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'-'OSE MARIA ROSA

Respuesto o José Antonio Soores de Souzo

INSTITUTO "J. M. DE ROSAS" DE INVESTIGACIONES HISTORICAS


JOSE MARIA ROSA

Fraudes
y
Adulteraciones Docu1menta/es
en
n La Caída de Rosas"

Respuesta a José Antonio Soares de Souza

INSTITUTO "J. M. DE ROSAS" DE INVESTIG.A,CIONES HISTORICAS


Niteroi, ·5 de dezem'bro _ae; 1955,

tama.Ilho Nao :pcdia e~· ."ttb


nte.r :fasse ~1·ande a carta de Al-
sina a ramas•. Calculo o trabal o que l~e deu 1a·iópia-que tirou. A-
. gradeqo-lhe liUito a gentileza e espero IJOiel" retribtiir-lhe com c'ó:-
pia d igtal, se algtlm dia atJ.6 o ~2ier ~e solicitar álguma coisa
de a1¡c¡u1vos brasíleiros. · ·
_ Houve, -de fa~o, 'UIII. ~~o ..n.eu, quardo lhe.escrevi
sobre a outra carta de Alsina. # de 21 de' :maio de 1850 e me· de 12.
Peco-lhe descul¡:8s do _trabalho g e lhe d.éi, :por 'Ulll. lapa~ lleu. _ ·
.., A ca~.ta, de q11e me e¡wlou éopia, ·'e in:teressante,
~m . mili, nao na pi~ ..referente a ·.r.a Madrid e r:az, · litas na que ·se
·r~e a neti.t:ralidad.e de Urg,uiza ou sejé., 'a neutralidadt9 que pret·en
dia mnter dis.nte da .atitude do ~ra.s:tl. Esta .neutralidade, juete:rn.en":"
te, que o ministro :Fa.:uJ.iuo, na C(llllf;t,?·eneia.l de'll/3/S51, mo a~1mi tiu•.
Enviei-lhe do~s ·~1U111.erós da :Revista·, com tra balhos ~
llleus ·e mds ."tJm DiplOI!lB.ta do :rmi~~o", :por viá lllaritima·. In1'elizmem-
·t<a1Dla;.nic ehe_gou o seu livro ~~bre o congresso Argentino de 18~2,
g_'l,l.e·~ Uld:lil :por certo, lerei im.ed:tatrunente, l~ogo q~e o tenha em :mao •
., ., Es'pero em Deus em breve sa·b.e-lo reconduzido a sua
·cat~ra, continuando os seus estudos, dando-nos una bela ;b:i,ografia .. ae·
<reheral Rosa·s·e ·reposto no seu lar e na sua:~aravilhosa. ·c1dade; de.
Bt,umos A_ires;· Espero, entao., ii· S:t¿e o Rio da :!?rata, rara o conhecer-~-e
visitar alguna amigos .que terihc:t
• IV A
nessas ·
¡ere.~ens.
_.. A
_ . se 'nao .for abuso e se nao :fo::r.· a carta das a,lmen-
eoes ·da que me lltB.ndou ern copia, pego o favor 'd.e :me copiar tambe:rn a
de 2l_de 7!1110 de 1850, -do·Dr. Alsina a l.al1'.e.s.
Aqui· fieo inteirwneutc a aeu dispor, razendo-lhe
es nJ!liS' sma~s 'VOtos de um feliz ~ata.l: e de un a;?:re.dabÚissi:m.o
1957 ;~ pois ·lile. :r:ei'ece ser ea.ta a Última carta Aeste ano, c¡ue cterei o
prazer de'escrover·lh~.

CARTA AUTOGRAFA DEL SR. SOARES, DE SOUZA


AL DR. JOSE MARIA ROSA
PROLOGO

El Instituto de Investigaciones Históricas 'Juan Manuel de Rosas' se


complace en editar la respuesta que le merece al Dr. José María Rosa la
diatriba del académico brasileño J. A. Soares de Souza, publicada como
comentario crítico a su magnífico libro sobre Caseros. Si bien La Caída
de Rosas fuera editado en Madrid en 1958, el comentario a que aludimos
apareció en la Revista do Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro en
1964, después de una laboriosa gestación, y recién ahora se da a conocer
en nuestro país. ·
No es que su publicación la ignorásemos, pero en los medios especia-
lizados en que se difundió no se le asignó importancia alguna, como no
mereciera mayores comentarios en la propia tierra del autor. E'ra una
crítica por lo menudo, nacida de enredados resentimientos, que para
nada invalidaba la tesis fundamental de aquel libro. El académico Soares
de Souza, pacato funcionario, entre los achaques de su edad se solazaba
como un viejo corrector de pruebas, señalando errores superficiales y
distrayendo su medianía intelectual en la confección de una prosa tropi-
calmente adjetivada. Evidentemente, no había heredado de sus ilustres
predecesores ni dinero ni títulos ni talento. Nuestro compatriota pudo
haber respondido publicando, simplemente, la carta del señor de Souza
y señalando los repositorios uruguayos en que se halla la documentación
que el historiador brasileño, ya desmemoriado, creyó de su monopolio,
pero una increíble paciencia de investigador y su profundo respeto por
la ancianidad le llevaron a dilucidar línea por línea, en consumada her-
menéutica, aquel desmadejado alegato. En suma, una labor ímproba, que
los argentinos le agradecemos.
Porque lo que cobra interés para nosotros -razón por la cual el
Instituto se apresuró a solicitar al Dr. Rosa la redacción de este opúsculo-
no son las objeciones del señor de Souza, sino los objetivos que se persi-
guen al divulgar, con tono de escándalo, al impugnador brasileño. En
efecto, un señor que insiste en llamarse José Raed, prologuista y presumi-
blemente editor del volumen, no arriesgaría su fortuna personal porque
sí, por puro goce intelectual, por más que deje entrever que, enancándose
en el prestigio y en los muchos lectores del Dr. Rosa el negocio puede
serle provechoso. Detrás de esta aventura de mostrador desde luego que
hay algo más: hay la intención subyacente de desprestigiar un movi-
miento histodográfico que desde hace m~s de un cuarto de sigio viené
desccnchando, como una lenta humedad, a lo que Saldías llamaba la
'historia autoritaria'. Antes fue el complot del silencio, el cierre de las
tribunas oficiales, la restricción de la cátedra; la limitación de las posi-
bilidades de difusión de cualquier índole al pensamiento renovador hasta
hacer de la revisión de nuestra historia un culto de capillas. Ahora lo
es -como en este caso- la agresión verbal y -¡extraña paradoja!-
como en Caseros, echando mano de un Soares de Souza. Por eso no nos
interesa este señor de Souza, un venerable anciano a quien le mentaron
los abuelos y salta de su guarida como un arácnido, sino este señor
desconocido que insiste en llamarse José Raed y que extrae de su bol-
sillo un volumen de diatribas, agrede a su vez y anuncia el desmorona-
miento del Dr. Rosa y de toda la historiografía revisionista.
En el lamentables prólogo a que hacemos referencia muestra ese
señor con desnudez indecorosa la tremenda confusión mental de que
padecen estos 'idiotas útiles' del colonialismo. Habla allí de reestructu-
ración histórica; de que la 'verdadera reestructuración histórica debe
tener como impulsión a }as reales fuerzas transformadoras de la historia,
pues si en verdad es el hombre quien hace su propia historia (¡vaya
con los monos!) lo es en la medida que interpreta y deSentraña las fuer-
zas sociales en lucha'. Y también que 'Urquiza y el pueblo, las nuevas
fuerzas sociales y nuevos intereses económicos, que arrastraron con un
gobierno im~pto' y que 'tiene vigencia la reestructuración histórica cuan-
do se procrnra un conocimiento objetivo-subjetivo de los orígenes de todo
proceso, no para quedar aprisionados en un pasado ancestral perimidol
y 'que cuando se hace referencia al pueblo como constructor de la his-
toria, no quiere decir en absoluto que un gobierno apoyado ampliamente
por el pueMo, por ese solo aspecto sea un gobierno popular y deba ser
acompañado por los sectores más esclarecidos', etc., si bien poco antes
afirmara que 'el pueblo es la verdadera fuerza constructora de la historia'.
Nunca en tan pocas palabras pudo mostrarse tanta confusión mental. Un
verdadero batido de marxismo, chochez y grosso chico.
Este año es, de verdad, un año pródigo en ataques al llamado "revi-
sionismo histórico. El de Souza es uno de ellos, casi el remate. No sólo
la prensa d:laria lo hizo, sino también el grupo académico, que alertó a
la población sobre los avances de esta búsqueda que amenazaba con rom-
per con todos los esquemas y deteriorar la imagen, ya cristalizada, de
nuestra historia. Revisar el pasado es volver por la verdad tergiversada
por los vencedores de Caseros. Es rehacer la historia acomodada hasta
hoy a los intereses de tales vencedores y a sus compromisos internaciona-
les. Es bucear en el pasado limpiamente, con la secreta esperanza de
poner en descubierto nuestras propias raíces. El revisionismo no es una
escuela: no hay un cartabón que guíe los pasos del revisionismo. Su
único objetivo es la revelación de la verdad que ha condicionado nuestra
evolución social, política y económica. Por eso, necesariamente, el revi-
sionismo histórico es nacionalista. El Dr. José María Rosa, que posee una
profunda vocación de historiador y un talento parejos, contribuyó hasta
hoy y sigue contribuyendo a cada día al mejor conocimiento de nuestro
pasado que se hace, a través de sus inquisiciones -como diría Croce-
historia actual, contemporánea. Estos ataques desesperados, casi histéri-
cos, no hacen otra cosa que consolidar su personalidad y es, lo consi-
deramos, uno de los mejores homenajes que se le hayan podido tributar.
No hay investigador en el país que pueda mostrar una foja tan brillante
de adhesiones y agresiones. Es la suya una posición envidiable.

Pedro Juan Vignale


Secretario de Publicaciones
1

LA AGRESION

Una editorial llamada DEVENIR y responsable, tiene otra importancia


ha reproducido, traduciéndola en for- destacada: todos los documentos fal-
ma de libro -y con el título de un seados y adulterados por Rosa son
libro mío LA CAlDA DE ROSAS- transcriptos en su versión textual e
una crítica del historiador brasileño íntegra, y todas las afirmaciones an-
José Antonio Soares de Souza, don- tojadizas y las mentiras e inyencio-
de se me ataca con tremendos califi- nes del señor Rosa se dan a conocer
cativos y graves imputaciones por en su verdadera dimensión, alcance
algunos pasajes de mi obra. La edi- y valoración. El libro del doctor Soa-
torial mencionada, con el confesado res de Souza marcará una etapa en
propósito de perjudicarme y perjudi- la historiografía rioplatense".
car a la corriente historiográfica re- Con el propósito confesado, pues, de
visionista en la que milito, ha subtitu- "desmoronarme" a mí ·como historió-
lado su traducción Fraude, invendón, grafo y al revisionismo como verdad
embustes y adutteración doctmwntal histórica, la Editorial Devenir ha tra-
de José María Rosa. ducido y publica esta crítica. En el
En la contratapa se hacen apre- prólogo, un señor José Raed dice que
ciaciones de este tenor: "El presente el libro controvierte todas las afirma-
estudio sobre el libro del señor José ciones de La Caída de Rosas, y se des-
María Rosa: La Caída de Rosas, es plaza en términos violentísimos para
un trabajo denso, objetivo, científico, calificarme.
y con Úna enorme documentación,
va desmenuzando el cúmulo de fal-
sedades y embustes, invenciones y • Continente y contenido
adulteraciones de las fuentes que ha
realizado el señor Rosa para fraguar Supongo que las gravísimas impu-
su adúltera historia, que por haber taciones del subtítulo y la contrata-
sido considerada el monumento his- pa son el objeto principal, sino ex-
toriográfico rosista, el libro del Dr. clusivo, del panfleto: impresionar a
Soares de Souza significará su des- la generalidad de la gente. Porque
moronamiento, como así también la aquel que se arriesgue a comprarlo
extirpación de esa farsa con preten- abonando su . elevado precio, encon-
siones de ser considerada historia. trará que los cargos que me hace el
Pero este libro del Dr. Soares de Sou- historiador brasileño son baladíes y
za y que Editorial Devenir pone al pintorescos; que el canciller Paulina
alcance de todo sincero interesado en José Soares de Souza vizconde de
una Historia Argentina real, honesta Uruguay (bisabuelo de mi agresor)

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no era de familia tan modesta, como hacerlo- al mérito de la do~umenta­
yo . decía, pues su padre era un ho- ción empleada, que en buena parte
norable médico del Marañón; que he tomado de trabajos suyos, y en
al mencionar a su bisabuela diga sim- los demás he señalado con precisión
plemente Ana María Macedo, cuando las publicaciones y repositorios don-
debí decir Ana Maria de Macedo Al- de se encuentran, que Soares de Sou-
vares de Azevtedo, pues descendía de za ha recorrido cuidadosamente pues
los ilustres Alv·ares de Azevedo; que las menciona en su folleto. Nada a
no haya puesto referencias documen- la tesis principal del libro -la verdad
tales al imputar un carácter hosco a sobre el pronunciamiento de Urqui-
un político brasileño, o mencionar la za-, que él también ha estudiado a
relación paternal que existía con fondo, aunque no comparta, lejos de
otro; que diga que el marqués de ello, mi admiración por el general
Monte Alegre, ministro en 1848, se Rosas. Le molesta, eso sí, que juzgue
llamaba José Clemente da Costa Car- a los hombres y las cosas del Brasil
valho cuando se llamaba Jore da Cos- de ese tiempo con criterio argentino,
ta Carvalho, que diga que una sesión aunque no me alcance a objetar se-
del parlamento brasileño ha sido se- riamente ni la base documental ni el
creta cuando no lo fue, y cosas se- razonamiento empleado. Y le molesta
mejantes. Todo recubierto con una ris- sobremanera, y creo que esa es la
tra de insultos, cargos de tergiversar causa eficiente de su desmedida reac-
documentos o inventarlos, y apre- ción, que trate a sus parientes pró-
ciaciones agraviantes sobre los mo- ceres -es biznieto de Honorio Her-
tivos que me llevaron a estudiar y meto Carneiro Leao, marqués de Pa-
juzgar personajes históricos de otro raná, y de Paulino Soares de Souza
país. vizconde de Uruguay- que desempe-
No hubiera contestado la diatriba, ñaron el principal papel, como jefe del
limitándome a llevar a los tribunales partido conservador o saquarema el
a responder por el delito de difama- uno, y como ministro de relaciones
ción al editor y prolonguista del li- exteriores el otro, en los aconteci-
belo (el autor reside en Brasil), si mientos que llevaron a la caída de
no fuera porque algunos de los cargos Rosas en febrero de 1852.
que se me haeen los reputo graves. Supongo que la Editorial Devenir
Uno, el de mencionar entre los repo- no comparte el criterio del autor. Su-
sitorios por mí estudiados el Archivo pongo que no comparte con él más
del Vizcond.e de Un¡guay en poder que los términos peyorativos hacia
del autor de la crítica, que éste dice mí, que -prologuista y editor- ex-
"que no es cierto"; y el otro de mo- tienden a la escuela historiográfiCa
dificar la redacción de un documen- de la que formo parte, y con los cua-
to donde Paulino Soares de Souza, les han adornado el subtítulo y la
entonces canciller del Imperio, dice contratapa de su folleto.
que "Urquiza hizo su pronunciamien-
to por instigaciones nuestras", Como una cosa así no puede hacerse
cuando la redacción es que "Urquiza impunemente he promovido querella
hizo su declaración por instigaciones por injurias al prologuista y editores
nuestras". Como veremos, ninguno del folleto. No quiero hacerlo con el
de los dos cargos es valedero porque autor, hombre ya anciano que ha si-
efectivamente yo estudié -y por lar- do en otro tiempo un eficiente eru-
gas tardes- el Archivo del Vizconde dito en los temas vinculados con sus
de Uruguay como puedo probarlo ilustres antepasados, a pesar de que se
(y Soares de Souza no me objeta ha tornado irascible, injusto y falto
que ninguno de los documentos men- de memoria y atención para conmigo.
cionndos por mí, no se encuentre en El prologuista y la editorial respon-
su archivo), y el documento que me derán ante los tribunales por el de-
atribuye haber adulterado se encuen- lito de difamación. Es un problema
tra en el texto de mi libro en la for- entre ellos y yo. Pero tengo otro con
ma correcta. el público, y por eso escribo estas
Nada objeta el autor -ni podría líneas. ' ·

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• Mod.ailid.ades de algunos patía por esta dedicación de Soares
historiadores brasileños de Souza a los suyos, y admiración
y respeto por sus nobles antepasados
Dos palabras antes de entrar en que atinaron a conducir la política
materia para explicar los fortísimos brasileña llamada de la "hegemonía
calificativos que me distribuye el au- continental", y fueron los élrtesanos de
tor, y no guardan proporción con los la caída de Rosas en 1852; como ten-
errores que me pretende atribuir. Es go mucha -dejándolo bien estable-
algo típico de algunos académicos bra- cido en mi libro~ por las demás
sileños. Ciertos vecinos nuestros figuras de la aristocracia brasileña
del norte son gente amabilísima, que se condujeron con patriotismo,
siempre que no se sientan rozados inteligencia y solidaridad en esos di-
en lo suyo o que imaginan suyo. fíciles momentos de Brasil, cuando la
Cambian entonces radicalmente, des- tremenda sombra de Rosas cubría
atándose con las peores injurias sin con su prestigio el continente; no
que las cosas lleguen a mayores. Eso puedo sino juzgar las cosas del ve-
es habitual y corriente, y a nadie cino país con criterio de argentino.
extraña. Por eso no me siento ofen- Sus conductores no me interesan co-
dido con el autor; y pese a las grue- mo prócerres ~impolutos sino como se-
sas inventivas que me dirige le con- res de carne y hueso, con sus gran-
servo la afección a que es acreedor dezas y debilidades, equivocaciones
por su obra de investigador de cosas y aciertos. Y no considerar los como
mínimas en el pasado de su ilustre estatuas es un pecado para algunos
familia. brasileño~; (que espero sean los me-
Los historiógrafos brasileños "aca- nos), sobre todo si quien lo hace es
démicos" de la índole de Soares de un extranjero. Y, más que nada, es
Souza, poseen su coto de caza reser- un gran pecado para los miembros
vado donde no es lícito entrar sin de su familia, si además, son histo-
la correspondiente autorización. Ca- riadores.
da uno es un especialista, y celoso, Yo no he incursionado en la his-
de alguna o algunas figuras del pa- toria de Brasil con afán iconoclasta
sado, o de determinada zona del tiem- de extranjero -como supone mi con-
po o el espacio donde no permite el tradictor- sino para conocer y ex-
tránsito sin el correspondiente pasa- plicar las causas que llevaron a la
porte. Incurrir en una violación de caída de Rosas; y Rosas es argentino.
propiedad histórica, es inconcebible Además debo confesar que no me
para un académico de Brasil; y quien siento del todo extranjero al tran-
comete la transgresión se hace pasible sitar por la historia de América La-
de tremendas sanciones que van desde tina. Claro que antes que nada soy
la conspiración del silencio a denues- argentino, y me interesan principal-
tos e imputaciones desaforadas. mente las. cosas brasileñas que se re-
lacionen con mi país. Admiro, aun-
que no comparto, la acción de los
e Mi respeto por Brasil aristócratas brasileños, apoyados por
la carencia de patriotismo de las clases
Yo he incurrido -ingenuamente privilagiadas del Plata. Porque la ver-
lo confieso- en ese delito de viola- dad es que Brasil contó con una aristo-
ción de propiedad histórica brasile- cracia patriota, que estuvo en todo
ña al ocuparme, tangencialmente, de tiempo al servicio de su nación, cosa
los dos bisabuelos de Soares de Sou- que nosotros -con nuestros intelec- ·
za cuya lr,bor como historiádor con- tuales conspirando en Montevideo
siste en las biografías de sus ascen- contra su tierra- no podemos decir.
dientes, o de hombres o cosas direc- Tuvimos eso sí, un gran pueblo y un
tamente relacionados con ellos. El es gran jefe; pero un· pueblo y un jefe
el dueño de los próceres, y yo no debí no bastan a estabilizar una política.
tocarlos sino bajo su dirección y ase- Nos faltaron los Paulinos y Honorios,
soramiento. astutos, enérgicos y patriotas que die-
Claro que por más que tengo sim- ran cima a la obra de Rosas.

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• La Caída de Rosas mina en 1844 con la m1s10n del viz-
conde de Abrantes a Londres y Pa-
La Caída de Rosas es un libro que rís a fin de acoplar el Imperio sud-
cambia el conocimiento habitual sobre americano a la intervención anglo-
un período decisivo de nuestro pasa- francesa contra las repúblicas del
do, tal vez el más decisivo. De allí Plata en gestación; el rechazo de la
su éxito editorial y de allí los proce- participación brasileña por los inter-
dimientos empleados para acallarlo. ventores que, juntamente con 1 o s
Publicado en España en 1958, su pri- triunfos militares y diplomáticos de
mera edición fue silenc¡:iada por la Rosas y la necesidad de proteger Bra-
prensa. No obstante se agotó. Como sil contra la prepotencia británica
la conspiracUin del silencio ya no es exteriorizada en el Bill Aberdeen
eficaz -y nadie podía criticarlo con contra el tráfico de esclavos, llevaron
documentos a la vista- se ha busca- al Imperio vecino a un acercamiento
do el procedimiento de calumniarlo con Rosas; la consecuencia de las re-
y calumniar al autor, por el medio voluciones de 1848 en Brasil que pro-
poco digno de reproducir una crítica dujeron la reacción saquarema y el
inconsistente y menuda, precedida alejamiento entre Rosas y Brasil; la
del fragor de gravísimas imputacio- grave amenaza para el Imperio de que
nes en el subtítulo, contratapa y pró- Rosas, liberado de los interventores
logo de un panfleto. anglo-franceses se lanzase sobre el
Mi libro es un trabajo de aliento, Brasil para cobrarse sus muchos
que ocupaba 628 páginas en su edi- créditos y -conjeturalmente- re-
ción primera y 724 en la posterior. construir el virreinato del Plata; el
Cons,ta de dos partes: Relaciones en- dilema "o Rosas o el Imperio" voz
tre el Imperio y la Confederación de orden en Río de J aneiro en 1849;
(1843 a 1851) y La guerra (1851-1852). el ministerio de Paulina Soares de
Lo preceden cuatro estudios a mane- Souza con la preparación de la gue-
ra de introducción (reducidos a tres rra; la ruptura de relaciones provo-
en la segunda edición, porque uno cada por Rosas en setiembre de 1850
de ellos "La República independien- con las apreciaciones del canciller
te de Río Grande y sus vinculaciones Paulina de que Brasil "no resistiría
con las Repúblicas del Plata" prefe- una guerra en el sur".
rí agregarlo al texto). Los otros tra- En la segunda parte -La Guerra-
tan de "Figuras y condiciones de la estudió la personalidad de Urquiza,
aristocracia brasileña", "Inglaterra y general en jefe del ejército de Ope-
Brasil (1822-1845)" y "La Confedera- raciones argentino que llevaría la
ción Argentina, su pueblo y su Jefe". guerra a Brasil; la astuta y hábil po-
En ellos, simples "estudios de intro- lítica del Canciller Paulina y del je-
ducción" como los llamo, quise dar fe de los conservadores brasileños,
en apretada síntesis, una idea del es- Honorio Hermeto Caneiro Leáo, pa-
tado social, político y económico de ra captar a Urquiza como solo medio
Brasil y la Argentina, y de la inter- de ganar una guerra perdida; la
ferencia británica en ambas durante correspondencia secreta entre los
la primera mitad del siglo pasado, agentes del general argentino y el
a fin de que~ el lector conociera el ministro brasileño en Montevideo; la
medio donde iba a desarrollarse el exigencia brasileña de un pronuncia-
drama culminado en Caseros. miento "claro y público" a hacerse
En la primera parte, dividida ac- por Urquiza, y que se comprometiese
tualmente en nueve capítulos, estu- a dar el premio grande a Brasil des-
dio documentalmente la guerra de pués de la guerra; la verdad sobre
diez años de los farrapos riogranden- el pronunciamiento de Urquiza y el
ses con sus implicancias en el Plata; tratado entre el Imperio, Urquiza y
la política de Brasil contra la Con- la ciudad de Montevideo de 29 de
federación dE!spués que Rosas se ne- mayo de 1851; la invasión de Urqui-
gó a ratificar el tratado de alianza za y Brasil al Uruguay; la declara-
del 24 de marzo de 1843 preparado ción argentina del estado de guerra
en Río de Janeiro; política que cul- con Brasil el 18 de agosto de 1851;

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las exigencias monetarias de Urquiza Posteriormente introduje algunas
para llevar la guerra contra su pa- modificaciones en la segunda edición,
tria, y la manera como s~ satisfa- que se lanzó en Buenos Aires el año
cieron; los tratados del 12 de ·octu- tasado.
bre de 1851 que dieron a Brasil el
premio de la victoria, quedándose
con medio Uruguay e imponiendo el • José Antonio Soares de Souza
protectorado al otro medio (que al
ratificarlos Urquiza después de Ca- Como lo dice en su crítica, entré en
seros hicieron perder los derechos relación epistolar con Soares de Sou-
argentinos a las Misiones Orienta- za a mediados de 1956, encontrándo-
les). Y finalmente la campaña de Ca- me yo en Montevideo trabajando La
seros, y las consecuencias sociales y Caída de Ros3$. Conocía su libro A
políticas de la batalla del 3 de fe- Vida do Visconde de Uruguai y algu-
brero de 1852. nos artículos publicados en revistas
Apoyo mis afirmaciones en mil no- históricas brasileñas. Era un espe-
vecientos documentos y citas biblio- cialista en la época que estaba estu-
gráficas, transcribiendo en síntesis o diando y, evidentemente, un pape-
in extenso importantísimos y graves lista laborioso que, además del va-
e s e r i t o s. A veces en su idioma lioso repositorio del Vizconde de Uru-
original, con la traducción al pie, guay -en su poder- fatigaba los
para no perjudicarlos con una posi- archivos de Río de Janeiro y Petró-
ble mala traducción si me hubiese polis en busca de datos sobre la ac-
limitado a ella. tuación de dos bisabuelos suyos (el
Quince años -desde 1943 a 1958- mencionado vizconde, Paulino José
empleé en la elaboración de La Caí- Soares de Souza, y el marqués de
da de Rosas. Trabajé en los archivos Paraná, Honorio Hermeto Carneiro
de Relaciones Exteriores de Buenos Leáo). N o podía decirse que fuera
Aires; agoté los legajos de Rosas, Gui- un verdadero historiador, y evidente-
do, Urquiza, y muchos más en el Ar- mente no atinaba a diferenciar lo
chivo General de la Nación de Buenos principal de lo accesorio. Pero cum-
Aires; escruté los papeles de Lamas y plía una labor prolija y fecunda ca-
Manuel Herrera y Obes en el Archi- zando papeles viejos. Era el obrero
vo de la Nación de Montevideo; es- aue fabricaba los ladrillos para que
tudié la magnífica colección de mi- otros levantasen el edificio.
crofilms de los repositorios brasile- Mi relación epistolar con este eru-
ños que hay en el Museo Nacional dito fue afectuosa, como lo demuestra
de Montevideo; recorrí colecciones en la carta acompañada. Se mantuvo
de periódicos de época, aquí y en entre 1956 y 1957, encontrándome en
Montevideo; encontré en el Archivo Montevideo y Madrid. En junio de
Americano y La Gaceta Mercantil 1958, le entregué en Río de Janeiro
de Rosas la reproducción de periódi- dos ejemplares de La Caída de Rosas
cos de todas partes del mundo (uno para él y otro para la biblioteca
entre 1843 y 1852; Luis Alberto de! Instituto Histórico y Geográfico
de Herrera me facilitó las reproduc- del que era miembro).
ciones que había hecho sacar de do- Pasaron los años y nada más
cumentos del Quai d'Orsay y el Fo- supe de él. No contestó mis cartas
reign Office; adquirí la bibliografía dirigidas a su domicilio de Niteroi
posible argentina, uruguaya y brasi- primero, y luego -suponiendo que
leña que tuviese relación con el te- la jubilación le hubiese permitido
ma. Y con ese copioso material redac- dejar la ciudad provinciana- al Ins-
té mi libro tratando de darle forma tituto de Río de Janeiro. Ahora sé,
amena y concisa sin dejar de docu- por el folleto publicado, que se llenó
mentarlo con precisión. Terminé mi de indignación por mi libro. Indigna-
trabaio en Madrid gracias al apoyo ción volcada en una crítica mordací-
del Instituto de Estudios Políticos, sima en la Fevista del Instituto His-
y bajo ese prestigioso sello lo publi- tórico y Geográfico brasileño, que
qué en España a principios de 1958. publicó en el volumen 264 correspon-

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diente a 1964, para "defender a Brasil, me distribuye generosamente en cada
a los hombres del Imperio y a la pro- párrafo de las nutridas doscientas
vincia de Marañón (?)" de presuntas páginas de su "trabajo denso, objetivo
ofensas mías que solo estaban en su científico", como califican los edito-
excesiva susceptibilidad. Una manera res a la desaforada crítica del histo-
de desahogar su rencor por haberle riador brasileño.
invádido el coto histórico, ya que los Al extraerla del archivo del Insti-
juicios críticos en esa publición oficial tuto Histórico de Río de Janeiro, y
de escasa repercusión, no alcanzan publicarla aquí sin un objetivo análi-
mayor trascendencia. No pudo encon- sis de los cargos formulados, los edi-
trar argumentos y recurrió a la ima- tores han hecho un escaso favor a
ginación: infló algunos errores míos, Soares, y conseguirán un objeto in-
me acusó de escribir sin documentos verso del propuesto. Porque me es
sobre sus antepasados, y de mencio- sumamente fácil levantar las fragoro-
nar repositorios que no visité, supuso sas pero endebles acusaciones. Sólo
intenciones, atribuyó omisiones, y el quedarán los agravios personales. De
todo, acompañado de un rosario de ellos, responderán ante quien corres-
insultos, lo publicó después de seis ponda; no así Soares de Souza si es
años de meticulosa expurgación de mi ajeno -como supongo- a este mani-
libro, cotejándolo con los· originales puleo de sus desahogos íntimos.
de los archivos brasileños que yo
citaba.
• El "tono" de la crítica
• La "crítica" de Soares
Soares de Souza está enojado, muy
No era un juicio crítico sino un enojado con mis apreciaciones. Dice
panfleto, y no tuvo ninguna trascen- que por tratar despectivamente al
dencia en Brasil; a lo menos no me Brasil, pero yo creo que es por in-
han llegado apreciaciones de mis nu- vadirle su predio histórico privado.
merosos amigos. Allí deben conocer Me atribuye el propósito avieso de
al crítico. Pero no ocurrió lo mismo denigrar a sus antepasados, lo que
entre nosotros. y algunos ecos escuché está lejos de mí; como tampoco me
de ese "palo" por historiadores de permitiría un juicio peyorativo del
nuestro medio. No pude hacerme de gran país vecino, que admiro y esti-
ningún ejemplar de la revista, y mis mo. Dice que me burlo del Imperio
tentativas parH traerla de Río de Ja- de· Pedro II y sus figuras "con el
neiro resultaron infructuosas. Soares objeto de defender al Héroe del De-
no contestó a las cartas donde se la sierto porque no me he conformado
pedía, y el librero Fernández Blanco, todavía con su derrota''. Sería una
a quien encargué el cometido, no pudo mala estrategia defender a Rosas re-
cumplirlo supongo que por lo reduci- bajando a quienes -si bien alevosa-
do del tiraje. mente- consiguieron vencerlo en de-
Ahora se reproduce en Buenos Aires finitiva.
con gran estrépito y en forma de libro. Lo que molesta a Soares de Souza
Sospecho que Soares de Souza es aje- no es tanto el texto ni la documen-
no a su tradueción y reproducción, tación de mi libro -que salvo un
porque el tema que aborda (mis ofen- discurso de Paulina, algunas apre-
sa.f: a Brasil y a sus antepasados, la ciaciones mías, y unas fechas erró-
defensa que hace del estado de Mara- neas (algunas sí, y otras no) no
ñon) no pueden tener eficacia fuera objeta-, sino el estudio a manera
de su país. Los editores se han entu- de introducción Figuras y condicio-
siasmado con los cargos y acusaciones nes de la aristocracia brasileña donde
que gratuitamente me hace Soares, hago en seis páginas una semblanza
y sobre todo -deleitándose al repro- de sus ilustres bisabuelos Paulina y
ducirlas en la tapa, contratapa y pró- Honorio. Por esas semblanzas me
logo- con las fuertes imputaciones y arroja toda su artillería gruesa: ma-
calificativos peyorativos que el autor trero, pkaro, payaso de circo de se·

-12-
gunda clase, mentiroso, acomplejado al decir que me he valido de sus in-
profesor, ironista tonto, falto de ido- vestigaciones; pero entiendo que las
neidad, que "esboza de acuerdo a sus ha publicado para que se interprete
intereses un personaje que dice ser la historia de Brasil, y no para su uso
Paulino Soares de Souza", que "es- personal. Es cierto, certísimo, que "me
camotea documentos, arregla y mien- brotó la inspiración" en sus libros.
te", "no hay frase que se refiera a Pero no en el texto miope, sino en los
Brasil que no contenga tres o cuatro documentos transcriptos cuya trascen-
falsedades", "se propone denigrar a dencia no ha comprendido h a s t a
todos aquellos que tuvieron una par- ahora.
cela de responsabilidad en la caída de Cada uno a lo suyo: Soares a publi-
Rosas". Y llama a mi libro estrafala- car fuentes históricas, y yo a inter-
ria historia, serie de calumnias y ton- pretarlas. Porque la tarea historio-
terías, desnutrida, insulsa farsa que gráfica no se agota en la exhumación
tramó el pícaro, fraude, afirmaciones de las fuentes. La historia no son los
mentirosas y gratuitas, engaño, in- documentos; es la vida, la sociedad,
venciones, grosera historia, método la política, la economía, las modalida-
confuso, estúpida versión, parloteos, des de un pueblo extraídos de los
escamoteos, "historia que además de
ser árida resulta confusa" y otras
documentos después de valorarlos con
una cuidadosa crítica. El publica las
cariñosas apreciaciones. fuentes en una meritoria labor que
Así es el tono del "trabajo serio, reconozco y agradezco; yo me valgo
objetivo y científico" que traduce y de ellas para escribir historia.
publica en Buenos Aires la Editorial
Devenir con el confesado propósito
de "marcar la caída ... de Rosa".
Dice un proverbio francés que la • Repercusión de '~La Caída de Rosas"
chanson e'est lle ton. en Brasil

Con el propósito de rebajar mi libro,


• Me aprovecho del trabajo de otros dice Soares que La Caída de Rosas "no
ha tenido 'ninguna repercusión en
Para rebajarme -y enaltecerse- Brasil''. Es una· apreciación que me
dice Soares que en el texto de La Caí- permito no compartir. Su minuciosa,
da de Rosas "no existe un solo docu- agresiva y extensa crítica demuestra
mento que haya sido fruto del trabajo lo contrario; los informes que tengo
del profesor Rosa. E'n la mayor parte del Instituto de Estudios Políticos de
le brotó la inspiración en mis libros". Madrid que la editó y de la Librería
La negación es gratuita, porque men- Europa, también de Madrid, que la
ciono muchos documentos exhumados distribuyó, hablan de ejemplares re-
por mí en los archivos argentinos, mitidos a pedido de las librerías bra-
uruguayos, y aquellos brasileños mi- sileñas; el embajador Luiz Bastian
crofilmados en Montevideo. Pinto leyó el libro y buscó relacio-
Acepto que me valí de muchos otros narse conmigo. Me habló del interés
publicados por Soares, que ha consa- despertado en su país, y por él supe
grado su larga vida a recorrer archi- que Soares publicó en 1959 -un año
vos de su patria que tratasen de sus después de La Caída de Rosas- un
dos antepasados, que fueron precisa- libro sobre Honorio Hermeto Carneiro
mente los artesanos de la caída de Leáo, que extrañé no me hubiese re-
Rosas; y posee en su casa el valiosísi- mitido como lo había hecho con los
mo repositorio del vizconde de Uru- anteriores. Fue la primera adverten-
guay. Al citar el trabajo de Soares cia, agregada a cartas no contestadas,
lo he hecho correctamente mencionan- de que algo andaba mal en nuestras
do los libros o monografías de donde relaciones. Para suplir su falta Bas-
los he tomado, y expresándole ·mi tian Pinto me envió un ejemplar desde
agradecimiento en la portada por sus Brasil.
"biografías y estudios. . . (que) me Es posible que La Caída de Rosas no
han sido de gran valor". Tiene razón encontrase repercusión en el medio

-13-
académico donde se mueve Soares. o libros, ayudado en ia elaboraci6n,
No cono::co a los demás integrantes o simplemente alentado la obra,
del instituto oficial para afirmarlo con entendí que eran acreedores a mi
certidumbre, pero no me extrañaría. agradecimiento. Yo creí que le hacía
un honor incluyéndolo en esa lista
y parece que me he equivocado. Lo
• Mi agradecimiento público borraré. Revoco el agradecimiento
a Soares d{~ Souza por ingratitud.
Protesta porque "el hecho que (yo)
No le gusta a éste que en un libro, haya adquirido o aún recibido (algún
donde invado su co.to particular de ca- trabajo suyo) no lo autoriza a mos-
za histórica, haga mención de su nom- trarse agradecido". Con esta frase se
bre agradeciendo el aporte documen- va diseñando la mentalidad y sensi-
tal tomado de sus libros y artículos. bilidad de mi detractor. Protesta
Aclaro que el nombre de Soares de porque he hecho seguir la mención
Souza figuraba junto al de los orien- de su nombre de la frase "poseedor
tales Luis Alberto de Herrera, Juan de la documentación de sus bisabue-
F. Pivel Devoto y Mateo Magariños los el marqués de Paraná, y el viz-
de Melho; de los españoles Diego conde de Uruguay" que es una grave
Salas Pombo y Manuel Fraga Iri- inexactitud (la primera grave ine-
barne; de los argentinos Julio Ira- xactitud de La Caída de Rosas), por-
zusta, Alberto Contreras, Fermín que si bien es cierto que tiene todos
Chavez, Rodolfo Puiggrós, J. J. Real los papeles de su bisabuelo-vizconde,
y Juan Pablo Oliver, y de mi esposa sólo posee pocos del bisabuelo-mar-
Ana María Rocca, que de alguna ma- qués.
nera, sea por sus trabajos en la ma- Quedo enterado. Y paso al propósi-
teria, haberme facilitado documentos to de esta publicación.

-14-
n

LOS FRAUDES, INVENCIONES


Y ADULTERACIONES DOCUMENTALES
ATRIBUIDAS

En el subtítulo de la publicación adulteración documental. Expurgan-


se me atribuyen fraudes, invencio- do el folleto, serían los síguíentes~
nes, embustes y adulteración docu-
mental. Voy a separar los fraudes, 1Q) Que me atribuyo haber inves-
invenciones y adulteración documen7 tigado en el Archivo del Vizconde de
tal atribuidos _:_que harían a mi ética Uruguay, en su poder, y no lo he he-
profesional como historiador- de cho.
aquello que los editores, y Soares,
2Q) Que menciono cartas "que no
llaman embustes, y son divergencias
de opinión al juzgar los hombres y existen" donde dos políticos brasile-
las cosas del pasado. ños se dan un tratamiento familiar.
Analizaré unos y otros, hasta no 3Q) Que he inventado un persona-
dejar en pie ninguno de los cargos je inexistente incluyéndolo en un mi-
de Soares. Aclaro que sólo los pri- nisterio de 1848.
meros podrían preocuparme, por
cuanto nunca he tenido pretensiones 4Q) Que he intetr,calado una frase
de coincidir con todo el mundo en de Guizot en un discurso de Paulino
mis apreciaciones históricas, no obs- Soares de Souza.
tante que dado su temperamento bilio-
so y vocabulario tropical, Soares me 5Q) Que he modificado el nombre
descarga los peores adjetivos cuando de la esposa de éste, bisabuela del au-
su opinión no coincide con la mía en tor.
la apreciación biográfica de sus ante- 6Q) Que llamé secreta a una sesión
pasados, o en el ejemplo que Rosas del parlamento brasileño que fue pú-
dio a Brasil de resistir por las armas blica.
las intromisiones británicas. Y eso
corresponde a una polémica, y no a 7Q) Que he cambiado la redacción
un escrito de cargos que cuestiona de una carta reservada de Paulino
la probidad intelectual de un histo- tomada de un libro del autor, y la
riador. Tal vez como estos son es- atribuyo a otro.
casos y endebles, el crítico -y sus
editores- han sumado aquellos a fin 8Q) Que no doy fielmente un dicta-
de presentar algo de más bulto. men emitido en el Consejo de Estado
Veamos los fraudes, invenciones y brasileño.

-15-
99) Que atribuyo a Honorl.o Her- el vizconde de Uruguay con minu-
met Carneiro Leao, gestiones que no ciosidad apabullante".
hizo. Pero yo he investigado el Archivo
del Vizconde de Uruguay. Porque
10Q) Que ~Ltribuyo al mismo Ho- debe haberse olvidado Soares que su
norio un plan. político inexistente. archivo está microfilmado en Monte-
11Q) Que falsifico el informe reser- video en una labor que realizó, como
vado de un cónsul, al dar su extracto. en otros archivos, el Dr. Mateo Maga-
riñas de Melho por cuenta del gobier-
129) Que equivoco fechas. no uruguayo. Magariños me facilitó
en 1956 los films del archivo de Soa-
139) Que t«:Tgive:rso una cita del au- res, de los de Itamaraty; y otros brasi-
tor que sirve de apoyo a la v~rsión leños, precisamente para escribir La
que doy de una conferencia de 1844 Caída de Rosas. Y el Dr. Juan F. Pivel
entre el Canciller Paulina y el minis- Devoto, director del Museo Histórico
tro argentino Guido. de Montevideo, puso a mi disposición
el aparato para ampliar y leer los
Veámoslos uno por uno. microfilms; labor que realicé en Mon-
tevideo entre setiembre y diciembre
1) Que no hE~ investigado el Archivo de 1956. Si Soares hace memoria, re-
del Vizco!tlde de Uruguay, y no cordará que dejó fotocopiar su archivo
obstante lo cito. al historiador uruguayo mencionado.
A otra cosa.
Este es un cargo grave, quizá el
más grave de todos, y Soares lo re-
pite siete veces en el curso de su 2) Tratamiento familiar de Bernardo
folleto. Y o soy un mentiroso porque Pereira de Vasconcellos con Pau-
no fui a visitarlo a su casa de Niteroi lmo Soares de Souza.
donde tiene el Archivo de su bis-
abuelo paterno; mis entrevistas con Mi crítico es un erudito distinguido,
él fueron exclusivamente en Río de que como muchos eruditos capta lo
Janeiro en el local del Instituto His- accesorio y descuida lo princlipal,
tórico (rectifico, no sea que me atri- aunque a veces, como al tratar de
buya una nueva mentira: "mi entre- sus ilustres antepasados, no consigue
vista" puesto que tuve una sola). acertar ni con lo accesorio. Y yo, sin
Como menciono el Archivo del Viz- haberme tomado la molestia de es-
conde al pie de algunos documentos cudriñar los detalles de la vida de sus
citados, se descarga en términos ofen- ascendientes, ni ser de su familia, ni
sivos matrero, inventor, farsa que brasileño, acierto la petite histoire
tramó el pkaro. Yo no debí decir mucho más que él. Me basta una fa-
que esos documentos los investigué cultad que al perecer no tiene: aque-
en el Archivo del Vizconde "dando a lla que los antiguos llamaban intus
entender que lo conoce en su totali- legere, "leer adentro", comprender,
dad" porque seguramente los he en- y hoy decimos inteligencia. Ignoro
contrado en las publicaciones que los si la palabra existe en portugués.
habrían reproducido. De allí, supone Me reprocha -y con graves pa-
intenciones: yo mencionaría el Ar- labras: mentiroso, que dice haber leí-
chivo del Vizconde "que dice haber do cartas que no ha leído (porque es-
estudiado y no estudió", para "dejar tán en su Archivo), falso historia-
maliciosamente sobreentendido que dor- que no acompañe de pruebas
todas aquell:its falsedades (mis apre- documentales cada una de las pa-
ciaciones sob:re su bisabuelo) que pu- labras sobre sus antepasados en
diese aportar al texto de su libro las las ligeras semblanzas que sirven de
había investigado en el archivo del introducciones a mi libro. Si lo hubie-
vizconde de Uruguay que nunca vio, ra hecho, para escribir seis páginas
u obtenido a indicaciones mías que no de una introducción no me habría
le remití jamás ... Con eso salir des- bastado una existencia de agotar re-
embarazadarnente escribiendo sobre positorios brasileños.

-16--
Porque yo digo que Bernardo Pe- amistad de dos políticos brasileños
reira de Vasconcellos (otro gran polí- del mismo partido? ¿Qué importancia
tico brasileño) era "hombre de carác- tendría que yo, valiéndome de las
ter hosco... un sentimental fraca- propias cartas amistosas que cita (el
sado ... le abrió su amistad (a Pau- tratamiento es excesivamente cari-
lina), que con desconcierto de todos ñoso) del archivo de su bisabuelo
se hizo su amigo, su único amigo", -que sí vi en Montevideo, pero no
tratando paternalmente el más viejo me detuve en ellas porque mi inte-
al más joven de "meu filho", la indig- rés estaba en otras cosas- hubiera
nación de mi contradictor se hace deducido una amistad íntima y el
apocalíptica. Eso es una "farsa que carácter hosco de Vasconcellos en
tramó el pícaro, ¿dónde encontró una semblanza preliminar a mi libro?
las cartas, señor Rosas, que apo- ¿Vale para impugnarme en la forma
yen lo que dice? ¿en el archivo que que lo hace?
dice que consultó, pero que no con- Pero resulta que sin escudriñar en
sultó? ... engaños ... falsificaciones1". repositorios brasileños las modalida-
Y me apabulla con una cita de Wil- des privadas de Bernardo Pereira de
hem Bauer: "El aprovechamiento de Vasconcellos, ni detenerme en la co-
fuentes auténticas (su biografía sobre rrespondencia íntima con Paulina Soa-
Pauiino i. m.) con la finalidad de res de Souza, yo he dado en lo cierto
realizar una falsificación, ocurre tan al afirmar lo que afirmo. Porque el
frecuentemente como la falsificación biógrafo oficial de Vasconcellos, Oc-
misma". tavio Tarquinio de Souza, en su bio-
Y sigue mi detractor ya lanzado grafía Bernardo Pereira de Vascon-
en la carrera de las ofensas: "¿Quién ceNos é seu tempo (Livraria José
dijo eso (que Vasconcellos era un so- Olympio Editora, Sáo Paulo - Río,
litario hosco y un sentimental fra- maio de 1937), dice en la pág. 43:
casado) al señor Rosa? ¿De qué do- "No cultivó (Vasconcellos) la be-
cumentos dedujo la soledad y el sen- nevolencia de nadie; nunca tuvo la
timentalismo frustrados de Vascon- prepcupac:ión de agradar". Queda-
cellos? ¿De las cartas que el señor mos, por lo tanto, en que Vasconce-
Rosa finge conocer, pero que nunca llos era hosco, ya que lo dice su due-
conoció? No. De esas cartas no se ño el académico Tarquinio de Souza.
puede inferir tal cosa". Y acto segui- Podría citarlo a mi impugnador
do me transcribe 19 cartas de Ber- que ha olvidado que escribió en A
nardo a Paulina que posee en el Ar- Vida do Visconde de Uruguay apo-
chivo del Vizconde de Uruguay "que yándose en Tarquinio: "VasconceUos
el señor Rosa finge conocer pero que foi el político mais odiado de seu
nunca vio". Para seguir ufano: "¿Qué tempo. Viveu amarguradamente.
queda de la historia del señor Rosa Desde mo~o sofría de um mal de esl-
con respecto al párrafo transcripto? pinha incuravel que o tornara para-
Nada más que el propio fraude ... lítico, horrendo é velho precocemen-
¿Desconderto de todos, dice? ¿ Quié- te. Despois de urna das crisis de mo-
nes son todos? ¿Los conservadores? lestia, éle caía num profundo abati-
¿Los liberales? ¿Los conservadores miento" (pág. 61). ¿Le valdrá a Soares
y liberales juntos? No lo dice el se- su propio texto -que le doy en portu-
ñor Rosa porque él mismo lo ignora, gués para que lo recuerde mejor-
como ignora también la fecha en que para que no me tire con Wilhem
se habría verificado el desconcierto. Bauer?
¿Cómo supo el señor Rosa lo del des- En cuanto a la amistad íntima de
concierto, sino aún de su único ami- Bernardo y Paulina y las cartas pa-
go? ¿Es a ero que el señor Rosa lla- ternales de aquél a éste, dice Tarqui-
ma historia? Eso, tanto en portugués, nio de Souza: "Su correspondencia
como en castellano es fraude, es en- (de Vasconcellos) de esa época (1841)
gaño, es invención". con el después vizconde de Uruguay,.'
¿Por qué se enojará tanto el señor deja fuera de dudas el entendimiento,
Soares de Souza por algo de tan re- el acuerdo, la cúincidencia de opinión
lativa trascendencia como la íntima entre ambos, así como testimonia

-17-
una amistad estimulada por el ma- cualquier acto de la vida humana".
yor aprecio, y a la que no faltaba Aquí la tontería raya en el delirio:
confianza y abandono. Con Paulino "Llega hasta mofarse (Rosa) no sólo
de Souza, Vasconcellos tenía extre- de los ministros miguelistas como los
mosas atenciones". Había por lo tan- apoda, sino aun del propio santo (esto
to cartas íntimas, de abandono, que no, mi querido Soares: intercalación
testimoniaban amistad y confianza mía). Y así sigue en varias páginas
entre el hombre viejo y el joven. burlándose del feliz acaso que colo-
Sobre el d4~Sconcierto de todos: la có al gabinete conservador bajo la
amistad de un hombre horrendo, hos- protección de San Miguel". A conti-
co, odiado, antipático, de mala fama, nuación cita a Vorágine para decirme
como era Vasconcellos, con un joven que "San Miguel lucha contra Satán
elegante, simpático, mundado, buen y sus ángeles malos y los arroja del
mozo, como Paulino, me desconcierta paraíso", y lo mismo habría hecho
a mí. ¿No lo desconcierta a usted? En el gabinete conservador del 29 de
cuanto a lo de sentimenta,I fracasado: setiembre arrojando a Rosas y los
Bernardo era "sentimental"; las cartas federales del Plata (?).
que acompañ.a Soares a su crítica lo Pero éste no es el cargo que me ha-
demuestran. Y fracasado: muy pocos, ce. Es una apreciación al pasar. Como
fuera de Paulino, de su hermana yo digo que en el gabinete migue-
Dioguina, y podría agregar del gene- lista "el vizconde de Monte Alegre,
ral Guido, tuvieron cariño por Ber- José Clemente da Costa Carvalho,
nardo (gran admirador de Rosas, en- ocupa el ministerio de Imperio. El
tre paréntesis). No podía volcar su prestigioso bahiano, integrante de la
sentimentalismo en muchos. Regencia Trina ... ", me salta mi eru-
Sobre este asunto tan nimio dice dito fiscal para corregirme: el vizcon-
mi detractor: "Como no tenía (yo) de de Monte Alegre no se llamaba
elemento alguno para apoyar la far- José Clemente da Costa Carvalho,
sa engendrada (mis afirmaciones de sino simplemente José da Costa Car-
la íntima amiistad, el carácter hosco, valho. Al ponerle José Clemente yo
y el desconcierto de todos) inventó "invento un personaje'', porque no
cartas (lias menciona Tarquinio de hay en la historia de Brasil ningún
Souza) fraguó palabras (meu filho) José Clemente da Costa Carvalho.
y citó un archivo que nunca vio". Nada hace que yo individualice al
Esto último es gratuito, porque no ministro de Imperio del gabinete mi-
cité ningún archivo para documen- guelista con el título de nobleza que
tar pavadas. poseía -vizconde de Monte Alegre-
A otra cosa. ni que haga referencia al "prestigio-
so bahiano, integrante de la Regen-
4) He inventado un personaje cia Trina", ni diga que su fuerte mano
en la cartera de Imperio le valió el
Al formarse el gabinete conserva- renombre de o terrivel.
dor del 29 de setiembre de 1848, lla- Sobre el pequeño error se lanza des-
mado miguelista por los liberales por piadadamente mi cruel fiscal con cu-
haber jurado el día de San Mi- riosas inferencias que probarían la
guel (haciendo un juego de palabras clase de fe de su crítica, si no de-
con los absolutistas miguelistas de mostraran -prefiero creerlo- un la-
Portugal que en esos años levanta- mentable estado mental. Al deslizar
ban a Don Miguel de Braganza con- el Clemente después del José yo "mez-
tra Doña María de la Gloria), me clo deliberadamente dos personajes".
imputa mi detractor -que evidencia Porque mi corrector conoce un José
no conocer este mote liberal de los Clemente aunque no se apellidaba
periódicos de la época- que "se es- da Costa Carvalho sino Pereira, no
candaliza el señor Rosa con el ino- fue Regente, ni vizconde de Monte
cente hecho de haberse constituido Alegre, ni ministro de Imperio en el
el gabinete e1 día en que la iglesia gabinete de 1848, ni le decían o terri-
festeja a San Miguel como si fuese vel, ni actuó por esós años sino mu-
ese día nefasto a la realización de chísimos atrás.

-18-
¿Con qué aviesa finalidad rosista, sesión del 15 de enero (de ese año)".
se pregunta mi impugnador, yo re- Comprobación que debe haberle sido
sucito a ese otro José le cambio el fácil a mi tremendo corrector, por-
apellido, lo condecoro con el vizcon- que el discurso de Guizot con la fra-
de San Vicente, lo hago Regente se aludida lo extracto en una nota de
de la Trina y lo ofendo con el mote la página anterior -135- de mi li-
de terrivel, cuando el apellido Costa bro, y en la siguiente está, en el tex-
Carvalho, el vizcondado, la regencia, to, el extracto del discurso de Pau-
el ministerio en 1848 y el mote perte- lino, donde se repite levemente mo-
necen a quien no posponía el Cle- dificada la frase del francés.
mente a su primer nombre de pila? Esta es elocuente: "Para hablar
Y para mi ilustración me hace una con propiedad -había dicho Guizot
biografía del personaje que he ofen- en enero- no hubo iniciativa (de la
dido: fue un honrado y buenísimo intervención anglofrancesa contra la
Juiz da Foira en los años del reinado Argentina) sino de Brasil". En ma-
de Don Pedro I "que no fue vizcon- yo Paulino interpelando al gabinete
de ni marqués de Monte Alegre, no liberal Holanda Cavalcanti-Cayrú so-
fue ministro del gabinete del 29 de bre su conducción internacional, pre.-
setiembre de 1848, no se metió en gunta por la misión Abrantés ---,.que
forma alguna con la política del ge- fue en 1844 a gestionar en Londres
neral Rosas y nada tuvo que ver con y París la intervención conjunta an-
la caída de Rosas, y cuya viuda, Do:.. glo-franco-brasileña contra la Argen-
ña Engracia María da Costa recibió tina- que "ha tenido un resultado y
del emperador el título de Condesa bien triste para nosotros: fuimos a dar
da Piedade por lo mucho que hizo un color americano a la intervención",
su marido por la Santa Casa de la y repite lo <;le Guizot "A decir ver-
Misericordia. ¿Por qué entonces figu- dad no hubo iniciativa (de la inter-
ra difamado, calumniado, metamorfo- vención) sino de Brasil''.
seado en el libro del señor Rosa?" Me empieza diciendo Soares de
Yo cometo una injusticia una tre- Souza que esta frase última "no se
menda injusticia, llamándole terrível encuentra en el original portugués"
como era el José que no es Clemente, -tiene a la vista el Jornal do Comer-
y además incurro en un anacronismo cio del 25-5-846 para confrontar la
al ponerlo en tiempos que no son los exactitud de mi extracto con el dis-
su y o s . Y "el anacronismo -me curso de Paulino que allí figura in
dice con la correspondiente cita de extenso-. "Fue interpolada en la
Wilhem Bauer- en su más amplio traducción castellana del señor Ro-
sentido es el pecado contra la au- sa. Y lo fue a propósito" para hacer
tenticidad histórica". Yo he inventa- quedar mal a los brasileños. Pero
do un personaje "de acuerdo con sus después de escribir esto, ha seguido
maquinaciones históricas (las mías); leyendo el extenso discurso y "cien
invención típica del señor Rosa, estú- líneas más abajo" confiesa honrada-
pida versión, uno más de los frau- mente encontró la frase "aunque con
des e invenciones que se encueñtran una redacción diferente". Pero no se
estampados en su libro de una inge- toma el trabajo de borrarme el car-
nuidad espantosa". go de interpolar una frase -u olvi-
Basta. A otra cosa. da hacerlo- y me formula otro. Yo
"vaya a saber con qué intenciones"
4) Una frase Guizot interca1lada en he dado dos versiones diferentes1 de
un discu~so de Paulino. la frase de Guizot. Porque. en la nota
de la página 135 cuando la pongo en
Me acusa de "injertar en el discur- boca de Guizot es así: "Para hablar
so de Paulino (pronunciado en la cá- con propiedad, nadie tomó la inicia-
mara de diputados brasileña el 22 de tiva sino el Brasil", e incluida en el
mayo de 1846, que yo extracto en la discurso de Paulino, de la página si-
pág. 136 de La Caída de Rosas, 1~ ed.) guiente, es "A decir verdad, nadie to-
una frase dicha por Guizot en la mó la iniciativa sino Brasil". ¿Para qué_
cámara de los pares francesa en la habré hecho ese fraude histórico? Des-

-19-
de luego -asegura- ha sido "alevosa- nes posteriores. De la manera como
mente para hacer quedar mal a Pau- yo lo escribo me parece más sencillo
lina" cuando estampé a decir verdad, y femenino. Aunque se ofendan los
y "para desmerecer al barón de Cairú Alvares Azevedo.
y Ernesto Ferreira Fran<;a (que man- Y a otra cosa.
daron a Abran tes a Europa)" cuando
puse habl'ar fon propiedad en boca 6) Que llamo "secreta" a una sesión
de Guizot. del parlamento brasileño que fue
Aunque dar explicaciones sobre es- pública.
tas tonterías ya me resulta fatigante,
diré que tanto el discurso de Guizot Me rectifica, con el bondadoso tér-
como el de Paulina los he tomado de mino detalle falso, que yo haya tenido
La Ga.ceta Mercantil de Buenos Aires por secreta la sesión de la cámara de
del 20-12-1850 y números siguientes, diputados brasileña del 15 de julio de
donde figuran in extenso traducidos 1849 que fue pública. "Las invencio-
al español de sus textos francés y por- nes y omisiones anteriores -dice mi
tugués. Indudablemente como Guizot perspicaz impugnante- las compren-
dijo en francés Pour parler propie- demos pues todas tienen en mira prin-
ment ... , el traductor vertió "Para cipal el interés del señor Rosa; pero
hablar en propiedad". Y como Pau- esta sesión secreta no la entendemos.
lina retradujo al portugués A dezir ¿Para qué afirmar que fue secreta?".
verdade ... , la retraducción quedó "A Releyendo mis documentos encuen-
decir verdad''. tro que he incurrido en una equivo-
"Esta es la Historia del profesor cación. Resulta que un diputado lla-
Rosa, en la cual ni siquiera en las mado Silveira da Motta interpeló a
traducciones se encuentra idoneidad" Paulina, ministro de negocios extran-
dice mi crítico. jeros en 1849, por un grave incidente
internacional (el comandante de la
Traslado el cargo a su ilustre bis- fortaleza de Paranaguá anduvo a los
abuelo. cañonazos con un crucero inglés). Da-
Y a otra cosa. da la gravedad, y la posibilidad de
una guerra internacional, se invitó al
5) Que he modüicado el nombre de ministro a sesión secreta. Pero como
la esposa de Paulino, bisabuela del Paulina estaba dispuesto a allanarse
autor. a Inglaterra, se resolvió en definitiva
que la sesión fuese pública.
¡Touché! Porque me confieso cul- Corregiré en la próxima edición.
pable sin disculpa alguna de haber Gracias. Y a otra cosa.
incurrido en la omisión de llamar
Ana María Macedo a quien se llama- 7) Que he cambiado la redacción de
ba Ana María de Macedo Alvaretl: una nota reservada de Paulino, y
Azevedo "descendiente de los Alvares se la he atribuido a otro.
Azevedo", por haber leído muy a la
ligera la biografía sobre Paulina del Este es un cargo grave. Y mucho
autor donde el nombre de la fama fi- más por tratarse de uno de los docu-
gura con la grafía correcta. El bis- mentos más elocuentes de mi libro:
nieto me tira por esta omisión de una nota reservada de Paulina (mi-
partículas y apellidos "hecha con el nistro de extranjeros) a Rodrigo de
propósito de rebajar a los Soares de Silva Pontes (encargado de negocios
Souza", con el breve de León XIII brasileño en Montevideo) de 17 de
del 18 de agosto de 1883: "Es preci- junio de 1851' ordenándole que consi-
so recurrir a las fuentes, y al escribir ga de Urquiza la supresión de dos
tener en vista antes que nada que la artículos del tratado de alianza del
primera ley de la Historia es la de 29 de mayo de ese año "para que no
no atreverse a decir nada falso". parezca que su declaración ( eJl Pro-
Haré penitencia para que me per- nunciamiento) fue una condición que
done León XIII. Pero no modificaré le impusimos".
el nombre de la bisabuela en edicio- Aquí mi crítico me atribuye un

-20-
error suyo. Yo transcribo el documen- falseado por el señor Rosa ... Las mo-
to, y otros, en un capítulo de mi dificó de acuerdo a la grotesca histo-
libro que he titulado Nao pare~a ria que escribe. En dos trabajos míos
que ó pronunciamento de Urquiza transcribí estas mismas palabras. En
foi uma condi~ao que lhe impuze- A Vida do Visconde de Uruguai, pág.
mos. Hablo en él de la resisten- 333, conservé la ortografía textual de
cia que había en Río de J aneiro a Paulino: Nao pare~a que Urquiza
tratar con Urquiza, las graves pala- obrou ·por ins.tiga~oes nossas, e que a
bras de Hollanda Cavalcanti en el se- a sua declara~ao foi huma condi-
nado por ese hecho, la negativa del ~ao que lhe impuzemos. Y en el
emperador a estampar su firma,. y el citado O General Urquiza é o Brasil,
rcrreglo conseguido por Paulino de su- página 37, transcribí de acuerdo
primir del tratado las cláusulas que con la ortografía actual el párrafo
ordenaban el pronunciamiento de escribiendo urna sin h e impuzetmos
Urquiza, para que Urquiza no apare- con s y no con z. El señor Rosa leyó
ciese como un rebelde a quien se inci- las dos transcripciones que hice, tan-
ta a pronunciarse, sino como el Jefe to que en una de las veces que las
de un E'stado soberano (la provincia cita, lo hace escribiendo huma con h
de Entre Ríos después del Pronun- y en la otra urna sin h, a pesar de
ciamiento). Transcribo el documento que no cambiara la z de impuzemos
incrimado -entre otros- atribuyén- por la s. Por lo tanto, conocía perfec-
doselo a Paulino, y en forma perfecta- tamente las palabras de Paulino. Sin
mente correcta (pág. 427). embargo, para no desmentirse tuvo
Dejo el cargo a Soares de Souza: que falsear, dos veces, aquellas pala-
"También en las mismas notas con bras: una poniéndolas en boca de Ho-
las que pretende (yo) justificar el llanda Cavalcanti, otra cambiándole
texto de La Caída de Rosas se en- a su sabor la redacción. De esa ma-
cuentran falsificaciones. Y lo peor es nera en las menores cosas, en simples
que me cita asociándome a sus frau- transcripciones de párrafos que leyó
des como si estos fueran míos. Así en y releyó se distingue el señor Rosa
la nota al cap. 11 escribió el señor por la falta completa de idoneidad ...
Rosa: Nao pare~a. que o pronuncia- De la manera como hace este tipo
mento de Urquiza foi huma condi- de engaño, citando mi nombre al mis-
<;a que lhe impuzemos, palabras de mo tiempo que falsea el párrafo que
Hollanda Cavalcanti, SS-GUB 38 ... transcribí, puede parecer, o que el
Significa la indicación SS-GUB. 38, fraude fue mío o que el señor Rosa
Soares de Souza O General Urquiza corrigió mi transcripción por equi-
é o Brasil página 38. Pero yo no dije vocada. . . Es fácil verificar el autor
nunca semejante estupidez. Me puedo del fraude. El señor Rosa me cita; por
equivocar y errar como es natural lo tanto fue en mi trabajo citado que
-sigue Soares de Souza- pero colo- él encontró el párrafo que falsificó.
car palabras escritas por Paulina en En ese trabajo señalo el lugar en que
boca de Hollanda Cavalcanti ¡esto se encuentra el documento Arquivo
no! ¡Y además todavía falseándole Histórico de Itamaraty lOljl/6, y la
las palabras de acuerdo a los fraudes naturaleza del documento: Confiden-
del señor Rosa! Abrase mi trabajo cial de Pa.ulino a Silva Pontes del 17
citado por el mismo señor Rosa en la de junho de 1851. Es fácil pues la ve-
página que indica 38. En esta página rificación".
tengo la siguiente nota: Sobre a opo- Ahora hablo yo. Soares de Souza no
si~ao a política de Paulino no Prata, sabe leer, y ha incurrido en una equi-
serve de exemplo o discurso de Ho- vocación, por apresuramiento debo su-
landa CavaJicanti no Senado, sessao de ponerlo. Pero una equivocación grue-
27-5-851. Así pues nada tiene que ver sísima para un erudito de su vetera-
esta nota N9 77 con aquellas palabras nía. Porque la primera frase portu-
transcriptas y escamoteadas por el se- guesa mía que cit& (y transcribe sub-
ñor Rosa. Es en la página anterior rayada, correctamente, porque en el
que transcribo el despacho de Paulino original está en negrita) no es el texto
a Silva Pontes donde se lee el párrafo de ningún documento, sino el título de

-21-
un capítulo. Figura en negrita, como~ .de covir. Nao pare~a que Urquiza
todos los capítulos de mi libro, en la · obrou por instiga~oes nossas, e que a
parte REFERENCIAS Y DOCUMEN- sua declara~ao foi huma condil;ao
TOS (por capítulos) que va de la pág. que lhe impuzemos. Embora seja
601 a 622 del final de mi libro. Allí, ' assim, nao pare~a no Convenio ... "
después del título de cada capítulo (pág. 427). Está apoyada en la nota:
vienen dos puntos, y luego las refe- "Paulino a Pon tes 17-6-51 A VU apud
rencias bibliográficas o documentales SS-VVU 333 y SS-GUB 32". Lo que
que apoyan cada una de las afirmacio- quiere decir que fue tomada de la
nes hechas en el texto. Así en el que pág. 333 del libro Vida do Visconde
nos interesa dice (p. 616) Nao pare<;a de Uruguai, y en la 32 de su artículo
que ó Pronunciamento de Urquiza foi O General Urquiza é o Brasil. Es
huma condi(;ao que lhe impuzemos: transcripción textual e inobjetable.
palabras de Hollanda Cavalcanti, SS- Pero Soares no ha tomado esa carta,
GUB 38; el tratado con los arts. 2 y 2 sino el. título del capítulo que dice
eliminados, ACA VI 444; Paulina a otra cosa. Y la diferencia entre el
Pontes 17-6-5L, AVU apud SS-VVU título del capítulo y ese documento
333 y SS-GUB 32 ... etc. -que bondadosamente llama doble
Soares suprime los dos puntos que falseamiento- es debido a que el
separan el título del capítulo de la pri- título engloba otra confidencial de
mera referencia, que es a las pala- Paulino a ·Pon tes del 5 de noviembre,
bras de Hollanda Cavalcanti pronun- que dice "Gostei é muito ver certifica-
ciadas en el senado brasileño. Supri- da e reconhecida a existencia dos. ar-
miendo esos dos puntos y haciendo tigos 29 e 39 supprimidos, porque ne-
del título (no obstante encontrarse ses articos confessa e declara Urquiza
destacado) una referencia documen- que lhe impuzemos como condi~ao o
tal supone (¿O deja suponer?) que seu Pronunciamento, é que sómente
las palabras de Hollanda Cavalcanti se pronunciou depois que teve segura
tomadas de su libro ordenan a Silva a nossa protec~ao". El título del capí-
Pontes suprimir dos artículos del tulo -con la palabra Pronunciamento
tratado del 29 de mayo, Pero las pa- en vez de declara~ao- es por englo-
labras de Cavalcanti, apoyadas en barse allí también este documento que
Soares, son aquellas que figuran al dice Pronunciamento y no declara~ao.
comienzo del capítulo (p. 427 de la A otra cosa.
1? edición de mi libro) : "El tratado
llegó a Río de J aneiro el 10 (junio) 8) No dar fielmente un dictamen·pre-
en el Golfinho;: poco antes se ha sa- sentado ~.1 Consejo de Estado.
bido el "pronunciamiento" público de
Urquiza motivando que Holanda Ca- Me acusa en la pág. 37 de no dar
valcanti acusase en el senado a Pau- fielmente un dictamen del conse-
lino (sesión del 27 de mayo) de an- jero Lopes de Gama presentado al
dar descaminando os governadores de Consejo de Estado el 11 de julio de
nossoc;: vezinhos ... ". Esto último indi- 1850.
vidualizado con la mención "palabras La situación era la siguiente: entre
de Hollanda Cavalcanti", es lo que se Inglaterra y Brasil hubo un tratado
apoya en la páf!. 38 de su monografía aboliendo el tráfico de africanos, pe-
O Governador Urquiza e ó Brasil ro había vencido y Brasil con diversos
En cuanto a la afirmación de ha- pretextos no lo renovaba. No lo hacía
ber falseado la carta reservada de porque le interesaba tener mano servil
Paulina a Silva Pontes, es tan gra- nara su creciente riqueza de cafeta-
tuita como la anterior. Yo no tengo les, que de esta manera podían produ-
la culpa de que mi corrector coma cir mucho más barato que los elabo-
el rábano por las hojas. La carta que rados con obreros. Inglaterra exigía el
transcribo dice .así: "Convém, e muito; tratado. y como pasaba el tiempo sin
eliminar os artigos 29 e 39 (del trata- que se formalizase, el parlamento bri-
do del 29 de mayo de 1851: intercala- tánico dictó el prepotente Bill Aber-
ción mía) nó que Urquiza é o Gover- deen o Brazilian Act de 8 de agosto
no de Montevideu nao podem deixar de 1845, por el cual se irrogaba el de-

-22-
recho de inspeccionar cualquier bu- Veamos lo que dice el dictamen en
que brasileño, en la jurisdicción que la transcripción de Soares de Souza:
fuere, y destruirlo si sospechaba que a) "No podemos entrar en una gue-
transportaba africanos para esclavos. rra contra Gran Bretaña", b) "Pero
El bill no se aplicó de inmediato, pen- también sería humillarnos aceptar el
diendo como una amenaza a la espera tratado que se nos quiere imponer",
que los brasileños prorrogasen el tra- e) "Solo conseguiríamos que cesaran
tado contra la esclavatura. Como na- las violencias que sufrimos, si hace-
da ocurrió, el gobierno británico or- mos cesar el tráfico", d) Por Jo tanto
denó a principios de 1850 que los cru- "debemos reprimir el tráfico noso-
ceros Rifleman y Cormorant, que por tros". Si no puede llamarse abolición
el tratado de Southern con la Argen- unilateral del tráfico negrero una me-
tina había quedado liberados de la dida tomada exclusivamente por Bra-
vigilancia que hasta entonces hacían sil sin tratado con Inglaterra, no sé
en el Plata, se dedicaran a cazar bu- con qué otra palabra denominarla.
ques brasileños en las propias costas Sigue mi implacable fiscal: "Lo más
de este país. Así lo hicieron: apresa- gracioso, sin embargo, en la falsifica-
ron embarcaciones a la vista de tie- ción del parecer de Lopes Gama, es
rra, las incendiaron por el solo hecho que el señor Rosa hace que Honorio
de tener negros a bordo sin constatar Hermeto concuerde con una medida
si eran esclavos o no, ladinos o bo- unilateral engendrada por el propio
zales (negros traídos anteriormente a señor Rosa. ¡Dónde se vio cosa igual!
Brasil, o negros recién traídos de Afri- ¡Honorio Hermeto, un siglo antes, adi-
cr·), entraron a puertos para quemar vinó lo que el señor Rosa injertaría
buques de transporte, y hasta un na- en el parecer de Lopes Gama! ¡_Dón-
vío de guerra fue apresado porque de vio el señor Rosa lo que afirma:
tenía marineros negros. Llegó a pro- haber Honorio concordado con el dic-
ducirse un incidente serio cuando el tamen de él, del señor Rosa ... ? ¿_ Ho-
comandante del fuerte de Paranaguá norio indicando al consejo de Estado
disparó contra un crucero británico, la solución unilateral inventada por
respondiento éste la andanada hasta el señor Rosa?" ¿Dónde vi eso? -digo
destruir la fortaleza. ahora yo-. Pues en el libro de Soares
Para resolver el problema se re- de Souza en cuya pág. 210 dice que
unió el Consejo de Estado Imperial. el Consejo de Estado aprobó por una-
Sometido su estudio al consejero Lo- nimidad el informe de Lopes de Ga-
pes Gama, éste presentó un dictamen ma. Como Honorio era la cabeza del
el 11 de julio de 1850, que yo extracto Consejo, jefe del partido conservador
diciendo que aconsejó que el tráfico gobernante, y acababa de llegar en
cesara por una medida unilateral; así, esos días de Pernambuco traído pre-
sin aparecer cediendo a la presión cisamente por la gravedad de los pro-
británica, v sin tratado de esclava- blemas con Inglaterra y el Río de la
tura, Brasil extinguiría el tráfico para Plata. y el dictamen fue aprobado
quitarse de encima el grave problema por un~nimidad, solo cabe decir que
con Inglaterra y tener libres las ma- Honorio concordó -Y más, descar-
nos para combatir a la Confederación to que como jefe de los saquarema
Argentina. gobernantes debió L<consejar su apro-
Me salta mi corrector: la palabra bación- con esa-medida unilateral.
unilateral no está en el informe de Y a otra cosa.
de Lopes Gama, "es de la exclusiva
elaboración del señor Rosa". 9) Que atribuyo a Honorio Hermeto
Tal vez no esté en el informe, del Carneiro Leíio gestiones que no
que sólo conozco los párrafos que hizo.
extracta Soares de Souza en la bio-
grafía de su bisabuelo, y ni siquiera "Es Honorio ·quien obliga al E!mpe-
sé si es palabra portuguesa. Pero en- rador a firmar el convenio del 29 de
tiendo que es la que corresponde para mayo de 1851 (con Urquiza y Monte-
explicar la actitud que se aconseja. video: i.m.) pues en la Historia del

-23-
señor Rosa habría tenido escrúpulos llo que no le incumbe, y que aparece
Don Pedro II en ratificar el mismo en escena apenas como intérprete del
convenio a causa de dos artículos'' di- pensamiento del señor Rosa. Este, eri-
ce mi implacable corrector. giéndose en mentor de la política im-
Por partes. Yo no he dicho en nin- perial, maneja a su personaje en el
guna línea de mi libro que Honorio sentido de sus propias frustraciones
hubiese hecho esa gestión. En la pág. políticas, de las cuales pretende to-
427 digo claramente que fue Paulino, marse revancha a costa de Brasil y
ministro de extranjeros quien "debe de los brasileños".
ven e er la resistencia imperial que Impagable ¿no? como muestra del
amenaza ·anular todo lo conseguido". trabajo "denso, objetivo y científico"
Mi corrector se ha equivocado de bis- que dice la contratapa de la Editorial
abuelo. Debió tirarme con el paterno Devenir.
y lo hizo con el materno. Pero no lo ¿Por qué en mi historia se dice que
hizo porque supongo que le consta, tuvo "escrúpulos Don Pedro II en
que fue Paulino, ya que me movió ratificar el convenio del 29 de mayo
un escándalo por las cartas de Paulino por causa de dos artículos"? Porque
a Silva Pontes (punto 7, tratado an- lo testimonia Andrés Lamas en las
tes) demostrativas de que el ministro instrucciones que da a Andrés Sorne-
de extranjeros anduvo en la gestión llera el 19 de junio de 1851, de conse-
de suprimir los dos artículos. guir de Manuel Herrera y Obes (mi-
Si yo tuviese la bilis de mi desafo- nistro de relaciones exteriores de
rado fiscal podría decirle que esta Montevideo), y de Urquiza, la anu-
equivocación de antepasados es una lación de los artículos 29 y 39 del
mentira. No lo hago, por educación, tratado del 29 de m a y o de 1851.
y respeto a sus años. Sólo le digo Las transcribo en la página 428
que es una equivocación; pero eso sí, (1ra. edición) de La Caída de Ro-
equivocación y :no distracción porque sas, pero a mi replicante deben ha-
Soares de Souza sigue, después de lo bérsele pasado por a l t o o no ha
antedicho, remachándome con Hono- sabido leerlas: "Usted -escribe La-
rio: "La posición de Honorio en la mas a Somellera- sabe cuánto repug-
Historia del sefior Rosa es digna de na al emperador ratificar un tratado
conmiseración, pues que del ilustre con Urquiza, sabe la tormenta que se
senador mineiro se vale el profesor levantó en el senado a la sola _sospe-
como de un fantoche para representar c~a que se trataba con él; sabe p-or
las farsas que rumia respecto al Im- fm, el compromiso en que estoy de
perio. Así de aeuerdo al señor Rosa sostener la capacidad internacional de
es a Honorio que el ministerio manda Urquiza. Asegúrele a Herrera la rati-
buscar a Pernambuco· para resolver ficación del tratado corregido, y que
las cuestiones del tráfico de africanos la asegure a Urquiza". Este documen-
y del Río de la Plata. Es Honoriq to obra en el Archivo General de
quien obliga al emperador a firmar Montevideo, donación Oliveras ca-
el convenio del 29 de mayo de 1851, ja 8 carpeta 32, dice la referenci~ do-
que en la historia del señor Rosa el cumental de mi libro, y ha sido en-
emperador habría tenido escrúpulo en contrado por mí. e o m o entiendo
firmar por causa de dos artículos. Y que los documentos del archivo uru-
todo ello lo rea1izaba Honorio en po- guayo están microfilmados en Río
cas horas (subrayado mío, pues cuen- de J.::neiro (creo que en Itamaraty),
to más de año v medio entre julio de el senor Soares podrá pedirlo y leer-
1850 fecha del dictamen de Lopes Ga- lo con la referencia que le doy.
ma y la ratificaeión por el emperador Y si no encuentra los microfilmes
del tratado con Urquiza que fue des- o tiene dificultades para leerlos, 1~
pués de noviembre de 1851 i. m.). De doy otra prueba, que encontrará en
un día para el otro la voluntad del pro- Río de J aneiro, de la resistencia de
fesor prevalece por interferencia de Pedro II a tratar con Urquiza. Pida
Honorio; Transforma así al futuro la colección del Correio Mercantil de
marqués de Pa:raná en un peligroso oct. Y nov. de 1851. Y después de leer
fisgón que se entromete en todo aque- un comunicado de Andrés Lamas de

-24-
una visita ai emperador el 27 de oé- to sino sus cartas a Pauiino y uno qué
tubre llevándole saludos de Urquiza y otro documento de Paulino a Honorio
"que S. M. el emperador se dignó res- como las dos instrucciones de 1851.
ponder con palabras sumamente li- Por lo tanto no fue en mi archivo que
sonjeras para el noble general Urqui- el señor Rosa encontró el plan de go-
za y su valiente ejército (dice el co- bierno de Honorio de 1843. Es pues
municado de Lamas)", busque el des- una vez más necesario establecer el
mentido en el n. del10 de noviembre: lugar donde se encuentra el referido
"Un rebelde no pudo ni debió mere- plan, si es que existe. Pero no debe
cer expresiones sumamente lisonje- existir".
ros (subr.) de S. M. el emperador D. ¿Con qué clase de cernícalo tengo
Pedro II, tan ilustrado y experimen- que contender, que entiende que los
tado como es, y todos lo reconocen. planes políticos deben encontrarse es-
El sabe que se ama la traición pero critos, y si es posible en escritura pú-
se aborrece a los traidores. El Sr. D. blica?. . . Pido que se me perdone el
Pedro II no mancharía seguramente exabrupto, dicho sin faltar el respeto
la púrpura imperial usando expresio- que quiero guardar a mi corrector, pe-
nes smnamente lisonjeras hacia un ro a veces no puedo contenerme.
hombre e u y os hechos contemporá- Que Honorio tenía en enero de 1843
neos no son ignorados" (transe. en La un plan para cambiar de rumbo la
Caída de Rosas, p. 440, 1:¡1. ed.). política internacional brasileña segui-
A otra cosa. da hasta entonces, surge de los hechos
mismos. Retira todo apoyo imperial a
10) Que atribuyo al mismo Honorio Rivera, firma subsperati con Guido
un "plan" político inexistente. la alianza argentino-brasileña contra
farrapos y riveristas del 24 de marzo,
En la pág. 113 protesta porque yo manda la escuadra a Montevideo para
atribuyo a Honorio, ministro de ne- apoyar el bloqueo argentino. ¿O ha-
gocios extranjeros el 20 de enero de brá hecho semejante cosas sin plan
1843 (me corrige Soares: "titular de alguno, a pálpito?
justicia, e interino de negocios extran- Pero Soares no se conforma con
jeros"; acepto la corrección) el plan los frutos y quiere que le muestre
político de buscar la alianza de Rosas el árbol. Quiere escrito el plan de
para luchar juntos contra los farra- Honorio. Pues bien tendré que dár-
pos riograndenses, (cuya República selo, o mejor dicho señalárselo, por-
independiente llevaba ocho años de que allí lo tiene, al alcance de la ma-
existencia) y los riveristas de Mon- no, en el Archivo Histórico de Itamar-
tevideo. "El plan de gobierno atri- raty, en el documento "317 /115", carta
buido a Honorio -dice mi fiscal- de Honorio Hermeto Carneiro Leao a
engendrado como lo fue por el señor Joao Lins Vieira Cansandio de Si-
Rosa, no consta en documento alguno nimhú. ¿De dónde saco yo esta re-
existente en los archivos brasileños. ferencia tan precisa; yo, que según la
Así se explica la astucia de indicarme bondadosa expresión de mi corrector
a mí en la primera página de La Caída "en su fastidiosa y tartamuda histo-
de Rosas como poseedor de la docu- ria no presenta ninguna investigación
mentación de mis bisabuelos, el mar- suya"? No, no es una investigación
qués de Paraná y el vizconde de Uru- mía, porque yo soy como el feitor
guay. De esa manera todo lo que se que me valgo del trabajo de otros, y
dijera de uno o de otros de esos dos tratándose de la historia brasileña lo
políticos del ,Imperio correría por hago con los de Soares de Souza (eso
cuenta de mi archivo citado como si sí, citándolo, y agradeciéndole su la-
hubiese sido examinado entre las bor en la portada), a quien aprovecho
abreviaturas del señor Rosa. Empero para mí. Porque el plan de Honorio
este profesor nunca vio mi archivo. lo encontrará escrito en las instruc-
Pero si lo viera no podría encontrar ciones a Sinimbu que corren entre las
la documentación del marqués de Pa- págs. 136 y 146 del folleto que con-
raná porque, como ya dije no poseo testo. Allí podrá leer: "La adminis-
otros documentos de Honorio Herme- tración anterior (a su gabinete) -dice

-25-
B:onorio- había adoptado en la lucha ra". Aquí me ínterrumpe con sus ha-
entre la República Oriental del Uru- bituales cariños, diciendo que la His-
guay (de Rivera.) y la Confederación toria Argentina de la Academia ha
Argentina (de Hosas) una política de dicho que Rosas era amigo de Ingla-
neutralidad. . . La administración ac- terra: extrae de su tomo VI una cita
tual tomó cuenta del poder cuando era "Rosas colmó l a s aspiraciones de
ya conocida la victoria de Arroyo los ingleses", y le agrega otra de Ar-
Grande, que destrozó completamente turo Capdevila comparando a Rosas
al ejército correntino y oriental co- con Fernando VII. Y yo me siento
mandado por D. Fruto ... En este es- apabullado. Sigue ahora Soares ha-
tado de cosas, el ministro p¡enipoten- blando por su cuenta: Honorio no pu-
ciario de la Confederación Argentina do buscar el apoyo de Inglaterra con-
en esta corte tornóse más insistente tra Rosas porque en marzo de 1843
en sus investigaciones al gobierno im- "la amenaza pendiente de una inter-
perial para que éste se declarara con- vención anglofrancesa se desvaneció
tra Fructuoso Rivera. El gobierno im- completamente". ¿Completamente? ...
perial acogió sus sugerencias en ese Completamente, y en abril el almi-
sentido prestándose a declararse con- rante inglés Purvis andaba haciendo
tra dicho Jefe, pero exigiendo: 19) de las suyas en Montevideo, en octu-
que ello fuese consecuencia de una bre Florencia Varela entrevistaba a
alianza ofens~va y defensiva entre los Aberdeen en Londres, en 1844 andaba
dos gobiernos, ya fuera por la pacifi- el brasileño Abrantes en los mismos
cación de Río Grande, ya para la del menesteres, en 1845 se materializará
Estado Oriental; 29) que esa alianza la intervención ... ¿No puedo creer
fuese estipulada en el tratado ... , etc., que mi erudito replicante, lo sea sólo
etc. Ahí tiene el plan Honorio por es- del ámbito brasileño, y nada sepa de
crito. Abra su libro, y lea. la misión Ouseley y Deffaudis, de la
Me rectifica Soares que el tratado escuadra anglofrancesa en el Plata,
del 24 de marzo no se hizo por inicial- de la Vuelta de Obligado, de tantas
tiva de Honori<[) -como digo yo-, otras cosas gloriosas para los argen-
sino de Guido. P~ro en el documento tinos? Pero aunque así fuese -que lo
que transcribe surge que Guido le pe- sospecho-, no podrá dejar de saber
día al brasileño que se declarase con- la misión que llevó su compatriota
tra Rivera, y Honorio exigió no sólo Abrantes a Londres en 1844, que fue
una alianza, sino el tratado. Más cla- una consecuencia directa del cambio
ro: agua. de política del gobierno brasileño con
"La inquina (por qué?) del señor respecto a cosas que empezó a tomar
Rosa contra Honorio continúa. Des- desde la gestión de Honorio.
pués del rechazo del tratado por el Perdóneseme lo extenso de esta ré-
general Rosas, lo que el profesor fes- plica, pues hace rato que he compren-
teja con algunas citaciones a guisa de dido que el juego no vale la candela,
cohetes ... '' Aclaro que estas citacio- como dicen los franceses.
nes a guisa de ,cohete son de Pandiá Y a otra cosa.
Calógeras, tal vez el historiador más
completo que tuvo Brasil, y de Luis 11) Que falsifico el informe reserva-
Alberto de Herrera, la gran figura do de un cónsul al hacer el ex-
oriental. tracto del mismo.
Sigue mi impugnante, transcribién-
dome ahora a mí: "Honorio cambia el Soares ha revisado cuidadosamen-
rumbo. El jefe de los saquaremas da te mi documentación, y nada dice
un viraje al timón. Busca a Inglate- cuando se trata de transcripciones ín-
rra, la ha de ayudar a terminar con tegras. Pero cuando doy un extracto,
Rosas, y en retribución pedirle el me salta desaforadamente. En los do-
cese o por lo menos la mengua de la cumentos que "pasan por mi censu-
tutela económica. Tal vez Inglaterra ra", y a causa de "mis frustraciones
no podrá negarle a un aliado eficaz, políticas incurro en las falsificaciones
una mayor liberalidad al renovarse de siempre, en las acostumbradas de-
los tratados de comercio y esclavatu- formaciones" (pág. 122).

-26-
11
Veamos este. E!s un informe réser- Zá para conducir la nueva poHtica ,
vado del 16 de mayo de 1843, del pe- su descendiente me sale con la acos-
riodista brasileño y cónsul montevi- tumbarda descarga: "Para los efec-
deano (y espía) en Río de Janeiro, tos de la conturbada historia del se-
Manuel Moreira de Castro, al enton- ñor Rosa tenía alguien que anunciar
ces ministro de Relaciones Exteriores en mayo la entrada de Paulina para
de la Defensa, Francisco de Borja el ministerio en la cartera de nego-
Magariños, dando cuenta del cambio cios extranjeros a fin de conducir la
de política del gabinete Honorio con nueva política que el propio profesor
respecto a Rosas después del rechazo inventó" (a pesar de que la anuncia
del tratado del 24 de marzo. Lo tomé Moreira de Castro, intercalación mía).
del Archivo Americano, 2:¡1. época, N9 "No vaciló en utilizar a Moreira de
28, págs. 218-221. Con meticulosidad Castro. Arregló la carta del periodista
Soares ha consultado el Archivo Ame- y cónsul uruguayo. Porque la verdad
ricano en la colección del Instituto es que la parte correspondiente del
Histórico y Geográfico. Lo encontró, informe del espía, dice textualmente
en el tomo y páginas citados por mí, -y Soares lo transcribe para que re-
y con lealtad que agradezco puso en salte mi falsificación-: "Se asegura
la nota 172 de su trabajo: "La indica- que está decidida la entrada de Pau-
ción corresponde". lina para la repartición de Justicia y
Pero encuentra, ¡no habría de ha- que S.S. tomará cuenta de ella en
cerlo!, que mi extracto no traduce ocho días". Y el profesor Rosa con
exactamente el documento. (Debo de- intenciones aviesas "calló lo de la
cir que éste ocupa cuatro páginas del entrada, y comenzó en tomará cuen-
Archivo Americano y yo doy un ex- ta; la repartición de Justicia la trans-
tracto de veintiuna líneas en cuerpo formó en cartera de negocios extran-
chico). Hay frases del documento que jeros; Paulina pasó a ser respetuosa-
no figuran en mi síntesis, y hay pala- mente el Excmo. Señor Paulino; y
bras de éste, como "arreglase defini- cambia finalmente los ocho días en
tivamente la cuestión de límites y es- breves días ... y lejos del se asegura
tableciese una alianza completa" (al de Moreira de Castro transfiriendo a
informar de las instrucciones del go- un tercero la P'aternidad del embuste,
bierno brasileño que fueron a su re- escribe el matrero profesor tomará
presentantes en Montevideo), que no cuenta, con la certeza de ser una no-
están redactadas de la misma manera. ticia verídica".
Moreira de Castro informa al go- Pero resulta que la noticia de Mo-
bierno de Montevideo de cosas reser- reira de Castro es verídica y no un
vadas del gobierno imperial. Dice allí, embuste, porque efectivamente Pau-
y es lo fundamental del informe, que lina fue nombrado ministro el 6 de
Brasil ha cambiado de política en el junio. Mi transcripción del informe
Plata, y en consecuencia han ido nue- sólo contendría un error: éste decía
vas instrucciones al ministro brasile- que Paulina sería ministro de justi-
ño en Montevideo. para que no reco- cia y yo me equivoqué poniendo de
nociese el bloqueo argentino a ese negocios extranjeros. ¿Por qué me
puerto, hiciese lo posible para que equivoqué? Porque Paulina fue nom-
Oribe no tomase la ciudad, insinuase brado en negocios extranjeros el 6,de
al gobierno oriental que Brasil entra- junio, y no en justicia como anuncia-
ría en una alianza con Montevideo de ba el espía el 15 de mayo. Fuera de
"mutua ventaja". Soares pone el grito ésto, de ninguna trascendencia, la
en el cielo porque yo entiendo que esta síntesis que doy es correcta.
mutua ventaja significaba para Brasil Sigue mostrando mis mentiras.
la demarcación de límites conforme a Yo digo: "El 6 de junio, Honorio le
sus pretensiones, que era una cons- deja esa cartera (la de negocios ex-
tante aspiración imperial. Y como yo tranjeros a Paulirio) reteniendo ex-
tomo del informe del espía que "En clusivamente la de imperio". Indig-
breves días tomará cuenta de la car- nado me corrige Souza: "Nada de eso
tera de Negocios Extranjeros el es ve!l'dad: a pe'sar de ser nombrado
Excmo. Señor Paulina Soares de Sou- el 6 de junio, solamente el 8 recibió

-27-
Paulino ei aviso; llonorio no retuvo Íntegras, aunque paréce que no las ha
el ministerio de Imperio, sino el de leído (¿o comprendido?), se dice:
Justicia. Todo en la enrevesada his- "Siendo cierto que, en la actualidad,
toria de1 señor ]~osa no pasa de pálpi- el gobierno Imperial tiene la propen-
tos". No se hizo cargo el 6, fecha de sión a unirse con el Estado Oriental
su nombramiento, sino el 8 en que y con Fructuoso Rivera para obstacu-
recibió el aviso. ¿Gravísimo, no? Si- lizar el aniquilamiento de la indepen-
gue transcribié:ndome Souza: "Pauli- dencia de dicho Estado (que haría
no va al ministerio a preparar a Bra- Rosas), conviene, etc., etc .... ". Ahí
.sil para una acción contra Rosas, apo- tiene el cambio de política. O la carta
yándose en la que se resolvía en esos de Paulino a Caxias del 22 de agosto
·momentos en Inglaterra y Francia ... de ese año (pág. 15 de su folleto),
En lugar de presentar un frente ame- donde su bisabuelo paterno habla "de
ricano contra Inglaterra para conse- la tergiversación y la fe casi púnica
guir la modificación de los tratados, con que esas Repúblicas (la Argenti-
se buscará lo mismo por una colabo- na y la Oriental) proceden, particu-
ración en la guerra anglofrancesa larmente con el Brasil a quien abo-
contra el Plata". Salta Soares: "Ya rrecen" ¿Neutralidad expectante?
no es inexactitULd sino pura invención A otra cosa.
lo que contienen estos párrafos: Pau-
lino no entró al ministerio en 1843
para una ac'Ciún contra Rosas sino 12) Fechas e.quivocadas.
para ejecutar una política de expec-
tación basada en la neutralidad. E'n- a) En La Caída de Rosas digo que
tremezcla el profesor rosista en la el 17 de agosto de 1845, el general
cuestión los tratados con Inglaterra Guido, ministro argentino en Río de
llegando a aconsejar al ministro bra- Janeiro, presentó, por orden de Rosas,
sileño una política fantasmagórica. una nota rompiendo las relaciones
¿Cuál era el país de América del Sur diplomáticas. Aclara Soares que esa
que tenía entonces la posibilidad de nota, aunque fechada el 17, fue de-
oponerse a Inglaterra, para que fuera jada en la cancillería el 19. Cosa que
el brasileño a procurar su auxilio? ya lo decía en mi libro. Después de
¿La Confederación bajo el guante de eso algo pasó, porque el canciller en-
Rosas? Sería ingenuidad; sólo para tonces -Limpo de Abreu- no dio
ser agradable al señor Rosa". El bra- curso a la ruptura y se llegó a un
sileño llama pura invención a la ver- entendimiento, o acuerdo de caballe-
dad documentada. En los mismos mo- ros con Guido: éste se quedaría en
mentos que Paulino ''tomaba cargo" Río de Janeiro, y Brasil cambiaría su
de la Cancillería imperial, era envia- política respecto a la Confederación.
do a Montevideo Joáo Lins Vieira Basándome en el archivo de Guido
Cansan~ao de Sinimbú (perdóneme existente en Buenos Aires dije que
el señor Souza si al transcribir estos la iniciativa de ese acuerdo de caba-
apellidos brasileños omito alguno o lleros que cambió -momentáneamen-
cambio una letra, pero escribo de me- te- la política brasileña con la Ar-
moria), con instrucciones de obstacu- gentina, había partido del canciller
lizar el bloqueo argentino a Montevi- Limpo de Abreu. En el informe de
deo y ayudar a los sitiados por Oribe. Guido del 20-12-845, donde explica lo
Y así lo hizo Sinimbú, produciendo la ocurrido (obrante en sus legajos que
reacción de Rosas que llegó a expul- están en el Archivo General de la
sar de Buenos Aires al ministro im- Nación), dice el general: "Tendría
perial Duarte da Ponte Ribeiro. ¿Era mis pasaportes y estuviera en esa ca-
esa la política de expectación, como pital (Buenos Aires) si el ministro
dice Soares, o una de acción contra de relaciones exteriores, avalorando
Rosas, como digo yo? En las instruc- la trascendencia de ese paso, no hu-
ciones a Sinimbu firmadas por Hono- biese querido expedírmelos. N o in-
rio el 6 de junio (dos días antes de sisto, es verdad, delante del aspecto
hacerse cargo Paulino), que Soares enteramente nuevo que tomaban los
ha tenido la bondad de transcribirme negocios del Plata y de los princi-

-28-
pios del nuevo ministerio, pero me ¿por qué no los citó?... Son docu-
rehusé a retirar la nota''. mentos inventados, estructurados y
Guido dice eso, pero Soares asegu- manipuleados por el propio señor Ro-
ra que la iniciativa de la reculé fue del sa que sería incapaz de presentarlos
argentino y no del canciller brasile- porque nunca existieron, sino en los
ño. Allá él. Se basa en una esquela escamoteos del acomplejado profe-
de Guido a Limpo del 20 de agosto, sor" (pág. 57).
pidiendo una conferencia, que el can- Todo eso es porque al mencionar la
ciller fija para mediodía del 21. Sin mayoría de edad de D. Pedro en las
conocer el informe de Guido que obra semblanzas de la introducción he
en La Caída de R.osas (o desprecián- puesto 23 de julio de 1841, en vez de
dolo), dice Soares esgrimiendo la es- 21 de julio que sería lo correcto. En
quela del general: "Es el propio Gui- este día fue que ocurrieron el fraca-
do que viene a desmentir aquí al se- sado golpe del regente Olinda, y su
ñor Rosa y tachar de mistificación a consecuencia que fue la declaración
la conferencia inventada del 20 de de la mayor edad de D: Pedro apenas
agosto a la noche en la rua Mataca- de 14 años:
vallos 20 (sede de la legación argen- Que me perdone el señor Soares,
tina)". Para él la conferencia tuvo pero las fechas brasileñas no me son
lugar el 21 y en el ministerio de rela- familiares; se me habrá pasado el
ciones exteriores. Yo, y aquí Souza error al corregir las pruebas del li-
me permitirá que use su meticulosi- bro. Lo mismo le ha ocurrido a él con
dad en el manejo de documentos, no la fecha de Caseros, que en su libro
creo que pueda inferirse de la esque- dice que fue el 2 de febrero de 1852
la de Guido que la conferencia se (pág. 413). ¿También tendrá docu-
realizase el 21 y en el ministerio, mentos secretos que le permitieron
cuando Guido dice otra cosa en su in- rectificarla?
forme. Guido pudo pedirle a Limpo, e) También me he equivocado con
con la esquela, una entrevista para la fecha en que fue dictado el código
cualquier otro objeto. Y sin perjui- de procedimientos brasileños, según
cio de disponerla, el canciller brasi- me rectifica bondadosamente y con
leño pudo visitar a Guido en la lega- sus habituales dulzuras mi crítico. No
ción argentina esa mismo noche para me dice cuando fue. Y como no tengo
que no siguiera el trámite de la rup- ganas de investigarla, lo dejo como
tura de relaciones. está, y cargo con las consecuencias.
Por lo tanto, hasta prueba más con- A otra cosa.
cluyente, mantengo la fecha de la
conferencia que dice Guido en su in- 13) Que tergiverso una cita del au-
forme: el 20 en horas de la noche. tor, que sirve de apoyo a la ver-
Y el lugar: la legación argentina. sión que doy de una conferencia
¡Qué tontería es todo esto! ¿Qué de 1844 entre el canciller Paulino
trascendencia tiene que la conferen- y el ministro argentino Guido.
cia haya sido el 20 a la noche o el 21
a mediodía, y tuviese lugar en la le- Sigue transcribiéndome mi tenaz
gación argentina o en el ministerio corrector para que resalten mis frau-
de relaciones interiores? des: "En enero de 1844, Guido se ente-
b) "En su delirio de escamoteos ra del viaje de Pimenta Bueno (a Pa-
llega (el profesor Rosa) al punto de raguay). El 31 interpela a Paulino en
modificar la fecha de la mayoridad de una audiencia del cuerpo diplomáti-
Don Pedro II, que figura en la histo- co, pero el astuto canciller, después
ria del profesor Rosa como el 23 de de negar el reconocimiento de la in-
julio de 1841. Inventa también un dependencia del Paraguay, explica la
golpe del Regente del 23 de julio de ida de Bueno por imprescindibles
1841. Sin embargo, que yo sepa, nun- arreglos de comercio y navegación
ca se tuvo dudas de la fecha de la que no se podían tratar en Buenos
mayoridad. Pero si con sus docuiT).en- Aires" (págs. 97-98). Esta afirmación
tos secretos tuvo el señor Rosa ele- está documentada en el libro de Soa-
mentos para rectificar esas fechas, res A Vida do Visconde de Uruguai,

-29-
(pág. 166). Me corrige bondadosa- necen al Soares de Souza bisabuelo
mente: "no es en la página indicada, . al Soares de Souza biznieto, por-'
smo
pues (Rosa) hasta en las simples in- que no están entrecomilladas. Son
dicaciones se equivoca, sino en la 167 simples conjeturas del historiador; y
(la anterior), que me refiero a esa conjeturas sin base documental, pues-
conferencia ... Pero allí digo lo con- to que no pueden apoyarse en las pa-
trario de lo que se me hace decir". labras entrecomilladas del canciller.
Veamos. Tomo la biografía del viz- Perdóneme que, por una v~z, -le de-
conde y no encuentro en la parte en- vuelva el cargo a mi erudito replican-
t~ que suele ver la paja en el ojo
trecomillada --que deben ser las pa-
labras de Paulina a Guido- que aJeno y nunca la viga en el propio.
Paulina no diga lo que yo afirmo; No tuvo base documental para decir
Paulina hace referencias, como yo lo lo que dijo y por eso 'no lo tomé en
dije, al aislamiento de Paraguay y la cuenta.
necesidad para Brasil de conseguir Quiero agregar para remacharle el
un arreglo de comercio y navegación clavo: Soares de Souza biznieto se ha
con las palabras que yo transcribo: equivocado con la cita de las palabras
"O BrasiL .. ·-cito palabras de Pau- de Paulina a Guido en 1844. Porque
lina- nao podía ficar per omnia se- la nota que da, se refiere a las confe-
rencias tenidas con Guido en 1849
cula a espera que Paraguay voltase .
cmco - después, tomadas del Ar-'
anos
voluntariamente a fazer parte da Con-
federa~ao Argentina". En ton ces,¿ dón-
chivo del Vivconde de Uruguay en
de está lo contrario?. . . En la afir- su poder.
mación "Paulina respondió franca- He contestado los trece cargos de
mente que sí", a la pregunta de Gui- fraudes, invenciones y adulteracio-
do "si Brasil :reconocería la indepen- nes documentales que me imputa
dencia del Paraguay". Pero tanto la Soares de Souza.
respuesta como la pregunta no perte- Veamos ahora las mentiras.

\
-30-
I I I

LAS "MENTIRAS" QUE ME IMPUTA SO ARES

Reúno aquí los cargos que me hace porque lo considero una de las gran-
Soares y que no se refieren a mi des figuras de la historia brasileña.
deshonestidad intelectual falsificando La he escrito como la siento: como
documentos o cometiendo errores, si- un hombre de excelentes condiciones
no a mi opinión distinta a la suya sin duda, pero al fin y al cabo un
sobre hombres y cosas de Brasil y del hombre con sus cosas grandes y sus
Plata. Que él amablemente llama mis cosas pequeñas, como las tenemos to-
mentiras. dos. El biznieto quiere verlo, y que
Estas son: todos lo vean, como una estatua de
mármol, hierática y fría, y no me per-
1) La semblanza que hago de la vida dona que se lo haya retratado de
de Paulino Soares de Souza. carne y hueso. Y se muestra muy sus-
2) La que hago de Honorio Hermeto ceptible cuando trato a la familia de
Carneiro Leao. su antepasado. Así, le molesta que yo
diga que "como no .era hijo de rico ni
3) ¿Cómo puedo saber claves secre- de noble, debió trabajarse el porvenir"
tas? apenas egresado de la universidad. Me
4) Que llame institución peculiar a rectifica: la familia de los So ares de
la· esclavitud. Souza es "ciertamente de las más an-
tiguas de las islas Azores", tirándome
5) Que llame al ministro Saturnino con la biografía de sus ascendientes
de Souza e Oliveira "el hombre de desde el primer Soares que llegó de
.. Rosas'' . las Azores a Brasil en los tiempos co-
loniales para ser Guarda-Mor de las
6) Mis apreciaciones ~Sobre el gobier- minas de Paracatú. No me corrige que
no de Rosas y los socialistas de la familia de Paulino no era rica ni
1848. noble, y el joven debió trabajarse el
7) Que macaqueo al suponer que Pi- porvenir. No pongo en duda la alcur-
menta Bueno influyó en la inde- nia en las Azores, pero no se traducía
pendencia paraguaya. en ningún título de nobleza, ni si-
quiera en la calidad de fidalguiá. Pau-
1) Paulino lino Soares de Souza fue lo que hoy
llamaríamos un self made man, un
Le molesta a Soares la ligera sem- hijo qe su:;; propias obras. E'scaló por·
blanza que hago de su bisabuelo pa- su inteligencia, astucia, laboriosidad,
terno Paulino José So<1res de Souza, simpatía personal, y también honesti-
después vizconde de Uruguay. Sin dad, patriotismo, lealtad hacia los su-
embargo la confeccioné con estima, yos, un puesto prócer en Brasil. Con-

-31-
tribuyó, junto con Honorio Hermeto vida, de sus estudios, de su casamien-
Carneiro Leao -otro de los bisabue- to, de sus hijos, de las casas que poseía
los de mi crítico- a cambiar con la y los puestos burocráticos desempe-
batalla de Caseros el estado de cosas ñados. Era una buena persona -lo
en el Plata. Por eso Pedro I agració que no pongo en duda-, y si bien sus
a élmbos con títulos de nobleza que contemporáneos lo llamaban el doctor
mencionaban al Uruguay y al Paraná, Tumba no era por su incompetencia
los dos ríos que desde Brasil forman profesional sino por su bondad, por-
el Plata. que no se "rehusaba a atender enfer-
No era noble la familia Soares al mos desahuciados".
empezar Paulina su carrera. Ni tam- Quisiera advertirle que no he teni-
poco rica. El padre de Paulina -el do ninguna intención malévola hacia
doctor José Antonio Soares de Souza, el doctor José Antonio ni hacia la
homónimo de mi crítico menos en el provincia del Marañan, mereciéndome
título académico- era hacia 1820 un ambos el gran respeto que tengo por
modesto médico rural en la zona al- las cosas que no conozco. Si llamé al
godonera del Marañan. No me parece tatarabuelo mediquillo rural era -
que sea algo deshonroso, pero al tata- como surge de la frase- para desta-
ranieto no le gusta que lo haya pues- car el contraste con su brillante hijo
to en mi libro "como si fueran médi- que consigue elevarse a Canciller del
co y Marañan cosas tan insignifican- Imperio y vizconde de Uruguay.
tes que llegaran a asombrar al señor Rectifica luego mi afirmación de
Rosa en su historia de frustraciones que Paulina, recién egresado de la
exhibicionistas", me dice en su deli- universidad "abrió bufete de abogado
cioso lenguaje. Y acto seguido se es- en San Pablo, donde la naciente ri-
cribe un capítulo íntegro -el V de su queza de cafetales permitía alentado-
libro, titulado Maranhao.-, para de- res honorarios. Pero los clientes no
fender a esa provincia por la ofensa acudieron y el joven Paulina distrajo
hecha por un extranjero: "Marañan sus ocios componiendo versos en fran-
-dice- es una provincia como las cés (su madre era francesa) y pro-
otras, con los mismos derechos. Si los nunciando terribles discursos en los
hijos de médicos, de abogados, de in- clubes republicanos". "¡_De dónde sa-
genieros, de militares de las otras ca todo eso, señor Rosa?", me pregun-
provincias podían llegar a grandes ta. "Es natural que revele sus fuentes
del Imperio, ¡_por qué sólo los del Ma- tan secretas. . . pero no existen tales
rañan no podían? Porque el señor Ro- fuentes, la mentira prevalece en todas
sa no quiere. Pero eso no es razón las afirmaciones del señor Rosa". Por-
suficiente, principalmente cuando se que la verdad tergiversada intencio-
sabe que Marañan era de las más im- nalmente por mí "para hacer quedar
portantes provincias del Brasil, so- mal a Paulina y a Brasil" es que éste
bre todo por sus cultivos". Y como se "no abrió ningún bufete de abogado",
da cuerda solo, sigue con una esta- sólo ejerció la profesión desde la Es-
dística de la producción arrocera y cuela de derecho sin haber recibido
algodonera de Marañan. sus exporta- aún el título, no provenían sus hono-
ciones e importaciones desde 1796 en rarios de los cafetales sino "de trabar
adelante, descripciones de la capital, embargos y desembargos", no hacía
San Luis, con sus iglesias y feligre- versos en francés "sino en portugués",
sías, cámara municipal, cárcel pública, y "si bien formó parte de varias so-
conventos, hospitales, censos munici- ciedades secretas como atestiguaron
pales, la espaciosa plaza y residencia sus contemporáneos, de los discursos
del gobernador con su extensa facha- terribles no hay referencias".
da. (¿ ?) ... En las próximas ediciones diré que
En el capítulo anterior -el IV titu- Paulina "sin abrir bufete ni recibirse
lado Un médico de provincia- me se abogado ejercía la profesión en me-
hace la biografía de su tatarabuelo, didas precautorias, y hacía versos en
el doctor José Antonio, a quien he portugués". En cuanto al republica-
ofendido llamándole mediquillo. En nismo juvenil del futuro Canciller del
ocho nutridas páginas me habla de su Imperio no me rectificaré porque su

-32-
bíznieto en A Vida do Visconde (pág. Soares de Souza por descifrar, antes
31), dice que los periódicos paulistas que él pudiera hacerlo, la clave secre-
aparecían "abarrotados de artículos ta de Paulino y el representante en
patrióticos y republicanos del joven Asunción Bellegarde, al confeccionar-
Paulino". se el tratado de alianza de 25 de ma-
"Consigue casarse con Ana María yo de 1850.
Macedo, cuñada de Rodríguez Torres", "¿Cómo supo -me pregunta- que
digo más adelante. "¿Por qué ese Pimenta Bueno acababa de convenir
consigue?", me pregunta mi crítico (en diciembr·e de 1850 i.m.) las bases
después de atribuirme deshonestidad de un tratado con el Paraguay, y Be-
intelectual y tirarme con un breve de llegarde (re.presentante brasileño en
León XIII por omitir la partícula y Asunción: i. m.) sólo pondría la firma?
los demás apellidos de la novia que Pero los principales documentos refe-
eran de Macedo Alvares de Azevedo rentes al tratado de 25 de diciembre
"descendiente de los Alvares de Aze- de 1850 se hallaban en 1958 (fecha de
vedo" (¡tanto gusto!). Cuando "nada la publicación de mi libro: i. m.) en
más natural que entroncara el sobrino clave, y la misma era desconocida.
de Bernardo Belisario Soares de Sou- ¿Cómo pues los descifró? ¿Cuáles se-
za con una descendiente de los Alvares rían las palabras claves para hacer-
de Azevedo. El señor Rosa da y saca lo ... que (nadie puede saber) hasta
todo aquello que le conviene en la que se publique La Misión Bellagérde
historia de Paulino". (próximo libro de Soares de Souza:
Basta. I.M.)?". Indudablemente yo los ha-
bría descifrado antes, porque en 1958
2) Honorio podía decir que Pimenta Bueno pre-
paró con Carlos Antonio López las
En la semblanza del otro bisabuelo, bases del tratado que firmaría Belle-
digo que Honorio Hermeto Carneiro garde el 25 de diciembre en Asunción,
Leao, a poco de egresar de la univer- que Soares de Souza va a repetir en
sidad empezó la carrera política ocu- su próximo libro sobre Bellegarde.
pando la banca legislativa por Minas Pero no se alarme, no se los he desci-
Geraes reservada a los prestigios de frado y ni siquiera conocía esos docu-.
su poderosa familia. Con el habitual mentos brasileños, ni las letras claves.
mentiroso quiere el biznieto que la Me bastó un poco de sentido común.
banca se debiera a las virtudes del Si Pimenta Bueno, el mejor conocedor
joven Honorio más que al prestigio brasileño del Paraguay, y hombre de
de la familia, pero no me trae .nin- gran influencia con Carlos Antonio
guna base para su aserto. No tengo López, había sido nombrado presiden-
ningún inconveniente en aceptarle te de Río Grande a mediados de 1850,
que los méritos del Rey Honorio más y antes de hacerse cargo se hizo una
que la influencia de la familia, procu- gira por Paraguay, fue sin duda por-
raron al futuro marqués de Paraná la que andaba en alguna cosa. No es difí-
primer banca legislativa, aunque su cil comprender en qué anduvo entre
descendiente dice por ahí: "Honorio setiembre y diciembre de 1858, el
Hermeto tuvo a quien pedir", que de- "hombre del Paraguay" y futuro mar-
mostraría que algo de palanca hubo. qués de San Vicent~.
En las próximas ediciones diré que
así lo hago "a pedido del biznieto", 4) La esclavitud
puesto que no me ha traído la prueba
documental que a mí me exige. Le molesta a mi corrector que lla-
me a la esclavitud, institución peculiar
3) ¿Cómo pude saber claves, que a la del Brasil imperial. No soy yo sola-
fecha de publicarse "La Caída de mente quien lo hace; el término es
Rosas" no estaban descifradas? habitual en los periódicos republica-
nos y antiesclavistas brasileños. Que
Esta en realidad no es una mentira posiblemente Soares de Souza ignora;
atribuida, ni un cargo de deshonesti- pero que yo conozco porque La Gaceta
dad. Es admiración que siente por mí Me1·cantil de Rosas los reproducía.

-33-
Para replicarme me dice que el gene- deen no podría aplicarse por'due Bra-
ral Guido también tenía esclavos en sil repelería con las armas cualquier
la legación argentina de Río, y Fran- intervención inglesa en un buque
cisco Solano López desembarcó con brasileño, aunque fuera negrero. Di-
esclavos en Buenos Aires en 1859. ríase el eco del cañón de Obligado
Quiero darle el dato que también Ro- repercutiendo del Paraná a Guana-
sas los tuvo -Eusebio y Biguá- bara". Sobre ésto dice Soares doli-
para divertirle como bufones. Pero do: "Dejemos de lado 'ese palabrería
la esclavitud brasileña era peculiar, vacío de payaso de circo de segunda
porque en ella descansaba la eco- clase, de "tono de Rosas'', de "altivez
nomía del país; en cambio la ar- criolla", de "americanismo cundido",
gentina o paraguaya estaba reduci- de "mano de la Confederación", de
da a unos pocos domésticos. Por- "eco (poco estimulante) del cañón de
que desde 1813 nacían aquí libres los Obligado", porque al final Rosas salió
hijos de esclavos, y desde 1841 - huyendo gracias a un ministro inglés,
pre~isamente por Rosas- estaba pro- en un navío inglés, y para territorio
hibida la venta de personas. Es decir: inglés ... ". Deja eso de lado para cen-
no había realmente esclavos, puesto trar sus tiros sobre la palabra inter-
que no se podían vender, pero el nom- minable. ¿De dónde saco yo que las
bre se mantenía para aquellos servi- discusiones de Howden con Saturnino
dores viejos. fueron interminables, puesto que em-
pezaron a discutir sobre el tráfico en
5) Saturnino "d hombre de Rosas" diciembre de 1847 y el 29 de enero
siguiente el emperador pidió a Satur-
Ahora estamos con S;aturnino de nino la dimisión? Por lo tanto termi-
Sousa e Oliveira, canciller liberal en naron las discusiones.
1847, que yo llamo por ahí "el hom- La ingenuidad del corrector lo ha
bre de Rosas", lo que para mi fiscal llevado a Itamaraty, como d!ce. para
es sÓlo "para ridiculizarlo". Pero yo revisar la correspondencia diplomá-
he tomado el calificativo de la corres- tica entre Saturnino y Howden, en-
pondencia de Andrés Lamas con He- contrando que "toda ella está en tér-
rrera y Obes, como lo puede ver Soa~ minos corteses, como solían ser los de
res, si leyera c(m tino, porque trans- un ministro brasileño, sin las fan-
cribo esas cartas. farronadas de altivez criolla, dando a
Molesta a mi crítico que yo atribu- Howden el tratamiento de Milord,
ya a Saturnino una actitud viril "a etc.", como si en el exterior de las
lo Rosas" frente a Inglaterra. Yo digo notas estuviese la altivez de una con-
(pág. 137): "En Río de Janeiro (en ducta diplomática. Mi ilustre corrector
1847) se imita el tono de Rosas. Con toma el rábano por las hojas tal vez
el ejemplo de Hood en 1846 y lo que porque su frecuencia con los papeles
está haciendo Howden ahora, Satur- no le permite ver la realidad que tra-
nino se pone firme ante Inglaterra. ducen. Debo decirle que iguales tér-
Por primera vez en la historia de la minos corteses y tratamientos de mi-
diplomacia imperial se oyen acentos lord encontrará en las notas de Felipe
de altivez criolla contra la prepoten- Arana quebrando en junio de 1847 las
cia británica: es el americanismo cun- gestiones con Howden. Lo cortés no
dido. Brasil se hará fuerte ante Ingla- quita a lo valiente. Y de la valentía
terra, pero de la mano de la Confede- y altivez de Saturnino, el hombre de
ración". Y en la pág. 140: "Derrotado Rosas como lo llaman desesperados
en Buenos Aires el comisionado inglés los de Montevideo, tiene un ejemplo
(Howden) parte a Brasil decidido a en la misma nota de 21 de diciembre
triunfar. Se encuentra, otro Rosas en de 1847 de Howden, que transcribe en
el ministro Saturnino, que trata al re- Sl!- panfleto. En ella dice el inglés que
presentante de la poderosa Inglaterra el brasileño se niega a una negocia-
como si fuera un igual suyo. Las dis- ción mientras no se modifique el Acta
cusiones sobre el tráfico se hacen del Parlamento británico de 8 de agos-
interminables; el noble lord tiene que to de 1845. Y el acta de esa fecha, por
oír la arrogancia de que el bill Aber- si Soares no lo sabe, es el famoso bill

~34-
Aberdeen por e1 cual Inglaterra se ofrezca analogía con ias doctrinas de
arrogaba el derecho de detener cual- los revolucionarios y factores de ba-
uier buque brasileño, y en cualquier rricadas francesas, son las doctrinas
jurisdicción, para averiguar si trans- y los actos del general Rosas. . .. a sus
portaba negros desde Africa. No creo ojos el general Rosas realiza en el
que en Itamaraty haya muchas de Plata lo que se habría realizado en
semejante tenor tratándose de Ingla- Francia, dicen ellos, si por desgracia
terra. la sociedad no hubiese salido victorio-
Fue precisamente por ese tono hacia sa de las malas pasiones que la han
Inglaterra, que el emperador pidió la atacado tantas veces ... Y lo que hay
dimisión de Saturnino el 29 de enero de cierto es que si el poder de Rosas
siguiente. Noticia que alborozado da se apoya en efecto sobre el elemento
Andrés Lamas a Montevideo: "Satur- democrático, que si Rosas mejora la
nino, el hombre de Rosas, ha dejado condición social de las masas popula-
de ser ministro de negocios extran- res dando al progreso las formas que
jeros". permiten las necesidades locales ...
hace todo esto sin necesitar revolu-
6) Apreciaciones sobre Rosas y el so- ciones ni barricadas, puesto que la
cialismo. soberanía nacional es la única que lo
ha elevado al poder donde lo mantie-
¿Debo decir algo a mi replicante nen invariablemente la confianza, la
sobre el asilo que buscó Rosas en la gratitud y el entusiasmo de sus con-
legación inglesa de Buenos Aires des- ciudadanos" (Gaceta Mercantil de
pués de ser derrocado por los brasile- 20-4-850, tomado de La Republique
ñc:>s con el aporte decisivo de sus de París de 9-1-850)
auxiliares argentinos en la batalla Este discurso se lo dedico especial-
de Caseros, y su exilio en Southamp- mente al autor del prólogo, que ten-
ton? ... Me limito a remitirlo a lo que go entendido es comunista. Pero, ¿qué
digo sobre el particular en mi libro voy a hacerme entender por sordos?
Defensa del revisionismo.
Pero recoje la apreciación república 7) "Macaqueo" sobre Pimenta Bueno
socialista que hago en La Caída de en Paraguay.
Rosas al gobierno de éste, y le permi-
te a Soares insultar la satrapía del "Quien quiera saber alguna cosa
Restaurador argentino. No soy yo de lo que escribí y cómo lo escribí,
quien la digo: la tomo de los socia- lea mis libros sin las chapucerías
listas franceses de 1848, y le reco- del señor Rosa. Esta copia maca-
miendo las palabras del diputado Lau- queda se prueba con los siguientes
rent de l'Ardeche, del 9 de enero de párrafos del señor Rosa'', dice Soa-
1850, al tratarse en París la primera res: "Al presidente de la provincia
convención Lepredour, y que en parte de Matto Grosso, Juan Antonio Pi-
publico en mi Historia Argentina, to- menta Bueno (que habría de mos-
mo V, pág. 346. No resisto a reprodu- trarse uno de los grandes diplomáti-
cirle algunos párrafos: "No olvidemos cos del Imperio y alcanzaría más tar-
que la guerra de los gauchos del Plata de el marquesado de San Vicente),
contra los unitarios del Uruguay re- encomienda Paulino (en 1843) el re-
presenta en el fondo la lucha del tra- conocimiento de la independencia de
bajo indígena contra el capital y el Paraguay. Había sido el mismo Pi-
monopolio extranjeros, y de este modo menta Bueno quien trabajó en 1841 y
encierra para los federales una doble 1842 la declaración''. "La fuente de
cuestión: de nacionalidad y de socia- ~ste conjunto de tonterías -comenta
lismo. Los unitarios y sus amigos lo mi amable crítico- está indicada por
saben bien. Así, ved lo que dicen de el señor Rosa así Misión Pim.enta Bue-
Rosas. A sus ojos el jefe del federa- no (octubre): instrucciones SS-VVU
lismo es un vecino peligroso para 166. Eso significa: Soares de Souza A
Brasil a título de propagandista, y Vida do Visconde de Uruguai, pág. 166.
libertador de esclavos; a sus ojos, si Pero ábrase mi citado libro en la pá-
hay algo en las orillas del Plata que gina indicada y se verá si dijo seme-

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jantes cosas. En primer lugar nomen- Me pregunta el crítico: "¿Qué decla-
cioné, en absoluto, a ningún Juan ración, señor Rosa? ¿De la indepen-
(Joáo) Antonio Pimenta Bueno, sino dencia de Paraguay? ¿Sería concebi-
a José Antonio Pimenta Bueno. No ble que para una declaración de media
dije tampoco que Paulino hubiese docena de palabras Pimenta Bueno
encomendado al presidente de la pro- tuviera que trabajar dos años?".
vincia de Matto Grosso ... Paulino no
En estas preguntas está entero mi
invitó al presidente sino al ex presi-
replicante. Ha mencionado en el pá-
dente". E1 señor Soares, único dueño
rrafo anterior (que acaba de trans-
de su coto de caza privado, quiere
cribir) la independencia del Paraguay
que cuando SE~ haga una referencia
y todavía me pregunta qué declara-
a una fuente documental presen-
ción digo yo que trabajó. Pero lo más
tada por él, se ciña también uno al
extraordinario -aunque a esta altura
texto suyo que la comenta. Dios me
del escrito ya no me asombro de na-
libre. Tengo el mayor respeto por
da- es que cree que una declaración
Soares papelero, pero escaso por Soa-
de independencia es sólo el hecho ma-
res historiador. Como lo dice cla-
terial de ponerse a redactar "media
ramente la referencia, tomaba exclu- docena de palabras". Vuelvo a repetir
sivamente de su libro las instruccio-
que aquí, veo entero al hombre, para
nes al enviado . Jamás se me ocurriría
quien todo consiste en grafías y pa-
tomarle un comentario, aunque acier-
peles. ¡Qué lejos estamos del mar-
te en que Pimenta Bueno se llamaba qués de Paraná y del vizconde de
José y no Juan. Uruguay!
Sigue glosá:ndome Soares: "Había
sido el mismo Pimenta Bueno quien He terminado, ¡por fin!, este deta-
trabajó en 1841 y 1842 la declaración". llista alegato.

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¡y

He agotado, en una labor minucio- holla lo que entienden por su propie-


sa, los tremendos cargos de José An- dad exclusiva. Pero podría ocurrir
tonio Soares de Souza. No me intere- que el descendiente de El Rey Honorio
san sus opiniones divergentes, pero hubiese heredado el carácter impul-
no he podido pasarlas por alto por el sivo, incontrolable, zanga e mala
calificativo de mentiras antepuesto. crian~a (como dice el mismo Soares)
En cuanto a la curiosa acusación de del marqués de Paraná. O quisiera
des,honestidad intelectual, el lector imitarlo. Es de deplorar que junta-
podrá juzgar ~as proporciones a que mente no haya heredado, o no imite,
ha quedado reducida. otras cualidades de su ilustre bisa-
Estas imputaciones me han dado, lo buelo.
confieso, la satisfacción de saber cuán Zanga e mala crian~a, resentimien-
pocos errores se deslizaron en un to de un pasado familiar que sólo per-
libro de la índole del mío. Algunos dura en los amarillentos papeles del
nombres erróneos, unas fechas pos- Brasil imperial, y sobre todo una irre-
tergadas, una sesión secreta que no mediable miopía que le impide se-
fue secreta, es cuanto ha quedado en parar lo esencial de lo accesorio: creo
pie después de pasar por la censura que allí está la psicología de mi crítico
más severa y parcial a que ha sido y la explicación de sus in"ultos que
sometido un libro de historia argen- la Editorial Devenir acaba de publi-
tina. Un erudito especialista en minu- car con fruición.
cias lo ha analizado durante seis No quiero lamentarlo. En treinta
años (de 1958 a 1964), confrontando años de contribuir a formar la con-
sus transcripciones con los originales ciencia nacional, he debido sufrir
de Itamaraty, compulsando periódi- injusticias peores. N o me amilanaron,
cos brasileños y argentinos, y los pa- porque sé que a las estrellas se va
peles de su repositorio particular. por el camino áspero, y menos puede
Como errar es humano, francamente amilanarme ésta, que me ha permitido
no creía que hubiese elaborado una demostrar la probidad intelectual que
obra tan cerca de la perfección des- confeccionó La Caída de Rosas. Por
pués de estudiar y transcribir más de una vez alguien de la mentalidad de
mil documentos. escritos la mayor Soares de Souza dejará de hacer mal.
parte en portugués, y elaborar con No se cumplirá aquella insolencia que
ellos, un capítulo de la historia suda- el marqués de Paraná lanzó al rostro
mericana muy poco -casi nada- de Pedro II y lo obligaron a dejar el
estudiado hasta hoy. ministerio en 1843: "La culpa ha sido
Sólo quedaron en pie los frenéticos solo mía, Majestad. Quien se acuesta
adjeticos que la incontinencia de Sea- con tontos, amanhece molhado". Per-
res me dedica·. Dije antes que podían dóneme, Soares, si he modificado frau-
deberse a la modalidad de algunos dulentamente la rompante del bisa-
historiadores brasileños cuando se les buelo para aplicársela al biznieto.

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IMPRESO EN LOS TALLERES

GRAFICOS DEFENSA - DEFENc

SA ll<W. EN EL MES DE OC-

TUBRE DE 1969 - BS. Ail'tES.

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