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INTRODUCCION

En este trabajo podremos ver algunos puntos importantes acerca de Hombre y el


pecado. Y es que imprescindible que podamos conocer muy bien acerca de este tema
ya que nos permitirá seguir estudiando con eficacia este curso de Doctrina.
A continuación, veremos de una manera estructurada y analizando varios puntos
acerca del Hombre natural y como fue dándose en las postreras generaciones su
comportamiento espiritual, social, emocional y también físico.
“Dejemos que la Biblia, toda la Biblia y nada mas que la Biblia sea la regla de nuestra
fe y practica” J.C. Ryle es una frase que nos hace reflexionar y aunque no es de un
personaje que viene de nuestra denominación lo que propuso es interesante y digno
de ser tomado en cuenta.
Espero que en este trabajo podamos llegar a entender lo importante que ha sido leerlo
y ponerlo en practica ya que ha sido sacado de la Biblia como fuente principal y de
apoyada por diversos autores teólogos que han hecho una investigación exhaustiva
del tema.

EL HOMBRE Y EL PECADO
El ser humano siempre mantuvo la imagen de Dios, pero por su pecado algunas de
sus características primitivas se perdieron por causa del pecado y es que cada vez los
hombres han ido buscando más y más la perversión,(Ec 7:29, RVR 1960). Ahora es
importante que entendamos que todavía seguimos teniendo la imagen de Dios, pero
con muchas limitaciones por causa del pecado y no como lo éramos al principio
cuando la Biblia dice que Dios vio que todo lo creado era bueno (Gn 1:31). La
verdadera naturaleza del hombre no la podremos ver hasta que nos presentemos
delante de Dios con un cuerpo glorificado gracias al sacrificio de nuestro Señor
Jesucristo quien llevo todas nuestras faltas y nos hace santos delante de nuestro
Creador. Por lo tanto, al principio cuando Dios creo al hombre no quería que este fuera
una marioneta, sino que el tuviera la libertad de tomar sus propias decisiones y
haciendo lo correcto glorificar a su creador, por eso se creo el huerto del Edén y todo
lo que él había, pero no fue así como resulto todo ya que el hombre al ser tentado
tomo una mala decisión que le causaría consecuencias hasta nuestros tiempos a lo
largo de las diferentes generaciones. El diablo, a través de la serpiente, señaló la
alternativa: "Vosotros seréis como Dios", induciendo a la criatura a "endiosarse", lo
que llegó a significar, de hecho, la sujeción a las potencias satánicas. La rebeldía
separó al hombre de la vida de Dios, y eso trajo como consecuencia inevitable toda la
secuela de males que han surgido de esta falsificación de la naturaleza, desarrollo y
destino del hombre.

EL PECADO EN LA CREACION
Nuestro Señor, en una declaración directa, dijo que solamente Dios es bueno y que
ningún humano lo es (Mateo 19:17). El declaró que Sus discípulos escogidos eran
malos (Lucas 11:13), aunque reconoció que ellos podían hacer cosas buenas. El
pecado separa a las personas de Dios, y todos somos pecadores.

ALGUNAS CONSECUENCIAS DEL PECADO


A. Afecta el destino
El pecado causa que las personas se pierdan (Mateo 18:11; Lucas 15:4, 8, 24). A
menos que sean perdonadas las hace
perecer (Juan 3:16); las trae a juicio (Lucas 12:20).
B. Afecta la voluntad
El Señor dijo claramente que los fariseos eran esclavos de los deseos del diablo (Juan
8:44). Cuando anunció Su misión en la sinagoga de Nazaret, indicó que una de las
cosas que El vino a hacer era librar a los cautivos (Lucas 4:18), aparentemente una
referencia a aquellos que estaban cautivos espiritualmente, puesto que el Señor no
efectuó la liberación de los que estaban encarcelados.
C. Afecta al cuerpo
Por supuesto, no toda enfe1rmedad es resultado del pecado (Juan 9:3), pero algunas
evidentemente lo son. Nuestro Señor indica esto en el caso del hombre que fue
sanado en el estanque de Betesda (5:14). Note también Mateo 8:17.
D. Afecta a otros
Los pecados de los escribas afectaron a las viudas y a otros que siguieron sus
tradiciones (Lucas 20:46–47). El pecado del hijo pródigo claramente afectó a su padre
(15:20). Además, los pecados contra los cuales se advierte en el Sermón del Monte
todos afectan a otros. Nadie puede pecar en aislamiento total.

LA CAIDA DEL HOMBRE


Un pasaje de importancia fundamental se halla en (Ef 2:1-3), y otro en (Ef 4:17-5:14).
La victoria que el diablo consiguió al separar al hombre de la voluntad de Dios le dio
ocasión de establecer, sobre la base de una sociedad de hombres caídos, su propio
sistema, que el apóstol Juan llama "el mundo" en sentido peyorativo (1 Jn 2:12-17). El
"mundo" de (Jn 3:16) es el de los hombres, objetos del amor de Dios. Por dentro de
cada hombre caído se halla la "carne", en su sentido malo, cuyas nefastas obras se
describen en (Ga 5:19-21), declarando Pablo que son incompatibles con el Reino de
Dios. Todas las asombrosas facultades del hombre, como "imagen" de su Creador, se
hallan afectadas por el pecado, que puede definirse como todo movimiento de la
voluntad del hombre en contra de la de Dios, sea consciente o inconsciente. Al seguir
las sugerencias satánicas, el hombre, en este aspecto moral de su ser, llegó a ser
"hijo" del diablo, como enfatiza el mismo Señor: "Vosotros sois hijos de vuestro padre
el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir" (Jn 8:44). ¿Qué pasa con la
voluntad del hombre, que hemos apreciado como elemento esencial de su
personalidad? Algunos teólogos, dando un sentido muy literal a la declaración de
Pablo, "muertos en vuestras delitos y pecados" (Ef 2:1,5), niegan el "libre albedrío" del
hombre caído, afirmando que ni siquiera es capaz de aceptar la oferta del Evangelio si
Dios no le "regenera" antes por una acción soberana, ajena a la voluntad meramente
humana. Otra escuela concede gran importancia al esfuerzo humano al colaborar con
la gracia de Dios. Los pasajes mencionados han de leerse a la luz de toda la Biblia,
que ilustra con abundantes ejemplos el caso de hombres que se someten a Dios y
reciben su bendición, destacando el de otros que, manteniéndose como "hijos de
desobediencia", rechazan las ofertas de gracia, quedando bajo la condenación que
merece su rebeldía. Dentro de esta perspectiva amplia, y tomando en cuenta
seriamente todas las declaraciones bíblicas en su contexto, parece justificada la
siguiente conclusión: a) El hombre caído carece totalmente de poder para salvarse a sí
mismo, siendo "muertas" todas sus obras a causa de la tacha del pecado que las afea,
aun las religiosas y las que son muy aceptables en la sociedad humana. b) Sin
embargo, la cruz es un "hecho eterno", determinado por Dios antes de los siglos, de
modo que, estando satisfecha su justicia, pone su gracia a la disposición de todos los
hombres, llamándoles a sí mismo, y haciendo posible que acudan al llamamiento. c) El
arrepentimiento y la fe no son obras meritorias humanas, sino la manifestación de la
debida postura que el hombre ha de adoptar al oír el Evangelio. El hombre sumiso
reconoce su culpabilidad y su debilidad, lo que le lleva a "invocar el Nombre del Señor"
y "todo aquel que invocare el Nombre del Señor será salvo" (Ro 10:13).

EL PECADO EN SI
El concepto bíblico del pecado viene de un estudio de las palabras usadas en ambos
Testamentos para definir el pecado. Los términos son numerosos, en comparación con
las palabras para denotar la gracia en la Biblia. Solamente se necesitan tres palabras
para expresar la gracia (chen y chesed en el Antiguo Testamento y charisen el Nuevo).
Por el contrario, hay por lo menos ocho palabras básicas para designar el pecado en
el Antiguo Testamento y una docena en el Nuevo. Juntas proveen los conceptos
básicos que la doctrina abarca.
EL PECADO PERSONAL
De nuevo nos enfrentamos con un término teológico que se basa en (Ro 3:10-18), y
pasajes parecidos, que manifiestan que "no hay justo, ni aun uno", señalando el efecto
del pecado en todas las partes del ser humano. El término puede aceptarse con tal de
que se entienda bien: a) No quiere decir que todos los hombres hayan llegado al límite
extremo de la manifestación del pecado y de la perversidad, pues si fuera así la
sociedad humana sería un infierno, destruyéndose a sí misma como tal. Hay muchas
obras que son muy aceptables entre los hombres, como reconoció Cristo al decir: "Si
vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos ¿cuánto más
vuestro Padre?" (Mt 7:11). El Maestro señaló el "pecado original", pero aun así
esperaba "buenas dádivas", es decir, buenas obras entre los hombres. En este sentido
es posible hacer referencia a una persona inconversa diciendo: "Es una buena
persona, que hace favores cuando puede". b) La depravación total quiere decir que
aun las buenas obras de los hombres llevan la mancha del pecado y por eso no
pueden ser aceptables como "meritorias" delante de Dios; "No por obras, para que
nadie se gloríe". c) Señala también la terrible verdad de que existe el germen de todo
pecado en el corazón de todo ser humano. Al mencionar los peores crímenes y
perversidades que prevalecen en sectores depravados, señalamos algo que,
potencialmente, existe en nuestro propio corazón, ya que constituyen el nefasto fruto
de la carne que se halla en todos los individuos de la raza caída. La gran variedad que
existe en la crianza y en las circunstancias de cada cual disimula mucho este hecho,
pero no debiéramos olvidarlo jamás, ya que nos libramos de las peores consecuencias
de la Caída sólo por la gracia de Dios.

EL PECADO ORIGINAL
Las enseñanzas de (Ro 5:12-21) enfocan luz sobre dos personajes: Adán, en quien se
hallaba toda la raza cuando pecó; y Cristo, como Hijo del Hombre, quien como
perfecto Representante de la raza, llevó a cabo la obra de la redención. Por su
desobediencia Adán arrastró todos sus descendientes a un estado de pecado y de
condenación, pues "todos pecaron" (en él) (Ro 5:12). Cristo (el Creador) al encarnarse
recabó "para sí" la "humanidad", y al expiar el pecado, elevó la raza potencialmente en
su Persona, haciendo posible la salvación de todos. El pecado original es un término
teológico que podemos aceptar en el sentido de que toda la raza cayó en Adán, de
modo que los seres que nacen se hallan en un estado de pecado: algo que se
manifiesta luego en actos voluntarios de pecado, sin excepción alguna aparte del
Señor Jesucristo. Fundamentalmente, pues, pecamos porque somos pecadores y no
llegamos a ser pecadores por el hecho de pecar, bien que lo segundo surge de lo
primero. Pero nadie puede quejarse por estar envuelto en la condenación a causa del
pecado de Adán, puesto que el "Postrer Adán" llevó la sentencia de la ley y vivificó la
raza por su Resurrección. Pero la consideración de la responsabilidad moral de cada
ser humano excluye el "universalismo", que enseña que todos los hombres serán
salvos automáticamente por la obra de Cristo. Como un ser moralmente responsable,
cada hombre ha de relacionarse con Cristo por medio de la sumisión y la fe, uniéndose
así con el segundo Cabeza de la raza, asegurando su participación personal en la
obra que, potencialmente, abarca a todos. Los actos voluntarios de pecado surgen de
la raíz del pecado original.

LA CULPA DEL HOMBRE


El pecado heredado es aquel estado pecaminoso con el cual nacen todos los
humanos. Los teólogos han usado varias clasificaciones para describir este concepto.
1. Algunos le llaman, como el título de este capítulo, pecado heredado. Esto enfatiza
la verdad de que todas las personas heredan este estado pecaminoso de sus padres,
y los padres de los de ellos, hasta llegar a Adán y Eva.
2. Otros le llaman la naturaleza pecaminosa, lo cual enfoca el hecho de que el pecado
ha corrompido nuestra naturaleza entera. El término “naturaleza pecaminosa” provee
un claro contraste entre esa naturaleza radical y sus frutos (los cuales son hechos
particulares del pecado).
3. Aun otros prefieren el término pecado original, porque el pecado original de Adán
produjo esa corrupción de la naturaleza que fue transmitida por herencia a cada
sucesiva generación.

CONCLUSION:

 El ser humano ha sido creado a imagen de Dios y esto quiere decir que no es
necesario pensar en rasgo físicos o visibles sino mas bien en los atributos
trasmisibles de parte de Dios. Pero tampoco podemos olvidar que el pecado es
el principal motivo por el que ya no mantenemos en su totalidad esta
semejanza que hubo al inicio de todo sin embargo Dios tiene algo preparado
para cada ser humano que se somete a su voluntad y le pide que lo salve de la
condenación eterna.
 Por consiguiente, podemos entender también que el pecado a Dios no le
agrada y trae consecuencias a todo aquel que anda en rebeldía contra el y no
solo a él sino también a todo lo que le rodea(la naturaleza). Atreves de la Biblia
podemos ver como es narrada la secuencia que hay por causa del pecado y
por la desesperación del mismo por obtener la redención de su pecado
cayendo mas y mas en un profundo abismo sin encontrar solución al morir sin
haber pedido una segunda oportunidad a Dios y pedir que lo salve.
 El pecado original del ser humano es haber abusado de la confianza que Dios
deposito en el desde el comienzo y tomar malas decisiones a partir de ese
momento, hoy en día Dios se encuentra esperando que el ser humano acuda a
el por ayuda y que le permita ayudar y deje de andar en rebeldía.

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