Está en la página 1de 11

Introducción

Las disputas entre Melissa Klug y Jefferson Farfán se han intensificado en los últimos


días a raíz de un pedido de reducción del monto de la pensión alimenticia para los hijos
que ambos tienen, presentado por la defensa del futbolista y que fue denunciado
públicamente por la empresaria chalaca[1].

Esta situación, sin embargo, alcanzó el punto más álgido durante el avant premiere de la
película autobiográfica de la ‘Foquita’ en la que se notó la ausencia de los dos hijos de la
expareja, al parecer por la presencia de Yahaira Plasencia que originó que uno de los
menores optara por no acudir. Sin embargo, días después acotó que los pequeños ni
siquiera tenían ropa para asistir al evento lo que llamó la atención de más de uno[2].

En una entrevista para un dominical, Enrique Pardo Figueroa, abogado de Farfán, dio
detalles del monto que recibe la empresaria para la manutención de sus hijos. Figueroa
indicó que, solo por alimentación, Klug recibe 8 mil dólares mensuales (más de S/ 24 mil)
para sus dos hijos. Además, de los 24 mil soles para la alimentación (8 mil dólares), se
suman los gastos en salud, educación y recreación que −según el informe
periodístico− superarían los 43 mil soles mensuales[3].

El letrado recordó el acuerdo firmado entre el jugador y Melissa en el 2016, cuando se le


ofreció una importante suma de dinero. “Cuando nosotros llegamos a un acuerdo con ella,
hubo una suma importante que ella ha recibido que justamente era para que ella iniciara
emprendimientos comerciales, para que genere ingresos y posteriormente pueda solventar
los gastos que le corresponden”,  señaló[4].

¿Podría justificarse una pensión alimenticia por más de 43 mil soles para 2 niños?, ¿Una
pensión alimenticia de más de 43 mil soles para 2 niños resulta per se excesivamente
onerosa y nunca debería haberse concedido? ¿Debería proceder automáticamente el
pedido de reducción de una pensión alimenticia concedida por más de 43 mil soles por ser
excesivamente onerosa?

Las siguientes interrogantes serán respondidas en el siguiente artículo compuesto de


cuatro partes. En la primera parte, definiremos a los alimentos; en la segunda,
abordaremos los criterios existentes para fijar los alimentos; en la tercera, analizaremos
concretamente el caso Jefferson Farfán vs. Melissa Klug; y, finalmente, presentaremos
las conclusiones arribadas en el presente trabajo.

1. Los alimentos

¿Qué se entiende por alimentos? De acuerdo con el artículo 472 de nuestro Código Civil los
alimentos consisten en:

“Lo que es indispensable para el sustento, habitación, vestido, educación, instrucción y


capacitación para el trabajo, asistencia médica y psicológica y recreación, según la
situación y posibilidades de la familia. También los gastos del embarazo de la madre desde
la concepción hasta la etapa de postparto”.

Esta definición la concordamos con aquella establecida por el Código de Niños y


Adolescentes en su artículo 92° la cual nos dice:

“Se considera alimentos a lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación,


instrucción y capacitación para el trabajo, asistencia médica y recreación del niño o de la
adolecente. También los gastos del embarazo de la madre desde la concepción hasta la
etapa de postparto”

Nuestra Carta Magna del 93 en su artículo 6 señala que:


Es deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos. Los hijos
tienen el deber de respetar y asistir a sus padres.

El concepto de alimentos apunta a la satisfacción de las necesidades básicas del ser


humano que se dan, tanto en el aspecto material, entiéndase comida, vestido, alimentos
propiamente dichos, como en el aspecto espiritual o existencial tal como la educación,
esparcimiento, recreación que resultan imprescindibles para el desarrollo ético, moral e
intelectual de la persona, nutriendo el alma. A decir del derecho natural, el deber de
alimentar a la prole es la ley de las especies animales superiores, un deber moral officium
pietatis (Varsi Rospigliosi, 2012, p. 419).

Doctrina colombiana entiende por alimentos a todo lo indispensable para el sustento,


habitación, vestido, asistencia médica, recreación, formación integral y educación o
instrucción del menor. Los alimentos comprenden la obligación de proporcionar a la
madre los gastos de embarazo y de parto (García Morán, 2016, p. 18).

Doctrina brasileña considera que la obligación alimentaria comprende la responsabilidad


por la entrega de aquellas prestaciones indispensables para la subsistencia de alguien que
se encuentre imposibilitado de proveerse a sí mismo, pues al menos en principio, todo
individuo debe alimentarse por sí mismo con lo que logre obtener en virtud de su trabajo y
rendimientos (Guimarães dos Santos, 2009, p. 50).

El objeto de esa obligación corresponde, por tanto, a todo lo que sea materialmente
indispensable para la manutención de la vida de alguien, más lo imprescindible como la
habitación, vestido, salud, siendo esas necesidades esenciales por las que, dentro de sus
límites, alguien puede iniciar un proceso de alimentos. (Ídem)

La Corte Suprema chilena, considera los alimentos como “las subsistencias que se dan a
ciertas personas para su mantenimiento, o sea, para su comida, habitación y aún en
algunos casos para su educación, y corresponde al juez regularlos en dinero,
periódicamente, o en especies. Sin embargo, haciendo una revisión jurisprudencial y tal
como lo señala Ramos Pazos el concepto de alimentos ha ido cambiando en el tiempo
conforme a las nuevas necesidades que van apareciendo, es así como cada vez se van
integrando nuevas necesidades, con la finalidad de otorgar al alimentario lo establecido en
el artículo 323 del Código Civil, es decir; “habilitar al alimentado para subsistir
modestamente de un modo correspondiente a su posición social” (Morales Urra, 2015, p.
38).

Para la Corte de Casación francesa los alimentos deben ser necesarios para la


satisfacción de las necesidades. Eso significa que deben ser apropiados para responder a
las necesidades tanto fisiológicas como sociales. No obstante, la provisión de los
alimentos no deberá ser sistemática. En el marco de una obligación alimentaria, los
alimentos tienden a compensar la insuficiencia de recursos (para hacer frente a gastos
vitales) creando un estado de necesidad. No obstante, en caso de pleito, la evaluación del
estado de necesidad está sujeto a la apreciación del juez. Tal competencia le confiere un
rol primordial, dentro de la determinación de los elementos susceptibles de ser calificados
como alimentos. Reconociendo que la necesidad aunque sea esencial no puede ser
forzosamente establecida. (Voko, 2012, p. 54)

Habiendo hecho un poco de derecho comparado podemos elaborar nuestra propia


definición de los alimentos. Así, entendemos nosotros a esta institución como aquel
derecho de los hijos y obligación de los padres que contiene un aspecto esencial
doble indispensable para el sustento de la vida, uno material  conformado por la
habitación, vestido y alimentos propiamente dichos y otro espiritual o
existencial, compuesto por la educación, instrucción y capacitación para el trabajo,
asistencia médica y psicológica, recreación y que comprende además a los gastos del
embarazo de la madre desde la concepción hasta la etapa de postparto.

2. Criterios para fijar los alimentos

De conformidad con el artículo 481 del Código Civil se regulan:

Por el juez en proporción a las necesidades de quien los pide y a las posibilidades del que
debe darlos, atendiendo además a las circunstancias personales de ambos, especialmente
a las obligaciones que se halle sujeto el deudor. El juez considera como un aporte
económico el trabajo doméstico no remunerado realizado por alguno de los obligados para
el cuidado y desarrollo del alimentista, de acuerdo a lo señalado en el párrafo precedente.
No es necesario investigar rigurosamente el monto de los ingresos del que debe prestar los
alimentos.

Del citado artículo podemos extraer los presupuestos para calcular una pensión de
alimentos. Nos referimos a los siguientes: a) Vínculo legal; b) necesidades del alimentista 
c) posibilidad del alimentante;  d) proporcionalidad en su fijación. Pasemos a ver cada uno
de ellos.

a) Vínculo legal

Se trata de una relación familiar reconocida por la ley. Cónyuges, convivientes e hijos. Los
alimentos derivan de la voluntad o del parentesco. (Varsi Rospigliosi, 2012, p. 419)
b) Necesidad del alimentista

Está basado en el requerimiento del alimentista de no poder atender su manutención. Se


traduce en el hecho de que el solicitante de alimentos es menor de edad, anciano, incapaz,
persona con discapacidad o falto de trabajo. El artículo 294 del Código venezolano dice
que “la prestación de alimentos presupone la imposibilidad de proporcionárselos el que
los exige”. La necesidad implica el reconocimiento del derecho a la existencia, como el
primero de todos los derechos congénitos. (Varsi Rospigliosi, 2012, p. 421)

De acuerdo con un sector de la doctrina española el estado de necesidad se debe analizar


desde una doble perspectiva:

Por un lado, representa el presupuesto objetivo inicial y final de la obligación de


alimentos: inicial, en cuanto que origina su exigibilidad, ya que, según el artículo 148.1 del
Código Civil, “la obligación de dar alimentos será exigible desde que los necesitare, para
subsistir, la persona que tenga derecho a percibirlos”, y final en tanto asegura su
subsistencia, dado que, en virtud de lo que afirma el punto 3.º del artículo 152, cesará la
obligación de dar alimentos cuando al alimentista “no le sea necesaria la pensión
alimenticia para su subsistencia”.

Por otro lado, no olvidemos que el estado de necesidad constituye, junto con la posibilidad
económica del alimentante, uno de los índices que determinan la cuantía de los alimentos,
pues, como establece el artículo 146 del Código Civil, “la cuantía de los alimentos será
proporcionada a las necesidades de quien los recibe”. (Aparicio Carol, 2018, p. 19).

En nuestro derecho nacional el estado de necesidad del niño se presume hasta que


adquiera la mayoría de edad, así que correrá por cuenta del padre probar lo contrario, esto
es, o que el estado de necesidad ha desaparecido por completo, o que el estado de
necesidad subsiste pero no en la misma la magnitud que en el pasado.

c) Posibilidad del alimentante

En el derecho chileno la Ley 14.908 presume que el padre o madre tiene los medios
suficientes para otorgar los alimentos que demanda el hijo menor. Siendo una presunción
simplemente legal que es posible desvirtuarla por parte del alimentante, probando que
carece de medios suficientes, siendo facultad del tribunal rebajar el monto mínimo
establecido por la ley prudencialmente (Morales Urra, 2015, pp. 49-50).

En el derecho mexicano los deudores alimentarios deben proporcionar una cantidad o


porcentaje suficiente, respecto de sus posibilidades económicas y tomando en
consideración los bienes y propiedades y demás ingresos que tengan sin dejar de lado sus
propias necesidades (García Morán, 2016, p. 110).

Los operadores de justicia deberán tener en cuenta las circunstancias en las que se
encuentra el alimentante, así como la carga familiar, deudas, el espacio donde vive, entre
otros aspectos (Chávez Montoya, 2017, p. 88).

La obligación alimentaría encuentra un límite, el derecho a existir  del propio alimentante, lo


cual involucra que el deudor alimentario cuente con los medios suficientes para que él
mismo pueda subsistir, por lo que antes de otorgarse la pensión alimenticia el juez tendrá
que tomar en cuenta criterios cómo: el lugar dónde vive, las deudas, otra carga familiar,
enfermedad crónica, trabajo riesgoso, etc.

d) Proporcionalidad en su fijación

Este presupuesto corresponde a un tema de equidad, de equilibrio y justicia. Debemos


partir siempre de la premisa que los alimentos no pueden ser utilizados como medio de
participar en el patrimonio del alimentante ni mucho menos de obtener su fortuna. Los
alimentos son otorgados por una cuestión ad necessitatem. El alimentista es quien
necesita, no quien exige participar –tal cual accionista– en las utilidades o nuevos
ingresos del alimentante. “La cuota alimentaria no tiene por finalidad hacer participar al
alimentado de la riqueza del alimentante, sino cubrir las necesidades del
primero” máxime  si las necesidades del alimentista están satisfechas. Los alimentos no
se conceden ad utilitatem, o ad voluptatem  sino ad necessitatem (Varsi Rospigliosi, 2012,
p. 422).

La pensión alimenticia debe atender a las necesidades esenciales tanto fisiológicas  como
sociales sin que ello involucre afectar los bienes del deudor alimentario más allá de la
necesidad del alimentista (pues ello excede las necesidades del menor) por más holgada
que sea la capacidad económica de la que goce el alimentante. Ello constituiría un abuso
del derecho y un enriquecimiento indebido.

3. Análisis del caso Jefferson Farfán vs. Melissa Klug

Pasaremos a continuación a utilizar los cuatro criterios para fijar la pensión alimenticia en
el caso Jefferson Farfán vs. Melissa Klug.

a) Vínculo legal
No hace falta extenderse mucho con respecto a este criterio. Además de preverse 
expresamente en el Código Civil de 1984, resulta una obligación de carácter constitucional
correspondiente a ambos padres el brindar alimentos a sus hijos. Correlativamente es un
derecho que les corresponde a los dos hijos menores de Jeffersón Farfán Guadalupe.

b) Necesidad del alimentista

El estado de necesidad se presume en el caso de los menores de edad por lo que


Jefferson a lo sumo podría solicitar una reducción de la pensión alimenticia superior a los
43 mil soles mensuales que les pasa a sus dos menores hijos.

La pensión alimenticia en nuestra legislación es modificable  y variable. Agrega el autor que


la principal característica de la obligación alimenticia, es su reajuste o modificación. Se
incrementa o reduce según el aumento o la disminución que experimente la necesidad del
alimentista y las posibilidades del alimentante (Varsi Rospigliosi, 2012, p. 449).

Por otro lado, y aquí radica lo importante del tema, se debe tomar en consideración,
dentro de las necesidades del demandante, no solo lo necesario para el sustento, vestido,
habitación, asistencia médica, educación y recreación, sino también lo que ha venido
recibiendo de su deudor, para llevar una vida cómoda, para mantener “su estatus de vida”,
que le permitan ciertos gastos, que para otros puedan considerarse superfluos, por
ejemplo, viajes al extranjero, pertenencia a clubes exclusivos, personal de servicio, y
seguridad, si fuera el caso, ahora bien, si todo ello ha venido ocurriendo, pues así lo
permitió el demandado, antes del inicio del proceso, entonces debe continuar, y debe ser
parte del monto a considerar como alimentos, esto es lo que la doctrina llama alimentos
congruos, y que alude a lo congruente, pertinente, de acuerdo con la posición económica
de las partes. (Aguilar Llanos, 2010).

Los “alimentos congruos o amplios” son la regla general y están previstos en el artículo
472 del CC, cuando se hace referencia a la situación y posibilidades de la familia.  Se
otorgan no solo para que el alimentista pueda subsistir, sino para que lo haga conforme
con su posición social. Estos difieren de los “alimentos necesarios” que están constituidos
por lo estrictamente necesario e indispensable para el sustento de los alimentistas. Estos
se reducen a cubrir el mínimo vital para la subsistencia de quienes tengan el derecho a
recibirlos. Cabe precisar que los alimentos congruos son mayores que los necesarios.

En esa línea de pensamiento, el juez decidirá, de acuerdo con el caso concreto, qué tipo de
alimentos le reconocerá a los alimentistas, si los necesarios o los congruos.
En el caso visto, debido al estatus de estrella del fútbol peruano con el que cuenta
Jefferson Farfán Guadalupe desde hace muchos años, con un sueldo anual de 13, 5
millones de dólares[5] en la actualidad. Es natural que la posición social de sus dos
menores hijos admita la concesión de los llamados “alimentos congruos o amplios” los
cuales, en principio, deberían mantenerse[6].

Por ello, no debe llamar la atención que en un proceso de alimentos, si fuera el caso,
porque esa es la posición económica y social en que se encuentran las partes, la
pretensión alimentaria, termine comprendiendo rubros, referidos no solo al sustento, sino
también a gastos de viajes, uso de tarjetas, pagos a clubes exclusivos, mantenimiento de
casas, y vehículos, seguridad privada y demás gastos propios de la vida acomodada de la
familia (Aguilar Llanos, 2010).

c) Posibilidad del alimentante

Como comentamos en el apartado anterior, el sueldo anual de Jefferson Farfán asciende a


la suma de 13,5 millones de dólares y eso que el futbolista habría decidido jugar en una
liga de menor nivel para llegar con mejor ritmo a los partidos de la selección en las
eliminatorias. Lo cual significaría que antiguamente, al jugar en ligas de mayor nivel,
naturalmente, habría percibido un mayor sueldo.

En consecuencia, la posibilidades económicas del futbolista Jefferson Farfán Guadalupe


resultan ser lo suficientemente holgadas como para hacer frente una pensión alimenticia
de más de 43 000 soles para sus dos menores hijos.

Téngase en cuenta, además, que en un año, el monto que Farfán destina para cubrir los
alimentos de sus dos hijos asciende aproximadamente a 516 000 soles. Esta suma
representaría menos del 5% del total de sus ingresos. Este será otro elemento que el juez
deberá merituar, en función de otras responsabilidades que haya asumido el alimentante.

d) Proporcionalidad en su fijación

Trátese de “alimentos necesarios” o “alimentos congruos o amplios” el pedido de


cualquiera de los mencionados no puede constituir bajo ningún concepto
un enriquecimiento indebido[7] o el ejercicio abusivo de un derecho[8]. Por más holgada
que resulten las posibilidades económicas de Jefferson Farfán Guadalupe y el que sus dos
menores hijos tengan el derecho a mantener su posición social, los alimentos que han
venido siendo pedidos deberán ser sustentados en el juicio de reducción.
Todo lo solicitado, deberá ser probado y no solo afirmado, además deberá tenerse en
cuenta que los alimentos no pueden constituir una vía para el enriquecimiento de una
persona y el empobrecimiento de otra (Aguilar Llanos, 2010).

Resulta indispensable, además, una nueva evaluación de los alimentos pagados por
Jefferson a sus dos menores hijos, ya que en la actualidad es de público conocimiento
que Melissa Klug es una próspera empresaria y, de conformidad con nuestra Constitución,
ella también tiene la obligación de cubrir alimentos a sus menores hijos, por lo que el juez
debería asignar un porcentaje a cada uno de los padres tomando en cuenta los criterios
que acabamos de abordar.

Más aún, si recordamos que el abogado del futbolista, Enrique Pardo Figueroa, mencionó
en una entrevista el acuerdo firmado entre el jugador y Melissa el 2016 en el que se le
ofreció una importante suma de dinero con el propósito de que ella iniciara
emprendimientos comerciales que le generen ingresos y posteriormente pueda solventar
los gastos que le correspondan.

Conclusiones

Los alimentos son aquel derecho de los hijos y obligación de los padres que contiene
un aspecto esencial doble indispensable para el sustento de la vida,
uno material  conformado por la habitación, vestido y alimentos propiamente dichos y
otro espiritual o existencial, compuesto por la educación, instrucción y capacitación para el
trabajo, asistencia médica y psicológica, recreación y que además comprende los gastos
del embarazo de la madre desde la concepción hasta la etapa de postparto.

El vínculo legal (como criterio para otorgar una pensión alimenticia) es una relación
familiar reconocida por la ley, conforme lo establecido en el artículo 474 del Código
Civil[9].

El Estado de necesidad del niño se presume hasta que adquiere la mayoría de edad, así
que correrá por cuenta del padre probar lo contrario, esto es o que el estado de necesidad
ha desaparecido por completo o que el estado de necesidad subsiste pero no en la misma
la magnitud que en el pasado.

La obligación alimentaría encuentra un límite, el derecho a existir  del propio alimentante, lo


cual involucra que el deudor alimentario cuente con los medios suficientes para que él
mismo pueda subsistir, por lo que antes de otorgarse la pensión alimenticia el juez tendrá
que tomar en cuenta criterios cómo: el lugar dónde vive, las deudas, otra carga familiar,
enfermedad crónica, trabajo riesgoso, etc.
La pensión alimenticia debe atender a las necesidades esenciales tanto fisiológicas como
sociales sin que ello involucre afectar los bienes del deudor alimentario más allá de la
necesidad del alimentista (pues ello excede las necesidades del menor) por más holgada
que sea la capacidad económica de la que goce el alimentante. Ello constituiría un abuso
del derecho y un enriquecimiento indebido.

Si bien los “alimentos congruos o amplios” son la regla general estando previstos en el
artículo 472 cuando se hace referencia a la situación y posibilidades de la familia. Estos
difieren de los “alimentos necesarios” resultando superiores en su monto. En esa línea de
pensamiento, el juez decidirá, de acuerdo al caso concreto, qué tipo de alimentos le
reconocerá a los alimentistas, si los necesarios o los congruos.

Bibliografía


o https://peru21.pe/espectaculos/local/jefferson-farfan-aporta-mas-de-24-mil-
soles-mensuales-para-la-alimentacion-de-sus-hijos-y-pide-que-melissa-klug-
tambien-asuma-manutencion-melissa-klug-yahaira-plasencia-noticia/?ref=p21r 
(Consultado el 19 de febrero del 2020).
o https://elcomercio.pe/tvmas/farandula/jefferson-farfan-abogado-del-
futbolista-revelo-cuanto-recibe-melissa-klug-para-manutencion-de-sus-hijos-s-
24-mil-por-alimentacion-y-s43-mil-por-otros-gastos-video-nndc-noticia/?ref=ecr 
(Consultado el 19 de febrero del 2020).
o https://www.benditofutbol.com/futbol-internacional/sueldo-jefferson-farfan-
emiratos-arabes.html (Consultado el 19 de febrero del 2020).
o AGUILAR LLANOS, Benjamín. “Jefferson Farfán Guadalupe y el Instituto
Jurídico de los Alimentos”. En: Enfoque Derecho, 19 de octubre de 2010.
http://www.enfoquederecho.com/jefferson-farfan-guadalupe-y-el-instituto-
juridico-de-los-alimentos/ (Consultado el 19 de febrero del 2020).
o APARICIO CAROL, Ignacio (2018). “Análisis Práctico de la Pensión Alimenticia
de los hijos en el actual Código Civil Español: posibles soluciones para los
pleitos de familia”. Memoria para optar por el Grado de Doctor, Madrid:
Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Derecho.
o CHÁVEZ MONTOYA, María Susan (2017). “La Determinación de las Pensiones
y los Sistemas Orientadores de Cálculo”. Tesis para optar por el título de
Abogado, Lima: Universidad Ricardo Palma, Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas.
o GARCÍA MORAN, Diana (2016). “La Falta de Ordenamientos Legales en el
Establecimiento Justo de la Pensión Alimenticia Provisional”. Tesis para optar
por el Título de Licenciado en Derecho, Atlacomulco: Universidad Autónoma
del Estado de México.
o GUIMARÃES DOS SANTOS (2009). “Tutela Jurisdicional ao Direito a Alimentos.
Efitividade do Processo a Execução da Prestação Alimenta”. Dissertação de
Mestrado apresentada  à Banca Examinadora da Faculdade de Direito da
Universidade de São Paulo, como exigencia parcial para a obtenção do título de
Mestre em Direito.
o MORALES URRA, Victoria (2015). “El Derecho de Alimentos y Compensación
Económica”. La Excepción en la forma de pagar estos Derechos”. Memoria
para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Santiago:
Universidad de Chile, Facultad de Derecho, Departamento de Derecho Privado.
o VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique (2012). Tratado de Derecho de Familia. Derecho
Familiar Patrimonial, Relaciones Económicas e Instituciones Supletorias y de
Amparo Familiar.  Tomo III, Lima: Gaceta Jurídica.
o VOKO, Nina (2012). “Les Aliments en Droit Privé”. Tesis presentada para
obtener el grado de Doctor en Derecho Privado de la Universidad de
Estrasburgo.

[1] Disponible aquí.

También podría gustarte