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LAS ONDAS
No es exagerado decir que vivimos en un mundo en el que las ondas nos rodean por todas partes.
Ondas sonoras, ondas luminosas, ondas de radio, onzas hertzianas, etc., son expresiones que
pertenecen ya al lenguaje de todos los días. La televisión, la radiotelefonía y el radar son algunas
de las muchas maravillas modernas que funcionan gracias a ondas. En este capítulo vamos a
estudiar el comportamiento de las ondas en general: cómo se producen, cómo se propagan, cuáles
son sus principales propiedades, cómo se afectan unas a otras cuando ¡legan simultáneamente a
un mismo punto.
Las conclusiones que obtendremos serán válidas para las ondas en general, independientemente
del fenómeno físico (sonido, luz, etc.) al cual estén vinculadas.
Cuando se arroja una piedra en el agua tranquila de un estanque, se forman ondas circulares, con
centro en el lugar donde cayó la piedra. Cada onda es una circunferencia cuyo radio va
aumentando paulatinamente, y si el estanque es suficientemente grande, irán agrandándose,
hasta perderse poco a poco, como si su energía fuera disminuyendo a medida que se alejan de su
origen.
Si hay objetos flotando, no son arrastrados por las ondas, sino que oscilan verticalmente en su
lugar:
Por eso pueden poner en movimiento a una hoja o un madero que flota en el agua; la energía
transportada por una onda sonora es la que hace vibrar nuestros tímpanos. Podemos decir; pues,
que:
Si se cuelga una pesa de un resorte, también se producen vibraciones, pero se advierte una
diferencia con las ondas en el agua: en aquéllas, la partícula alcanzada por la onda adquiere un
movimiento oscilatorio cuya dirección es perpendicular a la dirección en que se propagan las
ondas, mientras que en el caso del resorte, cada partícula alcanzada por la perturbación adquiere
un movimiento oscilatorio cuya dirección coincide con la dirección en que se propagan las ondas.
Ondas longitudinales, en que la dirección del movimiento de cada partícula es la misma que la de
propagación de la onda. Las ondas sonoras pertenecen a esta clase.
Supongamos que cada partícula alcanzada por una onda vibra con movimiento oscilatorio
armónico; Recordemos que su separación de la posición de equilibrio (o elongación) en cada
instante, se puede calcular con la fórmula:
La curva nos permite calcular la posición que ocupará el punto en un instante prefijado; o bien, en
qué instante el punto ocupará determinada posición.
Acabamos de ver cómo se mueve una partícula considerada independientemente de las demás en
el medio por donde se propaga una onda. Veremos ahora cómo se vinculan entre sí los
movimientos de las distintas partículas, es decir, cómo se propaga la onda en un medio
determinado.
En un cierto instante, un punto P del medio comienza a vibrar con movimiento oscilatorio
armónico.
Consideremos otro punto Q, a una distancia a de P. ¿Cuánto demorará la onda en llegar desde P
hasta Q? El punto Q comenzará a vibrar un cierto tiempo ∆ t después de P. Si la velocidad de la
onda es v, ese lapso ∆ t vale
En el instante t1 la elongación de P es
¿Qué elongación tiene Q en ese mismo instante t? La misma que tenía P un lapso ∆ t antes, es
decir, en el instante t — ∆ t:
LA LONGITUD DE ONDA
Volviendo al ejemplo anterior, veamos cómo vibra un punto R que está a 1 cm de P, en la dirección
en que se propagan las ondas.
pero como 0,1" es el período, en el instante en que R comienza a vibrar, P comienza a realizar otra
oscilación, y a partir de ese instante, P y R vibran simultáneamente y ocupan posiciones análogas:
si P está a 1,5 cm de su posición de equilibrio, por ejemplo, y se mueve hacia arriba, también R
está a 1,5 cm de su posición de equilibrio, y moviéndose hacia arriba. En física se dice que ambos
puntos vibran en fase, o que están en fase.
Siempre que dos puntos estén separados por una distancia igual a la que recorre la onda en un
período, o a un múltiplo de ella, los dos puntos vibrarán en fase.
a) El período. A intervalos regulares, e iguales al período T, un punto alcanzado por las ondas
vuelve a pasar por el mismo lugar con la misma velocidad y en el mismo sentido. Si en el
instante t = O inicia su movimiento por haber sido alcanzado por una onda, T segundos
más tarde pasa otra vez por su posición de equilibrio, moviéndose en el mismo sentido y
con la misma velocidad que en el instante t = 0: la primera onda ha concluido de pasar.
Pero a continuación llega la segunda onda y se reinicia el movimiento vibratorio del punto.
El período T del movimiento de una partícula es, pues, el lapso que separa el pasaje por un
mismo punto de dos ondas consecutivas. Por eso T es también el período de las ondas.
b) La frecuencia. Se llama frecuencia, f, a la recíproca del período T. En símbolos:
permite calcular la elongación en el mismo instante t, de otro punto que está a una
distancia del anterior.
Esta última ecuación se puede escribir de otra manera mucho más expresiva:
En abscisas, llevamos las distancias a P, y en ordenadas, las correspondientes
elongaciones. Con un número suficiente de puntos se obtiene la curva de la figura.
Si se trata, como en nuestro ejemplo, de ondas transversales, la representación gráfica es
como una fotografía instantánea del medio, tomada en el instante t. Si se trata de ondas
longitudinales, la representación gráfica no tiene el aspecto de la onda, y sólo es una
representación de las elongaciones que en el mismo instante t tienen los distintos puntos
alcanzados por la onda.
¿CÓMO ACTÚAN DOS ONDAS SUPERPUESTAS?
En lugar de considerar dos medios diferentes, y un punto en cada uno de ellos, como
hicimos hasta ahora, consideremos un solo punto P, colocado en un medio perturbado por
dos movimientos ondulatorios simultáneos. Al punto P llegan, pues, dos ondas. ¿Cómo
actúan una y otra, y qué movimiento resultante adquiere el punto P? Para simplificar,
supongamos que las dos ondas tienen la misma amplitud, el mismo período y la misma
longitud de onda.
Sean:
la ecuación de la primera, y
la ecuación de la segunda.
Para saber lo que ocurre a P, se representan las dos ecuaciones, y se suman las ordenadas
correspondientes a cada instante, obteniéndose así una nueva sinusoide, que es la
representación gráfica del movimiento resultante de P.
Si las dos ondas llegan en fase, el movimiento resultante tiene la misma longitud de onda,
el mismo período, pero amplitud doble de las ondas que llegan a P: las ondas se han
reforzado.
Si las dos ondas llegan en oposición de fase, la representación gráfica que se obtiene es
una línea recta; es decir: el tiempo transcurre, pero el punto P no se mueve a pesar de que
están llegando a él dos ondas: éstas se han interferido y anulado.