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El trabajo de investigación debe ser

presentado bajo las directrices que rigen un


trabajo científico:
 Estructura
Índice.
La Paz, 06 de marzo (MEFP).- El Gobierno consolidó el mercado chino con la
exportación de carne de res, quinua, chía, entre otros productos y gestiona la apertura
del mercado de Estados Unidos para mantener relaciones comerciales con las grandes
potencias del mundo.
El Ministro de Economía explicó que el anterior gobierno politizó las
exportaciones, priorizaba relaciones comerciales con sus aliados políticos y no
aprovechaba las oportunidades que genera el mercado internacional.
“Bolivia tiene que trabajar en el comercio internacional con todo el mundo y
ahora con Estados Unidos, son los dos mercados más grandes que tenemos
que aprovechar”, declaró el Ministro Parada.
Después de 12 años, el Gobierno promulgó el decreto supremo que flexibiliza
las exportaciones de productos agrícolas, fomenta la producción nacional sin
descuidar el mercado interno. Con esta medida se fomenta la producción de la
industria nacional.
Bolivia tiene un potencial productivo de expansión, en la actualidad se está
explotando entre el 35% al 40% del potencial productivo agropecuario, afirmó el
Ministro.
“Tenemos un potencial muy grande pero hay que dejar también que el sector
privado haga su trabajo, tenemos que darles las facilidades y buscar incentivos
de inversión”, complementó el titular de economía.
Superávit comercial
Después de cinco años  la balanza comercial de Bolivia cerró el mes de enero
de 2020 con un superávit de $us 64,3 millones debido a un incremento en las
exportaciones y la disminución de las importaciones, informó el Banco Central
de Bolivia (BCB).
En enero del presente año las exportaciones de Bolivia llegaron a $us 762
millones, mientras que las importaciones llegaron a $us 697millones.
Estabilidad económica
El Gobierno de transición mantiene la estabilidad económica y en el último
bimestre se logró reducir el déficit fiscal, comercial y los precios de la canasta
familiar se mantienen estables.
“Son buenos indicadores que nos muestran que vamos a seguir creciendo
porque si optimizamos los recursos en proyectos de inversión que generen
impacto favorable en la economía la estabilidad se mantendrá”, declaró Parada.

(https://www.economiayfinanzas.gob.bo/
gobierno-despolitiza-y-fomenta-las-
exportaciones-para-generar-mas-
crecimiento-economico.html)
Introducción.
Exportaciones caen en 26% e
importaciones en 35% en el primer
semestre del año
Bolivia registró el mayor superávit comercial con Argentina ($us 256 millones),
pero el mayor déficit se registró con China ($us -598 millones).
La Paz, 28 de julio (ANF).- Al primer semestre de 2020, las exportaciones totalizaron 3.145
millones de dólares, un 26% menor a lo registrado en el mismo periodo de la gestión
pasada, mientras que las importaciones registraron una baja de 35%, señala un reporte del
Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con datos del Instituto Nacional de
Estadística (INE).

En este periodo, Bolivia registró un déficit comercial de 38 millones de dólares,


menor al registrado en el primer semestre de la gestión pasada que fue de 679
millones.

Argentina lideró como país de destino de las exportaciones en el primer


semestre, seguido de Brasil e India. Mientras que los principales proveedores
de Bolivia fueron China, Brasil y Estados Unidos. 

Bolivia registró el mayor superávit comercial con Argentina ($us 256 millones),
pero el mayor déficit se registró con China ($us -598 millones).

El país también registró saldo comercial positivo con India ($us 164 millones),
Japón ($us 138 millones), Colombia ($us 141 millones) y déficit con Estados
Unidos ($us -125 millones), Chile ($us -57 milloes) y España ($us -50 millones)
La presidenta interina de Bolivia
rompió relaciones con Venezuela,
abandonó ALBA, ingresó al Grupo de
Lima y se enfrenta con México.
Arequipa, que es profesor en la
Universidad Católica Boliviana, piensa
que todas las acciones en política
internacional adoptadas por el gobierno
de Áñez, como romper relaciones con
Venezuela o ingresar al Grupo de Lima,
siguen una estrategia clara. "Ella quiere
diferenciarse de todo lo que significó
Evo Morales y el socialismo del siglo
XXI. La actual canciller, Karen
Longaric, dijo que las relaciones
internacionales no serían llevadas bajo
criterios ideológicos, y eso es
justamente lo que están haciendo. Por
diferenciarse de lo anterior, están
introduciéndose en el otro extremo”,
afirma.
Contracción del comercio exterior
boliviano genera el quinto déficit
comercial
El movimiento del comercio exterior
boliviano en la gestión 2019 bordeó los
18.600 millones de dólares
(exportaciones más importaciones)
dando cuenta de un coeficiente de
apertura comercial del 45%, el más
bajo de la economía boliviana desde
2003, con un saldo negativo por quinta
vez consecutiva.
Entre los factores que llevaron al país a
registrar un nuevo déficit comercial,
esta vez por casi 860 millones de
dólares en la pasada gestión, cuentan:
la caída de las cotizaciones
internacionales de las materias primas,
producto de la guerra comercial
EE.UU.-China, que llevó a una
desaceleración del crecimiento
mundial; la baja performance del
comercio en el orbe derivado del menor
crecimiento de la China; las
devaluaciones generalizadas; una
menor demanda de gas por parte Brasil
y Argentina; y, factores internos en
Bolivia como los incendios en varios
Departamentos del país durante cuatro
meses, el paro cívico por tres semanas
que frenó casi todas las actividades
económicas, y el intempestivo cambio
de Gobierno en el último trimestre del
2019. ¡Vea más detalles!

Marco Teórico.
CONTRACCIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR
BOLIVIANO GENERA EL QUINTO DÉFICIT
COMERCIAL
El movimiento del comercio exterior
boliviano en la gestión 2019 bordeó los
18.600 millones de dólares (exportaciones
más importaciones) dando cuenta de un
coeficiente de apertura comercial del 45%,
el más bajo de la economía boliviana desde
2003, con un saldo negativo por quinta vez
consecutiva. Entre los factores que llevaron
al país a registrar un nuevo déficit
comercial, esta vez por casi 860 millones
de dólares en la pasada gestión, cuentan:
la caída de las cotizaciones internacionales
de las materias primas, producto de la
guerra comercial EE.UU.-China, que llevó a
una desaceleración del crecimiento
mundial; la baja performance del comercio
en el orbe derivado del menor crecimiento
de la China; las devaluaciones
generalizadas; una menor demanda de gas
por parte Brasil y Argentina; y, factores
internos en Bolivia como los incendios en
varios Departamentos del país durante
cuatro meses, el paro cívico por tres
semanas que frenó casi todas las
actividades económicas, y el intempestivo
cambio de Gobierno en el último trimestre
del 2019.
Según datos del Instituto Nacional de
Estadística (INE), en 2019 las exportaciones
de Bolivia totalizaron alrededor de 8.800
millones de dólares, un 2% menos que lo
registrado en el 2018. Las ventas externas
de Bolivia estuvieron conformadas en un
80% por las Exportaciones Tradicionales -
hidrocarburos y minerales- denotando la
alta dependencia de los recursos
extractivos no renovables para obtener
divisas. Las ventas de minerales alcanzaron
4.250 millones de dólares, destacando el
oro como el principal mineral exportado,
por más de 1.740 millones. Por su parte,
los hidrocarburos totalizaron casi 2.830
millones de dólares, de los cuales el gas
natural sumó 2.720 millones,
posicionándose como el principal producto
de exportación de Bolivia, pese a registrar
una caída del 8% en términos de valor y
15% en volumen. Por su lado, las
Exportaciones No Tradicionales (ENT) -
altamente generadoras de empleo y un
gran efecto multiplicador sobre la
economía boliviana- experimentaron
también un descenso del 6% en su valor,
pese al crecimiento en volumen del 6%,
dando cuenta un “efecto precio” negativo.
Los principales exponentes de las ENT
fueron: soya y sus derivados, alcanzando
más de 710 millones de dólares, un 11%
menos a lo registrado en 2018; en segundo
lugar, la castaña, que sufrió una caída
significativa del 29%; a diferencia de ello,
las ventas externas de azúcar tuvieron un
buen desempeño al incrementarse 51% en
valor y 56% en volumen. El mayor
Departamento exportador en el 2019 fue
Santa Cruz con casi 2.200 millones de
dólares y una participación del 25% sobre
el total, destacando sus ventas de gas
natural y productos del complejo
oleaginoso. El segundo Departamento con
mayor exportación fue Potosí con un valor
de aproximadamente 2.000 millones de
dólares siendo sus principales productos
exportados, minerales como el zinc, plata y
plomo; en tanto que Tarija se situó como el
tercer Departamento con mayor
exportación por un valor superior a los
1.660 millones de los cuales prácticamente
el 99% correspondió al gas natural. En
cuanto a mercados, Brasil y Argentina
fueron los principales destinatarios de las
exportaciones gracias a la venta de gas
natural, representando este único
producto más del 90% en ambos casos;
destacaron también como principales
compradores Emiratos Árabes Unidos e
India, gracias a las ventas de formas de oro
en bruto. Las importaciones de Bolivia en la
gestión 2019 sumaron alrededor de 9.800
millones de dólares, un 3% menos que su
registro del 2018. Las categorías con mayor
participación sobre el valor total fueron:
Suministros Industriales (29%); Bienes de
Capital (21%); y, Combustibles y
Lubricantes (16%), este último fue el de
mayor crecimiento con un 18% respecto al
2018, a diferencia de las demás categorías
que registraron bajas. El diésel y la gasolina
fueron los dos primeros productos de
importación en la pasada gestión,
totalizando juntos la cifra mayor a 1.480
millones de dólares americanos. Los
principales países de origen de las
importaciones bolivianas en el 2019
fueron: China con 2.120 millones de
dólares, secundado por Brasil con 1.570
millones, seguido de Argentina con 1.090
millones, Perú con 670 millones y EE.UU.
con más de 610 millones de dólares,
representando en conjunto un 62% del
total importado.
Mal año el 2019, una gestión para el olvido.
El hecho que desde el 2015 Bolivia venga
acumulando déficits externos consecutivos
restando cerca de 5.000 millones de
dólares a las Reservas Internacionales
Netas del país, da cuenta de un fallo
estructural en el sector externo y plantea la
imperiosa necesidad de atender esta
delicada área de la economía, con la
importancia y urgencia que el caso
amerita. El comercio exterior de un país no
puede ser deficitario indefinidamente,
mucho menos cuando viene acompañado
de un déficit fiscal como en el caso de
Bolivia, este último por seis años
consecutivos ya: el límite para esta
situación lo marca el sacrificio de las RIN
del BCB. Para evitarlo, y propiciar un punto
de inflexión en la caída de la tasa de
crecimiento del PIB, el Presidente del IBCE,
Lic. Pedro Colanzi Serrate, en su balance de
la gestión del 2019, propuso un Pacto
Social Productivo (gobierno-empresarios-
trabajadores) hacia un “golpe de timón” en
la gestión pública, empezando por una
política de promoción selectiva de
exportaciones (sectores de rápida reacción,
como el agrícola, pecuario, agroindustrial,
forestal, maderero y turismo), y una
política de sustitución competitiva de
importaciones (para dejar de comprar lo
que podemos producir por nosotros
mismos). Ahora que la pandemia del
coronavirus ha puesto a la economía
boliviana en una encrucijada luego de la
prolongada “cuarentena” por más de dos
meses, promover las Exportaciones No
Tradicionales, abrir y consolidar nuevos
mercados a través de una permanente
sinergia público-privada, mejorar la
“competitividad sistémica” del país, es una
tarea inexcusable. Proteger, facilitar e
incentivar la inversión nacional y
extranjera; desburocratizar trámites al
máximo, especialmente en el comercio
exterior; permitir el pleno uso de la
biotecnología en el agro; alentar la
producción de biocombustibles y
aprovechar de mejor manera los puertos
fluviales con los que cuenta el país,
ayudaría sobremanera. Rescatar el
mercado interno de la competencia ilegal y
desleal del contrabando, podría ayudar a la
mejora del agro y la industria
manufacturera. El reto de forjar ese gran
Pacto Social Productivo frente al
complicado escenario actual y futuro, se
avizora como la única posibilidad para
revertir la recesión de este año, los
“déficits gemelos” y la pérdida de empleos;
para ello, la unidad de los bolivianos
resultará un factor fundamental de éxito. El
Consejo Editor de “Comercio Exterior”
agradece a la empresa Almacenera
Boliviana S.A. (ALBO S.A.) por ser coeditora
de la presente publicación, destacando el
enorme aporte que realiza a través de sus
cotidianas operaciones aduaneras,
aportando al desarrollo del comercio
exterior y el engrandecimiento del país.

CRECIMIENTO MUNDIAL DE 2019, EL MÁS


BAJO DE LA DÉCADA
NACIONES UNIDAS (AP) .La economía
global registró en 2019 su crecimiento más
bajo de la década, cayendo a 2,3% como
resultado de las prolongadas disputas
comerciales y una desaceleración en la
inversión doméstica, reveló el jueves
Naciones Unidas.
El reporte anual de la ONU de nombre
Situación Económica Mundial y Panorama
2020, pronostica una modesta aceleración
en el crecimiento global, alcanzando 2,5%
en 2020 y 2,7% en 2021.
El reporte señaló que, en Estados Unidos,
la mayor economía del mundo, el
crecimiento del producto interno bruto
cayó de 2,9% en 2018 a 2,2% en 2019, y se
proyecta que baje hasta 1,7% en 2020, con
un pequeño incremento a 1,8% en 2021.
El reporte más reciente de Naciones Unidas
dice que 2019 terminó registrando la
menor expansión económica a nivel global
desde la crisis financiera mundial de 2008-
2009, y el crecimiento apunta a la baja en
prácticamente todas las economías
principales, y desacelerándose en todas las
zonas geográficas, con la excepción de
África.
https://apnews.com/article/838676eefc46
40d7b2985761f013723d)
La economía mundial ante 2019
Buenas perspectivas para la economía
mundial
Tras un 2018 de fuerte crecimiento
económico global y cierta corrección en
las bolsas (con la mayor caída en los
parqués estadounidenses en los
últimos 10 años), el escenario base de
prácticamente todas las previsiones es
que durante 2019 el dinamismo se
mantenga con tasas de crecimiento
globales alrededor del 3,5%, menores
que en los últimos años, pero todavía
bastante fuertes (véase la Figura 1).
Tanto el comercio internacional, que
avanzó un 4,2% en 2018 a pesar de las
tensiones proteccionistas, como la
inversión, que se situó en el 26,2% del
PIB (el mayor nivel desde 1980),
muestran que la economía mundial ha
recuperado el pulso tras muchos años
en la unidad de cuidados intensivos.
Asimismo, la inflación, que es un
indicador del estado de salud de la
economía global, comienza a mostrar
algunos síntomas de aceleración. El
suave repunte de los precios es, por
una parte, una excelente noticia,
porque indica que se ha dejado
definitivamente atrás la resaca de la
crisis (aunque no haya cerrado sus
cicatrices), y contribuye a reducir el
valor real de la elevada deuda global
(la friolera de 182 billones de dólares
entre pública y privada). Sin embargo,
si la inflación se descontrolara, los
bancos centrales se verían obligados a
subir los tipos de interés rápidamente,
lo que podría frenar el crecimiento y
generar inestabilidad, algo
especialmente preocupante en EEUU
dado que está en una fase más
avanzada del ciclo de crecimiento que
la zona euro.
En 2019 el fuerte crecimiento vendrá
sostenido por cuatro factores: (1) los
cuantiosos estímulos fiscales aplicados
en EEUU; (2) la continuada inyección
de liquidez por parte del BCE, que
aunque termine con el programa de
expansión cuantitativa mantendrá el
nivel de su balance alto por la
reinversión de sus ganancias y, por lo
tanto, mantendrá el dinero barato y
sostendrá el crecimiento de la zona
euro; (3) la transformación
(relativamente) ordenada del modelo
productivo en China, que está logrando
sostener tasas de crecimiento en torno
al 6% sin caer en una crisis; y (4) el
aumento del crecimiento de los países
productores de petróleo y otras
materias primas impulsado por el alza
en los precios, que aunque han caído
en los últimos meses de 2018 se
mantienen a niveles relativamente
elevados, lo que da margen de
maniobra a través de mayores ingresos
a países como Rusia, Venezuela y
Arabia Saudí, entre otros. Además, no
se esperan crisis generalizadas en los
mercados emergentes (aunque
Argentina o Turquía seguirán pasando
por dificultades tanto por el
endurecimiento de las condiciones
financieras mundiales como por
cuestiones internas tales como el plan
de estabilización acordado por Macri
con el FMI o la desconfianza de los
mercados con respecto a la política
económica de Erdoğan), y la India,
junto a otros emergentes asiáticos,
podría incluso acelerar su crecimiento.

Más concretamente, el consenso de los


analistas apunta a crecimientos por
encima del 2,5% en EEUU, algo por
debajo del 2% en la zona euro, del
1,5% en el Reino Unido (el Brexit no
sale gratis), del 1% en Japón y de casi
el 5% en el conjunto de las economías
emergentes (el 6,3% si nos fijamos sólo
en Asia). La India crecerá alrededor del
7% –un punto más que China–,
América Latina por encima del 2%,
África subsahariana por encima del
3,5% y Oriente Medio y el Norte de
África por encima del 3%. Esto supone
que el crecimiento sincronizado de los
últimos tres años se debería mantener,
aunque con mayor debilidad y de forma
algo más desequilibrada.
Sin embargo, un año más, diversos
riesgos económicos y geopolíticos
amenazan con deteriorar este
escenario. De hecho, algunos de estos
riesgos ya se han incorporado en las
últimas previsiones (a la baja) de
crecimiento de los principales
organismos internacionales, que
señalan que casi todas las posibles
sorpresas pueden ser negativas (véase
la Figura 2). Lo mismo están
anticipando ya los mercados bursátiles,
que han tenido un final de 2018 muy
negro.
RIESGOS POR REGIONES
En 2019 EEUU volverá a ser el
principal motor de la economía mundial
pero también el principal foco de
riesgos e inestabilidad, tanto por las
erráticas políticas de su presidente en
su obsesión por cambiar o aislar el
capitalismo de Estado de China y
reducir los superávit en la cuenta
corriente de la UE, como porque su
largo ciclo expansivo (que si supera
junio sería el más duradero de la
Historia Moderna) podría estar llegando
a su fin. Su economía se está
recalentando, como se refleja en una
inflación por encima del 2% y en una
tasa de paro de tan sólo el 3,7%, la
más baja en décadas. Aunque los
cimientos de su crecimiento son sólidos
y el dinamismo debería continuar, un
adelanto de las subidas de tipos de
interés por parte de la Reserva Federal,
mayores tensiones con China o una
mayor desconfianza ante la política
económica del presidente (sobre el
que, tras la nueva mayoría demócrata
en el Congreso, pende la amenaza de
un proceso de impeachment cuyas
probabilidades de éxito en cualquier
caso serían muy remotas) podrían
hacer que el crecimiento fuera menor.
De hecho, las fuertes caídas bursátiles
de finales de 2018 podrían estar
anticipando que la economía
estadounidense sólo puede
desacelerarse, en especial cuando el
impacto de los estímulos fiscales, que
son temporales, se vaya
desvaneciendo. Y si la inflación
sorprende al alza, la Reserva Federal
podría verse obligada a subir los tipos
de interés más rápidamente de lo
previsto, lo que adelantaría el frenazo
en la actividad y apreciaría el dólar,
generando turbulencias en los
mercados cambiarios, sobre todo para
las economías emergentes más
vulnerables, y poniendo presión sobre
un sistema financiero mundial muy
endeudado que necesita bajos tipos de
interés para una efectiva refinanciación.
Por último, existe el riesgo de que la
guerra comercial que EEUU y China ya
han iniciado se intensifique. En línea
con la política cada vez más
aislacionista y adversa al
multilateralismo emprendida por la
Administración Trump (abandono del
acuerdo del París contra el Cambio
Climático, salida del Acuerdo Nuclear
con Irán, no ratificación del Pacto
Mundial sobre Migración…), y con el
doble objetivo de reequilibrar el déficit
comercial y frenar el auge tecnológico
chino, en 2018 se establecieron
aranceles por valor de 250.000
millones de dólares sobre las
importaciones chinas, a lo que Pekín
respondió con medidas proteccionistas
equivalentes, una expansión fiscal y la
depreciación de su moneda. Si la
tensión fuera en aumento y se
extendiera a otros países mediante las
cadenas internacionales de suministro,
el descenso del comercio junto al
aumento de la volatilidad en los
mercados financieros y de la
incertidumbre para las empresas (con
la correspondiente caída de sus
inversiones) podría llegar a tener un
impacto significativo en el crecimiento
mundial. Las tensiones comerciales
irían además en detrimento de la
cooperación económica internacional,
esencial en una economía global tan
interdependiente, y en la que el diálogo
entre EEUU y China (al que habría que
sumar a la UE) es imprescindible.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL
COMERCIO REGIONAL DE BOLIVIA
Lo que destaca en el comercio regional de
Bolivia es el grado de concentración
existente en materia de productos, donde el
80% del valor exportado se contabiliza por
medio de 3,5 productos o ítems
arancelarios, en promedio. Además se
puede comentar que el número de ítems,
correspondiente al 80% de las
exportaciones bolivianas a la región,
registró un descenso entre 2009 y 2014. Los
3 principales productos4 que ocupan el 80%
de las exportaciones regionales, en el
período 2009-2014, son el gas natural, las
tortas y demás residuos de la extracción del
aceite de soja, y los aceites de soja y sus
concentrados. Por otro lado, cuando no se
toman en cuenta las ventas de gas natural,
el número de ítems exportados a la región
oscila en torno a 19 productos en promedio.
III.1) Descripción de las exportaciones de
Bolivia a nivel regional, en el periodo 2009-
2014. En lo referente a mercados de
destino, se observa un alto grado de
concentración, puesto que se dirige hacia
Brasil (50%) y Argentina (24%) el mayor
porcentaje de las exportaciones regionales,
fruto de las ventas de gas natural. Mientras
que Perú, Colombia y Venezuela
representan el 8%, 7% y 4%
respectivamente, socios importantes para
Bolivia, después de los antes mencionados.
Tal como se observa en el gráfico 1, donde
se muestran las exportaciones totales de
Bolivia hacia la ALADI, en el periodo
2009-2014, con y sin gas natural (principal
producto de exportación, que representa el
69% del valor promedio total), las
exportaciones crecieron a una tasa
promedio anual del 27% y 17%,
respectivamente.
Cuando se excluyen las exportaciones de
gas natural, los principales destinos de las
ventas bolivianas son Perú, Colombia y
Venezuela, que ven aumentada su
participación en 27%, 23% y 14%,
respectivamente, observándose una
disminución signifi cativa en las
participaciones de Argentina y Brasil al
10% y 6%, respectivamente.
EXPORTACIONES REGIONALES ANO
2014
ARGENTINA El porcentaje de
participación de las exportaciones
bolivianas (Año 2014), representaron un
4,2% en el total importado por Argentina,
sin embargo, cuando no se consideran las
exportaciones de gas natural el porcentaje
disminuye a 0,47%. Bolivia cuenta con 20
productos con Perfil País Proveedor
Vulnerable, de los cuales, 7 tienen
características de competencia entre
muchos proveedores, a priori, se podría
pensar en una difícil permanencia en el
mercado.

BRASIL
La participación de las exportaciones
bolivianas en el total de las importaciones
brasileñas para el 2014 fue de 1,68%, sin
embargo, si no se considera el gas natural,
el porcentaje de participación de las
exportaciones bolivianas en el total
importado por Brasil es de 0,03%. Brasil
importa 30 productos con Perfi l País
Proveedor Vulnerable, de los cuales 18
tienen competencia entre muchos
proveedores.

CHILE
La participación de las exportaciones
bolivianas en las importaciones realizadas
por Chile, para el año 2014, alcanzó el
0,21% del total. Los productos con Perfi l
País Proveedor Vulnerable en Chile son 47,
de los cuales se destacan 19 productos en
competencia con muchos proveedores, 13
productos en competencia con pocos
proveedores y 15 productos en los que
Bolivia domina el mercado o domina el
mercado con un segundo país. La mayor
parte de los productos de la muestra
objetivo, fl ujo Bolivia-Chile, son
manufacturas, alimentos, bebidas y tabaco.

COLOMBIA
Colombia tuvo una participación de 0,9%
de las exportaciones bolivianas en el total
de sus importaciones del año 2014. Los
productos con Perfi l País Proveedor
Vulnerable son 14, de los cuales, la mayoría
posee características de suministro de
competencia entre pocos proveedores
dando, a priori, espacio a la consolidación
de su posición en el mercado colombiano.
ECUADOR
La participación de las exportaciones
bolivianas en el total de las importaciones
de Ecuador para el año 2014 fue de 0,68%.
De las exportaciones antes mencionadas
existen 54 productos que resultaron
significativos en el intercambio bilateral, de
los cuales 9 productos poseen Perfil País
Proveedor Vulnerable, teniendo principal
relevancia las blusas de punto de algodón,
camisetas de punto de las demás materias
textiles y los demás calzados, por ser
productos manufacturados que tienen
competencia entre muchos proveedores.
MÉXICO
Las exportaciones bolivianas representan
un 0,01% en el total de las importaciones
realizadas por México en 2014, importante
actor en el comercio latinoamericano, que
podría ser un signifi cativo receptor de
productos bolivianos. En el comercio
bilateral se identifi caron 21 productos con
Perfi l País Proveedor Vulnerable, de los
cuales 15 cuentan con características de
suministro entre muchos proveedores,
pensando a priori en una situación difícil
por la permanencia en el mercado (posible
ingreso de nuevos competidores).
PARAGUAY
Las exportaciones bolivianas representaron
un 0,5% en las importaciones totales
paraguayas. Dentro de ese 0,5%, del total
importado, se encuentran 23 productos
bolivianos con Perfi l País Proveedor
Vulnerable, de los cuales 17 son
manufacturas, 5 son alimentos bebidas y
tabaco y 1 es materia prima de origen
agrícola. Se puede comentar,
adicionalmente, que 8 productos tienen
características de suministro entre varios
proveedores, dando lugar a una
competencia por el mercado y el posible
ingreso de nuevos exportadores; y 12
tienen competencia entre pocos
proveedores y podrían estar en vías de
consolidar su posición en el mercado
paraguayo.

PERÚ
La participación de las exportaciones
bolivianas en el total de las importaciones
realizadas por el Perú fue de un 1,48% en
el año 2014, el mayor porcentaje de
participación en comparación con los
demás países miembros de ALADI. Perú
tiene 36 productos con Perfi l País
Proveedor Vulnerable, de los cuales la
mayor parte cae en los sectores de
manufacturas y alimentos, bebidas y
tabaco. En la mayoría de los mismos existe
competencia entre pocos proveedores,
teniendo un buen margen para poder
consolidar su posición en el mercado
peruano.

URUGUAY
La participación de las exportaciones
bolivianas en el total de las importaciones
de Uruguay para el año 2014 fue de 0,1%,
la segunda cifra menor, en ponderación,
después de México. En este país, se
registraron 14 productos con Perfi l País
Proveedor Vulnerable, de los cuales, las
demás semillas y frutos oleaginosos, los
demás tableros de densidad superior a
0,8g/cm3 , las camisas de punto para
hombre de algodón y las camisetas de
punto de algodón poseen competencia
entre muchos proveedores y podrían
presentar alguna difi cultad para
consolidarse en el mercado uruguayo.

VENEZUELA
El porcentaje de participación de las exportaciones bolivianas en el total de las importaciones
venezolanas del año 2014 fue de 0,76%. Los productos con Perfi l País Proveedor Vulnerable
representan más de la mitad de los productos efectivamente exportados a Venezuela. La
mayor parte de ellos pertenecen al sector de las manufacturas y tienen competencia entre
muchos proveedores, donde el hecho de tener competencia entre muchos proveedores hace
difi cultosa su permanencia en el mercado.

6. EL DESEQUILIBRIO EXTERNO BOLIVIA, desde el nuevo modelo económico, atravesó por dos
shocks externos adversos —el de 2009 que duró cuatro trimestres y el segundo que si bien se
inicia en 2011 con la caída del precio de los minerales se acentúa desde 2013, siendo más
prolongado con una duración hasta el 2016. El shock desfavorable en la relación de términos
de intercambio fue del 55% desde 2011. Fue más Debates progresistas sobre políticas
económicas en Bolivia 34 agudo en Bolivia que en América Latina, que llegó al 20%, tal como
se observa en el Gráfico 11. Gráfico 11: Shock de términos de intercambio (Índice 2010=100)
Fuente: Elaboración propia con datos de la CEPALSTAT. Estrictamente, el shock externo
asociado a la caída de los precios del petróleo ya habría pasado después de que el WTI (West
Texas Intermediate) tocara piso en enero de 2016 y el precio del gas, debido a su indexación
diferida, llegó a tocar fondo recién en junio de 2016, puesto que se observa una recuperación
moderada de ambos precios (Gráfico 12). Sin embargo, desde mayo de 2016, los envíos de gas
a Brasil, después de registrar un promedio de 31,6 MMmc diarios, empezaron a declinar hasta
llegar a un piso de 14,3 MMmc en enero de 2017, lo que equivale a una caída de más del 50%.
Después de una recuperación, volvió a declinar a un nivel de 16,5 MMmc en junio de este año.
Es por eso que recién a partir del segundo semestre de 2017 se pueden esperar mejores tasas
de crecimiento del PIB. Estas fuertes perturbaciones en la demanda de Brasil constituyen un
nuevo shock externo adverso, ya no de precios, sino de cantidades o volúmenes. 35 Hacia una
mirada diferente de la macroeconomía Gráfico 12: Precio del WTI y precio del gas promedio
ponderado Fuente: Elaboración propia con datos del Ministerio de Energía e Hidrocarburos.
Nota: WTI: $us/barril. Gas PP: Precio ponderado: $us/MMBTU. Los efectos del shock externo
se expresaron en la disminución de los ingresos fiscales por materias primas en diez puntos
porcentuales del PIB desde 2013- 2016, afectando las cuentas fiscales, produciendo la
aparición y expansión del déficit consecutivo en cuenta corriente de balanza de pagos, que
incidió en la pérdida de las reservas internacionales. A partir del cuarto trimestre de 2014 se
visualizaron los efectos con la reversión de la tendencia favorable del saldo corriente de la
balanza de pagos y con la persistencia al déficit hasta el primer trimestre de 2017, con
posibilidades de que continúe el resto del año (Gráfico 13). Debates progresistas sobre
políticas económicas en Bolivia 36 Gráfico 13: Saldo trimestral de la balanza de pagos en
cuenta corriente (millones de $us) Fuente: Elaboración propia con datos del BCB.
Contablemente, las causas se originan en el déficit de la balanza comercial de bienes y
servicios y en el saldo negativo del ingreso primario, que es básicamente la renta de la
inversión neta que recibe el país, menos la que se remite al exterior. El ingreso secundario, o
remesas del exterior, mantuvo un saldo positivo y con tendencia creciente hasta agosto de
2017, siendo previsible que continúe el resto del año. Según el INE, entre enero y agosto de
este año, el saldo de la balanza comercial fue negativo (845,6 millones de dólares), superior en
20% al déficit comercial en similar periodo del año anterior, sin embargo, es muy probable que
tenga un saldo menor al de 2016, dada la recuperación de las exportaciones. El nivel de las
reservas internacionales amortiguó los efectos del shock externo en el contexto de una política
cambiaria con tipo de cambio fijo, sin embargo, el monto de su caída no solo muestra el déficit
de la cuenta corriente, sino incluye las salidas de la cuenta financiera, reflejándose en el
aumento de las trasferencias financieras al exterior del sistema financiero, a través del BCB. 37
Hacia una mirada diferente de la macroeconomía El país sufrió, antes del shock externo, una
desacumulación de reservas de un 50% del PIB a un 27,5% en septiembre de 2017, aunque
según el FMI los niveles adecuados estarían a partir de un 15% del PIB. El ritmo de salidas al
exterior tendió a desacelerarse y el nivel de las reservas internacionales consiguió estabilizarse
en torno a los 10 mil millones de dólares hasta septiembre, como se observa en el Gráfico 14.
Gráfico 14: Reservas internacionales y transferencias financieras al exterior (millones de $us)
Fuente: Elaboración propia con datos del BCB. Las RIN cumplen un nivel adecuado en base a
distintas formas de medición y exigencias internacionales, según la metodología del FMI
(2016), denominada ARA metrics (Assesment of Reserve Adecuacy), donde la relación de las
reservas internacionales respecto a esta variable tendría un nivel adecuado si está en un rango
de 1 a 1,5, mientras que en el caso de Bolivia es 1,51, sin embargo preocupa bastante su
descenso pronunciado a partir de 2014, después de haber registrado un ratio 3,47 en 2012
(Gráfico 15) . Debates progresistas sobre políticas económicas en Bolivia 38 Gráfico 15:
Relación de las reservas internacionales /ARA metrics Fuente: Elaboración propia con datos del
FMI DataMapper. Octubre 2017. A su vez, en el Marco de la Sostenibilidad de la Deuda Externa
del FMI y del Banco Mundial (BM), en base a datos del BCB (2017a), la deuda externa pública
está muy por debajo de los nuevos niveles exigidos (55% del PIB), contando el país con un
amplio margen de endeudamiento. Así, en junio de 2017 representaba un 23,7% del PIB. A su
vez, el servicio de la deuda externa respecto al PIB era de 6,7%, siendo el nuevo umbral del
21%. Por último, la relación de la deuda externa y las exportaciones, que antes del shock
externo era de 43,1%, subió a 92,1% en junio de 2017, siendo el límite referencial de 150%
según el BCB. A diferencia de la mayoría de los países de la región, presentaba una posición de
inversión internacional (PII) superavitaria hasta 2016, previéndose una reversión del saldo
acreedor para 2017 si es que continúa la tendencia observada en el primer trimestre, cuando
registró un saldo deudor de 1,9% del PIB.
7. DÉFICIT FISCAL Y POLÍTICA ANTICÍCLICA Después de haber logrado su tasa máxima de
crecimiento del PIB (6.78% en 2013), la economía boliviana en 2014, año en que se da el shock
negativo de los precios del petróleo, continuó con una alta tasa de expansión (del 5,5%). 39
Hacia una mirada diferente de la macroeconomía Los ingresos totales siguieron aumentando
en 2,3 puntos porcentuales del PIB, pero el gasto total se incrementó en mayor medida en 6,4
puntos porcentuales, siendo más alto el aumento del gasto corriente (3,3%) que el de la
inversión pública (1,2%), como se observa en el Tabla 2. El aumento del gasto en mayor
proporción al de los ingresos fiscales generó, por primera vez desde 2006, un déficit fiscal de
3,4%. Recién en 2015 y 2016 se visualizan plenamente los efectos negativos del shock externo
con una fuerte caída consecutiva de los ingresos totales en 3,6 y 4,7 puntos porcentuales del
PIB, como muestra el Tabla 2. Tabla 2: Ajuste fiscal (% del PIB) Fuente: Elaboración propia con
datos del BCB. La reacción fiscal en 2015 fue preservar el nivel del gasto total, pero al interior
cayó el gasto de capital (1,8%), aunque aumentó el gasto corriente (1,7%). Empero, pese a la
caída del gasto de capital, la inversión pública se incrementó en 1,1 puntos porcentuales del
PIB. En 2016 volvieron a caer fuertemente tanto los ingresos totales (4,7%) como el gasto fiscal
(5,0%), en especial del gasto corriente (4,6%), pero aún se preservó la inversión pública, con un
crecimiento en 0,2 puntos porcentuales del PIB. El resultado fiscal, Gráfico 16, registró un
déficit de 6,9% y del 6,6% del PIB en 2015 y 2016, respectivamente, los más altos desde el
inicio del modelo y en comparación con otros países de la región, con excepción de Brasil
(7,6%). Para 2017, el MEFP (2017b) prevé un déficit fiscal del 6,5% del PIB. 2013 2014 2015
2016 Ingresos totales 2,1 2,3 (3,6) (4,7) Gastos totales 3,1 6,4 (0,1) (5,0) Gastos corrientes 0,3
3,3 1,7 (4,6) Inversión pública 1,6 1,2 1,1 0,2 Saldo fiscal 0,7 (3,4) (6,9) (6,6) Crecimiento del PIB
(%) 6,8 5,5 4,9 4,3 Debates progresistas sobre políticas económicas en Bolivia 40 Gráfico 16:
Déficit global y de las empresas públicas (% del PIB) Fuente: Elaboración propia en base a datos
del MEFP (2017b). Pese a que el declive del petróleo empezó en junio de 2014, y se preveía
que sus efectos serían rezagados en los precios del gas de exportación por la indización
diferida, parecería que predominó una percepción de que el shock era transitorio. Recién en
2016 se efectuó el ajuste fiscal, el cual se centró en los gobiernos regionales y municipales,
inducidos por la caída del IDH. En 2016, el gasto corriente de los gobiernos subnacionales
disminuyó en 25,8% y los gastos de capital en 12,8%. Según el MEFP (2017b, p.39): “los
(gobiernos) subnacionales continuaron invirtiendo gracias a recursos que el Gobierno otorgó a
través de fideicomisos para que puedan cumplir con la ejecución de los proyectos de inversión
pública en el área social y productiva concurrentes con el Gobierno Central, además hicieron
uso de sus saldos caja y bancos”. Se tiene que el IDH cayó en 2016 en 44% y, desde 2014, que
es cuando se inicia el shock externo, el descenso acumulado fue de 60,5%. Es de hacer notar
que se estableció el destino de un 12% del IDH para el Fondo de Promoción de la Inversión en
Exploración y Explotación de Hidrocarburos. Se puede concluir que la política fiscal fue
selectivamente anticíclica, centrada en preservar y seguir aumentando la inversión pública,
aspecto que lo diferencia 41 Hacia una mirada diferente de la macroeconomía radicalmente de
la mayoría de las políticas fiscales seguidas en otros países de América del Sur, según CEPAL
(2017b). En el caso boliviano, parte del fuerte aumento del déficit global está asociado al
aumento del déficit de las empresas públicas en los dos últimos años, con niveles del 2,4% y
3,3% del PIB, MEFP (2017d). (Gráfico 16). Si bien el déficit se explica por los gastos de capital,
el problema de fondo del modelo económico centrado en las empresas estatales está
justamente en la capacidad de generación de excedente económico. Así, con datos del MEFP
(2017d) se encuentra una disminución del excedente económico del sector estatal del 3,2 %
del PIB en 2014 a 0,8 % en 2015 y 0,4% en 2016. Resulta preocupante que solo YPFB sea el
principal generador de excedente económico, puesto que el resto de las 35 empresas, en
2016, generaban utilidades alrededor de 941 millones de bolivianos equivalentes a 0,4% del
PIB. Si el motor del crecimiento económico son las empresas públicas, éstas —después de 11
años del modelo y 8 años desde que el BCB les da préstamos directos (un equivalente al 12%
del PIB)— deberían empezar a contribuir con un mayor aporte al resultado fiscal. El principal
cambio del modelo fue el nuevo rol del Estado como actor y protagonista directo del
desarrollo económico a través de su intervención directa en la modalidad de empresas
públicas nacionalizadas o creadas con recursos internos. La evaluación del papel del Estado no
se juzgará por su rol que ya desempeñaba desde antes en la inversión en infraestructura, salud
y educación, sino por la profundización de su participación en el ámbito de las inversiones en
el sector productivo para lograr construir un nuevo modelo social, comunitario y productivo.
Por tanto, en el corto y mediano plazo, el desafío será cómo contribuyen las empresas públicas
a lograr las tasas de crecimiento del PIB contempladas en el Plan de Desarrollo Económico y
Social (PDES) en un promedio del 5%, límite inferior y el 5,8%, como límite superior.
Conclusiones.
Bibliografía Consultada.
Citas Bibliográficas.
https://www.dw.com/es/bolivia-qu%C3%A9-busca-jeanine-%C3%A1%C3%B1ez-con-su-pol
%C3%ADtica-exterior/a-51883694

http://www2.aladi.org/biblioteca/Publicaciones/ALADI/Secretaria_General/SEC_Estudios/
220.pdf

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