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Control de Lectura Nº2

Historia y cultura latinoamericana.

Profesor (a): Karelia Cerda


Autores: Javiera Ayala
Juan Vásquez
Evangelización andina
resumen ejecutivo de “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos” -Sergio Alejandro Herrera Villagra

Sergio Herrera Villagra nos plantea la integración cristiana y métodos medievales-


renacentistas que eran introducidos obligatoriamente a los indígenas evangelizados,
analizando los estudios y comentarios de 3 incas evangelizados, Garcilaso Vega, Juan de
Santa Cruz Pachacuti y Felipe Guamán Poma de Ayala, e intenta contestar “¿cómo se
configuraron las diferentes variables –lengua, educación, ideología– para que se concretara
la producción de un discurso indígena/mestizo (como obra) y qué características culturales
signan estas versiones documentales, desde el punto de vista de las habilidades intelectuales
de los individuos miembros de esta sociedad colonial?”1

Garcilaso de la Vega un emigrante cuzqueño que se asienta en España para nunca volver al
Perú, este se hispaniza y relata las historias del su pueblo materno. Aunque, como era casi
obligatoria en la época, cristianiza y minoriza los relatos del Tahuantinsuyo, da a conocer
su postura frente al conocimiento universal de la época en varios comentarios de sus textos,
entre ellos; “el español que piensa que sabe más de él, ignora de diez partes las nueve por
las muchas cosas que un mismo vocablo significa y por las diferentes pronunciaciones que
una misma dicción tiene para muy diferentes significaciones”2, que indica su postura sobre
como el español desconoce mucho del pueblo inca, simplifica y cambia como se debería
entender los relatos.

Juan de Santa Cruz Pachacuti, un indígena mestizo que escribía textos explicando ritos y
costumbres incas, estos mismo los hacia para ayudar a los sacerdotes en su labor de
evangelización de los indígenas. Pachacuti se consideraba a si mismo un cristiano y estaba
muy comprometido a llevar la santa providencia a todos los indígenas paganos que la
necesitaban, muy comprometido en la catequización de neófitos, que según Herrera
Villagra “Podemos intuir, desde el texto/fuente, que en el medio social en que Pachacuti se
desarrolló fue un activo agente de cambio, importante y eficaz. Debió haber trabajado en
Doctrinas, donde seguramente fue pieza fundamental de la labor de
educación/catequización de los neófitos andinos, tanto como fuente de conocimientos como
por sus habilidades lectoras y escriturarias”3.

Finalmente, Felipe Guamán Poma de Ayala otro mestizo-indígena que estaba ligado a la
cristiandad, este siempre estuvo ligado a la iglesia y a la enseñanza de la lengua europea
junto con su cultura. Guamán Poma escribía, generalmente, de como se debía llevar a cabo
la enseñanza de la cristiandad al indígena andino, llegando a escribir una carta al rey donde
le señalaba que de enseñar la cristiandad correctamente “así dejará sus herronías y se

1
Herrera., S. (2012). “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos”. Pág. 23
2
Herrera., S. (2012). “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos”. Pág. 28
3
Herrera., S. (2012). “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos”. Pág. 34
enseñarán a más, y con ello aprenderán oficios y artificios, beneficios, letrados, licenciados,
doctores, maestros, indios, indias, como españoles, españolas, para servir a Dios nuestro
señor y a su Majestad; y habrá grandes cristianos en este reino”. 4

4
Herrera., S. (2012). “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos”. Pág. 42
Análisis Crítico de “Ideologías, identidades en 3 escritores
andinos”

Sergio Herrera Villagra recopila información historiográfica acerca de 3 grandes letrados


del siglo XVI y XVII, que compartían la característica de ser Mestizo-indígenas.

Se puede desprender del texto el cómo se vivía la educación de indígenas en la época


colonial, como un sistema de aculturación y extirpación de las tradiciones incas. Utilizando
como estratega la transcripción de los ritos y celebraciones a través de los mestizo-
indígenas convertidos, para su mayor comprensión y así ser mas efectivos al momento de
llevar la cristiandad a los indígenas, mediante escuelas y talleres. Un punto importante de
esto es que los 3 letrados en los que se basa la investigación de Herrera Villagra suelen
rozar una opinión compartida de forma indirecta que, Garcilaso de la Vega, es mas
explicito al señalar como “Mar de errores”5, en alusión de que la complejidad total del
quechua no es posible representarla de forma fidedigna en la lengua española.

También se nos presenta de forma muy nutrida la idea principal del texto, que es el
pensamiento de contrastes de los mestizo-indígenas, los cuales aun cristianizados, no
pueden abandonar sus raíces incaicas, las cuales les dan un punto de vista diferente en
sutilezas e implicancias al del español, tales son los dichos de Guamán Poma “Paréceme a
mí, cristiano, todos vosotros os condenáis al infierno” 6, implicando que el español, aun con
la santa misión de llevar el cristianismo hacia los indígenas, han cometido atrocidades y
perversiones.

Este estudio etnográfico facilita la comprensión de los textos cristianos de la época,


especialmente lo de Guamán, Garcilaso y Pachacuti, que estuvieron de lado del nuevo
dominante, aprendieron la cultura europea, su lengua y su religión, obrando y sirviendo en
la extensión de la “misión sagrada” de la iglesia en América, pero paradójicamente dejaron
constancia de la cultura milenaria la cual se habían propuesto, desde un inicio, extirpar de
los andinos.

5
Herrera., S. (2012). “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos”. Pág. 28
6
Herrera., S. (2012). “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos”. Pág. 36
El Pecado del Ocio
resumen ejecutivo de “ociosos, vagabundos y mal entretenidos” -Alejandra Araya Espinosa

Alejandra Araya Espinosa nos expone sobre cómo era ser un ”ocioso” en la época colonial,
que según su investigación, no era tan simple como ser solo un vagabundo mal visto por la
sociedad, sino que, además de eso incluía una serie de prejuicios e intereses de por medio
que ella intenta descubrir y documentar mediante el libro.
En el siglo XVIII, se formaba un discurso en contra del ocio, satanizándolo y dejándolo a
nivel de vicio. Se promovía los discursos que avalaban las medidas de “obligación a
trabajar” de la gente libre e incitaba a la discriminación del desempleado, tachándolo de
“vagos y ociosos” ambos títulos que mostraban lo incivilizados y desvirtuados que eran los
otros desde el punto de vista de los dueños del capital, generalmente los españoles.
A través del cristal de un “Empresario” del siglo XVIII, la disciplina a la mano de obra
estaba justificada ya que esta tendía al ocio debido a “la ausencia de reglas y vida regalada
del peonaje”7, es por esto que eran castigados con azotes si se les veía fuera de sus trabajos
o eran denunciados si es que se les veía “creando alborotos”. Sin embargo, todas las
medidas y el constante discurso negativo sobre los “ociosos y vagabundos”, los cuales
generaron una especie de odio arraigado hacia el ocio, no eran tomadas por la errancia del
vagabundo, sino que, por la improductividad del mismo que contrastaba con la escasez de
mano de obra que se vivía en aquel siglo. Esta crisis de mano de obra se crea a partir de la
disminución de los indios como recurso humano, dejando a los mestizos como herederos de
la carga del empleo.

Según Diego Barros Arana, los mestizos eran miserables debido a que heredaban “los
vicios inherentes a las dos razas de la cual provenía, la ignorancia en la que estaba sumida y
la falta de industria”8, este historiador los clasificaba como “Plebe” y hacia distinciones en
la moral según si trabajan o no. Barros Arana reflejaba el discurso popular de la época entre
los grupos dominantes, que justificaba la opresión y el castigo de la plebe debido a su
carácter “peligroso” y, aunque no se podía enjuiciar a todos, se podía convencer al resto de
que este bajo pueblo era capaz de todo, porque la moral de estos “otros”, barbaros
desviados, era inferior a la de los civilizados hacendados y españoles puros. De esta forma
Barros Arana catalogaba a la “plebe” como miserable, aunque mantenían las “virtudes”
naturales, casi por herencia genética, de estado físico y resignación para trabajar.

El historiador Francisco Encina era mucho más explícito al momento de explicar la


tendencia ociosa del mestizo, escribiendo “El español y el aborigen, al cruzarse, no solo
llegaron al mestizo la repulsión al trabajo, si no que produjeron una interferencia moral,

7
Araya., A. (Edicion 1999). ociosos, vagabundos y mal entretenidos. Pag. 39
8
Araya., A. (Edicion 1999). ociosos, vagabundos y mal entretenidos. Pag. 41
determinada por el choque de normas ancestrales y diferentes de ambas partes” 9. Se podría
decir que el máximo exponente de este pensamiento era el gobernador Manuel de Amat y
Juniet (1755-1761), este declaraba que sus peores “desvelos” eran ocasionados por la
cantidad de “Crimonosos del reino”10, para el gobernador el problema del control y
desorden de la plebe era una cuestión criminal y se debía hacer castigos ejemplares para
que este “bajo pueblo” fuera corregido. Algunos veían a la plebe de formas más extremas,
tratándolos directamente como “ladrones”, ya que, “Hurtaban de tantos modos que son la
polilla que arruinan las haciendas: Pues hurtan en pedir adelantado y que es preciso darles a
sabiendas que hurtan […] Hurtan en las fallas, hurtan en el tiempo que pierden, hurtan en lo
que hurtan y […] en lo que tal vez se pierde por ellos”11.

La sublevación de los presos el 23 de septiembre de 1758, de la cárcel de Santiago, fue el


límite que alcanzaron los grupos de poder, ya que los “plebeyos” que debían permanecer
subordinados habían invertido los roles. Esto fue para Amat la confirmación de la teoría de
que la plebe era peligrosa y añadió a la represión al bajo pueblo una fuerza armada, llamada
Compañía Dragon, que en palabras del gobernador era lo que se necesitaba para “mantener
contenido al pueblo de los desórdenes de su número y especies de gente de la que se
compone”.

Solo a fines del siglo XVIII algunos ilustrados hacían hincapié en que no todos los vagos
eran vagos, si no que había una parte de vagabundos que estaban en esta condición debido a
la carencia de empleo o irregularidad de la misma: Cesantía 12. Sin embargo, para los dueños
del capital, la existencia de los “vagos sin querer” correspondía a una minoría compuesta
por plebe incapaz de ejercer trabajo o que no ha podido encontrar, siendo la mayoría de los
vagos “pobres fingidos”, extendiendo el catálogo de peligroso a los pobres, ya que, al ser
estos vagos, tendrían tendencia al ocio y por tanto al crimen.

Así es como, durante todo el siglo XVIII y siglos posteriores, se acusaba a la plebe de ser el
culpable de las pérdidas financieras de los grupos de poder y el reino, debido a su negativa
a trabajar y tendencia al ocio, la vagancia y al mal entretenimiento. Sustentando en esto una
serie de castigos, a “toda aquella que vivía sin destino, ocupación o trabajo de que poder
mantenerse”13.

9
Francisco Encina, Historia de Chile desde la Prehistoria hasta 1891, tomo iv, pag. 553. Ref., Alejandra Araya. (Edicion
1999). ociosos, vagabundos y mal entretenidos.
10
“Oficio del gobernador Amat a los señores presidentes y oidores de la Real Audiencia, 27
de mayo de 1758”, en Consulta del señor presidente Manuel Amat y Juniet a la Real Audiencia de
Santiago sobre la división de Salas para la vista de juicios civiles y criminales, mayo-junio de 1751
A.N.R.A. vol. 2.801, pieza 129, fojas 218-218v. Ref., Alejandra Araya. (Edicion 1999). ociosos, vagabundos y mal
entretenidos.
11
Op. Cit., foja. 225-225v. Ref., Alejandra Araya. (Edicion 1999). ociosos, vagabundos y mal entretenidos.
12
Araya., A. (Edición 1999). ociosos, vagabundos y mal entretenidos. Pag. 50
13
“Título de juez de comisi6n concedido a Domingo Pais, Santiago 13/8/1781”, en A.N.C.G., vol. 928, foja 266v. Ref.,
Alejandra Araya. (Edicion 1999). ociosos, vagabundos y mal entretenidos.
Análisis Crítico de “Ociosos, vagos y mal entretenidos”

El texto nos sumerge en la época colonial chilena y, utilizando citas de juicios e


historiadores, expone el discurso sobre el ocio de la época, que bien dice el subtítulo del
extracto en el cual se basó el anterior resumen, era un discurso del poder hacia el poder.
Se puede deducir a priori la magnitud de la asimilación de los indígenas, por los escases de
mano de obra indígena y aumento de la población mestiza. Lo que provoca que este ultimo
herede el peso del empleo. También se puede observar claramente el discurso de
superioridad europea que el español versaba sobre el pueblo mestizo, llegándolos a tachar
de miserables solo por el hecho de ser mestizos, apelando a que, de forma muy básica, solo
servían para trabajar y si no estaban en ello, estaban delinquiendo. Tal es el afán del
español de sentirse superior a los otros que, al no poder distinguirse por el color de piel,
decidieron que la nueva forma de clasificación era la vestimenta, encerrando a todos
aquellos que no eran españoles o tuvieran capital en un gran conjunto que denominaban de
forma despectiva como “plebe”.
Otra de las ideas principales, si no la más importante, del texto es la criminalidad de la
vagancia y el ocio, que se discurseaba como el culpable de las pérdidas de los hacendados.
Motivo por el cual justificaban los castigos y juicios que se ejecutaban sobre los que no
deseaban trabajar, en su mayoría el mestizo, que sufrían el yugo del trabajo “pseudo
forzado” heredado por los indígenas, el cual se pintaba a sí mismo como única opción de
buen destino, mientras que la otra opción eran azotes o peor.
Este discurso en contra del ocio, nace con respecto a intereses superiores, en donde el
hacendado intentaba dar vuelta la culpabilidad señalando que era deber del mestizo trabajar
en sus empresas y el que no quisiera hacerlo es por que robaba. Discurso que, en conjunto
del miedo, avalaba el castigo hacia los ociosos vagabundos solo por la sospecha o el no
conocimiento de cómo sobrevivían.
A criterio personal y a sabiendas de que no se tomara en cuenta para la evaluación, es
posible agregar que el discurso sobre el ocioso y el vagabundo cala tan fondo en las raíces
del chileno mestizo que hasta el día de hoy se ha mantenido esta esencia del “pecado” que
es tener ocio, una construcción que ha durado casi 400 años en donde los que no desean
darlo todo por la empresa, el hacendado moderno, es visto como un “ocioso vagabundo”.
Debo decir a modo de experiencia personal como Topógrafo titulado con años de
experiencia, que he visto y vivido en carne propia como el discurso, que en las páginas de
este libro se describe, se repite empresa tras empresa, muchas veces entregado en forma de
charla y otras en la encarnación de un jornal que trabaja como fiel peón a espera de un
mejor trato que nunca llega. Es fascinante y tétrico ver como desde antes de que la
republica chilena existiera como tal, ya existía este discurso, solo cambio el español, por el
empresariado.
Conclusiones

Al leer los textos de forma cronológica, se puede observar la estrategia del español en la
colonización, desde la evangelización, la cual tenía como estrategia la comprensión de los
ritos y creencias paganas para facilitar la entrada del catolicismo por medio de estas hasta
reemplazarla y la posterior desaparición de la mayoría de indígenas por la asimilación y
aculturación, esto ultimo se observa por el aumento de la población mestiza. Se podría
aseverar que la colonización tuvo éxito al llevar el cristianismo a los indígenas durante el
siglo XVI y XVII como estrategia colonizadora, ya que la misma creencia ponía a los
mestizo-indígenas en contra de su propio pueblo, como informantes o agentes de cambio,
siendo estos los obradores al servicio de la iglesia y el rey.
También se observa como en el siglo siguiente los hacendados al darse cuenta de que la
población indígena disminuía, tomaron la siguiente casta para que hiciera de trabajadores.
Pasando la posta del peonaje del indígena al mestizo, integrando un discurso anti-ocio que,
en conjunto de medidas disciplinarias, intentaba persuadir a la plebe de que lo mejor que
podía hacer era trabajar para el hacendado, aun cuando las condiciones de trabajo eran
precarias o no.
Finalmente, Se puede señalar como el español en su ansia de mantener un pueblo dominado
y productivo, primero lleva la cristiandad para luego higienizar las creencias, lo que
ocasiona también la homogenización de los indios y mestizos, que luego “obliga” a
trabajar. La estrategia de cristianizar al pueblo indígena tenia como fin crear fieles hacia la
iglesia y por consiguientes fieles a la corona, usando el poder de las creencias para
mantener al pueblo controlado, estrategia que evoluciono a la “obligación” de trabajar de
los mestizos como herederos naturales de los indígenas. Esta obligación a trabajar estaba
dada por el efecto coercitivo que tenían los castigos ejemplares y el discurso hegemónico
acerca del ocio y la vagancia de la época.
Cabe señalar que la estrategia del español no siempre surtió efecto, muchas veces teniendo
el efecto contrario, como es las revoluciones indígenas y revueltas populares que se
vivieron en el periodo colonial, como ejemplo esta la revolución de Tupac Amaru y la
revuelta de la cárcel de Santiago.
Bibliografía

- Herrera., S. (2012). “Ideologías, identidades en 3 escritores andinos”.


- Araya., A. (Edición 1999). ociosos, vagabundos y mal entretenidos.

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