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El documento describe la introducción del estilo neoclásico en el urbanismo de la Ciudad de México por el arquitecto Ignacio de Castera a finales del siglo XVIII. La ciudad se encontraba en un estado de caos debido a problemas como la acumulación de basura. El virrey Revillagigedo propuso aplicar las ideas ilustradas de orden, simetría y belleza racional del neoclásico para mejorar la ciudad. Castera, siguiendo estos principios, propuso reemplazar la geometría urbana existente para conceb
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LA INTRODUCCIÓN DEL NEOCLÁSICO EN EL URBANISMO DE MÉXICO
El documento describe la introducción del estilo neoclásico en el urbanismo de la Ciudad de México por el arquitecto Ignacio de Castera a finales del siglo XVIII. La ciudad se encontraba en un estado de caos debido a problemas como la acumulación de basura. El virrey Revillagigedo propuso aplicar las ideas ilustradas de orden, simetría y belleza racional del neoclásico para mejorar la ciudad. Castera, siguiendo estos principios, propuso reemplazar la geometría urbana existente para conceb
El documento describe la introducción del estilo neoclásico en el urbanismo de la Ciudad de México por el arquitecto Ignacio de Castera a finales del siglo XVIII. La ciudad se encontraba en un estado de caos debido a problemas como la acumulación de basura. El virrey Revillagigedo propuso aplicar las ideas ilustradas de orden, simetría y belleza racional del neoclásico para mejorar la ciudad. Castera, siguiendo estos principios, propuso reemplazar la geometría urbana existente para conceb
LA INTRODUCCIÓN DEL NEOCLÁSICO EN EL URBANISMO DE MÉXICO: LA
OBRA DE IGNACIO DE CASTERA A partir de la segunda mitad del siglo XVIII se fundaron las bases para la restauración del estilo grecorromano en la arquitectura como un modelo de diseño. La Ciudad de México se encontraba en un caos por falta de orden y control, debido a las costumbres que provocaban acumulaciones de basura y agua sucia entre otros problemas urbanos. El regreso al estilo clásico significaba un alarde a su racionalidad y cambio en costumbres, por lo que se trató de encontrar proporción, orden y perspectiva conjugando las artes y la técnica. Se buscó generar orden y simetría a la ciudad con los incentivos de las ideas ilustradas que eran la belleza, razón, inteligencia y el razonamiento para comenzar a diseñar y plantear el orden. El virrey Revillagigedo fue de los principales gobernantes que realmente sentía una preocupación por incorporar estos paradigmas en la Ciudad de México, por lo que propuso replantear la disposición de, simetría y distribución en la Nueva España como expresión de las Reformas Borbónicas que llegaron a imponer nuevas ideas y gustos artísticos que rompían con lo ostentoso del estilo Barroco. Las ideas del virrey comenzaron a plasmarse en pequeñas obras que significaban un gran cambio, como lo fue la construcción de atarjeas para mejorar el drenaje urbano. Las obras de planeación a futuro y solución de los problemas graves de la Nueva España fueron las primeras manifestaciones del pensamiento ilustrado. Además de ser una nueva forma de pensar, el neoclásico se manifestó en la construcción de instituciones que se dedicaban al desarrollo de las ciencias. Fueron problemas de carácter militar los que dieron lugar a la necesidad de construir fuertes y puertos, la defensa del territorio seguía siendo prioridad por lo que necesitaban conocimientos arquitectónicos y constructivos, por lo que llegaron a México pensadores europeos muy bien preparados y con ideas innovadoras. Algunas de las obras más importantes fueron dirigidas por ingenieros, proyectistas y constructores siguiendo los principios de reorganización y oren administrativo y funcional que estaba surgiendo, los cuales eran línea recta, traza urbana y la geometría regular, higiene, seguridad, áreas de aparato y recreación. Al llegar a México en 1789 el segundo conde de Revillagigedo impuso orden en la caótica Ciudad de México, por lo que propuso con varios arquitectos e ingenieros una renovación completa siguiendo los principios neoclásicos. Uno de ellos fue el arquitecto Ignacio Castera, gracias a la preparación que recibió con su padre, él propuso remplazar la geometría urbana y su funcionamiento. Estuvo a cargo debido a sus hechos y ocupaciones, concibiendo la ciudad como un conjunto armonioso de formas que tienden a la simetría y regularidad. La propuesta de Castera fue inteligente y audaz para la época, sin embargo, el momento político no fue el propicio y la independencia extinguió sus posibilidades.