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DIOS
La pregunta que
muchos hacen y la respuesta que pocos
quieren
Copyright © 2015
ISBN: 9798630703828
Abreviaturas:
a.C….. antes de Cristo
d.C….. después de Cristo
A.T….. Antiguo Testamento
NT…. Nuevo Testamento
c.p…… Compárese
c.f……. Configúrese
gr…… griego
heb….. hebreo
íbid….. el mismo que el anterior
i.e…… esto es = es decir
v, vv…. versículo(s)
CONTENIDO
CONTENIDO
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1.
A veces parece como que Dios se esconde.
El ser humano culpa a Dios por aquello que ellos mismos provocaron
Muchos de los problemas del hombre se solucionan con una simple
decisión.
Capítulo 2.
¿Por qué si Dios lo ve todo no impide muchas cosas?
Análisis de la Voluntad de Dios a la luz de las Escrituras.
Análisis de la Soberanía de Dios a la luz de las Escrituras.
Capítulo 3.
Todas las cosas nos ayudan a bien
Porque nos muestran la benevolencia de Dios
Porque traen a nuestras vidas más beneficios que desgracias.
Capítulo 4.
Algunos supuestos que han traído confusiones entre creyentes
Adán y Eva cayeron porque Dios los había predestinado a caer (Gn 3:6-7)
……………
El gran Diluvio Dios lo envió porque ya no amaba a los seres
humanos………………………………………………………………………
Era la voluntad de Dios que el justo Job sufriera
Dios disfruta ver a sus hijos sufrir, por lo menos así lo mostró en
Cristo…………………………………………………………………………..
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
DEDICATORIA
A aquellos que como yo han sentido que no lo han alcanzado todo, pero han
decidido proseguir hacia la meta, al premio del Supremo llamamiento que es
en Cristo Jesús.
AGRADECIMIENTO
A mi excelentísimo Padre y Dios Eterno, por quien subsiste mi alma. A mi
hermosa esposa, porque sin ella no hubiera podido alcanzar un céntimo de lo
que hasta ahora he atrapado.
INTRODUCCIÓN
Moisés nos narra en Génesis que después de la creación de todas las
cosas el hombre fue establecido en el huerto que Dios había plantado (Gn.
2:8). Para algunos creyentes pasa por alto un gran detalle en este pequeño
versículo, y es que Dios se esmeró en diseñar un lugar único y espléndido
lugar para su primer ser creado. El vocablo hebreo usado para huerto es ַגּן־
(gan), que para Chávez, es un posible caso de grado superlativo, significando
un jardín muy bello y exuberante.[1] Esto indica que la Voluntad y el Deseo
de Dios no era la desgracia ni el dolor para el hombre sino todo lo contrario.
En cambio, con la entrada del pecado al mundo y a causa de la desobediencia
adámica, entro la desdicha y el sufrimiento a toda la creación. Es por ello,
que no pocas veces somos confrontados por nuestra propia humanidad, y no
vacilamos en culpar a Dios por nuestra desgracia. Le sucedió al Salmista, al
ver cómo los impíos eran prosperados y él estaba en angustia (Salm. 42:10).
Cada uno de nosotros en algún momento hemos tenido que pasar por el
valle de sombra o de muerte. Es ahí cuando por lo general, asumimos una
actitud rebelde contra Dios, y nos precipitamos en cuestionarlo. Otras veces,
simplemente nos conformamos, basándonos en que seguro es la voluntad de
Dios que nos sucedan tales cosas, para que alcancemos la perfección. Sin
embargo, ambas posturas son peligrosas y ningún provecho trae. Recordemos
la reflexión de Job cuando declaró a sus amigos: “…De nada servirá al
hombre el conformar su voluntad a Dios” (Job 34:9). Por lo tanto, teniendo
en cuanta la realidad en la que vivimos les entrego este estudio, en el cual, no
solo obtendrás la respuesta que necesitas, sino que conocerás más acerca de
dos atributos divinos que a la vez que te permitirán conocer mejor a Dios.
Capítulo 1.
A veces parece como que Dios se
esconde.
No es un secreto que a cada uno de nosotros nos llega el día en que al
encontrarnos frente a ciertas situaciones, nos preguntamos por qué Dios no
hace nada o por qué parece que se esconde. De hecho, hasta lo podemos ver
reflejado en la Biblia, cómo numerosos personajes experimentaron este
sentimiento:
a. David: “¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de
la tribulación? (Sal. 10:1), y otra vez dice: “fueron mis lágrimas mi pan
de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu
Dios?” (Salmos 42: 3)
b. Marta: ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile,
pues, que me ayude. (Lc. 10:40)
c. Jesús: “Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?” (Mt. 27:43)
Así como sucedió a cada santo del Antiguo y Nuevo Testamento sucede
y sucederá a los hijos de Dios, y a los impíos. Como bien alertó Salomón:
“Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra
de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni
de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos” (Ec.
9:3). Sin embargo, debo confesarles que no han sido pocas las ocasiones en
las que me he llenado de ira al ver cómo cristianos son masacrados,
torturados, decapitados y perseguidos en todo el mundo. En países como la
India, Egipto, China, Corea del Norte y África. El portal web Puertas
Abiertas informó que las cifras de violencia anticristiana hasta el 2020 fueron
de: “…2.983 cristianos asesinados, 9.488 iglesias atacadas y 3.711
cristianos detenidos”.[2] Y qué del aumento de la maldad, la injusticia y
sufrimiento en el mundo. Se pueden ver casi a diario en las noticias, cómo
ancianos son asesinados brutamente por ladrones, niños perecen en manos de
violadores y no pocas personas inocentes mueren a causa de atentados. Esto
sin duda ha de traer a nuestros corazones gran dolor y enojo, y es
precisamente en esos momentos cuando nos vienen sentimientos como los de
Jacobo y Juan, cuando le dijeron a Jesús ¿quieres que mandemos que
descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? (Lc. 9:54).
Deseamos venganza o justicias, sin embargo, cada uno de estos supuestos
pudieran ser juzgados, pero lo que nadie puede explicar es cuando mueren
muchas personas a causa de terremotos, tsunamis, pandemias y hambruna.
El ser humano culpa a Dios por aquello que ellos mismos provocaron
Ante situaciones naturales es cuando muchas personas culpan a Dios,
cómo ha sucedido recientemente con la alarmante la aparición de una nueva
pandemia, que aunque se dio a conocer en Wuhan (China) el 31 de diciembre
de 2019, que en solo unos 3 meses ha abarcado el gran parte del Globo
Terráqueo. Éste Coronavirus llamado COVID-19, era desconocidos ante de
que estallara el brote en Wuhan.[3] Las causas reales de su aparición se
desconocen todavía, y aunque algunos expertos han declarado que es muy
probable que haya emanado de animales, lo cierto es que aún no hay una
conclusión convincente. Es tan eficiente propagándose que ya se ha se ha
convertido en una Pandemia de escala mundial, y muchos se preguntan
¿Dónde está Dios? ¿Por qué Dios no hace nada? Bueno, respondiendo ambas
preguntas podemos decir que Dios no ha perdido facultades, ni Poder, ni
Autoridad sobre la Creación, sin embargo el hombre continuamente se
esfuerza en desplazar a Dios. En realidad el hombre no ve a Dios obrando
simplemente porque el hombre se ha alejado de él. Matthew Henry comenta
que muchas veces nos alejamos de Dios por nuestra incredulidad y, luego,
nos quejamos de que Dios se aleja de nosotros. Aunque Dios tiene el poder
[4]
de hacer entrar al ser humano en razón, no lo hace, porque sobre todo, aunque
es Dios Todo Poderoso, también es un excelente caballero, y entra donde lo
dejan pasar. Sin embargo el impío dice: ¿Cuándo le di la espalda a Dios? La
respuesta la ofrece Matthew Henry cuando dice que:
…el pecador se gloría orgullosamente en su poder y éxito. La gente
mala no busca a Dios, esto es, no lo invoca. Ellos viven sin orar, y eso
es vivir sin Dios. Tienen muchos pensamientos, muchos objetos y
aparatos, pero no piensan en el Señor en ninguno de ellos, no se
someten a su voluntad ni buscan su gloria. La causa de esto es el
orgullo. Los hombres piensan que los rebaja el ser religiosos.[5]
Si bien es cierto que Dios castiga a quienes ama (Pr. 3:12), eso no lo
hace malo, como bien dice el proverbista, eso también lo hacemos nosotros
continuamente con nuestros hijos, y aún a nuestros empleados, cuando los
disciplinamos por sus violaciones. Incluso cada país posee sus propias
contravenciones para sancionar a los infractores. Así que Dios puede
disciplinar a su creación, pero notemos cuán grande es su amor, que hasta nos
ofrece alertas continuas para que no padezcamos. Stanford describe a quienes
están alejados de Dios como personas que andan en sus delitos y pecados
porque siguen “la corriente de este mundo”.[12] Terminaré esta primera
sección con el argumento de Burt sobre quienes viven sin Dios, él dice:
Quien vive sin Dios intenta construir su vida sin tener cimientos
adecuados, prescindiendo del factor principal de la construcción.
Fundamenta su existencia sobre premisas erróneas. Se entrega a la
vivencia diaria sin tener resueltas las grandes preguntas existenciales:
¿de dónde vengo, adonde voy y cuál es el propósito de mi vida? Como
consecuencia tiene que afrontar momentos terroríficos de perdición. No
sabe hacia dónde va. Ha perdido su norte. [13]
Capítulo 2.
¿Por qué si Dios lo ve todo no
impide muchas cosas?
En el capítulo anterior vimos que Dios no se aleja de la gente, es a la
inversa. Tampoco Dios se esconde ni se hace el ciego ante tantas maldades y
desgracias en el mundo, la verdad es que es el hombre quien se ha alejado de
Dios. Qué sugerente son las palabras del cronista cuando advirtió: “Jehová
estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será
hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará” (2 Cr. 15:2b),
pero muchas años antes Moisés había escrito:
Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de
todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te
alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a
Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová
tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró
a tus padres. (Dt. 4:29-31 c.p Jer 29:13)
Así que en este acápite se estará abordando por qué muchas veces, Dios
teniendo conocimiento de todo cuanto acontece en la tierra no hace nada. Por
lo que para ello tendremos que abordar dos de los atributos divinos de Dios,
que son la Voluntad y la Soberanía, ambos muy diferentes pero relacionados
entre sí y muchas veces muy mal enseñados por los creyentes.
Análisis de la Voluntad de Dios a la luz de las Escrituras.
El Diccionario general de la Lengua española, el cual define el término
Voluntad como un deseo o intención . [14] Pero Buswell y Oliver, autores de
libro de Teología Sistemática la definen de la esta manera: “Se traduce del
hebreo ratson y de dos grupos de palabras griegas, las relacionadas con
boule y thelema. La palabra «voluntad» se refiere al ser no material en sus
aspectos y actividades volitivas, ejerciendo esfuerzo y haciendo decisiones”.
[15]
Por otro lado el teólogo W. Stanford se refiere a la “voluntad” con los
siguientes argumentos:
…en el AT, el hebreo hapes designa el «consejo de Dios» o su «buena
disposición» (Is. 44:28; 46:10; 48:10; 53:10); esah, «su consejo», en el
sentido que es lo que ha sido planeado por deliberación (Sal. 33:11;
73:24; Pr. 19:21; Is. 5:19; 46:10). En el arameo de Daniel, el término que
se emplea es el verbo seba que significa la «voluntad» y el «deseo» de
Dios (Dn. 4:17; 25, 32; 5:21). El NT hace uso de tres palabras
principales: boule, el «plan y propósito eterno de Dios basados en su
deliberación» (Lc. 7:30; Hch. 2:23; 4:28; 20:27; Ef. 1:11); audokia, su
«buena disposición» y «delicia» (Lc. 2:14; Ef. 1:5, 9; Fil. 2:13).[16]
que:
…debemos también ser conscientes de la estrecha relación entre la
soberanía y la libertad de Dios. La libertad de un soberano es siempre
mayor que la libertad de sus súbditos. Cuando hablamos de la soberanía
divina, estamos hablando acerca de la autoridad de Dios y el poder de
Dios. Como soberano, Dios es la suprema autoridad del cielo y la
Tierra. Toda otra autoridad es una autoridad inferior. Cualquier otra
autoridad que exista en el universo se deriva y es dependiente de la
autoridad de Dios. Todas las demás formas de autoridad existen bien
por el mandato de Dios o bien con su permiso.[25]
Así que teniendo en cuanta todo lo que por la Soberanía Dios podía
haber hecho, como bien expone Sproul: (a) Dios pudo decidir no proveer una
oportunidad para que alguien fuese salvado; (b) Dios pudo proveer una
oportunidad para que todos fuesen salvados; (c) Dios pudo intervenir
directamente para asegurar la salvación de todos; (d) Dios pudo intervenir
directamente y asegurar la salvación de algunos.[26] En cambio, su decisión
fue siempre en beneficio de la humanidad. Por eso, Jesús reveló firmemente
el carácter amoroso e invariable de Dios, cuando hizo la pregunta a la
multitud, sobre lo que haría un padre cuando su hijo le pidiera algo (Mt 7:9-
11). Esto nos deja ver que es imposible que Dios desee algo malo para uno de
sus hijos, más bien, condenaría a aquellos que sirvan de tropiezo (Lc 17:1-2).
Por lo tanto Dios nunca deseó que su creación padeciera, pero en su
soberanía decidió simplemente no violar el libre albedrío del hombre. Porque,
como bien aclara Ryrie, la soberanía no debe eliminar el libre albedrío, y el
libre albedrío nunca debe de diluir la soberanía .[27] Dios ejerce su soberanía
de tal manera que no obra el mal, ni viola la libertad humana, más bien, por
medio de ella, manifiesta su carácter, y por ella:
a. Todo lo sostiene (Hb. 1:3)
b. Dirige, dispone, y gobierna a todas las criaturas, acciones y
cosas (Dn. 4:34,35; Sal. 135:6; Hc. 17:25-28; Job 38-41)
c. Está al tanto de aquellas cosas insignificantes (Mt. 10:29-31)
d. No está exento de nada debido a su sabia y santa providencia
(Pv. 15:3; Sal. 145:17; 104:24)
e. Sabe las cosas desde antes que sucedan conforme a su presciencia
infalible (Hc. 15:18; Sal. 94:8-11)
f. No está sujeto a nada ni a nadie, debido al libre e inmutable
consejo de su propia voluntad (Ef. 1:11; Sal. 33:10,11)
Por eso Dios jamás debiera ser culpado de lo que sucede a la humanidad.
Nada de los que ocurre a diario es su culpa sino nuestra. Somos los máximos
responsables de las catástrofes, terremotos, guerras, hambrunas, y de todo
cuanto pueda suceder en el futuro. Pero Dios es tan bueno, que como bien
dijera David en el Salmo 103, versículo 14: “Porque él conoce nuestra
condición; se acuerda de que somos polvo” él está siempre dispuesto a
socorrer a todo aquel que vuelva su mirada al cielo.
Capítulo 3.
Todas las cosas nos ayudan a bien
El Dr. James Dobson en su Libro Cuando lo que Dios hace no tiene
sentido, cuanta una historia que da lugar al título de su libro, en la que se
narra de un joven que a pesar de haber sido fiel a Dios de repente le sucede lo
más injusto e irracional, así que Dobson comenta:
¿Cómo podría tener sentido para los afligidos padres de Chuck, entonces,
y cómo podría tenerlo para nosotros ahora, una obra de Dios tan
incomprensible como ésa? Este joven amaba a Jesucristo con todo su
corazón, y solamente buscó hacer Su voluntad. ¿Por qué se lo llevó
cuando estaba en la flor de la vida, a pesar de las muchas oraciones
angustiosas de miembros de su familia consagrados a Dios y de fieles
amigos? [29]
Situaciones como esta las podemos ver a menudo, pero ¿Acaso Dios lo
hizo? ¿Es Dios responsable de cosas sin sentido? Con mucho respeto, y no
dudando de la buena intención del autor del libro anteriormente mencionado,
que sin duda ha escrito esas maravillosas líneas para alentar a aquellos que
piensan que ya no tienen esperanza, pero no es justo atribuirle a Dios obras
que el mismo no las ha dispuesto, mucho menos afirmar que no tienen
sentido. Tal afirmación pondría a Dios en una posición de un Dios que se
equivoca, o que hace cosas sin fuera de orden. Esas cosas lamentables que
suceden a gente buena, son sinceramente tristes, pero acontecen tanto a
buenos y malos, de la misma manera llueve y sale el sol sobre justos e
injustos (Lc. 18:11). Así que si bien es cierto que a diario oímos de desastres
y tormentos sobre mucha gente, pero Dios no es culpable de ello, entonces
quien es el responsable de las demás cosas buenas que acontecen tanto a
bienhechores como a malhechores, que gozan del nacimiento de un hijo, el
casamiento, un golpe de suerte en el trabajo, prosperidad en el negocio. Es
evidente que todo lo malo viene de satanás, quien solo vino a robar, matar y
destruir (Jn. 10:10), pero todo lo bueno y agradable viene de Dios (Stgo.
1:17).
Porque nos muestran la benevolencia de Dios
Dios no hace cosas sin sentido, sino que esas cosas suceden como
efecto del pecado cometido en el Edén (Ro 5:12), sin embargo él revierte los
efectos de nuestros pecados en bendición. Como bien defiende Dobson e su
libro, mientras hace alusión a (Ro. 8:28): “…aun en las más terribles de las
circunstancias, el plan de Dios es maravilloso, porque finalmente, ‘a los que
aman a Dios’ todas las cosas que estén en armonía con su voluntad ‘les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados’… ”.
[30]
Cuando el Apóstol escribió a los Romanos, en ningún momento se refirió
a que todas las cosas malas o buenas venían de parte de Dios, más bien
afirmó que a los que aman a Dios todas las cosas le iban ayudar a bien. Para
los romanos de la época de Pablo existían cuatro tipos de amores: (1) El
Amor Eros, que era el amor intenso, carnal y generalmente efímero, o sea, el
amor erótico; (2) El Amor Storgé, que era el amor fraternal, comprometido y
duradero; (3) El Amor Philia, que era el amor de solidaridad, hermandad y
amor por el prójimo; (4) El último es el Amor Ágape, que es el amor que
aparece en Gálatas 5:22. La palabra griega es ἀ γάπη (agape), y significa,
según Correa: “amor en su más elevada y sublime acepción. Es el amor que
no se preocupa por recibir, sino por dar. Nos volvemos objetos de este amor
independientemente de nuestros méritos y obras”.[31] Y es importante este
análisis, porque Pablo usa en su carta el vocablo ἀ γαπ ῶ σι (agaposi),
refiriéndose no a los que aman a Dios, como amante, como un hermano, o
como amigo, sino a los que aman a Dios con la más elevada y sublime
acepción, no preocupándose por lo que recibirían de él, sino más bien por lo
que le entregarían a él, para esos, todas las cosas les ayudan a bien, o sea,
trabajan juntamente para bien, eso, teniendo en cuenta que Pablo usa el
término griego συνεργε ῖ (synergei). Me encanta una historia en la que se
narra de un hombre humilde el cual solo tenía un caballo. La historia dice
que:
…un día su único caballo se le fue a la montaña y no regresó. Todos en el
pueblo lamentaban la desdicha de este hombre y decían: Pobre hombre
sin ningún bien y su único caballo se le ha ido, que desgracia. A lo que
éste contestaba ¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE? Pasado un
tiempo, se ve descender de la montaña una gran manada de caballo, y al
frente de ellos, el caballo de aquel hombre, todos en el pueblo se
alegraban y decían: Que suerte la de este hombre, después de no haber
tenido nada ahora tiene muchos caballos. A lo que el siempre respondía:
¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE? Un día el único hijo de este
hombre decidió montarse en uno de esos hermosos caballos salvajes que
habían llegado a su hogar, y tratando de cabalgar en uno de ellos, se
cayó y se fracturó la pierna, otra vez se oía la voz de lamento del pueblo:
Pobre hombre, que desdicha, su único hijo ahora no puede caminar.
Pero el como siempre, decía ¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE?
Poco tiempo después entró el ejército al pueblo, reclutando a todos los
jóvenes en edad militar para la guerra y el único que no partió con el
ejército a la guerra fue el hijo de este hombre por estar cojo. Todos
aclamaban: Que suerte tiene este hombre. Pero este siempre respondía
¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE?.
Así que unos de los beneficios que traen las aparentes cosas malas es
que ofrece una oportunidad a la Iglesia de anunciar Luz donde hay tinieblas.
Cuando la Iglesia no cumple su función otro ocupa su lugar, por eso, donde la
Iglesia ha hecho silencio, los medios de comunicación han reunido
seguidores por medio de propagandas y otras formas de difusión, y han
atraído la atención a su plataforma, promoviendo ciertas agendas a favor del
aborto, Ideología de género, matrimonios igualitarios, etc. Es una realidad lo
que se está viendo hoy en día, el mundo ha perdido la conciencia, señalando a
lo bueno como malo y a lo malo como bueno. Situación que ya Isaías había
visto muchos años antes, por lo cual, siendo inspirado por Dios declaró:
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de
la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y
lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los
que son prudentes delante de sí mismos!¡Ay de los que son valientes
para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que
justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho! Por
tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora
la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá
como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y
abominaron la palabra del Santo de Israel. Por esta causa se encendió
el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le
hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados
en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que
todavía su mano está extendida. Alzará pendón a naciones lejanas, y
silbará al que está en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá
pronto y velozmente. (Is. 5:20)
Esta postura de Juan Wesley es la que debiera tener la Iglesia, pues hay
muchos predicadores que carecen de ardor y pasión por las almas. No
permitamos jamás que nuestro mensaje sea seco, metódico y sin emoción. La
Estrategia para lograr el mayor avivamiento de la historia es la
evangelización organizada y centralizada en el perdido.
Como se ha defendido en casi todo el libro, Dios no es
responsable de las tantas desgracias que ocurren continuamente a los
hombres. Es el hombre, quien con su desobediencia y orgullo acarrea
maldición a su vida y generación. Por eso, quiero tratar otro asunto de suma
importancia y es el hecho de que aunque por muchos años la Iglesia ha
reconocido la ordenanza de Dios de orar por los líderes políticos.
Lamentablemente tal estatuto ha sido mal interpretado, e incluso, ahora
algunos gobernantes, teniendo conocimiento de lo que la Biblia dice sobre
ellos, usan la instrucción paulina como chantaje hacia los cristianos. Ellos se
mofan y dicen: “Hacemos lo que nos da la gana, y ustedes no pueden hacer
nada porque lo que dice vuestro Dios es que deben orar por nosotros”. Sin
embargo, ¿acaso era eso lo que estaba diciendo Pablo a Timoteo, que la
Iglesia debía orar por sus gobernantes políticos para que les fuera bien en la
vida?, pues no, miremos el texto: “Exhorto ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los
hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que
vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (1 Tim. 2:1-
4). En primer lugar no es una orden, sino una exhortación, y una muy buena,
en la que el Apóstol recomienda orar por los hombres en general, y por los
que están en eminencia. En el segundo grupo, el motivo de la oración no es
para que sean bendecidos, sino para que sean guiados en sus gestiones, con
tal de que el pueblo viva quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
En tiempos de crisis, es cuando se precisa orar por un despertar espiritual
global. Jeremías transmitió a los israelitas cuando eran esclavos en Babilonia
una palabra transcendental: “procurad la paz de la ciudad a la cual os hice
transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros
paz” (Jer 29:7). En lugar de quedarnos en un punto muerto, esperando a que
cambien las circunstancias, debemos empezar a sembrar en otros lo que a
nosotros nos gustaría recibir. Martha Washington escribió: “Me he propuesto
estar contenta y animada en cualquier situación. He aprendido que lo que
más influye para sentirse feliz o desgraciado es la actitud, y no las
circunstancias externas. Así que, esos momentos de desgracia y turbación,
lejos de traernos maldición más bien nos traen beneficios porque:
1. Nos ayuda a acercarnos a Dios (2Cr 15:4; 2Cr 20:9).
2. Hace que toda persona se acuerde Dios y clame a él (Neh 9:27)
3. Produce paciencia (Rom 5:3)
4. Produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria (2 Co 4:17)
5. Nos sirven de experiencia para que luego podamos consolar a otros
que estén pasando por tribulación (2 Cor 1:40
6. Hace que aquellos que nos aman en el Señor se gloríen por nosotros,
una vez soportada la tentación (2 Ts 1:4)
7. Nos ayuda a entender cómo Dios nos ve (Sal 17:3).
8. Son Ordenados nuestros pasos (Salm 37:23)
9. Nos da garantía para el ministerio (1Ti 3:10)
10. Nos produce esperanza (Rom 5:4)
11. Nos produce paciencia (Stg 1:3)
12. Nos hará merecedores de la Corona de la Vida (Stg 1:12).
Capítulo 4.
Algunos supuestos que han traído
confusiones entre creyentes
En el capítulo 2 se estudió que no se puede confundir la Soberanía con la
Voluntad. Aunque siempre que se habla de la Voluntad de Dios está implícita
en ella su soberanía, en sentido opuesto, toda vez que se pone de manifiesto
la Soberanía de Dios, no necesariamente implica que haya sido su voluntad.
Y esto se puede ver reflejado algunos sucesos que marcaron el rumbo de la
humanidad, y dejaron grandes enseñanzas para vivir. Cada uno de estos ha
generado diversidad de criterios y enseñanzas en muchas iglesias, por lo que
me he propuesto examinar algunos de los supuestos más problemáticos.
Adán y Eva cayeron porque Dios los había predestinado a caer (Gn 3:6-7)
Cuando leemos el primer capítulo de Génesis notamos que en toda la
narración se recalcan las mismas palabras “vio Dios que era bueno” (Gn 1:4,
10, 12, 18, 21, 25). En cambio, al leer el capítulo 3 del Génesis a primera
vista, parece que Dios se había asombrado de lo ocurrido, pero la verdad es
otra. Dios estaba al corriente de todo lo que podía ser usado por el hombre
como justificación de su caída (la luz, la tierra, la alimentación vegetal y
animal, y los astros), sin embargo, según el criterio del Creador eran buenos,
tanto en su forma como en utilidad. No había un solo margen de error, así que
hasta el hombre era incluido en esa lista de las cosas buenas que Dios había
hecho, a tal punto que el escritor concluyó su narración con la siguiente
afirmación: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en
gran manera” (Gn 1:31). No era voluntad de Dios que el hombre
desobedeciera, ni tampoco le tendió una trampa al hombre. Dios le mostró a
Adán lo que era bueno y lo que podía provocar la muerte. Así que ni el árbol,
ni la fruta, ni el hombre eran defectuosos. Todo giraba en las decisiones, las
cuales ni Adán ni Eva supieron honrar. Por tanto, como lo observa Cevallos:
Debemos saber que una vez que seamos pasados por el fuego nuestra
vida no será nunca más la misma. De esto hay muchas pruebas en la Palabra
de Dios:
1. Abraham fue probado en su obediencia a Dios, y por vencer la
prueba fue hecho e Padre de la Fe. (Heb 11:17-18)
2. Moisés después de haber vivido en la gloria del faraón fue llevado
al polvo, siendo hecho pastor de ovejas, que ni siquiera eran suyas
(Ex 3:1), esta prueba hizo de Moisés el hombre más manso de toda
la tierra (Nm 12:3).
3. David tuvo que enfrentarse a feroces bestias, a pesar de su pequeño
tamaño y fuerza (1 Sam 17:34-36), esa prueba le dio la plena
confianza de que Dios lo libraría de cualquier otro obstáculo (1 Sam
17:37).
4. Job atravesó la prueba más grande pueda sobrevenirse a un ser
humano, la muerte de sus hijos, la traición de su esposa, la pobreza
extrema, la enfermedad. Sin embargo al soportarla pudo comprender
su real condición, al punto que exclamó. “Por tanto, yo hablaba lo
que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo
no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me
enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por
tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 24: 3-
6). Por lo que adquirió todo lo que había perdido, más la dicha de
haberse conocido tal cual era y a Dios.
En fin son incontables los ejemplos que pudieran citarse que apoyarían
el propósito de estos momentos a nuestras vidas. Nunca podremos evitar que
las dudas vengan a nuestra mente, y que nuestra fe en ciertas ocasiones se
vea amenazada por determinadas circunstancias. Pero si podremos evitar que
se aniden en nuestra mente, y hagan su habitación en nuestro corazón.
Llevamos en nuestros cuerpos la muerte de Cristo, para que también la vida
de Jesús se manifieste, y esta sea visible a todos los hombres. Por lo tanto
cada día