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Mexican preadolescent girls and thickness culture: Anorectic ideal figure and
excesive concern about body weight

Article  in  Revista Mexicana de Psicología · June 1999

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1 author:

Gilda Gomez
Universidad Nacional Autónoma de México
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REVISTA MEXICANA DE PSICOLOGIA
(1999) VOLUMEN 16, NUMERO 1, 153-165

Preadolescentes Mexicanas y la Cultura de la Delgadez: Figura ldeal


Anorectica y Preocupacion Excesiva por el peJo corpoáI,
Mexican preadolescent girls and thickness culture: anorectic ideal figure
and excesive concern about body weight.

Gilda Gómez-Peresmitré

Facultad de Psicologia
Universidad Nacional Autonoma de México

(Recibido: octubre l, 1997; aceptado: abril g, 1999)

J Resumen: Los principales propÓsitos del presente estud¡o fueron de naturaleza teórica y metodológica
.
Con respecto a los primeros, se buscaba conocer si niñas tan jóvenes como las de núestras mue-stra"
(media = 11 t 1.0) se encontrarían en riesgo de desarrollar trastornos de la alimentación, mientras que
en
relación con el aspecto metodológico se quería conocer la adecuación del uso del lndice Nutricional
comparándolo con el lndice de Masa Corporal cuyos resultados han mostrado ser inadecuados.en
esta
etapa de vida. Los resultados obtenidos con una muestra (N = g62) de niñas fundamentan la presencia
de factores socioculturales de riesgo para el desarrollo de trastornos de la alimentación. Asimismo,
aunque el lndice Nutric¡onal. mostró ser una alternativa tamb¡én se encontró que se requiere de
mayor
investigación. Palabras clave: lndicadores riesgo, desórdenes al¡mentarios, preadolescentes, lndlce
Nutricional.

Abstract: The main purposes of this stqrdy were of theoretical and methodological nature ln
relation to the f¡rst, we wanted to know if Mexican young girls (mean 11 I 1.0 s¡ woulo
= be in risk of
developing eating disorders, while from the methodologicát -poini of view it was to prove the adecuacy
oftheNutritional lndex compared tothe BodyMasslnáex whichhasproducedpoorresultsinsamplesof
early adolescents. Results obtained in a sample of g¡rls (N = 962) documented the existence
of
soc¡ocultural risk factors related to eating d¡sorders. lt was also from that the Nutritional
lndex is an
alternative pocedure, but more research is required. Key words: Risk indicators, eating
disorders,
preadolescence, Nutritional lndex.

La noción de imagen corporal no ha logrado tener una definición precisa y consensual no obstante
el gran
interés y el mayor número de estudios que se han realizado una vez que se empezó a documentar
su papel
como factor de riesgo en el desarrollo de trastornos de la alimentación (v.gr., Bruch, 1962, 1g73, 197s;
Crisp,
1967; Russell' 1970).. Es un hecho que el concepto de imagen corporal ña mostrado ser complejo,
rebasa la
dimensiÓn meramente perceptiva y desde luego, no es privativa, como objeto de estudio,
de los trastornos de
alimentaciÓn en tanto la imagen corporal óstá presente en problemas tales como la esquizofrenia,
en el retardo
mentaly ha mostrado ser importante en el campo clínico de la rehabilitación.
Ahora bien, la investigaciÓn en torno a la imagen corporal en el campo específico de los trastornos
de la
alimentaciÓn, se ha enfocado en dos componentes-principales: a) distorsión o alteración que
se relaciona con
la exactitud de la estimaciÓn corporal en su totalidad y / o en sus partes y b) satisfacción / insatisfacción
corporal que se refiere a la auto evaluación, sentimientos o actitudes positivas o nbgativas hacia
el cuerpo yl o
partes del mismo (Wallin & Rissaned, 1994; Wood, Waller & Gowers, 1994 Le-doux,
; Choquet & Mánfredi,
rForma pare del proyecto
PAPIIT IN'300897. Correspondencia: Facultad de Psicología, UNAM, Av. .Universidad # 3004, Col. Copitco-
Universidad, -México, D.F. 04510, e-mail: gildag@servidor.unam.mx

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1993). Por otra parte, todavía hay incertidumbre con respecto a si existen distorsiones y sentimientos
específicos a los trastornos de la alimentación, ya que se han detectado problemas en ambos componentes no
sólo en sujetos con desórdenes de la alimentación (v.gr., anoréxicas y bulímicas ) sino también en los sujetos
de los grupos control, esto es, en población normal o general, en obesas, en mujeres embarazadas y en
amenorreicas (Davis, 1 991 ).
Debe destacarse que es la mujer, la adolescente, o aún la niña, la que se ve más afectada que sus
congéneres hombres por la presión social y consecuentemente, se ha encontrado, que las mujeies más que
los hombres se someten a dieta, desarrollan desórdenes del comer y todavía más, las mujeres se someten en
mayor medida que los hombres, a intervenciones quirúrgicas, como cirugías plásticas (Agras, 1988; Orbach,
1993) y liposucciones, entre otras, no sólo dolorosas sino también altamente riesgosas para la vida misma.
qué esos componentes de la imagen corporal son considerados factores de riesgo en los trastornos
" ¿Por
de la alimentación? La literatura señala al respecto, que desear una figura o cuerpo delgado (insatisfacción
corporal) independientemente del peso real u objetivo; auto percibirse con sobrepeso, considerarse obesa,
gruesa, gorda (alteración de la imagen corporal en su efecto de sobre-estimación), considerar que una
apariencia física atractiva está ligada con esbeltez y preocuparse por el peso corporal (temor, miedo, a llegar a
ser obesa) puede llevar a tomar ciertas medidas, por ejemplo, conducir a una restricción de la ingest¡
alimentaria qué para algunos investigadores constituye ya el antecedente inmediato que dispara el desarrollo dU
desórdenes de la alimentación (v.gr., Polivy & Herman 1985) quienes sugieren que este tipo de dieta precede
la conducta de sobre ingesta o del atracón (binge eating)o en términos más generales, antecede la aparición de
patrones bulímicos. En esta misma dirección apuntan los resultados de un estudio longitudinal con duración de
dos años de Patton, Johnson-Sabine, Wood, Mann & Wakeling, (1990), quienes confirman que la conducta
dietaria constituye un factor de riesgo para el desarrollo de los trastornos de la alimentación. Otros
investigadores como Stiegel-Moore, Silberstein & Rodin (1986) refieren dichos factores de riesgo, a las
conductas generalmente seguidas en elcontroldel peso corporal.
Por otro lado, está ampliamente fundamentado en la literatura de la Psicología Social que la percepción
de los otros está fuertemente influenciada por estereotipos basados en características y atributos tales cómo
género, color de la piel, edad, clase socialy atractivo o apariencia física, entre otros. Lo más importante, sin
embargo, es que la propia percepción, esto es, la auto percepción sufre las mismas influencias, pues me veo,
percibo mi cuerpo, como me perciben los demás, mis pares , los miembros importantes de mi familia, etc.,
mientras que los medios influyen sobre mi en la medida en que difunden, trasmiten, y refuerzan, la imagen
valorada por la sociedad.
Es importante señalar, por otra parte, que el efecto de alteración de la imagen corporal en investigaciones
previas ha sido operacionalizado como la diferencia entre autopercepción del peso corporal e lndice de Masa
Corporal (lMC). Sin embargo, tenemos resultados que indican que en la preadolescencia ( niñas de g a 12 o
13 años) o bien en el periodo de transición puberal se presenta el problema de inadecuación del uso del lMfl
(v.gr., Gómez Pérez-Mitré. 1997; Gómez Pérez-Mitré & Saucedo, 1997; Rolland, Sempe, Guilloud, PatoiS!
Peguignot, & Fauttraud., 1982). Ahora bien, ¿por qué no utilizar IMC en esta etapa de la vida? Puede decirse
que la pubertad es una etapa de "inestabilidad antropométrica" : desarrollo físico rápido; con crecimiento,
especialmente en la mujer, en la forma o en el tamaño de ciertas partes corporales (mamas, cadera, muslos);
almacenamiento de grasa en esas partes'con su correspondiente aumento de peso, lo que va én contra de los
requerimientos de una relativa estabilidad del lMC.
Con base en lo anterior puede afirmarse que la importancia de este estudio que forma parte de una
investigación mayor reside en su interés por conocer (por primera vez en México) si entre nuestras niñas
preadolescentes (con rango de edad de 9 a 13 años) se detectan problemas con imagen corporal como son:'
insatisfacción y alteración (rechazo de la propia figura y efectos de sobre y subestimación de la figura corporal,
respectivamente).. El logro de estos objetivos cobra mayor relevancia teórico-práctica sí además, se indaga
la relación entre estas variables conocidas como factores de riesgo asociados con imagen corporal y los factores
de riesgo relacionados con conducta alimentaria. Entre estos últimos, se encuentra, como ya lo señalamos, el
seguimiento de dietas con propósitos de control de peso.. En este estudio se plantea, además, un objetivo de
carácter metodológico que se relaciona con el conocimiento de la adecuación o inadecuación del uso del
lndice Nutricional (lN) en preadolescentes comparándolo con los resultados del lndice de Masa Corporal (lMC).

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METODO

Muestra

' Se trabajó con una muestra no probabilística de N = 962 niñas preadolescentes del 5o. y
6o. grados de
primaria (66%) y del primero, segundo y tercero de secundaria (34oA) de escuelas públicas
(40%). Con edad promedio de 11.0 (D.E = 1.0) y rango de g a 13 años. De esta muestra téov"l y privadas
se extrajo una
submuestra con selección sistemática simple al azar del14% (n = 133) para la obtención de medidas
tales
como peso y talla necesarias para elcómputo del lN y del lMC.

lnstrumentos y mediciones

Se utilizÓ una Escala d lmagen Corporal compuegta por 18 reactivos tipo Likert con 5 opciones de
respuesta que arrojó una alpha total igual a 0.80. junto con dos reactivos que exploran preocupación por
el
peso, otro que evalúa figura corporal atractiva, dos más que miden figura ideal: uno
visual con siluetas y el otro
formato tradicionaly 3 más que preguntan por conducta dietaria. (en resultados se describen
f*ons reactivos)'
r'. ampliamente
También se utilizÓ una báscula de pie pesa-personas de 140 kg. marca Torino y estadiómetros
de madera con los que se pesÓ y midió, siguiendo los procedimientos indicados para la obteniión de medidas
confiables, a las niñas de la submuestra (n = 133). Con estas medidas se obtuvieron el lndice de Masa
corporal (lMC = peso/ tallaz) y el lndice Nutricional (lN = (Peso Actual/ Talla Actual)/peso Medio tTailaMedia) X
100 en donde: peso y talla actual =peso yestatura directamente medidos; peso y talla medios = peso y
estatura normo- referenciados (Tablas NCHS, oMS, 19g6) según sexo y edad.

Procedimiento.

La aplicación del instrumento de recolección de datos fue colectiva, en cada recopilación de datos se
obtenía una lista con selecciÓn sistemática simple 'al azar de los nombres de las niñas a las que se entrevistaría
en una segunda ocasión para efectos de las mediciones antropométricas.

RESULTADOS

1. Satisfaccion/insatisfacción con imagen corpopral

1.1. EstimaciÓn del Nivel de Satisfacción. La estimación del nivel de satisfacción/ insatisfacción se obtuvo
amo la diferencia entre figura actual (la silueta que la niña escoge cuando se le pide que elija aquella que más
lF
\- parece a su cuerpo) y figura ideal (la que elige cuando se le pide que escoja la que más gustaría
-, le
Se encontrÓ un 56% de niñas con satisfacción (diferencia = 0) mientras que el 44o/o restante se mostraba
tener).

insatisfecha:32oA con diferencia positiva y 12% con diferencia negativa).


1.2. Figura Actual. El 67% delasniñas eligióunafiguramuydetgada(10%)ydelgada (s7%)comota
más parecida a su cuerpo, mientras que sólo un 2.5% eligiÓ figuras más gruesas. El 30% se identificó con la
figura de peso o tamaño medio. Estos porcentajes pueden apreciárse en la Figura 1.
1.3. Figura ldeal. En la elección de la figura ideal, un porcentaje tan alto cómo del 94% escogió la figura
muy delgada (4%) y delgada (90%). Sólo un 4% eligió como figura ideal a la de tamaño medio, mientras que
menos de un 2% eligió figuras más gruesas (Ver figura 1).
1.4. Prueba t para Muestras Relacionadas. Se aplicó una prueba t para muestras relacionadas para
constatar si se producían o no diferencias significativas entre Fig. Actual y Fig. ldeal. Los resultados fueron los
siguientes: mediaFig. ldeal =2.04,DE=0.42; mediaFig.Actual =2.26,Oe=ó.69; t(926)=-g.43,p.0001.
2. Alteracion de la imagen corporal (sobreestimacion/subestimacion):

2.1' Efecto de Sobre-estimación/Sub-estimación. El efecto de sobre-estimación/sub-estimación se obtuvo


'/'' como la diferencia entre Autopercepción del Peso Corporal e lndice Nutricional: se encontró que un 46% de las

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niñas no mostrÓ dicha alteraciÓn (díferencia 0) mientras que


=.
(diferencia negativa) y el29% de sobre-estimación
el 2s% arrojó un efecto de sub-estimación
idiferencia positiva).

Figura actual, Figura ldeal e


lndice Nutricional
100

rFigura
s80 Aclual
+F¡gura ldoal
a

iuo
o
E
/ \\
eq 40 ----J-,/-----Y____l
c
o
g / ^/ \\.
8zo ---f--^--/---\---\--
0
Muy delgada Delgada Normal Sobrepeso Obesa
lndic€ Nutr¡c¡onal 4.1 4.4 uA 14.8 ll.1
F¡gura Aclual 10.1 S7.s 29.8 1.9 0.7
Figura ldeat 5-2 go.i 4.4 .t.5 o..l

Figura 1' DistribuciÓn de las variables figura actu¡|, figura ideale índice nutricional

2'2' Autopercepción del Peso Corporal. El porcentaje más alto, el 5g%, se


autopercibió como cigue:
delgada (25%) y muy delgada (33%); mientras que el 2a% áe consideró
,obr"p"so y obesa; debe hacerse
notar gue el porcentaje más bajo, el 1g%, respondió que su peso "on
era normal.

.60
9so
E
.g40
o
E
s* 30
E
920
o-
o
10

0
Muy Delgada Delgada Normal Sobrepeso Obesa
lndics Nutricional 5.2 4.4 64.4 14.8 11.1
tMc 5.3 45.3 34.7 ' 12 2.7

Figura 2. Distripución del fndice nutricional u del indice de masa


corporat
2'3 Distribuciones del lndice Nutricional (lN) y del lndice de Masa corporal (lMC):
delgadas (5%), delgadas; (4%), con peso normal,i6+o/o¡, consobrepeso (15%) y A) lN: niñas muy
con obesidad (11%). (ver
Figuras 1 y 2); B) IMC:muy delgadas.(570);delgad.é'gsit¡; puro
obesidad(3%) (Ver Figura 2). Las distribuciones del lN se obtuvieron
norr"i'(ásW, sobre-peso (12o/o) y
corte'utilizados por saucedo (1996) y del IMC según los estudios
de atuerdo con los puntos de
de validación en muestras mexicanas
(Gómez-Peresmitré & saucedo, 1997; saucedo & Gómez-peresmiitré 1g97).

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2'4' AlteraciÓn por Indice Nutricional' En la Figura 3 se
exponen las relaciones que se estabrecieron entre
AlteraciÓn (sobre-estimaciÓn/sub-estimación) y el lNl
los p,rt"j"s de ras variables se transformaron a puntajes
Z. Los resultados del ANOVA arrojaron diferencias signiRcátivas
(F ( 4, 109) = Z2.0TS6,p .000) entre tas medias.
Puede observarse en la misma Figura cÓmo las
reáias de la variable altéración oe ras niñas con sobrepeso y
con obesidad son negativas (media = -0.71, DE 0.54
subestiman su imagen corporal, mientras que las de
= ; media= -0.g4, or = l.0B), lo que significa que
las niñas clasificadas como delgadas y muy delgadas,
resultaron positivas (media= 2.26, DE 0.79i media
= = 0.92, og = 0.93) esto es, estas niñas mostraron el efecto
de sobreestimaciÓn. La media de peso normalresultó:
media = 0.15, oÉ = o.zr.' t" piruo" de Bonferroni arrojó
múltiples diferencias significativas (p < .05) entre las diferentes
comparaciones por pares de medias.

Muy Delgad

. :'- .: ".'
:_2_1012

t. ..
" :' ' i Figura 3. Alteración de la imagen corporal por índice nutricional
2'5' Figura actualy Figura ldealpor lndice Nutricional. En la Figura
4 se exponen de manera conjunta las
relaciones que se dieron entre Fig' Aciual y
Fig. toeal, cááa una, con lndice ñutricional. La prueba
F arrojó
diferencias significativas entre laJmedias.o"
lé Rctuár 11 1a, ros¡ = 8.s851, p.0000) mientras que ra
ANovA aplicado a Fig' ldeal no resultó.sigruficátiva.
u F der
frueoa de Bonfenoni,- d" los datos de Fig. Actual,
(J:g'¿':"'x'"flf"fi:;T,:','i'T:JT:,.9,.üir:?,:;';,'i:,,'",:;J';""J¡,;#$ii*"'"J",
(valores con signos negativos) aparecen figuras ideales
""'n"#:u:u:
óon ,igno, positivos y lo mismo se observa, sólo que en
dirección inversa, en la otra mitad del cuadrante.

3.0. Preocupacion por el peso corporal

3'1 Reactivos que Exploran Preocupación por el Peso. La estimación de la variable preocupación
peso se hace a través de 2 reactivos que se..ubican por et
en lugares diferentes del cuestionario: cuando el reactivo
aparece como, "me preocupa subir de peso..." el porcentajé
mas alto, el gz./", corresponde a la categoría ,,me
preocupa demasiado"; sin embargo, cuando en
el ieactivo ápar"c" término "ioroa, (,,llegar a estar gorda...,,)
porcentaje sube a 49vo para la misma categoría (Ver el
"l porcentaje restante para ambos
Figura s). El
subdivide respectivamente como sigue: "nJme pi"o"rpá...; (13% casos se
vs. 5%); 'rn" ñ;;liü;rffi l'n*u..
7o/o) ; "me preocupa de manera regular..." (2970
vs. lz"l"¡: v "me preocu!" rr"no.. .' (16yo vs. 25%) . un
porcentaje importante (74o/o) de niñas respondieron "me
pi.o.up" mucho y me preocupa demasiado tegar a
estar gorda".

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1.5

N
6
o 0.5
c
.9
()
(ú 0
o
E
ñ
o -0.5

-1

-1.5
Muy Delgada Delgada Normal Sobrepeso Obesa
Figura ldeal 0.35 0.81 0.02 -0.3S -0.09
DE 't.02 1.25 1.04 0.74 0
Figura Actual -0.37 -0.66 -0.21 0.i 1.3
DE 1.02 1.21 0.92 0.7 1.41

F:3ffi fi:,ji", F[:i8li:l ?l:l = Íll


Figura 4: Figuras actuale ideal por fndice nutricional

3.2 Nivel de Satisfacción/lnsatisfacción por Nivel de Preocupación por el Peso. .El análisis por categorfa
de respuesta (para ver cuál era el nivel de satisfacción/ insatisfacción de las niñas según su nivel de
preocupaciÓn) mostró que deltotalde las niñas que dijeron preocuparse demasiado ( n= 44S 48%) más de la
=
mitad, estaba satisfecha con su imagen corporal (n = 241 = 26%), el22% de esas mismas niñas estaba
insatisfecha.
Por otra parte, del total de niñas que respondió me preocupa mucho y demasiad o el 44oh respondió no
estar haciendo dieta y del 56 % que respondió afirmativamente el 44 % estaba relacionado con el control de
peso (para bajar y para subir) mientras que el 12% restante había hecho cambios en su alimentación por
prescripción médica.

4.0 Persona atractiva

4.1 Persona Atractiva por Edad. La Figura 6 muestra la relación que se encontró, entre la e¿aO Oe
preadolescentes y lo que para ellas es una persona atractiva . El reactívo dice:: "según yo una niña atractiva
Ul
es...". Se ofrecen 5 opciones de respuesta que van desde "una niña muy delgada, áelgáda... hasta una niña
gorda, y muy gorda". La media más alta con signo negativo (a menor peso más atractiva media -0.54,DE=
) =
0'77, fue la respuesta típica de las niñas con mayor edad (13 años) mientras que la media más alta con signo
positivo (media = A.42, DE = 0.98) correspondió a las niñas más jóvenes ( 9 años) quienes consideraron
atractiva a personas con relativamente mayor peso. Los resultados del ANOVA fueron significativos para el
factor edad (F (4; 929) = 28.47, p .000). La prueba de Bonferroni arrojó diferencias significativas (p<.gsj en tas
comparaciones de la media de atractividad delgrupo de niñas de 13 años con las de los otros grupos de edad.
4.2. SatisfacciÓn por lndice Nltricional (lN). La relación entre peso corporal expresado como lN y nivel de
satisfacciÓn i insatisfacciÓn con imagen corporal se mostró como sigue: de acuerdo con la definición operacional
hemos señalado que las diferencias indican insatisfacción y que a más grandes sean las diferencias, mayor es
el grado de insatisfacciÓn (Ver 1.1 de esta sección de Resultados). Puede observarse en la Figura Z que las
niñas delgadas y las obesas son las más insatisfechas (media = 1.48, DE = 2.0; media = -t.+g, DE 1.41)
=
mientras que las que menos insatisfacción presentaron fueron las niñas con peso normal (media
= 0.2L DE =
1.3). EIANOVA arrojó una F significativa entre grupos ( F (4, 109) = 7.5669, p .0000) y la prueba de Bonferroni

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2'4' Alteración por lndice Nutricional. En la F-igura 3


se exponen las relaciones que se estabrecieron entre
AlteraciÓn (sobre-estimación/sub-estimación) y el
Z. Los resultados detANOVA arrojaron diferencias
lNl ú"p*t.j!s de tas variables se transformaron a puntajes
significátivas (F ( 4, 109) =22.0756,p .000) entre tas
Puede observarse en la misma Figura cÓmo las medias.
meáias de la variable alteración de las niñas con sobrepeso
con obesidad son negativas (media = -0.71, DE 0.54 y
= ; media= -0.g4, DE = 1.08), lo que significa que
subestiman su imagen corporal, mientras que las de las
niñas clasificadas como delgadas y muy delgadas,
resultaron positivas (media= 2.26, DE = 0.79; media = 0.g2, DE = o.g3) esto es, estas niñas
de sobreestimaciÓn' La media de peso normalresultó: meoL mostraron el efecto
= 0.i5, DÉ = 0.71. t-a piueoa de Bonferroni arro¡ó
múltiples diferencias significativas (p < .05) entre las diferentes
comparaciones por pares de medias.

Calificacirnes Z
F(4. 109) = 22.A7, p =.000

Figura 3. Arteración de ra imagen corporar por indice nutricionar


2'5' Figura actualy Figura ldeal por lndice Nutricional. En la Figura
4 se exponen de manera conjunta las
relaciones que se dieron entre Fig. Aciual yFig. ldeal, caáa una, con lndice ñutricional. La prueba F
arrojó
diferencias significativas entre taJmedias á" Rctuát ff 1a, fOS¡ = 8.5851, p.0000) mientras que ta F det
¡ii
ANovA aplicado a Fig. ldeal no resultó.significátiva. La
frueba di Bonferroni,- o" tos datos de Fig. Actuat,

s'l¿':"T,fl1"fi*'T,:,'i'T:i ;:¡¡lrlh$xi,h":Rf:';#.T;ieHn'.":sr;:Tx'";::j:
(valores con signos negativos) aparecen figuras ideales
óon .ignor positivos y lo mismo se observa, sólo que en
dirección inversa, en la otra mitad delcuadrante.

3.0. Preocupacion por el peso corporal

3'1 Reactivos que Exploran Preocupación por el Peso. La estimación de la variable preocupación
peso se hace a través de 2 reactivos que se ubican por el
en lugares diferentes del cuestionario: cuando el reactivo
aparece como' "me preocupa subir de peso'.." el porcentajé
mas alto, el 32%, corresponde a la categoría ,,me
preocupa demasiado"; sin embargo, cuando en el ieactivo
áparece eltérmino "gorda,, (,,llegar a estar gorda...,,) el
porcentaje sube a 49o/o para la misma eategoría (Ver
Figura 5). El porcentaje restante para ambos casos se
subdivide respect¡vamente como sigue: "nJm" pi"o"upá. ..;
7oA) ; "me preocupa de manera regular..." (297. vs.
1t3vo vs. 5%); "." ;;;,.iü;."p""", l'n*u,
1sil"); y "me preocu'é" rrtno.. ." (16% vs. 25%) . un
porcentaje importante (74%) de niñas respondieron "me pi"orrp"
mucho y me preocupa demasiado llegar a
estar gorda".

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mostrÓ diferencias significativas (p < ,05) entre: a) la media de satisfacción


i insatisfacción de las niñas obesas
comparada cada vez con las de las niñas con peso normal, delgadas y
muy delgadas; y b) la media de las niñas
con sobrepeso comparada con la de las niñas delgadas.

60
(t 50
q
(l)
c 40
g
o
E 30
o
'd
E 20
o
o
o
o- 10

0
Nada poco Regular Mucho Demasiado
Peso
Subirde 13.2 9.i 28.9 16.3 32.s
LLegar a estar corda 5 7.4 13.4 ZS.3 48.8

Figura 5: Distribución de la variable preocupación por el peso corporal en sus versiones ,,subir
de peso" y "llegar a estar gorda"

0.6

0.4
N
o
o,
0.2
c
.o
o
(ú 0
o

f6
(J -0.2

-0.4

-0.6
9 l0 11 12
Medias ul 0.42 o.32 0.2 -0.14
DE 0.98 1.05 0.96 0.94

Edad F(4, 929) = 28.47, p = .0OO

Figura 6: Persona atractiva por edad

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5. Seguimiento de dietas

5.1 Dieta para elControl del Peso Corporal. El porcentaje más alto, el 48o/o (463 niñas) respondió que en
el último año no había hecho cambios en su alimentación. Del52% restante que respondió positivamente el 23%
(225 niñas) dijo que fue para bajar de peso, mientras que el160/o (157 niñas) lo hizo para subir de peso y el 13%
(117 niñas) hizo cambios por prescripción médica .

2
1.5
1
N
rt,
(l)
c 0.5
.9
c)
(ú 0
.9
E -0.5
o
-1
-1.5
-2
Muy Delgada Delgada Normal Sobrepeso Obesa

Med¡a 0.73 1.48 0.21 -0.46 -1.48
DE 0.66 2 1.34 0.88 1.41

F(4, 109) = 7.5669, p = .000


Figura 7. Satisfacción con la imagen corporal por índice nutricional

5.2 Dieta para el Control de Peso por Edad. Al cruzar los datos de las variables dieta por edad, se
encontró que el porcentaje más alto de seguimiento de dietas (32o/o) resultó en el grupo etario de 11 años (n =
160).
5.3. Satisfacción por Seguimiento de Dieta. Las niñas que mostraron estar más satisfechas .O
imagen corporal (media = -0.14, DE = 0.74) fueron las niñas que dijeron no haber hecho cambios"on en su
alimentación (no seguimiento de dietas especiales). Las niñas que respondieron que estaban haciendo dieta
para bajar de peso se mostraron ligeramente insatisfechas (media = -0.21, DE = 0.78) mientras que las niñas
relativamente más insatisfechas fueron las que respondieron que estaban haciendo dieta para subir de peso
(media= -0.59, DE = 0.77). El ANOVA arrojó diferencias significativas (F (2,801) = 20.05, p.000) entre ta
media de satisfacción corporal para subir de peso comparada con la media : a) de las niñas sin dieta y b) de
las niñas con dieta para bajar de peso, de acuerdo con los resultados de la prueba de Bonferroni (p<.05).

6. Percepción de partes corporales

6.1. Partes Corporales por lndice Nutricional (lN). Se presentaba a las niñas una lista con nombres de
diferentes partes del cuerpo ( estómago, caderas, busto, etc.) y se les daba 5 opciones de respuesta
relacionadas con su tamaño, que iban desde "muy grande, grande adecuado, hasta pequeño y muy pequeño"
con puntajes del 5 al 1 respectivamente. En la Figura B puede verse que las niñas con sobrepeso y obesidad
son las que perciben, en general, sus partes corporales relativamente más grandes que los otros dos grupos

160
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il,
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(niñas con peso normaly niñas delgadas). También puede apreciarse, cómo estos dos últimos se entremezclan,
aunque las respuestas de las niñas de peso normal están más próximas al puntaje correspondiente a tamaño
adecuado. Los asterísticos señalan las diferencias significativas (p <.05) encontradas entre las medias de
autopercepción de partes corporales de las niñas con peso normal vs. las de las niñas con sobrepeso y
obesidad.

2
* Busto *Muslos . Estómago Cadera Cara
* Espalda * Cuerpo Estatura Pompas Brazos

' Diferencias significativas al .05


Figura 8. Percepción de partes corporales por índice nutricional

DISCUSION

El propósito central del presente estudio fue conocer si en niñas tan jóvenes como las de nuestra
(de 9 a 13 años) se presentaban factores de riesgo (para eldesarrollo de trastornos de la alimentaciÓn)
-¡nuestra con imagen corporal. De acuerdo con los resultados recién expuestos, la respuesta es afirmativa
. lsociados
- -pues encontramos que casi la mitad de las preadolescentes de nuestro estudio estaban insatisfechas con su
imagen corporal, y más de la mitad (n = 519 niñas = 54%) presentaron el efecto de alteración.
Estos hallazgos cobran mayor relevancia con respecto a nuestro propósito de investigación, si se toma
en cuenta que la figura ideal de prácticamente el total de la muestra (94%) fue una figura delgada , lo que
significa que a esta edad (media =11 años t I D.E. ) ya está presente, en una proporción mayoritaria, la
aceptación del estereotipo social'de la cultura de la delgadez (centrado en la idea que un cuerpo delgado es el
determinante del atractivo de la mujer). Sin embargo, debe subrayarse que la aceptaciÓn de dicho estereotipo o
el deseo de una figura ideal delgada fue generalizado, al igual que se ha encontrado en otros estudios, ya que
este deseo resultó independiente tanto del nivel de satisfacción como del de la alteraciÓn de la imagen corporal
Sin embargo, un análisis más preciso, mostró: a) que a los 11 años la figura ldeal era más delgada que la de las
otras edades, b) que a partir de esa misma edad (de los 11 a los 13 años) las niñas consideraban como más
atractivas a las personas más delgadas y c) que fue este mismo grupo etario (11 años ) en el que se
produjo el porcentaje más alto (en comparación con los de los grupos de 9, 10 12, y 13 años) de seguimiento de
dieta relacionada con control de peso. Deberá agregarse, por otra parte que las tres cuartas partes de las niñas
_.,
, de la muestra respondieron e.star preocupadas (mucho y demasiado) con su peso corporal no obstante que: a)
en esa misma proporción y de acuerdo con su lndice Nutricional (un indicador objetivo) eran niñas cuyo peso

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resultÓ, normal, por abajo y muy por abajo de éste; b) de acuerdo con su propia percepqgn (un indicador
subjetivo) se consideraban, en mayor medida (más de la mitad de las niñas de ia muestra) delgadas y
muy
delgadas; c) un poco menos de .la mitad respondió no estar haciendo dieta y en otra proporción igual
respondieron que si la estaban haciendo con propósitos de control de peso (para bájar o para subir) y d)
más
de la mitad de esas niñas (que respondieron preocuparse demasiado) sé enconiraban satisfechas con su
imagen corporal' Con respecto a la percepción de partes corporales los resultados muestran que las
niñas con
sobrepeso y obesidad percibieron más grandes algunas partes, por ejemplo, muslos, estómago y pompas
entre
otras, confirmando los hallazgos de otros estudios (v.gr., Davies & Furnham, 1986, cltados pór toro a V¡tardet,
1987; Estrada & Zúñiga, 1997) quienes reportan insatisfacción especialmente con dichas partes además de
señalar también correlación con sobrepeso real o percibido.
Ahora bien con respecto al efecto de alteración de la imagen corporal, encontramos resultados
interesantes e importantes desde el punto de vista teórico, en tanto, muestran y confirman la misma dirección
de resultados frecuentemente reportados tanto en la literartura internacional como nacional, en el sentido que
las personas delgadas y muy delgadas sobre-estiman su imagen corporal. La teoría nos indica cómo en el caso
extremo, por ejemplo las anoréxicas,, pueden percibirse con sobrepeso cuando realmente se encuentran en
grados avanzados de emaciaciÓn, mientras que las personas con sobrepeso y obesidad son las que suelen
sub-estimar su tamaño corporal. Esta relación quedó estadísticamente probada jy claramente visualizaOa en ll
Figura 3 de la secciÓn de Resultados) confirmando, por otra parte, hallazgos previos entre adolescentes (N;;p
& Gidycz, 1993; Unikel & Gómez pérez-Mitré, 1996).
' Lo más importante desde el punto de vista teórico, esto es, desde la perspectiva de resultados esperados,
es la relaciÓn entre factores de riesgo asociados con imagen corporal y el seguimiento de dieta para el control
de peso que también se ha documentado ampliamente como factor de riesgo. Dicha relación se confirmó,
puesto que las niñas que no estaban haciendo dieta, que no habían hecho cambios a su alimentación durante
el
último año, se mostraron significativamente más satisfechas que las que sí lo habían hecho; además, las que lo
habían hecho para subir de peso estaban más insatisfechas todavía, que las que lo hacÍan para ba¡ar.
Curiosamente el tipo de dieta (para subir o para bajar de peso) fue independiente del efecto de alteración: la
subestimaciÓn como la sobreestimación del tamaño del cuerpo no mostraron un patrón de asociación con tipo
de dieta, como si se encontró con satisfacción/insatisfacción. Al respecto debe agregarse, que un poco más de
la tercera parte de las niñas de la muestra respondió haber hecho cambios en su O¡eta tanto para bajar como
para subir de peso. Estos resultados van en la misma dirección de los reportados por Fosson, Knibbs,
Bryan-
Waugh & Lask (1987): quienes encontraron trastornos de la alimentación en niños con edad promedio de 10.7
años y concluyeron que una involucraciÓn activa en dietas para el control de peso es uno de los principales
factores predisponentes, para el desarrollo de trastornos de alimentación Este hallazgo mryor
importancia si se toma en cuenta que estas niñas, por su edad, son totalmente dependientes áe los "obra
mayores.,
en lo que a la ingesta alimentaria se refiere. De esta manera "hacer dieta" en estas edades (de 9 a 13 años)
implica, saltarse algún alimento del día ( por lo general, la cena y/o el desayuno), dejar de consumir tortillas
pan, frijoles, y en general alimentos que consideian hipercalóricos, (Gómez-peresmitré & Avila, Angulo, gág)t
vtÓ
f
De esta manera las niñas se exponen a una serie de riesgos adicionales a los que conlleva la restricción
alimentaria per se, y adicionales a los que se exponen las chicas mayores que pueden tener más decisión o
mayor control sobre su alimentaciÓn y por consiguiente, acceso a orientación si no especializada por lo menos
de sus mayores.
Con respecto al propÓsito metodolÓgico de probar en muestras de población preadolescente la
adecuaciÓn del uso del lndice Nutricional (lN) comparándola con la del lndice de Masa Corporal ( tMC
)
encontramos que aunque la distribución resultante del lN no es la respuesta al problema planteado por la
utilización del lMC, si constituye una alternativa que requiere de mayor investigación. La distribución del IMC
resultaba severamente cargada hacia la izquierda de tal manera que más del S0 por ciento de los sujetos
quedaban dentro de la clasificaciÓn "peso por abajo y muy por abajo del normal ". De hecho
en otros estudios et
alto porcentaje de niñas y niños asÍ clasificados (v.gr., Gómez, Pérez-Mitré, 1gg7) nos llevó a preguntarnos
si
tales resultados serían artefacto de los valores de clasificación utilizados. Los datos de este estudio del lN
comparados con los del IMC mostraron los siguientes cambios: a) corrección del coleo negativo de la curva y
b) normalizaciÓn de la proporciÓn (casi duplicándola) , de la categoría peso normal (Ver Figura 2). La limitación
del lN se evidenciÓ en las categorÍas de sobrepeso y obesidad encontrándose entonces un óoleo positivo, que la

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distribuciÓn del IMC no produce, por lo que muestra proporciones


, de sobrepeso y obesidad más ajustadas a la
realidad desde el punto de vista ieÓrico y en comparación
niños con edades menores a 5 años, puesto que y de acuerdo
con las de ras distribuciones de adolescentes y de
con nuestra revisión bibliográfica, podemos
afirmar que en México, no tenemos estadísticai de sobrepeso y
de obesidad para preadolescentes. Así, entre
los niños y niñas menores de 5 años se reportan prevalenciai
de obesidal iÁ,..qrl"l teniendo en cuenta peso
para talla y considerando peso para edad- (2.2o/") (sepúlveda
Amor, lggo), ri"ntr"" que en adolescentes tos
porcentajes reportados van del 4% al l07o utilizando'el
IMC (Góme.,,é'ér".- Mitré, 1993a, 1995) y 11%
utilizando el lndice Nutricional (saucedo, 1996). con base en lo
anterior se esperaría que el porcentale de
obesidad entre los preadolescentes cayera-dentio de un rango del
5% al B%.. En esa misma Figura (2) pueden
apreciarse los efectos en los extremos, señalando la necesi-dad de
más investijacion, ya que aparentemente lo
que se requiere es una distribuciÓn similar a la parte izquierda y
central de la distribución del lN con ta parte
derecha de la distribución del lMC.
En suma, puede afirmarse con base en los resulta{os del presente
estudio que entre las escolares
mexicanas preadolescentes de las muestras estudiada", ie pre"entaron
factores de riesgo asociados con

+,,ilffi ;nT,"¿,fr
""J;::i,i'+J::ffixl:|L,l::ft n:ffiilfiHiliiq:,;:Í"li"1tgru
seguimiento de dietas para control del peso y deseo de una iigura
idear cetgaiái esta presencia de factores de
riesgo asociados con imagen corporal quedó aceptablemente apuntalaoa -por
los resultados que permitieron
comprobar que insatisfacciÓn con imagen corporal se relacionaba significaiivamente
con conducta alimentaria
dirigida al control de peso.
Sin embargo, y ya para terminar, debe destacarse la importancia que para
la interpretación de nuestros
resultados tienen las consecuencias teÓricas de dos de nuestros
hallazgos más impactantes: 1) el deseo de una
figura ideal delgada y muy delgada que prácticamente mostró ser una
iespuesta genérica e independiente tanto
de indicadores objetivos como subjetivos y que constituye como lo señalan
Garfinkel, Garner & Goldbloon
(1987) un factor de riesgo de naturaleza sociocultural (delgadez altamente valuada) para
trastornos de la alimentación' Al respecto, consideramos qre es muy probable el inicio de los
que sea precisamente esa
naturaleza sociocultural la que vuelve más insidioso su efecto permitiénáo
que su presencia ubicua facilite la
internalizaciÓn del deseo de delgadez, desde edades tempranas. De
aquí, también, que dicho deseo no se vea
afectado por el peso corporal real (por ejemplo, tener grása corporal por
abajo de una valor esperado) ni por
una autoimagen corporal delgada (por ejemplo, autopercibirse con peso
corporal por abajo del normal), y 2) Ia
preocupaciÓn excesiva por el peso, esto es, tener miedo
o temor a subir, a:llegar a ser gorda u obesa, que de
acuerdo con varios investigadores ( v. gr., Brownell & Rodin, 1994;
Fallon, x"tti1.n, & wooley, 19g4) es to que
.Iiropicia la conducta dietaria, que a su vez, predice trastornos de la
-
alimentación tal y cómo lo demuestran los
\. Isultados' tanto de estudios longitudinales como transversales (v. gr., patton, Johnson-Sabine,
Wood, Mann &
- wakeling, 1990; Polivy & Herman, 1985). Lo importante a destaca, e" que
esta preocupación excesiva que
afecta a una gran parte de las niñas está presente en situaciones que
uno no lo esperarÍa, por ejemplo, en niñas
delgadas, en aquellas que respondieron estar satisfechas, en niñas que no
estaban haciendo dieta. sin
embargo parece ser que dicha preocupaciÓn no es fácilmente eliminable, posiblemente
por la poctr definición y
mínima estabilidad de los atributos corporales percibidos como ideales.
Así pues, determinar qué variables
específicas confluyen para diferenciar las condiciones en que una excesiva preocupación
permitirá predecir
conducta dietaria para el control de peso y en cuáles no, poi un rado, y por
el otro, por qué tas niñas
que hacen dieta para subir de peso se muestran más insatisfechas que'las "ono"er
que la hacen para bajar, constituyen
problemas de investigación típicos de nuestro contexto sociocultural.,

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