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La violencia por principios y el principio de la violencia

Estudiante: Deivit Andres Noreña Loaiza

Curso: Competencias Comunicativas

Profesor: Sebastián Martínez Botero

Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Tecnológica de Pereira

Licenciatura en Ciencias Sociales

26 de mayo de 2022

INTRODUCCION:
Precisar el principio de la violencia en Colombia es una tarea complicada y de sumo cuidado,
podríamos decir, -que hoy Tuluá no puede precisar cuándo comenzó realmente-. Y es claro que
ni una región especifica ni un testigo particular puede saber el momento exacto en que todo
empezó, y menos en una sociedad con una memoria tan frágil como la nuestra. Como lo afirma
Rosa de Olmos citando al criminólogo Jerome Skolnick a principios de los setenta “La
violencia es un término ambiguo, cuyo significado es establecido a través de procesos políticos.
Los tipos de hechos que se clasifican varían de acuerdo a quien suministra la definición y quien
tiene mayores recursos para difundir y hacer que se aplique la decisión” (p.269).

Aquí el termino adquiere un sentido netamente político, y es lo que enfoca el transcurso de los
acontecimientos en la obra de Gardeazabal, esto implica una mirada a los principios que nos
muestra el autor, según una definición de la RAE los principios son una “norma o idea
fundamental que rige el pensamiento o la conducta”. Esta idea es clara en León María cuando
decide enfrentarse a la turba liberal y termina por convertirse en un “héroe” para Tuluá.
Teniendo una transformación radical. -Eso cambio totalmente su modo de actuar-, pasando de
ser un simple quesero de la galería al mandamás de uno de los grupos paramilitares que más ha
hecho aterrorizar a la población colombiana.

Este hombre era -defensor ciego de la iglesia, nunca permitió una chanza ni una ofensa-, de
igual manera, para su amadísimo partido conservador, de las buenas maneras, costumbres y
tradiciones porque realmente lo que querían y el de su sequito era -el pueblo de los abuelos-.
Así tuviera que convertirse en alguien quien no era, pues era necesario para transformarse en la
figura del cóndor -y su poder llegase a todos los límites del Valle del Cauca-. Aunque -para él
quizás no significaba tanto Tuluá como el partido conservador- y esta razón daré para afirmar
porque hizo lo que hizo.

Justicia e injusticas:
Según la interpretación de justicia de John Rawls. “Debemos concebir las circunstancias de
justicia como algo que refleja las condiciones históricas bajo las que existen las sociedades
democráticas modernas. Estas incluyen lo que podríamos denominar las circunstancias objetivas
de escasez moderada y la necesidad de cooperación social para que todos podamos tener una
vida decente. Asimismo son especialmente importantes las circunstancias que reflejan el hecho
de que los ciudadanos de una sociedad democrática moderna profesan doctrinas comprehensivas
diferentes, y de hecho inconmensurables e irreconciliables, aún si razonables, a la luz de las
cuales entienden sus concepciones del bien. Este es el hecho del pluralismo razonable. No hay
forma políticamente practicable para eliminar esa diversidad excepto mediante el uso opresivo
del poder estatal para establecer una doctrina comprehensiva particular y para silenciar el
disenso; este es el hecho de la opresión. Esto parece evidenciarlo no solo la historia de los
Estados democráticos, sino también el desarrollo del pensamiento y la cultura en el contexto de
las instituciones libres. Asumimos que el pluralismo es un rasgo permanente de toda sociedad
democrática y entendemos que caracteriza lo que podemos llamar las condiciones subjetivas de
la justicia” (2002, p.123).

El autor hace énfasis en la cooperación social y al uso opresivo del poder estatal; porque este
elemento sumado a la justicia son las estructuras básicas de nuestra sociedad, si se pierden o se
desequilibra alguno de estos, estaríamos condenados al desorden. En el libro se nos presenta
esta situación en el vacío institucional que sufrió Colombia debido en gran medida en la
violencia perpetrada de lado y lado, irreconciliables entre sí, usando los mismos métodos de
terror.-Era el comienzo de la podredumbre en el gobierno- donde los altos cargos del gobierno
de integración nacional -los unos usaban los métodos de los otros para mostrar la podredumbre
en el futuro-. Este desgobierno tomaba forma y daba el ambiente ideal para que una nueva
forma de estado se manifestara en la banda de los pájaros; siendo el gabinete del cóndor, este al
ver las artimañas de la administración pública, -había quedado tan impresionado que prefirió
desde ese momento ser estado- y como estado hacer el uso legítimo de la coerción en sus
conciudadanos con unos principios distintos a los suyos.

La injusticia cobró protagonismo en este escenario, la desconfianza en la población crece hacia


el Gobierno, -en los días de muerte, nadie, absolutamente nadie creyó en el gobierno y mucho
menos en la policía-. Esta -guerra civil no declarada en Colombia- trajo consigo el poderío que
alcanzaría León María, que tanto fue así que sus pájaros eran grandes hombres de sociedad y
tenían gran influencia en decisiones políticas, ni para cometer actos de terror se escondían – ya
no tomaban precauciones en vista del poder absoluto que ejercían- volviéndose este la ley y el
orden en su región. – El gobierno era algo igual a los pájaros y los pájaros eran algo igual al
gobierno -.

La violencia simbólica:

La violencia simbólica a diferencia de la física o directa, tiene mayor peso en las dinámicas y
estructuras sociales, esta puede ser una herramienta de orden como de caos, como señaló
Bourdieu, esta refiere a una forma de dominación no solo por genero o raza, sino por clase,
prestigio, etc. “Se trata de un tipo de violencia que sostiene ideológicamente a las demás, una
argamasa que da sentido a la estructura jerárquica de la sociedad; “la madre de todas las
violencias”, por tener la posibilidad de contener a otras formas de violencia más tangibles y por
estar tan naturalizada que es asumida por victimas normal.” (Segato, 2010, p. 112).
Vemos esta violencia simbólica manifestada de varias formas en la obra, León María es el
ejemplo más próximo a emplear, ya que él vivía con la – convicción profunda de que estaba
cumpliendo con su deber católico y de conservador. – Aplicando este tipo de violencia pudo
doblegar a las entidades y fuerzas del orden, hasta los Tulueños prefirieron negarse a la realidad,
–Tuluá siguió creyendo sus versiones fantásticas de muertos sacados de las tumbas de los
cementerios vecinos, de envenenados en una fiesta… – Con esa doble moral que siempre a
caracterizado a los católicos, estos prefirieron la cultura de la negación del otro y mirar hacia el
otro lado, porque a – Tuluá escasamente le importaba sobrevivir. – El y sus chusmas – fueron
sumiendo a Tuluá en un mutismo. – ya la muerte era pan de cada día en aquellos años y reinaba
en casi en todos los Tulueños el principio de no intervención.

león María también hace uso directa o indirectamente de la violencia cultural, como herramienta
legitimadora de sus acciones, según Galtung esta es parte de un triángulo de la violencia, en el
que la directa seria la que vemos, y debajo de ella estaría la estructural y la cultural, esta última
de la que hablamos, es la que crea el marco de legitimidad que necesitan las otras dos para
manifestarse. “ Aquellos aspectos de la cultura, el ámbito simbólico de nuestra existencia
(materializados en religión e ideología, lengua y arte, ciencias empíricas y ciencias formales –
lógica , matemáticas-), que puede utilizarse para justificar o legitimar violencia directa o
estructural. Estrellas, cruces y medias lunas; banderas, himnos y desfiles militares; el
omnipresente retrato del líder; discursos y carteles incendiarios” (1987. P7).

Ambición:

La caída del cóndor

La historia de León María me recuerda mucho al mito griego de Icaro, donde este como Icaro
inician muy entusiasmados y tienen un rápido ascenso, pero el ardiente sol ablandó las ceras de
esas precarias alas que habían construido para llegar hasta allí, Icaro cayó al mar, y León María
se desplomó en la calle, - cumpliéndose así lo que el lego de Palmira le había dicho - siendo
este un acto de presunta venganza ya advertida desde los primeros días de la violencia, llevado
solo desde su ambición, esta que es parte de la naturaleza humana, deseando lo inalcanzable
pereció en el intento. La osadía, inteligencia y desmesura en su accionar lo caracterizan con
este personaje, y como fue visto por Alciato como paradigma de aquellos que pretenden más de
los que los hombres pueden saber, y en su caso ser más de lo que un hombre puede ser, porque
ese mismo imperio del terror que tenía se le fué en su contra.
Conclusiones:

Las convicciones fuertes que llevaron a León María no son únicas o un hecho particular, en esos
años figuras como la suya debieron florecer y mezclarse tanto que como bien señalo se
mezclaban tanto con el gobierno que era imperceptible la diferencia entre estas bandas y el
estado como tal. Creo que lo principal de su figura es su fuerte honor y lealtad a sus principios,
este al no estar postrado ante nadie para responder en su accionar, respondía a estos con una
fuerte carga simbólica y eclesiástica, así en su constante incoherencias y fallos legitimaba su
poder, este hombre más que una figura realzada por la voz a voz, es el ejemplo más acertado de
los vicios, antivalores y demás conductas nocivas que corrompen la sociedad colombiana.
Bibliografía:

Rosa del O. Ciudades duras y violencia urbana (NUEVA SOCIEDAD No 167. MAYO-JUNIO
2000)

(Rosa del Olmos , 2000) Buenos Aires

Rawls, J. (2002). La justicia como equidad, Una reformulación. Barcelona. Paidós

Segato. R. L (2016) La guerra contra las mujeres, Madrid. Traficantes de Sueños. 188 pág.

Galtung, Johan. (2003). Tras la violencia 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución.


Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia. Gernika: Bakeaz/Gernika
Gogoratuz.

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