Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- Typhlopidae
- Leptotyphlopidae
- Aniliidae
- Boidae
- Viperidae
- Elapidae
Los miembros de estas familias son ofidios muy primitivos, con aspecto de lombrices y
pequeño tamaño. Tienen hábitos subterráneos y son totalmente inofensivos al ser humano.
Otro carácter importante es que la escama ocular les cubre casi la totalidad del ojo, lo cual
les reduce la visibilidad; es por este factor que se han ganado el nombre de cieguitas.
Características:
En su mayoría los miembros de esta familia son ofidios de pequeño tamaño, inofensivos al
hombre, de hábitos minadores, con cola corta y cilíndrica. Los ojos están ocultos bajo la
escama ocular; poseen hocico romo y anillos transversales de colores que cubren solamente
el dorso; esta última característica ha originado que muchas veces la confundan con las
corales (Familia Elapidae).
- Características:
La familia Colubridae abarca más del 90% de las especies existentes en Venezuela.
Sus coloraciones, dimensiones y hábitos tienen una amplia variedad. Poseen grandes
escamas cefálicas, ojos grandes y abultados. La cola de las colubridae se va estrechando
progresivamente a partir del orificio anal; es prensil y no poseen fosas termorreceptoras. La
mayoría de las especies son Aglifa; también se encuentran algunos géneros con dentición
opistoglifa.
- Características:
Géneros Destacables
Genero Especie Dentición Nombre Vulgar
Chironius Carinatus Aglifa Verde Gallo
Erythrolamprus Bizona Aglifa Falsa Coral
Philodryas Viridissimus Opistoglifa Culebra Lora
Clelia Clelia Aglifa Culebra Ratonera o
Tuqui
Leimadophis Melanotus Aglifa Reinita Amarilla
Thamnodynastes Strigilis Opistoglita
FAMILIA: Boidae
Características:
Cabeza: triangular
Ojos: pequeños con pupila vertical
Piel: brillante, escamacion mosaicada
Denticion: Aglifa; dientes grandes y potentes
FAMILIA: Viperidae
Características:
Es de vital importancia reconocer los géneros pertenecientes a esta familia, ya que existen
marcadas diferencias entre ellos en lo relativo a modo de acción de la ponzoña; debido a
esto su tratamiento, ya sea de primeros auxilios o sintomático, varía dependiendo del
género que provocó el accidente.
Son serpientes ponzoñosas poco agresivas representadas en Venezuela por las llamadas
Corales. Su principal característica es que poseen dos pequeños colmillos fijos, colocados
en la parte anterior del maxilar superior (dentadura proteroglifa). Carecen de fosas
termorreceptoras.
Las corales poseen llamativos anillos transversales de variados colores: rojos negros y
blancos que cubren tanto el dorso como el vientre.
Características:
Sus hábitos alimenticios son muy específicos; incluso existe un grupo, el de las serpientes
conocidas como caracoleras, que se especializan en alimentarse solamente de moluscos
terrestres. También encontramos otros grupos con una gama alimenticia más amplia, tal es
el caso de algunas mapanares que se alimentan de mamíferos: lagartos, ranas, aves,
invertebrados, inclusive de otras serpientes (en ciertas ocasiones). Igualmente, existen
especies de ofidios los cuales, se alimentarse otras serpientes casi exclusivamente. Este es,
precisamente, el caso de la Clelia sp. (especie ofiófaga) conocida popularmente en
Venezuela como tuquí o ratonera negra y del Drymarchon sp. llamada comúnmente
serpiente raboamarillo y rabonegro.
Las serpientes son depredadores topes en la cadena alimenticia; se destacan por ser
eficientes cazadores que emboscan y eliminan a sus presas valiéndose de diferentes formas
o métodos. Las grandes boas, por ejemplo, matan a sus víctimas enrollándolas entre sus
poderosos anillos, causándoles una asfixia mecánica; este mismo método lo utilizan un
grupo de Colúbridos (serpientes cazadoras). Otro grupo de Colúbridos, con dentadura
opistoglifa, eliminan a sus presas a través de su veneno. En cuanto a las especies con
dentadura aglifa (sin colmillo inoculador de veneno) sujetan a sus cazas, tragándoselas
vivas en ciertas ocasiones. Los ofidios de la familia Viperidae y Elapidae eliminan a sus
víctimas con una mordida, inoculándoles su potente veneno.
Las serpientes son organismos muy bien adaptados, ocupando casi todos los nichos
ecológicos existentes. Ellas pueden ser encontradas en los árboles (especies arbóreas),
sobre la tierra (especies terrestres), bajo la tierra (especies hipogeas) y en el agua (especies
acuáticas). Asimismo, las serpientes poseen hábitos diurnos o nocturnos, aunque la gran
parte de las especies en Venezuela son de hábitos crepusculares.
Reproducción:
Los ofidios en general se reproducen una vez al año. La hembra tiene un período de celo
que puede abarcar entre dos y cinco meses . En el particular caso venezolano, dicha etapa
suele presentarse entre los meses de septiembre a enero, dependiendo de la especie.
Algunas serpientes son ovíparas y otras son vivíparas u ovovivíparas; es decir, paren a sus
crías en una membrana o pseudoplacenta. El tiempo comprendido entre el momento de la
cópula, la puesta del huevo y su eclosión, es de unos seis meses aproximadamente, en el
caso de las especies ovíparas. Suele pasar un período que abarca desde dos meses y medio
hasta tres meses y medio, para el caso de las especies ovíparas. Las vivíparas, también
tienen lapsos reproductivos similares.
Serpientes venenosas:
Estas áreas, ya de por sí, son una referencia en cuanto a la distribución geográfica de
algunas especies, debido a que las condiciones ecológicas de cada región son particulares y,
en algunos casos, únicas. Otra característica importante para ubicar tipos de serpientes,
tanto en diversidad como en cantidad, son los pisos o distribución altitudinal. Por ser
organismos ectodermos, su presencia es menos frecuente en las tierras altas, donde las
temperaturas suelen ser bajas. Mientras que en las tierras de menor altitud, por ser regiones
cálidas, su frecuencia, diversidad y abundancia se incrementan. Las serpientes venenosas
son más frecuentes en este tipo de territorio, especialmente por debajo de los 1000 metros
de altura sobre el nivel del mar. En esas áreas se encuentran los géneros Crotalus,
Porthidium, Bothrops, y con menor frecuencia algunas especies de los géneros Bothriopsis
y Micrurus. En las tierras altas, es decir, por encima de los 1000 metros, se encuentran los
géneros Bothriechis, Bothtiopsis, Bothrops y Micrurus y con menor frecuencia, algunas
especies del género Crotalus.
Debemos intentar reconocer las especies venenosas, evitar los encuentros con ellas y, en
todo caso, cederles el paso cuando estemos en el campo; al fin y al cabo ése es su hogar y
son los seres humanos quienes lo invaden; de esta manera, ninguna de las partes saldrá
afectada.
Tomando como ejemplo la potencia del veneno, las corales venenosas serían las más
peligrosas. Pero ocurre que la mayoría de ellas son poco agresivas, de mayoría de ellas son
poco agresivas, de boca muy pequeña, huidizas y es por ello que los accidentes provocados
por esta familia son muy raros. Los pocos casos (Pifano et al, 1986) fueron mordidos al
manipular la culebra, jugando con ella, por considerarla inofensiva.
Por la actividad del veneno, las cascabeles deberían estar en segundo lugar. En Brasil y
Venezuela, la mortalidad por la mordedura de estas serpientes es muy elevada, cerca del
72% ,sin tratamiento y alrededor del 10% aún con dosificación de suero antiofídico
polivalente. Afortunadamente, los accidentes no son tan frecuentes, por su agresividad
menor que los Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis y Porthidium y el ruido que hacen, con el
crepitaculum corneo (cascabel), “formado por anillos de queratina que son huecos y se
unen entre sí” que alerta de su presencia.
En Vzla., el mayor número de accidentes es causado por serpientes del género Bothrops,
Bothriechis, Bothriopsis y Porthidium, mapanares y tigras mariposas, con un porcentaje
alrededor del 80%. Estas serpientes tienen un veneno menos potente que los Micrurus y
Crotalus. La mortalidad para los casos sin tratamiento no es tan elevada, llegando al 8% en
hospitales de Brasil y 0.7% de los tratados. En Venezuela, a pesar del subregistro, las cifras
parecen coincidir con esos números.
Las serpientes del género Lachesis, (cuaima concha de piña) son probablemente las
serpientes venenosas más grandes del mundo. Su mordedura generalmente es desgarrante,
tal como una mordedura canina; las cantidades de veneno que inocula son altas, pero
afortunadamente de baja potencia. Su importancia médica es relativa, desde el punto de
vista epidemiológico, ya que los accidentes son bastante raros y sólo ocurren en medio de la
floresta tropical húmeda profunda. En cuanto a agresividad, el comportamiento es
esquematizado así: Bothrops, Bothriechis, Bothriopsis, Porthidium, Crotalus, Lachesis y
Micrurus.
Elapidae: no poseen foseta loreal. Son serpientes de difícil identificación, las cuales se
caracterizan por presentar varios colores dispuestos en forma de anillos alternos donde
predominan el rojo, el negro y/o amarillo. La mejor manera de identificar a las corales
venenosas, es verificando la presencia de colmillos inoculadores de venenos a nivel de la
segunda escama supralabial en el maxilar superior, los cuales son pequeños y no retráctiles.
Viperidae: SI poseen foseta loreal, son serpientes de colores opacos. Presentan un par de
colmillos retráctiles, inoculadores de veneno, hacia la parte anterior del maxilar.
Género Foseta Loreal Cola
Presente Lisa
Bothrops (Mapanare),
Bothriechis, Bothriopsis y
Porthidium.
Crotalus (Cascabel)
Presente Erizada
Lachesis (Cuaimas)
Cabeza
Pupila
Foseta
loreal
Escamas
cefálicas
Erizada: Lachesis
De las 154 especies de serpientes conocidas que existen en Venezuela, solo cuatro son
venenosas y estas en orden de importancia son las siguientes: