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Las ideologías son ayudas de navegación para surcar los tiempos y los

espacios, dándole rumbos precisos a las sociedades y a las naciones. La


Revolución bolivariana es el proceso político, ideológico y social del régimen en
Venezuela desde 1998 con la elección de Hugo Chávez como presidente la cual
está basada en el ideario de Simón Bolívar, en las doctrinas de Simón Rodríguez
y que tiene como fin impulsar el patriotismo hispanoamericano. Este proyecto,
además, tiene su sustentación filosófica en el llamado árbol de las tres raíces, que
recoge el pensamiento y acción de tres grandes revolucionarios.

El Árbol de las Tres Raíces es el nombre que se le da al triangulo filosófico


conformado por tres de los más grandes pensadores y revolucionarios de América
Latina y por supuesto del país. Estos tres pensadores son: Simón Rodríguez o
Samuel Robinson, Simón Bolívar (Nuestro Libertador) y Ezequiel Zamora (El
General del Pueblo).

La primera raíz tiene que ver con el pensamiento de Simón Rodríguez. No


solo porque haya nacido antes y haya sido el maestro del Libertador, sino porque
la raíz que él aporta es, la más resaltante de todas: la de la filosofía, la del
pensamiento, la de la educación. Rodríguez, el gran Samuel Robinson, fue un
ideólogo de talla universal. A estas alturas del siglo XXI siguen siendo válidas sus
reflexiones sobre las características únicas y específicas de los pueblos nuestros
americanos y la consecuente necesidad de encontrar formas de gobierno y
estructuras sociales también específicas.

Siendo Rodríguez la raíz originaria, Bolívar es la raíz medular. Digno discípulo de


Robinson, el Libertador desarrolló las ideas de este en el campo de la política, y lo
hizo con un espíritu visionario tal que hoy sus reflexiones están tan vigentes como
en aquellos años. Los diseños que propuso para lograr un sistema de gobierno
cercano a la perfección son, de por sí, una contribución enorme en el área de los
modelos políticos. La arquitectura constitucional asumida por Venezuela en 1999
es una materialización parcial de los deslumbrantes ideales de Bolívar. Otro de
sus planteamientos de gran calado es la integración latinoamericana.
La tercera raíz del árbol es la que representa la lucha de los campesinos por sus
tierras. El emblema de ella es Ezequiel Zamora, el caudillo de la Guerra Federal,
que encabezó una de las primeras revoluciones agrarias de América Latina. Las
oligarquías derivadas del movimiento de Independencia habían asumido el puesto
que antes tenía el poder colonial. Zamora retomó las banderas de Bolívar en lo
que se refiere a un aspecto fundamental de la libertad, como es el derecho a la
tierra. Su lema de “Tierras y hombres libres” ha sido uno de los fundamentos de la
Revolución Bolivariana.

El estudio del Árbol de las Tres Raíces  es fundamental para una mayor
compresión tanto del pasado como de la historia que vivimos actualmente, ya que
los pensadores que forman parte de este instrumento filosófico dejaron un sin fin
de legados en sus obras a las generaciones futuras, entre esas la nuestra para
contribuir al desarrollo de la originalidad de los pueblos, de la libertad sin fronteras,
de la justicia con probidad, del amor por la patria grande y la humanidad, del
desprendimiento de lo material, de colocar  la figura humana por encima de
cualquier otro valor, sobre todo en lo material y/o monetario.  Aunque debe
señalarse, que no se debe caer en el error de interpretar frases, escritos, obras,
entre otros, de los mencionados pensadores sin analizar el contexto histórico y la
ubicación específica en la cual lo dijeron  o escribieron, ya que se tergiversaría la
información, ya que el tiempo y las circunstancias del momento actual son
totalmente diferentes y distintas.

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