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Iniesta Delgado Variación Genetica, Especiacón y Filogenia
Iniesta Delgado Variación Genetica, Especiacón y Filogenia
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«La principal razón por la que los científicos estudian la evolución radica en el interés que ésta tiene para ampliar el conocimiento de
todos los fenómenos que afectan a los seres vivos»
Ernst Mayr
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Los objetivos de este capítulo son los siguientes:
1. Entender qué es la evolución biológica y conocer los aspectos más relevantes de ésta en relación con la Psicobiología.
2. Analizar el papel de la variación en la evolución biológica, los mecanismos que la generan, cómo se transmite de una generación a otra y
cómo se modifica a lo largo del tiempo.
3. Aprender qué es el equilibrio de Hardy-Weinberg y cómo puede servir de hipótesis nula para el estudio de la evolución.
4. Conocer y entender todos los procesos que pueden alterar el equilibrio de Hardy-Weinberg, como son la selección natural y sexual, la de‐
riva genética, el flujo genético, la mutación o los mecanismos de apareamiento.
5. Entender la diferencia entre rasgos cualitativos y cuantitativos y la relación de ambos con la variación fenotípica y su evolución.
6. Entender cuál es la relación entre fenotipo y genotipo y la dificultad de asociar un fenotipo a un genotipo determinado. Reconocer el pa‐
pel del medio ambiente en la génesis y expresión de la variación heredable.
7. Aprender a identificar una adaptación y a diferenciarla de otros rasgos presentes en los seres vivos, fruto de procesos distintos a la se‐
lección natural.
8. Conocer y comparar la utilidad de algunos conceptos de especie, los procesos de especiación y cómo los mecanismos de aislamiento
están detrás de la génesis de nuevas especies.
9. Aprender qué es y cómo se construye una filogenia. Identificar los diferentes componentes de ésta y entender cómo puede ser utilizada
para contrastar hipótesis evolutivas.
10. Comparar y diferenciar la microevolución de la macroevolución en términos de patrones y de procesos.
11. Entender conceptos como los de equilibrio puntuado y tendencia evolutiva en los estudios de macroevolución.
12. Conocer la importancia de la Biología evolutiva del desarrollo en la teoría evolutiva actual.
RESUMEN CONCEPTUAL
La teoría de la evolución es una de las ideas más poderosas de toda la ciencia y una eficaz herramienta para unificar conceptos procedentes de
disciplinas como la Biología y la Psicología en un cuerpo de conocimiento común. La evolución da cuenta tanto de los patrones de cambio en la
forma y conducta de los seres vivos, como de su origen y de los procesos que están detrás de esos cambios. Hoy se sabe que la evolución depen‐
de de la interacción entre la variabilidad heredable que muestran los individuos de una especie y el ambiente en el que se desarrollan y desenvuel‐
ven estos. El resultado reiterado de esta interacción, sumado a la separación de linajes de individuos a lo largo del tiempo, ha generado el patrón de
biodiversidad observado en la actualidad. El origen, estructura y funcionamiento de cualquier rasgo morfológico o conductual, incluido el sistema
nervioso y las complejas actividades que desarrolla, solo puede ser entendido plenamente bajo el prisma de la evolución biológica, como ya se in‐
dicó en el capítulo 'La Psicobiología'.
)ZSPYGMɸRHIPEWJVIGYIRGMEWEPIMGEW:MWMɸRTSFPEGMSREP
Fig.c19-2 | Equilibrio de Hardy-Weinberg. Asumiendo que todos los gametos
de una generación se mezclan al azar en un pool de genes común, resulta
%% % % %% muy sencillo el cálculo de la frecuencia de cada genotipo de una generación a
%% %% la siguiente.
% % % % %% %%
% % %
%% % %% %%
%% %
%% % %%
Fig.c19-1 | No deben confundirse los cambios que se producen en el genoti‐ Si en una población, las frecuencias genotípicas indicadas
po y fenotipo de un individuo respecto a sus progenitores, con el cambio en
las frecuencias alélicas de un gen en una población de individuos de una gene‐ en el segundo punto no se encuentran en equilibrio de
ración a otra. Del primer asunto se encarga la Genética mendeliana, del segun‐ Hardy-Weinberg, éste se alcanzará en una sola generación,
do, la Genética de poblaciones. La evolución solo se entiende como el segun‐ en ausencia de las fuerzas mencionadas en el primer
do fenómeno, afecta a poblaciones de individuos (visión poblacional) y no a
individuos concretos (visión centrada en el individuo). punto.
*VIGYIRGMEW
ción de la boca. Los ejemplares con la
boca desviada, por ejemplo, a la dere‐
cha, suelen atacar a sus víctimas por el
lado izquierdo de éstas y pueden sor‐
prender mejor a sus presas si se des‐
cuida vigilar dicho flanco. Esta situa‐
ción es más probable cuando este fe‐ 7IPIGGMɸRIWXEFMPM^EHSVE
notipo es escaso en una parte del lago
y casi todos los peces atacan a sus
víctimas por el lado derecho.
*VIGYIRGMEW
7IPIGGMɸRHMWVYTXMZE
5JFNQP
Entonces, ¿cuál es la situación real de las poblaciones natura-
les? Hasta los años 60 o 70 del siglo pasado, las poblaciones con
las que se trabajaba eran más teóricas que reales y la Genética de
poblaciones no dejaba mucho margen de actuación a la deriva. En
realidad, en casi todos los libros de texto se cita la deriva como
teórico motor evolutivo para, una vez definida, no volver a tener-
se en cuenta. Sin embargo, gracias a los estudios derivados de la
Fig.c19-8 | Cuello de botella poblacional. A lo largo de su historia, una especie
Biología molecular, se ha ido descubriendo que, incluso poblacio- puede sufrir una drástica reducción de su tamaño poblacional debido a multi‐
nes compuestas por miles o cientos de miles de individuos, pue- tud de factores ambientales. Estos eventos pueden disminuir considerable‐
mente la variabilidad genotípica y fenotípica de una especie. En el caso del
den reducirse de forma drástica y que, durante esos episodios, la
guepardo, su variabilidad actual es tan reducida, que muchos investigadores
deriva adquiere un papel fundamental. A estos momentos de se refieren a ellos como individuos casi clónicos. Tras esta fase, la deriva ge‐
merma poblacional se los denomina U nética puede hacer que queden fijados alelos que, de otra manera, jamás ha‐
brían tenido éxito en una especie.
. Se sabe que la acción del ser humano es en la actualidad la
principal causa de estas reducciones poblacionales, pero estos nados o , en donde un gen
episodios también se producen sin su mediación. Durante un epi- parece estar relacionado directamente con un determinado feno-
sodio de cuello de botella ((F»ÃUÂ) una población queda reduci- tipo. Pero este tipo de rasgos son la excepción y no la norma en
da tan dramáticamente, que buena parte de la variabilidad previa los seres vivos. En realidad, los rasgos más frecuentes son los de-
se pierde por completo y, debido al azar, alelos poco aptos o re- nominadosĦLŅï. Es-
cientemente aparecidos pueden quedar fijados, induciendo un tos rasgos están relacionados con la expresión de un conjunto de
cambio evolutivo difícil de predecir atendiendo a las condiciones genes (a veces muy elevado) y, además, su expresión depende en
previas a las que se veía sometida esta población. Como se verá en cierta medida de la influencia del medio ((F»ÃUÃ).
el apartado La especiación, el fenómeno denominado
U
, puede tener idénticas consecuencias a las de un cuello de
Los rasgos fenotípicos más frecuentes en la naturaleza son
botella. Ejemplos de estos son el aparentemente sufrido por el
los rasgos poligénicos, en donde varios genes tienen efecto so‐
guepardo, en algún momento del pleistoceno, y el del elefante
bre un mismo carácter. Estos rasgos suelen verse muy influen‐
marino de California, claramente relacionado con su caza hasta
ciados por el medio ambiente, por lo que suelen mostrar gran
principios del siglo XX. En ambos casos, la variabilidad genética
plasticidad fenotípica.
de estas especies ha quedado tan diezmada que, en el caso del
guepardo, casi se pueden considerar clones a todos los ejemplares
vivos en la actualidad.
% &
*VIGYIRGMEW
en el mundo real
La selección natural, y cualquier otra fuerza evolutiva, no ope-
ran directamente sobre el genotipo, sino sobre el fenotipo de un KIREPIPSW KIREPIPSW
*VIGYIRGMEW
El estudio de la evolución de los rasgos cuantitativos se realiza Cuando se habló de Genética de poblaciones se vio cómo diver-
empleando un modelo más complicado del empleado en el caso sos tipos de selección independiente de la frecuencia llevaban a
de los caracteres cualitativos. Su estudio incluye un pormenoriza- un cambio en las frecuencias alélicas del gen asociado al rasgo
do análisis de la variación genética, de la variación medioambien- estudiado. En genética cuantitativa esto no se calcula así de ma-
tal y de la interacción entre ambas. Si del estudio de la evolución nera directa. Es decir, la selección natural puede favorecer deter-
de los cualitativos se encarga la Genética de poblaciones, del es- minados fenotipos, pero al depender estos no solo de la variación
tudio de los rasgos poligénicos se encarga la Genética cuantitati- genética, sino de otros factores, un proceso de selección no im-
va. La primera tarea en un trabajo de Genética cuantitativa es cal-
cular el grado de variación del rasgo estudiado. La medida de esa
variación viene representada por su varianza. Ésta se calcula,
como en cualquier estudio estadístico, midiendo ese rasgo en una
gran cantidad de individuos y estimando en qué medida se dis-
,MNSW
:EVMEGMɸRJIRSXɳTMGE
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Restricciones adaptativas
Enjutas evolutivas
La pleiotropía antagónica nos recuerda nuevamente que en
cualquier proceso evolutivo pueden existir pros y contras que Existe la posibilidad de que rasgos cooptados y con evidente
siempre limitan la capacidad de la selección para adaptar a un or- funcionalidad actual, procedan de rasgos que no poseían funcio-
ganismo a su ambiente. El ajuste de un rasgo puede implicar el nalidad alguna en los ancestros y que, por tanto, no eran adapta-
desajuste de otros y la adaptación siempre será una solución de tivos en absoluto. El neodarwinismo siempre vio improbables es-
compromiso y no un ajuste perfecto de todos los rasgos de un tos casos porque, como ya se ha indicado, se opina que la selec-
animal. A estos compromisos entre necesidad y capacidad de ción tiende a eliminar un rasgo que no es útil. El término
adaptación se denominan oU lo tomaron prestado Stephen J. Gould y Richard Lewon-
. Siempre se ha tenido claro que, a corto plazo, la selección tin en 1979 de la arquitectura, y se refiere a la estructura que sur-
natural cuenta con restricciones sobre las que no posee control ge cuando se toma la decisión de soportar una cúpula sobre cua-
alguno. Por ejemplo, la selección opera sobre variabilidad ya exis- tro arcos que forman una base cuadrada ((F»ÃU»À). Los cuatro
tente y ésta se origina, como se ha visto, gracias a mutaciones huecos triangulares que se forman en esta estructura entre las
azarosas no predecibles. Algunos procesos, como el flujo genéti- columnas y la cúpula, deben ser tapiados necesariamente en una
co, también pueden operar como una restricción adaptativa como iglesia para cerrar el espacio. Posteriormente, esos lugares fueron
ya se ha indicado, pero, a la larga, todos estos problemas se con- empleados por los artistas para incorporar motivos cuádruples
sideraban siempre salvables a base de tiempo. Sin embargo, exis- bajo la cúpula, como las cuatro estaciones del año o, más fre-
ten otros de mucha más difícil solución, como son las restriccio- cuentemente, los cuatro evangelistas. Calificar a las enjutas como
nes físicas, las filogenéticas y las ontogenéticas. una adaptación para permitir la expresión del arte religioso a tra-
vés de motivos cuádruples sería un error, pues su origen está li-
gado a la obligada solución de un problema arquitectónico previo.
La evolución se enfrenta a numerosos tipos de limitaciones
que impiden a un rasgo alcanzar un óptimo selectivo hipotéti‐
co. Estas limitaciones pueden ser genéticas, físicas, filogenéti‐ Una enjuta evolutiva es un rasgo aparentemente adaptativo
cas u ontogenéticas. originado como un subproducto de un proceso selectivo o de
desarrollo completamente distinto.
)
+VYTSW
pecies más próximas entre sí, mientras que otros son más poten-
* ) tes a la hora de discernir la comentada secuencia temporal de
+ eventos de especiación en cada rama. Aquellos programas que fa-
'PEHS llan en esta segunda tarea, generan lo que se denominan ė
' ( ! ((F»ÃU»Ã$). En este tipo de árboles, es posible
%
ver la relación entre las especies o taxones estudiados, pero no la
& secuencia de especiación, es decir, son árboles en donde el tiempo
' no se representa. Los árboles no enraizados, como los árboles de
) consenso, son hipótesis que contienen lagunas de información y,
(
por tanto, son un resumen de varios árboles a la vez. En el caso de
)
un ė ! ((F»ÃU»Ã#) el tiempo sí puede leerse, en-
* tendiéndose que la primera rama que se bifurca, representa la
Ĵ!del árbol, el momento más antiguo de la historia de ese lina-
je, y que el tiempo discurre en dirección a las . En
Fig.c19-19 | Partes y estructura de los árboles filogenéticos. A) Árbol enraiza‐
do en donde se muestra la dirección en la que discurre el tiempo generando un árbol enraizado las ramas pueden incorporar información adi-
una raíz, diversas ramas (con dicotomías o politomías) y nodos. B) Árbol no cional a través de su longitud. En efecto, si las ramas intentan re-
enraizado en donde el tiempo no se representa y solo se muestra la relación presentar el grado de semejanza de los linajes que unen, se estará
entre taxones. C) Árbol en donde se muestra la relación filogenética de seis
especies (A a F) y la aparición de diversos caracteres en forma de círculos co‐ ante un
. Un fenograma ((F»ÃU»Ã') siempre se verá
loreados. El ancestro del grupo poseía el carácter rojo, heredado por las espe‐ asociado a una escala situada junto al árbol, que nos permitirá
cies del clado A-B. El carácter rojo es un rasgo plesiomórfico en este hipotéti‐
medir el grado de similitud entre linajes. Si las ramas del árbol
co grupo y simplesiomórfico en A y B. En el ancestro del clado C-F, el carácter
rojo dio lugar al carácter azul que es apomórfico respecto al carácter rojo. Al simplemente representan la relación entre taxones sin dar un va-
ser heredado por las especies D y E es sinapomórfico en estas especies. De lor a su parecido, el árbol filogenético constituye un
forma independiente, en las especies C y F se producen nuevas mutaciones
que transforman azul en amarillo. Ambas mutaciones son apomorfías respec‐ ((F»ÃU»Ã&).
to a azul, pero, al ser independientes entre sí, estas mutaciones (aparentemen‐
te idénticas) son una homoplasia. D) Forma típica en la que se representa un
cladograma. Frecuentemente en algunas ramas se incluyen las apomorfías,
aquí representadas por rectángulos rojos, que caracterizan a ese clado. La Cómo usar un árbol para interpretar rasgos
longitud de las ramas no posee información alguna. E) Forma típica en la que
se representa un fenograma. Este tipo de árboles se acompañan de una esca‐
Ya que un árbol representa una hipótesis acerca de la historia
la que indica los valores de similitud de cada rama. Aquí la longitud de las ra‐
mas indica mayor o menor parecido entre las especies del clado formado. evolutiva de un linaje, ésta puede ser usada para generar nuevas
hipótesis, como se avanzó en apartados anteriores. Estudiando En el fondo, estos rasgos no son simples analogías pues, aun-
qué rasgos presenta cada taxón en el árbol se pueden proponer que aparecen de nuevo en linajes distintos, son fruto del redescu-
hipótesis acerca de la historia evolutiva de esos rasgos y llegar a brimiento de paquetes genéticos ya empleados en un ancestro re-
conocer si ese rasgo es más fruto de la ancestralidad (historia) moto. En realidad, hoy se considera que este tipo de rasgos se si-
que de la selección natural. Como ya se vio en el caso de las plu- túan en la frontera entre las analogías y las homologías y se hace
mas en la evolución de las aves ((F»ÃU»¾), una de las hipótesis referencia a este fenómeno como Ĵ
.
que se pueden estudiar gracias a un árbol evolutivo se refiere al
momento en el que pudo aparecer o perderse un rasgo en la evo-
Si has comprendido los conceptos de homología y homopla‐
lución de un linaje. También se puede estudiar, por ejemplo,
sia, deberías ser capaz de indicar si los siguientes rasgos per‐
cuántas veces ha aparecido un mismo rasgo en un linaje. Si todos
tenecen a una u otra categoría: los ojos de un ser humano y un
los miembros de ese linaje comparten un cierto rasgo de nuestro
delfín, el comportamiento social de un ser humano y de un go‐
interés, se puede hipotetizar que el rasgo fue heredado por todos
rila, el comportamiento social de un ser humano y de un delfín.
ellos a partir de su ancestro común. A tales rasgos se les denomi-
na Ņ. En otras ocasiones, nos encontramos
con que no todos los miembros del linaje poseen dicho rasgo y De igual forma que entre los caracteres no homólogos se puede
que éste aparece en varios sublinajes no estrechamente emparen- hacer una clasificación, los caracteres homólogos también se
tados. En tal caso, se puede inferir que el rasgo ha podido apare- prestan a ello ((F»ÃU»Ã%). Dos caracteres se consideran homó-
cer varias veces en la historia evolutiva de ese linaje, como fruto logos cuando se puede hipotetizar que ambos están relacionados
de diversos procesos selectivos. A estos rasgos similares en fun- por su ancestralidad, lo que puede significar dos cosas: que am-
ción, pero que han aparecido en múltiples ocasiones en la historia bos descienden de un tercer carácter presente en el ancestro co-
de un grupo, se les llama ė. Los caracteres mún o que uno de los rasgos ha dado lugar, por transformación,
análogos no nos sirven para justificar la estrecha relación entre al otro. En este segundo caso se puede decir que se habla de un
varios linajes, su ancestralidad común, pero son rasgos especial- mismo rasgo, pero en diferentes de transformación o
mente interesantes desde un punto de vista evolutivo. Tales ras- evolución. Así, se habla de
Ĵ para referirse al rasgo
gos suelen constituir maravillosas oportunidades para preguntar- más antiguo, que ha dado lugar por transformación al otro. A
se acerca de las fuerzas evolutivas que los han generado y, dado éste, al derivado o más moderno, se le denomina
Ĵ. Por
que han aparecido varias veces, discutir sobre su posible valor definición, los rasgos plesiomórficos, al ser los más antiguos,
adaptativo. Es importante entender que dos o más rasgos no pue- suelen encontrarse en varias especies y, a menudo, en muchos
den ser identificados como homólogos o análogos a priori, es de- linajes distintos. Cuando una plesiomorfía se comparte por varios
cir, antes de haberse realizado la reconstrucción filogenética del taxones, se denomina
Ĵ. Por el contrario, las apo-
grupo en donde se estudian. Solo tras la elaboración de un árbol, morfías pueden ser de más reciente aparición en un linaje y no
es posible observar si un rasgo pudo haberse generado en el an- resulta extraño que sean exclusivas de un único taxón. A estos
cestro común del linaje o debe entenderse que apareció en diver- rasgos únicos y exclusivos de un taxón o linaje se les conoce como
sas ocasiones. No obstante, en muchos casos la similitud entre
Ĵ. Si una apomorfía es compartida por varios taxo-
algunos rasgos es tan superficial, que no existen grandes dificul- nes, se denomina una
Ĵ. Los algoritmos empleados
tades para identificar dos rasgos como análogos. Sin embargo, en para la obtención de árboles filogenéticos, intentan hacer uso de
otras, dos rasgos son tan similares, tanto en función como en es- las sinapomorfías, entendiéndose que cuantas más apomorfías
tructura, que solo pueden ser identificados como analogías tras comparten dos grupos, más estrechamente emparentados se en-
una reconstrucción filogenética que indique claramente cuál ha cuentran. No obstante, al igual que se comentó con la imposibili-
sido el origen de esos rasgos. A estos rasgos no homólogos se les dad de establecer a priori si dos rasgos son homólogos o análogos,
denomina ((F»ÃU»Ã%). en el caso de dos caracteres homólogos presentes en dos estados
distintos, el estado plesiomórfico o apomórfico de cada uno de
ellos lo determinará su situación final en el árbol obtenido.
Los caracteres encontrados en dos o más grupos de seres vi‐
vos pueden ser similares debido a que han sido heredados de
un ancestro común (homologías) o porque se han ganado de
manera independiente a lo largo de su evolución
Una breve noción sobre inferencia filogenética
(homoplasias).
Sin duda, una de las tareas más provechosas en Biología evo-
lutiva es la de construir hipótesis sobre las relaciones filogenéti-
Actualmente se diferencian dos tipos de homoplasias: los cas de diversos taxones (árboles filogenéticos). A esta tarea se la
rasgos convergentes y los paralelos: denomina inferencia o reconstrucción filogenética. Aunque en la
actualidad esta tarea se ha convertido en una disciplina extrema-
Los son rasgos similares, pero apare- damente compleja, tanto desde un punto de vista teórico como
cidos en linajes distintos, y que no se pueden relacionar con práctico, su lógica de trabajo sigue siendo bastante simple de en-
genes comunes. tender. Los biólogos evolutivos cuentan con datos (rasgos o ca-
Los , sin embargo, son rasgos que, apare- racteres) obtenidos a partir del estudio de una serie de taxones,
ciendo en linajes distintos, no estrechamente emparenta- que se sospecha que están relacionados por su parecido general.
dos, parecen resucitar rasgos presentes en un ancestro de Con esta información se pueden agrupar a estos taxones aten-
ambos grupos y que se perdieron en los ancestros más re- diendo al axioma de que, cuanto más parecidos sean estos taxo-
cientes de cada uno de ellos. nes, más rasgos significativos compartirán en común. Nótese que
se habla de «rasgos significativos», es decir, no se habla solo de termina transformándose en otra, inexorablemente. A este proce-
la cantidad de rasgos compartidos, sino de la calidad de estos. En so se lo conoce como Ħ . Alternativamente, un linaje
efecto, a partir de un conjunto de rasgos se puede construir una puede sufrir un proceso de bifurcación y, como resultado de éste,
gran cantidad de árboles. La inferencia filogenética se encarga de aparecen dos linajes hijos que constituyen el germen de dos espe-
elaborar algoritmos y métodos de análisis de estos rasgos con los cies distintas. A este proceso se le conoce como Ħ . Se-
que generar hipótesis. Una escuela dentro de esta disciplina de la gún el modelo de gradualismo filético, la cladogénesis es un pro-
Biología evolutiva emplea métodos basados en el principio lógico ceso que aporta diversidad a un linaje, es decir, ayuda a generar
de , mientras que otra escuela emplea Ħ más especies en éste, pero el principal proceso que explica la
. La primera de estas escuelas se denomina Ĵ y transformación evolutiva de las especies es la anagénesis. Otra
propone que el árbol más adecuado, el más parsimonioso, será idea derivada de este modelo es que una especie ancestral no
aquel que cuente con el número menor de cambios evolutivos en- puede vivir al mismo tiempo que la especie a la que da lugar por
tre los caracteres estudiados. La segunda escuela, denominada transformación. Las especies desaparecen paulatinamente al ir
Ħ considera que el árbol más adecuado será aquel que transformándose unas en otras y a este proceso se le denomina
reúna a los taxones estudiados por su máximo parecido (aquí, pa- Ņ. Los fenómenos de extinción real son, en este
recido y distancia son términos sinónimos). Ambos métodos fun- modelo, infrecuentes y poco interesantes para entender la evolu-
cionan bien cuando se trata de estudiar un conjunto pequeño de ción de un linaje. Este modelo, como otras de las ideas clásicas
elementos, caracterizados por unos pocos rasgos, pero cuando se expuestas en este capítulo, tiene tanta elegancia conceptual,
supera un cierto número de taxones y caracteres, las posibilida- como problemas para adaptarse al mundo real. Para desconcierto
des de encontrar el árbol óptimo, sea éste el más parsimonioso o de los biólogos evolutivos, el registro fósil no suele ser siempre
el de menor distancia, desaparecen. Hay que conformarse enton- congruente con el proceso anagenético.
ces con obtener árboles que, probablemente, sean los más ópti-
mos. Aquí, la certeza se transforma en probabilidad y esto ocurre
La velocidad y pautas por las que aparecen nuevas especies
en cuanto se traspasa la frontera entre los casos de manual de
en un linaje están sujetas a interpretaciones distintas. Discernir
texto y la realidad del quehacer científico real. Los Ħ
si el patrón anagenético es real o establecer su frecuencia rela‐
ė y la
son dos aproxi-
tiva debe tener consecuencias muy importantes a la hora de
maciones muy usadas en la actualidad cuando se intentan obte-
entender los fenómenos microevolutivos y macroevolutivos.
ner árboles con una cierta probabilidad de ser los que explican la
relación entre diversos taxones. Explicar cómo funciona cada uno
de estos métodos de inferencia queda fuera del alcance de este Un modelo alternativo al gradualismo filético lo constituye el
capítulo. Dado que estos análisis nos hablan de probabilidades, modelo de ((F»ÃU¼º). Según este modelo,
una vez obtenidos los árboles, se suele aplicar alguna técnica es- la anagénesis es un proceso muy raro en la evolución de cualquier
tadística complementaria, que permite medir el grado de con- linaje. El registro fósil nos indica que las especies suelen mante-
fianza de la estima que se ha obtenido. En ciencia, se está acos- nerse bastante estables morfológicamente desde su aparición
tumbrados a trabajar con grados de confianza del 95 % y es este hasta que desaparecen del registro, momento en el que se consi-
valor de confianza el que se intenta medir con análisis estadísti- deran extintas. A este patrón de estabilidad morfológica a lo largo
cos como los conocidos @PPUTUS?QGOE o J?ALLOGāOE. Estos valores del tiempo se le denomina . Los períodos de estasis se ven
suelen incluirse en las ramas de los árboles filogenéticos que se acompañados en la historia de un linaje por fases de cambio rápi-
publican y sirven para tener una idea bastante aproximada del ni- do, que no suelen dejar huella en el registro fósil. A estos períodos
vel de confianza que cada rama puede dar.
1SHIPSKVEHYEPMWXE )UYMPMFVMSTYRXYEHS
Tasas evolutivas
En Biología evolutiva existen, desde los años 70 del pasado si-
glo XX, dos ideas alternativas acerca de cómo se produce el cam-
bio evolutivo y cómo se refleja en el registro fósil. La idea clásica
propuesta por el neodarwinismo defiende que la macroevolución
)WXEWMW
8MIQTS
8MIQTS
8MIQTS
donde se cree hoy que se producen los cambios que generan nue-
vas estructuras, nuevas especies y nuevos planes estructurales.
En efecto, una mutación genética solo tendrá reflejo en la evo-
8EQEɶS 8EQEɶS 8EQEɶS lución a escala macroevolutiva si es capaz de alterar el fenotipo
7MRXIRHIRGME 8IRHIRGMETEWMZE 8IRHIRGMEEGXMZE de manera importante y esto no se consigue si esa mutación se da
en un gen estructural, es decir, en un gen relacionado con la ex-
Fig.c19-22 | Tendencias pasivas y activas. Representación gráfica de tres ti‐ presión fenotípica de un rasgo. Para que una mutación tenga
pos de devenir evolutivo a partir de una especie ancestral. En el eje de las y efectos notables, debe darse en otro tipo de genes, en los genes
discurre el tiempo, mientras que el de las x mide aumento o reducción de ta‐
maño en los linajes descendientes de la especie ancestral. En el primer caso, reguladores que se expresan durante el desarrollo embrionario y
hay descendientes que aumentan y otros que disminuyen en tamaño, por tan‐ de los que se ocupa la evo-devo.
to, no es posible apreciar tendencia alguna. En el segundo caso la especie an‐
cestral parte de un tamaño mínimo que no puede ser rebajado, por lo que exis‐
te un «muro» o impedimento estructural que no le permite al linaje una reduc‐ La mutación de un gen estructural puede mejorar la aptitud de
ción menor (incluso aunque en ciertos períodos de tiempo fuese ventajosa
una reducción como sugieren las flechas). A la larga, el devenir evolutivo gene‐ un rasgo (microevolución). Sin embargo, la mutación de un
rará siempre especies tan grandes o más que la ancestral. Se está ante la sen‐ gen regulador durante el desarrollo embrionario puede generar
sación de una tendencia al aumento de tamaño, aunque simplemente es el
resultado del efecto «paseo del borracho». En el tercer caso, existe una ventaja
un nuevo rasgo o una nueva especie (macroevolución).
clara hacia el aumento de tamaño (como indican las flechas) y todas las espe‐
cies responden en ese sentido. En este caso, sí se puede hablar de una ten‐
dencia al aumento y es lícito buscar la causa de dicha tendencia. Desde la década de los años 80 del pasado siglo, esta nueva
disciplina no ha dejado de sorprendernos con descubrimientos,
que suelen ser tan interesantes como inquietantes. El primer gran
descubrimiento de la evo-devo fue la sorprendente similitud en la
La biología evolutiva del desarrollo y la arquitectura genética de seres vivos tan diferentes fenotípica-
macroevolución mente como un insecto y un vertebrado superior. La sorpresa se
tornó en desconcierto cuando se descubrió que la expresión de
Se inició este capítulo explicando que la evolución se produce a algunos órganos clásicamente considerados como análogos,
través de un mecanismo que implica la génesis de variación, la como los ojos de estos dos grupos animales, quedaban bajo el
heredabilidad de ésta y el éxito diferencial de dicha variación. A control de redes genéticas homólogas. En este ejemplo, ambos
través de la Genética de poblaciones y la Biología molecular, se ha tipos de ojo dependen de la expresión del gen Pax 6 (descrito
podido entender de manera simple cómo un alelo puede exten- como eyeless en artrópodos) durante el desarrollo embrionario.
derse o desaparecer de una población, a lo largo del tiempo. La Poco después, se descubrió que los genes que interaccionan con
Genética cuantitativa nos ha permitido ver cómo la interacción Pax 6 para generar células fotorreceptoras también eran los mis-
entre múltiples genes y de estos con el medio ambiente, añade mos en grupos tan distantes como vertebrados, moluscos, artró-
una dimensión más realista al proceso evolutivo. Todas estas dis- podos o medusas. Se entendió entonces, que rasgos superficial-
ciplinas han sido capaces de explicar cómo un rasgo puede apare- mente dispares, podían ser variaciones sobre un mismo tema en
cer en una especie y difundirse por ésta de manera gradual, a tra- lo más profundo de la arquitectura animal. El concepto de homo-
vés del proceso que se ha denominado microevolución. Pero, como logía profunda, del que ya se ha hablado antes, hizo su aparición
se vio al final del apartado Tasas evolutivas, siendo honestos, este en la Biología evolutiva. La historia de los ojos se ha repetido des-
proceso no nos lleva más allá de la génesis de variación intraes- de entonces al estudiarse la formación de otros órganos, como
pecífica, y una teoría evolutiva completa debe intentar explicar, corazones y sistemas nerviosos, o en el establecimiento de ejes de
claramente, cómo se generan nuevos taxones, no solo cómo va- simetría corporal. Todos ellos basados en un puñado de genes ho-
rían los ya generados. Es decir, debe explicar también la macro- mólogos una vez más. La idea que se destila de estos descubri-
evolución. El neodarwinismo clásico zanjó el asunto apostando por mientos es que la evolución emplea una y otra vez una serie de
el tiempo. Bastaría con dejar a los mecanismos microevolutivos herramientas genéticas básicas, cada vez que las circunstancias lo
funcionar durante un cierto lapso temporal, para que su trabajo requieren (recordemos aquí el concepto de coopción molecular).
acumulado generase macroevolución. Pero para muchos esta res- Tras 150 años hablando de evolución, ahora se puede afirmar sin
puesta surgió más del corazón que de la cabeza de los padres del lugar a dudas que Darwin acertó de pleno cuando acuñó la idea de
neodarwinismo, quedando la solución entre los desafíos por re- «descendencia con modificación» y que los que desviamos un
solver de la teoría evolutiva. poco el tiro fuimos los seguidores del neodarwinismo, al otorgarle
Una nueva disciplina, la $Ĵ o, a la selección natural más protagonismo del que realmente de-
más comúnmente conocida como U , parece ser la desti- mandaba. En los animales, las estructuras bien adaptadas no han
nada a ofrecer cierta luz en este asunto. Desde casi los orígenes sido reinventadas en tantas ocasiones como se pensaba, sino que
del darwinismo, se reconoció que la evolución es una moneda de han sido reutilizadas y modificadas a partir de otras. Como ya se
dos caras, en la que una está representada por los organismos ha dicho anteriormente, la evolución tiene tanto o más de brico-
adultos, que compiten con sus rasgos y se seleccionan de acuerdo laje (coopción), como de ingeniería (selección).
a su aptitud y otra la integra el desarrollo embrionario, lugar El segundo gran descubrimiento de la evo-devo se refiere a la
donde los rasgos se regulan y se crean realmente. Por razones que , es decir, la constatación de que, en la formación de
han fascinado a historiadores y filósofos de la ciencia, pero que órganos complejos, como puede ser un sistema nervioso o un ojo,
diversas partes se desarrollan (hasta cierto punto) como un com- morfógeno puede ser suficiente. Es ampliamente conocido
partimiento regido por sus propias rutas genéticas. De esta for- que la expresión de un gen se puede alterar por la interacción
ma, cada módulo puede evolucionar de forma independiente a la con otra sustancia que esté presente en las células de una
de otros. Pero, a su vez, cada módulo interviene en la génesis de cierta región corporal. De esta interacción se puede esperar
los otros módulos con los que interactúa, influyendo así en la es- una inhibición, una sobreexpresión o una gradación en la ex-
tructura final del complejo modular. Por ejemplo, la retina y la presión genética. Si en un embrión se genera una sustancia
lente de un ojo se comportan como módulos distintos durante el que se difunde por éste a partir de la región desde la que se
desarrollo, pero cada una de esas estructuras está ahí porque la sintetiza, y dicha sustancia interactúa con algún gen que se
retina ayuda a la génesis de la lente y ésta a la de la retina. La se- expresa en todo el embrión, se puede generar una gradación
gunda gran lección de la evo-devo es que órganos complejos, ge- en la expresión de ese gen. En algunas regiones se expresará
neralmente adornados con , se generan mucho, en las opuestas poco y en las intermedias tendrá una
gracias a la interacción de órganos más simples. expresión gradada. Entonces, la acción de la sustancia regula-
Pero la evo-devo no se ha quedado ahí y hoy se busca no solo dora será gradual a lo largo del embrión y la expresión de los
dar cuenta de la base común de la que se parte en la arquitectura genes con los que interactúa también ((F »ÃU¼½). De esta
de la forma (la «descendencia» de la frase darwinista), sino de manera un órgano puede aparecer en determinadas zonas del
cómo se genera variación en ésta («…con modificación» en pala- embrión y no en otras, se pueden establecer regionalizaciones
bras de Darwin). En efecto, los ojos pueden ser homólogos en un en este órgano y todo esto se puede alterar con cualquier alte-
estado profundo, pero son extremadamente distintos superficial- ración que influya en la difusión de las sustancias que interac-
mente, tanto en forma como en funcionamiento. Si las rutas de túan con los genes.
desarrollo profundas son tan similares, ¿cómo se alcanza la dis- ¾F Cambios en la expresión temporal de los genes reguladores o
paridad fenotípica que se observa? Hasta la fecha se han propues- Ĵ. En este caso, la alteración de la expresión gené-
to algunos procesos (con seguridad se descubrirán más), que en tica no es espacial, sino temporal. Un cierto morfógeno puede
conjunto suelen denominarse SCQ?UUCSOGOE. Estos procesos pueden verse regulado por sustancias que pueden generarse de forma
estar detrás de los cambios macroevolutivos que se conocen y, de temporal durante el desarrollo embrionario. Cualquier altera-
ellos, se hablará brevemente. ción en ese patrón temporal tendrá nuevamente consecuen-
cias directas en la expresión del morfógeno y en el fenotipo
»F Mutación de los genes reguladores: una mutación en un gen final que ofrecerá ese embrión. Ciertos genes se podrán ex-
que se encuentre al inicio de la cadena de interacciones que presar así, durante más o menos tiempo, en el embrión o ju-
regula la expresión de otros genes, que están bajo su control, venil en desarrollo, con la consecuente aparición de rasgos
puede tener consecuencias fenotípicas muy evidentes. Por más exagerados o la retención de rasgos juveniles en el poste-
ejemplo, una mutación de Ultrabithorax, gen presente en todos rior adulto.
los artrópodos, ha modificado la expresión de otro gen deno- ¿F Selección de variantes causadas por plasticidad embrionaria:
minado Distal-less en un subgrupo de ellos, los insectos. Esta en donde se incluyen, entre otras, las influencias epigenéticas
es la razón de que este grupo solo presente patas en el tórax y maternas o paternas, el estrés inducido por densidades altas
no en el abdomen. Las patas abdominales aparecen, sin em-
bargo, en el grupo del que proceden, los crustáceos. Hoy se ve
a los insectos como un grupo de crustáceos modificados y con (
un rasgo único (autapomorfía) entre los artrópodos: solo tres
'
pares de patas. La mutación de Ultrabithorax en el ancestro de
los insectos propició la desaparición instantánea de patas ab-
&
dominales en todos sus descendientes al alterar la expresión
de Distal-less.
¼F Alteración de la respuesta de las células diana en el embrión a
los productos generados por los genes reguladores, sustancias
conocidas como
Ņ . Siguiendo con el gen Ultrabitho-
rax, resulta que en los insectos este mismo gen está relaciona-
do también con la génesis de las alas. En todos los insectos
%
Ultrabithorax se expresa en el segmento metatorácico, pero en
diferentes grupos de insectos las células de los discos imagi-
nales embrionarios (grupos de células de las que se formarán Fig.c19-23 | La síntesis y difusión por determinadas regiones de diversas sus‐
tancias reguladoras de la expresión de algunos genes a lo largo de un embrión
las alas) responden de forma distinta. Unas interpretan la se-
en desarrollo, puede influir sobre la expresión de dichos genes. En el caso de
ñal haciendo alas normales y, otras, halterios (elaborados ór- la figura, la sustancia A se sintetiza en las células de la región anterior y se di‐
ganos de vuelo con idéntica función a la de un giroscopio). Así funde hacia la zona posterior del embrión. La sustancia B se sintetiza en la
zona dorsal y se difunde hacia la zona ventral. La interacción de las concentra‐
se generará una avispa (con dos pares de alas normales) o ciones de ambas señales tiene como resultado la génesis de tejido neuronal
bien una mosca (eficaz voladora gracias a los halterios). en determinadas partes del embrión. Otras dos sustancias, las marcadas
½F Alteración de la expresión espacial de los genes reguladores o como C y D, se generan y difunden en menor medida solo en ciertas partes de
la región en donde más se expresa A. Como resultado de su presencia y con‐
Ĵ. En este caso no es necesaria la alteración de la centración, se generan centros neuronales adicionales más complejos en
proteína señal, ni del receptor de dicha proteína, sino que un esas zonas, y de este equilibrio de señales depende la estructura general que
adquiera el sistema nervioso de ese individuo. Cualquier alteración en la géne‐
simple cambio en el patrón espacial de la expresión de un
sis o difusión de una de estas cuatro sustancias puede tener drásticas conse‐
cuencias evolutivas en relación al sistema nervioso de esa especie.
de población, la falta de alimento, la temperatura, el fotope- Bibliografía
ríodo, etc. Este último proceso (o conjunto de procesos) nue-
vamente dirige nuestra mirada hacia la idea de que un genoti- #Ĵ
po no induce directamente un fenotipo. Ya se ha visto que un
genotipo genera un amplio rango de fenotipos potenciales y el Brodie ED III, Moore AJ, Janzen FJ. Visualizing and quantifying natural
medio ambiente determina el fenotipo preciso que ha de ge- selection. Trends Ecol Evol. 1995; 10(8): 313-8.
nerarse. La evo-devo nos da una idea de cómo el medio am- Buss DM, Haselton MG, Shackelford TK, Bleske AL, Wakefield JC. Adap-
biente se comunica con el organismo en desarrollo: gracias al tations, exaptations, and spandrels. Am Psychol. 1998; 53(5): 533-48.
sistema neuroendocrino. Es decir, los genes son regulados en Caporael LR. Evolutionary psychology: toward a unifying theory and a
última instancia por infinidad de sustancias, como se está co- hybrid science. Annu Rev Psychol. 2001; 52: 607-28.
mentando. Muchas de estas sustancias son hormonas y la se- de Queiroz K. A unified concept of species and its consequences for the
creción de éstas depende en buena medida del diálogo entre future of taxonomy. Proc Calif Acad Sci. 2005; 56(18): 196-215.
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La nueva síntesis que se está generando en torno a la teo- Donoghue MJ. A critique of the biological species concept and recomen-
ría de la evolución parece ahora más completa bajo esta nue- dations for a phylogenetic alternative. Briologist. 1985; 88: 172-81.
va visión, en la que se recupera la importancia del desarrollo Eldredge NS, Gould SJ, Coyne JA, Charlesworth B. On punctuated equili-
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vivo se nos describe entonces como el resultado de un proce- Felsenstein J. Skepticism toward Santa Rosalia, or why are there so few
so de selección y génesis en el que el genotipo, heredado de kinds of animals? Evolution. 1981; 35: 124-38.
sus ancestros, propone, pero en donde el medio en el que se Gavrilets S. Models of speciation: where are we now? J Hered. 2014;
desarrolla, también lo hace y, al mismo tiempo, es el que 105(1): 743-55.
dispone. Y en esta disposición final, en este diálogo entre ge- Gould SJ. The evolutionary biology of constraint. Daedalus. 1980; 109(2):
nes, selección y ambiente tiene mucho que decir, como em- 39-52.
pezamos a intuir por lo dicho aquí, el propio sistema Gould SJ. Exaptation: a crucial tool for evolutionary psychology. J Soc Is-
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ción es de importancia capital para el futuro desarrollo de la
Haag ES, True JR. Perspective: From mutants to mechanisms? Assessing
Biología evolutiva.
the candidate gene paradigm in evolutionary biology. Evolution.
Una de las tareas más fascinantes de la Biología evolutiva
2001; 55(6): 1077-84.
radica en dar respuesta a la relación existente entre estos
Hoekstra HS, Coyne JA. The locus of evolution: evo devo and the genetics
dos procesos, para así dilucidar si se trata de un mismo
of adaptation. Evolution. 2007; 61(5): 995-1016.
proceso o son el fruto de mecanismos distintos.
Hoelzel AR. Impact of population bottlenecks on genetic variation and
El proceso de aprendizaje lógico para intentar entender
the importance of life history: a case study of the northern elephant
bien la macroevolución pasa por estudiar qué es una espe‐
seal. Biol J Linn Soc. 1999; 68: 23-39.
cie, recapacitar sobre la forma en la que éstas pueden apa‐
Hori M. Frequency-dependent natural selection in the handedness of
recer, conocer la metodología para su clasificación y, aún
scale-eating cichlid fish. Science. 1993; 260(5105): 216-9.
más importante, colocarlas correctamente en un árbol
Jackson JBC, Cheetham AH. Phylogeny reconstructions and the tempo of
filogenético.
speciation in the cheilostome Bryozoa. Paleobiology. 1994; 20: 407-
La reconstrucción filogenética de un grupo animal permite
23.
plantear hipótesis sobre el origen de los rasgos que más
Kempe M, Mesoudi A. Experimental and theoretical models of human
nos interesan en ese grupo. Su filogenia nos sugiere hipóte‐
cultural evolution. Wiley Interdiscip Rev Cogn Sci. 2014; 5(3): 317-26.
sis para poder interpretar un rasgo como adaptativo, como
Lenski RE, Ofria C, Pennock RT, Adami C. The evolutionary origin of
fruto de un proceso de convergencia, para dilucidar si se
complex features. Nature. 2003; 423(6936): 139-44.
trata de una adaptación primaria o una coopción, para justi‐
Lewontin RC. Sociobiology: another biological determinism. Int J Health
ficar la existencia de una tendencia evolutiva, etc.
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La Biología del desarrollo se presenta en la actualidad
Lynch M. The frailty of adaptive hypotheses for the origins of organis-
como una importante fuente de información para entender
mal complexity. Proc Natl Acad Sci U S A. 2007; 104 (Sup1): 8597-
la macroevolución, generando fundadas esperanzas sobre
604.
su papel a la hora de explicar los mecanismos que generan
Lynch M, Conery JS. The origins of genome complexity. Science. 2003;
las novedades evolutivas, los nuevos rasgos y, entre ellos,
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también las nuevas conductas.
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