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Movimento

ISSN: 0104-754X
stigger@adufrgs.ufrgs.br
Escola de Educação Física
Brasil

Vilanou, Conrad
La configuración postmoderna del cuerpo humano
Movimento, vol. VII, núm. 13, diciembre, 2000, pp. 81-98
Escola de Educação Física
Rio Grande do Sul, Brasil

Disponível em: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=115318299012

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Nicole Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2

La Configuración postmoderna del

Seção MERCOSUL
cuerpo humano
Conrad Vilanou
Universidad de Barcelona

No hay duda que una de las Jean-Pierre Peter destacaron y la escritura olvidará una de
aportaciones historio- latexto
desmemoria del cuerpo, las principales funciones de
gráficas más recientes ha sido siendo - como es - el lugar las escuelas pobres, de caridad
la recuperación del cuerpo, del deseo porque, en última o elementales en el pasado: la
cosa lógica si tenemos en instancia, toda palabra es imposición, la obediencia fí-
cuenta que ya fue uno de los deseo, toda palabra viene del sica o la educación como
temas incluidos por Jacques cuerpo por más que «toda proceso para doblegar a los
Le Goff y Pierre Nora en el palabra ordenada, reflexio- niños".3
libro Hacer la historia. Junto nada, institucionalizada, se
a una serie de nuevos proble- emplea en negar el cuerpo».1 El cuerpo se ha adaptado,
mas y enfoques, aquella obra pues, a los usos, a las cos-
-que data de comienzos de la Desde una perspectiva his- tumbres, a los vaivenes de la
década de los años setenta- tórica, es obvio que los ima- historia. Se puede decir que el
ofrecía propuestas a modo de ginarios corporales han que- cuerpo es el huésped silencio-
presentación de nuevos ám- dado sometidos a un univer- so de los signos de la cultura
bitos de estudio. Tal situación so de orden, ya sea bajo el por lo que posee un alfabeto
favoreció la proliferación de peso del rigor moral o bien que es posible conocer y
obras individuales y colec- bajo la mirada de una aséptica descodificar. Por consigui-
tivas que tenían por objeto el objetividad científica. «El ente, el imaginario del cuerpo
estudio histórico de la imagen autocontrol físico ha casado ha pasado por diversas trans-
del cuerpo humano, referidas perfectamente con el deseo de formaciones estando some-
especialmente al periodo que controlar los cuerpos de los tido, actualmente, a la lógica
va de la Edad Media hasta la demás para conseguir un consumista. Con todo, nos
modernidad. mejor orden social y religio- hemos olvidado del cuerpo, de
so-moral».2 Las diferentes su memoria, o lo que es lo
En realidad hacía tiempo formas de coerción física que mismo, de sus evoluciones y
que el descubrimiento del in- tanto predicamento han tenido de su presencia en el proceso
consciente había minado la tradicionalmente en la edu- histórico, circunstancia cho-
confianza en los valores aser- cación han sido repetidamen- cante cuando observamos que
tivos de la palabra, lo cual te olvidadas: "una historia de el cuerpo es la materialidad
situó el cuerpo en el centro de la educación que se centre con más contundente y, a la vez,
los discursos. En aquella exclusividad en el logro de la realidad más inmediata de
misma obra, Jacques Revel y aptitudes como la de la lectura nuestra entidad psicofísica.
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En ocasiones, da la impresión zación ha generado una im- niería genética) ha obligado a
como si se hubiese actuado un portante bibliografía que replantear una serie de po-
tanto peyorativamente negan- aborda la cuestión desde di- siciones. Es evidente que bajo
do a lo corporal su correspon- versas perspectivas.4 Gracias los palimpsestos postmo-
diente lugar en la historia. a este proceso el cuerpo hu- dernos se esconden imágenes
mano ha dejado de ser objeto y perfiles de concepciones an-
Situación paradójica la que exclusivo de la biología para teriores, algunas de ellas
se ha generado ya que si bien ser considerado también una inequívocamente modernas y
el cuerpo es un producto so- construcción social y cultural. vinculadas al discurrir histó-
cial se constata su ausencia en Por otra parte, la historia de rico de las revoluciones cien-
los discursos que, por contra, las mujeres ha permitido tífico-tecnológicas. El cuerpo
han destacado desde antiguo asentar los principios teóricos ha sido presentado durante la
los valores ideológicos. La que inspiran las modernas modernidad a modo de má-
eliminación de los «lugares de investigaciones sobre el cu- quina y motor, analogías que
la memoria» (y el cuerpo es erpo que, por norma, se ha hoy - por las propias carac-
uno de estos topos) deja a las construido bajo la mirada terísticas de la cultura postin-
sociedades desprotegidas e masculina en un imaginario dustrial - evolucionan y se
incapaces de renovar su vida social que ha tomado -como configuran a través de otras
cultural. Sin embargo, las sucede en el cuadro de Munch imágenes y lenguajes que
llamadas del cuerpo son recla- La danza de la vida- distintas insisten, actualmente, en dos
mos que se empezaron a oír a formas, a saber, la mujer aspectos que aparecen liga-
fines del siglo XIX. Ya Nietzs- blanca (asociada a la vir- dos: la serialidad (repetición
che denigró en el Zaratustra ginidad), la mujer roja (vin- que, con las técnicas de clo-
de los despreciadores del culada a la imagen de deseo nación, va más allá de la
cuerpo. En cualquier caso, los masculino) y, por último, la simple hipótesis) y la repre-
planteamientos de la escuela mujer negra (reflejo de un sentación del cuerpo favo-
de los Anuales y de la historia otoño menopáusico en el que recida por el desarrollo ma-
de las mentalidades, sin olvi- ha acostumbrado a habitar la sivo de los medios audio-
dar los aportes de la antro- histeria).5 Todo parece indicar visuales, circunstancia que
pología, han potenciado el que los trabajos sobre la provoca la desaparición del
resurgir de la historia del historia del cuerpo de las aura que envolvía a los cuer-
cuerpo. Tanto ha sido así que mujeres han erosionado el pos humanos.8
lo corporal ocupa, finalmen- mito del "eterno femenino"
que ha asociado la mujer a la Walter Benjamín - con su
te, un lugar privilegiado en las
imagen de la fecundidad lu- categoría estética del aura-
diferentes maneras de hacer
nar.6 Se ha pasado de un mo- dejó constancia de la nostal-
historia, planteándose incluso
delo único - según el cual el gia por aquellos momentos de
líneas de trabajo - como las
cuerpo femenino no era más la historia de la humanidad en
que formuló Roy Porter en su
que una copia defectuosa del los que la memoria del hom-
momento - sobre el particu-
masculino - a una concepción bre no había sido todavía
lar.
diferenciada, es decir, a una desvalijada. Los cuerpos se-
visión del cuerpo de la mujer riados (fotografiados o filma-
LA CONSTRUCCIÓN como algo distinto que se ha dos) quedan desprovistos de
SOCIAL DEL CUERPO construido históricamente.7 su aura, es decir, de la sin-
gularidad, originalidad y au-
Si durante años la inves- Paralelamente a este pro- tenticidad que les otorgaba
tigación histórica se ha carac- ceso, el contexto postmoderno antiguamente una entidad
terizado por el silencio del (con una cultura audiovisual propia. Cuando el cuerpo cae
cuerpo, es evidente que en los e informatizada que ha permi- bajo la lógica de su repro-
últimos tiempos su temati- tido el desarrollo de la inge- ducción técnica la figura hu-
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mana se despersonaliza, si- parte, la crítica freudomar- maciones físicas) son, al fin
endo substituida por el ano- xista puso de manifiesto algo de cuentas, testigos silencio-
nimato de la masa. Así se da que Foucault destacó profusa- sos de una fantasmagoría en-
paso a una serie de cuerpos sin mente: la existencia, a lo lar- carnada en unos cuerpos que,
atributos que no se pueden go de la historia, de una serie por su rareza, serán objeto de
distinguir entre la multitud, de dispositivos disciplinares estudio en diferentes academi-

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proceso que culminó con los (suplicio, castigo, represión, as científicas.11
reportajes propagandísticos prisión) que han actuado so-
También a los cuerpos, al
de la cineasta Leni Riefenstahl bre el cuerpo humano. «El
igual que al arte neoclásico
que bombardearon, durante el poder se ha introducido en el
que Winckelmann rehabilitó
periodo nacionalsocialista, al cuerpo, se encuentra expuesto
en pleno siglo XVIII, se les
mundo entero. en el cuerpo mismo».9
exige orden y mesura, esto es,
Sea como fuere, lo cierto El dominio del cuerpo se una proporción que implica
es que la emergencia de una ha manifestado en el control una estructura equilibrada y
serie de novedades bibliográ- de la movilidad, de la manera un desarrollo armónico según
ficas, de exposiciones artísti- de vestir, del peinado e, inclu- los cánones de un ideal de
cas, de ensayos plásticos, de so, de la mirada de todos belleza de perfección que
renovaciones en el campo de aquellos que - como los es- hunde sus raíces en el mode-
la danza, confirman la actua- colares y los soldados - han lo del atleta griego. Nos
lidad de un cuerpo que, duran- sido internados histórica- hallamos, pues, ante la pro-
te siglos, ha sido considerado mente en diversas institucio- liferación de unos cuerpos
como un auténtico tabú. Lo nes. Así se explica la conti- clásicos perfilados a imagen
corporal siempre ha tenido, nuidad de los ejercicios gim- y semejanza de los ejemplos
desde la irrupción de la filo- násticos que, durante décadas, corporales procedentes de una
sofía pitagórica sistematizada uniformizaron el discurso cor- Antigüedad mediatizada por
por el platonismo, algo de de- poral desde la escuela hasta el la excelencia corporal lace-
moníaco, de corrupto y, por cuartel: los cuerpos también demonónica. Esta situación
consiguiente, de deleznable. se han supeditado a los engra- favoreció el ulterior desarrollo
Ya para Platón el cuerpo era najes institucionales. de la educación física bajo la
la cárcel del alma, de manera impronta de una orientación
que la tradición cultural occi- La evolución de las formas claramente masculina que
dental - al asumir buena parte corteses analizadas por Nor- exalta la energía muscular en
de la herencia de la filosofía bert Elias, así como la con- un contexto estético-moral
griega - ha situado lo corpo- solidación de la ortopedia a que combina la fortaleza cor-
ral en un lugar secundario. mediados del siglo XVIII, poral con los deberes cívico-
confirma la existencia de un patrióticos. Parafraseando a
De ahí la importancia de discurso pedagógico-moral Juvenal, podemos resumir la
estas nuevas formulaciones y preocupado por el correcto fórmula de Winckelmann en
experiencias que nos pro- crecimiento y posición del la expresión mens pulchra in
ponen - desde perspectivas y cuerpo según un modelo jerar- corpore pulchro que, de al-
miradas plurales como cor- quizado que tiene, en el árbol guna manera, fue asumida por
responde a la sensibilidad que crece rectamente, un los vientos neoclásicos que
postmoderna - ensayar nue- ejemplo a seguir e imitar.10 En siguieron a la Revolución
vos discursos sobre el cuerpo. consecuencia, las desviacio- Francesa que propugnaba una
Sin embargo, conviene su- nes anatómicas fueron consi- restauración clásica.12
brayar que el análisis de- deradas como algo curioso y
constructivo ha visto en los heterodoxo: los siniestros
cuerpos lugares de la ma- monstruos humanos (desde EL MITO MECÁNICO
nifestación del poder, esto es, fetos prematuros hasta per-
de represión del deseo. Por su sonas con palmarias defor- Desde la época griega la
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pasión por los autómatas ha generándose una nueva ima- dos gimnásticos del siglo
sido una de las grandes ten- gen biomecánica del cuerpo XIX.
taciones de la humanidad. Es humano tal como se despren-
sabido que Homero y Apo- de del Tratado del hombre de Es sabido que el mismo
lonio describieron, cada uno Descartes. Gracias a este Descartes, que consideraba
por su lado, unos ingenios proceso, el hombre se despe- máquinas a los animales,
míticos que se movían por sí ga de aquel mundo mágico construyó una novia artificial
mismos y que servían vino y regido por los astros y los sig- a la que llamó Francine que,
otras bebidas en las fiestas. nos del zodíaco que tanta in- al parecer, se perdió en el mar
Aristóteles, en su Política, fluencia tuvo en las visiones por la indignación de un
justifica la esclavitud ante la animistas del Renacimiento. capitán al encontrarla y con-
carencia de máquinas automá- Desde este mismo momento siderarla un engendro diabó-
ticas: «Pues si cada uno de los (siglo XVII), todo puede lico. En cualquier caso, una y
instrumentos pudiera realizar explicarse apelando a los me- otra vez, se ha insistido en el
por sí mismo su trabajo, canismos de los miembros, error de Descartes. ¿Cuál fue
cuando recibiera órdenes, o al visceras y músculos del cu- ese error? Consumar la defi-
preverlas, y como cuentan de erpo humano aunque la filo- nitiva separación entre mente
las estatuas de Dédalo o de los sofía cartesiana - que recurre y cuerpo, entre res cogitans y
trípodes de Hefesto, de los al funcionamiento mecánico res extensa, o lo que es lo
que dice el poeta que entraban del organismo animal para mismo, suponer que las ope-
por sí solos en la asamblea de ilustrar el del hombre - man- raciones de la mente están se-
dioses, de tal modo las lan- tiene el dualismo antropoló- paradas de la estructura y del
zaderas tejieran por sí solas y gico entre cuerpo y alma.14 funcionamiento del organis-
los pelctros tocaran la cítara, mo biológico a pesar de que
para nada necesitarían ni los Descartes es un ejemplo supeditó - a través de la glán-
maestros de obras de sir- paradigmático de indudables dula pineal - la res extensa a
vientes ni los amos de es- repercusiones para la ulterior la res cogitans.15
clavos».13 situación del cuerpo en la cul-
tura occidental: la máquina Durante décadas, lo psí-
Con la llegada de la mo- humana cartesiana trata de quico y lo biológico, lo inte-
dernidad, pareció que la vieja despojarse de todo misterio y lectual y lo corporal, mar-
profecía mecánica podía con- da paso a una nueva época de charon por caminos divergen-
vertirse en una realidad inme- las relaciones entre el hombre tes y separados. Entre la
diata. Si la Antigüedad con- y la naturaleza. Si antes el tradición humanístico-filosó-
cibió la naturaleza como un cuerpo constituía una cosa fica (Sócrates) y la médico-
gran animal, la modernidad - extraña e ignota, ahora la biológica (Hipócrates) se
bajo el influjo del modelo explicación científica lo re- abrió un abismo casi insal-
mecanicista (cartesiano-new- duce todo al estatuto de una vable, que sólo algunos mé-
toniano) - consideró que la simple máquina. Pronto se dicos-filósofos del humanis-
realidad natural tiene una asiste - desde la visión mate- mo renacentista intentaron
estructura comparable al de mática que introduce el para- superar recurriendo, en más
una máquina, estando sus digma científico moderno - a de una ocasión, a una filosofía
movimientos regidos por una geometrización del es- natural, orgánica y global que
leyes causales. Por consi- pacio y de los cuerpos que lo -contraria a los principios de
guiente, la imagen del cuerpo ocupan. Esta matematización la física newtoniana- resurgirá
humano se articuló a través de del espacio y del movimiento con el modelo del desarrollo
la analogía entre el cuerpo y se plasma primero en los orgánico de Leibniz y, a la lar-
la máquina. Además, el racio- manuales de esgrima de los ga, con la naturphilosophie
nalismo cartesiano consolidó siglos XVII y XVIII y, un romántica, proceso que inspi-
la idea de cuerpo-máquina, poco más tarde, en los trata- rará sistemas filosófico-peda-
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gógicos, de carácter teosófico, Sin embargo, el maqumis- La máquina deja de ser un


como el de Rudolf Steiner y mo (con su apología de la dis- enmascaramiento para con-
su metodología Waldorf. ciplina mecánica satirizada vertirse en un símbolo del
por Charlot en Tiempos Mo- dominio del hombre sobre la
Para Leibniz reducir el dernos) dejó su impronta en
naturaleza, más todavía si
hombre al modelo de la máqui- la corporalidad. La revolución
tenemos en cuenta que el

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na equivale a limitarlo unila- tecnocientífica moderna se
mundo de los autómatas se
teralmente a la perspectiva ex- levanta sobre los cimientos de
emancipa pronto del ambien-
terna de la sucesión de sus es- un mundo que será interpre-
te cortesano en el que hasta
tados sin aprehender la unidad tado, siguiendo la tradición
entonces se había desenvu-
interna que determina su au- artesanal, a modo de una má-
elto.
todesarrollo. Según la Mona- quina que se refleja en la me-
dología leibniziana el cuerpo táfora del reloj. Dios, a ma- De esta forma, se divulga
se presenta como un agregado nera de gran ingeniero, ha su conocimiento -que será
orgánico de substancias in- construido el mundo con toda utilizado en el siglo XIX con
divisibles e incorruptibles: perfección, como si se tratara fines publicitarios- entre las
«cada cuerpo orgánico de un de una ajustada maquinaria de clases populares: los autó-
viviente es una Especie de relojería. Las clásicas artes matas pasan de ser juegos de
Máquina divina o de Autómata liberales ceden su hegemonía corte o curiosidades de gabi-
Natural, que sobrepasa infini- a las artes mecánicas que nete a representaciones teatra-
tamente a todos los Autómatas cobran especial relevancia les y callejeras. El autómata,
artificiales». La diferencia en- durante el período que va del además de un ingenio me-
tre lo natural/orgánico y lo ar- Renacimiento a la Ilustración. cánico, es igualmente un ob-
tificial/mecánico es clara por- Los diseños voladores de Leo- jeto estético y lúdico, apode-
que «una máquina hecha por nardo da Vinci anunciaron la rándose con el paso del tiem-
el arte del hombre no es una llegada del «animal máqui- po del mundo de los juguetes.
Máquina en cada una de sus na». Los inventos de Julen Los androides mecánicos
partes».16 Leroy (1686-1759) y Jacques plasman las ideas antropoló-
Vaucanson (1709-1782) in- gicas que se sustentan en el
Tampoco hay que olvidar fluyen sobre Julien de La
modelo del hombre-máquina
que, justamente, el rescate Mettrie que, con su fisiología
que funciona automática-
romántico de la naturaleza mecánica, consolidará una
mente al ritmo musical: a tra-
propició el desarrollo de de- mitología mecánica, de talan-
vés de este proceso la imagen
terminadas prácticas físicas te materialista. No por casua-
del hombre-máquina con su
como el excursionismo y el lidad, La Mettrie concluye su
frío funcionamiento neutrali-
montañismo a partir de la tratado de El hombre máqui-
za el halo mágico y espiritual
valoración positiva de la na señalando que «el hombre
que, desde antiguo, había
naturaleza que se presenta a es una máquina, y que en todo
acompañado al cuerpo huma-
pensadores, artistas y depor- el universo no existe más que
no.19
tistas en medio de la exal- una sola substancia diversa-
tación de las fuerzas telúricas. mente modificada».18 Las máquinas empiezan a
Un miembro destacado de la ser algo más que simples her-
generación literaria del 27 Paralelamente a este pro-
ramientas o distraídos pasa-
como Giménez Caballero ex- ceso, las instalaciones de tiempos ya que inciden direc-
clama: «El alpinismo comen- autómatas que funcionan al tamente en los procesos eco-
zó por originarse de una ritmo de la música florecen nómicos de producción a gran
por doquier (especialmente en
elucubración sentimental y escala. Pero las críticas no se
mansiones burguesas y aristo-
pedagógica (¡Oh Rousseau!). hacen esperar. Marchel Du-
cráticas), estableciéndose una
No se concibe un griego yen- champ, con sus ready-made,
nueva relación entre el hom-
do a buscar la divinidad en el se enfrenta a las máquinas
bre, la ciencia y la naturaleza.
infinito del Mont Blanc».17 siendo, por tanto, uno de los
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primeros en denunciar el - en los campos de exterminio gen dos metáforas bien dife-
carácter ruinoso de la tecno- de la barbarie nacionalsocia- renciadas. En primer lugar, la
ciencia. Los únicos mecanis- lista. idea de máquina que cor-
mos que apasionan a Du- responde al período clásico
champ serán los antimeca- Pero el documentalismo (desde el Renacimiento al
nismos (los ready-made) cuyo fotográfico y cinematográfico siglo XIX) y que interpreta
funcionamiento insólito los ha permitido tener memoria cuerpo y naturaleza como si
anula como máquinas.20 Su de esa manipulación, de ese fueran ellos mismos máqui-
uso y abuso ejercido sobre nas. Y posteriormente, a par-
aparente sin sentido es sólo
unos cuerpos que desfilaban tir de la segunda mitad del
ficticio ya que poseen una ine-
de una manera mecánica y siglo XIX se asiste a una
quívoca significación: son
automática, como si se tra- «biologización» de la metáfo-
máquinas que destilan la crí-
tasen de los resortes de una ra, a modo de símil de las
tica de sí mismas. Con sus si-
máquina bélica, expresión del máquinas a vapor que apare-
mulacros de máquinas, Du-
irracionalismo y del totalita- cen como si fueran organis-
champ pretendía contribuir a
rismo. El último gran espec- mos vivientes.22
la subversión irónica del mito
táculo nacionalsocialista antes
futurista del hombre:máqui- Así pues, se produce una
del inicio de la segunda guer-
na, el centauro moderno que ra mundial fue la celebración identificación entre el cuerpo
con la exaltación de la velo- del 50 aniversario de Hitler, y la máquina de vapor, tal
cidad se transmuta en algo el 20 de abril de 1939. Un como confirma la atracción
totémico. imponente desfile militar ejercida por las locomotoras
Tras la hegemonía del rei- recorrió, durante cuatro horas, que son comparadas con los
no animal, se impone la tiranía los diez kilómetros del eje caballos a galope. Después,
del mundo mecánico hasta el Este-Oeste que atravesaba esta identificación se realiza
punto que el autor dramático Berlín, una especie de via respecto al motor térmico que
Karel Capek introduce la triumphalis, que servía de produce energía mecánica a
atalaya no sólo para demostrar partir de la combustión de la
palabra «robot» (término que
la fuerza militar del Reich sino energía química. La imagen
en checo significa una especie
también para expresar, con del motor va a insuflar a la
de obrero esclavizado) en su
toda su crudeza, la siniestra máquina una nueva dimen-
obra R.U.R. (Rossum's Uni-
estética de la violencia y del sión que, de acuerdo con la
versal Robots) que data de
1920.21 Los cuerpos de los
horror. Lau vanguardia futurista, exalta el
movimiento y la velocidad.
obreros y de las obreras son
CUERPOS A MOTOR Además, todo se precipitó con
un simple engranaje, some-
tido al ritmo frenético de las
Pau la integración de las viejas
técnicas y conocimientos en
técnicas de producción. Pero Después de consolidarse la un modelo que encontró en el
no acaba aquí la cosa porque imagen mecánica del cuerpo motor su artefacto prioritario,
al fin de cuentas, estos mis- humano durante los siglos y en la química, el electro-
mos cuerpos son los que apa- XVII al XIX, se asistió a su magnetismo y la termodiná-
recen en los documentales de motorización. Pronto la hege- mica, sus principales discipli-
las primeras décadas del siglo monía de la máquina y de los nas.
XX, aquellos cuerpos que se saberes mecánicos cedieron
estremecían entre el fango de su protagonismo a un nuevo Las metáforas sobre el
las trincheras de la primera modelo que, sobre los cimien- cuerpo y la naturaleza se
guerra mundial o bien aquel- tos de un mundo que era in- construyen ahora a partir del
los otros cuerpos que mar- terpretado como máquina, paulatino agotamiento del
chaban hacia una muerte se- halló en el motor su imagen clásico modelo mecanicista
gura - el cuerpo es un topos preferida. A raíz de las refle- que deja las puertas abiertas
donde el tiempo deja su huella xiones de Michel Serres, sur- a la instauración de un emer-
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gente modelo orgánico que la construcción del motor Die- tre técnica y naturaleza. La
encuentra en el relato del sel. También en aquel mismo imagen simbólica de la mujer
doctor Frankenstein una nue- año, cuando las carreras del - elevada a la categoría de
va versión del mito de la hipódromo estaban en su má- diosa de un progreso motori-
maternidad, si bien el mons- ximo apogeo, se patenta en zado - se convierte en "ma-
truo inventado puede verse Francia el caballo de gasoli-

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nifestación directa del élan
también como una represen- na: el drama del animal estri- vital, movimiento y pulsión
tación simbólica de la tiranía ba en el éxito del hombre que originaria de esa vida que pa-
de la maternidad sobre la ve en la imagen de las moto- dece un raquitismo crónico y
mujer. En la novela de Mary cicletas y de los automóviles decadente a consecuencia del
W. Shelley la excelencia del una poderosa y misteriosa peso insostenible de una coti-
saber químico -de la nueva fuerza que lo acerca a la dianidad mecanizada y de un
química de Lavoisier- se mitología de los caballos ala- entorno artificial".23 Los car-
pondrá al servicio de la «bús- dos. El hombre se convierte teles publicitarios de la época
queda de la piedra filosofal y así en un auténtico centauro reflejan mujeres pilotando
el elixir de la vida». En ciertoque, gracias a la motorización, automóviles, embarcaciones
sentido, se vuelve a un mode- domina - como las aves - las náuticas o aeroplanos, de
lo organicista-vitalista clásicotécnicas de vuelo y aterrizaje. modo que la figura de la mujer
(con sus resurrecciones rena- Todo indica que el hombre ha se erige en el principal signo
centistas) en el que hay una tornado al totetismo: desea ser mediador entre la técnica y la
organización del todo, seme- pájaro y pez, como si estu- naturaleza.
jante a un organismo vivo que viera dotado de un poder so-
funciona gracias a una mo- brenatural. No es extraño, La imagen del cuerpo a
torización del cuerpo humano pues, que los primeros vuelos motor corresponde históri-
en el que las partes no se aéreos fuesen incluidos en los camente con la época de la
agregan como una mera «su- libros de los récords depor- consolidación del deporte
ma» sino como un todo de tivos a modo de grandes proe- como fenómeno social que ha
carácter vitalista. zas heroicas que tuvieron en sido puesto en relación con un
los viajes transoceánicos, en- deseo, consciente o inconsci-
Al fin de cuentas, el vi- tre Europa y América, su ente, de prolongar la infancia.
talismo - aquel élan vital re- mejor manifestación. Al fin de cuentas, como ma-
clamado por la filosofía de nifestaron Holderlin y Nietzs-
Bergson - confirma el hiato La imaginación del futu- che, siempre encontramos un
existente entre el árbol de la rista - ahí está el Manifiesto niño en el interior de cada
ciencia (de una ciencia abs- de Marinetti- es analógica: las hombre. De ahí, pues, la
tracta, geométrica, racional y máquinas se metaforizan co- recuperación de la dimensión
mecánica) del árbol de la vida, mo animales. Si en un princi- lúdica de la vida humana que,
de una vida que - a través de pio la modernidad fraguó la desde una u otra perspectiva,
Schopenhauer y Nietzsche- imagen del cuerpo como má- reivindicarán Schiller, Clapa-
reivindica un lugar en el quina, en las últimas décadas réde, Guardini o Huizinga,
pensamiento del siglo XIX. del siglo XIX se introduce, a proceso que ejerció una gran
Además, con los nuevos des- partir de una nueva visión de influencia antropológica y
cubrimientos en geología y la la técnica, la metáfora del psicológica sobre la peda-
aparición de la teoría dar- cuerpo a motor. En torno a gogía y que cristalizó en el
winiana de la evolución, 1900, la figura que domina y movimiento de la Escuela
asistimos a una progresiva encubre esa correspondencia Nueva.
«biologización» metafórica entre lo artificial y lo natural
de la tecnología: las máquinas es la imagen omnipresente de Las actividades físicas que
se animan y los cuerpos se la mujer que se erige en el durante el siglo XIX se habían
motorizan. En 1897 se inicia principal signo mediador en- circunscrito mayoritariamente
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al espacio cerrado de los lucen perfectamente esta ima- raleza. Así las nuevas cor-
gimnasios - muchos de ellos gen plástica de dinamismo rientes expresionistas - reme-
instalados en locales insalu- que será asumida por los ar- morando aspectos de la pin-
bres y con escasa ventilación- tistas de la vanguardia futuris- tura romántica- destacarán la
pasan a desarrollarse al aire ta que ven en el deporte un importancia del paisaje -
libre, proceso que adquiere claro signo de modernidad.24 playas, espacios naturales,
una especial significación que etc. - en las que, en ocasio-
se refleja de inmediato en el El deportista - desde el ho- nes, se detecta la presencia de
arte a través de la «poética de rizonte del cuerpo motor- figuras humanas que se intro-
las energías». Es sabido que necesita consumir combus- ducen en el agua como re-
impresionistas como Manet y tible bajo la forma de oxígeno. flejan las pinturas de Sorolla.
Degas se interesaron por las Los diferentes movimientos Para combatir el neoseden-
carreras hípicas, deporte típi- higienistas, el escultismo, el tarismo de la sociedad indus-
camente inglés, que alcanzó movimiento alemán de las trial nada mejor que volver a
gran popularidad en Francia. aves errantes (Wandervögel), la naturaleza donde el aire -
En el caso de Degas, la hípica la promoción de los métodos nueva fuente energética del
fue uno de los pocos temas naturales en la educación fí- cuerpo humano - es puro y
que pintaba al aire libre. Su sica (Hébert), promocionan el cristalino. La imagen cinema-
cuadro «Caballos de carreras: neonomadismo. El cuerpo a tográfica de un Tarzán atléti-
el entrenamiento» (1894) motor recurre, de nuevo, a la co - al fin de cuentas, ésa era
demuestra que, olvidándose naturaleza, a fin de encontrar la visión que pretendía trans-
de los espectadores y del en- el aire puro para alimentar un mitir Johnny Weismuller,
torno del hipódromo, Degas cuerpo que necesita combus- campeón olímpico transmu-
concentra su atención en los tible. El petróleo que hace tado en semidiós del neono-
jinetes y caballos pues éstas mover los motores es reem- madismo a partir de una no-
son las imágenes donde puede plazado en el caso humano vela del escritor norteame-
captar mejor la acción y el por el oxígeno: el interés por ricano E. Rice Burroughs25-
movimiento, aspectos que el aumento de la capacidad plasmaba de alguna manera
Marey intentó fijar a través de torácica y la práctica de los esta visión idílica de un cu-
la cronofotografía. ejercicios respiratorios al aire erpo a motor: en medio de la
libre confirman esta tendencia naturaleza africana Tarzán
El cuerpo humano, bajo la que se introduce en las prác- sólo contaba, además de su
metáfora de la motorización, ticas educativas con una fina- bondad natural que lo acer-
adquiere una dimensión di- lidad médico-higiénica. La caba al "homme sauvage" de
námica, es decir, transmite oxigenización del cuerpo hu- Rousseau, con la capacidad de
fuerza (dynamis) y movi- mano favorece su fortale- sus pulmones, una especie de
miento que los pintores es- cimiento y, por tanto, cons- motor que sólo dependía del
tudian ávidamente. La serie de tituye la mejor defensa contra suministro de unas cuantas
46 dibujos expuesta por Um- una serie de enfermedades dosis de oxígeno. Todo ello
berto Boccioni entre marzo y que se transmiten a través de favorecerá el desarrollo de la
junio de 1914, en la Galería los microbios que pululan por fuerza muscular, de manera
Gonnelli de Florencia, así lo los ambientes cerrados. que el cuerpo deja de ser ro-
confirma. Naturalmente los busto y pesado con lo que de-
deportistas (boxeadores, fut- Nos encontramos ante la
exaltación del «plenairismo», saparece el culto a la fuerza
bolistas, ciclistas) - es decir, que representaba el típico
modelos generalmente mas- es decir, la búsqueda de esce-
narios «au plein air». Se forzudo del circo. En conse-
culinos que transmiten salud cuencia, el cuerpo se hará
y limpieza, mientras que lo impone el retorno a la Madre
Tierra y el contacto con las cada vez más esbelto.
femenino se relaciona a la
enfermedad y suciedad- tras- fuerzas telúricas de la natu- Pero la imagen del cuerpo
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Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2

experimentó un vuelco radi- cometti como esbozos que se mática - que, entre otras vir-
cal después de la segunda mueven siempre a medio tudes, no contaminan, son ina-
guerra mundial. Las cámaras camino entre el ser y la nada. gotables y mucho más bara-
de fotografía de los reporteros tas. Por ello, cada vez se des-
de guerra difundieron un DEL ROBOT AL CYBORG taca con mayor énfasis el paso

Seção MERCOSUL
espeluznante mundo de terror. del sujeto biológico - según
Nada fue igual después de Santiago la imagen que descansa en la
Paradójicamente, la guer-
1945. La barbarie -con la analogía entre cuerpo y mo-
ra nos trajo también el despe-
destrucción sistemática y pla- tor- al cyborg, abreviatura de
gue de la robótica, el aviso de
nificada de tantos cuerpos, de cybernetic organism, esto es,
la llegada de la era de los
tantas vidas- adquiría una lú- un ser híbrido, cibernético,
ordenadores, la digitalización
gubre faz humana: todo se resultado de la combinación
de la información y el surgir
reducía a materia anónima y de organismos o cuerpos con
de la sociedad del conoci-
mutilada. A partir de ese mo- máquinas que toman forma en
miento. Es claro que los ante-
mento muchos artistas se una serie de imágenes de la
cedentes de la cibercultura -
preguntaron si era posible cinematografía de ciencia
que tiene en Wiener a uno de
todavía representar la figura ficción a modo de Terminator,
sus fundadores más preclaros-
humana. La pintura de Francis demiurgo encargado de prepa-
se encuentran en los estudios
Bacon, con sus cuerpos des- rar la invasión y el triunfo de
sobre automatización y con-
trozados y reducidos plas- los robots. Ante el ruido de la
trol promovidos por la in-
mando el dolor, es una buena ciudad homogeneizada, el
dustria bélica durante la se-
muestra de la desazón que se cyborg opone el "silbido in-
gunda guerra mundial. Pero el
produjo en la conciencia de termitente de sus pilotos, la
enfoque tecnocultural de la
artistas e intelectuales. Inclu- alerta de sus señales termoa-
cibernética supera los es-
so hubo artistas que, después cústicas, el parpadeo de sus
trictos límites de la ciencia
de la guerra, rechazaron el indicadores luminosos, in-
afectando, también, aspectos
ideal de belleza -ahí están las tracorporales y neurofisio-
antropológicos más allá inclu-
pinturas de Jean Dubuffet- lógicos, que le avisan de
so de la articulación de un
para enfatizar, a modo de interacciones posibles en un
incipiente homo digitalis: se
provocación, lo feo. El exis- nuevo paisaje sensorial".27
asiste - en palabras de G.
tencialismo con sus temas
Colaizzi - al tránsito de la El cyborg es una figura
preferidos (el vacío, el sin-
aldea global al circuito inte-
metafórica acuñada por Ha-
sentido, el dolor, la náusea y
grado, de manera que se anun-raway en 1985 - y desar-
la muerte) confirma que la
cia la llegada de una nueva rollada posteriormente - que
vida humana se encamina
etapa postorgánica en la que presenta lo humano como una
hacia unos tiempos de es-
los límites entre lo físico y lo
posibilidad virtual hasta el
trechez que, necesariamente,
no físico se difuminan. Des- punto de constituir una nueva
provocan angustia. Y aunque
pués del descubrimiento de laontología postmoderna.28 Las
después de la segunda con-
cadena del ADN los organis- máquinas y las nuevas tec-
flagración mundial el escultor
mos biológicos se entienden nologías (ahí está la ingeniería
Alberto Giacometti prometió
como textos codificados, y genética a manera de un so-
que sus esculturas no dismi-
descodificados por la infor- ftware humano) han conver-
nuirían un solo centímetro,
mática, la biología y la medi-
tido en algo ambiguo la dife-
sus figuras - que plasman la
cina.26 rencia entre lo natural y lo ar-
extrema fragilidad humana-
adquirieron una extraordina- El petróleo -fuente de tificial, entre el hombre y la
ria delgadez. Ante tales re- mujer, entre el cuerpo y la
energía de la modernidad- ha
presentaciones, Sartre des- mente, entre el desarrollo
dado paso a nuevas energías
cribió las esculturas de Gia- orgánico y la planificación
-las derivadas de la infor-
Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2 Santiago
exterior, generándose así la tre naturaleza y artificio, en- mitía el personaje femenino
viabilidad de una epistemo- tre realidad y simulación. El de María, si bien su réplica de
logía feminista en la que se sólo enunciado de una nueva laboratorio aconsejaba la
cruzan las cuestiones de géne- corporeidad parece diluir los revuelta), los replicantes de
ro, sexualidad y nuevas tecno- principios sobre los cuales se Blade Runner (1982) -Los
logías.29 ha definido históricamente Angeles, 2019- son réplicas
cada género. Si tradicional- humanas creadas por empre-
Hemos pasado del deter- mente el sexo biológico ha sas de ingeniería genética.30
minismo biológico a la ma- determinado la adscripción
nipulación genética, de la automática a su modelo cul- Para aquella fecha (2019),
contingencia topográfica a la tural de referencia, ahora la metrópolis se habrá conver-
ubicuidad virtual, de la lógi- asistimos a un proceso a tra- tido en un lugar superpoblado,
ca de la representación a la vés del cual las identidades sucio y caótico. Entonces la
simulación del clonado virtu- sexuales son cuestionadas ingeniería genética será una
al, en fin, asistimos al tránsito abiertamente. De este modo, de las mayores industrias de
del sujeto biológico al cyborg aparece el unisex y la in- la Tierra, suministrando seres
entendido como algo más que dustria de la moda se inclina humanos manufacturados
una posibilidad telemática que cada vez más por la creación genéticamente - los llamados
garantiza el intercambio de mediática de un patrón sexu- replicantes - que son envia-
información entre las tec- almente equívoco, imponién- dos a las colonias extraterres-
nologías informática, robótica dose unos modelos indefini- tres de una manera escla-
y biológica. Con todo, la dos que acentúan más los ras- vizada. Por otra parte, los
creación por Haraway del gos comunes de los sexos que replicantes son reconocibles
cyborg no propone descartar sus diferencias. porque están faltos de una
lo «real», sino, por contra, respuesta afectiva. Con todo,
La cosa se agrava cuando
expandirlo, complicarlo, mos- Blade Runner que retoca
pensamos que las mismas téc-
trar su construcción multívoca románticamente el desenlace
nicas de reproducción per-
de capas múltiples que acaban pesimista de la novela de
mitirán una selección de la
con las distinciones, límites de Philp K. Dick, nos ofrece una
humanidad. Los sueños apo-
la dominación. imagen decante y perversa de
calípticos de la ciencia-fic-
un futuro metropolitano que
Nos hallamos, pues, ante ción, con sus engendros me-
se presenta como el fin de una
una nueva situación ya que lo cánicos (androides, robots,
terminators, replicantes, alie- civilización que contrasta con
virtual anuncia y escenifica la el optimismo cinematográfi-
desaparición de la categoría nígenas), parecen estar más
cerca que nunca. Aunque la co que va desde las películas
de lugar. El éxtasis de un futuristas de los años veinte
cyborg no está asociado a la idea del robot que nadie podrá
distinguir de los seres huma- hasta 2007, una odisea en el
capacidad de apreciación es- espacio.
tética, ni vinculado al deseo o nos se encuentra ya en los
las emociones, sino a la co- orígenes del siglo XX, lo
nexión con el mayor número cierto es que el pesimismo en EL CUERPO Y LO VIRTUAL
de redes posibles. El cyborg torno a la sociedad del futuro
es el héroe de la interactividad se agudizó a lo largo del últi- De la misma manera que
digital de forma que los avan- mo siglo. Si Metrópolis de Georges Orwell nos alertó
Fritz Lang (1926) -el sueño sobre los peligros que podrían
ces técnicos permiten la apa-
temido pero a la vez deseado acechar a la humanidad en
rición de nuevos discursos
de una sociedad mecanizada una fecha como la del año
corporales ya que los cuerpos
y robotizada- representaba un 1984, es claro que Blade
se hacen nómadas, etéreos y
canto a la esperanza (al fin de Runner -con su sistema de
volátiles. La virtualidad facul-
cuentas eso es lo que trans- reproducción en laboratorio al
ta todas las hibridaciones en-
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Santiago Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2

margen de las relaciones hu- rostros de los seres humanos cosmética y a la cirugía plás-
manas- constituye una crítica - como bien han plasmado ar- tica, los cuerpos pueden cam-
hacia la sociedad contem- tistas y fotógrafos - dan biar, esto es, transformarse y
poránea y un aviso sobre la cuenta y razón de esas pena- modificarse. La abstinencia -
posible ruina de nuestra civi- lidades y sufrimientos que, a más allá de su significación
lización que así encuentra, en través del transcurso del como pureza corporal- se

Seção MERCOSUL
la hipotética cita del 2019, una tiempo, dejan su impronta en convierte también en una
seria advertencia. Hemos vis- nuestras facciones.31 Por ello buena estrategia, en una es-
to como el cuerpo, al compás a veces nos sentimos incó- pecie de no deseo. Ese es, jus-
del progreso de la sociedad modos ante nuestra propia tamente, el significado de la
industrial, permitió en primer imagen porque no son muchos anorexia, palabra formada por
lugar la analogía con la má- los que encuentran una auto- la partícula an de carácter pri-
quina automática, y más tar- complacencia narcicista con vativo y el verbo orego, de-
de, con el motor de explosión. su propio cuerpo. Igualmente sear. La insatisfacción provo-
Bajo la influencia de estas pocos son los que se recono- ca, al fin de cuentas, ese no-
metáforas, el cuidado del cen satisfactoriamente cuando deseo respecto nuestros pro-
cuerpo quedó sometido a la se ven fotografiados o filma- pios cuerpos que, por lo ge-
lógica productiva: había que dos. A menudo quisiéramos neral, no se adecúan a los
ser fuerte para ser útil. Pero olvidar nuestro propio cuerpo cánones establecidos por una
ahora, cuando estamos inmer- (o como mínimo modificarlo cultura visual - una cultura de
sos en un contexto postindus- y reformarlo) ya que se simulacro, en palabras de
trial en el que cada vez es convierte en una angustiosa Baudrillard - que enmascara
menos necesario el trabajo sombra que nos persigue la vida humana con una serie
corporal, asistimos a una constantemente. Finalmente, de representaciones que, a
nueva visión del cuerpo, ese cuerpo causa nuestro pro- modo de redes, acaban por co-
potenciada por los avances pio malestar pues "la muerte, lonizar el existir humano. Así
científico-técnicos, lo cual el sexo, la enfermedad, lo la ontología corporal en-
permite todo un mundo de prohibido, nosotros mismos y cuentra su razón de ser no en
posibilidades en el que se sobre todo nuestras relaciones la realidad, sino en la vir-
podrán proyectar muchos con nosotros mismos y con tualidad: cada vez nos hal-
deseos. Así surgen esos cu- ese reflejo cambiante y repe- lamos más cerca de una ima-
erpos idealizados - plenos de tido que es el otro, son nues- gen del mundo - y aquí segui-
belleza y perfección, son- tras obsesiones".32 Se pro- mos a Heidegger - que no re-
rientes y siempre jóvenes- que duce, por tanto, una especie de presenta al mundo, sino el
pululan por los imaginarios esquizofrenia ya que nos sen- mundo comprendido como
publicitarios y que acaban timos - cual espíritu román- una imagen.
provocando la desazón ante la tico - escindidos entre la
constatación de nuestras pro- realidad y el deseo, el deseo Habitamos una época en la
pias limitaciones e imperfec- de una inmortalidad que en- que la ciencia, la técnica y
ciones corporales. cuentra en el Fausto goethia- todo nuestro entorno tecno-
no, además de un anteceden- lógico y social están sentan-
No hay duda que el cuerpo do las bases de un cambio ra-
te histórico, un inequívoco
humano es ropos de la me- dical. El prefijo «post» ha ido
punto de referencia: todos
moria personal, de una me- ganando terreno hasta con-
deseamos - de una u otra for-
moria passionis. La biografía vertirse en credencial indis-
ma - ser imperecederos.
de cada uno de nosotros deja pensable para acceder a estos
sus huellas en el cuerpo que, En realidad, el cuerpo es nuevos tiempos en los que se
de este modo, se convierte en el lugar donde trabajamos experimenta con las posi-
testimonio de vida y, al uní- nuestros miedos y nuestros bilidades de la plurisigni-
sono, de envejecimiento. Los deseos. Gracias al fitness, a ficación del lenguaje, que-
la
Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2 Cristián
dando la imaginación al mar- propias, con una existencia tragos en el mundo de la moda
gen de los modos de proceder virtual que es vivida, incluso, - muchos no entendían la
convencionales. La post- como real. emergencia de esos cuerpos
modernidad ha erosionado los que mostraban jóvenes con
valores de la cultura acadé- De hecho, lo virtual cam- expresiones pasmadas y de-
mica, abriéndose a lo popular bia nuestra relación con lo real presivas e, incluso, con un
y callejero. De la misma ma- y, en consecuencia, con la idea aspecto enfermizo. ¿Cuál es
nera que el arte postmoderno espacio/tiempo. «El cuerpo el significado de esa del-
se ha visto fascinado por la real se virtualiza situándose en gadez? De hecho, la delgadez
iconografía de la publicidad la red o sumergiéndose en los ha tenido, a lo largo de la
—para muchos Andy Warhol mundos virtuales, mientras historia, un significado com-
marca el punto de inflexión en que, a cambio de ello, el plejo tal como se desprende
el arte del siglo XX ya que con cuerpo en levitación virtual no de las imágenes del éxtasis re-
él surge el arte postmoderno deja de adquirir a veces una ligioso, de la figura del artis-
o neovanguardista-, los drugs- especie de realidad opera- ta hambriento o del enfermo
tores, las galerías de arte, lastiva».34 Gracias a esta di- moribundo. En cualquier ca-
agencias de viaje, los gabine- námica, el cuerpo humano se so, la pregunta no pierde
tes de diseño, los centros de diluye en una cierta intan- vigencia. ¿Qué es lo que se
fitness y demás estableci- gibilidad de manera que vive quiere desear, hoy, con estos
mientos afines han sido ele- rodeado por el mundo, cerca- cuerpos anoréxicos? Aunque
vados a la categoría de nuevos do por lo visible y lo tangible, de la anorexia se ha dicho que
centros culturales.33 pero sumergido también en lo representa una actitud propia
invisible. Probablemente re- de quien no desea crecer,
Por otra parte, se ha roto sulta más atrayente vivir ese
también puede interpretarse
la confianza en el ser y en las mundo de virtualidad no
como una actitud que expresa
posibilidades de represen- tangible que no un mundo de
cierta rebeldía juvenil al
tarlo, tal como ya sucedió con "realidades" problemáticas de
distanciarse de los patrones
la quiebra de la mimesis ar- difícil solución. Actitud qui-
culturales establecidos que, en
tística. Así pues, la represen- zás de cobardía pero que, en
las opulentas sociedades occi-
tación del mundo se convierte última instancia, expresa
dentales, exigen unos cuerpos
en una posibilidad virtual que, también un deseo y una volun-
bien alimentados.35
lejos de oponerse a lo real, tad de rechazo asumida por
está en situación de asociarse muchos de nuestros jóvenes: Por ello la anorexia tam-
íntimamente a la textura mis- mejor navegar por un ima- bién puede significar el re-
ma de la realidad. Películas ginario virtual que no habitar chazo de un cuerpo que según
recientes como Matrix - un tediosamente una realidad los cánones ha de ser robusto
film de culto instantáneo, una incómoda, heredada con des- y que, por tanto, precisa un
película estandarte de toda gana y con escasa capacidad aporte calórico compensado y
una generación y que refleja de ilusionar. suficiente. Aunque parezca
esta época en la que impera el una paradoja, la salud ya no
eclecticismo y la mezcla de De ahí, quizás, la impor- es una cosa prioritaria: lo fun-
géneros - oscilan entre la tancia de la publicidad que damental es la imagen. En
realidad y la virtualidad. De contribuye al desarrollo de consecuencia la salud es
modo que lo virtual se articu- esos imaginarios virtuales en devaluada, como ocurre en el
la como un mundo propio, si- los que da la impresión que caso de los cuerpos Danone,
tuado junto al mundo real. Así muchos - a modo de evasión- Sanex o Fontvella, a simples
se confirma la vigencia de quisieran instalarse. Así, cu- estrategias publicitarias ya
esas imágenes ideales que ya ando irrumpieron hace unos que bajo unas pretendidas
no son ciencia-fición sino que años esos cuerpos delgados y recomendaciones higiénicas
se convierten en entidades pálidos - que han hecho es- se transmiten unos modelos
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Cristián Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2

corporales contrarios a las contramos con una auténtica acecharon, y desgraciada-


disposiciones de la salud pú- transgresión de los modelos mente continúan afectando, a
blica pero que, desgracia- defendidos por la modernidad la infancia. Quizás lo que ha
damente, son deseados por médico-pedagógica que enfa- sucedido es que el cuerpo -
muchos de nuestros jóvenes. tizó los aspectos higiénicos tal como ya sucedió en los
que, por otra parte, no se movimientos contraculturales

Seção MERCOSUL
Con todo, si se analizan desligaban de una dimensión surgidos alrededor de la fecha
detenidamente esos cuerpos - moral. «El concepto de salud, mítica de 1968 - se utiliza,
tanto masculinos como fe- una vez transformados los ele- también hoy, para manifestar
meninos, muchas veces me- mentos que lo componían, un determinado tipo de rebel-
diatizados por las tonalidades sería entendido como fruto de día juvenil. Es sabido que
grises de una publicidad en la vinculación del cuerpo con aquel movimiento de protes-
blanco y negro - también se el alma, de manera que la ta no fue más que la plasma-
puede pensar que estas figu- compostura moral sería la ción popular de una vasta
ras delgadas expresan el re- responsable de la salud».37 revolución cultural que repor-
chazo de buena parte de los Partiendo de elementos es- tó destacadas consecuencias
valores (no sólo físico-cor- tructurales, sociales y cul- para el cuerpo humano. El
porales, sino también so- turales, se estableció una to- cambio - que no afectó tanto
ciales) generalmente acep- tal correspondencia entre el a la política como a la cultura
tados. «La delgadez retraída cuerpo humano y el cuerpo - supuso, a través de las
y seria que vemos en estos social. Por ende, el cuidado pulsiones libertarias, la inte-
anuncios significa el rechazo corporal comportaría la me- riorización de nuevas prác-
de los códigos dominantes de jora de la sociedad, con lo que ticas y la renovación de los
interacción social, a saber lo resulta lógico el éxito de la sistemas clásicos de educa-
accesible, y el rechazo de nor- educación física - entendida ción física con la incorpo-
mas corporales aceptadas».35 desde una perspectiva hi- ración de la psicomotricidad,
Las normas dictan que el giénica y profiláctica - en el la danza y la expresión cor-
cuerpo debe ser alimentado discurso pedagógico moder- poral. Sin olvidar el aerobic
convenientemente, que se ha no.38 Los índices de robusteza (con una Jane Fonda siempre
de luchar para ser feliz, que que se obtenían con las fichas joven y en forma). Fue en-
se ha de responder a los mo- antropométricas de la época tonces - en medio de la vo-
delos clásicos de los géneros de entresiglos (fines del XIX rágine del 68 - cuando in-
claramente identificables, y comienzos del XX) pro- telectuales como Marcuse se
masculino o femenino. Quizás bablemente no variarían en decantaron - y en buena me-
lo que sucede es que nos en- exceso respecto los que se dida ayudados por la crítica
contramos ante una juventud podrían obtener, actualmente, freudomarxista - por unos
que a través de su delgadez entre determinados grupos de deseos no represivos, por una
corporal - otra manifestación nuestros jóvenes. liberación de la represión que
de estos tiempos postmo- tenía mucho - como mínimo
dernos - rechaza las normas Algo ha cambiado subs- en apariencia - de trans-
sociales, como si se tratara de tancialmente porque el culto gresión. El eros - reivindica-
un juego que, en ocasiones, se a la belleza tísica del siglo do desde comienzos de siglo-
hace peligroso. XIX - tema típicamente ro- exigía un nuevo orden corpo-
mántico - ha vuelto a ins- ral que liberase el cuerpo de
Después de la lucha con- talarse en esos imaginarios las depravaciones del trabajo
tra la morbosidad infantil (con sobre el cuerpo. Y lo curioso industrial y que, por ende,
su preocupación por la crea- del caso es que hubo que lu- permitiese la expresión de un
ción de cantinas y colonias char denodadamente contra la cuerpo sensual que gozase los
escolares para fortalecer la tuberculosis y demás en- "logros de la higiene física y
salud de la infancia) nos en- fermedades endémicas que la ropa agradable".39
Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2

Por consiguiente, los cuer- la imperfección que se insinúa de espejos, de representa-


pos humanos tomaban una cotidianamente en el reflejo ciones poliédricas de un dife-
actitud deseante favorecida del espejo, en la mirada fis- rir constante de nuestra propia
por los aires de libertad. Tan- calizadora de los otros, con- imagen: para ser uno mismo
to fue así que las relaciones tinúa provocando malestar. se hace imprescindible parti-
entre los jóvenes - no hay que Además, el paso tiránico del cipar de ese juego de simula-
olvidar que en 1960 se inventó tiempo potencia el mito de la cros que se suceden sin cesar
la pildora anticonceptiva- eterna juventud, anatomías y que nos sitúan en una cons-
cambiaron profundamente. El que gracias a la cirugía plás- tante provisionalidad.
feminismo, con sus campañas tica mejoran cada día como el
a favor de la liberación de la cuerpo de Cher, cuerpos con-
Cristián
LA RECONFIGURACIÓN
mujer, se expandió por do- gelados - como el de Walt DEL CUERPO
quier. Movimientos alternati-
vos con su carga utópica -
Disney - que esperan ser re- Ale
parados algún día, cuerpos
Es evidente que nuestros
como el hippismo - intro- que cambian el color de la piel
tiempos postmodernos (otros
dujeron los cabellos largos como el de Michael Jackson,
autores se refieren a la tar-
que desembocarían en la con lo cual el cuerpo acaba
domodernidad, hipermoder-
moda unisex. Nuevas prendas convirtiéndose en un sig-
nidad o ultramodernidad)
como el bikini se hacían - no nificante de clase social y po-
actúan a modo de un ver-
sin reticencias - populares. der: más bellos y, preten-
dadero laboratorio donde es
Las piscinas y las playas, didamente, siempre jóvenes.
posible realizar todo tipo de
custodiadas celosamente du-
En un mundo en el que pruebas ensayando otros ór-
rante años, acogieron a unos
todo es fluctuante e inestable, denes simbólicos. La postmo-
cuerpos - cuerpos expuestos
el cuerpo se sumerge en el dernidad, con su crítica al
al sol - que se movían al rit-
panestetismo dominante. El etnocentrismo y a la mega-
mo trepidante de melodías
ser humano se cansa de su lomanía occidental, recupera
musicales cuyas letras in-
propio cuerpo, de parecerse aspectos que la racionalidad
vitaban al viaje, al veraneo, a
las veinticuatro horas del día moderna, con su arrogancia
la evasión, al ocio y a la se-
a sí mismo. De ahí el éxito de dominadora y absorbente,
ducción. El carpe diem post-
la moda - como expresión pú- orilló. La exposición "Las ar-
moderno encuentra un antece-
blica del reino de lo efímero- tes de África, Asia, Oceanía
dente en aquellos felices años
que favorece la aparición de y las Américas", organizada
sesenta que acabaron por diversas imágenes que van recientemente por el Louvre,
imponer un estilo de vida desde la presencia dura (hea- demuestra que Occidente se
neonómada gracias al coche vy) que se impone con agre- ha percatado que no es el úni-
utilitario y al turismo. El sividad a la delicadeza e co depositario de la imagi-
hombre - que finalmente insinuaciones de una repre- nación y de la creación artís-
había perdido el miedo a sentación blanda y suave tica. Ya Lévi-Strauss vaticinó,
sumergirse en el agua - recu- (soft). Si tradicionalmente se en uno de sus artículos sobre
peraba así su capacidad an- ha dicho que el cuerpo es la las tribus del Pacífico, que sus
fibia popularizándose entre cárcel del alma, no es menos obras de arte saldrían de los
los escolares la natación, lo verdad que ahora el cuerpo es museos etnológicos para ins-
cual constituía una positiva el tobogán por donde se des- talarse en los grandes centros
novedad al universalizarse liza el alma, o lo que es lo culturales.
una práctica deportiva que mismo, la "rampa de lan-
había sido practicada de ma- zamiento que catapulta hacia El proceso descolonizador
nera muy restringida.40 el paraíso de la estetización de África, que tuvo lugar a
por la bella imagen".41 Todo partir de la década de los años
Pero a pesar de estos vien-
se reduce a un simple juego sesenta y los posteriores flujos
tos de libertad, lo cierto es que
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Ale Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2

migratorios, ha cambiado el te diferir. Deleuze ha situado ra de mestizaje en la que el


panorama de las ciudades que la diferencia frente a la lógica cuerpo ocupa un lugar central
se convierten en auténticas de la identidad y de la ne- de forma que la corporalidad
conglomeraciones multir- gación, lo cual ha favorecido constituye la auténtica con-
raciales con personas de todas una determinada manera de dición de posibilidad para
las procedencias. Se ha pa- pensar el deseo.43 Sin embar- alcanzar un verdadero mundo

Seção MERCOSUL
sado de una visión mono- go, es evidente que siempre se intercultural. Los múltiples
céntrica - articulada alrededor ha intentado congelar este procesos de diáspora, dester-
de un eurocentismo absor- juego de la différence no sólo ritorialización, hibridación y
bente heredado de la Ilus- con la defensa del principio de fronterización apuntan hacia
tración - a un planteamiento unidad, sino también con la la necesidad de interacción en
policéntrico que se configura formulación de teorías cerra- favor de la formación de cul-
como un espacio de apren- das que han procurado co- turas híbridas que cruzan
dizaje. Este giro policéntrico sificar la educación - y por nuevas fronteras y habitan
no ha pasado desapercibido a ende, lo corporal - a fin de nuevos territorios.44
los defensores de la pedagogía impedir la diseminación del
crítica que han destacado que significado de la pedagogía. Buena parte del capital
el cuerpo no es simplemente humano del siglo XXI radica,
el resultado de unos discursos Si hasta hace poco la his- precisamente, en esta visión
hegemónicos sino también un toria se ha ocupado de la nor- plural de una sociedad inte-
lugar de lucha y de conflicto. malidad, ahora parece haber grada por hombres y mujeres
Peter Mc Laren -desde la llegado el momento de las di- cuyos cuerpos responden a
realidad social norteameri- ferencias de todo tipo: género, una nueva lógica que implica
cana - señala que cada cuerpo raza, lengua, edad, proce- algo tan simple como la acep-
(afroamericano, oriental, ne- dencia, etc. Al fin de cuentas, tación del otro. La "otredad"
gro, blanco, homosexual, etc.) hemos entrado en un tiempo (con todo lo que supone para
posee una voz oculta y escon- que invita a reformular todas la práctica pedagógico-social)
dida que conviene escuchar las escrituras e, incluso, el parte de la corporeidad, es
más allá de las normativas al mismo oficio de narrador por- decir, comienza en el reco-
uso.42 que parece que se ha perdido nocimiento del cuerpo del
- como mínimo éste es el pa- otro. Con la irrupción de los
El mundo actual potencia recer de Günter Kunert - el vientos postmodernos se ha
una ontología de la diferencia significado del leer y del es- hecho visible una "otredad"
que se distingue de la tradicio- cribir. Si es cierto que todo lo tradicionalmente ocultada. El
nal ontología de la represen- construido puede ser desman- "otro" ha dejado de ser el ob-
tación basada históricamente telado (ésa al fin de cuentas jeto de deseo de una vulgar
en el principio de identidad. ha sido la tarea de la decons- fantasía colonial. En el trán-
La lógica de la identidad ve trucción), no es menos verdad sito del siglo XIX al XX,
la diferencia como expresión que también puede ser recons- muchos militares coloniales
de algo incontrolable, propio truido, reconceptualizado, es no entendían las razones por
del exceso y del defecto. Lejos decir, renovado. las cuales las tropas metropo-
de esta posición, hoy la dife- litanas (bien alimentadas y
rencia se inscribe en el que- Ya no hay - y felizmente, mejor pertrechadas) se adap-
hacer humano: la multipli- ya no podrá existir - un único taban peor a las condiciones
cidad y la diversidad también modelo corporal. El hombre ambientales que soldados
dan cuenta y razón de nuestra de raza blanca se ha percatado autóctonos. La introducción
realidad más inmediata. Nos que ya no vive sólo en el mun- de determinadas prácticas en
encontramos ante el noma- do. Nos encontramos aboca- educación física (por ejemplo,
dismo, la divergencia, el dos al contacto, al intercam- el método natural de Hébert)
descentramiento y el constan- bio, en fin, a una nueva cultu- tiene mucho que ver con ese
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Ale
deseo de una preparación fí- pués de las experiencias de la siempre se ha movido en esta
sica que debía otorgar al segregación racial (apartheid) duplicidad de planos, es decir,
hombre occidental la misma y de las soluciones finales entre la realidad y el deseo:
fortaleza física que los natu- (Auschwitz constituye una Rousseau no quería el homme
rales de África o Asia. En auténtica memoria que la sauvauge real, sino el homme
aquellos momentos, el pres- humanidad no puede olvidar), naturel hiperreal.
tigio de la raza blanca andaba nos queda el recurso de otor-
en juego ya que debía ser la gar al cuerpo nuevas signi- Probablemente sólo si ape-
más fuerte. Sólo los blancos ficaciones, o lo que es lo mis- lamos a los valores de la
podían correr más rápido y mo, contribuir a una recon- nueva sensibilidad postmo-
saltar más alto, tal como con- figuración que responda a la derna se podrá amalgamar un
firma la escenografía tota- emergente sensibilidad post- horizonte integrador que
litaria de la Olimpíada de moderna articulada en torno al prevenga de las tentaciones de
Berlín de 1936. principio de la diferencia. la robotización de la vida hu-
mana. Si la historia ha estado
De hecho, la postmoder- Ahí radica, justamente, el poblada de autómatas y crea-
nidad surge en un contexto reto que debemos abordar: ciones maquinistas, tampoco
postcolonial de modo que la reconfigurar un universo sim- parece que vaya a desapare-
cuestión ya no es blanco o bólico y relacional en torno al cer en el futuro la pasión por
negro, sino blanco y negro. Se cuerpo humano que, en lugar los humanoides. El Time de
pasa de la lógica de la ex- de ser dominado, segregado, Nueva York distinguió, hace
clusión a la de la integración. mutilado o colonizado, pueda unos años, al robot con el
Es de esperar que si admiti- despertar la conciencia de una calificativo de "hombre del
mos a "el otro", también nueva realidad individual y año". En última instancia, la
podremos renovarnos a noso- social. Quizás si empezamos imagen del superhombre, (al
tros mismos. Sólo a partir de a aceptar el cuerpo de los fin de cuentas el actual re-
la aceptación de los otros otros, acabaremos también nacimiento de Nietzsche jus-
cuerpos (que han dejado de aceptando nuestros propios tifica su condición de gran
ser raros y exóticos), podre- cuerpos con todas sus im- apóstol de la postmodernidad)
mos construir un mundo que perfecciones y limitaciones. parece que toma cuerpo en
dé respuestas a las exigencias La imagen del otro nos puede esos engendros que cuentan
de una sociedad que camina ayudar a recomponer nuestra con una inteligencia com-
hacia un irreversible proceso propia identidad personal putarizada que se han desli-
de mestizaje. En definitiva, la aceptando una serie de valo- gado del pasado, que no
forma de construcción de res emergentes (lo íntimo, lo pueden olvidar nada porque
identidades implica el deseo emocional, lo sentimental, lo para ellos la historia ya no es
de ser reconocido, deseo que imaginativo), categorías olvi- significativa, estando además
históricamente ha sido nega- dadas por la fría racionalidad dotados de una inteligencia
do a todas aquellas personas moderna y que confirman la artificial sin capacidad de
cuyos cuerpos no corres- existencia de un verdadero sufrimiento y sin moral.45
pondían a los parámetros giro lingüístico que ha afec-
impuestos por la raza blanca. tado a todas las narrativas, in- Pero no hay que caer en el
cluso, corporales. Además, la desánimo, ni tampoco en el
Por ello, el cuerpo puede pesimismo. En verdad siem-
misma distancia existente en-
mediar activamente, desde un tre la realidad educativa (sig- pre existen motivos para la
horizonte intercultural, a favor nificado) y el discurso peda- esperanza y, justamente, el
de la elaboración de nuevas misterio del cuerpo humano -
gógico (signo) permite salvar
cartografías que integren las más allá de sus analogías con
la relación entre teoría y pra-
distintas culturas. Frente a las xis en clave metafórica. No máquinas, motores, robots y
tentaciones xenófobas, des- por casualidad, la pedagogía cyborgs- nos invita, una vez
............................
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6
más, a trabajar en la con- BOLUFER PERUGA, M., «Cos Ilustración. Madrid: Cátedra, 1998.
femení, cos social. Apunts d'his- 20
figuración de nuevos ima- toriografia sobre els sabers medies i Los ready-made son objetos
ginarios que apuesten a favor la construcció cultural d'identitats normales de la vida cotidiana (una
sexuades (segles XVI-XIX)», Afers, rueda de bicicletas, un taburete, una
de un humanismo integrador jaula). Se trata de objetos anónimos
33/34, 1999, pp. 531-550.
que (malgré Foucault) permi- 7
que, a pesar de su aparente inu
No hay que olvidar que el cuerpo tilidad, buscan la provocación y la
ta, sin renunciar al progreso

Seção MERCOSUL
femenino ha sido, y continúa siendo ironía. El primer ready-made co
tecnológico, un mundo de objeto, de diversas mutilaciones nocido data de 1913 y consistía en
posibilidades creativas. Éste como la ablación o la infibulación la yuxtaposición de una rueda de
que tienden a destruir parcial o to bicicleta y un taburete, pero el
es, precisamente, nuestro par- talmente la sensibilidad sexual primero que se expuso fue Fontaine
ticular deseo para una so- femenina (ERLICH, M., Lafemme (1917) que no era otra cosa que un
ciedad cuyo universo corpo- blessée. Essai sur les mutilations urinario.
sexuelles féminines. Paris: L'Har 21
ral - y por extensión, cultural mattan, 1986).
Entre la amplia bibliografía exis
tente sobre el particular, citamos:
- debería caminar inexo- 8
BENET, V. J. y NOS, E. (Eds.), GEDULD, H. M. y GOTTESMAN,
rablemente hacia el mestizaje. Cuerpos en serie. Castelló de la Pla R. (Ed.), Robots. New York: Graphic
na: Publicacions de la Universitat Society, 1978 y LOGSDON, T.,
Jaume I, 1999. Robots: una revolución. Barcelona:
NOTA 9 Orbis, 1987 (3a ed.).
FOUCAULT, M., Microfísica del
22
poder. Madrid: Ediciones La Pi SERRES, M., Feux et signaux de
1 brume: Zola. París: Grasset, 1975.
Le GOFF, J. y NORA, R, Hacer la queta, 1992, p. 104.
historia. III. Objetos nuevos. Barce 10 También sobre este tema: RA-
VIGARELO, G., «El adiestra BINBACH, A., The human motor:
lona: Editorial Laia, 1980, pág. 179.
miento del cuerpo desde la edad de Energy, fatigue and the origins of
2
PORTER, R., «Historia del cu la caballería hasta la urbanidad modernity. Basic Books, 1990.
erpo», en Formas de hacer Historia. cortesana», en M. FEHER, Frag 23
Madrid: Alianza Editorial, 1993, mentos para una historia del cuerpo DÍAZ CUYAS, J. (Coordinador),
pág. 272. humano. Madrid: Taurus, 1991, par Cuerpos a motor. Las Palmas de
3 te 1Ia, pp. 149-197. Gran Canaria: Centro Atlántico de
Ibidem, pág. 275. Arte Moderno, 1997, pág. 160.
11
4
Entre las obras más recientes des TORT, R, L'ordre et les monstres. 24
Le débat sur l'origine des dés- En marzo de 1928, Salvador Dalí
tacamos: LAÍN ENTRALGO,R, El -junto a Lluis Montanyá y Sebastiá
cuerpo humano. Oriente y Grecia viations anatomiques au XVIII
siécle. Paris: Syllepse, 1998. Gasch- publicaron el Manifest Groe
Antigua. Madrid: Espasa-Calpe, que sería tildado de futurista y en el
1987; SOUZENELLE, A. de, Le 12
VILANOU, C, "Winckelmann: que expresaban su entusiasmo por
Symbolisme du corps humaine. neoclassicisme i pedagogía esté los objetos industriales, por el de
París: Albin Michel, 1991; ANA tica", en Seminari Iduna. Noves porte, el nudismo, el cine y la
BUÑUEL HERAS, La construcción reflexions a l'entorn de l'educado fotografía. Este manifiesto fue
social del cuerpo. Prácticas gimnás estética. Publicacions de la Uni reproducido en castellano por Gallo,
ticas y nuevos modelos culturales. versitat de Barcelona, 1998, pp. la revista que editaba Federico
Madrid: Editorial de la Universidad 33-41. García Lorca en Granada.
Complutense, 1992; JACQUES 13
ULMANN, Corps et civilisations. ARISTÓTELES, La Política, libro 25
TUSQUETS, J., Tarzán contra
Education physique, médecine, primero, capítulo IV. Robot. El neonomadismo y el neo-
sport. París: J. Vrin, 1993; JAC 14
DESCARTES, El tratado del sedentarismo protagonistas de la
QUES GLEYSE, V instrumen- hombre. Edición a cargo de G. crisis contemporánea. Barcelona:
talisation du corps. Une archéologie Quintas. Madrid: Alianza Editorial, Oikos-Tau, 1986.
o
de la rationalisation instruméntale 1990. 26
du corps, de l'Age classique a Por su significación destacamos la
l'époque hvpermoderne. París:
15
DAMASIO, A.R., El error de exposición Post Human. Nuevas for
L'Harmattan, 1997; AURELIO Descartes. Barcelona: Crítica, 1996. mas de la figuración en el arte
PÉREZ JIMÉNEZ y GONZALO 16
contemporáneo que circuló, durante el
LEIBNIZ, W. G., Monadología, año 1992, por diferentes pases de Eu
CRUZ ANDREOTTI (Eds.), Uni 64.
dad y pluralidad del cuerpo humano. ropa. Para un amplio comentario sobre
La anatomía en las culturas me 17
GIMÉNEZ CABALLERO, E., lamisma: OLIVARES, R., Lápiz, núm.
diterráneas. Madrid: Ediciones Hércules jugando a los dados. 93, mayo 1993, pp. 24-28.
27
Clásicas, 1999; WEISS, G., Body Madrid: Ediciones La Nave, 1928. DE LA PUENTE MARTORELL,
images. Nueva York/London: Rou- 18 J. M.., "El cyborg, la monia, el
tledge, 1999. LA METTRIE, Obra Filosófica.
arquitecto. La explosión de los
Madrid: Editora Nacional, 1983,
5 modelos antropocéntricos en ar
ALARIO TRIGUEROS, M. T., pág. 250.
quitectura", Congrés Internacional:
«La imagen: un espejo distorsiona- 19
dor», Persona, género y educación. ARACIL, A., Juego y artificio. El Futur de l'Arquitecte (Ment,
Autómatas y otras ficciones en la lerritori, societat), Barcelona: UPC,
Salamanca: Amarú Ediciones, 1997,
cultura del Renacimiento a la 2000, pág. 60.
pp. 87-112.
Movimento - Ano VII - Nº 13 - 2000/2

28
HARAWAY, D. J., Ciencia, cy- modernidad: hacia un nuevo ima- dizaje ha constituido históricamente
borgs y mujeres. La reinvención de ginario cultural y pedagógico», una empresa difícil. En 1538 Nicolás
la naturaleza. Madrid: Cátedra, Alternativas (Universidad de San Wynmann publicó el primer tratado
1995. Luis, Argentina), núm. 16, octubre de natación con el título de Co-
29 de 1999, pp. 17-44. lymbetes o el arte de nadar. Todavía
GIANNETTI, C, «Cyborg no
34 en el siglo XIX - e incluso en el XX-
tiene género. Reflexiones sobre la QUÉAU, Ph., «La presencia del
proliferó este tipo de literatura
mujer, la ciencia, las nuevas tec espíritu», Revista de Occidente,
encaminado a fomentar las capaci-
nologías y el ciberespacio», en Sólo núm. 206, julio 1998, pág. 53.
dades y hábitos natatorios.
para tus ojos; el factor feminista en 35
Por el contrario, la delgadez apa 41
relación a las artes visuales. Do- SALABERT, P, "Panestetismo",
nostia: Arteleku, 1997, pp. 15-20. rece en la mayor parte del mundo
Manía, núm. 1, pág. 28.
como una consecuencia del hambre
30 42
Con relación a la creación cinema y de la escasez de alimentos a que DE ALBA, A. (Compiladora),
tográfica de este tipo de engendros, se ve sometida la humanidad. Des Postmodernidad y educación. Mé
véase: DEL TESO, B., «Todo ser graciadamente, esa delgadez - xico: CESU/Porrúa, 1995.
tiene su rostro, nuestro rostro», auténtica piedra de escándalo- se 43
Hombres y máquinas. Realidad y diluye en una serie de imágenes FERREIRA SANTOS, L., Pensar
representación. San Sebastián: informativas que generan impa o Desejo. Freud, Girard e Deleuze.
Arteleku, 1998, pp. 99-114. sibilidad e indiferencia. Braga: Universidade do Minho. Ins
tituto de Educacao e Psicología,
31 36
Destacar aquí la exposición WALLERSTEIN, K., «La del 1997.
«Cronos» del fotógrafo Pere For- gadez y otras negaciones en la 44
miguera que presentó en el Centre publicidad de la moda contempo Con relación a este tema, véase:
d'Art Santa Mónica de Barcelona, ránea», Debate Feminista (México), JARAUTA, F. (Ed.). Nuevas fronte
durante la primavera del año 2000, núm. 19, abril 1999, pp. 182. ras/Nuevos territorios. San Sebastián:
el resumen de un trabajo realizado a Arteleku, 1996, en especial el trabajo
37
lo largo de diez años. De 1991 al RUIZ SOMAVILLA, M. J., «El de Kewin Power "El mestizaje: la
2000, tomó cada mes una fotografía cuerpo limpio». Análisis de las identidad de los noventa" (pp.153-
a 32 personas de diferentes edades. prácticas higiénicas en la España 209).
Cada uno elegía ser fotografiado del mundo moderno. Málaga: U- 45
niversidad de Málaga, 1993, pág. La mayor atracción de la ex
desnudo de medio cuerpo, de cuerpo posición «Sieben Hügel» (Siete
entero o sólo la cabeza. El proyecto 132.
colinas. Imágenes y signos del siglo
logró reunir miles de fotografías que 38
RAUCH, A., Le souci du corps. XXI), abierta desde la primavera
registraron mes a mes el proceso, a Histoire hygiéne en éducation hasta el otoño del año 2000, en el
lo largo de una década, del cre physique. París: P.U.F., 1983. Tam Centro Martin Gropius de Berlín,
cimiento o del envejecimiento bién puede consultarse el clásico fue el robot Honda P3, considerado
humano. La muestra de la ex estudio de VIGARELLo, G., Le el humanoide más avanzado del
posición recoge unas 600 imágenes prope et le sale. L'hygiéne du corps mundo. Construido por la mul
que corresponden a varios adultos y depuis le Moyen age. París: Seuil, tinacional automovilística japonesa,
adolescentes. 1985. que trabajó catorce años en el
32
OLIVARES, R., «En cuerpo y 39 proyecto, el P3 es capaz de subir y
MARCUSE, H., Eros y civi bajar escaleras, moverse en sentido
alma», Lápiz, XVII, núm. 139/140, lización. Barcelona: Seix Barral,
enero-febrero 1998, pág. 77. lateral, abrir puertas, transportar ob
1976, pág. 12.
jetos, estrechar manos y otras
33
Con relación al tema de la post 40
Aunque los humanistas del Re habilidades que tendrán aplicaciones
modernidad, véase: VILANOU, C, nacimiento (por ejemplo, Rabelais) domésticas. Su altura es de 1,60
«Danzas y contradanzas de la recomendaban la natación, su apren- metros y pesa 130 Kilogramos.

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