Está en la página 1de 2

Está Cayendo la noche, en el interior de una cabaña rustica muy ordenada.

El
fuego en la chimenea hace cálido el ambiente, pero afuera llueve, se escuchan
los truenos y un relámpago ilumina la habitación, Lucia Cuevas una joven
mujer entra por la puerta que chilla al abrirse, cerrando un paraguas lo guarda
en el paragüero, lleva puesto un piloto un poco mojado, se lo saca y lo cuelga
en la entrada donde hay un perchero lleno de sombreros y abrigos. El aspecto
de Lucia no es el mejor, lleva la angustia en su rostro, camina unos pasos y
devastada se deja caer de rodillas en la alfombra frente a la chimenea, se tapa
la cara con sus manos y se echa a llorar desconsoladamente. Las luces se
apagan y se va oyendo cada vez más lejos el llanto de la mujer.
Lucia- ¡Sabia que esto me iba a pasar! Pero no quería caer en la realidad, todas las señales que
recibí y las deje pasar. (Lo dice aun acongojada)

Se va levantando del piso con dificultad y secándose las lágrimas, se sienta en el


sillón que está cerca de la chimenea, toma el teléfono que está en la mesita de al
lado disca y espera a ser atendida.
Lucia- Gine!! tenías razón amiga, tenías razón! ¡estaba tan ciega que no quería ver las señales! Si-sí,
ya sé que me dijiste, no lo hagas peor. lo pensé muchas veces, pero decidí seguirlo, salió del bar, el
que me dijiste, no-no ya no hay nadie acá en la casa estoy sola.

Toma un pañuelo del bolsillo del saco y se limpia delicadamente la nariz.


Lucia- Si, se fueron tempano, estaban entusiasmados yo también creí que me quedaba para hacer lo
que quisiera acá creí que podía entrar y salir a cualquier hora, que iba a ser genial pasar un fin de
semana con él, pero ya ves todo salió al revés, maldita la hora en que lo descubriste.

Maldice y se pega con el puño apretado en la rodilla. hace silencio y escucha unos
segundos atenta el teléfono.
Lucia- si Gine si, estaba solo, pero lo seguí...Caminé como tres cuadras abajo de la lluvia, lo vi entrar
en la casa, le abrió una mujer, yo estaba en la vereda de enfrente...

oye unos segundos...


Lucia- No me vio, ¡te digo que estaba en frente y estaba oscuro ya! no, a ella no la vi bien tenía el
pelo rojo fue lo único de lo que me di cuenta por la luz que salió de la casa.

Sube los pies al sillón y se abraza las piernas, continúa hablando con la amiga, un
poco angustiada.
Lucia- ¡Y no sabes lo peor! cuando abrió la puerta, además de que le dio un beso a la mujer, ella
tenía un bebé en los brazos y también lo beso, fue todo lo que vi antes que cerraran la puerta, y creo
que fue suficiente.

Llora otra vez mientras habla...


Lucia- Por eso no me contaba donde vivía, por eso no me decía nada de su familia, debí imaginar que
estaba casado.

Oye unos segundos...


Lucia- si ya se soy una novata en estas cosas, le creí como una tonta. ¿Y vos como hiciste para
encontrarlo ahí?... porque fuiste para esos lados?

Lo dice muy pensativa y espera la respuesta .


¡Lucia- ¡Si, pero no está en tu camino es totalmente a contramano de donde vos vivís!

Oye con dudas...


Lucia- ¿Pero no me dijiste que por la tarde ibas a tus clases de inglés y que estabas re ocupada? yo
no te conozco hace tanto Gine a vos, es más te conocí después que a él.

Ya se pone de pie impaciente y nerviosa.


Lucia- ¿Qué escondes Ginebra? ¿porque vos tampoco me contas todo de tu vida? siempre andas
apurada y si me dijiste que apenas lo viste el día que nos conocimos en el bar donde teníamos
nuestras citas

Se ve que escucha incoherencias del otro lado de la línea niega con su cabeza.
Lucia- ¿Cómo hiciste para darte cuenta que era él? ¿¿si apenas lo viste??...

Reacciona como si se le hubiera prendido la lamparita...


Lucia- ¡¡¡oh Dios!!! ¡sos vos! si ella, ¡la mujer que le abrió la puerta! ¡tu pelo rojo! por eso tu
angustia, no sufrís por mí... ¡por eso hablas bajito! ¡por eso me decís que te llame a ciertas horas!
¡cuando él no está! ¡Si, es eso Ginebra! ¡contéstame! ¿¿es ese tu nombre?? contestame Gine!!
Decime algo... que hago ahora? ¿¿qué hago con este embarazo??...

Se deja caer nuevamente de rodillas al piso y con el brazo vencido deja caer el tubo
del teléfono, se oye el tono largo mientras se apagan las luces.

También podría gustarte