Está en la página 1de 1

Empezamos por qué la perrita nos conociera ya que no nos conocía para nada

y así convivir con ella y poco a poco y que agarrara confianza con todos;
después empezamos a trabajar con ella, nuestro propósito era que ella al ser
un perro de raza pequeña saltará y se subiera en nuestro regazo y empezamos
por ver cuál iba a ser nuestro reforzador a los cuál elegimos pedazos de pollo y
cariños/mimos ya que era lo que más le gustaba a la perrita si así se puede
decir.
Empezamos sentándonos en una silla enseñándole un trozo de pollo
deshebrado a lo cual obviamente capto toda la intención de la perrita y solo
ponía sus dos patitas en nuestras piernas buscando alcanzar el pedazo ya que
cuando le pedíamos que saltará no lo hacía, entonces al ver qué no se lo
íbamos a dar ella perdía el interés y se iba, entonces intentamos hacer
movimientos pequeños moviendo el pedazo de pollo arriba y abajo pero al
mismo tiempo le decíamos que saltará, después de unos cuantos intentos ella
empezaba a brincar para alcanzar en pedazo de pollo pero al ver qué no lo
alcanzaba regresábamos a lo mismo que a inicios, perdía completamente el
interés y se marchaba; entonces empezamos a hacer los movimientos más
“bruscos” y tuvo un buen resultado, logró brincar y subió a nuestro regazo y
como recompensa recibió su trozo de pollo y cariños. Después lo seguimos
intentando hasta que ya no hubiera ningún tipo de problema que ella subiera y
así lo intentamos sin ningún reforzador y funcionó, ya que seguíamos fingiendo
tener un pedazo de pollo en la mano para que ella lo hiciera y funcionaba, cada
que le pedíamos que subiera lo hacía sin casi ninguna dificultad porque había
veces en las que como es muy pequeña le costaba un poco subir a nuestro
regazo, pero si llegaba a fallar después de ese intento lo conseguía.
Al quitarle los reforzadores después de ciertos intentos y tiempo ella se dio
cuenta que ya no iba a obtener ninguna recompensa al hacer lo que le
pedíamos y había veces en las que ya no quería saltar, pero como fingimos
tener un pedazo cada que se lo pedíamos ella automáticamente lo seguía
haciendo porque quería seguir teniendo esa recompensa, al hacer esto se nos
complicó porque había veces en las que ella no lo quería hacer o simplemente
como ya sabía que iba haber pollo lo hacía todo el tiempo, pero eso era como
por tiempo porque después de ciertos ratos ella lo seguí haciendo con
completa normalidad, entonces al ser constantes logramos que la perrita
adaptará esa conducta en poco tiempo, ya que fue algo “fácil” de hacer para
una taza pequeña y después de eso cada que alguien le dice “salta” la perrita
salta al regazo de la persona y ahí se está para que le hagan mimos o
simplemente se queda ahí y esa conducta ya se le quedó y no se necesita
algún reforzador para que ella haga caso

También podría gustarte