0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
5 vistas1 página
El documento discute la modernidad y posmodernidad. Explica que la modernidad se centró en la razón humana y la ciencia, el arte y la moralidad, pero que estos paradigmas se impusieron a otras culturas de forma colonial. Para mediados del siglo XX, la modernidad se agotó y surgió la posmodernidad, la cual critica los valores absolutos de la modernidad y rescata elementos del pasado. La posmodernidad también permite ejercer una crítica de la modernidad y poner en tela de juicio sus dogmas y certezas.
El documento discute la modernidad y posmodernidad. Explica que la modernidad se centró en la razón humana y la ciencia, el arte y la moralidad, pero que estos paradigmas se impusieron a otras culturas de forma colonial. Para mediados del siglo XX, la modernidad se agotó y surgió la posmodernidad, la cual critica los valores absolutos de la modernidad y rescata elementos del pasado. La posmodernidad también permite ejercer una crítica de la modernidad y poner en tela de juicio sus dogmas y certezas.
El documento discute la modernidad y posmodernidad. Explica que la modernidad se centró en la razón humana y la ciencia, el arte y la moralidad, pero que estos paradigmas se impusieron a otras culturas de forma colonial. Para mediados del siglo XX, la modernidad se agotó y surgió la posmodernidad, la cual critica los valores absolutos de la modernidad y rescata elementos del pasado. La posmodernidad también permite ejercer una crítica de la modernidad y poner en tela de juicio sus dogmas y certezas.
renovador, sigue vigente”. Podemos decir que nuestra contemporaneidad es moderna porque es lo actual, pero desde el punto de vista de una organización absolutamente arbitraria, occidental de la historia. Aquí el paradigma de la historia comienza a centrarse en el hombre, y en su razón con la cuál logra saber y conocer. Estos paradigmas se configuran a través de 3 esferas: Ciencia, arte y moral, con sus respectivos idearios de verdad, belleza y bien. La racionalidad moderna es colonial, porque estos paradigmas se trasladan y de alguna manera, se imponen, por lo tanto ensombrecen a las culturas que son colonizadas. Para Esther Díaz y otros autores, la modernidad se habría agotado al promediar el siglo XX. Dice: “La modernidad, preñada de utopías, se dirigía hacia un mañana mejor. La posmodernidad desmitifica los valores absolutos de la modernidad, critica esos valores, no solo pretende novedades, sino también rescatar fragmentos del pasado y, fundamentalmente, ahondar en la crítica a la modernidad, si bien tal crítica se encuentra en las entrañas mismas de la modernidad”. “Nuestra época-desencantada- se desembaraza de las utopías, reafirma el presente, rescata fragmentos del pasado y no hace demasiadas ilusiones al respecto. Nos advierte también: “Es erróneo pensar que esta suplanta a la modernidad así como trazar una linealidad histórica. De todas maneras hoy aún siguen vigentes los viejos paradigmas de razón y progreso, y el progreso como evolución, pero como problemáticas del siglo XXI. Ese “desencantamiento” de la modernidad del que venimos hablando, que ya lo expresa Ticio Escobar (2004) cuando habla de identidad, y el giro identitario ante la caída de esos conceptos fuertes de pueblo, clase, proletariado, humanidad, nación-estado: la crítica posmoderna los fue debilitando. En nuestro caso (latinoamérica) dice Fernandez Cox, “La modernidad, nos llegó principalmente desde afuera. Nos deja siempre en un estado de retraso relativo respecto a los países del norte, y nos convierto en dependientes del “efecto demostración””, (publicidad de esos países para demostrarnos el camino a seguir). (Modernidad revisada). Al auto imponernos un modelo dogmático de modernidad predefinida, en verdad cambiamos el antiguo orden recibido, por otro orden recibido y no por un orden producido. Toda modernidad debe ser Sui generis, para ser auténtica (Apropiada). A su vez la posmodernidad nos sitúa en la posibilidad de aprender de los errores, descifrar los elementos que producen la crisis y buscar una nueva modernidad y resignificarla (re encantada). En América Latina hoy no hay Modernidad reencantada. Según Richard “El feminismo como movimiento propone construir significados alternativos a las definiciones hegemónicas que fabrican imágenes y los imaginarios sociales. Se concibe entonces como estrategia de enunciación y puntos de vista que usan la diferencia genérico-sexual para deconstruir valores y reconstruir significados en torno a las constelaciones fluctuantes de identidad, diferencia y alteridad”. Para Gonzalez “La posmodernidad nos permite ejercitar la crítica de la modernidad en pleno siglo XX. Esta crítica pone en tela de juicio las certezas, dogmas y utopías que durante el presente siglo han gobernado el pensamiento político, religioso, científico y artístico occidental”.