“Dana la traviesa”

Personajes:

 Melany Lincango: Dana

 Emily Montenegro: Papa
 Lesly Pérez: Mama
 Antonella Escalante: Maestra
 Fernanda Guaman : Psicóloga

Antonella (Maestra): (algo molesta con Dana): Dana otra vez no hiciste la tarea ¿Qué
pasa contigo?
Melany (Dana):(despreocupado, mirando a otro lado y jugando con el lápiz): Nada
maestra, a mí no me pasa nada, usted es que dice que no estoy bien, no hice la tarea
porque no la entendí.
Antonella (Maestra): Esa no es una excusa Dana, pudiste preguntarles a tus padres.
Melany (Dana):( (sonriendo): ¿A mis padres? Maestra, mi papá llega a casa y mi
mamá lo está esperando para comenzar a pelear, a mí ni me miran, se pasan todo el día
discutiendo por cualquier cosa, mi mamá no necesita que pase algo grave para comenzar
a pelear con mi papá ¿Y yo les voy a preguntar en medio de una pelea, sobre la tarea?
¿Quiere que mi mamá, deje de pelear con mi papá y comience conmigo? ¡No maestra!
Antonella (Maestra): (algo desencajada por la respuesta): Bueno, debido a que no
haces la tarea, peleas con tus compañeros, hablas en clase y no obedeces, yo llamé a tus
padres y deben venir hoy a hablar conmigo.
Melany (Dana):( (con cara de asustada): Maestra, ¿por qué hizo eso? Cuando
lleguemos a casa mi mamá me va a castigar, usted no conoce a mi mamá.
Antonella (Maestra): (con cara de resignación): Lo siento Dana, pero si no hago algo
vas a perder el año escolar o terminarás siendo expulsado del plantel, y tú no eres un
mal niño.
Tocan la puerta del salón y sin esperar respuesta abren, entrando los padres de Dana.
Melany (Dana): (muy asustado): Hola papi, hola mami
Lesly (mama): Buenos días ¿Se puede? ¡ Dana, ni me hables! A ver que has hecho
ahora, que tuvimos que dejar de hacer nuestras cosas para venir a escuchar quejas de ti.
Antonella (Maestra): (sorprendida): Si claro, adelante, tomen asiento
Emily (Papa): (apenado): Buenos días maestra, perdone la tardanza, pero aquí estamos
¿Qué es lo que sucede?
Antonella (Maestra): (acomodándose en el asiento): Un placer conocerlos, los llamé
porque últimamente se han presentado algunos problemas con Dana en el colegio. Está
peleando con los compañeros, no obedece, no acata reglas, y no está estudiando, ni
cumpliendo con las tareas.
Mamá (molesta): ¿Qué no está haciendo qué? Lo mando a estudiar todas las tardes,
pero claro, si su papá es un consentidor que le da todo lo que pide y le aguanta todo…
por tú culpa es que ese niña es así.
Emily (Papa):  (avergonzado con la maestra y mirando hacia su esposa): Amor, no
vinimos a buscar culpables, debemos buscar una solución.
Antonella (Maestra): (asintiendo con la cabeza): Exactamente, los llamé para que
trabajemos en conjunto para buscar una solución al problema de la niña.
Lesly (mama): (molesta): ¿No se supone que a usted le pagan para hacer que mi hija
aprenda?
Antonella (Maestra): (más sorprendida aún): Así es señora, pero lo que su hija
aprende en la escuela debe ser reforzado en casa, para eso se asignan tareas, y mi trabajo
termina cuando ellos se van de la escuela. En casa son sus padres los que deben
ayudarlo.
Lesly (mama): (con tono de reproche): Esto es el colmo que por culpa tuya y la manera
en que educas a tu hija, venga la maestra a decirme a mí cómo debo comportarme en la
casa. ¡Yo estoy harta de todo esto! Soy todo, la que lo hace todo…
Emily (Papa):  (interrumpiendo): Amor, por favor, que pena con la maestra,
¿comenzarás a pelear también aquí?
Melany (Dana):  (sin dejar de jugar con su lápiz): Como en todas partes.
Lesly (Mama) (furiosa): Dana cállate, a ti nadie te ha preguntado.
Antonella (Maestra): (rindiéndose): Yo creo que este caso no está en mis manos
resolverlo, voy a remitirlos a la psicóloga del colegio, que seguramente ella los ayudará
mucho más. Esperen un momento y la haré venir. Fue un gusto conocerlos señores y
espero que logremos mejorar la conducta de Dana.
La maestra sale del salón y la mamá de Dana queda discutiendo.
Lesly (mama): (hablando mientras todos permanecen callados): ¡Qué vergüenza!
¿Nosotros que tenemos que ver con el mal comportamiento de Dana? Yo no puedo
meterlo en mi bolsa y llevarlo a todos lados, pero eso es tu culpa; tu la malcrías y ahora
yo tengo que dar la cara para pasar esta pena ¿Qué tengo que ver con el mal
comportamiento de tu hija?
Fernanda (psicóloga): (quien había llegado y escuchaba desde la puerta): Buenos
días, señora tiene mucho que ver. Mucho gusto, soy la psicóloga del colegio. Y si,
reitero ¡Tiene mucho que ver! Me dice la maestra que usted ha peleado desde que entró
al salón, yo llego y la consigo peleando y echándole la culpa a su esposo. Su hija tiene
un problema, y son esas constantes peleas. Su hija está ansioso, asustado, temeroso,
necesita atención, y tiene mucha rabia, esto es a causa de la violencia verbal que ve en
su casa. ¿Aún cree que no tiene nada que ver con el comportamiento de su hija?
Lesly (mama): (pensando que decir): No siempre peleamos, pero él siempre lo malcría.
Fernanda (psicóloga): (paciente): No señora, ese comportamiento que acabo de ver, es
el que genera el comportamiento de Dana, y si ustedes quieren que su hija crezca sano
mentalmente, yo les recomiendo que asistan a la escuela de padres que ofrecemos en
este colegio.
Emily (Papa): ¿Ves todo el daño que las peleas causan a la niña? Claro que si Dra.
Estamos dispuestos a hacerlo.
Lesly (mama): (no muy conforme): Pero es que a mí me parece…
Emily (Papa):  (hablando con autoridad): ¡Te parece nada! Vamos a entrar a esa
escuela de padres y es la última palabra, no habrá una discusión por eso ¿Quedó claro?
Lesly (mama): (sorprendida por la actitud del padre): Está bien, si lo haremos.
Fernanda (psicóloga): Les daré las planillas para inscribirse y los felicito, acaban de
tomar una muy buena decisión. Las peleas de los padres dañan emocionalmente a sus
hijas, y ningún padre quiere lastimar a su hija. Vamos a mi oficina y ahí llenamos todos
los requisitos.
Se levantan todos y salen del escenario.