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Complexión

Llamamos complexión al conjunto de características físicas que forman


la estructura corporal (o constitución ósea), ayuda a la clasificación del
tamaño de la estructura del esqueleto, también comúnmente se utiliza
para hablar de la fuerza y vitalidad del individuo.

El tipo de complexión es determinado genéticamente y no hay forma de


cambiarlo, este también determina tendencia sobre nuestra facilidad al
subir, mantener o bajar de peso. Existen 3 tipos principales de
complexión:

Ectomorfo: Son personas delgadas, con extremidades largas, apariencia


joven, tienen problemas para ganar grasa y masa muscular, tienen un
metabolismo acelerado.

Mesomorfo: son personas que llegan a ganar y perder grasa con


facilidad, al igual que masa muscular, su cuerpo es más moldeable,
tiene un metabolismo regular, llegan a presentar un aspecto atlético o
medidas más proporcionadas.

Endomorfo: Son personas que tienen problemas para perder grasa,


llegan a ganar musculatura con facilidad y un metabolismo lento, son
personas que regularmente tienen sobrepeso, y su estructura es
grande.

Muchas personas poseen características de más de un grupo, pero


siempre hay uno con el que nos identificamos más, cada uno de estos
tipos de cuerpo se puede trabajar, y es importante saber qué tipo de
complexión se posee para fijar metas realistas y saber qué áreas se
tienen que trabajar más con dieta y ejercicios acorde destacando tus
puntos fuertes.

Aunque sigamos en pandemia, les invitamos a realizar 30 minutos de


ejercicio al día para empezar, sin duda cuando regresemos a nuestros
trabajos o colegio tendrás un cambio significativo y tangible para
sorprender a tus conocidos.

Fuentes:

Alegsa, L. (2019, marzo 12). Complexión . Recuperado 9 de abril de


2020, de https://www.definiciones-de.com/Definicion/de/complexion.php
Indumentaria y colores que usamos
La vestimenta es una norma social, pero para muchos también es un
canal para expresarse. A través de ella, reflejamos gustos, estilos e
incluso podemos llegar a revindicar algún mensaje. Dentro de este
vertiginoso mundo, los colores de la ropa tienen un hueco especial a la
hora de transmitir.
Como seguramente sepas, los colores de todos los elementos que nos
rodean no se escogen al azar. Productos, decoraciones y códigos llevan
asociadas determinadas tonalidades en función de lo que se quiera
transmitir al observador. Son muchos los estudios que han profundizado
en el efecto psicológico de los colores.
Por eso, no es de extrañar que, a través de los colores de la vestimenta,
todos demos a entender determinados aspectos de uno mismo. Algunas
personas escogen tonos acordes a sus sentimientos, sus gustos y a una
autoimagen de forma consciente, pero otros lo hacen sin más mediador
que el propio gusto personal. Aquí profundizaremos en esta cuestión,
así que no te pierdas nada.
Vamos a ver qué transmite cada uno de los colores más clásicos
cuando está presente en nuestras prendas.

Blanco
Es uno de los colores básicos de casi todo armario, ya que combina con
todo. Transmite paz, pureza e inocencia. Con el negro, produce un
contraste limpio y elegante, de manera que muchas personas lo utilizan
con el fin de indicar seriedad y distinción.
Yo
El problema del blanco a la hora de vestir es que se mancha con
facilidad; de hecho, sin este pero, probablemente sería un color mucho
más usado.

Negro
El negro, que también combina con todo, transmite elegancia, seriedad
y autoridad. Muchas personas lo asocian con el luto y la tristeza, así
como con la distancia emocional. Está muy asociado al mundo de los
negocios y a algunas tribus urbanas.
Rojo
A pesar del impacto que nos puede causar este color en su saturación
más alta, lo cierto es que muchas personas lo emplean para transmitir
fuerza, pasión y fortaleza. Es muy útil para llamar la atención, ya que se
ve desde la distancia.

Verde
El color de la naturaleza por excelencia, así como a la fertilidad y la
salud. Es común verlo en ropa deportiva, puesto que transmite vitalidad
y es refrescante, además de relacionarse con ambientes de exterior.

Azul
El azul, el color del cielo, tiene un efecto tranquilizador. Es un color
conservador, ligado a sentimientos de permanencia y moderación.
Cuando lo utilizamos, trasmitimos equilibrio y confianza, por lo que se
suele recomendar para las entrevistas de trabajo. Puedes ver, por
ejemplo, que es un color muy empleado en los debates electorales.

Amarillo
El amarillo es un color llamativo. No es de extrañar que se utilice, por
ejemplo, en aquellos casos en los que queremos que nos vean a una
distancia considerable. Lo vemos en las obras y también en los agentes
que se encargan de dirigir el tráfico.
Por otro lado, en el ámbito más puro de la moda, este color es cálido y
transmite alegría, cercanía y optimismo. En un tono más apagado lo
encontramos en otoño, y en un tono más intenso lo encontramos en la
primavera y en el verano.

Naranja
Al igual que el anterior, esta tonalidad transmite optimismo y felicidad,
pero con un toque de calidez. Al ser próximo al rojo, el naranja proyecta
fuerza. Destaca en los días grises, pero también en los atardeceres.

Rosa
Debido a su asociación con la feminidad, el romanticismo y la
maternidad, el rosa es uno de los colores que deja indiferente a menos
personas. En sus tonalidades más intensas también se suele utilizar con
frecuencia cuando queremos que nos vean. En una tonalidad menos
saturada transmite calma, abrigo y cariño.
Gris
Aunque a algunas personas les parece un color triste y sin vida, lo cierto
es que a otras les transmite neutralidad, seriedad y sofisticación. Se
suele utilizar para proyectar poder y autoridad sin demasiada intensidad,
de forma que genere más aceptación.

Marrón
Junto al verde, el marrón es el color de la naturaleza y de la
tierra. Transmite seguridad, tranquilidad y responsabilidad, dando a la
persona que lo viste un aura de confianza y accesibilidad.

Morado
Llevar morado entre los colores de la ropa que llevas es una forma de
reflejar tu fuerza, tu lealtad y, dependiendo del contexto, tu amor. Es
una mezcla entre romanticismo y pasión que muchos eligen cuando
quieren mostrar un estilo de relación amorosa equilibrada.

Higiene personal
La higiene personal no sólo es sinónimo de limpieza sino también de
salud. La falta de higiene no pasa desapercibida. Es una práctica que
debería adquirir gran importancia en la vida de los seres humanos ya
que la ausencia de la misma puede acarrear importantes consecuencias
negativas para el organismo y la sociedad en su conjunto. Gracias a la
concepción de la higiene como ciencia han sido prevenidas muchas
enfermedades y en muchos casos los porcentajes han disminuido de
manera notable.
La higiene  hace referencia a la rama de la medicina que tiene como fin
la prevención de enfermedades y la conservación de la salud, ya sea
visto desde los aspectos personales como los ambientales.
Concretamente el término higiene se refiere a aquellas prácticas que
incluyen la limpieza y aseo personal, de hogares y espacios públicos.
En la actualidad la higiene se puede clasificar de varias maneras, las
principales son: pública y privada.
Higiene pública: Es aquella en cuya aplicación interviene la autoridad
que adopta medidas colectivas para el saneamiento de comunidades. 
Higiene privada: Puede ser entendida como aquella higiene que cada
ser humano debe encargarse de manera personal, ya sea desde el
punto de vista corporal como la del espacio que habita. Dentro de este
grupo es posible distinguir algunos tipos de higiene de maneras
particulares y adaptadas a la situación dada.
¿Qué se entiende por higiene personal? La higiene personal se
define como el conjunto de medidas y normas que deben cumplirse
individualmente para lograr y mantener una presencia física aceptable,
un óptimo desarrollo físico y un adecuado estado de salud y así poder
evitar enfermedades.
Cuáles son los aspectos que conforman la higiene personal?
 Aseo del cuerpo: Se practica con el propósito de mantener la limpieza
del cuerpo y conservar la salud, consiste en el cuidado de la piel, las
axilas, el cabello, los órganos genitales externos, las manos, la cara, la
cavidad bucal y los dientes, así como la higiene del vestuario y calzado.
Baño diario: Es importante ya que elimina los restos de polvo, grasa
producida por el mismo cuerpo para mantener hidratada la piel. La piel
limpia, cumple la función de barrera protectora y termorreguladora
mediante la transpiración, eliminado así los agentes patógenos. Tiene
grandes beneficios para el organismo, mejora la circulación, fortalece
los músculos del cuerpo, alivia la fatiga después del ejercicio físico.
El lavado del cabello: Es otra acción necesaria que estimula la
circulación y propicia vitalidad a la raíz del cuero cabelludo.
 La higiene de los genitales externos: Prestar especial atención por
sus características estructurales y funcionales.
La higiene de las manos, el lavado de manos social: Estas deben
lavarse cuantas veces sea necesario, por ser la parte del cuerpo que
más utilizamos, tanto para realizar trabajos en los que puede haber
contaminación, como en los más pulcros y delicados. Por tal razón se
deben lavar, sobre todo al llegar de la calle, antes de cada comida, para
manipular alimentos, después tocar o jugar con los animales, de usar el
baño y cambiar el pañal de un bebe. Las manos pueden ser una vía de
transmisión de muchas enfermedades, por ejemplo la diarrea o gripe y
neumonía.
La higiene de la nariz: Debe efectuarse en el momento del baño. En la
nariz no deben introducirse objetos de ningún tipo incluidos los dedos.
 La higiene de los ojos: Es suficiente el lavado normal de la cara. No
se deben frotar con las manos sucias; cuidar la iluminación y la distancia
a la que se realiza la lectura y la escritura, son cuestiones a tener en
cuenta en su cuidado.
La higiene de los oídos: Se limita al pabellón de la oreja (parte
externa); no se deben introducir objetos para su limpieza.
La higiene bucodental: Comprende el aseo diario. El cepillado
contribuye a la conservación de las encías, los dientes y la salud en
general. Debe efectuarse después de consumir alimentos y antes de
acostarse. La técnica del cepillado consiste en efectuar el movimiento
del cepillo siempre de la encía hacia el diente, todas estas medidas
evitan las caries dentales, afección altamente frecuente en nuestra
población y producida por falta de higiene bucodental.
La higiene del vestuario comprende la ropa y el calzado: La ropa se
ensucia y se contamina por su uso, a lo que contribuyen las secreciones
de nuestro cuerpo. Mantener la ropa limpia es un hábito que debe
fomentarse desde niño, no solo por razones estéticas, sino para el buen
desarrollo de la personalidad y la prevención de enfermedades. El
calzado debe ser cómodo pues unos zapatos de talla inadecuada
pueden deformar los pies.
Todos estos pequeños actos y muchos otros contribuyen a elevar la
calidad de vida de las personas e influyen directamente en el
mantenimiento de un buen estado de salud que limita mucho más la
presencia de posibles enfermedades y/o problemas de salud.
Lenguaje corporal
El lenguaje corporal consiste en la comunicación expresada a través
de los gestos, posturas y movimientos tanto corporales como faciales.
Mediante el lenguaje corporal, que es utilizado en mayor medida que el
lenguaje verbal, es posible detectar el estado emocional de quien lo
emite.
Aunque el lenguaje corporal transmite información sobre las
emociones y los pensamientos de las personas, hay diversos
factores ajenos que influyen sobre este. Como por ejemplo, la
temperatura, el cansancio o el ruido, entre muchos otros. 

Por tanto, el lenguaje corporal no debe ser tomado como una


interpretación exacta sobre el estado de ánimo o personalidad de quien
lo emite. Para descifrar rasgos de las emociones y pensamientos a
través del lenguaje corporal, es necesario recurrir a un único signo que
muestre esta información, distinguiendo entre los gestos que puedan
estar condicionados por causas externas. Todos estos aspectos pueden
ser estudiados con exactitud a través de un curso de lenguaje
corporal.

¿Qué es el lenguaje corporal?


Para analizar el lenguaje corporal de las personas conviene recurrir a
la observación de los gestos de la cara y las distintas posiciones de la
cabeza, así como la mirada, los tipos de sonrisa, las diferentes
posiciones de los brazos, gestos de las manos y posiciones de las
piernas, además de la disposición corporal en su conjunto.

Sin ir más lejos, los perfiles infantiles tienen mucho que aportar a los
estudios sobre lenguaje corporal. La cuestión es que sus gestos y
manera de comportarse quedan traducidos, transparentemente, en su
utilización del cuerpo, ya que son más efusivos y exteriorizan más
claramente sus emociones.

Por otro lado, las personas adultas, en menor medida, son reflejo de
estas actitudes, pues en ellas tiene lugar el origen de cientos de
expresiones que acompañarán a todo el mundo a lo largo de su vida a
la hora de comunicar de forma no verbal. No obstante, el lenguaje
corporal de un adulto no suele resultar tan evidente como el de un niño
pequeño.

Interpretar el lenguaje corporal ayuda a descifrar mensajes evidentes,


tanto cuando este lenguaje acompaña al verbal como cuando se
expresa aisladamente. Por ejemplo, puede haber cierta discordancia
entre el lenguaje verbal y el corporal, es decir, entre lo que se siente y lo
que se dice sentir. En este caso, el lenguaje corporal denotaría un
mensaje de mentira. Como este hipotético caso se pueden derivar
numerosas situaciones a partir de la información obtenida mediante el
lenguaje corporal.

Todos los seres humanos tienen la capacidad de emitir gran cantidad de


mensajes sin necesidad de utilizar la palabra. Es por ello que la
interacción originada a través del lenguaje corporal, revela
sensaciones y percepciones clave para conocer las intenciones del perfil
interlocutor, ya sea empleado de forma consciente o inconsciente.

Significado de los gestos del rostro


Taparse o tocarse la boca: puede representar una variedad de
emociones. Si una persona se tapa la boca mientras habla, lo más
lógico que se puede interpretar es que intente ocultar algo. Si, por el
contrario, una persona se tapa parcialmente la boca mientras nos
escucha, puede que esté escondiendo información.

 Tocarse la nariz: puede indicar que alguien está mintiendo, que


esté molesto o enfadado.
 Frotarse un ojo: es un gesto de distracción que utilizan las
personas inconscientemente cuando mienten para desviar la
mirada del interlocutor.
 Rascarse el cuello: indica incertidumbre o duda.
 Llevarse un dedo o lápiz a la boca: se interpreta como un reflejo
regresivo infantil en el que la inseguridad de una persona la lleva a
buscar un apoyo tranquilizador jugando con un utensilio a mano
en la boca o a mordisquearlo.
 Tocarse la oreja: al igual que al taparse la boca, esto puede
indicar que nuestro interlocutor está intentando esconder algo.

Significado de la cabeza
 Barbilla levantada: un gesto que transmite agresividad y
dominación.
 Asentir con la cabeza: si se repite en intervalos muy cortos, puede
que el oyente encuentre la conversación un tanto sobrante. En
intervalos más alargados, es un gesto que transmite sensaciones
positivas y comunica interés y acuerdo.
 Cabeza ladeada: las mujeres suelen utilizar este gesto para
mostrar interés por un hombre.
 Barbilla apoyada sobre mano: suele representar aburrimiento y
pérdida de interés por el tema.

Significado de la mirada
 Levantar las cejas brevemente: es un saludo social que suele
resultar agradable a las personas.
 Mantener la mirada: suele indicar interés sexual, pero depende de
la situación.
 Mirar hacia los lados: expresa aburrimiento.
 Ausencia de contacto visual: el hecho de no querer cruzar la
mirada con alguien o no dirigirle la mirada puede significar timidez,
miedo e incluso enfado contenido.

Significado de la sonrisa
La sonrisa es un instrumento de comunicación no verbal que los seres
humanos utilizan inconscientemente para transmitir confianza y alegría.
Se interpreta también como un gesto de sumisión, por lo que si se
quiere conservar la autoridad, se debe sonreír lo justo. A su vez, la
sonrisa puede ser falsa o tensa, lo que no denotaría buenas
sensaciones por parte del oyente hacia el interlocutor.

La expresión facial
El lenguaje facial transmite emociones y estados de ánimo al igual que
la expresión corporal. 

Las partes clave de la cara a la hora de transmitir son: las cejas, los


ojos y la boca.

Las cejas dan mucho juego, puede transmitir sorpresa, desconfianza,


incertidumbre, etc.

Los ojos son muy comunicativos, pueden transmitir distintas emociones


según la forma de mirar. A veces es difícil mantener el contacto
visual con el público durante el discurso, así que es algo que hay que
trabajarlo y mejorarlo para no transmitir inseguridad o timidez, y
conseguir influir más en el público.

Con la boca sonreímos, y con ello transmitimos simpatía, naturalidad y


hará que la charla sea más amena y entretenida. 
La cara siempre tiene que estar a la vista de todos, evitar taparnos con
las manos, con el pelo, etc. Si hay algún obstáculo en la sala como por
ejemplo, columnas, hay que procurar movernos para que todo el público
pueda vernos la cara.

La expresión facial tiene que ir acompañada del discurso y hay que


tratar de mostrar gestos de cordialidad y nunca reflejar tristeza.

Al igual que con la expresión corporal, no conviene exagerar la


expresión facial, porque puede resultar poco natural, y tampoco hay que
mantener un rostro inexpresivo, porque no ayuda nada a transmitir el
mensaje y puede resultar aburrido para el público.

Contacto físico
El contacto físico es la forma de comunicación más sencilla y directa.
Abrazarse, besarse, acariciarse; son formas de transmitir y recibir amor
por parte de otra persona. Para algunos el contacto físico es su lenguaje
principal, sienten seguridad y felicidad a través de este. 
Existen innumerables estudios sobre los beneficios del contacto físico y
casi todos llegan a la misma conclusión: el tacto encierra secretos
relacionados con el bienestar. No es casualidad que sea el sentido que
tenemos más desarrollado al nacer. 

¿Qué ocurre cuando tenemos algún tipo de contacto físico? 


La ciencia ha demostrado que un toque amistoso hace que la piel emita
una señal al cerebro. El principal efecto de esto es una reducción en la
producción de cortisol, la hormona relacionada con el estrés.
Así mismo, se comprobó que otro efecto positivo del tacto y contacto
físico es que también incrementa la producción de serotonina, dopamina
y oxitocina, las cuales son hormonas que tienen un papel importante en
la sensación de bienestar. 

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