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ransomware

El ransomware es una clase de malware que representa un riesgo para ti y para tu dispositivo.
¿Sabes qué lo hace tan especial? Su nombre no es casualidad: el término con el que comienza,
“ransom”, es una palabra inglesa que significa “rescate”. El ransomware es un software extorsivo:
su finalidad es impedirte usar tu dispositivo hasta que hayas pagado un rescate.

Normalmente, una infección con ransomware ocurre del siguiente modo. Para empezar, el
ransomware se introduce en el dispositivo. A continuación, dependiendo del tipo de ransomware,
se cifra por completo el sistema operativo o solo algunos de los archivos. Finalmente, se le exige a
la víctima el pago de un rescate. Para minimizar el riesgo de sufrir un ataque de ransomware, es
recomendable usar software de calidad, como las soluciones de Kaspersky.

Ransomware, otro integrante de la familia Malware

La palabra malware resulta de combinar los términos “software” y “malicioso”. El término abarca
todos los tipos de aplicaciones malignas que pueden comprometer la seguridad de un dispositivo.
Los virus y los troyanos son, de este modo, dos clases de malware.

Cómo detectar el ransomware y qué hacer para protegerse

En lo que respecta al ransomware, es mejor prevenir que curar. Ello significa tener siempre un ojo
atento y usar el software de seguridad adecuado. Los análisis de vulnerabilidades pueden ayudar a
revelar si hay un intruso en el sistema. Es importante que el equipo no sea un blanco ideal para el
ransomware. Las aplicaciones instaladas deben tener siempre las últimas actualizaciones y parches
de seguridad. También es fundamental proceder con cautela, en especial al abrir archivos adjuntos
o visitar sitios extraños. Pero como a veces la prevención no basta, contar con un plan de
contingencia es fundamental. En el caso del ransomware, el plan consiste en tener copias de
seguridad de los datos almacenados en el equipo. En nuestro artículo Protección contra el
ransomware: cómo mantener a salvo tus archivos en 2022, encontrarás información para crear
copias de seguridad correctamente e implementar otras medidas de prevención que te ayuden a
proteger tu dispositivo.

Tú también puedes vencer a los troyanos de cifrado

Las maneras más comunes de contraer una infección de ransomware son visitar un sitio web
malicioso, abrir un adjunto maligno o descargar software con agregados indeseables. Basta con
cometer un mínimo error para abrirle las puertas al ransomware. Como este tipo de software está
diseñado para mantenerse oculto el mayor tiempo posible, detectar una infección no es fácil. En la
mayoría de los casos, el primero en notar un ataque de ransomware es el software de seguridad
instalado en el equipo.
Por supuesto, existen otras señales de infección: cambios en las extensiones de los archivos,
actividades dudosas en el sistema, uso intensivo del procesador, etc. Para deshacerse de una
infección de ransomware, generalmente existen tres opciones. La primera —que definitivamente
no se recomienda— es pagar el dinero del rescate. La segunda opción, preferible a la primera, es
intentar eliminar el ransomware. Si este intento no da fruto, queda solo una opción: dejar el
dispositivo en cero, como si fuera recién comprado.

¿Cuántas clases diferentes de ransomware existen? ¿Importa la diferencia?

Como dijimos, el riesgo del ransomware depende del tipo de virus. Existen, básicamente, dos
clases de ransomware: el ransomware de bloqueo, por un lado, y el ransomware de cifrado, por el
otro. Se diferencian de este modo:

el ransomware de bloqueo afecta las funciones básicas del equipo,

el ransomware de cifrado cifra archivos individuales.

El tipo de malware importa no solo por lo que hace, sino también porque afecta el modo de
identificarlo y de contrarrestar sus efectos. Las dos clases generales se dividen, a su vez, en
distintos tipos de ransomware. Algunos ejemplos de ransomware son Locky, WannaCry y Bad
Rabbit.

Historia del ransomware

Extorsionar a los usuarios como lo hace este tipo de malware no es un invento del siglo XXI. Se
tiene registro de una forma primitiva de ransomware que data de 1989. Los primeros casos
concretos de ransomware se denunciaron en Rusia en 2005. Desde entonces, el ransomware se ha
convertido en un fenómeno mundial que mantiene, con cada nuevo tipo que se crea, su
efectividad. El año 2011 trajo consigo un aumento exponencial en el número de ataques de
ransomware. En respuesta a este aumento, y en especial desde 2016, los desarrolladores de
software antivirus han puesto especial énfasis en el ransomware.

Los ataques de ransomware pueden emplear estrategias diferentes para países diferentes. Por
ejemplo:

Mensajes incorrectos sobre la licencia de una aplicación:

En algunos países, los troyanos advierten sobre la presencia de software sin licencia en el equipo.
En la falsa advertencia, se le pide a la víctima que haga un pago.

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