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TAREA ACADEMICA

TITULO:

“ANALISIS DEL ACUERDO


PLENARIO N° 6-2019”

NOMBRE:

JORGE LUIS ZAVALETA TORRES

LIMA, 13 DE OCTUBRE DE 2022


I. INTRODUCCION

En el presente trabajo se analizará el Acuerdo Plenario N° 6-2019, concerniente al


delito de Trata de personas, identificando su evolución normativa en nuestro
ordenamiento jurídico, así como su tratamiento en el ámbito internacional (tratados y
convenios) y su influencia en la reforma normativa que ha experimentado el delito de
trata de personas en el Perú.

Asimismo, se procederá al análisis del bien jurídico tutelado, su naturaleza jurídica


(delito complejo y alternativo), sus elementos configurativos, medios comisivos, las
diversas modalidades típicas que presenta el tipo penal, la eficacia del
consentimiento de la víctima, etc.

Por otro lado, desde una perspectiva subjetiva, se analizará el elemento de


trascendencia interna (adicional al dolo), entre otros aspectos de carácter objetivos y
subjetivos, que nos permitan identificar sus rasgos esenciales tanto dogmáticos
como políticos criminales a fin de realizar un adecuado juicio de subsunción típica de
acuerdo a la normativa actual del delito submateria.

Importante señalar que en el caso materia de análisis los integrantes de las Salas
Penales Permanentes Transitoria y Especial de la Corte Suprema de Justicia de la
República, determinaron establecer como doctrinal legal, los criterios expuestos en
los fundamentos jurídicos 22 al 28, 28, y 30 al 32 del citado Acuerdo Plenario.

II. DESARROLLO

II.1. Evolución legislativa nacional

En el Perú, el delito de Trata de personas en su texto originario del Código Penal de


1992, se encontraba regulado en el artículo 182°, como delito contra la libertad bajo
la modalidad de proxenetismo1, lo contenía con el siguiente enunciado: “El que
promueve o facilita la entrada o salida del país o el traslado dentro del territorio de la
república de una persona para que ejerza la prostitución”.

1
Sancionado con pena privativa no menor de cinco ni mayor de diez años para la modalidad simple y pena no
menor de ocho ni mayor de doce años por concurrencia de circunstancias agravantes (el agente es el padre, la
madre, el tutor o el curador).
Posteriormente, en virtud de la norma contenida en el artículo 1° de la ley 28251 2, el
mentado artículo 182° del Código Penal -siempre desde un componente de carácter
sexual: proxenetismo- fue objeto de modificación tanto en su contenido como en su
penalidad3, con el siguiente enunciado: “El que promueve o facilita la captación para
la salida o entrada del país o el traslado dentro del territorio de la República de una
persona para que ejerza la prostitución, someterla a esclavitud sexual, pornografía u
otras formas de explotación sexual”.

Luego, a mérito de la 5ta. disposición complementaria, transitoria y final de la Ley


289504, el señalado artículo 182°, fue explícitamente derogado, decidiéndose en
aquel instante, por razones de política criminal, redefinir el delito de trata de
personas en el artículo 153° del CP, con la siguiente formula: “el que promueve,
favorece, financia o facilita la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o
retención de otro, en el territorio de la República o para su salida o entrada del país,
recurriendo a: la violencia, la amenaza u otras formas de coacción, la privación de
libertad, el fraude, el engaño, el abuso del poder o de una situación de
vulnerabilidad, o la concesión o recepción de pagos o beneficios, con fines de
explotación, venta de niños, para que ejerza la prostitución, someterlo a esclavitud
sexual u otras formas de explotación sexual, obligarlo a mendigar, a realizar trabajos
o servicios forzados, a la servidumbre, la esclavitud o prácticas análogas a la
esclavitud u otras formas de explotación laboral, o extracción o tráfico de órganos o
tejidos humanos”.

A partir de dicha reestructuración queda establecido legalmente en nuestro país,


pues, qué la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de un niño, niña o
adolescente con fines de explotación, es trata, aun cuando no se hubiera recurrido a
alguno de los medios de comisión típicos.

No obstante ello y debido al constante cambio de paradigmas, criterios,


circunstancias y partícipes advertidos en el delito de trata, fundamentalmente en el
contexto internacional, mediante artículo único de la Ley 30251 5, el numeral 153° del

2
Publicada el 8 de junio de 2004.
3
Sancionado con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años para la modalidad simple
y pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de doce años, si media alguna de las circunstancias
agravantes enumeradas en el artículo anterior.
4
Publicada el 16 de enero de 2007.
5
Publicada el 21 de octubre de 2014.
Código Penal es nuevamente modificado, señalándose: “el que mediante violencia,
amenaza u otras formas de coacción, privación de la libertad, fraude, engaño, abuso
de poder o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o de
cualquier beneficio, capta, transporta, traslada, acoge, recibe o retiene a otro, en el
territorio de la República o para su salida o entrada del país con fines de
explotación”.

Finalmente, con la ley vigente -Ley N° 31145 6- se reubica el tipo penal en el Título I-
A del CP. Delitos contra la dignidad humana, en el artículo 129-A, con el siguiente
texto: “1. El que mediante violencia, amenaza u otras formas de coacción, privación
de la libertad, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad,
concesión o recepción de pagos o de cualquier beneficio, capta, transporta, traslada,
acoge, recibe o retiene a otro, en el territorio de la República o para su salida o
entrada del país con fines de explotación”.

En la cual, además, se ratifica que la captación, transporte, traslado, acogida,


recepción o retención de un niño, de una niña o de un(a) adolescente con fines de
explotación es trata incluso cuando no se recurriera a alguno de los medios típicos
(violencia, amenaza, coacción, etc.). De igual modo, se verifica que el
consentimiento otorgado por la víctima mayor de edad a cualquier forma de
explotación, carecerá de efectos jurídicos cuando el agente hubiere recurrido a
cualquiera de los medios comisivos enunciados en el citado inciso 1.

De todo ello puede colegirse que la definición del delito de trata de personas resulta
altamente complejo debido a la inclusión en su contexto de conductas que podrían,
inclusive, considerarse delitos independientes en nuestro ordenamiento jurídico.

II.2. Regulación internacional y su impacto en la legislación nacional

El Protocolo contra la Trata de personas, que complementa la Convención de las


Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (UNTOC) de
diciembre de 2000, en adelante Protocolo de Palermo, es el principal instrumento
legal sobre el delito de trata de personas, ya que fue el primer instrumento
internacional en definirlo y establece la obligación de los Estados para su

6
Publicada el 30 de marzo de 2021.
eliminación7. Es importante porque marca un hito en la lucha contra la delincuencia
organizada internacional referido a la trata de personas, asimismo porque abarca
varias formas de trata y no solo la trata con fines de explotación sexual como se
entendía antes de dicho Protocolo.

La definición de trata en el Protocolo de Palermo ha tenido una enorme influencia en


muchos países, pues ha sido adoptada ampliamente en sus legislaciones internas
siendo el Perú uno de ellos. No obstante, a la fecha de la modificatoria introducida
por la Ley 28950 del año 2007, la estructura típica asumida era diametralmente
opuesta a la definición de trata asumida en el Protocolo de Palermo 8.

Por cuanto, el tipo penal establecía como conductas típicas el promover, favorecer,
financiar o facilitar la trata de personas, en las diferentes etapas definidas en dicho
Protocolo –captación, transporte, traslado, acogida o recepción- lo que llevaba a
confusión, ya que el contenido del injusto de la trata, conforme al Protocolo, radica
en las conductas descritas anteriormente orientadas a desarraigar o mantener a la
víctima para fines de explotación en sus diversas formas.

Esta diferenciación se soslaya, recién en el año 2007, con la reforma introducida


mediante la Ley 30215 que reestructura la trata de personas y acoge
sustancialmente la fórmula establecida en el Protocolo de Palermo, asimismo supera
ciertas dificultades referidos a los aspectos de la relación entre el uso de los medios
comisivos y el consentimiento de la víctima adulta, la irrelevancia de los medios
comisivos cuando se trate de niños y/o adolescentes y, lo que se entiende por
“propósito de explotación”.

II.3. Bien jurídico

En cuanto al bien jurídico protegido en el delito de trata de personas, no obstante la


diversidad de criterios existentes y el hecho de que en esta ilicitud penal, sin duda,

7
Por Resolución Legislativa 27257, ratificada mediante el D.S. Nº 088-2001-RE, el Perú ratificó dicho Protocolo
y por ende está obligado a sus estipulaciones.
8
El artículo 3° define la trata de personas de la siguiente manera: “Para los fines del presente Protocolo: a) por
trata de personas se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas,
recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al
abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para
obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa
explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación
sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o
la extracción de órganos”.
no concurre un único bien jurídico protegido, sino más bien una pluralidad de dichos
atributos legales (libertad ambulatoria, libertad sexual, indemnidad sexual, salud
física y mental, libertad de auto determinación, seguridad laboral), nos adherimos al
sector de la doctrina especializada que establece como objeto de protección la
dignidad9, conforme ha quedado establecido en el Acuerdo Plenario materia de
análisis, el cual además guarda consonancia con la entrada en vigencia de la Ley
31146 que reubica el tipo penal en el Título I-A del Código Penal, referido a los
delitos contra la dignidad humana.

Al respecto, se señaló que la dignidad trasciende la libertad personal, ya que existe


un ámbito de lo específicamente humano que puede ser afectado con independencia
de otros bienes jurídicos. En estos casos, la víctima (mayor o menor de edad) es
colocada o mantenida en situación de vulnerabilidad permanente y es
instrumentalizada como un objeto al servicio de otros, eliminando así su
autodeterminación y proyecto de vida. Lo cual, sin duda alguna, la aplicación del
Acuerdo Plenario Nº 6-2019 resulta positivo en tanto reconoce a la dignidad como el
fundamento del injusto.

II.4. Naturaleza jurídica

En el Acuerdo Plenario objeto de análisis se señala que la trata de personas es un


delito común, o sea, que puede ser cometido por cualquier persona que realice
cualesquiera de las modalidades típicas del artículo 153º (ahora art. 129-A).
Asimismo, se considera como delito complejo por las siguientes razones:

En primer lugar, por su estructura normativa, es un tipo penal alternativo, pues


regula varias conductas típicas, a saber: a) captar -atraer a la víctima o ganarse su
confianza-; b) trasladar -disponer lo conveniente para procurar el desplazamiento de
la víctima de un lugar a otro-; c) transportar -llevar directamente a la víctima de su
área de actividades normales hacia otro lugar donde será explotada-; d) recibir -
implica salir a encontrarse con la víctima trasladada para llevarla a su destino final-;
e) acoger -bridar un espacio físico en el que la víctima va a permanecer
desarraigada-; y, f) retener -implica impedir u obstaculizar que la víctima salga de su
situación de desarraigo y vulnerabilidad-.
9
Entendida como el derecho de todos los habitantes del planeta (mayores o menores de edad) a no ser
instrumentalizados por otro, es decir, a no ser tratados ni considerados como meros objetos de cambio o
mercancía.
Cabe precisar que, estas conductas pueden ser concebidas como fases o
eslabones, de allí que se le denomina delito proceso que tiene como finalidad la
explotación. No obstante, dicha progresividad no puede llevar a los errores de: a)
Considerar la trata de personas como un delito secuencial, conformado por etapas
rígidas que siempre deben configurarse de manera completa; y, b) que con la
configuración de la última etapa –la retención de la víctima- se produzca una cesura
para continuar con las conductas de explotación.

Sobre esto último, en el citado Acuerdo Plenario, se señala que la trata de personas
no es propiamente un delito de resultado cortado en el que el autor hace algo -la
conducta de trata- para que produzca las consecuencias posteriores esperadas por
el tratante, lesivas a la víctima tratada -la explotación-.

Por otro lado, conforme a lo mencionado en el apartado anterior, la trata es un delito


pluriofensivo que no sólo protege a la libertad personal, ambulatoria, sexual o la
autodeterminación; sino, principalmente, la dignidad de la persona colocada o
mantenida en una situación de vulnerabilidad y degradación permanente (cualidades
fundamentales o inherentes de las personas).

II.5. Los medios comisivos

Son aquellos medios utilizados que sirven para colocar o mantener a la víctima de
trata y son de diversa índole, como la violencia, amenaza, coacción, privación de la
libertad, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad,
concesión o recepción de pagos o de cualquier beneficio.

Cabe precisar que estos medios pueden usarse en diversos momentos o de manera
simultánea que privan la libertad o vician cuando menos el consentimiento de la
víctima mayor edad, de ahí que la falta o irrelevancia del consentimiento de esta se
determina a través de la verificación del empleo de cualquiera de los medios
mencionados.

Por otro lado, en el caso de víctimas menores de edad, se considera trata aun
cuando no se haya empleado ninguno de los medios típicos, de ahí que es
impertinente toda prueba orientada a demostrar el consentimiento del menor.

II.6. Elemento subjetivo de transcendencia interna


Desde una perspectiva subjetiva, la trata de personas es un delito doloso, pero
además de tendencia interna transcendente -delito de intención- pues con el
término “fines de explotación” en sus distintas modalidades: la venta de niños, niñas
o adolescentes, la prostitución y cualquier forma de explotación sexual, la esclavitud
o prácticas análogas a la esclavitud, cualquier forma de explotación laboral, la
mendicidad, los trabajos o servicios forzados, la servidumbre, la extracción o tráfico
de órganos o tejidos somáticos o sus componentes humanos, así como cualquier
otra forma análoga de explotación, entre otros; la finalidad del tratante no debe,
necesariamente, concretarse, basta con que se haya realizado alguna de las
conductas y que se pueda comprobar la pretendida finalidad, para que quede
consumada, incluso cuando dicha intención no se llegó a materializar realmente.

II.7. Política criminal

En nuestro país, colateralmente, a pesar de que el Ministerio Público ha


implementado a la fecha órganos de persecución especializadas en la trata de
personas, no existen ni se elaboran a entera satisfacción auténticas acciones de
prevención de oficio respecto de esta modalidad criminal organizada, no obstante, la
notoria existencia de publicaciones y avisos de falsas agencias de empleo, guías de
turismo, servicios de masajes, modelajes, casting para actuación en televisión o
novelas, etc.

En tal sentido, consideramos que el Acuerdo Plenario materia de análisis constituye


un importante instrumento para los operadores jurídicos que permite distinguir sus
rasgos típicos esenciales de otras figuras a fines como el proxenetismo, rufianismo,
explotación sexual, etc.

III. CONCLUSIONES
1. Se considera a la trata de persona como un delito complejo.
2. Asimismo, es un delito de proceso o secuencial, en la medida que implica la
realización de actos progresivos o secuenciales (captar, transportar, trasladar,
acoger, recibir o retener) a través de sus medios comisivos; pero que de modo
alguno ello significa que si no se completa todo este circuito no se configure el
delito, siempre que se verifique que tales conductas sean con fines de
explotación (sexual o laboral).
3. Además, al ser un tipo penal alternativo, prevé diversos verbos rectores (captar,
transportar, trasladar, acoger, recibir o retener) cuya realización es
independiente para su consumación.

4. Por otro lado, con relación a los medios comisivos (violencia, amenaza, engaño,
fraude, abuso de poder, etc.) en adultos es irrelevante puesto que denotan la
ausencia de un consentimiento válido y a través de los cuales el agente persigue
sus fines de explotar sexual o laboralmente a la víctima.

5. Por otro lado, desde una perspectiva subjetiva, presenta un elemento adicional
al dolo "con fines de explotación", que constituye un propósito del agente;
razones por la cuales estimamos que el delito de trata de personas es un delito
complejo.

6. Por último, el Protocolo de Palermo ha sido una herramienta importante para la


reestructuración del delito de trata de persona, especialmente a raíz de la
modificatoria introducida por la Ley 30215.

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