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UNAM

FACULTAD DE ARQUITECTURA BAUTISTA URBÁN ALEXA


HISTORIA DE LA ARQUITECTURA I 2022-2

LA INTRODUCCIÓN DEL NEOCLÁSICO EN EL URBANISMO DE MÉXICO: LA


OBRA DE IGNACIO DE CASTERA
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII se fundaron las bases para la
restauración del estilo grecorromano en la arquitectura como un modelo de diseño.
La Ciudad de México se encontraba en un caos por falta de orden y control, debido
a las costumbres que provocaban acumulaciones de basura y agua sucia entre otros
problemas urbanos. El regreso al estilo clásico significaba un alarde a su
racionalidad y cambio en costumbres, por lo que se trató de encontrar proporción,
orden y perspectiva conjugando las artes y la técnica.
Se buscó generar orden y simetría a la ciudad con los incentivos de las ideas
ilustradas que eran la belleza, razón, inteligencia y el razonamiento para comenzar
a diseñar y plantear el orden. El virrey Revillagigedo fue de los principales
gobernantes que realmente sentía una preocupación por incorporar estos
paradigmas en la Ciudad de México, por lo que propuso replantear la disposición
de, simetría y distribución en la Nueva España como expresión de las Reformas
Borbónicas que llegaron a imponer nuevas ideas y gustos artísticos que rompían
con lo ostentoso del estilo Barroco. Las ideas del virrey comenzaron a plasmarse
en pequeñas obras que significaban un gran cambio, como lo fue la construcción de
atarjeas para mejorar el drenaje urbano. Las obras de planeación a futuro y solución
de los problemas graves de la Nueva España fueron las primeras manifestaciones
del pensamiento ilustrado. Además de ser una nueva forma de pensar, el neoclásico
se manifestó en la construcción de instituciones que se dedicaban al desarrollo de
las ciencias. Fueron problemas de carácter militar los que dieron lugar a la
necesidad de construir fuertes y puertos, la defensa del territorio seguía siendo
prioridad por lo que necesitaban conocimientos arquitectónicos y constructivos, por
lo que llegaron a México pensadores europeos muy bien preparados y con ideas
innovadoras.
Algunas de las obras más importantes fueron dirigidas por ingenieros, proyectistas
y constructores siguiendo los principios de reorganización y oren administrativo y
funcional que estaba surgiendo, los cuales eran línea recta, traza urbana y la
geometría regular, higiene, seguridad, áreas de aparato y recreación. Al llegar a
México en 1789 el segundo conde de Revillagigedo impuso orden en la caótica
Ciudad de México, por lo que propuso con varios arquitectos e ingenieros una
renovación completa siguiendo los principios neoclásicos. Uno de ellos fue el
arquitecto Ignacio Castera, gracias a la preparación que recibió con su padre, él
propuso remplazar la geometría urbana y su funcionamiento. Estuvo a cargo debido
a sus hechos y ocupaciones, concibiendo la ciudad como un conjunto armonioso de
formas que tienden a la simetría y regularidad. La propuesta de Castera fue
inteligente y audaz para la época, sin embargo, el momento político no fue el
propicio y la independencia extinguió sus posibilidades.

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