Está en la página 1de 385

APUNTES BIOGRÁFICOS

,
CONTEMPORANEOS

Reddite ergo qum sunt Cmsari6, C:esari:


et qum lIunt l>ei, Deo.
SA.N MATEO. Cap. XXII ver. XXI.

PROVINCIA DE SANTA FÉ

ROSARIO
l.IlraDT.\ DI:
18., 8
.
EL Cex.ncle-LIURTAD 205
PR,ÓLOGO

Al emprender este trabajo, no abrigamos las pre-


tenciones de biógrafos ni cronologistas-Ensayamos
solamente una tarea que sale de la órbita comun en
que se desenvuelven las producciones literarias de la
época.
Hemos creido siempre que los hombres y los he-
chos ante el indiferentismo público ó la opinion apa-
sionada, son la negacion de la enseñanza provechosa
del pasado, ó el estravio de la tazon, llevando al
templo de la inmortali~ad á los ídolos de un mo-
mento fugaz.
Pero creemos tambien, que los hombres y los
hechos constituyen una dualidad que, ante el criterio
de la. razon humana, es el punto de partida para el
estudio de las ideas generales que enlazan las in8ti-
tuciones con la filosofía J la historia.
Bajo estas ideas, desde la modesta vida privada
traemos á la escena pública algunos nompres, cu-
yas figuras, en muchos de sus detalle!!, están ligadas
á 108 acontecimientos contemporáneos del país, for-
mando así una sucesion de hechosAue pueden ocupar
G APn'nES DIOGRÁFICOS

otras tantas páginas de la historia brillante de la


patria que en mejores dias prodigó su sangre por la
libertad de medio continente.
Narradores f!everos é imparciales, vamos á mani-
festar 10& méritos y servicios de casi todas las per-
sonas que actualmente ocupan una posicion en esta
sociedad, en el foro, en el cuerpo médico, en el pe-
riedismo, en el escalafon militar, en los diversos ra-
mos del saber humano; detallando los hechos de
cada uno, segun la exactitud de los datos que he-
mos recogido, y haciendo apreciaciones que creemos
lejos de la frialdad del cálculo y del incienso que
tributa la pasion individual.
De una manera accidental hemos tenido que
ocuparnos de muchos personajes que ya no existen,
pero lo hemos h~cho para sostener la unidad de
nuestro plan, porque los sucesos que se relacionan con
ellos, han tenido por teatro el territorio de la -patria y
se eslabonan de tal manera que podemos asegurar que
en nuestro trabajo se observan apuntes cronológicos
desde la fundacion de Buenos Aires hasta la actua-
lidad. .
No desconocemos que es árdua y delicada tarea
trazar perfiles contemporáneos; pero creemos haber
dado· cima á nuestro trabajo, si no de un modo com-
pleto, por lo menos sin herir susceptibilidades, sin in-
vadir un terreno odioso, en medio de la imparcialidad
de nuestras opiniones.
Re.ddite Omsari 'qum sunt Oresaris et D~o qum S1tnt
Dmi. Estas elocuentes palabras proferidas por el primer
reformador de la humanidad, no se han borrado de
FACUNDO ZUVIRÍA 11

sucesivo lo· ,sabemos por acordes informeil de sus paisanos


transeuntes, ,.de otros individuos formados á. su inmediacion,
que han observado su vida, y de vario,s documentos~
Vuelto á su país el Dr. Zuviría empezó á ejercer en él
una magistratura moral por lá profunda' aJa par que social
austeridad de sus costumbres, por la distincion de su fa-
milia y por su luaida carrera literaria.
Desde esa edad el Sr. Zuviría ha sido una fuerte co-
lumna de la Iglesia y' de la Religion, de la moral de las
costumbres públicas y del órden social; y esto precisamente
en las épocas mas' calamitosas' de la guerra civil; debiendo
á los azares de esta no haberse consagrado á la carrera
eclesiástica de su especial vocacion y á cuyo fin habia en-
caminado con preferencia sus estudios.
A la edad de veintiseis años el Sr. Zuviría fué el
primer Presidente de la Junta Provincial de, SalU¡t compuesta
de hombres de la mayor importancia por su saber y por a,
respetabilidad, contándose entre ellos los ilustres Doctores
Gorriti y Zorrilla.
En ese puesto, como en otros distinguidos, la patria
debe al Dr. Zuviria vigorosos é importantes servicios. Dos
saqueos completos de su buena fortuna, repetidos, é 'inmi-
nentes peligros de su vida, y trece emigraciones, la última
de diez y nueve años, que lo separaron de su p~tria, mujer ó
hijos, fué la amarga cosecha de su patriotismo.
En los intérvalos que le dejaba.p estos desgraciados
acontecimientos, dedicaba sus horas el Sr. Zuvir1a al ser-
vicio y consuelo de sus semejantes, especialmente de la hu-
manidad aflijida, á la vijilancia y fomento de la educacion,
de los establecimientos de caridad, de culto y pública bene-
ficencia.
Entre los frutos de sus afanes se cuenta la filantrópica
Sociedad de Beneficencia de Salta fundada por él; yo. que du-
rante treinta y cinco ailOS años há servido y premiado las vi~­
tudas y moralidad de los hijos de esa benemérita Provincia.
1:! APUNTES BIOGRÁFICOS
' . - ~ .. , I .. ' •

Era frecuen"t& ;er al Dr. Z u v irla desprenderse ue la


culta soe'iedad que atraia su amabilidad y su talento para
ir á repartir sus consuelos y limosnas á la choza del en-
fermo, para rodearse y acariciar á los nifios á quieu~8
amaba é infundia el amor de un padre. En épocas poste~­
riores, cuando en República estraña se hizo cargo del ree--
torado de un Colegio, era agradable que al mostrarse á. 108
niños rodeado
, .
del respeto de su cargo,lejos de infundir te-
mor en ellos, corrian á él, le abrazaban, le seguian tomados
de sus 'Vestidos y le haciantomar, partido M sus entreteni-
mientos.
No es posible emplear mayor dulzura que con la que
el Sr. Zuviría encaminaba á los párbulos por el ijendero de
la moral. y del estudio, inspirándoles al mismo tiempo el
respeto que le- debian.
: La caridad,· .la:· tolerancia., la. ·eompasioli, la prudencia
$crn los hombres y el amor ;y dedic~ion á la juv.ebtud, for-.
"an el timbre.,de su moral. Si fuéi"dtran"sigible ·éon.la in-
moralidad y el .crimen, fué siempre compasivo con elcri-
minal.
El rencor ha sido siempre en su corazon una insopor-
table carga, al punto de sorp~nder á sus mismos ofensores
la facilidad con que sel evápQrabari de su corazon los agra-·
'4ios que se le inferian. S~ alguno de ellos se llegó á él,
nunca del" de ser alentado por su afabilidad sincera y cortés.
Es frecuente bÍr decir á los que han conocido inmediata-
mente p,l Sr. Zuviría "que al verlo recibir á un hombre,
no puede distinguirse si es su amigo ó enemigo. "
Jamás ha hecho \ferter UD~ gota de sangre, una lágrima~
ni puesto la mano á ningun hombre. No sabemos que nadie
ID la vida privada hubiera sido damnitlcado por él.
Dotado el Sr. Zuvirja de un génio ~vaz 6 imprecío-
nable, tB. traicion, la" perfidia y la crueldad labran honda-
mente en su corazon.
No sabemos que ni aun en el seno de su familia se le
FACUNDO ZUVlRiA ,"
.'

hubiera visto el semblante afeado por '1a e61e.~. Sri~:~a~


graves disgu~tos y sinsabores le eran traslucidos únic~
mente por el a:-ire de gravedad, concentracion y silencio que
tomaba su fisonomia.
La sensibilidad tia· su corazon y de:p¡as cualidades M~
rales é intelectuales son las mismas que lo fueron las de su
juventud, y su frescor contrasta de un modo raro con la.
extenuacion producida én su -físico por la. actividad.y mu-
chos sufrimientos de s~ vida. Si existen hombr~. ,cliyos ca-
ructéres no se hayan alterado con las defecciones é ingrati-
tudes, es sin duda el Sr.. Zuviría uno de ellos.
Por los mismos informes y'opinion general estamos im-
puestos que durante las luctuosas épocas de la guerra na-
cional y civil ha sido el protector de los desgraciados de
ambos partidos~lig~rantes,
• .
circunstancia que acarreándole
4
la benevolencia de ambos, le ha' merecido la gloria de habel'
podido ellit4r ó atenuar los estragos de la guerra civil en
su pai~." 'Ir •

Arrancado de su' Metropóli el Ilustrísimo Señor Arzo-


bispo de la Plata D. Benito Ma. Mojó y conducido hasta Salta
de donde debia pasar hasta el Rio de la Plata, y de ~lIí á
Europa, despojado de su silla, consiguió el jóven Z~viría
detenerlo y obtuvo la licencia para que volviera á ocuparla,
lo que no tuvo lugar por su próxima é inesper!l-da muerte.
Durante cuarenta años el Dr. Zuviría ha sido un defensor
constante y una calumna del:clero secular y regular de toda
la República. Aun fuera de~'ella, emigrado d. la de Bolivia,
ha ejercido la misma influencia y merecido la' particular
,mistad del Arzobispo da la J:llata y demas Obispos sufra-
gáneos de:esa RepúblIca.
Estarnas. iguq.lllvmte informados que en di~ho país, lle-
vado por sus particulares aficiones, contrajo 5\l asiduidad á
la educacion de, la juventud, haciéndose cargo del Rectorado
de un ColegÍo para mejor llenar sus designios be~éficos, y
dodicando al mismo tienipo la renta de su cargo al sosten y
APl::-n:ES BIOGRÁFICOS

veituario de los júvenci:> pobres, quienes eran siempre 108 ex-


clusivos dueños de log obsequios que él recibia. Rízose cargo
además de educar á sus espensas, siempre que le era posible,
y al lado de sus hijos, á otros jóvenes de igual clase. Allí
tambien ha rejido la educacion pública bajo otros honrosos
títulos como los de Canciller é Inspector General de Es-
tudios.
La juventud y la humanidad deben en este órden al Sr.
Zuviría valiosos servicios. Su nombre debiera colocarse
entre los primeros patriotas y filántropos americanos.
Escusándonos ocupar de la biografía política y social de
dicho Sr. Zuviria, por ser notoria en la Confederacion y
constar de otros docume~tos públicos, y limitándonos á 'la
parte eclesiástica y religiosa de esta última época, diremos,
que á la República como á la América consta, que desde
que ha ocupado un puesto público como el de Presidente del
Congreso Constituyente, Ministro de Relaciones Exteriores,
é individuo del Gobierno Delegado" desplegó su celo ecle-
siástico y religioso dirijiéndose á Su Santidad por el remedio
de los males que aflijen á la Iglesia Argentina, y merecido la
gloria de haber sido el primero entre los argentinos que puso
término al funesto entredicho en que por mas de cuarenta años
se habia visto su patria con el Padre comun de los fieles.
Sabemos cuantos esfuerzos y sacrificios le ha costado el
triunfar para este objeto de los obstáculos que le oponia la
adversidad y penuria de los tiempos. Ello no obstante, su
celo religioso todo lo ha vencido hasta obtener de Su Santidad
las mas favorables contestaciones y consuelos para la Iglesia
Argentina.
Llamado al fin á ocupar el Ministerio de Justicia, Culto
é Instruccion Pública, solo aceptó este destino por los bienes
que en él pod,ia hacer á la Iglesia, empeñando su celo por la
provision de Obispos, p~stores y párrocos, por la ereccion de
Obispados, donde la necesidad de la Iglesia lo demundare,
por la creacion de seminarios y dotacion de ellos, por la
FACUNDO ZUVIRÍA 15

provlSlOn de rentas para el sosten del culto, y sus esfuerzos


porque sean independientes de la subvencion directa del poder
temporal para que no se espongan á las vicisitudes inhel'entes
á las rentas nacionales.
Constandó todo esto por documentos públicos, se hace
innecesario extender nuestro informe en este punto.
Si tantos desvelos por la Iglesia de Jesu-Cristo le han
granjeado el amor y gratitud de la Iglesia Argentina, de sus
ministros, pastores y pueblo católico; tambien le han mere-
cido sus lágrimas y' duelo general cuando por causas inde-
pendientes de su individuo, le han visto retirarse del Minis-
terio y ausentarse aun de su patria que tanto esperaba de él
en favor de la Iglesia, de la enseñanza y de la paz.
La Nacion Argentina ha tenido que aplaudir y admirar
la inquebrantable firmeza de carácter y fuerza de principios
con que ha abogado por la paz cuando las pasiones y la,
guerra fratricida le disputabaÍl acaloradamente el campo,
apurando por esta causa amarguras é incesantes hostilidades
notorias á toda la República.
Conociendo el Sr. Dr. Zuviría la importancia de los Cole-
gios de Misiones, ha dedicado su celo á fomentarlos y á hacer
venir de Italia obreros para la viña del Señor en las Pro-
vincias de Santa Fé, Corrientes,' Córdoba y Jujuy, no repa-
rando en sacrificios y desembolsos personales al lleno de este
piadoso objeto.
Son notorios tambien en la República sus trabajos sobre
la educacion pública de la juventud bajo de un sistema re-
ligioso sobre el que ha escrito opúsculos llenos de filosofia y
de celo religioso y político. Hemos sido testigos presen-
ciales de sus felices esfuerzos por mejorar la educacion pú-
blica en Córdoba bajo de un nuevo plan de estudios, llevado
á cabo durante su Ministerio en ese ramo. .
Estamos instruidos que tan remarcaOles servicios en el
6rden religioso le han merecido la gratitud y felicitaciones de
los mas alto!'; personajes eclesiásticos del exterior incluso
16 APU~TES BIOGRÁFICOS

Monseñor Mariano de Marini internuncio de Su Santidad en el


Janeiro, al mismo tiempo que le han acarreado sinsaboref'
de todo géneI'o y tenaces persecuciones de los que no opi-
.naban como él en estos asuntos, consistiendo su mayor gloria
en padecer por hacer el bien y promover los sagrados in-
tereses de la Religion y de la Iglesia.
Es de suponer que un hombre dotado de las cualidades
humanitarias del Sr. Dr. Zuviría, haya sido un exelente
padre de familia, que ha contraido sus paternales cuidados á
la educacion de cinco hijos varones que han correspondido á
su celo. Distinguidos por su conducta y amor á sus padres,
han servido ya algunos de ellos con honradez puestos ele-
vados en la República.
Los sentimientos y hechos que hemos consignado en
este ligero infoI'me en justo honor del Dr. Zuviría, se los
consagra .todo el pueblo Argentino, y en especial su clero
secular y regular.
JosÉ GREGORIO BA YGORRI.
Provisor y Gobernador del Obispado de Córdoba.
ISIDRO ALIAU
Inspeotor de· Esouelas.

Nuestr.o propósito, como ya lo hemos dicho al principio,


no es puramente consignar los rasgos biográficos de las
personas que figuran en esta obra, sinó determinar de una
manem. imparcial los apuntes de la vida pública de cada una.
de ellas, por los cuales se puedan apreciar los títulos que
los acompañan para ejercer la mision que la suerte les ha
deparado.
Hé ahí, pues, la razon que nos asiste para incluir entre
esta galería contemporánea á la persona. de quien nos va-
mos á ocupar y que en la actualidad desempeña el delicado
cargo de Inspectol' General de Escuelas de la Provincia de
Santa Fé.

1.

El Sr. D. Isidro Aliau nació el 15 de Mayo de 1829 en


Tivenys, pequeña poblacion que dista tre.s leguas de Tortosa,
provincia de Tarragona, célebre por sus. numerosos y gi-
gantescos monumentos romanos que acreditan su antiguo
esplendor, en Cataluña, España.
18 APUNTES BIOGRÁFICO!';

Tranquilos se encontraban sus padres en el modesto


hogar legado de sus antepasados, educando en los principios
de la mas sana moral á siete hijos, entre los cuales se con-
taba el jóven Isidro, cuando la intransigencia religiosa dió
en perseguirlos tenazmente por el año 34, viéndose obligados
á trasladarse á Tortosa, porque eran tenidos por los defensores
del altar y del trono como negros ó liberales, calificativos que
siendo sinónimos para la ignorante y embrutecida plebe, la
concitaba á ensañarse en personas dignas que en 1835 sal-
varon á muchos de sus perseguidores en ocasion de la des-
truccion de los conventos.
Apenas contaba dos años de edad el Sr. Aliau quedóse
sin madre y á los seis falleció su padre, viéndose} por lo
tanto huérfano en los primeros di as de su niñez, encomen-
dado únicamente á un hermano que le sirvió de segundo
padre y que con cariñosa solicitud cuidó de su sosten y edu-
cacion, hasta que terminada la guerra civil en 1840, le con-
dujo á Aldover, pueblo situado á dos leguas de Tortosa,
donde él desempeñaba el cargo de secretario del Ayunta-
miento. Allí le hizo aprender el oficio de barbero y san-
grador con el objeto de. que le sirviera para ganarse la sub-
sistencia en Barcelona, al mismo tiempo que cursára la car-
rera de cirujía.
No existiendo por entónces escuela alguna en Aldover,
su hermano le hacia conducir diariamente á Cherta, pueble-
cillo que distaba una legua, para que continuara sus estu-
dios. primarios que necesariamente fueron incompletos por la
atencion que le reclamára el oficio que ejercia.
A los catorce años el jóven Aliau habia demostrado poco
adelanto en los estudios; pero en cambio era un exelente
sangrador y barbero y un notable 'tirador al blanco, siendo
la caza su pasion fa,:"orita. No obstante esto, á esa edad
empezó á ganar lo necesario para su existencia.
En 1847 se trasladó á Barcelona donde un amigo le pro-
porcionó colocacion en casa de un cirujano de un pueblecito
ISIDRO ALIAU

cel'cano, y un año uespues la misma persona le colocó en una


barberia de Barcelona donde permaneció nueve años con el
mismo principal, hasta que el 57 se embarcó para Buenos
Aires.

11.

Durante su permanencia en la ciudad de Barcelona, de-


dicóse á estudiar con toda contraccion en la Escuela Indus-
trial los idiomas francés é inglés, la teneduria de libros y el
primer año de Cálculo Mercantil, y á pesar de que pocos
momentos le concedia su colocacion, cursó poco despues tres
años en la Escuela Normal de maestros y obtuvo en el exá-
men de riválida, gracias á su inteligencia natural y al cons-
tante estudio, la honorífica nota de sobresaliente en el grado
de Instruccion Primaria elemental, nota que no facilmente se
prodigaba por las comisiones examinadoras en nuestra madre
España. Poco tiempo mas tarde mereció en un otroexámen
la aprobacion en el grado superior.
El añl? 56 entró de ayudante en un colegio en Barcelona
y como continuaba trabajando en la barberia, pudo ahorrar
para el pasage hasta Buenos Aires, á donde lleg[j en los últi-
mos dias del 57, permaneciendo allí algunas semanas sin
tener necesidad de gastar sus ahorros, en virtud de haberle
prestado franca y generosa hospitalidad el actual gerente de
la" Sociedad Rural, el profundo y liberal escritor D. Bartolomé
Victory y Suarez, su conocido desde Barcelona.
Bien pronto trasladóse de Buenos Aires al Rosario en
busca ele un hermano, debido á la generosa interposicion de
un Sr. Soriano que de la manera mas delicada le "facilitó los
medios de trasporte, por recomendA.cion de un hermano suyo.
Tal fué el proceder del Sr. Alíau durante flU permanencia
en España y tal ~u Carál'tl'l' humilde, que· no tardó en con-
20 APUNTES BIOGRÁFICOS

<juistarse el afecto de los tres principales que tuvo, hasta el


punto de hacer lo que queria despuos de cumplir con sus
obligaciones .
En el Rosario dió principio á su carrera pedagógica
dando lecciones en un colegio de niñas. Sus conocimientos
en este ramo y su sistema de enseñanza le valieron la pro-
teccion de los padres .de familia, por lo cual pudo reunir al-
gunos ahorros y establecer una pequeña escuela; pero al año
tomó parte en mala hora como socio de una escuela
do Artes y Oficios que se fundó bajo favorables auspicios
aprovechando del crédito que él habia conquistado, de sus
alumnos y de sus, útiles escolares.
Habiéndose clausurado esta escuela .por su mala direc-
cion, el Sr. Aliau perdió su pequeño capital; no obstante,
conservó su crédito y no tardó en fundar otra vez un esta-
blecimiento de educacion que, perteneciendo á él solamente,
se reputó como uno de los primeros en el Rosar,io, el que ha
producido jóvenes estudiantes de- exelentes cualidades, que
ocupan algunos de ellos una brillante posicion en el terreno
de la ciencia.
Su sistema de enseñanza basado en las continuas ob-
servaciones de una gran práctica, se redujo á emplear la
persuacion, para lo cual se ha prestado su carácter afable,
y durante Jos diez y ocho años de permanencia en el Rosario,
en cuyo tiempo ha trabajado incesantemente y mas de un
desengaño ha cosechado tambien, no solamente desempeñó
COIl toda escrupulosidad comisiones honoríficas para la pro-
vision de maestros de escuelas municipales y del Estado,
sinó tambien cooperó eficazmente en favor de las víctimas
del terromoto de Mendoza y de los heridos en las batallas de
Cepeda y Pavono Se puede asegurar que no se ha promovido
nada que encarne u~ propósito generoso y humanitario, sin
que él no haya tomado una participacion activa.
Varias funciones públicas ha organizado y todas ellas
han tenido por objeto hacer prácticas las obras de benefi-
,
,.
. ISIDRO ALIAP 21
cencia y despertar el sentimiento público en pró de trabajos
de esta naturaleza. De dos representaciones dramátiéas que
preparó, una fué á beneficio de los premios escolares qu.e lo~
educandos merecieran por su conducta, virtud y aplicacion,
y otra en favor del Hospicio de Huérfanos.
Dió tambien una conferencia literaria á beneficio del
mismo Hospicio y. del Hospital de Caridad, en la cual se
presentaron diez ó doc~ niños que disertaron ante un público
numeroso sobre gramática y geografia y que declamaron se-
lectos trozos de literatura, mereciendo ,las mas cordiales feli-
citaciones, y en la ciudad de Santa Fé organizó con éxito
satisfactorio una nueva funcion dramática en obsequio del
Hospital de Caridad.

In.

En su establecimiento de educacion en el Rosario, el Sr.


Aliau no trató jamás de medrar hasta satisfacer ilimitadas
ambiciones, sinó que, por el contrario, se contentó siempre
con poder llenar con su árduo trabajo las mas apremiantes
necesidades de la vida, y mucho menos hizo distincion entre
sus educandos pobres y ricos, pues á algunos de los pri-
meros costeó de su peculio propio las clases de francés y
teneduria de libros.
Aunque lejos de su patria y separado de aquellos seres
queridos que cuidaron de su niñez, sus primeros ahorros
fueron para el hermano que le sirvió de padre y para sus
hermanas mas necesitadas, y á pesar de invertir así el fruto
de su trabajo, ha socorrido con toda delicadeza á las personas
que atravesáran por cirClmstancias apremiantes, y ha procu-
rado hacer socorrer algunas desgraciadas familias, coadyu-
vando en estas humanital'ia~ empre88S su digna esposa.
• i
APVNTES DIOGRÁFICO~

Los actos de beneficoncia realizauos por el ~.'. ¡,~liau son


bien poco conocidos, porque se han pracLicauo Sil ostenta-
cion de ningun género, y solo nosotros, fundados en docu-
mentos que tenemos á la vista, somos los p.-üneroS quizá en
darlos á conocer de una manera pública. !
Ha aprendido la filosofia en los numero~s escritos
de Pi y Margall, y los métodos de enseñanzs,'práctica en
Lopez principalmente y en Carderera mejor qu~ en ninguna
obra estrangera. .
Su culto ha sido siempre el saber, la moral y la virtud
á lo cual ha sujetado todas las acciones de su vida.
Autor de una obrita titulada "Método Razonado", ha
merecido la unánime aprobacion de las personas competéntes
y los mayores elojios de la prensa que ha reputado su tra-
bajo como el primero que hasta hoy se ha presentado para
la ensetlanza simultánea de todos los primerc)s rudimentos
que se aprenden en la escuela,

Inspector General de Escuelas de la Provincia de Santa-


Fé es en la actualidad el Sr. D. Isidro Aliau.
Diez y ocho años de trabajos le han proporcionado títu-
los suficientes para ser conceptuado como uno de los mas
aventajados educacionistas.
Esencialmente católica fué su educaclon hasta la edad de
diez y ocho años; pero libre despues de la paternal tutela, los
escritos de Mazzini, Victor Hugo, Bárcia y Pi y Margall le
hicieron comprender, segun él mismo, que la observacion tl~
I ISIDRO ALIAU 23

la natnra1eza y la sana razon eran la única base de los co-


nocimientos, y entónces se hizo filósofo racionalista.
. ,el materialismo y el espiritualismo no ha sabido
Entre
por cu~ optar, y esta indecision abrumadora se nota eviden-
temente toda vez que ha declarado que Flammarion, Lamma-
nais, Descuret y Bárcia le convencen y persuaden, en tanto
.que Brichner y Darwin, Mata y Proudhon le hacen dudar.
El señor Aliau es dignamente apreciado en la Provincia
:oí donde arribó al terminar el año 1857.
FAUSTINO ABÁMBULO
Coronel de la Nacion.

El 29 de Julio de 1808 nació en Buenos Aires el Coronel


D. Faustino Joaquin Arámbulo.
El 8 de Mayo de 1826, á la edad de diez y ocho años,
sentó plaza de aspirante en el Batallon "Fijo" comandado
por el entónces Sargento Mayor, hoy Coronel D. José M.
Albariños, donde permaneció en el carácter que investia al
mismo tiempo que de escribiente de la mayoría, hasta que
en ese mismo año fué nombrado jefe principal del batallo n
el Teniente Coronel D. Francisco Sanchez y Sargento Mayor
D. Roman Quevedo, por haberse separado del cuerpo el Sr.
Albariños.
En esta época el Sr. Arámbulo se presentó como soldado
voluntario en la com~añia de "Volteadores" por instancias
del comandante Zelis, quien le prometió ascenderlo con pron-
titud, como efectivamente lo cumplió ordenando al capitan
de dicha compañia lo nombrára cabo 20 • de la misma, obte-
niendo el humilde soldRdo un ascenso mas en cada revista
de comisario, hasta que al fin llegó á ser sargento 10. em-
pleado en la mayoria del cuerpo y en servicio activo de su
compañia.
Nombrado el Teniente Coronel Zeli!3, á principios del aúo
•. 4
26 APUNTES D10GHÁFICOS

1827, Comandante Militar de la isla de Martin Garcia, quedó


el General D. Mariano Benito Rolon de Jefe principal del
mencionado batallon, al que, por órden del Gobierno, se
cambió el nombre antiguo que tenia por el de "Guardia Ar-
gentina ".
Trascurridos algunos meses, el General Rolon propuso
para oficiales á algunos sargentos primeros y entre los do~
únicos que fueron objeto de esta distincion por su. honradez y
buenas aptitudes, se encontró el Sr. Arámbulo, quien recibi6
el nombramiento de Alférez de su misma compañía de "Vol-
teadores", continuando á la vez en la mayoria del batallon.
Durant~ la guerra con el Brasil, las fuerzas que tripu-
laban la escuadra nacional bajo las órdenes del valiente Al-
mirante Brown, pertenecian al batallon "Guardia Argentina ,"
en el que se encontraba el Alférez Arámbulo.
A bordo de la goleta Guanaco comandada por el Te-
niente de marina D. Eustaquio Zapiola, el Alférez Arámbulo
al frente de un destacamento de· veinticinco hombres de in-
fanteria peleó contra algunos buques de la escuadra brasilera
en el punto denominado Los Toros, mas afuera d~ las bali-
zas de Buenos Aires; pero encallando despues la goleta en
Puntas de Lara, supo sostener un combate sangriento antes
que contribuir á que el fragil barquichuelo se entregára al
enemigo· de su patria. El arrojo de sus soldados, la bravura
del Almirante y las acertadas disposiciones de los coman-
dantes de la Escuadra Argentina, hicieron triunfar una vez
mas el pabellon nacional y consiguieron poner á flote la débil
goleta que dejó una parte de su obra muerta de babor en las
aguas del combate, retirándose en seguida con la cubierta
bañada en sangre de sus heróicos defensores.
En el mismo año el Alférez Arámbulo fué }'elevado con
otro oficial del mismQ batallon, pasando á continuar sus ser-
,-icios en su compañia 18.. de "Volteadores".
A la terminacion de la guerra con el Brasil, sucedió en
la madrugada del 1°. de Diciembre de 1828 la revolucion en-
FAUSTINO ARÁMBULO ....
C)ow

cabezada por el General D. Juan Lavalle contra el gober-


nador de Buenos Aires· D. Manuel DorregD, quien despnes
de un combate sangriento. fué derrotado y pasado. por las
armas en el pueblo de Navarro, pDr órden del jefe revDlu-
ciDnariD, el dia 13 del mismo. mes y año.
A cDnsecuencia de estos sucesos fué separado. del mando
del batallDn "Guardia Argentina" el General RoIDn, y da-
do. de baja un gran número de Dficiales entre lDS cuales se
encontraba el Alférez Arámbulo, por no merecer. la CDn-
fianza del caudillo. de la revDluciDn cDnDcida en la historia
CDn el nDmbre de "MDtin Militar."
Hasta el afto 1832 permaneció de baja el Sr. Arámbulo,
pero. en este tiempo fué prDmovidD á Teniente 1°. del Es-
cuadron de Línea del Regimiento No. 6, cDmandadD pDr el
General D. Prudencio O~ de Rosas, á la vez qtle se le enco-
mendaba la ayudantía de la Comandancia en Jefe de dicho.
cuerpo, regenteada en el pueblo de DolDres, al Sur de Bue-
nDS Aires, por el hoy CDrDnel D. Manuel German Céspedes.
Cuando. en 1833 el GDbiernD del General D. Juan RamDn
Balcaree, elevado. á la primer magistratura el 17 de Diciembre
de 1832, cayó al bárbaro. empuje de las masas incDnscientes
de la campaña, eapitaneadas pDr el tirano. RDsas, el Teniente
1°. fué á incorpDrarse á su escuadron que se hallaba en el
Azul, en el fuerte de San SerapiD, de dDnde partió varias
veces al desierto. al frente de un puñado. de soldadDs, distin-
guiéndDse en la persecuciDn tenaz que emprendió cDntra los
indiDs que invadieron pDr Tapalquen, Azul· y Dtros puntDs.
Ello. de Diciembre de 1838 mereció ·pDr Sl.\S servicios
que fuera ascendido. á Capitan de la la.. cDmpañia. de su mismo
regimiento que continuaba de guarnicion en el fuerte ya
nDmbradD, bajo las inmediatas órdenes del CorDnel . D. Ma-
nuel del Cármen Gareia.
Sublevado. el Sargento. Mayor D. Manuel Rico., marchó
contra él el regimiento No. 6 incDrpDradD á la DivisiDn del SUl'
que. se encontraba en Tapalquen ftlanc.1ada {Jor el Coronel
28 APUNTES D10GRÁFICOS

D. Nicolás Granada, cuya fuerza que en su totalidad se com-


ponia de novecientos soldados de línea, bajo el comando in-
mediato del General D. Prudencio O. de Rosas, trabó la
batalla de Chascomús contra las del Coronel de ingeniel'Ofl
Crámer, entrando por lo tanto en combate el Capitan Arámbulo.
Despues de dispersadas completamente las fuerzas suble-
vadas de Rico, Castelli y Crámer, Rosas dió órden al Coro-
nel Granada, que se hallaba acampado en el pueblO' de Dolores,
que bajase con su division á Santos Lugares, por haber de-
sembarcado en San Pedro el General Lav~lJe al frente de
sus parciales.
En esta diviliiion que despues de algunos combates dió
el del Rodeo del M edLo en la provincia de Mendoza, se en-
contró incorporado á su regimiento el Capitan Arámbulo,
siendo empleado en el Estado Mayor bajo el comando del
Coronel D. Francisco Lasala.
Nombrado el General D. Eugenio Garzon Jefe del Es-
tado Mayor del ejército de D. Manuel Oribe, el Capitan
Arámbulo fué electo por aquel para Comandante del pueblo
de Coronda, donde supo grangearse la estimacion de todos
los ciudadanos sin distincion alguna de color político, por su
afable carácter y por la distincion con que trató á los dis-
persos del General D. Juan Pablo Lopez, á quienes garantió
sus vidas é intereses.
En Junio de 1842 entregó la Comandancia al Sr. D.
Prudencio Torres.
• En 25 del mismo mes y año se incorporó á su cuerpo
para formar parte del ejército del General Oribe.
El 6 de Diciembre se encontró en la batalla del Arrogo
Grande, en la que fué derrotado el General Rivera por los
ejércitos de Oribe y Urquiza.
AIgun tiempo despues el Capitan Arámbulo desempeñó el
cargo de Ayudante en el Estado Mayor General, bajo las
órdenes del ·Coronel D. Manuel del Cárinen Garcia.
El 14 de Febrero de 1843 hallóse entre los primeros en
¡"AUSTINO ARÁMnULO

la batalla presentada por el General D. Servando Gomez al


General Rivera en el Paso de la Paloma.
Continuando con el General Urquiza se encontró' én el
hecho de armas que tubo lugar en India Muerta, el 27 de
Marzo de 1845.
En la noche del 21 de Diciembre, al frente de su com-
pañia y teniendo por jefes superiores á los Coroneles La-
prida, Lamela y Garcia, rechazó á los sublevados que co-
mandados por el Coronel D. Brigido Silveira, se lanzaron á
sorprender las fuerzas que Uajo e~ mando del primero estaban
acampadas en el A rrogo del A lJére•.
A las órdenes del General Urquiza peleó en el combate
del Sauee Oriental, el 18 de Febrero de 1846, contra las
legiones del General Rivera.
En Mercedes, R. O., sirvió en clase de Ayudante del
General Oribe y mas tarde, por haberse enfermado el Coronel
Garcia, el Capitan Arámbulo quedó encargado del Estado
Mayor Divisionario de las fuerzas del mismo General.
El 12 de Octubre de 1851, así que el General Urquiza
se colocó al frente del ejército argentino, fué ascendido á
Sargento Mayor efectivo y al mando del tercer escuadron de
la Division mandada por el Coronel Aquino y antes por el
Coronel Granada. . .
Por disgusto~ con el jefe de la Division, el Mayor Arám-
bulo solicitó y obtuvo del Mayor General D. Benjamin Vira-
soro su separacion del cuerpo del ejército á que pertenecia,
poniéndose inmediatamente á las órdenes del Gen~ral Ur-
quiza, quien le nombró Jefe del Detall de la Division del
Coronel D. José Ignacio Burgoa, en cuyo carácter tomó par-
ticipacion en la memorable batalla de Monte Caseros, acae-
cida el 3 de Febrero 1852, dia en que sucumbió para siempre
el poder omnímodo del absoluto Rosas.
Cuando el ejército libertador acampó en Palermo y el
General D. José Maria Flores fuó nombrado Comandante
.General del Departamento Norte y Centro de la Provincia.de
ao APt.::'IITES D10GHÁFICOS

Buenos Aires, los impurtantes servicios pl'{'!'\tauos pOi' (>L


Mayor Arámbulo se recompensaron, confiriéndoselo lus des-
pachos de Teniente Coronel efecti vo y nombrándosele al mismo
tiempo Jefe uel Estado Mayor de los mismos departamentos,
cuya Comandancia fijó en el fortin de -Areco, en donde per-
manenció desempeñando su cometido con delicadeza y acti-
vidad hasta que el Gobierno de Buenos Aires se pronunció
contra el General Urquiza el 11 de Setiembre de 1852.
A la par de muchos Jefes de ,alta graduacion, el General
Flores y el Comandante Arámbulo se adhirieron al pronun-
ciamiento, marchando este último con un escuadron de caba-
lleria del fortin de Areco á incorporarse al primero en Lujan
donde se encontraba la G. N. de ese pueblo y las divisiones
de D. Eujenio Bustos y del Coronel Cané.
Colocado el General Flores á la cabeza de estas fuerzas,
emprendió una marcha hostilizadora contra los cuerpos en-
trerrianos mandados por el General Galan que se retiraba en
direccion á Santa Fé, y hubiera continuado adelante, si en
San Nicolás de los Arroyos no se compromete el General
Urquiza á retirarse tranquilamente con su ejército.
El vencedor de Caseros cumplió corno bueno, y el Ge-
neral Flores des pues de acampar en el A rroyo de Ramayo
se retiró á Buenos Aires para encargarse de la cartera del
Ministerio de la Guerra, regresando por lo tanto el Coman-
dante Arámbulo al frente de su Escuadron á ocupar su
puesto en el fortin de Areco, de donde al poco tiempo pasó
á ser Jefe de Estado Mayor de la Comandancia del Depar-
tamento Norte, establecida en San Pedro y desempeñada por
el .Coronel D. Cayetano Laprida.
En tanto que el General D. Hilario Lagos, despues de
su pronunciamiento contra el Gobierno de Buenos Aires
acaecido ello. de Diciembre de 1852, ponia sitio á la capital
de la República, secundado por varios gefes de alta gradua-
cion, el Comandante Arámbulo permaneciendo fiel á su par-
tido y á los dictados de su conciencia, continuó en la Coman-
FAI'!;TINO ARÁMnULO 31
I
dancia del Departamento Norte, sin tomar participacion
alguna en los sucesos que por entónces tenian lugar. _.
Despues que se levantó el sitio en 1853, el Comandante
Arámbulo entregó la Comandancia al Coronel D. Ramon
Bustos, bajando á Buenos Aires por órden del Gobernador
D. Pastor Obligado, donde permaneció siete meses sin suel-
dos y apurando toda suerte de necesidades, pero siempre leal
á sus intimas opiniones, hasta que habiendo obtenido el per-
miso superior, se trasladó á San Nicolás de los Arroyos, desde
donde emigró al Rosario pasando en seguida al Paraná á
ponerse á las órdenes del General U rquiza, Presidente de la
República en 1854.
Vanos fueron los esfuerzos que en la batalla del Tala hizo
el Comandante Arámbulo y demás jefes para obtener la vic-
toria; la suerte les fué adversa, mas por impericia del que
comandaba el ala derecha, que por falta de tácticas disposi-
ciones y de valor personal; viéndose obligado á emigrar al
Rosario y mas tarde á partir al Paraná. donde al mismo
tiempo que fué incluido en la revista de edecanes del Gene-
ral U rquiza, ~e le elegia en San J osé para escribiente de la
secretaria regenteada por el Dr. Victorica, emigrado tam-
bien por igual causa.
Cuatro años permaneció en el Uruguay, en cuyo tiempo
fué nombrado Secretario del General D. Miguel Gerónimo
Galarza, encontrándose por consiguiente en la gran parada
de catorce mil hombres que formaron en el raraná ante el
que supo derrumbar el poderío de Rosas, ante el inmortal
General U rquiza, quien agració con un grado más á todos
los jefes y oficiales que se encontraron en esa importante
revista militar, ascendiendo en consecuencia á Coronel el
Comandante Arámbulo que continuó á las órdenes 'del Ge-
neral Galarza.
En la batalla de Cepeda, el 23 de de Octubre de 1859,
en mediQ del humo de la pólvora y en lo mas reñido de la
lucha, prestó inmensos servicios QJl su carácter de J&fe del
32 APUNTES D10<ORÁFICOg

Detall de las Divisiones de Victoria y Nogoyá, y de8pue!-\


de la derrota de las fuerzas mandadas por el Coronel D.
Bartolomé Mitre, Gobernador por aquella época de la Pro-
vincia de Buenos Aires, el Coronel Arámbulo olvidando com-
pletamente los resentimientos de partido para escuchar la voz
del deber, protegió noble y decididamente á todos los disper-
sos, entre los cuales se hallaba un hijo del Coronel Asca-
subi y veintidos oficiales mas.
En vista de que el gobierno no reconoció posteriormente
la graduacion de los jefes y oficiales emigrados, faltando así á
la palabra empeñada en los tratados con 'el General Ur-
quiza, el Coronel Arámbulo y muchos de sus compañeros
llegaron al Rosario lamentando la ingratitud que olvidaba
los sacrificios y valentía, hasta que en Mayo de 1860 recibió
el nombramiento de Edecan del Presidente Dr. D. Santiago
Derqui, con cuyo cargo se encontró en la batalla de Paf)on.
EllO de Julio de 1861 fué ascendido á Coronel efectivo
durante la vice-presidencia del General D. Juan Estevan Pe-
dernera; pero habiendo caducado el Gobierno de la Confe-
deracion, el 12 de Diciembre del mismo año s~ retiró al
Rosario de Santa Fé, sin gozar de sueldo a:lguno hasta el
mes de Mayo de 1862, en que el General D. Bartolomé
Mitre encargado por entónces del Poder Ejecutivo Nacional,
le hizo agregar á la Plana Mayor Disponible con opcion á
medio sueldo.
Declarada la guerra contra el Paraguay en 1865, al Co-
ronel Arámbulo se le encomendó la formacion de un Regi-
miento de Caballeria que él denominó "Blandengues de Bel-
grano", el cual prestó ímportantisimos servicios al ejército
argentino en la construccion de balsas, conducion de ha-
cienda al través de los ríos y desembarco de forraje, por
cuanto que en el referido cuerpo se encontraban ciento y
tantos indios de San Javier, bastante aptos para esta suerte
de trabajos. .
Habiendose conferido el mando de los Hegimiento!:'>
FAUSTINO ARÁMnlTLO 33

" Blandengues" y "Lavalle ", que formaron una brigada, al


Coronel D. Mariano Orzabal menos antiguo que el Coronel
Arámbulo, éste justamente herido en su susceptibilidad, pidió y
obtuvo su separacion del cuerpo, pasando en seguida á ser
Ayudante del General en Jefe D. Bartolomé Mitre y mas tarde,
en virtud de órden superior, á desempeñar el mismo rango
cerca del General D. Emilio Mitre que perseguia en Corrien-
tes al General Cáceres sublevado contra las autoridades lega-
les de esa provincia.
Poco despues fué encargado de formar el inventario de todo
lo que el mariscal Solano Lopez dejára en su fuga precipitada,
y esta delicada comision desempeñada con escrupulosidad y
rectitud, dió por resultado mas de cincuenta mil cueros vacunos
que él mismo entregó á sus respectivos propietarios en el pa-
raje denominado Campo Grande, por órden de la Comision In-
ternacional de Presas.
Tornando nuevam~nte á ocupar su puesto de Ayudante
del General D. Emilio Mitre, no tardó en ser nombrado Jefe
de la estacion "Tacuaral", en donde quedaban á sus órde-
nes quinientos infantes y parte de la Division de caballeria
correntina mandada por el Coronel Azcona, y á. su severa
vigilancia todo el parque, municiones y forraje del ejército
argentino; retirándose á Buenos Aires en 1870, así que ter-
minó la gloriosa campaña de cinco años, para ser inmedia-
tamente agregado á la Plana Mayor disponible.

El Coronel D. Faustino J. Arámbulo reside en el Rosario.


Del soldado que á bordo· del Guanaco se mostró sereno
en medio del combate, del que no desmayó en la campaña
de la Banda Oriental, de aquel que soportó con viril ente-
reza los sufrimientos físicos y morales de cinco años de
guerra en el Paraguay, solo queda hoy el hOlI!bre dominado
por los dolores que van destruyendo á la materia, único legado
de las terribles fatigas de otro tiempo .
..
PBDIO 10LASeo ABIAS
Dootor en Jurisprudenoia.

1.

El año 1843 acababa de terminar.


La ciudad de Salta; célebre en la historia por haber sido la
cuna de tanto y tanto héroe como los que supieron conquis-
tar con su pujante lanza y sellar con su sangre generosa la
independencia de su cara patria; Salta, la conquistada por
lbs atrevidos descubridores del Perú, contaba por ent6nces
como cuenta actualmente con una selecta sociedad entre lo.
cual se encontraba el respetable comerciante D. Tomás Arias
y su esposa Doña Francisca Arias.
De este matrimonio naci6 el 31 de Enero de 1844 el Dr.
D. Pedro Nolasco Arias.
A la edad de diez años se separ6 de la tierra que lo vió
nacer, trasladándose á Entre Rios primeramente y á Santa
Fé en seguida donde su padre despues de haber regido los
destinos de su provincia natal, fué electo por sus conciuda-
danos para Senador al Congreso y nombrado lIlas tarde Mi-
nistro de Hacienda, Administrador de las Aduanas del Ro-
sario y de Gualeguay y Presidente del Banco Nacional que
se trató de establecer en los prime!,<>s tiempos en que todas
3G APUNTES BIOGRÁFICOS

las provincias, esceptuando Buenos Aires, se sujetaron á la


Constitucion promulgada en 1853 y formaron el Estado que
se llamó Confederacion Argentina, cuyo nombre llevó por al-
gunos años esta parte de la América Española.
En 1856 el Dr. Arias ingresó en el Colegio Nacional del
Uruguay donde permaneció hasta 1861 en que terminó sus es-
tudios, obteniendo en los diversos exámenes honrosas men-
ciones que alentaban más y más su espíritu y que, obligán-
dole á remover los obstáculos que encontrára á su paso, Le
auguraban un risueño porvenir no muy lejano.

11.

En el vasto territorio americano que debido .á los im-


portantes esfuerzos del inmortal Bolivar, se declaró indepen-
diente el 6. de Agosto de 1825; en aquel suelo de encontra-
dos aspectos; sobre las ruinas palpitantes de uno de los mas
grandes pueblos de los incas, que al golpe destructor de las
masas conquistadoras cayó para no levantarse jamás, se alza
hoy severa é imponente la celebre ciudad de Chuquisaca ó
Chu.rcas, la única que puede estar legítimamente orgullosa de
poseer la: biblioteca mas valiosa de la América del Sur.
En la Universidad de Chuquisaca, en ese emporio del
saber, se matriculó el Dr. Arias en 1862, recibiendo poco
tiempo despues la honorífica distincion de ser elegido entre
los estudiantes mas aventajados para representar durante tres
años consecutivos las cátedras de segundo, tercero y cuarto
año de derecho, en los solemnes exámenes verificados ante
una gran concurrencia y en presencia del Presidente de la
PEDRO Nouseo ARIAS 37

República, de la Suprema Corte y demás Corporaciones Na-


cionales.
Si el estudio sério en la mas antigua ciudad Sur ameri-
cana llamaba toda la atencion del Dr. Arias, no por eso le.
impedia dedicar algunos momentos al cultivo de las letras, y
desde la célebre capital de Bolivia el contraido alumno re-
mitia periódicamente al diario El Fe,.,.o - Ca,.,.il corres-
pondencias de tanto interés que fueron apreciadas dignamente
por un público que deseaba conocer al escritor y colaborador
de La Époea y de El U,.uguay.
A los veintitres años de edad, esto es, en 1866, despues
de obtener las mas honrosas menciones por sus aptitudes y
cuando esperimentó la satisfaccion de haber superado todas
las dificultades que se ]e presentaron hasta entónces, se graduó
de Doctor y recibióse de abogado, llegando así al término
de su jornada.

111.

Muy niño dejó el Dr. Arias su patria, y por consiguiente,


de ella solamente podia conservar las frias cenizas de los re-
cuerdos de sus primeros años; pero cuando se encontró me-
cido por la dulce esperanza de un porvenir digno" de sus
conocimientos, corrió presuroso á la tierra que un dia le vió
partir indiferente y le ofreció el contingente de su saber y de
su abnegacion.
Su patria no le fué ingrata, ~~nque bien pudiera haber
38 APUNTES BIOGRÁFICOS

premiado mas dignamente el desinterés de uno de sus


buenos hijos.
Al poco tiempo de ocupar provisoriamente en ella los
destinos de Juez en lo Civil y de Defensor en el Ministerio
de Menores, se trasladó al Uruguay donde residió poco mas
de un año, desempeñando interinamente durante este tiempo
el empleo de Juez de Alzada y en propiedad el de Jefe de
la Oficina de Recaudacion, en época en que esta importante
reparticion se encontraba proxima á ser organizada bajo un
nuevo y ventajoso sistema. ..
En Diciembre de 1869 estableció su residencia en el Ro-
sario de Santa-Fé, y aqui supo cumplir con altura y con con-
traccion los deberes que contrajo al aceptar los deliCados
cargos de Municipal, Diputado á las Cámaras Provinciales,
Agente Fiscal, Profesor de Derecho Mercantil en el Colegio de
Santa Rosa y de Historia durante dos cursos escolares en
el Colegio Nacional de la misma ciudad.

IV .

. Entre las muchas distinciones que ha merecido el Dr.


Arias, se encuentra la de haber sido elejido para abogado
consultor del Banco Argentino y nombrado Socio Honorario
de la importante asociacion italiana residente en el Rosario
y denominada" Casino Campidoglio. "
Cuando el pueblo argentino se ajitaba entre encontradas
opiniones por elevar á la primera majistratura del país á uno
de sus hijos; á consecuencia de hallarse cercano el término
~el periodo presidencial del ciudadano D. Domingo Faustino
PEDRO NOLASCO ARIAS 39

Sarmiento, el Dr. Arias fué el redactor infatigable de La


Opinion Naeional, diario que se publicaba en el Rosariu, y
Secretario del Club político que sostuvo la candidatura del
Dr. D. Nicolás Avellaneda hoy Presidente de la República.

En la actualidad el Dr. D. Pedro Nolaseo Arias ejerce


su honrosa profesion; es Abogado Consultor del Banco Pro-
vincial, Procurador Fiscal de la N acion y está reputado como
uno de 105 buenos jurisconsultos.
ANTONIO BIKAVIDIZ
Coronel de la Nacion.

I.

El 13 de Junio de 1833 nació en la ciudad de Córdoba


el Coronel D. Antonio Benavidez.
Risueña es la existencia cuando en los primeros años
de la vida dirije nuestros vacilantes pasos la mano amiga
de nuestros cariñosos padres; pero ese lago tranquilo de pu-
ras y cristalinas aguas bien pronto se trueca en un mar em-
bravecido, cuyas gigantes olas amenazan á cada instante se-
pultar en negra sima las dulces ilusiones de la edad temprana,
si entónces nos encontramos aislados en medio de un mundo
que nos es completamente desconocido.
Este. desgracia terrible, dolorosa y casi siempre de fa-
tales consecuencias, fué á herir al Coronel Benavidez en una
edad en que no le era posible fijar con precision el ·camino
que habia de recorrer.
Trece años tenia solamente cuando se vió obligado á tra-
bajar de una manera material, á emplear sus cortas fuerzas
físicas en una tarea ruda, pesada,. mezquina, con el fin de
(l
42 APUNTES nIOGRÁJo'ICOS

conseguir lo muy estrictamente necesario á su subsistencia,


del mismo modo que el pobre y miserable peon alquila pri-
meramente y vá gastando despues la materia, su organis-
mo, en un trabajo improbo, reducido, constante y muchas
veces despreciable ante la misma sociedad que lo exije.
Tal fué la primera y malhadada suerte del Coronel Be-
navidez.
Tres dias despues que el General Urquiza partió de Bue-
nos Aires con el objeto de instalar el Congreso Constituyente
en la ciudad de Santa-Fé, es decir, el 11 de Setiembre de
1852, el pueblo bonaerense resistió su autoridad, y al encen-
derse por consiguiente la guerra civil en la República, el jó-
ven Benavidez fué uno de los primeros que se presentó en
la plaza de la Victoria en calidad de soldado de la Guardia
Nacional, y mas tarde, durante el sitio puesto por el Coro-
nel Lagos, se distinguió como defensor de la plaza sirviendo
tambien como soldado en el 5~ batallon de G. Nacionales.
El 21 de Diciembre del mismo año fué herido en la
pierna izquierda, y tan pronto como se encontró restable-
cido, recibió el p,rimer galon de Alférez pasando en seguida
á continuar sus servicios en la 5~ guerrilla al mando del
bravo Comandante D. Camilo Rodriguez y teniendo por jefe
superior al General D. Manuel Hornos.
En este estado, no solo se halló siempre en todos los com-
bates parciales, sinó tambien en la empeñada batalla del
,Tala, hasta que en 1854 solicitó pasar al Regimiento de Co-
racerps en donde revistó en clase de Teniente 11? de Guar-
dias Nacionales, obteniendo á los pocos meses los despachos
de Teniente 2~ de línea, el 9 de Setiembre del 56, y los de
l~ á los veinticuatro años de edad, el 13 de Junio de 1857,
encontrándose por entónces con el Regimiento á que pertenecia
en el Azul, uno de los pueblos del Sur de Buenos Aires, sos-
teniendo frecuentes combates con los indios invasores que
8n número con~idel'able se atrevian á salvar las lineas de
fronteras.
A!'ITUNIO BEXAVIDEZ

1I

A fines del mismo año 57, durante la campaña conquis"""


tadora que se llevó á ·1a inmensa region pampasia que se-
vera, magestuosa y no perfectamente conocida, se estiende al
Oeste de la Provincia de Buenos Aires, el Teniente Bena-
videz al frente de un grnpo de soldados de su Regimiento
de Coraceros y á las órdenes del Coronel D. Emilio Conesa,
peleó bizarramente cont~ los indios en los parajes denomi-
nados Tres Arroyo8 y Peseado Castigado, sorprendiendo y
derrotanto completamente una numerosa fuerza salvaje, que
no esperaba sin duda un golpe de arrojo como el que reci-
bió; por cuyo hecho de armas al jóven militar se le agració
con el grado de Capitan de línea, el 21 de Mayo de 1858.
Los sucesos políticos trajeron mas tarde la batalla de
Cepeda en la que se halló con su Regimiento de Coraceros ;
pero disolviéndose este y formado el Regimiento 3 de Ca-
ballería de línea, rué nombrado ellO de Julio de 1860 Ca-
pitan efectivo de la 1 ~ compañía del le.. escuadron del es-
presado cuerpo que se situó en el Azul, hasta que en la
batalla. de Pavon se encontró al frente de su Regimiento,
por hallarse su Comandante D.Emilio Vidal mandando la
cual"ta division del ejército.
El 27 de Octubre de 1863 se le estendieron los despachos
de Sargento Mayor efectivo, pasando luego en calidad de se-
gundo jefe al Regimiento 8 de Caballería de línea, coman-
dado por el Coronel D. Lui!5 Alvarez, el cual se hallaba de
guarnicion en el Chaco, sobre la frontera Norte de Córdoba.
Declarada. la guerra contra el Paraguay en 1865,- mar-
chó incorporado al Ejército Argentino como primer jefe de
una parte de su Regimiento, pueS_la otra parte quedaba en
APt:NTES BIOGRÁFICOS

el mismo punto oe guarnicion bajo el mando oel Coman-


dante D. Francisco del Prado.
Sereno siempre el Mayor Benavidez, tuvo tambien una
parte en la victoria del 2 de Mayo, en el Paso de la Patria
el 24 del mismo mes, en Tuyutí, y el 4 de Setiembre en el
gran reconocimiento practicado en la extrema izquierda de la
línea enemiga, en cuya fecha derrotó con su escuadron del
Regimiento 8 las fuerzas guerreras que se le presentaron á
su paso, tomó diez y siete prisioneros y llegó hasta el mis-
mo pié de la bateria Linch, mereciendo que el General en
Jefe D. Bartolomé Mitre le estrechára la mano con efusion
al frente de sus bravos soldados y le felieitára sobre el cam-
pode batalla, y obteniendo en ese mismo dia los despachos
de Teniente Coronel graduado y de efectivo, estendidos am-
bos ello de Octubre de 1866 como justa recompensa á sus
méritos y servicios.

III.

Mientras que los guerreros argentinos se cubrían de


gloria en los campos del Paraguay, la revolucion estallaba
en las provincias del interior de la República Argentina.
Los hermanos Saa, célebres caudillos de los pueblos del
Centro, al frente de sus parciales se revelaron contra el po-
der Nacional, y haciendo flamear el pendon revolucionario
en las agrias pendientes de los Manantiales, amenazaban
convulsionar las provincias del Oeste.
En estas circunstancias, el Gobierno de la Nacion se
vió obligado á dictar medidas enérgic~s á fin de asegurar
la tranquilidad pública entónces interrumpida, y para el
efecto regresaron del Paraguay algunos cúerpos argentinos
que debian operar contra las falanges de la revoluciono
ANTONIO DF.NAVIDEZ

Entre eso::! cuerpos !:;e encontró el Teniente Coronel


Benavidez á la caueza de una parte de su Regimientu 8.
De regreso de San Luis el ejército espedicionarió~ él'
ocupaua la vanguardia al frente de ciento sesenta hom-
bres, con los cuales batió en el paraje denominado Los Lo-
ros á las fuerzas de Felipe Saa que ascendian á quinientos
y tantos hombres, derrotándolo completamente, y peleando
cuatro dias despues 'en Porte::uelos, en cuyos encuentros
supo mostrar la misma serenidad que en la batalla del
Tala.
No habia trascurrido mucho tiempo. cuando bajo las
órdenes del entónces Coronel D. José Miguel Arredondo,
derrotaron en los campos de San Ignacio con solamente
mil quinientos hombres á siete mil enemigos que confia-
dos en su número se lanzaron atrevidamente al combate.
Enviado en persecucion del caudillo Varela, emprendió
la campaña de San Luis y Rioja, de donde tornó, despues
de pacificadas las provincias, para recibirse de la coman-
dancia en jefe de las fronteras Sur de Santa-Fé y Oeste
de Córdoba, en· cuyo destino permaneció seis años, hasta
1872, recibiendo allí los despachos que en recompensa de
sus servicios le fueron estendidos el 6 de Octubre de 1868.
Durante el espacio de seis años que se encontró res-
guardando las fronteras, nadie se atrevió á dudar de su
reputacion, pero sus enemigos consiguieron que se le
separára de su destino y del Regimiento 8 de caballeria de
linea, pasando á revistar en la Plana Mayor disponible,
con opcion á medio sueldo solamente, en cuya reparticion
se encuentra figurando aún.

IV.

Aquí podriamos terminar los breves apuntes que se re-


lacionan con la vida pública del Coronel Benavidez, pero
4(j APUNTES BIOGRÁFICOS

su separacion de las fronteras, sus sacrificios, ~ll carrera


militar y mas que todo, su dignidad, exijen la demostracion
exacta de los hechos que dieron por resultado su separacion
del servicio activo en el ejército.
Hé aquí una carta del entónces Ministro de Guerra y Ma-
rina, General D. Wences]ao Paunero, que viene á demos-
trarnos el aprecio que mereciera del Gobierno Nacional el
Coronel Benavidez.
La carta dice así textualmente:

"Buenos Aires, Febrero 19' de 1868.


H Señor Teniente Coronel D. Antonio BenarJidez, GeJe del
8° Regimiento de Caballeria de Linea.

Mi estimado Comandante.
" La estrañeza que me ha causado el recibo de su apre-
ciable carta de este mes, solicitando de mí el despacho de su
solicitud de baja y separacion del servicio de las armas, me
ha puesto en el caso de hacer una séria consulta con el Pr&-
si dente de la República, y tanto él como yo nos hemos de
oponer hasta. donde es posible para impedir su separacion del
ejército.
Acaso sus buenos servicios no le han hecho acreedor á
la. estimacion de sus compañeros de armas y no le han cap-
tado el alto aprecio de sus superiores' Aeaso no se considera
recompensado en sus sacrificios 7 Necesario es que para. 11.
determinacion i1'ldicada hayan influido en V. muy poderosos
motivOs. y razones de mucha trascendencia.; pero pennítame
decirle que es necesario tambien que yo los conozca, para
discentir con V., ya como su Jefe que lo aprecia, ya como
amigo y compañero que siempre lo ha distinguido. Si son
justos, seré el primero. en procurar que V. realice sus de-
seos; pero sinó, como creo que no serán, ya sabe cual es
mi juicio y el del Presidente de la República.
No estraiie el lenguaje que esta vez empleo con V ...
ANTONIO BENAVIDEZ

porque es efecto de la sorpresa que me ha causado el re-


cibo de su apreciable carta. __
Sin mas pOI' ahora, me repito de V. corno siempre affmo.
General y amigo.
W. PauneT'o. ",-

En cuanto al proceder incongruente observado para con


el Coronel Benavidez, víctima de una injusticia, .La Opinion
Naeional, diario que se publicaba en el Rosario, en su
número 551 de fecha 11 de En~ro de 1873, dice lo si-
guiente:
"EL CORONEL BENAVIDEZ - Los documentos que en
otro lugar publicarnos, á pedido de algunos amigos del Co-
ronel Benavidez, vienen por una parte á vindicar la honra
de ~e Jefe difamado por las publicaciones calumniosas de
un diario, y por la otra á poner de manifiesto una arbi-
trariedad del Gobierno Nacional.
"El Coronel Benavidez que no trepidó en arrastrar
ante los tribunales á SQ,S calumniadores y á provocar un
juicio para vindicarse de los cargos injustos que se le im-
putaban, ha comprobado la pureza de su proceder y hon-
radez, siendo absuelto de todo cargo por sus jueces.
"Sin embargo de ese fallo tan honroso y cuando era
de esperarse que volviera á ocupar el puesto que ocupa-
ba, y del que habia sido suspendido para responder al juicio;
~l Gobierno Nacional haciéndose superior á los mismos
jueces, aplicó un castigo al Coronel Benavidez, retirándo-
le del mando del 8 0 Regimiento á cuyo frente mas de una
vez conquistó glorias para su patria.
"Francamente, el proceder del Ministro de la Guerra
es inexplicable y en él resalta la injusticia y la .parciali-
dad.
" El Corron~l Benavidez es un militar valiente y pun-
donoro80, que ha conquistado sus grados á fuerza de ser-
vici08 prolongaQt):'; en los campo~ do batalla en el Para-
APUNTES BIOGRÁFICOS

guay, en la frontera y persiguiendo la montonera en el


Interior, que siempre ha dado pruebas de su valor y pe-
ricia, y no comprendemos que todo ello no se haya te-
nido en cuenta para no decretar una casi destitucion que
puede considerarse, y es efectivamente, un castigo inme-
recido.
"Si los buenos servidores reciben tal premio por sus
sacrificios y'su sangre derramada, &qué estimulo queqa para
los que se sacrifican por la patria'
"Es un amargo y triste desengaño.
"Pero no 1 la patria no puede ser ingrata con los bue-
nos y leales servidores; el gobierno no puede olvidar quince
ó veinte años de servicios y condenar á un hombre que.ha
vertido su sangre en defensa de la honra é instituciones
nacionales y que ha gastado su juventud en los campalJlen-
tos, á que en el último tercio de su vida vaya buscando
los medios de. subvenir á una ..existencia precaria y llena
de sinsabores para él y su familia.
"Esa injusticia debe repararla el Gobierno Nacional,
porque así lo exije la moral, la justicia y el honor mismo
de la Nacion, que no puede ser ingrata con sus servidores.
"Diez y ocho años de servicios, de penalidades y de
peligros dan derechos que el Gobierno Nacional no puede
ni debe desconocer.
" La respetuosa solicitud del Coronel Benavidez demanda
u!l acto de estricta justicia, que reclamamos del Gobierno
N ac.ional."

v.
Antes de terminar y en razon de que el escrito ante-
rior se refiere á la solicitud elevada por el Coronel Bena-
videz al Superior Gobierno Nacional, debemos trascribir
ANTONIO BENAVIDEZ, 49
ese documento como tambien lo resuelto por el asesor mi-
litar.
Hé aquí esoS documentos:
"Señor Intlpeetor y Comandante General.
"Los graves cargos que pesaban contra el Coronel Be-
navidez, y que fundaron la superior resolucion de f. catorce,
han sido felizmente desvanecidos en el juicio seguido á vir-
tud de la resolucion citada.
"Comprobado que no ha habido fraude alguno ni aun
abuso en lo relativo á proveeduria, vestuarios y pagos; se han
revelado las faltas é irregularidades de que instruye la vista
fisC8:1 y las que, si pueden motivar reprobacion, no merece
su autor un castigo, ni atraen aquellas notas difamatorias.
"Por todo ello y de acuerdo con el dictámen fiscal, creo
no deber darse á este juicio otra ulterioridad que la indi-
cada en mi nota de f.doscientas siete á doscientas ocho,
en el espediente agregado sobre irregularidades en el ser-
vicio por el espresa.do Coronel Benavidez. - Mayo 2 de
1872. - Firmado -Beecar."
La solicitud está concebida en los siguientes términos:
"Exmo Señor:"
" Antonio Bena,videz ante V. E. se presenta e5ponien~
do que, habiéndosela imputado faltas cometidas en el de-
sempeño del mando de la frontera Sur de Santa-Fé y ha-
biendo en consecuencia mandádose levantar una sumaria,
de ella r~ultó completamente falsa aquella imputacion ; sin
embargo, v. E. dispuso que fuese retirado del mando de
aquella frontera y lo ru.é en efecto; reemplazado por el
Coronel D. Donato Alvarez, quedando á revistar en el Re-
gimiento B del que era jefe. . .
" Hoy se me comunica la separacion del mando del re-
gimiento, debiendo revistar en la PI aria Mayor disponible.
4' Hace diez y ocho años, Exmo. Señor, que sirvo á la
patria sin interrupcion, y los diez ~ltimos al frente del re-
7
50 APUNTF.S BIOGRÁFICO!!/.

gimiento 8 he asistido á todas las operaciones de guerra en


defensa de las instituciones, contra el caudil~aje; en defensa
de las fronteras, contra los bárbaros; en defensa del ho-
nor nacional, contra el Paraguay.
"En este largo periodo no hay un solo hecho desdo-
roso en mi conducta; y la única vez que alguien ha pre-
tendido arrojar eludas sobre ella, las he desvanecido vic-
toriosamente.
"El militar, Exmo. Señor, sirve á su patria en la pe-
nosa carrera que ha elejido, hasta quedar. inútil, y enton-
ces su sueldo es la propiedad que ha adquirido con la con-
sagracian y el sacrificio de su juventud y de sus fuerzas.
"Despues de diez· y ocho años de consagracion al ser-
vicio militar, no estoy físicamente inutilizado para servir
á mi patri~, pero lo estoy moralmente para entrar en el
aprendizaje de una nueva carrera.
"La incorporacian á la P. M. disponible reduce mis
recursos á la exigua cantidad que importa la mitad del suel-
do de guarnicion, y na pudiendo con ello atender á mis
necesidades personales y menos, por tanto, á las. de mi fa-
milia, me encuentro en la triste situacion de renunciar á mi
puesto en el ejército, cuando me siento con fuerza y espe-
riencia para ser útil á mi patria y conquistar con mis ser-
vicios futuros la seguridad de quedar preservado de la mi-
seria en mi vejez.
"Los diez y ocho años que cuento de servicio, consti-
tuyen entre tanto el derecho legítimo y muy honorable de
conservar un puesto en el ejército, el derecho de ser útil
á mi país con mis conocimientos, mi voluntad y mi vida,
y. por las ordenanzas que nos rigen, solo un acto deshon-
roso ó infamante puede privarme de él; solo la imposibi-
lidad física puede inutilizarme, y en este caso mi retiro se-
ria con sueldo íntegro.
" ,Por qué, pues, en virtud de qué . causa, !"oC me redu-
ce á la mitad del sueldo, cuando no estoy inutilizado ~ Por
ANTONIO BENAVIDEZ 51

qué se -me inutiliza cuando puedo ser útil f .1, Por qué se me
reduce á la miseria cuando no pesa sobre mí un sol~ .car-:
go, y se anulan los derechos alcanzados con mis servicios"
"Alimentando fundadas esperanzas de que V. E. ha de
encontrar irregular la resolucion tomada á mi respecto y
de que no ha podido apercibirse en sus elevadas atencio-
nes, vengo á manifestarlas, esperando la reparacion y jus-
ticia que honra al gobernante sábio, mostrando que es dig-
no de la elevada mision que los pueblos le confian.
Por tanto, pido á V. E. que se me mande incorporar
á la Plana Mayor activa, dispuesto siempre á marchar á
donde el gobierno me destine.
Exmo. Señor:
Antonio Benavidez."

Retirado del servicio activo; consagrado á las atencio-


nes de su familia; herido en lo mas delicado de sus sen-
timientos, pero siempre dispuesto 'á prestar su contigente
allí donde la patria lo reclame, el Coronel D. Antonio Be-
navidez reside en el Rosario, al lado de sus amigos que le
profesan una verdadera estimacion.
Bello es luchar cuando se conoce el peligro, entónces
el espíritu bien templado se enardece en presencia de la
muerte misma y en la fisonomia del hombre se dibuja un
tinte de orgullo y de gloria; pero si por el contrario, el
enemigo oculto, solapado, débil, arroja desde lejos el enve-
nenado dardo de la calumnia, al clavarse este en medio
del corazon, produce una herida terrible que no se cica-
triza hasta tanto la justa reparacion no viene á satisfacer
las exijencias legítimas de la indefensa víctima.
52 APUNTES BIOGRÁFICOS

El Coronel Benavidez, jóven aún, porque se encuentI'a


en la mitad de la jornada de la vida, ,robusto, franco, de
constitucion de hierro y sencillo en su conversacion y en su!:!
maneras, se vé hoy sujeto á una existencia monótona, puesto
que en ella no encuentra ese modo de ser especial del cam-
pamento, esa libertad terrible del combate.
FRAlOISCO CABLES
Doctor en medicina.

1.

En Puente Sesures, Pontevedra, perteneciente al antiguo


reino de Galicia formado por los bravos españoles, que refu-
jiados primeramente en las agrias montañas del norte y ma!!
tarde en los estados de Leon, Castilla, Oviedo y Aragon, lu-
charon por espacio de siete siglos hasta destruir al fin la
potestad del extranjero; en la hoy rica provincia situada al
norte de la península ibérica, nació el 31 de Agosto de 1848
el Dr. D. Francisco CarIes.
En el célebre instituto de la popular y floreciente ciudad
de Santiago, en cuya magnífica y soberbia catedral se ve-
nera aún el cuerpo del santo que, segun las crónicas popu-
lares, á la sala invocacion de su nombre lanzado como grito
de guerra desde las escarpadas rocas pirenáicas á las ori-
llas del Atlántico, las huestes de la Grande Hesperia abatieron
á la orgullosa media luna; en ese centro de la ciencia, el
Dr. CarIes ingresó á. estudiar latín de prime~ año cuando so-
lamente contaba once de edad.
Adelantando rápidamente en las diversas materias de
aquel establecimiento público de ~ducacion, recibió el grado
APUNTES BlOGRÁFfcos

de Bachiller en ciencias y, artes á los diez y siete años de


edad, en 1865, y en seguida dió principio á estudiar el pri-
mer año de medicina.
Satisfactorio para la severa comision universita~ia fueron
sin duda sus exámenes, por cuanto entró á cursar el se-
gundo año de la misma cátedra, pasando al mismo tiempo
á ser alumno interno del Hospital Real de Santiago, y con-
tinuando en él durante los cuatro ailOS siguientes de la car.
rera de medicina po~ que habia optado.
Ante la junta censora rindió su exámen gen~ral de me-
dicina, y des pues de desarrollar las nuevas teorias de su té-
sis, basadas en principios inconcusos de la profunda ciencia,
cuya última palabra s~rá pronunciada quizá dentro de mu-
chos siglos, recibió erl la Universidad que hemos recordado
el grado de Doctor, el ·28 de Febrero de 1873, veinticinco
años despues de haber nacido.
La reputacion que por entónces conquistó el Dr. CarIes
~n' su patria, le valié el 881' nombrado Médico Director de
los baños de Puente Caldela, á orillas del Miño, en Galicia,
distincion de que fué objeto entre varios de sus compañeros
de tareas.

11.

Deseando el Dr. CarIes conocer la ciudad del Rosario


de Santa Fé,que con harta justicia está reputada en los mer-
cados del exterior como la segunda plaza comercial de la
República Argentina, se embarcó para este destino el 11 de
Agosto de 1873, rivalidañdo su diploma de médico poco des-
pues de su llegada, pré'vio exáñien rendido en los salones
de la Biblioteea Popular, ante el distinguido Consejo de
Higiene.
EUDORO' CARRASCO·
Archivero General.

1.
..
En la «;:iudad de Bueno!!! Aires donde un pueblo viril dió
el 25 !I.e ?trf.ayd d.e 1810 el primer grito de independencia, 'que
destrozaJldo' Jas' férreas cadenu que le oprimian, hizo'e&--
trtmlecer á los gobiernos despóticos; en la orgullosa cuanto
célebre Atenas del Plata, nació el 2 de Setiembre de 1824 el
Sr. D. Eudoro Carrasco, hijo de D. Gabriel Carrasco, oriun-
~o de una antigua é hidalga familia. y recto Jue~ de Paz
del Partido de Rojas, y de Da Andr~Sanchez natural de
Santa Fé.
A los siete años de edad cursó las primeras letras en
el colegio del aventajado pedagogó Sr. Bonifáz, y muy. Itre~O
..
pasó al del Sr. D. Rutino Sanchez, quien le enseñó la len-
gua y gramática. latina, matriculándose en Ja Universidad
cuando apenas contaba diez años.
En 1835 los primeros jesuitas llegaban al rio de la Plata
y establecian escuelas y colegios de bastante repuLacion. Et:t
uno de ellos, dirijido por el P. Juan Coris,- ingresó el j6ven
Carrasco, y tanta fué su aplicacioné inteligencia, que al poco
tiempo se vio colmado de distinciones, una de la~ cuales y
de mayor valer pOl' entónces (1~ no se prodigaban los ho-
R.
58 APUNTES BIOGRÁFICOS

{loras á manos llenas, era la de gozar las primeras deferen-


cias y la de sentarse á la par de sus mismos catedráticos,
con lo cual se premiaban los adelantos y la contraccion.
Tal honor mereció el tierno alumno á pesar de tener por
condiscípulos á muchos jóvenes de facultades precoces, cuya
nómina, recordada aún, es la siguiente: Dr. D. M. Vera, hoy
Obispo de la República Oriental, Dr. D. Angel Brid, hoy
Canónigo Dean de la Metropolitana de Buenos Aires, Don
Juan Paez que falleció siendo cura en San Nicolás de los
Arroyos, Dr. D. Eduardo Costa, Ministro durante la presi-
dencia del General D. Bartolomé Mitre, y su hermano, Dr.
D. Victor Martinez, actualmente Camarista en Buenos Aires,
Dr. D. Daniel M. Cazon, Dr. D. José B. Gorostiaga, miem-
bro de la Suprema Corte de Justicia, Dr. en medicina D.
Luis Gomez, Dr. D. Domingo Fernandez, Dr. D. Mariano
Marin, ex-cura de la Parroquia de la Concepcion en Bue-
nos· Aires, Dr. D. José Benito Bárcena, Diputado por Jujuy,
Dr. D. Delfin Huergo, Dr. D. Manuel. M. Escalada, actual
Presidente de la Corte de Justicia, D. José M. Majó, escri-
bano público, D. Eulojio y D. Juan Cabral, y un hijo del
General Ferre.
Despues de haber estudiado entre tan notables compa-
ñeros el primer semestre de retórica, -se vió en la precision
de dejar el colejio y por consiguiente de cortar su carrera.á
causa de la carencia de recursos de su honrada familia, en-
eontrándos~ en 1839 en la necesidad de ser aprendiz de ti-
pografíá en el establecimiento de este género de D. Pedro
de Angelis, en donde sirvió con remarcable celo hasta 1848,
en que fué nombrado escribiente de D. Juan Manuel Rosas,
á la edad de veintitres años, cuyo puesto desempeñó con-
cretado puramente á sus tareas, hasta que en la batalla de
Caseros que tuvo lugar el 3 de Febrero de 1852, le cupo la
desgracia de ser hecho prisionero por el Coronel entrerriano
D. Manuel Antonio Palave8ino, 'luien le concedió la libertad
el día ¡ del mismo mes.
EUDURO ~ARRASCO

11.

Dos años antes de la caida de Rosas, el júven Carrasco con


cinco socios todos operarios de tipografía habia fundado una
imprenta, por la que se publicaba un periódico titulado. El
Agente Comereial del Plata; de consiguiente, así que el go-
bernanteabsoluto desapareció para siempre de la escena
pública, Se dedicó con sus asociados al trabajo del estable:-
cimiento, decidiendo solicitar el concurso del entónces Coro-
nel D. Bartolomé Mitre, para que redactára la parte política
del diario.
Despues de mn~a instancia, el notable escritor que mas
tarde fué Presidente de. la,República, accedió á escribir por
la exígua cantidad de tres· mil ,. quinientos pesos moneda
corriente mensuales, con 1a condicion de camhiar el titulo
del diario por el de Los Debates. y aumentar su formato;
de suerte que dicha publicacion fué la de mayor tamaño que
por aquella época apareció en Buenos Aires.
Habiendo expedido el General Urquiza un decretoclau-
surando las Cámaras Lejislativas y ordenando la prisioD del
redactot· Mitre y de otras personas que eludieron la persa-
cncion, huyendo á Montevideo, el periódico cesó de ap'"
cer el 24 de Junio del mismo año,· y poco tiempo despuas
el Sr. Carrasco se separó de la sociedad á consecuencia de
disgustos que sobrevinieron con el regente del establecimiento
ti pográfico. .
Bajo la hábil direccion del Coronel Mitre que habia re-
gresado de su expatriacion,se organizó la Guardia ·Nacio--
nal sujeta á un nuevo sistema, ~pues de la revolucioa de
60 APUNTES BIOGRÁFICOS

Setiembre, y .eomo á la tropa ~e le acordára la facultad de


nombrar sus oficiales, esta eligió ::;in dilacion alguna al Sr.
Carrasco para Capitan de la compañia de impresOI'cs.

lB.

El 6 de Diciembre 1852 el estampido poderoso de tres


cañonazos produjo la. alarma y el pánico en la poblacion
bonaerense.
El Coronel D. Hilario Lagos se levantaba á la cabeza
de la revolucíon, cuyos soldados preparábanse á sitiar á
Buenos Aires.
En esos momentos de desasociego público, el Sr. Car-
rasco rué de los pocos que imnediatamente corrieron al cuar-
tel; pero observando con sentimiento la desconfianza yapa-
tia pintada en todos los semblantes, partió á San Fernando
donde permaneció sin tomar ninguna participacion en los su-
cesos que se desarrollaron,hasta que el le.» de Enero de 1853,
por instancias del Coronel D. Marcos Paz, secretario del
Coronel Lagos y redactor de las proclamas revolucionarias,
formó parte del personal de la secretaria.
Concluido el sitio regresó á Buenos Aires, y con el ob-
jeto de' proporcionarse una subsistencia honrada y laboriosa,
se dedicó á trabajar como tipógrafo en la imprenta de El
Naeional, donde permaneció tranquilo y estimado, hasta
que en Noviembre del mismo año el Dr. Irigoyen le facilitó
una habilitacion por valor de cien mil pesos moneda cor-
riente, con cuyo capital'cargó una goleta con mercaderias
generales, arribando al Rosario el 1~ de Diciembre, para es-
tablecer inmediatamente una casa de negocio al por menor,
en el mismo local donde hoy existe un restaurant en 'la es--
F.l1DORO t!ARRASCO Gl
quina Jc las calles Comercio y Santa-Fé, y permaneciendo allí
entreO'udo constantemente al trahaju y al est.udio }JUl' ..espa-
~

ciu de nueve años.

IV.

Despues de algun tiempo, es decir, por el año 1854, rué


nombrado Alcalde por votacion unánime del vecindario, y
muy luego que tuvo lugar la batalla del Tala, instructor de
infanteria bajo las órdenes del Coronel D. Cayetano Virasoro.
En 1855 mereció la distincion de ser electo Juez de Paz,
~ algunos meses, mas tarde se le encomendó la rundacion
del Tribunal de Comercio del que rué secretario sin gozar
de ninguna remuneracion; pero vendida por el Gobierno la
escribania de ese tribunal, el comercio le demostró su apre-
cio no~brándole Cónsul de la susodicha Administracion
de Justicia, y al año siguiente rué Sindico del mismo Tri,-
bunal.
En 1859, cuando tuvieron lugar los sucesos de la ba-
talla de Cepeda, fuá elegido para' Capitan de una compañía
de infanteria, teni~o por jere del cuerpo á D. Bernardo
Gigena.
El 60 nombrósele nuevamente Juez de Paz durante el
periodo gubernativo del Sr. Fraga.
En la noche del dia en que las armas fratricidas rega-
ron con sangre los campos de, Pavon, en 1861, el Teniente
Coronel D. Francisco del Prado intentó sub~evar el 1." ba-
tallon de Guardias Nacionales, pero descubierto á tiempo,
rué perseguido tenazmente por el soldado Vicente Salazar y
por el Sr. Carrasco á quien el fugitivo descerrajó tres tiros
de rewólver t uno de los cuales hirió al Alférez D. Clodo-
miro Le4elSma que en ese momento observaba la)ersecu-
APpNTES BIOGRÁFICOS

cion. El Sr. Carrasco salvó milllgrosamente de una muerte


casi inmediata, y el Comandante del Prado desapareció en-
tre las malezas á inmediacion del cuartel donde actualmente
~e encuentra alojado el piquete de gendarmes, aunque herido
en una pierna, segun se supo despues, por los dos balazos
que le descargaron sus perseguidores.
En 1862 fué nombrado municipal, en cuyo carácter y
formando parte de la Comision de Higiene, Seguridad y
Educacion, fundó las primeras escuelas públicas en el De-
partamento del Rosario y estableció los primero~ premios
que debian entregarse solemnemente á los alumnos mas
aventajados el 9 de Julio de cada año, á fin de conmemo-
rar la declaracion de la independencia de la argentina tierra,
proclamada valientemente en la ciudad de San Miguel de
Tucuman en la misma fecha del año 1816. Para tan loable
objeto hizo acuñar con el distinguido grabador D. Santiago
Caccia las primeras medallas con" que fueron premiados los
niños de ambos sexos, cuya costumbre delicada y patriótica
:5e observó por algun tiempo, cayendo en el mas lamentable
olvido despues.

v.

La municipalidad "no tenia en la época de estos sucesos


el mas insignificante emblema, el escudo simbólico de su
misioil sagrada, que consignára" con atributos significativos
)a riqueza, progreso y libertad de esta parte de la República.
A nadie se le habia· ocurrido satisfacer esta necesidad
imperiosa, y fué entónces que el Sr. Carrasco confeccionó el
escudo municipal que hasta la fecha ~e conserva, cuyo
proyecto sancionado el 4 de Mayo de 1862, é ignorado ú
EUDORO CARRAScd 63

olvidado por la mayor parte de la poblacion, está concebido


en los términos siguientes:
Artículo 10 - Decláranse armas de este Municipio un
escudo en cuya base, y en primer término, se hallarán una
ancla simbolizando el comercio marítimo de este puerto, y
á los lados un arado del país, una gavilla de trigo, fl'utos,
é instrumentos de labranza, einblema de la industria agrí-
cola: del centro de esta base y hácia la derecha se levan-
tará una barranca coronada por una bateria, de la que se
elevará un brazo colosal que sostiene la bandera azul y
blanca desplegada y al centro del escudo, en conmemora-
cion de haber sido por primera vez saludada la bandera
nacional en esta ciudad bajo el amparo del poderoso brazo
del ilustre General D. Manuel Belgrano: á la izquierda se
verá el rio Paran á surcado por buques de vapor y de vela,
y en lontananza las islas. Todo en fondo verde simboli-
zando las llanuras de nuestros campos, terminando la parte
superior de este escudo con la imájen del ~ol naciente y el
letrero "Municipalidad del Rosario," orlado todo de una
faja de oro.

VI.

En 1864, el Sr. Carrasco fué nombrado Secretario ticl


Club Pueblo que recien acababa de establecerse, partiendo
en seguida á Buenos Aires por asuntos particulares.
Poco tiempo despues de su regreso fund6 con otras
personas la Asociacion Republicana de la cual f~é su Se-
cretal'io, y la (Iue tenia por objeto manifestar elocuentemente
el aprecio que merecia á este pueblo viril y esencialmente
republicano los actos de va!c,r con que el Perú supo recha-
zar el fiero golpe del coronado--l'spañol, asestado por el
APUNTES BIOGRÁFICOll;
,
bravo Pinzon en las aguas del Callao. Reunido~ lo!S rondo~
que para este propósito se recolectaron, la lI1anire~tacion
tuvo lugar de una manera elevada, y el sobrante se invirti6
en fundar una escuela que estuvo regenteada por el Sr. D.
Luis Parodi, inversion bien digna por cierto, de la cual rué
su 1'Jnico autor el Sr. D. Eudoro Carrasco.
Durante los años 65, 66 Y parte del 67 se mantuvo ale-
jado de la escena pública y dedicado esclusivamentc á sus
n~ocios particulares, hasta que á mediados de este último
año pidió á Nueva York los útiles necesarios de imprenta para
fundar un diario, lo que no tardó en verificar, dando á la luz
pública el 15 de No"'Viembre de 1867 el órgano de la prensa
titulado La Capital.
En Abril de 1868 tué eleeto por el pueblo Diputado á
las Cámaras Lejislativas de la Provincia de Santa. Fé, y no
solamente asistió sin interrupcion alguna á l~ sesiones de
dicho año, sinó tambien á las del siguiente, viéndose obli-
gado á abandonar sus intereses por el servicio público.
Se debe á su celo que el pueblo baya podido apreciar
las cuestiones que se ventilaron en aquella época en la Le-
jislatura, pues ha sido la primera y única voz que en el
Rosario se han publicado íntegramente por espacio de dos
años las sesiones de las Cámaras; des. entónces nada, ni
siquiera análogo, se ha hecho á este res~to.
A mediados de Junio de 1871 el Superior Gobierno de
..
la Provincia le confirió el nombramiento da Oficial Primero
del Departamento de Policía del Rosario, cuyo puesto desem-
peñó con asiduidad y delieadeza, elevando su renuncia. á
los .dos años cabales de servicio, esto M, en 1873.
En 1874 lué electo municipal; pero en vinud de pode-
rosas razones relHlDció el cometido que el pueblo le ~n-
flára. .
En Junio ..de ese año confiriÓt5ele el nombramiento de
Secretario del Banco Provincial de San~Féque acababa
de . rundanse~ habiéndo renunciado dicho empleo en Abril
F.lTDORO CARRASCO 65

de 1876, Y en Agosto de este mismo año mereció ser ele-


gido por el Gobierno del señor Bayo para. formar parte _del
Directorio del expresado Banco, cuyas funciones desempeña
en la actualidad.
El 1c.' de Enero de 1877 entró á ejercer el cargo de
municipal, y como la renovacion de la Honorable Corpora-
cion se hace por mitades, continúa en su puesto hasta el pre-
sente, y por decreto del 20 de Marzo del corriente año el
Gobierno le ha nombrado Archi vero General de. la Pro-
V-lDCl&.

Pocas personas han sostenido una lucha constanto en


las distintas fl\COS de su vida, como el señor D. Eudoro
Cerraseo.
Impelido siempre adelanto por su espiritu esencial-
mente inquieto y emprendedor, no ha reconocido imposibles
que detengan la carrera que parece que la suerte le seña-
lára desdo el momento de nacer.
Tranquilo en un punto, perseguido en otro; pobre en
aquella época, dueño do una regular fortuna en esta, siem-
pre ha luchado, siompre ha trabajado, algunas veces ha caido
ante el número ó la fuerza; pero no ha tardado en levan-
tarse mas -altivo que antes.
Alto, delgado, de mirada investigadora, de conversacion
veloz y un tanw nerviosa, al inclinar la cabeza OIf su an-
dar precipitado, da. á comprender que bullen .(>n su cerebro
un cúmulo do ideas que absorven toda su atencion, todos
los momento8 do su existencia.
Se puodc asegurar que uesde ...que fijó su residencia en
n
66 APUNTES BIOGRÁFICOS

el Rosario, no se ha. emprendido obra alguna do progreso


en la que él no haya tomado una parto mas ó monos activa.
Para la fundacion del primer teatro que se construyó
donde hoy está el Banco Provincia), para el do "La Espe-
ranza," donde hoy se halla el del "Litoral," para la pirá-
mide de la plaza, para la campana mayor de la iglesia, y
para otros trabajos públicos, el Sr. Carrasco ha sido el más
ardiente y el más infatigable contribuyente, y hoy mismo el
Colegio Nacional le debe un voto do gratitud, por cuanto
no solo donó en su obsequio por valor de setecientos
pesos bolivianos en dinero efectivo, en trabajos é impresio-
nes tipográficas, sinó que dió principio á abrir la bajada
de la calle 9 de Julio, contando con algunos presos á quie-
nes diariamente gratificaba de su bolsillo particular.
GABRIBL CARRASCO
Periodista.

A orillas del límpido y manso Paraná, surcado un


por el atrevido explorador el veneciano Cabot, se levanta
'a
majestuosa y constantemente acariciada por el viento salva-
je de la pampa, la segunda ciudad de la República Argen-
tina, la tierra en la que en 1812 se enarboló por vez primera
el· pabellon bioolor que recorrió triunfante desde las márge-
nes del caudaloso Plata hasta las cimas del altanero Chim-
borazo, abriendo una tumba ante la planta extranjera y
coronando de gloria á sus invictós defensores.
Esa tierra es el Rosario de Santa-Fé, donde nació el
señor D. Gabriel Carrasco el 28 de Noviembre de 1854.
Desde su niñez se distinguió el jóven Carrasco por su
carácter esencialmente observador, y en edad temprana se
dedieó al estudio de una manera tan persistente, que si bien
es verdad que le dió por resultado la adquisicion de vastos
conocimientos, tambien lo es que su salud en estremo de-
licada se resintiera sériamente del improbo trabajo inte-
lectual. .
A la edad de ocho años, á esa edad en que se prin-
cipian á balbucear las primeras palabras, él se presentó se-
reno en el teatro." Esperanza, "~oy "Litoral," donde te-
·APUNTF.S BIOGRÁFICOS

nia lugar una solemne adjudicacion de premios á las escuelas


públicas, y en presencia de una inmensa concurrencia que
ocupaba todas las localidades, del Intendente Militar Coro-
nel D. Pablo Diaz, de la Honorable Municipalidad y de otras
Corporaciones, declamó con voz clara y vibrante cien de los
sublimes versos del Dies irte del inmortal Zorrilla.
El despejo prematuro del niño y su retintiva escepcio-
nal electrizaroR á la concurrencia que levantó en brazos al
que así acababa de dar á conocer sus aptitudes, y no so-
lamente fué premiado con una medalla de plata por la Mu-
nicipalidad, sinó que el Coronel Diaz le entregó tambien una
de oro, conduciéndolo des pues á su casa entre demostracio-
nes de cariño y aprecio.
Despues de adquirir no tan solo las nociones que cons-
tituyen los cursos primarios y secundarios, sinó tambien
los que se obtienen en áulas superiores, ingresó en la cá-
tedra de Derecho, establecida en el Colegio N acional del
Rosario, y fué uno de los mas aventajados alumnos.
Por los años 1874 á 1876 dió á la luz pública el pri-
mer almanaque nacional que se ha conocido en esta· ciudad,
cuya obra además de haber sido reputada como muy im-
portante por sus datos estadísticos bastante precisos, por
sus cómputos exactos y por la variedad de sus escritos,
contenia interesantes cálculos especiales practicados en el
Observatorio de Córdoba.
En la misma época, es decir, en 1876, publicó la pri-
mera· "Guia del Rosario" que fué juzgada por personas
competentes como uno de los mas acabados trabajos en su
género.
'A fines del mismo año, sin que el cultivo de las letras,
la atencion de sus asuntos particulares, ni el estudio siem-
pre incesante postrara' su espíritu, fué colaborador de La
Opin.ion. Naeional, diario que por entánces .aparecia en el
Rosario, y sus producciones en que campeaban bellas fi-
guras retóricas, y delicados chistes, revelaban el jóven que
GABRIEL CARRASCO 69

lleno de fé y de esperanza se lanzaba resueltamente en


la escabrosa senda del periodismo, para desde allí defen-
der con altura sus opiniones.
El 10 de Febrero de 1877, á los veintitres años, nue-
ve meses y veintisiete dias, el Sr. Carrasco fundó en el
Rosario el diario El Sol, del que desde entónces hasta la
Cecha es redactor.
Habiendo terminado sus estudios para la carrera que
ha escojido, dentro de muy breve tiempo debe rendir sus
exámenes y obtener el título de' abogado.

Gabriel Carrasco es uno de los escritores públicos mas


jóvenes de la Provincia de Santa-Fé.
De regular estatura, delgado, de mirada viva y pene-
trante, aunque un tanto fatigada por el estudio, de movi-
mientos precipitados y al parecer irreflexivos, Carrasco
marcha, discute, escribe y piensa rápidamente; su carác-
ter es de aquellos que jamás se. doblegan al empuje tre-
mendo de las vicisitudes de la vida.
Su alma enérgica y' atrevida no ha conocido obtáculo
alguno que le haya impedido levantarse por sobre el nivel
de la multitud, y hoy mismo, en la. lucha ardiente que los
partidos políticos sostienen en la prensa, se muestra· sereno
en medio de los peligros y parece desafiar impávido la sen-
tencia inescrutable del destino.
GBRÓNIIO CBLLO
Abogado

1.

Limitado por la zona salvaje del Chaco y por las aguas


cristalinas del Paraná, se estiende un territorio virgen y ri-
co, como )0 son la mayor parte de la República Argen-
tina.
En medio de él se halla la patria de los Timbus, Qui-
liosos y Minuanes, sobre cuyos sepulcros perdidos con el
tropel de los años bajo un palmo de tierra, se levanta la
ciudad de Santa-Fé de Veracruz, fundada por el noble viz-
caino D. Juan de Garay en Julio de 1573, y célebre en los
anales de la historia por haberse reunido en ella el Con-
greso Constituyente y promulgado el 25 de Mayo de 1853 la
Constitueion Nacional.
El 30 de Setiembre de 1854 nació en la ciudad que he-
mos mencionado el señor D. Gerónimo Cello.
Desdo niño se dedicó al estudio revelando así una vo-
cae ion que pocas veces se nota en los primeros· años, y
despues de adquirir los conocimientos que ofrecen general-
mente las escuelas primarias, pasó. á Córdoba con el objeto
de cursar áulas superiores hasta llegar al término de su
carrera.
AP\!NTE~ D10GR,\FICO!';

11.

Hay almas que jamás se doblegan; las adversidades se


amontonan al rededor de ellas; el horizonte se les presenta
oscuro, misterioso, fatídico; parece que la naturaleza entera
se complace en estrecharlas mas y mas en ,un círculo de
hierro.
Para esas almas, el triunfo sobre el presente es la con-
quista del porvenir.
Desde el momento de nacer el Sr. Cello, no le sonrió la
fortuna; pobre y alejado de las poderosas influencias de la
primera escala social, contó con amargura las horas de su
niñez que lentamente trascurrian en medio de una esfera
circunscrita, donde tan solo comprendiera la dicha en el re-
gazo de su buena madre; pero su 't3spíritu sin abatirse un
instante, luchó con el destino aciago y al fin pudo obtener
paso á paso la posicion halagüeña que hoy disfruta.
En Córdoba continuó sus estudios con mayor teson, hasta
que en 1871 regresó á su país natal llevando un caudal de
conocimientos que adquirió á fuerza de perseverancia.
El 17 de Octubre de 1877, despues de haber devorado
por largos años los sinsabores de una existencia aislada y
únicamente concretada al estudio, des pues de muchas lágri-
mas de fuego y de sufrimientos de todo género, rindió el
correspondiente exámen ante un auditorio que demostraba
sus simpatias hácia el jóven que se habia labrado un por-
venir, recibiendo en consecuencia el título de abogado de
la Provincia.
El 27 del mismo mes y año el Gobierno le confirió el
cargo de Agente Fiscal d~ la segunda circunscripcion ju-
dicial.
GERÓNIMO CELI.O '73

El doctor don Nicasio Marin vióse un dia atacado cruel-


mente en su doble carácter de individuo y de Juez de. 'pri-
mera Instancia en lo Civil, por algunos escritos ofensivos
publicados en El Pueblo, diario que por cntónces aparecía
en el Rosario.
Al señor Ccllo, como Fiscal, no le era posible mirar
indiferente la acusacion arrojada contra un magistrado, acu-
sacion que no podia menos que afectar hondamente la de-
licadeza y rectitud de la administracion de justicia; y bus-
cando el esclarecimiento de los hechos imputados, acusó los
escritos publicados en el diario que hemos mencionado.
Llegó el momento solemne de la prueba.
Una numerosa concurrencia asistia al acto en que no
solo se iba á poner en tela de juicio la honorabilidad y rec-
titud de un magistrado,' !3inó tambien los conocimientos y fa-
cultades oratorias del jóven fiscal que por primera vez iba
á levantar su palabra ante la augusta majestad del jurado
popular.
El Sr. Cello, elocuente en su exposicion, severo unas
veces é irónico otras, fué objeto de espontáneas manifesta-
ciones de aprecio de parte de la barra, y el tribunal popu-
lar, despues de una larga y secreta deliberacion, falló en la
noche del 11 de Abril de 1878, reconociendo la inocencia del
Juez de Primera Instancia en lo Civil, y obteniendo así el jó-
ven fiscal· un triunfo espléndido á la vez que vindicaba para
siempre al Dr. Marin.
El pueblo apreciando sus aptitudes le ha nombrado Di-
putado á las Honorables Cámaras Lejislativas de la Provin-
cia, una de cuyas bancas ocupa en la actualidad.

En esto!'; momentos don Gerónimo Cello desempeña el


elevado puesto que el Gobierno In confiál·u.
JI)'icn, de maneras naturalcli, modesto por pcrsuacion
10
74 APUNTES DlOGRÁFICOS

intima, fiel á los deberes que so ha impuesto, y franco en su


trato privado, aunque algo impetuoso en aquellos momen-
tos en que so agolpan á su mente las ardientes concep-
ciones de los primeros años, se ha captado hoy el apreCio
de los que valoran sus cualidades, y comienza su carrera
bajo favorables auspicios.
FBRNANDO B. CENTENO
Dootor en jurisprudencia.

l.

Apenas brotan las jóvenes democracias, aun inciertas y


vacilantes, pronto encuentran magnánimos campeones, ha
dicho un notable historiador; apenas en esas democracias
germina una idea de poderosa reforma, diremos nosotros, se
agrupa en torno de ella una juventud ardiente, atrevida, que
no retrocede jamás ante la fuerza de los viejos principios.
"La atencion de la Europa entera, empeñada en con-
tiendas de marítima emulacion por las colonias, es atraida
hácia la jóven generacion del Septentrion de América, la
que, cansada de reyes y de padecimientos, se despierta y en
su entusiasmo y furor de libertad, haciendo suyas las im-
precaciones y gemidos de los pueblos, reivindica por fin su
dignidad é independencia."
Tales son las palabras de un escritor que reconoció en
nuestra tierra americana esa fuerza gigantesca que nos hace
sostener guerras grandes y prolongadas, sin que importe de-
trimento al órden público, sin que la libertad sea amenazada
por el poder, traicionada por los ambiciosos ó insultada por
los cobardes. A este lado del Atlántico el Estado no ubsorve
7G APUNTES DIOGHÁFICOS

todas las fuerzas brutales de la nacion, y queda siempl'e una


suma enorme de voluntad, de fuerzas, de inteligencias, para
mantener en er¡uiliLrio al gobierno y para socorrerlo en una
hora de desventura.
No en vano las guerreras legiones de la República de
Mayo escalaron un dia las moles graníticas de los Andes
para libertar á sus hermanos de instituciones, porque si ellas
conquistaron palmo á palmo los laureles de inmarcesibles vic-
torias, al levantar mas tarde un templo sagrado la imprenta
inventada en el hospicio de Schoft'er por los ,alemanes Gut-
temberg y Fost, conquistó tambien el vasto campo de los
conocimientos humanos, al mismo tiempo que aseguró para
siempre la autonomia individual mucho mas poderosa que
todo el respeto de los elementos bélicos que rodean á los go-
biernos impopulares.
La prensa y la palabra, esas dos fuerzas indestructibles,
han tenido, como las democracias, sus defensores y sus
mártires.
Una juventud valiente, de corazon de fuego, no prosti-
tuida aun ante las plantas del becerro de oro, ha. recorrido
tambien su via crucis; pero su palabra irresistible levantán-
dose en la tribuna t) en los comicios públicos que á veces
han presentado el aspecto de barricadas, supo defender los
caros principios de un pueblo' republicano.
Veamos ahora á un jóven soldado de esa democracia.

11.

IIijo del Coronel D. Dámaso Centeno, uno de los bra-


vos que el 25 de Diciembre de 1851 lanzó en el Rosario
de 'Santa-Fó el primer grito del pronunciamiento contra el
tirano Rosas, y que coronadu de gloria cayó para siempre
FEHNANDO E. CENTENO 77
al t't'enle ue su batallon "Caseros" en la batalla de Pa_
von, y de Da Cecilia Ferllandez, cuyo padre, el valiente Coro-
nel D. Agustin Fernandez, tuvo una parte activa en la" 'me-
morable cruzada libertadora, nació en la ya nombrada ciu-
dad, el 18 de Diciembre del mismo año 51, el DI'. D. Fer-
nando Enrique Centeno.
En la escuela que por entónces dirijía el señor D. Elias
Niklison, ingresó el jóven Centeno á los siete años de edad
y posteriormente pasó á la del notable educacionista, hoy
Inspector de Escuelas de la Provincia, D. Isidro Aliau.
Diez años. des pues de su nacimiento fué conducido á
Entre-Rios por el Dr. D. Evaristo Carriego y presentado
al General D. Justo José de Urquiza en su estancia de San
José, quien le confirió el galon de Alférez en vista de su
despejo y precocidad, y para demostrar á la vez el apre-
cio que le merecian los importantes servicios que su padre
prestó á la causa de la libertad; entrando en seguida al
Colegio Nacional del Uruguay, donde permaneció hasta
que estallaron los primeros movimientos que dieron por re-
sultado la batalla de Pavono
Antes de continuar ceñidos á un método cronológico
de exposicion, debemos recordar, que durante el Gobierno
del Sr. Fraga y en ocas ion que se celebraba el aniversario
de nuestra independencia, en los salones de la casa que es
hoy de D. Pedro Correa, ubicada en la calle de Córdoba
entre las de Aduana y Comercio, pronunció con toda
naturalidad, en un 25 de Mayo, cuando cursaba los es-
tudios primarios, un brillante discurso á nombre de las
escuelas de varones, que le valió las mas calurosas felici-
taciones de parte del númeroso auditorio que tambien aplau-
dió á la aventajada alumna, hoy señora D~ Feliza. Zeballos
de Torres, por las elocuentes palabras que ~n ese acto pro-
nunció haciéndose intérprete de las escuelas de niñas.
El jóven Centeno contaba solamente trece años: era,
¡mes, un niño cuando tuvo la serenidad de alejarse com-
78 APUNTES BIOGHÁFIC08

pletamente solo del Uruguay y trasladarse á Buenos Aires,


en busca de su apoderado que allí se encontraba, con el úni!
co propósito de continuar sus estudios en la capital, lo
que efectivamente pudo realizar, ingresando en el colegio
de D. Antonio Z ini, de donde pasó á cursar el primer año
de latin en la Universidad, en 1865, hasta que habiendo
estallado la guerra contra el Paraguay, se organizó un ba-
talloo de estudiantes, en cuyas filas se encontró, tomando
desde entónces una participacion activa en todos los asun-
tos politicos que· se han venido sucediendo.
Pasaremos por alto algunos años que el jóven Centeno
distrajo en el estudio y en las cuestiones ventiladas en la
prensa, hasta llegar al periodo gubernativo del Brigadier
General D. Bartolomé Mitre, durante ('1 cual fué empleado
en el Ministerio de la Guerra.

111.

En 1867 agitábanse en la República los partidos políti-


cos para elevar á sus candidatos á la primera magistratura
de la N acion.
Proclamada por sus sostenedores la candidatura del ciu:-
dadano D. Domingo Faustino Sarmiento, nombróse á Cen-
teno' Secretario del primer club de estudiantes que se formó
pafa apoyarla, y como era por entónces empleado de Go-
bierno y figuraba entre los correligionarios mas exaltados,
se le levantó un sumario conjuntamente con los jóvenes Dr.
Alberto Diana y Francisco Bazain, resultando al fin sin
ninguna culpabilidad. .
Mientras duró esta campaña electoral, él asumió un rol
importante y declarado en todas las manifestaciones, levan-
tando siempre su palabra en sostenimiento del candidato que
FERNANDO E. CENTENO 79
encarnaba las ideas do su partido, siendo á la vez, en com-
pañía de los Doctores D. Cárlos Molina Arrotea y D. Osear
Liliedal, redactor de La Nueva Generacion, periódico de
gran influencia por entónces.
La "Sociedad Estímulo Literario, " primera que se fundó
en esta misma época en Buenos Aires, nombró le su presi-
dente, y cuando otra análoga, organizada en el Colegio N a-
cional, se refundió en la primera, ambas le eligieron nueva-
mente para desempeñar el cargo de presidente.
De esa sociedad compuesta· de almas privilejiadas y
presidida por Centeno, han salido ilustres jóvenes, mu-
chos de los cuales ocupan hoy distinguidos puestos en el
ramo del saber, entre los cuales han figurado y figuran
Isidoro Peralta é Iramain, la primera cabeza pensadora en
filosofia y que en estos momentos se encuentra en Ale-
mania estudiando medicina, des pues de haber dictado á la
edad de veintidos años, en la Universidad de la capital, la
cátedra de filosofia;. el malogrado poeta Jorge Mitre que
se suicidó siendo agregado á la Legacion Argentina en el Bra-
sil, el Dr. Enrique S. Quintana, uno de los jóvenes oradores
mas notables del partido Nacionalista, el Dr. Adolfo Lamarque,
poeta distinguido, el Dr. Alberto Diana, actual Asesor de
Menores en Buenos Aires, el Dr. Serú, Diputado al Con-
greso Nacional, el Dr. Zapata, Ministro en la provincia de
Mendoza, el Dr. Estanislao Zeballos, redactor de La Prensa
y uno de los mas aventajados publicistas de la República,
el Dr. Cárlos Molina Arrotea, uno de los autores del Dic-
cionario Biográfico que á la fecha aparece en Buenos Aires
y Diputado á las Cámaras Lejislativas de la misma pro-
vincia, el malogrado Roberto Sanches, uno de los espíritus
mas elevados de la juventud estudiosa, que por mi exeso
de delicadeza se suicidó en Buenos Aires, y"muchos ·otros
que no recordamos.
Durante la administracion del Sr. Sarmiento, el jóven
Centeno fué cronista de El Pueblo ..grocntino, periódico fu n-
APl'NTE~ BIOGRÁFICO~

oado por 10:"\ notables escl'itores Oh'gario Anorade é Isaac. (le


Tezanos, y mas tarde de La Preltsa, establecido por el Sr.
D. Cosme Marin.

IV.

Próximo a entregar el poder gubernativo el seilOl' Sal'-


miento, levantóse entre otras la candidatura del ~r. D.
Adolfo Alsina para sucederle en la silla presidencial.
En este estado de cosas, el jóven Centeno fué de los
primeros en asistir como Secretario del Club Electoral pre-
sidido por el caudillo mas prestigioso del partido autono-
mista, Dr. D. Leandro N. Alen, á la gran manifestacion
pública que inició los trabajos en favor del Dr. AIsina.
En union con los jóvenes Mariano Marcó y el malogra-
do Emilio Barros, fué comisionado por el mismo Club para
iniciar manifestaciones semejantes en la campaña, y des-
pues de haber recorrido con este objeto toda la de Buenos
Aires, se trasladó al Rosario enviado por ese centro, á fin
de trabajar por el triunfo de la candidatura que se levan-
taba; redactando entónces El lIfercurio, durante cuatro me-
ses, y figurando en los clubs políticos presidido uno por el
Br-igadier Genera.l D. Benjamin Virasoro, y el otro por D.
Angel Sastre.
Hasta que el Dr. D. Nicolás Avellaneda subió á la pre-
sidencia, el joven Centeno apareció siempre activo y sereno
trabajando en la ciudad, en la campaña, en la tribuna
y en la prensa.
Cuando en 1874 la revolucion amenazó derrocar el
órden de cosas establecido, Centeno partió de la primer
ciudad de la República en calidad de Secretario del Coman-
dante en Jefe del rjército del Sur, Coronel D. Julio Campos,
FERNANDO E. CENTENO 81

y por espacio de tres meses recorrió una gran parte de la


campaña de Buenos Aires.
Abatidas las huestes revolucionarias y apenas el espí-
ritu público comenzaba á calmarse, surgió la cuestion de
Gobernador de Buenos Aires, mereciendo entánces el jóven
Centeno que el p\leblo le nombrára Elector, cuyo puesto de-
sempeñó hasta que, por ;renuncia del Dr. D. Adolfo Alsina,
se recibió ,de .J.aprimera majistratura de la Provin~ia el se-
lior D. C~los Casares.
D.ividido en esta época el parti~o autonomista, .nació de
él el partido republicano, cuyo punto objetivo fué proclamar
un candidato á la go~ernacion de Buenos Aires que respon-
diera á todas las opiniones independientes del partido auto-
nomista, y en esta virtud, la juventud de la capital encarnó
sus aspiraciones .en el Dr. D. Aristóbulo del Valle.
Hecha la primera proclamacion on favor del candidato,
Conteno fué electo Se~retario del partido republicano y poco
despues se le nombró Diputado á la Legislatura de la Pro-
vincia, continuando siempre en medio de la ardiente lucha
política .hasta queql .Dr. D. Cárlos Tejedor subió á la go-
,bernacion con el apoyo prestado por los partidos autono-
.mista y nacionalista que componian el ele la conciliacion.
TQrminados sus estudios, el jóven Centeno rindió .el
exámen general correspondiente y obtuvo el título do Doc-
tor en Jurisprudencia, siendo uno de los aventajados abo-
gados del distinguido foro bonaerense.

Al presente, el Dr. D. Fernando E. Centono e~ Diput..ulo


á las Cámara!:; LejislativRs de la Provincia de Buenos Airos
y miembro del Concejo de Escuelas del Di~trito do la Piedad,
en la misma ciudad.
11
82 APUNTES D10GRÁFICOS

Su carrera ha sido una sucesion jamás interrumpida dn


trabajos en obsequio de la autonomía individual, del pro-
greso, de los intereses generales, del bien público.
Toda vez que se ha tratado de un propósito noble, ge-
neroso, elevado, su valioso contingente ha aparecido en pri-
mera línea, ya en la prensa donde su fecunda pluma ha de-
fendido las puras doctrinas de la democracia, ya en la tribuna
donde su palabra ardiente se ha levantado enérgica y pode-
rosa, ó bien en presencia de la muerte misma que desafió
con serenidad siendo miembro de una ComisioQ de Salubridad
Pública compuesta de estudiantes y organizada durante el
segundo cólera que sembró el espanto en Buenos Aires.
Enviado por un diario bonaerense á la ciudad de Cór-
doba para que desde allí trazára las reseñas de la Exposicion
Nacional, sus escritos llenos de fuego, de curiosa variedad,
de brillantes coloridos, llamaron la atencion general.
Entre los muchos periódicos en que ha escrito de una
manera mas ó menos activa, se encuentran La Capital, La
Opinion Nacional y El Mercurio, publicados en el Rosario.
Su rol culminante ha sido y es la palabra; con ella ha
cantado las glorias de su cara patria, con ella ha estimulado
á una juventud .ávida de saber, y cuando las libertades pú-
blicas se vieron amenazadas por el desconocimiento de los
principios de nuestro código fundamental, ella tambien, per-
diendo por un momento su acento armónico, -supo vibrar con
la fuerza poderosa del trueno.
. "El Dr. Centeno es uno de los pocos jóvenes hijos de la
provincia de Santa Fé, que honran á su tierra natal desde
la ciudad hermana en que han fijado su residencia.
MANUEL R. CÉSAR
Abogado.

1.

La ciudad del Rosario de Santa Fé, el punto donde con-


verge todo el comercio del interior, con sus hermosas ca-
lles tiradas á cordel, con sus vastos paseos públicos, con
modernos y valiosos edificios, y con un capital inmenso, rico
y productivo encarnado en su laboriosa y activa poblacion
etereogénea, era por los años en que principian estos bre-
ves apuntes, una villa insignificante, ruinosa, estacionaria y
azotada constantemente por los contrarios huracanes de la
desastrosa guerra civil.
La inteligencia sujeta en un circulo de hierro, difícil-
mente podia en aquella época remontar su vuelo á las ele-
vadas regiones del conocimiento humano; porque la apatía
general, la suma diminuta de aspiraciones, la carencia d~
estímulo y el tardío y pesado movimiento mercantil, parecia
que habia impreso á todas las cosas ese pálido 'tinte de
la enfermedad, aunque no dejaba de haber, una escepcion
harto reducida, que en vano pugnaba por dar la impulsion
del adelanto al estado social, político y religioso en que en-
túnces se encontraba el Rosario.
APUNTES BIOGRÁFICOS

No ubstante, la empeñaua y generosa lucha de esa es-


~flpcion fuó eslabonando poco á poco los sucesos locales,
uespertando la atencion pública y acercando más y más un
horizonte preñado de comodidades, y es á ella á quien ver-
daderamente se debe el progreso moral, intelectual y mate-
rial del Rosario.
Bajo tules condiciones de aniquilamiento, muchas inte-
ligencias mu¡'ieron en flor, muchas fuerzas se enervaron
dolorosamente en la inmovilidad casi absoluta, y muchas as-
piraciones bien nobles por cierto sucumbieron por falta de
elementos imprescindibles.
Para abrir una senda al través de estas graves dificul-
tades, era necesario poseer una tenacidad inquebrantable, y
quien despues persiguiera el punto objetivo de sus propósi-
tos loables, debia combatir á cada instante con el estado
apático de la poblacion, hasta que los realizara de una ma-
nera satisfactoria.
Tal es lo 'que pudo hacer el Dr. César á despecho
de los múltiples inconvenientes, en una época de atrazo la-
mentable y perjudicial.

11.

"En la ciudad del Rosario de Santa-Fé nació el Dr. D.


Manuel R. César, el 26 de Diciembre de 1834, y sus pá-
dres don Francísco Javier César y doña Trinidád Lavalleri,
antiguos, respetables y acomodados hijOs de esta Provincia,
se contrajeron á educarlo en los mas sailos principios de
moral y á enseñarle 'los estudios primarios, en virtud de
que entónces la ciudad de su nacimiento contaba con muy
pocas escuelas, y Q,un estas solamente ofrecian una instruc-
cion harto deficiente,
MANUEL R. CRSAR

Los suces~ luctuosos que desde 1829 á 1843 consig-


naron en páginas de sangre los hechos tiránicos de Juan
Manuel Rosas, obligaron á su padre, como á tantos otros
ciudadanos, á buscar un refugio en la emigracion y mas
tarde á unirse ai General D. Juan Pablo Lopez que em-
prendió la persecucion contra el General D. Juan Lavalle,
muerto en 1841, á quien dejó en el paraje donde despues
se dió la batalla del Quebraeha.
Disgustado el General Lopez con el ex-presidente y
sanguinario déspota or~ental Manuel Oribe, se retiró con
sus fuerzas, entre las que se encontraba D. Francisco
Javier César; pero batido y derrotado ~n San Pedro por el
ejército de Oribe que habia regresado del Interior, ambos
emigraron á Corrientes, de donde pasaron á la República
Oriental, viéndose por consiguiente el jóven César ale-
jado de su padre durante cinco años, en razon de que con-
tinuaba el omnímodo imperio de Rosas.
Habiéndole comunicado su progenitor, en 1846 que se en-
contraba sirviendo en Entre:-Rios, bajo las órdenes del General
D. Justo José de Urquiza, se dirijió allí con su familia, in-
gresando en seguida, con el objeto de perfeccionar sus es-
tudios preparatorios, en la escuela del Estado, regularmente
establecida en Gualeguay, bajo la direccion del sacerdote
D. Martin Pagola.
Dos años hacia que el Dr. César se encontraba en dicho
establecimiento, cuando el General Urquiza que habia fun-
dado un colegio en el Paraná, dirijido por el Dr. D. Manuel
Erráúsquin, ordenó al señor Pagola que le enviára doce jó-
venes educandos de los que mayores esperanzas ofrecieran
por su inteligencia y aplica.cion, entre los cuales se hallaba
la persona de que nos ocupamos.
Principió sus estudios en el expresado colegio del Paraná,
en 1848, y continuó en él mientras se contruia., bajo los
favorables auspicios del héroe de Caseros, el Instituto Na-
cional del Uruguay, al que ingr~eó en 1850, por ha~r or-
86 APUNTES BIOGRÁFICOS

denado SU fundador que los tlisC'..ipulos del Sr. Erráusquin


pasaran á este establecimiento cuandu apenas se encon-
tI'aba habitado en una parte y la otra continuaba levan-
tándose.
En el exámen de primer año de estudios preparatorios,
el jóven Cé=sar tuvo lo. satisfaccion de obtener un testimonio
especial de honor, y el segundo año se premiaron sus ade-
lantos con una mencion análoga y un tratado de matemáti-
cas por Vallejo, ricamente encuadernado.
Terminados estos estudios se dedicó co~ ardor á la
carrera del derecho,. y des pues de algun tiempo de penalida-
des consiguientes, obtuvo la clasificacion de sobresaliente
por unanimidad en el eiámen de francés, y la de sobresa-
liente por aclamacion en el de primer año de derecho, en
1855, la de sobresaliente por unanimidad en el segundo año
de leyes, en 1856, la misma clasificacion en el tercer año
y en literatura, en 1857, é igual mencion en fisica y en eco-
nomía pqHtica, en 1858, como tambien en sus exámenes ge-
nerales, entregándosele al mismo tiempo los títulos honorífi-
cos que hemos tenido á la vista y que de una manera elocuente
constatan lo que acabamos de consignar.

111.

Por los años 1858 la Provincia de Santa Fé estaba go-


bernada por el General D. Juan Pablo Lopez.
El jóven César que habia regresado en esa época á su
pueblo natal, fué nombrado Oficial Primero de Policia, en
1859, desempeñando tn.mbien interinamente el cargo de Jefe
Político, por renuncia que de este puesto hizo el Sr. D. Mar-
tin Fragueiro.
Notando algun tiempo despues el señor César el proceder
MANUEL R. CESAR 87
h~-cefi$urable de algunas autoridades locales, no quizo de
ningun modo sancionar ni indireetamente con su presencia
los hechos que pugnaban con sus sanos principios, y arr
teponiendo su delicadeza á toda suerte de consideraciones,
hizo dimision inmediatamente del empleo que desempeñaba.
En 1860 partió al Paraná en circunstancias que el Dr.
D. Santiago Derqui rejia los destinos de la República Ar-
gentina en su carácter de segundo Presidente constitucio-
nal, y durante este se ausentó del gabinete y el General
D. Juan Pedernera quedó en ejercicio del Poder Ejecutivo,
el señor César fué nombrado Oficial del Ministerio de Rela-
eiones Exteriores, el 1~ de Octubre de 1M!, al mismo tiempo
que se ocupaba en la secretaria del vice-presidente, en com-
pañia del Dr. Zarco, por cuyos servicios se le estendieron
el 24 del mismo mes y año los despachos de Teniente pri-
mero ad honorem. de caballeria del Ejército Nacional, para
recompensar con esta distincion sus méritos y el empeño
que ~emostrára en el cumplimiento de su cometido.
De regreso nuevamente al Rosario, una de sus primeras
diligencias fuéponerse bajo la hábil direccion de un abo-
gado de nota, con el propósito de practicar en la carrera
que habia escojido, y para el efecto, un amigo suyo, el jó-
ven D. Pedro Nicolorich, que defendiendo el honor de su
patria cayó para siempre en el combate de Curupaity duran-
te la guerra contra el Paraguay, lo presentó al distinguido
abogaüo Dr. D. Emeterio Regúnega, quien no solo lo acep-
tó inmediatamente, sinó que le facilitó su firma para que
empezára á trabajar en su estudio, tan pronto como reco-
noció sus cualidades.
Dcspues de haber practicado consecutivamente durante
tres años y medio y encontrándose á su juicio bastan~ prepa-
rado para ejercer la profesion de abogado, partió á Santa-Fé
á fin de rendir los exámenes correspondientes y de obtener
('1 diploma imprascindilJle.
Por una ley (lue por clltónces... regia, estaban obligados
88 APUNTESnloGRÁPICOS

los que se dedicaban á la carrera de la abogacia, á dar dos


exámenes: uno ante los Jueces de Primera Instancia y el
Agente Fiscal, este era puramente teórico, y otro ante la
Exma. Cámara de Justicia, compuesta de los tres miombros
y del Ministro Fiscal, el cual era teórico y práctico á la vez.
Aprobado por unanimidad en estos. dos exámenes, el
Dr. César recibió el diploma de abogado, expedido el 11 de
Noviembre de 1864 por la Cámara de Justicia compuesta en
aquella época de Jos doctores D. J:uan del Campillo, D. José
B. Gl'aila, D. Severo Basabilbaso y D. Quintin Valle.

IV.

Meses despues de recibirse de abogado y gobernando


la Provincia de Santa-Fé D. Patricio Cullen, fué distinguido
con el nombramiento de Defensor de Pobres y M-enores de
la segunda circunscripcion judicial, estendido el 16 de Enero
de 1865, desempeñando sus deberes en este puesto con en-
tera laboriosidad durante cuatro años y medio, en cuya épo-
ca fué elevado á la primera magistratura de la Provincia
el señor D. Nicasio Groño y algun tiempo mas tarde der-
rocado por una revoluciono
. Apesar de la época escepcional, del enardecimiento de
las pasiones y de la lucha ardiente de los partidos contrarios,
el. Dr. César mereció siempre por su carácter afable, por su
austeridad y por su escesiva independencia, el sincero apre-
cio de todas las personas sin distincion de matiz político,
hasta tal punto que fa prensa opositora al señor Groño, exa-
gerando quizt;i el proceder de sus enemigos, declaraba que
el Dr. César era el único de los empleadds dignos que ha-
bia tenido la ndministracion derrocada, lo cual constituia la
MA:-oIUEL R. CESAR

mas significativa laudatoriQ. prodigada en favor del labo-


rioso Defensor de Pobres y Menores.
Tres veces consecutivas renunció el DI'. César el em-
pleo que se le confiara, y tres veces tambien el gobierno
no le prestó su aprobacion, teniendo en cuenta su reconocida
idoneidad para dicho ministerio, hasta que al fin hubo que
tomarse en consideracion su última renuncia, en virtud de
su carácter de indeclinable.
Nombrado por el General D. Emilio Conesa, jefe de las
fuerzas nacionales de la Provincia de Santa-Fé, el 2ü de
Mayo de 1871, Auditor especial de Guerra en el juicio pro-
movido á los sublevados del batallon "Rosario de Nueva.
Creacion, " el Dr. César agradeciendo la eleccion recaida en
su persona, hizo renuncia de ella, porque las rigurosas dis-
posiciones de las leyes militares no podian jamás ahogal'
sus sentimientos humanitarios.
Consagrado al ejercicio de su profesion se encontraba
cuando fué requerido por el cntónees Jefe Político del Rosa-
rio D. Servando Bayo, para que aceptára el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil, en lo Comercial ó en lo Cri-
minal alternativamente, á manera que estos c~rgos queda-
ban vacantes, sin que el Dr. César prestara su asentimien-
to a estas proposiciones, ni se decidiera ti. separarse por
un momento de su estudio de abogado; pero tantas fueron
las instancias que se le hicieron, que al fin se vió obliga-
do á optar por la Defensuria de Pobres y Menores, no tan
solamente porque no encontró una escusa plausible en que
apoyar su última negativa, sinó tambien por corresponder
á la deferencia que se le demostraba, cuyo nombramiento
se estendió el 28 de Setiembre de 1874.
Mientras el SI'. D. Servando Bayo desempeñó el ele-
vado puesto de Gobernador de esta PI'ovincia de Santa Fé,
mas de una vez 01 DI'. César le indicó flue eligiera otm
perscma pal'a ocupal' su ministerio; pCI'O todas sus indica-
ciones fueron inútiles, por' cuanLQ se le nombr6 Fi~('al in-
. 12
90 APUNTES BIOGRÁFICOS

terino con fecha 20 de Diciembre de 1877, cometido que


renunció indeclinablemente, y aún continúa al frente de la
Defensuría demostrando siempre un celo inquebrantable y
soportando tambien los sérios perjuicios que se le erogan,
puesto que su estudio de abogado, con el aprecio que ha
sabido captarse, le proporcionaria, como otras veces, una
mediania feliz que bien pudiera satisfacer sus modestas as-
piraciones, en tanto que el cargo que actualmente ejerce, no
le promete ni lo mas necesario para una existencia nada
desahogada.

Se descubre en el carácter reservado y tranquilo del Dr.


D. Manuel R. César, un método preciso que subyuga, por
decirlo así, las menores acciones de su vida.
Jamás una nube sombría ha empañado el cielo sereno
de su existencia, ni un arranque violento é irreflexivo ha
agitado por un instante su alma.
En él todo es apacible, todo es lento, todo dulce, SID
que el trabajo ímprobo, la actividad, ni el desvelo, hayan in-
terrumpido su modo de ser uniforme, y hé ahí una de las
razones por la cual goza de la estimacion sincera de la
sociedad.
IGNACIO COlAS
Hombre pl1blico.

1.

El 5 de Febrero de 182"2 nació en la ciudad de 8anta-


Fé D. Ignacio Comas, hijo del honorable caballero D. Ma-
riano Comas, español de orígen, y de Doña Tránsito
Troncoso natural de la misma ciudad y perteneciente á
una antigua y noble casa solariega, siendo por consiguiente
D. Ignacio Coma.s el vástago de una distinguida familia
que desde luengos años gozó de. bienes de fortuna.
A la edad de cinco años se trasladó con sus padres á
Buenos Aires donde se educó y permaneció hasta los diez
y seis.
Dotado D. Ignacio Comas de un carácter franco y des-
pejado, con talento y de maneras cultas como educado en
lo que entónces era, puede decirse, el único centro elevado
de la República Argentina, no es de estrañarse que ha-
biendo regresado á su país natal, ocupase sucesivamente,
en 1840, los puestos públicos de Juez de Comercio y de
Jefe de Policia, durante el periodo gubernativo del General
D. Juan Pablo Lopez.
Con acierto y á satisfaceion general desempeñó el des-
tino de Jefe de Policia, y entre muchas medidas de órden
APUNTES BIOGRÁFICOS

y ue carácter municipal
, .
se le debe la creacion del ulum-
brado público que hasta entónces no se conocia en Santa Fé.
En 1841 fué electo Diputado á la Legislatura, hallán-
dose en aquella época unido con indisolubles lazos á la
respetable señorita Mercedes Lopez, hija del General don
Estanislao Lopez que anteriormente habia sido Gobernador
de la Provincia, y perteneciente en consecuencia á una de
las familias mas pudientes y apreciables del país; con-
tinuando de Jefe de Policía durante el período gubernativo
del General Echagiie.
En 1846 mereció la distincion de ser nombrado Jefe de
la Guardia de Infanteria de la ciudad de Santa-Fé, llamada
entónces "Cívicos," cuyo puesto desempeñó con la contrac-
cion mas remarcable hasta despues de 1851.
Cuando tuvo lugar el pronunciamiento del General Ur-
quiza contra Rosas, el Sr. Comas se encontraba de jefe del
cuerpo referido y en tal carácter rindió importantísimos ser-
vicios á la causa de la libertad, de los cuales hace justa
mencion el Sr. D. Urbano de Iriondo en su obra publicada
recientemente y titulada "Apuntes Históricos de Santa Fé. "
La posicion que tenia en esa época era envidiable, y
se puede asegurar 9ue por sus vínculos de familia, por su
prestigio popular y por ser el jefe de la infanteria de la
ciudad, tenia la llave del movimiento revolucionario en la
Provincia.

n.

Solicitado con m~lcha instancia por el General Urquiza,


para lo cual sirvieron de intermediarios el Coronel Ca-
minos y D. Antonio Crespo, Gobernador Delegado de Entre
Rios, tuvo con ambos varias entrevistas en Santa-Fé, en
IGNACIO COMAS

casa de D. Domingo Crespo, hermano del anterior, quie-


nes de8pues de algunas conferencias se pusieron de acuerdo
con el señor Comas y aceptaron su base propuesta, que era
la de nombrar Gobernador al señor D. Domingo Crespo.
La situacion política era tirante. El General Urquiza,
Jefe del pronunciamiento del 1 e: de Mayo del 51 en Entre-
Rios, estaba acampado en el Diamante, costa oriental de e8a
Provincia, frente a Coronda, en Santa Fé, y punto estraté-
jico para el pasaje del' ejército libertador que se ocupaba
en reunir, y con el cual debia lanzarse contra el tirano Ro-
sas que con la suma del Poder Público residia en Buenos
Aires.
Rosas, como jefe supremo de la Confederacion y en
guardia por los sucesos que se desarrollaban, habia orde-
nado la concentracion dé varias divisiones fuertes de caba-
lleria porteña al mando de los Coroneles Gonzalez, Arnol y
Santa Coloma y bajo las inmediatas órdenes del gobernador
de Santa Fé, General D. Pascual Echagüe, que en obser-
vacion de los acontecimientos de Entre-Rios, habia esta-
blecido su cuartel general en el Monte de los Padres, dis-
tante tres leguas de la capital.
En este estado de cosas, el 22 de Diciembre de 1851 el
General Echagüe ordenó á su Jefe de Estado Mayor, Coro-
nel D. Manuel Febre, residente en Santa Fé, que se pusiera
en campaña en el siguiente dia 23 al frente de las divisio-
nes de caballeria santafesinas compuestas de dos mil gine-
tes y mandadas por los Coroneles Bartolo Castañeda, Bar-
tolomé Ramirez y Matias Diaz y Sargentos Mayores Guardia
y Estevan Castañeda que estaban, acampados á inmediaciones
de la ciudad, juntamente con el batallon "Guardia de la
Federacion" de seiscientos hombres y cuatro piezas ·de arti-
lleria bien dotadas que á las órdenes del Comandante Don
Ignacio Comas, se hallaba acuartelado en la Aduana, anti-
gua fortaleza de la época del coloniage.
Al amanecer el 23 de Diciem~re, los Coroneles Dia~ y
APlJNTES mOGRÁFICOS

Hamirez que se habian comprometido á desobedecer con sus


rcspectivas divisiones la autoridad del General Echagiie,
pronunciándose á favor de la causa de la libertad procla-
mada por el General Urquiza, desistieron dc sus compromi-
80S esponiendo que ellos no habian visto hacer revoluciones
sin proteccion inmediata y que no teniéndola, marchaban á
cumplir las órdenes del Gobernador Echagiie, lo que en
efecto ejecutaron, dirijiéndose en columnas cerradas hácia el
cuartel general.
En esta grave situacion, los señores D. l}omingo Cres-
po y D. Urbano de Iriondo, factores del movimiento proyecta-
do, enviaron un expreso al 'paraná, dirijido al General Ur-
quiza, haciéndole presente que la fuerza que el dia anterior
se habia solicitado de él para apoyar el pronunciamiento,
no la mandara, por cuanto los Coroneles Diaz y Ramirez,
que de ante mano estaban comprometidos á encabezar el
movimiento, se habian atemorizado y dirijido al campo del
General Echagüe, y que el batallon de Comas solamente na-
da podria hacer en ese sentido.
Mientras que esto sucedia en la ciudad, el Comanda~te
Comas, fiel á sus compromisos, permanecia en su cuartel
al frente de su batallon, dispuesto á responder al gran pro-
nunciamiento á ignorando completamente la defeccion de los
Coroneles Diaz y Ramirez.

111.

Eran las ocho de' la mañana del indicado día 23 de Di-


ciembre, cuando el Sr. Comas comprendiendo que algo muy
grave habria acontecido, puesto que el grito de "Libertad,"
señal del movimiento, que se debia lanzar al salir el sol,
IGNACIO COMAS

no se habia sentido hasta entónces y todo permanecia en


profundo silencio; montó á caballo, y en compañía de 'sus
ay undantes se dirijió en busca de los señores Crespo é
Iriondo que con las divisiones Diazy Ramirez debian ha-
ber concurrido al pronunciamiento en esa madrugada. A
pocas cuadras los encontró cuando se encaminaban apresura-
damente á su cuartel, y por ellos conoció el proceder de los
dos jefes mencionados. Los señores Iriondo y Crespo le decla-
raron en ese momento que ellos se embarcaban para el Pa-
raná á fin de garantirse, pues coilOcian que solo el bata-
llon "Guardia de la Federacion" nada podria hacer en me-
dio de tantas fuerzas como las que obedecian al Gobierno.
Fué entónces que el Comandante Comas, inspirándose en
un sentimiento de puro patriotismo y henchido de ese entu-
siasmo que solo se encuentra en almas bien templadas,
contestó á los señores Crespo é Iriondo, que él solo con su
batallon se creia suficiente para asumir la responsabilidad
del momento y que, confiando en Dios y en la justicia de su
proceder como santafesino, queria ser el primero en dar la
rejeneracion á su patria y en demostrar lo que puede el va-:-
101' del hombre cuando ama la libertad; y sin prestar aten-
cion á las observaciones que muchas personas le hicieron"
regresó á la carrera á su cuartel, form() en cuadro á su
bata.llon, y lleno de entusiasmo pronunció estas palabras que
con ins!gnificantes variaciones aún se recuerdan: " Ha. lle-
gado el momento supremo de decidirse entre una obediencia
ciega que mata los grandes pensamientos, ó la libertad que
los salva con un acto de valor. Yo asumo toda la respon-
sabilidad del momento y estoy decidido á que sean los san-
tafesinos los primerog que den el grito de ¡libertad! .en esta
costa occidental del PaI'8.ná, antes que pasen las fu~rzas
que se reunen en 01 Diamante, pues quiero· que este mo-.
vimiento sea espontáneo y no bajo la influencia de otras
bayonetas; nevolviendo así á 'nUf~stra patria el goce de sus
ímprc13~riptiblcs derechos como' Provincia Federal, arrcba-
tados por el tirano. i Viva la libertad! i Muera el tirano
ltosas! ..
U na exclamacion franca, entusiasta, ardiente, lanz(, ('n-
Mnces el bata))on, y formando en e.olumna cerrarla con la
artiJleria a la cabeza, marchó triunfante hacia la plaza prin-
cipal por la calle que, en conmemoracion de ese dia memo-
rable, se llama hoy 23 de Diciembre, y maniobró en seguida
sobro las fuerzas que comenzaban a rodear la ciudad pi-
diendo a gritos la cabeza del Comandante Comas é indultando
a los df>rnás que lo acompañaban.
Los resultados favorables de este acto de arrojo y pa-
triotismo no se hicieron esperar, pues entre otros, se pudo
alcanzar a la division del Coronel Diaz, el que invitado nue-
vamente por el Comandante Comas para que segundara el
pronunciamiento, y arrepentido de su proceder, orden6 la contra'
marcha á sus fuerzas poniéndose bajo las órdenes del que
acababa de trozar las cadenas que oprimieran á Santa Fé.
U nidos entónces estos dos antiguos amigos, marcharon á ba-
tir las legiones del Gobierno que pululaban al rededor de la
ciudad, las que á su aproximacion se disolvieron, revelán-
dose unas contra su jefe el Coronel Ramirez y desbandán-
dose las otras, hasta el punto que al tener conocimiento el
General Echagüe del pronunciamiento encabezado por el Co-
mandante Comas y de los desastres sufridos por sus divi-
siones, montó á caballo y abandonando su campamento y
bagajes, se dirijió en completa derrota, seguido únicamente
de' alguna fuerza porteña y de un grupo de santafesinos que
no llegarian quizá á trescientos, hácia Buenos Aires á po-
nerse bajo las órdenes <1& Rosas.
A las cuatro de la tarde del mismo dia en que tuvieron
lugar estos sucesos, desembarcó á media legua de la ciudad
de Santa Fé un batallon de Guardias Nacionales á las 61'-
denes del C9ronel Francia, para apoyar el movimiento liber-
tador; pero todo estaba terminado.
El Coronel Francia supo valorar la importancia del
IGNACIO COMA~

acontecimiento que acababa de sellar la libertad de un pe-


dazo do la tierra argentina, y abrazando con efusion al'"Co-
maiHlante Comas, en presencia de su batallon de Guardias
Nacionales, victoreó ti. las tres P¡'ovincias del litoral, Entre-
Hio:s, Santa Fé y Corrientes, que estrechamente unidas acep-
taban el sagrado compl'Omiso de derrocar al déspota.
Siete dias uespues vandeaba el Paraná el ejército liber-
tador comandado por el Brigadier General D. Justo José do
Urquiza, sin encontl'ar resistencia en toda la Provincia de
Santa Fé, y el 4 de Enero de 1852 tuvo una entrevista con
el' Comandante Comas, en San Lorenzo, donde le abrazó ante
su 8stado Mayor y le fulicitó por su ~u'rojo y potriótico pro-
nunciamiento que tanto bien hahia reportado á la causa de
la libertad, ofreciéndolo nI mismo tiempo su amistad que el
SI'. Comas aeept6 con orgullo, la cual por repetidas 'ocacio-
nes en el trascurso del tiempo el General Ul'quiza supo de-
mostl-nr.

IV.

Es necc¡:.arin ('onO('('l' la epoca aciaga pOI' que at.ra\'e-


!';aba la H.epública, élHJca fatal en la que el solo pensar contra
ltosas Cl'a un ('l'¡men digno de mmwh>, para apl'cciaa' la mag-
nitud del pl'oceder del SI'. Comas, y por consiguiente, pi
hab(~r sido él quien primm'o levantó el grito de libertad (ln
la Provincia do Santa Fó, es un ctimbr-c mas que suficiente
de gloria y dl~ respeto.
Para que tuviera lugar est! pronunciamiento, fllé necesa-
('io que el SI', ComaK nfl'ontára á cada pa8('1 peligros sin
eU6nlo, nu solo ele parte de lo~ grupos armados que circun-
\'a.la.b!lll Santa.. Fe, ~illü d~ ~Ü Phlpio batallon (1 116 no todo
('stab.l confol'uP ('011 un ('..arubio tllt\~ lu'u:-;('(); \. sulo 1';U acti-
" . ta'
APUNTES BIOGRÁFICO!';

vidad poderosa, su presencia de ánimo y su hahilidad pu-


dieron cambiar el órden de cosas de una manera instantánea,
sin que el pueblo derramára una lágrima y sin necesidad
del auxilio eslraño.
Cuando la noticia del pronunciamiento llegó al Gen,eral
Echagüe que se encontraba á pocas leguas del teatro de los
sucesos, al frente de cuatro mil hombres, y que habia dado
órden al Sr. Comas para que lo siguiera' con el batalloo á
su mando, pues evacuaba Santa Fé, emprendió su retirada, y
la desercion de sus divisiones, como la del Coronel Ramirez,
empezó de un modo notable.
D. Ignacio COmas fué, pues, el alma de ese rápido· mo-
vimiento regenerador; fué el primero que en Santa Fé lan-
zára con voz potente el tremendo grito de muerte contra el
tirano Hosas; grito poderoso, grande, terrible, que repercuti{j
desde el Chaco á Buenos Aires y desde las orillas del Pa-
raná á Córdoba, siete dias antes que el General Urquiza se
presentára á apoyar al puñado de valientes que así se levan-
taban en defensa de los pueblos; y á él solo se debe que
en esos momentos no se vertiera una sola gota de sangre.
ni se cjel'ciara opresion alguna,

v,

POI' el año lR54, d(!srmcs de una ausencia en el Para-


guay, rcgresr) á. Santa-Fé, siendo nuevamente nombrado al
poco tiempo Jefe de Policía y Diputado á las Cámaras Le-
gislativas.
A causa de las disposiciones ·superiores 'conocidas bajo
el nombre de·'" Derechos Diferenciales," fm trasladd á Río
.Janeiro en el año 56, y allí poniendo en juego su crédito,
HU inftuencia )' sur-: poderosM relaciones, fué uno de- los que
lC..iNACIO COMAS

con mayul' empeño promovicl'on l'l comerciot..lirecto t..le esa


y otras pluzas met'cantiles con el Rosario, importando -por
~I\ cuenta valiosos cargamentos é inclinundo el ánimo del
Bnron t..le Muuá para que estableciera un Banco en esta
ciut..l"d, como realmente lo efectuó.
En la época en que era Jefe de Policía el Sr. D. Mar-
tin Fragueiro, es t..lecir, en 1858, fué nombrado Jefe Político
t..l(ll Rosario, en cuyo puesto supo responder á todas las ne-
cesidades cuando se atravesaban circunstancias muy diCíci-
lps. Corre impreso un manifiesto que él dirijiü al pueblo
al dejar la GeCatura, y las breves y elocuentes palabras
consignadas en ese importante documento, ponen en evi-
dencia las grandes dificultades de todo género que debió
vencer entónces para imprimir á la administracion una
marcha regular, y los escollos de órden superiol' que oncol1-
trü en su camino y que salvó con la firmeza inquebranta-
ble de su carácter.
Por el referido documento sabemos que halló la Jefa-
tura con unos cuantos centavos en caja, y que la dej(j con
mas de cuatro. mil pesos fuertes: que estaúleciü contabilidad
y Mden administl"cltivo, desconocido en aquellos dias: que
persiguió tenazmente á los cuatreros que cometian impune-
mente toda clase de depredaciones en el Departamento del
Rosario, y finalmente, que colocó la reparticion de que era
jefe á la altura de las necesidades públicas para que fué
creada.
En 1859, el general Urquiza, de (Illien mereció su COI1-
fianza sin limites, le envió al Paraguay en una mision I'L'"
:servada y confidencial, aunque sin carácter oficial, la cual
15e relacionaba con la cuestion de limites que él supo zanjar
de una manera conveniente para su patria, y con la Norte
Americana que amenazaba un pl'úximo conflicto con el au-
túcrata paraguayo.
• Por el año 1874 fuó elejitlo, por el voto unánime lIt· l
lJueblo, Municipal y Presidente t..l .. ) ConC('jo Ejecutor en lu
100 APl3:'\lTES BIOGRÁFICOR

ciudad ud Hos::lrin, on cuyu pll(~~tu uelicado \,Ol~ mlls UP UII


concepto, s~ ueuicú con ahinco á hacer pr'uL"li('() 1'1 mejor'a-
miento ud 1111l1l ¡cipio, y su acti v ichuI y ('OH trllccjull ti ~U8 llt:'--
beres obtuvierun lu apruhacion gPIlC'r".:.t1.

El Sr. D. Ignacio Comas, hoy rotirauo de la ('scona IJÚ-


blica y cOllsagl'auo á 8U-S asuntos privadus, es justamen-
te considerado.
En su fisonomía despejada, en su trato afable, en su
actividad manifestada hasta en los menores movimientos, y
en la inteligencia natural y gran práctica que revela su con-
versacion íntima, se conoce al hombre que ha recorrido U:na
gran parte del camino de la vida superand~ obstáculos y
alzándose sobre la esfera de la vulgaridad.
Importantes servicios ·ha prestado al país, y se puede
asegurar que por su voluntad, desinterés y espíritu enérgico,
se encuentra aún dispuesto á sacrificar su tranquila exis-
tencia en obsequio del bien público.
DOMINGO DEL CAMPO
Doctor en Medicina, Cirujía y Obstetrioia..

1.

En una apacible tarde del ailO 1565 descubl'ill D. Di('go


VillaI'l'oel en los últimos declives de las I'amificaciones de
los Andes, una zona pintol'esca, limitada por los tCI'l'itorios
que hoy compOnen las pl'ovincias de Salta, Santiago y Ca.,...
tamarca, cubierta de gigantescos naranjos y limoneros, bajo
cuya sombl'a los indolentes indios Calchaquies y Lules de In
raza Quichua aspiraban las perfumadas brízas y entonaban
con monótona eadencia sus poéticos cantos.
En aquel suelo exhuberante, en aquel jardin seculur de
la tierra argentina, donde el 9 de Julio de 1816 reunido
d Congreso Nacional proclamó solemnemente á la faz de
las naciones la independencia de las Provincias del Río de la
Plata; en fin, en la célebre é inmortal ciudad de San Migu~1
uel Tucuman nació el 7 de Setiembre de 1851 el Dr. D . .Domin-
go del Campo, hermano del Dr. en jurispruden~ia del mismo
apellido, é hijo del caballero D. José Julian del Campo y oe
Da Isaias Bustamante.
En la pl'imcra época de su vida; durante esos prim&-
ros afios oe la niilez en que lasacéiones precipitadas é irre-
lO;! A PUNTES DIOGRÁFICOS

fll'xiva~ no !'¡ponocrn obstáculos, ni se sujetan á rl'glus


l'l'Ceisas que puedan pl'cstarsf' para que el austero obsm'-
vador fOI'nle un juicio exacto de las facultades del niüo·
1'1 V,ven del Campo demosLl'6 cualidades que no se encuen-
tran en la esfera de la vulgaridad, pOi' las cuales se le va-
ticin{, por (mtc'lIlces el porvenir que hoy ha conquistado entre
1'1 distinguido pl'Oto-medicato al'gentino.
POI' los ailOS 1863 desempeñaha el rectorado del Colegio
Nacional dp Bupnos Aires el célebre filósofo Dr. D. Amadeo
YacJues.
La feuna del conocido autor de la "Psicología" se
habia estendido por todo.s los ámbitos de la República, y á
escuchar sus elocuentes y sanas. lecciones corria presurosa
la juventud que, impelida por nobles y legítimas aspiracio-
nes, deseaba rasgar el negro velo de lo desconocido, para
descubrir la ciencia, comprenderla y ser lJtil á su madre
patria.
Del Campo no rué de los últimos en presentarse á es-
cuchar la palabl'a del aventajado maestro, y despues de CUl'-
sar los cinco primeros años de estudios preparatorios obte-
niendo en cada uno de ellos la aprobacion unánime de las
comisiones examinadoras, tuvo la satisfaccion de ver pre-
miados sus desvelos y aptitudes con una mencion honorífica
impartida del Ministerio de Justicia, Culto é Instruccion Pú-
blica, desempeñada entónces por el Dr. D. Nicolás Avella-
neda, actual Presidente dp la República.

11.

Cuando se ha recorrido gradualmente touos los cursos


preparatorio:", vencienuo con firmeza inquebrantable 108
Ulúltil'les ubstáculu:,,: que' imprescindiblemente!:le encuentran
nOMI~I~n OEL CAMPO

r.n 1'1 camino de la vida, an~(' 1'1 j'lven e":itu:liantr "i(' pl'espn-
tan HU'in!; carreras cientificas, todas ellns gr'audes, ele"a~
(las, d~ importancia inmensa para la !'<ociedad.
En este caso se encontró el Dr. Del Campo dm;puef'.i ele
haber rendido los brillantes exámenes de estudios pl'epa-
ratorios.
Bien hubiera podido optar por algnna carrera mas lwcve ;
pero audaz como el águila que anida en los elevados pico>;
del Aconquija de su patria, queria descubrir la obra mara-
"illo~a del Etel'no, deseaba conocer el organismo humano, y
para el efecto se matricu16 en la Facultad de Medicina de
Buenos Aires.
Del Campo no po~eia por entlmces bienes de fortuna, y
~i sacrificios de todo género le habia costado la adquisicion
de los textos de estudios primarios, mayores .erogaciones
debian pesar sobre él en adelante, puesto que no tan sola..:.
mente eran de mas valor las obras de medicina, sinó tam-
bien mayores se presentaban las exijencias imperiosas de
su situaeion.
En este estado, se vió en la necesidad de ocupar un em-
pleo en la Oficina del Censo de la República, dirijida por el
Dr. Lafuente; pero al poco tiempo fué solicitado para escr~­
hiente del Ministerio de Hacienda de la Nacion, donde de-
sempeJio las árdua!'\ tm'eas que se le confiaron y pOl' las
cuales. apenas se le proporcionaba lo estrictamente neecsario
para su subsistencia, á la vez que continuaba con mayOl'
empeno el estudio de la carrera que habia emprendido.

111 .

Desde las márgenes del Uruguay y Paraná hasta lo~


bosques víl'genes de Montiel . resonó un gritó poderoso que
vino á conmover un dia á la pro,1ncia de E~tre-Rios.
104 APl:NTES mOGnÁFICO!".

Era que la guerra fratricida se al'reslab:l. paI'a I'f'gar ('on


sangro gcnel'()~a y noble la ticrl'a que recibió lus ceniza~ del
v('llcerlor de Caseros,
El Gonel'al Lopez Joronn 80 lanz(, pOI' sf'gunda "ez
~ohro Entr'e-H.ios.
El Gouim'llo Nacional decret(, cntt'lnces la intorvencioll
ar'mada á esa provincia, y en consecuencia, el General Vellia
al frente de un ejél'Cito regular mal'chú contra el caudillo
entrl'l'riano.
Del Campo parti,) tambion con la!:; hlle~tcs nacionales
f"ll calida,l de cirujano de divisioll; pCl'O sus conocimientos,
~u actividad y mucho m~s su solicitud fl'anca y desinteresada
Ilara con amigos y enemigos fueron la cau~ de que algu-
nos meses clespues se le hiciera la distincioll de nombrarle
Cirujano principal del Ejército de la C08ta del Uruguay.
Terminada la campafla volvi6 á ocupar su puesto en el
Ministerio de Haciemla, y al poco tiempo asccndiü á Oficial
Mayor de la misma reparticion nacional, cuyo empleo de sél'ia
responsabilidad dcsemc,eitó .durante una larga época.

IV.

El 24 de Setiembre de 187-1 el pendon revolucionario


apareció en algunos puntos de la Repuulica,
·EI hubiera quizá tremolado al viento de la pampa desde
los palacios gubernativos, si los poderos05 elementos del
Gobierno Nacional por un lado, y por otro el proceder noble
y generoso d(>1 jefe que comandaba las fuerzas de los des-
contentos, no hubiera acabado inmediatamente con la re-
volucion que depuso las armas screna y dignamente en los
c:l.mpos de La Verde y Santa Rosa,
En el ejél'Cito (fue marchü contI'n las legiones que se
levantaron, partió tambirll el D,'. Del Cl;unpo en el caráctel'
nnMINDo DEL CAMPO 105
de cirujano; pero apaciguados los ánimos y abatida la re-
volucion, torn6 á, Buenos Aires á fin de terminar sus ·es-
tudios, ocupando nI mismo tiempo el ,honorífico empleo de
Oficial Mayor del Ministerio de Justicia, Culto é Instruccion
Pública, donde permaneció hasta que se recibió de Médico,
despues de haber presentado flna tésis consignada hoy en
los anales de la ciencia.

v.
Durante los años trascurridos desde el ·69 al i3, la ju-
ventud estudiosa, capaz y. atrevida, aquella falanje de in-
teligencias privilejiadas que á todo trance luchaban con las
dificultades á fin de llegar á la meta de su gloriosa carrera,
no quiso permanecer aislada por mas tiempo; comprendió
que el individualismo tendria que sucumbir antes de levan-
tarse sobre el nivel de la generalidad, y entónces, impelida
por un mismo sentimiento, por ese sentimiento de confra-
ternidad que todo lo remueve y lo destruye, formó un centro
de asociacion denominado "Estímulo Científico Literario,"
de donde han salido muchos de los mas apreciados literato~,
poétas, médicos y abogados que hoy figuran en primera
línea.
A esta sociedad de jóvenes conquistadores, de génios
fecundos, de preclaras inteligencias, perteneció el Dr. Del
Campo, habiendo recibido de ella la d,istincion de ser nom-
brado su presidente.
En 1874 los estudiantes superiores de la Facultad de
Medicina fundaron una sociedad que actualmente ~e deno-
mina "Circulo Médico," la cual figura en primer té.rmino
entre las principales corporaciones científicas del pais.
El Dr. Del Campo dispuesto siempre á llevar el contin-
gente de su saber y de sus esfuerzos allí donde las necesi-
dades lo reclamáran, fuó uno de -h,8 fundadores de tan es-
14
106 APUNTE~ 8IOGRÁFICO~

claroeida sociedad y el segundo presidente que supo reglr


sus destinos.
Los sérios estudios de la ciencia, misteriosa aún, á que
se dedicó des pues de terminados- los cursos preparatorios,
no le distrajeron un momento del cumplimiento de sus sa-
grados deberes como ciudadano, ni menos le obligaron á
abandonar el culti vo de las letras, dándose á conocer en
Buenos Aires como un aventaja<\? escritor y como un poé-
ta tierno y delicado.
Colaborador infatigable y desinteresado de. algunos dia-
rios de la Atenas del Plata y entre ellos de La Reoista
A I'gentina, publicacion periódica de D. J. M. Estrada; fué
tambien el mas jóven y el mas enérgico redactor provisorio
de L08 Intereses Argentinos.
Al terminar su carrera y recibir el título de Dr. en
Medicina, Cirujia y Obstetricia despues de seis años de dis-
tinguidas clasificaciones en estos ramos, el Gobierno de la
Nacion confió á sus aptitudes la cátedra de química del
Colegio Nacional del Rosario tan dignamente regenteado
desde su fundacion hasta la fecha por el modesto cuanto
inteligente educacionista D. Enrique Corona Martinez.

El Dr. D. Domingo del Campo, jóven, de corazon noble,


de irp.aginacion ardiente y de mirada serena, no solamente
es en la actualidad una de las primeras figuras del Cuerpo
Médico Argentino, sinó tambien un inspirado poéta que en
melodioso acento ha cantado en el centenario de San Martin
las glorias del ilustre libertador, y un escritor de fuego que
mas de una vez ha slJ.bido defender con altura los derechos
del ciudadano.
JESÚS IllIIA DEL CAIDPO
Doctor en J urisprndenoia.

1.

De una familia distinguida nació en la inmortal ciUllau


de San Miguel del Tucuman el 8 de Diciembre de 1846 el
Dr. D. Jesús Maria del Campo, hermano de los doctores
Domingo y Leopoldo del Campo, é hijo de D. José Julian
del Campo y de I)a Isaias Bustamante, hermano el primero
de D. José Maria del Campo, notable sacerdote que se hizo
célebre por la gran influencia política que disfrutó durante
veinte años en las provincias del Norte de la República
Argentina y muy especialmente por el gran valor y habili-
dad que demostró como militar en las distintas batall~s que
dió mandando en jefe, contra el partido federal; y la segunda,
sobrina del infortunado gobernador de Catamarca Sr. Cubas
que rindió su vida y entregó su cabeza al degollador Maza,
en aras ~el sacrosanto principio de libertad por que com-
batian los pueblos durante la tirania de Rnsas.
Pasó sus· primeros años· en el campo y cuando cumplió
doce recien se le pudo hacer ingresar en la escuela para
que perfeccionase los primeros elementos de educacion que
adquiriera: al lado de sus padres, 4'0. causa del gran· temor
108 APt:NTES nIOGRÁFICOS

que le inspiraban los preceptores de ent6nces, qoe armadus


de la memorable palmeta, ejercian sobre el niito el mas ter-
rible y brutal despotismo en nombre de un sistema de en-
señanza prescripto ya por los adelantos de nuestra época
y por esos sentimientos de esquisita delicadeza y conside-
raciones en que es necesario formar al niño para desper-
tarle la conviccion de su destino en la familia y en la
sociedad.
El 1 ~ de Febrero de 1861 el Gobierno del Dr. D. Sa-
lustiano Zavalia, á pedido del de la Confederacion, envió al
colegio del Uruguay para ser educados por cuenta de la
Nacion, cinco jóvenes pobres de los que mas se hubiesen
distinguido en las escuelas, pues en dicha época Tucuman
no contaba con ningun colegio, y el latin y la filosofia se
enseñaban en los conventos de Santo Domingo y San
Francisco.
Entre esos jóvenes de grandes esperanzas se encontraba
el Dr. Del Campo.
Inmediatamente que llegó al Uruguay ingresó en el co-
legio del mismo nombre, pero en calidad de cadete del ejér-
cito nacional, como lo habia solicitado con mucha insisten-
cia y conseguido del General U rquiza, verdadero protector
de aquel centro de educacion y de la numerosa juventud que
se formaba en sus aulas.

11.

Pocos meses despues sobrevino la guerra que cambió


la faz política del país con la victoria alcanzada por las
armas de Buenos Aires en los campos de Pavon, y á con-
secuencia de ello, el colegio del Uruguay se vió en el caso
de cerrar sus puertas y la numerosa juventud que allí existía
JESÚS :\IAHIA DEL CA:\IPO H1J

se esp1l~ por todas partes, á pesar de los gencl'osos es-


fuerzos que hiciera para sostenerla ('1 dignisimo padre_ oe
los estudiantes, D. Jorje Clark.
En este estado de cosas, el General D. Bartolomé Mitre
que á la sazon habia sido encargado por los pueblos de la
República de las facultades que la Constitucion Nacional
confiere al Poder Ejecutivo, hizo trasladar á Buenos Aires
al jóven del Campo juntamente con el hoy Dr. D. Manuel
Escobar, Presidente del Tribunal de Justicia del Departa-
mento del Sur de Buenos Aires, y despues de haber per-
manecido en el Colegio Seminario de San Ignacio, regresó
al Uruguay á continuar sus estudios en el que acababa
de abrirse nuevamente, siempre bajo la hábil direccion del
Dr. D. Alberto Larroque, notable educacionista conocido en
todo el país como digno émulo del sábio Dr. D. Amadeo
Jacques.
A consecuencia del cambio de director de aquel esta-
blecimiento, aconteció una revolucion estudiantil que dió lu-
gar á la e13pulsion de la persona que lo regenteaba y al
abandono de muchísimos estudiantes que pasaron á conti-
nuar sus estudios en la Universidad de Buenos Aires.
En esta revolucion de colegio que llamó la atenciQn por
el carácter bélico que asumieron los alumnos, los cuales to-
maron mas de doscientos fusiles de chispa que habia en el
establecimiento y armaron á toda la numerosa servidumbre con
piedras y otros proyectiles, asumió una muy activa participa-
cion, si no fué el principal autor de ella, el Dr. Del Campo.
Mientras duró la pacificacion de los sublevados contra
la autoridad un tanto despótica del nuevo director, los re-
volucionarios del colejio fueron objeto de toda clase de hos-
tilidades de parte de la policía del Uruguay, y el ·01'. Del
Campo tuvo la originalísima ocurr~ncia de comprar Ciento
cincuenta ó doscientos gorros celestes que distribuyó entre
sus comparleros, apareciendo todos estos un dia en la plaza
pública, formando una falanje unitaria que irritó á la policía
110 APUNTES BIOGRÁFICOS

y que di6 lugar á que el General Urquiza que babia euu-


cauo á los entrerrianos en el sistema ue la federacion antigua.,
dijese, aluuiendo á los estuuiantes, que él criaba cuervos
para que le sacasen los ojos.
Una vez llegado á Buenos Aires ingresó en la UnivCl'-
sidad donde se dedicó al estudio de la filosofía, obteniendo
en !"IUS exámenes la clasificacion de distinguido por una-
nimidad.
Allí terminó los cursos preparatorios, y segun hemos
In á sus condiscípulos, siempre fué uno de· los mejores
.. ;, ud.tantes, sobr'esaliendo por su inteligencia y conocimien-
tos, á pesar de tener que. trabajar para sostenerse al mismo
tiempo que se contraia al estudio; pues debe á sus esfuer-
zos mas que á los que pudo recibir de su pobre y apre-
ciable familia, el haber ltegado á formarse una carrera en-
vidiable.

lB.

~erminados los cursos preparatorios en Buenos Aires,


pasó por razones de salud á Montevideo donde redactó El
Pueblo y El Comereio del Plata durante su segunda
época, y en cuya Universidad hizo todos los estudios de d6-'
recho, recibiéndose de doctor á los veinticuatro años Y' de
abogado á los Yeintisei~.
Cuatro compañeros de tareas, cuatro jóvenes debian
doctorarse el mismo dia que el Dr. Del Campo, y tan pronto
como recibió el titulo que lo acreditaba como tal, fué electo
para padrino de esos estudiantes aventajados que tambien
JE3ÚS MARIA DEL CA!\fPO 111

concluian su carrera, en medio de las acentuadas demos-


traciones de aprecio prodigadas por una numerosa coneur-
rencia.
Durante largo tiempo estuvo al lado del Dr. D. Tristan
Narvaja, eminente jurisconsulto argentino y autor de los có-
digos Civil, Comercial y de Mineria de la República Oriental,
de cuyo maestro recibi6 los mas ilustrados y provechosos
consejos que debian servirle de norma de conducta en la
carrera profesional que entraba á ejercer.
Por aquella época fué empleado por la Comision Codifi-
cadora de aquel país y aprovechó, como es consiguiente,de
las luces que con motivo de aquellos importantes trabajos
,proyectaban en torno suyo los notables abogados orientales
Doctores D. Joaquin Req,uena, D. Alejandro Magariños Cer-
vantes y D. Manuel Herrera y Obeso
U na vez terminada su carrera en 1872, por instancias
de varios amigos pasó á Entre Rios con muchos distingui-
dos jóvenes que deseaban contribuir á levantar las liberta-
des, que renaeian al amparo de una administracion mas li-
beral que la que puso fin con los trájicos sueesos de San
José, acaecidos, segun se ha probado judicialmente, á las
ocho menos cuarto de la noche del 11 de Abril de 1870.
En el acto de llegar se le nombró Juez del Crimen y
Diputado á la Lejislatura por el Departamento de Concor-
dia, ascendiendo mas tarde á Vice-Presidente primero de
aquella asamblea, en la que fué el mas jóven y ardiente
orador de todos los Diputados.
Desempeñó mas tarde en la misma ciudad el Juzgado
de lo Civil, de lo Comercial y el de Alzada, y hubiera sido
llamado al Tribunal Superior de Justicia, si á· consecuencia
de los trabajos políticos que á la sazon se hacían ~n .favor
de la candidatura del Dr. D. Nicolás.Avellaneda, no hubiera
tenido que dejar la provincia que le' confirió á su retiro la
mision de representarla en el Congreso por espacio de
cuatro aJio~.
1-12 ' .. '
.o.'

IV,

Durante !'I1l pel'l11anencia en Entre-Rios al frente de los


J Ilzgados, se distinguió por su laborim;idad, honradez y es-
pü'itu justiciero, hasta el punto de decirse de él mas de una
vez que habia nacido para la judicatura, no o'bstante de que
no le agradaba po~ la aversion que tenia á. los empleos.
Como Diputado á la ¡>llQvincia abogó siempre por la
disminucion de los impuestos; por el fomento de las escuelas y
por que Jos Jueces fueran bien remunerados, como un requi-
sito indispensable para que la justicia se administrara con
prontitud é inteligencia, y presentó numerosos proyectos en
este sentido, muchos de los cuales' son hoy leyes de pro-
VInCIa.
Fué miemb~o fundador de la primera Bib]ioteca Públi-
ca que se estableció en el Uruguay, y durante dos años
regenteó sin remunel'acion de ningun género ]a cátedra de
Derecho Mercantil en el Colegio Naciona], como un home-
naje de gratitud tributado á aquel establecimiento que tanto
apreciaba y en el que habia hecho sus 'lwimeros estudios.
A mediados del año 74 pasó á Buenos Aires y el 22
de J.unio tomó asiento en las bancas del Congreso en nom-
bre de] vóto popular, y abri6 su estudio de Abogado en la
misma capital de la República.
E] rol c]evado q~e supó desempeñar en esta nueva faz
de su vida pública, está consignada en términos honrosos
en los diarios de las, sesiones de 1874 a] 78. Fué autor
de uno de los proyectos de que se hizo ]a ley hoy vigente so-
bre acuñacion de moneda Nacional y fundacion de dos ca-
sa8 para este objeto; defendi6 l'\iemprc en la Cámara con
energía y altura ]al'5 buenas causas, y lwe~ent() nUl110r0808
r' .~
proyecto:>. ::;obrl' o~'g~nizaeion de la a(huin'i~tl'aci()n el\ril del
..
(>jél'Cito y sobre a(}~'anas, tendentes á ~gularizar la l'&rcep;.
. ".... .,.,
. 4 •
~
cion de la renta. .~

Como Diputado Nacio~al, no solo' fué un orador inde-


pendiente, sinó tambiell un defensor de los derechos del ciu-
dadano, !'Iin que jamás se le haya visto claudica:I" de su aus-
teridad y respeto por las instituciones y pOl' la ley.
Pudo haber sido el favorito de las personas que se en-
cuentran en el poder; pero su carácter altivo no le permitió
que hiciera abstraccion de sus convicciones ante nada, ni
ante nadie.
Amigo de la cOllfe~leracion, sus simpatias estuvieron
siempre por la causa que las provincias defendian contra
algunas pretensiones ilegítimas de Buenos Aire!:l, aunque te-
nia, segun sus expresiones, por los gobernadores de ellas un
marcado desprecio, á causa de las arbitrariedades que fl'~
euentemente cometian y de su origen impopular, lo cual
arrastraba á los pueblos á descender de ese nivel en que
debieran encontrarse pUl' el adelanto de las instituciones.
Ha sido siemlwe partidal'io del gobierno federal ó de la
autonomía de los pueblos que fnrman la República; no obs-
tante, lleno de una dolorosa conviceion, piensa que en el e::;-
tado actual de corrupcion é inmoralidad política, cuando ('1
pueblo libre ha desaparecido bajo las ambiciones de los man-
dones sostenidos por las bayonetas y por el fraude, la Na-
cion Argentina no debe custear un gobierno tan caro y tan
ruinoso para un paü; que todavia no está pl'eral'ado para la
vida 'eonstitucional bajo el sistem~que nos rije, sobre todo
cuando se ha erigido en principio el sistema de las inter-
venciunes para coartar 108 derecho" del ciudadano.. Un go-
bierno . unitario e8 probable que diera maYOl'el'\ garantia::;
para el órden, la paz y la rifiueza ~ país, ~<;i 110 fuel'a po-
~ible radiCal' en nlle~tra íllliole, enn~e~tras indinaciolH''', el
;;.pnlimiento verdadero de la pah·ja, 01'1 i nlel'é,.: eOlllun, de la
feli~idad ~' la grandeza de todl)", •

114 APUNTES hlOGRÁFICOS

El 15 de Abril ele 1875 cO'ntrajO' matrimO'niO' en el Ro-


sariO' cO'n una distinguida seño'rita perteneciente á la respe-
table familia de AldaO', una de las mas antiguas de la prO'-
vincia de Santa Fé.

El Dr. D. Jesús Maria del CampO' reside en estO's mO'-


mentO's en Buenos Aires.
Sus cO'ndiscipulO's y amigO's le prO'fesan una estimaciO'n
que su carácter francO', impresionable y enemigO' de la falsia

y de las injusticias, se ha cQ.nquistadO' á ~ada pas~ de su vida.
ElO'cuente en sus mO'mentO's de inspiraciO'n, jO'vial en su
trato, de frente ancha y despejada, de mO'dales distinguidO's, :
el jóven dO'ctO'r es una figura digna de ]a patria de lO's Mo-
lina, AraO'z, Lamadrid y Alberdi.

I
FACUNDO ESCALlRA
Doctor en Jurisprudencia.

1.

Cuando el inmortal genovés Cl'istóbal Colon menospre-


ciado por una turba de ignorantes aristócratas y anatemati-
zado p5>r los fanáticos doctores de la iglesia católica, que
anteponian en aquella época abrumadora los sofismas teoló-
gicos á las demostraciones precisas de la razon; cuando él,
pobre, rodeado de miserias y de perfidias, apuraba hasta
las heces la copa del dolor, no supuso seguramente que el
nuevo mundo descubierto por su fecundo génio al través de
los mares ignotos, fuera trescientos ochenta y seis aflOS des-
pues que en él posára su altiva planta, un conjunto de po-
dérosas naciones vinculadas entre sí por ese espíritu de su-
blime republicanismo, hijo de los vírgenes bosques americanos;
espíritu gigante que desde el océano Ártico hasta el Cabo
de Hornos se cierne majestuoso sobre la llanura de Chal-
mette, como sobre las tumbas de los poderosos Montezumas;
!;obre la cumbre de los Andes, como sobre el. imperio· de
los bravos Incas.
No pensó tampoco el adelantado D. Pedro de Mendoza
cuando el 2 de Febrero de 1535 lev~!ltó la primera muralla
~1(j APl:S'tES 1l10l;IL\FICOS

..retierl'u para en ~u tciJto {'chal' los pOI' entúllces délJilc¡,:.


t:imientos de Buenos Aires, 110 penst'J, relH.ltimm5, que el tm'l'i-
torio inmenso, desconocido y cubiel>t9 en mucluls parte,; de
una vejetacion ~ah'aje, fuera mas tardf' el eden de Sur
Amel'ica.
y cuando el 17 de Alwil de 1582 el lic('nciado D. Her-
nando de Lerma fundó la ciudad de Salta, no concibiü, no
pudo concebir de manera alguna, que las aguas cristalinas
del Juramento habian de ver pasar doscientos treinta y un
años despues el pabellon bicolor, que al flotar victorioso
desde la cresta de los Andes, sellaria para siempre la
emancipacion del alto y bajo Per'ú; ni menos supuso que
rn las llanuras interminables por él conquistadas, habia de
surgir mas tarde un pueblo viril, cuyos llijos jóvenes y atre-
vidos conquistarian con firmeza inquebrantable un risueño
pOI'n'nir para t-\Il lmtria.

JI.

Desde 1843 Ú 1851 sol)!'e la Hepúhlica Argentina pe~aLa


la fatalidad como la losa funeraria del sepulcro.
Juan Manuel Rosas, el gaucho indómito y atl'l"vido, con-
tenia bajo su mano de hierro las aspiraciones de todo un
pueblo que jamás ha claudicado de lo~ principios legados
por sus viejos padres.
Durante ese período luctuoso escri to con caractéres de
sangre en el libro de la historia, nació en la tierra con-
quistada por D. Hernando de Lerma, en la heroica ciudad de
Salta, el 12 de Mayo de 1849, el Dr. D. Facundo Escalera,
hijo del apreciable caballero D. Gualberto Escalera y eJe la
distinguida seilOra Da Carolina Zuviría.
Asi como en el óreJen físico, á despecho de la ciencia
investigadora, hay, fenómenos que escapan á ht penetracion
de la mente hUUltlna; así tarnbieu en el ú'rden lllo'l'al ~e
FAQUNDO E~CAL(';Rr\ . 117

operan ('ombin3ciollc~ misteriosas, Jnexplicabll's, euyo re-·


sultado lógico es la exhuberancia de precoces facultades- que"
todo lo perciben, que tQdo Jo juzgan en una edad embrio-
naria, digamoslo asi, para el hombre, en una edad en que
el materialista psicólogo no encuentra aun suficientemente
dl'sarroll.ados los órganos de la inteligencia motriz.
Pasan uno tras' otro los años con su matemática y
.~

monótona regularidad, hasta que llega un dia en que el fe-


nómeno moral se presenta. instantáneamente, allí donde quizá
no se descubre una chispa de la" llama poderosa del génio.
y este fenómeno se operó, como en alglmas per8onas,
en el jóven Escalera; pues si á la corta edad de cuatro ailOS
ingresó en las escuelas, á la de siete habia adquirido todos los
conocimientos primarios que sus maestros enseñaban, de
una manera tan sólida que además de mere~el' la marcada
distincion de todos ellos, fué el único de los numerosos dis-
cípulos que recibió el honor de ver aplaudidos sus trabajos
terminados con entera perfeccion, trabajos que elogiaron l~
severos profesores y que la prensa publicó algun tiempo
despues, prodigándoles los mas grandes encomios.
Se supone que el mérito de las producciones del aven-
tajado alumno se encarnaba en su corta edad, en sus pre-
coces facultades, y que, por consiguiente, todo. lo que elias
producian de un modo espontáneo, era extraordinario, puesto
que no estaban en relacion con los pocos años del autor y
por lo tanto escapaban de la regla de la generalidad.

'.
lB.
En su provi,ncia natal permaneció hasta los djez años
y medio, y á mediados de 1860 se trasladó á la doctoral
ciud$(\ de Córdoba para ingresar en el justamente renom-
brado Colegio Nacional de Monserrat y cursar sus estudios
profesionales "en la muy célebre Univer¡;idad Mayor de San
CéM~. ~
j] H A PU:-.ITEi# BIOGkÁ FICOS

De~I'IJ('"" Ul' asistir ü las aulas del refel'idu Culegio tJe


MOl1serrat en clase de externo, ingresl) en calidad dp intern'J
('n 18G2 hasta 1872.
Diez años trascurrieron hasta (Iue el Dr. Escalera dejú
1'1 establecimiento de educacion; diez aflOs de trabajo con !S-
tan te, de contraccion nunca desmentida, de estudio. contínuo,
dumnte cuyo largo período muchos de sus condiscípulos, de
~us amigos, de sus conocidos, se lanzaban seducidos por
falaces perspectivas en el piélago del mundo y no tardaban
en ser arrastrados por el huracan de las pasiones, en tanto
que el humilde estudiante retemplaba su alma en medio d~
la tranquila existencia escolar y descubria nuevos y remotos
horizontes velados á la vulgaridad por la implacable suerte.
Dotado el Dr. Escalera de un carácter esencialmente
tlulce, afable, tímido y simpático, se hizo apreciar de tal
manera que sus compañeros obedecian ciegamente sus me-
nores indicaciones, y sus profesores le demostraban á cada
,instante un cariño sin límites.
Terminados mas que satisfactoriamente todos sus estu-
tlios mayores universitarios, con arreglo al nuevo plan vi-
gente por entónces desde el 63, por el que se prescribia un
aumento de dos años en tiempo y en materias, lo cual fué
causa que de ciento sesenta y tantos alumnos, solo conclu-
yesen trece sus árduas tareas; el Dr. Escalera dejó el co-
legio y en él gratos recuerdos que á pesar de las encontra-
das vicisitudes de la vida, no han desaparecido aun en to-
. dos aquellos que ~upieron apreciar sus distinguidas cualidades
y estrechar con efusion su mano amiga.

IV.

Salta, como todas las provincias ue la República Ar-


gentina, legítimamente orgullosa debe estar. ue sus hijos
queridos, de l':-,;OS hijos que en el eulOpo turbulento de la
FACUNDO EstA LERA 1u)

vida d~ los pueblos, como ha dicho Regazzoli, no han tem-


blado jamás ante el retrogradismo audaz pero cobarde, sinó
que, por e.1 contrario, han conquistado nuevas victorias, nue-
vos adeptos, allí donde caía alguno de ellos envuelto en la
bandera de la democracia y del progre.so.
En 1871 el Dr. Escalera ingresó en la Academia rlo
Práctica Forense, de la que fué secretario, cursando en
ella los tres años de estudios prácticos que exigia la ley,
y una vez terminados, la Exma. Cámara de Justicia lA
acordó el ultimo grado como IH'emio de ~us afanes, como
~compensa á sus desvelos, como justo tributo rendido al
mérito, entregándole el diploma de Abogado en Agosto de
1874.
Costumbre inmemorial es, y por cierto digna de encomio,
la que sé observa religiosS:mente en el foro de Córdoba, y
siguiendo esa costumbre delicada, el Dr. Escalera. aceptó
al poco tiempo de ingresar á la Academia la secretaria del
Tribunal de Comercio, que supo desempeñar con asiduídad
y pulcritud hasta su recepcion de Abogado, y entónces fué
nombrado en atencion á sus sólidos conocimientos generales
y á su carrera profesional, Agente Fiscal de la Provincia.
Durante los sucesos po1iticos que tuvieron lugar en 1874,
desempeñó interinamente la Fiscalia Nacional hasta el ailO
siguiente en que elevó su renuncia de este elevado cargo
y del de Agente Fiscal.
El Dr. Escalera partió de Córdoba; amigos, relacione~
de elevada posicion, honores, puestos publicos, todo lo que
mas puede seducir á un jóven dejó allí, todo lo trocó por
una vida modesta pero independiente, de la cual no ha que-
rido separarse á pesar de ofrecérsela diversos destinos
públicos.
Actualmente ejerce su profesion de Abogado, y en su
estudio altamente apreciado se siente feliz defendiendo con
fuego y razones podm'osas las causa~ justas; de él no se ha
apartado, pero nna '"CZ que a~í ]0 h~ e~ijidl) su ministerio,
AP{jNT":~ 1II0fiR'\fo'leO~

se ha presentado en medio del distinguido foro honaerenfo;t'.


y sus exposiciones elocuentes han revelado al notable ju-
rista cuya. timidez no escluy~ los profunrlos cOllociinientos.

Hay espiritus que todo lo superan y que no obstan-


te permanecen 'mudos, reconcentrados, sin·. dar seña-
les muchas veces de su existencia exhuberante, de su po-
der creador.
Uno de ellos es el del Dr. D. Facundo Escalera.
Jamás él se ha presentado en la escena pública tras
las mercenarias lisonjas ni de los lucrativos empleos, yais-
lado del torbellino de todos los acontecimientos, su corazon
se ha ensanchado al aspirar tranquilo y feliz el aroma de
su hogar querido, y se ha sentido suficientemente recom-
pensado con la fruicion íntima que á cada paso le han pro-
porcionado sus nobles, generosas y espontáneas acciones.
Alto, delgado, de pálida y simpática fisonomia, respe-
tuoso hasta con el último ciudadano, lento pero profunda-
mente razonable en su conversacion familiar y en sus dis-
cusiones, y modesto en alto grado, el Dr. Escalera se ha he-
cho algo mas que estimado, se ha hecho querido de todo
aquel que lo ha tratado y observado siquiera una sola vez.
Cuando de él solicitamos sus apuntes biogro.ficos, su
carácter un si es no es retraido se resintió, y nos contestó
con una formal negativa; no obstante, nuestra insistencia
fué mas poderosa, y entónces y solo entónces nos remiti()
breves apuntes que estaban comprendidos en pocas lineas, o.
la vez que nos favoreCía con una carta de la cual trasCl'i-
bimos los siguientes. párrafos, mas elocuentes por la delica-
deza y modestia que revelan, que nuestras mt>recidas apre-
ClaClone~ :
FACllNflO ESCALEfL\ . 121

lIé Hquí f'~O:;; párrafos:


"Señor Don etc. etc.
Mi estimado amigo:
Deseoso de complacer á Vd., he hecho cuanto me ha
!':ido posible por conseguirlo; pero inútilmente á mi juicio.
He forzado á la memoria á recordar todas las fases de
mi vida, y no he encontrado en ella nada digno de men-
cionarse, nada que merezca los honores de formar parte
de una Biografía."
En estos dos párrafos ~stá estereotipado el carácter del
aventajado alumno, del inteligente y modesto Abogado, del
riudadano cuya existencia se desliza tranquila entre el em-
bravecido océano de la. vida.
Esos dos párrafo:,; valen mucho mas que nuestras pa-
labras.
GUALBBRTO BSCALBRA y ZU11RÍA
Abogado.

1.

En ~l año de 1847 y á los 29 dias del mes de Marzo,


nació en la ciudad de Salta el jóven abogado D. Gualberto
Escalera y Zuviria, hijo del apreciable ciudadano D. Juan
GuaJberto Escalera y de la respetable señora Da Carolina
Z uviría, cuyos padres solo anhelaron dar una educaciou
esmerada á aquellos seres que llevan tan dignamente sus
respetables apellidos, y encaminarlos por el sendero de la mo-
ral, no perdonando medio alguno para hacer del jóven Escale-
ra una esperanza, no solo para su patria, sinó tambien para
la sociedad.
La eiudad del Rosario fué el punto escojido por él para
ejercer su profesion y se puede asegurar que esta sociedad
ha obtenido lo que seguramente ha perdido la de Salta con
su separacion tanto mas sensible, cuanto son mayores las
buenas dotes y la hombría de bien que dia á dia ha· venido
descubriendo en los distintos ramos á que se.. ha dedicado.
Estudió las primeras letras con aprovechamiento y apli-
cacion creciente en la tierra :que le vió nacer, y mas tarde
los cursos preparatorios en la ciudll-tl de Córdoba y Rosario,
124 APU~TF:;;; UIOGRÁFICOS

donde convenienciu!'\ particulares lo condujeron, concluyendu


en este último punto sus estudios para la honrosa carrera
de la abogacía.
El Colegio Nacional (lel Rosario puede vanagloriarse
de haber tenido un alumno de las condiciones del Sr. Es-
calera, pues ha sido el primer estudiante de derecho de ese
notable establecimiento de educacion que ha recibido el di-
ploma de abogado, rindiendo su exámen general el 14 de
Diciembre da 1877, 6xámen completamente satisfactorio que
lo puso en condiciones de poder ejercer su ministerio.
En el año 1868 publicó 8US primeros artículos literarios
en La A etualidad, periódico que aparecia en la ciudad de
su nacimiento, los que, bajo el pseudómino de Luis, consi-
guieron la aceptacion pública y levantaron los cimientos de
la reputacion literaria de su autor, al mismo tiempo que
merecieron por su mérito y originalidad la transcripcion en
distintas publieaciones del país, de Chile y de Montevideo.
D3sde Junio hasta Agost-o de·1875 redactó El Comercio,
diario que se publicó en el Rosario, y colaború de una ma-
nera infatigable en otros val'io5 periódicos de la ·localidad
y de Buenos Aires.

11.

El Sr. Escalera fué durante cinco años, conjuntam(lnte con


el señor D. Emilio Ol,tiz, redactor y propietario del festivo
cuanto crítico semanario de cal'icatnras titulado La Cabl'ionera,
y sus escritos ora sentidus y poéticos, ora chi:"peantcs y criti-
cos, que vieron la luz pública bajo el pseud<'>nimo de A ben-
Deid en la Sec~ion de las niñas, á Sil cargo, fueron por mu-
cho tiempo }'rputados como linos nI' 108 mas importantes
en su género.
En 1870 8t' JI' cOllmuic(', la l'1eccion que el gubierno ha-
Lia hecho tic su per·sona para gm'(>utc de la oficina de in-
GUALHERTO ESCALERA ,,- ZUVlp.fA 125

migracion en el Rosario, cargo que desempeiia con asidui-


dad hasta la fecha, y últimamente, bajo el nuevo título de 'se-
cretario, sus interesantes escritos relativos á este ramo que
tantos resultados favorables promete para el país, sus artícu-
los sobre economia social y sus estensas memorias en las quo
campean las ideas elevadas que resuelven el árduo proble-
ma del aumento de poblaeion, revelan exelentes disposicio-
nes que desde ya se han atraido la atencion y han mereci-
do su reproduccion en varias publicaciones sérias de Bue-
nos Aires y aún de otros puntos.
En el año 18i7 mereció la distincion de ser nombrado
Socio Honorario y Perpétuo de la sociedad italiana Jl Pa-
tronato def)li em;f)ranti Jtaliani fundada en Roma bajo la
presidencia del conde Torrelli, Senador del reino, á causa
de sus escritos literarios y. científicos que en su carácter
de corresponsal remitia á la capital del mundo católico, cor-
respondencias que revelan un conocimiento estenso y com-
pleto del país y de la parte que se relaeiona con la inmi-
gracion en estas n>giones.
Él con sus publicaciones supo levantar bien alto el
nombre de su patria, dando detalles precisos de las ven-
tajas que proporciona al emigrante europeo la colonizacion
de los terrenos vírgenes é inmensos que la naturaleza p~
diga dotó de todos los elementos mas productivos, de las
riquezas que amontonadas y todavia desconocidas encierra
la tierra argentina, y de los medios mas positivos y con-
venientes para que la inmigracion aftuya á estas playas con
las mayores gm'antias posibles.

IIJ.

En los prirnCl'os tiempos en que el diario La Opinion


Nacional ~e }Jublicú en el Rosa.rie-. el sellOr Escalera es-
12G APUNTES BIOGRÁFICOS

cribió una série de folletines que fueron apreciados por los


amantes de la literatura, que encontraron en ellos un estilo
fluido, conceptos elevados y creaciones de una imaginacion
{ccunda.
Como colaborador del mismo diario trató cuestiones de
bastante interés social y dió pruebas de una gravedad y
tacto no comun, huyendo de las discusiones personales y de
todo lo que, desacreditando al periodista, labra el despres-
tigio de la prensa.
En época en que se trataba de fundar una Biblioteca
en el Rosario, él en union con los señores D. Ovidio Lagos,
D. Salvador Suarez y otras personas, levantó una ~uscricion
popular que dió resultados sumamente satisfactorios.
La actividad y prudencia con que en esta comision supo
llenar su cometido, alejó para siempre las primeras dificul-
tades y destruyó la negligencia general, y hoy se recuerda
que la base de ese importante establecimiento público, fueron
novecientos volúmenes y ochocientos pesos bolivianos, que
los señores que hemos nombrado lograron recolectar con
una constancia digna de encomio.
En estos últimos años el Sr. Escalera ha sido nombrado
corresponsal del diccionario de A rgentinismo8 que publicará
en breve la Academia de Ciencias y Letras de Buenos Aires,
habiendo remitido hasta el dia mas de mil voces especiales
que enriquecerán esa obra monumental de modismos pura-
mente argentinos.

El abogado D. Gualberto Escalera y Zuviría, á quien


su educacion y conocimientos han conquistado un puesto
honroso en la sociedad, eg apreciado por todos los que han
valorado ~u trato afaLle y :-.;us cualidades subresalientes.
GUALBERTO ESCALERA Y ZUVIRÍA 127

Grave en su trato público, digno y reservado en la in-


timidad, de alta estatura, de maneras elegantes á la vez que
severas, jamás ha conocido un solo enemigo en la carrera
de su vida.
Su única ambician, la fé que le guió siempre en todos
sus actos, se cifró en el interés de ser útil á sus semejantes,
á la causa del progreso y al porvenir de su cara patria.
Su honradez á toda prueba y su inteligencia le han ad-
quirido y conservado una reputacion intachable con la que
se ha presentado actualmente á ejercer su sagrado minis-
terio entre el ilustrado foro del Rosario.

JACINTO FERNAND!Z
Dootor en Jurisprudenoia.

I.

La Provincia de Santa Fé no ha conquistado ulla pá-


gina de glol'ia en los anales de la historia argentina pOI'
sus hechos de bravura épica solamente, por haber visto fla-
mear por primera vez sobre una de sus imponentes barran-
cas el pabellon patrio, ni por haber lanzado como una
avalancha sus bravas legiones en todas las guerras que !"
han venido sucediendo desde 1810 hasta la fecha.
Ha existido y existe aun en Santa Fé algo de mas
grande, poderoso y evidentemente digno de un y, crdo
imperecedero, y es la inteligencia, el talento, el' saber de
muchos de sus hijos que, como D. Juan Francisc~ Seguí y
Manuel Leiva, se han arrojado lejos de su hogar que"rido á
descubrir otros horizontes, tornando á su madre patria ~es­
pues de una dolorosa pcregrinacion, y ofreciéndole el f¿.ut~
de sus desvelos, de sus sacrificios, de su firméza de espir~u.
lié ahí lo que en primer término ha conqui!'5tado pa\..a
la Provincia de Santa Fé una página brillante en rl v('ne-~
rando libro de la histOl'ia. ...
17
130 Ar[!~TES BIOGr:.¡\FIf::n~

JI.

Las breves consideraciones que hemos apuntado, se re-


lacionan muy directamente con la persona de quien nos va-
mos á ocupar en seguida y con otras que figuran de una
manera precisa 6 accidental en el curso de esta obra.
El 16 de Agosto de 1848 nació en el pueblo de Coronda,
en la Provincia de Santa Fé, el Dr. D. Jacinto Fernandez.
Por los años 1864 cursó sus estudios primarios en el
notable colegio de la Inmaculada Concepcion, dirijido por los
Padres Jesuitas, y cinco años mas tarde, esto es, en 1869,
dejaba las áulas des pues de haber rendido sus exámenes de
una manera satisfactoria.
Comprendiendo el gobierno nacional la necesidad impe-
riosa de crear un cuerpo de telegrafistas argentinos, con el
plausible propósito de que se generalizáran los conocimien-

~
- 4-o~ ,del arte de la Telegrafia Eléctrica, el jóven Fernandez
'1 solicitado para este objeto por el Ministro del Interior
Ur. ,- D. Dalmacio Velez Sarsfield, y en consecuencia, renun-
ció '~s(" ,Bmpleo público de oficial auxiliar de la Contaduria
GenOl'al)de la Provincia, para dirijirse á Buenos Aires en-
viado p.or el gobierno de Santa Fé.
, ~n 1870 inicirj sus estudios de jurisprudencia y dió prin-
~o tambien á militar en el seno de la institucion ~e telé-
grafos, prestándole por mas de cuatro años el contmgente
rlj sus esfuerzos y de su estudio.
. Persistente siempre en la consecucion de los trabajos
( que dignifican al hombre en la cal'rera de su vida, no so
arredró jamás anle las dificultadei':, y es por ello que á la
JACINTO FEHNANDEZ 131

vez que pl'ofunuizaba la ciencia uel derecho y se ocupaba


en la telegrafía, era nombrado presidente de varias asoéia-
ciones literarias, sócio fundador y miembro de la Comision
Diroctiva de la Biblioteca Popular de Santa-Fé, y colabo-
raba en los periódicos El Pueblo y Los Albores que veían
la luz pública en aquella época.
De8-ooso de completar su carrera y obtener sus títulos
de la primera Universidad de la República, partió á la
ciudad de Buenos Aires donde, despues de terminar sus es-
tudios que merecieron en los exámenes una distinguida
clasificacion, recibió el grado de Doctor en Jurisprudencia
ue aquella Universidad á principio de 1875.
El trabajo que presentó para obtener el grado do Doc-
tor, fué mucho mas que una tarea vulgar, que una cues-
tion ventilada en las esferas de la ciencia; fué una nove-
dad en su género, una concepcion de consecuencias tras-
cendentales, pues consistia en un estenso y profundo Es-
tudio sobre el Telégrafo Eléctrico bajo el punto de visü"
Jurídico, Económico, Político !J Moral, el cual ha mere-
cido la distincio"n de ser incluido en el Catalogo sistemá-
tico !J q,lfabético de la coleccian de obras jurídicas A rgen-
tinas, que se ha remitido por la Biblioteca pública de Bue-
nos Aires á la exposicion de Paris en el corriente ailO ue
I8i8.
Habiendo hecho un estudio práctico de su carrera ba-
jo la direccion del notable jurisconsulto Dr. D. Manuel
Quintana, rindió su exámen de abogado ante la Suprema.
Corte de Justicia y continuó ejerciendo su nueva y elevada
protesion en el foro bonaerense.
Durante su permanencia en la capital de la República,
mereció el honor de enseñar por espacio de algunos años
las asignaturas de Matemáticas y Filosofía y-de ser nom-
brado Dliembro del Tribunal de esta última cátedra en aquella
Universidad, colaborando con to:.lo celo en los diarios de
gran formato La Pulitica y El l\'(leional.
132 APU!IITES UIUGHÁFICOS

JI[

Consecuente siempre con las ideas que habia predicado


á sus compañeros, demostrándoles hasta la evidencia el
bien que reportarian sus conciudadanos, si ellos prefirieran
á la vida bulliciosa y turbulenta de Buenos Aires, la dulce,
tranquila y fecunda de su provincia natal, para trabajar
incesantemente por ~u engrandecimiento y prosperidad;· tor-
nó á Santa-Fé, siendo nombrado inmediatamente de su lle-
gada Agente Fiscal de la primera circunscripcion judicial
á fines de Mayo de 1876.
Con este motivo los diarios sérios de aquella capital
felicitaron al gobierno porque llamaba á tan delicado puesto
público á un jóven patriota é ilustrado, buscando solamente
en él la inteligencia y las virtudes cívicas, sin parar mien-
tes en su partido polítieo, aunque el Dr. Fernandez habia
vivido alejado constantemente de ellos.
Su carácter franco á la vez que severo, su proceder
y sus aptitudes le grangearon el aprecio general, por lo
cual se le confiaron diversos é importantes cometidos,
desempeñando accidentalmente el cargo de Defensor General
de . Menores y de luez especial de Primera Instancia en
varias causas civiles, é integrando la Exelentísima C~mara
de Justicia en los casos de súplica.
El 15 de Marzo de 1877 fué nombrado Juez del Crimen
en la ciudad del Rosario de Santa Fé, y á este respecto el
periódico El Orden, ~rgano opositor al gobierno, en su nú-
mero treinta y tres y en uno de sus artículos de redaccion
decia lo siguiente, que no podemos dejar de trascribir:
"Pocas veces hemos visto tanto acierto de parte del
gobierno al llenar una vacante de tanta importancia como
J ACINTO FER~ A~DE'l

esta; muy pocas lo hemos visto preocupal'se tanto de elejir


al que con mas idoneidad fuese llamado á desempeñar- 1as
delicadísimas tareas de Juez.
"El Dr. Fernandez, jóven aun y novicio en su profe-
~ion de abogado, puede decirse con seguridad que reune to-
das las condiciones necesarias para podel'se prodigar con
justicia el renombre de abogado de nota y de personalidad
conspicua que descuella en la nueva generacion que se
levanta.
"De vastos conocimientos al extremo de poder ser lla-
mado á dictar con altura la cátedra de una universidad en
que ayer mismo se sentaba como discípulo, de ideas arrai-
gadas y profundas, de inteligencia despejada, de conducta
ejemplar é intachable; sóbrio por naturaleza, probo y cir-
cunspecto por hábito y por conviccion, el Dr. Fernandez
constituye una gloria para la patria que le vió nacer.
"Alejado de los círculos políticos, el Dr. Fernandez se
ha conquistado la simpatía y el aprecio de todos; debiendo
contar esto último como un nuevo mérito que rodea su
nombre siempre distinguido para aquellos á quienes confia-
mos alguna alguna vel: el honor de sentarnos á su lado
en el templo de la ciencia.
"Santa Fé puede honrarse con llamarse la patria de
Fernandez; y este es el mejor elojio que podemos tributarle."
Hé ahí como juzgaba al Dr. Fernandez un periódico
de oposicion,· publicado en Santa-Fé.

IV.

La opinion ha señalado á la persona de quien nos


ocupamos como una de las aventajadas en el suelo de
su nacimiento durante estos últimos años , por su saber, con-
uucta y sentimientos, y es por esto sin duda que el 21 de
APVNTE~ U10GnÁFI(;OS

~eti('mbrc de 1877 fué llanuulo á desempeñar las carteras


del Ministerio de gobierno de su provincia.
El orgullo ó alguna de esas pasiones mezquinas que
('orroen los principios mas sanos de moral, hubieran en
otro hombre influido poderosamente para aceptar el aIto
ministerio que se le ofreciera; pero el Dr. Fernamlez obe-
ueciendo á los maduros dictados de su conciencia, á sus
austeras reflexiones y á su patriotismo, y creyendo que no
se hallaba en la posibilidad de hacer todo el bien que de-
seaba para su cara patria, no aceptó la car.tera que se
le ofrecia.
En eJ mismo año fué nombrado presidente de la Co-
mision examinadora del Colegio Nacional uel Rosario.

Al frente en la actualidad del Juzgado del Crimen de


la segunda circunscripcion judicial, el Dr. D. Jacinto Fer-
nandez ha revelado el mismo celo en el cumplimiento de
sus sagrados deberes, la misma actividad que en la época
en que dictaba las asignaturas de Matemáticas y Filo-
sofía en la Universidad de Buenos Aires.
De maneras delicadas; simpático por su carácter franco,
humilde en todos sus actos, reservado para sí mismo y jó-
ven laborioso, el Dr. Fernandez siente rugir el huracan de
la política de su país; columbra la tormenta bravia que se
forma en uno ú otro punto, y sereno siempre se aleja más
y más de los escollos que oponerse pudieran á su carrera,
y se mantiene concretado al fiel desempeño de sus obliga-
ciones como juez y como ciudadano que busca en el ade-
lanto l~loral el bienestar de su patria.
JosÉ AGUSTIN FERNANOBZ
Ooronel de la Nacion.

Los apuntes que consignamos en seguida l'especto á la


vida pública del coronel Fernandez, se encuentran estrecha-
mente vinculados á los grandes hechos de guerra, á los
dias de gloria de la provincia de Santa Fé.
La historia de este pedazo del suelo argentino entraña
una parte de la existencia del viejo y valiente soldado; su
foja de servicios es el recuerdo latente de una época de su-
cesivas hazañas, sobre las cuales pesa como la fria loza de
la tumba el olvido de sus hermanos de patria.
El 28 de Agosto de 1803 nació en la ciudad de Santa
Fé el coronel D. José Agustin Fernandez.
A la edad de catorce años encontróse en la batalla del
Saucesito, provincia de Entre Rios, y aunque en clase de
~imple ciudadano, demostró allí un valor y serenidad á toda
prueba que no se desmintieron despues. En ese hecho de
armas el general Ramirez, comandante en jefe del ejército
oriental y entrerriano, por enfermedad del comandante Aguiar,
derrotó á las fuerzas de Buenos Aires, á c)Jya cabeza se
hallaba como primer jefe el general Balcarce y como se-
gundo el coronel D. Eusebio Ereñú.
Cuando el desarme del ejército del Perú, en A requito,
el j6ven Fernandez se encontro también en clase de ciudadano.
13f1

Em ya rabo 1? de las fuerzas cntrel'l·ianaf.( 1'1 riia (111


'1 11(',bajo las (irdenes del general D. Estani~IHo Lr,p{'z ~.
del coronel D. Ricardo Lopez Jordan, acuchillaron en
las Barrancas al coronel D. Rafael Ortiguel'a que man-
daba la vanguardia del general Viamont, el (Iue en su ra-
pifia invasion llegó hasta la estancia de Grondona, en el
Carcarañá.
Siendo sargento 1 ~ se halló en la batalla. de Cepeda
donde fueron derrotadas por los generales Lopez y Rami-
rez las caballerias del ejército de Buenos Aires mandado
en jefe por el director D. José Roudeau; y mas tarde, con
el mismo general Lopez y el bravo chileno general D. José
Miguel Carreras que mandaban las fuerzas santafesinas,
persiguieron á los soldados del general Alvarez deshecho
completamente en la posta de Santillan, en la cañada de
la Cruz.
Derrotado en PaDon. el general Lopez por el coronel
Dorrego, encontró siempre á su lado al sargento 1 ~ Fer-
nandez; pero organizado nuevamente en el rincon de Gaboto,
marchó sobre el pueblo del Pergamino haciendo pedazos allí
á las fuerzas de guardras nacionales; y mas tarde, en las
chacras del Gamonal, emprendió un reñido y sangriento
combate contra el ejército del coronel D. Manuel Dorrego,
quien fué derrotado completamente gracias á ·la impetuosa
carga que llevó por retaguardia el valiente comandante
equla. La persecucion contra las huestes dispersas se llevó
tenazmente hasta Los Manantiales, cayendo en poder del
general Lopez un gran número de prisioneros y todas las
caballadas y bueyes del enemigo.
En 1820 el sargento Fernandez se halló en el Arroyo
del Medio en el mo~ento en que se celebraban algunos tra-
tados entre el Gobernador de Buenos Aires, Coronel D.
Martin Rodriguez, y el Gobernador de Santa-Fé, General D.
Est&nislao Lopez; partiendo despues á esta Provincia ron
plil"gos para el Gobernador delegado.
.JOS¡'~ AGUSTI~ FERNANDEZ 137

En 1821, (Iisgustados los generale~ Ramirez y Lopez,


se declararon la guerra. El primero lanzó contra Santa.....Fé
una armada compuesta de los bergantines Laran:¡ásu y Be-
lem, de la goleta Iitoencible, del falucho Fama y de una
c.añonera, bajo el mando en jefe del Sargento Mayor D. Lucio
Mancilla. Las fuerzas de desembarco tomaron bien pronto
la bateria " Lopcz" en donde fué herido el sargento Fer-
nandez.
Despues de diversos encuentros de las fuerzas del Ge-
neral Lopez contra las del General Ramirez, este fué der-
rotado completamente y perseguido hasta los Carrizales de
Medina.
Grande fué el valor que en estos hechos de guerra
mostrára el sargento Fernandez, cuando en la órden ganG-
ral es~edida despues de!" último triunfo, fué ascendido á
Alférez.
En la campaña emprendida en 1828 por órden del Go-
bernador de Buenos Aires á las misiones del Brasil, el Ge-
neral Lopez al frente de mil seiscientos hombres pertene-
cientes á los contingentes de Santa-Fé, Entre-H.ios y Cór-
doba, llamó la atencion del Imperio, viéndose obligado á
regresar en Noviembre del mismo año, un mes antes del
"Motin militar," siempre acompañado de su amigo el Al-
férez Fernandez que fué nombrado Teniente 2 -; pOl' sus
importantes servicios.
No solamente se encontró al lado del General Lopcz
en la campaña á Cürdoba contra el Genet'al Paz, sinó quc
se le eligió entre muchos oficiales de confianza para apm'-
1-'Onal'Se eon comunicaciones al Gene¡'al Rosas en su cuar-
tel establecido en Pavono
En 1833 al emprender la lucha el general Lopez contra
los indios del Chaco, el Teniente Fernandez fué llamad~ al
servicio y 8C encontró en lo recio de los combatos siguien-
tes: - La Coneltilla J La CapiDrtra, Jlonte del A .']liará, La-
!Jlma del Bagwt!, .1lfJ/lte de los .,PoroIl90.'~ y Fortin de
18
138 APUNTES DlOGRÁFICOS

A lmagro, quedando así despejado el Norte y asegurada~


las fronteras, por cuyos servicios y arrojo que supo de-
mostrar en todos los encuentros, obtuvo los despachos de
Teniente 1 ~ ; pero habiendo solicitado su baja que le rué
concedida en 1835 des pues de mucha insistencia por su
parte, se retiró á las cierras del Tandil en donde perma-
neció con un establecimiento de negocio hasta el 1 ~ de
Enero de 1838.
Muerto el General D. Estanislao Lopez en este último
año de 1838, su hermano el Teniente Coronel- -D. Juan Pablo
Lopez llamó al teniente Fernandez, quien á su llegada fué
enviado ante el goberna,dor de Entre Rios, General Echagüe,
para combinar con este un plan de campaña que deberia
abrirse contra el Sr. Cullen, gobernador de Santa Fé; pero
en tanto que desempeñaba esta delicada mision, el Rosario
se pronunciaba en favor de Lopez, el que, patrocinado por
Rosas, se puso al frente de una fuerte division de caballeria.
En el arroyo del Monje el teniente Fernandez, despues
de haber desempeñado satisfactoriamente su cometido, al-
canzó al comandante Lopez, quien le nombró capitan en la
órden general del siguiente dia, con calidad de dar cuenta
al Superior Gobierno.
El 2 de Octubre del mismo año, el ejército del gober-
nador Cullen compuesto de setecientos dragones aguerridos
de linea y de trescientos guardias nacionales de caballeria,
comandado por el Sargento Mayor D. Santiago Oroño y por
el' de igual clase D. Pedro Rodriguez del Reno, fué dis-
persado completamente por las fuerzas de Lopez que se com-
ponian de setecientos noventa y dos milicianos, pues solo
su escolta era de línea. En esta jornada el capitan Fernan-
dez se portó con toda bravura al frente de los Ginco esca-
lones de la derecha' que mandaba.
Interrumpido en su marcha el General Echagiie por lo~
gl'andes temporales que le impidieron pasar sus caballadas
al Paraná, no pudo encontrarse en este hecho do armas.
JOSJ.~ AGUSTIN FERNANDF.Z l3D

Despues del triunfo, reunióse la Sala de Representante~


el 13 del mismo mes, la" cual nombl'ó al Comandante López
Gobernador, Capitan General de la provincia de Santa Fé, y
coronel efectivo, obteniendo tambien el capitan Fernandez
los despachos de la misma graduacion, pero de caballeria
de línea, y el de Comandante de la escolta del gobernador.
El 22 de Noviembre de 1838, mas de mil indios inva':'
dieron el departamento del Rosario, logrando arrebatar cerca
de cuarenta mil cabezas de ganado vacuno, lanar, y ye-
guarizo; pero batidos en Loreto por el gobernador Lopez
~ecundado por el Coronel Lagos que mandaba el 4 de linea,
fueron hechos pedazos y muertos en número cOllf;iderable,
sufriendo en seguida la persecucion del capitan Fernandez
que á la cabeza de su escuadron "Escolta de Coraceros," les
quitó la única hacienda yeguariza que aun llevaban, en el
Bajo grande de las Tunas.
Cuando en 1839 el General Lavalle derrotó en el Yeruá
al gobernador de Entre Rios, las fuerzas de Santa Fé en
proteccion de este se pusieron en seguimiento del vencedor;
pero sorprendida su retagua.rdia por una fuerza enemiga de
las mismas que perseguian, el General Lopez orden6 al
Coronel Andrada, jefe del cuerpo de Dragones, que la ba-
tiera tan pronto como á ella se acercara j siendo elejido el
capitan Fernandez y su escuadron de coraceros para prac-
ticar su esploracion. A doce cuadras del enemigo que es-
taba situado en una isleta del arroyo Bacacuá, fuó sentido
el capitan Fernandez, quien entónces quizo tomar el paso
del arroyo; pero siendo rechazado por cincuenta tiradores,
dej(j allí una partida para que los entretuviera, mientras que
él se corria á la derecha y pasaba por un vado. Puestas
en retirada las fuerzas contrarias que marchaban escalona-
das, el valiente esplorador de coraceros orde~ó estrechar
sus tres guerrillas de los dos flancos y centro, con el ob-
jeto de llamar la atcncion, en "tanto que se aproximaban el
Coronel Andl'adu y la Division Vi~dguay. El enemigo q~c
140 APUNTES BIOGRÁFICOS

~e batia en retil'ada haciendo descargas por escalones, s~


acercaba visiblemente á su vanguardia; en este momento el
capitan Fernandez aumentó sus guerrillas y lanzó una carga
tremenda contra el escuadron que huía, el que, no pudiendo
soportar el empuje de los bravos santafesinos, cayó sobre
los demás del ejército mientras Fernandez entraba en com-
bate con una reserva de lanceros, y la derrota fué completa.
El comandante en jefe de la retaguardia, Coronel Ma-
ciel, otro jefe subalterno, oficiales, cincuenta y un soldados
y toda la caballada enemiga cayeron en poder del arrojado
capitan Fernandez, quien desde el campo de batalla comu~
nicó la victoria al Coronel Andrada, al mismo tiempo que
daba sepultura á los siete individuos de tropa que perdió,
solicitando tambien un cirujano para que atendiera á vein-
tiun soldados de su cuerpo 'que resultaron heridos.
Despues de haber sido enviado por el General Lopez en
comlslon cerca del gobierno de Buenos Aires, de haber
mandado confeccionar el vestuario necesario para el ejército
de Santa Fé, y de dar cuenta del cumplimiento de su co-
metido incorporándose para ello al gobernador 'de la Pro-
vincia en su cuartel general en la estancia de Ibarra, rué
nombrado Comandante General del Departamento de San José.
Llegó un dia, despues del descalabro que sufrió el Ge-
neral Echagüe en Don Cristobal, en que estacionada desde
el banco de la Paciencia hasta San Antonio la escuadra
fl:ancesa que protejia al General Lavalle, cortaba las co-
municaciones que desde Buenos Aires podia enviarse á los
Generales Lopez y Echagüe acampados frente á frente en
el Sauce Grande; en este estado, el capitan Fernandez re-
cibió cJrden de conducir las fuerzas que para aumentar el
ejército de estos d<:!s generales, mandaba Rosas, y para ello
era preciso superar el tremendo obstáculo que presentaba la
escuadra. Fm'nandez no se arredró un solo momento, y
procediendo mañosamente, consiguió, con el auxilio del ve-
'cindario, trasportar en las noches oscura::; en lanchas y Lo-
JO~~: AGUSTIN FERNASDEZ 141

tes al regimiento de los Andes que dc!';embarcó en el Cerrito,


al 2? d;1 Coronel Ramirez que bajlí en San Antonio, y á
la bateria de seis piezas del Sargento Mayor Guerrero que
dejó en el Saladero, burlando así la vigilancia de los buques
de guerra.
Disgustados los franceses por tamaña burla, dieron en
arrebatar las embareaciones á los vecinos de San José, en
las cuales conducian sus frutos al Paran á ; y si bien es
verdad que pagaban el valor de las mercaderias, tambien
lo es que abandonaban en las islas á los pobres bateleros
edespues de quitarles, como hemos dicho, sus frágiles bar-
quichuelos.
Una noche el capitan Fernandez resolvió castigar el
proceder de los extranjeros enemigos. Bajo una copiosa llu-
via marchó sijilosamente por la isla al freilte de cincuenta
hombres, y de una manera rápida se hizo dueilO de las cua-
renta y nueve embarcaciones arrebatadas que se consel'-
vaban bajo los fuegos de las corbetas de guerra Esperan=a
y Espeditioe, sin que un solo individuo de la escuadra fran-
cesa conociera la atrevida empresa hasta el siguiente dia.
/

Completamente desorganizado se encontraba el Depar-


tamento de San José cuando el capitan Fernandez fué nom-
brado su comandante militar, y poco despues él, con una
actividad que hasta hoy se recuerda, organizó dos escua-
drones de Guardias Nacionales colocando uno en los Calchines
y el otro en el pueblo nombrado; creó un plantel de guardias
de seguridad compuesto de negros, y un piquete de artille:-
ria con dos piezas de montaña.
En 1840, habiendo evacuado el General Lavalle el norte
de Santa Fé, el capitan Fernandez fué nombrado en~argado
de escoltar la Comision Argentina compuesta del caballero
Alce, capitan de fragata, y del General ManciÍla que partie-
('on á alcanzar á Lavalle, logrando al fin reunirse á él en
el rio Segundo despues del combate de Quebra!ehitos.
En 1841 el capitan D. Agust"ifl Fernandez obtuvo su
APl'NTES lHOGHÁFICOS

baja ticl ejército; pero solicitauo mas tarue por el gobiCl'110


de Entre Rios, fué ascendido á Sargento Mayor, encontrán-
dose entre los primeros en la batalla de Cagiia3Li y sirviendo
en el Estado Mayor cuando filé nombrado gobernador el
General Urquiza.
Colocadas por órden de Rosas tres divisiones bajo ('1
mando en jefe del General Echagiie: las de los coroneles
Hidalgo, Santa Coloma y Bárcena, las cuales debian operar
contra el gobernador Lopez; el Mayor Fernandez fué ele-
gido, mientras el ejército acampaba á orillas' ·del.arroyo Ra-
mayo, jefe de la línea del Arroyo del Medio, en cuyo tiemp8
emprendió dos choques. parciales contra las fuerzas enemi-
gas, persiguiéndolas en uno de ellos hasta Villa Constitucion, y
tornándoles cuatro prisioneros, y acuchillándolas en otro hasta
la posta de Ramirez, en Pavon, haciéndoles tambien algu-
nas víctimas.
Nombrado Comandante Militar del Departamento del
Rosario en 1842, emprendió importantes mejoras durante los
ocho aflOS que permaneció desempeñando ese cargo. Orga-
nizó cuatro regimientos de mili~ias de campaña, creó la
guardia cívica de la ciudad, compuesta de un batallon, de
la escolta, que era un pi,quete y de un plantel de dragones,
en el cual se hallaban un jefe, dos oficiales y sesenta sol-
dados; estableció un fuerte construido con todas las reglas
del arte en las puntas del arroyo Pavon; fund() un, fortin
en. el que habia permanentemente cincuenta soldarlos en la
orqueta del arroyo Saladillo, y finalmente hizo levantar otro
fuerte en la Guardia de la Esquina.
En 1843, encargado de escoltará los Doctores Laite y
Garcia y al Coronel Rodriguez, Ministros Plenipotenciarios á
Chile y Bolivia, sal~ó á este último en la Cruz Alta de una
emboscada. que para asesinarlo y robarlo le habian preparado
los indios en connivencia con algunos bandidos de La Cau-
tiva, á los cllales hizo perseguir con el capitan de su escolta
D. Patl'icio Rodriguez hasta la callada de Maldonado.
.IOSE AGUSTIN FERNA!If[)El , 143

lIabiendo sido nombrado jefe de vanguardia el 1'? de


Agosto de 1845, sorprendió al dia siguiente en el monte No-
guera, taperas de Forcada, á las legiones enemigas manda-
das po~ los coroneles Cardozo y Gorordo, los cuales esca-
paron por milagro, gracias á sus buenos caballos, quedando
en poder del valiente Fernandez todo lo que á ellos pertenecia.
El 18 de Agosto, una de sus partidas exploradoras de
la derecha sorprendió en San Javier una guardia de veinti-
cinto hombres y un oficial, sin que escapara uno solo.
El 12 del mismo mes, tendidas en línea de batalla las
fuerzas de Lopez á inmediaciones del arroyo de ~al Abrigo,
hubiera indudablemente obtenido un espléndido triunfo, puesto
que la es trema izquierda enemiga se habia declarado en
derrota, si el comandante Fernandez que mandaba la dere-
cha, no hubiera cargado velozmente al frente de sus bra-
vos flanqueadores, en tanto que los tiradores correntinos de
á caballo hacian un nutrido y mortífero fuego. El ejército
de Lopez se declaró entónces en precipitada· fuga, y el Co~
mandante Fernandez fué por la octava vez el héroe de la
victoria.
Despues de la pel'secucion, recibió órden de tomar el
convoy del enemigo, lo cual efectuó en el rincon del Gu-
rupí, quedando en su poder cuarenta y ocho carretas car-
gadas de mercaderias, dos bandas de música, toda la bo-
yada, mas de mil cabezas de ganado y las familias que se-
guian al destruido ejército.
Habiéndose aprestado al combate la escuadra anglo-
francesa, el 20 de Noviembre de 1845, en las puntas de Obliga-
do, el General Mancilla que mandaba las legiones argentinas,
nombró para que comandára la línea derecha al Comandante
Fernandez, bajo cuyas órdenes se colocó á campo ra~o con
una bateria de tres piezas de artilleria el intrepido capitan
D. Álvaro José de Alzogaray, hoy Coronel del ejército na-
cional.
El 28 de Febrero de 1848 Jo~'¡JldiOf:;. atravesando In
144 APl"NTES BIOGRÁFICOS

inmensa zona pampasia, llegaron hasta las chacra~ del Ro-


sario. El Comandante Fernandez en el acto que tuvo cono-
cimiento de la Cuerte invasion, se puso en marcha hasta las
Islas, en donde se le incorporó el capitan D. Prudencio
Amol, hoy coronel, con ciento treinta hombres de la Divi-
sion Gonzalez. Ambos soldados emprendieron entünces una
carrera precipitada en pós de los salvaje~, á quienes ba-
tieron y derrotaron completamente en el paraje denominado
Zapayal Grande, rescatando los cautivos que llevaban y las
haciendas 'yeguarizas, tomándoles sus caballos, matando mu-
chos indios de pelea y haciendo varios prisioneros. •

11.

El poder del tirano Rosas amenazaba derrumbarse para


siempre.
Desde la República Oriental hi prensa levantaba su po-
tente voz, despertando así el adormecido espíritu.público de
la patria de los héroes de Mayo.
El General Urquiza se pronunció entóncas contra el
dictador, y el 25 de Diciembre de 1851, fecha memorable
para la Provincia de Santa Fé, el Comandante D. Agustin
Fernandez se levantó con todo el Departamento del Rosario
en favor del ejército libertador.
El 24 de Diciembre de 1876 decia un diario de la loca-
lidad lo siguiente:
"PRONUNCIAMIENTO CONTRA ROSAS ...

25 de Diciembre de 1851
"Hé aquí una' fecha que, pasados ya veinticinco aüoB,
pocos recuerdan no obstante la grande importancia que tuvo
el hecho que en ese dia se verificó en esta ciudad del Ro-
sarIO.
.JosÉ AGUSTIN FERNANDEZ 145

"El 1 ~ de Mayo de 1851 el General Urquiza, Goberna-


dor entónces de Entre-Rios, se pronunció contra la tirama
abrumante del dictador Argentino.
"Unidas las fuerzas de Entre-Rios y Corrientes, se hizo
la campaña de la Banda Oriental que terminó· en la ren-
die ion del Pantanoso, y la consiguiente conclusion del cé-
lebre sitio de Montevideo, igual ó quizá superior en dura-
cion y peripecias al célebre sitio de Troya, tan cantado
por los poétas griegos mas afamados.
"Pero no concluia. allí la jornada.
"Aun permanecia fuerte en su propio suelo la dictadu-
ra ominosa que durante veinte años oprimiera al pueblo
Argentino.
"Terminada la campáña de la Banda Oriental, era
preciso buscar los medios de batir al déspota en su pro-
pio ·territorio.
"La primera piedra de toque era precisamente la.. Pro-
vincia. de Santa-Fé.
"En esta ocasion esta Provincia no desmintió sus an-
tecedentes de amor á la libertad; l'espondiendo como cor-
respondia á sus gloriosos antecedentes en la lucha por la
libertad y progreso.
"Eran momentos . difíciles : el libertador Urquiza triun-
faba sobre la Banda Oriental; pero aun faltaba el triunfo
en la tierra propia.
"En esos momentos tan difíciles se presentó Santa-Fe,
y con el denuedo y abnegacion de sus mas ínclitos hijos,
hizo su {lronunciamiellto y preparó el paso del Ejército Li-
bertador que fué á conquistar la inmarcesiblQ gloria en el
memorable dia 3 de Febrero. .
"Viene ahora el XXV aniversario del pronunciamiento
del Rosario en esa gran cruzada, y tenemos gusto en pu-
blicar á continuacion documentos auténticos que comprue-
ban la parto que tUYO esta pobl~ion en ese gran acto)
1!1
146 APUNTES BIOGRÁFICOS

encabezado por el benemérito Comandante D. José Agustin


Fernandez.
"Hé aquí esos documentos:

I VIVA LA CONFEDERACION ARGENTINA!


I Vioa el Ejército Libertador /
El Teniente Coronel, Coa}
mandante en J~fe de la Di- Campamento i inmediaciones del Roeario,
viaion del Departamento del Diciembre 25 de 1851.
Rolario.
Al Ezelenti8imo Señor General en Jefe del Ejército Li-
bertador, Brigadier D. JU8to J. de Urqui3a, contra el
tirano argentino.
"A las ocho de la mañana de hoy me he pronunciado
con la valiente Division á mis 'órdenes á favor del Ejército
de la Cruzada que tan dignamente preside V. E. Mi celo
é influencia quedan á disposicion de V. E., Y cuanto pueda
valer en este Departamento, pues así se ha manifestado
todo él, mi General. Una Comision nombrada por el fir-
mante, compuesta de los señores Corvalan, Lara y Bayo,
pasan á felicitar á V. E. á nombre del que firma y de este
patriótico vecindario; ellos manifestarán (in Doce) el entu-
siasmo de los patriotas, sin tener que lamentar la mas pe-
queña desgracia.
"Queda en mi poder todo el parque de la Provincia,
con todo su bagaje, como tambien el convoy de las Divisio-
nes Serrano y Santa Coloma.
"El dador de la presente es el acreditado Ayudante
Mayor de Plana, D. Celedonio Rodriguez, á quien V. E.
conoce y á quien le dará entero crédito de cuanto este oficial
hable á V. E.
"Dios guarde ;t V. E. muchos años.

José Agustin Ferl1ande,¡.


JosÉ AGUSTIN FERNANDEZ 147

El General en Jefe del ejér- }


cito de operaciones contra el Carcarañá, Diciembre 26 de 1851.
tirano argentino.
A l Teniente Coronel Comandante en Jefe de la Dioision
del Departamento del Rosario, D. José A. Fernandez.
Me he impuesto detenidamente del parte de vd. que me
rué entregado por el Ayudante Mayor D. Celedonio Rodri-
guez. Por él quedo impuesto del gran pronunciamiento que
ha tenido lugar ayer á las ocho de la mañana, encabezado
por vd. á favor del Ejército de la Cruzada contra el tirano
argentino, sin tener que lamentar la mas pequeña desgracia;
yo nunca esperé otra cosa de los jefes de órden como vd.
Hombres de órden y del temple de vd. son los que nece-
sita la patria, ella recompensará en tiempos normales á los
buenos servidores y patriotas.
"El Ayudante Rodriguez lleva instrucciones verbales
que le comunicará, á las que espero les dará su debido lleno.
"La Comision que vd. y su benémerito vecindario se ha
dignado mandar á felicitarme, ha llenado su cometido; ellos
manifestarán á vd. y demas patriotas, mi eterno agradeci-
miento como el de todo el ejército; me ha sido muy lison-
jero el haber tratado con tan distinguidos caballeros, que
con tanto acierto ha sabido vd. elejir.
H Reproduzco, pues, mis mas cordiales felicitaciones y
en su persona á esa valiente Division á sus órdenes y ciu-
dadanos de su benemérito pueblo.
"Dios guarde á vd. muchos años.
Justo J. de Urqui~a.

Debemos recordar aquí, que era preciso poseer una alma


bien templada y un valor á toda prueba para levantarse en
el Departamento del Rosario contra la tirania de Rosas,' al
frente de dos poderosos ejércitos de seis mil hombres de las
tres armas que, situado uno en San Nicolás bajo las órde-
nes del General Mancilla y otro en las Barrancas coman-
dado por el General Echagüe, se en~~ntraban preparados fÍo
148 APUNTES BIOGRÁFICOS

lanzarse sobre los bra'vos patriotas, y no obstante, al gran


pronunciamiento encabezado por el robusto guerrero Coman-
Llante D. José Agustin Fernandez, se adhirieron entre otras
muchas personas las siguientes: Teniente Coronel D. Esta-
nislao Zeballos, Sargento Mayor D. Patricio Rodriguez, Sar-
gento Mayor D. Juan F .. Lencina, Capitan de granaderos D.
Dámaso Centeno, Capitan de granaderos D. Ramon Garcia,
Ayudante Mayor D. Celedonio Rodriguez, Ayudante Mayol'
D. Celestino Soria, Ayudante Mayor D. P .. ~ontenegro, ciu-
dadanos D. Jacinto Corvalan (padre), D. Saturnino Lara,
D. Máximo Sanchez, D. Lázaro Costa, D. Pedro Tiscornia.
La ~omenclatura de la calle 25 de Diciembre conm~
mora tan notable acontecimiento.
Hé aquí el inmenso material de guerra que el patriota
y arrojado Comandante Fernandez puso á disposicion del
General en Jefe del ejército libertador:
Todo el parque de la provincia de Santa Fé, compuesto
de seis piezas de artilleria de calibre de á cuatro con su
completa dotacion.
Dos convoyes de las divisiones Serrano y Santa Coloma.,
Seis carretas de municiones.
Dos mil quinientas cabezas de ganado vacuno para el
consumo de las divisiones.
Un plantel de dragones, tropa de línea que se componia
de un jefe, tres oficiales y ochenta y un individuos de tropa.
Escolta de Guardias nacionales: un jefe, diez oficiales
y ciento treinta y nueve individuos de tropa.
Primer regimiento de Guardias Nacionales: un jefe, once
'oficiales y doscientos doce individuos de tropa.
Segundo regimiento de Guardias Nacionales: un jefe, ca-
torce oficiales y doscientos cuarenta individuos de tropa.
Tercer regimiento de Guardias Nacionales: dos jefes nueve
oficiales y ciento noventa individuos de tropa.
Cuarto regimiento de Guardias Nacionales: dos jefes,
doce oficiales y doscientos seis individuos. de tropa.
JOSE AGIJSTIN FERNANDEZ 149

Detall divisionario: un jefe, ocho oficiales y cinco indj-


viduos de tropa.
Total: nueve jefes, sesenta y siete oficiales y mil se-
tenta y tres individuos de tropa.
Además, el comandante Fernandez dejó organizados en
el Departamento, para resguardar la ciudad y las fronteras,
doscientos Guardias Nacionales de infanteria en el Rosario,
perfectamente equipados, bajo las órdenes del capitan de
granaderos Don Dámaso Centeno, trescientos en la Orqueta
del arroyo Saladillo á cargo del Coronel D. Santiago Car-
doso, y un cantan en la Guardia de la Esquina comandado
por el Comandante Acuña.
Algunos dias despues de estos sucesos, el Teniente Co-
ronel D. Adolfo Arana, edecan del General Urquiza, ordenó
en nombre de éste al Comandante Fernandez, que apresu-
rase el arreglo del convoy para el ejército libertador, y que
una vez terminado, lo pusiera á las órdenes del Mayor Ge-
neral D. Benjamin Virasoro; en tal virtud el héroe del pro-
nunciamiento del Rosario autorizó al comisario Porcel para
que asociado con D. Joaquin Seguro reuniera en San Fran-
cisquito todas las carretas que encontrára y expropiara la
boyada necesaria, supuesto que todo se pagaba pór su justo
valor.
EllO de Enero quedó preparado el convoy con doble
número de bueyes, y el Mayor General lo recibió todo de
los comisionados por el Comandante Fernandez.
Cuatro dia~ antes del pronunciamiento se puso en co-
municacion por medio de sus ajentes con el Marqués de
Sousa, Generalísimo del ejército del Brasil, que se encon-
traba á bordo de uno de los dos vapores del imperio que
por entónces vararon en el Paran á, frente á Carbonell,· de
quien consiguió la proteccion que solicitaba para en caso
de que fracasára su patriótico propósito.
El eapitan D. Mariano Ponee fué el encargado por el
Comandante Fernandez para que á ~u nombre saludára al
150 APUNTES BIOGRÁFICOS

Marqués á quien le mandaba enh>egal' cuarenta reses va-


cunas que aquel aceptó, aunque pagando en el acto su valor
y recompensando con largueza al oficial y á los seis sold.a-
uos que las condüjeron á bordo.
Cuando la escuadra llegó al puerto del Rosario, el pro-
nunciamiento habia tenido lugar; y embarcado el Coman-
dante Fern.andez en el buque de guerra Don Pedro, mere-
ció las mas calurosas felicitaciones de parte del Marqués de
Sousa con quien conferenció largamente.
Despues de la memorable batalla de Caseros donde pe-
oleó con denuedo una vez mas, solicitó del General en Jefe
del ejército vencedor algun armamento para remitir al Ro-
sario; al escuchar el valiente caudillo este pedido, esclamó
estrechando con efusion la mano del Comandante Fernandez :
mande Vd., Comandante, el armamento que quiera y eche
mano de lo que guste, supuesto que es todo de Vd., por
haberlo salDado del incendio, mientras qlte tantos jefes 8U-
periores no han tenido la menor precaucion durante la
batalla.
En la órden general del siguiente dia el Comandante
Fernandez fué ascendido á Coronel graduado.
Tan pronto como terminó la entrevista con el General
U rquiza, escogió del parque lo que necesitaba y ordenó al
Sargento Mayor D. Evaristo Ponce que entregára al Coman-
dante accidental del Rosario, varias carretas conteniendo
c~nto treinta fusiles nuevos, fulminantes, con su correage
correspondiente, quinientas cajas de cebas, cuatrocientas pis-
toneras, un instrumental compuesto de cuarenta y ocho pie-
zas y seis cajas de guerra, además de algunos enfermos que
pertenecian á la provincia 'de Santa Fé. .
En 1853 solicitó su baja para ocuparse de su estableci-
miento de agricultura en Monte Flores; pero en Mayo del
57 fué llamado por el Gobierno Nacional, dándosele de alta
en la Plana Mayor activa al mismo tiempo que la efectivi-
Jad de Coronel del ejército de la Nacion.
.JOSI~ AGVSTI!'I FER!'IA!'IDEl 151

El gobierno del General D. Juan Pablo Lopez le confi-


rió el nombramiento de Jefe Político del Departamento 001
Rosario el 20 de Julio del mismo año, en cuyo carácter se
dedicó á embellecer la ciudad. Los paraísos que aun se
conservan en la plaza principal y otros que han sido arran-
cados del cordon de las aceras de la jefatura, fueron colo-
cados por árden del Coronel Fernandez y comprados á Don
Isidoro Gall0 que aun existe en esta ciudad.
Emprendida la campaila al desierto por el General Don
Emilio Mitre, en 1858, el Coronel Fernandez permaneció en
Melincué con seiscientos hombres por órden del Gobierno
Nacional; y al regresar el ejército espedicionario, fué nom-
brado Comandante en Jefe del primer regimiento de Guar-
dia& Nacionales del Departamento del Rosario.
En Abril de 1859 se le mandó reunir su regimiento y
conservarse con él hasta segunda órden, teniendo tiempo
para disciplinarlo regularmente. En Mayo fué nombrado jefe
de vanguardia del ejército de la Confederacion. El 1'? de
Agosto se le Ol-denó que prácticara un reconocimiento á San
Nicolás de los Arroyos, lo cual efectuó al dia siguiente lle-
gando hasta los suburbios, sin que sus fuerzas infringieran
sus severas disposiciones tendentes á respetar las vidas é
intereses sin distincion alguna.
El 23 de Octubre dia en que tuvo lugar la batalla de
Cepeda, despues de merecer tres nombramientos distintos,
quedó al fin encargado de mandar los escuadrones flanquea-
dores de la derecha de la línea, con los cuales dió algunos
ataques rápidos y atrevidos.
Durante el gobierno de D. Pascual Rosas, esto es, en
Setiembre de 1861, fué nombrado Jefe de Policia, y solo á
él se debe que la ciudad del Rosario se librára del s~queo
de parte de los derrotados en Pavon, pues hizo coronar con
el vecindario las azoteas á ocho cuadras á la redonda de la
plaza principal, á los cuales armó y amunicionó, previnién-
doles que no dejáran acercar á nadi8 sin su permiso prévio.
152 APUNTES BIOGRÁFICOf;

En la retirada del ejército, e\ General Virasoro lo eligió


para cubrir la retaguardia, permaneciendo con una Division
de quinientos hombres al Norte del Carcarañá; pero habiendo
sobrevenido las transacciones entre los ejércitos de la fra-
tricida lucha, licenció sus fuerzas y se retiró al Paraná, dis-
puesto siempre á prestar sus valiosos servicios á la patria,
á la causa de la libertad y á los gobiernos legales.
Un mes despues de firmados los tratados de la triple
alianza, fué llamado por el General Gelli y Obes por con-
ducto del General Virasoro. Inmediatamente se presentó el
Coronel Fernandez ofreciendo su contingente y el de un
cuerpo de santafe8ino~, todo lo cual le fué aceptado dándosele
de término para los preparativos el plazo de quince dias,
que vencia precisamente el 18 de Agosto de 1865; pero el
15 del mismo mes se presentó con su fuerza perfectamente
organizada, recibiendo entónces la órden de alojarse en el
cuartel del Retiro, en Buenos Aires.
El contingente preparado en el corto espacio de trece
dias, se componia de un Coronel, un Teniente Coronel, un
Sargento Mayor, diez capitanes, seis teniente primeros, diez
alféreces,. un sargento primero, nueve sargentos segundos,
cuatro cabos primeros, cuatro cabos segundos y treinta y
seis individuos de tropa, haciendo todo un total de ochenta
y tres hombres.
En la guerra contra el Paraguay el Coronel Fernandez
rindió servicios de mucha importancia al ejército argentino,
y su arrojo y excelente tino como militar le conquistaron el
aprecio íntimo del General en Jefe de las fuerzas coaligadas.
Antes de terminar estos apuntes creemos prudente tras·
cribir algunos interesantes documentos, cuyos autógrafos obran
en nuestro poder, no solame~te porque se relacionan con la
vida pública del Coronel Fernandez, sinó tambien porque
constituyen otros tantos datos irrecusables para la historia.
Hé aquí esos documentos copiados literalmente de sus
autógrafos:
.IO~F. AGUSTIN FERNANDEZ ¡¡¡'1

Cuartel GaDC~ en el. Careuaiiá, Dioiembre 26 de 18m.

Señor Comandante D. Agu,stin FernandeJ.


Estimado amigo:
Los momentos son preciosos y oportunos para que
los buenos argentinos y patriotas federales cooperen á
favor de la .libertad 'de Jos pueblos confederados que Don
Juan Manue] de Rosas ha tenido sometidos á su sistema;· y
como á Vd. lo cuento en el número de ]os, buenos hijos de
]a .patria, invito á Vd. á cooperar para combatir al tirano
Rosas que es nuestro único enemigo.
Si Vd. está conforme con esta noble invitacion, puede
separarse de las filas del tirano y del General Echagiie que,
abandonado por todos los ~erdaderos santafesinos, huye des-
pavorido, dando así Vd. una pruebatde patriotismo.
Si para adoptar Vd. esta resolucion y hostilizar deci-
didamente á los pocos que aún siguen á los tirano!'=" necesita
Vd. del apoyo del ejército de. mi mando, puede Vd. avisár-
melo inmediatamente.
Soy de Vd .. afectísimo amigo y S. S .
.Tw~to .J. de Crqfli.;a.

En el momento de cerrar esta se me ha presentado


el capitan Hodriguez de la escolta de Echagüe con la ftlerza
de ella, y segun lo que él dice, Echagúe vá con uno:,,;. pocos
huyendo por los Desmochados, por lo que convenrlr·ia qUI'
Vd. le saliese al f'nCllontro por ('1 camino oe la "Orqueta."

Seiiúl' Comandonte ]I,Jilitm' D. A[fwltin Ferllfl.ftdc~.

Cuartel GI!Jlaral, Diciembre 26 de 1851.


Mi fino amlgq: acabo de recihir ('¡¡'oen de S. E. ('1
!"eñor General lTrquiza, par'a rernitil'-i\ nI. cien ('jcmrlal'e~
~o
154 APUNTES 810GRÁFICOS

de las Proclama~ que le adjunto, para que vea modo de ha-


cerlas correr, no solo en el departamento de su mando sino
tambien, si posible le es, en el de Buenos Aires mismo - que
este mismo encargo lo haga á Zeballos y que marlana
tendrá el gusto de abrazarlos y felicitar á ese benémerito
pueblo y patriota division de su mando.
Ahora pues,mi querido amigo, yo espero que el recibi-
miento que á este héroe se le haga en el Rosario, será en
proporcion de su general y patriótico pronunciamiento.
De Vd. como siempre su amigo y paisano Q. S. M. B.
José Basualdo.
Los paisanos !:iantafesinos se presentan en gru-
NOTA -
pos, y el nulo de badana marcha solo con la Division
Coloma.
Vale.

Cuartel Gen~ral en 108 Espinillos, Enero 1'! de 1852.

Señor Comandante Don José A. Fernande.:.


Estimado amigo:
He recibido su carta de Vd. y las que me adjunta con
ella, á la que únicamente tengo que contestar diciendo á Vd.
qu~ quedo enterado de dichas cartas; que lo que importa
es que Vd. esté con mucha vigilancia, á fin de que los ene-
migos no vayan á obtener la mas pequeña ventaja, ni va-
yan á matarnos ni un solo hombre, mucho mas desde qUf'
yo muy pronto me pondré en marcha para concluir cuanto
antes con los miserables esclavos del tirano.
Remito á Vd. ~nos boletines y unos números de "La
Semana" para que los haga Vd. circular.
Soy de Vd. afectisimo amigo y S. S.
Ju.sto J. de [Trqui.:a.
JOS~ AG~STIN FERNANDEZ 15[,

·P. D. Al decir á Vd. que tenga vigilancia, no es pre-


ci!;amente pOI' los que están aquÍ cerca, sinó por los que es-
hin mas lejos.

i VIVA LA CoNFEDERACION ARGENTINA!

Señor Coronel n. J08é A. Fernandez.


Fraile-Muerto, Enero. 6 de 1852.
Estimado compatriota y amigo:
Tengo á la vista su apreciable carta fecha 31 del ppdo.
por la cual se sirve detallarme los acontecimientos de
esa Provincia que se ha pronunciado en maza en favor de
los principios que sostiene el Sr. Jeneral D. Justo J. de
Urquiza, con todo lo damas que contiene la espresada-
Como el mismo Sr. Jeneral me ha escrito con fecha
anterior desde el Carcarañá, sobre el mismo asunto que ha
tenido V. en consideracion al dirijirme la suya, sin disen-
tir de sus fundadas opiniones, me refiero á lo que á dicho
Sr. Jeneral le tengo dicho en contestacion, agradeciendo á
V. en cuanto á lo demas el c~mcepto favorable en que tiene
á mi persona.
Sin mas tiempo, tengo la grata ocasion de suscribirme
su obsecuente compatriota y amigo Q. S. M. B.
J08é Lopez.

El8.'1rgento Mayor y Coman- }


flante en Jefe del Regimiento Ramayo, puo del Cura, Enero 9 de 185~.
Número Primero de miliciano..
A 1 Señor Comandante en. Jefe de la Di"ision del Rosario,
Teniente Coronel D. José A Fernande:.
En cumplimiento á sus órdenes... · y enterado de su apre--
l:iaLle, pUl'5é anoche el arroyo del Medio con el regimiento á
156 APUNTES DIOGRÁFICOS

mis órdenes; á las· onee de la noche hiee alto á ·una di::>--


tancia media etltre1l.amayo y arroyo dél Medio, á aguar-
uar el parte de mis espías que tenia cerca de los suburbios
de San Nicolás; á las dos de la mañana tuve aviso que el
convoy del enemigo se dirijia para Ramayo por el camino
carretero; acto continuo me puse en marcha bajo un copioso
aguacero; al romper mi marcha nombré al eapitan Pavon
para que mandára la guerrilla de la derecha y al de igual
clase D. Pedro Lopez la de la izquierda; al· ·aproximarse á
la estancia del Cura tuve otro parte que ya el con voy estaba
pasando el arroyo, ape!?ar de la oscuridad de la madrugada;
entónces mandé que avanzasen las guerrillas y el que firma
marchó con la!S fuerzas en su proteceion; á los primeros tiros
abandonó la EscoJta enemiga las carretas, quedando es-
tas en nuestro poder en número de diez con sus picadores,
constando su eargamento de yerba, tabaco, papel y algun
armamento inutil.
El Teniente D. Lucio Aranda pondrá á su disposicion
las dichas carretas tomadas al enemigo.
He racionado toda la fuerza á mis órdenes con los vi-
cios de entretenimiento del soldado, y espero que será de la
aprobacion de Vd.
Me resta solo felicitar' á Vd. por tan fausto suceso y
primer ensayo del Regimiento á mis ordenes, y en su per-
sona al Exmo. Señor Gral. en Jefe del Grande Ejército Li-
bertador; D. Justo José de Urquiza.
Dios guarde á Vd.
Polonio Gogtea.

NOTA - Yo queUo en este punto y aguardo sus órdene~


con las precauciones que Vd. tanto me tiene recomenda-
tlas, tle las que con tanto acierto sabe Vd. disponer.
Goytea.
JlJS~: AlilTSTIN FERNANDEZ lá7

Cuartel Gtmeral en In Caiiada de Cabral; Ellero 9 de 18!í~


" ,
Se/jor Comandante Don José A,. Fernande.:.
Estimado amigo:
He recibido !Su carta fecha de hoy, ~on la que me in-
cluye Vd. la del S~rgento Mayor D. Polonio Goytea, y quedo
enterado de lo, que en la suya me 4ice Vd. respecto de las
noticias que le dá el Mayor Funez, de que, una partida de
Arnold intenta pasar á este lado del, Arro~o del Medio, lo
que á mi juicio no es cierto, pues no se han de atrever esos
miserables j pero bueno es tener la mayor vigilancia como
Vd, lo ha ordenado.
Al Comandante Zeballos le he ,dado ~lgunas órdenes que
ya habrá comunicado á Vd., respecto del capitan D. Pedro
",

Lopez, á quien he dispuesto que proteja el Sargento Mayor


Goytea, pues á Lopez lo he despachado con una comisiono
Soy de Vd. affmo. amigo y S. S.
Justo J, de Urqlliza.

Cuartel General en la C. ñada de Cabral, Rnero 9 de 1852.

Seño1' Comandante D. José A, Fernandez.


Estimado amigo:
He recibido s~ carta de vd. que me ha entregado el
comisionado de campaña D. Bartolomé Flores, y quedo en-
terado de ]0 que en ella me dice. El mismo comisionado
ha puesto á mi disposicion la tropilJa y animales que conducia.
Soy de Vd. affmo. amigo y S. S.
Justo J. de Urquiza.
15l-( A PI 'NTES flIOGRÁ FICOS

Cuartel General fin la Cañada. dI.' Cnbl·~l. Rnf1ro !Id!' IR.-.:!.

Seño1' f'omandante D. JO!'uj A. Fel'lumrle::.


Estimado amigo:
Despues de escrita la que me entreg() el comisionado
Flores, recibo la que me ha presentado D. Miguel Galean
poniendo á mi disposicion cuatrocientas ochenta cabezas de ha-
cienda yeguariza; lo que agradezco- á Vd. infinito, recono-
eiendo el interés y actividad' con que se maneja Vd. coo-
perando con sus esfuerzos á favor de la libertad argentina,
que mucho tendr'á que agradecer á los que como Vd. le
prestan sus servicios.
Soy de Vd. Sil affmo. amigo y S. S.
JllSto .1. de U"quiza.

EXTau. Señol' Genel'al D .•lw~to .losé de Ul'qltiza.


Mi estimado Genera) y amigo:
Original adjunto á V. E. el parte del benemérito Sar-
gento Mayor D. Polonio Goytea, á quien mandé en comision
sobre San Nicolás; por él se impondrá del bri1lante resul-
tado que ha tenido lugar ep la madrugada del 9 del cor-
riente. Por tan favornble suceso felicito á V. E. y en su
benemérita persona á ese ejército de valientes que tan dig-
namente obedece sus superiores órdenes.
Ordene, pues, Sr. General á su atento amigo y S. S.
Jose A. Fer·nandez.
JOSE AGUt=:TIN FERN:\NIlEZ

Cuartel General un la Cañada de Cabral, Enero 11 de lB:!;],

ScilO'- Comandante D. José A. Fe,.nande~.

Estimado amigo:
El Teniente D. Luciano Aranda me ha entt'egado su
apreciable, y puesto á mi disposicion las diez carretas to-
madas al enemigo.
He leido el parte del Mayor Goytea que Vd. me ha re-
mitido, y por él veo que proCede perfectamente bien, no
conservándose en la noche en un lliismo punto, sobl'C lo qUf~
le recomendará V. la mayol' precaucion, lo mismo que no
deje de estar en actitud de protejer el pueblo de Sun Nicolás.
Soy de Vd. affmo. amigo y S. S .
•TruJto J. de Urqlli~a.

Cuartel Gtlneral en )a Caña.da de Cabral, Enero 11 de lSú:!.


Señor Comandante D. José A. Fernande::.
Estimado amigo:
El Sargento que me ha entregado su carta, ha puesto
á mi disposicion los treinta y cuatro caballos que Vd. me
remite.
El interés y actividad con que se maneja Vd., me obliga
demasiado, y me hace reconocer y declarar con franqueza,
que el heróico pueblo santafesillo detesta al salvaje Juan
Manuel Rosas, y quiere la libertad de la patria.
El mismo Sargento me ha presentado al cabo 1? de la
division "PalerIllo" Juan Britos, con quien he hablado.
Des»ues de agradeeer á Vd. los importantes sel'vicios
que presta al ejército, me es satisfactorio ofrecerme á Vd.
como su affmo. amigo y S. s.
Jll.S ta J. de U"qUl;".
1M APU'iTE8 RIOGRÁFIC08 .
Cuartel General en la CañlK1a de Cabra). Er.ero 11 de 185~.

Se/io,. Cmnanda¡:tte D. José ..4.. Fe,.nandez.


Estimado amigo:
El individuo que me entregó su apl'eciable ha puesto á
mi tlisposicion los veinte y nueve caballos que Vti. me ha
l'emitido, y que tomó el Comisario de Campaña del Arroyo
del Medio.
Agradeciendo á Vd. el 'envio de dichos caballos, le re-
cQmiendo encargue Vd. á los comisionados y. vecinos la reu-
nionde todos los que encuentren pertenecientes á este
ejército.
Soy de Vd. su afflllo. y S. S.
Justo J. de (Trqui::a.

Apoyado en un nudoso baston y con la cabaza inclinada


hácia adelante, se vé cruzar por las calles del :(l.osario un
anciano de baja estatura, de magestuoso continente.
EII,~l valiente soldado del Saueesito, el héroe del pro-
IIWlciaTriiento del Departamento del Rosario, el Coronel Don
José Agustin Fernandez.
La nieve de l~ años ha blanqueado sus cabellos; su
.vida. VáSd estinguie~do; pero aun se conserva en él el fuego
de SIl edad viril, el poder de S11 espír.itu, la energía de su
l'obusto .car.ácter.
Veintidos años de coronel cuenta á la fecha y es uno
de los recuerdos histórico!'; de nuestras guerra~ civiles.
IAO&IOIO GARRIDO
Doctor en Medicina, Cirujía y Obstetricia..

r.

Cuarenta y do~ aflO~ antl';<' r¡uP. el valient(' y lúctico


SheI'idan derrotál'a en la colina de Fisher al ejército de
Earby, con el cual en "ano pretendian los ab,,(Jlutista~ del
Sur levantar ia doctrina csclavócrata en la mas gl'andr.
nacion de] nuevo mundo, en la pl'imera República del globo;
naci!) en la célebre cuanto progresista ciudad de Buenos Ai-
res el Dr. D. Mauricio Garrido, el 22 de Setiembre de 1822.
Veintitres años, tres meses y un dia despues de 81,l na-
cimiento; cuando habia cursado todos sus estudios ('n dis-
tintos colegios y los !"-uperiores en la notable Universidad,
recibió el diploma. que lo acredita como doctor en Medicina,
Cirujía y Obstetricia, el 23 de Diciembre de 18·15, entregán..
dosele al mismo tiempo los certificados legalizados ante es-
cribanos públicos, para hacer constatar en todo tiemi)o de
una manera precisa y satil-;factoria para él, Sli!') exámenes.
sus méritos y sacrificios en beneficio de la sociedad y de
108 hospitales de la capital de la República.
Hahiendo l'esidido posteriormente.en C.'rdoba, San Lui~,
~Iendoza y Santa Fé, el diploma 'lue dc",pucs de !"ét'ios e~­
:.?1
162 A PUNTES BIOGRÁ FICO~

tudios obtuvo en Buenos Aires, fué refrendado ~ucesiva­


mente en todas estas ciudades.
En 1848, época en que el Rosario tenia por juez de
paz á D. Marcelino Bayo y por comandante militar al Te-
niente coronel D. José A. Fernandez, el Dr. Garrido llegó
á esta Provincia, y en esta segunda circunscripcion judicial
que contaba con un solo médico, que lo era el respe-
table Dr. D. Mauricio Herst, prestó importantísimos servi-
cios á la poblacion por los años 49 y 50 Y desempeñó
gratuitamente el cargo de médico del departamento de
Policia, en cuyo carácter pudo expedir notables informe"5
científicos que arrancaron del patíbulo á algunos desgracia-
dos, los cuales, bajo la influencia de perturbaciones men-
tales momentáneas que constituian verdaderos fenómenos
patológicos, cometieron crímenes que á no ser estudiados
por la ciencia, hubieran sido castigados con la terrible pe-
na de muerte.
Dias antes de la batalla de Caseros acaecida, como ya
lo decimos, el 3 de Febrero de 1852, el Dr. Garrido par-
tió á Córdoba en donde residió poco mas de un año, regre-
sando en seguida á Santa Fé, en cuya ciudad se mostró
como siempre interesado en el bienestar del pueblo, hasta
el punto de prestarse, sin recibir remuneracion alguna, á va-
cunar por primera vez á toda la poblacion de la capital.
Radicado por enwnces en Santa Fé, fué nombrado en
1853 miembro del Club del Orden, importante asociacion
que solo tenia por objeto cooperar por todos los medios
dignos y elevados al mayor desenvolvimiento del progreso
nioral y material del país.
El 5 de Marzo del 55 fué electo por el voto popular
Diputado de la ciudad y departamento del Rosario pa-
ra las Cámaras Lejislativas de la provincia, y el triunfo
de su candidatura que mereció ciento treinta y cinco votos,
en tanto que los mas cercanos apenas alcanzaron á ciento
veinticuatro, ciento veintitres y ciento catorco, probó de una
MAVRICIO GAHItmO 1G3

manera elocuente la estimacion que se habia conq~ista­


do entre ese mismo pueblo que pudo palpar los benéficos
resultados de sus distintos proyectos de ley presentados á la
Lejislatura, entre los cuales se cuenta la creacion de comi-
sarios de mercados, la organizacion y modificacion del
cuerpo de serenos del Rosario, y otras medidas análogas.
Habiendo interpuesto su renuncia del carácter que in-
vestia, á principios de 1856, como miembro de la Honorable
Asamblea Constituyente, esta teniendo en cuenta sus aptitudes
no hizo lugar á la solicitud, en términos tan honrosos que
por si solos fueron bastante para valorar el respeto que
merecia el Diputado por el Departamento del Rosario, y en
el mismo año fué nombrado por decreto gub~rnativo mé-
dico de Policía de la capital.

JI.

Entre las provincias de San Juan y San Luis, en la


falda de la cordillera de los Andes, y sobre un terreno esen-
cialmente volcánico, se levanta la ciudad ue Mendoza fun-
uada por D: Pedro del Castillo en 1559, destruida comple-
tamente por un espantoso terremoto en 18Gl, y reedificada
á poca distancia de las palpitantes ruinas.
En esta ciudad fué donde el Dr. Garrido fijó su resi-
uencia, y en 21 de Junio de 1866 el gobierno lo nom})l'ó
miembro del proto-medicato, cuyo distinguido cargo renunció
}Joco despucs, porque su carácter afable á la vez que' inde-
pendiente no podia prestarse á ciertas exijencias del Póder
Ejecutivo, habiéndo!".ele accptauo la uimision el 26 del mismo
mes y año.
El 13 de Mayo de 1867 la opi'l~on unánime del pueblo
de San Vicente le eligió para municipal, en cuyo carácter
llj4 APl.:NTES BIOGftr\FICOS

~upO intl'oUllcír importantísimas reformas en el sistema 01'-


gánico de ese cuerpo colegiado, hast.a que el 22 oe Julio
filé nombrado métlico de Policia de la capital de la pro-
vincia. Habiendo resultado electo por el departamento de
San Vicente representante á las Cámaras Lejislativas en
28 de Agosto, hizo la renuncia del puesto que desempellaba,
fundándose para ello en que á su juicio existia incompati-
bilidad entre el cargo de representante y el de métlico de
Policia, por lo cual se apresuraba, como buen ciudadano, á
respetar el texto expreso de las leyes.
Esta delicadeza de sentimientos y severidad de princi-
pios aument6 más y más la estimacion que mereciera del
pueblo.
Cuando el cólera apareció en las poblaciones del litoral
sembrando la desolacion y la muerte, los gobiernos de las
provincias del interior, justamente alarmados, adoptaron me-
didas mas ó menos convenientes y enérgicas, con el objeto
de garantir á los pueblos contra la amenaza ó desarrollo
del terrible flajelo, y rué entünccs que el de Mendoza ins-
pirado en estos mismos propósitos y apreciando los cono-
cimientos y patriotismo del Dr. Garrido, le encomendó la
vijilancia de la ciudad, solicitando de él al mismo tiempo
las resoluciones que creyera conveniente dictar, pues fué el
primero que denunci6 el primer caso epidémico de cólera.
Su actividad, su recto proceder y sus benéficas accio-
nes- contribuyeron para que el gobierno por decreto de 1?
de Mayo de 1868, le nombrára en comision con los Doctores
D. Pablo Villanueva y D. Primitivo de la Reta para for-
m"ular un reglamento interno para el hospital de la misllla
ciudad de Mendoza, cuyo cometido desempeñó de una ma-
nera tal que le valió las mas expresivas dlÓllllostraciones de
gratitud; y el 13 de Octuhre dl'l mismo ruio prefil'iü renun-
ciar el empleo de médico de Policia antes que sujetar su
dignidad de facultativo y gil dt.>licmleza personal ul capricho
del primer podel' J.lúLlicu de la pruvincia.
:\f.-\lJl{i(;/o GARHIOU lw
Encontrándose accidentalmente pOI' esta época en San
Lni::;, fué nombrado el 10 de Abril de 18il miembro hiúIO-
!'ario de la Comision de Salubridad Pública en atencion á
sus méritos que no se concretaron á un círculo estrecho de

accion, sinlí que, por el contrario, se estendieron á todas
partes, se prestaron á toda la poblacion durante una grave
epidemia de viruela, asistiendo solícito por el espacio de
tres meses á las personas que se encontraron atacadas de
esta y de otms enfermedades.

lll.

Hartu halJia trabajado ya el DI'. Garrido en beneficio


tIcl pueblo en donde quiera que se encontrára; hartos di.s-
gustos habia cosechado en su larga y espinosa carrera hu-
manitaria, y por consiguiente, su espíritu fatigado reclamaba
la tranquilidad que vino á buscar al Rosario á fines de 18il,
retirándose de la escena pública para dedicarse á sus ne-
gocios pal'ticulares; pero bien pronto viúse obligado á ejer-
cer nuevamente su distinguido ministerio, por haber sido
nombrado médico municipal de esta ciudad el 7 de Julio
de 1873.
Desde esta fecha principia una série no interrumpida de
trabajos, de luchas, de trascendentales reformas, de sacri-
ficios sin cuento que no han arredrado al Dr. Garrido.
Él no ha descansado un instante; no ha tenido en cuenta
Jos desengaños, la conveniencia, ni la gratitud, sin~ que,
persiguiendo el punto objetivo de sus aspi¡'acion.es, ha mar-
chado adelante y marcha aun realizando beneficios en favor
ue ese pueblo en quien vé encarnada la expresion sublime
de la laburiosidad.
lIé ahí la razon pOl'que uesde i873 hasta hoy sus tra.-
166 A PUNTES B10GRÁ FICO!;

bRjos 1;'(': 8uceden con rapidez, sin flue medie entl't~cIl08 un


8010 instante de inactividad, un solo dia de reposo.
Para el 11 de Agosto del mismo año el Dr. Garrido
habia estudiado detenidamente el estado higiénico en que se
encontraba la ciudad del Rosario, y fué entónces que de-
nunció ante la municipalidad, en una nota severa, las comli-
ciones insalubres del puerto y de otros muchos puntos del
municipio.
El 20 del espresado mes observó un caso de lepra y
aconsejó á la municipalidad que tomára las" medidas que
reconoce como eficaces la ciencia, á fin de impedir la tras-
mision de esa terrible enfermedad.
El 12 de Diciembre, cuando el maldecido viajero del
Ganges posó su c1ebastadora planta en la capital de la Re-
pública, el Dr. Garrido reiteró la nota de 11 de Agosto y
demostró el pésimo estado en que se hallaba la higiene pú-
blica como tambien la mala calidad de todos los articulos
de primer consumo, con los cuales se estaba destruyendo
paulatina y criminalmente la salud del pueblo.
En 7 de Enero de 1874 lanzó en medio de esta ciudad
evidentemente comercial, el grito de alerta que conmovió al
pueblo. El y sus distinguidos colegas Meliton G. del &Iar,
Mauricio Hens y Leonardo Spolidoro declararon el primel'
caso de cólera morblls que se conoció por entónces en el
Hosario .
. El 1? de Junio elevó á la municipalidad una comuni-
cacion importantísima, en la que, despnes de sabias y ma-
duras consi'deraciones, solicitaba la. fundacion de un gabinete
de autopsia para así satisfacer sus ardientes deseos, que se
reducian á establecer en el terreno de la. práctica las pruebas
elocuentes del adela~to del pueblo, á la vez que cumplia con
)0 estatuido en el artículo 5? de la ordenanza municipal de
fecha. 3 de Febrero del mismo año, en que refiriéndose á. las
obligaciones del médico de ]a municipalidad, dice lo siguiente:
.c Como principal guardian de la salud pública, cOl'respOlllle
MAURICIO GARRIDO lGi
tambien al médico municipal los ~xámenes de 108 cadávercf'o
y aun la autopsia, cuando se presuma algun caso sospe-
choso de enfermedad contagiosa." Esta solicitud digna, ra-
zonable y necesaria bajo todo concepto, pasó al archivo de
la municipalidad, en donde á la fecha debe encontrarse cu-
bierta de polvo, sin que mereciera una contestacion que por
)0 menos exijen las reglas de urbanidad.
En Agosto 11 insistió por tercera vez en que se prac-
ticáran frecuentemente y con toda . la escrupulosidad posible
las visitas domiciliarias relativas á la higiene privada, ~.
v.ara el efecto pidió que se nombrára la comision que drbm'ia
acompaiiarlo en tan árdua tarea.

IV.

Si bien es verdad que la vacuna hace mucho tiempo


que es conocida en el Rosario, tambíen lo es que en esta
ciu lad la inoculacion fué siempre lenta, deficiente; practi-
cada con muy buenos resultados en el ejercicio privado de
los facultativos, pero con mucha indiferencia en la aplica-
cion pública.
Imprescindible era que una persona, inspirándose en
los intereses bien entendidos del pueblo, tratára de subsanar
esta falta que en tan alto grado perjudicaba al desarrollo
higiénico del municipio; y entónces al Dr. Garrido le' cupo
la satisfaccion de organizar convenientemerite la vacuna~ion
pública y de ser el primero que introdujo en el Rosario el
virus vaccínicus que hasta la fecha está proporcionando
satisfactorios rer,;ul tado8.
En Febrero del i5 dcmostro á la municipalidad con
lfJ8 APUNTES moer: Á FICOR

datos irI'Oc.usable~, que hl vacuna jamás podrin Pl'\\Cmlel'8e


en toda la ciudad y menos radicar su benéfica influencia,
en tanto que el inmenso radio del municipio no !';o divi-
diera en secciones, para así generalizar el virus en cada
una de ellas sin distincion de personas, y para el efecto
indicü: 1? el vecindario de la plaza de Lopez, 2? el de la
plaza de la capilla de disidentes, 3? el de Santa Rosa,
4': el de San José y Hospital, y 5? el del Fel'ro Carril
Central Al'gentino, presentando al mi81110 ti~mpo un regla-
mento apropiado al caso.
Esta reforma ~rascendental que venia a imponer de una
manera indirecta la forzosa vacunacion en todo el muni-
cipio; esta organizacion maduramente concebida é hija de
las continuas observaciones prácticas y de los mas sanos
sentimientos, fué relegada al olvido por la municipalidad,
sin obtener las demostraciones de aprecio á que se hubiera
hecho acreedora en cualquiera otra parte del mundo.
El 11 de Mayo reiteró la nota en que se aconsejaba se
practicaran visitas domiciliarias, y pidió que en. beneficio
del pueblo se uictara,n medidas especiales que aislaran com-
pletamente la viruela.
El 22 de Noviembre hizo constatar una vez mas su
celo, su actividad y su contraccion. El cuerpo municipal
pudo en ese dia ~onocer con entera pl'ecision el estado en
que se encontraba la hijiene pública, pues el Dr. Garrido
en' un luminoso informe expliclj con métouo y claridad las
condiciones indispensables para la buena salubridad, llamando
tambien la atencion de las personas que tienen el deber de
velar por el adelanto del municipio, sobre los importantes
puntos siguientes: l? Inspeccion constante de las reses
destinadas al matadero, 2? Ins.peccion de las harinas á fin
de que el pan no se elabor~ con sustancias nocivas, a? De
la leche frecuentemente adulterada, 4? Del agua del rio
que se espende á la poblacion, 5? De las frutas de mala
calidad, G? De las legumbres, uyes, pe~~ado y comestibles
MAURICIO GARRIDO 169
preparados,7':: De la cremacion diaria de las partes livianas
de la basura y de la inhumacion de las sólidas, 8'? De -la
limpieza de las calles y del blanqueo de los edificios, 9 '?
Del aseo interior de las habitaciones, y lO'? De la hidrofobia.
Por esta época concibió una empresa elevada y huma-
nitaria en sumo grado y no retrocedió ante su magnitud.
Habia observado que la prostitucion clandestina, escapando
á la ligera observacion de las autoridades, se desarrollaba
cada dia con espantosa rapidez y amenazaba turbar hasta
la santa tranquilidad del modesto hogar.
Esa asquerosa lepra social pasando del miserable tu-
gurio á la elegante habitacion del centro de la ciudad, todo
lo corl'oia poco á poco, todo lo pervertia, todo lo envene-
naba con su ponzoñosa seduccion, sill' que la ley velara por
la salvacion pública, por la moral privada, pór la seguridad
individual; sin que una persona se atreviera á cortar el
mal de raíz en obsequio á los sanos principios de cultura,
de adelanto, de civilizacion, de dignidad personal.
En esta' circunstancia el Dr. Garrido aconsejll á la mu-
nicipalidad que ·dictára una ordenanza á fin de aislar y
poco á poco destruir la prostitucion clandestina, ordenanza
en la que él colaboró de una manera decidirla y que con
pequeñas modificaciones se promulg r) algun tiempo despues.
Juzgando que todos estos "'trabajos no eran aún suficien-
tes para estinguir la terrible enfermedad que atacaba las
doctr'inas mas puras de moral, y por otra parte, cumplien-
do con una de las obligaciones de su cargo de médicomu-
nicipal, dictó un reglamento interno para la vijilancia de
los establecimientos de prostitucion y levantó una estadística
la mas minuciosa, estensa y científica que se ha formado
en el ROHario. '
Es al Dr. Gat'l'ido á quien debe ('1 pueblo 'de esta ~iu­
dad algunas reformas sobre su higiene pública, alguuas
medida.;; que en esle sentido se han adoptado, y la orgnuiza-
cion de cierLas industrias infttme.3 411e por de~gracia nn
:]2
~
.
1'"',0
.'.' ÁPUNTE~ D10GRÁFICOS
) ,

SO destruir en este país, ni en ~irosdel viejo


han' podido
continM"ltc que cuentan muchos siglos de 'ex~tencia,

",

. v,

Fuá el DI', Garrido, como ya lo hemos dicho anterior-


mente, el primero que en el Rosario introdujo el virus vac-
cinicus cuyos resultados satisfactorios hasta· ·la fecha está
recibiendo la poblacion.
Fué uno de los que c.on mas empeño estudió profundamente
el estado higiénico de la localidad y el que en este sentido
expidió varios informes que deben existir en los archivos de
la municipalidad,
y sin recibir durante un año la remuneracion que se
le acordó por sus importantes trabajos, sin disminuir su ce-
lo, sin cambia!' en sus loables propósitos, él reglamentó,
aisló y condenó la prostitucion solapada, hipócrita, misera-
ble; y exponiendo su existencia y la tranquilidad de su fa-
milia, corrió á prestar sus servicios al pueblo durante una
epidemia de viruela, de cuya enfermedad falleció uno de sus
compañeros de fatigas, el distinguido cuanto generoso muni-
cipal D. Santiago Gal'ras~ini.·
Hé aquí lo que dice La Capital de fecha 28 de Julio
de 1875.
"LA HIGIENE - En la pal'te humanamente posible, aten-
dida la situacion de la municipalidad, no hay ninguna de-
pendencia de esa Corpol'acion que sea mejor servida que la
que está á cargo del Dr. Garrido, modesto y laborioso mé-
dico, que, sin tener ~n cuenta 'la irregularidad con que es
remunerado, se muestra empeñoso y exacto.
"La vacunacion atendida por él, satisface las exigen-
cias, si bien es deplorable la poca solicitud que revelan las
madres de familia por aprovecharla.
..
....
... • .MAURICIO GARRIDO. ,"¡ 171
" Otro. de tos d~be* important~s, llenado satisfactoria-
mente por el Dr. ,Garrido, es la 'fiaita periódica Qe his
casas de tolerancia. ,
"Esta vigilancia lA sirve con ,plena conciencia.
" y a que servicios de esta clase son de por sí ingra-
tos, cumplimos al menos con el deber de agradecer en nom-
bre de ]a pob]acion, los bienes que esta recibe del Dr. Gar-
rido, el único centinela hoy de la, higiene pública."
Este juicio favorable emitido por la prensa en 1875, po-
dria ampliarse á la fecha, en 1878, en vista de la actividad,
empeño y desinterés que ha venido demostrando el médico
de la municipalidad del Rosario.

De estatura regular, trato agradable y de modestia exe-


siva, el Dr. D. Mauricio Garrido goza del aprecio que
Je demuestran sus numerosas relaciones.
Durante su larga y un tanto dolorosa carrera, la envi-
dia, ]a maldad, ni la perfidia se han atrevido á herir su es-
quisita susceptibilidad; y en Santa Fé, Córdoba, Buenos Ai-
res, Mendoza y San Luis sus acciones generosas y su
austeridad han dejado gratos recuerdos.
Electo Presidente del Concejo de Higiene del Rosario, en
Noviembre de 1877, desempeña hasta hoy su respetable
cargo, al mismo tiempo que continúa de médico de la mu-
nicipalidad y que ejerce su profesion distinguida.
ANDRBS· GONZALBZ DEL SOLAR
Poeta Lírico.

1.

Hermano Je los distinguiJos Joctores Jd mismo ape-


HiJo, nació el 27 de Junio de 1838 en la muy célebre ciu-
dad de Buenos Aires, llamada así en 1535 por su primer
Cundador el General D. Pedro de Mendoza, fa\{orito de Cár-
los V, de quien obtuvo el título de Adelantado en las pro-
posiciones firmadas solemnemente el 21 de Mayo de 1534.
Don Andrés Gonzalez del Solar, natural de Santander,
que siendo oficial de las tropas españolas en el Perú cayó
prisionero en Lima, y Doña Margarita de la Puente nacida en
Montevideo donde su padre, tambien español, se hallaba
emigrado con su familia desde 1811, fueron los progenito-
res de la persona de quien nos ocupamos.
En 1843 el jóven del Solar ingresó en una de las es-
cuelas públicas de Montevideo, en cuya ciudad se' hallaba
emigrado su padre y Camilia por ser reputados como uni-
tario8 por el partido que apoyaba al' tirano Rosas, habiendo
sufrido su casa, en Buenos Aires, durante el año 42, los
telTibles efectos de una visita plID.cticada por una sociedad
174
• ~.

'APlJNñ~, mOGHÁFICOS
'r

.'. '.
'
Yo" '

"
de forajidos llamada la . n~';Q,.ea, segun los términos del
eminente literato D. JUaQ, Maria' 6~í'l'rez. .
'; Habiendo regresado su familia á Buenos Aires en 1846,
l'
curSI) los estudios primarios en la Escuela Normal de Don
Antonio Fernandez, y en el año 47 pasó 'al importante Co-
legio Republicano dirijido al principio por el ex-jetsuita Dr.
Magesté y mas tarde por el Dr. Larroque, en donde per-
maneció hasta 1852.
La batalla de Caseros abrió á la juventud ,de 'Buenos
Aires horizontes de libertad desconocidos ~asta entónces, y
. la revolucion de Setiembre que trajo el sitio impuesto por
las fuerzas de la campaña mandadas por el Coronel Lagos,
despues General, entusiasmó de tal modo á esa valiente ju-
ventud que fué ella la que hizo la mayor resistencia. Don
Andrés G. del Solar, como todos los jóvenes de esa época,
prestó sus servicios en el sitio, en el canton Voluntarios,
bajo el comando del Capitan Rosi, y en el denominado Ven-
cer ó morir, á las órdenes del oficial de la misma gradua-
cion D. Manuel Perez del Cerro, siendo propuesto para ayu-
dante del Detall al terminar el sitio.
En 1856 aparecieron publicadas sus primeras y sentidas
producciones poéticas, y en 1858, en el certámen literario
que tuvo lugar en Buenos Aires, su oda á "Cristobal Colon J,
llena de elevadas imájenes, fué una de las composiciones
laureadas.
Durante esta misma época D. Andres G. del Solar fi-
gupó como miembro fundador del Liceo Literario al que per-
tenecian los distinguidos literatos Nicolás Avellaneda, -aotu~1
Presidente de la República, Carlos Paz, Carlos Guido Spano ~
T. Gutierrez, C. Encina, Francisco LopeZ Tor~ y otros.
En 1857 afilióse al partido político que levantó el céle-
bre escritor republicfUlO D. Nicolás Antonio Calvo y que en-
'cerraba en su !leno mucha juventud distinguida como los
Plaza Monteros, Guido, Garrigós, Iriarte, Irigoyen, Yictorica
y tantos otros cuyos nombres no recordamos, y en ese
.'. 1 ANDRES GON2I~-LEZ tlt.. SOLAR' 175,
- •. ' .. "', 1 -.. 1.:,.
...

mismo .auo e5cribiú con los '.av~tajados jóvenes Santiago y


José Manuel Estrada en La' 'Regenér~cion, peri6dico político
y litérario fandado por ellos. .
.~ Durante el alio 1858 se le encomendó lo. crónica y una
seccion editort».l del;'diario opositor La p,.ensa, fundado y
redactado por el Dr. D. Juan F. ~onguillot; pero este tra-
bajo no le impidió que colaborara tambien con frecuencia en
La' Reforma Pacifica, diario redactado por D. Nicolá~ A.
Calvo.

lI.

Precipitarlos en 1859 los sucesos ']ue trajeron en pós- de


!"oí la batalla de Cepeda, D. i\ndré¡;; Gonzalez del Solar, á
la par de un gran número de jóvenes, partió de Buenos Ai-
res con su hermano José que en la batalla en los campos
de Cepeda fué capitan de un batallon, y hallándose en Mon-
tevideo escribió· en La Situaeion, periódico político, y cola-
boró con muy buen éxito en La Literatura del Plata, dis-
tinguido semanario fundado por el notable escritor D. Eduardo
Gordon.
De regreso á Buenos Aires, despues de la batalla de
Cepeda, permaneci6 alH hasta que los acontecimientos que
dieron por resultado la sangrienta lucha de Pavon, lo lleva-
ron al Paraná en vuelto, como tantos otros jóvenes, en la.
ardiente política de entónces; en cuya ciudad fué empleado
por algun tiempo en la Contaduria Nacional, escribiendo á
la vez en varios periódicos y por último redactando con
altura El Paran á, durante el viaje que su fundador' 01 pu-
blicista D, Olegario V. Andrade hizo á Córooóa en caiidad
de Secreta¡'io del Presidente D: ,Santiago Derqui.
Los asuntos particulares y la.os importantes cuestiones
(l ue diariamente ventilaba en la pren8a periódica, no fueron
A PUNTES RIOGRÁFICOS

un obstáculo para r¡ue el jóven del Solar dejúra de ser el


mus infatigable corresponsal de muchas sérias publicacio-
nes que aparecian en distintos puntos de la República.
En 1861 fué nombrado con aplauso general oficial de la
Legacion Argentina en la mision diplomática. que llevó al
Pal'aguay el DI', D. Baldomero Garcia, y esta distincion se
hizo mas señalada con el desempeño accidental de la secre-
taria de dicha legacion, que se encomendó á su discresion y
á sus conocimientos, y con la confianza que mereció del go-
bierno" en cuya época tuvo lugar la batalla de Pavon,
Este hecho de armas que cambiaba la faz política del
país y que afectaba mas directamente á los hijos de Buenos
Aires que habian tomado una participacion acentuada en la
lucha y formado el partido reformista de que era jefe el
eminente D, Nicolás Calvo, oblig() á D, Andrés del Sular,
como á muchos de sus comprovincianos entre los cuales se
encontraban Plaza Montero, l\'1artinez de Fontes, Balcarce,
Cordero é Iriarte, á residir en el Paraná y esperar las con-
secuencias del nuevo (¡rden de cosas.
En 1862 obtuvo por oposicion el nombramiento de Di-
rector del Colegio del Estado en el Paran á, el cual le fué
entregado con demostraciones de distincion; y habiendo con-
traido matrimonio poco antes, continuó el profesorado, que
no era por cierto su vocacion, publicando en esta época un
Tratado de Aritmétiea que aún sirve de texto en las pro-
vin~ias de Entre Rios y Santa Fé, en las cuales se recibi()
de Escribano Público en 100-1, despues de haber rendido
unos brillantes exámenes,
Durante su permanencia en el Paraná colaboró, como
ya lo hemos dicho, en varias publicaciones, y cuando se
consumó la muerte del ilustre Brigadier General D, Justo
José de Urquiza, D. Andrés del Solar fué el primer perio-
dista. que, redactando el Comercio, combati6 con altura y
severidad ese hecho fl'ente á f¡'ente de las tropas sitiado¡'af'
que acaudillaba el General D. ltical'do Lopez J ordcul, y 110
ANDRES GONZALEZ DEL SOLAR 177
tan solo supo defender ·Ia plaza como Guardia Nacional,
sinó que afrontando peligros cercanos, continuó cumpliendo
con su mision sagrada desde el templo venerando de la
prensa.
En Noviembre de 1870 se trasladó al Rosario de Santa
Fé donde reside actualmente, cuyo municipio le eligió por
dos veces para Juez de Paz de la la seccion, justa manifes-
tacioo de aprecio que el pueblo le ha tributado.
Corren impresas ti~rnas composiciones y preciosos ar-
tículos de costumbres que han brotado de la fecunda pluma
de D. Andrés del Solar, y sensible es que todos ellos no se
hayan compilado, aunque no obstante algunas pocas de sus
producciones poéticas se encuentran con su retrato y breves
apuntes biográficos en el Pal'naso A rgentino, obra suma-
mente interesante impresa en Santiago de Chile bajo la
direccion del Sr. Corté;;;, notable escritor é infatigable biblió-
grafo chileno.

La carrera literaria en nuestro país tan solo ofrece


punzantes espinas que paulatinamente van destruyendo la
dulce sensibilidad del alma, y es por ello que en la actua-
lidad D. Andrés Gonzalez del Solar, abandonando la pluma
del poéta y del escritor, se ha consagrado á la delicada
profesion de Escribano Público, en la que, debido á lo~
conocimientos que posee y á sus aptitudes, goza de un Cré-
dito merecido, pudiendo asegural'se que su posicion es una
de las mas honorables.
Su carácter franco y jovial sin que en nada perjudique
al hombre sério, le hace apreciable y su modestia, in~tr.uc­
cion general y buen criterio le han eonquistado la estimacíon
pública.
En la prensa ó en sus confCl'cncias intima8; cuando su
alma se dilata á lo''; dulccli I'c~u{'rtl()!Il- (lc otros año~ : cuando
178 APUNTES BIOGRÁFICOS

se invoca el nombre inmaculado de la patria ó se rinde justo


homenaje al génio, una palabra armónica, una concepcion
elevada, un arranque instantáneo de inspiracion revelan al
poéta jóven y ardiente que al compás de su sonoro laud
cantó, en un tiempo no lejano, 108 afectos del alma y la gloria
inmortal del ilustre genovés Cristobal Colon.
IELITON GONZALEZ DEL SOLAR
Doctor en Medicina, Cirujía y Obstetricia

1.

Ocupada la ciudad de Lima por el ejército libertador al


mando del inmortal D. JO!:$é de San Martin, quedaron resis-
tiendo las fuerzas realistas en los castillos del Callao, co-
mandadas por el General D. José de La Mar.
Intimados los heróicos defensores de estas fortalezas para
rendirse á discrecion, se negaron á ello; y solo des pues de
un sitio riguroso, diezmados por el luego de los patriotas,
y agotada toda resistencia por el hambre, aceptaron la ca-
pitulacion que se les exijia, bajo la condicion terminante de
ser tratados con todo los honores de la guerra, como justo
tributo rendido de valientes á valientes, lo cual tuvo lugar
el 19 de Setiembre de 1821.
El Protector Supremo del Perú y General en jefe del
ejército libertador nombró entónces á su primer cdecan el Co-
ronel D. Tomas Guido, comisionándolo para firmar l.a ca-
pitulacion del General La Mar y recibir la guarnicion ren-
dida con todos los honores de la guerra, pasando en seguida
á ocupar los castillos que mandó desde aquel dia como go-
bernador y de los que se separó para ir al Ministerio de la
Guerra.
180 APUNTES BIOGRÁFICOS

La capitulacion fué cumplida 'religiosamente ; pero pasado


algun tiempo se decretó la prision de los españoles resi-
uentes en Lima, en el término de una hora, y encerránuoles
en una noche en el convento de Santo Tomás, en número
de ochocientos, fueron trasladados al puerto del Callao y
embarcados con destino á Chiloé.
El Dr. Monteagudo, Ministro de Torre Tagle, creyó
deber aconsejar esa deportacion, por el recelo que le inspi-
raban secretas inteligencias entre los españoles de Lima y
las tropas realistas que se organizaban en la,S,ierra para re-
conquistar la capital perdida; pero la medida del Ministro
pugnaba con la tenden~ia benigna de una gran parte de los
peruanos mas patriotas que la reputaban innecesaria, cruel
y en desacuerdo con la política conciliadora proclamada por
los libertadores.
Desde aquel dia el prestigio que habia adquirido Montea-
gudo, debido á su alta capacidad. administrativa, descendió
hasta el trágico fin de 8U existencia.
Los deportados siguieron diversos destinos: unos de-
sembarcaron en las costas de Chile, otros pasaron por per-
cances dolorosos y trajedias en el mar, algunos ocuparon
las prisiones llamadas "Las Bruscas" en la parte sur de
la provincia. de Buenos Aires, de donde mas tarde los li-
bertó el gobernador, General D. Martin Rodriguez, y unos
pocos consiguieron trasbordarse á un bergantin inglés, bajo
cuyo pabellon llegaron por fin á la capital del imperio bra-
suero.

11.

Entre estos últimos encontrábase D. Andrés Gonzalez


uel Solar, jóven español, natural de la provincia de San-
tand~r y oficial del ejército realista que capituló en el Ca-
MELITON GONZALEZ DEL SOLAR un
Hao; y ni terminar la guerra de la cmancipaciun se es-
tablecia en Buenos Aires ese deportado dedicándose á -bt
carrera del comercio y conquistándose muy pronto con
~u laboriosidad y honradez una modesta fortuna y un crédito
y reputacion altamente honrosos en aquel centro mercantil.
En 1833 este comerciante casó en la ciudad de Buenos
Aires con Doña Margarita de la Puente, natural de Monte-
video, y de este matrimonio nació el 10 de Marzo de 1834
el Dr. D. Meliton Gonzalez del Solar.

lB.

El j6ven del Solar cursI) sus pl'imeros estudios en Bue-


nos Ail'es como alumno interno en el colejio de los Padres
de la Compañia de Jesús, continuándolos en el Liceo Oriental
con los Padres Escolapios en la ciudad de Montevideo, á
donde tuvieron que emigrar sus padres durante las perse-
cuciones de la tirania de Rosas.
De regreso á la patria su familia, y poco antes de que
desaparecieran las últimas sombras de la tirania en que caia
envuelta la ominosa dictadura, el j6ven del Solar ingresó
en la Escuela de Medicina de Buenos Aires, matriculándose
en el primer año con honrosos testimonios de los exámenes
y clasificaciones obtenidas en los estudios preparatorios· que
habia cursado.
Practicante menor interno del Hospital de Hombres en
la sala de clínica médica bajo la direccion del Dr. D.. Mar-
tin Garcia, y practicante mayor despues en el Hospital. de
Sangre bajo la del Dr. Gonzalez Catan, el alumno del Solar
distinguióse desde el primer año por su clara inteligencia y
consagracion al estudio, mereciendo en todos sus exáIQenes
las primeras· clasificaciones. 41.
182 APUNTES BIOGRÁFICOS

Al terminar los seis años académicos, rindió su exámen


general de grado ante la Facultad de Medicina, obteniendo
en premio á su brillante desempeño la honrosa clasificacion
de sobresaliente por unanimidad conferida por sus cate-
dráticos y examinadores.
En Julio de 1858 el ex-alumno Solar presentaba su "Te-
sis inaugural" ante la misma Facultad, y despues de sos-
tenerla mostrando competencia y profundos conocimientos
científicos, recibió el grado de Doctor en medicina, cirujía
y obstetricia.
La Tesis del Dr. del Solar, verdadera monografia sobre
la "Identidad de la fiebre tifoidea y el tifus" fué un trabajo
que mereció las felicitaciones de los examinadores y que la
prensa elogió como una obra digna de un hombre de ciencia
y de vastos estudios.
La reputacion del distinguido estudiante, su brillante
tesis inaugural y una notable operacion quirúrjica le valie-
ron al Dr. del Solar una posicion envidiable entre sus con-
profesores y en la sociedad de Buenos Aires; posicion que
abandonára mas tarde por la participacion acentuada que
tomó en la lucha ardorosa de los partidos políticos de esa
época.

IV.

Miembro activo y fundador del "Liceo Literario" en


1858, en contacto íntimo con la juventud inteligente, inde-
pendiente por carácter, con ideas' propias, sus escritos en la
prensa, su palabra fácil y vigorosa en los clubs, lo seña-
laron con D. Nicolás A. Calvo, el Dr. Estevan Moreno y
otros. como candidato á la Convencion de la reforma en
MELlTON GONZALEZ ·
DEL SOLAn 183

1860; y á consecuencia de 10l:) sucesos ulteriores se trasladó


á )a ciudad de) Paran a en Agosto de 1861, habiendo mel"C-
cido de la Asociacion Médica Bonaerense el título de socio
corresponsal en Junio del mismo año.
Dedicado al ejercicio de su profesion en la práctica do-
miciliaria, recibió el 5 de Se.tiembrc del año 60 el nombra-
miento de cirujano de primera clase del ejército nacional,
cuyo despacho )e fué conferido por el Presidente de la Con-
federacion Dr. D. Santiago Darqui, en atencion á los' méri-
tos y seroicios que habia prestado al ejército en repetidas
ocasiones, segun así consta textualmente en el honorífico
despacho.
Cuando el 20 de Marzo de 1861 el terremoto de Men-
doza l:)epultó doce mil personas entre las informes ruinas de
aquella populosa y notable ciudad y quedaron sobreviviendo
en medio de los dolores mas terribles centenares de heridos,
el Gobierno Nacional nombró al Dr. del Solar en comision
con los Doctores D. Pedro A. Pardo, Francisco Soler y el
farmacéutico D. Eloy Escobar para prestar los benéficos
auxilios profesionales á los que quedaron mutilados por aque-
lla espantosa catástrofe.
Honran altamente ala filantropia y á la ciencia la ab-
negacion y el mérito de los trabajos profesionales con que
el Dr. de) Solar y sus dignos colegas cumplieron el desem-
peño de esta humanitaria é importante comision, disponiendo
su viaje en tres horas, abandonando su clientela y familia,
embarcándose en el vapor de guerra" 9 de Julio" que varó á
)a altura del Diamante y que les obligó á proseguir e.u viaje
á las dos de la mañana en una lancha para llegar al Ro-
sario y continuar su· marcha sin descanso, cruzando el De-
saguadero en altas horas de la noche y arriba~ al 'fin al
término de su dura jornada para prestar eficaces auxiliós a
Jos heridos que gemian al pié de las ruinas de la desolada
Mendoza.
Los documentos oficiales publicados en aquella 3poca
184 APU:'IITES nIOGR/\FICOS

enumeran detalladamente los servicios importantes del Dr.


Solar y con pa~ticularidad las operaciones quirúrjicas que
practicó con feliz éxito en el Hospital de San Vicente, que
él fundó á una legua de Mendoza; prodigando al mismo
tiempo y gratuitamente sus servicios médicos á todos lo!';
enfermos en sus domicilios y aun en los distritos prcJximos
al teatro del lamentable suceso.
En El Centinela Puntano, La Confederaeion, diario
redactado por D. Federico de la Barra, El Progreso, por
el Dr. D. Evaristo Carriego, El Correo, El Paraná, La Luz
y otros periódicos corren impresos los detalles á que nos
referimos, y entre los 9,ocumentos que revelan al facultativo
inteligente y filántropo, al hábil operador, hay correspond~n­
cias notables que acreditan al Dr. del Solar no solo como
médico, sinó como hombre de ciencia, investigador y analí-
tico, estudiando el terremoto en sus causas y en sus efectos.
Hace poco que El Sol, en la publicacion de las Efemérides,
reprodujo uno de esos notables escritos del Dr. del Solar.
Terminada su comision, se retiró de Mendoza acompa-
ñado de la gratitud de toda la poblacion, y se present6 al
Gobierno Nacional dando cuenta de sus trabajos en una es-
tensa nota dirijida al Dr. D. Severo Gonzalez, ya finado y
Ministro entónces del Interior, la cual terminaba con estas
palabras: "Yo me honro, Señor Ministro, con el rol que
me ha tocado desempeñar entre mis desgraciados hermanos
de Mendoza: como médico me felicito de la parte que haya
poaido tener en el alivio de muchos desvalidos; como ar-
gentino me felicito de ser uno de los primeros que acudieron
á prestar sus auxilios á nombre del Gobier~o Nacional; como
cristiano me honraré en haber llenado un debCl~ que la re-
ligion y la civilizacion imponen; y como miembro de la Co-
mision Médica me felicito de ser el órgano de infinidad de
desgraciados para trasmitir á V. E su eterno reconocimiento
por la proteccion que han recibido del Gobierno Nacio-
nal, etc., etc.
l'
MELlTON GONZALEZ nEL ~OLAn tR!}

v.

A su regreso al Paraná fué nombrarlo, en J \llio de 1861,


médico de marina, con funciones de médico de sanidad y
goce de su empleo de cirujano de primera clase del ejército
nacional. En este puesto fué movilizado para la campaña
de Pa.von; pero por 1'esolucion del Ministerio de Guerra se
le destinó á servir como médico de guarnicion y fuerzas mo-
vilizadas.
A consecuencia do la batalla do Pavon y de la disolu-
cion del Gobierno de la Confederacion, cesó ·el Dr. del Solar
en sus puestos Médico-Militare·s que ejercía, y quedó desem-
peñando solamente el de médico del puerto del Pat'aná.
En 24 de Junio de 1862 fué nombrado médico del Hos-
pital Civil y Militar, pero absorviéndole el tiempo su nume-
rosa clientela en la práctica domiciliaria, renunció este em-
pleo bien pronto como asi mismo el de mé!lico de sanidad,
en Febrero de 1863.
Dedicado esclusivamente á la práctica civil desde en-
t6nces, con un caudal de conocimientos agregados á su saber,
con la esperiencia do sus laboriosos trabajos, acrecentó desdf'
aquel momento su reputacion justamente adquirida como mé-
dico y cirujano, ejerciendo su profesion en la ciudad del
Pat'aná con una numerosa clientela, y distinguiéndose no
solo 1>01' su ciencia sinó tambien por los rasgos desintere-
sados que siempre han señalado su carrera, m<ll'eciendo por
ello el nombre de mellico humanitariQ y benefactor de la
clase menesterosa.
Sus tareas se aumentaron con el nornb¡'amiento de mé-
dico de las asociacione!'; de SOCOl'l"flS~· Mutuos Fl'ance~a, E~­
~·l
186 APUNTES· BIOGRÁFICOS

pañol a ó Italiana que recibiü sllccsivamcnto en Agosto 11('


1863, Mayo de 1864 y Febrero de 1865, pre!Stando servicio~
importantes á estas sociedades y mereciendo manifestaciones
honrosas.

VI.

Declarada la gueITa al gobierno del Paraguay á con-


secuencia del ultraje iRft:rido al pabellon argentino por el
tirano Lopcz, al antiguo cirujano del ejército nacional nom-
brósele en 5 de Mayo de 1865 médico de los hospitales del
Paraná y en este puesto fué de los primeros facultativos
argentinos á quienes tocó cicatrizar las heridas de los sol-
dados paraguayos prisioneros despues del combate del Ria-
chuelo, salvados á bordo de la cañonera inglesa Dotorell
en su tránsito por el Paraná, e119 de Junio del mismo año.
Nombrado posteriormente para marchar á los hospita-
les de sangre de Corrientes, pasó á ocupar su puesto en
el de Santo Domingo, en Setiembre de 1866, cuya direccion
compartió con el Dr. Noguera, mitigando los sufrimientos
de los soldados argentinos y salvando preciosas vidas, entre
ellas las de muchos de los valientes defensores de nuestro
pa~ellon heridos en la ingrata jornada de Curupaity.
Al terminar el año 1866 el Doctor del Solar se separó
del servicio de los hospitales de Corrientes y regresó á la
ciudad del Paraná, consagrándose nuevamente al servicio
de las asociaciones extranjeras que tenia á su cargo y á la
asistencia de su cre~ida clientela particular que habia de-
jado interinamente, con perjuicio de sus intereses y como-
didades sociales, para prestar como argentino el contingento
patriótico de sus servicios en esa guerra nacional.
En Abril do 1867 y Enero de 1868 fué invadida la ciu-
MELlTON GONZAU;Z DEL SOLAR 1~7

uau uel Paran:i por el terl'ible viajero uel Ganges, el cólera


morbus, con la intensiuad con que recorrió los pueblos del
litoral, y cn ambas epidemias el celo y actividad que
uesplegaron la autoridad y asociaciones filantrópicas para
combatir el ft.agelo, tuvieron un auxiliar poderoso en el Dr.
del Solar como miembro de la comision de higiene y como
médico que cumplia con el sacerdocio de su profesion en los
momentos del peligro, asistiendo gratuitamente dia y noche
á los coléricos y contribuyendo con su óbolo á atenuar en
parte la desgracia, cuyos rasgos filantrópicos le valieron
uemostraciones honrosas y en particular de la asociacion
"San Juan de la Fé."
En Abril de 1869 fuá nombrado vice-presidente de la
comision provincial para l~ Exposicion Nacional en la ciu-
uad de Córdoba, desempeñando la presidencia por ausencia
del Dr. D. Eusebio Ocampo, con recomendable patriotismo
é inteligencia hasta que la guerra de 1870 impidió conti-
nuarla.

VII.

Desde 1800 hasta esta fecha la vida del DI'. uol Solar
es una série sucesiva de servicios ar país cn el ejercicio de
~u humanitaria profesion: como médico militar, en campa-
mentos, en hospitales, en terremotos, en epidemias, pres-
tándose siempre á ellos con patriotismo y abnegacion y de-
sempeñándolos con el . . acierto del talento que le dIstingue.
Su vasta práctica domiciliaria en este largo tiempo contiene
notables operaciones, autopsias jurídicM á informes médico-
legales que son obras de verdadera ciencia y rasgos de ca-
ridad cristiana que dignifican al médico argentino.
En medio de esta ímproba labor "¡¡iaria el Dr. del Solar
APU~TES BIOGHÁFICOS

se multiplica en la actividad de su vida intelect.ual pres-


tando el contingente de su voluntad y de su inteligencia en
obsequio de toda idea de progreso y de toda obra de interé::;
público, y miembro de las comisiones de instruccion pública,
de las examinadoras, de la protectora .de inválidos y de
otras de beneficencia y ca.ted1'ático en el Colegio de San
Miguel, comparte alternativamente sus facultades con es-
critos científicos 'Y con trabajos import.antes en la prensa
política y literaria.
Entre la multitud de estos últimos figura: una coleccion
de artículos médicos y en ella una que puede llamarse ver-
dadera monografia sobre .H Fiebres graves continuas," for-
mado por una série de publicaciones que en Febrero de 1870
vieron la luz pública en La Capital, y que diversos pe-
riódicos ~el país y del extranjero reprodujeron con apre-
ciaciones altamente honrosas para su autor.
Los acontecimientos políticos que se desarrollaron en
Entre-Rios en Abril del año 70, á consecuencia de la trá-
jica muerte del Brigadier General D. Justo J. de Urquiza,
colocaron al Dr. del Solar en la lucha empeñada de los
partidos militantes, y tomando una actitud definida desde
el primer momento de la revolucion, la combatió con deci-
sion y entereza, arrostrando los compromisos y peligros de
aquel estado de cosas en estremo dificil; y con el fusil al
brazo como soldado, con la pluma fecunda del escritor) con
la. elocuencia y fogosidad del tribuno, con los consejos del
hombre ilustrado entre las asociaciones políticas y con el
apoyo de sus servicios facultativos á l~ vez, prestados á las
tuerzas de línea nacionales, contribuyó al triunfo en aquella
lucha como patriota y como correligionario.
Fué durante es~a revolucion que debió ser ejecutado el
capitan Maragato por sentencia del Consejo de Guerra, y á
la iniciativa del Dr. del Solar y del señor Dean Dr. Alva-
rez debiüse que la sociedad del Paran á no presenciára el
espectáculo repugnante ue un patíbulo levantado en medio
MELITO~ üUSZALEZ })EL SOLA R 189

tle un pueLlo culto, por delitos .emanados de la pasion


política.
Fué entónces tambien que tuvo lugar la organizacion de
las "Comi~iones Sanitarias," con motivo de haber apare-
cido la fiebre amarilla en el litoral, y en la presidencia de
una de esas comisiones, él l'mpo prest..'lr valiosos serVICIOS
con las acel'tadas tli~posiciones que adopte;.

VIII.

Terminada la rcvolucion en Abril de 1870, tomó á su


cargo la redaccion en jefe de El Comercio, tratando en este
periódico con altura é ilustracion las cuestiones de interés
general para el país y la de reorganizacion de Entre Rios.
Debido á su aventajada pluma son las séries de notables
artículos que registra la prensa del Paraná sobre estudios
constitucionales,· titulados "La obNr del porvenir," y los
cuales sostienen "La religion como base de la educacion,"
negando al gobierno de la nacion la facultad de colocar di-
rectores al frente de colegios nacionales, disidentes de la
coniunion cat<;lica, segun el estudio del articulo 2 <? de la
carta fundamental de la República.
Las pasiones que queJan subsistentes despues de la
lucha de los partidos radicales y la diversidad de aprecia-
ciones que nacen dentro de estos mismos partidos en la
nueva situadon, importan el gérmen de nuevas contiendas
que precisamente esterilizan las fuerzas vivas que quedan de
pié despues de toda revolucion, y confunden en encont~das
aspiraciones hombres, pasiones é intereses del· dia anterior.
Esta es la esplicacion del hecho que se produce en las re-
voluciones limitadas de provincia, y el que se produjo en
Entre Rios.


100 APUJI,;TES BlOGltÁFICOS

A con~ecuencia de estu y en tlesacuerdo con la pulíticu


tlel gobernador Echagii.e, el Dr. del Solar se sepal'6 de
Entre Rios dejando constatados sus méritos y sus sacrificios
en cada obra de progreso y de interés público, el aprecio
y simpatias generales y un vacio en el seno de aquella so-
ciedad que recuerda siempre con respeto al distinguido mé-
dico que ejerció su profesion con indisputable talentu y con
humanitario celo en la clase menesterosa.

IX.

Establecido en el Rosario de Santa Fé en Febrero tle


1872, fué nombrado por el gobierno de la provincia médico
de policia en 7 de Julio del mismo año, anexándole á este
cargo el del cuartel de gendarmes, el de la inspeccion de
milicias y todo el servicio médico oficial. Desempeilú este
empleo con la contraccion y honradez acreditadas en su
carrera pública, siendo exhonerado de él en Ü de Mayo
de 1873.
A juzgar por una nota dirijida al Gafe Político D. Ser-
vando Bayo y publicada en El lllercurio de Mayo 22 del
mismo ailo, parece que la amistad que ligaba al Dr. del
Solqr con el Di'. D. Adolfo Alsina, la participacion activa
que tom6° cuando la candidatura de este último fué procla-
mada para Presidente de la República, su actitud como
miembro de un comité político y su palabra ardiente en los
clubs fueron la causa de esta exhoneracion, y lo repetimos,
es el mismo Dr. del .Solar quien esto nos revela en lostér-
minos de la precitada nota de la cual trascribimos lo si-
guiente:
"Yo comprendo que los sentimientos de V. S. pueden
haberse mortificado cuando he rehusado las indicaciones para

MELlTO~ GONZALEZ DFL SOLAR 1!1l

trabajar por V. S. para futuro gobernador, por ser la can-


didatura de V. S. inconveniente, segun mis ideas; .... pero
V. S. ha debido comprender que si como médico tenia"de-
beres que he cumplido, como ciudadano tengo tambien el
derecho de mis opiniones; y conociémlome (Jue no soy fun-
dido en el molde de los hombres que abdican de su digni-
dad de libres por el interés de empleos ni aun po~iciones,
V. S. ha debido franca y lealmente pedir mi destitucion por
estas causas políticas, .sin fundamento alguno, y no pasar
por las formas infringiendo la constitucion y haciéndose el
éco de imputaciones calumniosas que probaré hasta la evi-
oencia.
Dios guarde á V. S.

.:lleliton G. del Solar,

Instalada la Biblioteca Popular del Hosario, puso al


servicio de la Comision su espíritu cultivado con sus estu-
dios variados y útiles y fué de los primeros que se pre-
sentaron á dar las interesantes "Conferencias públicas." Su
disertacion en Agosto de 1872 mereció ser reputada notable
por la verdad de sus fundamentos, por su enseñanza y por
su mérito literario.
Electo presidente del Tribunal de Medicina en Agosto
de 1873, reelecto en Enero de 1876, vocal en 1877, ha de-
sempeñado sucesivamente estos puestos con el acierto y celo
que le caracteriza, vigorizando la institucion con trabajos
de su espíritu organizador. Obras de su presidencia son las
luminosas notas sobre medidas de higiene pública, aconse-
jadas á la municipalidad en Enero de 1874 y el completo
" Re,glamento' del Concejo de Higiene, " elevado. ante el go-
bierno para su aprobacion y de cuya resolucion depende la
nueva forma que va á tomar este Tribunal, con facultades
propias y con deslinde de IOR derechos y deberes respecti-
vos de todos los ramos pertcnccientc~~ á ht medicina.
192 APIJNTE!'l 0I0GIL\F[(::O:;

El 30 de Julio oe 1874 fué nombrado por el gobierno de


la N acion médico del Colegio Nacional del Rosario y po~­
teriormente, en Setiembre del mismo año, catedrático dI'
Instruccion Cívica é Historia Nacional en ('1 mismo estahle-
cimiento de educacion.

"Contrario de las estériles especulaciones filosúficas y


de aquella elocuencia que no tiene ni energia. de palabl'a, ni
fi['meza ó verdad de principios" .... dice un aventajado his-
toriador al ocuparse del gran reformador y mártir de Ate-
nas; y esas mismas palabras que entrañan el retrato moral
de un individuo, podriamos aplicarlas al Dr. D. Meliton
Gon~alez del Solar.
Desde que por vez primera se presentó en]a escena
pública hasta el presente, su palabra, sus múltiples escritos,
sus producciones científicas, sus sanos consejos, no han sido
otra cosa que la expresion genuina de sus propias convic-
ciones, de sus íntimos. sentimientos, en pugna siempre con
la especulacion y con el engaño.
Su espíritu no se ha encontrado por un momento sujeto
á' trabas que le hayan impedido lanzarse á elevadas regio-
nes en pl'osecucion de los conocimientos, y su vida ha sido
una cadena cuyos eslabones se han unido de un modo pre-
Ciso bajo la fuerza poderosa de su voluntad.
Su temperamento ardiente, su imaginacion vivaz, su co-
razon de fuego, re'felan en su estado moral una oonvulsion
contínua que jamás se calma, porque en pos de un suceso, de
una idea, columbra otra que inmediatamente absorve una
parte de 8U actividarl intelectual.
De alta estatura, de mirada seren~. y de movimiento"-
MELlTON GONZALEZ DEL SOLAR H)3

finos, se ha presentado en las asociaciones políticas y en la


prensa con la lealtad que sabe afrontar las consecuencias -de
todos los actos.
No obstante estos rasgos pronunciados de !';;u carácter~
el hombre se transforma, digámoslo así, cuando al lado del
lecho del paciente estudia profundamente las causas mora-
les que en estrecha relacion con las físicas han interrum-
pido la marcha natural y precioSa de su organismo.
Entónces solo queda el facultativo inteligente, investi-
gador, analítico, que con inquebrantable firmeza ataca la
enfermedad en sus mas ocultas ramificaciones.
El 13 de Enero de 1875 el Gobierno Nacional nombróle
catedrático de literatura, con retencion de la cátedra de
Insiruccion Cívica é Historia Nacional, que regenteó hasta
1877; en Julio 1 C? del mismo año se le eligió para médico
del hospital militar del regimiento 9 de linea; en 30 de di-
cho mes, para médico de la 3a Intendencia militar, en su
grado de cirujano de primera clase del ejército nacional;
en Diciembre de ese año la Sociedad literaria "Mayo" le
nombró su Socio Director; en 3 de Febrero del 77 entró
á dictar la cátedra de Higiene en el Colegio Nacional del
Rosario, demostrando en ella su instruccion en ciencias
naturales, su palabra facil y amena para imprimir en los
alumnos el conocimiento de las leyes de la naturaleza y su
aplicacion á la salud humana. Algunas de estas intere-
santes lecciones orales han visto la luz publica en La
Aurora Literaria y en El Demócrata publicado en esta
ciudad.
El 11 de Diciembre de 1877 el Ministerio del InieriOl'
le nombró miembro de la Comision Nacional de Inmigra-
cion, Agricultura y Estadística; el 3 de Febrero del· cor-
riente año entr(j á regentear nuevamente la cátédra de l¡"i~­
toria Nacional, esparciendo así las semillas de las doctrinal';
exactas, con la expoi"icion rte los hechos paf;ados riel paíe;
y la razon filos6fica de su def;envol ..¡micnto,
19-1 APUNTES BIOGRÁFICOS

Electo Municipal, representó satisfactoriamente lo~ in-


tereses dtl municipio, ilustrando en los debates las cuestio-
nes y trabajando con asiduo empeño en las tareas de la
corporacion.
La sociedad literaria" Alberdi, " formada de jóvenes es-
tudiantes, le acaba de nombrar su Socio Honorario y la aso-
ciacion " Mayo" que antes de ahora le habia discernido el
mismo honor, le ha elejido en estos momentos para Vocal
de su Junta Directiva.
Estas manifestaciones de parte de la juventud inteligente
y estudiosa del Rosario, no solo son una prueba elocuente
del respeto que tiene por la ilustracion del catedrático, sinó
tambien de las simpatias que le profesan por la afabilidad
de su carácter y la cultura de sus actos, y esas simpatias
fueron últimamente el motivo de la funcion literaria que le
dedicó, como tambíen al Dr. Reyna, la sociedad "Mayo."
Hallábase consagrado esclusivamente al ejercicio de su
profesion y al ser~cio de su cátedra, cuando el 28 de No-
viembre de 1876 fué aprehendido por órden del gobierno del
señor Bayo, puesto en rigurosa incomunicacion y deportado
á la capital de la República á disposicion del Gobierno Na-
cional, conjuntamente con su hermano el Dr. D. Nicanor,
D. Ovidio Lagos, padre, Dr. D. Nicanor Molina, D. Camilo
Aldao, D. Tomás Cullen y el comandante Gorosito; pero
tan pronto como él y todos sus compañeros llegaron á Bue-
J)os Aires fueron puestos en libertad por mandato del Eje-
cutivo Nacional.
Dedicado en la actualidad al sacerdocio de su noble pro-
fesion que desempeña en la ciudad del Rosario de Santa
Fé, con la reputacion justa de médico de ilustracion, de
talento y di8tingui~o por sus rasgos humanitarios, comparte
sus tareas con el Colegio Nacional donde tiene á su cargo
las cátedras de Literatura, Historia Nacional é Higiene Pú-
blica; y las delicias de sus (",cíos, si ócios pueden llanull':'.lf'
lo:., momento<:; ('11 qne la imaginarion se sppara de las do-
MELITON GONZALEZ DEL SOLAR HK.i

Jencias humanas, de la meditacion en el estudio y de.la


l'nseiianza, los consagra II la Comision de Inmigracion y á
las expansiones del espíritu en centros literarios.
El Dr. D. Meliton Gonzalez del Solar está reputado como
uno de los escritores de estima y de los primeros médicos
que hacen honor á la heróica patria de San Martin y Belgrano.
NIOANOR GONZALBZDBL BOLAR
Dootor en JUrisprnaencia.

I.

En la her6ica, importante y célebre ciudad de Bueno!!;


Aires; en la que supo coronarse ue gloria al dominal' el
poder bélico del orgulloso Berresford el 12 de Agosto de
1806, nació ellO del mismo mes dé 1845 el Dr. D. Nicanor
Gonzalez del Solar, hermano del Dr. en medicina D. Meliton
é hijo del austero y distinguido comerciante de aquella ciu-
dad D. Andrés G. del Solar y de Da Margarita de la Puente.
En una edad bastante tierna hizo sus estudios prepara-
torios en el Colegio Nacional del Uruguay, de cuyo renom-
brado e!';tablecimiento ha salido una juventud distinguida é
inteligente que se ha hecho conocer por su talento y que
ocupa los primeros puestos en el parlamento, en el foro,
en la magistratura, en la prensa y en todos los ramos del
saber humano.
En Enero de 1862 se trasladó á Córdoba á continuar
I:;US estudios en calidad de alumno interno del Colegio Na-

cional de Monserrat, y posteriormente cursó todos los años de


uerecho en la Universidad Mayor dé'San Cárlos en aquella
ciudad, obteniendo en cada uno de sus exámenes la mas
APUNTES BIOGRÁFICOS

l'omplúta .llpruLacion y distinguiéndose comu el primero entre


todos los estudiantes de su época por su inteligpncia y apli-
eacion '1ue le valieron cordiales felicitaciones de sus cate-
dráticos y menciones sumamente honrosas.
En lUJuella Universidad recibió sucesivamente los gra-
dos de Maestro, Bachiller, Licenciado y Doctor en Derecho,
despues de rendir con toda lucidez las pruebas mas severas
y completas, (iue por entónces eran bien rigurosas, en cada
uno dp los grados mencionados. .
Solamente diez y ocho años de edad contaba el aventa-
jado estudiante cuando mereci6 el grado de Maestro; dos
años mas tarde era laureado con el título de Bachiller, poI'
el cual quedaba autorizado para ingresar á la Academia; al
siguiente año se recibia de Licenciado, prestando en la
iglesia de la compañía, ante el cuerpo de catedráticos y
alumnos, el juramento que prescribian los estatutos de
la Universidad, y por fin, el 2 de Junio de 1866, á la
edad de veintidos años y des pues de rendir la última y
mas brillante prueba de sus conocimientos en presencia de
sus numerosos amigos y de lo mas distinguido del foro de
aquella ciudad, fué justamente honrado con el titulo de Doc-
tor en Jurisprudencia.
Durante su fatigosa carrera de estudiante tuvo que lu-
char con las contrariedades de la fortuna, pues el Dr. del
Solar no tenia otra proteccion como jóven, ni otros recur-
sos pa~a costear lo mas imprescindible para su existencia,
que los que le proporcionaba su cariñoso, distinguido y ge-
neroso hermano el Dr. en medicina D. Meliton G. del Solar,
quien lo encaminó por la senda de la virtud que le trazára
su anciano padre y le ayud6 siempre solicito en todas sus
necesidades.
El Dr. del Solar como sus hermanos no habia heredado
de los que le dieron el ser otros bienes de fortuna que la
honradez mas acrisolada, el amor al trabajo que dignifica
al hombre y el aprecio y respeto de toda. la sociedad que el
NICANOR GONZ.\LEZ DEL SOLAR 199

seiJor D. Andl'é5 G. del Solar, supo conquistarse en largos


años. •
Las persecuciones políticas que sufrió este señor du-
rante la tirania de Rosas que le obligó á emigrar dos ve-
ces con su familia, para escapar del puñal de la m~orea,
lo arruinaron en sus negocios y le arrebataron su fortuna
al extremo de que al morir, y despues de muchos años de
trabajo, no legaba á sus hijos otro patrimonio que el ejemplo
de sus virtudes como hombre y como padre de familia y
el respeto venerando de su nombre.
Pero esto fué precisamente un tesoro y el mejor estí-
mulo que guió al DI'. del Solar en la carrera de estudiante,
durante la cual mereció siempre la simpatía y respeto de
todos sus catedráticos y condiscípulos y el aprecio de los
mejores centros de sociedad de Córdoba y del Uruguay qUf!
visitl) con- fl'ccuencia.

11.

El17 de Marzo de 1865 ingresu en la Academia de Prác-


tica Forense establecida en la ciudad de Córdoba, y asistió
á sus conferencias hasta el 30 de Junio del año siguiente,
habiendo sido distinguido al ingresar con el nombramiento
de secretario de la misma, puesto que desempeñó con todo
empeño y contraccion durante un año.
En Agosto del 66 dejó á Córdoba para visitar á HU fa-
milia que se encontraba en la ciudad del Paran,á, y de allí
pasar á establecerse á la de Buenos Aires, en donde pen-
saba fijar su residencia.
Al dejar á C'-"'I'uobJ. despues de haber sabido conquis-
tarse tanta:; simpat iil!';, y en la que (lpjaba gratos recuerdos
APUNTE~ DlOGR,\FICOS

do la vida do el:\tudiante que no se olvidarán jamas, el Dr.


del Solar' rué saludado de una manera distinguida y cariñosa
por la prénsá de aquella ciudad.
El Eeo de Córdoba del 4 de Agosto de 1866 registra
en sus editoriales las siguientes palabras que trascribimos:

"LA AUSENCIA' Y LA AMISTAD"

., Nuestro querido amigo Nicanor Gonzalez del Solar,


júven de esperanzas, de ideas, de corazon;' ha partido ayer
para el litoral. Gonzalezno ha querido separarse de sus
amigos sin consagrarles una palabra, y lo ha. hecoo can-
tando á la amistad, como lo pudiera hacer el autor de las
Horas sérias de un, jdDen.
"Si la amistad es dulce, Nicanor; si ella es el bálsamo
para curar las decepciones del alma y toca la frente chis-
peante del político como la brisa de la mañana, imprimiendo
momentos menos ingratos, la ausencia es la tristeza con sus
horribles atavios y tras ella no hay mas que lágrimas,
símbolo misterioso de nuestra fugaz existencia.
"Si tú, Nicanor, saludas á: tus compañeros de fatigas
en la carrera de las letras, al despedirte, yo interpelo. á la
vida, mescolanza incomprensible de goces y de lágrimas,
de venturas é infortunios, si no fuéramos pobres proscrip-
tos de un eden por que nos agitamos de tan distintos modos.
" Una palabra mas. La patria.J grande, aun no ha en-
trado por los ftoridos senderos del progreso; aun sufre las
consecuencias del refinado egoismo y de la desmedida am-
bicion. - Sé el apóstol de las ideas nac.ionalistas.
"Permitannos nuestros estimables lectores Mtas lineal'!
consagradas á la primera de las virtudes sociales. "
Otro de sus amigos y condiscípulos, el Dr. D. M. M.
Zorrilla, attual secretario del Presidente de la Republica,
le daba tambien U11 adios en la siguiente bella composicion
poética q·ue tomamos de El Eco de. C6rdoba.
NICA!liOR fif1l!fZALEZ DEL ~OLAn :?Ol

A DIO S
AL DR. D. N. G. DEL SOLAR, EN SU PARTIDA.
".
Te vas, Nicanor! .... _ue el rielo
Te bendign. en tu partida,
Esparciendo por tu vida
Placer, gloria y bienestar;
Que al empezar tu carrera
Te abra sus puertas el mundo,
Recibiéndote fecundo
En paz y felici~ad.
Cada hombre. sobre la tierra
Tiene su ór'bita marcada,
y por Dios determinada
Alguna cierta misiono
Vé, pues, á cumplir la tuya.
Por lo justo encaminado, .
y siempre al bien inclinado
Por tu noble cOl'azon.
En el puesto que tu ocupa~,
Tu mision es el Derecho;
Haz porque nunca en tu pecho
Se introduzca otra ambicion.
y en ese terreno hermoso
Siempre contra el mal luchando,
Corre por siempre escuchandl)
De todos la. bendicion. ~

Con caritativo empeilO,


Alarga siempre tu mq.uo
Al desgraciado, al anciano,
y al que sufre en la horfandad,
Al pobre dale un consuelo,
Al indiferente abrigo,
Llámate siempre el awigo
De la. pobre humanidad,
El que demande justicia
Contl'a el mal que le hayan hecho,
Tenga un escudo en tu pechl)
Contra Sil vil opresor. .
y el débil, el ignorante,'
El pobre y el dc!;\'alido, .
Cubl'an tu nombre fJ\.Wrido
t;on bendiciones de amor.
211
20.2 APUNTES DlOeRÁFICO~

Sin distincion, á los hombre:,;


Apellídalos hermanos,
Predicando á sus til'anos
La sagrada li bertad.
y al blanco, y al que no lo C!'o,
Al mendigo, al poderoso,
Enséñales afanoso
La sacrosanta igualdad.
Corre á esparcir en el suelo
Que nacer te contempló,
Las semillas que te dió
Tan largo tiempo de afan, __
y así despues de tu vida
Ese bien, ese desvelo,
Te ha de pa~arlos el cielo
A donde los t>uenos van.
y en el doméstico seno
De tu familia querida,
Corre á embellecer su vida
Con tu pr~sencia y tu amor,
y contento y satisfecho
Marcha á ser sincero hermano,
Buen hombre, buen ciudadano,
Lleno de gloria y honor.
y cuando te llegue el tiempo
De confiar tu corazon
A la inocente pasion
De una querida mujer;
Que en su seno enamorado
Encuentres paz y ventura,
Sin que la triste amargura
Turbe nunca ese placer.
Mientras tanto, en todo tiempo
En el libro de la vida,
Una palabra querida
Graba con sinceridad,
y que ella inmortal exista
Entre el llanto y las pasiones,
La risa y las decepciones,
y se llame: la AMISTAD.
}'I. M. Zorrilla
-Córdoba 1866.
SICANUk GUNZALEZ DEL SOLAk 20~

I11.

Llegado al Paran á el Dr. del Subr, se inició en la car-


rera práctica de su profesion con la ~efensa de un impor-
tante asunto sobre el matrimonio, ante la curia eclesiástica.
En víspera de partir para Buenos Aires y en circuns-
tancia que su hermano el Dr. D.· Meliton debia trasladarse
á Corrientes en calidad de médico de los hospitales del ejér-
eito argentino, establecidos en aquella ciudad, el Dr. del
Solar se decidió á acompañarlo.
Este viaje era puramente un paseo, y al efecto se em-
barcó en el vapor Rio de la Plata qúe conducia al Minis-
tro Nacional Dr. Costa; pero tan pronto como llegó á Cor-
rientes, fué solicitado por el gobierno de esa provincia para
formar parte de la magistratura, invitacion honrosa que
aceptó, ocupando desde entónces (Octubre del (6) diversos
puestos de suma importancia como Juez del Crimen, de
Comercio y de. lo Civil, miembro del Superior Tribunal y
por fin Procurador Fiscal de la Nacion, cargo que desem-
peiió desde 1868 hasta 1870.
Durante esta época, es decir, el 17 de Abril del 68, se
unió con lazos indisolubles á la señorita Pastora Muniagur-
ria, hija de D. Saturnino MuniagUl>ria y de su esposa
Doña Isabel Lopez, pertenecientes á una de las principales
y mas antiguas familias de Goya.
La revolucion que derroc6 al gobierno del Sr. Lopez,
encontró al Dr. del Solar formando parte del Minis~erio,
cil'cunstancia que quisieron hacer valer para perseguirlo
algunos partidarios del nuevo órtlen de cosas por entónces
establecido, algunos de esos traficantes en política que como
la resaca aparecen en la escena pública en situaciones agi-
tadas por el impetuoso huracall de erreontradas opiniones.
APt;NTES. BIOGRÁFICOS

Pero el Dr. del Solar era uno de esos hombres que


pertenecen á la nueva generacion, de ideas grandes y li-
berales, que habia sabido captarse el aprecio de aquella so-
ciedad cq¡P0 funcionario publico y como ciudadano; de
suerte que la revolucion lo respetó á pesar de encontrar-
se en medio de ella consecuente siempre con sus ami-
gos y partidarios.
La lucha política que sobrevino despues del triunfo re-
volucionario, colocó al Dr. del Solar en la oposicion del go-
bierno de D. Santiago Baibiene, á quien combatió lealmente
en la prensa á nombre de la constitucion' y de los principtos
liberales.
Esta oposicion le valió la mas tenaz persecucion contra
su persona, viéndose obligado por dos veces á buscar un
seguro asilo á bordo de la cañonera italiana Ardita, á fin
de escapar de la saña del jefe de plaza \Venceslao Mar-
tinez que, sin respetar su investidura de Procurador Fiscal
de la N acion y con el pretesto de que no concurria á los
ejercicios de la Guardia Nacional, pretendia reducirlo á
prIslon.
En virtud de estas constantes persecuciones, el Dr. del
Solar determinó abandonar aquella ciudad en donde lué su
casa un centro de sociedad amena y distinguida, no obs-
tante las seguridades que le ofrecieron personas altamente
colocadas de que no seria nuevamente molestado; pero estas
garantias y las cartas que con el mismo objeto' recibió de
Buenos Aires del entónces Ministro de Relaciones Exterio-
res Dr. D. Mariano Varela para el gobernador Baibiene,
las cuales no presentó jamás, solo sirvieron para impelerlo
á buscar otrQ pedazo de tierra argentina en donde el amor
ti. la libertad y la defensa de los derechos del pueblo no
fueran un titulo capaz de autorizar el vejámen y las perse-
cuciones.
Encontrúndosc accidentalmente con su familia en el Ro-
~ario, ::lO le Ufl'eció un puel::ito en la magistratura de esta
NICANOH GONZALEZ DEL SOLAR

ciudad, que deSem¡leñó durante dos años ocupando el Juz-


gado de Primera Instancia en. lo Civil y el de Comercio'y
el del Crímen al mismo tiempo.
En estos elevados puestos acreditó la mayor laborio-
sidad, contraccion y rectitud como hombre público, y sin
embargo no faltó quien á semejanza de la serpiente dc Tri-
sale x pretendiera eu vano manchar la reputacion del severo
magistrado, quien fué absuelto unanimemente en laaeusa-
cion que se le promovió, quedando confundido para siempre
su acusador.
Despues de dos ailos, el DI'. del Solar hizo' renuncia de
los Juzgados qUQ desempeñaba,' y para que le fuera acep-
tada tuvo necesidad de· insistir en ella y particularmente
con el gobernador de la provincia de Santa-Fé.
Hé aquí como apreció la prensa local de distinto matiz
político la renuncia .interpuesta y los méritos del Dr. del Solar.
La Opinion Nacional ele fecha 29 de Octubre de 1871
espresa en sus editoriales lo sjguiente~ qué trascribimos á
fuer de imparciales y verídicos:
EL DR. D. NICANOH G. DEL SOLAR
"A causa del mal estado de su salud, el Dr. D. Nica-
nor Gonzalez del Solar reiteró ayer su renuncia del cargo
de Juez de Primera Instancia en lo Civil de esta segunda
cireunscripcion judicial.
"Sentimos muy de veras la separacion del Dr. Gon-
zalez del Solar. Al frente de) Juzgado Civil ha justificado
(lue era. un magistrado recto, laborioso, inteligente é ins~
truido en la difícil ciencia del derecho.
" El pueblo del Rosario deplorará. tambien esa separacion.
, "El Dr. Gonzalez del Solar hacia honor á. la magistra-
tura y con su digno proceder se habia conquistado la esti-
macion y el re¡q>eto de todos. .
"Hoy vá á abrir su estudio de abogado y deseamos
que el púhlico le acuerue la proteccion á que el Dr. Solar
el:> acreedor por su talento y relevante cualidades personales. "
20G APUNTES BIOGRÁFICOS

En un sueHo <le la cl',jnica <lecia el mi~mo diario:


" Ha si<lo admiti<la la renuncin eleva<la por el Dr. Dun
Nicanor G. del Solar del puesto de Juez <le lo Civil que
con tanto acierto desempeilaba.
"Sentimos la renuncia <lel Dr. ~olar, pues se habia
conquistado numerosa simpatia en el puesto que ocupaba,
por su proce<ler recto y justiciero. ,. •
La Época del 2G de Octubre <lel mismo año <lecia á
~u vez:

"RENt;NCIA DEL SEÑOR JUEZ DE 1" INSTANCIA


"Sabemos que el Sr. Juez <le la Instancia en lo Civil
Dr. del Solar, ha elevado al gobierno la renuncia de ese
puesto.
"I{espetamos los motivos (ille pueden impulsar al Dr.
del Solar á dar ese paso; pero francamente, nuestra opinion
es que el gobierno de ·la provincia no ~ebe hacer lugar á
ella, pues el Dr. Solar desempeñan<lo ese puesto en la ma-
gistratura, presta al Rosario S á la provincia en general
un marcado y relevante servicio.
"Su ilustracion y la honra<lez y rectitud con que se ha
conducido, le han merecido las simpatias y el respeto de
todos, y su presencia al frente de ese importante Juzgado
es una garantia de recta justicia.
"En obsequio, pues, de los intereses del Rosario y de
los que vienen á buscar su solucion ante la autoridad, de-
seamos que el gobierno no haga lugar a esa renuncia y
que el Dr. Solar continúe como hasta afluí, prestando en
ese puesto sus importantes servicios."
El mismo diario dando cuenta despues de haber sido
aceptada la renuncia por el gobierno, se expresaba así:
EL DR SOLAR.
"El Dr. Gon~alez del &.lar, habiendo renunciado el
puesto de Juez de la Instancia, ha abierto su estudio de
abogado en su casa calle Rioja.
"La inteligencia y la integridad bien conocida del Dr.
NICi\NOR GO~ZALEZ DEL SOLAR 10i
Solar le llevara, estamo~ seguros, una gran clientela, pue:;to
que está on la conciencia de todos que los asuntos confiá:'
dos á él, serán descmpeilados con la honradez que lo ca-
racteriza.
"Aunque el Dr. Solar no necesita de nuestra pobre
recomendacion, con todo nos hacemos un deber de reco-
mendarlo al público. "
La. Capital de la· misma fecha, 29 de Octubre del 71,
daba cuenta tambien de la renuncia en los siguientes tér-
mmos:
EL DR. SOLAR
" La renuncia que presentó el Dr. Solar, del Juzgado
de la Instancia que desempeñaba, le ha sido aceptada.
"Con la renuncia del Dr. Solar se pierde un Juez la-
borioso en sus tareas.
"Sentimos la separacion del Dr. Solat'."
Por fin, La Cabriºnera, peri6dico esencialmente crítico
y festivo, traia en la misma fecha las siguientes líneas:
RENUNCIA
"El Dr. Solar ha renunciado el Juzgado de lo Civil.
"Ha hecho bien; porque es mejor ser abogado que Juez,
como es mejor ser Juez que escribano, y mejor ser escri-
bano que procurador, y mejor ser procurador que cliente.
"Tendremos pues, un abogado mas, en quien nos com-
placemos en reconocer iluslracion y rectitud.
"La Cabrionera no le desea un pleito ni á su mayol'
enemigo; pero como esto no se puede evitar, le desea al
Dr. Solar una numerosa clientela."

IV.

Desde entónces, desde que la opinion pública y el juicio


autorizado de la prensa colmaron de satisfaccíon intima al
austero y noble magistrado, el Dr. <1N Solar se encuentra
208 APUNTES D10GRÁ¡"ICOf:,

ejerciendo su delicada profesion de abogarlo y ha conse-


guido formar uno de los estudios ma!! concurridos, defen-
diendo muchas de las mas árduas cuestiones que se han
presentado en el foro de la provincia, y obteniendo verda-
deros triunfos en favor de los derechos que patrocinaba.
Corren impresos, formando un pequeño libro, algunos
de sus notables trabajos jurídicos referentes á la cuestion
seguida sobre rehabilitacion del demente D. Ventura Andino,
que ganó con costas, y otros escritos en favor de la Muni-
cipalidad de esta ciudad, de quien ha sicJ() abogado durante
tres años, defendiéndola siempre con el mayor empeño.
Hemos oido que próximamente publicará un trabajo de
importancia y de estension en el que debe consignarse la
defensa qu~ ha hecho del General D. Ricaruo Lopez J01'-
dan, en la causa que se le sigue ante el J,uzgado Nacional
de Seccion con motivo de las revoluciones que ha encabe-
zado en la provincia de Entre-Rios.
El 4 de Febrero de 1872 el departamento del Rosario
lo elegió con los Doctores D. José M. Zuviría, D. Eusebio
Ocampo, D. Milciades Echagiie y el Sr. D. Pascual Rosas,
para formar parte de la Convencion que reformó la consti-
iucion de la provincia de Santa Fé, siendo uno de los que
supieron empeñar su patriotismo é inteligencia por la inde-
pendencia inmediata del poder municipal y por otras urgen-
tes reformas liberales que triunfaron al fin.
En 1873 entró á desempeñar gratuitamente en el colegio
·de Santa Rosa, en esta ciudad, la cátedra de Derecho Civil,
cuyo servicio continúa prestando en el Colegio Naeional; y
bajo sus auspicios unidos á los importantísimos de los Doc-
tores Zuviría, Gonzalez y Reyna, catedráticos de otras asig-
naturas de derecho, se han' formado con el mejor éxito va-
rios jóvenes en eu carrera de la jurisprudencia, como ser
los señores Escalera, Paula, Leon, Sanchez, Hernandez,
Carrasco, La Palma, Velazco, Rosas y otros que no recor-
damos y que son hoy abogados.
NICANOR GONZALEZ DEL SOLAR 209

Las sérias tareas que siempre han pesado sobre el Dr.


del Solar, no le han impedido colaborar con altura en fa:
prensa periódica de esta ciudad, defendiendo á cada paso
los principios liberales y los caros intereses del pueblo, y
durante cuatro ó cinco meses redactó el diario El Mercurio
durante su primera época, y fué el primero en proclamar y
sostener desde sus columnas la candidatura del Dr. Don
Adolfo Alsina para Presidente de la República, candidatura
que sostuvo en el periodismo y en los comicios con todo el
valor y con todo el entusiasmo de un espíritu arlliente y
patriota.
A principios de 1876 el gobernador de la provincia de
Corrientes Sr. D. José Luis Madariaga le ofreció la cartera
del Ministerio de Hacienda, que no aceptó el Dr. del Solar,
no obstante el empeño con que fué llamado por el gobierno
y por los numerosos amigos que tiene en aquella provincia.

V.

Hemos dejado de consignar otros raf,lgos de la vida


pública del Dr. del Sol al', los cuales acreditan que siempre
estuvo solícito al servicio noble y desinteresado de la justi-
cia y de la inocencia perseguida, prestando su valioso apoyo
á cuantos -le pidieron el concurso de sus esfuerzos y de su
inteligencia.
Víctima tambien de} la política y de la exaltacion de
los partidos, sufrió con ánimo sereno la prision y destierro
momentáneo impuesto en 1876 conjuntamente ,?on su her-
mano el Dr. D. Meliton, con el Dr. Molina y con los se-
ñores D. Camilo Aldao, D. Tomás CuUen, D. Ovidio La-
gos y' Comandante Gorosito.
Con~ecuente :"iempre con sus ideás', posteriorrnent9..entrú
"27
210 . APUNTES D10GRÁFICOS

á formar parte del centro político creado en e!'5ta ciudad bajo


la denominacion de "Club Union Nacional," siendo uno de
los secretarios de su Comision Directiva.

En el hombre hay algo poderoso, grande; algo de mis-


terioso que se agita incesantemente, que lucha sin tregua
por alcanzar el ideal de sus aspiraciones.
En ciertas fisonomias evidentemente frias, mudas, he-
ladas; fisonomias de mármol que nada revelan, que nada
descubren, no se nota el choque violento de encontradas y
terribles pasiones.
En otras, por el contrario, dulces ó de severa acen-
tuacion de lineas, francas ó profundamente graves, se des-
taca la tranquilidad ó el continuo batallar del alma, el de-
seo limitado á las elevadas aspiraciones.
A estas últimas pertenece la del Dr. D. Nicanor Gon-
zalez del Solar. De espaciosa frente sobre la que á veces
juguetean algunos rizos de su cabello; de negros y rasga-
dos ojos, tez morena, de maneras desenvueltas y esencial-
mente delicadas y de conversacion agradable, su manera de
,ser despierta I~ atencion y acaba por seducir.
Apóstol ardiente de los principios liberales, en la tri-
buna se ha mostrado independiente y en los comicios pú-
blicos se ha presentado risueño á afrontar los peligros ó
las consecuencias del combate
Defensor de l,a justicia y de la desgracia, jamás ha es-
cuchado indiferentemente el clamor de los pueblos, ni el
quejido desgarrador de la miseria.
Siempre franco, siempre activo, siempre generoso, abogó
de una manera decidida por la fusion de los partidos 'lue
NICANOR GONZALEZ DEL SOLAR 211

dUl'ante una sél'ie de años han venido despedazando á la


hCl'óica provincia de Santa Fé.
Nel'viosa declamacion, razonamiento inflexible, firmeza
en los principios, en el Dr. del Solar todo se precipita á
manera de un torrente, todo corre en medio de la popula-
ridad que ha merecido; pero todo tambien se adorna con
la modesta corona de laurel de Atenas y jamás con la au-
reola imponente de la terrible virtud Licurgiana.
El Dr. del Solar desempeña en la fecha su ministerio,
y sin percibir remuneracion de ningun género, es catedrático
de derecho romano en el Colegio Nacional del Rosario y
últimamente ha sido nombrado por el Ministerio de Justicia,
Culto é Instruccion Pública, catedrático de Instruccion Cí-
vica y Gramática Razonada en el mismo establecimiento.
MARCBLO GRONDONA
Agrimensor.

1.

En la antigua Liguria se alza la opulenta y comercial


ciudad de Génova, patria del inmortal Colon, bañada por el
golfo de su mismo nombre y teniendo á sus espaldas los
montes graníticos que la separan de la histórica Alejandria
y de la tierra de los Longob~rdos.
El sol que esmalta sus fértiles campiñas y el mar que
lame los ricos mármoles de sus palacios, atestiguan el ca-
racter laborioso y emprendedor de los que nacen en su suelo,
que dedicados preferentemente á la industria y al comercio,
han hecho de Génova un emporio de riqueza y UD centro
donde la inteligencia y las bellas artes encuentran un vasto
campo para su desarrollo.
Es así como se explica que bien se la encuentre en la
antigüedad como república y guerrera, Ó bien monárquica
y mercantil en los tiempos modernos, sea ella uno de los
pueblos en cuyos hijos domine la pasion por lo descono,?ido;
es así como se comprende que la ciudad de Génova y su fé¡:til
territorio haya producido y produzca aún marinos empren-
dedores y atrevidos, que en alas del espíritu de comercio
han hecho conocer su idioma y su patria en Jos mas apar-
tados confines de ambos hemisferios:"-
214

Allí, en esa grande y henDosa ciudad, bajo el cielo pu-


rísimo de la. poética 1talia y respirando las brisas del mar
que la baña, nació el 16 de Enero de 1831 D. Marcelo
Grondona,hijo de D. José Grondona, comerciante, y de Da
Maria Cipolina.
La vocacion decidida del jóven Grondona por la náutica
inclinóle á estudiar las matemáticas y á hacer despues al-
gunos viajes en calidad de piloto, aunque era por entánces
de corta edad.

11.

En 1849 llegó por primera vez á Montevideo y al año


siguiente se trasladó á Buenos Aires donde, habiendo con-
traido y cultivado estrecha amistad con el aventajado pro-
fesor Pitaruga, se dedicó á la arquitectura.
Este importante ramo de las bellas artes no ofrecia por
entónces en la República una halagiieña perspectiva, y si
bien ia confeccion de planos, el dibujo, etc. enriquecieron
Jos conocimientos del alumno, en 1852 iuvo que partir á
Corrientes acompañando á su hermano D. Nicolás Gron-
dona, hábil geógrafo que residió muchos años entre noso-
tros ejerciendo su profesion de ingeniero, cuyas obras cor-
ren impresas con merecida aceptacion pública y cuya muerte
repentina acaecida hace pocos meses en Buenos Aires, es
una pérdida sensible para ]a estadística y ]8: geografia Ar-
gentina.
Los ca-tastros de Corrientes, Goya y Bella Vista fueron
levantados por ambos hermanos Grondona, y en el plano
de la provincia d~ Buenos Aires preparado por D. Nicolás,
D. Marcelo tuvo tambien una parte importante.
A mediado de 1855 D. Marcelo Grondona fijó definiti-
vamente su residencia en el Rosario de Santa Fé, ocupán-
dose con su citado hermano en trabajos geodésicos y cola-
MARCELO GRONDONA 215
borando en la obra que este publicó y que lleva. por título
Monumento Nacional destinado a conmemorar los notablés
hechos de armas que tuvieron pOI' teatro una gran parte
de la America del Sur, al mismo tiempo que a perpetuar
las dos baterias, Independencia, establecida en la isla frente
al puerto del Rosario, y Libertad, ubicada sobre la bar-
ranca del rio Parana, en la misma ciudad, en las cuales
enarboló por primera vez el pabellon patrio el ilustre gene-
ral D. Manuel Belgrano, a las seis y media de la tarde del
dia 27 de Febrero del año 1812.
La medicion y delineacion del pueblo de San Lorenzo
como tambien la de los terrenos para quintas, fueron con-
fiados a D. Marcelo Grondona en 185!> y 66, Y en 1870 el
gobierno de la provincia le nombró agrimensor fiscal co-
misionándole para levantar los planos de varios terrenos
fiscales en el municipio.
Débese á él la delineacion de la importante colonia
"Jesus Maria" de propiedad de los señores Aldao y Cu-
Hen, la de "Caridad," é igualmente la del hoy adelan-
tado pueblo del Carmen del Sauce.
A veinticinco leguas próximamente de la ciudad del
Rosario y en medio de la vasta zona pampina se encuentra
la floreciente colonia "San José de la Esquina," la cual
fué trazada tambien por dicho agrimell60r y por ómen del
gobierno nacional.

El señor D. Marcelo Grondona, consagrado esclusiva-


mente á su profesion y Ia,borioso por índole, es un agl'i-
mensor de reputacion, á lo que se agrega que posee la.his-
toria, puede decirse así, de casi todos los terrenos del mu-
nicipio; facil,itandole estos conocimientos y su larga práctica
las operaciones geodésicas mas difíciles y complicadas .

•.
IAOBIOIO IBBTZ
Doctor en Iledioina, Cirujía y Obstetrioia.

I.

La Europa fuertemente conmovida por el coloso del si·


glo, por Napoleon J, y en particular la Alemania, comen-
zaba en 1820 á respirar una atmósfera. de paz, y las puer-
tas de las Universidades cerradas como el templo de los
antiguos romanos, durante la época en que el cañon y la
espada eran la razon suprema, volvian á abrirse para se-
¡¡alar una era de reparacion y de lucha tranquila y fecunda
para los pueblos del viejo continente.
El prisionero de Santa Elena, nuevo Prometéo encade-
dado á una roca volcánica y solitaria colocada en la in-
mensidad del océano, habia dejado de existir con la gran-
deza de sus grandes hechos; y solo á ese precio, solo con
la certeza de que no volveria á repetirse el desembarque.de
Frejus acaecido el 1? de Marzo de 1815, pudo la Europ~
que tomó parte en la Santa Alianza verse libre de peligros
y sobresaltos.
La paz, como decimos, renacía en 1820, y en Kiel,
ciudad muy importante de Alemania, nació el 13 de Mayo
de ese ano el Dr. D. Mauricio Hel't,z, que abandonando Ola!';
28
218 APUNTES BIOGRÁFICOS

tarde su patria debia formar hoy entre nosotros una fa-


milia honorable, siendo al mismo tiempo un bienhechor de
la humanidad.
A la edad de diez y ocho años, esto es, en 1838, ter-
minados sus estudios preliminares, el jóven Hertz entró á
estudiar medicina en la U ni versidad de Kiel.
Allí permaneció sin interrupcion alguna dos años, y en
1840 se trasladó á Berlin, una de las mayores y mas her-
mosas ciudades de Europa, donde obtuvo el diploma de
médico, como premio merecido á sus estudios y contraccion.
Su vocacion por la ciencia, su espíritu investigador y
ávido de saber, le indujeron á dejar varios centros popu-
losos, dedicando su tiempo á la observancia práctica en
los hospitales, por lo que mereció la distincion de ser nom-
brado médico auxiliar del hospital de inválidos de Echernforde.
El destino que parece guiar al hombre, hizo que el Dr.
Hertz se dirijiese á la República Argentina, y en 1844 de-
sembarcó en Buenos Aires, donde rivalidado su título de
médico permaneció ejerciendo su profesion hasta 1847.
A mediados de este año llegó por primera vez á esta
ciudad del Rosario que entónces no era un pueblo impor-
tante por su poblacion, comercio y adelanto, y despues de
algun tiempo de residencia durante la cual su gran prác-
tica y acierto le conquistaron fama y aprecio, se trasladó
á la de Santa-Fé.

II.

La caida inevitable del tirano Rosas prometia abrir


nuevos horiumtes al Rosario, y el Dr. Hertz que habia
ofrecido desinteresadamente sus servicios al ejército liberla-
dor, regresó á esta ciudad haciéndose' 'Cargo de los Hospi-
MAURICIú HERTZ 219

tules militares que habian quedado en ella cuando el Gene-


ral Urquiza emprendió la cruzada que habia de acabar con
el poder absoluto del Dictador, y despues del memorable 3
de Febrero de 1852 quedó, puede decirse, fijada su reSI-
dencia entre nosotros.
Creado en 1854 el Hospital de Beneficencia que hoy
~xiste dirijido como siempre por nobles y generosas damas
pertenecientes á la primera sociedad, el Dr. Hertz, asocia-
do á sus colegas los distinguidos Doctores Riva y Rodri-
guez Amoedo, prestóle sus servicios durante muchos años
sin que le guiara el mas insignificante interés, y solo mas
tarde le fueron remunerados con un modesto sueldo.
Motivos particulares que n!> son del caso consignar,
hicieron que el Dr. Hertz renunciara en 1876 el cargo de
médico de dicho Hospital, donde tantos y tan señalados
trabajos prestó á cuantos desgraciados se albergaron alJí
en el trascurso de una larga série d~ años, lo cual consti-
tuye un título digno de merecer la consideracion pública,.
Durante la administracion del gobierno del Sr. Oroño
formó parte, con los Doctores Verdier y Vicente García,
del primer Concejo de Higiene que funcionó en el RO$ario,
y c~ando la guerra del Paraguay fecl~mQ sus servicios,
los prestó con la decision de siempre, siendQ durante al-
gun tiempo miembro de la Comision Sanitaria que residia
en la ciudad de Corrientes, á donde le fué necesario tras-
ladarse abandonando su clientela y los goces del hogar.
Tanto en los Hospitales de Corrientes como en el mis-
mo ejército, el Dr. Hertz llevó á los que sufrian el con-
suelo de su ciencia y de su larga práctica.
Hubo un tiempo en que el terrible viajero del Ganges
apareció por primera vez en el Rosario, sembrando la muer-
te y el terror; el Dr. Hertz entónces fué encargado del
Hospital de coléricos fundado por la Municipalidad, y aun
cuando en el spgundo cólera no aceptó igual cargo, asistió
gratis á innumeraLles coléricos· y llevó su abnegacion has-
APUNTES BIOGRÁFICOS

ta trasladarse á Villa Nueya, en la provincia de Córdoba,


á prestar su auxilio á sus moradores durante ese período
de epidemia.
liemos dicho que desde 1876 el Dr. Heriz dejó de ser
médico del Hospital de Beneficencia, y agregaremos que,
sin cargo público, se encuentra consagrado al ejercicio de
su profesion.

Como individuo particular es el Dr. D. Mauricio Hertz


un cumplido caballero, y debido á su carácter y á la larga
residencia en el país al que está vinculado intimamente, es
generalmente estimado y no hay quien desconozca sus mé-
ritos y sus excelentes condiciones, pudiendo decirse que tie-
ne, y con harta justicia, una posicion respetable y desaho-
gada en nuestra sociedad.
Como médico, sus colegas le estiman y le reconocen
conocimientos y una práctica que, unida á su espíritu ob-
servador, le hacen ser un severo consejero en los casos de
consulta profesional.
OVIDIO LAGOS
Periodista.

1.

Hijo de una modesta pero honrada familia, naci<i en la


ciudad de Buenos Aires el 31 de Agosto de 1825 el Sr. D.
Ovidio Lagos, siendo bautizado en la Parroquia de la Ca-
tedral al Sur. Fueron sus padres D. Joaquin Lagos, comer-
ciante al por menor primeramente y al por mayor despues,
establecido en la Recoba Nueva y en seguida detrás del con-
vento de Santo Domingo, y Da Norberta Nim, hija de D. Pe-
dro Nim, capltan del virrey, quienes gozaban, á pesar de ~u
humilde posicion, del aprecio de cuantos reconocian sus
buenas cualidades.
El jóven Lagos contaba diez años cuando entró á cur-
sar los estudios primarios en la Escuela Normal de· Don
Antonio Fernandez, ubicada á inmediaciones qel convento
de San Francisco; pero habiendo emigrado su padre á Mon-
tevideo en 1839, fué colocado de dependiente en el almacen
de D. Mariano,Muntaner por su bu~na madre que ilin bie-
APUNTES mOGRÁFICOS

nes de for~un3 y con cuatro hijos, quiso ante todo que ellos
educaran en la e~cuela del trabajo.
l:'C

En los pocos momentos de descanso que el Sr. Mon-


tanel' eoncedia al j()ven Lagos, este los empleaba en adqui-
rir los primeros rudimentos elementales en una escuela
pública que existia en la Capitania del Puerto, donde se
educaba tambien el hoy coronel D. Bartolomé Cordero; pero
bien pronto se vió en la necesidad de cortar su aprendi-
zaje á causa de las atenciones del almaceno
Despues de tres años de un trabajo incesante mereció
una habilitacion que algun tiempo mas tarde dió mal resul-
tado, porque su carácter franco le indujo á depositar su
confianza en todo el vecindario, que por cierto le recom-
pensó muy mal; tornando á casa de su patron donde per-
maneció ocho meses, hasta que habiéndose interesado por
él D. Florenci() Escardó, propietario de una roperia situada
en la esquina de ·las calles Piedad y San Martin, donde
hoy existe la armeria Bertonet, lo solicit6 para su negocio.
El Sr. Escardó, valorando la actividad y honradez del
jóven Lagos, lo trató con interes y le demost~ó verdadero
cariño; pero la viruela arrebató para siempre al generoso
protector del pobre niño; la tienda se cerró, y entónees por
un sueldo harto mezquino entró de dependiente en una mer-
ceria de la calle victoria, casa del Sr. Parodi, qua existe aún.
Debernos hacer constatar que mientras el Sr. Lagos fué
empleado en las diversas casas comerciales, todo su. sala-
rio lo invertia en el sosten de su madre y hermanas sin
que dispusiera de la mas insignificante cantidad para sus
necesidades particulares, y este proceder desinteresado le va-
lió que su superior le confiara la compra de artículos y su
venta en plaza, cuyas operaciones realizadas con. tino pr<r
dujo tan buenos resultados, que hubo dias en que el jóven
dependiente ganó por su parte líquida doscientos y tantos
pesos papel que su principal entregaba á la señora de La-
gos, sin que su hijo dispusiera de ninguna suma.
oVlrJ/o I.AGO~ ',?,'!3,

11.

Despues del fallecimiento del malogrado Escardó, Don


Florencio Montaner propuso al Sr. Lagos una habilitacion que
consistia en un almacen al por menor, y no obstante de ser
poco favorable, pues se reliuda á entregar al habilitado un
diez por ciento de las utilidades, él aceptó, no por su in-
terés, sinó por un fin mas elevado, mas grande: porque
así contaba con una casa para su familia.
Convencido algun tiempo despues que nada absoluta-
mente podria conseguir de la habilitacion y que trabajaba
sin descanso de una manera inútil, concibilí por el año 1846
la idea de dedicarse á la tipografía.
Este pensamiento lo consultó el Sr. Lagos con un pa-
riente, quien le ofreció un domicilio para él y su familia
aconsejándole á la vez que siguiera sus loables aspiracio-
nes, y en consecuencia se separó del negocio en la mejor
armonia, manteniendo sus relaciones con su socio hasta el
dia de su muerte.
Verificada la separacion, fué admitido inmediatamente
que lo solicitó en la tipografía de D. Pedro de Angelis.
El Sr. Lagos no poseía por entónces esos grandes co-
nocimientos que se adquieren en largos aiios de estudio y
contraccion; su existencia habia corrido en medio del tra-
bajo material, ímprobo, doloroso, y alejado por su suerte in-
fausta de los grandes centros de enseñanza; pero su natu-
ral disposicion y su fuerza de voluntad presto allanÓ l~s
dificultades, y allí, en aquel establecimiento tipográfico, no
solo hizo progresos en el estudio, sinó que se distinguió en
la encuadernacion, en la pl'en~ay en la composicion.
Al en11'ar á la imprenta se le aC1'Wdal'On doscientos pe-
sos moneda corriente mensuales; medio año despues ganaba
APV~TE~ mnGR..\FICO~

cuatrocientn,>, y la~ retribucionc::. f)UC conseguia por su::. tra-


bajo!; extraordinarios ascendian á mucho mas de su l'\ueldo.
Con el f['uto, pues, de su trabajo tenaz y de sus desvelo::.
sostúvo mouesta pero decentemente á !",u familia.
D. Pedro de Angelis, su espo!;a y D. José Venzano,
socio en el ef5table(4imiento tipográfico, le demostraron á
cada paso una marcada distincion por su actividad é inte-
ligencia, hasta el punto de que este señor le hiciera una
vez un regalo pecuniario además de abonarle su sueldo,
porque habia oLtenido mayores sumas de dinero que el
mismo regente de la .imprenta, debido á sus tareas crecidas
é incesantes.
En 1847 la posicion del Sr. Lagos era un tanto desa-
hogada y su. porvenir se dibujaba con bellos colores. Go-
zaba de un sueldo de quinientos cincuenta pesos moneda
corriente y otra cantidad igual obtenia mensualmente por
sus trabajos extraordinarios; la suerte cansada de perse-
guirle, se mostraba amiga, y entónces él, querido de sus
super'iores, estimado de sus camaradas y respetado de todos
Jos que le conocian, contrajo matrimonio á fines del mismo
año con una virtuosa jóven perteneciente á una familia po-
bre pero honrada.
Hasta 1852 permaneció en el establecimiento tipográ-
fico del Sr. de Angelis, tranquilo y feliz con el aprecio que
habia merecido y con su modesta pero tambien desahogada
posicion que habia conquistado á trueque de continuos sa-
crificios, sin que descubriera por enoonces una sola nube
que fuera á empaimr el cielo de su existencia.

I11.

Fatídico era el silencio que en la mañana del 4 de Fe-


brero de 1852 reinaba en las calles de la por aquella época
desgraciada Buenos Aires; una atmósfera. pesada, irritante,
OVIDIO LAGOS 225

una atmósfera de sangre abatia el espíritu de los oprimidos


habitantes de la Atenas del Plata.
Una tranquilidad casi absoluta, fúnebre, aterradora, habia
sucedido al movimiento febril de la poblacion; las vias pú-
blicas se encontraban desiertas; un temor poderoso, abru-
mador, inmenso, obligaba al ciudadano Ji permanecer al
lado de los seres queridos, en tanto que Lagos sobreponién-
dose al espíritu público y al estado en que se hallaba la
ciudad, se dirijia velozmente á la tipografia, en donde fué
recilfido con manifestaciones de regocijo por el Sr. de Angelis.
Ningun operario habia concurrido al trabajo y sin em-
bargo se necesitaba uno que fuera activo, leal para con
sus amigos, reservado y valiente hasta exponer la cabeza,
pues se trataba de componer é imprimir un decreto nom-
brando gobernador al Dr. D, Vicente Lopez, al mismo tiempo
que una proclama del general Urquiza.
El jóven Lagos se comprometió á dar cima al trabajo,
y poco despues cumplia con su palabra, mereciendo las ma-
yores y expontáneas ofertas del Sr. de Angelis y un obse-
quio pecuniario con que le demostraba su estimacion.
El 6 de Diciembre del mismo año estallaba en la pro-
"incia de Buenos Aires la revolucion encabezada pOI' el
general D. Hilario Lagos, y aunque antes de este suceso se
habia organizado la Guardia Nacional, en la cual se formó
una compañía de tipógrafos que eligieron para capitan á D.
Eudoro Carrasco y para teniente primero al SI'. Lagos; eH
ese momento supremo muy pocos fueroll los que se IWP-
sentaron al cuartel, y entre ellos se, hallaba el jóven teniente
que fué á ponerse a las úrdenes del Coronel Albariüos.
El dia' 10 del mismo mes, organizada la defensa d.e la
ciudad, el Sr. Lagos ocupó la plaza de Lorea á la cabeza
del batallon y haciendo las veces de segundo jefe; hasta que
tomaI'on posesion de las azotea~ inmediata!';, como plan es-
tratégico propuesto pOl' él al coronel Diaz, 'lllIen JI) aceptfi
inmediatamente. 4t.
226 "APUNTES BIOGRÁFICOS

A la una de la maüana del 11 el coronel Diaz fué lla-


mado por órden superior, dejando al Sr. Lagos á cargo de
todas las fuerzas, quie"n durante los meses de Diciembre y Ene-
ro, al frente de sesenta hombres solamente, dejaba á retaguar-
dia todas las mañanas las trincheras para batirse con las
guerrillas de la infanteria enemiga.
El jefe del cuerpo D. Rutina Victorica pretendió que el
Sr. Lagos volviera á admitir en el cantan un Guardia Na-
cional que habia expulsado; pero este incidente que venia
á herir el proceder del jóven teniente, lo obligó á solicitar
su relevo, pasando en seguida al cuartel donde habian todas
las noches mas de doscientos soldados nacionales que acu-
dieron muchas veces á reforzar las guarniciones de la Con-
cepeion, Retiro y otros puntos.
Cuando la escuadra mandada por el valiente Coronel
Muratore fondeó en el puerto de Buenos Aires, el Sr. Lagos
al frente de ciento y cincuenta hombres fué enviado á tripu-
larla, cuyo delicado cometido dcsempci'ió con celo y actividad.

IV.

El SitiO que sufrió Buenos Aires, habia terminado.


Muchos de los compañeros del Sr. Lagos ocupaban di-
versos empleos mas ó menos lucrativos, mientras que él agra-
deciendo pero rech~zando tambien las reiteradas ofertas que
le hiciera el Administrador de Rentas Nacionales D. Pedro
Bernal y sus numerosos amigos, trocaba su espada de com-
bate por el componedor del cajista y se retiraba á la vida
modesta de otro tiempo, rehusando a:;Í distintos puostos pú-
OVrDro LAGOS 227
Micos y optando por una existencia pobre y humilde, ant~s
• (/ue pel'mitir qtle se sospechára jamás que habia sel'vido á
la sacrosanta causa de la libertad por el interés mezquino
de un empleo.
Trabajando, pues, en El Nacional y otras imprentas é •
invirtiendo sus cortos momentos desocupados en encuader-
nar libros á la rustica que le dejaban una regular utilidad,
permaneció hasta 1857, en que, por haber asumido un rol
acti'·o en el partido que acaudillaba D. Nicolás A. Calvo
y ser uno de los que con mas constancia adquirian armas para
la revolucion que hubo de estallar, se vió perseguido por la
policia, logrando al fin embarcarse para la ciudad del
Paraná.
Hasta la época en que tuvo lugar la batalla de Pavon,
el Sr. Lagos trabajó primeramente de cajista y despues en
calidád de regente en la imprenta de El Naeional A rgen-
tino; pero de regreso á Buenos Aires vol vió nuevamente á
dedicarse á la tipografía, al mismo tiempo que se lanzaba en
la arena del periodismo ventilando cuestiones que se rela-
cionaban con los inter.eses de la campaña.
Los señores Varela supieron apreciar las cualidades del
Sr. Lagos, no obstante de formar en las filas de esa opo-
sicion ardiente, tenaz y distinguida á que pertenecian tam-
bien los ilustrados jóvenes Juan Chassaing, el coronel Ar-
gerich, Lopez Torres, Cárlos Paz, Nicolás Avellaneda, José
M. Gutierrez, Lastra, Ojeda, Quirno Costa y tantos otros
que levantaron bien alto el nombre venerando de su cara
patria.
En medio de esa pléyades de corazones generosos y de
inteligencias elevadas descollaba la gran figura del bravo
Juan Chassaing, quien tan vivamente se interesó .por el Sr.
Lagos, que le ofreció encargarlo de su diario de la tarde
titulado El Pueblo, oferta que este rehusó, pero que acep-
tó despues de mucha instancia, mers~iendo toda la con-
fianza del jóven y valiente trilmno y recibiendo ámplias fa-
228 APUNTES BIOGRÁFICOS

cultades para administrar y regentear el citado órgano de la


prensa bonaerense. .
Hasta. despues de la muerte de su amigo Chassaing y
de su malogrado hermano Estevan, el Sr. Lagos permane-
ció en El Pueblo; pero en virtud de que este diario se tras-
pasaba al general Urquiza, se decidió trasladarse al Rosario
desde donde se le hacian propuestas que le auguraban nue-
\'05 horizontes.
En efecto; á principio de Agosto arribó á esta ciudad,
ocupándose inmediatamente en trabajar en' 'una ~tipografia,
hasta que habiendo recibido del Sr. D. Mariano Cabal una
carta de recomendacion para el Brigadier D. Justo José de
Urquiza, partió á fines del mes de Octubre para San José,
residencia del ilustre vencedor de Caseros, teniendo por
compañero de viaje al hoy coronel D. Leopoldo Nelson.
Al dia siguiente de llegar á San José el señor Lagos
y poco dispuesto á hacer ante sala, hizo decir al general,
con su edecan el Sr. Calvo, que se marcharia inmediatamente
si es que no podia conferenciar con él.
El general Urquiza le contestó que al siguiente dia lo
esperaba en su despacho, y á la hora fijada el Sr. Lagos
obtenia no tan solamente los recursos que solicitára. para
fundar un diario en el Rosario, sinó tambien una suscricion
por cien ejemplares y lo que es mas importante, la mar-
eada distincion del que destruyó para siempre el poder ti-
ránico de Rosas.

v.

Puco despues de estos sucesos, el Sr. Lagos se apres-


taba á entrar de lleno en el palenque delpeciodismo; las
dificultades desaparecieron ante la ruerz~ prepoteDte del tra-
OVlDro LAGOS

bajo; un instante fué suficiente para.yar cima á la obra"y'


el 15 de Noviembre de 1867 el JJ:heblo del Ro~arlfdeyú
por vez primera Lo. Capital, diario fundadO'.. por los seña...:
res Lagos y Eudoro Carrasco.
Desde entónces hasta hoy ese órgano de la prensa lo-
cal, ese defensor intransigente de los partidos, ideas y pro-
pósitos que ha levantado, ese valiente paladin, ha venido
sosteniendo una guerra terrible, poderosa, contra todo aque-
llo que á su juicio ha merecido la censura rígida, la conde-
nacion tremenda.
Grandes equivocaciones ha sufrido La Capital, pero
grandes conquistas ha obtenido tambien.

Cuando los arranques impetuosos del corazon, hijos de


las impresiones instántaneas que conmueven poderosatnente
el sistema orgánico, se sobreponen á la fria cuanto lógica
razon, las ideas como las moléculas aprisionadas en la ar-
diente caldera y sujetas á una elevada presion, chocan unas
con otras, se rebullen, se irritan, tienden á conseguir mayor
espacio, hasta que al fin haciendo un esfuerzo gigante, con-
vierten en menudos fragmentos las férreas paredes de su
prision.
El Sr. D. Ovidio Lagos, de carácter esencialmente li-
jero, emprendedor y audaz, de naturaleza inquieta, de ima-
ginacion soñadora, de corazon impresionable, se lanza como
una ftec,ha hácia adelante;no prevee los obstáculos, no mide
las distancias, nu se preocupa de su ""marcha; todo le pa-
A PUNTF.S mOGRÁ PICOS

rece f~icil, tollo sencillo, todo posible, porque lo ir:npele la


poderosa fuerza del momento, la impresion de .un instante.
Por eso le vemos desafiar el peligro en BU800S Aires,
afrontar las consecuencias en San losé, pespreciar su pri-
sion en el Rosario donde tuvo por compañeros á los doc··
tores Molina, Meliton y Nicanor Gonzalez del Solar, y á
los señores D. Tomás CuUcn y D. Camilo Alllao, y soste-
ner con salvaje altivez cuestiones múltiples en h.~"prcnsa.
Regular estatura, rápidos movimientos, ojos 8l'dientcs,
fl'Cnte espaciosa, constante inquietud y lije"m conversacion,
tales son los rasgos característicos del Sr. Lagos.
OÁRLOS LARBAVIDB
Teniente Coronel.

1.

Hijo de D. Calixto Larravide y de Da Martina Lima,


nació en la ciudad de Buenos Aires el 23 de Julio de 1835
('[ señor D. Cár'los Larravide.
Habiendo sentado plaza de sub-teniente, en 1854, en el
ejército de lo -que por entónces componia el Estado de Bue-
nos Aires, marchrJ con el regimiento" Granadel'os á ca-
ballo, " en el que se hallaba el hoy Coronel de la IH'ovin-
eia de Santa Fé D. Ricardo Baso, para formar parte del
cum'po del ejército del Sur comandado por el general Es-
calada.
En 1855 solicitó y obtuvo su baja; pero dos años des-
pues, esto es, en 1857 fué propuesto por el Comandante en
Jefe del ejército, General D. Juan Estevan Pedernera, para
teniente primero de la compañia suelta número 3 de ·in-
fanteria de línea, cuyo cargo aprobó el General. Urquiza,
incorporándo$e en el mismo ailo en el fuerte "3 d& Febrero,"
(Jl>ovincia de Córdoba, á la division del Sur.
Con motivo de la muerte del General Benavidez, mal'-
chó á San Juan en 1858 en calidad ac Ayudante del Gc-
232

neral Pedernera; r('gresando' á su ooel'po cuando terminlí


la campaña.
Cuando en el territorio de Córdoba ocurrió la subleva-
cion del "Tambito," en 1859, fué herido por una bala y
de un ballonetazo; y muerto en ese encuentro su capitan
D. Manuel Cantin, se le es tendieron los despachos de ca-
pitan con fecha 13 de Setiembre, á la vez que recibia ór-
den de pasar con su compañia á formar el plantel del ba-
tallon "Urquiza," en el que se le confirió el comando de
la compañía de granaderos.
En la batalla de Cepeda encontróse al frente de sus
soldados, y cuando terminó la lid se le ordenó quepasár-a
con los restos de su compañia al batallon "Palma" ó nú-
mero 1 de infanteria de línea, en donde por no tener colo-
cacion, pues estaba completa la dotacion de capitanes, fué
dado de alta por el general Santa Cruz en la brigada de
artilleria número 1 de línea, en cuyo cuerpo servia en clase
de sub-teniente el hoy general y Ministro de Guerra y Marina
D. Julio Roca.

11.

Hallándose con licencia en la ciudad del Paran á en


Diciembre de 1860, el Presidente de la República Dr. D. San-
tiago Derqui le comisionó para que condujera pliegos y co-
municaciones verbales de muchísima importancia para ante
el comisionado nacional coronel D. Juan Sua, á fin de que
interviniera en la provincia de San Juan; y por órden del
mismo comisionado recibióse del mando de la primera com-
pañía del batallon "Mendoza" que entónces se moviliz6,
siendo poco des pues herido de un balazo en la pierna de-
recha durante la batalla de la Rillconada del Pasito.
. . CÁRLOS l.ARRA.VIDE 233
1•

En el parte oficial de es~ hecho de armas, el Jefe de


Estado Mayor de la Divisi~ espedicionaria, coronel Don-
Cármen Domingu~ hizo una mencion honrosa del capitan
La.,.avide, y el gobernador de .1a provinc~ .,de Mendoza en
aquella épo~ coronel de la Nacion .p. Laureano Nazar,
con fecha 5 de Febrero de 1861 le estendió los despachos
de Sargento Mayor concebidos en los siguientes significa-
tivos términos:
"El Gobierno de la Provincia de Mendoza - Atendien-.
do á los méritos y servicios del Capitan de Infanteria del
Ejército Nacional, D. Cárlos Larravide, y como un premio
acordado á su brillante comportacion en la glorios~ jorna-
da del 11 de Enero en los campos de la Rinconada del
Posito, ha venido en conferirle el empleo de Sargento Ma-
yor de la Provincia, etc."
Con fecha 11 de Abril del mismo año el Presidente de
la República le estendió los despachos de Sargento Mayor
de Infanteria del Ejército Nacional, con la antigiiedad del
primero del mismo mes.
Como segundo jefe del batallon "Derqui" hallóse en la
batalla de Pavon; y habiéndosele ordenado que se pusiera
á las órdenes del gobierno de la provincia de ~an Luis,
marchó desde Rio Cuarto con el coronel Clavero á orga-
nizar fuerzas en Córdoba, encontrándose con dicho jefe en
el combate de los Hornos, donde despues de una emperlada
lucha tuvieron que replegarse con pocos soldados al punto
en que se encontraban los corpneles Videla con el regí-
miento 3 de dragones de línea.
Poco tiempo despues de estos sucesos, el Sargento Ma-
yor Larravide trató de emigl'ar con once compaücros ~as
á la República de Chile; pero sorprendido en una madru-:-
gada del mes de Enero de 1861, fué hecho prisionero del
cOI'onel Sanchez, (luien le hizo sufrir toda suerte de vejá-
menes entregándolo en scguidaal gobicr'no rte· M~ndoza,
(1'le como enemigt) político le puso una'" bal'ra de gl'illos y le
::lO
234 APUNTES BIOGRÁFICOS

tuvo preso durante un mes y veintidos dias, concediénrlolp


al fin la libertad.
Entónces ausentándose de la tierra en que imperaba
un partido que le era contrario, pasó á la República Orien-
tal del Uruguay.

111.

El general D. Venancio Flores al frente de un ejército


compuesto de orientales y brasileros invadió en dia ·fatal su
misma patria.
El Mayor Larravide ofreció entónces sus servicios al
gobierno del señor Berro, quien le reconoció en el empleo
conferido por el de la República Argentina, espidiéndole al
efecto los despachos correspondientes y nombrándole Jefe
del Detall de Paysandú bajo las órdenes del coronel Pini-
lla Jefe Político y Militar de la plaza, quien le encargó del
Estado Mayor de la guarniciono
Desempeñando este cargo y con el mismo jefe sirvió
durante toda la guerra civil promovida por el general Flo-
res, hasta que en el mes de Setiembre de 1864 el valiente
general D. Leandro Gomez le envió en calidad de coman-
dante militar de Fray Bentos con cien infantes del batallon
."Defensores número 3 de cazadores" comandado por el
sargento mayor D. Hilario Dobal, y con una compañia de ca-
balleria, permaneciendo en dicho punto hasta que á fines del
mismo mes recibió órden de replegarse á Paysandú, lo que
en efecto ejecutó, haciéndose cargo inmediatamente del Es-
tado Mayor que durante su ausencia desempeñaba el en-
tónces teniente coronel D. Belisario Estomba, jefe del bata-
lIon "Defensores."
En todos los hechos de armas que tuvieron lugar en
la heroica plaza. de Paysandú durante la lucha fratricida y
CÁRLOS LARRAVIlJE 235

el sitio impuesto por el general Flores, el mayor Larravide


se encontró en el puesto que sus jefes superiores le de-
signaron.
Él es acreedor á una medalla de oro acordada el año
64 por el gobierno oriental á los jefes de esa guarnicion
que supo protejer el desembarque de la compañía del ca-
pitan Formoso, quien desde el Salto llegaba á reforzar la
plaza, lo cual no podia efectuarlo por impedírselo las fuer-
zas del general Flores; como tambien por haber rechazado
con bravura los ataques que este jefe llevara á las trincheras:
El 6 de Diciembre de 1864 el ejército sitiador en com-
binacion con algunas cañoneras de la marina de guerra bra·
sil era, arrojóse sobre la inmortal plaza de Paysandú al mismo
tiempo que era bombardeada. terriblemente. Sus defensores
disputándose los puestos de mayor peligro, lucharon deses-
peradamente hasta que cayeron bajo sus humeantes ruinas.
Leandro Gomez, el jefe heroico de la reducida guarnicion,
el génio de una defensa titánica, cayó tambien; pero la
gloria gravó su nombre en el templo de la inmortalidad.
En honor de este hecho de guerra, el gobierno oriental
decretó los cordones que acreditan el valor de los sitiados
de Paysandú, y el mayor Larravide es uno de los acreedo-
res á ellos.
En la madrugada del 31 del mismo mes y año fué el
primero, conjuntamente con el entónces teniente Diaz, hoy
teniente coronel y cónsul oriental en Marsella, en romper
un fuego nutrido y mortífero desde la bateria "Libertad"
sobre el ejército brasilero.

IV.

Al fin de la empeñada lucha, la plaza de Paysandú su-


cumbió siendo tomada por el enemigo el dia 2 de Enero
de 1865. 4.
APt:NTES BIOGRÁFICOS

Favol'eciuo el mayor Larravide por un pariente suyo


que servia en calidad de jefe en el ejército sitiador y por el
comandante Aberasture, escapó de caer prisionero refujián-
uose en la cañonera española l/ál Ras.
Dias despues se presentó juntamente con el mayor
Garcia y doce oficiale!:> mas al Presidente de la República,
quien le concedió un ascenso, recibiendo en consecuencia
los despachos de teniente coronel de infanteria de línea de
l~ República Oriental, fechados en 1 ~ de Abril del mismo año.
Dueño el general Flores de la ciudad de Montevideo,
el comandante Larravidc emigró á la provincia de Entre-
Rios, en donde permaneció retirado á la vida privada hasta
el 68 en que llegó al Rosario de Santa Fé, desempeñando
en este punto por espacio de algunos meses el empleo de
oficial 2'? de la Gefatura Política; pero habiéndosele con-
fiado el mando del batallon "Gendarmes," emprendió con
este cuerpo la campaña á Entre Rios cuando dicha provin-
cia se encontró convulsionada despues del asesinato del
brigadier general D. Justo José de Urquiza.
Al regresar' de la campaña, hallábase al frente del go-
bierno de la provincia de Santa-Fé el Dr. D. Simon de Irion-
do, quien le pidió que continuára comandando el batallon
" Gendarmes;" pero rehusando este cometido aceptó el nom-
bramiento de Comisario de Órdenes del Departamento del
Rosario.
Invadida la República Oriental por el General Aparicio
y pacificada despues, el gobierno cumpliendo con el compro-
miso que contrajo, reincorporó haciéndoles los ajustes de los
sueldos desvengados á todos los jefes y oficiales de linea
que se hallaban emigrados; y corno en este caso se encon-
traba el Comandante Larravide, renunció el empleo que de-
sempeñaba y se trasladó á Montevideo.
Cuando en 1874 estalló la revolucion encabezada por el
General D. Bartolomé Mitre, hallábase en el Rosario con
licencia el Comandante Larraviue, y ~abiéOllole propuesto
C,\RLUS LARRAVIDE 237
el Gobierno dc la Provincia de Santa-Fé que t'ormúra un
batallon, él aceptó, organizando en seguida el cuerpo que se
df'nomin6 "Batallon Avellaneda," para lo cual le sirvió de
plantel el escuadron de "Seguridad de Frontera."
Apercibido el Gobierno de la República Oriental del ser-
vicio que este jefe prestaba en la República Argentina, le
lIam6 por edictos emplazándole para que se presentára al
E!:;tado Mayor en el perentorio término de treinta dias. En-
tónces la revolucion se encontraba en su apogeo y el Co-
mandante Larravide con su batallon perfectamente organiza-
do se hallaba con órden de marcha; en consecuencia, pro-
sentábasele una dura disyuntiva: ó desobedecia al llama-
miento de su Gobierno, ó abandonaba el cuerpo que se le
habia confiado; pero comprendiendo lo desdoroso que le se-
ria alejarse de su batallon en los momentos mas difíciles
y cuando estaba próximo á marchar á campaña, prefirió
ser borrado de la lista militar de la República Oriental, lo que
realmente sucedió, antes. que dar lugar á presunciones er-
róneas, pero enojosas.

En el empleo de Recaudador de Rentas del Departamen-


to del Rosario de Santa-Fé permanece hasta la fecha el Co-
mandante D. Cárlos Larravide, desde que renunció el co-
mando de su batallon, pues no le pareció digno marchar
con él de guarnicion á la frontera en calidad de jefe de
Guardias Nacionales, des pues de terminada la revolucion
del 74, siendo así que sus despachos se encontraban en el
escalafon de los jefes de línea.
BICETO LArOIRE
Dootor en Jurisprudencia

J.

Pocos dias habian trascurrido desde que se reuniera el


Congreso Constituyente en la ciudad de Santa-Fé en 1853.
En momentos en que las provincias del Norte festeja-
ban con regocijos públicos ese plausible acontecimiento de
tanta trascendencia para la República, nació en Salta, en
una parte de aquel territorio que escuchó en 1813 el invi<r
lable juramento de fidelidad prestado por las huestes argen-
tinas al pabellon blanco y azul, tremolado por el robusto
brazo del inmortal Belgrano al atravesar la corriente del rio
Pasage, el Dr. D. Aniceto Latorre, hijo del General D. Ani-
ceto Latorre y de la respetable matrona Da Lorenza Arias.
Despues de haber adquirido los conocimientos elemen-
tales en la pura y cristalina fuente del hogar paterno, in-
grcsó en el importante colegio de "San José," fundado en
la capital de su provincia, donde permaneció algun tiempo
estudiando algunos ramos de instl'uccion secundaria.
Al ailo siguienl.n de hahcrRc créado y establecido los
240 APUNTES B10GHÁFICOS

colegios nacionales, y con el objeto de continuar sus estu-


dios preparatorios, se matriculó en el do Salta, para lo
cual el Gobierno de la Nacion le ~cordó una veca, recom-
pensando así los relevantes méritos y numerosos sCl'vicio~
prestados por su padre á la causa de la libertad en distin-
tas épocas y en momentos supremos.
El jóven discípulo supo aprovechar las lecciones de e.us
avent.ajados maestros, y no es de estrañar por consiguiente
que durante los cinco años que permaneció en el refel'ido
establecimiento de educacion, fuera objetO"· de acentuadas
distinciones de parte del personal docente, y que desempe-
ñára primeramente y .por una larga época el carg() de bedel
y mas tarde el de profesor interino de geografía.
U na vez que terminó los cursos preparatorios de una
manera tal que bien podia satisfacer al alumno mas deli-
cado y exigente, dejó su ciudad, y munido de todos los CCl'-
tificados que comprobaban sus estudios, exámenes y clasi-
ficaciones honrosas obtenidas, partió para Buenos Aires,
en Abril de 1872, ingresando inmediatamente en la Uni-
versidad con el noble propósito de comprender lm toda su
latitud la ciencia del derecho, cuyas cátedras so encontra-
ban entónces desempeñadas por profesores de primm' órden
como los Doctores D. Vicente F. Lopez, D. José M. Mo-
reno, D. Antonio Malaver y D. Onésimo Leguizamon.
En tanto que á pasos precipitados acortaba la senda
escabrosa que debia recorrer antos do llegar al punto ob-
jetivo de sus dignas aspiraciones; en tanto quo se leva.n-
taba más y más sobre un terreno árido donde solo im-
pera la ignorancia y el egoista matCl'ialismo; en tanto (Iue
descubria otro horizonte elevado, trabajaba con ardor en
un empleo de la. Contaduria General de la Nacion para.
proporcionarse la subsistencia.
I Cuántos y cuántos como el Dr .. Latol're han atrave-
sado análogas circunstancias y devorado su!'; lág¡'imas , mil'll-
tras la sociedad rueda en cOllfu:;;o todll~llin"!
ANICETO LA TORRE 241

11.

El 4 de Setiembre de 1874 el toque arrebatador de alar-


ma vino á conmover la patria de los próceres de Mayo.
La revolucion se lanzaba ~ 1 campo del sanguinario y
fratricida combate.
El Gobierno de la Nacion vió en este suceso amena-
zada su autonomia, y precipitó velozmente sus legiones con-
tra sus enemigos.
Tan pronto como se. tuvo conocimiento de lo ocurrido,
el Dr. Latorre se presentó á la autoridad Nacional Ofl'e-
ciendo sus servicios en calidad de simple soldado, en cuyo
caráeter marchó á campaña desafiando los peljgros consi-
guientes, á pesar de que bien se hubiera podido quedar có-
modamente en la ciudad de Buenos Aires"llor su condicion
de empleado de la Na.cion, como lo hicieron casi todos sus
compañeros de ta.reas.
Cuando la bonanza sucedió á la. embravecida tormenta
que por un instRnte empañára el cielo de la patria, el DI'.
Latorre ¡'egresó con un galon en su modesto kepi de sol-
dado y con una espada al cinto.

IJI

En los primeros mese~ del año 18i6 ri'1diü su~ exáme-


nes generales y pl'esent() su tési~, obteniendo la aprobacion
unánime de las comisiones c\asifir'arlora8, con lo eual tér-
minaron su!"- cstudio~ uni\'el'sital'io:-o, ré'eibiendo el titulo dfl
31
242 APUNTES BIOGRÁFICO::;

Doctor y de Abogado á la temprana edad de veintitres años,


es decir, cuando una gran parte de la juventud se encuen-
tra en la infancia de su vida y otra parte principia á fre-
cuentar las áulas.
A los pocos dias de haber dado por terminados sus
desvelos corno estudiante, fué nombrado profesor de Histo-
ria y Economia Política en el Colegio Nacional del Rosa-
rio; puesto de gean importancia que desempeña hasta hoy
con contraccion, al mismo tiempo que ejerce su profesio~
de abogado.

Se comprende en el Dr. D. Aniceto Latorre una as-


piracion inmensa y bien legítima por cierto; esa aspiracion
ardiente que se agita como la lava interna del volean; esa
aspiracion que tiende á remontarse más y más y que nunca
llega al mas allá que columbra la mente humana.
Muy jóven ejerce ya un ministerio elevado é inculca á
sus discípulos los conocimientos de dos cátedras de un ór-
den superior.
La sociedad observa al jueisconsulto que entra á dilucidar
los árduos problemas de la ciencia, y mas tarde quizá re-
cordará su nombre á la pal' de t9'1tos corno figuran en la
historia.
DOIINGO LID!
Doctor en Jurisprudencia.

1.

A orillas del Paran á y á cuatro cientos kilómetros de Bue-


nos Aires; constantemente acariciada por el viento de fuego
del Ecuador y por el impetuoso y helado del desierto patagó-
nico; altiva como el condor que en raudo vuelo atraviesa
el pico del Illimani; alegre siempre y siempre mimada por
las demás ciudades sus hermanas, se encuentra la del Ro-
sario de Santa-Fé, la segunda plaza comercial de la Re-
pública Argentina, la fuente rica é inagotable á donde aflu-
yen los frutos de las del Interior, la patria, en fin, de una
falange de jóvenes y fecundas inteligencias, y la tierra en
que nació en 1855 el Dr. D. Domingo Leon.

11.

La crónica consignando los sucesos con caractéres in-


delebles, siguiéndolos paso á paso y no olvidando los de-
talles mas insignificantes, ha venido á -establecer un órden
244 APVNTES BIOGRÁFICOS

preciso en la narracion, que en vano podemos buscar en


los tiempos de la antigiiedad.
Hoy todo es grande, todo es elevado, todo es sublime,
porque la humanidad ha podido comprender lo ideal sin
darle acabadas formas, en tanto que los antiguos, como
dice Regazzoli, mas asequibles á las impresiones de los
sentidos que á las demostraciones del ingenio, no ponian
mientes mas que en los hechos ruidosos, en las guerras
generales y graves, en los pocos individuos que dirijian las
batallas; no interrogaban nunca los advenimientos, no es-
tudiaban nunca sus causas, ni revelaban las miras, el ór-
den, las secretas correlaciones entre los grandes y pequeños
sucesos, entre los oscuros y grandes personajes; sus his-
torias no son mas que tradiciones parciales, legadas de
padres á hijos y trasmitidas con todos los errores propios
de una generacion infantil.

lB.

En el convento de San Cárlos tras el cual colocára un


dia el ilustre San Martin un puñado de sus bravos "Granade-
ros á caballo" para caer sable en mano á la cabeza de. ellos
~obre los trescientos cincuenta mar.ino8 de las huestes españo-
las, que en vano trataban de practicar un oculto desembarque;
en el mismo asilo donde se depositaron provisoriamente ca-
torce prisioneros, dos cañones y una bandera de los que
inutilmcnte pretendian subyugar un pueblo potente que rei-
vindicando su em.ancipacion civil y política, lanzaba un reto
á la faz de los coronados del caduco continente; allí cursó
S\l8 primeros estudios el Dr. D. Domingo Lean.
Posteriormente se matriculó en el colegio Santa Rosa,
t'lUlua.do y dirijido por el Dr. D. Milciaues Echagüe, y por
DO\IINGO LEON

último pasó al Colegio Nacional del Rosario donde perma-


neció hasta el año 1874, en cuya época se trasladó á la ciu:"
dad de Buenos Aires con el objeto de concluir sus estudios
jurídicos.

IV.
....
Cuando el hombre se encuentra desde su mas tierna
edad completamente solo en el piélago del mundo, ~in una
mano amiga que loguie al través de los escollos que en-
cuentra á cada paso, sin es~uchar un consejo que lo aliente
á continuar su dolorosa carrera, y sin ver á su alrededor
un ser que se conduela de su infausta suerte; cuando la
fortuna se aleja más y más; cuando cada desencanto vá
arrojando pedazos del corazon á las plantas de una so-
ciedad que permanece muda, indiferente, fria; se necesita
poseer una voluntad de hierro para marchar adelante con
la cabeza erguida, con la mirada serena, aunq.ue con el
alma herida.
Esto es precisamente lo que le ha sucedido al Dr. Leon.
Pobre, sin protectores. sin amigos y hasta sin los re-
cursos que son indispensables en la existen.cia, él no se ha
arredrado ante las barreras que encontrára en su senda, ni
ha retrocedido jamás, hasta que al fin y despues de haber
rendido el exámen libre de· procedimientos, ganando así un.
año en su carrera, presentó su tésis titulada "Breves con-
sideraciones sobre la naturaleza económica y política de la
emision bancaria/' disertando de una manera lógica y ob-
teniendo como premio de sus afanes y de sus desvelos el
grado de Doctor en Jurisprudencia y ciencias sociales el 17
de Setiembre de 1877.
Su tésis no eneiera una cuestion antigua, conocida, di-
2-lG APUNTES DIOGRÁFICOS

luciuaua ya; por el contrario, entrailU un prohlema naciente


esplicado con sencillez y claridad por el Dr. Leon, á quien
la prensa bonaerense ha tributado elogios por su trabajo, en
el cual se muestra acérrimo partidario de la libertad de
la emision bancaria y ardiente sosteneuor de las trascen-
dentales doctrinas de Law, Mac-Leod y Bastiat, considera-
das no hace mucho tiempo como una utopia, pero reconoci-
uas hoy como la concepcion realizable del génio.
Despues de haber .terminado satisfactoriamente sus' es-
tuuios, se alejó de Buenos Aires, estableciéndose en el Ro-
sario el 1? de Noviembre del mismo año en que rindió
sus exámenes.
En El Pueblo, diario que se publi?aba en esta ciudau,
escribió varios artículos separado completamente ue toda
polémica personal.

En el Dr. D. Domingo Leon no se descubre al primer


golpe de vista ese arranque impetuoso de la juventud, esa
fuerza poderosa de los primeros años.
Lento pero seguro en su marcha, de regular estatura,
de conversacion reservada, parece que en él todas las ac-
ciones, todas las ideas, todas las observaciones se recon-
centran en su espíritu; que allí se agitan, que luchan entre
sí; que se funden despues de un tiempo mas Ó menos
jargo como el metal dentro el rojo crisol, sin que en su
fisonomía se trasparenten las dulces calmas, ni las violen-
tas tempestades internas.
'Ha principiado á ejercer su profesion, y su patria puede
esperar mucho de quien tanto ha trabajado honradamente.
ANDRÉS IAO-IINES
Dootor en Medioina y Oirujía.

1.

En 1841 naclO a inmediaciones del Fort George, en In-


vernessia, Escocia, el Dr. D.. Andrés Mac-Innes.
A la edad de nueve años se trasladó con su familia al
Canadá donde hizo sus estudios, cursando des pues las cá-
tedras de medicina en el Colegio Médico 'del notable Doctor
Mac-Gill y obteniendo finalmente en "la Universidad el tí-
tulo de Profesor en Medicina y Cirujia en 1865.
Habiendo pasado luego á Michigan en cuya célebre
Universidad rindió un nuevo exámen, por Jo cual mereció
que su título fuera allí refrendado, no tardó en adquirir al-
guna distincion entre sus numerosos compañeros.
Llegó el año 1868.
La primera República del mundo que proclamó la eman-
cipacion del infeliz negro, aunque para ello la sangre de
generosos guerreros regára la tierra american~ desdo ·el
fuerte Sumter á Daatonville, se vió obligada á castigar se-
veramente la osadía y el feroz encono de los salvajes.
"

El ilustre general de la Union Tomas \V. Sherman, el


.
héroe de Arkansas, de Dalton, de 1{c:;;aca, de Dallas, de
248 APUNTES DlOGRÁFICOS

Lost Mountain y de Kenesaw Mountain, lanzóse á la ca-


beza de sus bravos soldados á la guerra del Oeste, co'n el
propósito de batir hasta en sus mas ocultas guaridas á los
astutos y valientes guerreros indios.
Al lado de Sherman partió tambien el Dr. Mac-Innes, y
durante los tres años que duró esta activa y gloriosa cam-
paña, acabó por dar el último toque á sus conocimientos y
por captarse el cariño sincero de todo el ejército, pues ya
fuera en el hospital ambulante, ó ya en medio del fragor
de la batalla no se separó jamás del lado -del herido, dis-
tinguiéndose siempre por las operaciones difíciles que con
suma frecuencia se veiaen el caso de ejecutar, y devolviendo
la vida á los soldados despedazados por el mortífero pro-
yectil ó por la emponzoñada flecha de-los bárbaros.
Su nombre salvando las grandes distancias en los Es-
tados Unidos Americanos, fué bien pronto conocido, y esa
prensa esencialmente austera, grave é imparcial que recuerda
Laboulaye, dedicó algunas palabras al jóven Doctor, cuya
mano firme armada del escalpelo se deslizaba rápida por
entre las mas delicadas fibras del cuerpo humano, sin otro
guia que la luz poderosa de la ciencia.
De regreso á Michigan al seno de su familia, pudo juz-
gar por sí mismo del aprecio que se habia conquistado á
fuerza de asiduos trabajos y de conocimientos adquiridos
en su práctica constante y lejos de su patria adoptiva.
Su habilidad fué notada varias veces en operaciones de
mérito que ejecutó con precision y delicadeza en el Hos-
pital Clínico de Ann Arber, por lo cual se le distinguió
con el nombramiento de médico de dicho establecimiento
público.
En su práctica domiciliaria no fué menos feliz, pues dió
á conocer en breve sus aptitudes en el pueblo de Michigan.
. Siempre progresista, no dejó huir jamás la ocacion do
poner en práctica los nuevos descubrimientos de la Cien-
.

cia que ejercia con tanto acierto, estando siempre al cnr-


24!)

riente de sus mayores adelantos y proponiendo nuevas re-:-


formas que constituian otra"s tantas conquistas en el vasta
campo de los conocimientos sobre la materia médica.

II.

Activo por naturaleza, el Dr. Mac-Jnnes abandonó la


tierra que le habia brindado tan grata hospitalidad, y bus-
cando siempre con investigadora curiosidad nuevos tesoro~
con que enriquecer la terapéutica, viajó por toda la Amé-
rica del Norte, y en su insaciable sed de saber desidióse
á atravesar los mares, á lanzarse á una zona virgen, escudri-
ñada en toda su estension y estudiar su fauna y su" flora
exhuoorante, llegando en consecuencia á Buenos Aires en
1Si5.
Algun tiempo mas tarde se trasladó al Rosario de San-
ta-Fé, y despues de dos años de residencia en esta ciudad
rindió el exámencorrespondiente de reválida ante su di~­
tinguido cuerpo médico, y agradecido a la benévola aco-
gida que le dispensaron sus habitantes, abrió su consultOl'io
que es hoy bastante respetado.

El carácter llano y la franqueza del Dr. D. André~


Mac-Innes se han captado el aprecio de su~ numCI'o!".as
relaciones, y es muy posible que sin que traSCUI'l'a mu-
cho tiempo, Sil nombre que desde ya es respetado en
el Rosario, pueda conquistar una halagüeiia posiciono

32
NICASIO IAR,IN
Dootor en Jurisprudenoia.

1.

En Mendoza donde se organizaron los ejércitos que á


las órdenes del gran Capitan D. José de San Martin, tre-
paron las nevadas crestas de los Andes para dar libertad
á Chile y al Perú; en la ciudad fundada por D. Pedro del Cas-
tillo en 1559 y destruida por un terrible terremoto en 1861,
nació el Dr. D. Nicasio Marin en 1828, siendo sus padres
D. Tomás Marin y Da Ana Maria Romero, familia que
aunque modesta ocupaba un lugar distinguido en aquella
sociedad.
Desde muy pequeño manifestó el jóven Marin una in-
clinacion decidida al estudio, y así fué que desde temprana
edad se le puso en la mejor e~cuela que habia pOi' entón-
ces en la capital de su provinCia, regenteada por su pa-
riente el notable educacionista D. Fermin Coria, donde
recibió los primeros conocimientos de gramática, ~ritméticll,
geografía, historia, religion y demás ramos preparatorios.
Apesar de que á la sazon se encontraba viuda la ma-
dre respetable del jóven Marin y que no contaba sinó con
Cscaso!o:i l'eCUrSO!'i, no I'etrocediú ante esfuerzos y sacrificios
APUNTES UIOGItÁFICOS

ele touo género para continuar proporcionando la euucacion


á su hijo, penetl'aua del grandísimo interés y vocacion que
en él reconocía, y ayudaua eficazmente en esta empresa por
su hija mayor D:1 Francisca Marin, que existe aún henchida
de dulce satisfaccion por el resultado de sus honrosas viji-
lias en bien de su hermano, quien las recuerda continua-
mente expresándole así su sincera gratitud.
Por este tiempo se fundó un colegio en el extinguido
convento de Agustinos, cuyo Director, el R. P. Domínico
F. Gerónimo Perez, español, que sirviendo en clase de dis-
tinguido en el ejél'cito realista, fué hecho prisionero de las
legiones patriotas y mas tarde adopt6 la carrera de la iglL~
sia, observaba ';lna gran rigidez en sus costumbres y en el
órden interno del establecimiento.
El j6ven Marin ingresó á este colegio y no solo per-
feccionó en sus aulas los estudios primarios, sinó tambíen
terminó los de humanidades, teniendo por catedrático de fi-
losofia al Dr. D. Mamerto Gutierrez, que vive aún y reside
en la provincia de San Luis ocupando el puesto de camarista.
Por decreto del superior gobierno es~bleciéronse en este
mismo cQlegío cátedras de estudios mayores, cursando en-
tónces los de derecho romano y civil dictadas por el Dr.
D. Baltazar Sanchez, que figuró en el Congreso de la «o n-
federacion reunido en la ciudad del Paraná, ayudado en estas
tareas por el Dr. D. Amador Tablas, y las de derecho na-
tU]'al y de gentes con el Dr. D. Tristan Narbaja, autor del
Código Civil de la República Odental del Uruguay.
No debemos pasar en silencio la proteccion verdadera-
monte paternal que el gobernador en esa época, Dr. D.
Celedonio de la Cuesta., dispenslJ á la juventud mendocina,
allanando las uificultades que se presentaban para adquil'ir
estudios mayores y ahorrando a~i ingentes sumas que los
l~ures de familias tenian que im·ertir en enviar á sus hijos
Ú Chi)f:\, CÓI'doba ó Buenos Ail'e~ con tal objeto.
Tuc..1u~ alJu~lIus lJlle tiC cuuear'oH en .Mcnuoza á la pal'
NICASIO MAHIN

del Sr. Marin, no olvidan ni olvidarán jamás los beneficios


recibidos del Dr. Cuesta y de su gobierno.
Este noble y respetable anciano leerá quizá con justo
orgullo las lijeras reminiscencias que consignamos en esta
obl'a, y á la manera del valiente soldado que mutilado por
la guerra y doblegado por los años recuerda los hechos de
sus pasadas glorias, él contemplará desde su retiro ,en Salta,
provincia de su nacimiento, el resultado de los sacrificios y
de los bie nes que consagró á. su patria, sin esperar ni re-
cibir otra recompensa (Iue la dulce é íntima satisfaccion de
haber cumplido con sus deberes corno buen ciudadano y como
recto magistrado,

JI.

Entre sus compañe¡'os de tal'CaH distinguiúsc el jóveIl


Marin por su 'contraccion al estudio; y las honrosas distin-
ciones que recibia en sus exámenes, segun se prueban de
los documentos debidamente legalizados que tenemos á la
vista, sirvieron para estimulal'lo á recibir mayores conoci-
mientos en la noble carrera á que se encaminaba.
El DI', Cuesta que, como hemos dicho, protegia con ar-
diente anhelo la aventajada juventud que se educaba bajo
los auspicios de su gobierno, reunia en su casa á lo mas
selecto' de la sociedad de Mendoza para que apreciase los
trabajos literarios de los alumnos de jurisprudencia; en una
de cuyas reuniones fué objeto de juicios favorables la 'im-
portante disertacion que nos es sensible no publicar aqu'í,
pronunciada por el Sr. Marin ante un numeroso concurso
en 1843, en la cual espone la siguiente proposicion: - " En
el estado de la naturaleza., ~ tiene la 1118Jl.re mas derechos que
el padre !:Sobre sus hijos 1 ., .
,\ PUNTES UIOGHÁ FICOS

.Este traL!ljo filé reciLido con aplauso general de parte


Jo los homlJl'es de saLer que veían ya en el jüven Marin
una esperanza positiva para su patria.
Sigámosle en su carrera.
En el aIIO 1845 rindió exámcn entre ott'os compaiieros
legistas de torce ro y .último año de derecho civil, ante el
señor Gobernador Dr. J>. Celedonio de la Cuesta y con
asistencia del Exmo. Ministro Plenipotenciario de la Repú-
blica cerca del Gobierno de Chile, Dr. D. Baldomero Gareia,
del Secretario de la Legacion Dr. p. Bernardo de Irigoyen,
del Dr. D. Celedonio Roig de la Torre y Dr. D. Baltazal'
Sanchez catedráticos de derecho civil, del Dr. D. Tristan
Narbaja catedrático dl~ derecho natural y de gentes, y de
un numeroso auditorio, recibiendo la unánime aprobacion
de la comision examinadora, segun así consta del acta. la-
brada con motivo de este acto, la cual se encuentra en el
archivo de Gobierno de la provincia de Mendo2;a y cuya
cópia legalizada nos ha servido para tomar estos apuntes.
Con el certificado de estos estudios ingresó ~ la Acade-
mia de Prác'ica Forense creada tambien por decreto del Go-
bierno de 8 de Mayo de 1845, bajo la direccion de uno de
los abogados de mm; nota del foro mendocino, Dr. D. Pe-
dro Nolasco Videla,. á cuya áula asistió durante dos años
consecutivos, segun lo' prescribla el citado decreto.
Terminado el tiempo de práctica, el jóven Marin se
pf'esentó al Superior Tribunal ofreciem]o rendir el exámen
teórico-práctico de jurisprudencia á fin de obtener el títu-
lo de abogado.
El Dr. Videla, al expedir el certificado de estilo, se
expresa en los siguientes términos: - "Debo informar á
V. S. Ilma. que el' j6ven practicante D. Nicasio Marin ha
cursado y asistido puntualmente al aula los dias señala-
dos en el articulo 3? Segun la aplicacion que ha acredi-
tado dicho jóven, y respecto del corto término de dos aii.os
que prefijó el artículo G;: , considcl'O ql~~ !:'e halla. en apti-
NICASIO MARIN 255

tud de podersC' ¡wci->entar á exámen y ootene1' pI titulo de


Abogado - Estudio, Agosto 3 de 1847 - Pedro N. Videla."
El Superior Tribunal, despues de oído su Fiscal, nom-
bró una comision de letrados compuesta de los Doctores
D. Tristan Nal'baja y D Andrés Barl'ionuevo para que
examinasen al postulante, y no podemos menos que tras-
cribir el informe del primero acerca del resultado de la
prueba rendida por el SI'. Marin. Dice así:
"Ilustrísima Cámara.
"Por decreto del 31 del próximo pasado Agosto. V. S.
Ilma. tuvo á bien nombrar al que suscribe para que acom-
pañado del Dr. D. Andrés Barrionuevo examinasen sobre
jurisprudencia práctica á D. Nicasio Marin, que habiendo
llenado el tiempo de estudios designado por los decretos vi-
gentes de la Provincia, segui~ espediente en solicitud de
que, prévias las formalidades del caso, se le inscrib.iera
en el número de los abogados. El exámen tuvo lugar el
dia primero del corriente en la propia Sala del Tribunal,
donde habia sido citado para que concurriese el examinado.
Este correspondió, sinó excedió las esperanzas del infor-
mante, á quien, por otra parte, eran conocidas de ante-
mano la capacidad, rara aplicacion y bellas disposiciones
del espresado D. Nicasio, desde que cursaba los estudios
teóricos de derecho, y muy particularmente el de derecho pú-
blico bajo la direccion del que suscribe. Así, no dudo ase-
gurar á V. S. Ilma. que considero muy dignos de ser aten-
didos los deseos del suplicante y á éste acreedor al titulo
honroso de abogado que sabrá desempeñar con lustre de
la profesion. Tal es mi juicio, y me es muy satisfactorio
poderlo espresar á V. S. Ilma. en cumplimiento de la Comi-
sion á que tuve el honor de pertenecer.-Mendoza, Setiem-
bre 2 de 1847.- Tris tan Narbaja." .
Despues de una última prueba á que todavia se sujetó
al jóven Marin ante el Superior Tribunal, fué aprobado por
unanimidad en 3 de Setiembre del mÍsÍno año; y prévio el
:256 APUNTE~ mOGRÁPICOS

juramento de ley que prestú en ese acto, se manuó tener y


reConocer como abogado, que se le inscribiese en la matrí-
cula y comunicase al Exmo. Gobierno á sus efectos.

111.

Hasta aquí el señoI" Marin solo ha llevado una vida do


estudio incesante, de sacrificios y sinsabores, abordando con
la resignacion de la virtud un camino lleno de espinas; sin
otros goces que los triunfos que obtu vo año por año en
sus pruebas repetidas hasta que al fin consiguió el premio
debido á sus afanes y desvelos.
Veámosle ahora en su vida· publica.
Meses antes de haberse recibido de abogado, el go-
bierno valorando su competencia, habíale nombrado por de-
creto del 22 de Abril del espresado año 47, Defensor Gene-
ral de Pobres y Menores y Asesor del Juzgado de Minerin.,
cuandó desempeñaba tambien por disposicion del mismo go-
bierno el cargo de miembro de la Comisitm Protectora de la
Enseñanza Pública desde Agosto del precitado año.
El Sr. Marin, abogado ya, ocupando importantes pues-
t~s públicos en su provincia, con una imaginacion ardiente,
relacionado con los hombres mas notables de esa época y
con ideas de libertad y progreso que hullian en su mento,
llegó hasta hacerse sospechoso al gobierno; sufriendo bien
pronto la primera decepcion en su vida, pues vióse incluido,
sin pensarlo quizá~ entre los desafectos á aquella adminis-
tracion, obligándose le á trasladarse a la provincia de San
Juan con ]os distinguidos eiudadanos Dr. Narbaja, D. Pedro
Pascual Segura, D. Casimiro Recuero y otros.
El general Bcnavides que por ese tiempo gobernaba en
:'\ICASIO MARI:'\

San luan, l'eC.ibi,:, ti los emigrados con muestras de seña-


lada consideracioll, y asi es que el señor Marin se hizo ItL-.
gar en seguida entre la clase mas respetable de la sociedad
l'Ianjuanina.
Con el objeto de procurarse un medio honesto de sub-
~istencia, solicitó de la primera autoridad ser incorporado
entre los abogados de aquel foro.
Pasada en vista su peticion al Fiscal General, que lo
era entónces el Dr. D. Celedonio de la Cuesta, que desde
antes residia tambien en San Juan, se expidió del modo
siguiente :
"Que los documentos que acompaña en debida forma el
Ruplicante, comprueban su calidad y conocimientos profe-
sionales. Ningun reparo, ninguna observacion tiene el Mi-
nisterio que hacer a ellos, de acuerdo con las disposiciones
vigentes de la provincia; complácese mas bien en mani-
festar á V. E., en obsequio de la verdad y en justa retri-
bucion de las bellas disposiciones del Licenciado Marin, que
le es constante al Fiscal su no comun aprovechamiento en
la noble carrera que ha abrazado, lo que le ha importado
en la provincia de Mendoza, el haber ejercido varios em-
pleos concejiJes de distincion y dE'licados. Esta circunstan-
cia y" ser precisamente el infrascrito, el que ha presidido
los exámenes públicos que al fin de cada año rendian los
jóvenes practicantes de derecho, le fundan la conviccion de
que el Licenciado Marin desempeilará muy satisfactoria-
mente su profesion, y por lo tanto lo considera digno de
que V. E. le acuerde el competente Despacho de Abogado
tambien de la Provincia. - San Juan, Marzo 1:> de 1848.-
Dr. Celedonio de la Cuc.,ta."
De acuel'do con e!';te dictámen la supel>iOl'idad, pOI' l'e80-
lucion del 7 de Mal'zo del citado ailo, concedió llermiso al
!Señor Mal'in pal·/t que ejercip.ra 1.'.11 la pl'o\'ineia In pl'nf'l,\-,\ioll
de abogado.
En :!"! de \1¡t~1J ,Ilfl ll\i~lllf.\ ;tilO.., J~ rué lIalllado ~ dp-
-.-,
.'.1
APliNTI';l'l AlOGRÁI'IC08

selllpei'lal' 108 destinos úe Ase80r ue los Juzgados de Orden,


Comercio y Minas y la Defensuria General de Pobres ~'
Menores.
Mas tal'<le mereció ocupar un asiento en la Exma. Cá-
mara de Justicia con D. Saturnino de la Presilla y un se-
ñor Rivero, ciudadanos de reconocida distincion en la pro-
vincia, y poseedor el primero de algunos conocimientos en
derecho.
El pueblo de San Juan que apreció el sabel' y cualida-
des personales del Dr. Marin, le eligió Diputado á la Hono-
rable Cámara Legislativa.
Él confeccionó, .asociado al Dr. D. Tomás Zenteno,
emigrado de Chile, un reglamento completo para la admi-
nistracion de Justicia y planteó las bases de un colegio
regenteado por D. Alfonso Bernal, en el estinguido con-
vento de la Merced, en el cual cursaron los primeros es-
t.udios los jóvenes Albarracin y otros pertenecientes á res-
petables familias de San Juan. Hoy esos jóvenes han ob-
tenido el diploma de doctor y prestan á la República el
contingente de sus luces; D. Isidoro Alcarracin como Juez
de Seccion en Buenos Aires, D. Juan Crisóstomo como Mi-
nistro Nacional durante la presidencia de D. Domingo Faus-
tino Sarmiento, y D. Manuel en los Tribunales de Justicia
de Mendoza y San Juan.
El señor Marin, ardiente partidario de la instruccion
popular, cooperó muy eficazmente á la planteacion de un
éolegio de señoritas, dirigido por la distinguida matrona Da
Elena Bradis de con, que di6 6pimos fl'Utos al bello sex('
sanj uanino.

IY.

En el año 1S5:?, respondiendo el general Benavides al


llamado que hizo á los gobernadores de provincia el briga-
dier genel'al D. Justo Jo~é de Pl'r¡uizR, gohermmte de En-
:'IIICASIO MARIN

Ire Rios, para el acuerdo de San Nicolás de los Arroyos,.


el señor Marill fué nombl'ado secretario en esta importante
mision, segun se desprende de la nota siguiente:
" Ministel'io General.
"San Juan, Mayo 5 de 185~.

" A l cit(daclano D. Nicasio J.llarin.


"En estos momentos he dispuesto nombrar á Vd. de
Secretario del Gobernador, en la invitacion hecha por el
Exmo. Señor Gobernador de la provincia de Entre Rios
ilustre General Urquiza, á los gobiernos de las provincias,
y espero 110 se negará á prestar este importante ser,,·icio.
"Dios guarde á V. muchos años .
.!oRé Eugenio DOT1cel.

Por nota del Ministerio de 2 de Abril de 1853, el go-


bier'no manifestó al seilOr Mal'in su reconocimiento en estos
términos:
"Que aunque ha demorado hasta hoy la contestacion
al oficio en que dá cuenta de su comision, ha tenido muy
presente el deber en que se encuentra de espresarle oficial-
meute su gratitud por el importante servicio que V. pres-
tara en la Comision de Secretario en la mision á San Ni-
colás; y si el tino y exactitud con que la ha desempeñado
á la entera satisface ion de S. E., le hacen acreedor á redo-
blar la estimacion y confianza que le ha merecido de ante-
mano, es tambien una prueba relevante de la acertada elec-
('iun que hizo de su persona.
" Dios guarde á V. muchos años.

Jo~é A. Dw'an. ".

Por decreto de i de Julio de 1853 el gobierno le nom-


lwó Secretario de la Comision Pl'omotoj'n de la Eduracion
PúblicH. .
A PL: ~TES BIOG f{'~ FICOS

Y.

])!'~d(> 18!R h~li;.ta 18r,5 el serlO/o '-tal'ín pel'lUaneció en


la !Jl'ovincia de San Juan desempeilando cargos importante:,;
pn la ~dnünistracion de justicia y o~ros (lestinos públicos
igualmente honorificos, relacionado intimamente con lo mas
distinguido de aquella sociedad, y mereciendo la confianza y
proteccion del general Benavides, á cuyo paiernal gobierno
afluian de todas partes de la República hombres notables
que, por las circunstancias políticas de ent6nces, buscaban
un asilo seguro en la liberalidad del general.
De regreso el señor Marin á su país natal, el gobierno
le llamó en 1&~6 á ocupar un asiento en la Exma. Cámara
de Justicia, y al año siguiente fué electo Diputado á la Ho-
norable Cámara Legislativa donde ~e hizo notar por su es-
píritu de reformas y de progreso.
Por este t~empo regenteó una cátedra de derecho civil
en el colegio de la Santísima Trinidad, á la cual ingresaron
entre otros apreciables jóvenes, D. Joaquin Rosas, D. Ja-
vier Videla, D. Daniel Barrera y un hermano, un hijo d('
D. Hilario Correa y un señor Molina, muchos de los cua-
ies han figurado en la administracion de Justicia de la pro-
vincia y en el Congreso Nacional.
En esta época el señor Marin contrajo matrimonio con
una prima hermana, la señorita Adelaida Ortiz.
En el ailO 1859 fué nombrado Ministro General de Uo-
biel'no durante la' administraeion del coronel D. Laureano
Nazar
. , en mérit.o t1f" Sil <,arád.el· J'usto v Ih~ sus aptitudes
~

nada. comunes.
N o obstante la:" cirt~lInstJtncia~ bOl'l'asl'o:';H~ y dificilf's
yue entónces off'l'cia la polítien gl'llCl'a1. cun moti,'u lIL' la
~IC.\81O MARI~ 2Gt
t'leccion del ~(>gundo Presidente Constitucional de la Repú-
blicA. Dr. D. Santiago Derqui, el señor Marin pudo salir ai::
roso en todas aquellas dificultades, dotando á la provincia
de ~Iendoza, dllrftnt,p su mini~terio, de un Reglamento para
los tribunales de jllsti~ia; crel) la institucion de serenos;
ol'ganizlí la \'enta de tierra.s públicas y dispuso que se (01'-
mára una coleccion de leyes y decretos mas importantes que
~e ~lacionáran con la Administracion de Justicia desde el
año 182"2, trabajo de mucho mél'ito que corre impreso en un
libro titulado "Código de leyes, decretos y acuerdos de la
provincia de Mendoza," publicado en 1860.
Dias antes del terrible terremoto que destruyó la ciudad
de su nacimiento, fué electo Senador al Congreso de la COIl-
federacion por voto unánime de la Lejislatura Provincial,
trasladándose desde luego á la capital provisoria de la Re-
pública Ar,gentina, que lo era la ciudad del Paran á, é in-
c.orporándose al Congreso en las sesiones de ese año.
Fué este el último servicio que prestó el SI'. Marin á
su provincia natal, pues desde entónces no ha vuelto á ella
á consecuencia de los sucesos políticos que en dicho año
tuvieron lugar y que lo obligaron á permanecer en algunos
pueblos del litOl'al, haciendo abstencion absoluta de toda idea
de partido y eligiendo para su residencia permanente la ciu-
dad de la Concepcion del Uruguay, capital de la provincia
de Entre Rios, bajo el gobierno del genernl LTrquizR.

VI.

Un nuevo pel"íodo de la vida pública del Sr. Mari'n lile


pl'esfmta ahora, y en HI van á aparecer tambien ejemplos

y en 1'1 fUl'O.
.
de laboriosidad, eonh'sccion y hOIll't'ulez en la magish-atul'u
, .
262 APUNTES BIOGRÁFICOS

Con fecha 20 de Junio de 1862 el gobierno nombr61e


Juez en lo Civil y en lo Comercial del Primer Distrito Ju-
dicial, destino que desempeiló con toda rectitud hasta el 26
de Noviembre del mismo ailO, en que fué llamado a ocupar
el Juzgado de Alzada de la provincia.
En la comunicacion de este nombramiento, espedido pOI'
el Ministerio General, se consignan los siguientes honrosos
eonceptos:
"La contraccion y aciet,to eon (lue V. S. ha desempe-
ñado la~ funcionE>s del juzgado a su cargo, le hacen acree-
dm' ni nombramiento con que el gobierno le distingue, es-
perando de su patriotismo que V. S. prestara gUlstoso su~
~ervicio~ An el nuevo PU.,sto á que se Ip. destina. - AJonltel
Leioa."
La Exmu. Camal'a aceptó los títulos de abogado del
~eñor Marin y mandó espedirle el diploma en debida forma,
cuyo despacho le fué otorgado en 1? de Octubre de 1865
por los señores camaristas Doctores D. Benjamin Victorica,
D. Ventura Pondal, D. Vieente P. Pf>ralta y D. Juan An-
drés V asquez.
En Noviembre del mismo año el gobierno le estendi()
el nombramiento de miembro interino del Superior Tri-
bunal de Justicia, segun !'e desprende de la nota que dice así:
"Miniflterio (~enf'ral.
"lll'uguay, Noviembre 13 de 1865.
"¡1 S. S. el Jue.: de Al..ada Dr. D. Nieasio Marin.
"El Ministerio tiene la satisfaccion de comunicar á
S. S. el decreto espedido con esta fecha por el gobierno,
nombrando á S. S. Vocal interino de la Exma. Cámara de
Justicia.
"Felicitando á~. S. por la confianza que ha merecido
del gobierno, los infrascritos aceptan la oportunidad para
reiterarle las seguridades de 8U distinguido aprecio.
"Dios guarde a S. S. - .Yicmwl' .il/o [ill a , - Jusé JO((-
quín SagwHume."
~ICA!;IO MARIX 163

El 2i de Abril de 1866 se le confirió en propiedad el


antel'jor nombramiento, por el decreto siguiente:
"El Gobernador de la P,'ovillcia.
"HaJlándose vacante el puesto de Vocal de la Exma.
Cámara de Justicia por renuncia del Dr'. D. Ventura Pondal,
y presente la tel'na pasada pOI' la. Uonorable Cámara Le-
gislat.iva-
llECRET.\ :

"AI'tieulo 1? ~órnbl'a8e Vocal de la Ex.mR. Cámara


de Justicia al Dr. D. ~icasio Marin.
"Artículo 2? Comuníquese, etc. - DOMIXGUEZ. - Jose
Jonqltin Sagastltm.e . ..
En Julio del mismo año fué electo Fiscal general inte-
rino, como lo fué tambien en Abril de 1869, permaneciendo
en el Superior Tribunal hasta el año 70, en que tuvo lugar
el asesinato 'del General Urquiza y la intervencion armada
del Gobierno Nacional á la Provincia de Entre-Rios, que
declaró caducos todos sus poderes políticos, organizándose
una nueva administracion con nuevos hombres.
Son nueve años más que el DI'. Marin consagra sin
cesar al servicio de la cosa pública, con una contraccion
ejemplar y haciéndose estimUl' siempre pOI' sus cllalidad(>~
personales de los hombres y ue los gobiel'Oos 'tUl' se su-
ceden en tan lar'go tiempo.

VI r.

.\ com;ccuellcia de la ~egunda guerl'a dp Eutl'e-Ri08 en-


('aLezada en 18i2 pUl' el General D. Hiciu'do Lopez JOl'dan,
el DI'. l\hu'in 11'll~ladó'Se á Ci'!ta lll'o\'iñ~iu de Santa-Fé en
·\ PI '~TE~ mO(iH.\. FJcn~

~,g()sto tlel mismu ailO, ~ el 30 ue Uctul>l'l~ del ~iguientp


fuü nombr'adu por el gobie1'nu del D1'. D. Simon de Iriondll,
Agente Fiscal de la segunda circullscripcion judicial, pu('s-
. to que·desempeñó COIl ~ntera delicadeza, hasta que en Juliu
del i4 'el gobierno de D. Servando Bayu coutirióle el nom-
bramiento de Juez de Primera Instancia en lu Civil de la
misma circunscl'ipeion, en cuya magistl'atlU'a continúa haH-
ta el presente, con aprobacion geuel'al y muy especialmente
del Supel'ior Tribunal de Justicia, ante quien goza de me-
recida distincion por la rectitud y acierto que ha sabido acl'C-
rlitar en sus resoluciones como juez.
En el mismo mes de Julio y antes cIt> oc.upal' este cal'-
go, la Exma. Cá.mara de Justicia habíale aceptado l:;US ti-
tulos de abogado, illscI'ibiéncIosele en la matrícula de la
provincIa.
El 11 de Abril de 1878 los autores de algunos escritos
denigrantes publicados contr'a el DI'. Mal'in, en un diario
titulado El Pueblo que aparecia en esta ciudad del Ro-
gario, ocuparon el banco de los acusados nnte el jurado
popular. El Fiscal, Dr. D. Ger'ónimo Ce 110, rebatió COIl
elocuencia uno por uno todos los cargos lanzados contra
el austero magistrado, y un pueblo inmenso que habia acu-
dido al acto para presencial' una vez nuis el tI'iunCo de In.
inocencia, victoreaba entusiasmado al íntegr'o juez que tran-
({uilamente y confianuo en la justicia,. esperaba. el fallo ina-
pelable en el seno tranquilo de su mode~tlJ hogar.
E] triunfo rué completo.
El jUl"'cldo popular condenó á lú~ autúl'e'" de los escri-
tos, y un pueblo numeroso, noble siempre y siempre ar-
diente en sus justas manifestaciones, currió presuroso ü fe-
licitar cordialmente al DI'. Mal'in, pI'cmiando así c,?1l largueza
treinta y un años de servicios, de sinsabures y de intacha-
ble honradez, al fin de cuya JOI'nada. en vano pretendieron
los acu5ados enlodar' una reputacion qm':'Ie PIH'onu·¿¡ha mn<.;
ilT'riba de toda pl'e",ullcioll ofen~i\'a.
NICA810 I\IARI:II 265

El Fiscal DI'. Cello, fué tamLien objeto de elocuente~


dPlUoslraciones de aprecio, 'poÍ' la actitud severa y elevadá'
'Iue asull¡j() en 08te asunto.

Despues de la reseña que hemos hecho, réstanos tan


solo un lijero bosquejo sobre el carácter y condiciones per-
sonales del Dr. D. Nicasio Marin.
El género de vida que ha lleyado constantemente en la
magistratura, sobre los libros y los espedientes, ha modi-
ficado hasta cierto punto su natural cumunicativo, afable y
festivo de su juventud.
No obstante, no deja por eso de ser fl'anco y sencillo
en su trato, leal con sus amigos, justo y recto en sus actos.
Desde su niilez se le ha visto alejado de las grandes
reuniones de pasatiempo, preocupado á toda hora con el
cumplimiento de sus deberes que lleva hasta la cxageracion,
y sin ola servar jamás que sus ideas independientes no re-
paran en compromisos de ningun género.
En la provincia de Entre-Rios sostuvo solo ante la Le-
jislatura la inmovilidad de los miembros del Poder Judicial,
que el gobierno consideraba caducos en virtud de la interven-
cion nacional; y aunque fué apoyado por algunos diputados
como D. Emilio Onrubia y otros, se resolvió negativamente
el caso, cabiéndoJe sin embargo la satisface ion de haber
abogado con altura y dignidad por esta cuestion de fll'incipios:
En un incidente análogo mostróse tnmbien enérgico en
San Juan, durante el gobierno del coronel Diaz.
Sensible en todas las circunstancias de su vida, sabe
subYlJg.u· sus imprc~ione8' id e~tl'icto ~ü.mplilUiento de sus
I 34
266 APUNTES BIOGRÁFICOS

deberes, para tratar dcspues con cariño hasta á los animales


domésticos que cuida con solicitud.
El Dr. Marin ocupado incesantemente en destinos pú-
blicos y gozando de una gran confianza, ha llegado á los
cincuenta años de edad sin poseer los mas insignificantes
bienes de fortuna; pero respetado al menos por sus auste-
ras costumbres y por su acrisola.da reputacion.
EMILIO OSSIAN· BONNBT
:Médico.

1.

Luis Felipe de 0rleans, el sucesor de Cárlos X, gober-


naba el rico territorio de la antigua Galia, siendo elevado
al rejio trono bajo los auspicios mas favorables.
Las ideas liberales de sus antepasados y sus dotes per-
sonales habian agrupado en tórno suyo al comenzar su rei-
nado á los intransigentes del derecho divino, á los repu-
blicanos moderados y á los pocos y gloriosos restos del imperio
derrumbado por el constante trabajo de' la santa alianza j. y
muy lejos estaba de pensar en 1844 ese monarca, que cuatro
años mas tarde tendria que dejar su corona para morir sin
la investidura de la magestad real en tierra extranjera.
Fué el dia 13 de Abril de ese año que nació en la her-
mosa y magnífica capital del mundo civilizado, en la orgu-
llosa ciudad de Paris, que presenta entre otros muchos so-
berbios edificios ante la atónita mirada de los que la col1-
templan, el museo del Louvre y los palacios de las .Tullerias
y Luxemburgo, el señor Emilio Ossian- Bonnet.
Fueron sus padres el distinguido matemático D. Pedro
-.
Ossian~Bonnet, miembro del Instituto Académico de Cien-
cias, oficial de la Legioil de HonOl', profesor d" estudios eli
268 APUNTES nrOGR'ÁFICOS

la Escuela Politécnica de Paris y lino de los hombres mas


aventajados de su época, y Da Maria Aurelia Bruneau.
Habiéndose recibido de bachiller el jóven Bonnet á la
edad de diez y ocho años, lo que equivale entre nosotros á
terminar los seis arIOs de estudios preparatorios, ingresó en
1865 en la Escuela de Medicina en Paris, y en 1867 obtuvo
por concurso el puesto de practicante externo de los hos-
pitales, desempeñando con todo celo ese puesto en el de la
Salpetriére en 1868, en el de la Caridad el 69, y en el Hotel
Dieu en 1870.
Importantes fueron sus servicios prestados en la car-
rera que recien entraba á ejercer, cuando mereció que se le
recompénsára con la medalla de bronce de los hospitales,
obteniendo por lo tanto un título que necesariamente debia
atraer el aprecio y respeto de sus camaradas.
Rotos los vinculos de amistad que unian á su patria
con la Prusia y declarada esa guerra desastrosa por los me-
dios destructores facilitados por la ciencia, el Dr. Bonnet
se presentó voluntario el año 70 á engros~r las filas de sus
hermanos, haciendo la campaña en calidad de médico de
las Ambulancias Internacionales, y tal fué el desempeño
digno y humanitario en el cumplimiento de sus deberes, que
durante el sitio de Metz mereció el honor de ser citado en la
órden del dia por el informe que el Dr. Roudet, médico en jefe
del 6 ~ cuerpo de ejército, espidió respecto á su elevada
conducta observada en la batalla de Gravelotte.

11.

Despues que las legiones situadas en Metz bajo el mando


en jefe del mariscal Bazzaine, y el inmenso material de
guerra allí reconcentrado fué presa la mas valiosa del ene-
migo, al Dr. Bonnet nombrósele médic~. auxiliar en elojér-
cito tlel Mans y pO!.;teriormentc se le encargú, en vista tle su!'.
conocimientos y actividatl, la organizacion del servicio dé
conduccion de heridos en la evacuacion de Saumur y en
Nantes, hasta que, terminada la guerra, mereció ser pro-
puesto para la cruz de la Legioll de Honor por el doctor
Robin, director que era en ese tiempo de Jos trabajos de sa-
lubridad militar en Burdeaux.
Durante la imponente escena que á la faz de todas las
naciones presentó la guerra franco-prusiana, el Dr. Bonnet
nu se apartó un momento del herido; y en el campo de
batalla, en medio del mas empeñado combate, sus deberes
y sus sentimientos reveláronse de una manera práctica y
generosa pal'a eon los soldados de uno y otro ejél'cito, re-
cibiendo el 2 de Julio, en recompensa de sus méritos, el di-
ploma y la cruz de las Ambulancias Internacionales, y el
26 de Marzo de 1872 nombrósele médico titular del ejél'cito.
En el tiempo que permaneció prestantlo sus servicios
en el hospital de Val de Grace, rindili su exámen recibiendo
el tliploma de médico de la Facultad de Paris el 26 tia
Junio de 1874.
En circunstancias que el gobiCl'no de su patria le iba á
enviar á Argelia, presentó su dimi15ion de médico militar, quo
le fué admitida, y poco despues se dirijió á Buenos Aires.
No poseyendo por entónces el Dr. Bonn~t el idioma cas-
tellano, trasladóse al pueblo de Rojas, al norte de la provincia
de Buenos Aires, con el solo objeto de familiarizarse con el
habla, y allí fué nombrado médico de policía por la munici-

palidad del partido.
El 7 de Junio tle 1876 hizo renuncia del puesto que
desempeñaba y en seguida partió á la ciudad del Ros!lrio
de Santa Fé, donde rindió su exámen de reválida ante ~l
Concejo de Higiene, el 7 de Agosto del mismo aü·o, y entró
á ejercer entre nosotros su delicada profesion.
270 APUNTES BIOGRÁFICOS

El Dr. D. Emilio Ossian-Bonnet se ocupa en estos


momentos de eer.cribir una obra que debe ser impresa en
Paris y que llevará por titulo Guia práetica de higiene y
cirujia de ejército en tiempo de patl, en cuyo trabajo ha
reunido los consejos mas importantes de la ciencia.
Aunque hace poco que se encuentra establecido en esta
ciudad, su carácter le ha conquistado muchas relaciones,
particularmente entre sus conciudadanos, y goza entre ellos
de un marcado aprecio .


BUGBRIO PERIZ
Dootor en Medioina y en Jurisprudenoia.

.1.

En la c.iudad de Córdoba fundada en 1573 por D. Ge-


rónimo Luis de Cabrera y libertada del poder moral y un
tanto material de los PP. Jesuitas, por las órdenes termi-
nantes impartidas por Cárlos 111 de España, las que fueron
ejecutadas al pié de la letra por el teniente de los ejércitos
reales D. Francisco de Paula Bucarelli en la madrugada del
3 de Julio de 1767, nació I!l 6 de Setiembre de 1819 el Dr.
D. Eugenio Peraz, hijo del respetable patricio D. José Ra-
mon Peraz y de Da. Sebastiana Racedo.
Trasladada su familia á Buenos Aires en 1827, ingresó
en la Universidad á los diez años de edad, cursando lo.s
estudios preparatorios que en ella se enseñaban, hasta que
en 1840 se matriculó en las cátedras mayores de medicina
pertenecientes á la misma Universidad.
Aun no habia terminado los estudios de primer año ·de
medicina, cuando por sus ideas liberales y progr~sistas se
vió obligado á emigrar á Montevideo, dei5pues de haber es-
tado preso en uno de los lóbregos calabozos del cuartel del
Retiro en que se alojaba el batallon del sanguinario Mariano
Maza, y de cuya prision se encontró o~ 'libertad,no sin ha-
·")-.)
_1- APlJ:-.rTE~ H10GRÁf'ICO~

bcr entrE'gaJo primeramente alguno!'; persollcc'os que lc exijit',


el déspota Rosas, único autor de SU8 sufrimientos.
Sin embargo, Sil cmigt'acion fué corta, y á principio¡;;
de 1841 regresó á Buenos Aires á tm'minar los estudios de
la elevada carrera profesional que habia escogido, los que
terminó de una manera satisfactoria, obteniendo en 1843 el
grado de doctor en medicina que le fué es tendido gratis por
la Universidad, con sujecion á su reglamento, en premio de
haber merecido en todol:f sus exámencs la clasificacion de
sobresaliente y en mérito á su té8is presentada, en la que
disertó con facilidad sobre la tisis tuberculo.r, lo cual le
~alió inmediatamente. el diploma de profesor en Medicina,
Cirujía y Obstetricia espedido por el tribunal, del ·que fué
nombrado secretario poco tiempo despues.
En 1851 el malogrado Dr. D. Mamerto Cuenca desem-
peñaba en la escuela de medicina las asignaturas de Ana-
tomia y de Fisiologia; pero á causa de haber sido nom-
brado cirujano del ejército que D. Juan Manuel Rosas
formaba en Santos Lugares para resistir al general U rquiza,
el Dr. Perez fué elegido por sus conocimientos para dictar
esas dos cátedras hasta el año 1853, ejerciendo tambien el
cargo de médico del hospital general de hombres, en cuyo
carácter asistió con solicitud y operó casi solo á los tres-
cientos heridos que tres dias des pues de la batalla de Ca-
seros fueron remitidos á dicho hospital.
. E'n esa misma época su nOlJlbre era pronunciado con
respeto en el mundo científico, puesto que la Academia Qui-
rúrjica Matritense le demostró su aprecio nombrándole Miem-
bro corresponsal.

11.

Durante la permanencia en Buenos Ai¡'es dt'l ejército


libertador comandado por el general D, Justo José de rr-
quiza, la division cOl'rentinu fué atacada de una epidemia
F.l"GENIO PEREZ

de vil'uela tifoidea ue un carácter gravísimo y eminente-


mente contagiosa; con este motivo el Dr. Perez, despre:-
ciando los peligros que lo amenazaban de muerte, escu-
chando tan solo la voz del deber é impelido por sus
sentimientos humanitarios, estableció con una acti vidad sin
limites, en los claustros ·de la Recoleta, un hospital especial
de viruela, que fué atendido con todo esmero por él y por
dos practicantes de medicina hasta des pues de la revolu-
.ion del 11 de Setiembre.
Como el gobierno de Buenos Aires, olvidando los in-
mensos servicios verdaderamente gratuito~ que habian pres-
tado en distintas épocas los profesores de la Escuela de
Medieina y médicos del hospital general de hombres, re-
partiese las catedras superiores entre otros profesores, sin
que por lo menos las sacára á concurso de oposicion, como
el Dr. Perez lo exijia, se retiró completamente desengañado
de Buenos Aires y fijó su residencia en el Rosario de Santa
Fé, donde ejerci~ públicamente la medicina hasta fines del
año 1855, sin querer jamás regresar á la capital de la Re-
pública á pesar de ofrecérsele con reiteracion por interme-
dio del Dr. D. Buenaventura Bosch la direccion del hospi-
tal de la Convalecencia.
En estos últimos años se le presentó la oportunidad
de llevar á debido término algunos sérios é importantísimos
trabajos forenses que llamaron la atencion pública, en vir-
tud de que por vez pl'imera demostraba en el teM'eno prác-
tico los conocimientos que adquiriel'a en la ciencia del de-
recho y que practicara con su Ihermano el Dr. D. José Roque
Perez, puesto que por los estatutos de la Universidad y
siendo doctor en una de sus facult.ades, se encontraba di~­
pensado de asistir a las aulas de las dermis cl~ncms que
deseára estudiar.
Debido, pues, á esta circunstancia y a la marcada
inl"istcncia de R.llS numerosos amigo!:!, l'e801vió ejereer la ju-
ri~f'l'lldeucia; I'er'o como cnlóuccs el'a (.) Gobierno Nacional
35
APl1NTE~ mnr.RÁFICnS

quien con feria el diploma de abogadu, el Dr. Perez despues


de acreditar debidamente su suficiencia ante el Poder Eje-
cutivo, recibió el correspondiente título á fines de 1855, y
tan luego como se estableci6 en la provincia de Santa-Fé,
la matrícula de abogados, se presentó al Superior Tribunal'
de Justicia y quedó inscripto como tal, desempeñando en. el
Rosario desde esa fecha, es decir, en el espacio de veinLi-
tres años, la profesion de abogado.
En 1856, convencido de la imperiosa necesidad de es.
tablecer en la ciudad naciente en que habia fijado su resi-
dencia, el régimen municipal á fin de dar fOl'ma mas re-
gular á su progreso material y mayor ensanche tambien á
las nobles y elevadas aspiraciones del pueblo, pero con el
propósito al mismo tiempo de calmar los celos que esta
idea inspiraba al gobierno, que veia encarnado en el régi-
men embrionario aun la disminucion de su poder y la re5-
triccion de sus añejas atribuciones, el DI'. Perez escribió
en el diario La Confederacion una série de artículos doe-
trinarios sobl'e la institucion municipal y sus facultades,
que sirvieron para preparar el terreno inculto hásta entón-
ces, sobre el cual se pudo arribar á una transaccion de
grandes consecuencias por el momento; y para que ella fuera
duradera, redactó la primera ley que rigió los altos fines de
]a municipalidad de esta ciudad, y en la que se consignaba
que el jefe político era el presidente natu de Ci:>a corpo-
raclOn.

III

En el año 1867 ue fune!'lta. recOl'dacion, una e~pantosa


epidemia de cólera morbus asiático invadió pOI' vez primera
la. ciudad uel Rosario.
Atel'rado f'1 vecindario anle la marcha terrible de la
EVGE:.'IIIO PEREZ

tremenda enfermedad, y en presencia de lo~ cuauro~ de~­


garrauores que se presentaban á cada instante, abanuoÍló
sus hogares, y las autoridades polítir.8s y municipales con
escepcion ue los de esta última clase D. Cárlos GI'ognet y
D. Luis Lamas y lIunt, se alejaron ue sus puestos, jamás
de mayor responsabilidad que enUmces, y dejaron acéfalo el
municipio, llegando el terror en la poblacion hasta el punto
de ser hóstil á los médicos ocultando los enfermos y aun
los cadáveres.
En tan críticos momentos, el DI'. Perez, presidente á la
sazon de la actual 16gia "U nion, "sin preocuparse de los
peligros que le rodeaban y guiado por sus sentimientos de
esquisita generosidad, convocó á los miembros de esta fi-
lantrópica asociacion y los distribuyó en comisiones, pal'a
que personalmente visitasen los domicilios secando las -lá-
grimas, atenuando las desgracias, amparando al desvalido,
protegiendo al huérfano y atendiendo á los coléricos; le-
vantó una suscricion entre los H. H. de dicha I{¡gia y entre
otras personas de la poblacion, á objeto de socorrer al ne-
cesitado; solicitó-y obtuvo algunos recursos pecuniarios del
Gobierno Nacional, y estableció en el paraje conocido hoy
por la Floresta un hospital de epidémicos que fueron asis-
tidos por los valientes y delicados ángeles que llevan el
dulce nombre de Hermanas de Caridad; levantando con es-
tas medidas la moral pública, arrancando á la sociedad de
su postracion momentánea y disminuyendo así los dolorosos
esh>agos de la epidemia.
En el mismo año de 18Gi fué elejido Diputado á la
Lejislatura de la provincia en recompensa de sus numero-
sos y desinteresados servicios, y entre las muchas leyes que
propuso se cuenta la que vino á abolir el impu~sto de dos
por ciento de alcabala, que tan oneroso era en este pueblo
que recien acaba de nacer y donde la propiedad raíz se
traspasaba con tanta ú mayol' rapiuez t{ue la propiedad
mueble. 4.
276 APL'"NTES BIOGRÁFICOS

En 18i6 publicó un "Repertorio Alrabético ue Jos fa-


llos ó sentencias dictadas por la Suprema Corte Fedel'al;"
obra de una utilidad inmensa, que revela una contt'accion á
toda prueba y una fuerza de voluntad enérgica, y la cual
se encuentra hoy en el bufete de todos los abogados y ma-
gistrados de la República.

Severo aunque jovial en su ti'ato, tenaz en sus reso-


luciones, infatigable en la consecucion de sus empresas; de
maneras un tanto rígidas, pero de modales finos y delicados,
el Dr. D. Eugenio Perez ha recoITido una gran pal'te de la
jornada de la vida sin descansar jamás y concretado al es-
tudio de las ciencias que con 'tan buen éxito ha ejercido.
Liberal por carácter y por convicciones desde mucho
tiempo antes de ser perseguido por Rosas en 1840, ha ve-
nido defendiendo con calor, ya en la prensa, ya en la tri-
buna, )a santa causa de los pueblos.
En la. actualidad ejerce su profesion de abogado y es
uno de los doctores en jurisprudencia que mas respeto ha
merecido en el fUl'O del Rosario.
PEDRO CELESTINO .BBYNA
Doctor en Jurisprudencia.

I.

En la ciudatl de Goyn, una de las pl'illcipaJes de la pro-


vincia de Corrienies, nació el 6 de Enero de 18.17 el Dr.
D. Pedro C. Reyna, hijo de D. Pedl'o Reyna, respetable ciu-
dadano porteño y acaudalado comerciante, y de Da Rm~ario
Alvarez y Carriego perteneciente á una antigua familia.
A consecuencia de la revolucion de COI'l'ientes del ailO
43 promovida por el general D. Juan Madariaga contra el
gobernador D. Pedro Dionisio Cabral, los padres del Dr.
Reyna emigraron á Entre-Rio~, estableciendo su residencia
(ln el Paraná, donde empezó su educacion elemental.
. En 1850 el canónigo Dr. D. Miguel Vidal estableció en
dicha ciudad una cátedra de latin y otros estudios, eligiendo
diez niños de los que prometian mayores esperanzas, entre
los cuales se encontró en primera línea el jóven Reyna,
hasta el 21 de Julio del 51 en que ingresó al Colegio Na-
cional del U ruguay recientemente establecido bajo la pro-
teccion del ilustre capitan general D. Justo José de Urquiza.
41 •

El 9 de Agosto del año 57, en celebracion del natalicio


27~ A Pl:NTES BlOGItÁ FICO!;

del fundador de ese colegio, tuvo lugar en él un !:;()lemnc


concurso, para el cual se acordaron dos premios únicamen-
te; el uno fué concedido entl'e la~ fdicitaciones de mas d(~
mil personas al jóven Heyna por sus profundas cuestiones
filosüficas y sus conocimientos de la lengua latina, y el otro
nI hoy Dr. D. Onésimo Leguizamon por sus estudios en de-
recho.
No obstante las disposiciones naturales del aventajado
alumno, muchos insomnios y sacrificios le costó cada triunfo,
pues ellos constituian otros tantos compromisos que consigo
mismo contraia, á fin de llegar triunfante al término de su
camino, lo que efectivamente sucedió en 1861, época en que
rindió exámen de cuarto año de derecho obteniendo la clasifi-
cacion de sobresaliente por aclamacion, primera y mas hon-
rosa distincion que por entónces se conocia, y de sobresa-
liente por unanimidad en los demás estudios, que equivalia
á. merecer la segunda distincion de la comision examinadora.

11.

. Desde 1857 al 70 desempeñó el Sr. Reyna con interrupcion


de dos años en dicho colegio el profesorado en casi todas las
materias y muy especialmente en filosofía y latin, habiéndose
recibido de la casi direccion de ese establecimiento en el
año 62, de cuyo cargo honorífico elevó su dimision el 63
conjuntamente con la renuncia de la direccion interpuesta
por el Dr. Larroque y el nuevo nombramiento del Dr. D.
Juan Domingo Vico para ocupar el rect~J;ado, á. consecuen-
PEDRO CELESTINO REYNA 279

cia de lo cual surgió una revolucion estudiantil, en la que


no pudieron tomar una participacion inmediata los discípú':-
los del Sr. Reyna, que bajo su direccion se encontraban en
el aula en esos momentos, debido á la actitud severa é
imponente que supo asumir en esta emergencia.
En el año 61, continuando de catedrático en el colegio,
fué nombrado oficial 2:' de la int'3ndencia general de po~
licia, cuyo empleo desempeñó durante seis meses, siendo
promovido despues á oficial mayor de la tesoreria de la
provlJICla.
Prévio exámen ante un· cuerpo distinguido de juriscon-
!Omltos, se recibió de escribano público con facultad de lle-
var registro el año 62, y desde esa fecha hasta 1864 obtuvo
los nombramientos y cumplió los sagl'ados deberes que im-
ponian las secretarias del Juzgado del Crimen, de lo Civil,
de Alzada, de Marina, Eclesiástica y de Cámara.
El 12 de Mayo de 1864, se recibió de abogado, aban-
donando en consecuencia la profesioIl de escr'ibano, y un
mes y un dia despues, esto es, el 13 de Junio del mismo
año fué nombrado Juez del Crimen en reemplazo del DI'.
D. José B. Baltoré; pero algun tiempo mas tarde, el 16
de Octubre de 1865, encontrándose en Buenos Aires, se le
estendió nuevamente con grandes pruebas de distincion el
título de abogado de aquella pl'ovincia.
El 20 de Junio de 1866 fué elevado á la categoria de
Juez de Alzada del territorio de Entre-Rios, cuyo puesto
desempeüó con la mayor inteligencia y actividad hasta el
22 de Diciembre del mismo ailO en que interpuso su requn-
cia, la .que le fué aceptada en términos tan especiales y
honrosos que muy poca~ veces los vemos consignadqs en
documentos públicos.
En el mismo afio se trasladó á la ciudad de Corrientes
doude inmediatamente fue promovido á vocal del Superior
Tribunal de Justicia, hasta el 22 de Julio de 18m en qUf>
renuneió, para acrf'tm' la CUl'tC)'U de(l\1ini~t(,l'io de Gobierno
2RO APUNTES nrOGRÁFICfl!'\
.
qne entrege:' con sentimiento general el 1? de Mayo del
68, por haber sido electo Diputado al Congreso Nacional
por la misma provincia, cuya diputacion fué rechazada, in-
vocándose para ello defectos en la eleccion que en rea-
lidad no I'xistieron jamás.

III.

T¡'anquilo se encontraba el Dr. Reyna en la Pl'ovincia


de Entre-Rios, cuando el 27 de Mayo del mismo año es-
talM en Corrientes contra su gobernador D. Evaristo Lo-
pez la revolucion comandada en jefe por el coronel D. Ni-
colás Ocampo y como segundo por el coronel D. Raimundo
Reguera.
En el acto que el Dr'. D. Pedro C. Reyna tuvo conoci-
miento del suceso, abandonó sus intereses particulares y
partió á engrosar las filas de las fuerzas coaligadas de En-
tre-Rios y Corrientes que sostenían al gobernador legal, á
cuyo frente se encontraba el general D. Ricardo Lopez Jor-
dan y el valiente militar de la misma graduacion D. Ni-
canor Cáceres, de quien fué nombrado secretario.
El 31 de Julio de 1868 las legiones revolucionarias fue-
ron completamente derrotadas j no obstante este golpe tre-
~endo, la revolucion que solo tenia por objeto alejar el voto
que para Presidente de la República daría la provincia de
Corrientes en favor. del general Urquiza, quedó triunfante por
la proteccion directa que le prestára el enMnces primer
magistrado de la Nacion, brigadier general D. Bartolomé
Mitre; pero elevado á la presidencia {'l Sr. Sanniento, su
ministro el Dr. VeJez Sal'sfield arregló la cuelStioJl de una
PEDRO CELEST'~O RgYl'iA 281

manera tal, que las armas revolucionarias continuaron dis-


putándose la victoria, en tanto flue eran remitidos á BuenQ;"
Ail'eS en calidad de arresto el gobernador Lopez y sus mi~
ni!'Stros, entre los cll8.lcs se encontraha el Dr. Reyna.

IV.

Habiendo establecido su residencia algun tiempo des-


pues en la Concepcion del Uruguay, provincia de Entre
Rios, el General Urquiza, valOl'ando dignamente sus cua-
lidades, puso á su disposicion diversos empleos publicos;
pero sin embargo de fIue muchos de ellos eran bien re-
munerados, optó por el que ofr'ecia ma!i trabajo y menos
recompensa, l'ecibiéndose de Agente Fiscal con el libre ejer-
cicio de su profesion el 31 de Enero de 1869.
El 1 ~ de Enero de 18iO ingl'Csó como Diputado á la
Legislatura de Entre-Rios por el Departamento de Concor
dia; y á las nueve y media de la noche del 11 de Abl'il
del mismo aito, en momentos en que el Dr. Reyna atacaba
con energia y elocuencia un proyecto de ferI'O-Cal'I'il que
debia unir la ciudad del Parana con la del Uruguay, lo
eual importaba demostrar una oposicioll 'manifiesta al Po-
der Ejecutivo atacado tambian por los doctores Febre,
Zarco y COl'dero, el cailonazo de alarma y el toque de ge-
nerala comnnicó á los "legisladores la muerte del General
r"quiza y les oblig,j a dejar I'epentinamente sus asientos,
para concurrir en cuerpo á la Policía, donde con el fusjl
al brazo permanecieron toda la. noche acantonados, 'hasta
('1 !';iguiente dia que á las nueve de la mañana 'se reuniÓ la
Lejlslatura declarándose en se8ion perm"anente hasta resolver
y ,l(l!ipejal' la siluaei('1l anormal porrlue atl'avc8ára la provincia
a cuf.!!05i.\ del iue~pel·i.ldu ~Uee8(1.
282 APUNTES BIOGRÁFICOS

Las Cámaras Lejislativas continuaron deliberando sin


interrupcion alguna {)a.ja la presidencia de D.. Fid~f Sagas-
turne, hai3ta que en l~ ses ion del 14 de Abril, presidida por
el vice-presidente 1'? Dr. D. Antonio Zarco, recay6 á las
doce del dia la eleccion del nuevo gobernador en la persona
del general D. Ricardo Lopez Joman. Ent6nces nombróse
una comision cOlripuesta del Dr. Reyna, diputado por Con-
cordia, y de D. Salvador Espeleta, diputado por el Paraná,
para que inmediatamente comunicáran el nombramiento á la
persona electa que se encontraba en su campamento á tres
leguas del Uruguay, y le invitáran á concurl'ir á las tres
de la tarde á prestar el juramento previo y recibirse del
poder.
Al dia siguiente de estos acontecimientos se procedió a
la eleccion de la Comision permanente, siendo elejido pOI'
unanimidad el Dr. Reyna para presidente de ella, lo cual
equivalia á ser nombrado, en receso de la Lejislatura, vice
gobernador de la provincia; pero decretada la intervencion
armada por el Gobierno Nacional, quedó en ejercicio del
Poder Ejecutivo el presidente de las mimaras D. Fidel Sa-
gastume.
Clausurada la Lejislatura, el Sr. Sagastume deleg'l el
poder el ~ de Mayo da 1870 en el Dr. Reyna, quien lo de-
sempeñó hasta el 21 del mismo mes en que, posesionadas
las fuerzas nacionales de la Concepcion del Uruguay, fué
arrestado juntamente con el S,'. Sagastume y enviado á Bue-
nos . Aires, en donde permaneció hasta que en el mes de
Julio 8e ]e permitió volver á Entl'e-Rios.

v.
El 12 de Julio de 18iO rué tomado el· Uruguu.)' por la~
fuerzas del geneml Lopez JOl,dan.
El 17 de Agoo;to salió á campaüu el DI'. Hcynapol"lIa-
PIWRO CELESTISU HEYS"A

mado del mismo general, para OI'gani-.r el gO,biel'no en .Iu


c.iudad de Nogoyá en su caráctE!r da ,presidente ~~ la Co-
mision permanente ó vice-gobernadol' de la provincia, ha-
biéndose encontrado desde entónce!:i en todas las acciones de
guerra hasta que el 26 de Enero de 1870 el valiente cau-
dillo entrel'iano rué completamente derrotado en la batalla
de Ñaembé, acaecida en los campos de Corrientes.
En este mismo año, algunos meses antes de los suce-
sos que referimos, los hijos de Entre-Rios que habian mar-
chado á la guerra contra el Paraguay regresaban cubiertos
de gloria á sus hogares queridos. La Lejislatura se encon 4

traba en sesion en momentos e? que recibió un pl'oye~to


del Poder Ejecutivo acordando un premio á los valientes
soldados que despues de largos años volvian á pisar la
tierra de la patria; en esta virtud la Cámara se dividió en
tlús opiniones, contraria la una y favorable la otra; las dis-
cusiones amenazaban prolongarse; el proyecto se ponia en
tela de juicio; todo anunciaba una terminacion lejana, cuando
el Dr. Reyna pronunciando un sentido discurso, invoca lo!!
recuerdos épicos que consignan los anales de la historia:
pinta con vivos colores los sufrimientos de sus heMIlanos:
lanza un anatema tremendo contra el,.dios de, la guerra san-
grienta, y obliga á sancionar sobre' tablas el pl'oyecto del
Poder Ejecutivo.
La Lejislatura entónces felicitó al ardiente orador y lo
acompañó en triunfo hasta su casa, rindiendo así un tribu-
to al noble pa~riotismo.
En Marzo del mismo año pasó emigrado á Paysandú,
República Oriental, donde al mismo tiempo que ejercia su
profesion .redactaba La Tribuna Oriental, diario de 'gran
formato que sostenia la autonomia de las provincias de' la
República Argentina, sin inmiscuirse en la política interior á
pesar de la invitaeion que por repetidas veces le hici~ran
lus partidos militantes de aquel país.;
El 8 de Abril del 72 se recibió pOI' tercera vez de abo
284 APt:'NTES BIOGRÁFICOS

gallo en la República Oriental, uonde permaneció cuatro


años y medio sin querer regresar á su patria, no obstante
las instancias que para ello le hicieron muchos amigos de po-
sicion, dedicado al estudio y al desempeño con la mayor
actividad y el mas loable desinterés de ta Inspeccion Gene-
ral de Escuelas y cumpliendo gratuitamente con los debe-
res de abogado de la Municipalidad de Paysandú, desde
cuya ciudad y al frente del órgano caracterizado de la prensa
que ya hemos citado,cornbatió energicamente la revolucion
del 24 de Setiembre de 1874 enca.bezada po¡. el brigadier
general D. Bartolome Mitre, y a.bogando con valentía por la
administra.cion del actual Presidente de la República, Dr.
D. Nicolás Avellaneda.
En virtud de la ley de amnistia promulgada por el go-
bierno del Dr. Avellaneda, regresó al país dirigiéndose á la
provincia de Santa Fe, en donde recibió la distincion de ser
nombrado Juez del Crimen de la segunda eircunscripcion
judicial, el 6 de Agosto de 1875, cuyo elevado puesto de-
sempeñó hasta el 1~ de Marzo del 77 con tal actividad,
rectitud y contraccion que se hizo proverbial en la provincia
y que acabó de consignar su bien sentada reputacion.
En Febrero del 76 fue nombrado por el Gobierno Na-
cional catedrático de gramática castellana razonada y de de-
recho canónico en el Colegio Nacional del Rosario, y en
1877 además de estos nombramientos obtuvo el de profesor
de. derecho constitucional ó instruccion cívica.
Desde el 29 de Diciembre de 1877 redactó el diario El
Pueblo y fué uno de los primeros y mas ardientes defenso-
res de la candidatura del Dr. D. Simon de lriondo para go-
bernador de la. provincia de Santa Fé, habiendo rechazado
con todo desinteré~. la diputacion nacional con que no ha
mucho tiempo le brindára el partido militante del país perte--
neciente al e!ub político "El Pueblo."
- ., PEDRO CELE~TI~O REY~A

Rápido eH :';IlS espl'esiones, lijel'o en sus ll1o\"imiel1tA¡~,


audaz en la tl'iLllIlla, el DI'. D. Pedro C. Heyna no 1.'1-5 el
purista que subyuga sus concepciones á la fluidez del estilu;
es el ol'ador indcjmito, altanCl'o, fuerte, atrevido, que todo lo
quiere descubl'il' con Sil mirada rápida y cuyas palabras un
tanto fáciles tratan de dominar los obstáculos, así como el
viento bravio de la pampa ruje por imponer su impel'io en
las llanuras patagónicas y en las moles granítica::; de lo::;
Andes.
En los suce!Sos cronológicos de su vida pública se des-
cubre una lucha tenaz entre el hombre libre y su destino
adverso; ora le vemos mecido por las auras de la popu-
laridad y por la veleidosa fortuna, como arrastrado al olvido
momentáneo por la sucesion de los acontecimientos; pero

siempre se encuentra el mismo carácter inquebrantable, el
mismo espÍl'itu emprendedor.
El Dr. Reyna ha sido para su patria uno de sus bue-
nos hijos, y la estimacion que para sus amigos han merecido
sus actos públicos, debe constituir su satisfacciol1.
Actualmente desempeña la cartera de un ministerÍo
en el gobierno del Dr. D. Simon de Iriondo.

PEDRO RUBD!
Dootor en Jurisprudencia.

1.

Diez y nueve aflOs despues que Santiag() del Estero fué


elevado al rango de provincia sobCl'ana é independiente, es
decir, el 20 de Noviembre de 1839, nació en la tierra de
los Frias, Lugones y Borges, y de los mártire.s Herl'era y
Unsaga, ilustres'próceres de la. cmancipacion de su patrra,
el Dr. D. Pedro Rueda, cuyos padl'cs D. Pedro Bravo de
Rueda y Da Apolinaria Frias pertenecian a las familias mas
antiguas de aquel pueblo beróico, que juró caer como Sa-
gunto antes que permitir que la planta extranjera hollara
impunemente las tumbas de los bravos DiafJlli3tas, Jur~8
y Escalones.
De diez á once ailOS de edad el jl)ven Rueda fué en-
viado de la ciudad de Tucuman donde se habia trasladado
su familin, á la célebre universiduIl de C()rdoba y allí, es-
tudiando y adquiriendo rápidamente conocimientos f?enerales,.
terminó casi niño su carrera literaria y científica, l'ecibiendo
á la edad de veinte años, despues de una lucida disertacion
y de un exámen general dc todas· las matel'ias de dereeho.
el diploma de jUl'i ..cOJlsulto en la uni\"er:;;idad llHlyOl' de Han
288 APUNTE~ B10GR"\FICO~

Cárlo~, siendo su padrino de grado el entónces Cancelario,


Rector y Catedrático de la Facultad de Derecho, Dr. Don
José Severo de Olmos.
Prévia resolucion de la Exma. Cámara de Justicia y
del corrbspondiente exámen de ingreso, el DI'. Rueda entrú
á f~rmar parte de la Academia de práctica forense, cuya
ventajosa institucion acababa de establecerse en la ciudad
de Córdoba, siendo por consiguiente el jóven jUl'isconsulto
uno de sus primeros fundadores.
El estudio constante era la preocupacion del Dr. Rueda,
y con el objeto de encontrar un campo mas vasto donde
pudiera complementar su práctica y madurar sus conoci-
mientos en la árdua ciencia del derecho, se trasladó á Bue-
llOS Ail'e~; pel'o su salud harto resentida por el trabajo

iIHlllf'JJl'autable lo obligó á establecerse provisoriamente en


la ciudad del Rosario de Santa F~, en donde inmediatamente
fllé distinguido COIl la delicada comisioll de gestional' asun-
t08 valiosos antf' los altos tribunales de jU8ticia de la

provincIa .


11.

f'.ol'l"il\ pi año 186;) .


. EI pUf>blo het'maIlo d('1 general D. Estallislao Lopez;
en pleno goce del mas santo df' 108 derechos que consig-
nan la~ doctI'illa~ tIe un país evidentemente republicano,
se" agitaba pOI' un momento y levantaba sobre todas las
pU8iones de partido la candidatura del DI'. Rueda para Di-
putado al Congl'eso Nacional.
Ese pueblo ({ue tuvo la gloria de 81W el IH'imel'o en \'el'
ondear a la costa dl'l Paraná la bandera azul y blanca dI"
la patria; p~o pueblo siempl'~ gl'cwdo, sif'ffirre laborio!So,
(pliso PL:(ÍUliru· II)~ gratuito'· ~~cl"\"icio~ (Iue el Dr. Rueda ha-
PEDRO RUEDA 289

bia prestado á la pro"incia de Santa Fé, nombrándole como


su genuino representante en las bancas del Congreso.
Con tal motivo la prensa dió á luz interesantes arti-
culos, de los cuales hemos tomado algunos de estos apuntes
biográficos, y cuyos párrafos, pertenecientes al Dr. Ma-
chado y al Sr. Meyer partidarios entónces de la candidatura
del Dr. Rueda, transcribimos, porque dan á conocer de la
manera mas franca los hechos que constituyen la vida pú-
blica del jurisconsulto, puesto que en aquella época se po-
nia en tela de juicio los antecedentes de los candidatos.
El Tiempo que se publicaba en Santa Fé en 1865, de-
cia lo siguiente:
"Cuando el Dr. Rueda llegó á esta capital, un jóyen,
N. Mendez, habia sido condenado por el Juez del Crimen
á sufrir por homicidio la pena de muerte.
"Enterado del caso el DI'. Rueda, tomó espontánea-
mente la defensa del a.cusado para ante el Superior Tri-
bunal, y no solo obtuvo la revocacion de la sentencia, sinó
que poco faltó para que librára á su defendido de todo cas-
tigo, pues su pena se redujo á ocho ó diez meses de prision.
" El jóven Mendez que reside en esta ciudad, pertenece
á una familia un tanto acomodada, y no obstante el Dr.
Rueda no ha recibido otra recompensa que la íntima satis-
fnecion que esperimenta toda alma elevada en presencia de
las manifestaciones de sincera gratitud de una desgraciada
familia.
"Los nobles sentimientos del Dr. Rueda no quedaron
satisfechos con la brillante defensa de Mendez. Podernos
asegurar que no ha existido un solo preso que no haya en-
contrado en él un defensor ardiente, ilustrado y generoso.
"Pero hay mas. Teniendo conocimiento que el defensor
de pobres y menores de esta cil'cunscripcion' judicial era
una persona profana en el conocimiento de la jur.rudenci~
tomó gratuitamente y. con empeño decidido la défensa de
lo" procesados
:37
APUNTES BIOGRÁFICOS

"Mas de tres años hace que el" Dr. Rueda viene de-
sempeñando la sagrada mi~ion del Sr. Sañudo, defensor de
pobres y menores, sin que jamás haya recibido un solo
centavo de nadie.
"Es así como el Dr. Rueda se dió á conocer en nues-
tro foro. "

IIl.

En el ailO 1860 se trató de establecer en la provincia


la Corporacion Municipal, genuina representante de toda la
poblacion, y para el efecto el pueblo confeccionó las listas
de candidatos entre los cuales figuraba el Dr. Rueda.,
Convencido el gobernador Fraga, que por entónces regia
los destinos de Santa Fé, que la lista popular triunfaria en
los comicios electorales, ordenó á sus partidarios que dis-
persáran á los ciudadanos electores; y cuando nádie se atre-
via á protestar contra semejante atentado, solo el Dr. Rueda
despreciando el peligro que le amenazaba y contrariando las
indicaciones de sus correligionarios, fué al lugar del hecho
y con suma serenidad enrostró á sus autores el crimen que
se acababa de cometer; pero al formalizar ante la mesa
receptora de votos la correspondiente protesta, cayó al suelo
dérribado de un martillazo que le abrió el cráneo, permane-
ciendo exánime y bañado en sangre por largo tiempo, hasta
que le fué posible levantarse un tanto repuesto del golpe
terrible y cuando el pueblo lo juzgaba cadáver.
Poco des pues de este suceso el mismo gobernador Fraga
mandó reducir á prision á los miembros del Superior Tribu-
nal de Alzada, y hé aquí en que términos se espresa un
periódico de aquella época, apreciando el rol que en este
caso asumió el Dr. Rueda.
PEDRO RUEDA 291

El Tiempo consignaba )0 siguiente:


"Cuando la incalificable prision de los jueces del Su":
perior Tribunal de Alzada, esto es, de los señores D. Der-
midio Luna, D. Juan Crusellas y Q. Manuel Echagiie, por
órden del gobernador Fraga, el Dr. Rueda afrontando todo
género de peligros se trasladó clandestinamente al Paraná,
capital pro\'isoria de la Confederacion, á esponer al Pre-
sidente de la República, por encargo de los jueces encar-
celados,. las arbitrariedades de que eran víctimas.
"Cuando todo el mundo estaba aterrado con estos he-
chos inauditos; cuando no se encontraba uno solo de los
deudos de esos presos que pronunciára una palabra en su
defensa, el Dr. Rueda enfermo y exponiendo su vida sin
compensacion alguna pecuniaria y lo que es mas, despre-
ciando ofertas halagüeñas del gober~ador Fraga, se puso
de parte de los débiles y oprimidos, y aceptando el poder
judicial conferido por estos, se fué al Paraná á gestionar
ante las autoridades nacionales los derechos y garantias del
pueblo santafesino, ultrajado en el desconocimiento hecho de
la independencia del Poder Judicial con la prision de 108
juecefoi del Tribunal Superior."
A fines de 1860 el gobernador D. Pascual Rosas reu-
nió en su casa á las personas mas ilustradas y notables,
con el objeto de que le manifestáran lo que hacerse podria
en beneficio de) progreso moral y material de la provin.cia
de Santa Fé.
El Dr. RUeUa fué una de las personas invitadas á esta
reunión, y debido á sus ardientes deseos de ver radicada la
educacion popular y muy especialmente la de la mujer, 'para
lo cual indicó la conveniencia de fundar una ·sl)ciedad ·de
beneficencia encargada par·ticulal'mente de la fundacion y
organizacion de un colegio de niñas, se nombró el 14 de Di-
ciembre una co1Tii~ion complll~8ta dl"'l.· actual obispo Doctol'
202 APUNTES BIOGRÁFICOS

Gelabert, de D. Mariano Comas y del mismo Dr . R. lIef1a,


autor del transcendental pensamiento, para que formulara
las bases de la sociedad.
"Él p~rsonalmente, dice El Tiempo, refiriéndose al ju-
risconsulto de quier¡, nos ocupamos, él habló con todas las
señoras mas distinguidas,. para que formaran parte de esta
benéfica asociacion; pero ni la negativa de algunas, ni el
mal resultado de otras tentativas análogas ensayadas ante-
riormente por personas respetables, le hicieron desmayar en
su loable empeño.
"El estado financiero de la provincia no permitia hacer
el menor gasto para la instalacion de la Sociedad de Benefi-
cencia; pero el Dr. Rueda salvó este inconveniente, contri-
buyendo y pidiendo de puerta en puerta á sus amigos el
óbolo para este objeto."
Él es, pues, el fondador de la Sociedad de Beneficencia en·
esta capital de Santa Fé; él tambien fué quien formuló el regla-
mento, estatutos y bases de esta importante asociacion y aun
se recuerdan las palabras de su discurso de instalacion.
El primer colegio de niñas establecido por fa Sociedad
de Beneficencia en esta ciudad, se debe esclusivamente á
las instancias del Dr. Rueda, que siempre deseó ver con-
vertido en un hecho práctico la educacion del pueblo.
Por falta absoluta de letrados en Santa Fé en aquella
época y cediendo á las exigencias de sus numerosos ami-
gos, se hizo cargo de los juzgados de Primera Instancia en
lo Civil y Criminal de los departamentos de la capital, de
San José y de San Gerónimo, manteniendo al mismo tiempo
abierto su estudio de abogado para la gestion de los ~sun­
t08 judiciales que tenia pendiente ante el Superior Tribunal
de Justicia.
Dice uno de lo~ colaboradores de El Tiempo, que de
cincuenta y tantos asuntos fallados por el Juez Dr. Rueda,
solo se apeló de tres de sus sentencias y aun estas fueron
confirmadas por el superior.
.. . .
PEDRO I-lCEDA

IV.

Dcspue~ de la batalla de Pavon y de la caída del go-


bierno del SI'. Hosas, y cuando se trató (le la nueva eleccion
rle gobernador propietario para Santa-Fé, la opinion públi-
ca fluctuaba silenciosa y divida entre varios candidatos.
El DI'. Rueda que no es hombre de vacilaciones en po-
litica, levant() resueltamente á la faz de todos los partidos
la candidatura de D. Patricio Cullen.
Con este objeto estableció en su casa una asociacion
denominada "Club Libel'tad," cuyos trabajos dieron por re-
sultado el triunfo de la candidatura del Sr. CuIlen, á quien
su generoso campean suplid que aceptára sus reiteradas
renuncias de 108 dos Juzgados de la Instancia, cediendo
gratuitamente sus sueldos devengados en favor de D. San-
tiago Sañudo.
Libre de esta tarea judicial, el Dr. Rueda, á instancias'
del gOIDernador Cullen, se hizo cargo sin compensacion al-
guna de la redaccion del periódico La Libe,.tad.
Electo Diputado á la Asamblea Lejislativa, en Febrero
del 62, sometió á la aprobacion de ese cuerpo muchísimas
é importantes leyes, cuyos resultados propicios está hoy
disfrutando esta provincia.
A pesar de ser ultra liberal el Dr. Rueda, aceptó con
el mas decidido empeño el pensamiento del R. P. Superior
de la Compañía de Jesús, Dr. Suarez, que trataba de fun-
dar en Santa-Fé el colegio denominado "La Concepcion,"
y en su calidad de Diputado á la Lejislatura sostuvo ver-
daderas campañas parlamentarias, hasta obten~ el triunfo
y la realizacion de ese grandioso pensamiento; pues en Sil
concepto, sin instruccion pública no existe gobierno repu-
blicano. ...
'APUNTES D10GRÁFICOS

"Cuando se sometió á la apl'obacion de la Lcjislatll-


ra el contrato de los P. P. Jesuitas, respecto á la funda-
cion del colegio de la Concepcion, dice el Ferro-Carril, el
Diputado Dr. Rueda fué el primero que levantó su voz
para demostrar la conveniencia de la plantacion de un es-
tablecimiento de educacion, cualesquiera que fuesen sus di-
rectores,.y su palabra elocuente se hizo enérgica, al cal-
mar )a ~xaltacion de sus colegas que llegaron á decir que
era preferible arrojar á los jóvenes á una hoguera, antes que
confiar su educacion á Jos Jesuitas.
"A pesar de esa opinion, el DI'. Rueda no solo con-
siguió triunfar en )a Cámara, sino que lo hemos visto tra-
bajar incesantemente por la realizacion y mantenimiento del
colegio de La Concepcion.
"Toda vez que la escasez de recursos pl'ometia hacer
fl'acasar la existencia del colegio, el Dr.' Rueda ponia en
juego ¡SUS relaciones para levantar ·suscriciones entre el pue-
blo; hacia valer su influencia con el gobierno en el mismo
sentido, y en la Lejislatura presentaba proyectos para la
venta de tierras públicas, con cuyo producto no se podia
dejar arruinar el colegio.
"El año pasado el Dr. Rueda partió á Buenos Aires
en comisiondel gobierno de la provincia, con el objeto de
solicitar del de la nacion algunos socorros, á fin de evitar
que el colegio se cerrara, como se lo declararon termi-
nan.temente los P. P. Jesuitas al gobernador delegado en
esa época, D. José Maria Echagüe.
"El Dr. Rueda consiguió en circunstancias tambien
muy criticas para el gobierno nacional tres mil patacones
destinados al colegio, y segun estamos enterados, al comi-
sionado Dr. Rueda n~ se le han abandonado nt los gastos
de viaje, 'ni los de permanencia en Buenos Aires."
Puede asegurarse que el Dr. Rueda es el íundador del
colegio de La Concepcion, pues gracias á su influencia re-
cibieron los P. P. Jesuitas veinte y tantos mil pesos, y tan-
rEDRO RUEDA 295

to su discurso de inauguracion como sus escritos publica-


dos en la prensa, han contribuido poderosamente ~, ha-
cer conocer en toda la República ese establecimiento de
educacion.
Cierta vez el gobierno nacional pidió aloe Santa-Fé
los antecedentes, títulos, posesiones antiguas y actuales, y
limites del territorio de esta pFovincia, por cuyo motivo el
gobernador Sr. Cullen nombró una comision compuesta de
los señores D. Domingo Crespo, D. Urbano de Iriondo, Ge-
neral D. Pedro Ferré y Dr. D. Pedro Rueda, con el objeto
de acceder á. lo solicitado por el gobierno de la nacion,
poniendo á disposicion de los comisionados los archivos
públicos de la provincia.
Los trabajos de esta comision sirvieron tambien para
fijar en la constitucion de la provincia sus limites, terri-
ioriales, los cuales son respetados hasta la fecha.
En la fundacion del Departamento Topográfico, el Dr.
Rueda tuvo una parte muy importante, y el Gobierno ha-
ciendo justicia á sus conocimientos geodésicos, nombróle
acesor y someti.ó á. su buen criterio los estatutos é instruc-
ciones pai'a los Agrimensores.

v.

"Por una sancion legislativa del 6 de Setiembre del


62, dice El Tiempo, se dispuso que la Cámara de Justicia,
estuviera desempeñada por jueces letrados, y que estos de-
berian ser elejidos en ternas elevadas por la lejislátura al
gobierno; en tal virtud el Dr. Rueda fué propuesto en p~i­
InCl'a linea en las ternas, y ni la amistad de' gobernador
Cullen, ni la instancia del entónces ministro Dr. Zuvil'Ía,
Il~ meno'i! ~l envidiable honor de ooupar el puesto mas ele-
vado en la C¡ll'rera do la abogacia á la edad de vemtltres
años, pudieron inHuit' en su ánimo pal'a aceptar el cargo
eJe camarista."
" Réstanos decir, afirma el periürlico citado, que al mis-
mo tiempo que luchaba encarnizadamente en la Cámal>a de
Representantes, servia al gobernador Cullen de consejero,
:.;ecretario y ministt'o en las largas y continuas acefalias de
este puesto, sin haber recibido de el la mas insignificante
recompensa por sus valiosos servicios.
" Cuando la sublevacion é invasiones del' (:haeho á Cór-
doba y los pronunciamientos de algunos jefes entrerrianos,
despues de la batalla qe Pavon, Santa Fé necesitaba asumÍl'
una resolucion enérgica. El Dr. Rueda entónees propuso la
fundacion de un nuevo club político social, para hacer vel>
á los enemigos del actual órden de cosas, que esta provin-
cia sostendria la tranquilidad que gozaba la nacion, y el
Dr. Rueda fué elejido presidente de ese club.
"Se necesitaba además una publicacion que fuera la
expresion de las. ideas de ese club. El Dr. Rueda, á ins-
tancias de sus amigos políticos, tuvo que hacer el sacrifi-
cio de tomar por segunda vez la redaccion de un peri6dico.
"Los artículos de La Situacion, periódico fundado por
el Dr. Rueda en esa época, fueron de gl'an efecto para uni-
formar la opinion, reunir las fuerzas dispersas del partido
liberal en la provincia, é imponel' á nuestros adversal'ios
pol!ticos.
"Una vez pasado el peligro, ~el Dr. Rueda se separó de
la redacción del periódico, despues de- haberse sacrificado
personal y pecuniariamente, sin reclamar del gobierno ni de
sus amigos recompensa alguna, retirándose con la satisfac-
cion de haber contribuido con su grano de arena en favol'
del mantenimiento de la paz y del bienestar que disfrutaba
la provincia.
"La terminacion del periodo cOlIstitucional del gobierIJo
d~l SI'. Cullen, hizo necesal'ia la reunion del club "Libel'tatl"
"
PEDRO RUEDA 2<J7

por segunda vez. El Dr. Rueda no se desdeñó entónces en


bajar de la silla presidencial de la Cámara de Represen....
tan tes, para aceptar la direccion del club "Libertad" que le
a...clamaba por su presidente y le exijia arrostrar todo jénero
de compromisos y de peligros. "
Decretada la convocacion de la comision constituyente,
para la reforma del código fundamental de la provincia de
Santa-Fé, el DI'. Rueda fué electo Convencional por el De-
partamento de la capital, y formó parte de los cinco miem-
bros que estudiaron y confeccionaron la Constitucion refor-
mada.
Elejido gobernador D. Nicasio Oroño, se le propuso
varios é importantes puestos públicos dotados con sueldos
regulares, que él rehusó indeclinablemente, aceptando sola-
mente el diploma de Diputado á la Lejislatura que le ofre-
ciera el departamento del Rosario en 1866.
Apesar de haber contribuido poderosamente, como pre-
sidente del club "Libertad," á la elevacion del señor Oroño,
mas de una vez se opuso y consiguió el rechazo .de varios
proyectos presentados por el gobierno y sostenidos por la
palabra autorizada del respetable ministro Dr. Campillo.
Las contingencias de la, guerra del Paraguay y las re-
petidas sublevaciones del ejército entrerriano en Toledo y
Basualdo, hicieron concebir al Dr .. Rueda un proyecto auto-
rizando al Ejecutivo de la provincia de Santa Fé, para que
ofreciera al gobierno de la nacion el contingente de sangre
y de recursos que se necesitare.
Esta minuta de comunicacion presentada á la Lejisla-
tura y redactada con todo el fuego del patriotism~ fué san-
cionada por aclamacion y felicitado cordialmente su ~utor.
Las grandes reformas que viene exijiendo el estado de
las sociedades model'na~, su progreso que no reconoce tra-
bas de nillgun género, y sus legítimas aspiraciones que
tienden por doquier su raudo vuelo, indujeron al Diputado
Dr. Rueda á pedir al gobernador Ot'oüo su apl'obucion á un
38
°298 APUNTES BIOGRÁFICOS

proyecto de ley referente al matrimonio civil, que tenia ya


confeccionado y resuelto á someterlo á la sancion de la
Cámara Lejislativa.
Comprendiendo el gobernador Oroño la importancia de
este pensamiento, propuso á su vez el Dr. Rueda, para for-
mar é ilustrar mas su juicio, un certámen privado sobre
esta materia, en la que tomarian parte el obispo Diocesano
con sus delegados y los P. P. jesuitas que dirijian el co-
legio de La Concepcion.
Aceptada esta indicacion, se reunieron ·los PP. jesuita!'>
y el Dr. Rueda en casa del gobernador, quien pudo formar
un juicio acabado en este certámen jurídico teológico, y no
obstante envió. nuevas invitaciones al obispo Gelabert, pero
este prelado creyó mas prudente encastillarse en el silencio
mandando ásu provisor Dr. Seguí para declarar únicamente
que no podia aceptar discusion sobro esta materia con el di-
putado Dr. Rueda.
La Lejislatura de Santa Fé tiene, pues, la gloria de ser
la primera en haber enarbolado la bandera de la reforma
social y religiosa, como el Rosario ue haber visto primero
tremolar el pabellon bicolor con el que se ha conquistado
la independencia y libertad de las provincias unidas del Rio
de la Plata.

VI.

En 1865 el triunfo canónico de las secciones electorales


del Rosario, Villa 90nstitucion y San José elijió al Dr. Rueda
para diputado al Soberano Congreso, y hubiera allí ocupado
en consecuencia la banca que se le ofreciera, si sus adversarios
políticos no sustraen lo~ registros .de Villa Constitucion y
Santa Fé, por lo cual sus parciales, si bien quisieron pro-
PEDRO RUEDA 299

testar, vierónse obligados á aceptal' la consecuencia de estos


sucesos, porque el mismo· candidato se opuso con desinterés
á que se diera ningun paso en pl'Ó Jo la victoria que habia
surgido del pueblo.
HabiendQ ordenado la Lejislatura de Santa Fé, en 1867,
la codificacion de las leyes de proceJimientos civiles y co-
merciales, el gobierno de la provincia haciendo justicia á la
competencia del Dr. Rueda, le encomendó tan árdua y cien-
tífica tarea.
Por decreto gubernativo Je fecha 7 de Diciembre del
mismo año, fué nombrado comisionado acerca del gobierno
de la provincia de Buenos Aires, para arreglar hi cuestion
pendiente de límites inter-provinciales, y de promover un· tra-
tado de estradiccion de criminales.
A fines del mismo año la cuestion candidatura para
Presidente de la República agitaba violentamente los ánimos
de los tres partidos que querian: uno á D. Domingo Faus-
tino Sarmiento, otro al DI'. D. Rufino de Elizalde, y el ter-
ce~ al general Urquiza, para suceder en la silla presiden-
cial al general Mitre.
No pudiendo conseguir el general Urquiza que el go-
bernador de Santa Fé Sr. D. Nicasia Oroño apoyára oficial-
mente su candidatura, envió dinero y armas para derro-
carlo, cuyos movimientos anárquicos estallaron el 22 y 24
de Diciembre del año citado, á consecuencia de los cuales
tuvo que abandonar esta provincia dcspucs de haber reque-
rido la intorvencion nacional, cuyo resultado fué á esperar
en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, de donde poco
despues y bajo el amparo de la autoridad de la nacion so
trasladó al Rosario, proclamando entóncCl:;; sus amigos y
partidarios la candidatura de D. Domingo Faustino Sarl';li~nto.
El Ministro interventor Dr. D. Eduardo Costa prohijaba
la can~idatura del Dr. Elizalde y creyó mas conveniente
en favor de su candidato, Hlahten~r en pió la situacion de
Santa .Fé, demorar la roposicioll dd goheruador y conser-
300 APUNTES BIOGRÁFICOS

var la circunstancia escepcional en el mismo estado hasta el


mes de Febrero, en que terminaba el período gubernativo
del Sr. Oroño.
El Dr. Rueda que antes de la revolucion salió de Santa
Fé con destino á Buenos Aires á celebrar los tratados que
se le habian encomendado, tuvo que limitar su viaje al
Rosario y de allí trasladarse á la campaña, á consecuencia
de haberse desarrollado el cólera mórbus tanto en Buenos
Aires como en Santa Fé.
Inmediatamente que )Jegó á su conocimiento la situacion
del. gobernador y de sus amigos y correligionarios políticos,
abandonó su retiro y .se presentó al lado de ellos para en-
grosar sus filas, en cuyos momentos, á causa de haberle
comunicado el Sr. Oroño los trabajos clandestinos de la in-
tervencion nacional, él le propuso que expidiera un decreto
declarando á la ciudad del Rosario asiento de las autori-
dades generales de la provincia, y por un otro convocando
extraordinariamente á la Lejislatura y manifestarle que es-
tando para terminar su período gubernativo, nombraba un
gobernador provisorio, ó en su defecto que adoptára cual-
quiera otra medida á fin de evitar la acefalia del Poder
Ejecutivo y que el ministro interventor asumiera el mando
de la provincia.
Estas indicaciones del Dr. Rueda fueron sometidas por
el gobernador Oroño á la deliberacion de los prohombres
de. su partido, las cnales merecieron la aprobacion de todos,
encargándose al iniciador de la idea y al Dr. D. Cárlos
Paz la redaccion de los decretos que sobre el particular
debia dictar el gobierno.
Reunida la Lejislatura en los salones de la Municipa-
lidad del Rosario, pombróse gobernador provisorio á Don
Camilo Aldao 01 4 de Febrero de 1868.
, Viéndose el ministro interv.,lÓr contrariado .en. sus pro-
pósitos, dirijió una nota al g~\rno de la provmcl8 comu-
nicándole que la ciudad capit~de Santa Fé, que permane-
PEDRU RUEDA 301
cia en pOl)Cl' Je los revolucionarios, 8e habia sometiJo tí la
autoridad nacional y provincial, y que era necesario trasm-
Jarse á aquella ciudad; lo que así so efectuó en buques de
la armada de la nacion, embarc:indose en ellos el gober-
nador Sr. Orofio, el futuro gobCl~nador provisorio Sr. Aldau
y el ministro interventor Dr. Costa.
Antes y despues de haber sido nombrado gobernador
provisorio el Sr. Aldao, habia manifestado públicamente sus
simpatías por la candidatura del Sr. Sarmiento, por lo cual
despuos que prost() el juramento ante el presidente de la
Legislatura y dió cuenta de todo ello al ministro interven-
tor, este en contestacion le hizo presente que no podia re-
conocerlo como gobernador provisorio~ puesto que no habia
prestado el juramento de ley ante las Cámaras Lejislativas
sinó ante el presidente de ella y algunos de sus miembros.
Con motivo de este incidente se citó á los diputados, y
reunidos mas uno sobre la mitad, prestó nuevo juramento
el gobernador Aldao.
El ministro interventor Dr. Costa que á todo trance que-
ria colocar en el gobierno de Santa Fé á un partidario do
la candidatura del Dr. Elizalde, dirijió una nota al gober-
nador AMao insistiendo en que no podia recunocerlo como
tal, porque la constitucion exijia dos terceras partes del nú-
mero de diputados para que la Camara Lejislativa pudiera
abrir sus sesiones, y que segun estaba informado, no se
habia hallado presente ese número cuando prestó su se-
gundo juramento, declarando en consecuencia que daba
por acéfalo el gobierno de la provincia.
Era de notoriedad pública que en la capital de Sa~ta Fé
no habia el quorum de diput~dos que la constitucion exije
para abrir las sesiones lejislativas, y cuando ya el ministro
encargaba la conservacion yel órden público el ciudadano
D. Domingo Crespo, el diputado Dr. D. Pedro Rueda llegó
á Santa Fé, é instalada constitucid'nalmente la Lejislatura,
302 A PUNTES BIOGRÁFICUS

prestl') ante ella el juramento de ley por tercera vez el go-


bernador provisorio D. Camilo Aldao.
Reconocido al fin este señor en su carácter de gober-
nador por el, ministro interventor, él y sus amigos solici-
taron encarecidamente al Dr. &leda que aceptara la cartera
del ministerio general, y á pesar de sus reiteradas escusas
se espidió el decreto nombrándolo para ocupar ese puesto.
No pudiendo esquivarse, manifeste> al gobernador Aldao
y á sus correligionarios políticos, que él era ,amigo parti-
cular del presidente y que lo mas que crei-a. que debia ha-
cer en obsequio del partido liberal á que pertenecia y cuya
existencia veía herida .de muerte con la revolucion promo-
l
vida por Urquiza, era trasladarse inmediatamente á la ca-
pital de la República, con el objeto de conferenciar priva-
damente con el general Mitre, manifestarle cual era la actitud
que babia asumido el gobierno de la provincia, los propó-
sitos· y trabajos del' ministro interventor, las tendencias de
la revolucion, y finalmente hacerle presente que si esa re-
volucion llegaba á estallar, el gobierno seria del general
Urquiza, y que antes que este hecho se realizara, debíase
buscar una solucion conveniente á la dignidad del gobierno,
á los intereses del partido liberal y á la prosperidad de la
provincia, de Santa Fé.
Aceptadas estas ideas, el Dr. Rueda se embarcó inme-
diatament~ para Buenos Aires, llevando solo una carta .pri-
vada del gobernador Aldao para el Presidente de la Repú-
blica, en la que le' pedia que aceptara al Dr. Rueda como á
su legítimo representante y le d.iera entero crédito.
Despues de algunas conferencias, el presidente Mitre
aceptó las ideas del ministro y convino en que no debia en-
tregarse la provinci,a de San!-a Fé en manos del general
Urquiza, y en este sentido escribió una carta' confidencial
para el ministro interventor, diciéndole que se pusiera de
acuerdo con el Dr. Rueda para dejar la provmcla en poder
del partido liberal. "
PEDRO RUEDA 303

El mmlstro de gobierno- de Santa Fé remitió anticipa-


damente una cópia. de esta carta al Sr. Lamas, jefe poH-
tico del Rosario, para que la hiciera Ilegal' á manos del
gobernador Aldao. Lamas la envió por un chasque, el que
fué aprehendido por las fuerzas del coronel D. Patricio Ro-
driguez quien, entet'ado de su contenido, la entregó al mi..-
nistro interventor Dr. Costa por intermedio del general D.
Emilio Conesa.
Todos los jefes de la revolucion ya tenian conocimiento
del resultado de la mision y de los convenios. celebrados
entre el ministro Dr. Rueda y el Presidente, en tanto que
el gobernador Aldao solo supo esto cuando su ministro co-
misionado llegó á Santa Fé.
En el acto el Dr. Rueda entró á conferenciar con el
ministro interventor Dr. Costa, de quien supo, al entregar-
le la carta original del Presidente, que una cópia de ella
habia sido remitida anteriormente por el coronel Rodriguez,
y ya sea porque despues de este incidente el ministro Costa
creyera comprometer al •gobierno que representaba, ó ya
porque los revolucionarios le hicieran comprender que, en
caso de triunfar, apoyarian la candidatura Elizalde, nada
pudo conseguir el ministro Dr. Rueda respecto á la rea-
lizacion del convenio que celebró con el Presidente Mitre,
con lo cual dió así por terminado su ministerio y regresó
al Rosario.
Los pronósticos del Dr. Rueda se cumplieron al pié
d~ la letra. La revolucion que derrocó al gobernador Oroño
nombró sus electores, quienes votaron en nombre de la
provincia de Santa-Fé, por el general Urquiza para Pre-
sidente de la República, en 1868.
. . ;_ _ 0·

VII.

Los caudillo~ Taboadas r¡uo enwnces imperaban en la


infeliz provinria de Santiago dol E:¡¡1cro, ofrecieron ;sus vo-
304 A PUNTES mnGn.\FICO~

tos á todos los candidatos que· 80 disputaban la presiden-


cia; pero el general Urquiza indignado por haber' sido víc-
tima de sus falsas promesas en favor de su candidatura,
cntrcgü dos mil mulas al coronel D. José Urquizo, para
que con lo producido de la venta de ella!3, convulsionára y
derrocára el gobierno despótico de los Taboadas.
El coronel Urquizo antes de invadir la provincia de
Santiago, envió al Rosario á D. José M. del Campo para
que en este sentido se pusiera de acuerdo con el Dr. Rueda,
quien hizo ~resente al comisionado la conveniencia de ha-
blar préviamente con el enMnces Presidente de la Repú-
blica D. Domingo F. S~rmiento, y para el efecto partió á
Buenos Aires.
El presidente le manifestó entónces que su posicion era
aislada, por hallarse la República empeñada en la guerra
cuntl'a el Paraguay, y que además creia que la tirania som-
bria era invencible y que todo el. poderíu de la nacion nu
era bastante para destruirla.
La idea de ser el general Urquiza el autor de esa rc-
volucion, contrariaba profundamente los sentimientos patrió-
ticos del Dr. Rueda, pues si bien deseaba la caida de 108
Taboadas de su provincia natal, lejos estaba de querer sos-
tituir una tirania por otra, y toda su ambicion, todo su an-
helo era que los mismos hijos de Santiago reivindicaran
sus derechos y libertades y costituyeran un gobierno propio
é independiente de toda influencia y de todo poder estraflo .
. Siguiendo el impulso de este sentimiento, el Dr. Rueda
concluyó por pedir al presidente Sarmiento que aceptára la
renuncia del general D. Antonio Taboada de jefe de la fl'on-
tera de Santiago, la cual hacia algun tiempo que se ha-
llaba á la consideraC?ion del gobierno nacional. Esta indi-
cacion fué acojida favorablemente por el presidente, quien se
comprometió hacerlo así una vez concluida la guerra con
el Paraguay quo estaba ya próxima á terminar.
Tan pronto como el Dr. Rueda regresó al Ro~ario, ma-
PEDRO RUEDA 305

nifestó al comisionado del Campo, flue no era prudente pro-


ducir ningun movimiento revolucionario en Santiago y mu--
cho menos con elementos del general Urfluiza; que él fundaria
un diario sin mas objeto que pedir al gobierno nacional la
separacion de los Taboadas de las fronteras, y organizar co-
mités en todas las provincias á fin de trabajar por la caida
de ellos, sin recurrir á la revuelta ó al puñal de Bruto.
En efecto; fundó en el Rosario un diario de gran for-
mato titulado La Patria, del que no aparecia un solo nú-
mero sin que hubieran dos ó tres artículos contra los Ta-
boadas, al mismo tiempo que reunió á todos los hijos de
Santiago residentes en esa ciudad y organizó un comité del
flue fué nombrado presidente.
En Córdoba y Tucuman estableciéronse entónces aná-
logas asociaciones políticas.
Hé aquí algunos párrafos de la Ultima palabra del
citado diario:
"La bandera de La Patria no ha tremolado solamen'te
en los limitados horizontes de Santa Fé; ella ha ido á flotar
incansable sobro la frente de las demás provincias que han
sufrido y que sufren el horrendo yugo del caudillage y de
la barbarie.
"Hemos condenado con toda la indignacion que des-
pierta en los corazones honrados la sombria tiranía de los
Taboadas en la infeliz Santiago.
"Hemos levantado nuestra débil voz, como hijos de
aquel desgraciado pueblo, pidiendo al primer magistrado de
la República el despojo del poder y de la influencia nacio..
nal, base de la tiranía horrenda, de cerca de veinte años,
de los Taboadas.
"El benemérito coronel D. Manuel Obligado es hoy el
·jefe de la f¡'ontera de Santiago. .
"Nuestr'a justa demanda está satisfecha y nuestros sa-
cl'ificios compensados.
., Pedro Rueda."
:-lIJ
306 A PUNTES D10Gn'\FICO~

Estas cortal'\ palabras revelan 'la satisfaccion intima del


ciudadano que ha luchado sin tregua en defensa de lasli-
bertades públicas, y que al retirarse tranquilo del estadio
de la prensa, lanza con vibrante voz el último y severo
apóstrofe, que atravesando los grandes desiertos de salitre
y' los arenales mas intransitables que las abrasadas llanuras
del Sahara y que los bosques impenetrables del Chaco" iria
'8. conmover profundamente á los tiranuelos escondidos en
las cuevas del Bracho.

VIII.

Colocado en la silla gubernativa de la provincia de


Santiago el Sr. D. Alejandro S. Montes, en 1870, vióse al
poco tiempo obligado á trasladarse 8. la ciudad de Córdoba
por los levantamientos anárquicos de sus hermanos políticos
los Taboadas, y á comisionar al Dr. Rueda para que re-
quiriera del gobierno nacional la intervencion' á que legí-
timamente tenia derecho, cuya solicitud le fué negada por
temor de que los árbitros de Santiago convulsionasen los
pueblos del Norte.
No obstante que el diario La Patria fué fundado por
el Dr. Rueda, como acabarnos de ver, para despojará los
Taboadas del poder omnímodo y de los recursos que el go-
hierno de la nacion ofreeía á uno de ellos, como jefe do
la frontera de Santiago, no por eso dejó de trabajar por
el progreso moral y material de la provincia de Santa-F'é,
y especialmente por la educacion popular.
Con este objeto estableció en el Rosario una asocia-
cion denominada Amigos del País, de la que fué nombrado
presidente, y que diú por resultado el establecimiento de
PEDRO RUEDA 307

dos puentes, uno sobre el arroyo Sera y otro sobre el de


Payon, cuyo producido del derecho de peaje está destinado
á la fundacion y fomento de dos escuelas en la campaña.
En el Rosario debia formarse una quinta normal de
agricultura, y para este objeto el Dr. Rueda tomó sobre sí
In tarea de esclarecer la propiedad de un terreno llamado
(( La Bateria" que el gobierno nacional del Paran á habia
comprado~ y gestionar su adquisicion.
Corno presidente de la sociedad A migos del Pais, des-
pues de haber obtenido el terreno de la bateria, se dirigió
al Soberano Congreso solicitando una subvencion de cuatro
mil fuertes, para ayudar á los gastos de instalacion de la
quinta, cuya peticion mereció favorable acogida.
Cuando el plano de la quinta normal, estatutos y regla-
mentos se habian presentado al Ministerio de 1nstruccion
Pública, el gobierno de la nacion decretó la fundacion de un
Colegio Nacional en el Rosario, y con este motivo la socie-
dad A migos del País cedió á favor de la comision cons-
tructora de dicho establecimiento de educacion, el terreno y
los elemento~ que habia obtenido, á condicion de que en el
Colegio Nacional se estableciera una cátedra de agronomía.
En 1872 el entónces Ministro de Instruccion Pública,
hoy Presidente de la República, Dr. D. N icolás Avellaneda,
colocó la piedra fundamental del referido Colegio Nacional,
siendo el Dr. Rueda uno de los miembros encargados de
aquella solemne inauguracion.
A peticion de él, el gobierno presidencial del Sr. Sar-
miento estableció en el Rosario la comision protectora de
inmigracion, nombrándolo Presidente de dicha corpora-
cion con la facultad de proponer las personas que debian
formar parte de ella.
Propietario el Dr. Rueda ue un establecimiento tipo-
gráfico por el cual publicaba La Patria, propuso á varios
ue sus. colegas la fundacion de una I~vista de Lejislacion
y Jurisprudencia la que, bajo el titulo dt! An.ale.~ del Foro
308 APUNTES DlOGRÁFICOS

Argentino, viú la luz pública en esta ciudad del Rosariu,


siendo él uno de los autores de tan importantísima obra, cu-
ya desaparicion hemos oido lamentar á notables jurisconsultol'l.
No ha mucho tiempo que el gobierno liberal de Santia-
go del Estero, apreciando su competencia, lo comisionó pa-
ra que redactara la "Ley Orgánica de los Tribunales de
Justicia," y el "Código de Procedimientos Civil, Comercial
y Criminal," habiendo merecido estos trabajos los elogios
que le· prodigó la prensa argentina y muy especialmente la
de Buenos Aires. ..
Los conocimientos del Dr. Rueda no solo han sido
juzgados favorablemente en su madre patria, sino tambien
en la tierra de Mazzini y Garibaldi, donde la Asociacion
Científica compuesta de los mas renombrados jurisconsultos
reunidos bajo la denominacion de "Oficio Jurídico Interna-
cional," le ha nombrado uno de sus miembros corresponsales.

Segun los apuntes anteriores, vemos al Dr. D. Pedro


Rueda, en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé y Santiago del
Estero, levantarse en medio de los partidos, dominar las
situaciones y sobreponerse á los contrastes.
Sus ideas avanzadas le pennitieron descubrir el cerca-
no horizonte del progreso, pero no el terreno insuficiente-
mente cultivado sobre el cual pretendió en vano echar los
cimientos de reformas trascedentales, y hé ahí por qué sus
tentativas para establecer el matrimonio civil, solo produje.
ron en el sentido moral un rasgo gráfico, digámoslo así,
que poco á poco ha desaparecido con . la sucesion de los
años, y bajo el punto de vista material una tenaz oposicion
promovida por el partido que apoyaba al. general Urquiza,
PEDRO RUEDA 30!)

quien supo explotar en este C380 el fanatismo religio!';o que


por de~gl'acia aun existe latente en ciertos pueblos de -la
Hepública Argentina.
El Dr. Rueda retirado á la vida privada es uno de los
primeros jurisconsultos del foro rosarino, á la vez que dic-
ta gratuitamente en el Colegio Nacional una de las cátedras
de Derecho.
Para concluir debemos declarar, que cuando se ha en-
contrado en el caso de aceptar algun empleo público,· no ha
recibido su dotacion, (¡ la ha cedido á beneficio de obras
de filantropia.
PEDRO 4. SABeBB!
Abogado.

1.

Hijo ne D. Simon Sanchez antiguo y re.c;petable ~stan­


ciero de esta provincia, cuyo importante y principal esta-
blecimiento situado en la costa del Arroyo del Medio, es
ba~tante conocido y disfrutan aun sus herederos; nació en
la ciudad de San Nicolás de los Arroyos el 1 '? de Agosto de
1847 el Sr. D. Pedro A. Sanchez.
En la misma ciudad de su nacimiento, la segunda de
la provincia de Buenos Aires, recibió la indispensable ins-
truccion primaria hasta las lecciones de latinidad, en cuya
lengua se familiarizó rápidamente; pero en 1861 se trasladó
al Uruguay para ingresar en el notable colegio nacional,
de donde regresó á San Nicolás á fines del mismo año.
Algun tiempo habia trascurrido ya, cuando sus padres
interesados en proporcionar una vasta y sólida instruccion
al hijo que desde temprana edad mostraba felices disposi-
ciones para el estudio, decidieron enviarlo á Buenos Aires
con el objeto de que continuára en la digna cuanto esca-
brosa senda que le habian trazado; por la cual, * fines de
1863, partió á la capital de la Repú.blica, .ngresando inme-
312 APU~TES BlOGIlAFICO"

diatamcntf' al importante colegio naci(lnal de aqllella ciudad,


donde cursó los tres primeros años de estuclios preparatorios.
La Universidad de Buenos Aire!". era por cntónces, como
lo es hoy, un foco de luz que irradiaba hasta los últimos
confines de la argentina tierra, y á ese emporio del saber
pasó luego el jóven Sanchez, continuando siempre con con-
traccion sus estudios, tm'minando los preparatorios y cur-
~ando el primer ailO de jurisprudencia en 1868, al mismo
tiempo que figuraba como uno de los mas incansable!;
fundadores de la "Academia Literaria" que mas tarde tom"1
el nombre de " Estimulo Literario,"

11.

N ada auguraba por aquella época una paralizacion ins-


tantánea en el incesante movimiento comercial de la ciudad
del Rosario.
Los cuantiosos capitales del viejo mundo afluian á esta
parte del suelo americano; el horizonte de prosperidad apa-
rec;ia más y más sereno, cuando la muerte, rápida como
el rayo, tendió sus negras alas, velando el mas allá de un
pueblo evidentemente progresista.
El maldito viajero del Ganges, salvando los hielos ete['-
nos de Siberia y la ardiente zona del Ecuador, arrojóse
hambriento de nuev{ls víctimas sobre la coqueta ciudad que
indolentemente se adormia al sCtluctor arrullo de las cau-
dalosas ondas del límpido Paraná.,
U n grito de agonia, de dolor, de terrible desesfleracion,
parttó del R08ario,
PEDRO A. SANCHEZ 313

La muerte inexorable tronchaba en flor caras y lozanas


existencias.
Innumerables personas dejaron de pertenecer al catá-
logo de los vivos, y entre ellos se encontró tambien el Sr.
D. Simon Sanchez, padre, como ya lo hemos dichQ, del jó-
ven abogado de quien nos ocupamos.
Hijo mayor el Sr. Sanchez, se vió en el caso de aban-
donar á Buenos Aires y cortar sus estudios, para cumplir
con el imperioso deber de atender á su familia y. tomar
posesion de todos los bienes que Jegára su progenitor.
Al año siguiente, esto es, en 1869, inició el juicio tes-
tamentario; poco desgraciadamente, un pleito suscitado por
una hermana paterna, duró dos años, hasta que logró
arreglarlo, no sin que costara á la testamentaria de diez á
á doce mil pesos bolivianos, por cuya razon tuvo que in-
vertir un año mas en realizar las haciendas para cancelar
dicho crédito, perdiendo como es consiguiente, ese tiempo
precioso que en vano queria él emplearlo en el estudio.
Libre completamente de sus negocios personales en 1872,
pero en la imposibilidad de regresar á Buenos Aires para
continuar sus estudios, por falta de recursos y por la aten-
cion que dedicára á su familia, se consagró á la par de
muchos distinguidos jóvenes á trabajar con toda constan-
cia para que se establecieran las cátedras de derecho en el
Colegio de Santa Rosa, previamente autorizadas por el go-
bierno de la nacion, hasta tanto se concluyera el Colegio
Nacional de esta ciudad.
Sus trabajos no fueron estériles, y en 1873 ante una
selecta concurrencia se inauguraban las clases de derecho
bajo la direccion del Dr. D. Milciades Echagüe, en cuyo
acto solemne por mas de un concepto, fué el jóven San-
chez el único estudiante que con voz clara y' vibrante· leyó
un sentido discurso que mereció los calurosos aplausos del
distinguido auditorio.
Al siguiente añfl, terminado el, J'olegio Nacional, abria
40
314 A PUNTES BIOGRÁFICOS

SUS puertas á la juventud del Rosario; el Sr. Sanchez en-


tónces se apresuró á ingresar en él, tornando nuevamente
á seguir sus estudios, pero dando principio por el segundó
año de derecho que ya habia cursado, con el propósito de
acompañar á sus compañeros de fatigas.

lB.

En 1874 el pueblo del Rosario se encontraba dividido


en dos opiniones contrarias para el nombramiento de muni-
cipales y jueces de paz ..
Las elecciones que tuvieron lugar fueron reñidas; ambos
partidos sostuvieron á sus candidatos, triunfando al fin el
que habia elegido al Sr. Sanchez para juez de paz de la
3a secciono
Dos años permaneció desempeñando su delicado come-
tido al frente de ese juzgado, mereciendo la estima de todos
los que supieron apreciar su rectitud y sus conocimientos, y
durante este tiempo pudo conocer el pueblo las pruebas del
juicio ilustrado del Sr. Sanchez, pues de doce ó mas sen-
tencias apeladas, jamás fué revocada una sola por sus su-
periores, sinó que por el contrario, todas fueron confirma-
das por sus fundamentos.
A principios de 1876 se practicó una eleccion para mu-
nicipales y jueces de paz; pero como se votára solamente
en tres secciones .de las cuatro en que está dividida la
ciudad del Rosario, la municipalidad creyó prudente anular
la votacion' de una seccion, porque se aseguraba que en ella
existia el fraude, declarando válidas las dos restantes.
Ante semejante aberracion, el Sr. Sanchez lleno de ci-
PEDRO A. SANCHEZ 315

vismo y siempre fiel á los principios que rigen á los países


democráticos, formuló una protesta, en la que demostraba
palmaTiamente la nulidad de la eleccion y el precedente que
se estableeia.
Durante dos años que permaneció en la campaña, no
cesó un momento de ocuparse sériamente de la seguridad
de l.os intereses rurales, y para el efecto se constituyó en
colaborador de todos los diarios importantes, los cuales pu-
blicaron sus correspondencias que acusaban á algunas au-
toridades; contribuyendo despues eficazmente á la fundacion
de la "Sociedad Rural" de este departamento, que tan be-
néficas consecuencias produjo en el corto tiempo que fun-
cionó.
Desde 1870 dió principio á escribir articulos literarios
y políticos en los diarios La Patria y La Capital, muchos
de los cuales despertaron la atencion pública; y este traba-
jo en el periodismo local ha venido prestándolo hasta ha-
ce poco tiempo, sin que su firma haya aparecido al pié de
sus producciones,' no permitiéndole su carácter modesto otra
cosa que las iniciales de su nombre.
Su vida política ha principiado no hace muchos años,
y durante este tiempo fué nombrado secretario del Club
Juventud en 1873 y 74, en momentos en que se agitaba la
cuestion candidaturas presidenciales; siendo electo presiden-
te del Club Libertad que se fundó en 1877, Y ultimamente
vocal del Club Union Nacional.

Secretario desde hace tres años de la Biblioteca Popu-


lar de esta ciudad; procurador, tasador y contador judicial
durante la época de estudiante; defensor de asuntos impor-
316 APUNTES D10GRÁFICOS

tantes y de árouas cuestiones desde el momento en que en-


tró á cursar el segundo año de derecho; distinguido por los
jurisconsultos que le dieron el nombre de compañero mu-
cho antes que rindiera sus exámenes, y estimado de la so-
ciedad, el jóven Abogado D. Pedro A. Sanchez entra á ejer-
cer ]a carrera á que se ha dedicado, mecido por las dul-
ces esperanzas de un halagiieño porvenir.
DEMBDIOTO IIVORI
Agrimensor.

1.

En la importante ciudad de Chiavari (Italia), célebre


en los anales de la historia por haber sido la cuna de ilus-
tres personajes, entre los cuales figura en primera escala el
pontifice Inocencio IV, nació el Sr. D. Benedicto Sivori el
dia 31 de Enero de 1820.
Las nociones indispensables que se adquieren en los
primeros años, las encontró el jóven Sivori en su tierra
natal; pero con el objeto de adquirir mayores conocimientos
y profundizar mas los estudios de la carrera á que se le
destinaba, fué enviado á la ciudad de Cagliari, en Cerdeña,
donde ingresó al colegio de mas nombradia en aquella época,
llamado de "Santa Teresa" y regenteado por los P. P.
jesuitas.
Terminados sus' estudios y despues de haber obtenido
menciones honoríficas que por entónces no se· prodigaban
fácilmente, partió para Buenos Aires, á donde arribó feliz-
mente en Febrero de 1841, permaneciendo en esta capital de
la República Argentina hasta el ai19 53, en cuya fecha se
trasladó al Rosario de Santa Fé. •
318 APU~TES U10GRÁFICOS

Ante una severa comision examinadora y un público en


estremo delicado en materia de carreras científicas, el señor
Sivori rindió un brillante exámen en la ciudad de) Paran á ,
en Enero de 1857, habiendo recibido entro elocuentes de-
mostraciones de distincion y aprecio el correspondiente di-
ploma ·que )0 acredita como agrimensor.

Il.

"....
·En 1863 se creó en la provincia de Santa-Fé el de-
partamento Topográfico, y como el distinguido personal de
esta importantísima institucion se hallára por entónces acci-
dentalmente en el Rosario, el Sr. Sivori aprovechó la opor-
tunidad y se presentó sereno ante él, para sujetarse á un
segundo y rígido exámen.
El aventajado Agrimensor que se recibió en el Paraná,
estuvo sujeto por dos dias consecutivos frente á frente de
la severa comision examinadora, y fas soluciones rápidas
qu~ supo encontrar á todos los di versos problemas que du-
rante esas horas se le presenta~n, fueron la prueba irre-
futable de sus conocimientos.
Por segunda vez, pues, el Sr. Sivori tuvo la satisfac-
cion de obtener con merecidos elogios el nuevo diploma,
por el cual se le autorizaba para ejercer su delicada y ar-
uua profesion.

En la actualidad 01 Agrimensor D. Benedicto Sivori


cuenta con la confianza ilimitada y el ~incero cariilo de to-
DEN EDICTO SIVORI 319

dos Jos que han sabido valorar sus aptitudes, su carácter


franco y su reputacion acrisolada.
El trabajo continuo y mucho mas la ingratitud han im-
preso en su rostro la huella del sufrimiento, antes que las
arrugas de los años; pero su espíritu se mantiene fuerte, y
su conciencia le proporciona la satisfaccion intima del hombre
que ha sabido cumplir con sus sagrados deberes.
LUIS VILA
Doctor en Medicina, Oirujía y Obstetricia.

I.

En el 41? aniversario del 25 de Mayo de 1810, la hoy


progresista ciudad del Rosario de Santa-Fé no era otra
cosa sinó un pueblo de segundo órden, y aun cuando en
las trasparentes ondas del. caudaloso rio que la baña, se
reflejaron por vez primera los colores del patrio pabellon,
esa gloria histórica no habia aumentado en manera alguna
su importancia, ni menos influido en su crecimiento.
Su situacion envidiable como punto convergente del co-
mcrcio del interior de la República, y su puerto accesible á
los buques de mayor calado, si bien es hoy la causa de su
progreso, fué tambien en la época de la anarquia y del cau-
(liIlaje, la causa de su atraso lamentable.
Las guerras que como una larga cadena de desgracias
empezaron con el feroz montonero Artigas en 1814, ·roper-
cutieron mas tarde con fatídico rumor en la parte occidental
del Paraná, y la entónces villa del Rosario situada estrate-
gicamente para facilitar la conflagracion del interior, apo-
yar al caudillaje de Entre Rios teniendo asegurada sus es-
paldas por el resto de la provincia áe· Santa Fé, y amcllazar
41
322 APUN1'ES BIOGRÁFICOS

á Buenos Aires, vió talados sus campos, auyentada su po-


blacion y paralizado su progreso.
Vencedores y vencidos, armados en nombre de la ley y
obedeciendo á los caudillos, pasearon sus fértiles campiñas
en esas épocas luctuosas sembrando la inquietud, y solo
des pues de muchos años pudo renacer la calma para sus
moradores; porque, arrebatadas las libertades públicas, ha-
bia sucedido á la abrumadora intranquilidad la aterradora
quietud de la tumba, única que pueden ofrecer los tiranos á
los pueblos subyugados.
Sin embargo, en 1851 se dibujaba ya en el horizonte
de la patria la aurora de la libertad: el brigadier general
D. Justo José de Urquiza, rompiendo con su pasado his--
tQrico, tuvo el coraje de retar á muerte al bárbaro déspota
del Plata, y reuniendo en torno suyo á todos los oprimidos,
hizo flotar en las cuchillas de la bl'ava Entre-Rios la ban-
dera de la regeneracion argentina.
Los pueblos le escucharon, y el 25 de Mayo de 1851
el sol de los recuerdos surgió para la misma Buenos Aires,
cuna de la emancipacion, mas radiante y mas v"ívido; pre-
sagiando así la caida del tirano Rosas y el entronizamiento
del derecho y la civilizacion en el sólio que habia usur-
pado la fuerza y la barbarie.

11.

Fuá en ese dia memorable, 25 de Mayo de 1851, am-


versario pátrio, tan lleno de dulces recuerdos y de risue-
ñas esperanzas, 'llle nació en la ciudad del Rosario de
Santa-Fé el hoy Dr. D. Luis Vila, siendo sus padres el
honrado comerciante D. Manuel Vila y Da Fidela. Paredes.
Siete años despues, es decir, en 1858 ingresó en la es-
cuela primaria que por entónces dirijia el ex-comisario de
LUIS VILA 323
Policía de esta ciUlhid D. Elias J. Niklison, y mas tarde
en la que fundó D. Isidl'O Aliau, hoy Inspector de Escuéfas
de la provincia de Santa-Fé.
En ambos establecimientos adquiri6 rápidamente los co-
nocimientos que en aquella época ofrecian las escuelas del
Rosario, reducidos á la instruccion primaria, perfeccionán-
dolos en el importante colegio de Artes y Oficios que esta-
blecieron los señores Tesandro Santa Ana y Febrcs de Ro-
vira, que desgraciadamente desapareció algun tiempo despues.
Capaz ya el jóven Vila para dedicarse á los estudios
preparatorios, fué enviado por su padre á Buenos Aires,
y á principios de 1864 ingresó en el "Liceo del Plata,"
pennaneciendo allí ·hasta que en 1869 terminó las asigna-
turas de la enseñanza secundaria ó superior.
Su juicio poco comun en los primeros años, su con-
traccion al estudio y su afabilidad revelaban entónces al
que mas tarde y bajo halagüeños auspicios entraria á for-
mar parte del distinguido círculo médico argentino, y es
debido á ello que mereció de sus condiscípulos y profesores
marcadas demostraciones de aprecio en armonia con sus
adelantos y con su carácter.
Obedeciendo á su decidida ,"ocacion y aspirando encon-
trarse en otro terreno mas elevado, entró en la Facultad
de Medicina como alumno de primer ruio, en 1870.
Su espíritu evidentemente investigador tuvo allí ancho
campo para su desarrollo, y sin dejar de ser lo que se
llama un estudiante en su traio familiar y en su vida de
aulas, sus compañeros le encontraron siempre consagrado
al estudio de la ciencia y supieron tributarle el justo res-
peto que merecía.
Estudiando ya el quinto año de medicina, .en 1875,. fué
nombrado practicante interno del hospital general de hom-
bres, y á fines del mismo año pasó al hospital de mujeres
á ocupar el puesto de practicanto mayor con que fué dis-
tinguido. •.
324 APUNTES BIOGRÁFICOS

El 30 de Mayo do 1876, á la edad de veinticinco años


y cinco dias, y despues de seis años de estudio continuo
en que manifestó una inteligencia despejada, una contraccion
tenaz y una vocacion sin límites por la ciencia médica,
terminó su carrera, recibiendo el título de doctor en medi-
cina, cirujía y obstetricia.

111.

El hijo del Rosario que niño aun y 'por consiguiente sin


esperiencia partió á la Atenas del Plata en 1864, regresnba
doce años despues á la ciudad de su nacimiento, colmado
de distinciones y con una elevada reputacion.
En el seno entónces del hogar querido que abandonára
para lanzarse á buscar la luz de la verdad científica, rué
nombrado médico del departamento de policia del Rosario
el 15 de Junio de 1876, empleo que ejerce en la actualidad,
y al año siguiente entró á formar parte del Concejo de Hi-
giene, en calidad de secretario de esa corporacion que pre-
sidió el aventajado Dr. D. Meliton Gonzalez del Solar.
Reelejido como vocal del consejo en 1877, rué uno de
los primeros que contribuyó mas poderosamente á la funda·
cion de la Sociedad Médica de esta ciudad, mereciendo el
honor de ser nOlnbrado vice-presidente de ella.

En estos momentos el Dr. D. Luis Vila se encuentra


dedicado al ejercicio de su humanitaria profesion.
El éxito notable q:ue en pocos años .ha obtenido, con.ti-
LUIS VILA

tuye la prupba ma!'\ elocuente de su capacidad como médico


y de sus brillantes cualidades como caballero.
Dedicado constantemente al estudio profundo y poco ac-
cesible á las seducciones que á veces ofrece la vida, todo
lo ha concretado en un solo punto: en el perfecto cono-
cimiento de la ciencia.
Su llaneza y modestia característica, su ingenua jovia-
lidad y sus conocimientos le han merecido el respeto y
aprecio que hoy goza entre sus colegas y en la sociedad.
BENJAIUN VIBABORO
Brigadier General de la Nacion.

1.

Lindando con la Republica del Paraguay y el Imperio


del Brasil, con la provincia de Entre-Rios, con la de Santa
'Fe y el territorio salvaje del Chaco, y con el mismo imperio
y la República Oriental del Uruguay, se es tiende en la tierra
Argentina una zona de seis mil doscientas leguas cuadradas
de superficie, cubierta en partes de bosques seculares que
atestiguan su antiguedad, y en otras cruzada de rios cuyas
trasparentes aguas corren serpenteando sobre un lecho de
brillante arena y entre la verde y aromática yerba que
crece en sus orillas.
Los Ebi,.ayos, Tapes, Ca,.ios, Vitelas, Dalagantetl y
F,.ontones de la raza Gua,.aní poblaban esta pintoresca zona,
en la cual fund¡) D. Alfonso de Vera en la conft.uencia de
los rios Paraguay y Paraná, la ciudad de las Siete Corrien-
tes, en 1587.
En ese rico territorio, en el cual aun existen las in-
formes ruinas del modesto pueblecillo de Yapeyu, cuna del
inmortal D, José de San Martin, que despues de haber li-
bert'\do el alto y bajo Perú, fué á morir pobre y olvidado
328 APU~TF.S DlOGR,\FICOS

de sus mismos compatriotas en Boulognc Sur iller, ('n un


rincon de la tierra hospitalaria de Francia, el 16 de Agosto
de 1850, nació el 31 de Marzo de 1816 el brigadier general
D. Benjamin Virasoro, siote dias antes que en la ciudad de
San Miguel de Tucuman se reuniera valientemente el célebre
congreso que proclamó solemnemente la emancipacion de la
República Argentina el U de Julio de 1816.

11.

Fueron los padres de la peI'sona de quien nos ocupamos


el señor D. Juan A. Virasoro, de origen español, nacido en
una de las provincias vascongadas, y fallecido en 1845 á
los ochenta y siete años de edad, y D:I. Mercedes Corrales,
natural de la ciudad de Corrientes, quien dejó de existir á
los ochenta y dos años en 1847.
Ocho años contaba solamente el jóven Viraso.ro, cuando
fué enviado á la ciudad de Buenos Aires, á fin de que em-
pezára su educacion en una de las escuelas que allí existian,
donde permaneció hasta la edad de quince.
Poco des pues de dejar las aulas trasladóse á un esta-
blecimiento de campo; pero á los dos años regresó á la
ciudad, pasando en seguida á la República Oriental para
ocuparse tambien en otro establecimiento del mismo género.
A los tres años de hallarse en la Banda Oriental tra-
bajando incesantemcnte, fué llamado de Corrientes por su
señor padre, para que administrára el .establecimiento de ga-
naderia mas importante que por entónccs existia en aquella pro-
vincia, de propiedad· de D. Pedro D. Cabral, y denominado
"Los Aguaceros," en el cual se ocupaban de ochenta á cicn
hombres entre peones y libertos, cuidando sesenta mil ca-
bezas de ganado vacuno, todo lo cual estuvo bajo la celosa
administracion del jóven Yira:5oro.
BENJAMIN VIRASORO 329

Cuatro años despues de interesarse por el adelanto de


la fortuna que le estava encomendada, se retiró del estable-
cimiento obteniendo un capital bastante regular que fué el
fruto de su trabajo y de sus economias, con el cual fundó
en seguida una gran estancia en un terreno de campo de
propiedad de su señor padre, ubicado en el rincon de San
Gregorio, en la frontera de la misma provincia de Corrientes.
En esta ocupacion, un porvenir halagüeño se ofrecia
al jóven Virasoro; su capital se aumentaba más y más,
gracias al ceJo y á las continuas tareas, pero despues de
la batalla de Pago Largo, acaecida el 31 de Marzo de
1839, el ejército del tirano Rosas, cual las huestes bárbaras
del feroz Atila, pasó por su establecimiento, taló sus cam-
pos, incendió sus poblaciones, y arrebatóle todas sus ha-
ciendas que fueron llevadas á Entre-Rios, como si la pro-
piedad de quien tantos años dedicó á la labor incesante,
hubiera sido el patrimonio de un mandon absoluto.
El jóven Virasoro que hasta entónces concibió dulces
esperanzas, que todo lo ,·ió al través de un prisma seduc-
tor, encontróse en un instante completamente arruinado,
pues su fortuna conseguida á. trueque de sacrificios perso-
nales, fué presa de sus mismos hermanos de patria.
El desencanto le hirió por primera vez, y entónces tomó
laresolucion de partir nuevamente á la República Oriental
y alejarse de aquellos sitios en donde habia perdido los
años mas ft.oridos de su existencia y el fruto de sus desvelos.

111.

En Mayo de -1839, un mes antes de ser fusilado D.


Domingo Cullen ministro y confidente del gobernador Lopez
de Santa-Fe, el júvcll Vil'a::;oro, dórniciliado en la República
4~
330 A PUNTES nrOGRÁFICOS

Oriental, se presentt'> al comandante general del Norte del


Rio Negro, coronel D. Angel Nuñez, quien lo diú de allá
en clase de soldado distinguido en el escuadron " Cora-
ceros de Paysandú," bajo las inmediatas órdenes del coro-
nel D. José M. Luna.
Por órden general del ejército, espedida en la costa del
Arroyo Grande en Setiembre del mismo año, se le concedió
el primer galon de alférez, continuando sus servicios en el
referido cuerpo durante una campaña peligrosa, en la que
debian combatir siempre contra un enemigo que se presen-
taba en doble número.
En Noviembre del año precitado ascendió al grado de
teniente, cuyo cargo le fué tambien comunicado en la órden
general dictada en el "Paso de Ceferino," sobre la costa
del rio de "santa Lucia Chico."
Poco despues, es decir, en el mes de Diciembre, el en-
tónces Presidente de la República Oriental y general en
jefe del ejército D. Fructuoso Rivera, dispuso que todos
Jos oficiales y tropa de origen correntino, pasáran á la Re-
pública Argentina, á engrosar las filas del ejército liber-
tador que á la sazon formaba el general D. Juan Lavall~
en la Provincia de Corrientes; lo que efectuaron ochenta
personas mas ó menos, entre las cuales se hallaba el teniente
Virasoro.
Cuando el ejército libertador abrió la campaña sobre
Entre-Rios, ·en Febrero de 1840, el Brigadier Ferré, go-
bernador entónces de la provincia de Corrientes, solicitó del
general en jefe que el jóven Virasoro quedase de guarni-
ci-on sobre la frontera del Uruguay, completamente abando-
nada en aquella época, autorizándolo con tal motivo para
que reuniese y organizase la poca milicia que habia quedado
en dicho punto, confiriéndole el grado de capitan y espi-
diéndole los despachos de tal firmados ~or el mismo Bri-
~adier Ferré y refrendados por 8U secretario el Dr. D.
Manuel Leiva.
BENJAMIN VII{A~UIW 331

IV.

Al conocer desde ahora la vida pública del general Vi-


rasoro, se puede apreciar sus continuos hechos de armas
que van sucediéndose de una manera cronológica.
En Setiembre de 1840, una órden general del ejército
de reserva, concebida en términos honrosos y dada en el
campamento establecido en "Malvinas," por el general en
jefe D. José M. Paz, conferia el grado de sargento mayor
al capitan Virasoro.
Esta prueba de distincion tuvo por objeto premiar la
táctica y válor militar, pues el capitan Virasoro al frente de
su cuerpo de milicias mal equipadas luchó encarnizauamente
al arma blanca en el reñido combate ue Estin[Jana, hasta
obtener el mas espléndido triunfo sobre un enemigo audaz,
aguerrido, tres veces mas numeroso que las fuerzas que él
comandaba, y que habia pcnctrauo con el designio y firme
propósito de entorpecer la formacioh. uel ejército que estaba
aun en plantel.
La parte importante y gloriosa que desempcfló en esta
brillante victoria, fué motivo para que, al incorporarse
poco despues á las fuerzas del general en jefe, este le
recibiera con todo el ejército formado en batalla, con ban-
deras y estandartes desplegados, al mismo tiempo que se
tocaban dianas, y lo paseaba con sus soldados por todo el
·frente de la línea; organizándose uesde ese dia el. renom-
brado escuadron "Uruguay," compuesto ,le aquellos. mili-
cianos que Virasoro adiestró y condujo á ia victoria, es-
cuadron que tantos y tan señalados servicios rindió á la
patria y que en su mayor partn pOl'eció combatienuu por la
libertad contra la tirania de ROf;¡fg
332 APUNTF.S nJOGRÁFICOS

Un mes des pues que el general Lllvalle fué derrotado


por un ejército bien pertrechado y veterano en el Quebra-
cho y en FamalM, y que pereció por la santa causa de la
libertad, á manos de sus perseguidores, en Octubre de
1841, el sargento mayor Virasoro fué ascendido á teniente
.coronel, por )a participacion que con su escuadron mencio-
nado )e cupo en el triunfo obtenido en la batana del Ca-
gua.tú que tuvo lugar en dicho año.
Habiendo pasado á servil' mas tarde en el ejército en-
trerriano, el gobernador de esa provincia y general en gefe
lo elevó, en Octubre de 1846, á la categoria de coronel,
por órden general es pedida en la costa de Gualeguaychú.
En Diciembre de 1847 el voto espontánea y libre de sus
comprovincianos )0 nombró gobernador y capitan general
de su tierra natal, y )a Legislatura de aquella provincia le
concedió el rango de coronel mayor enviándole los despa-
chos de tal, como tributo que rendia un pueblo á sus mé-
ritos, servicios y valentia.

v.

. Hemos llegado al momento en que e) imperio de un


déspota se derrumba para siempre.
Desde este instante la libertad del pueblo Argentino no
ba podido estar á merced de un tiranuelo.
El general D. Justo José de Urquiza, dice el distin-
guido escritor D. Jllan Maria Gutierrez, atravieza el rio
U ruguay frente á Paysandú á la cabeza ·de cinco mil sol-
dados de caballeria. A su presencia se desbandan las fuer-
.zas de Oribe y se alistan á las filas del libertador. El sitio
de Montevideo desaparece, y en menos . ~e tres meses se
DEN.JAMIN "VIRASORO 333

de.osbarata el terrible poder de Rosas á la márgen izquierda


del Plata.
El ejército aliado compuesto de argentinos, orientales y
brasileros, al mando del mismo general Urquiza, en nú-
mero de veintisiete mil hombres, entra por Santa Fé
á la provincia de Buenos Aires, y marcha sin resistencia
hasta la capital.
Rosas que babia concentrado sus fuerzas en Santos
Lugares, las coloca despues en un punto llamado Monte-
Caseros en donde recibe el golpe de muerte.
El 3 de Febrero de 1852, dia en que tuvo lugar la
memorable batalla á cuya preparacion contribuyó muy efi-
cazmente el general Virasoro, en varias conferencias que
de antemano tuvo con el gobernador de la provincia de
Entre Rios y capitan general Urquiza, sobre el modo y
medio de iniciar y llevar á cabo la cruzada libertadora contra
el tirano Rosas; en ese dia de imperecedero recuerdo para
todos los argentinos, en que una completa derrota oblig6
al déspota á embarcarse en un buque y empremler viaje á
Inglaterra de donde no ha vuelto á pisar el suelo que inundó
en sangre; el general Virasoro fué ascendido en el mismo
campo de batalla al mas alto rango de la gerarquia mili-
tar de la República, no solo por el honor de haber contri-
buido en el terreno de la lucha á conquistar la mas es-
pléndida victoria, con el concurso del . valiente cuerpo da
.ejél'Cito correntino que en número de seis mil hombres corril;
presuroso y entusiasta á sus órdenes para formar pal'te
del aliado libertador; sino t!lmbien por la táctica y acertada
.direccion que dió á las operaciones militares del centro é
izquierda de la línea de combate,. que el general. en je(~
confió á: su valor y pericia.
En este inmortal hecho de armas, el general Virasoro
á la cabeza de sus .bravos correntinos llevó -cargas impe-
tuosas contra las fuerzas enemigas, hasta que la victOl'ja
coronó de inmarcesible gloria al ejército vencedor; mer&-
334 APUNTES mOGRÁFICOS

ciemlo por lo tanto que el primer presidente constitucional


de la Confederacion Argentina y capitan general D. Justo
José de U rquiza, con acuerdo del Soberano Congreso de la
Nacion, le estendiera lo::; despachos de brigadiel' general
de la Hepública.

VI.

Sin posee.. un gran r.,audal de datos sobre la limpia Coja


de servicios del general Virasoro, y teniendo únicamente á
la vista apuntes en estremo concisos_ y deficientes, hemos tra-
zado á grandes rasgos los hechos de mayor importancia
que de ellos se desprenden, sin parar mientes en aquellos
que podemos llamar de segundo órden; porque si fuéramos
á consignarlos todos de una manera minuciosa, saldrian de
los estrechos límites de esta obra.
Sabemos que algo de la foja de servicios del valiente
geReral ha visto ia luz pública en un periódico de pequeño
formato, que no ha mucho aparecia en esta ciudad del Ro-
sario; pero como no lo hemos podillo obtener, ignoramos
sí dicha publicacion nos habria dado mayores datos que los
que hemos conseguido.
Réstanos enumerar las mas notables acciones de guerra
en que el general Virasoro al frente de los bravos soldados
que comandaba y en medio del humo .del empeñado combate,
obtuvo mas de una vez un espléndido triunfo, no sin que su
sangre dejára de regar el campo de la lucha.
IlENJAMIN VIRASORO 335

Hé aquí esas funciones de guerra fIue constituyen otros


tantol'; títulos de gloria:
REPÚBLICA ORIENTAL.

Combate del Yi, acaecido en Setiembre de 1839.


Combate de Chamiso, " en' Octubre de 1839.
Combate de Ceferino,~' en Noviemb~ de 1839.
REPÚBLICA ARGENTINA.

Prooineia de Corrientes.
Combatc de Estingana, en Agosto dc 1840.
Prooíncia de Ent,.e-Ríos.
Batalla de Caguazú, en Noviembt'c oe 1841.
Batalla del Arroyo Grande, en Diciembre de 1842.
Combate del Riachuelo, en Mayo de 1843.
Combate de Concepeion, en Noviembre de 1844.
Combate de Laguna Limpia, en Diciembre ue 1845.
p,.ooincia de Corrientes.
Combate de Aguapey, en Noviembre de 1847.
Batalla de Vences, en Diciembre de 1847.
Prooincia de Buenos Aires.
Batalla de Caseros, en Febrero de 1852.
Batalla de Cepeda, en Octubrc de 1859.
Prooincia de Santa Fé.
Batalla dc Paoon, en Setiembre de 1861.

El mito embellecido por la fantasía es la creacion de casi


todos los pueblos de la antigiiedad durante su período heróico.
Entónces el individuo que habia llevado á cabo una em-
presa de Iguerra, veíase bien pronto' rodeado de los atribu,tos
336 APUNTES RIOGI'tÁI"'COS

de las divinidades del olimpo y adorado como un semi-dios;


en tanto que hoy, cuandO los coloridos de una imaginacion'
oriental no resaltan en los grandes cuadros de la historia;
cuando el progresi vo desarrollo del adelanto lo ha encarnado
todo en el bien de la colectividad social, el hombre lueha y
Il~a hasta el sacrificio para que su nombre, olvidado en
medio del totb'lino de los sucesivos acontecimientos, no oh-
teñ~~ otra reoompensa, aparte de la satisface ion propia, sinó
un taMio recuerdo que viene á despertarse entre sus hermanos
de patria, de creencias, de instituciones, des pues que sus frias
cenizas han desaparecido bajo un palmo de tierra ab~ndonada.
Tal es lo que con muy raras escepciones sucede en
pleno siglo XIX, en una epoca en que la palabra escrita ha
derrumbado los tronos que por largo tiempo se apoyaban en
el falso principIo del derecho divino; en una época en que
la razon ha conquistado la humanidad para declararse la
tuerza suprema.
Tal es lo que podemos observar en el terreno de la
práctica, toda vez que entre esa sociedad que incesantemente
se agita, dirígese á pasos rápidos hácia la. eternidad, en-
corvado bajo el peso potente de los años y de los sufrimientos,
desgarrada el alma pqr continuas decepciones, impresa en
la fisonomia la resignaeion, el hombre que ha vertido su
sangre por la libertad, por la ciencia, el que ha contribuido
muy eficazmente á dar á su patria mayores dias de gloria,
á sus conciudadanos un porvenir envidiable.
Los héroes que ayer emanciparon un mundo, ó los que
lucharon hasta implantar para siempre el imperio del credo
republicano, unos fueron á morir en tierra estraña, sin que
sus restos venerandos encontraran en su patria una hu-
milde tumba, y otros cruzan las calles de nuestras popu-
losas ciudades, doblegados por el infortunio, sin que el pueblo
recuerde que los hechos de esos ancianos son otras tantas
páginas de gloria, que con caractél'es indelebles se han gra-
bado en el libro de la historia.
DE!'olJAMIN \"RASORO 337

El bl'igadier general D. Benjamin Virasol'o cueTItá á la


fecha sesenta y dos años. Su carácter militar, su templó de
acero, su magestuoso continente, no han desaparecido á
pesar de la edad; y si en él permanece adormecida la ar-
diente impetuosidad de sus juveniles años, quédale aun la
mirada rápida que todo lo descubre al primer golpe de vi~t~,
la serenidad, el valor que no ha reconocidot~b¡stáculos.
Desde Corrientes á la República Oriental el nombre. del
general Virasoro está íntimamente ligado á las emp~adas
batallas, á los continuos triunfos obtenidos por la libertad y
por las instituciones democráticas que nos rigen.
Retirado hoy á la vida privada, rodeado de los seres
f)ueridos (Iue embellecen su tranquilo hogar, y respetado al
menos por sus conciudadanos, el general Vir'asOl'ü ambiciona
tan solo la cara felicidad de su patria, de la tierra Argen-
tina, por quien tantas veces derI'amó su sangre en los
campos de la victoria.
,
FElBLOR ZUVlBlA
Dootor en Leyes.

I.

Cuando Lamartine en momentos de profundos desenga-


ños, negaba brillantemente y bajo formas seductoras el pro-
g.re!'!o de la humanidad, considerándola estacionaria en su'
Ciinino, lanzaba sobre eUa el justo anatema de su ~Ima
desgarrada por lo que era ó manifestaba ser en la vida
práctica de la sociedad, de la política y de la filosofia
de su tiempo.
Para este poéta del corazon y de las lágrimas; el re-
cuerdo de las civilizaciones antiguas, de su liCera&ra, de
sus artes y de su filosofia, es la verdad y la luz que en-
camina á las sociedades modernas.
La civilizacion antigua es nuestro modelo en el perf~c­
cionamiento moral é intelectual. Dentro de diez y nueve.
siglos seremos nosotros tal vez el modelo del peÍ'fecciona-
miento futuro de la humanidad en las artes, en la literatura
y en la filosofía.
Per'o Lamartine, negando el prog1'eso contínuo de la
humanidad, juzgaba á esta por la suma de los sentimientos
340 APUNTES DIOGH.l.FICOS

de justicia, de ver.hul y de bdll'za (lile habia re\'ehulo en


su tiempo. Queria á la humanidad CulllO su imagiftdcion y
su talento la concebian, rodeada por' lo~ resplaJldore~ de la
virtud, de la 'grandeza y de la inmortalidad.
El neg() el progl'eso indefinido, porque mirli á la humá-
nidad envuelta en los vicios y en lo!'> cr'imenes; lllati~aHllo
('on los colores de la inteligencia, de la sagacidad y aun de
la belleza los prop,'lsitos mez(luinos y las pasiones bajas de
sus contempor~ine08
Los gl'andes espíritus no buscan las dulc"cs impresiones
del alma en los sucesos del presente ni en los fav9res de
una gran popularidad. Su corazon y su inteligencia van á
remover las dormidas rl'gione:-; del pasado, y en sus cil·lo~
serenos y en sus aires pUl'ísimos levantan su alma al nivel
de las grandes virtudes y de las acciones inmortales.
La sublime negacion de aquel cantor de Joselí'yn, no
debe considerarse como el pensamiento filos(;fico de un
hombre, sinú como el grito del desaliento de una alma fa-
tigada en buscar la verdad y la firmeza del espíritu en
medio del torbellino de la actividad y de las pasiones hu-
manas, siempre agitadas y revueltas como Ins óias del mar.
Si la idea eterna de la justicia en todas sus aplicacio-
nes, comprendiCl'a en la tierra la aspiracion supl'Cma y el
ideal inlIlOl'tal del espÍl'itu humano mal'chando á su perfec-
cionamiento, podemos decil' como "erIJad, que Lamartine
buscaba la justicia. en ,,1 mUllllo encarnada en el individuu,
en la sociedad, en el pueblo ü en la. humanidad ..
La historia dirá si rué un simple soimllor ú un hombl'C
cuyo elevado pensamiento entreveia las risueims regiones de
la justicia ab~oluta.
Pero hay en el hombre que ha aspirado desde la cuna
los principios y las máxima.s de la filosofia y de la razon,
algo como la personificacion de la justicia, siempre pl'esente
y siempre severa, ajustando á su mOllelo en todos los mo-
mentos la ,"uluntml, las ideas y las acciones.
.. FE~ELu~; ZLV mÍA

Il .
.. .
Entt'andq ahol':! ri TlIH'stro objeto, al eon";ideral' la pl'r'-
:"onalid:.1I1 del DI'. Zuvir·ía, eXfiluinaua en su!-\ múltiple:-; ma-
nifl'staeiolll's, hemos )mscade con pr'ofunda ateneion la ¡den
dominante (Jue lo caracteriza y la aspil'ucion ::;upr'ema
de su vida.
Le homos visto recorrer desde la escuela á las altqs
posiciones políticas, forenses y sociales, atrayendo hácia ~í
el respeto y las considel'aciones que la inteligencia y la
honradez complistan en el ej,'rcicio de las austeras funcio-
nes de la magistratura, del gobierno, del parlamento y de
la cátedr'a, siempre elocuente, siemprl' elevado en sus ideas,
siempre vehemente, pero f.5obre todo, y este es su rasgo
caracterbtico: Riemprc jW?to.
Par{'ce fine ha nacido para ser juez y para hacer de
su ministet'io la escuela fecunda de In magist¡'atura argen-
tina, levantando con honOl' al débil en su del'echo, despl'&-
ciando la imposicion y la amenaza del fuerte, manteniéMdose
libre é independiente cntre las diversas fuerzas que le rodean
y alzando en alto 1.'1 estandarte sublime de la justicia. y
del derecho.
Como el pensador y el pbéta francés, él qUiere ver la
justicia humana al través de todas las cosas.
Como el astr(¡nomo tambien que busca las infinitas
creaciones de los cielos al través de su pupila perfeccionada
rnaravillosaml'nte por la ciencia y por el arte, él busca las
creaciones de la justicia al través de la conciencia humana
que no se ha manchado todavia con las prevaricaciones in-
dignaR; y cuando no encuentra .8!1 huella en los suceso~
del presente ó en las evoluciones de la humanidad, dirije
A Pt;NTES BIOGliÁFICIJ5

tumbicll SU mil'aeJa á las lltwmiuas l'egiones del pasauo, y


como Lamartine, vá á purificar ~u criterio en sus cielo8
serenos y en sus aires purísimos, levantando su espíritu al
nivel de las grandes verdades y de los principios eternos
del derecho. Hé ahí su aspiracion suprema.
Vive con los libros que son los compañeros mas fieles
y los amigos ma.~ honrados; con ellos viaja á todas las re-
giones de la ciencia, recojiendo en su alma las sublimes
impresiones del mundo físico y moral.
N o reconoce mas superioridad que la del talento y la
virtud, y sin embargo comprende que el mundo está gober-
nado por las medianias, sin duda porque ellas forman la
mayoria en la humanidad.
La última consecuencia lógica de esta verdad incQncusa
es la paralizacion, sino la ruina del progreso general en )0
que se relacion~ á principios de moral, de política, de filo-
fía é instituciones sociales.
En otro órden de ideas, "y bajo el punto de vista
-
cívico ,
nadie puede sentir con mas fuerza ni representar con ma~
ingenuidad que él las palpitaciones ardientes, las aspiracio-
nes infinitas del corazon argentino, ya sea que se agite en-
tre las cadenas del despotismo condenando á sus verdugos,
ó que se levante airado con el rayo del génio de la libertad,
para arrojarlo tremendo sobre la frente de los tiranos .
. Dilatando su corazon, no vé á la humanidad en su
patria solamente; franquea .sus dilatados horizontes para
acompailar en todas partes, en todas las zonas del globo,
con su tristeza y con su amargura, á los desheredados del
bien, á las víctimas del indiferentismo social.
Hé ahí su fison'omia moral bajo la síntesis mas breve
que es posible hacer.
Veamos ahora las etapas de su vida.
FEl"ELON ZIJYlRiA 343

lB.

El Dr. D. Fenelon Zuviria nació en la ciudad de Salta,


donde el 20 de Febrero de 1813 se rindieron ante el valor
heroico de un puñado de bravos patriotas las poderosas
fuerzas españolas del general Tristan, y en donde tambien
residia su ilustre padre el Dr. D. Facundo Zuviría, nota-
ble juriscon~ulto, filósofo, literato, orador y propagador in-
fatigable y distinguido de las instituciones republicanas.
Hizo sus primeros estudios bajo la hábil direccion del
renombrado pedagogo D. Mariano Cabezon y del aventajRdo
profesor de latinidadD. Ventura Gallegos.
Su padre se hallaba á la sazon emigrado con otros ar-
gentinos ilustres, desde 1831, en la ciudad de Chuquisaca,
capital de Bolivia; emigracion que reconocia por causa el
rol importante y directo que habia asumido en los aconte-
.,cimientos políticos de aquella época, como uno de los pri-
meros hombres del partido liberal.
A la edad de doce años el jóven Zuviría fué llevado
por su padre á Chuquisaca, con el· propósito de hacerlo
educar en el Colegio Nacional que estaba próximo á abrirse
sujeto á una brillante organizacion durante la administra-
cion del ilustre general Ballivian, y bajo la notable direc-
. cion del célebre argentino canónigo D. José Ignacio Gorriti,
cuya figura se levanta prominente en el Congreso que san-
cionó la Constitucion el 24 de Diciembre de 1826.
A la muerte de este grande hombre, la di~ccion del
Colegio Nacional rué confiada á otro distinguido argentino,
el Dr. D. Juan Marcos Zorrilla, quien tomó un acendrado
cariño y una predileccion tan marcada al jóven Zuviria, por
su aplicacion, docilidad y saber, que le mereció su acen-
tuada distincion.
Allí f'~tudif'l la~ matclllática~ en :"tl vasta e::;tcn~ion, mú-
,:;ica y dibujo, bajo la dir'eccioll de los profe~ores Dr, Toro,
Villavisencio y Tirao, di~tinguiéndm;o ta.nto en este último
millo por su génio creadO!' y artístico, que en una exposi-
cíOIl en la cual figuraba uno de sus cuadl'O~, este lIamü
dc tal modo la atencion de los inteligentes, (lue merecir;
ser solicitndo por el Presidente de la República, general
Balli\'ian; como lueso adquil'ió gran destreza en los ejer-
cicios de la esgrima,
Habiéndose abierto postm'iormente el Colegio Nacional
de la Paz bajo el rectol'ado de. su ilustre padre y durante
J¿~ misma administracion. del general Ballivian, se trasladü
all~ para continuar y terminar sus estudios científicos y li-
tel'urios en el colegio primeramente y despues en la Uni-
'\'eI'~idad mayor de San Andrés de la Paz.
El fin de su carl'et'a de estudiante esta marcado por
bl'illantcs y luminosas pruebas en casi todos los ramos del
saber humano, recibiendo finalmente el. grado de doctor en
leyes del dignisimo Cancelario y Presidente de la Corte Su-
prema DI'. D. Andrés de Quintela, habiéndonos cabido la
ocasion de compulsar sus numerosos certificados y exame-
nes universitarios, todos plenamente aprobados.

IV,

Algun tiempo habia trascurrido desde que el Dr. Zu-


viria ingresara a la Academia de Práctica Forense, cuando
el gobierno del general Belzu Innzú el célebre decreto de es-
pulsion de los argentinos residentes en Bolivia, atribuyén-
doselos ingerencias políticas locah~8, en cuyo medio fun-
daba ese gobierllo las e::;peranzas dH captar;:)(' el aprecio
riel tirano Ro~a:'.'.
FENELON ZUVIRÍA 345

Muchos argentinos abandonaron entónces la tierra que


les prestó hospitalidad por un momento, y entre ellm;' se
encontraron tambien el Dr. Zuviría y su anciano padre,
que emigraron á la República de Chile, de donde mas tar-
de se trasladaron á Salta y de allí el jóven doctor; des_
pues de haber residido algunos meses en Buenos Aires, estable_
cióse por fin en la ciudad de Córdoba con el propósito de
terminar su práctica forense.
En la patria del notable historiador D. Gregario Funes,
el Dr. Zuviria, prévio el luminoso dictámen espedido por
el Fiscal Dr. D. Roque Funes que ejerció treinta y un años
ese ministerio, fué adscrito al curso de Práctica Forense
dirijido por el distinguido abogado Dr. D. José Severo de
Olmos, teniendo por compaileros á los hoy afamados abo-
gados Dres. Cortés, Oliva y varios otros, pues aun no se
encontraba establecida la' Academia que años lIlas tarde se
fundó y en la cual el Dr. Zuviria ejerció durante un ailO
el delicado rol de censor.
sU: conducta intachable, sus reJevanto:..; méritoS y los
brillantes y repetidos triunfos alcanzados en su corta car-
rera contribuyeron poderosamente para que, en pl'Cmio de
sus conocimientos é inteligencia, obtuviera el diploma de
abogado de la nacion; inscribiéndose IDas tarde en las
matrículas de abogados de las provincias de Córdoba y
Buenos Aires.
En esta BazO n é instalándose en el Parana el gobierno
de la Confederacion, del que fué nombrado ministr·o de la
guerra el distinguido general de la independencia D. Rude-
eindo Al varado, á su paso por C6rdoba rogó encarecida-
mente al Dr. Zuviría, pues le conocia desde niño. por su
intima relacion con su padre, que le acompañase al Paraná,
siquiera por algun tiempo, como sub-secretariQ de la cartua
de que se habia hecho cargo; solicitud á que accedió, siendo
en consecuencia investido d~ tal carácter.
Terminado:-, sus compromiso~ con el general Al varado,
44
34*1 APl:NTES BIOGRÁFICO~

regresó á Córdoba donde inmediatamente fué distinguido


por el gobierno de esa provincia, que le confirió el nom-
bramiento de Relator de la Córte Superior de JÚsticia,. des-
tino que renunció porq~e, segun su expresion, sus muchas
ocupaciones no se lo permitian aceptar; pero en honor de
la verdad, p01'que su carácter esencialmente humilde se re-
sistia á principiar su carrera brillante por puestos tan ele-
vados, prefiriendo como el modesto soldado ascender su-
cesivamente por SIlS méritos, hoy tan ventajosamente
reconocidos.
Pocas personas ha.n podido demostrar como el Dr.
Zuvil'ia. las cualidades indispensables qu'e en este como
en todo pais civilizado y progregjsta deben adornar á los
nobles magistrados. Profundos conocimientos, rectitud in-
quebrantable, firmeza de conviccion, todo esto reveló de
una manera espontánea en los cargos de Fiscal en la Ins-
tancia, Fiscal de Cámara, Fiscal- de Gobierno, Juez de la
Jnstancia, camarista en dos distintos periodos, destino. del
qne, ejerciéndolo por vez primera, fué removido para de-
sempeñar el ministerio general de gobierno dura.nte la pri-
mera y notable administracion de D. Roque Ferreyra.
Fué entónces que dictó la fundacion de la distinguida
Sociedad de Beneficencia, noble y grande institucion que ha
dado maravillosos resultados.
Hé aquí el decreto:

Córdoba, Agosto 1-1 de 1856.

Deseando el gobierno propender por cuantos _medios


estén en su esfera al adelanto de la moral, cultura, civi-
lizacion y bienestar de la pl'ovincia de su mando, y te-
niendo en vista-
1? Que uno de los principales móviles que se deben
pulsar para la consecucion de tan preciosos fines, es el de
eaplotar el rirluisimo venero que encierra el COI'azon de la
FE:'IIELON ZUVIRiA 34;
mujer, ha~ta hoy librado entre nosotros á sus e~pont~neos
,
~
y aislados frutos. .
2? Que la Sociedad de Beneficencia de señoraR, bella
}llanta que deben los argentinos al génio creador del iJus-
irado D. Bernardino Rivadavia, responde perfectamente á la
unidad de accion que es indispensable para alcanzar los
vastos, benéficos y duraderos resultados que ha ofrecido en
los países cultos.
3? Que á su afanosa solicitud mas que á otra costosa
institucion debe librarse la educacion de la niña, el amparo
del huérfano. y pel desvalido, la maternidad del espósito,
la correccion y moralidad de la mujer descarriada, la asis-
tencia de la mujer enferma, y la manutencion del mendigo
infeliz, que hacen las mas humanitarias funciones de la vida.
4? Que tiempo es ya de que la matrona cordobesa de
renombrada y ejemplar virtud dé públicos y proficuos tes-
timonios de esta y enseile al mundo que Córdoba es el país
de la caridad, como ha enseñado que es el de la religion:

DECRETA.

Art. l? Créase en esta capital. una Sociedad de señoras


bajo la denominacion de Sociedad de Beneficencia.
2? Sus objetos peculiares son inspeccionar las escue-
las de niñas establecidas y (lue se establecieren en la capital,
promover su aumento en la ciudad y campaña, como tam-
bien la fbrmacion de un colegio de pupilas.y medias pupilas,
asistir y correr con el hospital de mujeres existente y con
la casa de espósitos, de mendigos y de correccion de mu-
jeres, tan luego como se establezcan, á cuyo fin interpondrán
~u cooperacion.
3? AdemáR de los establecimientos mencionados, es de
resorte de dicha sociedad la promocion, creacion y fomento
de toda institucion piadosa que sea posible implantar en la
provincia, demandando al efecto la intlispensable ayuda de
parte del gobiern.) como del pueb~~
348 APl;NTES DlOGRÁFICOS

4 ? Además de la suma con que de presente y en )0


sucesivo contribuya el eral'io á tales olJjetos, tan luego como
se instale la sociedad y aprobado que sea Jlor el gobierno
su reglamento, se le faculta para abrir una nueva suscri-
cion con el objeto de dar principio á sus tareas, como tam-
bien otra mensual ó periódica para que haga frente á sus
posteriores exigencias.
5? La administracion de dichos fondos pertenecerá es-
clusivamente á ella, bajo las prescripciones . reglamentarias
que se dieren y fueren aprobadas por el gobierno.
S? A este fin presentará en el término de dos meses
desde el dia de s.u instalacion el reglamento que ha de regirla .
. 7? El número de socias fundadoras será el de veintiuna,
inclusas presidenta, vice-presídenta y secretaria, nombradas
por el gobierno en primera ocasion y en lo sucesivo por la
sociedad, debiendo durar en su cargo el término acordado
por el reglamento que se diere.
S? En esta virtud, nómbranse como socias fundadoras
á las señoras-
Josefa Martinez de Cácercs, presidenta; Teodora Pei-
teado, vice-presidenta ; Eulogia Montaño, secretaria; Ignacia
Funez, Paulina Gonzalez de Roque, Trinidad Bravo, Mer-
cedes Roldan, Rita Viana de Campillo, Saturnina Rodriguez
de Zavalía; Eugenia Funez de Peña, Eustaquia del Signo,
Teresa Bulnes de Aldao, Amparo Maldonado de Posse,
Felipa Gomez dél Campillo, Mercedes Fragueiro, Fidelia
Posse, Francisca Moldes, Pastora Rodriguez de Achaval,
Sofia Gonzalez de Rueda, Eugenia Piedra, Rosalia Bravo.
9? Previa aceptacion de las electas, el gobierno fijará
el dia de la solemne instalacion de la Sociedad de Benefi-
cencia, quedando encargado el ministro general de gobierno
de la t>jecucion del presente decreto.

FERMEntA. - Fe1}.~lon ZurJiría.


FESELúS ZU\"HÍA

v.

Durante esa misma época la República Argentina atra-


ypsaba por circunstancias verdaderamente anormales.
El gohierno de la C()nfederaci~n con el fil'mepropósitu
de consolidar más y más su poderío, dictaba ciel'tas medi-
das atentatorias á la constitucion nacional.
Cuando al continuar por la senda que s& habia trazado;
OI'tlenó las circltMcripciones militares que tan hondamente
afectaban la autonomía de los gobiernos de provincia, nadie
se presentó á defender con la fuerza poderosa de la razon
la libertad de los pueblos; nadie tuvo el valor cívico de
afrontar las consecuencias de sus actos, y solo el Dr. Zu-
viría supo sostener una lucha con energía. notable, sin que
se viera apoyado ni por la prensa que atemorizada ó extra-
viada habia enmudecido, ni por los gobiernos que se pre-
paraban á arrojar su dignidad ante el ídolo ,de un momen-
to, ni por los pueblos que se mostraban indiferentes, saliendo
al fin triunfante en la lid y demostrando (lue las medi-
das impartidas por el gobierno de laConfederacion falsea-
ban seriamente los fundamentos precisos de la constitucion
nacional.
l.os mismos que habian combatido sus ideas liberales,
viéronse al fin obligados á hacerle justicia; pero hasta hoy
permanecen inéditas las importantes notas del gobierno de
Córdoba en aquella época, pues no habia un órgano simpá-
tico de la prensa que las publicara, tal era la opostc:on que
se hacia á su justa y patriótica resistencia ..
A consecuencia de atribuirse á él esclusivamente esas
resistencias que atraían la animadversion al gobierno de
Córdoba, el Dr. Zuviría se' sacrificó una vez mas en obse-
quio de la tranquilidad del gober~ante é hizo renuncia de su
350 APU:-lTES B1UGItÁFICUS

mmlsterio, la cual no le rué aceptada, pero insistiendu en


ella, hubo ni fin que tomarse en consideracion.
Digno, justo, á la vez que inflexible, el Dr. Zuviría fué
el único que en momentos verdaderamente graves trató de
poner á raya las pretenciohes y omnímodo poderío del ge-
neral Urquiza, sostenido en el Congreso por muy pocas
personas, entre las cuales se encontraba el Dr. D. Justi-
niano Posse.
Si el Dr. Zuvil'ía renunció el ministerio, fué porque
se creia que su elevada resistencia nacia de enemistad para
con el gobierno de la Confcderacion~ cuando en realidad
solo era 1110 consecuencia lógica de sus ideas liberales, y
antes que permitir semejante presuncion~ bajó de su distin-
guido pu~to, porque no queria comprometer con su ejer-
cicio la estabilidad del gobierno de Córdoba.
Cánticos de triunfo entonaron sus adversarios cuando
su renuncia fué aceptada, porque creyeran que su sucesor
en el ministerio apoyaria las doctrinas contrarias; pero no
fué así, pues lo reemplazó el Dr. D. Justiniano Posse, quien
representaba las mismas ideas avanzadas del Dr.· Zuviría.
Esta política trascendental de buenos principios soste-
nida por él y otros distinguidos ciudadanos que le siguieron,
como el malogrado Dr. D. Modestino Pizarro que falleció
á consecuencia de una herida recibida en la batalla de
Pavon, hicieron notable esa administracion, al punto que
ob~ó á reelegir en años posteriores al mismo gobernante
para otro período constitucional.

YI.

En 1861 el Dr. Zuviria fué nombrado miembro de la


comlSlon que el gobierno de Córdoba envió á Mendoza con-
duciendo los valiosos socorros para las .~esgraciadas vic-
FENELON ZUVIRiA 351

timas del espantoso terremoto que convirtiü en ruina~ .esta


última ciudad, y allí su celo humanitario y su afabilidad
d~jaron grabado recuerdos indelebles.
Electo dos veces consecutivas para Ministro general do
Salta por el gobierno de D. Delfin Leguizamon, rehus6 sus
nombramientos impelido únicamente por la imposibilidad de
abandonar á Córdoba, donde lo ligaban compromisos Pe.l'-
80n,les, á cuya provincia: y á sus numerosos y distinguirlos
amigos que en ella residen, profesa hasta hoy una particular
afeccion, pues en ella se deslizaron tranquilos los años mU:i
floridos de su vida; pero sí aceptó el ser su representante
en la Exposicion Nacional para la prescntacion de su~ ri-
cos productos y demá~ referente.
No importando una incompatibilidad para ejercer su pro-
fesion de abogado, que siempre ha desempeñado con altuI"'d.,
honradez é inteligencia nada comun, acepté) el cargo de
Procurador Nacional, en la seccion judicial de Córdoba,
siendo juez de ella el actual Ministro de la Corte Suplocma
Dr. Laspillr, con quien le liga una sincera amistad como la
tiene con los primeros personajes de la República.
Durante la administracion del Sr. Peña, le cupo el ho-
nor de ser solicitado con mucha insistencia, para desem-
peñar la Inspeccion general de escuelas en la ciudad de
Córdoba, por ser un ramo de la mayor importancia y ne-
cesitar de una organizacion radical que se encomendaba á
sus reconocidas aptitudes, á favor de la cual y de la so-
ciedad de San Vicente de Paul renunci6 generosamente las
dotaciones asignadas á ese puesto, encargándose de pre-
sentar un vasto proyecto de organizacion del ramo.
~

En 1862 el Dr. Zuviria fué electo diputado por ·Cürdoba


para el primer Congreso NacÍonal que se r~unió en ·Ia ca-
pital de la República; pero habiéndose desaprobado por
6.nes políticos esa eleccion, en la discusion en particular,
despue:; de ser aceptada en general, se le reeligió por se-
gunda vez, encontrándose en Buenos Aire:5, y algun tiem-
352 APt:~TES AlOGH.ÁFJCO~

po despues fué nuevamente elegido para el mismo cargo,


resultando que por espacio de seis ailos revistió en nombl'e
del voto popular el carácter de diputado,
Mientras desempeñó tan importante cometido, S05tuvO
en el Congreso con noble entereza la sana doctrina de que
la N acion podia y debia ser demandante y demandada.
Ante este principio que encarnaba un espíritu de verdadera
justicia y republicanismo, algunos de sus colegas invocan-
do el nombre de la soberania nacional, se empeñaron 'más
y más en una discusiol) puramente metafísica; pero el
DI'. Zuviría mostrándose sereno en medio de sus adversa-
rios y elocuente en sus momentos de inspiracion, espuso
sus' argumentos irrefutables, ventiló la cuestion de una
manera clara y precisa y acabó por obtener el triunfo
de la justicia en la ley,
Habiéndose declarado á la sazon la guerra contra el
Paraguay, el Dr. Zuviria presentó un proyecto de manifies-
to al pueblo Argentino, esplicando los moti vos poderosos
del rompimiento, El mejor elogio que podriamos hacer de
este documento, lo ha hecho ya el malogrado Dr. D. Juan
M. Guticrrez que lo reputó como uno de los mejores tro-
zos de ·literatura patria, recomendando á los estudiantes de
la Universidad bonaerense, de la que era Rector, que la
leyeran repetidas vecefi.

VII.

Un dia, dia de luto y de doJor pm'a l~ gran República


Americana, el paquete trasmitir) la infausta noticia del fa-
llecimiento del ilustre demócrata Abraham Lincoln~ herido
alevosamente en la noche del 14 de Abril de 1865 y muer-
to á la5 7 y 22 minutos de la mañana del oia siguiente.
FENt;LO~ lllVIRi.\ 3:J3

Lo~ pueblos del nuevo continente sintiet'on palpitar sus


pechof'. de intenso pesar, y en ~l seno del Congreso Argen-
tino, como si fuera este el asiento y la tl'ibuna de las ins-
tituciones libres, se levant6 la voz grave y severa de un
diputado, pidiendo á la patria de San Martin, de Rivadavia,
rle Belgrano y de Moreno, el justo tributo del sentimiento
nacional hácia el mártir de la libertad de los esclavos.
Hé aquí esa brillante alocucion, perteneciente al Dr.
Z u viría, que no podemos dejar de consignar:
"Franklin ha muerto! .... Tales fUCl'on, señor Pre-
sidente, las palabras con que Mirabeau dejando absorta á
la asamblea constituyente, le participó tan infausta nueva
y le pidió un luto de tres dias por ese grande y virtuoso
"iudadano.
le Abrahan Lincoln ha muerto! .... Son las palabm ..
(Iue pueblan el ámbito de la tierra como el lúgubre taüido
de una campana, y las que Pl'onuncia en este momento
mi débil voz para pedir al Congreso Argentino un testimo-
nio de dolor, un rasgo (le justicia á la memoria del mas
insigne de los republicanos modernos, del heredel'o de las
virtudes de Franklin, de los principios de Monróe, del va-
lor, abnegacion y constancia de \Vashington ....... .
"Abrahan Lincoln ha muerto! digo, señor Presidente,
para pedir al H. C. lleve por tres dias las muestras exte-
riores de un duelo que hoy lleva en el COl'azon toda la
humanidad ...... Si, seilOr, la. humanidad libre, porqup
Lincoln amaba y combatia tremendamente por la libertad;
la humanidad e3claoa U op"imida, porque Lincoln amaba
al mísero esclavo y ha derramado su sangre por redimirlo
precisamente cuando su robusto brazo asestaba durQs gol-
pe~ sobre el último anillo de fierro que 0pl'ime el cuello
del infeliz negro, de ese hombre foco de los dolOl'es de los
hombre~ y luto perpétuo de la humanidad.
"Crimen tan bárbaro como inútil, señor Presidente, es
...1 que ha empujado á la tumba a Irbrahan Lincoln. Inút~.l,
45
354 APUNTES BIOGRÁFICOS.

porque su escuela, que es la de la democracia, sabe pro-


ducir millones de discípulos esforzados, que habrán corrido
á levantar el martillo que ha dejado su mano moribunda,
para seguir golpeando en la cadena del esclavo; así como
entre nosotros no faltó un valiente argentino que recogiese
del suelo la pluma ensangrentada de Florencio Varela, para
seguir maldiciendo con lengua de fuego al tirano de
nuestra patria.
" I Eh, bien I pues; si la asamblea monárquica de un
pueblo europeo supo dec~tar conmovida el luto por un
hombre sábio y virtuoso, &no lo decretarán los represen-
tantes de un pueblo americano y demócrata por Abrahan
Lincoln asesinado por sus eminentes servicios á la República
y á la humanidad Y.. _.... _
" Pido á mis honorables colegas la sancion inmediata del
,proyectQ que he tenido el honor de presentar. "
Despues de esta elocuente improvisacion, el Dr. Zuviría
fué cordialmente saludado por la Cámara que aprobó una-
nimemente su elevado pensamiento; el Ministro de los Es-
tados U nidos de América le demostró elocuentemente su
reconocimiento, y el pueblo argentino como la prensa libre
que sabe sentir los dolores de sus hermanos de causa, le pro-
digó sus ardientes felicitaciones.

VIII.

En su larga carrera parlamentaria, el Dr. Zuviría ha


sido el autor de un vasto proyecto de ley de espropíacion
por causa de utilidad pública. Sostuvo con brío la célebre
discusion con el Dr. Ugarte, sobre reforma de la Constitu-
cion en cuanto á derechos de exportacion, siendo ella tan
importante, que el Congreso dispuso su pubJicacion en folleto
especial. Ha tenido la gloria de ser tambien el autor del
proyecto de ley para que la República Argentina figurase
en la exposicion de Paris, y sus sentidas palabras pronun-
FE)I!ELO)l! zuvmíA 355

ciadas en esa ocasion, se han reproducido en la prensa, hace


poco tiempO, en vista de su mérito literario, de la verdad
tangible que de ellas se desprendia, y del gran interos de
actualidad que encerraban.
En el parlamento ha sido siempre uno de los oradores
mas notables y distinguidos, de quien decia el antiguo ta-
quígrafo del Congreso, Sr. Camaña, que en los veinte años
que servia en la Cámara, jamás conoció diputado mas veloz
y claro en sus improvisaciones, pues llegó á contar en una
ocasion hasta doscientas palabras pOl' minuto.
De expresion vehemente, de imaginacion fecunda, de
sentimientos delicados y laborioso en las comisiones, el Dr.
Zuviría ha demostrado un tino especial para resolver ra-
pidamente las dificultades en las mas árduas é impor-
tantes cuestiones.
Ejerciendo el cargo de Pi'ocurador Fiscal en la ciudad
de Córdoba, al mismo tiempo que su profesion de abogado,
se le propuso el Juzgado Nacional de la seccion de Santa-
Fé, que aceptó porque su familia, segun la opinion de
los facultativos, tenia necesidad de cambiar de tempera-
mento, separándose en con~ecuencia de sus numerosas re-
laciones que le demostraron su aprecio hasta el momento
de su partida.
A poco de llegar al Rosario, un jc'Jven se le presentó
exponiendo, que teniéndose noticias de su competencia jurí-
dica y de su buena voluntad pal'a con la juventud, le supli-
caba en su nombre y en el de sus compailel'os, que les en-
señase la ciencia del dereoho, porque deseaban dedicarse á
la carrera del foro, y esas asignaturas no estaban estable-
cidas y por lo tanto ni rentadas en el Colegio de Santa
Rosa, y que si le era posible dictarlas gratll:itamente,. ellos
contaban obtener del gobiel'no de la nacion y mediante los
empeños del director de ese colegio Dr. D. Milciades Echagüe,
le fueran admitidos sus exámenes l'endidos ante lat> comi-
siones que el superior gohiel'no désignáru.
35G APt;!IITES DIIJGRÁFICOS

El Dr'. Z U Vil'ill que jamás ~e mo~trú illdifl'rente con la


juventud, aceptó el compromiso qlle se le solicitaba, con-
testando que nunca se pensflra en recompensa de ningull
género, pues ~e juzgaba suficientemente retribuido con la
uulce satisfaccioll de poderles ser útil en su carrera, pro-
metiéndoles al mismo tiempo acompailarlos desde el primero
hasta el último dia de sus estudios.
En efecto; los cursos dieron principio y continuaron en
el Colegio Nacional que por entónces se abri<l, y durante
cinco ailOS y medio sin interrupcion alguna," y hasta desde
el lecho en que lo postró sus dolencias físicas, les ha dic-
tado los cursos de derecho filos()fico, de gentes, penal, cons-
titucional, y procedimientos forenses en el (;roen nacional y
provincial. Esos jó,·elles han rendido notables exámenes
ante la~ comisiones nombradas por el gobierno de la na-
ClOn, y muchos de ellos son ·hoy abogados distinguidos.

En los apuntes que á grandes rasgos hemos trazado,


se vé que el Dr. D. Fenelon Zuviría no es de aquellas fi-
guras que se encuentran á cada paso en las sociedades
modernas; puede decirse que es la encarnacion del hombre
de los primeros siglos del cristianismo, lleno de resigna-
cion y confianza en los poderosos embates de la suerte, y
profundamente convencido de la alta mision que la natu-
raleza le ha impuesto de servir con su razon, con su vo-
luntad y con sus sentimientos á los principios eternos de
la justicia universal.
Modesto por carácter y apóstol ardiente de las mas
puras doctrinas republicanas, las ovaciones populares tri-
butadas en cada uno de sus repetidos triunfos parlamen-
tarios, han fortificado su espíritu que busca ancioso en el
terreno de la práctica las creaciones sublimes de la razon.
Cuando de él solicitamos algunos ap.untes de su vida
FD¡ELu~ ZL·VWÍA 357

pública qUl' Ú nm;¡}tJ'os no!'; era dificil uhtclwr con exac.tituu,.


1I0S l"emitiú la !'iigniente c.nrtn (Iue re\'('la su~ loal,les prupt'J-

~it08, RUS íntimas convicciones y la carencia absoluta uc


mezquinaR amhiciones.
lié aquí esa carta:
"SI'. Don, etc. etc.
"Me pide vd. con bondadosa insistencia algunos apuntes
biográficos mios. i Para qué, Ilmigo mio t
" ¿ Acaso puede ser ello de beneficio público, ni merece
biografia un ciudadano modesto por carácter, por sus
hechos y convicciones? ~ Aquel cUylls aspiraciones ~olo fuerOll
y serán haeel' el bien en la esfera limitada de su humilde
uestino, y cuya vida no está matizada de esos hechos rui-
dosos, que cuando no edifiquen al menos escitan la curiosidad
por su rareza ó estravagancia?
"Con la mano sobre el corazon le protesto, mi amigo,
(Iue ni he aspirado, ni aspiro, (quizá por la conviccion del
imposible,) á merecer estruendosos honores, ni ocupar en-
cumbradas posiciones, ni á poseer grande fortuna, pero ni
á llamar las atenciones sobre mi, en lo que creo hacer acto
de cordura y de justicia á mis merecimientos.
" ¿ Sabe vd. á lo que se reducen mis aspiraciones 1 ....
á ser un hombre honrado, un hombre bueno en la estension
tle la palabra; á hacer el bien; querer y ser querido de 10<;
demás, sin odiar á nadie, sin hacer derramar una lágrima,
sinó ha de ser de gratitud; á cumplir mis deberes público~,
sociales y privados cuanto mejor me sea posible, sin jamás
faltar, siquiera involuntal'iamente, á la amistad, que fué uno
tle los cultos de mi vida; á conservar siempre por siempre
el amor y paz doméstica y educar á mi familia en buenas
doctrinas morales y sociales, con la ilustracion que buena-
mente sea posible y conveniente, segun el sexo y destino
tle cada cual; á ganar honradamente con mi fatiga diária
!;u modesta y decorosa subsistenci~. y á dejarle i ah, si fuera
posible! los medios tle "ivir 8iempre modesta y honorable-
358 APUNTES BIOGRÁFICOS

mente, sin legal'le jamás un acto denigrante uc que pucua


avergonzarse.
"lié ahí, mi amigo. el hombre que busca.
"y dígame vd. ahora, si lo apuntado pudiera servil' á
un epitafio, 6 puede ofl'Ccer tela á una biografia f ...... De
seguro que en sérios aprietos habria de hallarse el biógrafo
para bordar en tal canabá; que iguales y mejores pueden
ofr"eCér-selo innumerables conciudadanos mayormente favo-
recidos por la fortuna.
"Hé ahí tambien los motivos que antes ~ie ahora, una
'que otra vez, me han hecho rehusar noticias sobre mí, á
personas tan generosas como vd.
"Pero yo tampoco, lo reconozco, tengo derecho á opo-
nerme que vd. se ocupe de mi indi viduo en el cuadro ó re-
vista tan general que me dice se propone trazar. Y es por
esto, y para evitar que incurra en inexactitudes posibles, y
tambien por complacerlo en su noble propósito, que le ofrezco
algunos documentos de carácter público que á mi se refieren,
y que le permitirán ocupar, estoy seguro, una de las mas
modestas páginas de su libro.
"Tengo mucho agrado al repetirle que soy su aftmo.
amigo y S. S. - Fenelon Zu"iria."
Despues de las palabras que anteceden y que son la
expresion genuina. de sus sentimientos, nada tendriamos qu~
agregar, sinó hubiéramos contraido el compromiso con no-
30troS mismos de juzgar con entera imparcialidad de las per-
sonas que figuran en estos breves apuntes.
En los rasgos físicos del Dr. Zuviría se descubre su
fisonomía moral; su frente siempre erguida, su mil'ada pro-
funda, observadora, rápida para apreciar el conjunto y los
detalles de las cosas; su es~atura elevada, su constitucion
nerviosa y esencialmente impresionable, su palabra fácil y
veloz como las concepciones de su pensamiento siempre
activo, todo en él parece destinado por la fuerza de su or-
ganizacion moral· y por la elevacion de su génio, á cumplir
FE~ELON ZtJVIRiA

algun destino supremo en medio de la sociedad en que ~e


agita su espíritu para detener ó ahogar, si es posible, el
desarrollo de la corrupcion de sentimientos, que pura mengua
de nuestra raza y del buen nombre argentino, viene conquis-
tando prosélitos entre las clases ilustradas de la sociedad.
Como poéta aunque no versificador, él Dr. Zuviría ha
sabido envolver en· armónicas notas todas sus producciones,
aun las forenses; como orador, su palabra fácil ha domi-
nado las grandes cuestiones p-arlamentarias; como músico,
su conversacion, sus escrit.os y sus improvisaciones afec-
tan el ritmo de un dulce acento; como hombre de estado,
el objetivo de sus miras ha sido únicamente la felicidad
del pueblo por quien tanto ha luchado, obedeciendo así á la ló-
gica severa de su conciencia, y como jurisconsulto es hoy una
de las primeras figuras que se destacan en el foro argentino.
Los corifeo s de los múltiples partidos políticos que vie-
nen sosteniendo empeñada lid en la República de Mayo, han
encontrado en el DI'. Zuviria el prototipo de la nobleza, del
que jamás nadie ha osado dudar, á menos que la torpeza
de seres abyectos se haya tal vez agitado inútilmente por
empañar su límpida reputacion.
Nacido para el amor á sus semejantes y las dulces
afecciones de la vida, el odio pesó siempre en su corazon
como un manto de plomo: pronto para el perdon, una sonrisa
sincera bastó para curarle de un agravio, y siempre fué un
dia feliz para él, aquel que pudo señalarlo con un beneficio,
con la adquisicion de un amigo.
Su voz, sus escritos, sus trabajos y sacrificios se han
revelado en todos los momentos de su vida pública en fa-
vor de la causa liberal, cuya bandera sostenida :siempre por
los caros principios de las doctrinas republicanas, ha tre-
molado en la patria del notable jurisconsulto de quien nos
hemos ocupado.
I

APENDICE
N os hemos visto en la necesidad de incluir en
un Apéndice los Apnntes Biográficos que en segui-
da publicamos, porque habiéndolos obtenido en el
curso de la publicaeion de esta obra, no fué po-
sible darles la colocacion respectiva por su órden
alfabético.
,DOlnN90 OAPDBVDWl
Dr. eh Medicina, Cirujía y Obstetricia.

l.

Bosquejar al hombre que juega un rol espectable en la


sociedad, descubrir su corazon con el escalpelo de la crí-:-
tica, sondear su pensamiento y estudiar su vida para
hacer resplandecer sus actos con toda la estension de la
verdad, estereotipando fielmente las distintas fases de su
carrera pública, es tarea. prolija y de séria responsabilidad;
verdad es tambien que al proponernos este trabajo, en
nuestra pobre condicion de cronistas, nos ha movido el
honrosisimo y noble objeto que encierran estas pájinas, que
tienden á dignificar nuestra naturaleza con nobles ejem-
plos, al poner de manifiesto los méritos y virtudes, los ta-
lentos y trabajos de aquellos que se han hecho acreedores
á la consideracion y respeto general.
Los apuntes biográficos encarnan el espiritu de la
justicia, exhibiéndo titulos que son diplom~ de honor ante
el pueblo y la posteridad.
En los rasgos que nos proponemos delinear dilieñando
en grandes contornos una figura simpática, seremos muy
cautos en las apreciaciones, dejañdo que ellas se pro~lll-
364 APUNTES BIOGRÁJo'ICOS

cien por su propia esencia en el curso de una vida con-


sagrada al estudio y á la práctica de todos los sentimientos
generosos, que con el correr del tiempo, forman el pedestal
sobre que descansa toda reputacion que ha sabido con-
quistarse un nombre en la escuela de los sanos principios
y del trabajo intelectual.

Al pié de los Pirineos Orientales y bañadas sus costas


por el Mediterráneo, tiene su asiento la célebre provincia
de Cataluña. Los anales españoles, que atesoran los mas
grandes acontecimientos del mundo en sus leyendas heroicas
y sus empresas titánicas, tienen -escrita en páginas de oro
y en imperecederos monumentos de progreso, la historia de
ese pueblo viril, tan soberbio de su honra y_ sus de-
rechos como inquebrantable en la labor consciente de la
humanidad.
Esta tierra clásica de esforzados varones tiene por ca-
pital á Barcelona, en cuyo recinto se encierran los resor-
tes mas potentes de la industria y de la riqueza española,
eomo así mismo el sentimiento mas delicado de las bellas
artes; su magnifico puerto, que desde la remota época de
los fenicios ya comerciaba con los paises cultos de la anti-
güedad; es el mas concurrido de la península Ibera, pues
de todas partes del globo se vá allí en busca de sus ricos arte-
factos y de los variados productos de !Sus innumerables fábricas.
De un pueblo que es esencialmente mecánico y artista,
industrial y pensador; que tiene en si el gérmen poderoso
de la vida activa fecundándose al y\lDque del trabajo y que
se fructifica al calor vivificante de las sociedades que marchan
á 'Vanguardia de la civilizacion, son sus hijos, con rarí-
UO}f1NL:O C.\PDEVILA

simas escepciones, miemuros útiles y capaces para llegar


al término de la carrera que el porvenir les demarca.
A esta raza de hombres fuertes y dotada de inteligencin
y voluntad, pertenece el Dr. D. Domingo Capdevila, que el
30 de Octubre de 1825 naci6 en la ciudad de Ba¡'celona,
siendo gUS paores el señor D. Salvador Capdevila y la !o;(.,>-
ilOl'a Doila MaJ'ia Armengol.

Los primeros ailos de la vida corren siempre uajo el


ala maternal; los cuidEldos sérios vienen mas tal'de á
constituir uno de los deberes mas sagrados del padre,
cuando llega el momento de derramar las primeras semillu!:!
de los conocimientos humanos en la tierna inteligencia del
niilo, para ir formando al hombre.
El padre del j6ven Capdevila no se descuill(, un iI)s-
tante en llenar su misioll. Contando este muy pocos
ailOS ya tuvo que pasar por los umbrales de los colegios
y empezar sus estudios sin interrupcion, porque en este
punto su padre era intransigente por mas que su cal'iilo
fuera estremado.
Así pues, no debe estrañarnos que antes de cumplir los
diez y siet~ años, en 1842, recibiera el grado de bachiller en
filosofia de la renombrada universidad de Barcelona.

El adolescente, ya en posesion de un grado honorífico


que le abria las puel'tas de \lila carrera, optó por ]a de
la medicina.
AP(;:"ITE~ BIOGRÁFICOS

Una vocacion irresistible lo inclinaba al estudio que


pone de manifiesto el complicado organismo de la natura-
leza humana.
Ser un ~ia el representante de esa ciencia que parece
ha recibido la inspiracion de Dios, cuando se abre paso por
entre las tinieblas y misterios de la creacion; llegar un dia
en que pudiera derramar el bálsamo de la salud en el mismo
lec}¡o del dolor, disputando á la muerte una de sus presas
hasta arrancarle una vida que ya se estinguia; poder un
dia, en fin, ser útil á sus semejantes en las horas de mayor
tribulacion, eran sus sueños perpétuos, sus nobles ambicio-
nes, sus esperanzas frituras.
Bajo tales impresiones él mismo se. trazó el camino que
debia seguir desde entónces, con ánimo sereno y con firme
voluntad en la marcha penosa de una carrera científica.
En el mismo año tomó asiento en una de las cátedras
en que se dictaba la ciencia de Esculapio.
Al jóven Capdevila no le arredran las largas vijilias
que son consiguientes cuando el dignísimo afan d~ aprender
predomina en el espíritu, porque halla una compensacion inme-
diata en los resultados prácticos de sus tareas, consiguiendo
á fines del año 43 entrar de practicante interno en el hos-
pital militar.
Cuatro años mas tarde, en 1847, el practicante Capde-
vila vé premiada su contraccion, al recibir, con aplauso de
sm; profesores, el título de bachiller en medicina y cirujía.

El hospital militar de Barcelona es un vasto estableci-


miento donde los practicantes tienen ancho campo para se-
guir día por dia y hora por hora el curs«;l. de todas las do-
nOMINGO CAPDEVILA .367

lencias que aquejan á la humanidad, donde con ventaja se


pueden estudiar las enfermedades bajo todas sus formas yen
los distintos periodos de su desarrollo.
Capdevila que se contaba en el número de Jos alumnos
lllas asiduos y celosos de sus deberes, sabia: sacar todo el
provecho posible de esta escuela del estudio práctico de la
medicina y de la cirujía, donde notables profesare!) enseñaban
la ciencia demostrando el ejemplo en el mismo lecho
del enfermo.
Hasta un año antes de concluir sus estudios siguió, en
su carácter de practicante, realizando sus últimos estudios
anatómicos en el terrible anfiteatro de un hospital, en donde
por medio de la diseccion completaba su estudio analítico-
teórico-práctico de la estructura del cuerpo en todas sus
funciones fisiológicas y patológicas.
El 20 de Agosto de 1849 fué para el estudiante de me-
dicina D. Domingo Capdevila, quizá el dia mas solemne de
su vida. Sus estudios científicos acababan de concluirse
con el mas lisonjero éxito, y un triunfo espléndido en sus
exámenes generales venia á coronar al distinguido alumno
de la Universidad de Barcelona con el honroso diploma de
doctor en medicina, cirujía y obstetricia.
Capdevila acababa de conquistarse una carrera, é iba á
entrar al mundo por las gloriosas puertas ~el templo de
la ciencia.

El Dr. D. Domingo Capdevila solo contaba veintitres


años de edad al presentarse con sus títulos universitarios
ante la sociedad barcelonesa, y ya podia ofrecerle el caudal
de su ciencia y de su inteligente facultad.
Pronto el nuevo médico se }rizo conocer con ventaja:
36R .!\PI.;~TE~ B10(;RÁFICO~

su brillante prueba final habia predispUl~o.;to en su favor el


ánimo del público; su actividad, contraccion en el desem-
peño de sus deberes para con aquellos que depositaban su
confianza en él, y la fé viva con que marchaba en el apos-
tolado de la ciencia, ,le abrieron paso por todas partes; así,
pues, desde entónces se creó una posicioll independiente y
bastante halagüeña en sus cálculos para el porvenir.
En Junio de 1852, el gobierno español queriendo utilizal'
sus conocimientos, nombró lo médico del puerto; cuatro me-
ses mas tarde, en Octubre, es honrado con 'otro despacho
oficial nombrándosele médico de policia sanitaria.
Atendiendo estos dos destinos, que desempeñaba con
contraccion, y prestando sus servicios profesionales á SU8
numerosas relaciones, siguió hasta Enero del año 55, en
clue renunciti los importantes empleo"'- con que el gobierno
ne su patria lo habia distinguido, para trasladarse, como lo
hizo, al Rio de la Plata.

JI.

Dos causas poderosas habian influido en el Dr. Capde"


vila para dejar su patria, abandonando su posicion tan dig-
namente adquirida con la reputacion que como médico se
habia creado.
Su génio vivaz é investigador y su juventud ardiente y
ávida de grandes emociones habian hecho, mas de una vez,
bullir en su cabeza el pensamiento de viajar para conocer
otros hombres y otr~ costumbres, y arrancar, si era posible,
nuevos secretos á la ciencia á fin de enriquecer mas y mas
sus conocimientos profesionales.
Mas esta idea, aunque le sonreia y punzaba continua-
mente, no alcanzaba á tener fuerza suficiente para hacerlo
DOMINGO CAI'DEVILA 36!)

tomar una n;solucion defini~va. Su carrera estaba asegurada


en Barcelona, y además era sumamente feliz en su vida ín~
tima, pues acababa de llevar al altar á una distinguida
y preciosa jóven, trasformando así su mansion en nn centro
de delieias, de alegria y de buen tono.
Pero en esta época los padres de su esposa resuelven
venir al Rio de la Plata: los lazos de familia se iban á
romper en parte y los cariñosos afectos del hogar á quedar
un tanto en orfandad. Capdevila consulta á su señora: esta
que conservaba palpitantes los vínculos amorosos que la
unian á. sus padres, acepta con regocijo la espatriaeion, y
toda la familia se pone en viaje para el Nuevo Mundo.
Por cierto que, para la resolucion del Dr. Capdevila,
en mueho influyó su deseo de buscar nuevos horizontes; y
que este proyecto de familia vino á espandir su espíritu
que se agitó con solo la idea de lo desconocido l de la no-
vedad, de lo portentoso del continente que descubrió Colon,
bajo la proteccion de los magnánimos reyes de Castilla.
y esto no es nada estrQ,ño; la América siempre ha
sido para los europeos un especie de mito, de curiolSidad,
de dudas por las exajeradas versiones, cuentos estravagantes
y descripciones fabulosas que de ella; se han hecho, aun por au-
tores de nota y por viajeros de caprichosa inven.tiva; asf,
pues, esta tierra de bendicion ha sido apreciada bajo dis-
tintas formas y con los colores prismáticos que cada lma-
ginacion le aplicaba, segun sus propias inspiraciones.

Al poco tiempo despues de haber llegado á. Buenos Aires


el Dr. Capde\lilo, establece una casa de Baños Medicinales
a vapor- primera institucion de esta clase que se cOJwció
·17
3iO APUNTf.:S BIOGRÁFICOS

en aquella ciudad; y cuya sabia direccion le valió un hon-


roso testimonio del Concejo de Higiene, bajo cuya protec-
cion é inspeccion habia puesto su establecimiento. En una
nota que ese honorable cuerpo le dirijió, entre otros conceptos
de distinguida benevolencia, se consignaba esta significativa
declaracion, protestándole, "que el Concejo se complacia en
decirle que habia rendido un verdadero servicio al país."
Efectivamente, los baños medicinales planteados por el
Dr. Capdevila dieron benéficos resultados, ofreciendo así á
la capital del Plata un nuevo sistema de curacion, sencillo,
cómodo y económico. Estos baños fueron muy frecuentados
obsteniéndose por ellos inmensas ventajas terapéuticas.
En Agosto del mismo año revalidó su título de doctor
en medicina y cirujía en la universidad de Buenos Aires, y
empezó á ejercer su protesion.
En Agosto de 1861 la Sociedad Española de Socorros
Mutuos fundada en aquella ciudad por los peninsulares, lo
nombró su médico, y en el mismo año fué tambien nom-
brado médico de la Sociedad Catalana de socorros, establecida
allí por sus comprovincianos.
El 11 de Agosto de 1866 fué distinguido por la Aso-
ciacion Médica-Bonaerense, con el titulo de miembro titular,
nombramiento que el respetable señor Capdevila estimó en
mucho, porque él le demostraba el aprecio y simpatía de
sus honorables colegas al inscribirlo en una institucion del
país y que gozaba con justicia de gran reputacion.
La sociedad distinguida de la metrópoli argentina habia
acogido al Dr. Capdevila con todas aquellas considera-
ciones, que tan bien sabe consagrar á las personas dignas
que llevan á su sen? el contingente de sus luces y de su
respetabilidad.
En nueve años de residencia en el pueblo porteño se
habia hecho conocer ventajosamente y formádose su repu-
tacion como médico, lo que le ,"alió una po~icion honorable,
DOYiNGO CAPDEVILA. 371

y que, desgraciadamente, tUYO que abandonar renunciando


tambien su destino de médico de las sociedades. espa~¡)la y
catalana, en Julio de 1869, para pasar con su familia á la
ciudad de Córdoba.

La satisfaccion de las esperanzas colmadas; la grata


espansion del alma, cuando se llega al término de un viaje
en que se han tenido que salvar grandes escollos; la risueña
perspectiva del porvenil', cuando se ha conseguido un nom-
bre á fuerza de estudios, de penalidades, de constancia, todo
vino en un momento á derrumbarse al sacudimiento de
una fatalidad.
Todo tuvo que abandona!' el Dl'. Capdevila.
Su esposa se siente gravemente enferma, y se teme por
sus dias. Se apuran todos los recursos de la ciencia, y
esta no encuentra mas medios de salvacion para la señora
que un cambio inmediato de temperatura. Los médicos se-
ñalan como punto mas conveniente la ciudad de Córdoba.
El Dr. Capderila que ama entrañablemente á su fa-
milia, no' Vac;l . \ instante y realiza su viaje, dejando
tras de ~: .......flOS 'recuerdos de amistad y muchos cora-
zones llenos de gratitud, pues su mano benéfica siempre
habia sido pródiga' y habia enjugado mas de una vez las
lágrimas del infortunio.
La sociedad de Córdoba es distinguida é ilustrada: El
carácter de sus habitantes aun conserva inmaculado el es-
píritu generoso y hospitalario de los primiti vos tiempos, en
(Iue ni las acciones ni los sentimientos se ~isfrazaLan con
la careta del disimulo, ni se cubrían con el repugnante ro-
paje de la hipoCl'ccia.
Allí la amistad es una emanacion del alma y la lealtad
una consecuencia de su pUl'eza ....
A PUNTES DJOGRÁFICOS

En eSfl Córdoba tan calumniada 8e estima al hombre por


lo que el hombl"e vale, y no se mienten sonrisas ni se regalan
lisonjas, porque pugnan con sus sanas y sencillas costumbres.
Un pueblo de tal naturaleza tenia indispensablemente
que recibir á la familia Capdevila con las mas vivas de-
mostraciones de simpatía. Así que se instaló, le fueron
abiertos los salones de aquella sociedad respetable, que tiene
su base en la virtud acrisolada del hogar.
Inmediatamente el Dr. Capdevila adquirió relaeiones y
empezó á ejercer su profesion, pero antes de los dos años se
vió obligado á peregrinar nuevamente, siempre en prosecu-
cion del método curativo' impuesto á su señora, la que si bien
al principio de su residencia en Córdoba habia sentido nota.-
ble mejoria, habia vuelto á empeorar, alarmando nuevamen-
te á toda su familia y á sus numerosos amigos.
Así, pues, en Agosto de 1872 cambió de residencia es-
tableciéndose definitivamente en el Rosario de Santa-Fé.
En la época en que el Dr. Capdevila vivia en Córdoba
tuvo lugar la apertura de la Exposicion Nacional en aquella
ciudad. El gobierno español queriendo conocer la impor-
ta¡¡cia de ese palenque de la industria argentina, comisiona
al Sr. Dr. Capdevila para que, asociado á los señore~ Cornet
y Lopez presentáran al gabinete un inform~' ... descl'iptivo y
'\
estadístico de ella, y muy particularmente de tod'o aquellu
que se relacionase con España. Presentado este trabajo, que
fué·tma pie~a de mérito elaborada con inteligencia, el go-
bierno peninsular, con f~cha 2 de Marzo de 1872. se dirijiú
nI Dr. Capdevila por medio de una nota, dándole las gra-
cias nor haber llenado tan cumplidamente sus ueseos.

En 1872 el Dr. Capdevila se instala en la ciudad del


Rosario, en este emporio de comercio donde concurren las
provmclas argentinas del interior, trayendo..á su puerto, que
llt)"IlNGO CAPDEVILA

e:,i \'i~itllclo
pOI' la mayoI' part<, de Ini' bantlel'as. del n~lIndll.1
RUS ,listintos lWotlucto8 en cambio de las manufacturas ex-

tmnjeras que recibe directament(" tanto de los mercados


americanos como europeos.
A los pocos dias de establecerse aquí el Dr. Capdevila,
t'~ nombrado por sus compatr'iotas médico de la Sociedad
EspmioJa de Socorros Mutuos.
y en el mismo año fué tambien honrado por el Go-
bierno de la Nacion con el nombramiento de Méclico del
Puerto; destino delicado que aun desempeña con general
aceptacion.
Tambien ha ocupado un asiento en el Concejo ele Hi-
giene de esta ciudad.
El Dr. Capdevila es bien conocido en el Rosario, y esta
circunstancia que aboga elocuentemente en su favor, pone
un limite á la pluma del biógrafo, pues hablarán con mas
propiedad en su abono los muchísimos testigos de sus C01
nocimientos médicos y del aciel'to con que ha efectuado sus
clIl'as en los casos difíciles de la ciencia.

111.

:El Dr. D. Domingo Capdevila es un hombl'c estimado


en la sociedad, no 8010 como médico distinguido sin,') tam-
lJien como cumplido caballero.
De una impresionabilidad esquisita, se conmueve ante
todo lo que es digno y elevado: la rectitud es una' eualidad
earacterística en él, y no transige con nadR. que no esté
ajustado á las leyes del honor.
Concentrado en sus deberes y reiolponsabilidades como
médico, siempre ha sido ajeno á.. ~odas las cuestiones polí-
ticas que se han ventilado á su alrededor.
374 A PUNTF.S I.uO(;RÁFICOS

Sus doctrinas respecto á intereses de lIn rirdcn local,


se difinen con esta frase sublime-honradez.
y cuando se ha visto en el caso de dar :su opinion
sobre el mejor sistema para la marcha y progreso de estos
pueblos, tambien ha concretado su pensamiento en este es-
presivo laconismo-trabajo.
En el Dr. Capdevila solo predominan tres grandes sen-
timientos á los que rinde religioso culto-la ciencia, la fa-
milia y la amistad forman la naturaleza de sus ambiciones
y alegrias, de sus anhelos y esperanzas.
En el ej('rcicio de su profesion, procede con calma para
formar la conciencia de .sus diagnósticos.
En el seno de la familia, concentra toda su alma en la
manifestacion de sus afectos.
En el círculo de sus amigos, es todo franqueza, leal-
tad y corazon.

Tal es el hombre que hemos procurado -bosquejar á la


luz de los hechos, poniendo de manifiesto los principales
cuadros de su vida.
"Alguien ha dicho que si las casas fueran de cristal, se
vel'ian en su interior muchos dolores; esto puede ser una
gran verdad, pero no en absoluto, pues que á la vez tambien
podrian verse muchos cuadros de felicidad conyugal y de
satisfacciones infinitas en el estt-echo recinto del hogar.
Si nos fuera pennitido entrar al exámen de la vida pri-
vada, tendriamos en esta ocasion vivisimos colores con quo
pintar esas escenas íntimas, tan tocantes y espresivas, que
forman los lazos de la familia y sellan la dicha d('ntro los
limites inviolables de la8 espansiones del c;!wazol1.
DOMINGO CAPDEVILA 375
Pero al menos podremos afirmar que en la casa del Dr.
Capdevila siempre están abiertas las puertas para los· de~~
graciados ~ que nunca allí se ha negado ni el pan que alimenta
al cuerpo, ni el pan de la salud, ni á los que piden en
nombre de la caridad cristiana, ni á los pobres que solicitan
el auxilio del médico para curar sus dolencias.
Todo acto de beneficencia siempre han tenido en el Dr.
Capdevila un poderoso auxiliar, pues nunca sus sentimientos
generosos se han desmentido, ni ha dejado un· momento
de practicar· en silencio las santas doctrinas del Evangelio.

Agosto de 1878.
DBamBRlO BOlAS
Doctor en Jurisprudencia.

1.

Veintinueve años despues que en Buenos Aires se-lanzó


el primer grito de independencia, es decir, en 1839, nació
en la progresista y comercial ciudad del Rosario de Santa-
Fé el Dr. D. Desiderio Rosas, cuyos padres D. Pascual-
Rosas que desde jefe político hasta gobernador ocupó toda'S·
las magi~tÍ'aturas de la. provincia, y DI1 Eusebia Rodríguez
pertenecen á una antigua casa del país.
Habiendo resuelto sus genitores dedicarlo á la dis-
tinguida carrera de las letras, fué enviado á Córdoba por
el año 1854, donde ingresó primeramente en el colegio de
~1onserrat y despues á la célebre Universidad en que hizo
la mayor parte de los estudios preparatorios.
Grandes eran las ventajas que por esta época ofrecia
á la juventud estudiosa el notable colegio del Uruguay,
creado y sostenido bajo los eficaces auspicios del br~gadier
general D. Justo José de Urquiza, y en cOJ).secuenoial, el
Dr. Rosas con otros varios jóvenes que se educaban en
Córdoba, pasaron á aquel establecimiento á fin de tarminar
sus carreras, en donde hizo rápidos progresos, rindiendo
sus exámenes y cursando hasta ef cuarto año de derecho.
48
378 APUNTES ,BIOGRÁFICO~

Los sucesos que sobrevinieron despues de la batalla


de Cepeda, juntamente con el órden económico en que tuvo
que entrar entónces el gobierno del Paraná, obligaron á su-
primir las cátedras de jurisprudencia y á que los estudian-
tes de leyes pasaran á otras universidades 8. rendir la úl-
tima prueba de sus 8.delantos y optar el grado de doctor.
Veinte y tantos estudiantes, pues, partieron del colegio
del Uruguay y llegaron á Córdoba, Buenos Aires y Monte-
video. Entre estos últimos se encontraba el Dr. Rosas.
Un año des pues de haberse matriculado· en la univer-
sidad mayor de la República Oriental, se presentó a rendir
su exámen general anie un público que observaba atenta-
mente al jóven estudiante rosarino.
Su tesis rué vasta y elevada, y por consiguiente recibió
el diploma de doctor entre las cordiales felicitaciones de su~
compañeros de estudio y de la distinguida juventud oriental.
En 1861 regresó á Santa Fé, en cuya provincia era
gobernador su señor padre D. Pascual Rosas, y entónces
tomó una parte activa é importante en los acontecimientos
políticos que se sucedieron en el país, colaborando ardien-.~

temente :en los diarios El Comercio y El Progreso, y de-


sempeñando con altura diversas comisiones de sumo interés
que le fueron encomendadas para ante el Presidente de
la República.

II.

Llegó un dia que grabado está con caractéres de fuego


en la historia de la patria;
Los campos de Pavon se empaparon en sangre hermana,
y las armas de Buenos Aires no solo obtuvieron una victoria,
sinó que tambien c~biaron por completo la situacion de Santa-
DESIDl:RIO R:O':MS 3;9

Fé; viéndose obligados D. Pascual Rosas y su hijo ~l, DI'.


Rosas á abandonar su provincia querida y emigrar á la
de Entre-Rios .
. Dos años despues de estos sucesos er Dr. Rosas dejaba
el Parariá y se trasladaba á la provincia de Corrientes, es-
tableciendo su estudio de abogado. en la ciudad de Goya,
donde se enlazó en la respetable cuanto antigua familia de
Muniagurria.
Una reforma inmediata, en concordancia con las asp¡-
raciones del pueblo, se hacia sentir en la carta fundamental
de aquel país, y el Dr. Rosas, comprendiendo esta necesi-
dad inmensa y apreciando sus ópimos resultados, rué uno
de los primeros que abogaron por ella, uno de los que)
eolaborando en La E8peran~a, periódico que se publicaba
en Goya, supo pateDtizar elocuentemente el noble deseo.
del ciudadano.
Su prédica constante, enérgica y distinguida no fué
estéril, y la reforma se decretó, siendo él uno de los con-
vencionales que Goya envió á Corrientes, en <.londe se re-
dactó la aetual constitucion provincial qu.e contiene al pié
su firma trazada con entera independencia.
Habiéndosele ofrecido por repetidas veces, algun tiempo
despues, el Juzgado de primera Instancia, se vió en el caso de
aceptar este honorífico puesto como así mismo el de vocal
de la Munici~lidad, á los cuales renunció posteriormente
á consecuencia de haber sido nombrado elector para go-
bernador de la provincia.
Elevado D. Evaristo Lopez á la primera magistratura
de aquel país, el Dr. Rosas fué solicitado para desempeñal'
uno de los dos ministerios de gobierno, cuya proposicion
no aceptó por entónces, optando mas bi~ por el cargo
de Fiscal de Estado.
Trascurrido algunos meses, el Sr. Lopez tm'nó nueva-
mente á pedir con mayor insistencia la cooperacion del DI'.
Rosas, quien tuvo al fin que eñcal'garse de la cartera del
38D
'\ APUNTES
. . ..,
BIOGRÁFICOS
~.:!
• .\:--

Ministerio 'de H8Xlienda, y tan mar&do' ·.s~ eelo.por el


.
f.ó:.

.bienestar de la provincia que habia dafen' ido en diversas


ocacione~, que confeccionó y dictó distintas ytrasc8ñdentales
.medidas económicas y financieras de la mas alta Ítnpor:-
tancia para el país, entre la~ cuales se cuenta en primera
línea la de un banco de emision y descuento.
Retirado minis~rio,el departamento .de San Luis ~-
.del. " ~

eligió para su representante, y muy luego .el .voto del' p~eblo

de las Cámara Legislati"as.


.
·-lo .llevó como diputado á. ocupar una de. las bancas
'.
"

111.

En 1868 la provincia de Corrientes se encontró á mer-


ced de las legiones revolucionarias.
El gohemador D. Evaristo Lopez cayó al empuje de la
"revolucion, y por lo tanto el Dr. Rosas vióse obligado á
partir de aquel pedazo del suelo argentino y á establecerse
en el Rosario.
Bajo las administraciones del Sr. Cabal y del Dr. lriondo
desempeñó con asiduidad los puestos de Juez en lo Civil,
Juez de Comercio, presidente de la Municipalidad y Juez del
Crimen, como tambien la Fiscalía y la Defensuria de Menores.
Durante esta época colaboró, á pesar el ímprobo trabajo
"que sobre él pesaba, en La Época yen La Opinion Nacional,
dial'ios que veian la luz pública en el Rosario, y fué uno de
-los redactores de la .H Revista de Legislacion y J urispru-
dencia," obra importante que por entónces publicaba con
otras personas el Dr. D. Manuel R. Tristany.
Los acontecimientos políticos que se desenvolvieron en
los últimos dias del gobiemo del Dr. IrioJ:l.do, obligaron al
DE'SIDERIO ROSAS

Dr. R.Osas á es.tahlecerse en C.Orrientes y fijar su. resi~encia


y abrir su estudi.O de abogado en Goya.
Ligad.O allí á un.O de los partid.Os militantes, su coope-
raci.On, ya por su carácter enérgic.O y p.Or sus numerosas
relaci.Ones, ha sid.O de tod.Opunt.O eficaz. En las cuesti.Ones
p.Olíticas de aquella pr.Ovincia, en la lucha diaria de la prensa
y en la iniciativa franca, el Dr. R.Osasha jugad.O un 1'01
culminante, y sus propósit.Os se han visto cumplidos cuand.O
el Dr. Derqui resultó gobernante de la pr.Ovincia,por cuya
candidatura batanó abiertamente triunfand.O s.Obre sus
adversari.Os.
Un.O de l.Os primeJ'.Os pas.Os del Dl'. Derqui rué llamar
al Dr. R.Osas al ministeri.O de g.Obierno, cuy.O puest.O desem-
peña hasta la fecha con celo y firmeza inquebrantable; y
durante los últim.Os suce~.Os que se han desarr.Ollado en esa
pr.Ovincia él ha sid.O el comisi.Onado que en distintas veces
sup.O .Organizar el ejércit.O del g.Obiern.O, rep.Oner aut.Oridades,
impartir sábias disp.Osici.Ones, c.Orregir abus.Os y fiscalizar
recept.Orias, hasta que por últim.O marchand.O en misi.On es-
pecial para ante el Ejecutiv.O Naci.Onal, se ha m.Ostrad.O dign.O
del apreci.O y c.Onfianza que ha merecido de sus correligi.O-
narios p.Olíticos.
..

Si en el Dr. D. Desideri.O R.Osas se quiere enc.Ontrar á


la simple vista al h.Ombre fuerte y reflexiv.O, es ¡n'eciso que
medie una .Observaci.On pr.Ofunda.
Su carácter franc.O y espansiv.O; su c.Onversaci.On siem-
pre íntima; su manera de ser familiar en t.Od.Os sus act.Os,
revelan al h.Ombre que n.O abrig!l- aspiraciones, que se siente
dichoso con su suerte y c.On la 'suerte de l.Os demas ~ pero
382 APUNTES BIOGRÁFrCOS

no obstante, hay en sus palabras algo de severo, y en sus mo-


vimientos se dibuja el pensador reconcentrado.
El huracan fatídico de los sucesos ha jugado con su
existencia; pero en medio de la lucha sin tregua, él se ha
mantenido afrontando todos los obstáculos~ y en estos mo-
mentos sostiene una lid tretnenda con el partido de la opo-
sicion en la provincia de Corrientes.

,Julió de 1878.

FIN.
I

IN DICE

PÁGINA.

PRÓLOGO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . • . . . . . . • . • . . 5.
ADVERTENCIA. . . . . . . . . . . . .. .....•....•...•••.••• 8.
ALIA U, Isidl'o.................. • • . . . . . • . . • . • . . • 11 .
ARÁMBULO, Faustino . . . .. . .. . . • • .. . • . . . . .• • •• ••• 25.
ARIAS, Pedro Nolasco.......................... 35.
BENAVIDEZ, Antonio............................ 41.
CAPDEVILA, Domingo. • . . . • . • • • • • • • . . • . • • • • • • • •• 361.
CARLES, Francisco. • . . . . . . . . . • . . . . . • • . . . • • . • . . • 53.
CARRASCO, Eudoro......... . . . . . . . . . • • • • • . • . • • • 57.
CARRASCO, Gabriel....... • • . • • • • • • • . . • • . • • • • • • • 67.
CELLO, Gerónimo............................... 71.
CENTENO, Fernando E. ....•.•••.....•....•••.••• 75.
CÉSAR, Manuel R .•........••... " . . . . . • . •• • • . . . 83.
COMAS, Ignacio................................. 91.
DEL CAMPO, Domingo........................... 10l.
DEL CAMPO, Jesús Maria ....................... 107.
ESCALERA, Facundo. • . . • • . . . • . . . . . . • • • • • • • . • . •• 115.
ESCALERA y Z UVIRfA, Gualberto . . • . • • • • . . •• • • . •• 123.
FERNANDEZ, Jacinto ............................. 129.
FERNANDEZ, José Agustin .................... '" •. 135.
GARRIDO, Mauricio.............................. 16l.
GONZALEZ DEL SOLAR, Andrés ..•.....••........• 173.
GONZALEZ DEL SOLAR, Meliton .......••.....•..•. 179.
GONZALEZ DEL SOLAR, N ican~l' • • . . • . • . . . . • • . • . •• 197.
384 íNOICE

PÁGINA.
GRONDONA, Mal'celo ................•........... 213.
HrmTZ, Mauricio............................... 217.
LAGOS, Ovidio . . . . . . . . . . . . . . . . •. . . . . . . . . . . . . . . .. 221.
LARRA VIDE, Cárlos .... ~ ..............•......... 231.
LA TORRE, Aniceto ......................•.....•. 239.
LEON, Domingo................................. 243.
MARIN, Nicasio................................. 251.
OSSIAN-BoNNET, Emilio ................ .'........ 267.
PEREZ, Eugenio................................ 271.
REYNA, Pedro Celestino ..... __ .............•..... 277.
ROSAS, Desiderio .. ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 377.
Ru EDA, Pedro.................................. 287.
SANCHEZ, Pedro A ...........••••............... 311.
SIVOR1, Benedicto............................... 317.
VILA, Luis .................................... 321.
V IRASORO, Benjamin ............... ; . . . . . . . . . ... 327.
ZUVIRÍA, F-acundo.............................. 9.
Z uv lRí A, FerieJ on. . • . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. 339.

También podría gustarte