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Capítulo 19: Evolución, variación genética, especiación y filogenia.

Chapter · September 2018

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Juan Antonio Delgado


University of Murcia
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,

19 Evolución, variación genética, especiación y


filogenia
J. A. Delgado Iniesta

«La principal razón por la que los científicos estudian la evolución radica en el interés que ésta tiene para ampliar el conocimiento de
todos los fenómenos que afectan a los seres vivos»
Ernst Mayr

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Los objetivos de este capítulo son los siguientes:
1. Entender qué es la evolución biológica y conocer los aspectos más relevantes de ésta en relación con la Psicobiología.
2. Analizar el papel de la variación en la evolución biológica, los mecanismos que la generan, cómo se transmite de una generación a otra y
cómo se modifica a lo largo del tiempo.
3. Aprender qué es el equilibrio de Hardy-Weinberg y cómo puede servir de hipótesis nula para el estudio de la evolución.
4. Conocer y entender todos los procesos que pueden alterar el equilibrio de Hardy-Weinberg, como son la selección natural y sexual, la de‐
riva genética, el flujo genético, la mutación o los mecanismos de apareamiento.
5. Entender la diferencia entre rasgos cualitativos y cuantitativos y la relación de ambos con la variación fenotípica y su evolución.
6. Entender cuál es la relación entre fenotipo y genotipo y la dificultad de asociar un fenotipo a un genotipo determinado. Reconocer el pa‐
pel del medio ambiente en la génesis y expresión de la variación heredable.
7. Aprender a identificar una adaptación y a diferenciarla de otros rasgos presentes en los seres vivos, fruto de procesos distintos a la se‐
lección natural.
8. Conocer y comparar la utilidad de algunos conceptos de especie, los procesos de especiación y cómo los mecanismos de aislamiento
están detrás de la génesis de nuevas especies.
9. Aprender qué es y cómo se construye una filogenia. Identificar los diferentes componentes de ésta y entender cómo puede ser utilizada
para contrastar hipótesis evolutivas.
10. Comparar y diferenciar la microevolución de la macroevolución en términos de patrones y de procesos.
11. Entender conceptos como los de equilibrio puntuado y tendencia evolutiva en los estudios de macroevolución.
12. Conocer la importancia de la Biología evolutiva del desarrollo en la teoría evolutiva actual.

RESUMEN CONCEPTUAL
La teoría de la evolución es una de las ideas más poderosas de toda la ciencia y una eficaz herramienta para unificar conceptos procedentes de
disciplinas como la Biología y la Psicología en un cuerpo de conocimiento común. La evolución da cuenta tanto de los patrones de cambio en la
forma y conducta de los seres vivos, como de su origen y de los procesos que están detrás de esos cambios. Hoy se sabe que la evolución depen‐
de de la interacción entre la variabilidad heredable que muestran los individuos de una especie y el ambiente en el que se desarrollan y desenvuel‐
ven estos. El resultado reiterado de esta interacción, sumado a la separación de linajes de individuos a lo largo del tiempo, ha generado el patrón de
biodiversidad observado en la actualidad. El origen, estructura y funcionamiento de cualquier rasgo morfológico o conductual, incluido el sistema
nervioso y las complejas actividades que desarrolla, solo puede ser entendido plenamente bajo el prisma de la evolución biológica, como ya se in‐
dicó en el capítulo 'La Psicobiología'.

prendente la enorme cantidad de rasgos morfológicos, fisiológi-


Introducción cos o conductuales que adornan a los animales y su enorme U
. Es fascinante el diseño, la Ņ de estos rasgos,
Como ya se indicó en el capítulo b.2 Ĵb entender la para cumplir con la misión para la que suelen ser usados. Pero,
estructura y el funcionamiento del sistema nervioso pasa, inelu- igualmente, llama la atención la paradójica recurrencia de la na-
diblemente, por acercarnos a este asunto desde diferentes pers- turaleza a unas pocas soluciones, a unos pocos diseños, en los que
pectivas y, entre ellas, se encuentran las explicaciones filogenéti- se basa toda la variación y adaptación antes mencionada ¿Cómo
cas y evolutivas. A continuación, se desarrollarán algunos de esos se explica, por ejemplo, que existan mamíferos capaces de correr
procesos filogenéticos y evolutivos que pueden ayudar en esta por una pradera, saltar de rama en rama, excavar en el duro sue-
compleja empresa. Desde los mismos inicios de la revolución lo, volar por el aire o nadar en el océano, empleando para ello sus
científica en el siglo XVII, todos los interesados en los animales y extremidades anteriores las cuales, compartiendo un mismo pa-
en sus conductas, se han visto fascinados por tres observaciones trón morfológico básico, son entre sí tan distintas y están tan ex-
que, siendo aparentemente contradictorias, han suscitado un in- quisitamente bien adaptadas a cada medio particular? La res-
terrogante necesitado de respuesta. Por una parte, resulta sor- puesta a esta paradoja nos la ofreció Charles Darwin en 1859 en la
que es, sin duda, una de las obras fundamentales del pensamien-
to humano de todos los tiempos: El origen de las especies. Desde la
publicación de este libro, la ciencia cuenta con una explicación
Qué es la evolución: patrones y
natural, una hipótesis mecanicista, que da cuenta de la adapta- procesos de variación
ción y diversificación de los seres vivos en nuestro planeta. Dar-
win propuso dos ideas revolucionarias para dar solución a las Para entender qué es la evolución puede resultar inter-
preguntas anteriormente indicadas: que todos los seres vivos esante comenzar por establecer la diferencia entre dos con-
descienden de otros que previamente han existido (de ahí que ceptos clave, engarzados entre sí en cualquier disciplina
muchos compartan modelos estructurales o conductas comunes) científica, y en especial en Biología evolutiva: los conceptos
y que estos rasgos, sufriendo cambios a lo largo de su historia, se de patrón y proceso. Se debe entender por Ņ un modelo
han adaptado para satisfacer las necesidades de cada ser vivo a más o menos repetido de aparente orden que se puede o cree
través de un agente causal (que él asoció principalmente con la observar en la naturaleza y por  , el mecanismo que
selección natural). Estas dos ideas son las bases fundamentales genera dicho patrón. El objetivo de la Biología evolutiva es
sobre las que se asienta la biología moderna y a ellas se hace refe- descubrir y describir ciertos patrones naturales y proponer
rencia cuando se habla del «núcleo central» de la 6 ĴU hipótesis que permitan explicar la génesis y funcionamiento
  Ņ. De ellas, la hipótesis de la descendencia con de dichos patrones. La evolución biológica puede ser entendi-
modificación fue rápidamente asumida por la comunidad cientí- da entonces como el patrón de cambio observado a lo largo
fica como un hecho indiscutible, pero la importancia de la selec- del tiempo en los seres vivos, como resultado de los procesos
ción natural en este proceso, no lo fue hasta que se gestó la sínte- naturales que han generado este cambio.
sis del pensamiento evolutivo moderno a mediados del siglo XX. Hasta el siglo XIX el patrón de cambio, la evolución, no se
Fue entonces cuando la teoría sintética o neodarwinismo recogió consideró un tema de interés científico, al entenderse que los
las ideas del darwinismo decimonónico, incorporando nuevos seres vivos eran fruto de un      Ņ inmutable.
principios sin los cuales es imposible entender correctamente el El patrón de variación observado entre los distintos miem-
cambio evolutivo en la actualidad. De todos estos principios bási- bros de cada especie, fue un tema sin interés hasta que La-
cos se hablará en este capítulo y se hará referencia a ellos, en este marck planteó que esta variación podía responder a los cam-
caso, como el núcleo de ideas clásico de la  Ĵ   bios que se forzaban en un individuo, en respuesta a los retos
  Ņ. Con la fundamentación conceptual y metodológi- que éste encontraba en la naturaleza. Estos cambios, acumu-
ca que nos ofrece esta teoría, tanto la Biología como la Psicobio- lados a lo largo del tiempo, constituyen un   U
logía (recuérdese lo dicho en el capítulo b.2 Ĵb) cuen-
Ņ. Tal proceso implica que las propiedades de un
tan con un marco integrador que nos permite entender tanto las conjunto de seres vivos cambian porque lo hacen las de cada
similitudes como las diferencias entre los seres vivos, compren- miembro de ese conjunto. Este cambio coral se parece a lo
der cómo estos se pertrechan con morfologías y conductas que les que se considera hoy evolución, pero no es evolución en sen-
permiten relacionarse con su entorno de manera muy eficiente y tido estricto.
proponer las vías por las que han llegado a conseguir tales rasgos. La visión darwinista es distinta porque considera que el
A partir de los años 70 del siglo XX y, hasta el momento pre- cambio observado en la naturaleza está ligado a un  
sente, nuevos retos y preguntas han ido surgiendo y nueva in-  Ņ. Es decir, las propiedades del conjunto de seres
formación y disciplinas se han ido sumando al siempre cre- estudiado no cambian porque lo hagan las de todos los
ciente cuerpo teórico de la Biología evolutiva. Estas nuevas miembros de ese conjunto, sino porque algún mecanismo
ideas van siendo incorporadas, de forma lenta pero inexorable, criba (modifica la variación ya existente, eliminando elemen-
al cuerpo teórico clásico del neodarwinismo, y de ellas también tos o favoreciendo otros), cambiando de esta manera las pro-
se intentará dar algunas nociones en el presente capítulo. De piedades del conjunto. A este patrón, a este cambio en las
esta manera, se verá cómo en la actualidad la Biología evolutiva propiedades observables de una población de seres vivos o de
está abandonando el denominado   o  U una especie, mediado por un proceso de cribado, es al que se
Ņ , no tanto porque se rechace la idea de que los ha definido hace un instante como Ņ Ņ . La
genes son protagonistas centrales de la biología, sino por el teoría neodarwinista clásica defiende que el principal proceso
creciente interés por recuperar el estudio de fenómenos a los de cribado es el denominado selección natural y que, aunque
que se ha prestado poca atención hasta ahora, como son el existen otros procesos, éste es el único que puede generar
desarrollo embrionario, la influencia del medio ambiente o el cambio adaptativo. Como se verá, hoy se piensa que, aunque
azar en el proceso evolutivo. El neodarwinismo del siglo XXI básicamente esto puede ser cierto, otros procesos pueden es-
entiende que para explicar la evolución no solo se debe enten- tar detrás de la evolución y que algunos de ellos pueden in-
der qué son y cómo funcionan los genes, sino explicar cómo se cluso llegar a generar igualmente cambio aparentemente
genera y organiza un fenotipo durante el desarrollo embriona- adaptativo. Se comenzará este viaje en este capítulo hablando
rio, cómo funciona el medio ambiente como fuente de informa- de la variación, y será esta idea la que servirá de hilo conduc-
ción, modulando la expresión de los genes y cómo accidentes tor para introducir en los siguientes apartados del capítulo
completamente estocásticos dirigen a veces la evolución de un algunos de los procesos y patrones, que se cree que están
grupo por caminos que poco o nada tienen que ver con proce- asociados a la evolución de los seres vivos. En especial se
sos selectivos. hará hincapié en aquellos que tienen más interés en el campo
de la Psicobiología.
diciones locales y/o aleatorias, cambiantes a lo largo del tiempo.
La variabilidad que siempre ha interesado a los científicos es la
Cómo funciona la evolución: variación, heredable, la que es estable entre generaciones dentro de un lina-
herencia y éxito reproductor je. La cuestión sobre el doble origen de la variación ha recibido
una considerable atención en ciencia y se hace referencia a ella
Se acaba de definir la evolución como el fruto de un proceso de como el    U  en Biología o al de  U
variación. Se debe entender ahora que este proceso opera apoyado !U!en Psicología. La pregunta es crucial: ¿Qué parte de los
en tres fenómenos observables en los seres vivos: la existencia de rasgos de un ser vivo se relacionan con la herencia y qué parte es
variación en las poblaciones naturales, la perpetuación de ésta de influencia directa del medio ambiente y, por tanto, no heredable?
generación en generación y el diferente éxito reproductor que La biología actual se ha decantado por dar a la herencia un papel
cada variedad posee. preponderante y a considerar que la mayoría de los rasgos que
favorecen la supervivencia de un individuo tienen una base here-
dable de tipo genético, que se perpetúa generación tras genera-
El darwinismo inicialmente y el neodarwinismo después des‐
ción por medio de la selección natural. Pero esto no significa que
criben a la evolución como un patrón resumido en la frase
el ambiente no tenga un importante papel en la evolución y el de-
«descendencia con modificación». Es decir, se observa que las
bate continúa abierto como se verá en este capítulo.
especies se parecen entre sí y que éstas cambian a lo largo del
La fuente heredable de variación de tipo genético es la U
tiempo. El proceso que genera dicho patrón se resume en la
Ņ. Como ya se ha visto en el capítulo b$     U
frase «variación heredable con diferente éxito reproductor», es
    Ņ b, una mutación es cualquier cam-
decir, es el resultado de la interacción de tres fenómenos distin‐
bio en la secuencia génica de un organismo, pudiendo ser dicho
tos: la variabilidad poblacional, sus mecanismos de herencia y
cambio desde la simple alteración de un par de bases en el ADN, a
el devenir de esta variabilidad con el paso del tiempo.
una transformación genética que llegue a afectar a uno o varios
cromosomas. En evolución se asume que las mutaciones se pro-
ducen no solo de manera espontánea, sino en desconexión abso-
La variación y su origen luta de su posible valor adaptativo. Las mutaciones con efectos
especialmente drásticos son, en su mayor parte, desastrosas para
Charles Darwin vio acertadamente, en la variación existente el desarrollo y futuro de cualquier ser vivo y la posibilidad de
entre los seres vivos, uno de los elementos clave para entender la grandes saltos gracias a una mutación deben ser muy raras en la
evolución. Por una parte, la existencia de variación en la natura- naturaleza. La mayoría de las mutaciones afectan a una porción
leza es el sustrato necesario para que la evolución funcione. Por muy reducida de un gen. Por tanto, ese gen alterado suele ser con
otra, esa variabilidad es la prueba de que la evolución existe por- frecuencia tan funcional como el modelo del que procede por al-
que, al ser fruto de un proceso de variación, la evolución favorece teración. De esta manera, un gen puede generar alelos alternati-
a distintas variables en ambientes distintos, perpetuándola. Pero vos a partir de otros ya existentes, y es ese el sustrato sobre el que
para entender cómo se relaciona la variación y la evolución se actúan los procesos evolutivos.
debe contestar a tres cuestiones:

La fuente principal de variación heredable en la naturaleza son


De entrada, se debe ser capaz de  ŅFNo basta
las mutaciones y éstas constituyen el sustrato básico para que
con decir que dos individuos o dos variedades son diferentes,
la evolución tenga lugar.
sino que hay que decir en qué lo son y en qué medida.
Se debe proponer además un      U
  Ņ. Actualmente se entiende que, aunque puede que la mutación
Y finalmente, discutir sobre la       sea la principal fuente de variación heredable, no es la única y que
dicha variación. otros mecanismos pueden jugar un papel importante a la hora de
generar variación adicional. Nuevas combinaciones alélicas apa-
La medida de la variabilidad en los seres vivos se basa en la recen también por  Ņ durante la reproducción sexual
existencia de los patrones biológicos a los que se denominan U (v. b$         Ņ b), pero
. Al conjunto de rasgos observables y medibles que se estudian también a través de procesos como la transferencia horizontal de
en un organismo se le suele conocer como su
. La mayo- genes o la impronta genética, sin olvidarse de la plasticidad am-
ría de los trabajos sobre evolución se refieren a estudios en donde biental o fenotípica como fuente adicional de variación. La U
un rasgo o fenotipo cambia moderadamente, se transforma radi-
  !    consiste en la incorporación de ge-
calmente o se mantiene constante a lo largo del tiempo, de gene- nes de una especie en el genoma de otra completamente distinta,
ración en generación. Los rasgos pueden ser morfológicos, con- generalmente a través de una transferencia mediada por la infec-
ductuales, fisiológicos, o moleculares. ción de un virus. Este fenómeno parece ser muy frecuente en la
La siguiente cuestión a contestar es: ¿De qué depende la varia- evolución de las bacterias, pero también se conocen casos en ani-
bilidad de los rasgos? Dos individuos pueden ser distintos simple- males. La  Ņno implica la alteración en una se-
mente por efecto de su historia vital y verse influenciados por el cuencia genética, sino un cambio en el estado de expresión de un
lugar donde nacieron, por cómo fueron alimentados o criados y, gen, quedando la secuencia de ADN inalterada. El estado de ex-
en definitiva, por cómo les afectan muchas variables del entorno presión de un gen se puede alterar mediante el fenómeno conoci-
en el que viven. Esta variación es complicada de manejar en una do como metilación, en donde se añaden grupos metilo a las ba-
teoría que intente explicar la evolución, porque depende de con- ses nitrogenadas del ADN del individuo descendiente, alterándose
así su expresión. La   , también conocida riantes más óptimas, la selección se detendría y la evolución con
como fenotípica u ontogenética se refiere a las alteraciones en el ella. El descubrimiento de las mutaciones tampoco ayudó mucho,
curso del desarrollo de un ser vivo que están mediadas por el am- pues, aunque solucionaba la pregunta sobre el origen de nuevas
biente (temperatura, fotoperíodo, densidad de población, etc.) y variables, abría la puerta a la existencia de grandes saltos evoluti-
no por el genotipo. Cuando dos o más fenotipos alternativos se vos, las macromutaciones de las que ya se ha hablado hace un
producen debido a plasticidad fenotípica se habla de 
, momento, y eso apartaba a la selección natural del juego evoluti-
en contraste con el ï generado por la variabilidad vo. Otro frente de batalla se abrió cuando se intentó trasladar las
genotípica de una población. Cuando ese patrón de variación es observaciones teóricas de la 1ª ley de Mendel a las poblaciones
continuo, se dice que sigue una   Ņ, como se verá naturales. Si las frecuencias de los fenotipos asociados a los alelos
más adelante. dominantes y recesivos en un cruzamiento son de 3 a 1 sobre el
Otra pregunta que se formuló al comienzo de este apartado, la papel, en esa misma proporción debían aparecer en la naturaleza
cantidad de variación que se produce en la naturaleza, ha sido los fenotipos dominantes y recesivos. Pero esto no era así, ¿por
motivo de debate por mucho tiempo y permite entender muchas qué los rasgos recesivos eran en realidad aún más escasos en una
de las corrientes ideológicas que han existido en Biología evoluti- población de lo esperado? Una explicación errada de aquellos le-
va. En relación a esta idea muchos autores consideran que Charles janos años fue que la propia naturaleza de la herencia mendeliana
Darwin se impuso a sí mismo unas estrictas condiciones para que tendía a eliminar el rasgo recesivo y que, con el tiempo, toda la
su teoría funcionase. Según él, la variación no podía ser potencia- población adquiría los alelos dominantes. Pero esta elucubración
da por ningún proceso oculto, como puede ser la  Ħ , una no convencía a casi nadie. Para intentar dar solución a estos in-
fuerza interna que lleva a un linaje a potenciar ciertos rasgos de terrogantes de una forma más lógica, uno de los principales im-
manera independiente al ambiente o la selección. Ni puede estar plicados en estas disquisiciones pidió a un reputado amigo mate-
ligada a las necesidades de un organismo como defendía el U mático, Godfrey H. Hardy, que le aclarase las consecuencias que
. Pero tampoco podía proceder de una fuente de cam- tenía la herencia mendeliana a nivel poblacional. En 1908 Hardy
bio excesivo, como propondrían los defensores del  nos hizo ver que las frecuencias de cada alelo de un gen no tienen
o la Ņ   , ni ser tan escasa que ape- que coincidir en la naturaleza con la razón 3:1, pues no se puede
nas pudiese ofrecer sustrato al mecanismo selectivo. Para que la trasladar a una población, la frecuencia teórica que se obtiene en
selección natural funcionase, la variación debía producirse en su el proceso de segregación alélica de un solo individuo. A la para-
justa medida, es decir, en pequeños pasos para que estos pudie- doja de la escasez de genotipos recesivos en la naturaleza tam-
sen ser procesados correctamente. A esta idea se la conoce como bién le dio explicación, indicando que el modo de expresión de los
. Darwin fue tan estricto en este punto que llegó a in- alelos no está directamente relacionado con el modo en el que es-
dicar que, de encontrarse un solo caso en donde la evolución ope- tos se transmiten de una generación a otra. Las variaciones en la
rase a través de un gran salto, toda su teoría «caería como un frecuencia de los alelos respecto a unas frecuencias teóricas espe-
castillo de naipes». En relación con la psicología humana incluso radas de deben a otras fuerzas evolutivas como se verá, y no a la
llegó a realizar el siguiente comentario en El origen de las especies: propia naturaleza dominante o recesiva de un alelo. A estas mis-
«…la psicología se basará en una nueva fundamentación: la necesaria mas conclusiones llego de manera independiente otro investiga-
adquisición gradual de cada una de las facultades y aptitudes dor por la misma época, Wilhem Weinberg, y hoy se conoce a este
mentales…». La obsesión de Darwin por el gradualismo no parece desarrollo teórico como el modelo de Hardy-Weinberg, en honor
estar justificada, y aunque el neodarwinismo ha mantenido la a sus autores.
idea casi con el mismo celo en su cuerpo teórico, hoy se piensa
que la frecuencia de este patrón en la naturaleza es variable,
como se verá más adelante. El modelo de Hardy-Weinberg
Sin lugar a dudas este modelo matemático constituye la
La herencia de la variación base teórica sobre la que se realizó uno de los mayores saltos
conceptuales en Biología evolutiva. Uno de los puntos crucia-
Sin herencia, ninguna diferencia en la aptitud biológica de un les que diferencian el darwinismo del neodarwinismo es el
fenotipo implicaría un aumento de esos rasgos en la siguiente ge- cambio de la visión evolutiva centrada en el individuo a la de-
neración. Fenotipos y aptitudes aparecerían desligados entre sí de nominada visión poblacional de la evolución (( F »ÃU»). A co-
una generación a la siguiente. Como ya se ha visto en detalle en el mienzos del siglo XX la genética mendeliana, o genética de la
capítulo b/     b, el resultado de los transmisión hereditaria a nivel individual, comenzó a mos-
trabajos de Mendel nos permitió entender cómo los rasgos pasan trarnos la forma en la que el genoma de un individuo se rela-
de una generación a otra gracias a la existencia de elementos par- ciona con el genoma de sus padres. El modelo de Hardy-
ticulados que hoy se conocen como  . Weinberg y el trabajo de los pioneros de la Genética de pobla-
Tras el redescubrimiento de las leyes de Mendel en 1900, los ciones nos mostraron cómo las frecuencias del genoma o
 U
primeros años del darwinismo se vieron salpicados de diferentes  Ħ de una población descendiente se relacionan
controversias con importantes derivadas para la teoría de la evo- con las de su población parental. El salto conceptual del indi-
lución. Por un lado, la existencia de la herencia particulada no se viduo a la población resultó de capital importancia para la gé-
entendió como un apoyo a la teoría darwinista. Este descubri- nesis del neodarwinismo, en donde los cambios en el indivi-
miento aseguraba el mantenimiento de la variabilidad previa, duo no se consideran evolutivos y la evolución se reserva para
pero no generaba nueva variación sobre la que pudiese actuar la los cambios observados a nivel poblacional y que ocurren en el
selección. Se pensó entonces que una vez seleccionadas las va- transcurso de las generaciones.
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Fig.c19-2 | Equilibrio de Hardy-Weinberg. Asumiendo que todos los gametos
de una generación se mezclan al azar en un pool de genes común, resulta
%% % % %% muy sencillo el cálculo de la frecuencia de cada genotipo de una generación a
%% %% la siguiente.
% % % % %% %%
% %  %
%% % %% %%
%% %
%% % %%

4SFPEGMɸRTEVIRXEP 4SSPHIKIRIW 4SFPEGMɸRHIWGIRHMIRXI

Fig.c19-1 | No deben confundirse los cambios que se producen en el genoti‐ Si en una población, las frecuencias genotípicas indicadas
po y fenotipo de un individuo respecto a sus progenitores, con el cambio en
las frecuencias alélicas de un gen en una población de individuos de una gene‐ en el segundo punto no se encuentran en equilibrio de
ración a otra. Del primer asunto se encarga la Genética mendeliana, del segun‐ Hardy-Weinberg, éste se alcanzará en una sola generación,
do, la Genética de poblaciones. La evolución solo se entiende como el segun‐ en ausencia de las fuerzas mencionadas en el primer
do fenómeno, afecta a poblaciones de individuos (visión poblacional) y no a
individuos concretos (visión centrada en el individuo). punto.

Es importante entender que estas predicciones se cumplen


El sencillo modelo de la herencia mendeliana permitió ha- siempre que se esté ante una población ideal, lo que significa
cer cálculos sobre los tipos de fenotipos que aparecen en una que ésta debe cumplir con una serie de requisitos, que nos
generación, a partir de los genotipos de la generación paren- aseguren que ninguna fuerza altere el equilibrio alcanzado.
tal. Pero para calcular cómo cambian los alelos o los genotipos Estos requisitos son:
en una población, se necesita un desarrollo matemático algo
más complejo. Dado que en este caso una población está inte- Que esta población esté compuesta por organismos diploi-
grada por un considerable número de individuos, cada alelo y des que se reproducen sexualmente y que presentan ciclos
cada posible genotipo estarán representados en una población vitales discretos, es decir, en esta población los organis-
en una proporción (frecuencia) variable. En el caso más sim- mos se reproducen todos a la vez y, después mueren. Esta
ple, un gen A puede estar representado en una población por premisa nos asegura que la población sigue las leyes de
dos alelos, A1 y A2. Al conjunto de todos los alelos del gen A Mendel y que no se superponen entre sí varios ciclos de
que se encuentran en los gametos producidos en esa población reproducción.
(en una generación dada), y que pueden llegar a mezclarse Que la selección natural no afecta al gen en cuestión.
entre sí al azar, se le denomina QPPM   (( F»ÃU»). Los Que no existe mutación en el gen estudiado.
alelos A1 y A2 pueden tener una frecuencia en ese pool que va Que los individuos de esa población se reproducen libre-
desde su ausencia total (frecuencia = 0), a ser el único repre- mente, sin que exista ninguna preferencia entre ellos por
sentante en ella (frecuencia = 1). La frecuencia de A1 en el pool el apareamiento con un fenotipo o genotipo determinado.
de genes se representa por la variable p y la de A2 por q, de tal Que no existe migración entre la población estudiada y
forma que la suma de p + q siempre deberá ser 1 en una po- otras poblaciones de la especie.
blación particular. De manera independiente, tanto Hardy Que la población sea infinita, lo que significa que es lo su-
como Weinberg calcularon que la frecuencia de cada genotipo ficientemente grande como para evitar las fluctuaciones
posible, basado en la combinación aleatoria de alelos A1 y A2, debidas al azar, al denominado error de muestreo.
sería p2 para el genotipo A1A1, 2pq para A1A2 y q2 para A2A2
(( F»ÃU¼). Así, a través de cálculos relativamente sencillos y La importancia del modelo de Hardy-Weinberg radica en
solo conociendo el valor de p, se puede calcular la frecuencia que, en una población en donde no actúe ninguna de las fuer-
esperada de los dos alelos (p y q) y la de los tres genotipos zas anteriores, las frecuencias alélicas y genómicas se man-
A1A1, A1A2 y A2A2. El desarrollo de este modelo permitió sacar tendrán constantes a lo largo de las generaciones y éstas serán
algunas conclusiones interesantes: perfectamente predecibles. Esta circunstancia resulta muy
útil, pues se pueden emplear estas predicciones como hipóte-
Las frecuencias de A1 y A2 no cambian de una generación a sis nula en un estudio sobre la evolución de un determinado
otra, a no ser que una fuerza induzca tal cambio. A estas gen. De esta forma, si las frecuencias alélicas esperadas se
fuerzas las asociamos a diversos procesos evolutivos como apartan significativamente de las obtenidas, se puede pensar
se verá a continuación. que alguna fuerza de las indicadas anteriormente es la res-
Conocidas las frecuencias de A1 y A2, se podrán calcular ponsable de este desfase. Tal hallazgo, puede justificar una hi-
también las frecuencias de A1A1, A1A2 y A2A2, y éstas se pótesis previamente propuesta, o dar pie a un programa de
mantendrán igualmente sin alteraciones (en equilibrio) investigación en busca del proceso biológico actuante. De es-
con el paso de las generaciones. A este estado se le deno- tos procesos y de cómo pueden alterar el equilibrio de Hardy-
mina  * U9   . Weinberg se tratará a continuación.
minante sobre
1 A , y en donde ese2 gen A se rela-
El equilibrio de Hardy-Weinberg ofrece una base matemática
ciona con la resistencia a la desecación en un clima árido de un
para explicar cómo la variabilidad genética se mantiene en una
insecto social. El alelo A2 es el que confiere menor resistencia a la
población. En genética de poblaciones sirve de hipótesis nula
pérdida de agua y A1 es el más beneficioso. Si esta especie vive en
cuando se intenta estudiar si en una población se produce evo‐
una zona muy seca, es evidente que los genotipos A1A1 y A1A2 con
lución.
un fenotipo más resistente, serán siempre más favorables que el
genotipo A2A2, menos resistente a la aridez. El alelo A2 siempre
será menos apto, esté donde esté, y s no dependerá en modo al-
La selección natural guno de lo frecuente o infrecuente que sean A1 o A2 en una pobla-
ción. Sin embargo, puede darse otra posibilidad. Imaginemos
Partiendo del modelo de Hardy-Weinberg se podrá entender ahora que A1 y A2 se relacionan con otro rasgo distinto, el com-
ahora qué es y cómo funciona la selección natural, empleando portamiento cooperativo en esa misma colonia de insectos. En
para ello el caso más sencillo posible. Pensemos en los individuos este caso, los portadores de A1 serán más propensos a cooperar
de una población que presentan un gen A con dos alelos, A1 y A2, que los portadores de A2 y, por tanto, aquí es importante la fre-
siendo A1 dominante frente a A2 y en donde el recesivo A2 se rela- cuencia de cada alelo para estimar el coeficiente de selección en
ciona con un rasgo desventajoso para esa población. Los indivi- esa población. Cuanto mayor número de individuos posean A1,
duos favorecidos por el rasgo ventajoso sobrevivirán con mayor mayor será s en esa población y menor la aptitud de A2. En este
probabilidad o tendrán una mayor descendencia comparados con caso la frecuencia de cada alelo determinará indiscutiblemente el
los que presentan el rasgo menos favorecido y, al ser ese rasgo valor de s.
heredable, éste aumentará con el transcurso del tiempo en la po-
blación. A este sencillo pero poderoso mecanismo es al que se de-
nomina selección natural.
Selección natural dependiente de la
frecuencia
La selección natural es un importante proceso biológico por el
que se altera la variabilidad heredable de una generación a la
En el caso de que el coeficiente de selección dependa de la
siguiente debido a la ventaja adaptativa que otorgan unas va‐
frecuencia, se pueden dar dos situaciones distintas. Un alelo
riantes frente a otras.
puede incrementar su eficacia biológica conforme aumenta su
presencia entre los miembros de una población; éste sería el
En principio, se puede sospechar que la selección natural ac- ejemplo de la cooperación que se acaba de comentar. En este
tuará en contra del alelo A2, penalizando de alguna manera a los caso se habla de   Ņ     
   
portadores de ese alelo que, al ser recesivo, solo se manifestará en . Sin embargo, en otras ocasiones, la eficacia de un ale-
los que posean el genotipo A2A2. La cuestión que se nos plantea lo disminuye conforme este alelo se hace más frecuente. Se tra-
ahora es cómo calcular la fuerza con la que la selección actuará ta del caso contrario al expuesto y se habla entonces de   U
contra el alelo A2, pues éste puede ser un alelo realmente perjudi- Ņ        
       . Un caso
cial y provocar fácilmente la muerte del individuo, o solo afectar real se encuentra en Perissodus microlepis, una especie de pez de
negativamente de forma moderada a su portador. El parámetro la familia de los cíclidos que habita en el lago Tanganica en
que mide esa fuerza es el  ï     Ņ, generalmente Tanzania y que se alimenta de trocitos de piel que arranca a
representado por s, y el que mide lo bien o mal que le irá a cada otros peces, acercándose a ellos por sus flancos traseros
alelo se denomina ï o Ņ . Por convención, la (( F»ÃU½). Esta especie presenta dos fenotipos asociados a un
aptitud biológica de A1 toma el valor de 1 y la del alelo recesivo, gen con dos alelos, y que se expresan generando una ligera
menos apto, la de 1-s. Si ambos alelos fuesen igualmente aptos, s desviación de la boca hacia la derecha o la izquierda. Así, los
tomaría el valor de 0 y si A2 fuere un alelo letal, s sería 1. El cálculo individuos con la boca desplazada hacia la derecha suelen ata-
teórico de s en una población se suele efectuar a través de una es- car a sus víctimas por el flanco izquierdo y los que poseen la
tima, empleando para ello las tasas de supervivencia y/o éxito re- boca dirigida a la izquierda, lo hacen por el derecho. En las di-
productor en una muestra de individuos reales en una población, ferentes poblaciones de este pez dentro del lago suele predomi-
pertenecientes estos a cada uno de los genotipos posibles. Una nar uno de estos comportamientos y morfología bucal, de ma-
vez estimado un valor para s, se puede calcular cómo aumentará nera que las víctimas de esa región terminan por vigilar con
la frecuencia (p) del alelo favorecido en la siguiente generación más interés los flancos por los que más se les ataca. En estas
(p’). circunstancias, los peces que atacan por el flanco más despro-
El coeficiente de selección encierra la clave para entender por tegido tienen ventaja y eso hace que la eficacia biológica del
alelo más raro sea mayor en esa zona.
qué se suele clasificar la selección en independiente de la
frecuencia y selección dependiente de la frecuencia. En el primer
caso, el coeficiente de selección toma un valor fijo para cada alelo, La selección dependiente de la frecuencia es un tipo de selec‐
con independencia del fenotipo que este alelo induzca, es decir, s ción natural en donde la aptitud de un fenotipo depende de su
no depende de lo frecuente o escaso que sea un genotipo (y su frecuencia relativa respecto a los demás fenotipos dentro de
fenotipo asociado) para conferir un cierto grado de aptitud a ese una población. Mientras que la selección de tipo negativo da
genotipo. Sin embargo, si s depende de dichas frecuencias, se mayor ventaja a los fenotipos raros, la positiva da ventaja a los
hablará del segundo tipo de selección natural comentado. Para fenotipos más frecuentes.
entender bien esto, imaginemos un caso en donde un alelo A1 es
do
Fig.c19-3 | Ejemplo de selección natu‐ 7IPIGGMɸRHMVIGGMSREP
ral dependiente de la frecuencia. La es‐
pecie de pez cíclido Perissodus micro‐
lepis del lago Tanganica posee dos fe‐
notipos distintos respecto a la desvia‐

*VIGYIRGMEW
ción de la boca. Los ejemplares con la
boca desviada, por ejemplo, a la dere‐
cha, suelen atacar a sus víctimas por el
lado izquierdo de éstas y pueden sor‐
prender mejor a sus presas si se des‐
cuida vigilar dicho flanco. Esta situa‐
ción es más probable cuando este fe‐ 7IPIGGMɸRIWXEFMPM^EHSVE
notipo es escaso en una parte del lago
y casi todos los peces atacan a sus
víctimas por el lado derecho.

*VIGYIRGMEW
7IPIGGMɸRHMWVYTXMZE

Selección natural independiente de la


frecuencia
*VIGYIRGMEW
En el caso de que el coeficiente de selección no dependa de la
frecuencia, la variable s tomará un valor fijo. En estos casos las
variaciones en las frecuencias de cada genotipo pueden tomar
tres caminos distintos, dependiendo de qué genotipos sean bene-
ficiados por el valor del coeficiente de selección (( F»ÃU¾). Se Fig.c19-4 | Tipos de selección independientes de la frecuencia. Los tipos teó‐
verán a continuación estos tipos de selección. ricos de selección llevan a una población desde una situación inicial de equili‐
brio (curvas de la izquierda), respecto a la distribución de un rasgo, a tres posi‐
bles escenarios (curvas de la derecha). A) En la selección direccional existe
5 Ņ MEl modo más simple y, posiblemente, el una cierta presión selectiva (idealizada en la flecha) que favorece a un fenoti‐
po. La frecuencia de éste aumenta y la de otros disminuye. Como consecuen‐
más frecuente de presentarse un proceso de selección inde-
cia, la curva se desplaza hacia los valores favorecidos. B) En la selección esta‐
pendiente de la frecuencia, es aquel en el que un determinado bilizadora los valores fenotípicos intermedios para un rasgo se ven favoreci‐
fenotipo es favorecido por la selección natural frente a los dos respecto a los extremos. De alguna manera existe presión selectiva que
constriñe en dos direcciones (flechas) y la variabilidad fenotípica disminuye.
otros fenotipos alternativos. En este caso la selección, trabaja- C) En un caso de selección disruptiva, la desventaja la poseen los valores in‐
rá aumentando la frecuencia del alelo responsable de ese fe- termedios que son, en este caso, los que reducen su frecuencia. Como conse‐
notipo a lo largo del tiempo, favoreciendo especialmente a los cuencia, la población evoluciona hacia una variabilidad fenotípica en donde
los valores extremos de un rasgo se hacen más frecuentes.
homocigotos para ese alelo. Si, en teoría, esta situación es lo
suficientemente prolongada, toda la población presentará fi-
nalmente ese alelo en exclusiva. Entonces todos los individuos ,   Ĵ o      .
serán homocigotos para ese gen y se dice que este gen se ha Un ejemplo real, y uno de los pocos conocidos de este proceso,
ï en la población. En teoría, la frecuencia de un alelo pue- se refiere al caso de la prevalencia de la anemia falciforme en
de acercarse mucho al 100 % en una población, pero rara- muchas poblaciones humanas que viven en zonas donde la
mente debe alcanzar este punto. Cuando en una población la malaria es endémica. Aunque la anemia es una enfermedad
proporción de homocigotos para un alelo es muy alta, a éste perniciosa y los individuos homocigotos recesivos no son via-
se le suele denominar WGMBƥUYQC, se identifica como el alelo bles, los homocigotos dominantes (que no expresan la enfer-
más apto y se consideran alelos mutantes a los alternativos. medad) no son tan eficaces para luchar contra el parásito
Estos últimos presentan una frecuencia mucho menor en la como los heterocigotos. Esto se debe a que, en los heterocigo-
naturaleza y muchos son creados artificialmente en condicio- tos, los glóbulos rojos se deforman y, aunque son menos efi-
nes de laboratorio. cientes, impiden el normal desarrollo del parásito en su san-
gre. Curiosamente, en las zonas con alta incidencia de mala-
ria, los heterocigotos afectados por esta anemia son más aptos
La selección natural es direccional si incrementa manifiesta‐
que los homocigotos sanos y, evidentemente, mucho más que
mente la expresión de un rasgo en una población.
los homocigotos, que mueren por efecto del doble alelo
recesivo.
5  Ņ !FEn este caso, la selección favorece a
los fenotipos intermedios frente a los valores fenotípicos ex-
La selección natural es estabilizadora si favorece a los fenoti‐
tremos. Al no favorecer a ningún alelo en concreto, la ventaja
pos intermedios para un rasgo en una población, lo que en los
selectiva corre de cuenta del genotipo heterocigoto en muchos
casos más simples implica favorecer a genotipos
casos. Aquí son los genotipos homocigotos los que se seleccio-
heterocigotos.
nan en contra. A este fenómeno se le conoce también como
5  ŅFSe conoce también como 
U )ƤGEGME
FMSPɸKMGE
 y es el fenómeno contrario al anterior. En este caso los fe-
notipos intermedios son los menos aptos y son seleccionados
1ɧ\MQS
en contra, por lo que se ven favorecidos los fenotipos extre- EHETXEXMZS
PSGEP
mos para un determinado rasgo. Bajo este tipo de selección la
variabilidad fenotípica se incrementa, algo que no ocurría en
los dos casos anteriores. Por este motivo también se conoce a
este tipo de selección como   Ņ ï. Los ca- E
6EWKS
sos reales conocidos de este tipo teórico de selección son aún G
más escasos que en la selección estabilizadora y los ejemplos F 6EWKS
propuestos se basan en especies en las que un cierto rasgo pa-
rece ser especialmente apto si toma un valor extremo. Un
ejemplo teórico puede referirse al tamaño de una especie que
cae frecuentemente presa de un determinado depredador. Fig.c 19-5 | La metáfora del paisaje adaptativo. Un hipotético paisaje com‐
puesto por valles y picos representa los valores adaptativos (eje vertical) de
Puede darse el caso de que los fenotipos de tamaño pequeño infinidad de fenotipos en relación a dos rasgos (ejes horizontales). En este pai‐
pasen más desapercibidos o escapen mejor a los ataques, re- saje, la selección natural tiende a empujar a una población montaña arriba (si‐
fugiándose en pequeñas grietas del terreno. Los de tamaño tuación a), llevando a una población hacia lo más alto del pico adaptativo local
en el que se encuentra. Una vez alcanza la cima, no puede moverse de allí sin
muy grande pueden ser igualmente aptos al hacer cara al de- apartarse de ese máximo adaptativo (aunque existan valores adaptativos ma‐
predador, por lo que son los de tamaño intermedio, demasia- yores en las proximidades). El paso entre montañas (con la consiguiente ga‐
nancia o pérdida de eficacia) se puede hacer, sin embargo, gracias a la deriva
do grandes para pasar inadvertidos y demasiado endebles
genética (situación b), o a una mutación (situación c).
para defenderse, los que se ven perjudicados en su lucha por
no ser devorados. El aspecto de esa especie tenderá a la varia- ción de pareja se hace justo en sentido contrario, eligiéndose en-
ción en tamaño, no a un único tamaño extremo (como en la tonces genotipos o fenotipos diferentes al propio. Se habla enton-
selección direccional) ni a un tamaño intermedio (como en la ces de emparejamiento selectivo de tipo negativo. La  
estabilizadora). es un caso de emparejamiento selectivo típico, en donde las pare-
jas se forman por individuos estrechamente emparentados. El
caso extremo de endogamia es la autofertilización, que suele ser
La selección natural es disruptiva si favorece los valores extre‐
más frecuente en plantas que en animales. En los casos de endo-
mos dentro de la variabilidad de un rasgo en una población.
gamia, los homocigotos aumentan en proporción respecto a los
heterocigotos, lo que puede llevar a problemas si, por ejemplo,
existen alelos recesivos con efectos deletéreos que, como se ha
dicho, tienden a aparecer con mayor frecuencia en estos casos.
P2   O
Esta circunstancia lleva a una cierta disminución de la aptitud se-
lectiva global de esa población. A este fenómeno se le suele deno-
minar   Ņ  ė y los casos más evidentes en la es-
La mutación como motor evolutivo pecie humana se pueden observar en algunas cortes reales euro-
peas de tiempos pasados. Un caso actual de emparejamiento en-
Además de ser la fuente de variación genética principal en la dogámico (con evidentes efectos deletéreos en este caso) lo su-
naturaleza, como ya se ha comentado, la mutación también pue- giere la alta tasa de niños afectados por autismo entre las parejas
de alterar directamente las frecuencias alélicas en una población, de trabajadores altamente cualificados de Silicon Valley, en Cali-
por lo que teóricamente actúa como un motor evolutivo por dere- fornia. Por el contrario, en mamíferos son varios los estudios que
cho propio (( F»ÃU¿). No obstante, el neodarwinismo clásico no han desvelado que muchas especies tienden a aparearse con indi-
ha considerado la mutación como un motor evolutivo muy im- viduos de genotipo distinto y que esa discriminación se hace gra-
portante, debido a las bajas tasas de mutación que se supone se cias a señales olfativas. Éste sería un buen ejemplo de empareja-
dan en la naturaleza, especialmente, aquéllas con un valor selec- miento selectivo de tipo negativo.
tivo considerable. Otra importante forma en la que también se puede alterar la
condición de panmixia en una población es a través de la   U
Ņ . En una especie con reproducción sexual existe nor-
malmente un sexo, generalmente el femenino, que produce me-
Sistemas de apareamiento y selección nos gametos o invierte más esfuerzo en la reproducción que el
sexual contrario. Ante esta circunstancia, se establece una clara compe-
tencia entre ambos sexos, en donde los machos luchan con fre-
Otra de las condiciones que impone el equilibrio de Hardy- cuencia por el recurso limitante que suponen las hembras. Mien-
Weinberg para evitar el cambio evolutivo es que cada individuo de tras tanto, las hembras demuestran un gran interés por elegir a
una población elija al azar a su pareja reproductora, es decir, que un buen compañero, precisamente por el esfuerzo que significa
viva en el seno de una ŅĴ. En la naturaleza, sin para ellas la inversión reproductiva. Debe entenderse que la se-
embargo, esta premisa se viola con mucha frecuencia. En unos lección sexual no es un tipo de selección distinto a la selección
casos, los individuos tienden a aparearse con individuos de feno- natural, sino un tipo muy especial de selección natural, en donde
tipo o de genotipo similar, fenómeno que se conoce como U la lucha por el recurso limitante se da entre los miembros de la
    de tipo positivo. En otras ocasiones, la elec- misma especie y el recurso en disputa es la pareja reproductora.
Bajo este punto de vista, los sexos de una especie se encuentran Fig.c19-7 | Selección intersexual. Los
machos de los lagartos caribeños del
ante un grave conflicto de intereses al que se suele hacer referen-
género Anolis intentan atraer a las
cia como ð . Es evidente que, cualquier alelo que fa- hembras mediante llamativas gargan‐
vorezca los intereses de uno de los dos sexos, tenderá a extender- tas coloreadas, a pesar del riesgo que
se rápidamente en esa población, alterando con ello el equilibrio supone para su supervivencia desvelar
su posición a posibles depredadores.
de Hardy-Weinberg. Las hembras seleccionan a los ma‐
chos de coloración más atractiva.

En las especies con reproducción sexual, los dos sexos se ven


sometidos a diferentes procesos selectivos. Al ser los óvulos
más costosos biológicamente que los espermatozoides, los
Este tipo de aislamiento puede generar razas geográficas o
machos tienden a competir entre sí para acceder a las hem‐
subespecies.
bras y éstas tienden a ser muy selectivas. Numerosos rasgos
están asociados en este evidente conflicto de intereses.
El flujo genético es un proceso evolutivo clave que impide la
evolución, homogeneizando poblaciones cuando es intenso y
El darwinismo describió dos estrategias distintas, desarrolla-
favoreciendo ésta cuando se ve interrumpido.
das por los miembros de una pareja, para dar salida a este con-
flicto de intereses intraespecífico: el combate entre machos para
acceder a los favores de las hembras o   Ņ  
(( F»ÃUÀ) y la preferencia de las hembras por un determinado Deriva genética
fenotipo de entre los mostrados por los machos de su especie o
  Ņ    (( F»ÃUÁ). Atendiendo a estos dos tipos La hipótesis de Hardy-Weinberg asume que las poblacio-
de selección sexual, se puede explicar la frecuente existencia en nes estudiadas son tan grandes, es decir, están formadas por
muchas especies animales de rasgos aparentemente no adapta- tantos individuos, que en ellas las diferencias entre las fre-
tivos, como partes del cuerpo o tamaños corporales muy des- cuencias alélicas observadas y las esperadas son práctica-
proporcionados de machos frente a hembras, coloraciones o es- mente despreciables en ausencia de ninguna otra fuerza evo-
tructuras excesivamente llamativas en especies que debían ser lutiva. Sin embargo, cuando el tamaño poblacional no es infi-
crípticas por su condición de presa, elaboración de llamativos nito, situación que se acerca más a la realidad como se verá
comportamientos de cortejo, etc. más abajo, esta diferencia se incrementa notablemente. En
realidad, esta idea es una de las primeras que se aprende en
un curso de estadística básica. En una población natural
Migración o flujo genético compuesta por un escaso número de individuos, las frecuen-
cias observadas y las esperadas difieren por una serie de ra-
El trasiego de individuos entre poblaciones implica la ganan- zones, todas ellas relacionadas de alguna forma con lo que se
cia o pérdida de alelos o, al menos, la variación en su frecuencia denomina azar, y a las que, en conjunto, se consideran alte-
en las poblaciones involucradas, alterando así también el equili- raciones debidas a
   . En efecto, en una po-
brio de Hardy-Weinberg en ellas. Si es muy intensa, la migra- blación real sometida a deriva genética, algunos individuos
ción suele actuar homogeneizando poblaciones y, por tanto, eli- se aparearán más que otros y algunos incluso no lo harán.
minando diferencias entre ellas. Se dice entonces que el flujo Además, no todas las células reproductoras producidas, los
trabaja en contra de la selección natural. Si, por el contrario, el gametos, serán fecundadas y darán lugar a cigotos que con-
flujo se debilita o interrumpe, las poblaciones aisladas tienden a tribuyan a dar lugar a individuos en la siguiente generación.
acumular cambios que no serán compartidos con otras poblacio- Si se comparan poblaciones de una misma especie, las fre-
nes y este fenómeno tiene, como se verá más adelante, impor- cuencias alélicas fluctuarán de generación en generación de
tantes consecuencias evolutivas y un papel fundamental en la manera independiente entre ellas. Incluso en ausencia de se-
génesis de nuevas especies. La interrupción parcial del flujo ge- lección natural, algunos alelos se perderán en unas y se fija-
nético ayuda a generar variabilidad en las poblaciones de dos rán en otras y, en definitiva, cada población tendrá una his-
maneras distintas. En poblaciones discretas (aisladas unas de toria evolutiva distinta. Aunque la deriva, como la selección,
otras), el intercambio de alelos puede ser esporádico. En pobla- tiende a reducir la variabilidad alélica fijando en este caso a
ciones continuas (en estrecho contacto) el aislamiento se puede los alelos al azar (y no por su valor selectivo), las poblaciones
producir por la distancia a la que se encuentran unos individuos de una especie tenderán a diversificarse a través de este pro-
de otros. Los más alejados pueden intercambiar pocos alelos y ceso. En este tipo de poblaciones será el número de indivi-
entonces se dice que experimentan    . duos el que marque en buena medida el devenir evolutivo de
éstas. Cuando una población está compuesta por muchos in-
dividuos, aunque la deriva puede tener lugar, el tiempo re-
Fig.c19-6 | Selección intrasexual. Los
machos de ciervo volante luchan para querido para que un determinado alelo se fije por azar puede
obtener los favores sexuales de las ser muy prolongado. Conforme el número de individuos dis-
hembras arrojando a otros machos
minuye, las probabilidades de que un alelo se fije en esa po-
competidores de las ramas en las que
éstas se encuentran. blación (incluso si éste ha aparecido recientemente por mu-
tación o no es el que presenta mayor ventaja biológica) au-
mentan considerablemente.
La deriva genética implica cambios evolutivos que tienen su
origen en eventos azarosos y no en un proceso selectivo. Sus
efectos se dejan notar especialmente en poblaciones com‐
puestas por escaso número de individuos.

5JFNQP
Entonces, ¿cuál es la situación real de las poblaciones natura-
les? Hasta los años 60 o 70 del siglo pasado, las poblaciones con
las que se trabajaba eran más teóricas que reales y la Genética de
poblaciones no dejaba mucho margen de actuación a la deriva. En
realidad, en casi todos los libros de texto se cita la deriva como
teórico motor evolutivo para, una vez definida, no volver a tener-
se en cuenta. Sin embargo, gracias a los estudios derivados de la
Fig.c19-8 | Cuello de botella poblacional. A lo largo de su historia, una especie
Biología molecular, se ha ido descubriendo que, incluso poblacio- puede sufrir una drástica reducción de su tamaño poblacional debido a multi‐
nes compuestas por miles o cientos de miles de individuos, pue- tud de factores ambientales. Estos eventos pueden disminuir considerable‐
mente la variabilidad genotípica y fenotípica de una especie. En el caso del
den reducirse de forma drástica y que, durante esos episodios, la
guepardo, su variabilidad actual es tan reducida, que muchos investigadores
deriva adquiere un papel fundamental. A estos momentos de se refieren a ellos como individuos casi clónicos. Tras esta fase, la deriva ge‐
merma poblacional se los denomina    U nética puede hacer que queden fijados alelos que, de otra manera, jamás ha‐
brían tenido éxito en una especie.
 . Se sabe que la acción del ser humano es en la actualidad la
principal causa de estas reducciones poblacionales, pero estos nados     o   , en donde un gen
episodios también se producen sin su mediación. Durante un epi- parece estar relacionado directamente con un determinado feno-
sodio de cuello de botella (( F»ÃUÂ) una población queda reduci- tipo. Pero este tipo de rasgos son la excepción y no la norma en
da tan dramáticamente, que buena parte de la variabilidad previa los seres vivos. En realidad, los rasgos más frecuentes son los de-
se pierde por completo y, debido al azar, alelos poco aptos o re- nominados  ĦLŅï. Es-
cientemente aparecidos pueden quedar fijados, induciendo un tos rasgos están relacionados con la expresión de un conjunto de
cambio evolutivo difícil de predecir atendiendo a las condiciones genes (a veces muy elevado) y, además, su expresión depende en
previas a las que se veía sometida esta población. Como se verá en cierta medida de la influencia del medio (( F»ÃUÃ).
el apartado La especiación, el fenómeno denominado

U
, puede tener idénticas consecuencias a las de un cuello de
Los rasgos fenotípicos más frecuentes en la naturaleza son
botella. Ejemplos de estos son el aparentemente sufrido por el
los rasgos poligénicos, en donde varios genes tienen efecto so‐
guepardo, en algún momento del pleistoceno, y el del elefante
bre un mismo carácter. Estos rasgos suelen verse muy influen‐
marino de California, claramente relacionado con su caza hasta
ciados por el medio ambiente, por lo que suelen mostrar gran
principios del siglo XX. En ambos casos, la variabilidad genética
plasticidad fenotípica.
de estas especies ha quedado tan diezmada que, en el caso del
guepardo, casi se pueden considerar clones a todos los ejemplares
vivos en la actualidad.
% &

Las poblaciones naturales y la evolución


*VIGYIRGMEW

*VIGYIRGMEW

en el mundo real
La selección natural, y cualquier otra fuerza evolutiva, no ope-
ran directamente sobre el genotipo, sino sobre el fenotipo de un KIREPIPSW KIREPIPSW

individuo en el seno de una población. Una cuestión fundamental ' (


para entender el funcionamiento de la evolución pasa por contes-
tar y entender la relación existente entre el genotipo y el fenotipo.
*VIGYIRGMEW

*VIGYIRGMEW

Durante buena parte del siglo XX los estudios en poblaciones na-


turales se basaron sobre todo en datos fenotípicos, porque los ge-
notípicos eran imposibles de obtener. En estas circunstancias no
es de extrañar que la genética de poblaciones se estructurase en
torno al estudio de caracteres en donde los fenotipos se podían KIRIWEPIPSW 1YGLSWKIRIWEPIPSW
asociar fácilmente a un genotipo y se olvidasen, casi por obliga-
Fig.c19-9 | Tipos de rasgos y genes asociados. En una especie se pueden en‐
ción, de los caracteres en donde esta asociación era mucho más contrar infinidad de rasgos que dependen de la expresión de uno o más genes
difícil de establecer. y que aparecen en un número de fenotipos variable. En el caso a, un gen con
Una visión simplificada del problema (resultado de la circuns- dos alelos determina la existencia de dos fenotipos distintos al existir domi‐
nancia de uno sobre el otro. En el caso b se pueden producir tres fenotipos al
tancia anterior) lleva a identificar un rasgo o conjunto de rasgos, existir codominancia. En el caso c un rasgo en el que están implicados 6 ge‐
un fenotipo, con un determinado genotipo. Esta visión, resumida nes produce numerosas combinaciones que determinan un conjunto de feno‐
tipos más numeroso. El diagrama d representa el frecuente caso donde infini‐
en ocasiones en la frase «un gen, un carácter» puede aplicarse a
dad de fenotipos para un rasgo se distribuyen a lo largo de una normal al estar
unos pocos casos, sobre todo por lo que se refiere a los denomi- asociados a la influencia de muchos genes distintos.
El estudio casi en exclusiva de rasgos cualitativos llevó a la lección como dicho motor y restan importancia al papel de los
Biología evolutiva a la creencia de que, en las poblaciones natura- genes, como las ideas conocidas como internalistas. Estas ideas
les, los diferentes genotipos alternativos terminaban por reducir conviven hoy con otras que ensalzan el papel del azar o la historia
su variabilidad y que el más apto solía imponerse frente a los ale- en el proceso evolutivo, restando protagonismo, pero no exclu-
los complementarios, gracias a la acción continuada de la selec- yendo, a la selección natural como motor evolutivo exclusivo (v.
ción natural. Por eso, la mayor parte de la población se asociaba al '   ð Ņ»ÃU»  ).
denominado wild-type, como ya se ha comentado. La opción al-
ternativa, la existencia de una alta variabilidad genética oculta
(aunque ésta no fuese desvelada por la homogeneidad de los fe- La evolución de los rasgos cuantitativos
notipos observables), se consideraba poco probable como ya se ha
indicado y, hasta cierto punto, contraria al funcionamiento de la Ya se ha indicado que cuando la variación observada en un ras-
evolución mediada a través de la selección natural. Sin embargo, go está relacionada con unos pocos alelos alternativos, localiza-
los estudios de variabilidad (con proteínas primero y secuencias dos igualmente en unos pocos genes, la relación entre fenotipo y
genómicas después) han desvelado que este segundo escenario, el genotipo es fácilmente observable. En estos casos el patrón de va-
de la variación genética oculta, es muy frecuente. Esto planteó riación observable se denomina ï, los rasgos impli-
una pregunta importante: ¿Qué interés adaptativo podía estar de- cados son rasgos cualitativos y su evolución es fácil de estudiar
trás de esta variabilidad aparentemente innecesaria? La solución atendiendo a los métodos propios de la genética de poblaciones.
fue proponer que esta variabilidad era un seguro frente a futuras Sin embargo, en la naturaleza muchos de los rasgos importantes
necesidades y que un tipo de selección natural específico se en- para la supervivencia o éxito reproductor en los seres vivos tienen
cargaba del mantenimiento de esa diversidad: la   ŅU una base hereditaria mucho más complicada. Para empezar, estos
 . Este tipo de selección hipotético trabajaría a favor de la rasgos suelen presentarse en multitud de fenotipos distintos dis-
génesis de una mayor variabilidad a través de algunos mecanis- tribuidos a lo largo de un rango continuo de variación
mos ya vistos, como la ventaja de los heterocigotos, que forzaría a (( F»ÃU»º). Estos rasgos se ven influenciados por múltiples ge-
mantener, y no a eliminar, a los alelos menos aptos. Otro posible nes y, por tanto, la selección no puede decidir simplemente entre
mecanismo que podría favorecer el mantenimiento de alelos poco dos o tres alelos o fenotipos distintos, sino sobre combinaciones
aptos sería la selección natural dependiente de la frecuencia de genómicas más complejas a las que se denomina . Si
tipo negativo que, en este caso, favorecería los alelos más raros uno de estos rasgos se ve influido, digamos, por diez genes, el
frente a los más comunes. La selección balanceadora ha tenido número de fenotipos posibles se dispara y puede alcanzar las va-
mucha importancia en genética de poblaciones, pero hoy se duda rias decenas de miles de combinaciones distintas. En algunos ca-
de su eficacia y, en algunos casos de su existencia. En efecto, la sos los genes implicados en la expresión de un rasgo pueden te-
Ņ       Ņ  , propuesta por ner una influencia similar sobre éste. Se dice entonces que poseen
Motoo Kimura en 1968, nos desveló que la mayor parte de la va-
. En otros casos, uno o unos pocos tienen mayor
riabilidad intrapoblacional descubierta es selectivamente neutra peso en el desarrollo final de ese rasgo y a estos genes se los de-
y, por tanto, invisible para la selección natural. Esto dejaba a la nomina 36. (quantitative trait loci). Esta circunstancia hace aún
selección balanceante con un papel secundario y abría la puerta a más rica la génesis de fenotipos.
la siempre olvidada deriva genética como la principal causa del
mantenimiento de la variación genética en las poblaciones. A día
de hoy el escenario se ha hecho, si cabe, aún más complejo. Los
#ė 36.
avances en genómica indican que la mayor parte del ADN de una
especie no es codificante y que una descomunal cantidad de
nuestro genoma está compuesto por    , #&0   Para terminar de complicar las cosas, hoy se sabe que muchos
y secuencias que no se transcriben (el mal denominado #&0U fenotipos son el resultado de combinaciones en donde un mismo
), v. b$         Ņ b. alelo o gen tendrá una influencia distinta, dependiendo de la in-
En el caso del ser humano este ADN, que queda fuera del acceso teracción con los otros genes que participan en la gestión de ese
de la selección natural, puede llegar a un sorprendente 98 % del carácter. A este fenómeno se le denomina . La epistasis
total. Dicho de otra manera: apenas el 2 % de nuestro genoma confirma las sospechas de que los genes no poseen una informa-
puede estar bajo la tutela de la selección natural. ción precisa que se expresa siempre de igual manera, sino que su
Todo lo indicado aquí, incluida la hipótesis de Kimura, ha ge- influencia sobre un rasgo es contextual. Este panorama, no solo
nerado un interesante debate en el seno de la Biología evolutiva sugiere que la selección natural se las tiene que ver desconcertan-
que ha cristalizado en la génesis de diversas corrientes de pensa- temente con miles de fenotipos distintos para un mismo carácter,
miento. Estas posturas existen sin lugar a dudas, pero sus segui-
dores no son siempre fáciles de identificar y sus ideas se solapan
Fig.c19-10 | Variabilidad fenotípica en
unas con otras, hasta llegar a gestarse escuelas de pensamiento la concha de una población de caraco‐
no siempre explícitamente postuladas. Entre las posturas que les de la especie Cepaea nemoralis. El
color de fondo de la concha depende
pueden identificarse a este respecto se debe comenzar hablando
de un gen con dos posibles alelos (fe‐
de las que podemos denominar «extremas», como la abandera- notipo amarillento y rosáceo), por lo
da por Richard Dawkins y resumida en su Ņ     que se trata de un rasgo mendeliano.
Ĵ, que defiende a la selección natural como el único motor La anchura y el número de las rayas
negras son rasgos cuantitativos y de‐
del devenir evolutivo y el gen como la única entidad biológica penden de una gran cantidad de genes. Todos estos rasgos varían entre po‐
real, o las que se decantan por eliminar casi por completo a la se- blaciones y están sujetos a evolución.
sino que deja la puerta abierta para el caso contrario. Es decir, que persan los valores respecto del valor medio. Una vez obtenido ese
muchas combinaciones de genotipos den como resultado fenoti- valor, se debe intentar averiguar en qué medida esa variación fe-
pos tan similares que la selección difícilmente pueda diferenciar notípica en el rasgo estudiado se debe a diferencias heredables en
entre ellos. Para completar las diferencias entre los rasgos poligé- la población y qué proporción se debe a diferencias no heredables
nicos y los rasgos cualitativos, se debe recordar que la expresión (no sujetas a selección). La proporción de la varianza fenotípica
de estos rasgos se ve influenciada manifiestamente por señales debida a variación heredable se conoce como  ï     U
procedentes del medio ambiente, fenómeno que se conoce como    o H2. Como ya se ha indicado, hoy se

Ĵ. Al patrón de fenotipos que puede generar reconoce que buena parte de la variación heredable no se debe di-
un genotipo ante un amplio rango de condiciones ambientales se rectamente a la «información» que poseen lo genes, sino que los
le conoce como   Ņ (( F»ÃU»»). Cuando se habla efectos aditivos, epistáticos y epigenéticos (igualmente hereda-
de la respuesta de los genes al medio ambiente, no solo se hace bles), también tienen mucho que decir. Dado que estos fenóme-
referencia a las condiciones del medio externo, sino a cualquier nos tienen efecto variable y difícilmente medible de una genera-
otro factor que pueda tener un efecto sobre la regulación de la ex- ción a la siguiente, estudiar cómo interactúan con la selección
presión de un gen, incluyéndose aquí los productos de otros ge- natural es una tarea muy complicada. Por eso, en muchas ocasio-
nes, factores de transcripción, etc. La visión reduccionista de la nes los científicos intentan calcular un coeficiente distinto, en
evolución enfatiza esta parte cuando habla de  Ħ y tien- donde solo se intenta tomar en cuenta la heredabilidad debida a
de a olvidarse de la influencia del medio ambiente en todo este los genes que se supone que afectan a ese rasgo. A este coeficiente
asunto. se le denomina  ï        y
se representa por h2. Para su cálculo existen diversas estrategias,
pero la más frecuente es enfrentar en una misma gráfica los valo-
El desarrollo de algunos rasgos se ve influenciado por diversos
res promedio de un rasgo medido en la generación parental al va-
estímulos procedentes del medio ambiente generando varia‐
lor promedio de ese rasgo en los hijos. De esta manera se puede
ción. A ese potencial de variabilidad se le conoce como plasti‐
calcular la pendiente de la recta de regresión obtenida a partir de
cidad fenotípica y a su representación gráfica, norma de
la dispersión de esos datos. En este caso, h2 y la pendiente de di-
reacción.
cha recta tendrán el mismo valor (( F»ÃU»¼).

0  Ņ !Ņ *     Ņ Ħ

El estudio de la evolución de los rasgos cuantitativos se realiza Cuando se habló de Genética de poblaciones se vio cómo diver-
empleando un modelo más complicado del empleado en el caso sos tipos de selección independiente de la frecuencia llevaban a
de los caracteres cualitativos. Su estudio incluye un pormenoriza- un cambio en las frecuencias alélicas del gen asociado al rasgo
do análisis de la variación genética, de la variación medioambien- estudiado. En genética cuantitativa esto no se calcula así de ma-
tal y de la interacción entre ambas. Si del estudio de la evolución nera directa. Es decir, la selección natural puede favorecer deter-
de los cualitativos se encarga la Genética de poblaciones, del es- minados fenotipos, pero al depender estos no solo de la variación
tudio de los rasgos poligénicos se encarga la Genética cuantitati- genética, sino de otros factores, un proceso de selección no im-
va. La primera tarea en un trabajo de Genética cuantitativa es cal-
cular el grado de variación del rasgo estudiado. La medida de esa
variación viene representada por su varianza. Ésta se calcula,
como en cualquier estudio estadístico, midiendo ese rasgo en una 
gran cantidad de individuos y estimando en qué medida se dis-





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4EHVIW

Fig.c19-12 | Cálculo de la heredabilidad en sentido estricto de la longitud del


{ { { { { { { pico en una especie de guacamayo. La manera habitual de calcular la hereda‐
bilidad en sentido estricto de un rasgo, consiste en enfrentar en una gráfica
Fig.c19-11 | Ejemplo de norma de reacción. Un mismo genotipo asociado a pares de valores promedio para ese rasgo medidos en los padres, frente a
un rasgo poligénico puede dar lugar a diferentes fenotipos en respuesta a cier‐ esos valores medidos en sus hijos. La pendiente de la recta de regresión que
tas variables medioambientales. En el ejemplo hipotético aquí mostrado, una se calcula a partir de la dispersión de los valores obtenidos coincide con la he‐
especie de mariposa puede dar lugar a diferentes tipos de coloración y forma redabilidad. En este caso, un alto valor de a h2 indica que ese rasgo es consi‐
alar, dependiendo de la temperatura a la que fueron criadas sus orugas. derablemente heredable y, por tanto, puede estar sujeto a selección.
plica necesariamente un proceso de evolución, es decir, un cam-
Si has comprendido qué es un gen polimórfico podrás explicar
bio en las frecuencias alélicas entre generaciones. Para entender
por qué la genética cuantitativa no se interesa por el devenir de
bien esto, pensemos en una especie sometida a un fuerte proceso
un gen concreto en una población, sino por el estudio de la va‐
selectivo, que favorece un rasgo cuantitativo en una dirección
rianza fenotípica y genotípica en dicha población.
clara, por ejemplo, su capacidad para comunicarse con otros
miembros de su clan. La variación es continua en la población y la
selección favorece a los que mejor se comunican. Pero imagine-
mos que este rasgo, como pasa con muchos de su tipo, no depen- El paisaje adaptativo
de mucho de una base genética heredable y sí lo hace en buena
medida de otros factores. En este caso, por muy fuerte que sea la Llegados a este punto, se debe entender que, aunque se han
selección a favor de un fenotipo o porción de fenotipos, la evolu- realizado grandes avances en la comprensión de los patrones y
ción de ese rasgo en la población será nula o casi nula. La siguien- procesos relacionados con la evolución, todavía queda mucho ca-
te generación diferirá bien poco de la parental mientras se man- mino por recorrer entre lo que representan los necesariamente
tenga una baja heredabilidad y las mismas condiciones me- simplificados modelos teóricos empleados en la Biología evoluti-
dioambientales, que son las que realmente gobiernan la expresión va clásica y la infinitamente más compleja realidad. No resulta
de ese rasgo. Sin embargo, si ese rasgo dependiese exclusivamen- sencillo facilitar la comprensión de conceptos e ideas de muchos
te de unos pocos genes, en pocas generaciones la población expe- de nuestros desarrollos teóricos más abstractos y por ello se em-
rimentaría una clara evolución, impulsada por el proceso de se- plean frecuentemente metáforas o imágenes mentales para faci-
lección direccional que ya se ha visto. litar su comprensión. Una de las metáforas más interesantes en
Por tanto, para calcular la respuesta evolutiva a la selec- este sentido, fue propuesta por uno de los padres de la Genética
ción en un rasgo cuantitativo, se debe medir la selección so- de poblaciones, Sewall Wright, tal vez porque fuese él quien me-
bre un fenotipo de manera similar a la forma en la que se jor supo apreciar el gran desfase entre los modelos teóricos que se
medía en genética de poblaciones la selección sobre un geno- estaban gestando en su época y la compleja realidad a la que nos
tipo. Si allí se hablaba del coeficiente de selección s para cal- enfrentamos hoy.
cular la eficacia biológica del genotipo menos favorecido La idea básica de la metáfora del paisaje adaptativo es conside-
frente al más exitoso, aquí se usa el 
      Ņ rar a las posibles combinaciones de un rasgo poligénico o cuanti-
S. Este valor calcula la fuerza de la selección en un rasgo po- tativo como puntos de un mapa tridimensional, en donde dos de
ligénico como la diferencia entre la media del valor de ese los ejes representan variables genéticas y el tercero sirve para
rasgo, medido en individuos que realmente se reproducen, y medir la adecuación biológica de cada combinación precisa
la media de la población total. Si estos valores se diferencian (( F»ÃU¿). Aunque nuestra limitación espacial solo nos permite
mucho, S será alto y eso se interpreta como que la selección representar un sistema de tres ejes y apenas dos genes en juego,
favorece ese rasgo y a sus portadores, facilitando su éxito re- nada nos impide imaginar que un sistema similar se acercaría
productor. Si la diferencia es escasa, entonces la selección más a la realidad, si pensásemos en un sistema multidimensional
será poco potente y los individuos se reproducirán sin rela- con muchas más variables interaccionando (aunque la represen-
ción alguna al valor selectivo del rasgo analizado. En resu- tación visual de tal sistema ya no sea factible). No obstante, es
men, se debe entender que cuando se habla de un rasgo poli- posible acercarse a esta visión si en nuestra metáfora simplificada
génico, su evolución en una población dependerá tanto de la de la ( F»ÃU¿, cada punto del mapa representa un fenotipo con-
fuerza de la selección S, como de la heredabilidad de ese ras- creto de los que se pueden encontrar en una población y el eje
go h2. vertical marca la eficacia biológica de ese fenotipo. Se tendrá en-
tonces un paisaje tridimensional compuesto por sistemas de
montañas y valles que representarán lugares con alto y bajo valor
Los rasgos cuantitativos tienen tanto efectos heredables
selectivo, respectivamente. En un paisaje como éste, todas las
como no heredables sobre el fenotipo. La parte heredable es
fuerzas selectivas juegan un papel al unísono y la evolución es
un efecto genético aditivo a la que se denomina heredabilidad.
una suerte de compromiso entre todas ellas. Para entender qué
La parte no heredable se debe a la influencia ambiental. En teo‐
papel juegan la selección y otras fuerzas selectivas en este paisaje,
ría, solo la parte heredable puede responder a la selección na‐
Wright propuso su  Ĵ   
 ! o shifting ba-
tural, por lo que la evolución de estos rasgos dependerá tanto
lance theory. Según esta idea, la selección natural, por ejemplo,
de la fuerza de la selección, como de la heredabilidad.
llevará hacia posiciones adaptativas cada vez más elevadas. Si una
población se encuentra en la falda de una montaña, la selección la
En sentido estricto, no existe demasiada diferencia con lo arrastrará paulatinamente hasta el pico local más cercano, evi-
ya visto en genética de poblaciones, pero este nuevo enfoque tando atravesar valles o llanuras no adaptativas (caso a de la
nos permite ver la evolución con una nueva perspectiva. Aho- ( F »ÃU¿). Estas travesías por valles o llanuras representan en
ra, el monocromo discurso de «un gen, un carácter» y la este paisaje las restricciones adaptativas que se comentarán más
siempre potente fuerza selectiva se transforman en la polí- adelante. No obstante, los viajes por las tierras bajas de este pai-
croma visión de la interacción de unos rasgos extremada- saje o las excursiones erráticas no adaptativas podrían estar a
mente variables, influidos por muchos genes y el ambiente cargo de la deriva genética. A través de este segundo proceso, una
en interacción diversa. Estos rasgos están sujetos a procesos población podría iniciar un viaje inicialmente no adaptativo desde
selectivos de intensidad variable, que dejan abierta la puerta un punto cualquiera del mapa hasta otro que acercase a la pobla-
para que otros procesos, como la deriva, también tengan su ción a un pico adaptativo distinto (caso b de la ( F»ÃU¿). Una
importancia. fase de cuello de botella poblacional, por ejemplo, podría trasla-
nados caracteres cualitativos a través de la Genética de po‐
dar a una reducida población por este paisaje hacia un destino in-
blaciones, los rasgos más frecuentes en la naturaleza son
cierto, más o menos adaptativo, dependiendo del azar. Las muta-
los cuantitativos o poligénicos. De su estudio se preocupa
ciones (por raras que sean), finalmente, pueden lanzar o despla-
la genética cuantitativa.
zar a una población desde un pico a un valle o a una posición más
baja con bastante probabilidad, pero también permiten saltos en-
tre montañas que, de otra manera, tal vez no se diesen jamás En el momento actual la Biología evolutiva se enfrenta a la
(caso c de la ( F»ÃU¿). El flujo genético, por su parte, actuaría en fascinante tarea de explicar cómo fenotipos y genotipos, genera-
muchos casos impidiendo el ascenso rápido de varias poblaciones dos por la interacción de múltiples genes en el seno de un influ-
a un pico adaptativo, convirtiendo la dura roca en una ladera are- yente medio ambiente, se ven sometidos a diversos procesos de
nosa, por la que es difícil ascender con facilidad. cribado.

El concepto de paisaje adaptativo nos permite entender que la


selección natural induce el constante ascenso a picos locales, El resultado de la evolución y tipos de
que no son necesariamente los más altos, y que frena la llega‐
da hasta estos al impedir el paso por valles no adaptativos que,
rasgos generados
sin embargo, si puede favorecer la deriva genética.
La adaptación
La metáfora del paisaje adaptativo ha sido reutilizada de La consecuencia lógica del argumento darwinista de la exis-
múltiples formas debido a su potencia visual. Los defensores tencia de variación no dirigida y de un proceso de selección lento
de la selección natural como único motor evolutivo, sugieren y gradual, es la aparición de rasgos útiles para el organismo con el
que el paisaje montañoso tal vez debería ser sustituido por un paso del tiempo. El patrón resultante de este proceso es al que se
sistema de cavidades y moldes en negativo, a los que son denomina Ņ. Se entiende entonces que una adaptación
arrastradas todas las poblaciones inexorablemente. Allí que- es cualquier rasgo biológico heredable, que aumenta la adecua-
dan encerradas las poblaciones por la acción de la fuerza de la ción biológica de un organismo y que es el resultado directo de la
gravedad, representante aquí de la potente fuerza de la selec- acción de la selección natural.
ción natural. Otros investigadores, por el contrario, ven en el
paisaje montañoso un relieve igualmente inadecuado, pero en
Una adaptación es un rasgo heredable que ha sido selecciona‐
este caso por su rigidez. Se entiende entonces que el dinamis-
do para satisfacer una necesidad concreta, a la que se hace re‐
mo prima en la naturaleza y que los picos adaptativos difícil-
ferencia como función primaria de ese rasgo y que incrementa
mente duran mucho tiempo. Esta postura prefiere ver en este
el éxito biológico de quien la posee en un medio ambiente y
paisaje a un mar encrestado, en donde las olas suben y bajan
momento histórico particulares.
con frecuencia y en donde fuerzas evolutivas como la selec-
ción, tienen un poder menor para dirigir los destinos de una
población. En este caso, la deriva y el azar son más importan- La adaptación es el patrón que deja el proceso selectivo. Resul-
tes. Sin duda, estas dos visiones representan dos formas muy ta fascinante observar el encaje que frecuentemente se observa en
distintas de entender la evolución como ya se ha indicado. Se los seres vivos entre ciertas estructuras o rasgos de estos y la fun-
recordará aquí, nuevamente, que existen fecundas, y no re- ción que desempeñan. Para no perderse en el posterior desarrollo
sueltas controversias, acerca del papel relativo de la selección de este apartado, es importante recordar que una adaptación debe
natural, la deriva genética y el papel del medio ambiente en el cumplir con todos los requisitos impuestos en la definición que se
resultado final de cualquier proceso evolutivo. Fruto de esta acaba de dar para ser considerada una verdadera adaptación.
dialéctica son algunos de los conceptos que se verán en el si- Aunque Darwin dejó la puerta abierta a la existencia de rasgos
guiente apartado. aparentemente útiles, que pudiesen haber surgido a través de
mecanismos distintos a la selección, dejó bien clara su preferen-
cia por este mecanismo a la hora de crear o potenciar rasgos en
La evolución biológica es un patrón de cambio observado
un ser vivo. El neodarwinismo de comienzos del siglo XX llevó
en la naturaleza que se piensa está mediado por diversos
esta idea al extremo, e insistió por mucho tiempo en que, allá en
procesos, entre los que destaca la selección natural.
donde se pudiese observar un rasgo, se debía estar frente a una
Para entender correctamente la evolución, se debe cono‐
adaptación. Un rasgo desventajoso, o no útil, sería rápidamente
cer cómo se genera y perpetúa la variación de los rasgos y
eliminado por la selección, por lo que toda estructura presente en
conductas de generación en generación.
un ser vivo, o posee una función adaptativa real o está camino de
Los procesos o motores evolutivos alteran la variabilidad
ser eliminada en forma de rasgo vestigial. A esta forma de enten-
heredable de una generación a la siguiente y serán los que
der los rasgos en los seres vivos se la denomina hoy en día como
determinen el cambio a lo largo del tiempo. La selección
 . Es difícil negar que ejemplos de adap-
natural en sus múltiples formas es el principal mecanismo
taciones se pueden encontrar a nuestro alrededor con muy poca
del cambio adaptativo, pero existen otros procesos que
dificultad (( F »ÃU»½). Pero, como se ha apuntado al final del
también generan dicho cambio.
apartado anterior, algunos investigadores dudan de que la selec-
Aunque tradicionalmente la Biología evolutiva se ha preo‐
ción natural sea el único proceso capaz de generar los rasgos que
cupado por estudiar la variación y herencia de los denomi‐
se ven en los seres vivos. Muchos investigadores creen haber en-
nados caracteres cualitativos a través de la Genética de po‐
contrado un camino por recorrer, que nos llevaría a reconocer
rasgos que cumplen en parte, pero no completamente, la defini- o coopción. Este fenómeno implica el aprovechamiento de rasgos,
ción de adaptación ofrecida anteriormente. La cuestión radica en previamente generados por cualquier fuerza evolutiva en un lina-
que, si tales rasgos existen, deberían ser denominados mediante je, para satisfacer una nueva función. Recordando la metáfora del
otros términos distintos y ser considerados fruto de procesos bio- paisaje adaptativo vista anteriormente, sería como si, entre dos
lógicos distintos al de la selección natural. Según esta idea, junto picos, se pudiese construir un viaducto que los comunicase. Para
con las adaptaciones, se pueden encontrar en un ser vivo otros entender este concepto se parte de la idea, hoy se cree que bien
rasgos que pueden ser fruto de procesos como el azar o las res- fundada, de que en la evolución raramente aparecen nuevas es-
tricciones evolutivas. La variopinta taxonomía de términos que se tructuras desde cero y que, la mayoría, son simples modificacio-
van a ofrecer, no resulta del agrado de algunos investigadores. Sin nes de otras ya existentes, sean éstas más o menos complejas.
embargo, en opinión de otros, entender que no todos los rasgos Esta es una visión congruente con la idea de «evolución como
proceden de un proceso primario de selección, ayuda a entender bricolaje» defendida por diversos autores. A continuación, se ve-
mejor la verdadera grandiosidad de la evolución. Así se facilita la rán algunas ideas inspiradas en este concepto.
génesis de hipótesis sobre el origen, procesos formativos y grados
de adecuación de los rasgos estudiados. En palabras de Stephen J.
Con más frecuencia de lo que se expresa en los textos clásicos
Gould, la Biología evolutiva no solo se debe preocupar por el esta-
sobre evolución, un rasgo puede experimentar un cambio for‐
do de adecuación y la utilidad presente de un rasgo, sino por el
tuito en su función, abriéndose entonces una nueva historia
origen de dicho rasgo.
evolutiva para ese rasgo.

P0        U


      ė Ĵ !ŅO
Las exaptaciones

En consonancia absoluta con esta idea Stephen J. Gould y Eli-


sabeth Vrba propusieron en 1982 el término Ņ para re-
Coopción o reclutamiento de rasgos ferirse a un rasgo que, siendo empleado en la actualidad para sa-
tisfacer una determinada función, adquirió su estructura actual a
Cuando se estudian rasgos especialmente complejos o bien través de un proceso selectivo conducente a satisfacer una fun-
adaptados, siempre surge la pregunta acerca de cómo se ha podi- ción completamente distinta en el pasado. Estos rasgos pueden
do llegar a alcanzar tal grado de complejidad o adaptación. La ex- llegar a ser sorprendentes en lo que se refiere a su grado de adap-
plicación clásica ha tendido siempre a referirse a un proceso de tación a su función actual, pero la evidencia científica fuerza a
génesis y adaptación selectiva progresiva a partir de rasgos inter- contemplarlos, no como adaptaciones primarias, sino como el re-
medios más simples preexistentes y, aunque en menor medida, sultado de un proceso de coopción. Por lo general, se llega a esta
siempre previamente adaptados. Ya se ha dicho que, para algu- conclusión a través de una reconstrucción filogenética, tema del
nos, la selección natural es el único proceso capaz de generar esta que se hablará detenidamente más adelante. Mediante este tipo
compleja adecuación a través de pasos cortos y sucesivos. Sin de análisis se puede descubrir que el rasgo que hoy se utiliza
embargo, hoy se piensa que existe al menos una segunda vía, una como una aparente adaptación, apareció previamente al linaje
especie de atajo evolutivo, por el que un rasgo complejo o bien que lo emplea, y que este rasgo ya era empleado por los ancestros
adaptado aparece en un linaje sin pasar por un lento proceso se- de ese linaje para cumplir originariamente una función distinta.
lectivo. A este fenómeno se le denomina reclutamiento de rasgos

Una exaptación es un rasgo que se toma prestado dentro de


un linaje para cubrir una función distinta de la que modeló su
diseño básico.

Un ejemplo, que ya se ha convertido en clásico, se refiere a uno


de los rasgos más fascinantes presentes en el grupo de las aves
modernas: las plumas y su adaptación al vuelo. Aunque los zoólo-
gos han empleado las plumas como ejemplo de adaptación por
mucho tiempo, los datos combinados de la paleontología y la re-
construcción filogenética, nos sugieren actualmente que los ras-
gos asociados al vuelo aparecieron en algunos grupos de dinosau-
rios decenas de millones de años antes de que la primera ave pu-
diese realizar un corto vuelo (( F»ÃU»¾). La lógica nos obliga a
pensar que los rasgos que se emplean hoy con tanta perfección
Fig.c19-13 | Ejemplo de adaptación. Los rasgos adaptativos son ubicuos en para llevar a las aves (realmente dinosaurios emplumados) por el
la naturaleza. Un claro ejemplo lo representan los picos de muchos grupos de aire, aparecieron asociados a otra función distinta con mucha an-
aves, como en las especies aquí representadas de mieleros hawaianos (Dre‐
panididae). El pico de estos pájaros se ha modificado para ayudar en diversos telación. De hecho, las plumas aparecieron en algunos dinosau-
tipos de alimentación: (A) pico largo y delgado para libar néctar, (B) pico corto rios cubriendo solo pequeñas partes de su cuerpo. Sospechamos
y fuerte para romper semillas, (C) pico de forma y longitud intermedia para
que en esos casos su función pudo estar relacionada con la comu-
una alimentación generalista y (D) corto y curvado para ayudar a buscar in‐
sectos bajo la corteza de los árboles. nicación o la selección sexual. En otros, que por su tamaño y es-
tructura tampoco pudieron volar, cubrieron las patas anteriores y cido desde hace tiempo, y que hoy se contempla como una mag-
allí pudieron ayudar en la captura de presas o ser útiles en la hui- nífica oportunidad para que, en una especie, un gen pueda dar lu-
da ante depredadores. Solo cuando las plumas cubrieron buena gar a dos copias. De esta manera, una copia puede mantener su
parte del cuerpo de otros dinosaurios, su función pudo incremen- función actual y la otra ser empleada para cubrir otra distinta, sin
tarse a la termorregulación o el camuflaje. Finalmente, mucho generar los conflictos de los que se acaba de hablar. En otras oca-
tiempo después de haberse generado y perfeccionado, estos ras- siones se ha descubierto que la situación es más compleja y que el
gos fueron tomados prestados para la función del vuelo en algu- producto de un gen puede ser empleado (cooptado) para distintas
nos dinosaurios de reducido tamaño. funciones en tejidos o momentos distintos del desarrollo (véase
Este ejemplo nos permite recapacitar sobre el hecho de que apartado La Biología evolutiva del desarrollo y la macroevolución). La
una exaptación no tiene por qué abandonar su primitiva función coopción molecular alcanza también la historia evolutiva de un
una vez el rasgo es cooptado para la nueva función, sino que pue- linaje, pudiendo reclutarse durante la historia evolutiva de éste,
de dar satisfacción, perfectamente, a dos necesidades a la vez. En una molécula para realizar funciones distintas. Esto es sin duda lo
efecto, las aves emplean las plumas para volar, pero siguen usán- que ha debido ocurrir con diferentes moléculas que se asocian
dolas para atraer pareja, retener el calor corporal o camuflarse. hoy con el funcionamiento neuronal. Muchas de las proteínas im-
Evidentemente, se pueden producir conflictos de intereses cuan- plicadas en la transmisión neuronal en los animales aparecen en
do la selección intente optimizar a ese rasgo en cualquiera de esos seres que, no solo no tienen neuronas, sino en seres unicelulares
sentidos, por lo que es de esperar que, si se incrementa en un li- o en plantas. Esto sitúa el origen de estas moléculas en ancestros
naje su misión inicial de termorregulación, se puede alterar su que jamás oyeron hablar de nervios ni de impulsos nerviosos.
adecuación aerodinámica. Esto ha pasado en los pingüinos, por
ejemplo. Estos compromisos o conflictos a la hora de adecuar un
rasgo que cumple varias funciones, son parte de lo que se deno-
minan hoy    F Quizás ahora se vea más
Los genes y las proteínas que estos codifican pueden ser reclu‐
claro que considerar un rasgo como exaptación no es un asunto
tados por nuevos órganos o redes genéticas de una forma sor‐
de interés secundario, pues identificar su origen nos puede servir
prendentemente sencilla a lo largo de la evolución de un linaje.
para entender mejor, tanto su funcionamiento, como la adecua-
ción y restricciones a las que se ve sometido en el contexto de su
uso actual. En este sentido, se verá un poco más abajo que la evo- Cuando en una especie, un mismo gen puede tener efectos
lución se enfrenta a restricciones que siempre limitan el poder de sobre dos o más rasgos distintos se denomina a ese gen como
la selección natural debido a distintos tipos de conflictos.  Ņ. En estos casos, la selección natural puede fa-
vorecer a uno de los rasgos afectados por ese gen y, a modo de
efecto colateral, influir sobre los otros rasgos sobre los que tie-
Coopción a nivel molecular ne efecto dicho gen. Evidentemente, estos efectos colaterales
no son en modo alguno resultado de la selección natural, sino
Si hoy se está seguro de que la coopción es un proceso impor- del azar y no pueden ser vistos como adaptaciones primarias.
tante en evolución es, sin lugar a dudas, a nivel molecular. La du- Un caso especialmente interesante es el denominado como
plicación azarosa de porciones genómicas es un fenómeno cono-  Ĵ , en el que un gen tiene efectos distin-
tos sobre la expresión de dos o más rasgos, de tal forma que, si
se potencia la expresión de uno, se puede reducir la de otros.
8VMɧWMGS .YVɧWMGS 'VIXɧGMGS
Debido a que, como se ha visto, los genes suelen modificar su
expresión de acuerdo con el contexto ambiental en el que se
3VRMXMWUYMSW
encuentran, los efectos de un gen sobre un rasgo pueden ser
(MRSWEYVMSW positivos en un ambiente y negativos en otro, lo que hace, si
7EYVSTSHSQSVJSW
cabe, más interesante al fenómeno.
Un bonito ejemplo de efecto pleiotrópico antagónico se en-
%PSWEYVMSW
cuentra en Astyanax mexicanus, un pequeño pez centroameri-
'SQTWSKRɧXMHSW cano con algunas poblaciones cavernícolas ciegas y con ojos
degenerados (( F »ÃU»¿). En vertebrados se ha localizado un
(VSQISWEYVMSW
4VSXSTPYQEW gen denominado sonic hedgehog (abreviado como ssh) que está
relacionado con la génesis de diversas estructuras, incluido el
4PYQEWEWMQɯXVMGEW %VGLEISTXIVM\ desarrollo de las papilas gustativas bucales y de los ojos. En
4EXEWERXIVMSVIW este pez se ha descubierto que la expresión de estos dos rasgos
QY]PEVKEW
%ZIWQSHIVREW es inversamente proporcional: cuanto más degenerados están
los ojos de un individuo, más desarrolladas están las papilas
Fig.c19-14 | Árbol filogenético de algunos grupos de dinosaurios (incluidas
las aves), asociado a la fecha geológica estimada para la divergencia de cada
gustativas. Es evidente que, en un entorno sin luz, la selección
grupo y en donde se indica la evidencia en el registro fósil de plumas y su mor‐ parece favorecer el sentido del gusto frente al de la vista, y es
fología. Como se observa, la aparición de las primeras plumas (protoplumas precisamente esto lo que ocurre en este pez. La selección favo-
no aptas para el vuelo) es muy anterior a la existencia de animales que pudie‐
sen emplearlas para desplazarse por el aire. La existencia de plumas con lí‐ rece a los peces con gran sentido del gusto en la oscuridad,
neas de barbas asimétricas respecto al raquis se asocia al vuelo y apareció pero la pérdida de ojos no debe ser señalada como una adapta-
posteriormente. El vuelo, tal como se entiende hoy en día, apareció muchos ción a ese medio, sino como un efecto colateral completamente
millones de años después de que gran cantidad de dinosaurios estuviesen
completamente emplumados. fortuito.
*SVQEWYTIVƤGMI permiten el vuelo. Nuestras restricciones filogenéticas, nuestros
ancestros, al igual que nuestros músculos, son los que nos impi-
den volar. Otros rasgos que se pueden tomar como adaptaciones
pueden ser, en realidad, subproductos de los procesos de
7LL
desarrollo de los que se hablará al final de este capítulo. Es decir,
son fruto del proceso de construcción armónica del organismo y
no son muy accesibles o modificables por la selección natural. Es-
tos rasgos aparecen una y otra vez en diversos organismos, no
*SVQEGEZIVRɳGSPE
porque sean básicamente seleccionados, sino porque son conse-
cuencia necesaria de la forma en la que opera el proceso de
desarrollo en ese grupo. En estos casos, la presión selectiva no
7LL puede cambiar la estructura básica de estos rasgos y esto es a lo
que se denomina  Ņ  Ħ. Estas estructuras
constituyen parte de los patrones básicos de la forma de un grupo
y, aunque pueden ser ligeramente modificados, no pueden ser al-
Fig.c 19-15 | Estudios realizados con la expresión del gen sonic hedgehog terados en exceso por las fuerzas evolutivas que se han visto. Esta
(shh) en el tetra mexicano (Astyanax mexicanus) indican que existe un claro
caso de pleiotropía antagónica. En la forma que vive en los riachuelos de su‐ idea explicaría por qué todos los mamíferos presentan la misma
perficie, este gen tiene una expresión similar a la de otras especies relaciona‐ estructura básica en el esqueleto de sus extremidades delanteras,
das filogenéticamente. En este caso, el pez genera ojos completamente fun‐
cionales durante el desarrollo embrionario y un cierto número de papilas gus‐
pero las emplean y modifican para cumplir fines tan diversos
tativas (puntos de la región cefálica del embrión). En la forma que habita en como nos preguntábamos en la introducción de este capítulo. Es-
ríos subterráneos, shh sufre una sobreexpresión durante el desarrollo embrio‐ tas restricciones a la hora de generar extremidades anteriores li-
nario, lo que induce la aparición de un mayor número de papilas gustativas
(muy útiles en estado larvario y adulto), pero una inhibición del desarrollo ocu‐ mitan la variación esperable, que queda encauzada solo en deter-
lar. Los adultos carecen de ojos funcionales, pero poseen un sistema gustati‐ minadas direcciones. Esta idea nos lleva directamente a los dos
vo mucho más desarrollado que sus congéneres de superficie. siguientes conceptos, con los que se encuentra directamente
relacionada.

Restricciones adaptativas
Enjutas evolutivas
La pleiotropía antagónica nos recuerda nuevamente que en
cualquier proceso evolutivo pueden existir pros y contras que Existe la posibilidad de que rasgos cooptados y con evidente
siempre limitan la capacidad de la selección para adaptar a un or- funcionalidad actual, procedan de rasgos que no poseían funcio-
ganismo a su ambiente. El ajuste de un rasgo puede implicar el nalidad alguna en los ancestros y que, por tanto, no eran adapta-
desajuste de otros y la adaptación siempre será una solución de tivos en absoluto. El neodarwinismo siempre vio improbables es-
compromiso y no un ajuste perfecto de todos los rasgos de un tos casos porque, como ya se ha indicado, se opina que la selec-
animal. A estos compromisos entre necesidad y capacidad de ción tiende a eliminar un rasgo que no es útil. El término 
adaptación se denominan   oU  lo tomaron prestado Stephen J. Gould y Richard Lewon-
. Siempre se ha tenido claro que, a corto plazo, la selección tin en 1979 de la arquitectura, y se refiere a la estructura que sur-
natural cuenta con restricciones sobre las que no posee control ge cuando se toma la decisión de soportar una cúpula sobre cua-
alguno. Por ejemplo, la selección opera sobre variabilidad ya exis- tro arcos que forman una base cuadrada (( F»ÃU»À). Los cuatro
tente y ésta se origina, como se ha visto, gracias a mutaciones huecos triangulares que se forman en esta estructura entre las
azarosas no predecibles. Algunos procesos, como el flujo genéti- columnas y la cúpula, deben ser tapiados necesariamente en una
co, también pueden operar como una restricción adaptativa como iglesia para cerrar el espacio. Posteriormente, esos lugares fueron
ya se ha indicado, pero, a la larga, todos estos problemas se con- empleados por los artistas para incorporar motivos cuádruples
sideraban siempre salvables a base de tiempo. Sin embargo, exis- bajo la cúpula, como las cuatro estaciones del año o, más fre-
ten otros de mucha más difícil solución, como son las restriccio- cuentemente, los cuatro evangelistas. Calificar a las enjutas como
nes físicas, las filogenéticas y las ontogenéticas. una adaptación para permitir la expresión del arte religioso a tra-
vés de motivos cuádruples sería un error, pues su origen está li-
gado a la obligada solución de un problema arquitectónico previo.
La evolución se enfrenta a numerosos tipos de limitaciones
que impiden a un rasgo alcanzar un óptimo selectivo hipotéti‐
co. Estas limitaciones pueden ser genéticas, físicas, filogenéti‐ Una enjuta evolutiva es un rasgo aparentemente adaptativo
cas u ontogenéticas. originado como un subproducto de un proceso selectivo o de
desarrollo completamente distinto.

Con el paso del tiempo, la Biología evolutiva empieza a consi-


derar que la evolución es tanto o más un asunto de restricciones, Un ejemplo de enjuta evolutiva lo puede constituir la existencia
como de selección en relación a la función de un rasgo. Los seres de suturas craneales en los neonatos de mamíferos, rasgo que, sin
humanos no podemos volar porque nuestros brazos y músculos duda, facilita la deformación craneal durante el parto, favore-
pectorales nos lo impiden (restricción física), pero esto se debe ciendo así el nacimiento de animales con gran capacidad craneal.
fundamentalmente a que nuestro peso, talla y estructura morfo- Sin embargo, estas suturas también están presentes en los juve-
lógica se apartaron hace mucho tiempo de las condiciones que niles de reptiles y aves, grupos en los que no tienen utilidad algu-
Fig.c 19-16 | Enjuta arquitectónica. El quero de patas azules (( F»ÃU»Â) que ha reducido la estructura
triángulo, que inevitablemente queda
de su nido a un simple círculo de excrementos, al que se denomi-
entre dos arcos que soportan una cú‐
pula en una iglesia o catedral, es una na «círculo de guano». Ni una sola ramita o resto vegetal se em-
imposición arquitectónica y no un dise‐ plea en el nido, sin embargo, los machos durante su elaborado
ño premeditado o buscado. Posterior‐ cortejo nupcial deben ofrecer a las hembras, de forma ineludible,
mente ha sido profusamente emplea‐
do por los autores de arte sacro para algunas ramitas como muestra de su aptitud como buena pareja
representar motivos como las estacio‐ reproductora. En sus parientes más cercanos, y posiblemente en
nes del año o los evangelistas. sus ancestros, estos regalos tienen y tenían un claro carácter
adaptativo, pues las ramitas constituyen el andamiaje del nido.
Pero la hembra de piquero de patas azules simplemente tira la
na durante el parto, pues nacen a partir de un huevo (( F»ÃU»Á). ramita hacia un lado una vez ha sido ofrecida por el macho, pues
Nuestras suturas craneales no son una adaptación primaria para no se emplea en la construcción del nido. El cortejo de los pique-
el parto, sino un rasgo heredado de nuestros ancestros reptilia- ros pasa, forzosamente, por el regalo de ramitas y el cerebro del
nos, con una afortunada utilidad sobrevenida, especialmente en piquero de patas azules no ha podido desprenderse de tal imposi-
el caso de los homínidos con nuestra gran capacidad craneal. Otro ción. Por algún motivo que todavía no se alcanza a entender, los
ejemplo propuesto de enjuta, gira en torno al debate siempre accidentes congelados parecen ser especialmente difíciles de eli-
abierto sobre el origen adaptativo o no de la inteligencia humana. minar por la selección cuando estos están asociados a casos de
Para algunos investigadores es sin duda una adaptación ancestral selección sexual, como el que se acaba de ver. Otro casos, que
a la vida en las sabanas africanas o a nuestra vida en grupo, pero, afectan a nuestra propia especie, podrían ser el de la toma de de-
para otros, bien podría ser otro caso de enjuta evolutiva, resulta- cisiones expuesta en el b.2 Ĵb o la calvicie, hoy vista
do de un desarrollo alocrónico del cerebro en un linaje de homíni- como una señal poco atractiva por muchas mujeres de diferentes
dos que ha alargado su período de crecimiento durante su evolu- culturas y que pudo tener valor adaptativo como señal indirecta
ción. Este desarrollo alocrónico implica en este caso un aumento de vigor masculino en el pasado (por su relación con altos niveles
desproporcionado del tamaño cerebral respecto del corporal lo de testosterona). Por alguna razón, las calvas han dejado de in-
que podía haber dado como resultado un grupo de monos espe- teresar a la mayoría de hembras humanas y han perdido su ca-
cialmente inteligentes, más por azar que por presión selectiva. rácter adaptativo, aunque sigue siendo un rasgo atractivo en otras
especies de primates.

Accidentes congelados La evolución parece ser especialmente sensible a las contin‐


gencias históricas (filogenéticas). Una vez se selecciona un
Este último concepto sugiere que en un linaje se pueden man-
rasgo o comportamiento con un cierto grado de funcionalidad,
tener rasgos aparentemente no selectivos, heredados de especies
resulta muy difícil alterarlo sin que el organismo que lo porta no
o linajes ancestrales, en donde sí se reconoce el valor selectivo de
pierda eficacia biológica.
dicho carácter. La aptitud o valor en el presente puede ser escasa,
nula o incluso ser más bien negativa, pero su persistencia debe
entenderse como el resultado de una imposición histórica y/u on-
togenética, de una herencia ancestral de la que un linaje no ha El acervo exaptativo y la evolutividad
podido desprenderse. Tal vez aquí, mejor que en otros lugares, se
ve que la selección no tiene un poder absoluto y que en numero- Actualmente se habla de  o flexibilidad evolutiva
sas ocasiones tiene dificultades para eliminar un determinado para referirse a la capacidad de una especie o linaje para adaptar-
rasgo. Un ejemplo puede ayudar a entender este concepto. En las se a futuras condiciones medioambientales antes de que éstas
islas Galápagos anida una especie de alcatraz conocido como pi-

Fig.c19-17 | Ejemplo de enjuta evolutiva. Las suturas craneales, que en los


neonatos de los mamíferos no han sido ocluidas, sirven para facilitar la defor‐ Fig.c19-18 | Ejemplo de accidente congelado o restricción filogenética. El ma‐
mación del cráneo durante el parto. Su existencia y función no pueden ser cho de piquero de patas azules debe entregar a la hembra numerosas ramitas
consideradas como una verdadera adaptación para ese fin, ya que han sido como señal de calidad como futura pareja reproductora. La hembra las acepta
heredadas de ancestros reptilianos en las que no podían cumplir dicha fun‐ y tira a continuación, sin usarlas para la construcción del nido. Sin esta con‐
ción, al nacer estos de un huevo. ducta conservada de sus ancestros, la hembra no es receptiva a la cópula.
ocurran. Ésta no es una idea que el neodarwinismo clásico creyese
especialmente interesante. Tal vez ni se contemplaba como posi-
P'   Ņ    
ble, debido al convencimiento de que la selección natural solo
L        U
permite construir adaptaciones encaminadas a dar solución a
   !   
problemas presentes y que difícilmente puede invertir a ciegas,
O
favoreciendo cambios y gastando valiosas energías ante un futuro
completamente incierto. Sin embargo, el conjunto de rasgos que
se acaban de ver, al que Gould sugiere denominar   U Debido a nuestro reducido tiempo de vida no se tienen muchas
, demuestran que las especies pueden contar con un conjunto esperanzas de ser testigos de un proceso macroevolutivo, por lo
de herramientas que, habiéndose generado en el pasado debido a que los científicos deben inferirlos a partir de los patrones que
diversas razones, pueden ser usadas en el futuro para solucionar este genera. El estudio del registro fósil, la anatomía y biología
problemas adaptativos en un breve espacio de tiempo. Esta idea molecular comparada y la reconstrucción filogenética son herra-
es tan sugerente que incluso autores tan distantes de las hipótesis mientas fundamentales en esta labor. La pregunta más impor-
de Stephen Jay Gould como R. Dawkins la han explorado en al- tante que se debe contestar cuando se habla de microevolución y
guno de sus libros. de macroevolución es: ¿Hasta qué punto los procesos descritos
hasta ahora en este capítulo, permiten explicar no solo los patro-
nes microevolutivos, sino también los macroevolutivos? Actual-
La evolutividad puede ser entendida como la capacidad de los
mente existe una enorme controversia en este sentido y, aunque
seres vivos para generar no solo variabilidad, sino como la ca‐
para muchos, la microevolución es suficiente para explicar tam-
pacidad para generar variabilidad potencialmente adaptativa.
bién la macroevolución, para otros, algunos patrones no parecen
asociarse tan fácilmente a lo ya explicado.

Un concepto clave en Biología evolutiva es el de adapta‐


ción. Entender cómo se genera una adaptación nos permi‐ La microevolución describe la evolución de alelos a través de
te identificarla y diferenciarla de otros rasgos presentes en procesos como la selección natural y la deriva genética. La ma‐
los seres vivos que, aunque aparentemente se pueden con‐ croevolución pretende describir la evolución a una escala muy
fundir con una adaptación, son el resultado de otros superior a través de la aparición y devenir de especies y linajes.
procesos. La relación entre ambos tipos de evolución continúa siendo un
Intentar encontrar el origen evolutivo de un determinado motivo de controversia en la actualidad.
rasgo morfológico o conductual nos permite entender me‐
jor ese rasgo y su grado de adecuación en la naturaleza.
No todos los temas sobre macroevolución son igualmente in-
Junto con la selección natural, los diversos procesos de co‐
teresantes para la Psicobiología, por lo que aquí se hablará solo de
opción pueden explicar la aparición de rasgos sorprenden‐
algunos de ellos. A continuación, se estudiará el proceso que mar-
temente complejos y, a su vez, bien adaptados para satis‐
ca la frontera entre los temas microevolutivos y macroevolutivos,
facer una función en una especie o linaje de especies.
la  Ņ. Pero, antes de explicar cómo puede aparecer una
Es importante entender que la evolución de un rasgo o con‐
nueva especie, tal vez interese definir previamente qué es lo que
ducta es siempre un compromiso entre el diseño mediado
aparece, es decir, qué es una especie. Una vez entendido el proce-
por la selección natural y las restricciones genéticas, físi‐
so de especiación nos interesará profundizar en cómo se puede
cas, ontológicas y filogenéticas a las que se ven sometidos
desvelar y describir el proceso ramificado de la génesis de nuevas
dichos rasgos.
especies en un linaje y se continuará viendo cómo estos procesos
de diversificación pueden sugerir la existencia de tendencias evo-
lutivas. Se finalizará viendo en este capítulo cómo una nueva y
fascinante disciplina, la Biología evolutiva del desarrollo, nos puede
De la microevolución a la ayudar a entender definitivamente los fenómenos macroevoluti-
macroevolución vos 1.

Hasta aquí se ha visto cómo diversos procesos evolutivos son


capaces de cambiar las frecuencias alélicas de una población, Concepto de especie
cómo en una especie aparecen nuevas variantes de un rasgo y
cómo, en un linaje, especies distintas emplean un rasgo para Cuando se habla del concepto de especie, la Biología evolutiva
cumplir funciones diversas. Pero todo lo visto solo permite ex- debe afrontar dos tareas distintas: la primera y más obvia es defi-
plicar cómo una especie evoluciona y se adapta sin dejar de ser nir qué es una especie y la segunda, pero no menos importante,
ella misma. A este tipo de evolución es al que se denomina U cómo se pueden identificar. Idealmente, cualquier concepto de
 Ņ. Pero la teoría de la evolución debe explicar mu- especie debería ser capaz de dar respuesta a ambas preguntas,
cho más. Debe ser capaz de mostrar cómo una especie da lugar pero en la realidad ninguno de los casi 30 conceptos propuestos
a otra, cómo se genera todo un nuevo linaje de especies y, a la
larga, cómo se generan otros taxones superiores como géneros, 1 Casos de macroevolución extrema son los que se han denominado «princi‐
familias, etc. A los patrones y procesos que intervienen en la pales transiciones en la evolución de los seres vivos», como son la aparición de
las células eucariotas, la multicelularidad, la vida social o la inteligencia. Una ex‐
aparición de nuevas especies o taxones de rango superior se les celente revisión de esta cuestión se puede consultar en el ya clásico libro de
denomina  Ņ. Maynard-Smith y Szathmáry de 1995.
ese grupo, como se definirá en el apartado Cómo usar un árbol para
hasta la fecha ha conseguido dar respuesta a ambas cuestiones a
interpretar rasgos). Este concepto retoma los rasgos como herra-
la vez. Sorprendentemente, a la pregunta de qué es realmente una
mienta para identificar una especie (como el concepto
especie han contestado muy pocos de esos conceptos y, posible-
tipológico), basa su justificación en un análisis filogenético, no en
mente, el que más se ha esforzado en ese sentido es el denomina-
la opinión más o menos objetiva de un investigador (como el con-
do       . Una especie es, según este con-
cepto fenético), salva las dificultades indicadas del concepto de
cepto, un linaje o conjunto de individuos o poblaciones con una
especie biológica y es complementario de la definición de especie
historia y destino evolutivos comunes y únicos, distintos al de
evolutiva. Las críticas hacia este concepto son más prácticas que
otros linajes. Esta elegante idea es plenamente coherente con
teóricas. Según esta definición, para identificar a una especie bas-
nuestra concepción actual de la evolución. Si se quiere visualizar
ta con encontrar un rasgo único en una o unas pocas poblaciones
una especie de forma gráfica mediante este concepto, cada rama,
para justificar su naturaleza como especie. Estos rasgos son hoy
situada entre dos bifurcaciones de un árbol filogenético, repre-
muy fáciles de obtener mediante un estudio molecular, por ejem-
senta una especie evolutiva. Pero, aunque este concepto responde
plo. Como resultado de ello, el número de especies con el que nos
muy bien a la pregunta de qué es una especie, deja sin responder
debemos manejar se multiplica enormemente. No son muchos los
la cuestión sobre cómo se pueden identificar en la naturaleza.
investigadores que ven con buenos ojos esta inflación de la biodi-
Esta pregunta ha sido contestada por otros conceptos, incluso
versidad, ni la atomización de muchas de las especies considera-
antes de que las propias ideas evolutivas apareciesen en el pensa-
das hasta hoy como una sola.
miento científico. De hecho, Carl Linné, el padre de la taxonomía
linneana, de la que se hablará un poco más adelante, es el padre
también de un concepto preevolutivo que responde fácilmente a En biología no existe un único concepto de especie. Cada uno
esta pregunta: el  Ņ     . Según este con- de ellos presenta virtudes e inconvenientes, por lo que los cien‐
cepto, se reúnen bajo un mismo nombre específico a todos aque- tíficos suelen emplear diferentes conceptos dependiendo del
llos ejemplares que se parecen externamente lo suficiente a un contexto en el que trabajan.
ejemplar real (obtenido de la naturaleza) al que se denomina tipo
u holotipo. El holotipo se custodia en una institución científica,
No cabe duda de que emplear uno u otro concepto trae consigo
funciona como ejemplar de referencia y es empleado por los cien-
importantes consecuencias (v. '   ð Ņ»ÃU¼  ).
tíficos para decidir si uno o más ejemplares estudiados por ellos
En cualquier caso, sea cual sea el concepto de especie que se em-
pertenecen o no, en función a su parecido, a la especie que repre-
plee en la práctica cotidiana o en un texto teórico, en todos ellos,
senta. Las raíces evolutivas (e incluso biológicas) de este concepto
tarde o temprano, un proceso evolutivo parece estar siempre pre-
son muy endebles, pero su valor heurístico es innegable y, por
sente: el ð Ħ. Para entender este punto se va a abordar
este motivo, es el concepto empleado hasta hoy en día para des-
a continuación un asunto íntimamente relacionado con el con-
cribir nuevas especies. A la estela de este concepto se alinean
cepto de especie: el proceso de especiación.
otros que han intentado responder a la cuestión de cómo se iden-
tifica a una especie mediante el parecido morfológico, como el
 
Ħ    . Este concepto simplemente cambia
La especiación
el buen ojo de un investigador por un análisis matemático, con el
fin de discernir si dos individuos pertenecen o no a la misma es-
Como se acaba de indicar, estudiar la aparición de una nueva
pecie. Sin lugar a dudas, el concepto más conocido y usado como
especie, se emplee el concepto que se emplee para describirla,
definición de especie en los manuales de Biología es el denomina-
pasa por explicar cómo un grupo de poblaciones que intercam-
do   Ņ      propuesto por Ernst Mayr en
bian material genético, sufren algún fenómeno que aísla a unas
1942. Según este concepto, una especie es un grupo de individuos
de otras. Es la interrupción del flujo genético el que las transfor-
o poblaciones capaces de reproducirse de manera real o potencial
mará en especies distintas. Cada una de las soluciones para expli-
entre sí y que se encuentra aislado de otros grupos reproductores
car la interrupción del flujo genético se conoce como un  
similares. Es decir, dos individuos serán de la misma especie si
   Ņ.
son capaces de reproducirse y su descendencia es fértil. Ésta es la
El modelo de especiación más aceptado es el    ėïU
definición adoptada por el neodarwinismo desde hace mucho
 o de  Ņė. Según este modelo, el aislamiento
tiempo, pero desgraciadamente no constituye la respuesta que la
reproductor entre dos poblaciones surge gracias a la aparición de
Biología evolutiva anda buscando. Este concepto contesta nueva-
una barrera geográfica. Se entiende por barrera cualquier obs-
mente a cómo se pueden identificar a dos ejemplares como perte-
táculo físico que impida el flujo de genes entre dos poblaciones.
necientes a la misma especie, pero no contesta a qué es una espe-
Para una especie con gran capacidad dispersiva, una barrera geo-
cie. Además, al quedar basada la definición en el aislamiento re-
gráfica será grande, por ejemplo, un océano o una gran cadena
productor, es un concepto que no es aplicable a las especies con
montañosa. Para otra con escasa capacidad de dispersión, lo será
reproducción asexual, ni a las especies fósiles, por señalar solo
un accidente geográfico menor. Según este modelo, una vez sepa-
algunos de sus puntos débiles. A día de hoy, posiblemente la defi-
radas dos poblaciones, la evolución de ambas sigue caminos dis-
nición que, contestando a la segunda de las preguntas que se
tintos, con el tiempo se acumulan diferencias genéticas entre
planteaban al inicio de este apartado, más se acerca a contestar a
ambas y las poblaciones terminan por transformarse en dos es-
la primera es el denominado   ï Ħ     .
pecies distintas.
Según este concepto, una especie es el grupo monofilético (des-
La especiación alopátrida se divide frecuentemente en dos ver-
cendiente de un ancestro común) más inclusivo (reducido) que siones: lo que se conoce como  Ņ  !, en
puede ser caracterizado por una autapomorfía (un rasgo único de donde las dos subpoblaciones que quedan separadas por la barre-
ese grupo como se definirá en el apartado Cómo usar un árbol para ra geográfica son de tamaño similar, y la  Ņ ė
o mediante

. En este segundo caso, una reducida sano constituían el grupo de los «vermes» y aunque su sistema
población (en teoría incluso una sola hembra preñada), general- reunía animales que hoy se sabe que constituyen grupos muy dis-
mente situada en la periferia de la población ancestral, es la que pares, su contribución al avance de la biología fue incuestionable.
queda aislada del resto. Imaginemos uno o unos pocos individuos Con el paso del tiempo, los criterios de ordenación fueron mejo-
arrastrados por una gran tormenta a una apartada isla a la que rados y, tras el advenimiento de las hipótesis evolutivas, concep-
llegan como verdaderos náufragos. En estos casos, las alteracio- tos como los de homología, analogía, adaptación, etc. fueron em-
nes azarosas por efecto de muestreo ya comentadas, pueden ac- pleados para tal fin, sin abandonar nunca la idea de la clasifica-
tuar como un poderoso motor evolutivo en esa reducida ción taxonómica. Para las generaciones que llevaron a cabo este
población. ingente trabajo de clasificación, intentar organizar la diversidad y
Aunque para muchos investigadores el modelo de especiación explicar su origen, aunque eran temas relacionados, constituían
alopátrida es el único que realmente puede explicar el origen de dos tareas distintas. Esta idea cambió radicalmente cuando otro
nuevas especies, se han propuesto algunos otros. De entre ellos investigador, Wili Hennig sentó las bases de lo que hoy se conoce
destaca el modelo de  Ņė. Según este modelo, como  ė ï Ħ. Como su nombre indica, se trata
dos poblaciones pueden quedar aisladas en ausencia de barreras de un sistema de clasificación distinto. Ya no se trata de una ta-
geográficas que detengan el flujo genético. La cuestión en este xonomía, un sistema de clasificación basado en un principio de
caso reside en proponer mecanismos que induzcan la separación ordenación lógico, sino de una sistematización. En este caso, el
de dos grupos de individuos a partir de una población inicial ho- criterio para explicar la agrupación de elementos, no debe basarse
mogénea. Las disensiones en este caso se centran no tanto en en un concepto lógico, sino en una hipótesis que explique la gé-
aceptar la existencia de mecanismos capaces de interrumpir el nesis de los elementos a clasificar, es decir en una ï . En
flujo genético entre diversos individuos de una misma población biología, la hipótesis de génesis empleada es la teoría de la evolu-
(frecuentemente conductuales), como en establecer si estos me- ción, encarnada aquí en la idea de la ascendencia común. Es decir,
canismos son suficientemente potentes como para que un proce- se entiende que la diversidad observada es fruto de un proceso
so de especiación tenga lugar. evolutivo que determina un patrón formado por ramificaciones
generadas a partir de un ancestro común. A cada rama se le puede
otorgar un nombre, pues constituye un grupo natural, un grupo
Las nuevas especies se pueden formar cuando dos o más po‐
monofilético en terminología filogenética. Según esta idea, des-
blaciones quedan aisladas geográficamente y se distancian
velar la filogenia de un linaje permite, al mismo tiempo, desvelar
genotípicamente y fenotípicamente a causa de la acumulación
y nombrar los grupos por los que está compuesto ese linaje. La
diferencial de mutaciones y por efecto de la selección y la deri‐
sistemática filogenética permite no solo ordenar, sino sistemati-
va genética. El aislamiento también se puede conseguir sin ne‐
zar la biodiversidad.
cesidad de separación geográfica cuando grupos de indivi‐
duos dejan de reproducirse entre sí por motivos ecológicos o
conductuales.
Reconstruyendo la historia de un linaje
Más arriba se ha visto cómo la especiación conduce a la apari-
ción de dos especies. Este proceso se puede representar gráfica-
Ordenando la diversidad: clasificación y mente como una rama (la especie ancestral) que se separa en dos
filogenia (las especies descendientes). Estas ramas terminarán por dar lu-
gar a nuevas ramificaciones y, a la larga, se generará una estruc-
La evolución genera diversidad, nuevas especies. Para poder tura a modo de árbol, partiendo de la rama inicial. De esta manera
manejarse entre esta abrumadora diversidad natural, la biología se representa en Biología evolutiva la filogenia de un grupo de se-
emplea la herramienta científica denominada ïŅ. En res vivos.
prácticamente cualquier trabajo sobre biología se hace necesario
el empleo de la clasificación pues, tarde o temprano, hay que ha-
La representación en forma ramificada de las relaciones de pa‐
cer referencia a grupos de taxones como los vertebrados, los ma-
rentesco en un determinado grupo de seres vivos se conoce
míferos o los homínidos. Durante siglos, la ciencia ha basado su
como una filogenia.
sistema de clasificación en un sistema que consistía en ordenar la
biodiversidad a través del mismo proceso empleado para clasifi-
car objetos en otros quehaceres humanos: la ordenación. Bajo El estudio de la ï  de un linaje descansa, como se ha di-
este proceso lógico, al que se denomina Ĵ, se agrupan cho ya, en la idea propuesta por Darwin de la descendencia con
las cosas de forma anidada, atendiendo a un principio ordenador: modificación. Toda especie o linaje procede de otro anterior, del
tamaño, utilidad, color, importancia, etc. De esta forma, el hom- que hereda parte de sus rasgos. Por tanto, para desvelar la histo-
bre ha clasificado taxonómicamente a los animales domésticos, a ria evolutiva de cualquier ser vivo es imprescindible la compara-
los aperos de labranza o a los instrumentos musicales desde ción de las similitudes y diferencias que los individuos de ese li-
tiempo inmemorial. En biología, el científico que estandarizó este naje ostentan. Aunque se pueden emplear rasgos de todo tipo:
modelo de clasificación por ordenación fue Carl Linné y en honor morfológicos, de comportamiento o moleculares, la reconstruc-
a él se habla de Ĵ  . El criterio de ordenación ción filogenética ha encontrado en estos últimos una fuente
empleado por este investigador, previo a la proposición de cual- enorme de información. En la actualidad, la comparación de se-
quier hipótesis evolutiva, fue el del parecido morfológico. De esta cuencias de ADN es la técnica habitual de trabajo en este campo y
manera, para Carl Linné todos los animales con aspecto de gu- cualquier persona interesada en Biología evolutiva debe conocer,
tanto cómo se generan los árboles filogenéticos, como aprender a Un árbol filogenético es un esquema ramificado (( F»ÃU»Ã#)
interpretarlos y emplearlos en su investigación. en donde cada  representa un linaje y cada bifurcación, cada
, representa un evento de especiación. Es decir, el lugar en
donde un linaje ancestral dio lugar a dos líneas evolutivas distin-
tas. Dos ramas que comparten un ancestro común, no compartido
P2Ħ  ïŅm 
por ninguna otra rama, se dice que son dos linajes o  U
    n   
 y a cada una de las ramas que comparten un ancestro co-
  Ņ    ĴïO
mún se las denomina un o ïĦ. Idealmente
todas las ramificaciones en un árbol deberían ser bifurcaciones,
fruto de un evento de especiación concreto. Pero, a veces, no se
Cómo interpretar un árbol filogenético cuenta con la suficiente información como para proponer la ca-
dencia precisa en la que estas bifurcaciones se han producido
Se debe empezar por entender que la reconstrucción filoge- dentro de un linaje y entonces se debe dibujar un clado en forma
nética de un linaje representa una hipótesis de trabajo, la infe- de Ĵ. Una politomía, por tanto, representa una laguna de
rencia de las relaciones genealógicas de un grupo, basada en información y no debe ser tomada como un fenómeno evolutivo
una serie de rasgos concretos y que, por lo general, se repre- en sí, lo que implicaría una ramificación múltiple en un único
senta gráficamente en forma de un esquema ramificado, al que momento de la historia de un linaje. Las politomías son especial-
se denomina ėï Ħ(( F»ÃU»Ã). mente frecuentes en los ė   . Por lo general, una
reconstrucción filogenética no lleva a una única solución posible,
sino a un conjunto de árboles o hipótesis que podrían, con igual
Un árbol filogenético se construye proponiendo caracteres que
probabilidad, explicar la filogenia del linaje estudiado. En tal caso,
hayan sido heredados por los miembros de un grupo a partir
los programas informáticos de análisis filogenético permiten re-
de hipotéticos ancestros comunes.
unir, en un solo árbol, toda la información contenida en los árbo-
les generados, a costa de reunir en politomías todas y cada una de
% 8MIQTS & las dicotomías contradictorias. Esto es lo que representa un árbol
de consenso.
6EQE % % No existe un programa de análisis filogenético ideal y cada in-
&
8VMGSXSQɳE

& vestigador tiene sus preferencias. En el mercado existen tanto


6Eɳ^
programas de pago, como potentes programas de acceso libre vía
'
( Internet (v. en Enlaces de interés Programas de análisis
2SHS
' ' filogenético). Unos poseen especial habilidad para reunir a las es-
LIVQERSW

)
+VYTSW

pecies más próximas entre sí, mientras que otros son más poten-
* ) tes a la hora de discernir la comentada secuencia temporal de
+ eventos de especiación en cada rama. Aquellos programas que fa-
'PEHS llan en esta segunda tarea, generan lo que se denominan ė 
' (  ! (( F»ÃU»Ã$). En este tipo de árboles, es posible
%
ver la relación entre las especies o taxones estudiados, pero no la
& secuencia de especiación, es decir, son árboles en donde el tiempo
' no se representa. Los árboles no enraizados, como los árboles de
) consenso, son hipótesis que contienen lagunas de información y,
(
por tanto, son un resumen de varios árboles a la vez. En el caso de
)
un ė ! (( F»ÃU»Ã#) el tiempo sí puede leerse, en-
* tendiéndose que la primera rama que se bifurca, representa la
      Ĵ!del árbol, el momento más antiguo de la historia de ese lina-
je, y que el tiempo discurre en dirección a las  . En
Fig.c19-19 | Partes y estructura de los árboles filogenéticos. A) Árbol enraiza‐
do en donde se muestra la dirección en la que discurre el tiempo generando un árbol enraizado las ramas pueden incorporar información adi-
una raíz, diversas ramas (con dicotomías o politomías) y nodos. B) Árbol no cional a través de su longitud. En efecto, si las ramas intentan re-
enraizado en donde el tiempo no se representa y solo se muestra la relación presentar el grado de semejanza de los linajes que unen, se estará
entre taxones. C) Árbol en donde se muestra la relación filogenética de seis
especies (A a F) y la aparición de diversos caracteres en forma de círculos co‐ ante un
 . Un fenograma (( F»ÃU»Ã') siempre se verá
loreados. El ancestro del grupo poseía el carácter rojo, heredado por las espe‐ asociado a una escala situada junto al árbol, que nos permitirá
cies del clado A-B. El carácter rojo es un rasgo plesiomórfico en este hipotéti‐
medir el grado de similitud entre linajes. Si las ramas del árbol
co grupo y simplesiomórfico en A y B. En el ancestro del clado C-F, el carácter
rojo dio lugar al carácter azul que es apomórfico respecto al carácter rojo. Al simplemente representan la relación entre taxones sin dar un va-
ser heredado por las especies D y E es sinapomórfico en estas especies. De lor a su parecido, el árbol filogenético constituye un  
forma independiente, en las especies C y F se producen nuevas mutaciones
que transforman azul en amarillo. Ambas mutaciones son apomorfías respec‐ (( F»ÃU»Ã&).
to a azul, pero, al ser independientes entre sí, estas mutaciones (aparentemen‐
te idénticas) son una homoplasia. D) Forma típica en la que se representa un
cladograma. Frecuentemente en algunas ramas se incluyen las apomorfías,
aquí representadas por rectángulos rojos, que caracterizan a ese clado. La Cómo usar un árbol para interpretar rasgos
longitud de las ramas no posee información alguna. E) Forma típica en la que
se representa un fenograma. Este tipo de árboles se acompañan de una esca‐
Ya que un árbol representa una hipótesis acerca de la historia
la que indica los valores de similitud de cada rama. Aquí la longitud de las ra‐
mas indica mayor o menor parecido entre las especies del clado formado. evolutiva de un linaje, ésta puede ser usada para generar nuevas
hipótesis, como se avanzó en apartados anteriores. Estudiando En el fondo, estos rasgos no son simples analogías pues, aun-
qué rasgos presenta cada taxón en el árbol se pueden proponer que aparecen de nuevo en linajes distintos, son fruto del redescu-
hipótesis acerca de la historia evolutiva de esos rasgos y llegar a brimiento de paquetes genéticos ya empleados en un ancestro re-
conocer si ese rasgo es más fruto de la ancestralidad (historia) moto. En realidad, hoy se considera que este tipo de rasgos se si-
que de la selección natural. Como ya se vio en el caso de las plu- túan en la frontera entre las analogías y las homologías y se hace
mas en la evolución de las aves (( F»ÃU»¾), una de las hipótesis referencia a este fenómeno como  Ĵ
.
que se pueden estudiar gracias a un árbol evolutivo se refiere al
momento en el que pudo aparecer o perderse un rasgo en la evo-
Si has comprendido los conceptos de homología y homopla‐
lución de un linaje. También se puede estudiar, por ejemplo,
sia, deberías ser capaz de indicar si los siguientes rasgos per‐
cuántas veces ha aparecido un mismo rasgo en un linaje. Si todos
tenecen a una u otra categoría: los ojos de un ser humano y un
los miembros de ese linaje comparten un cierto rasgo de nuestro
delfín, el comportamiento social de un ser humano y de un go‐
interés, se puede hipotetizar que el rasgo fue heredado por todos
rila, el comportamiento social de un ser humano y de un delfín.
ellos a partir de su ancestro común. A tales rasgos se les denomi-
na    Ņ . En otras ocasiones, nos encontramos
con que no todos los miembros del linaje poseen dicho rasgo y De igual forma que entre los caracteres no homólogos se puede
que éste aparece en varios sublinajes no estrechamente emparen- hacer una clasificación, los caracteres homólogos también se
tados. En tal caso, se puede inferir que el rasgo ha podido apare- prestan a ello (( F»ÃU»Ã%). Dos caracteres se consideran homó-
cer varias veces en la historia evolutiva de ese linaje, como fruto logos cuando se puede hipotetizar que ambos están relacionados
de diversos procesos selectivos. A estos rasgos similares en fun- por su ancestralidad, lo que puede significar dos cosas: que am-
ción, pero que han aparecido en múltiples ocasiones en la historia bos descienden de un tercer carácter presente en el ancestro co-
de un grupo, se les llama    ė . Los caracteres mún o que uno de los rasgos ha dado lugar, por transformación,
análogos no nos sirven para justificar la estrecha relación entre al otro. En este segundo caso se puede decir que se habla de un
varios linajes, su ancestralidad común, pero son rasgos especial- mismo rasgo, pero en diferentes  de transformación o
mente interesantes desde un punto de vista evolutivo. Tales ras- evolución. Así, se habla de  
Ĵ para referirse al rasgo
gos suelen constituir maravillosas oportunidades para preguntar- más antiguo, que ha dado lugar por transformación al otro. A
se acerca de las fuerzas evolutivas que los han generado y, dado éste, al derivado o más moderno, se le denomina 
Ĵ. Por
que han aparecido varias veces, discutir sobre su posible valor definición, los rasgos plesiomórficos, al ser los más antiguos,
adaptativo. Es importante entender que dos o más rasgos no pue- suelen encontrarse en varias especies y, a menudo, en muchos
den ser identificados como homólogos o análogos a priori, es de- linajes distintos. Cuando una plesiomorfía se comparte por varios
cir, antes de haberse realizado la reconstrucción filogenética del taxones, se denomina  
Ĵ. Por el contrario, las apo-
grupo en donde se estudian. Solo tras la elaboración de un árbol, morfías pueden ser de más reciente aparición en un linaje y no
es posible observar si un rasgo pudo haberse generado en el an- resulta extraño que sean exclusivas de un único taxón. A estos
cestro común del linaje o debe entenderse que apareció en diver- rasgos únicos y exclusivos de un taxón o linaje se les conoce como
sas ocasiones. No obstante, en muchos casos la similitud entre 
Ĵ. Si una apomorfía es compartida por varios taxo-
algunos rasgos es tan superficial, que no existen grandes dificul- nes, se denomina una 
Ĵ. Los algoritmos empleados
tades para identificar dos rasgos como análogos. Sin embargo, en para la obtención de árboles filogenéticos, intentan hacer uso de
otras, dos rasgos son tan similares, tanto en función como en es- las sinapomorfías, entendiéndose que cuantas más apomorfías
tructura, que solo pueden ser identificados como analogías tras comparten dos grupos, más estrechamente emparentados se en-
una reconstrucción filogenética que indique claramente cuál ha cuentran. No obstante, al igual que se comentó con la imposibili-
sido el origen de esos rasgos. A estos rasgos no homólogos se les dad de establecer a priori si dos rasgos son homólogos o análogos,
denomina (( F»ÃU»Ã%). en el caso de dos caracteres homólogos presentes en dos estados
distintos, el estado plesiomórfico o apomórfico de cada uno de
ellos lo determinará su situación final en el árbol obtenido.
Los caracteres encontrados en dos o más grupos de seres vi‐
vos pueden ser similares debido a que han sido heredados de
un ancestro común (homologías) o porque se han ganado de
manera independiente a lo largo de su evolución
Una breve noción sobre inferencia filogenética
(homoplasias).
Sin duda, una de las tareas más provechosas en Biología evo-
lutiva es la de construir hipótesis sobre las relaciones filogenéti-
Actualmente se diferencian dos tipos de homoplasias: los cas de diversos taxones (árboles filogenéticos). A esta tarea se la
rasgos convergentes y los paralelos: denomina inferencia o reconstrucción filogenética. Aunque en la
actualidad esta tarea se ha convertido en una disciplina extrema-
Los      son rasgos similares, pero apare- damente compleja, tanto desde un punto de vista teórico como
cidos en linajes distintos, y que no se pueden relacionar con práctico, su lógica de trabajo sigue siendo bastante simple de en-
genes comunes. tender. Los biólogos evolutivos cuentan con datos (rasgos o ca-
Los    , sin embargo, son rasgos que, apare- racteres) obtenidos a partir del estudio de una serie de taxones,
ciendo en linajes distintos, no estrechamente emparenta- que se sospecha que están relacionados por su parecido general.
dos, parecen resucitar rasgos presentes en un ancestro de Con esta información se pueden agrupar a estos taxones aten-
ambos grupos y que se perdieron en los ancestros más re- diendo al axioma de que, cuanto más parecidos sean estos taxo-
cientes de cada uno de ellos. nes, más rasgos significativos compartirán en común. Nótese que
se habla de «rasgos significativos», es decir, no se habla solo de termina transformándose en otra, inexorablemente. A este proce-
la cantidad de rasgos compartidos, sino de la calidad de estos. En so se lo conoce como  Ħ . Alternativamente, un linaje
efecto, a partir de un conjunto de rasgos se puede construir una puede sufrir un proceso de bifurcación y, como resultado de éste,
gran cantidad de árboles. La inferencia filogenética se encarga de aparecen dos linajes hijos que constituyen el germen de dos espe-
elaborar algoritmos y métodos de análisis de estos rasgos con los cies distintas. A este proceso se le conoce como  Ħ . Se-
que generar hipótesis. Una escuela dentro de esta disciplina de la gún el modelo de gradualismo filético, la cladogénesis es un pro-
Biología evolutiva emplea métodos basados en el principio lógico ceso que aporta diversidad a un linaje, es decir, ayuda a generar
de , mientras que otra escuela emplea Ħ  más especies en éste, pero el principal proceso que explica la
. La primera de estas escuelas se denomina Ĵ y transformación evolutiva de las especies es la anagénesis. Otra
propone que el árbol más adecuado, el más parsimonioso, será idea derivada de este modelo es que una especie ancestral no
aquel que cuente con el número menor de cambios evolutivos en- puede vivir al mismo tiempo que la especie a la que da lugar por
tre los caracteres estudiados. La segunda escuela, denominada transformación. Las especies desaparecen paulatinamente al ir

Ħ considera que el árbol más adecuado será aquel que transformándose unas en otras y a este proceso se le denomina
reúna a los taxones estudiados por su máximo parecido (aquí, pa-   Ņ. Los fenómenos de extinción real son, en este
recido y distancia son términos sinónimos). Ambos métodos fun- modelo, infrecuentes y poco interesantes para entender la evolu-
cionan bien cuando se trata de estudiar un conjunto pequeño de ción de un linaje. Este modelo, como otras de las ideas clásicas
elementos, caracterizados por unos pocos rasgos, pero cuando se expuestas en este capítulo, tiene tanta elegancia conceptual,
supera un cierto número de taxones y caracteres, las posibilida- como problemas para adaptarse al mundo real. Para desconcierto
des de encontrar el árbol óptimo, sea éste el más parsimonioso o de los biólogos evolutivos, el registro fósil no suele ser siempre
el de menor distancia, desaparecen. Hay que conformarse enton- congruente con el proceso anagenético.
ces con obtener árboles que, probablemente, sean los más ópti-
mos. Aquí, la certeza se transforma en probabilidad y esto ocurre
La velocidad y pautas por las que aparecen nuevas especies
en cuanto se traspasa la frontera entre los casos de manual de
en un linaje están sujetas a interpretaciones distintas. Discernir
texto y la realidad del quehacer científico real. Los Ħ 
si el patrón anagenético es real o establecer su frecuencia rela‐
 ė y la 
    son dos aproxi-
tiva debe tener consecuencias muy importantes a la hora de
maciones muy usadas en la actualidad cuando se intentan obte-
entender los fenómenos microevolutivos y macroevolutivos.
ner árboles con una cierta probabilidad de ser los que explican la
relación entre diversos taxones. Explicar cómo funciona cada uno
de estos métodos de inferencia queda fuera del alcance de este Un modelo alternativo al gradualismo filético lo constituye el
capítulo. Dado que estos análisis nos hablan de probabilidades, modelo de  (( F»ÃU¼º). Según este modelo,
una vez obtenidos los árboles, se suele aplicar alguna técnica es- la anagénesis es un proceso muy raro en la evolución de cualquier
tadística complementaria, que permite medir el grado de con- linaje. El registro fósil nos indica que las especies suelen mante-
fianza de la estima que se ha obtenido. En ciencia, se está acos- nerse bastante estables morfológicamente desde su aparición
tumbrados a trabajar con grados de confianza del 95 % y es este hasta que desaparecen del registro, momento en el que se consi-
valor de confianza el que se intenta medir con análisis estadísti- deran extintas. A este patrón de estabilidad morfológica a lo largo
cos como los conocidos @PPUTUS?QGOE o J?ALLOGāOE. Estos valores del tiempo se le denomina . Los períodos de estasis se ven
suelen incluirse en las ramas de los árboles filogenéticos que se acompañados en la historia de un linaje por fases de cambio rápi-
publican y sirven para tener una idea bastante aproximada del ni- do, que no suelen dejar huella en el registro fósil. A estos períodos
vel de confianza que cada rama puede dar.

1SHIPSKVEHYEPMWXE )UYMPMFVMSTYRXYEHS
Tasas evolutivas
En Biología evolutiva existen, desde los años 70 del pasado si-
glo XX, dos ideas alternativas acerca de cómo se produce el cam-
bio evolutivo y cómo se refleja en el registro fósil. La idea clásica
propuesta por el neodarwinismo defiende que la macroevolución
)WXEWMW

es un epifenómeno, apenas el resultado acumulado de microevo-


luciones a lo largo de un cierto período de tiempo. Los pequeños
8MIQTS

8MIQTS

cambios acumulados por una especie a lo largo de su historia de-


terminan que, tarde o temprano, ésta se haya transformado en 4YPWS
otra distinta. El modelo macroevolutivo que resume esta idea es el
denominado ïĦ (( F»ÃU¼º). Según este mode-
lo, en la historia de un linaje se pueden observar dos fenómenos
distintos que explican el patrón de evolución ramificado, con el 8VERWJSVQEGMɸRQSVJSPɸKMGE 8VERWJSVQEGMɸRQSVJSPɸKMGE
que se ha venido trabajando en todo este capítulo. Cada especie
Fig.c19-20 | Tasas de cambio. A la izquierda el modelo gradualista, en donde
sufre constantes cambios a lo largo del tiempo, que terminan por la anagénesis transforma una especie lentamente en otra. A la derecha el mo‐
transformarla de forma ligera y paulatina. Los individuos se su- delo de equilibrio puntuado, muy frecuente en el registro fósil, en donde la
anagénesis no se observa, ya que la morfología de las especies apenas cam‐
ceden en el tiempo y cada generación, algo diferente a la anterior,
bia (fases de estasis) y en donde las nuevas especies aparecen por cladogé‐
da forma a un linaje serpenteante, de tal manera que una especie nesis en cortos períodos de tiempo (pulsos).
se les denomina . Estos pulsos no representan saltos brus-
Una tendencia evolutiva es un patrón de cambio observado en
cos, en donde una especie da lugar a otra en una sola generación,
un linaje a lo largo del tiempo que parece presentar una cierta
sino procesos de especiación que, por su carácter local y relativa-
direccionalidad. Las tendencias se observan durante períodos
mente rápido, difícilmente quedan escritos en el registro fósil.
de tiempo limitado y afectan solo a linajes concretos. Su origen
Este modelo es congruente con el patrón que los paleontólogos
puede estar relacionado tanto con un proceso de selección
suelen encontrar cuando estudian la evolución de un linaje, a lo
(adaptativo), como de deriva (azaroso).
largo de una columna de estratos geológicos. Las especies empa-
rentadas se suceden una tras otra, sin formas intermedias, los
cambios suelen ser bruscos (pulsos) y cada especie mantiene su Cuando se habla de tendencias evolutivas es importante te-
identidad durante todo su período de existencia. Además, las es- ner en cuenta que se pueden encontrar dos tipos muy distin-
pecies hipotéticamente descendientes de una ancestral, pueden tos de éstas: las tendencias pasivas y las activas:
convivir con ésta, tanto en el espacio como en el tiempo, algo
muy difícil según el modelo gradualista. La estasis resulta ser un Las    suelen entenderse como el resulta-
hallazgo inesperado en Biología evolutiva, ya que las especies pa- do de una restricción evolutiva, y no suelen afectar a todos
recen trabajar activamente para mantenerse cohesionadas mor- los miembros de un linaje. Si, por ejemplo, el ancestro de
fológicamente durante toda su vida, en vez de cambiar constan- un linaje poseía una capacidad craneal mínima, difícilmen-
temente para buscar un alto grado de adaptación. En la actuali- te reducible, la única desviación evolutiva que se puede es-
dad, todo un debate está abierto acerca de la prevalencia de un perar en ese linaje es hacia el aumento de la capacidad cra-
modelo frente a otro. Los biólogos evolutivos que se encuentran neal. En este linaje, algunos miembros pueden tomar un
más cómodos con los estudios genéticos y las posturas clásicas paulatino viaje hacia el incremento de dicha capacidad,
tienden a enfatizar aquellos casos en donde el modelo gradualista mientras que otros mantendrán los reducidos valores de su
parece casar bien con algunos de los datos que se poseen proce- ancestro. Otros ofrecerán un errático patrón de aumento y
dentes del laboratorio. Sin embargo, los paleontólogos ven en el disminución alternativo, pero siempre manteniendo valo-
modelo puntuado la norma y no la excepción en el registro fósil. res superiores a los del ancestro. En este linaje, la impre-
Este debate tiene, sin lugar a dudas, ciertas consecuencias. Si el sión general que se obtiene de su evolución es el aumento
patrón paleontológico al que se denomina estasis es un fenómeno de la capacidad cerebral, pero esta supuesta tendencia no
real, la biología se queda sin un mecanismo seguro para explicar es sino un artefacto, fruto de la existencia de un «muro de
la macroevolución. Hay que recordar que, bajo la hipótesis gra- reducción mínima», que obliga a ese linaje a que cualquier
dualista, basta dejar pasar suficiente tiempo para que la anagéne- cambio se haga solo en una dirección: el aumento de la ca-
sis transforme una especie en otra (para que la microevolución pacidad craneal. Esta aparente tendencia, se conoce en es-
genere macroevolución), pero si las especies pugnan por mante- tadística como el paseo del borracho (véase explicación en
nerse estables, si están en estasis, la macroevolución no puede ( F»ÃU¼»).
deberse a la suma de microevoluciones. Los grandes cambios de- Una    , sin embargo, debe asociarse a un
ben estar basados en otros mecanismos distintos a los que se han proceso evolutivo claramente activo. La situación más
apuntado en apartados anteriores. atractiva reside entonces en poder proponer alguna ventaja
evolutiva que afecte a todos y cada uno de los taxones de
ese linaje. La selección natural podría propiciar el éxito
Tendencias evolutivas evolutivo de todos los individuos que poseyesen un deter-
minado rasgo, y favorecer en especial a aquellos que mos-
El último patrón evolutivo al que se va a dedicar esta breve in- trasen los valores máximos para éste. En este caso, se de-
troducción a la Biología evolutiva es el de las tendencias evolutivas. bería demostrar que la tendencia de cada especie es la de
Desde diversos campos científicos se cree ver, en ocasiones, la dar lugar a una o más especies hijas con mayor capacidad
tendencia en un grupo a sufrir cambios que dirigen a éste en una craneal (( F»ÃU¼¼).
dirección aparentemente prefijada. Esta dirección, en cierto sen-
tido dirigida, se aparta del azaroso devenir sin rumbo que se de-
bería esperar como fruto de una evolución alejada de un propósito
o fin último. Ejemplos de estas tendencias pueden ser la propen-
sión a aumentar de tamaño en algunos linajes de mamíferos a lo
largo de su historia (incluidos los homínidos), la aparente ten- Fig.c 19-21 | El concepto estadístico
dencia a la complejidad de las formas vivas o el progresivo au- del paseo del borracho. La tendencia
mento en la capacidad craneal (y por tanto de la inteligencia) en observada al atropello de algunos
clientes que salen con unas copas de
nuestra propia estirpe. Resulta indiscutible que estos patrones se
más de este bar, es un claro ejemplo
observan de alguna forma en la historia evolutiva de ciertos lina- de tendencia pasiva. Los borrachos
jes a lo largo de un cierto tiempo. Y, aunque no se mantienen des- describen paseos erráticos que en‐
cuentran en un lado de la calle una lí‐
de el origen hasta la desaparición de ese linaje, siempre surge la
nea infranqueable de edificios y, en la
pregunta de cuál es el proceso que puede estar detrás de este pa- otra, la calzada. Solo este lado de la ca‐
trón ¿Se trata de un proceso activo como la selección natural, o de lle es peligroso y es normal que algu‐
un espejismo pasivo dirigido por un caso de deriva? ¿Es un proce- nas personas terminen atropelladas.
Una verdadera tendencia sería aquélla
so que favorece algún rasgo en especial? ¿Persigue un cierto inte- en donde todos los clientes terminan
rés biológico? (v. '   ð Ņ»ÃU½  ). en la calzada y, muchos, atropellados.
1YVSHIVIHYGGMɸR han ignorado los biólogos, el neodarwinismo apostó por estudiar
QɳRMQE
una de las caras y a olvidarse por completo de la otra. Sin embar-
go, es en la cara olvidada, es durante el desarrollo embrionario,
8MIQTS

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8MIQTS
donde se cree hoy que se producen los cambios que generan nue-
vas estructuras, nuevas especies y nuevos planes estructurales.
En efecto, una mutación genética solo tendrá reflejo en la evo-
8EQEɶS 8EQEɶS 8EQEɶS lución a escala macroevolutiva si es capaz de alterar el fenotipo
7MRXIRHIRGME 8IRHIRGMETEWMZE 8IRHIRGMEEGXMZE de manera importante y esto no se consigue si esa mutación se da
en un gen estructural, es decir, en un gen relacionado con la ex-
Fig.c19-22 | Tendencias pasivas y activas. Representación gráfica de tres ti‐ presión fenotípica de un rasgo. Para que una mutación tenga
pos de devenir evolutivo a partir de una especie ancestral. En el eje de las y efectos notables, debe darse en otro tipo de genes, en los genes
discurre el tiempo, mientras que el de las x mide aumento o reducción de ta‐
maño en los linajes descendientes de la especie ancestral. En el primer caso, reguladores que se expresan durante el desarrollo embrionario y
hay descendientes que aumentan y otros que disminuyen en tamaño, por tan‐ de los que se ocupa la evo-devo.
to, no es posible apreciar tendencia alguna. En el segundo caso la especie an‐
cestral parte de un tamaño mínimo que no puede ser rebajado, por lo que exis‐
te un «muro» o impedimento estructural que no le permite al linaje una reduc‐ La mutación de un gen estructural puede mejorar la aptitud de
ción menor (incluso aunque en ciertos períodos de tiempo fuese ventajosa
una reducción como sugieren las flechas). A la larga, el devenir evolutivo gene‐ un rasgo (microevolución). Sin embargo, la mutación de un
rará siempre especies tan grandes o más que la ancestral. Se está ante la sen‐ gen regulador durante el desarrollo embrionario puede generar
sación de una tendencia al aumento de tamaño, aunque simplemente es el
resultado del efecto «paseo del borracho». En el tercer caso, existe una ventaja
un nuevo rasgo o una nueva especie (macroevolución).
clara hacia el aumento de tamaño (como indican las flechas) y todas las espe‐
cies responden en ese sentido. En este caso, sí se puede hablar de una ten‐
dencia al aumento y es lícito buscar la causa de dicha tendencia. Desde la década de los años 80 del pasado siglo, esta nueva
disciplina no ha dejado de sorprendernos con descubrimientos,
que suelen ser tan interesantes como inquietantes. El primer gran
descubrimiento de la evo-devo fue la sorprendente similitud en la
La biología evolutiva del desarrollo y la arquitectura genética de seres vivos tan diferentes fenotípica-
macroevolución mente como un insecto y un vertebrado superior. La sorpresa se
tornó en desconcierto cuando se descubrió que la expresión de
Se inició este capítulo explicando que la evolución se produce a algunos órganos clásicamente considerados como análogos,
través de un mecanismo que implica la génesis de variación, la como los ojos de estos dos grupos animales, quedaban bajo el
heredabilidad de ésta y el éxito diferencial de dicha variación. A control de redes genéticas homólogas. En este ejemplo, ambos
través de la Genética de poblaciones y la Biología molecular, se ha tipos de ojo dependen de la expresión del gen Pax 6 (descrito
podido entender de manera simple cómo un alelo puede exten- como eyeless en artrópodos) durante el desarrollo embrionario.
derse o desaparecer de una población, a lo largo del tiempo. La Poco después, se descubrió que los genes que interaccionan con
Genética cuantitativa nos ha permitido ver cómo la interacción Pax 6 para generar células fotorreceptoras también eran los mis-
entre múltiples genes y de estos con el medio ambiente, añade mos en grupos tan distantes como vertebrados, moluscos, artró-
una dimensión más realista al proceso evolutivo. Todas estas dis- podos o medusas. Se entendió entonces, que rasgos superficial-
ciplinas han sido capaces de explicar cómo un rasgo puede apare- mente dispares, podían ser variaciones sobre un mismo tema en
cer en una especie y difundirse por ésta de manera gradual, a tra- lo más profundo de la arquitectura animal. El concepto de homo-
vés del proceso que se ha denominado microevolución. Pero, como logía profunda, del que ya se ha hablado antes, hizo su aparición
se vio al final del apartado Tasas evolutivas, siendo honestos, este en la Biología evolutiva. La historia de los ojos se ha repetido des-
proceso no nos lleva más allá de la génesis de variación intraes- de entonces al estudiarse la formación de otros órganos, como
pecífica, y una teoría evolutiva completa debe intentar explicar, corazones y sistemas nerviosos, o en el establecimiento de ejes de
claramente, cómo se generan nuevos taxones, no solo cómo va- simetría corporal. Todos ellos basados en un puñado de genes ho-
rían los ya generados. Es decir, debe explicar también la macro- mólogos una vez más. La idea que se destila de estos descubri-
evolución. El neodarwinismo clásico zanjó el asunto apostando por mientos es que la evolución emplea una y otra vez una serie de
el tiempo. Bastaría con dejar a los mecanismos microevolutivos herramientas genéticas básicas, cada vez que las circunstancias lo
funcionar durante un cierto lapso temporal, para que su trabajo requieren (recordemos aquí el concepto de coopción molecular).
acumulado generase macroevolución. Pero para muchos esta res- Tras 150 años hablando de evolución, ahora se puede afirmar sin
puesta surgió más del corazón que de la cabeza de los padres del lugar a dudas que Darwin acertó de pleno cuando acuñó la idea de
neodarwinismo, quedando la solución entre los desafíos por re- «descendencia con modificación» y que los que desviamos un
solver de la teoría evolutiva. poco el tiro fuimos los seguidores del neodarwinismo, al otorgarle
Una nueva disciplina, la $ Ĵ      o, a la selección natural más protagonismo del que realmente de-
más comúnmente conocida como U , parece ser la desti- mandaba. En los animales, las estructuras bien adaptadas no han
nada a ofrecer cierta luz en este asunto. Desde casi los orígenes sido reinventadas en tantas ocasiones como se pensaba, sino que
del darwinismo, se reconoció que la evolución es una moneda de han sido reutilizadas y modificadas a partir de otras. Como ya se
dos caras, en la que una está representada por los organismos ha dicho anteriormente, la evolución tiene tanto o más de brico-
adultos, que compiten con sus rasgos y se seleccionan de acuerdo laje (coopción), como de ingeniería (selección).
a su aptitud y otra la integra el desarrollo embrionario, lugar El segundo gran descubrimiento de la evo-devo se refiere a la
donde los rasgos se regulan y se crean realmente. Por razones que , es decir, la constatación de que, en la formación de
han fascinado a historiadores y filósofos de la ciencia, pero que órganos complejos, como puede ser un sistema nervioso o un ojo,
diversas partes se desarrollan (hasta cierto punto) como un com- morfógeno puede ser suficiente. Es ampliamente conocido
partimiento regido por sus propias rutas genéticas. De esta for- que la expresión de un gen se puede alterar por la interacción
ma, cada módulo puede evolucionar de forma independiente a la con otra sustancia que esté presente en las células de una
de otros. Pero, a su vez, cada módulo interviene en la génesis de cierta región corporal. De esta interacción se puede esperar
los otros módulos con los que interactúa, influyendo así en la es- una inhibición, una sobreexpresión o una gradación en la ex-
tructura final del complejo modular. Por ejemplo, la retina y la presión genética. Si en un embrión se genera una sustancia
lente de un ojo se comportan como módulos distintos durante el que se difunde por éste a partir de la región desde la que se
desarrollo, pero cada una de esas estructuras está ahí porque la sintetiza, y dicha sustancia interactúa con algún gen que se
retina ayuda a la génesis de la lente y ésta a la de la retina. La se- expresa en todo el embrión, se puede generar una gradación
gunda gran lección de la evo-devo es que órganos complejos, ge- en la expresión de ese gen. En algunas regiones se expresará
neralmente adornados con       , se generan mucho, en las opuestas poco y en las intermedias tendrá una
gracias a la interacción de órganos más simples. expresión gradada. Entonces, la acción de la sustancia regula-
Pero la evo-devo no se ha quedado ahí y hoy se busca no solo dora será gradual a lo largo del embrión y la expresión de los
dar cuenta de la base común de la que se parte en la arquitectura genes con los que interactúa también (( F »ÃU¼½). De esta
de la forma (la «descendencia» de la frase darwinista), sino de manera un órgano puede aparecer en determinadas zonas del
cómo se genera variación en ésta («…con modificación» en pala- embrión y no en otras, se pueden establecer regionalizaciones
bras de Darwin). En efecto, los ojos pueden ser homólogos en un en este órgano y todo esto se puede alterar con cualquier alte-
estado profundo, pero son extremadamente distintos superficial- ración que influya en la difusión de las sustancias que interac-
mente, tanto en forma como en funcionamiento. Si las rutas de túan con los genes.
desarrollo profundas son tan similares, ¿cómo se alcanza la dis- ¾F Cambios en la expresión temporal de los genes reguladores o
paridad fenotípica que se observa? Hasta la fecha se han propues-  Ĵ. En este caso, la alteración de la expresión gené-
to algunos procesos (con seguridad se descubrirán más), que en tica no es espacial, sino temporal. Un cierto morfógeno puede
conjunto suelen denominarse SCQ?UUCSOGOE. Estos procesos pueden verse regulado por sustancias que pueden generarse de forma
estar detrás de los cambios macroevolutivos que se conocen y, de temporal durante el desarrollo embrionario. Cualquier altera-
ellos, se hablará brevemente. ción en ese patrón temporal tendrá nuevamente consecuen-
cias directas en la expresión del morfógeno y en el fenotipo
»F Mutación de los genes reguladores: una mutación en un gen final que ofrecerá ese embrión. Ciertos genes se podrán ex-
que se encuentre al inicio de la cadena de interacciones que presar así, durante más o menos tiempo, en el embrión o ju-
regula la expresión de otros genes, que están bajo su control, venil en desarrollo, con la consecuente aparición de rasgos
puede tener consecuencias fenotípicas muy evidentes. Por más exagerados o la retención de rasgos juveniles en el poste-
ejemplo, una mutación de Ultrabithorax, gen presente en todos rior adulto.
los artrópodos, ha modificado la expresión de otro gen deno- ¿F Selección de variantes causadas por plasticidad embrionaria:
minado Distal-less en un subgrupo de ellos, los insectos. Esta en donde se incluyen, entre otras, las influencias epigenéticas
es la razón de que este grupo solo presente patas en el tórax y maternas o paternas, el estrés inducido por densidades altas
no en el abdomen. Las patas abdominales aparecen, sin em-
bargo, en el grupo del que proceden, los crustáceos. Hoy se ve
a los insectos como un grupo de crustáceos modificados y con (
un rasgo único (autapomorfía) entre los artrópodos: solo tres
'
pares de patas. La mutación de Ultrabithorax en el ancestro de
los insectos propició la desaparición instantánea de patas ab-
&
dominales en todos sus descendientes al alterar la expresión
de Distal-less.
¼F Alteración de la respuesta de las células diana en el embrión a
los productos generados por los genes reguladores, sustancias
conocidas como 
Ņ . Siguiendo con el gen Ultrabitho-
rax, resulta que en los insectos este mismo gen está relaciona-
do también con la génesis de las alas. En todos los insectos
%
Ultrabithorax se expresa en el segmento metatorácico, pero en
diferentes grupos de insectos las células de los discos imagi-
nales embrionarios (grupos de células de las que se formarán Fig.c19-23 | La síntesis y difusión por determinadas regiones de diversas sus‐
tancias reguladoras de la expresión de algunos genes a lo largo de un embrión
las alas) responden de forma distinta. Unas interpretan la se-
en desarrollo, puede influir sobre la expresión de dichos genes. En el caso de
ñal haciendo alas normales y, otras, halterios (elaborados ór- la figura, la sustancia A se sintetiza en las células de la región anterior y se di‐
ganos de vuelo con idéntica función a la de un giroscopio). Así funde hacia la zona posterior del embrión. La sustancia B se sintetiza en la
zona dorsal y se difunde hacia la zona ventral. La interacción de las concentra‐
se generará una avispa (con dos pares de alas normales) o ciones de ambas señales tiene como resultado la génesis de tejido neuronal
bien una mosca (eficaz voladora gracias a los halterios). en determinadas partes del embrión. Otras dos sustancias, las marcadas
½F Alteración de la expresión espacial de los genes reguladores o como C y D, se generan y difunden en menor medida solo en ciertas partes de
la región en donde más se expresa A. Como resultado de su presencia y con‐
 Ĵ. En este caso no es necesaria la alteración de la centración, se generan centros neuronales adicionales más complejos en
proteína señal, ni del receptor de dicha proteína, sino que un esas zonas, y de este equilibrio de señales depende la estructura general que
adquiera el sistema nervioso de ese individuo. Cualquier alteración en la géne‐
simple cambio en el patrón espacial de la expresión de un
sis o difusión de una de estas cuatro sustancias puede tener drásticas conse‐
cuencias evolutivas en relación al sistema nervioso de esa especie.
de población, la falta de alimento, la temperatura, el fotope- Bibliografía
ríodo, etc. Este último proceso (o conjunto de procesos) nue-
vamente dirige nuestra mirada hacia la idea de que un genoti- #Ĵ
po no induce directamente un fenotipo. Ya se ha visto que un
genotipo genera un amplio rango de fenotipos potenciales y el Brodie ED III, Moore AJ, Janzen FJ. Visualizing and quantifying natural
medio ambiente determina el fenotipo preciso que ha de ge- selection. Trends Ecol Evol. 1995; 10(8): 313-8.
nerarse. La evo-devo nos da una idea de cómo el medio am- Buss DM, Haselton MG, Shackelford TK, Bleske AL, Wakefield JC. Adap-
biente se comunica con el organismo en desarrollo: gracias al tations, exaptations, and spandrels. Am Psychol. 1998; 53(5): 533-48.
sistema neuroendocrino. Es decir, los genes son regulados en Caporael LR. Evolutionary psychology: toward a unifying theory and a
última instancia por infinidad de sustancias, como se está co- hybrid science. Annu Rev Psychol. 2001; 52: 607-28.
mentando. Muchas de estas sustancias son hormonas y la se- de Queiroz K. A unified concept of species and its consequences for the
creción de éstas depende en buena medida del diálogo entre future of taxonomy. Proc Calif Acad Sci. 2005; 56(18): 196-215.
embrión y ambiente. Es este diálogo el responsable final de las Dicke U, Roth G. La evolución de la inteligencia. Mente y cerebro. 2009;
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La nueva síntesis que se está generando en torno a la teo- Donoghue MJ. A critique of the biological species concept and recomen-
ría de la evolución parece ahora más completa bajo esta nue- dations for a phylogenetic alternative. Briologist. 1985; 88: 172-81.
va visión, en la que se recupera la importancia del desarrollo Eldredge NS, Gould SJ, Coyne JA, Charlesworth B. On punctuated equili-
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vivo se nos describe entonces como el resultado de un proce- Felsenstein J. Skepticism toward Santa Rosalia, or why are there so few
so de selección y génesis en el que el genotipo, heredado de kinds of animals? Evolution. 1981; 35: 124-38.
sus ancestros, propone, pero en donde el medio en el que se Gavrilets S. Models of speciation: where are we now? J Hered. 2014;
desarrolla, también lo hace y, al mismo tiempo, es el que 105(1): 743-55.
dispone. Y en esta disposición final, en este diálogo entre ge- Gould SJ. The evolutionary biology of constraint. Daedalus. 1980; 109(2):
nes, selección y ambiente tiene mucho que decir, como em- 39-52.
pezamos a intuir por lo dicho aquí, el propio sistema Gould SJ. Exaptation: a crucial tool for evolutionary psychology. J Soc Is-
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Gould SJ, Lewontin RC. The spandrels of San Marco and the Panglossian
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Entender la diferencia entre microevolución y macroevolu‐
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ción es de importancia capital para el futuro desarrollo de la
Haag ES, True JR. Perspective: From mutants to mechanisms? Assessing
Biología evolutiva.
the candidate gene paradigm in evolutionary biology. Evolution.
Una de las tareas más fascinantes de la Biología evolutiva
2001; 55(6): 1077-84.
radica en dar respuesta a la relación existente entre estos
Hoekstra HS, Coyne JA. The locus of evolution: evo devo and the genetics
dos procesos, para así dilucidar si se trata de un mismo
of adaptation. Evolution. 2007; 61(5): 995-1016.
proceso o son el fruto de mecanismos distintos.
Hoelzel AR. Impact of population bottlenecks on genetic variation and
El proceso de aprendizaje lógico para intentar entender
the importance of life history: a case study of the northern elephant
bien la macroevolución pasa por estudiar qué es una espe‐
seal. Biol J Linn Soc. 1999; 68: 23-39.
cie, recapacitar sobre la forma en la que éstas pueden apa‐
Hori M. Frequency-dependent natural selection in the handedness of
recer, conocer la metodología para su clasificación y, aún
scale-eating cichlid fish. Science. 1993; 260(5105): 216-9.
más importante, colocarlas correctamente en un árbol
Jackson JBC, Cheetham AH. Phylogeny reconstructions and the tempo of
filogenético.
speciation in the cheilostome Bryozoa. Paleobiology. 1994; 20: 407-
La reconstrucción filogenética de un grupo animal permite
23.
plantear hipótesis sobre el origen de los rasgos que más
Kempe M, Mesoudi A. Experimental and theoretical models of human
nos interesan en ese grupo. Su filogenia nos sugiere hipóte‐
cultural evolution. Wiley Interdiscip Rev Cogn Sci. 2014; 5(3): 317-26.
sis para poder interpretar un rasgo como adaptativo, como
Lenski RE, Ofria C, Pennock RT, Adami C. The evolutionary origin of
fruto de un proceso de convergencia, para dilucidar si se
complex features. Nature. 2003; 423(6936): 139-44.
trata de una adaptación primaria o una coopción, para justi‐
Lewontin RC. Sociobiology: another biological determinism. Int J Health
ficar la existencia de una tendencia evolutiva, etc.
Serv. 1980; 10(3): 347-63.
La Biología del desarrollo se presenta en la actualidad
Lynch M. The frailty of adaptive hypotheses for the origins of organis-
como una importante fuente de información para entender
mal complexity. Proc Natl Acad Sci U S A. 2007; 104 (Sup1): 8597-
la macroevolución, generando fundadas esperanzas sobre
604.
su papel a la hora de explicar los mecanismos que generan
Lynch M, Conery JS. The origins of genome complexity. Science. 2003;
las novedades evolutivas, los nuevos rasgos y, entre ellos,
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también las nuevas conductas.
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