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LICENCIATURA EN ENFERMERÍA

PATOLOGÍA GINECOOBSTÉTRICA

UNIDAD: VI

TEMA:

Parto instrumentado

Maestro (a):
Grupo: D-2
Equipo 3:
}., a 22 de noviembre del 2021.
Los partos instrumentales son partos vaginales realizados con el uso de fórceps o
un dispositivo de aspiración o vacuum. Una vez que se aplica cualquiera de los
dos a la cabeza del feto, la tracción externa genera fuerzas que aumentan el
empuje de la madre para que el feto salga a través de la vagina. La función más
importante de ambos dispositivos es la tracción. Además, los fórceps también se
pueden usar para la rotación, particularmente desde las posiciones occipitales
transversales y posteriores.

Si es técnicamente factible y puede lograrse de manera segura, la terminación del


trabajo de parto en la segunda etapa mediante instrumentos de tracción se indica
en cualquier condición que amenace a la madre o al feto y que probablemente se
alivie con el parto. Algunas indicaciones incluyen patrones inquietantes de ritmo
cardiaco fetal y separación prematura de la placenta.
Algunas indicaciones maternas incluyen cardiopatía, riesgo pulmonar, infección
intraparto y ciertas afecciones neurológicas. Las más comunes son el agotamiento
y el trabajo de parto prolongado en la segunda etapa. Sin embargo, no se ha
identificado una duración máxima específica más allá de la cual todas las mujeres
deben ser consideradas para el parto vaginal instrumental.
El parto instrumental se realiza generalmente desde una estación baja o de salida.
Además, el parto por fórceps o aspiración no se debe realizar de forma electiva
hasta que se cumplan los criterios para un parto de salida. En estas
circunstancias, el parto instrumental es una operación simple y segura, aunque
con cierto riesgo de lesión del tracto reproductivo inferior de la madre.

Existen dos técnicas para llevar a cabo la realización de un parto instrumentado:


Un parto con Fórceps y extracción por aspiración.

Parto con fórceps: Técnica instrumental de parto donde se utiliza un instrumento


denominado Fórceps, para sujetar la cabeza del bebé y así guiarlo hacia fuera del
canal de parto. Por lo general esto se produce durante una contracción mientras la
madre puja.
Extracción por aspiración: Técnica instrumental de parto donde la ventosa,
campana blanda o rígida con un mango y una bomba de vacío se coloca sobre la
cabeza del bebé para ayudarlo a salir por el canal de parto. También de manera
general se produce durante una contracción mientras la madre puja.
Morbilidad
Existe un mayor riesgo de ciertas morbilidades tanto para la madre como para el
feto cuando se emplea el parto instrumental. En general, están relacionadas con la
facilidad con la que se realiza el parto.

Las complicaciones maternas más frecuentes durante el parto son:


• Laceraciones cervicales.
• Desgarros vaginales.
• Prolongación de la episiotomía.
• Anemia por sangrado excesivo.
• Retención urinaria en puerperio inmediato.
• Desgarros perineales.
Los desgarros vaginales se ven más cuando se utiliza un fórceps curvo y/o se
realiza rotación. Puede ocurrir anemia por sangrado excesivo cuando hay lesiones
periuretrales y en cara anterior de vagina.
La retención de orina en el puerperio inmediato es frecuente por el edema y la
formación de hematomas alrededor de la uretra.
Los desgarros perineales y/o la prolongación de la episiotomía pueden producir
lesiones del esfínter y de la mucosa rectal y se puede presentar debilidad,
incompetencia y fístulas. Estas complicaciones pueden presentarse en
circunstancias en las que la rotación digital ha fracasado y cuando están presentes
los factores que aumentan el riesgo de morbilidad en el parto instrumental.
Las mayores tasas de distocia de hombros observadas con la extracción por
aspiración o con vacuum pueden ser consecuencia del ángulo de tracción.

Morbilidad materna
En general, una estación más alta y/o un mayor grado de rotación aumentan las
posibilidades de lesiones maternas o fetales. La morbilidad se compara más
adecuadamente con la morbilidad por parto mediante cesárea, y no con el parto
vaginal espontáneo. Éste es el elemento de comparación más apropiado porque la
alternativa al parto instrumental indicado es el parto por cesárea.

Por ejemplo, la herida posparto o la infección uterina es más frecuente en mujeres


después de una cesárea en comparación con el parto vaginal instrumental.
Además, en un estudio de más de 1 millón de nacimientos, informaron que el parto
por cesárea, a diferencia del parto vaginal instrumental, constituía un riesgo de
histerectomía periparto.
Laceraciones.
Las mismas condiciones que llevan a las indicaciones para el parto instrumental
también aumentan la necesidad de episiotomía y la probabilidad de laceraciones.
Dicho esto, los partos por fórceps y aspiración se relacionan con tasas más altas
de
laceraciones de tercer y cuarto grado, así como de laceraciones de la pared
vaginal y del cuello uterino.
Al parecer, éstas ocurren más frecuentemente con los fórceps en comparación
con la extracción por aspiración, y en especial si hay una episiotomía de línea
media.

Trastornos del suelo pélvico.


Este término abarca la incontinencia urinaria, la incontinencia anal y el prolapso de
los órganos pélvicos. Se ha sugerido que el parto vaginal instrumental es un
posible factor de riesgo para que ocurran cada una de estas condiciones. Los
mecanismos propuestos incluyen riesgo estructural y/o denervación del suelo
pélvico como resultado de las fuerzas ejercidas durante el parto. La paridad y
específicamente el parto vaginal son factores de riesgo para la incontinencia
urinaria.
Sin embargo, muchos estudios no apoyan que exista un mayor riesgo en
comparación con el parto vaginal solo.

Las pruebas que vinculan la incontinencia anal con el parto vaginal instrumental
son contradictorias. Algunos estudios muestran que el trastorno del esfínter anal
causado por una episiotomía de orden superior, pero no el modo de parto, es el
principal factor etiológico notablemente asociado con la incontinencia anal. Por el
contrario, otros vinculan directamente el parto instrumental con esta complicación.
Sin embargo, puede que estos estudios no sean incongruentes: recuerde que el
parto instrumental se asocia con mayores tasas de episiotomía de orden superior.
Es importante destacar que varios estudios y revisiones no han encontrado que
mediante cesárea la paciente esté protegida contra la incontinencia anal.

Morbilidad perinatal

Lesión perinatal aguda.


Estas lesiones son más frecuentes con el parto vaginal instrumental que con el
parto por cesárea o el parto vaginal espontáneo. Las lesiones pueden ocurrir con
cualquiera de los métodos. Son más frecuentes con la extracción por aspiración, y
los tipos asociados con este dispositivo incluyen cefalohematoma, hemorragia
subgaleal, hemorragia retiniana, ictericia neonatal derivada de estas hemorragias,
distocia de hombro, fractura clavicular y laceraciones del cuero cabelludo.

Si se compara el parto vaginal instrumental con la cesárea, puede observarse que


las tasas de hematoma extracraneal, fractura de cráneo, lesión del nervio facial o
plexo braquial, hemorragia retiniana y laceración facial o del cuero cabelludo son
menores con el parto por cesárea y con este último se elimina la distocia de
hombros. Sin embargo, es importante destacar que las tasas de acidemia fetal no
aumentan con el parto instrumental.

Mecanismos de lesión aguda.


Los tipos de lesión fetal con parto instrumental pueden explicarse generalmente
por las fuerzas ejercidas.
En casos de cefalohematoma o hemorragia subgaleal, la succión y tal vez la
rotación durante la extracción por aspiración puede conducir a una laceración de
un
vaso primario.
La hemorragia intracraneal puede deberse a la fractura del cráneo y a la
laceración de vasos o a laceración de vasos solos debido a las fuerzas ejercidas.
Con parálisis del nervio facial, una de las hojas del fórceps puede comprimir el
nervio contra los huesos faciales.
PARTO CON FÓRCEPS
Se denomina fórceps al instrumento emparejado, y cada miembro de este par se
llama rama. Las ramas se nombran de izquierda o de derecha de acuerdo con el
lado de la pelvis materna al que se aplican. Cada rama tiene cuatro componentes:
hoja, vástago, cierre y mango. Cada hoja tiene un dedo, un talón y dos curvas. De
estos, la curva cefálica externa se ajusta a la cabeza fetal redonda, mientras que
la curva pélvica ascendente corresponde más o menos a la curva del canal del
parto. Algunas hojas tienen una abertura dentro o una depresión a lo largo de la
superficie de la hoja y se denominan fenestradas o pseudofenestradas,
respectivamente. La verdadera fenestración reduce el grado de deslizamiento de
la cabeza durante la rotación de las hojas.

Explicación externa del cuadro:


La clasificación para el sistema de parto de aspiración es la misma que para los
fórceps, sólo que este se utiliza para la tracción, pero no para la rotación.
Se puede utilizar el fórceps, pero no el extractor, para un parto de presentación
facial con mentón anterior.
El fórceps Piper se puede usar para sacar la cabeza durante el parto de nalgas.

Los fórceps Simpson tienen hojas fenestradas, vástagos paralelos y cierre inglés.
La curva cefálica acomoda la cabeza fetal.
Los fórceps Luikart tienen hojas pseudofenestradas, vástagos superpuestos, cierre
móvil, mangos con ranura de lengüeta. La curva pélvica está marcada en este
ejemplo por la línea negra.
Para las posiciones OA o LOA, el
mango izquierdo del fórceps se
sostiene con la mano izquierda. La
hoja se introduce en el lado izquierdo
de la pelvis entre la cabeza del feto y
los dedos de la mano derecha del
operador.

Arco de inserción de la hoja. Es


importante destacar que el pulgar de
la mano derecha guía la hoja durante
la colocación, como se muestra en la
figura.
En la aplicación de la segunda hoja,
la fuerza de inserción se genera
principalmente por el pulgar.

A. Los mangos están colocados y


articulados simétricamente.
B. El vértice es OA.
Aplicación incorrecta del fórceps.
A. Una hoja sobre el occipital y la otra sobre la frente. El fórceps no se puede
bloquear.
B. Con una colocación incorrecta, las hojas tienden a resbalarse con la tracción.

A. Si es LOA, el vértice se gira


(flecha) desde esta posición a OA.
Con el fórceps bajo, se indica la
dirección de tracción suave para la
salida de la cabeza (flecha). El vector
cambia con el descenso fetal.

Presentaciones faciales.
Con una presentación facial de mentón anterior, se puede utilizar un fórceps para
efectuar el parto vaginal. Las hojas se colocan a los lados de la cabeza a lo largo
del diámetro occipitomental, con la curva pélvica dirigida hacia el cuello. La
tracción hacia abajo se ejerce hasta que la barbilla aparece bajo la sínfisis. Luego,
mediante
un movimiento hacia arriba, la cara se extrae lentamente y la nariz, los ojos, la
frente y el occipucio aparecen en sucesión sobre el margen anterior del perineo. El
fórceps no debe aplicarse a la presentación posterior del mentón porque el parto
vaginal se hace imposible, excepto en fetos muy pequeños.
EXTRACCIÓN POR ASPIRACIÓN

Diseño del extractor


Con el parto por aspiración, la succión se crea dentro de una taza colocada en el
cuero cabelludo del feto, de modo que la tracción en la taza ayuda a la expulsión
fetal.
Los beneficios teóricos de esta herramienta en comparación con los fórceps
incluyen requisitos más simples para la colocación precisa en la cabeza del feto al
mismo tiempo que se evitan las hojas que ocupan espacio dentro de la vagina y,
de esta forma, se mitiga el trauma materno.
Los dispositivos de aspiración contienen una copa, un eje, un mango y un
generador de vacío. Las copas de aspiración pueden ser de metal o de plástico
duro o blando, y también pueden diferir en su forma, tamaño y reutilización.
Existen dos tipos principales de copas:
La copa blanda es una cúpula flexible con forma de campana, mientras que la
copa del tipo rígido es aplanada en forma de hongo y con una franja circular
alrededor del borde de la copa.
Cuando se comparan, las copas rígidas con forma de hongo generan una fuerza
de tracción significativamente mayor.
Técnica

El dibujo muestra la colocación


correcta de la copa en el punto de
flexión. A lo largo de la sutura sagital,
este punto se encuentra a 3 cm de la
fontanela posterior y a 6 cm de la
fontanela anterior.

Debido a que los diámetros de las copas varían de 5 a 6 cm, cuando se colocan
correctamente, el borde de la copa se encuentra a 3 cm de la fontanela anterior.
Debe evitarse la colocación de la copa de forma más anterior en el cráneo del feto
(cerca de la fontanela anterior) ya que conduce a la extensión de la columna
cervical
durante la tracción, a menos que el feto sea pequeño. Dicha colocación también
extrae un diámetro de cabeza fetal más amplio a través de la abertura vaginal. Por
último, la colocación asimétrica en relación con la sutura sagital puede empeorar
el asinclitismo.
Durante la colocación de la copa, el atrapamiento de los tejidos blandos maternos
predispone a la madre a laceraciones y garantiza el retiro de la copa,
coloquialmente llamado “pop off”. Por tanto, toda la circunferencia de la copa debe
palparse antes y después de que se ha colocado el extractor, y de nuevo antes de
la tracción para excluir tal atrapamiento.
Cuidados después del parto instrumentado en la mujer

El fórceps medio, el parto prolongado y la inmovilidad son factores de riesgo de


tromboembolismo. Las mujeres deben ser evaluadas de nuevo después del PI
para los factores de riesgo de tromboembolismo venoso y considerar la
tromboprofilaxis si es necesaria.
Todas las mujeres sometidas a un PI deben tener vigilancia del balance de
líquidos por lo menos durante 24 horas para detectar la retención urinaria después
del parto.
Las mujeres que han recibido anestesia espinal o anestesia peridural pueden estar
en mayor riesgo de retención y se les debe ofrecer una sonda permanente, que se
mantenga por lo menos 12 horas después del parto para prevenir retenciones
asintomáticas de la vejiga. A las mujeres se les debe ofrecer fisioterapia como una
de las estrategias para prevenir la incontinencia urinaria.

Bibliografías:

Cunningham, F. G., & Williams, J. W. (2019). Williams obstetricia (25.a ed.).


McGraw-Hill Education.

Valenti, Eduardo A., Almada, Rubén D., Presta, Edgardo, Gowdak, Andrea, GUÍA
DE PRÁCTICA CLÍNICA: PARTO INSTRUMENTAL. Revista del Hospital Materno
Infantil Ramón Sardá [Internet]. 2010; 29 (3): 123-133. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=91214812006

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