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TODOS: Ven Espíritu Divino, manda Tu luz desde el cielo, Padre amoroso del pobre, Don en tus dones esplendido, Luz que
penetras las almas, Fuente del mayor consuelo. Ven dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el
duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del
alma, Divina Luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro. Mira el poder del pecado cuando no
envías tu aliento, riega la tierra en sequía, sana al corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad
y tu gracia, Dale al esfuerzo su mérito, Salva al que busca salvarse, y danos tu gozo eterno, AMÉN.
GUÍA: Podemos sentarnos para complementar esta invocación con el este canto…
C A N T O
GUÍA: Este acto de reparación lo haremos a dos coros, iniciando los que están del altar hacia la izquierda y continuando los
que estamos del lado derecho… Los que puedan nos podemos de rodillas.
LECTOR 1: Señor, te pedimos humildemente, que aceptes este momento de Oración como reparación por los crímenes
contra la santidad de toda vida humana inocente. Por eso cantando diremos juntos “Te rogamos óyenos”.
LECTOR 2: Como acto de fe en la Providencia Divina que continúa gobernando el mundo con amor.
LECTOR 1: Como acto de esperanza en que la juventud del mundo pueda llegar a conocer los verdaderos valores y vivir de
acuerdo con ellos.
LECTOR 1: Perdón, Señor, por los que no tuvieron la oportunidad de conocer este maravilloso mundo que tu creaste y
nunca supieron lo que es dormir seguros en el regazo de sus madres.
LECTOR 2: Permíteles gozar de tu perfecto amor de Padre y del regazo maternal de Maria Santísima, en un rinconcito
especial de tu majestuoso reino y concédeles un día reunirse con sus respectivas familias terrenales.
LECTOR 2: Te pedimos perdón también, Señor, por todos aquellos que son rechazados, maltratados o asesinados.
LECTOR 1: No sólo los niños por nacer, sino además los ya nacidos, los ancianos y los que dependen de otros por su
enfermedad y fragilidad. Perdón y misericordia, Señor.
LECTOR 1: Te prometo pedirles a otros que también se ofrezcan para defender la santidad de toda vida humana inocente.
LECTOR 2: Pero ahora, con el afán de hacer esta ofrenda más agradable a tus ojos, te pedimos que derrames tu
misericordia en nosotros y nos concedas tu perdón por nuestros malos sentimientos, pensamientos y acciones,
negligencias espirituales e indiferencias.
LECTOR 1: Regálanos humildad, fortaleza y sabiduría para reconocer nuestras faltas y así poder enmendarlas.
GUÍA: Pero necesitamos de tu ayuda, pues solo con la fuerza de tu Santo Espíritu, podremos vencer las tentaciones que
nos asechan. Por eso te decimos: Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho
de pensamiento, palabra y omisión. Por mi cupa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María Virgen; a los
Ángeles, a los Santos y a ustedes hermanos que intercedan por mi ante Dios nuestro Señor Jesucristo, AMEN.
(MOMENTO DE SILENCIO)
Página 3
GUÍA: Tomemos asiento y extendamos este acto de reparación, uniéndonos a entonar el siguiente canto.
C A N T O
GUÍA: Nos ponemos de pie para que, a través de esta oración, hagamos un compromiso ante Jesús Sacramentado para
defender la VIDA, desde su concepción hasta su término natural… también será a dos coros, inician los del lado izquierdo:
MUJERES: Padre Celestial, te pedimos por la intercesión de la Sagrada Familia, la protección para permanecer firme contra
Satanás y todas sus huestes que nos engañan para permanecer indiferentes ante los atentados contra la VIDA.
HOMBRES: Que reconozcamos la verdad contra las mentiras y los errores del enemigo astuto, que presentan lo malo
como bueno y lo bueno como malo
MUJERES: Que actuemos con verdadera justicia para vencer los malos pensamientos y las acusaciones del maligno que nos
llevan a la división y al odio que destruye la VIDA
HOMBRES: Jesús, María y José que imitando su ejemplo renunciemos a las falsas seguridades y las comodidades
mundanas que nos impiden ser defensores de la VIDA ante la sociedad
MUJERES: Creemos Señor, pero aumenta nuestra fe para amar y defender la VIDA, cerrando el camino de mi alma a las
dudas e incredulidades
HOMBRES: Oramos para que el Espíritu Santo nos capacite y podamos romper toda esclavitud que nos aleje de nuestra
misión de ser promotores del Evangelio de la VIDA.
MUJERES: Que vivamos una vida de oración que nos lleve a tener un encuentro personal con el Dios de la VIDA, quien por
amor dio su VIDA para nuestra salvación
(MOMENTO DE SILENCIO)
C A N T O
MOMENTO 4: Ofrecimiento
GUÍA: Permanezcamos sentados… Te ofrecemos estas oraciones por la misión que nos has confiado; la misión de defender
la vida humana desde su comienzo con el milagro de la concepción, hasta la serenidad espiritual de la muerte natural. Para
que no nos desanimemos ni perdamos tu dirección. También estas intenciones las haremos a dos voces iniciando con
quienes están del lado izquierdo del Altar para después responder todos juntos… “Te lo pedimos amado Señor”.
LECTOR 3: Bendice, protege y dirige a todos los que nos encontramos aquí ante tu presencia, para que seamos verdaderos
defensores de la vida. Purifícanos con el fuego de tu espíritu para promover y permanecer como un solo cuerpo y una sola
voz, que permita que, en comunidad luchemos una sola batalla contra el pecado y la muerte. Oremos.
LECTOR 4: Que tu Divina Providencia nos ampare y nos regale los medios espirituales, humanos y materiales necesarios
para servirte eficazmente, sobre todo danos tu gracia, dones y carismas para cuidar y preservar la vida. Haznos dóciles a tu
voluntad; pero fuertes contra el enemigo, contra las corrientes del mundo y contra nuestras propias concupiscencias.
Oremos…
LECTOR 3: Te ofrecemos todos nuestros sentidos y facultades, para que llenos de fe, amor, valentía y justicia alcemos la
voz de forma pacífica pero decidida contra toda decisión o acción que atente contra la vida, ya que, hasta hoy nos hemos
mantenido pasivos y en silencio. Oremos…
LECTOR 4: Aquí tienes nuestros corazones que te piden que bendigas, protejas, santifiques, utilices y guíes a nuestros
seres queridos, nuestro trabajo y los bienes que en tu infinita misericordia nos has regalados para que no nos cansemos o
desesperemos al trabajar por la defensa de la vida, pese a que de momento no se vean los frutos esperados. Oremos.
LECTOR 3: Te ofrecemos nuestra oración por los Obispos y sacerdotes, especialmente aquellos que son débiles, los que
están en crisis, los que han caído y los que están enfermos, para que puedan vencer los obstáculos que les impiden
desarrollar plena y santamente su ministerio; también te pedimos que les hagas un llamado claro a comprometerse con la
defensa de la vida. Oremos.
LECTOR 4: Recibe esta Hora Santa por aquellos que, al defender la vida… reciben burlas, criticados, amenazas, agresiones y
desprecios… no solo de los no creyentes, si no también de los que nos decimos creyentes. Oremos.
LECTOR 3: Recibe también nuestro corazón arrepentido, porque siendo creyentes, incurrimos en el grave error de tolerar y
promover acciones que atentan con la VIDA y la dignidad humana… porque aún no comprendemos que Tú desprecias el
pecado, pero jamás al pecador… Oremos.
GUÍA: En un momento de silencio profundo, roguemos al Señor que haga nuestro corazón, semejante al suyo, para no
tener miedo, ni vergüenza de defender la VIDA.
(MOMENTO DE SILENCIO)
GUÍA: El canto que entonaremos a continuación concluirá este momento de ofrecimiento al Señor, cantemos juntos.
C A N T O
GUÍA: Por favor nos ponemos de pie (pausa)… ahora levantemos nuestra mano derecha… Dios nos ha reunido aquí con un
propósito, nos pide confiar en su GRACIA para que, a partir después de vivir esta “Semana de la VIDA”, enmarcada en esta
Cuaresma… se convierta en el momento de pasar de las buenas intenciones a los actos concretos, pero que estos actos
siempre sean guiados por el amor, la razón, la perseverancias y nuestra fe… para que Cristo Eucaristía sea el principio y fin
de nuestra vida, que sea Él, quien actúe a través de nosotros para que no desfallezcamos en defender la VIDA y la
DIGNIDAD humana. Por eso y de forma muy pausada digamos juntos al Señor…
TODOS (Matrimonio):
Dios Padre, te agradecemos por regalarnos esta vida, por las vidas de todos mis hermanos y hermanas en el mundo
Sabemos el gran dolor que te causa todo acto que atenta contra esas vidas,
sobre todo, al ver que sea el ser humano quien termine con la vida de otro ser humano
pero también, que quienes estamos viendo esa tragedia, hagamos poco o nado por ello.
Sin embargo, tenemos nuestra esperanza en ti y confiamos que en tu amor y misericordia
la vida siempre triunfará sobre la muerte, porque Tú has conquistado la muerte con la Resurrección de Tu Hijo.
¡Estamos listo!
para poner de nuestra parte en la lucha para abolir todo acto que atente contra la vida o la dignidad humana.
Este día y ante Ti, nos comprometemos a nunca más quedarme en silencio,
nunca más quedarnos pasivos y nunca más olvidarnos del inmenso valor de la VIDA.
Nos comprometemos a integrarnos y ser activos en los movimientos provida de nuestra parroquia de Jesús, María y José
que son promovidos por nuestros queridos Sacerdotes y por la Pastoral Familiar… para nunca dejar de luchar de forma
cristiana, hasta que toda VIDA sea protegida, y que nuestra nación sea de nuevo una nación con libertad y justicia
no solo para algunos, sino para todos.
Por Cristo Nuestro Señor. Amen
(MOMENTO DE SILENCIO)
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GUÍA: Bajemos nuestra mano y tomemos asientos para sellar este compromiso, cantando juntos este canto.
C A N T O
GUÍA: Los que puedan nos ponemos de rodillas… Amantes, agradecidos y llenos de un profundo respeto concluyamos esta
Hora Santa, con esta oración final, previa a despedir a Jesús Sacramentado y a recibir su bendición…. Bendición que corona
nuestra Semana de la VIDA.
TODOS:
Amado Señor Jesús,
Queremos darte las gracias por este ratito de cielo
Que hemos vivido ante tu presencia divina.
Esperamos que nuestra compañía haya sido de tu agrado.
Volveremos a nuestras ocupaciones,
pero procuraremos mantenerme siempre unido a ti
donde quiera que nos encontremos.
Nos vamos, pero aquí te dejamos nuestro corazón
Para que te alabe hoy y siempre.
Que este corazón imperfecto y pecador, se quede contigo en el Sagrario
consumiéndose como una llama ardiente en tu presencia.
Ayúdanos a ser fieles testigos de la fe, de tu amor y de la VIDA
sobre todo, en nuestro hogar y con todas las personas que nos encontremos.
Te alabamos, te bendecimos, te adoramos y te doy gracias.
C A N T O
(MOMENTO DE SILENCIO)