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Lector MAEC-AECID
Universidad Nacional de Lingüística de Kyiv
Introducción
Después, nos referiremos al tratamiento que recibe este componente en los diferentes
métodos, cómo se debe introducir en clase y las formas que existen para limitar qué
vocabulario enseñar. Asimismo, señalaremos cómo se debe seleccionar. Definiremos
someramente el concepto de lexicón mental y disponibilidades léxicas. Asimismo, nos
trataremos la forma de valorar un diccionario.
1
Baralo, 2005, p. 3
ortográfica y la ortoépica. María Isabel Rodríguez González2 señala las dimensiones
semántica, pragmática y social. Y José Ramón Gómez Medina3 ve en la competencia
léxica un elemento estructurador del pensamiento, necesario para intercomunicación y
lo considera una parte integral para competencia comunicativa, englobando en ella la
sociolingüística, la discursiva y la estratégica.
María Isabel Rodríguez González4 hace un repaso histórico muy exhaustivo sobre el
tratamiento que ha recibido el componente léxico en la metodología didáctica de
lenguas extranjeras. En primer lugar, se refiere al método de Gramática-Traducción, que
se desarrolla a partir del siglo XIX. Este método estaba pensado para la enseñanza de
lenguas antiguas como el latín. Se consideraba el dominio léxico como sinónimo de una
traducción correcta. El vocabulario solía presentarse descontextualizado, al margen de
un uso real de la lengua. Era un método centrado en la comprensión escrita debido a que
su finalidad era la traducción.
En segundo lugar, se refiere al método Directo, del siglo XIX, en el que las destrezas
escritas se introducen una vez que se ha logrado el dominio de las orales, al igual que en
la lengua materna. El dominio léxico se logra mediante la asociación de ideas, usando
procedimientos como el uso de imágenes y ejemplificaciones a través de la sinonimia, la
antonimia y la paráfrasis. Las palabras están contextualizadas y se toman a partir del
lenguaje coloquial. Se reutiliza el léxico que ya se ha explicado para introducir el léxico
nuevo. Aunque esta autora señala que este método tiene como deficiencias que se tenga
que aprender un número elevado de palabras en cada clase, por tanto, no hay gradación
del léxico; y que las imágenes dan un conocimiento incompleto del léxico.
2
Rodríguez, 2006, p. 3.
3
Gómez, 2000, p. 23.
4
Rodríguez, 2006, pp. 93 – 104.
que pueden llevarse a cabo sin entender su significado y, por tanto, descuidan el
desarrollo semántico.
Rodríguez González concluye su exposición con los que denomina bajo el epígrafe de
métodos eclécticos, que son el método Natural y el Enfoque Léxico. El Método Natural
considera que el vocabulario es un elemento nuclear de las lenguas. Defiende que la
comprensión y la producción lingüísticas se basan en el dominio del vocabulario. Este
método combina elementos visuales (dibujos y fotos) y objetos reales. Respecto al
Enfoque Léxico, lo considera una continuación del método Comunicativo, en el cual la
gramática y el léxico están interrelacionados. Este enfoque trabaja sobre el concepto de
chunks (fragmentos) y proporciona estrategias para reconocerlos. Los chunks son
unidades conceptuales (pueden estar formados por unidades sintagmáticas), que
permiten procesar el input lingüístico y evitan la presentación aislada de palabras.
A pesar de todos los avances y las teorías metodológicas con que contamos
actualmente, el léxico sigue estando supeditado a criterios gramaticales y/o temáticos. A
menudo se enseña un léxico inadecuado a las necesidades de los estudiantes de lenguas
extranjeras. Se enfrentan a un léxico muy culto, con la enseñanza de idiomas a través de
obras literarias; muy técnico, limitado a una esfera muy concreta; poco real, propio de
métodos anticuados; muy poco productivo, por lo anticuado, en desuso, la falta de
actualización; etc. Por otro lado, la selección del léxico queda a menudo sometida al
criterio subjetivo del docente y/o de los materiales, ya que no contamos hoy en día con
suficientes estudios sobre el lexicón mental, y los que existen parece que con
cristalizaran la elaboración de materiales. Otro problema es que no siempre se tienen en
cuenta los paradigmas de las palabras y no siempre se presentan de forma ordenada,
quizá porque las clases, los materiales, los programas académicos y la temporalización
imponen unos determinados ritmos de trabajo. A esto hay que añadir las necesidades
que se van presentando en cada grupo y en cada discente, ya que cuentan con
necesidades y capacidades diferentes.
Para paliar este defecto existe la limitación objetiva corregida, que combina aparición,
eficacia y productividad. Las palabras más eficaces son las que aparecen en un mayor
número de contextos y las productivas las que dan lugar a un mayor número de
formantes, es decir, se pueden crear más palabras derivadas.
Benítez Pérez6 señala que, en la selección del vocabulario en clase por parte del
profesor, es positivo presentarlo partiendo de los general (tren) a los particular
(funicular, trolebús, tranvía, metro, etc); de lo conocido en la cultura de origen (ensalada
olivié en el caso de Ucrania) a lo menos conocido (sobrasada). También hay que tener
en cuenta, prosigue Benítez, si la motivación del discente tiene un carácter integrador:
5
Benítez, 1994, p. 325.
6
Benítez, 1994, p. 332.
viajar a países que hablan el idioma, ya que habrá que enseñar el léxico de uso habitual
en el país; o instrumental: usar el idioma en el propio país consiguiendo un mejor
empleo o aprobando un examen de idiomas, en cuyo caso, el léxico será más específico.
Es autor señala que en los niveles de educación primaria no existen las necesidades sino
intereses inmediatos, por lo que hay que esperar a niveles más avanzados para saber qué
utilidad tiene la lengua extranjera para los aprendientes (turismo, negocios, medicina,
etc.). El vocabulario debe ser un fiel reflejo del vocabulario empleado hoy en la cultura
meta. De ahí, que nosotros defendamos la necesidad de la actualización lingüística y
docente. En este sentido son muy útiles las investigaciones de disponibilidades léxicas.
José Antonio Bartol7 da una nómina exhaustiva de los estudios de disponibilidad léxica
en la Revista Española de Lingüística con su artículo “La disponibilidad léxica”.
El lexicón mental
Carmen Blanco García9 señala algunos de los aspectos que tenemos que tener en cuenta
a la hora de valorar los tipos de diccionarios con que contamos cuando enseñamos
español. En primer lugar, hay que tener en cuenta el uso de diccionarios bilingües y de
diccionarios monolingües. A juicio de esta autora, los bilingües son más adecuados en
niveles iniciales mientras que los monolingües lo son en niveles superiores. En segundo
7
Bartol, 2010.
8
Gómez, 2010, p. 25.
9
Blanco, 2005.
lugar, hay que ver si son diccionarios de estilo antiguo, con predominancia del español
de España, o de estilo moderno, que incluyen las variedades de América. Para ello hay
que ver cómo se plasman las variedades diatópicas y si las marcas son uniformes o no,
si existen razones para esta disparidad, si la presencia o ausencia de marcas esconde una
posición ideológica sobre las variedades del español. También hay que comprobar si
incluyen prólogos con reflexiones en torno a su utilidad en el aula.
La diversificación de ejercicios
María del Carmen Izquierdo Gil10 señala múltiples beneficios de la diversificación con
las actividades en el aula. Gracias a ella se tratan diferentes niveles de conocimiento
léxico (ortografía, fonética, morfología, semántica, etc.) y subcompetencias
(sociolingüística, discursiva, estratégica, pragmática). Responde a la diversidad de
alumnos con ejercicios más complejos para alumnos más rápidos, simplificados para
aquellos que tienen problemas de comprensión, etc. Atiende a la diversidad de estilos de
aprendizaje. Presentan diferentes modalidades de ejecución: individual, en parejas, en
grupos, con toda la clase. Y contribuye a enriquecer aquellos temas que interesan
especialmente al grupo de alumnos.
Conclusiones
BIBLIOGRAFÍA
Benítez Pérez, Pedro, “¿Qué vocabulario hay que enseñar en clase de ELE?”, Didáctica
del español como lengua extranjera. Expolingua, 1994.
Blanco García, Carmen, Diversidad léxica del español y destrezas del profesor de ELE,
EUNSA, 2005.
Gómez Molina, José Ramón, “La competencia léxica en la enseñanza de español como
L2 y LE, Mosaico nº 5, 2000.
Izquierdo Gil, María del Carmen, La selección del léxico en la enseñanza del español
como lengua extranjera. Su aplicación en el nivel elemental en estudiantes francófonos,
Servei de Publicacions de la Universitat de València, 2004, pp. 635 – 668.
Rodríguez González, María Isabel, Creación de un marco para la enseñanza del léxico
en E/LE: bases lingüísticas, psicológicas y didácticas, RedELE, 2006, pp. 93 – 104.