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Donde está

DIOS

La pregunta que
muchos hacen y la respuesta que pocos
quieren

SOBRE LOS MONTES Y COLLADOS


Guantánamo, Cuba
Categoría:
Doctrina/Motivacional

Copyright © 2015
ISBN: 9798630703828

Abreviaturas:
a.C….. antes de Cristo
d.C….. después de Cristo
A.T….. Antiguo Testamento
NT…. Nuevo Testamento
c.p…… Compárese
c.f……. Configúrese
gr…… griego
heb….. hebreo
íbid….. el mismo que el anterior
i.e…… esto es = es decir
v, vv…. versículo(s)
CONTENIDO
CONTENIDO
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1.
A veces parece como que Dios se esconde.
El ser humano culpa a Dios por aquello que ellos mismos provocaron
Muchos de los problemas del hombre se solucionan con una simple
decisión.
Capítulo 2.
¿Por qué si Dios lo ve todo no impide muchas cosas?
Análisis de la Voluntad de Dios a la luz de las Escrituras.
Análisis de la Soberanía de Dios a la luz de las Escrituras.
Capítulo 3.
Todas las cosas nos ayudan a bien
Porque nos muestran la benevolencia de Dios
Porque traen a nuestras vidas más beneficios que desgracias.
Capítulo 4.
Algunos supuestos que han traído confusiones entre creyentes
Adán y Eva cayeron porque Dios los había predestinado a caer (Gn 3:6-7)
……………
El gran Diluvio Dios lo envió porque ya no amaba a los seres
humanos………………………………………………………………………
Era la voluntad de Dios que el justo Job sufriera
Dios disfruta ver a sus hijos sufrir, por lo menos así lo mostró en
Cristo…………………………………………………………………………..
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
DEDICATORIA
A aquellos que como yo han sentido que no lo han alcanzado todo, pero han
decidido proseguir hacia la meta, al premio del Supremo llamamiento que es
en Cristo Jesús.
AGRADECIMIENTO
A mi excelentísimo Padre y Dios Eterno, por quien subsiste mi alma. A mi
hermosa esposa, porque sin ella no hubiera podido alcanzar un céntimo de lo
que hasta ahora he atrapado.
INTRODUCCIÓN
Moisés nos narra en Génesis que después de la creación de todas las
cosas el hombre fue establecido en el huerto que Dios había plantado (Gn.
2:8). Para algunos creyentes pasa por alto un gran detalle en este pequeño
versículo, y es que Dios se esmeró en diseñar un lugar único y espléndido
lugar para su primer ser creado. El vocablo hebreo usado para huerto es ‫ַגּן־‬
(gan), que para Chávez, es un posible caso de grado superlativo, significando
un jardín muy bello y exuberante.[1] Esto indica que la Voluntad y el Deseo
de Dios no era la desgracia ni el dolor para el hombre sino todo lo contrario.
En cambio, con la entrada del pecado al mundo y a causa de la desobediencia
adámica, entro la desdicha y el sufrimiento a toda la creación. Es por ello,
que no pocas veces somos confrontados por nuestra propia humanidad, y no
vacilamos en culpar a Dios por nuestra desgracia. Le sucedió al Salmista, al
ver cómo los impíos eran prosperados y él estaba en angustia (Salm. 42:10).
Cada uno de nosotros en algún momento hemos tenido que pasar por el
valle de sombra o de muerte. Es ahí cuando por lo general, asumimos una
actitud rebelde contra Dios, y nos precipitamos en cuestionarlo. Otras veces,
simplemente nos conformamos, basándonos en que seguro es la voluntad de
Dios que nos sucedan tales cosas, para que alcancemos la perfección. Sin
embargo, ambas posturas son peligrosas y ningún provecho trae. Recordemos
la reflexión de Job cuando declaró a sus amigos: “…De nada servirá al
hombre el conformar su voluntad a Dios” (Job 34:9). Por lo tanto, teniendo
en cuanta la realidad en la que vivimos les entrego este estudio, en el cual, no
solo obtendrás la respuesta que necesitas, sino que conocerás más acerca de
dos atributos divinos que a la vez que te permitirán conocer mejor a Dios.
Capítulo 1.
A veces parece como que Dios se
esconde.
No es un secreto que a cada uno de nosotros nos llega el día en que al
encontrarnos frente a ciertas situaciones, nos preguntamos por qué Dios no
hace nada o por qué parece que se esconde. De hecho, hasta lo podemos ver
reflejado en la Biblia, cómo numerosos personajes experimentaron este
sentimiento:
a. David: “¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de
la tribulación? (Sal. 10:1), y otra vez dice: “fueron mis lágrimas mi pan
de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu
Dios?” (Salmos 42: 3)
b. Marta: ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile,
pues, que me ayude. (Lc. 10:40)
c. Jesús: “Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?” (Mt. 27:43)
Así como sucedió a cada santo del Antiguo y Nuevo Testamento sucede
y sucederá a los hijos de Dios, y a los impíos. Como bien alertó Salomón:
“Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra
de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni
de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos” (Ec.
9:3). Sin embargo, debo confesarles que no han sido pocas las ocasiones en
las que me he llenado de ira al ver cómo cristianos son masacrados,
torturados, decapitados y perseguidos en todo el mundo. En países como la
India, Egipto, China, Corea del Norte y África. El portal web Puertas
Abiertas informó que las cifras de violencia anticristiana hasta el 2020 fueron
de: “…2.983 cristianos asesinados, 9.488 iglesias atacadas y 3.711
cristianos detenidos”.[2] Y qué del aumento de la maldad, la injusticia y
sufrimiento en el mundo. Se pueden ver casi a diario en las noticias, cómo
ancianos son asesinados brutamente por ladrones, niños perecen en manos de
violadores y no pocas personas inocentes mueren a causa de atentados. Esto
sin duda ha de traer a nuestros corazones gran dolor y enojo, y es
precisamente en esos momentos cuando nos vienen sentimientos como los de
Jacobo y Juan, cuando le dijeron a Jesús ¿quieres que mandemos que
descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? (Lc. 9:54).
Deseamos venganza o justicias, sin embargo, cada uno de estos supuestos
pudieran ser juzgados, pero lo que nadie puede explicar es cuando mueren
muchas personas a causa de terremotos, tsunamis, pandemias y hambruna.
El ser humano culpa a Dios por aquello que ellos mismos provocaron
Ante situaciones naturales es cuando muchas personas culpan a Dios,
cómo ha sucedido recientemente con la alarmante la aparición de una nueva
pandemia, que aunque se dio a conocer en Wuhan (China) el 31 de diciembre
de 2019, que en solo unos 3 meses ha abarcado el gran parte del Globo
Terráqueo. Éste Coronavirus llamado COVID-19, era desconocidos ante de
que estallara el brote en Wuhan.[3] Las causas reales de su aparición se
desconocen todavía, y aunque algunos expertos han declarado que es muy
probable que haya emanado de animales, lo cierto es que aún no hay una
conclusión convincente. Es tan eficiente propagándose que ya se ha se ha
convertido en una Pandemia de escala mundial, y muchos se preguntan
¿Dónde está Dios? ¿Por qué Dios no hace nada? Bueno, respondiendo ambas
preguntas podemos decir que Dios no ha perdido facultades, ni Poder, ni
Autoridad sobre la Creación, sin embargo el hombre continuamente se
esfuerza en desplazar a Dios. En realidad el hombre no ve a Dios obrando
simplemente porque el hombre se ha alejado de él. Matthew Henry comenta
que muchas veces nos alejamos de Dios por nuestra incredulidad y, luego,
nos quejamos de que Dios se aleja de nosotros. Aunque Dios tiene el poder
[4]

de hacer entrar al ser humano en razón, no lo hace, porque sobre todo, aunque
es Dios Todo Poderoso, también es un excelente caballero, y entra donde lo
dejan pasar. Sin embargo el impío dice: ¿Cuándo le di la espalda a Dios? La
respuesta la ofrece Matthew Henry cuando dice que:
…el pecador se gloría orgullosamente en su poder y éxito. La gente
mala no busca a Dios, esto es, no lo invoca. Ellos viven sin orar, y eso
es vivir sin Dios. Tienen muchos pensamientos, muchos objetos y
aparatos, pero no piensan en el Señor en ninguno de ellos, no se
someten a su voluntad ni buscan su gloria. La causa de esto es el
orgullo. Los hombres piensan que los rebaja el ser religiosos.[5]

Algunos ejemplos de cómo el hombre ha ignorado a Dios se reflejan en


los siguientes eventos. En el mes de agosto del pasado año, se informó que la
represión religiosa se disparó en Wuhan, capital de Hubei, previo a los
Juegos Militares Mundiales. Un corresponsal informó que:
A finales de abril, acompañados por la policía, funcionarios de una
oficina subdistrital en Wuhan irrumpieron en un sitio de reunión de la
Iglesia Cristiana de Panshi. Los impostores no presentaron ninguna
documentación y registraron la información personal de los miembros
de la congregación solo porque “el presidente Xi Jinping detesta ver
cruces”, según declaración de las autoridades… Un miembro de la
congregación dijo que es imposible razonar con el Gobierno ahora. “Si
tratamos de hacerlo, seremos arrestados y detenidos. Somos ovejas y
ellos son lobos”, se quejó el creyente. A finales de mayo, el Gobierno
ordenó que cesaran las reuniones en otra iglesia doméstica en Wuhan:
en la Iglesia de Dengguang. El pastor de la iglesia luchó con los
funcionarios que llegaron a clausurarla y les dijo que la Constitución
china garantiza la libertad de creencia y que los nuevos Reglamentos
sobre Asuntos Religiosos no deben estar por encima de ella. “Nos están
reprimiendo”, le dijo el pastor a uno de los funcionarios, a lo cual le
respondió el funcionario: “En China, todo tiene que hacerse siguiendo
los Reglamentos sobre Asuntos Religiosos. Ya no hablen sobre la
Constitución. Deben seguir al Partido”.[6]
La dictadura comunista destruye una iglesia cristiana en Wuhan

También el portal infobae.com comunicó el 15 de enero del 2020 que


unos 260 millones de cristianos fueron "duramente perseguidos" en 2019 por
su fe. A ese número se suman los cristianos martirizados, del reporte se puede
leer lo siguiente: “260 millones de cristianos -católicos, ortodoxos,
protestantes, bautistas, evangelistas, pentecostales- han sido "duramente
perseguidos", contra 245 millones en 2018, señala el informe”.[7] Esto nos da
la idea del porqué fue precisamente Wuhan la cuna del COVID-19, pues
porque aquí se hizo ver más crudamente a persecución de los cristianos en el
2019. Luego este virus siguió propagándose muy rápidamente por Europa,
sede de la Corte Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones
Unidas. Y por qué allí, pues la esta organización se proyectó contra la Iglesia,
exigiéndole: “que deje a los niños tener relaciones sexuales y que cambie sus
enseñanzas sobre la anticoncepción, ordenándole que modifique sus
enseñanzas sobre el aborto, permitiendo incluso el aborto de las menores,
culpándole además de la violencia contra los homosexuales”.[8] Pero como
bien aclara Rodríguez Barragán, esta acusación de la ONU fue contra una
agrupación muy activa a favor del aborto que curiosamente se denomina
Católicas por el derecho a decidir “Catholics for Choise”, así que no tiene
sentido la proyección de las Naciones Unidas contra la Iglesia católica, por lo
que la guerra real no es contra el Vaticano, sino contra las iglesias Cristianas
que se oponen al Aborto, al homosexualismo y a la promiscuidad infantil. Así
que no duró mucho tiempo en que este mortal virus se manifestara en Europa
dejando hasta el momento en el que estoy haciendo este estudio:
a. En España más de 7.750 personas contagiadas, 517 altas
hospitalarias y 382 enfermos en la UCI[9]
b. La letalidad, muertes por cada cien enfermos, en Italia por el
nuevo coronavirus es del 5,8 por ciento, según los datos
del Instituto Superior de Sanidad italiano.[10]
c. Más de 2.400 personas han dado positivo por coronavirus en
Alemania, donde ya se han registrado cinco víctimas mortales,
según los datos recopilados por DPA.[11]
d. Estados Unidos, con más de 43600 contagiados y más de 570
muertos por el COVID-19.
Muchos de los problemas del hombre se solucionan con una simple
decisión.
Como puede notarse, los números son bien altos, y alguien podría
preguntar ¿Por qué Dios ha enviado este virus como juicio para matar tanta
gente inocente? En primer lugar, nadie es inocente, aún Dios alertó a los
israelitas: “Si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo
añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados” (Lv.
26:21). Por tanto, el mayor número de infectados y fallecidos por esta
Pandemia ha sido por negligencias de la gente y no por culpa de Dios. Por
otro lado, Dios no condena al hombre, sino que lo salva (Jn. 3:16). En el texto
de Levítico tal parece que Dios disfruta enviando plagas a los desobedientes,
pero el sentido de las palabras hebreas no muestra tal idea. En el texto hebreo,
cuando dice “yo añadiré “se usa el vocablo ‫( ָיַסְפִתּי‬yasapti), que indicaba, no
que Dios fabricaría Plagas para los desobedientes, sino que se uniría en su
enojo a las consecuencias de las plagas por causa de la desobediencia. El
mismo sentir se observa en la siguiente alerta:
Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos y si
desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos,
no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, yo
también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror,
extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y
sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la
comerán. Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de
vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros,
y huiréis sin que haya quien os persiga. Y si aun con estas cosas no me
oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. Y
quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como
hierro, y vuestra tierra como bronce (Deut. 28:14-19)

Si bien es cierto que Dios castiga a quienes ama (Pr. 3:12), eso no lo
hace malo, como bien dice el proverbista, eso también lo hacemos nosotros
continuamente con nuestros hijos, y aún a nuestros empleados, cuando los
disciplinamos por sus violaciones. Incluso cada país posee sus propias
contravenciones para sancionar a los infractores. Así que Dios puede
disciplinar a su creación, pero notemos cuán grande es su amor, que hasta nos
ofrece alertas continuas para que no padezcamos. Stanford describe a quienes
están alejados de Dios como personas que andan en sus delitos y pecados
porque siguen “la corriente de este mundo”.[12] Terminaré esta primera
sección con el argumento de Burt sobre quienes viven sin Dios, él dice:
Quien vive sin Dios intenta construir su vida sin tener cimientos
adecuados, prescindiendo del factor principal de la construcción.
Fundamenta su existencia sobre premisas erróneas. Se entrega a la
vivencia diaria sin tener resueltas las grandes preguntas existenciales:
¿de dónde vengo, adonde voy y cuál es el propósito de mi vida? Como
consecuencia tiene que afrontar momentos terroríficos de perdición. No
sabe hacia dónde va. Ha perdido su norte. [13]
Capítulo 2.
¿Por qué si Dios lo ve todo no
impide muchas cosas?
En el capítulo anterior vimos que Dios no se aleja de la gente, es a la
inversa. Tampoco Dios se esconde ni se hace el ciego ante tantas maldades y
desgracias en el mundo, la verdad es que es el hombre quien se ha alejado de
Dios. Qué sugerente son las palabras del cronista cuando advirtió: “Jehová
estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será
hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará” (2 Cr. 15:2b),
pero muchas años antes Moisés había escrito:
Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de
todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te
alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a
Jehová tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Jehová
tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró
a tus padres. (Dt. 4:29-31 c.p Jer 29:13)

Así que en este acápite se estará abordando por qué muchas veces, Dios
teniendo conocimiento de todo cuanto acontece en la tierra no hace nada. Por
lo que para ello tendremos que abordar dos de los atributos divinos de Dios,
que son la Voluntad y la Soberanía, ambos muy diferentes pero relacionados
entre sí y muchas veces muy mal enseñados por los creyentes.
Análisis de la Voluntad de Dios a la luz de las Escrituras.
El Diccionario general de la Lengua española, el cual define el término
Voluntad como un deseo o intención . [14] Pero Buswell y Oliver, autores de
libro de Teología Sistemática la definen de la esta manera: “Se traduce del
hebreo ratson y de dos grupos de palabras griegas, las relacionadas con
boule y thelema. La palabra «voluntad» se refiere al ser no material en sus
aspectos y actividades volitivas, ejerciendo esfuerzo y haciendo decisiones”.
[15]
Por otro lado el teólogo W. Stanford se refiere a la “voluntad” con los
siguientes argumentos:
…en el AT, el hebreo hapes designa el «consejo de Dios» o su «buena
disposición» (Is. 44:28; 46:10; 48:10; 53:10); esah, «su consejo», en el
sentido que es lo que ha sido planeado por deliberación (Sal. 33:11;
73:24; Pr. 19:21; Is. 5:19; 46:10). En el arameo de Daniel, el término que
se emplea es el verbo seba que significa la «voluntad» y el «deseo» de
Dios (Dn. 4:17; 25, 32; 5:21). El NT hace uso de tres palabras
principales: boule, el «plan y propósito eterno de Dios basados en su
deliberación» (Lc. 7:30; Hch. 2:23; 4:28; 20:27; Ef. 1:11); audokia, su
«buena disposición» y «delicia» (Lc. 2:14; Ef. 1:5, 9; Fil. 2:13).[16]

Claudionor Corrêa de Andrade observa que la Voluntad de Dios es la


manifestación de los estatutos, mandamientos, leyes y determinaciones de
Dios, procurando el perfeccionamiento de la Iglesia y de cada creyente en
particular para que su gloria sea universalmente realzada.[17] Sin embargo, de
antaño se ha enseñado en muchas congregaciones protestantes, conservadoras
y carismáticas, que la voluntad de Dios puede manifestarse de diferentes
maneras. Ejemplo de este criterio lo encontramos en algunos comentarios y
materiales bíblicos, en los cuales sus autores, con tal de justificar los sucesos
que ocurren a diario a los creyentes y no creyentes, han clasificado la
Voluntad de Dios de distintas maneras. McDowell y Kevin hablan de dos
tipos de voluntades:
Cuando estamos buscando la voluntad de Dios, queremos encontrar dos
cosas: La primera es la voluntad clara de Dios que da a todos, lo que
algunos llaman la ‘voluntad universal’ de Dios. La segunda es la
voluntad de Dios para cada individuo, su ‘voluntad específica’. [18]

Pero Correa de Andrade ofrece una tercera la cual se trata de la Voluntad


permisiva de Dios, que según él no es más que la prerrogativa que Dios, en su
soberanía, y conforme a sus consejos, concede al hombre para que este actúe
de acuerdo con el libre albedrío que le concedió.[19] Como vemos en ambos
comentarios se nos muestran tres tipos de voluntades atribuidas a Dios. En el
primero la Voluntad de Dios es clasificada como Universal y Específica. Sin
embargo debemos considerar que cuando nos encontramos frente a
circunstancias en las que al parecer Dios operó específicamente con alguien o
de manera Universal con la humanidad, ahí no estamos en presencia de la
Voluntad de Dios, sino de la Omnisciencia de Dios (Gn 25:23, 26 c.p Ro. 9:
11-12; 1 S 16: 11-13). Pero en cuanto a la segunda clasificación “Voluntad
Permisiva”, también es preciso razonar en que jamás ha sido la voluntad de
Dios permitir que alguien asesine a su esposa, hijos u otras personas (como
sabemos que sucede a diario), o que uno de sus hijos [creyentes] decida pecar
deliberadamente, o que un matrimonio se rompa. Dios no quiere eso, más
bien su voluntad es que toda persona procesa al arrepentimiento (2 P. 3:9), y
que el ser humano decida por su propia conciencia y determinación escoger
el camino correcto (Ro. 12:2). Así que, la voluntad específica no halla
respaldo en la Biblia, pero en algunas veces se ha reflejado en la Humanidad
o en algún individuo, pero no como algunos teólogos lo enseñan. A donde
voy con este último análisis es que la Voluntad de Dios es Universal en el
sentido que su deseo de preservar la raza humana y de protegerla abarca a
toda persona, sin importar clase, por ejemplo: (a) Reproducción (Gn 4:1); (b)
Paz universal (Lc 2:14; Gal 1:9-10); (c) Salvación (Jn 3:16-17; Gal 1:4; 1 Ti
2:4; 2 Pe 3:9); (c) Arrepentimiento (Jn 1:13; Ef 1:5, 11; 2 P 3:9); (d) Vida
Eterna (Jn 6:40); (f) Santificación (1 Ts 4:3; 1 P 2:15).

Por lo tanto, nuestro enfoque en cuanto a la Voluntad de Dios es que,


como enseña Burt, que los seres humanos continuamente, en todo tiempo y
en toda circunstancia, experimenten el gozo, practiquen la oración y expresen
gratitud. Las tres frases no corresponden a tres actitudes alternativas, sino a
tres facetas de una misma actitud, la de la fe.[20] Dios en su inmenso amor y
misericordia ha mostrado su voluntad en todos los tiempos. No es la voluntad
de Dios que cada año mueran un gran número de niños, como sucede en el
África, que registra la peor tasa de mortalidad infantil del mundo con 154‰ y
262‰ respectivamente, o como en Haití el país con los peores índices (76‰
y 118‰), y Asia en Yemen con 82‰ y 113‰. Tampoco es la voluntad de
Dios que cada día perezcan no pocas personas inocentes por maltrato,
asesinatos, accidentes, ataques terroristas, guerras. Por estas cosas es que
mucha gente suelen preguntar ¿Dónde está Dios?, pero la respuesta que no
todos desean escuchar es que los causantes de cada una de estas desgracias
somos nosotros mismos. Alfredo Lerín reflexiona que:
Si todos los hombres siguiesen la voluntad de Dios esta tierra sería
semejante al cielo, pero como los hombres del mundo hacen la voluntad
del diablo, la tierra más se parece al infierno, sin duda. Que el diablo
domina la voluntad de los hombres que viven sin Dios y sin Cristo es un
hecho que no admite réplica. El infortunado poeta Burns decía, para
explicar su vicio terrible: “Si en un cuarto hay un galón de licor, y un
cañón está listo para despedazar al que vaya a beberlo, yo no me detengo
a pensar, sino que me lanzo a tomar el licor.” El Señor nos ha librado de
esta debilidad, y nos ha dado una naturaleza que aborrece lo malo que
antes amábamos. ¡Gloria sea a él! “Conoceréis la verdad y la verdad os
hará libres.” A los cristianos verdaderos no les será difícil rendir su
voluntad por completo a la voluntad de Dios.[21]

Por mucho que tratemos de esquivar nuestra responsabilidad, en todas y


cada una de las cosas indeseables que suceden a menudo, no deja de estar
presente la irresponsabilidad del hombre. Si eligiéramos como Presidentes de
nuestra Nación a personas íntegras y comprometidas con el pueblo, si
restringiéramos el uso de armas, drogas y bebidas alcohólicas, si dejásemos
de promover el homosexualismo y los abortos, si enseñásemos a los niños
desde pequeños, el respeto a los adultos y el amor al prójimo, de seguro que
la historia sería otra. Por lo tanto, no es la voluntad permisiva de Dios, ni
Universal, ni específica que acontezcan cosas malas a los hombres, la Biblia
dice otra cosa, en cada uno de los casos que los escritores bíblicos se
refirieron a ella la clasificaron como: (a) Buena (Sal. 69:13; 89:17; Pr. 14:9;
Is. 60:10; 61:2; Lc. 2:14; Fil. 2:13); (b) Agradable (Ro. 12:2); (c) Perfecta
(Ro. 12:2).
Análisis de la Soberanía de Dios a la luz de las Escrituras.
El Diccionario teológico define el término “Soberanía” como:
“Autoridad incuestionable que Dios ejerce sobre todas las cosas creadas, ya
sea en la tierra o en el cielo, disponiendo de todo conforme a sus consejos y
designios”. [22]
Dios es soberano, siempre lo ha sido y siempre lo será, por eso decidió nunca
violar la libertad del hombre, pudiendo hacerlo. En su carácter invariable ha
determinado respetar las decisiones humanas, aunque estas no encajen en su
majestuosa voluntad. Pues, como bien afirma Ryrie, el hombre fue creado
con libertad genuina, pero el ejercicio de esa libertad en rebelión contra Dios
introdujo el pecado en la raza humana. Aunque Dios fue el Diseñador del
plan [de salvación], El no participó en manera alguna en la comisión del mal,
ya fuera en el papel de Satanás originalmente o de Adán subsecuentemente.
[23]
Quizás si Dios hubiera decidido violar sus principios e impedir que el
hombre actuara libremente, a lo mejor muchas cosas desagradables no
sucedieran, pero si Dios optara por esta decisión simplemente dejaría de ser
Dios y pasara a ser un manipulador más, y por consiguiente el hombre dejaría
de ser lo que es, para convertirse en una inservible y desdichada marioneta.
Según Sproul somos conscientes de los intrincados problemas que rodean la
relación entre la soberanía de Dios y la libertad humana . Así que él aconseja
[24]

que:
…debemos también ser conscientes de la estrecha relación entre la
soberanía y la libertad de Dios. La libertad de un soberano es siempre
mayor que la libertad de sus súbditos. Cuando hablamos de la soberanía
divina, estamos hablando acerca de la autoridad de Dios y el poder de
Dios. Como soberano, Dios es la suprema autoridad del cielo y la
Tierra. Toda otra autoridad es una autoridad inferior. Cualquier otra
autoridad que exista en el universo se deriva y es dependiente de la
autoridad de Dios. Todas las demás formas de autoridad existen bien
por el mandato de Dios o bien con su permiso.[25]

Hay un error que debe ser corregido, y es el hecho de que algunos


creyentes, apoyan la idea de que Dios permite todo lo que sucede a menudo,
sea bueno o malo. Y si leemos (Mt 10:29) que dice: “¿No se venden dos
pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro
Padre” tal vez pareciera darle la razón a ese planteamiento, pero si
analizamos correctamente el texto, no fue esa la intención del Señor al dar tal
revelación acerca del Padre. En primer lugar, debemos considerar Jesús hizo
alusión a los gorrioncillos, y en segundo lugar, el texto no dice que ningún
gorrioncillo cae al suelo si el Padre lo permite, lo que dice es que ninguno cae
sin el Padre. Así que el vocablo griego usado para la preposición “Sin” es
ἄ νευ (aneu), y en vez de significar ausencia, más bien lo que indica es
conocimiento. Por lo que el mensaje principal del texto es que no deberíamos
preocuparnos por la comida ni el vestido, pues Dios sabe de qué tenemos
necesidad, y si se ocupa de los lirios y de los gorrioncillos, cómo no lo hará
con nosotros. Por lo tanto, Dios en su Soberanía:
1. Obra libremente (Sal 115:3)
2. Obra universalmente (Dn 4:35; Ef 1:11)
3. Obra soberanamente (Dn 4:35; Ro 9:10–24)
4. Quita reyes y pone reyes (Dn 2:21).

Así que teniendo en cuanta todo lo que por la Soberanía Dios podía
haber hecho, como bien expone Sproul: (a) Dios pudo decidir no proveer una
oportunidad para que alguien fuese salvado; (b) Dios pudo proveer una
oportunidad para que todos fuesen salvados; (c) Dios pudo intervenir
directamente para asegurar la salvación de todos; (d) Dios pudo intervenir
directamente y asegurar la salvación de algunos.[26] En cambio, su decisión
fue siempre en beneficio de la humanidad. Por eso, Jesús reveló firmemente
el carácter amoroso e invariable de Dios, cuando hizo la pregunta a la
multitud, sobre lo que haría un padre cuando su hijo le pidiera algo (Mt 7:9-
11). Esto nos deja ver que es imposible que Dios desee algo malo para uno de
sus hijos, más bien, condenaría a aquellos que sirvan de tropiezo (Lc 17:1-2).
Por lo tanto Dios nunca deseó que su creación padeciera, pero en su
soberanía decidió simplemente no violar el libre albedrío del hombre. Porque,
como bien aclara Ryrie, la soberanía no debe eliminar el libre albedrío, y el
libre albedrío nunca debe de diluir la soberanía .[27] Dios ejerce su soberanía
de tal manera que no obra el mal, ni viola la libertad humana, más bien, por
medio de ella, manifiesta su carácter, y por ella:
a. Todo lo sostiene (Hb. 1:3)
b. Dirige, dispone, y gobierna a todas las criaturas, acciones y
cosas (Dn. 4:34,35; Sal. 135:6; Hc. 17:25-28; Job 38-41)
c. Está al tanto de aquellas cosas insignificantes (Mt. 10:29-31)
d. No está exento de nada debido a su sabia y santa providencia
(Pv. 15:3; Sal. 145:17; 104:24)
e. Sabe las cosas desde antes que sucedan conforme a su presciencia
infalible (Hc. 15:18; Sal. 94:8-11)
f. No está sujeto a nada ni a nadie, debido al libre e inmutable
consejo de su propia voluntad (Ef. 1:11; Sal. 33:10,11)

El Pastor y Autor John Piper hace una exposición de un punto esencial


de la soberanía de Dios cuando escribe:
Como soberano absoluto y como fuente todo suficiente [Dios], todas sus
acciones son la sobre abundancia de su plenitud. Nunca actúa para añadir
a Su gloria, sino sólo para mantenerla y desplegarla….Los actos de Dios
nunca son motivados para llenar sus deficiencias (dado que no las tiene),
pero está siempre motivado a desplegar su suficiencia (que es infinita).
Hace lo que hace por motivo de Su gloria. Nuestro deber y privilegio, por
tanto, es ajustarnos a esa meta y reflejar el valor de la gloria de Dios por
deleitarnos en ella. Nuestro llamado y nuestro gozo es hacer visible la
gloriosa gracia de Dios por confiar en Él con todo nuestro corazón, todo
el tiempo que vivamos.[28]

Por eso Dios jamás debiera ser culpado de lo que sucede a la humanidad.
Nada de los que ocurre a diario es su culpa sino nuestra. Somos los máximos
responsables de las catástrofes, terremotos, guerras, hambrunas, y de todo
cuanto pueda suceder en el futuro. Pero Dios es tan bueno, que como bien
dijera David en el Salmo 103, versículo 14: “Porque él conoce nuestra
condición; se acuerda de que somos polvo” él está siempre dispuesto a
socorrer a todo aquel que vuelva su mirada al cielo.
Capítulo 3.
Todas las cosas nos ayudan a bien
El Dr. James Dobson en su Libro Cuando lo que Dios hace no tiene
sentido, cuanta una historia que da lugar al título de su libro, en la que se
narra de un joven que a pesar de haber sido fiel a Dios de repente le sucede lo
más injusto e irracional, así que Dobson comenta:
¿Cómo podría tener sentido para los afligidos padres de Chuck, entonces,
y cómo podría tenerlo para nosotros ahora, una obra de Dios tan
incomprensible como ésa? Este joven amaba a Jesucristo con todo su
corazón, y solamente buscó hacer Su voluntad. ¿Por qué se lo llevó
cuando estaba en la flor de la vida, a pesar de las muchas oraciones
angustiosas de miembros de su familia consagrados a Dios y de fieles
amigos? [29]

Situaciones como esta las podemos ver a menudo, pero ¿Acaso Dios lo
hizo? ¿Es Dios responsable de cosas sin sentido? Con mucho respeto, y no
dudando de la buena intención del autor del libro anteriormente mencionado,
que sin duda ha escrito esas maravillosas líneas para alentar a aquellos que
piensan que ya no tienen esperanza, pero no es justo atribuirle a Dios obras
que el mismo no las ha dispuesto, mucho menos afirmar que no tienen
sentido. Tal afirmación pondría a Dios en una posición de un Dios que se
equivoca, o que hace cosas sin fuera de orden. Esas cosas lamentables que
suceden a gente buena, son sinceramente tristes, pero acontecen tanto a
buenos y malos, de la misma manera llueve y sale el sol sobre justos e
injustos (Lc. 18:11). Así que si bien es cierto que a diario oímos de desastres
y tormentos sobre mucha gente, pero Dios no es culpable de ello, entonces
quien es el responsable de las demás cosas buenas que acontecen tanto a
bienhechores como a malhechores, que gozan del nacimiento de un hijo, el
casamiento, un golpe de suerte en el trabajo, prosperidad en el negocio. Es
evidente que todo lo malo viene de satanás, quien solo vino a robar, matar y
destruir (Jn. 10:10), pero todo lo bueno y agradable viene de Dios (Stgo.
1:17).
Porque nos muestran la benevolencia de Dios
Dios no hace cosas sin sentido, sino que esas cosas suceden como
efecto del pecado cometido en el Edén (Ro 5:12), sin embargo él revierte los
efectos de nuestros pecados en bendición. Como bien defiende Dobson e su
libro, mientras hace alusión a (Ro. 8:28): “…aun en las más terribles de las
circunstancias, el plan de Dios es maravilloso, porque finalmente, ‘a los que
aman a Dios’ todas las cosas que estén en armonía con su voluntad ‘les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados’… ”.
[30]
Cuando el Apóstol escribió a los Romanos, en ningún momento se refirió
a que todas las cosas malas o buenas venían de parte de Dios, más bien
afirmó que a los que aman a Dios todas las cosas le iban ayudar a bien. Para
los romanos de la época de Pablo existían cuatro tipos de amores: (1) El
Amor Eros, que era el amor intenso, carnal y generalmente efímero, o sea, el
amor erótico; (2) El Amor Storgé, que era el amor fraternal, comprometido y
duradero; (3) El Amor Philia, que era el amor de solidaridad, hermandad y
amor por el prójimo; (4) El último es el Amor Ágape, que es el amor que
aparece en Gálatas 5:22. La palabra griega es ἀ γάπη (agape), y significa,
según Correa: “amor en su más elevada y sublime acepción. Es el amor que
no se preocupa por recibir, sino por dar. Nos volvemos objetos de este amor
independientemente de nuestros méritos y obras”.[31] Y es importante este
análisis, porque Pablo usa en su carta el vocablo ἀ γαπ ῶ σι (agaposi),
refiriéndose no a los que aman a Dios, como amante, como un hermano, o
como amigo, sino a los que aman a Dios con la más elevada y sublime
acepción, no preocupándose por lo que recibirían de él, sino más bien por lo
que le entregarían a él, para esos, todas las cosas les ayudan a bien, o sea,
trabajan juntamente para bien, eso, teniendo en cuenta que Pablo usa el
término griego συνεργε ῖ (synergei). Me encanta una historia en la que se
narra de un hombre humilde el cual solo tenía un caballo. La historia dice
que:
…un día su único caballo se le fue a la montaña y no regresó. Todos en el
pueblo lamentaban la desdicha de este hombre y decían: Pobre hombre
sin ningún bien y su único caballo se le ha ido, que desgracia. A lo que
éste contestaba ¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE? Pasado un
tiempo, se ve descender de la montaña una gran manada de caballo, y al
frente de ellos, el caballo de aquel hombre, todos en el pueblo se
alegraban y decían: Que suerte la de este hombre, después de no haber
tenido nada ahora tiene muchos caballos. A lo que el siempre respondía:
¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE? Un día el único hijo de este
hombre decidió montarse en uno de esos hermosos caballos salvajes que
habían llegado a su hogar, y tratando de cabalgar en uno de ellos, se
cayó y se fracturó la pierna, otra vez se oía la voz de lamento del pueblo:
Pobre hombre, que desdicha, su único hijo ahora no puede caminar.
Pero el como siempre, decía ¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE?
Poco tiempo después entró el ejército al pueblo, reclutando a todos los
jóvenes en edad militar para la guerra y el único que no partió con el
ejército a la guerra fue el hijo de este hombre por estar cojo. Todos
aclamaban: Que suerte tiene este hombre. Pero este siempre respondía
¿ES BUENO, ES MALO, QUIEN SABE?.

Esta historia se asemeja con lo que trataba de enseñar el apóstol Pablo,


que por cuanto amamos al Padre, siempre hallaremos provecho en las cosas
que nos acontezcan. Así que cuando estemos atravesando por tribulaciones,
debemos:
a. Permanecer Firmes, para:
b. Para entrar al Reino delos Cielos (Hch 14:22;
c. Constantes en la Oración (Rom 12:12)
d. Para recibir la Corona de la Vida (Ap 2:10)

Porque aunque parece que Dios se alejó de nosotros, a la verdad es


cuando más cercano está (Sal 46:1). Dios prometió que la Tribulación sería
pasajera para los justos (Pr 11:8; 12:3; Hch 7:10; 2 Ts 1:7). Así que antes de
quejarnos y culpar a Dios, más bien deberíamos aprovechar esos momentos
para visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarnos
sin mancha del mundo. (Stg 1:27). Pero aunque las tribulaciones y las
pruebas parezcan lo mismo, lo cierto es que ni siquiera se asemejan la una de
la otra. Jesús en la parábola del sembrador, las diferenció cuando enseñó que
los que no logran soportar la tribulación tropiezan (Marcos 4:17), pero lo que
no soportan la prueba se apartan del Camino de Dios (Lc 8:13). La pregunta
es ¿Por qué si Dios conoce a todo ser humano, sus acciones, sus
pensamientos, y lo que hará en un futuro, tiene que probar a los creyentes?
(Sal 7:9; 11:5). La respuesta a esta clásica pregunta es por nosotros, Dios a la
verdad conoce nuestros pasos, aún desde antes de la fundación del mundo,
pero permite la prueba para que nosotros mismos aprendamos a conocernos
tal y como Dios nos conoce. Por lo que debería ser un anhelo nuestro que
Dios nos pruebe (Sal 26:2; Sal 139:23), porque así podremos vernos como
Dios nos ve. Así que no debemos sorprendernos cuando venga la prueba (1 P
4:12), y nos corresponde afrontarla con gozo (Stg 1:2) y alegría (1 P 1:6).
Porque traen a nuestras vidas más beneficios que desgracias.
Cuando vienen momentos adversos a nuestras vidas debemos aprender
a discernir lo que realmente está sucediendo. Este verbo significa:
“diferenciar, apreciar, percibir, creer, estimar opinar, valorar.[32] Duffield,
también coincide con Foronda, pero agrega que: “La palabra griega
diakriseis se define como discernir, discriminar, o distinguir”[33]. Los
creyentes debemos ver más más allá de lo que ven nuestros ojos y discernir la
realidad del mundo, que:
1. Está en caos
2. La humanidad cada día que pasa va hacia la decadencia.
3. Las personas están atemorizadas
4. Los gobiernos cada vez más se alejan de Dios

Así que unos de los beneficios que traen las aparentes cosas malas es
que ofrece una oportunidad a la Iglesia de anunciar Luz donde hay tinieblas.
Cuando la Iglesia no cumple su función otro ocupa su lugar, por eso, donde la
Iglesia ha hecho silencio, los medios de comunicación han reunido
seguidores por medio de propagandas y otras formas de difusión, y han
atraído la atención a su plataforma, promoviendo ciertas agendas a favor del
aborto, Ideología de género, matrimonios igualitarios, etc. Es una realidad lo
que se está viendo hoy en día, el mundo ha perdido la conciencia, señalando a
lo bueno como malo y a lo malo como bueno. Situación que ya Isaías había
visto muchos años antes, por lo cual, siendo inspirado por Dios declaró:
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de
la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y
lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los
que son prudentes delante de sí mismos!¡Ay de los que son valientes
para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que
justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho! Por
tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora
la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá
como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y
abominaron la palabra del Santo de Israel. Por esta causa se encendió
el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le
hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados
en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que
todavía su mano está extendida. Alzará pendón a naciones lejanas, y
silbará al que está en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá
pronto y velozmente. (Is. 5:20)

Discernir significa que la Iglesia debe renunciar a toda postura


acusatoria, insensible y anti teológica, en la que anuncian que ya es el fin y
que el mundo se está acabando. Esto no ayuda, y agudiza el temor y miedo en
las personas. La gente debe saber que Dios les está dando oportunidad de
arrepentirse. Es totalmente cierto que estamos en tiempos finales, pero aún no
es el fin, es hora de que la Iglesia actué como sacerdote, evangelista,
misionera, apóstol y profeta de este mundo en tinieblas. Los creyentes de
Wuhan entendieron que la aparición del COVID-19 fue una oportunidad para
levantarse y salir de las cuatro paredes del templo. Ellos, a pesar de que la
persecución que se levantó contra los creyentes fue cruel, no usaron las
armas, ni protestas, sino la fe. Decidieron hacer de las calles su pulpito, y así
lo reveló la plataforma de HeartCry.com publicó el siguiente post:
…Hace unos meses, un pastor que conozco, junto con los miembros de
la iglesia, estaban predicando el evangelio en las calles de Wuhan. Él
siguió predicando en las calles incluso cuando los cristianos fueron
instados a no compartir el evangelio. Pero nada les impidió proclamar
el evangelio, ni siquiera la epidemia…Las personas están desesperadas.
Como respuesta, nuestros hermanos y hermanas predican el evangelio y
dan tratados y mascarillas gratuitas. Están compartiendo la palabra de
esperanza y consuelo de Dios. Han ido ganando el favor de la ciudad
cada vez más y más, incluso a los ojos de las autoridades.[34]

Según el autor de este testimonio, los cristianos de Wuhan, a pesar de


las represalias predicaron paz, fe, amor y confianza en Dios. Tal mensaje,
aunque repudiado por las autoridades del Partido Comunista de China, ha
llegó a ganar el favor, aún hasta de los gobernantes. Si bien es cierto que
Cristo predicó en muchos escenarios sobre el juicio, también lo es el hecho
de que su mayor énfasis era el establecimiento de su Reino, el cual no
consistía en palabras humanas, sino en Dios y su Poder. (1 Co. 4:20). En
tiempo de crisis, cuando la gente pregunta ¿Dónde está Dios? es cuando la
Iglesia debe abandonar su estado de confort y brindarle esperanza al mundo.
Aún se recuerdan las palabras de Juan Wesley, cuando después de haber
recibido la mayor decepción de su vida, a causa de que le prohibieran
predicar en algunas iglesias de la muerta Inglaterra, él declaró: “las calles
serán mi parroquia”. Él había experimentado tanto ardor en su corazón que
escribió:
Quiero reformar a la nación; particularmente a la iglesia, y quiero
esparcir una santidad escritural sobre todo el país… Tengo un solo
punto de vista, el promover en cuanto me sea posible una religión vital,
práctica, y por la gracia de Dios, preservar e incrementar su vida en el
alma de los hombres.[35]

Esta postura de Juan Wesley es la que debiera tener la Iglesia, pues hay
muchos predicadores que carecen de ardor y pasión por las almas. No
permitamos jamás que nuestro mensaje sea seco, metódico y sin emoción. La
Estrategia para lograr el mayor avivamiento de la historia es la
evangelización organizada y centralizada en el perdido.
Como se ha defendido en casi todo el libro, Dios no es
responsable de las tantas desgracias que ocurren continuamente a los
hombres. Es el hombre, quien con su desobediencia y orgullo acarrea
maldición a su vida y generación. Por eso, quiero tratar otro asunto de suma
importancia y es el hecho de que aunque por muchos años la Iglesia ha
reconocido la ordenanza de Dios de orar por los líderes políticos.
Lamentablemente tal estatuto ha sido mal interpretado, e incluso, ahora
algunos gobernantes, teniendo conocimiento de lo que la Biblia dice sobre
ellos, usan la instrucción paulina como chantaje hacia los cristianos. Ellos se
mofan y dicen: “Hacemos lo que nos da la gana, y ustedes no pueden hacer
nada porque lo que dice vuestro Dios es que deben orar por nosotros”. Sin
embargo, ¿acaso era eso lo que estaba diciendo Pablo a Timoteo, que la
Iglesia debía orar por sus gobernantes políticos para que les fuera bien en la
vida?, pues no, miremos el texto: “Exhorto ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los
hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que
vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (1 Tim. 2:1-
4). En primer lugar no es una orden, sino una exhortación, y una muy buena,
en la que el Apóstol recomienda orar por los hombres en general, y por los
que están en eminencia. En el segundo grupo, el motivo de la oración no es
para que sean bendecidos, sino para que sean guiados en sus gestiones, con
tal de que el pueblo viva quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
En tiempos de crisis, es cuando se precisa orar por un despertar espiritual
global. Jeremías transmitió a los israelitas cuando eran esclavos en Babilonia
una palabra transcendental: “procurad la paz de la ciudad a la cual os hice
transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros
paz” (Jer 29:7). En lugar de quedarnos en un punto muerto, esperando a que
cambien las circunstancias, debemos empezar a sembrar en otros lo que a
nosotros nos gustaría recibir. Martha Washington escribió: “Me he propuesto
estar contenta y animada en cualquier situación. He aprendido que lo que
más influye para sentirse feliz o desgraciado es la actitud, y no las
circunstancias externas. Así que, esos momentos de desgracia y turbación,
lejos de traernos maldición más bien nos traen beneficios porque:
1. Nos ayuda a acercarnos a Dios (2Cr 15:4; 2Cr 20:9).
2. Hace que toda persona se acuerde Dios y clame a él (Neh 9:27)
3. Produce paciencia (Rom 5:3)
4. Produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria (2 Co 4:17)
5. Nos sirven de experiencia para que luego podamos consolar a otros
que estén pasando por tribulación (2 Cor 1:40
6. Hace que aquellos que nos aman en el Señor se gloríen por nosotros,
una vez soportada la tentación (2 Ts 1:4)
7. Nos ayuda a entender cómo Dios nos ve (Sal 17:3).
8. Son Ordenados nuestros pasos (Salm 37:23)
9. Nos da garantía para el ministerio (1Ti 3:10)
10. Nos produce esperanza (Rom 5:4)
11. Nos produce paciencia (Stg 1:3)
12. Nos hará merecedores de la Corona de la Vida (Stg 1:12).
Capítulo 4.
Algunos supuestos que han traído
confusiones entre creyentes
En el capítulo 2 se estudió que no se puede confundir la Soberanía con la
Voluntad. Aunque siempre que se habla de la Voluntad de Dios está implícita
en ella su soberanía, en sentido opuesto, toda vez que se pone de manifiesto
la Soberanía de Dios, no necesariamente implica que haya sido su voluntad.
Y esto se puede ver reflejado algunos sucesos que marcaron el rumbo de la
humanidad, y dejaron grandes enseñanzas para vivir. Cada uno de estos ha
generado diversidad de criterios y enseñanzas en muchas iglesias, por lo que
me he propuesto examinar algunos de los supuestos más problemáticos.
Adán y Eva cayeron porque Dios los había predestinado a caer (Gn 3:6-7)
Cuando leemos el primer capítulo de Génesis notamos que en toda la
narración se recalcan las mismas palabras “vio Dios que era bueno” (Gn 1:4,
10, 12, 18, 21, 25). En cambio, al leer el capítulo 3 del Génesis a primera
vista, parece que Dios se había asombrado de lo ocurrido, pero la verdad es
otra. Dios estaba al corriente de todo lo que podía ser usado por el hombre
como justificación de su caída (la luz, la tierra, la alimentación vegetal y
animal, y los astros), sin embargo, según el criterio del Creador eran buenos,
tanto en su forma como en utilidad. No había un solo margen de error, así que
hasta el hombre era incluido en esa lista de las cosas buenas que Dios había
hecho, a tal punto que el escritor concluyó su narración con la siguiente
afirmación: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en
gran manera” (Gn 1:31). No era voluntad de Dios que el hombre
desobedeciera, ni tampoco le tendió una trampa al hombre. Dios le mostró a
Adán lo que era bueno y lo que podía provocar la muerte. Así que ni el árbol,
ni la fruta, ni el hombre eran defectuosos. Todo giraba en las decisiones, las
cuales ni Adán ni Eva supieron honrar. Por tanto, como lo observa Cevallos:

El pecado del hombre estorbó el plan de Dios, e impidió que el “cielo”


(el orden espiritual donde Dios mora) sea lo que Dios quiere. El sacrificio
de Cristo purifica al hombre, un ser espiritual, y restablece el
compañerismo celestial entre Dios y sus criaturas. Así restaura el estado
original de las cosas celestiales.[36]

Aún Moisés, cuando escribió inspiradamente el capítulo 3 de Génesis


reveló que Dios nunca deseó la caída del hombre sino su bienestar, más el
hombre de su propia voluntad decidió obedecer los deseos de su carne, y cuál
fue el efecto de esa desobediencia, bueno, según Deuteronomio 28:15-55) la
lista es bien larga. El solo hecho de que Dios le advirtiera a Adán lo que iba a
venir, es la prueba más concluyente de que Dios no le tendió una trampa, ni
deseaba su caída, pero, aun conociendo de antemano lo que sucedería,
prefirió respetar la decisión de Adán.
El gran Diluvio Dios lo envió porque ya no amaba a los seres humanos.
En el relato de Génesis seis leemos que la maldad de los hombres se
había multiplicado en la tierra (Gn 6:5). Pero aunque la mayoría de las
versiones de la Biblia que poseemos actualmente dicen que Dios se arrepintió
de haber creado al hombre, a analizar profundamente el pasaje encontramos
que el sentido de las palabras de Moisés era otro. El verbo hebreo usado fue
‫( ִיּ ָנֶּחם‬yinnaem) , que también significa: “Cambiar de parecer”. Así que el
texto debe interpretarse mejor como que Dios no se contentó con el camino
que habían escogido los hombres. Así que aunque deseó raer de toda la tierra
a los seres humanos (v. 7), vio que no todos debían pagar. Noé, había
atrapado la atención de Dios (v. 8), y movido por su amor ordenó a la
construcción de un gran barco, no para que Noé se salvara, sino para que
muchos alcanzaran la Gracia de Dios, incluyendo los animales. Pero era tanta
la corrupción que hasta los descendientes de Adán se habían corrompido (Gn
6:2), casándose con la depravada descendencia de Caín, que libre y
voluntariamente rechazaron la oferta de Dios por medio de Noé, y solo 8
personas entraron en el Arca (2 Pedro 2:5). Aunque el diluvio fue el
instrumento de juicio de Dios contra la civilización corrupta y violenta,
también fue la manifestación de Amor de Dios, que salvó a Noé y su familia,
para sí preservar la humanidad (1 Pedro 3:20). Dios conocía que el Diluvio
no acabaría con la naturaleza perversa del hombre, pero por lo menos serviría
de lección de que con Dios no se juega sucio.
Era la voluntad de Dios que el justo Job sufriera
Job es el reflejo de muchos de nosotros, que aun sirviendo a Dios, y
siendo fieles a él, nos acontecen cosas terribles. No existe un solo hijo del
Altísimo que no haya experimentado la soledad, el dolor, la enfermedad, el
rechazo, la pobreza, o la escasez. Algunos como los amigos de Job tienden a
juzgar la causa como parte de algún juicio de Dios, otros hasta llegan a
conformarse con la idea de que es parte de la prueba de Dios para
purificarnos. Sin embargo, la narración del primer capítulo del libro de Job se
nos revela mucha información:
Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre
los cuales vino también Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde
vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de
andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo
Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová,
dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él
y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado
bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero
extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema
contra ti en tu misma presencia. Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo
que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió
Satanás de delante de Jehová. (Job 1:6-12).

Lo primero que vemos que las calamidades de Job no procedieron de la


iniciativa de Dios, sino que fue Satanás el autor, y de hecho, e consumador
de tan terrible tormento. Lo segundo que vemos es que Dios conocía las
intenciones perversas de Satán, pero también conocía la calidad e integridad
de Job. Así que Dios en su soberanía permite a satanás que tentara a Job,
aunque no era voluntad verlo sufrir. Así que al leer todo el libro llegamos a
una conclusión: (a) Dios no desea nuestro mal, sino que efectúa defensa (Job
1:8; 2:3); (b) Satanás es el acusador de los hijos de Dios (Job 1:9; 2:4; Ap
12:10); (c) Cuando algo nos sucede sin duda es obra del diablo; (d) Dios lo
permite porque nos conoce, y sabe que podemos soportarlo, aunque sea muy
doloroso. Por eso, cada vez que un creyente decide confiar en Dios, pese a
las circunstancias, el diablo huye humillado (Stg 4:7). Igual que Job, otros
también sufrieron por enfermedades (2 R 13:14), escases (1 R 17:9-12),
persecución (Sal 119:157). Algunos profetas hasta maldijeron el día en que
nacieron (Jer 20:14). Hasta los apóstoles también sufrieron penalidades (2 Cr
12:10; Gál 5:11; 2 Tim 3:11), pero estaban conscientes de que era mejor
padecer haciendo el bien, que haciendo el mal (1 P 3:17; 4:19)
Dios disfruta ver a sus hijos sufrir, por lo menos así lo mostró en Cristo
Aunque al lector le parezca absurdo, la verdad es que para algunas
personas Dios disfruta viendo a sus hijos padeciendo por él. Otros, un poco
más espirituales sostienen que Dios manda calamidades a sus hijos para
santificarlos y purificarlos. Sin embargo tales fundamentos no hayan apoyo
en la Palabra der Dios. Ni aún el Salmista cuando declaró: “Estimada es a
los ojos de Jehová la muerte de sus santos” (Sal. 116:15) quiso decir eso,
sino que cuando David expresó esas palabras lo que estaba declarando era
que Dios recompensa la muerte de sus hijos. Así que cuando vemos a Jesús
en la Cruz, Dios en su condición de Padre estaba destrozado, pero Jesús,
había escogido en su propia voluntad ofrecerse como ofrenda (Is. 6:8 c.f Filp.
2:6). Cevallos caracteriza el sacrificio de Cristo como:
…un solo sacrificio, perfecto y espiritual, que proveyó el perdón y la
purificación completos; por tanto no se repite. El que ofrece sangre ajena
puede repetir el sacrificio, pero el que se ofrece a sí mismo no tiene más
que sacrificar.[37]

Dios no quiso que Adán le deshonrara con desobediencia, pero como en


su Omnisciencia sabía que eso acontecería, en su Soberanía decidió
voluntariamente ofrecer a su Hijo en rescate de la humanidad (Mr 10:45; 1 Ti
2:6). Para que de esta forma cada uno de nosotros fuera justificado delante de
su presencia. Así que cuando en la Biblia leemos que Dios entregó a su Hijo
(Jn. 3:16-17 c.p Ro. 8:32), estaba declarando que Dios no se negó en entregar
a su Hijo, porque éste, había decidido entregarse voluntariamente. Según
Kistemaker, es incuestionable el hecho de que la Escritura enseña
repetidamente que la ofrenda del sacrificio [de Cristo] fue completada en la
tierra; en su capacidad de sumo sacerdote, Cristo entró en ‘el tabernáculo
mayor y más perfecto’ del cielo, o sea, ante la presencia de Dios.[38]
CONCLUSIONES
Indiscutiblemente cada vicisitud que tengamos que afrontar tiene un
gran propósito. Jesús declaró que por causa a estas seríamos llamados
bienaventurados[39], y según el apóstol Pablo tenemos el Tesoro del Espíritu
Santo en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no
de nosotros. Ahora bien, una cosa si debemos tener presente que:
I. Aunque estemos atribulados en todo, eso no indica que debemos de estar
angustiados.
II. Aunque en muchas ocasiones estemos en apuros, eso no quiere decir que
debemos de estar desesperados.
III. Aunque seamos perseguidos no significa que estamos desamparados.
IV. Aunque por causa de las pruebas estemos derribados emocionalmente,
eso no indica que estemos destruidos.

Debemos saber que una vez que seamos pasados por el fuego nuestra
vida no será nunca más la misma. De esto hay muchas pruebas en la Palabra
de Dios:
1. Abraham fue probado en su obediencia a Dios, y por vencer la
prueba fue hecho e Padre de la Fe. (Heb 11:17-18)
2. Moisés después de haber vivido en la gloria del faraón fue llevado
al polvo, siendo hecho pastor de ovejas, que ni siquiera eran suyas
(Ex 3:1), esta prueba hizo de Moisés el hombre más manso de toda
la tierra (Nm 12:3).
3. David tuvo que enfrentarse a feroces bestias, a pesar de su pequeño
tamaño y fuerza (1 Sam 17:34-36), esa prueba le dio la plena
confianza de que Dios lo libraría de cualquier otro obstáculo (1 Sam
17:37).
4. Job atravesó la prueba más grande pueda sobrevenirse a un ser
humano, la muerte de sus hijos, la traición de su esposa, la pobreza
extrema, la enfermedad. Sin embargo al soportarla pudo comprender
su real condición, al punto que exclamó. “Por tanto, yo hablaba lo
que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo
no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me
enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por
tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 24: 3-
6). Por lo que adquirió todo lo que había perdido, más la dicha de
haberse conocido tal cual era y a Dios.

En fin son incontables los ejemplos que pudieran citarse que apoyarían
el propósito de estos momentos a nuestras vidas. Nunca podremos evitar que
las dudas vengan a nuestra mente, y que nuestra fe en ciertas ocasiones se
vea amenazada por determinadas circunstancias. Pero si podremos evitar que
se aniden en nuestra mente, y hagan su habitación en nuestro corazón.
Llevamos en nuestros cuerpos la muerte de Cristo, para que también la vida
de Jesús se manifieste, y esta sea visible a todos los hombres. Por lo tanto
cada día

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para


alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Heb
4:16)
BIBLIOGRAFÍA
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Makarismos (μακαρισμό ̓͂ ). Indica una adscripción de bendición más que un estado, de ahí
el concepto de tres veces felices, o una felicidad triple. El hecho de que se conceptualice como una
felicidad triple, no indica que sea corta en cuanto a duración, ni pequeña en cuanto a beneficio, más
bien esta felicidad triple lo que indica que es una felicidad sin límites.

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