Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Origen:
La Puna de Atacama pertenecía a Bolivia hasta 1900, año en que su territorio fue
intercambiado por Tarija a la República de Argentina. Desde ese momento, se generalizó
el término colla para denominar a la población indígena dedicada a la actividad ganadera
que vivía en el altiplano de las actuales provincias argentinas de Jujuy, Salta y Catamarca.
El origen de esta población ganadera era multiétnico, conformado por atacameños que
habitaban a uno y otro lado de la cordillera, por migraciones aymara y posiblemente
quechua de más al norte, que se fundieron con la población indígena originaria de los
valles trasandinos.
La gastronomía del pueblo Colla está en manos de las mujeres, quienes disfrutan del
hogar, no considerándolo como un espacio de opresión sino como un lugar de encuentro
familiar donde se genera la transmisión oral de la cultura, se narran historias, costumbres y
enseñanzas de las abuelas, madres y matriarcas. Las mujeres mencionan que los
principales alimentos utilizados en la preparación de las comidas son la carne, granos,
leche, masas, grasa, queso, charqui y hueso seco, manifestando que el pueblo Colla utiliza
una pirámide alimenticia invertida, por ser alta en grasas y aceites. Un ejemplo es el Cocho
Sanco, plato típico que consiste en una fritura de harina tostada con grasa, cebolla en
corte pluma, ajo machacado y sal a gusto.
Artesanía:
Gastronomía:
Los principales alimentos utilizados en la preparación de las comidas son la carne, granos,
leche, masas, grasa, queso, charqui y hueso seco, manifestando que el pueblo Colla utiliza
una pirámide alimenticia invertida, por ser alta en grasas y aceites. Un ejemplo es el Cocho
Sanco, plato típico que consiste en una fritura de harina tostada con grasa, cebolla en
corte pluma, ajo machacado y sal a gusto.
Tradiciones:
Dentro de la religiosidad colla se pueden mencionar las ceremonias de la “apacheta” –ritos
de caminantes y arrieros– en Río Jorquera, fiestas de aniversario de las comunidades,
(donde es común la domadura de animales con bailes de origen criollo) ,“los convidados”,
los ritos ganaderos de la vilancha y el floreo de animales. Los colla de Potrerillos
celebraban fiestas religiosas en torno a sus Santos Patrones católicos y ritos a la Madre
Santa Tierra o Pachamama.
Lenguaje:
Dado que “los collas” se conforman socialmente de manera multiétnica, no existe una sola
lengua originaria. En su base lingüística estuvo el quechua, el aymara, el kunza e incluso el
kakán de los diaguita de los valles Calchaquíes de Argentina, pero hoy sus “hablas” fueron
olvidadas con los años. En la actualidad, los colla de la cordillera de Copiapó y Chañaral
hablan castellano, aunque hay palabras quechuas que permanecen en el recuerdo de los
más ancianos y en algunas de sus ceremonias y cantos tradicionales.
palabras en común dentro de sus lenguajes:
● Caspicache: flauta tradicional, de 8 hoyos, usada en la ceremonia de los
matrimonios.
● Cachila: comida tradicional.
● Aillu: familia.
● Chulengo: guanaco chico.
● Güellar: formar camino.
● Inti: Sol.
● Pachamama: Madre Tierra.
● Yastai: guanaco grande blanco
Vivir como comunidad: Los niños collas aprenden desde muy pequeños a colaborar
en los quehaceres y tareas del modo y el diario vivir. Candelaria Cardoso recuerda que
trabajaban mucho: Salía al campo caminando, cuidando al ganado, pastoreando […] Tú no
andabas caminando con las manos desocupadas, tenías que trabajar. Te daban una
cantidad de lana que tú al volver tenías que traerla toda hilada… Y además de eso tenías
que traer un atado de leña. Jamás al campo se llegaba con las manos vacías.
Los hombres realizaban los trabajos más pesados, como la minería, la caza y el arreo de
los animales.
Las mujeres participaban en gran parte de las actividades, cortando leña, cargando los
burros, haciendo carbón, sacando y ordeñando las cabras, entre otras
Cosmovisión:
Su concepción personal del universo y de la humanidad perdura en la conciencia del
pueblo andino. La figura de Dios y todas las tradiciones, convergen en la Pachamama que
tiene un papel integrador de todas las energías. El mundo Kolla presenta una relación
sagrada con su entorno
fueron levantando en su territorio oratorios y apachetas que son lugares escogidos por la
comunidad para realizar todas sus ceremonias y rituales. Destacándose las chullpas,
espacio sagrado ligado a lo fúnebre, el cual destaca por su arquitectura de piedra y su
construcción.
Vestimenta:
Utilizaban para su vestimenta cueros curtidos y atuendos hechos con lana
de guanaco, oveja, llama y vicuña. Estos últimos eran de diversos colores,
ya que los teñían con tintes que obtenían de las raíces del pimiento, la
alcaparra, el chañar y el algarrobo, entre otros. Un elemento común que
utilizaban era la coipa de lana y el cotón de punto. Los hombres
usualmente vestían poncho, pantalón de tela y ojota (uchuta); las mujeres
chupalla de cola de zorro conocida como cortadera chala, choquera, cotón,
falda larga, también ojotas y escarpín de lana
- Música: Los collas tienen dos cantos tradicionales: la baguala y la vidala, que
también son cantadas en las provincias al norte de Argentina. En el caso de la
baguala, las letras son inventadas en el momento de la interpretación por una o
más personas. “La vidala es un clamor… cantarle vida la a la naturaleza, de esa
manera se hacen los rezos, con ese clamor, le rinde tributo, acompañado de un
tambor”. Los presentes acompañan el canto con desplazamientos realizados en
círculo al ritmo del tambor vidalero o caja chayera.
Espacio doméstico:
Su localización dependía de la estación del año. Durante el verano elegían las zonas de
altura y la llamaban majada; durante el invierno las llamaban ruca y estaban situadas en
las zonas más bajas.
Antiguamente construían las casas con adobe y techo de paja y barro, materiales que
fueron reemplazados por latón, calaminas o fonolitas. En los centros urbanos las viviendas
collas son rudimentarias, construidas con madera o tabique forrado, techo de zinc y piso
entablado. La majada se compone de un dormitorio, una cocina y los corrales de los
animales. Los ranchos en la precordillera están compuestos por un dormitorio y una
cocina a leña, con una sección de horno para hacer pan. construidos con piedra o con
latones.
Ciclo de vida:
ven el mundo ligado a la tierra, donde los ciclos de la naturaleza, y la relación que
establece el ser humano con esta, estructuran el modo de vida de sus comunidades. Es
por ello que los collas realizan migraciones estacionales de invierno y verano —invernadas
y veranadas—, entre la alta y la baja cordillera, según la disponibilidad de forraje y agua
para sus rebaños, y las condiciones climáticas de temperatura y precipitación. Sus circuitos
tienen lugares habilitados con viviendas de paso que les permiten dormir y residir el
tiempo que dura su estadía.
visión de la muerte: no existe la muerte. Lo que hoy se comenta muerte, es vida. Cuando
alguien deja de existir en términos materiales se llama muerte, pero cuando uno ya pasa
al otro espacio espiritual, ya es absoluto, no depende de nadie.
Bandera colla:
Los colla tienen cuatro colores que los identifican: amarillo, negro, blanco y
rojo: “El color amarillo representa a Tata Inti, Tata Sol; el color negro
representa a la medicina, la cultura, las ceremonias y los rituales; el color
blanco corresponde a la pureza, la montaña, la nieve, la cordillera y el color
rojo representa la fuerza, el hombre, la sangre y el poder”
Culto:
Dentro de la religiosidad colla se pueden mencionar las ceremonias de la “apacheta” –ritos
de caminantes y arrieros– en Río Jorquera y las fiestas de aniversario de las comunidades,
donde es común la domadura de animales con bailes de origen criollo. Hasta la década de
1970, los colla de Potrerillos celebraban fiestas religiosas en torno a sus Santos Patrones
católicos y ritos a la Madre Santa Tierra o Pachamama. También se realizaba la fiesta de
“los convidados”, los ritos ganaderos de la vilancha y el floreo de animales, pero son
celebraciones que no perviven en la actualidad por la disminución ostensible de la
actividad pastoril y la masa ganadera y, especialmente, porque muchas familias colla se
han convertido al protestantismo, renunciando a las prácticas más tradicionales de ritos y
ceremonias de origen católico-indígena.
Funebria:
Algunos pastores eran enterrados en el mismo lugar donde morían, generalmente en
zonas aisladas de la precordillera; entre los ritos fúnebres destacaba el sacrificio de los
animales domésticos del pastor o pastora, como sus perros y parte del ganado, los que se
sepultaban junto al fallecido. Pero, como la mayoría de los colla habitan en zonas urbanas,
se sepultan en los cementerios tradicionales de pueblos y ciudades.
Crianza y aprendizaje:
La crianza es siempre con mucho amor, el conocimiento se traspasa desde el ser guía.
Se aprende mirando, “Hay que estar para aprender, se va aprendiendo día a día”
Dentro de este contexto de crianza y aprendizaje doña Basilia al igual que muchas otras
collas, es una mujer líder, reconocida por su gran sabiduría, experiencia y conocimientos
ancestrales. Su larga trayectoria en la comunidad la releva como una persona llena de
conocimientos sobre la naturaleza, tradiciones, costumbres y usos rituales, ganándose el
respeto del grupo familiar, comunidad en los cuales goza de autoridad.
De Lorenzo Violeta
Rinón Valentina
Valdés Loreto