.

Tesis
La deforestación en Brasil es un problema grave que afecta tanto al medio ambiente
como a las comunidades locales. Se debe principalmente a la expansión de la
agricultura y la ganadería, así como a la tala de árboles para la producción de papel
y muebles. Esto ha llevado a la pérdida de hábitats vitales para la biodiversidad y a
un aumento del cambio climático. Es esencial tomar medidas para detener la
deforestación y proteger los bosques de Brasil.

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La deforestación en la Amazonía brasileña durante la primera mitad de 2022 batió
todos los récords, una medida de la creciente destrucción que sucede bajo la
presidencia de Jair Bolsonaro.
Las imágenes satelitales tomadas entre enero y junio muestran 4.000 kilómetros
cuadrados (1.500 millas cuadradas) de bosque destruido, más que en cualquier
período de seis meses en los siete años de registros con la metodología actual. La
extensión es cuatro veces el tamaño de la ciudad de Nueva York.
Lo que hace que la estadística sea más notable es que la tala de bosques se lleva a
cabo durante la temporada de lluvias. Históricamente, la deforestación es mayor en
la segunda mitad del año, que es más seca, cuando es más fácil acceder a áreas
remotas por las carreteras sin pavimentar de la región.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura


(FAO), un 80 % de la pérdida de bosques en Brasil se relaciona directa o
indirectamente con la ganadería. El país carioca es, de hecho, el principal exportador
de carne del mundo y, de acuerdo con el Instituto de Investigación Ambiental del
Amazonas (IPAM), las áreas con las mayores tasas de deforestación y más brotes
de incendios se encuentran cerca de las ciudades con mayor concentración de
cabezas de res.
Asimismo, otra de las principales causas de la deforestación del Amazonas es la
explotación forestal, aquellas actividades relacionadas con la tala de árboles, realizada
en gran parte de forma ilegal. El mercado de madera tropical alrededor del mundo
depende en gran medida de la destrucción de la selva amazónica y Estados Unidos,
Francia, Portugal, Bélgica y Países Bajos se encuentran entre los países que más
madera de Ipé, árbol brasileño en peligro de extinción, importan de manera ilegal.

La deforestación en Brasil tiene graves consecuencias para el medio ambiente. Los


bosques son esenciales para la regulación del clima, y su tala contribuye al cambio
climático al liberar grandes cantidades de dióxido de carbono al aire. Además, los
bosques son hogar de una gran variedad de especies animales y vegetales, muchas
de las cuales se encuentran en peligro de extinción debido a la deforestación.

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Por otro lado, la deforestación también tiene consecuencias económicas para Brasil.
Los bosques son una importante fuente de madera y otros recursos naturales, y su
tala a largo plazo podría tener un impacto negativo en la economía del país. Además,
la deforestación también puede tener un impacto negativo en el turismo, ya que
muchos visitantes vienen a Brasil para ver sus impresionantes paisajes naturales.
Estas son algunas otras consecuencias de la deforestación en Brasil:
Calentamiento global
La subsiguiente acumulación de mayores cantidades de CO2 en la atmósfera
contribuye al cambio climático, aumentando la temperatura del planeta a causa del
efecto invernadero.
Pérdida de biodiversidad
Se calcula que la selva amazónica alberga el 10 % de la fauna conocida también un
gran número de la desconocida, oculta entre su exuberante vegetación y el 20 % de
la flora más de 10.000 de sus plantas contienen ingredientes para uso médico o
cosmético. La destrucción de su hábitat las sitúa al borde de la extinción, impulsando
la pérdida de biodiversidad.
Enfermedades zoonóticas
En el caso del Amazonas, siendo la mayor selva tropical del planeta, su progresiva
deforestación puede provocar un considerable aumento de las enfermedades
zoonóticas de origen animal, como la COVID-19 con graves consecuencias sobre la
salud humana.

En su cruzada por proteger la selva amazónica, las organizaciones ecologistas


demandan una serie de compromisos a los diferentes actores de la sociedad:
Gobierno. En el foco de todas las miradas está el actual gabinete brasileño, a quien
se le urge a implantar una política de deforestación cero que revierta la situación.
Empresas. Se les solicita que implanten políticas de responsabilidad corporativa que
eviten su implicación en proyectos con algún tipo de impacto negativo sobre el
Amazonas.

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Organismos supranacionales. A la Unión Europea, por ejemplo, se le reclama que
apruebe medidas para impedir el comercio de materias primas procedentes de la
deforestación amazónica.
Sociedad civil. La adopción de un estilo de vida sostenible, incluyendo un menor
consumo de carne, contribuye a reducir la degradación de la Amazonia.
Reforestación. En Brasil destaca, por ejemplo, la iniciativa que lleva a cabo el Instituto
Terra del afamado fotógrafo Sebastião Salgado y que ha devuelto el verde a la región
de Aimorés.

La deforestación en Brasil es un problema ambiental de gran importancia. La tala de


bosques en el país ha sido una práctica común durante décadas, y ha tenido graves
consecuencias para el medio ambiente y la biodiversidad.
La deforestación se ha acelerado en las últimas décadas debido a la expansión de la
agricultura, la ganadería y la minería. Muchos de los bosques del país han sido talados
para establecer granjas de ganado y cultivos como la soya, el maíz y la palma aceitera.
El desarrollo urbano también ha contribuido a la deforestación, ya que muchas áreas
boscosas han sido convertidas en zonas urbanas.

Bibliografía:
https://www.oxfam.org/es/brasil-desigualdad-extrema-en-
numeros#:~:text=La%20desigualdad%20en%20Brasil%20ha,base%20de%20la%20pir
%C3%A1mide%20social.
https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2022-07-12/brasil-
deforestacion-en-amazonia-llega-a-niveles-historicos
https://eleconomista.com.ar/internacional/la-deforestacion-dispara-brasil-n54871

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