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ALBERTO VÁZQUEZ PAREDES

HARRY POTTER Y EL LIBRO DEL TIEMPO PERDIDO

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NOTA IMPORTANTE: Todos los derechos de publicación de Harry Potter pertenecer a J.K. Rowling, a
Bloomsbury y, en caso de la edición en español, a la editorial Salamandra. Los personajes, lugares, y
demás nombres propios tienen copyright de Warner BROS. Por tanto, bajo ningún concepto puede usarse
este texto con ánimo de lucro. Este texto está escrito y distribuido libremente por mí, basándose en las
novelas de J.K. Rowling, sin otro interés que el de divertirme y divertir a otros.

Alberto Vázquez 2020

HARRY POTTER Y EL LIBRO DEL TIEMPO PERDIDO

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Agradecimientos

“Como todos los actos del universo, la dedicatoria de un libro es un acto mágico.
También cabría definirla como el modo más grato y más sensible de pronunciar
un nombre. Yo pronuncio ahora su nombre, Óscar Paz, por inspirarme a escribir
éste fic en primer lugar y darme permiso hace ya tantos años para escribirlo como
continuación de sus dos excepcionales fics: La Antorcha de La Llama verde y Las
Dos Cámaras, a su vez le doy también gracias a mi vieja amiga fan fiquera Rosa,
por su importante aportación en un momento delicado de mi vida, a mi familia, en
especial a mi madre y a mi hermana, que siempre estuvieron a mi lado,
apoyándome, y finalmente le doy gracias a mis amigos, que nunca me dejaron de
lado cuando no pude quedar con ellos por estar escribiendo: Javier Gómez Rincón
(Vichu), Pedro, Alex, Estela González, Javier Bada, José Martín Soria, Luis
Miguel Calderón, Pedro Malo Lavín.... a todos ellos, Muchas Gracias porque sin
todos ellos éste Fic no sería posible hoy día".

Güen daus

“Cumu toos los autos del universu, la deicatoria d’un bibariucu es un autu májicu.
Tamién si puei difinir cumu el mou más gratu i más sinsibli de prununciar un llamatu.
Yo prununciu abora el su llamatu, Óscar Paz, por anjeármi a escribilu primeramenti y
apurrimi’l premisu jaz añus asgaya pa escribilu cumu derreu de las sus dos prestosas
juellas: La Antorcha de la Llama verde y Las Dos Cámaras, al mesmu tiempu li doi el
güen dau a la mi viejona collazona Rosa Morrone, pola su emportanti aportación
seyencu n’un momentu delicáu de la mi vida. A la mi familia, en concreutu a la mi
madri i a la mi hermana, que sempri estuvierun cerca mí, apoyándomi i a la final doi’l
güen dau a los mis collazus, que enjamás dejáronmi cuandu nu pudi acurriar con ellus
por iscrivir: Javier (Vichu), Pedro, Alex, Estela, Javi Bada, José, Luismi…a toos i toas
ellus, ternamenti gúen daosu, porqui ensin toos i toas ellus, esta juella nu sedría pusibli
agüañu.”

ÍNDICE: Pág.

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Capítulo 1: Un merecido descanso ------------------------------------------------------------------- 9-10

Capítulo 2: El regreso a Hogwarts ------------------------------------------------------------------- 10-13

Capítulo 3: { 3.1 En el Callejón Diagón ----------------------------------------------------------- 13


3.2 Clases de Animago -------------------------------------------------------------- 13-16
3.3 Reencuentro con un viejo conocido ---------------------------------------- 16-20

Capítulo 4: En el Expreso de Hogwarts -------------------------------------------------------------- 20-22

Capítulo 5: La Selección ---------------------------------------------------------------------------------- 22-29

Capítulo 6: De nuevo, Clases en Hogwarts --------------------------------------------------------- 30-33

Capítulo 7: El equipo de Quidditch ------------------------------------------------------------------- 34-35

Capítulo 8: Buceando en la Historia ------------------------------------------------------------------- 35-38

Capítulo 9: La Cara Oculta de la Biblioteca --------------------------------------------------------- 38-43

Capítulo 10: Nuevas Ilusiones en la Copa de Quidditch ---------------------------------------- 43-46

Capítulo 11: Indagando en la Cámara ----------------------------------------------------------------- 46-52

Capítulo 12: Relatos en Hogsmeade ------------------------------------------------------------------- 52-56

Capítulo 13: Se Descubre una nueva Profecía ------------------------------------------------------ 56-66

Capítulo 14: Navidades Agitadas ------------------------------------------------------------------------ 66-69

Capítulo 15: Descubriendo el Pasado ------------------------------------------------------------------- 69-79

Capítulo 16: La Leyenda del Grial ------------------------------------------------------------------------ 79-86

Capítulo 17: ¿ Milo Giácomo Rambaldi o, simplemente Rambaldi ? ----------------------- 86-90

Capítulo 18: Historias de Otro Tiempo ----------------------------------------------------------------- 90-99

Capítulo 19: Sir Nicholas tiene la Clave ---------------------------------------------------------------- 99-111

Capítulo 20: Redadas en la Ciudad Santa ------------------------------------------------------------- 111-116

Capítulo 21: Viaje a La Ciudad Perdida ---------------------------------------------------------------- 116-127

Capítulo 22: El Guardían del Libro ----------------------------------------------------------------------- 127-135

Capítulo 23: Conjura en Hogwarts ------------------------------------------------------------------------ 135-146

Capítulo 24: Tras La Pista de Merlín --------------------------------------------------------------------- 146-187

Capítulo 25: Una Aventura en Narnia -------------------------------------------------------------------- 187-195

Capítulo 26: A vueltas con el Pasado --------------------------------------------------------------------- 195-226

Pág

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Capítulo 27: El Reencuentro ---------------------------------------------------------------------------- 227-255

Capítulo 28: Los Trabajaos de Harry ------------------------------------------------------------------ 255-418

Capítulo 29: El Juicio --------------------------------------------------------------------------------------- 418-436

Capítulo 30: Presagios de Guerra ------------------------------------------------------------------------ 436-437

Capítulo 31: Creación del Alto Conciclioentre Mundos Mágicos ----------------------------- 437-439

Capítulo 32: La Gran Batalla ------------------------------------------------------------------------------- 439-444

Capítulo 33: Final y...... ¿ Un Nuevo Comienzo ? -------------------------------------------------- 444-445

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HARRY POTTER Y EL LIBRO DEL TIEMPO
PERDIDO

Capítulo 1: Un merecido descanso

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Era ya tarde, sobre las 21 h. y estaban esperando la llegada del trabajo de tío Vernon para
disponerse a cenar. Ese día, según parecía, había sido muy ajetreado en el trabajo. Harry y su
primo Dudley estaban viendo una serie muggle muy conocida llamada Perdidos. Harry no la
había seguido mucho pero sabía que iba acerca de unos que habían tenido un accidente en un
avión y se encontraban atrapados en una isla en medio del Pacífico o algo así. A Dudley le
encantaba esta serie. Llevaban ya un rato viéndola cuando la puerta se abrió de repente y un
furioso tío Vernon entró por ella muy furioso diciendo:

-- ¡ Esta gente, me tiene harto !

-- ¿ Qué pasa padre ? inquirió Dudley a su padre

--- Nada hijo, problemas con la contabilidad de la empresa; cosas mías, no te preocupes.
---- ¡ Hola tío ! le saludó Harry a su tío Vernon

El tío de Harry ladeó ligeramente la cabeza y miró a Harry durante unos segundos; poco
después se giró hacia la tía de Harry, Petunia, su mujer.

--- ¿ Qué hace él aquí ? ¡ Se suponía que hoy no vendría !


---- Cálmate cariño, ya hemos hablado de esto antes. Él es mi sobrino y el tuyo, aunque te pese
y aunque no me guste tampoco que haga magia debemos aceptarle tal y como es, con sus
virtudes y sus defectos. De todas formas, ¿ ningún vecino se ha dado cuenta de ello en estos
35 años no ? intentaba tranquilizar Petunia a su marido. No te conviene alterarte mucho a tu
edad cariño, recuerda que te jubilas a finales de año.

El tío Vernon gruñó suavemente y no dijo nada; se limitó a asentir con la cabeza .

-- Venga chicos, a cenar, que ya está lista la cena, les dijo entonces Petunia a Dudley y a
Harry.

-- A ver si encuentran a Walt su padre, Sawyer y Jinn ¿ Eh Harry ? le espetó Dudley a su primo
acerca de lo que ocurría en la serie de TV.

Harry, quien había estado escuchando la conversación entre sus dos tíos no oyó bien lo que su
primo le decía y se limitó a asentir con la cabeza. No obstante no comentó nada acerca de lo
que había oído, pues si bien la relación con su “ familia ” había mejorado bastante, no tenía
ganas de discusiones, así que se fue junto con Dudley a la cocina para disponerse a cenar.
La cena transcurrió de forma agradable y sin contratiempos e incluso, tía Petunia le gastó una
broma al tío Vernon respecto a la contabilidad de su empresa. Dudley y Harry conversaban de
forma animada: Harry le estaba contando a su primo la decisión que había tomado para el año
que siguiente. Iba a irse, o más bien a regresar a Hogwarts e iba a solicitar un puesto para ser
el nuevo profesor de Defensa contra las artes Oscuras, si la directora Mc. Gonagall le aceptaba,
claro.

-- ¿ Así que profesor, eh Harry ? le decía burlonamente Dudley a su primo.


-- Sí, es una decisión que he meditado mucho este verano y ya puedo decir que es definitiva.

Harry se encontraba muy contento de poder contarle a Dudley, un miembro de su familia


cosas relativas a él con respecto al Mundo Mágico. Pues si bien en la actualidad los dos
primos se llevaban muy bien, las cosas no siempre habían sido así con su primo Dudley.
Lejos, muy lejos, en realidad casi olvidados quedaban ya para Harry los tiempos en que Dudley
y él ni se hablaban, bien porque Dudley tenía miedo de Harry debido a su condición de mago,
bien por ése rechazo que había existido siempre en la familia hacia la magia, algo absurdo
para Harry. “ Las cosas no habían sido así siempre, ” se decía Harry a sí mismo; sí,
definitivamente no habían sido así siempre.
La situación cambió cuando años después de la caída de Lord Voldemort, su familia
comprendió, en realidad Tía Petunia y Dudley, que Harry no era un peligro para ellos y que
además, siendo familia, Harry no iba a entrar un día por la puerta y les iba a matar con algún
hechizo. Le dejaron de tener miedo, si así podía decirse, y el rechazo se convirtió en cariño y

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confianza; al fin y al cabo Harry era de su familia y como tal sería tratado a partir de ahora,
mal que le pesase al tío Vernon.
Dudley era ahora guardia de seguridad de un Banco Muggle muy importante y estaba
prometido con una joven de 32 años muy guapa llamada Beatriz Reding; a Harry la joven le
caía muy bien y Dudley, Beatriz, él mismo y su mujer, Ginny habían ido muchas veces a cenar
los cuatro juntos a restaurantes del Londres Muggle, a cines y a discotecas juntos
divirtiéndose mucho.
Cuando la cena terminó, Harry se despidió de su tía, su primo y su tío y se marchó de la casa
rumbo a la suya propia, al número 12 de Grimmauld Place. Como el día siguiente iría a
Hogwarts temprano le quedaba más cercana la casa de Grimmauld Place en Londres. Así pues,
mientras caminaba a lo largo de Privet Drive se acercó a la entrada de un garaje, miró a los
dos lados por si alguien le estaba observando y de repente desapareció.
Se apareció unos segundos después en la cocina del número 12 de Grimmauld Place donde
Kreacher le estaba esperando.

--¿ Qué tal le fue en la cena, Harry ? le preguntó el elfo

-- No estuvo mal, le contestó Harry con voz cansada. Puedes retirarte Kreacher, ya guardaré
yo el abrigo.

--- Que duerma bien señor y recuerde que mañana tengo el día libre.
---- Sí, es verdad. Bueno, ya nos veremos pasado mañana en la casa del valle de Godric
entonces. Que descanses Kreacher y gracias.
---- Adiós señor, se despidió el elfo.

Harry y el viejo elfo tenían ahora una relación de afectuosidad pocas veces vista entre un
mago y su elfo doméstico, y es que Harry había llegado a apreciar mucho a su elfo doméstico,
el cual había cambiado mucho su comportamiento debido al buen trato que le dispensaba
Harry, su “ dueño ” y en contraste con el que recibió de su anterior Amo, el difunto padrino
de Harry, Sirius. Atrás quedaba ya la traición hace ya tantos años de éste que eventualmente
supuso la posterior muerte de Sirius; pero todo eso era ya parte del pasado y Harry ya no
pensaba en ello, estaba olvidado.

Harry subió a su habitación, estuvo revisando unos documentos de su oficina de Aurores y se


echó en la cama. El día siguiente sería duro y debía descansar; y poco tiempo después
descansaba profundamente en su cama.

Capítulo 2. El regreso a Hogwarts

La mañana siguiente Harry se despertó pronto, desayunó, hizo su cuarto y se dispuso a irse a
Hogwarts; unos pensamientos le rondaban la mente en esos momentos: “ Vuelvo a Hogwarts
después de tanto tiempo ” se decía a sí mismo. Harry había meditado mucho esa decisión
durante el verano; se encontraba un día en su oficina del centro de aurores y por su cabeza
pasó de repente la idea de volver a Hogwarts… ¿ Y por qué no ? se dijo a sí mismo. Al fin y al
cabo Hogwarts siempre sería como su “ otra casa ” .

Después de tantos años de guerras y persecuciones de magos oscuros el Mundo mágico estaba
ahora en paz y tranquilidad y él, desde su puesto de presidente del Consejo de aurores, puesto
que había alcanzado hace cinco años, llevaba ahora una vida monótona y aburrida en su
oficina. Se encontraba cansado de tanta guerra y decidió que ya era tiempo de tomarse un
descanso así que tomó la decisión de solicitar un puesto como profesor en Hogwarts donde sin
duda alguna podría descansar tranquilo de sus cargos como auror.

Le comentó su decisión a Ginevra, su esposa, más conocida como Ginny Potter, la cual se
mostró encantada con la noticia.

--- Harry, ¿ es eso cierto ? ¿ vuelves a Hogwarts ?

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--- Sí, le contestó Harry, si no fuese así no te lo diría. Además, así podré vigilar a Lily más de
cerca dijo Harry sonriendo mientras miraba a su hija Lily, la cual estaba asomada por entre la
puerta del dormitorio. Lily Luna Potter, que comenzaría a estudiar ése año en Hogwarts era la
única niña que habían tenido él y Ginny, pues tenían otros 2 hijos, niños, Albus Severus
Potter y James Sirius, Albus comenzaría a estudiar el tercer curso en Hogwarts mientras que
James comenzaría el quinto curso en la escuela, estaba muy emocionado porque realizaría los
TIMOS durante éste curso en Hogwarts.
Como Ginny se sentía indispuesta debido a unas fiebres que había contraído, había pedido
permiso en el trabajo esa semana y no podía por ello salir de casa, todos habían decidido que
sería Harry quien acompañaría a Lily unos días más tarde a comprar sus cosas para la escuela
en el callejón Diagón. James acompañaría a Albus, ellos irían solos, por su cuenta.

Harry se olvidó de estas preocupaciones y se dispuso para partir hacia Hogwarts; dio una
vuelta por la casa por si acaso se había dejado algo y acto seguido se apareció fuera de los
terrenos de Hogwarts, junto a la puerta, donde en esos momentos se encontraba el
guardabosques de Hogwarts, su gran amigo Hagrid, el cual le vio.

--- ¡ Harry, qué sorpresa ! dijo Hagrid muy contento, ¿ a qué se debe esta visita ?
--- Bueno… no sé cómo decírtelo… Harry estuvo pensando unos instantes qué era lo que iba a
decirle a su amigo y luego dijo de forma enigmática: Digamos que nos vamos a ver bastante
este año Hagrid.

--- ¿ Y eso ? Hagrid estaba asombrado por la noticia

--- Pues verás, voy a solicitar el puesto de profesor de Defensa Contra las artes oscuras, le dijo
Harry a su amigo

--- ¡ Eso es fantástico Harry ! podremos recordar los viejos tiempos

--- Sí, dijo sonriendo Harry también contento con la perspectiva. Bueno Hagrid, si no te
molesta, tengo un poco de prisa ya que tengo que entrevistarme ahora con la directora Mc.
Gonagall y no creo que le guste esperar

--- ¿ Pero, te está esperando ?

--- No, pero es igual, de todas formas querría hablar con ella lo antes posible

--- Por supuesto Harry, ahora mismo te abro las puertas

--- Ya hablaremos en otro momento Hagrid, me encantaría continuar con la conversación ahora
pero…

--- No te preocupes, lo entiendo. Buena suerte Harry.

Harry se despidió de su amigo y se dirigió hacia el interior del castillo. Una vez dentro del
mismo, en el cual aparentemente no había nadie en esos momentos aparte de Peeves, el
poltergeist del castillo, el cual se divertía en esos momentos portando un cubo de agua y
lanzándolo contra las paredes.
--- Parece que hay cosas que nunca cambian se dijo a sí mismo Harry suspirando.

Harry se encaminó hacia el despacho de la directora con un paso lento; a mitad del pasillo
que conducía a la gárgola de entrada al mismo se encontró con Filch, el viejo conserje.

--- Hombre, señor Potter , cuanto tiempo sin verle por aquí.
--- Jejeje, se rió Harry. Nunca le había caído bien el conserje, pero en ese momento necesitaba que
le dijese dónde se encontraba en esos momentos la directora así que con voz amable preguntó:
¿ Perdone Filch, sabe dónde se encuentra la directora ahora ?

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--- Pues, déjame que piense… el conserje pareció pensar durante unos segundos la respuesta y
luego dijo: Sí, se encuentra en las Lechucerías en estos momentos, está comunicándose con el
Ministerio

Harry se despidió del conserje y se dirigió hacia arriba camino de las Lechucerías para hablar
con la directora. Al llegar se la encontró mandando un mensaje a través de uno de los
dispensadores automáticos de correo que habían sido instalados en la Escuela en los tiempos
de la Gran Guerra para evitar que las lechuzas fueran interceptadas y de este modo, también
los mensajes. Los habían diseñado Ron y Hermione y habían sido un invento extraordinario;
ambos compartían los derechos de la patente. En la actualidad se habían impuesto en todo el
Mundo Mágico como un medio seguro de mandar mensajes y en la Escuela había varios por
toda la lechucería, estando de esta forma ésta dividida en dos zonas una donde estaban las
lechuzas y otra donde estaban los dispensadores de correo.

--- Buenos días, señora directora, saludó Harry


La directora Mc. Gonagall se volvió hacia Harry un tanto sorprendida por ver que alguien
estaba allí, le miró y le saludó cortésmente:

--- Hombre, señor Potter ¿ a qué se debe el placer de tenerle por aquí ?
--- Pues, la verdad es que quería hablar con usted acerca del puesto que hay vacante como
profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
--- Parece que las noticias vuelan hoy en día dijo ella
--- Harry se sonrió, sí eso parece dijo él

--- Bueno, Harry, como ya sabes según decía antiguamente el Director Dumbledore, Hogwarts
siempre será tu Hogar y yo, como actual directora del colegio lo mantengo, así que, por mi
parte estás aceptado Harry, le sonrió ella

--- Muchas gracias directora, no se arrepentirá dijo Harry agradecido.

Instantes después, y aún sin creerse del todo lo fácil ( o era una forma de decirlo ) que había
sido convencer a la directora para que lo aceptara en el puesto bajó y fue a hablar con su
amigo Hagrid a su cabaña; estuvo aproximadamente hasta la hora de la comida hablando
animadamente con él y luego se despidió hasta el comienzo de las clases.
Ese mismo día , y ya en su casa en el Valle de Godric, unas horas antes de la cena llegó una
carta de Ron, el cual estaba por entonces en Grecia en una misión secreta, pues una secta de
magos tenebrosos surgida hace muy poco tiempo estaba reuniendo seguidores por la zona y
habían ido a investigar él y otros aurores del Ministerio de Magia:

--- ¡ Hola Harry ! Me he enterado de que ibas a dar clases en Hogwarts este año, será
estupendo; creo que te merecía ese descanso. Aquí todo nos va bien, de momento sabemos
que la secta la componen unas 300 personas entre magos y brujas, pero todavía no sabemos
nada acerca de sus planes o donde de se reúnen, os mantendremos en contacto a ti y a Ginny.
Por cierto, este año es el primero de nuestros hijos en Hogwarts, Harry por mi parte y Lily, tu
hija, en el colegio. ¿ Te acuerdas de cuando empezamos nosotros dos ? Qué inolvidables
tiempos aquellos… ah, se me olvidaba, ponte en contacto con Hermione, sé que vas a ir tú
con tu hija al Callejón Dragón a comprarle las cosas para la escuela, dile que te acompañe,
seguro que le apetecerá hacerlo. Bueno, Harry, esto es todo. Se despide de ti tu amigo Ron.
Dale recuerdos a Ginny, mi hermana.

Harry acabó de leer la carta de Ron y se la pasó a su mujer, Ginny, quien se puso a leerla. Esa
misma noche Harry intentaba tranquilizar a Ginny mientras le decía suavemente al oído:

--- Estate tranquila, yo compraré los libros de Lily para la escuela, la túnica, iremos a por la
varita… lo tengo además todo en la lista.

Ginny le había hecho una lista para que Harry no se olvidara de todo lo que le tenía que
comprar a Lily para su primer año en Hogwarts. Ginny, ya más tranquila por las palabras de su
marido, se durmió enseguida y Harry hizo lo propio un poco después, no sin darle antes a

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Hedwig, su vieja lechuza, algunas golosinas lechuciles. Hedwig era ya muy vieja y necesitaba
mucha atención por parte de Harry; de hecho, Harry aún no se explicaba cómo seguía viva a
su edad.

Capítulo 3.1 En el Callejón Diagón

Al día siguiente Harry se fue temprano al Hospital San Mungo para preguntarle a Hermione si
le acompañaría al Callejón Diagón a comprar los materiales para la escuela de su hija. Además,
ella tendría que ir también de un modo u otro, pues el hijo de Ron y Hermione, Harry, también
empezaba este año a estudiar en Hogwarts. Una vez que Harry entró en el Hospital y después
de hablar con Hermione, la cual le dijo que estaría encantada de ir con él, se dirigió a hacerle
una visita a su antiguo profesor de Defensa contra las artes Gilderoy Lockhart, pero cuando
preguntó por él le dijeron que ya no estaba en el Hospital, así que Harry decidió irse, y así se
encaminó al ministerio de Magia donde en su antigua oficina se encontraba Tonks a quien le
habían nombrado su sucesora en el puesto.

Harry llamó a la puerta… toc.toc.toc.

--- ¿ Quién es ? se oyó contestar a Tonks del otro lado


--- Soy yo, Harry

--- ¡ Hola Harry ! lo saludó Tonks, quien parecía muy contenta esa mañana.

Harry se ensimismó recordando las clases que le dio Tonks en la escuela de aurores durante su
entrenamiento en la misma y cómo años después le enseñó a convertirse en animago…..

En un verano unos años atrás Harry convenció a Tonks para que le diese clases para ser un
animago. Estuvieron muchos meses con duros entrenamientos mientras Tonks intentaba
explicarle a Harry todos los principios del animismo.

Capítulo 3.2 Clases de animago

Tonks comenzó a hacerle a Harry unas preguntas, las respuestas a las cuales le dirían a Tonks
el tipo de persona que Harry era. Las respuestas de Harry no eran muy comunes. Tonks se
preguntó entonces si habría algo que Harry hiciera de forma normal. Cuando hubo terminado
el cuestionario, Tonks le habló:

-- Harry, necesito que a cada palabra mía que escuches, penetres con ella más y más en tu
mente, cada vez más y más. Quiero que llegues a lo más profundo de tu mente. Cada palabra
que escuchas te llevará más y más al encuentro con tu yo interno. Ahora que ya estás dentro,
muy adentro de tu mente, debes de estar viendo una figura que se mueve hacia ti. ¿ Qué ves,
Harry ?

--- Veo un caballo de pelaje plateado, majestuoso y cascos dorados. Se ha parado a mi costado
y ha empezado a piafar.

--- ¿ Qué animal es el que ves, Harry ?

--- Es… ¡ mi padre !


--- ¿ Ves a tu padre, Harry ?
--- Sí, se parece mucho a él.. espera, ya lo tengo. ¡ Estoy viendo a mi patronus !

-- ¿ Tu patronus ?
--- Sí, así es. Pero no tiene los cuernos largos que mi patronus tiene, sólo tiene un cuerno
largo en el centro de su cabeza… ¡ Es un unicornio !

--- ¿ Un unicornio ?

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--- Sí. Pero, ¿ Qué sucede ? Se va… el unicornio se está yendo …

--- No se va, el unicornio está ahora dentro de ti, y ya no se irá. Ahora, quiero que empieces a
salir de ti mismo. Con cada palabra que escuches, irás dejando tu encuentro con tu yo
interior… ven a mi. Regresa, Ginny te está esperando.

Unos minutos después Harry despertó de su trance. Se sentía cansado, de modo que Tonks lo
dejó dormir un poco antes de regresar a Hogwarts.

Estuvieron dando clases durante varios meses todos los domingos por la mañana. Cuando
Tonks acabó de darle la última lección, Harry pudo por fin transformarse en un unicornio, ya
era un animago. Unas horas más tarde aprendió a moverse como unicornio sin complicaciones
y Tonks decidió dar por terminadas las clases.
Harry se sentía muy cansado como para aparecerse, aunque lo hizo porque era preciso que
volviera a Hogwarts y ya tendría tiempo de descansar allí.
Unos días después Harry se lo enseñó a Hagrid.

--- ¡ Increíble ! sencillamente increíble Harry, dijo Hagrid muy asombrado ante la
transformación de Harry una vez que Harry hubo regresado a su forma humana. Me parece
que ahora debes ir al Ministerio a poner en orden tu situación. Recuerda que no debes ser un
animago ilegal, ¿ lo sabes no ? dirigiéndole a Harry una mirada que él interpretó
correctamente.

--- Esto … sí, por supuesto Hagrid. Tienes razón.

Unos días después Harry se dirigió al Ministerio de Magia y tras mostrarles su forma animal y
realizando unos trámites legales tales como firmar unos documentos… Harry quedó
registrado.

Harry salió de sus meditaciones y volvió a la realidad cuando una voz le llamó
sobresaltándolo.

--- ¡ Harry ! ¡ Harry reacciona !


--- ¿ Eh ? Ah, Tonks , perdona es que estaba … recordando las clases que me diste para
convertirme en animago
--- Cómo olvidar aquello Harry
-- Sí, eran buenos tiempos
--- ¿ Qué querías decirme Harry ?

--- La semana que viene iremos al Callejón Diagón Hermione y yo a comprar los materiales
para los niños y querría que nos acompañases, si quieres claro.

--- Por supuesto que iré Harry, además tengo que pasar por Gringotts yo también ya que debo
hacer unos regalos a unos amigos
--- Bueno, esta bien. Entonces te espero dentro de una semana en mi casa en el valle de
Godric. Saldremos pronto por la mañana
--- Allí estaré

Harry se despidió de Tonks y se marchó del Ministerio. Se desapareció un poco después junto
al vestíbulo, sin que le viera nadie y apareció en su casa.
--- ¡ Hola Harry ! lo saludó Ginny. Venga, llegas justo a tiempo para poner la mesa
--- Pero … Ginny yo …
--- ¡ Sin rechistar ! le gritó ella

Harry, un poco atemorizado, le obedeció. A veces es mejor no discutir con Ginny, pensaba
Harry. Ha heredado el carácter de los Weasley y encima ahora era peor estando embarazada.

--- Así me gusta, obediente; se reía Ginny


--- Harry bufaba mientras colocaba con la varita los platos sobre el mantel de la mesa

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-- Venga, no te enfades Harry, le sonreía Ginny a Harry de forma muy melosa

Harry miró a Ginny y su enfado desapareció al instante

--- Cuando me miras así … decía Harry con expresión embobada


--- Cariño, te quiero tanto … le decía Ginny

Se acercaron despacio el uno al otro y empezaron a besarse apasionadamente sobre la mesa.


Llevaban unos minutos así cuando se oyó repentinamente a alguien…

--- Atchum, Atchum… alguien estornudaba

Harry y Ginny miraron a la puerta de la cocina y vieron allí a su hija Lily, quien los estaba
mirando. Se apartaron el uno del otro entonces, un tanto avergonzados y con las mejillas
sonrojadas.

--- Por mi no os cortéis, ¿ eh ? seguid con lo que estabais haciendo, es muy educativo
--- ¡ Lily Luna Potter ! le gritó Harry a su hija. Modera tu lengua

--- Perdón, padre. No debí decir eso

--- No pasa nada hija, pero ya sabes que con el embarazo tu madre está muy nerviosa
-- Ya , ya
--- Por cierto hija, te acompañaré yo a comprar tus cosas para Hogwarts la semana que viene,
¿ te parece bien ? además, tu amigo Harry vendrá con nosotros

--- ¿ Irá Harry ? Lily no cabía en sí de gozo

--- Sí

--- ¡ Qué bien ! no le veo desde hace dos meses


--- Cuánto tiempo dijo Harry sarcásticamente
--- Ja, ja, ja, se rió Lily para seguirle el juego a Harry

Una semana después se encontraban en su casa en el Valle de Godric preparándose para salir
mientras llegaba Tonks

--- ¿ Has guardado tu ropa ya en el baúl hija ?


--- Sí papá, está todo ¿ Cuántas veces voy a tener que decírtelo ?
--- Si luego se te olvida algo no me eches la culpa a mí. Y no hables tan alto que despertarás a
tu madre
--- De acuerdo, se excusó Lily hablando ya más bajo. Voy a dejar esto en la cocina mientras
llega Tonks. Espérame abajo.

Harry bajó a la cocina y al llegar abajo se oyó un cloc y Tonks y Hermione se aparecieron en
ese mismo instante en el centro de la cocina; el hijo de Hermione y Ron, Harry, estaba con
ellas.

-- ¡ Hola chicas ! llegáis a tiempo, y saludos a ti también pequeño Harry dijo Harrry
acariciando la cabeza del chico

--- Hola Harry. ¿ Estáis listos ?


--- Sí, mira aquí mismo baja Lily con su baúl

Pues partimos ahora mismo. Lily, agárrate fuerte a mí hija. Harry, agarra a tu madre, Tonks,
tú coge el baúl, nos desapareceremos.

Segundos después se habían desaparecido y aparecieron en Londres, al lado de la entrada al


Callejón Diagón.

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--- Iremos primero a Gringotts y después compraremos las cosas ¿ de acuerdo ? propuso Harry
--- Sí, es una buena idea opinó Tonks. Hermione asintió con la cabeza.

Capítulo 3.3 Reencuentro con un viejo conocido

Había mucha actividad en Gringotts ese día. El Ministro de Magia, Meter Mansher, un antiguo
auror que sustituyó unos años atrás a Kingsley Shacklebolt, estaba de visita inspeccionando el
Banco y sus medidas de seguridad.
Entraron en el vestíbulo y vieron a cientos de gnomos yendo de aquí para allá con grandes
libros de cuentas, otros pesando monedas en balanzas de cobre, examinado piedras preciosas
con lentes, estudiando antigüedades de gran valor, las cuales sin duda alguna serían de alguna
caja fuerte. Incluso en el mostrador había diez gnomos muy ocupados redactando informes y
apuntando a unas pantallas mágicas en las que había anotaciones raras que Harry no entendía

---- ¿ Es qué nadie nos va a atender ? se quejó Tonks desesperada

Llevaban un buen rato esperando cuando un gnomo que se acababa de quedar libre en ese
momento se les acercó
---- Buenos días, les saludó. ¿ Quieren algo ?
---- Sí, dijo Harry. La señorita Tonks y yo querríamos sacar dinero de nuestras respectivas
cajas fuertes
--- ¿ Tienen la llave ? les inquirió el gnomo

Los dos le mostraron sus respectivas llaves. El gnomo examinó las dos llaves de cerca y
viendo que no eran falsas los condujo abajo, a las cámaras
--- Tienen que disculparnos, pero es que con la visita del Ministro hoy no hay quien pare aquí,
se disculpó el gnomo

--- Lo entendemos, se apresuró a decir Harry. Por cierto, ¿ por dónde se encuentra ahora el
señor Ministro ?
---- Lo ignoro señor, pero está examinando todo el Banco

Una vez cogieron el dinero de las dos cámaras y mientras avanzaban por el largo pasillo que
conducía al carro que los había llevado allí oyeron unas voces en una esquina del pasillo muy
lejana a donde se encontraban ellos

---- Como le digo, señor Ministro, Gringotts es un Banco muy seguro. Nadie se atrevería a robar
aquí

--- Por favor, llámeme Meter, dijo el Ministro. Debo decirle que tiene usted razón, estoy
realmente impresionado. Además, en estos tiempos tan tranquilos que corren, no creo que
nadie se atreva a intentarlo siquiera.
--- Ya ve, que por lo tanto no hay por qué preocuparse Meter. Y ahora veamos las cámaras.

Aún estaban muy lejos de la esquina de donde salían las voces pero Harry creyó reconocer la
de la persona que se encontraba hablando con el Ministro de Magia. Le sonaba de algo pero
Harry no sabía de qué. Las figuras de los dos hombres que habían estado hablando se
acercaron por el pasillo. Cuando les vieron de cerca Harry no pudo dejar escapar un grito, al
igual que Hermione y Tonks.

--- ¿ Qué pasa papá ? preguntó Lily a su padre intrigada

Harry también miraba a su madre, Hermione, la cual tenía los ojos clavados en la figura que
tenía delante de él, la persona que estaba con el Ministro, el cual, a su vez, se les había
quedado mirando.

Harry reaccionó y lo saludó, aunque tímidamente…


--- Malfoy… cuanto tiempo

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---- Sí, ya ves Potter, trabajando. Saludos a la familia. Granger, saluda a Ron de mi parte
--- Y sin decir más, el Ministro y Draco Malfoy siguieron su camino
--- ¡ Hermione ! ¡ Hermione reacciona ! le gritó Harry a su amiga, que aún seguía anonadada
por haber visto ahí a Draco Malfoy

Hermione lentamente se recuperó de la impresión recibida y dijo entonces:


--- ¡ Harry ! era…
--- Sí, era Draco Malfoy acabó la frase Harry por ella

Hacía mucho tiempo que no sabían nada de Draco, salvo que se ocupaba de los negocios de su
familia, se había casado con Astoria Greengrass poco después de terminar Hogwarts,, la cual
tenia una salud delicada, herencia de una maldición que tuvo un antepasado familiar, los 2
habían tenido un hijo, Scorpius y, al parecer por lo que habían visto, trabajaba en las finanzas,
en el Banco Mágico de Gringotts.
--- Bueno, dijo Tonks a Harry y a Hermione quienes aún seguían afectados; será mejor que nos
vayamos
--- Sí, tienes razón dijo Harry. Hay que comprar ahora

Tonks se despidió de ellos una vez estuvieron fuera de Gringotts y ellos se dirigieron a la
tienda que antiguamente había sido de Madame Malkin y que ahora era de sus antiguas
compañeras de colegio Parvati Patil y Lavender Brown. “ Túnicas para cualquier ocasión ”,
rezaba el cartel de la tienda.
--- Lily, Harry, vosotros iros a probaros las túnicas, que nosotros vamos a saludar a unas
amigas, les dijo Hermione a los dos niños

Harry se acercó al mostrador, que entonces estaba vacío, mientras que Hermione se puso a su
lado, detrás de él. Una puerta que había detrás del mostrador se abrió y vieron salir de allí a
Parvati y a Lavender
--- ¡ Sorpresa ! les saludó Harry a las dos chicas
--- Cuánto tiempo, dijo Hermione sonriéndolas a su vez

--- No sabéis cuánto añoro los años que pasamos en Hogwarts dijo Parvati a Harry y a
Hermione
--- Sí … dijo Lavender, quien parecía ensoñada recordando… fue una etapa fascinante en
nuestras vidas…

--- Sin olvidarnos de todo lo que pasó durante nuestra estancia allí, dijo entonces Harry
--- ¡ Harry ! le incriminaron entonces ellas; no seas aguafiestas.
--- Era una broma, dijo Harry sonriendo
--- ¿ Así que comprando para los chicos eh ?
--- Sí, dijo Hermione. Éste es el primer año de Lily y Harry en Hogwarts y como Ron está fuera
y Ginny está en casa hemos tenido que venir nosotros a traerlos
Estuvieron hablando los cuatro durante mucho tiempo recordando muchas cosas hasta que
Lily y Harry salieron cada uno con sus túnicas.
--- ¿ Esas son las que queréis no? les preguntó Harry a los chicos
--- Sí. Contestaron los dos a la vez
--- Pues entonces, vámonos. Tenemos que seguir comprando

Salieron de la tienda y compraron pergamino, plumas y tinta en un puesto cercano y acto


seguido se dirigieron a Florish y Blotts a comprar los libros para la escuela.
Harry le regaló un monedero a su hija y Hermione otro a Harry y se pusieron a observar la
tienda
--- Ha crecido, ¿ no crees Hermione?
--- ¿ Quién ?

Ah, no, perdona me refería a la tienda. Creo que es más grande

Un gran ruido de voces venía del piso de arriba y Hermione apenas oía a Harry.
--- Sí, eso creo Harry. ¿ Qué es ese ruido ?

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--- Vayamos a ver

Ambos subieron por las escaleras y al llegar se quedaron atónitos ante lo que presenciaron.
Un gran número de sillas estaban dispuestas formando un círculo y alrededor de 30
periodistas se encontraban allí en una especie de rueda de prensa haciendo fotos y
preguntando a nada más y nada menos que… al mismísimo profesor Lockhart. Gilderoy
Lockhart había sido el profesor de Harry y Hermione de la asignatura de Defensa Contra las
Artes Oscuras en su 2 º año en Hogwarts. Ése año se había abierto la Cámara de los Secretos
y después de una serie de incidentes Lockhart había perdido la memoria cuando intentaba
hechizar a Harry y a Ron mediante un hechizo desmemorizante con la varita de Ron, que le
salió al revés, perdiendo él su memoria. Ahora parecía estar bien.
Lockhart había estado muchos años internado en el Hospital San Mungo mientras los
sanadores intentaban que recuperase la memoria. Le habían dejado como un caso perdido
después de algunos años, pero, al parecer, se había recuperado.

--- Señor Lockhart , ¿ podría explicarnos cómo se enfrentó usted sólo a aquel dragón
sanguinario ?
--- Pues verá, me encontraba sólo, como bien dices, ya que los compañeros de mi grupo había
huido aterrorizados así que yo, que he salido victorioso de mil batallas me dispuse a
enfrentarlo, pero bueno, para más detalles está todo en este nuevo Libro que he sacado ahora,
desde la Leyenda del caballero Oscuro, hasta mi famosa entrada en la cámara de los secretos y
muchas más.

--- Jejeje. Se reía Harry para sí mismo. ¿ No ha cambiado nada, verdad Hermione ?
--- Eso parece Harry

En ese momento y cuando ya se iban, Gilderoy Lockhart los vio


--- ¡ Señor Potter ! qué agradable sorpresa, se oyó. Pero no se vaya aún, siéntese.
--- Pero… empezó a decir Harry
---- Nada, nada no tienes que agradecerme nada Harry. Siéntate y cuéntale a esta gente cómo
te ayudé yo a vencer al basilisco en la cámara de los secretos y a rescatar a la pequeña Ginny
de las garras del malvado Tom Riddle.

Harry no sabía qué hacer ni qué decir. Si desacreditar al embustero profesor Lockhart o
corroborar sus palabras y miró a su amiga Hermione, quien sacudió sus hombros como quien
so sabe qué decir indicándole que hiciese lo que se le ocurriera; al final, Harry consideró que
Lockhart ya había sufrido bastante y que le debía a Lockhart su minuto de gloria.

--- Sí, empezó a decir Harry. Fue usted un héroe dijo Harry sacando con ello una atronadora
ovación de los periodistas allí congregados. Si no le importa, profesor, debemos irnos.
--- Es una pena, les dijo él. Pero de todas formas no podéis iros sin una copia gratuita de mi
último libro firmada por mi.

En cuanto Harry cogió los libros unos flashes iluminaron toda la estancia
--- Adiós profesor
--- Adiós chicos

Al salir Harry no resistió más así que cogió un libro que estaba cerca de la puerta de entrada
de la librería y lo compró. Llevaba detrás de ese libro desde que empezó en Hogwarts hace ya
muchos años. El libro en cuestión era “ Hechizos y Contrahechizos ( encante a sus amigos y
confunda a sus enemigos
Con las más recientes venganzas y ponía una larga serie de maldiciones… del profesor
Vindictus Viridian ) .
Salieron de la librería con sus hijos, que ya habían comprado sus libros y compraron en otro
puesto unas balanzas para pesar ingredientes para las clases de pociones, unos calderos y un
telescopio. En la droguería compraron un surtido de ingredientes básicos para pociones.
Tenían que ir ahora a por las varitas, lo último que les quedaba por comprar así que se
dirigieron a Ollivander´s.

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Cuando entraron a la tienda de Ollivander a comprar las varitas parecía que los estuviera
esperando.

--- ¡ Harry Potter ! lo saludó él . Hace mucho tiempo que no le veía por aquí.
--- Sí, la verdad es que no tengo tiempo para venir a comprar varitas con frecuencia dijo Harry
sarcásticamente

Ollivander ignoró este comentario.


--- Supongo que serán para los pequeños Harry y Lily. A ver qué tengo por aquí para ellos

Instantes después desapareció y reapareció unos minutos más tarde con varias cajas en la
mano. Les tomó medidas a ambos y sacó unas varitas de las cajas
- Prueba con ésta le dijo al pequeño Harry

El pequeño Harry Weasley cogió la varita que le tendía Ollivander. Era una varita de unos
33cm de longitud hecha de madera de nogal y los nervios eran de corazón de dragón. Elástica
y flexible. Harry la agitó suavemente una vez y cuando iba a repetirlo, el señor Ollivander se
la quitó de las manos
---- Ten ésta otra, madera de roble, con pelos de Unicornio 30 cm de larga, rígida y dura.
Harry la agitó y unas chispas azules salieron de la varita

---- ¡ Oh ! esta es la tuya muchacho. Ahora buscaremos una para tu amiga la señorita Lily
Potter.
Ollivander rebuscó entre unas cajas que había detrás suyo y sacó 3 varitas. Le entregó una a
Lily
--- Prueba con ésta, madera de sauce, 34 cm. de longitud, es elástica el núcleo es de plumas
de fénix

Lily la agitó pero no ocurrió nada. Ollivander entonces le entregó otra varita

--- Prueba esta otra, 39 cm. Madera de Haya hecha con plumas de fénix, es rígida

Lily la agitó y unas chispas rojas salieron de ella

---- Ésa es la tuya muchacha

Le pagaron a Ollivander las varitas y, tras despedirse de él salieron de la tienda. Harry parecía
inquieto.

--- Esperadme aquí un momento, ¿ de acuerdo Hermione ?


--- Aquí te esperamos Harry. No tardes

Unos minutos después Harry apareció con dos bultos cubiertos. Los destapó y dos jaulas se
vieron. Dentro de cada una de ellas había una lechuza.
---- Os compré unas mascotas chicos, les dijo a Lily y a Harry
--- Harry, no tenías por qué haberlo hecho. Dime cuánto te debo
---- Nada Hermione. Considéralo un regalo ¿ de acuerdo ?
---- Como quieras Harry. ¿ Vamos a casa ?

Harry y Lily agarraron a sus respectivos padres, los cuales se desaparecieron para aparecerse
poco después en su casa. Un mes después Harry llevó a su hija al andén 9 y ¾ en donde
Harry y Lily cogerían el expreso de Hogwarts. Lily estaba muy nerviosa.
--- Tú estate tranquila hija, le decía a Lily su padre. Cruza la barrera y no tengas miedo, que no
te vas a chocar, eres una maga.
---- Lily y Harry atravesaron la barrera y con la ayuda de sus padres, quienes también lo
habían hecho, subieron sus cosas al tren y se despidieron de ellos. Lily y Harry encontraron
rápidamente un compartimento vacío y se sentaron.

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Capítulo 4. En el expreso de Hogwarts

Una media hora más tarde, mientras el tren pasaba por encima de unos campos llenos de
vacas y ovejas, la puerta del compartimento se abrió y entró por ella la mujer del carrito
sonriendo y les dijo:
--- ¿Quieren algo del carrito, muchachos?

Lily tenía hambre en ese momento y se acercó al para comprar algo.


--- No te preocupes Harry, te invito yo.
--- Gracias, le agradeció Harry, algo sonrojado.

Lily sacó 10 sickles de plata y 10 knuts de bronce y compró unas grajeas de todos los sabores,
unas cuantas ranas de chocolate y varias varitas de regaliz, además de varios pasteles. Luego
los puso en unos asientos que estaban vacíos y empezaron a comer las golosinas.
---Dame una rana de chocolate, pidió Harry.
Lily le pasó tres ranas de chocolate, las cuales Harry se comió y empezó a mirar los cromos.

---¡ Mira Lily! Tengo a Dumbledore, Agripa y a Merlín.


---¡ Agripa!, ¿no es ese uno de los cromos que le faltan a tu padre?
--- Ahora que lo dices… pensó Harry, creo que sí. Él me contó que en primer año los había
coleccionado y tiene un gran álbum, pero… sí creo que le faltaba este y otro. De todas formas
se lo daré como regalo. Seguro que le hará ilusión completar su álbum tantos años después.

Lily comió a su vez unos pasteles de nata de la bolsa y cogió también unas ranas, se las comió
y miró sus cromos.

--- Yo tengo a Nicolás Flammel, Merlín y a… Lily no se lo podía creer.


--- ¡Lily! ¿te pasa algo? Le preguntó Harry procupado al ver la expresión de su cara. Estaba
pálida.
--- ¡ Mira!
Harry observó el cromo que tenía Lily entre los dedos. Era un cromo con inscripciones
doradas que ponía: “Harry Potter, el niño que una vez vivió”.

--- Es… empezó a decir Harry


---¡ Mi padre ! Terminó de decir ella por él. No sabía que saliese en los cromos.
--- Tu padre es famoso Lily, no me extraña nada que salga. Oye, dijo el chico, igual salen
también mis padres.
--- Busca a ver, le dijo ella, que aún parecía impresionada por haber encontrado a su padre en
los cromos.

Un rato después, la puerta del compartimento se volvió a abrir y por ella entraron dos chicos y
una chica.

--- perdonad, ¿tenéis sitio aquí? Les preguntó uno de ellos; es que hemos mirado en los otros
vagones y no hay ningún sitio libre.
Harry miró a su amiga, la cual asintió levemente y luego dijo:
--- si, sentaos ahí les dijo a los tres. ¿cómo os llamáis?
--- yo me llamo Estela, les dijo la chica; y ellos dos son Javier y Alberto. ¿ y vosotros?
--- yo me llamo Harry Weasley y ella es Lily Potter. ¿ De dónde sois?
--- Somos de España hemos venido de una escuela de Magia llamada Cantabrior y estamos
aquí de intercambio durante este curso. Hay mas de nuestro colegio en el tren, pero no les
hemos visto. ¿así que sois los hijos de… empezó a decir Javier.
--- Harry Potter y Ginny Potter dijo ella
--- Ron Weasly y Hermione Weasly dijo también Harry.
--- ¡Oh! Dijo entonces Alberto sorprendido. Sois famosos.
--- ¡Ey!!, les dijo la chica, mirad este cromo que tengo y les enseñó el cromo dónde salía su
padre. Por detrás de la tarjeta leyeron:

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Harry James Potter, hasta este año ha sido el presidente del Consejo de aurores del Ministerio
de Magia. Conocido en todo el Mundo por haber sido en su tiempo el niño que sobrevivió una
vez al malvado Lord Voldemort y años después, en su último curso en la famosa escuela de
Magia y Hechicería Hogwarts, acabó con él y trajo la paz al mundo entero. Le gusta jugar al
quidditch, le gustan las mujeres pelirrojas y la música Celta.
Los tres le hicieron una reverencia a Lily la cual se sonrojó.
--- no tienen que hacer eso chicos, levántense. ¿les apetece algún pastel? Les dijo ella.
--- si , contestaron los tres.
--- tomen, no se corten, hay muchos ¿verdad Harry?
Harry, que estaba sonriendo, asintió.
Pasaron un buen rato hablando de cómo había sido su vida, de sus respectivos países, de que
casa esperaban que les tocase en la escuela… en esas estaban cuando la puerta del
compartimento se abrió de nuevo y por ella entraron tres chicos, uno de los cuales parecía
muy afligido.
---¡ hola, les saludaron ellos! ¿cómo os llamáis? Nosotros somos Peter Weasly, Alberto
Longbottom, Albus Potter y Scorpius Malfoy.
--- nosotros somos Harry Weasley y Lily Potter dijo Harry, y ellos son Estela… ¿cuál es tu
apellido?
--- Estela Gómez, sentenció ella, y ellos dos son Javier Gómez y Alberto Vázquez.
--- ¿ No sois ingleses, no?
--- No. Somos españoles y éste año venimos de intercambio con otro colegio, el Cantabrior.
--- ¿ perdonad, por casualidad no habréis visto un sapo? Preguntó entonces Alberto
Longbottom.
--- no, dijeron ellos.
--- ¡ se me ha perdido! ¡ siempre se escapa!
--- Tranquilo, Alberto, lo consoló Peter, ya le encontraremos. Bueno chicos, buen viaje, nos
veremos fuera.

Los tres chicos se despidieron de ellos y se volvieron a quedar solos. Siguieron comiendo más
pasteles y ranas de chocolate durante un rato y poco después se cambiaron y se pusieron las
túnicas de la escuela para estar preparados cuando el tren parase.
Diez minutos después una voz retumbó en el tren.
--- Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. Por favor dejen su equipaje en el tren, se
lo llevarán por separado al colegio.
El estómago de Harry se retorcía de los nervios y Lily, según se veía, estaba pálida. Llenaron
sus bolsillos con las golosinas que les quedaban, y salieron del vagón en silencio. El tren se
detuvo poco después y ellos salieron del mismo acompañados por Estela, Javier y Alberto. En
el exterior hacía frío y los cinco amigos estaban tiritando.

Una lámpara se movía sobre las cabezas de los alumnos y escucharon una voz que decía:

--- ¡ Primer año ! ¡ Los de primer año por aquí ! Seguidme… ¿ hay más alumnos de primer año
por ahí ? Por favor, los de primer año, todos por aquí, seguidme.

Anduvieron por un estrecho sendero hasta que llegaron a un gran lago negro. En la punta de
una alta montaña, al otro lado, con sus ventanas brillando bajo el cielo estrellado y a la luz de
la luna, había un impresionante castillo con muchas torres.
Se oyó un fuerte ¡ ooooh ! de admiración al contemplar el castillo con ensimismamiento por
parte de los alumnos.
--- ¿ Es bonito, verdad ? Bueno, me presentaré, soy Hagrid, el guardián de las llaves y
guardabosques de Hogwarts. Ahora iremos a los botes y luego en ellos iremos hacia el castillo.
¡ No más de cuatro por bote ! dijo entonces en un tono alto para que todos le oyeran.

Harry y Lily se subieron en un bote junto con Javier y Alberto Vázquez mientras que Estela
subió a otro bote con Scorpius, Albus Potter, Peter y Alberto Longbottom.

¿ Todos habéis subido a algún bote ? continuó Hagrid, quien tenía un bote para él sólo.
¡ Venga ! ¡ Adelante !

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Fueron por un túnel oscuro que parecía conducirlos justo por debajo del castillo, hasta que
llegaron a una especie de muelle subterráneo, donde treparon por entre las rocas y los
guijarros.

--- ¡ Eh, tú, el de allí ! ¿ Es éste tu sapo ? dijo Hagrid a Alberto Longbottom, mientras vigilaba
los botes y a la gente que se bajaba de ellos
--- ¡ Trevor ! gritó Alberto, muy contento, extendiendo las manos.

Luego subieron por un pasadizo en la roca, andando por detrás de la lámpara de Hagrid,
saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo.
Subieron por unos escalones de piedra y se reunieron ante la gran puerta de roble.

--- ¿ estáis todos aquí ? les preguntó Hagrid, para asegurarse de que ningún alumno se hubiese
perdido. Después levantó un puño y llamó tres veces a la puerta del castillo, la cual se abrió de
inmediato. Un brujo bajo, de cara redonda, esperaba allí.

--- Los de primer año, profesor Longbottom dijo Hagrid


--- Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí

El profesor Longbottom se acercó a Albus Potter y le susurró:

--- ¿ Qué tal todo, hijo ? ¿ Cómo está Harry.. digo, tu padre ?

Albus se lo quedó mirando, sin responder

-- Ahora realizaremos la selección

¡ Seguidme todos ! gritó en voz alta para que todos los alumnos le escucharan.
Los alumnos siguieron al profesor hasta una pequeña habitación vacía, fuera del vestíbulo. Se
reunieron allí, mirando con gran nerviosismo a su alrededor.

--- Bienvenidos a Hogwarts dijo el profesor Longbottom dando la bienvenida a todos los
alumnos. El banquete de comienzos de año se celebrará dentro de poco, pero ahora antes de
que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor deberéis ser seleccionados para vuestras
respectivas casas. La selección es una ceremonia muy importante; mientras estéis aquí,
vuestras casas serán como vuestra familia en Hogwarts. Hay mucha unidad actualmente entre
las cuatro casas pero, un poco de rivalidad nunca es mala, susurró él mirándolos mientras se
sonreía a sí mismo. Tendréis clases con el resto de alumnos de la casa que os toque, dormiréis
en los dormitorios de vuestras casas y pasaréis el tiempo libre en la sala común de vuestra
casa. “ La ceremonia de selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del
colegio. Os sugiero que, mientras esperáis, os arregléis lo mejor posible. Volveré por vosotros
cuando todo esté listo para la ceremonia dijo el profesor Longbottom. Por favor, esperad
tranquilos. Y salió de la habitación.

Capítulo 5. La Selección

Dentro del comedor Harry estaba sentado en la mesa de los profesores esperando la entrada de
su hija, de Harry, el hijo de Ron y Hermione, y del resto de los alumnos de primer año. Estaba
impaciente.

---- ¡ Neville ! llamó Harry a su amigo, que en esos momentos estaba en la mesa sentado al lado
suyo
--- Sí, ¿ Harry ?

---- ¿ Queda mucho para que entren ?


---- Dentro de cinco minutos iré a buscarlos, no te preocupes.

--- Espero que el sombrero se porte y los mande a Gryffindor, le dijo Harry a su amigo.

23
--- Sí, eso espero Harry. Estaría bien.

Poco después Neville se fue a buscar a los alumnos de primer año, que esperaban fuera del
comedor. Dos minutos después Neville entró con ellos siguiéndoles en fila india. Al llegar a la
mesa de los profesores se pararon al lado del taburete donde estaba el Sombrero
Seleccionador, el cual comenzó a cantar:

--- “ El Sombrero Seleccionador de Hogwarts yo soy, como yo otro no encontrarás; no soy


bonito, pero no te fíes de las apariencias porque no por ser feo y viejo menos que otro voy a
ser. Si encuentras un sombrero más sabio que yo un milagro será. No hay nada que no pueda
ver y yo te diré dónde debes estar. Puedes ir a Gryffindor, si eres valiente, noble y caballeroso.
Puedes ser de Hufflepuff, si eres trabajador, justo y leal. Si eres sabio e inteligente sin duda
irás a Ravenclaw porque los eruditos de allí son. La gente astuta irá a Slytherin, allí
encontrarás a tus amigos. ¡ Pruébame y no te defraudaré ! Estás en buenas manos porque
recuerda, soy el Sombrero Pensante ” .

Todo el Comedor estalló en aplausos cuando el Sombrero terminó su canción. El profesor


Longbottom se adelantó hacia donde estaban los alumnos con un rollo de pergamino.

--- Cuando os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os
seleccionen, dijo a los alumnos de primer curso. Acto seguido empezó a leer los nombres de la
lista.

--- ¡ Abercroft, Laura ! gritó el profesor. Una niña rubia, alta y con trenzas salió de la fila, se
puso el sombrero y se sentó. Poco después se oyó al sombrero decir:

¡ Hufflepuff !

La mesa de la derecha aplaudió mientras Laura iba a sentarse con los de Hufflepuff. Harry vio
a la chica charlar animadamente con varios alumnos de su mesa. Al fondo de la fila estaba su
hija Lily, y un poco delante de ella Harry, el hijo de Ron y Hermione.

--- ¡ Abertale, Juan !


--- ¡ Hufflepuff ! gritó otra vez el sombrero, y Juan fue a sentarse al lado de Laura.

--- ¡ Abertxale, Luis !


--- ¡ Slytherin ! se oyó un estruendo en la mesa delos de Slytherin. El chico, muy contento fue
hacia su mesa y se sentó.

El sombrero siguió diciendo nombres de casas mientras el profesor seguía nombrando alumnos

---- ¡ Boltremaier, Marry !

Una chica muy guapa, rubia , de ojos azules, que parecía enfadada salió de la fila, se sentó en
el taburete y se puso el sombrero.

--- Vaya, veo que no querías venir a Hogwarts


--- Pues no, yo quería ir a Durmstrang
--- Eso es una escuela para chicos
--- Sí, claro por eso
--- Será mejor que te seleccione muchacha

--- Sí, será mejor, dijo la chica, ya resignada a su suerte

-- Veamos, eres muy valiente, muy optimista, eres muy inteligente, y astuta, eres muy tenaz,
eres capaz de hacer cualquier cosa para conseguir lo que quieres, pero tienes un corazón
noble, te gusta ayudar a las demás personas y...

---¡ Hufflepuff ! . Gritó entonces el sombrero. Marry se quedó entonces desconsolada.

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-- Esto es genial, ahora si se derrumbó mi vida.
La chica se fue hacia la mesa de Hufflepuff, y se sentó junto al resto de los alumnos de su
mesa.

--- ¡ Boot, David !


--- ¡ Ravenclaw !

Jerry Brockleherst también fue a Ravenclaw. La primera en ir a Gryffindor fue Brooks, Anna,
la cual se fue a la mesa más alejada de la izquierda, la cual estalló en vivas de alegría. Caffin,
Anna fue a Slytherin.

--- ¡ Finch- Fletchley, John !

--- ¡ Hufflepuff !

-- ¡ Bada, Javier !

-- ¡ Gryffindor !

--- ¡ Martín Soria, José !

-- ¡ Gryffindor !

-- ¡ Sawyer, Tom !

-- ¡ Slytherin !

Siguieron pasando alumnos de la fila hasta que le llegó el turno a los amigos de Lily y Harry.

--- ¡ Gómez, Javier !


--- ¡ Gryffindor !
--- ¡ González, Estela !
---- ¡ Gryffindor ! La chica corrió rápido hacia su mesa

Javier ya había sido elegido para Gryffindor y también Estela. La Selección continuaba.
--- ¡ Lomber, Ferry !

--- ¡ Gryffindor !
---- ¡ Longbottom, Alberto !
--- ¡ Gryffindor !

Le tocó el turno a otro del grupo. El hijo de Draco.


--- ¡ Malfoy, Scorpius !

El sombrero tardó mucho tiempo en decidirse, pero al final dijo:

--- ¡ Slytherin !

El muchacho, poco contento, salió andando cabizbajo hacia su mesa y se sentó.


Harry pensó entonces que para ser hijo de Draco, el sombrero había tardado mucho en
decidirse. De todas formas, por mucho que hubiesen cambiado, los Malfoy siempre serían
Malfoy. Harry se sonrió para sus adentros; parece que la educación de los Malfoy había
cambiado radicalmente, y para bien, afortunadamente.

El turno le llegó al cabo de un tiempo a Lily, que estaba muy nerviosa, se acercó al sombrero y
se lo puso.

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--- Humm… dijo el Sombrero. Veo en ti muchas cosas pequeña. Eres una Potter, por lo tanto,
tienes una mente despierta, eres inteligente, sin duda podrías ir a Ravenclaw, estarías en tu
salsa sin duda alguna, también eres muy astuta, por lo que en Slytherin matarían por ti…. Te
voy a poner en…
--- ¡ Gryffindor ! gritó el sombrero

La Selección continuó hasta que le llegó el turno a Harry

-- ¡ Potter, Albus !

Tras unos instantes... el sombrero tomó su decisión

-- ¡ Slytherin !

Todo el Mundo se lo quedó mirando, murmurando

--- ¡ Weasley, Harry !

--- Otro Weasley por aquí. Hummm veo cosas interesantes aquí. Sin duda alguna muchacho,
has heredado la inteligencia de tu madre, y por ello casi seguro te vendría de perlas
Ravenclaw, tienes un talento natural, pero también está ese espíritu valiente de tu padre en
tu interior, por lo tanto deberías ser de …. ¡ Gryffindor !

Todo el grupo de amigos había caído en Gryffindor menos Scorpius, el cual estaba apenado.

---- No te preocupes ! le dijeron Harry y Lily, quienes se habían acercado a la mesa de su


amigo. Podremos vernos por el Castillo. Y recuerda que aún tienes a Albus en tu casa.
El muchacho se quedó más tranquilo y ellos se fueron a su mesa a sentarse.

En ese momento, y mientras la Selección continuaba, en la mesa de los profesores todos


comentaban cosas acerca de los alumnos de la Selección.

--- ¡ Qué bien ! le dijo Harry a Neville. Han ido a Gryffindor


--- Sí, le sonrió Neville a su amigo

Aún quedaban alumnos por seleccionar. Era el turno de uno de los amigos de Harry y Lily

--- ¡ Vázquez, Alberto !

Alberto avanzó lentamente hacia el sombrero mientras decía en voz baja. “ A Ravenclaw no, a
Ravenclaw no ” . Se sentó en el taburete y se puso el sombrero.

--- A ver qué tenemos aquí…. Hummm curioso. Un chico generoso, alegre y valiente. Veo que
también eres muy inteligente, tienes un don innato. Veo que no quieres ir a Ravenclaw, ellos
te darían todo lo que necesitas pero si no quieres… te pondré en…. ¡ Gryffindor !
Alberto corrió muy contento hacia su mesa y se puso a charlar animadamente con Harry y
con Lily .

---- ¡ Wonter, Loop !


--- ¡ Ravenclaw ! gritó nuevamente el sombrero

--- Espero que acaben pronto dijo Neville a su amigo. Nunca había visto una Selección tan
larga. Llevamos ya 2 horas .
--- Ya quedan pocos, ¡ mira !

---¡ Zartest, Luisa !


--- ¡ Gryffindor !

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--- ¡ Zatakis, Anna !

--- ¡ Gryffindor !

La última de los alumnos de la Selección era Anna, la cual se unió rápidamente al resto de los
compañeros de su mesa.

--- Ya acabaron. A tiempo para comer, se reía Harry.


---- Dentro de poco, le dijo su amigo. Vengo luego Harry, tengo que llevarme el sombrero.
Adiós .

Harry Se despidió de su amigo, quien salió del Gran Comedor con el Sombrero Seleccionador.
Minerva Mc. Gonagall, la directora, se había puesto de pie. Miraba sonriente a los alumnos.

--- ¡ Bienvenidos ! dijo. ¡ Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts ! . Esta presentación se ha


vuelto algo recurrente, pero para los que no me conozcan y antes del banquete, me
presentaré: soy la directora Minerva Mc. Gonagall, pero llámenme Mc. Gonagall; y dicho esto,
que empiece el banquete.

Los platos se llenaron al instante de comida

James se pasó a saludar acompañado de Albus

--- ¿ Qué tal todo, Lily?

-- Todo per..fecto, dijo Lily atragantándose con la sopa y sonriéndole

-- Bien, os dejo, no me encontraba hoy con hambre, me voy a la sala común

--- ¡ Un poco de cordero, Harry ? preguntó Neville a su amigo


--- ¿ Eh ? … Ah, sí, por supuesto. Siéntate. Perdona es que estaba distraído. Oye Neville, ¿ has
oído el discurso ?

--- No, he llegado tarde ¿ por ?


--- Por nada, dijo Harry; no tiene mucha importancia aunque parecía pensativo. Mejor será que
comamos sonrió entonces él.

--- ¡ Harry ! se oyó entonces a la directora Mc. Gonagall que estaba sentada en el otro extremo
de la mesa
--- ¿ Sí ? le contestó él

--- Querría hablar contigo después del banquete, espérame.

--- De acuerdo. Hablaré con usted luego.

Poco después, cuando desaparecieron los postres de la mesa, la directora se puso de nuevo en
pie. Todo el salón permaneció en silencio.
--- Bueno… supongo que ahora estaréis cansados y querréis dormir, pro tengo que comentar
unas cosas antes.

--- “ Los de primer año, y el resto debéis recordarlo, tened en cuenta que los bosques del
castillo están prohibidos para todos los alumnos. El señor Filch, el celador, me ha pedido
personalmente que os recuerde que no debéis hacer magia en los recreos ni en los pasillos y
que la lista de objetos prohibidos saldrá mañana a primera hora de la mañana en la puerta de
mi despacho para que podáis consultarla. Las pruebas de quidditch tendrán lugar durante la
segunda semana del curso. Los que estén interesados en jugar para los equipos de sus casas,
deben ponerse en contacto con la señora Hooch.

27
Por último, quiero anunciar la llegada de un nuevo profesor este año, que impartirá la
asignatura de Defensa Contra Las Artes Oscuras, que estaba vacante, el profesor Harry James
Potter, a quien todo el Mundo conocerá o habrá oído hablar de él. ”

Harry saludó a la multitud, que lo aplaudía enfervorecida

--- Y eso es todo por hoy. Acabó la directora.

El Gran Comedor se fue vaciando lentamente hasta quedarse casi vacío. Harry estaba
esperando a la directora, la cual en esos momentos hablaba con el profesor de
Encantamientos, Flitwick. Cuando terminaron de hablar, Harry se acercó a ella.

--- ¿ Qué quería decirme, directora ?


--- Harry, tenía que comentarte algo… empezó la directora dudosa
--- ¿ Sí ?

--- Verás. Como la antigua profesora de Defensa Contra Las Artes Oscuras era la jefa de la Casa
Gryffindor… si no quieres, lo entenderé…

--- ¡ Déjese de rodeos ! dijo Harry ya irritado

--- Te he designado como el nuevo jefe de la Casa Gryffindor


--- Eso es todo un Honor Minerva, se lo agradezco mucho
--- ¿ Pero ?
--- Pero nada

La directora parecía asombrada


--- Entonces ¿ No le molesta ?

--- Todo lo contrario. Estoy encantado


--- Bien. Entonces traslade sus cosas a su nuevo despacho. Mañana empezarán las clases y
quiero que lo tenga todo listo, buenas noches.

Harry iba a salir del Gran Comedor cuando la dirtectora se dirigió a él de nuevo
--- Harry una última cosa
--- ¿ Sí directora ?

--- Entre nosotros dos, espero que deje a Gryffindor en buen lugar al final de año, dijo la
directora sonriendo a Harry

--- Oh, no se preocupe; no le defraudaré directora

Harry salió del Gran Comedor. Se encontró con Hagrid, que lo estaba esperando al lado de la
puerta.

--- ¡ Hola Harry ! Has tardado mucho

--- Es que la directora quería hablar conmigo y… fíjate ¡ me ha nombrado el nuevo jefe de la
Casa Gryffindor !

--- ¡ Eso es fabuloso ! dijo Hagrid encantado con la noticia. Tendrás que subir luego a la Sala
Común a poner orden, supongo. Por cierto, he visto antes a tu hijo Albus

-- Se ha enfadado conmigo, cree que lo exijo demasiado

Harry se alejó sonriendo ante lo dicho por Hagrid, sí, lo haría caso y así quizás podría
aprovechar para hablar un poco con su hija Lily.

28
--- Bueno, Hagrid, ya nos veremos por aquí. Mañana será un día duro y si quiero echarme
pronto, tendré que ir ahora a la Sala Común. Adiós.

Harry se despidió de Hagrid y se dirigió a la Sala Común de Gryffindor para hablar con los que
estuvieran allí y presentarse a su vez como jefe de la Casa, y si tenía que poner orden en la
Sala, lo haría también. Estaba emocionado.

En esos momentos en la Sala Común de Gryffindor había muchos alumnos y alumnas


celebrando una gran fiesta ante el inicio del nuevo curso. Había Guirnaldas colgadas por toda
la sala, la cual habían decorado entre los dos prefectos, que se encontraban al lado de la
chimenea.

Lily y Harry estaban sentados en los sillones junto a Estela, Alberto y Peter. Alberto
Longbottom estaba dormido en otro de los sillones al lado suyo.

--- ¿ Habéis visto ? Qué Selección tan larga. Mi padre me contó que no duraban tanto,
comentaba Lily a sus amigos.

--- Es verdad Lily, mi padre me dijo lo mismo. Es igual, la cena estaba de vicio.

--- ¡ Harry ! siempre pensando en comida. Le regañó Lily

Los otros se rieron

--- Lily, ya sabes que no lo puedo remediar… es algo .. familiar decía Harry, que no podía evitar
reírse a su vez.
--- ¡ Mira Lily !

La puerta de la sala común se abrió y por ella entró el padre de Lily, Harry Potter.

--- ¡ Papá ! gritó emocionada ella mientras corría a abrazarle. ¿ Qué haces aquí ?

--- He venido a hacerte una visita y a… espera, que se tienen que enterar todos de esto. Se
echó el encantamiento sonorus con la varita y dijo: “ Saludos a todos, como bien sabréis soy
el nuevo profesor de la asignatura de Defensa Contra Las Artes Oscuras y además he de
comunicarles que la directora me ha nombrado nuevo jefe de la Casa Gryffindor. Espero
mucho de ustedes este año. No me defrauden. ”

Harry estuvo hablando con los prefectos, Pablo González y Guillermo Alcocer, les explicó
cuáles serían sus obligaciones durante el curso y luego volvió a hablar con su hija.

--- Hija, ¿ Qué tal te estás acomodando en tus primeras horas en Hogwarts ?

--- Bien. Esto es fantástico, incluso mejor de lo que me contáis mamá y tú.
--- Y aún no has visto todo, le dijo Harry a su hija, pensando por ejemplo, en la Sala de los
Menesteres.

--- ¿ Cómo ? ¿ A qué te refieres ? le interrogó Lily curiosa a su padre


--- Jaja, a nada hija. Lo mejor es que te vayas a dormir ahora.

--- Hemos tardado mucho en subir, dijo entonces Harry. Una especie de fantasma burlón
mientras subíamos por las escaleras nos encerró en una sala y no podíamos salir.

--- Ah, ya. Harry se acordó de Peeves, el poltergeist; ése es Peeves, un poltergeist amargado al
que le gusta molestar a los alumnos y ronda por el Castillo. Procurad evitarle. Otra cosa, no
os quiero ver metidos en líos, ¿ de acuerdo ?

--- Está bien papá, tranquilizó Lily a su padre.


--- Ahora iros a dormir.

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Harry dio por terminada la fiesta y los alumnos se fueron a dormir a sus respectivas
habitaciones. Unos alumnos con un traje verde se habían quedado allí y empezaron a limpiar
la Sala Común.

--- Perdonad chicos, les interrogó Harry. ¿ Quienes sois ?

Los chicos se giraron hacia Harry y para su sorpresa, se cuadraron ate él, en posición militar.
Una chica que parecía la mayor del grupo se dirigió a él.

--- Señor. Ante usted se presenta la patrulla de Gryffindor del ED. Como bien sabrá usted,
puesto que es uno de los fundadores del grupo, cumplimos con nuestras obligaciones de tener
limpia la Sala.

Harry estaba impresionado. El ED. El grupo de Defensa que había creado él en compañía de
sus amigos Ron y Hermione tantos años atrás, aún existía.

---- ¿ Has dicho que sois del ED. ?

--- Sí, señor, le respondió la chica a Harry. El grupo se ha perpetuado y desde hace algunos
años lo componen alumnos de 5º curso en adelante. Nosotros somos de 6º y 7º. El más mayor
dirige el grupo. En este año soy yo, me presentaré: soy Vanesa Mortal y ellos son Felipe
Wilmer, Laura Crowlik, John Trondhem, Marcus Flinner, Josh Davenport y Anna Newell.

--- ¿ Y esos uniformes ? preguntó Harry a Vanesa, cada vez más interesado.

--- Un antiguo miembro del grupo los diseñó hace unos años, le dijo la chica a Harry. Son
nuestro distintivo, el del grupo. Tiene el escudo bordado en la parte trasera.

Harry se fijó en los uniformes. Eran de color verde. En la parte delantera figuraba el escudo de
Hogwarts y en la trasera unas letras bordadas a forma de escudo del ED. Era un traje elegante.

---- Desde éste momento estamos a su servicio señor. Los siete alumnos se inclinaron
gentilmente a modo de reverencia ante Harry.
--- No hace falta eso, les dijo Harry, ruborizándose.
---- El grupo lo componemos 16 personas en este momento. Somos nosotros 7 de Gryffindor, 2
de Slytherin, 4 de Ravenclaw y 3 de Hufflepuff le explicó Vanesa a Harry.

--- Bueno, por ser hoy, les dejo el día libre, les dijo Harry a los del ED. sonriendo. Sacó la
varita y en poco tiempo, la sala estaba ordenada y limpia.

--- Gracias señor


--- No ha sido nada. Que duerman bien.

Harry se despidió de los del ED. Salió de la Sala Común y se fue a dormir a su habitación.
Mientras avanzaba por los pasillos lentamente iba pensando acerca de lo que había oído acerca
del grupo del ED. Y se sintió reconfortado. Poco después, se dormía en su cama pensando en
el día siguiente y en las clases que daría.

Capítulo 6. De Nuevo, Clases en Hogwarts

El día siguiente amaneció muy soleado y Harry se sentía muy animado debido a ello, para dar
las clases. Ése día daría clases a 1ª Hora a los alumnos de 4º de Hufflepuff y Ravenclaw, la 2ª
Hora la tenía libre, a 3ª Hora daría clase a los de 2º Curso de Slytherin y Gryffindor, y a 4ª
Hora a los de 5º de Ravenclaw y de Hufflepuff. Por la tarde daba una clase más, a los de 7º
Curso de Slytherin y a los de Gryffindor.

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Por ser el primer día de clases del Curso, Harry comenzó con unas presentaciones, pasó lista
para ir conociendo a los alumnos, realizó una pequeña introducción a La asignatura a modo de
charla y estuvieron practicando algunos hechizos simples en grupos de dos a modo de duelos
en el que uno de los dos atacaba y el otro defendía. A Harry le recordaban mucho las clases a
sus antiguas reuniones con el ED y realmente disfrutaba dando clase.

Al acabar las clases de esa mañana Harry fue a visitar a Hagrid a su cabaña antes de ir a
comer al Gran Comedor. Al llegar a la Cabaña se extrañó de que las cortinas estuviesen
corridas.

--- Hagrid ¿ te pasa algo ? le preguntó a su amigo una vez entró a la cabaña

--- No Harry, es que estaba…


--- Hagrid… ¿ con qué estás metido ahora ?

Hagrid era muy aficionado a las criaturas peligrosas y a veces se metía en líos.

--- Bueno Harry, ya sabes…. A mí me gustaría tener un dragón.

--- ¿ Otra vez con eso Hagrid ? está prohibido y lo sabes

--- Sí, y por eso he creado esto…

Hagrid sacó a Harry fuera de la Cabaña y entraron en el Bosque Prohibido

--- ¿ A donde vamos Hagrid ?

Hagrid no contestó a Harry, estuvieron andando 10 minutos en dirección Norte atravesando


los árboles, luego torcieron a la Derecha, avanzaron 200 metros en esa dirección y
encontraron un claro dentro del cual Harry vio una criatura que se parecía a un Oso.

--- ¿ Qué es eso Hagrid, es un Oso ?

--- No exactamente Harry… verás, crucé éste verano dragones de Comodo con Osos mágicos
de Kirpu ( una especie de osos mágica que viven en Bélgica ) y… salió esto, lo he llamado
Borti.

---- ¿ Borti ? Hagrid, la verdad es que realmente a ti te encanta meterte en líos ¿ eh ? dijo
Harry a su amigo mientras se acercaba despacio al Borti.

--- ¡ Cuidado ! le advirtió Hagrid. Aún no confía en ti .

El Borti dio un rugido amenazador, abrió la boca y soltó por ella una enorme bocanada de
fuego.

--- Bueno Hagrid, dijo Harry temeroso. Trataré de no acercarme mucho

--- Pero si no hace nada, contestó Hagrid. ¡ Mira !

Hagrid se acercó lentamente al Borti por su derecha, le acarició suavemente las orejas y el
Borti se calmó al instante

--- ¿ Ves ? Hay que mimarlo. Si en el fondo es muy dulce.

--- sí, ya veo, le decía Harry a su amigo, aunque no estaba convencido de lo que decía, sino
más bien por complacer a su amigo. Bueno Hagrid, ¿ Y qué está haciendo tu hermano Grawp
Hoy ?

31
--- Pues…. Supongo que esté haciendo una ronda de vigilancia alrededor del castillo, dijo
Hagrid mirando su reloj.

--- Bueno Hagrid, te tengo que dejar, dijo harry mirando a su vez el reloj. Es tarde, tengo que
ir a comer para seguir con las clases y tú deberías hacer lo mismo, le dijo Harry a su amigo.

--- Sí, tienes razón Harry. Démonos prisa que ya es tarde.

Después de una agradable comida Harry fue a dar su última clase del día a los alumnos de 7º
Curso de Slytherin y a los de Gryffindor. Tras pasar lista, salieron a los terrenos del exterior
del Castillo y Harry les estuvo explicando a los alumnos cómo realizar hechizos explosivos
durante el resto de la clase.

Al finalizar la clase Harry se fue a su despacho y estuvo revisando unos libros de hechizos que
había cogido de la biblioteca. Llevaba un rato cuando llamaron a la puerta. Harry abrió y unas
alumnas de 7º Curso entraron en el despacho.

Harry miró a las 6 alumnas. Se trataba de unas chicas de 7º curso, 3 eran de Ravenclaw, y las
otras 3 eran de Gryffindor. Una de ellas, que era prefecta de Ravenclaw, se adelantó a las
demás y se acercó a su mesa adoptando una postura muy sensual. Harry miró a la chica; era
una chica alta, rubia, de ojos azul cielo y tenía una sonrisa en la cara que hacía que aún
pareciera más atractiva. Su nombre era Wendy Wallace.

--- ¿ Qué desean señoritas ? les preguntó Harry

--- Queríamos que nos firmara unos autógrafos profesor. Le admiramos mucho, le contestaron
las chicas.

--- Bueno, en realidad yo no suelo hacer estas cosas, pero siendo alumnas mías, no me negaré.

Harry se sentía incomodado ante la presencia de las chicas. No le gustaba que la gente se
fijara en él, no quería ser el centro de atención. Sin duda alguna, si hubiesen sido periodistas,
se habría deshecho de ellas sin muchas contemplaciones, pero al fin y al cabo, no eran más
que unas alumnas, no tiene mucha importancia, pensó Harry para sí mismo mientras les
firmaba a las chicas en unos cuadernos que traían, poniéndoles dedicatorias.

--- ¡ Le hemos traído unos regalos ! le dijo Wendy a Harry, muy entusiamada. La chica sacó una
caja de bombones que traía y se la dio a Harry, el cual cogió la caja y la depositó sobre la
mesa. Otra de las chicas, llamada Laura Blaith, de Gryffindor, le entregó algo que estaba en
una caja.

--- ¡ Es una recordadora ! gritó entonces otra de las chicas, llamada Lilita Thomas, pensamos
que le gustaría, dijo la chica de Ravenclaw.

--- Muchas gracias, les agradeció Harry a las chicas

--- Es un placer profesor. Le contestaron a la vez las 6 chicas sonriéndole pícaramente a Harry,
quien al verlas, se sintió un poco confundido. Es usted nuestro héroe, es nuestro profesor
favorito.

---- Bueno chicas, las veré en clase. Harry despidió a las chicas, que se fueron no sin antes
decirle que no faltarían a la clase mientras se reían disimuladamente

Harry se quedó sólo de nuevo y estuvo trabajando durante 2h en el despacho hasta que fue la
hora de cenar. Mientras bajaba al Gran Comedor, pensaba en la visita de las chicas a su
despacho.

--- “ Estas chicas, cada vez se vuelven más descaradas, pensaba Harry para sí ” .

32
El día siguiente Harry daba clase a 2º Hora al 1º Curso de Gryffindor y a los de Slytherin, así
que daría clases por primera vez a su hija Lily.

Al empezar la clase pasó lista y al acabar les dijo a los alumnos que quería comprobar el nivel
de la clase. Estaba diciendo esto cuando rápidamente y sin avisar cogió su varita y apuntó a
uno de los alumnos con ella y dijo:

--- ¡ Desmaius ! gritó Harry.

El alumno al que le alcanzó el hechizo cayó al suelo de inmediato. Harry apuntó rápidamente
a otro alumno y gritó:

--- ¡ Petrificus totalus ! , el alumno se desplomó sobre el suelo. Harry apuntó entonces a un
tercer alumno y volvió a decir: ¡ desmaius ! , esta vez Harry, el hijo de Ron y Hermione se
interpuso

--- ¡ Protego ! gritó el chico, desviando con ello el hechizo. Acto después miró a Harry unos
segundos, quien se había quedado un tanto impactado por la defensa del chico y gritó otra vez
¡ Locomotor Mortis !

El rayo alcanzó a Harry, quien no tuvo tiempo de defenderse y sus piernas quedaron unidas,
con lo que se cayó al suelo.

--- Veo que has hecho los deberes chico. Ahora líbrame. Le dijo Harry.

Una vez pudo moverse, Harry a su vez, recuperó a los chicos a los que había paralizado o
aturdido y explicó a la clase que debían estar siempre preparados ante cualquier posible
ataque, siempre en alerta, pues los magos tenebrosos nunca avisaban de cuando iban a atacar.

--- Espero que hayan disfrutado de ésta demostración dijo Harry al resto de la clase. Mientras
sus compañeros se recuperan vamos a empezar a ver unos hechizos básicos de ataque y
defensa, la mayoría sencillos.

Al acabar la clase, les mandó una redacción de 1 pergamino de deberes y se despidió de ellos
hasta la siguiente clase.

--- ¡ Papá ! le llamó su hija desde atrás a Harry, cuando éste salía del aula

--- ¿ Qué quieres, hija ?

--- Ha sido una clase estupenda

--- me alegro de que te haya gustado, hija. Por cierto, se me había olvidado. ¡ Harry ! llamó
Harry al hijo de Ron y Hermione, también llamado Harry.
--- ¿ Sí ? contestó el chico

--- por lo de antes, 10 puntos para Gryffindor, por tu buen saber. ¿ Quién te ha enseñado eso ?

--- Pues mi padre, aunque mi madre está en desacuerdo


--- Bueno, no me extraña nada. De todas formas, seguro que ella está muy orgullosa de ti
muchacho

Harry se sonrojó un poco al oír eso

--- Eso me dice. Que he heredado su inteligencia.


---- Bueno chico, sigue así. Vas por el buen camino. Ahora, si no os importa, he de dejaros, se
despidió Harry . Nos vemos en la siguiente clase.

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Capítulo 7. El equipo de Quidditch

Las clases fueron pasando lentamente, al igual que los días y así, sin que apenas nadie se diera
cuenta de ello, llegó la segunda semana del curso, y con ella las pruebas de selección para el
equipo de quidditch. El Martes por la tarde comenzarían las pruebas para el equipo de la Casa
Gryffindor, así que Harry mantuvo una larga reunión en su despacho con el capitán del equipo
quien aún continuaba en el colegio, en la que los dos trataron temas diversos entre los cuales
se hallaban los días que habría entrenamientos, los horarios…. Y es que Harry quería
supervisarlos personalmente. Gryffindor no ganaba la copa de Quidditch desde hacia ya 10
años y ahora que Harry era el jefe de la Casa estaba más interesado que nunca por ganarla de
nuevo.

Esa tarde se reunieron ante Harry el capitán del equipo y los jugadores que aún quedaban en
el mismo del año anterior. Ferry Fills, que así se llamaba el capitán, ordenó al resto del equipo
realizar unas vueltas de calentamiento alrededor del campo, mientras iban llegando los que se
presentarían este año a las pruebas para formar parte del equipo.

La expectación era muy grande y parecía que más de media Casa de Gryffindor había acudido
a las pruebas. Todos querían formar parte del equipo y Harry sin duda alguna se imaginó que
la razón era porque él estaba al frente de la Casa.

Terry organizó la prueba en varias rondas eliminatorias : una para los guardianes, otra para
los golpeadores, una para los cazadores y la última para encontrar un buscador suplente, ya
que el anterior buscador aún continuaba en el equipo. Dos horas después el equipo quedó
conformado por Terry Fills, que era cazador, los dos jugadores que seguían del año pasado en
el equipo, Eduardo Quindós, el buscador del equipo y Jack Porter, que era golpeador, Martha
Smith y Cristina Strelian, ambas cazadoras, Matt Dwight, el otro golpeador del equipo, el
buscador suplente, Guillermo Toulson y finalmente los dos guardianes, Clark Hurtigan ( el
titular ) y Paul Lorente, el suplente. Harry parecía muy contento con el resultado, era un
buen equipo.

Acordaron celebrar los entrenamientos los Miércoles por la tarde. Una vez aclarado éste punto,
Harry se despidió del equipo y se dirigió a la Biblioteca a consultar unos libros sobre
Hechiceros de la Antigüedad, de la Zona Prohibida de la Biblioteca, a la que los profesores
tenían libre acceso.

En otra parte de la Biblioteca, Lily, Harry, José Martín Soria, Javier Gómez, Javier Bada,
Alberto Vázquez y Alberto Longbottom buscaban un libro de encantamientos que les había
recomendado un amigo suyo para hacer una redacción que les había mandado el profesor
Flitwick. Llevaban 1 hora buscando el libro y éste no aparecía.

--- Harry, éste libro, ¿ estás seguro de que Robin te dijo que estaba aquí ?

--- Sí Lily, estoy seguro. Le contestó Harry a su amiga.

--- No habrás copiado mal el título ?

No, es éste, Grandes encantamientos y profecías de ayer y hoy, escrito por el gran mago Remy
Dreyfuss

--- Pues ya ves tú que no está Harry, le espetó su amiga

--- Debe de estar en otra sección de la Biblioteca dijo entonces Alberto Vázquez, otro de los
amigos

Una chica que estaba estudiando cerca de donde estaban ellos, un tanto molesta por el ruido
que hacían al hablar, les pidió que guardasen silencio.

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--- Perdona; se disculpó Lily
--- ¿ Qué libro estáis buscando ? les preguntó la chica

Harry le dijo el nombre del libro a la chica, la cual les dijo que la esperasen donde estaban.
Acto seguido se fue a hablar con la Bibliotecaria, Madame Pince, y volvió al poco rato donde
ellos estaban

--- Siento deciros, chicos, que ése libro no se encuentra aquí, o al menos a la bibliotecaria no
le suena, les dijo la chica

--- Pues, vaya… qué decepción. Mi amigo me dijo que estaba en la Biblioteca, dijo Harry
apenado. De todas formas, gracias por ayudarnos. ¿ Cómo te llamas ?

--- No tiene importancia, no ha sido ninguna molestia. Me llamo Raquel Garrido, ¿ y vosotros ?

--- Yo soy Harry Weasley, ésta es Lily Potter, esos dos son Alberto Vázquez y Alberto
Longbottom, y los del fondo son Estela González y Javier Gómez.

Harry, Lily y sus amigos estuvieron hablando con Raquel durante un tiempo y se hicieron
amigos. Más tarde, bajaron todos juntos al Gran Comedor a la hora de la cena.

--- Tenemos que volver mañana y seguir buscando, decía Harry , el cual parecía preocupado
--- De acuerdo Harry, le dijo su amiga Lily. De todas formas, tendremos que hacer la redacción
sin ése libro, no podemos quedarnos colgados ¿ no ?

--- sí, eso sí. Ésta noche después de la cena, la haremos en la Sala Común. Yo es que me he
quedado muy intrigado ya con lo del libro y quiero encontrarle como sea; digamos que se ha
convertido ya en algo personal. Oye… ¿ por qué no… ? empezó a decir Harry

--- ¿ Qué ? preguntó Estela a Harry

--- Nada, son cosas mías, le dijo Harry a su amiga

Harry había pensado en ir a la Zona prohibida de la Biblioteca a buscar el libro, con una capa
de invisibilidad que le habían regalado sus padres el verano pasado, pero no quería meterse en
problemas ni meter a sus amigos en ellos, así que prefirió no decir nada por el momento, ya
habría tiempo para ir a la zona prohibida de la biblioteca más adelante.

Capítulo 8. Buceando en la Historia

Unos días después y ya acabadas las clases del día, Harry recibió una carta en su despacho. Le
informaban de que se iba a celebrar una Gran Conferencia de Magos acerca de la Historia y
Comienzos de la Magia, e Historias de Magos antiguos y Harry estaba invitado a asistir.

--- “ Vaya, deberé informarme para estar al día y que no me pille de improviso el tema.
Preguntaré a Hermione a ver qué libros puedo leer para ponerme al día, pensaba Harry para sí
mismo ” .

Harry salió de su despacho y se dispuso a salir del Castillo para desaparecerse y aparecer al
lado del Hospital San Mungo en donde Hermione aún estaría trabajando. Mientras bajaba por
las escaleras se cruzó con Neville, quien salía a su vez de su despacho.

--- ¡ Hola Harry ! ¿ Qué tal te va con las clases ?

--- Poco a poco van aprendiendo los distintos ataques básicos, los alumnos de los primeros
cursos y los mayores están demostrando buenos niveles en hechizos explosivos y otros

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similares. Una cosa ¿ has recibido tú alguna carta de invitación a una Conferencia que se
celebrará aquí en Hogwarts ?

--- Sí, la verdad es que ahora que lo mencionas, hoy mismo me han mandado 2 paquetes y
dentro de uno de ellos se me invitaba mediante una carta anexa a ir a la Conferencia. ¿ No
sabrás tú de algún libro para ponerse al corriente, verdad ?

---- La verdad es que no Neville, pero supongo que habrá que buscar alguno de la Edad Media o
de esa época; precisamente iba a preguntarle ahora a Hermione a la salida del trabajo sobre
eso, ¿ me acompañas ?

--- Sí claro, así me entero yo también. ¿ Irá Ginny contigo ?

--- ¿ A donde ?

--- A la Conferencia, claro. Si te acompañará o no, lo digo por su estado.

--- Ah, no lo sé, la verdad es que no he tenido tiempo de comentárselo siquiera; ya te diré.
Bueno, ¿ nos vamos ya o tienes que coger algo ?

--- No, no tengo que coger nada Harry. Nos vamos ya

Poco tiempo después, y ya dentro del Hospital San Mungo, Harry y Neville estaban en el
vestíbulo esperando a Hermione. El conserje estaba escuchando una radio mágica que tenía
encendida y canturreaba por lo bajo.

--- Supongo que no tardará mucho ya en salir. Estoy empezando a tener hambre

--- Jejeje se rió Neville. Sí, Harry, yo también

---- Conserje: ¿ A quién esperan ustedes ?

--- A la sanadora Hermione Weasley

--- No tardará en bajar ¿ no ? Harry estaba nervioso por la espera

--- Conserje: No, la verdad es que ya debería de haber acabado a estas horas

Cinco minutos después, una risueña Hermione aparecía por la puerta de la entrada al
vestíbulo principal

--- ¡ Harry ! ¡ Neville ! ¿ Qué hacéis por aquí ?

--- Humm… verás Hermione… comenzó a decir Neville

--- Bueno, nosotros…

--- Venga, decidlo ya, no creo que sea para tanto chicos

--- Hermione es que… queríamos hacerte una consulta sobre un tema ( Harry parecía un poco
dubitativo )

--- ¡ Venga ! decidme ya de qué se trata. ¿ Le ha pasado algo a mi Ron ?

--- No, Ron está bien, no te preocupes

--- Es que hay una Conferencia de Magos en Hogwarts y queremos ponernos al día con el tema
--- Bueno. ¿ Y de qué trata la Conferencia ?

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--- De Historia de la Magia, de Magos de la Antigüedad… más o menos

--- Es fácil, tendréis que buscar algún libro mágico versado en La Edad Media o algún otro
similar, tampoco creo yo que se vayan a remontar hasta la fundación de Hogwarts aunque
sería interesante, opinó Hermione entusiasta.
--- La Edad Media, bien. Muchas gracias Hermione. Ah, ¿ sabes algo de Ron ?

--- La verdad es que sé que está bien por las cartas que me manda, pero sigue de momento tras
esa secta. Según él, les dará trabajo. De todas formas, vendrá en Navidades de visita.

--- ¡Qué bien ! Neville, tengo ya muchas ganas de verle

--- Yo también Harry

--- ¿ Estarás contenta no Hermione ? podrás verle


--- Sí, claro, pero querría que pasase más tiempo en casa. ¿ Qué tal está Ginny ?

--- Está en casa de baja, ya lo sabes, pero no te preocupes, dentro de poco saldrá de cuentas y
podrá volver al Hospital a trabajar contigo.

--- ¡ Eso es una gran noticia Harry ! Hermione estaba contenta ya que vería pronto a su amiga .

--- Bueno Hermione, muchas gracias por la información para lo de la Conferencia. Te dejamos.
Por último quería decirte algo

--- ¿ Si ?

--- Pásate por nuestra casa a comer algún día y nos haces una visita ¿ vale ? estás invitada

--- De acuerdo Harry. Iré algún fin de semana a comer

--- ¡ Adios Hermione ! se despidieron de ella los dos amigos

Mientras tanto, en el Castillo, Harry, Lily y sus amigos se dirigían hacia el Gran Comedor para
cenar. Harry seguía pensando en el Misterioso Libro de la Biblioteca.

--- Oye Lily, con respecto al libro podíamos…

--- ¿ Sí, Harry ? preguntó Lily con suspicacia a su amigo

--- podríamos ir a la zona prohibida de la Biblioteca a mirar, ya sabes, con la capa.

--- Ni lo pienses Harry. Cuando dices eso te pareces mucho a tu padre. Ya sabes lo que nos han
dicho de no meternos en líos.

--- Pues yo creo que es seguro. No nos verán

--- ¿ No nos verán ? Dirás no te verán ¿ no ?

--- A ti y a mi, por supuesto

--- No puedo disuadirte de que no vayas ?

--- No

--- Así que no tengo más remedio que ir contigo para controlarte ¿ no ?

--- Eso me temo Lily, se reía Harry

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--- Tú ganas Harry, iré contigo, pero esta me la debes, que te conste, dijo Lily malhumorada

--- Está bien Lily, te debo una; y ahora vamos a comer que tengo un hambre….

--- ¡ Harry ! le reprendió Lily, eres incorregible

--- hay cosas que no se pueden cambiar Lily, le decía Harry riéndose a su amiga, mientras
entraban por la puerta del Gran Comedor.

Esa misma noche, Harry y Lily se encontraron en la Sala Común de Gryffindor y cuando
horas después la sala se quedó vacía, se dispusieron a ir a la biblioteca ocultos bajo la capa de
invisibilidad de Harry en busca del misterioso libro.

Capítulo 9. “ La cara Oculta de la Biblioteca ”

Avanzaban ocultos por la capa por los pasillos de la segunda planta en dirección a la
biblioteca cuando, en un pasillo contiguo a donde estaban escucharon a Filch, el conserje,
hablando con alguien.

--- Pues sí, señor Potter, me temo que estamos teniendo una auténtica invasión de hormigas,
son una plaga. Tendré que informar de esto a la directora sin más tardar.

--- No se preocupe Argus, me encargaré yo de decírselo, usted vaya mientras tanto a buscar el
exterminador ése mágico

---- Está bien profesor, como usted diga; se lo agradezco mucho. Ahora si me disculpa, seguiré
con mi ronda.

--- Hasta luego, señor Filch.

Mientras oían al conserje alejarse por el pasillo Harry y Lily estaban acurrucados en el pasillo
lateral cercano a donde habían estado hablando el padre de Lily, Harry, y el conserje

Lily y Harry estaban muy nerviosos.

--- Harry, mi padre sigue ahí, al lado de la biblioteca, no va a ser fácil entrar sin que nos
descubra.

--- Tranquila Lily, vamos a acercarnos despacio, sin hacer ruido y esperamos a que se marche

--- Es muy arriesgado Harry, no deberíamos ir ahora

--- ¡ Vamos Lily ! estalló Harry de repente ante la indecisión de su amiga.

Un ruido sacudió el pasillo asustando a Harry y a Lily

--- ¿ Qué ha sido eso ?

--- No sé Lily. Será mejor que nos acerquemos a ver

En silencio se fueron acercando a donde hace un rato habían estado hablando el conserje Filch
y Harry, el padre de Lily, pero al llegar ahí, no había nadie

--- Qué extraño Harry, esto está desierto. ¿ Qué habrá sido ese ruido ? y ¿ a donde habrá ido
mi padre ?

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--- Sí, la verdad es que es muy extraño todo esto. De todas formas, no vamos a averiguar nada
quedándonos aquí plantados. Vamos a entrar en la biblioteca y buscamos el libro, que a eso
hemos venido

--- En fin Harry, ya que insistes, entremos; de todas formas, creo que aquí están pasando
cosas muy raras…

Unos 15 minutos antes, Harry Potter se disponía a ir a la Biblioteca a buscar unos libros en la
Sección Prohibida acerca de la Magia de la Antigüedad y libros de la Edad Media para estar
informado para la futura Conferencia que se celebraría en Hogwarts. En la puerta de la
biblioteca se encontró con Filch, el conserje, quien parecía muy preocupado por algo.

--- ¡ Qué plaga, señor Potter, qué plaga !

--- ¿ Qué ocurre Filch ?

--- Las hormigas, están por todas partes, mire

Harry se fijó en los marcos de las puertas que daban entrada a la Biblioteca; cientos de
hormigas campaban a sus anchas por los mismos, e incluso algunas correteaban por el suelo.

--- Ya veo, señor Filch, que esto es una verdadera infestación de hormigas, creo que habrá que
exterminarlas

--- Iré dentro de un rato a buscar el Termes, ya sabe, el exterminador mágico de hormigas y
otros insectos, pero creo que ni con eso será suficiente

Harry estaba muy extrañado ante la invasión de hormigas que se había producido. Era algo
insólito en Hogwarts

---- Yo no recuerdo ninguna otra plaga semejante aquí en el Castillo

--- Pues sí, señor Potter, me temo que estamos teniendo una auténtica invasión de hormigas
ahora mismo, señor Potter, usted mismo lo ve, son una plaga. Tendré que informar de esto a
la directora sin más tardar

--- No se preocupe, Argus, me encargaré yo de decírselo, usted vaya mientras tanto a buscar el
exterminador ése mágico

Filch se alejó lentamente por el pasillo. Harry se quedó pensativo. Esta invasión de hormigas
le recordó mucho a la invasión de arañas habida hace muchos años cuando él todavía
estudiaba en la Escuela, el año que descubrió la Cámara de los Secretos; las arañas entonces
huían del basilisco.

--- ¿ Y si ? pensó Harry

No, no puede ser. Harry, te estás volviendo un paranoico, ahora no hay ningún basilisco
dentro del Castillo. Bueno, creo que iré a avisar a la directora acerca de ésta plaga de
hormigas, luego bajaré a coger los libros que necesite de la sección prohibida y finalmente me
iré a mi despacho.
Entonces se oyó un fuerte ruido que retumbó a lo largo de todo el pasillo.

--- ¿ Qué habrá sido eso ? Iré a mirar arriba a ver qué es. Harry se alejó de la biblioteca y se
dirigió al piso de arriba a ver si averiguaba el origen de aquel estruendo.

Mientras tanto, en la Biblioteca:

Una hora después, cuando habían recorrido casi todas las estanterías de la sección prohibida
de la biblioteca, la desesperación se hizo patente en Harry y Lily.

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--- No puedo más Harry, el libro no aparece

--- Esto es inaudito, parece cosa de Magia Negra. Harry tampoco estaba mucho más animado
que su amiga. Habían recorrido toda la Sección y no habían sacado más que polvo y cansancio
para sus cuerpos.

Vamos a mirar en esa estantería de ahí arriba y nos vamos Lily, dijo Harry con resignación
ante la búsqueda fallida.

Harry señalaba una estantería de una gran altura algo apartada del resto, en una esquina, la
cual sólo tenía unos pocos libros en sus baldas. Una figura que representaba un cáliz estaba
entre dos libros en la parte de arriba de la estantería.

--- Vamos a tener que usar algo para coger ése cáliz, está muy alto Harry

--- Sí, la verdad es que nos vendría muy bien la escalera de la Biblioteca para alcanzar los
libros altos, pero creo que está guardada en un cuarto cerrado con llave, además, no sé donde
está el cuarto. No podemos cogerla. No sé qué podemos hacer…

---- ¡ Mira Harry ! la puerta se abre, alguien está entrando en la Biblioteca. Escondámonos tras
la capa

El padre de Lily, Harry James Potter, estaba en ese momento en la sección prohibida a
escasos metros de ellos, aunque no en línea recta. Le vieron acercarse a una estantería , coger
3 libros, rebuscar entre dos estanterías más conjuntas, murmurar algo mientras miraba entre
las mismas, y por último, le vieron dar dos vueltas alrededor de una de las estanterías y salir
para luego salir finalmente de la biblioteca mientras murmuraba algo de forma preocupada.

--- Lily, esto es muy raro. ¿ Qué buscaba tu padre ?

--- No lo sé Harry, pero después del ruido de antes y esto que ha hecho mi padre aquí, no sé ya
qué pensar. Desde luego algo está ocurriendo y habrá que averiguarlo. De momento será mejor
no comentar esto a nadie, ni siquiera a nuestros amigos, Alberto, Javier, Estela y a los demás.

---- Sí, será lo mejor Lily. Bueno, y ahora pensando en el cáliz de ahí arriba, ¿ se te ocurre
cómo cogerlo ?

--- Parece mentira Harry, a falta de escalera, usa un hechizo.

--- Pero Lily, sabes que no nos dejan aún utilizar esa clase de magia a nuestra edad

--- Te pareces a tu madre Harry, por lo que me ha contado mi padre, siempre atenta con las
normas, jejeje.

--- ¡ Calla ! no me digas eso. ¡ Accio cáliz ! pronunció Harry

El cáliz de la estantería voló hacia las manos de Harry. Tenía unas marcas que parecían
haberse borrado en parte por el paso del tiempo y unas inscripciones sobre los bordes.

--- ¡ Harry ! esas marcas, son dibujos de… Lily estaba muy impresionada

--- ¡ Lily ! ¿ estás bien ? ¿ qué representan esos dibujos ?

--- ¿ no te das cuenta ? Limpia bien la superficie. Harry, es una representación de…

Harry vio ahora claramente qué era lo que representaban los dibujos y acabó la frase por su
amiga

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--- Es la representación de la última cena de Jesús con sus discípulos.

Un ruido chirriante vino entonces de la parte alta de la estantería en el sitio donde había
estado situado antes el cáliz.

--- Lily, mira, es como si el cáliz hubiese estado sobre una especie de pistón haciendo de
contrapeso, evitando que algo se abriese

--- Sí, mira

Una especie de cilindro de pequeño tamaño se asomaba por el sitio donde había estado el
cáliz

--- Algo sobresale por arriba. Vamos a ver qué es… empezó a decir Harry

Pero antes de poder hacer nada se escuchó una especie de silbido muy agudo, el suelo donde
se encontraban se hundió un poco y de repente, todo lo que se encontraba a su alrededor
desapareció. Harry y Lily se cayeron al suelo, miraron a su alrededor y se empezaron a
preocupar

--- ¡ Harry ! ¿ donde estamos ? esto no es la Biblioteca

---- Ya me he dado cuenta de eso Lily

Se encontraban en una sala octogonal bastante grande, la cual estaba llena de estanterías
llenas de libros. En el centro de la sala había unos dibujos sobre el suelo iguales a los que
estaban en la superficie del cáliz.

--- Lily, esto parece… una sala secreta, dentro de la biblioteca

--- Sí, Harry, y estos libros, es como si hubiesen querido ocultarlos. Voy a mirar algunos de
ellos

Un poco más tarde, Harry y Lily estaban intentando salir de la misteriosa sala, aunque sin
éxito alguno.

--- Esto es imposible, no hay salida, nos quedaremos encerrados aquí para siempre Harry.

---- No te preocupes Lily, intentaba animarla Harry

--- Te has fijado Harry, los libros son en su gran mayoría, de artes Oscuras

--- Yo he visto también libros históricos anteriores incluso a la fundación de Hogwarts

--- Esto es todo muy misterioso. ¿ por qué están estos libros aquí ocultos ? ¿ acaso alguien
tiene la intención de usarlos ?

--- Eso sería terrible Lily; Harry estaba pensando en un libro que había visto de maldiciones
oscuras

--- Lo mejor sería salir de aquí cuanto antes y contárselo a tu padre Harry, seguro que cuando
venga en Navidad nos dice algo

--- No, eso sería una imprudencia, además, mi padre no creo que sepa nada de esto. Mejor se lo
contamos a tu padre, Lily, que además es profesor en el Colegio. Debe de conocer algunos
secretos de Hogwarts.

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--- Mi padre nos reñirá Harry, ¿ o acaso no te acuerdas de lo que nos dijo de no meternos en
líos ?

--- Pues entonces,… ¿ a quién se lo podemos contar ?

--- Ya sé, Harry, piensa un poco. ¿ En quién confiaban nuestros padres cuando estaban en la
escuela ?

--- Pues en… Dumbledore, que ahora está muerto y en… ¡ No !

--- Sí, Harry, en Hagrid, nuestro profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas. Seguro que él nos
puede echar una mano.

--- Pero Lily, nosotros no tenemos apenas trato con él

--- Harry, los lazos de sangre unen, ten presente eso. Somos los hijos de Ron, Harry,
Hermione y Ginny, seguro que él no se ha olvidado de ellos. Verás como nos ayuda.

--- Como tú digas; de todas formas no nos podrá ayudar si no salimos antes de aquí Lily.

Me parece que ya sé cómo salir de aquí Harry. ¿ Ves el agujero del centro ?

--- Sí

--- ¿ y ves que los dibujos se parecen a los del cáliz ?

--- Sí, lo veo

--- Pues, si pongo el cáliz en el agujero del centro y presiono… y mientras Lily lo decía lo iba
haciendo. Instantes después, se encontraban nuevamente en el interior de la sección
prohibida de la biblioteca. ¡ Vuala ! ¿ qué tal ? estamos ya fuera ¿ no ?

--- Sí, estamos fuera Lily, dijo Harry después de mirar alrededor suyo y comprobar que estaban
nuevamente en la biblioteca

--- Será mejor dejar el cáliz nuevamente sobre la estantería para evitar que se abra de nuevo.
Ya la abriremos de nuevo después de hablar con Hagrid.

--- Sí, creo que tienes razón Lily.

Los dos amigos sellaron nuevamente la sala y se marcharon a sus respectivas habitaciones.

Poco después de que Harry y Lily se hubiesen marchado a sus habitaciones y en otra parte del
Castillo, concretamente en el interior de su despacho, Harry Potter estaba reflexionando
acerca de lo que acababa de encontrar en la Biblioteca.

--- Estos libros de la biblioteca… pensaba Harry, sin duda alguna son los que me sirven para
ponerme al día para la Conferencia que habrá en el Castillo

Los libros en cuestión eran: “ Historias de la Edad Media ” , “ Magos, brujas y hechiceros ” , “
La Orden de Merlín ” , “ Merlín el encantador y el cáliz sagrado ” y por último “ Tesoros,
Mitos y Leyendas de la Edad Media ” . Harry había estado leyendo el segundo de ellos y lo
había encontrado sumamente fascinante.

--- “ Así que la Orden de Merlín en un principio se creó como una asociación que promulgó
Merlín entre los Magos más poderosos del Momento para proteger a los muggles y en
cooperación con los líderes muggles del momento ” , esto es muy interesante, se dijo Harry
para sí. Tengo que ponerme muy al día me parece. Bueno, supongo que después del partido
de quidditch de mañana, con el cual se abre la temporada, estaré más animado para seguir

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con esto. Después de todo, siempre hay tiempo para seguir investigando. Y con estas
meditaciones Harry salió de su despacho, fue a su cuarto, se acostó y se quedó dormido
rápidamente.

Capítulo 10. Nuevas ilusiones en la copa de quidditch

Por fin había llegado el gran día. La temporada de quidditch iba a comenzar y el equipo de
Gryffindor debía refrendar si sería capaz de alzarse este año con la copa o por el contrario “
pasarían otro añito en el infierno ” como suele decirse.

Las gradas estaban repletas, e incluso a Harry, quien veía el recinto de juego desde el palco de
los profesores, le parecía que las mismas habían sido ampliadas mágicamente para que
entrase aún más gente. El griterío era ensordecedor. Javier Bada y José Martín Soria los
saludaron desde el tercer anfiteatro, inaugurado 2 años antes.

--- ¿ Cuánta gente, no Harry ?

--- Sí, Neville, parece mentira, pero yo creo que no asistía tanta gente cuando jugaba yo, o al
menos eso me parece. De todas formas, como no ganemos hoy, el público puede ser capaz de
comernos.

--- Sí, yo apostaría por eso Harry, y es que tenemos mucha presión encima, ya que parece ser
que todo el mundo espera que ganemos.

--- La verdad Neville, es que se les ve muy capaces, a juzgar por el volumen de sus gritos

--- Supongo que ahora saldrán al campo los jugadores

--- Mira Harry, ahí está la señora Hooch

En ese instante, los jugadores salieron al terreno de juego a realizar calentamientos, antes de
comenzar el partido. El comentarista ocupaba su sitio en las gradas

--- Espero que ganemos Harry

--- Eso espero Neville. Mira, parece que están eligiendo los campos

En ese momento se oyó la atronadora voz del comentarista elevándose por encima de la
multitud, el cual se había echado encima el encantamiento sonorus para dejarse oír.

--- ¡ Hola a todo el Mundo ! , al habla comentando el primer partido de la temporada de


quidditch así como el resto de los que haya a lo largo del año, un servidor, Felipe Cuesta. Ahí
tenemos a los equipos de Gryffindor y de Ravenclaw. Los dos equipos quieren comenzar sin
duda alguna el campeonato con buen pie. Éste es un partido muy esperado por las aficiones de
ambos equipos pues marcará en gran medida la trayectoria de ambos durante el campeonato.
Y ahora, pasemos a las presentaciones de ambos equipos:
Tenemos en primer lugar a Gryffindor, un equipo muy renovado este año, el cual cuenta con
la asesoría del jefe de su casa, el mismísimo Harry Potter, así que espero que haga un buen
trabajo, ya que últimamente Gryffindor no ha tenido mucho éxito en la competición durante
los últimos años.

De guardián tenemos a Clark Hurtigan, el buscador, Eduardo Quindós, qué se puede decir de
él, todo un portento buscando la snitch, los dos golpeadores, Jack Porter y Matt Dwight, dos
chicos duros como las rocas y para finalizar, los cazadores del equipo, Martha Smith, Ferry
Fills, quien además es el capitán del equipo, y Cristina Strelian; se oyeron aplausos del
público al acabar la presentación del equipo de Gryffindor.

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Por parte de Ravenclaw tenemos al guardián Luis Jonson, el buscador Paul Smither, los
golpeadores, Fred Thomason y Jack Shefferd, y las cazadoras, Angelina Smith, Laura Toler, y
Gema Bárcena, la capitana del equipo, además de ser hija de la profesora de Transformaciones
de la Escuela, Celia Bárcena.

La profesora Hooch, la cual ejercía de árbitro hizo sonar el silbato y el partido dio comienzo.
Harry se fijaba en los buscadores de los dos equipos por si alguno lograba encontrar la snitch
dorada. El comentarista seguía mientras tanto comentando el partido animadamente.

---- Una bludger lanzada por el golpeador de Gryffindor Jack Porter, ha desequilibrado a la
cazadora de Ravenclaw Laura Toler y ésta ha perdido la quaffle, lo que vemos es aprovechado
por Ferry Fills, cazador de Gryffindor para armar un rápido contraataque. Fills le pasa la
quaffle rápidamente a Smith, ésta se la pasa a Strelian, son tres contra uno ahora, Strelian se
la pasa a Fills ante la fuerte presión de Toler, lo que deja espacio a éste para encarar al
guardián Jonson, quien sale a su encuentro, Fills se la pasa entonces rápidamente a Smith,
que sola ante la puerta marca el primer gol para Gryffindor, diez a cero en el marcador.

Saca Ravenclaw rápidamente desde el centro, Bárcena avanza rápidamente con la quaffle, le
entra Fills, quien sale a su paso, pero una bludger lanzada hábilmente por Thomason hace que
Fills deba desviarse dejando el camino libre para que Bárcena siga avanzando, Bárcena le pasa
la quaffle a Toler, Toler, ante la llegada de Fills quien nuevamente las ha alcanzado se la pasa
a Smith, Smith avanza rápido hacia el guardián Hurtigan, parece que va a lanzar….. ¡ No ! , le
pasa la quaffle rápidamente a Gema Bárcena quien lanza y… Hurtigan ha conseguido
reaccionar a tiempo y para el tiro. Hurtigan saca y le pasa la quaffle rápidamente a Fills…

Harry continuaba observando a los buscadores de ambos equipos mientras el partido


proseguía; de la snitch dorada ni rastro por el momento, los dos buscadores parecían estar
muy desorientados. El tiempo fue pasando media hora después, la snitch seguía sin aparecer.
En esos momentos, el resultado era de 90 a 50 para Gryffindor. Harry estaba empezando a
pensar en pedirle a la directora permiso para salir al campo a darle consejos al equipo
pidiendo un tiempo muerto pero consideró la idea y siguió en la grada. Al fin y al cabo, era
mejor no intervenir.

Pasó otra media hora y Harry divisó entonces la snitch a 70 metros aproximadamente en
línea recta desde donde estaba él sentado a una altura escasa de un metro cerca del suelo.
Ninguno de los buscadores parecía haberse dado cuenta de ello.

--- Mira Neville. Harry le señaló la snitch a su amigo

--- Vaya Harry, veo que tu olfato de buscador sigue intacto

--- Bueno Neville, le dijo Harry para no darse importancia, es que como ya sabes, el que tuvo
retuvo.

--- Ya, supongo

En esos momentos, el partido reflejaba un 160 a 100 favorable a Gryffindor en el marcador.


Nuevamente se oía al comentarista.

--- Los dos equipos están jugando muy bien y el resultado es bastante parejo. Si alguno de los
dos buscadores encontrase la snitch en estos momentos, le daría la victoria a su equipo, dada
la escasa diferencia en el marcador. Fills le pasa la quaffle a Strelian, ésta a Smith, quien tiene
que esquivar una bludger lanzada por Shefferd, Strelian avanza… parece que va a marcar…
¡ No ! Johnson ha conseguido atrapar la quaffle y saca rápidamente hacia Toler, que se la
pasa a Bárcena, Bárcena asciende varios metros para esquivar una bludger lanzada por Dwight
y entonces se lanza velozmente en picado hacia la meta defendida por Hurtigan, Gema
Bárcena está muy cerca, Hurtigan le mira muy concentrado, Gema lanza y… ¡ consigue marcar
! , es un 160 a 110 y con esto, el partido no podía estar más animado… pero ¡ Miren ahí ! El

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buscador de Gryffindor, Eduardo Quindós parece que ha visto la snitch, el buscador de
Ravenclaw se lanza a su vez detrás de él, los dos están volando muy bajo a gran velocidad,
Smither se pega a Quindós, parece que va a superarle… la snitch está a escasos centímetros .
… pero… ¡ Qué veo ! Quindós gira rápidamente hacia la derecha y Smither se queda
retrasado, ¡ sí !, parece que Quindós ha logrado atrapar la snitch dorada, ¡ Gryffindor gana
el partido por 310 a 110 ! y el partido concluye con esta gran jugada.

--- ¿ Ha sido un gran partido, no crees Harry ?

--- Sí, aunque la verdad Neville, es que yo habría atrapado la snitch antes

--- Eso no lo dudo. Bueno, te veo luego en el Comedor Harry. Adiós.

Harry se despidió de Neville, fue a los vestuarios, felicitó al equipo y se fue hacia la cabaña de
Hagrid a hacerle una visita. Harry llegó diez minutos después de salir de los vestuarios de
Gryffindor, al llegar llamó a la puerta. Hagrid abrió suavemente y al ver a Harry una sonrisa
se dibujó en su cara.

--- ¡ Hola Harry ! pasa. Habéis jugado muy bien.

--- Lástima que yo no pueda jugar que si no… seguro que habría atrapado antes la snitch

--- No lo dudo Harry, no lo dudo. Tú eras un verdadero crack de éste deporte.

Te prepararé un poco de té Harry

--- Gracias Hagrid

--- ¿ Quieres unos bollos ? los he hecho yo mismo

--- No, gracias Hagrid, he comido algo antes de venir hacia aquí, mintió Harry, que ya conocía
los bollos de Hagrid. Por cierto Hagrid, ¿ has hablado con mi hija y con Harry ? ¿ se han
metido en algún lío ?

--- No, Harry, la verdad es que salvo en las clases, apenas les he visto por ahí

--- Es que les noto algo distantes; es como si estuviesen ocultando algo. Prométeme que si te
cuentan algo que se salga de lo normal o les ves meterse en algún lío, me mantendrás
informado.

--- Dalo por hecho Harry

--- Oye y ¿ qué tal te va con Madame Maxime, Hagrid ?

A Hagrid casi se le cae la taza de té de las manos al oír la pregunta de Harry

--- Pues…. bien , la verdad es que tenemos pensado casarnos este verano

--- ¿ De verdad ? qué callado te lo tenías Hagrid

--- Pensaba decíroslo, junto con vuestras invitaciones de boda

--- Bueno, pues felicidades y que seáis muy felices Hagrid

--- Muchas gracias Harry. Ah, se me olvidaba, ¿ te apetece venirte el próximo fin de semana
conmigo a Hogsmeade ?

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--- Sí, claro; iré contigo. Además, la próxima semana es la primera salida de la escuela hacia
allí, creo. Así aprovecharé para comprar algo.

--- Estupendo Harry. Pues nos vemos entonces.

--- Bueno Harry, es tarde, dijo Harry mirando su reloj, te veo luego, a la hora de la comida en
el Gran Comedor, y ya sabes, si ves que los chicos se meten en líos, habla conmigo.

--- No te preocupes Harry, lo haré

Harry se despidió de Hagrid y volvió al Castillo. En el vestíbulo se encontraban en ese


momento Gema Bárcena, la capitana del equipo de Ravenclaw, Harry, Lily, varios amigos
suyos, Alberto Vázquez, Javier Gómez y Alberto Longbottom, el buscador del equipo de
Gryffindor, Eduardo Quindós, y por último varios alumnos de Gryffindor, Manuel Anarte,
amigo también de Harry y Lily que iba a su curso, Juan Caballero y Luisa Zartimer, estos
últimos de 6º Curso.

--- ¿ Qué tal hija ? ¿ Os gustó el partido ? le preguntó Harry a Lily

--- Sí, estuvo bien, padre

--- Por cierto Harry, Lily ¿ no estaréis tramando nada verdad ?

--- No, respondieron los dos al mismo tiempo

--- Bueno, me lo creo; al menos de momento. Pero recordad que no quiero que os metáis en
líos. Os dejo, que tengo que ir al despacho a revisar unos papeles

Una vez que Harry se hubo marchado, Harry y Lily estaban muy preocupados

--- ¿ Crees que sabe o sospecha algo Lily ?

--- No creo que sepa nada Harry, pero sí que sospecha algo, eso seguro. Habrá que ser
cautelosos.

--- Mañana le preguntaremos a Hagrid a ver si sabe algo de la Sala Oculta de la Biblioteca

--- Sí, así será nuestro confidente. De todas formas, yo tampoco quiero meterme en líos Harry.

--- Lily ¿ hemos hecho hasta ahora algo malo ? yo creo que no

--- Bueno, tienes razón Harry, cedió su amiga. Venga, vamos ya al Gran Comedor que tengo
hambre y además, de tanto hablar nos hemos quedado solos, nuestros amigos nos deben de
estar esperando dentro.

Capítulo 11. Indagando en la Cámara

El día siguiente Harry se levantó muy pronto. Aún no había nadie despierto, se vistió
rápidamente y se dirigió a la Sala Común, la cual estaba desierta en esos momentos, y se
sentó en un sillón a esperar a Lily, quien apareció 20 minutos después.

--- Vamos a ver a Hagrid ahora Harry

--- Sí, será lo mejor. Ahora no nos verá nadie salir del Castillo

Llegaron al vestíbulo sin apenas hacer ruido alguno y se fueron en dirección a la Cabaña de
Hagrid. Al llegar a la puerta llamaron. Hagrid les respondió:

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--- ¿ Quién es ? preguntó Hagrid desde el interior de la cabaña

--- Somos Harry Weasley y Lily Potter, respondieron ellos

--- ¡ Vaya, si antes viene Harry a decirme algo, antes aparecen Harry y Lily por aquí ! pensó
Hagrid . Ahora os abro chicos.

--- ¡ Hola Hagrid ! lo saludaron ambos

--- Me estaba preguntando cuándo vendríais por aquí, mintió Hagrid

--- ¿ De verdad ? le preguntó Lily recelosamente

--- No pienses mal Lily, pero sabiendo que el joven Harry tiene una capa de invisibilidad y
conociendo a vuestros padres, era fácil suponer que me haríais una visita. ¿ Bueno, qué os
trae por aquí ?

Los chicos, ya más tranquilos, le explicaron a Hagrid lo que habían descubierto en la


Biblioteca y le preguntaron acerca de las Salas Secretas

--- Pues, la verdad chicos es que salvo la Cámara de los Secretos y La Sala de los Menesteres,
de la que me ha hablado tu padre, Lily, no sabía nada de la existencia de alguna otra sala
oculta por el Castillo, repuso Hagrid, muy intrigado

--- ¿ La sala de los Menesteres ? ¿ qué sala es esa ? preguntó Lily

--- No viene al caso ahora Lily, le reprochó Hagrid, sintiendo que ya había hablado de más.
Decidme ¿ No se lo habéis contado a nadie más, verdad ?

--- No, dijeron ellos dos. Tú eres el único que lo sabe ahora aparte de nosotros dos

--- Bien, supongo que debería deciros que no os metáis en líos y no os olvidéis de esto, pero
por lo que me habéis dicho, esa Sala podría ser peligrosa

--- Un momento, Hagrid, le interrumpió Lily. ¿ Has hablado con mi padre ?

--- Pues… la verdad es que sí Lily. Tu padre se preocupa mucho por ti, porque te quiere Lily, y
a Harry le aprecia mucho, ya que es hijo de Ron y Hermione, sus mejores amigos. Tus padres y
él eran inseparables en la Escuela

--- Ya lo sé, repuso Harry, quien ya había oído la Historia cientos de veces

--- Mirad lo que vamos a hacer, les dijo Hagrid a Harry y a Lily: Iremos durante unos días a
investigar lo que contiene esa Sala Oculta de la Biblioteca, y si encontramos algo misterioso
que pudiera conllevar peligros, se lo diremos a tu padre Lily, ¿ estáis de acuerdo ?

Los dos chicos asintieron con un leve movimiento de la cabeza. A pesar de todo Lily parecía
dubitativa

--- ¿ Lily ? Hagrid miró a Lily inquisitivamente

--- Vale, que sí, esto de acuerdo. De todas formas no veo ningún peligro en leer unos libros
antiguos de magia

--- Bueno, Lily, por lo que me habéis dicho, no son libros corrientes de magia, es Magia Oscura
muy avanzada. ¿ Acaso tengo que recordarte lo que le pasó a tu madre por leer un simple
diario Lily ? Nunca se sabe se sabe lo que puede pasar con la Magia Oscura, ten presente esto,
Lily.

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--- Está bien, Hagrid; tienes razón, se disculpó Lily.

--- No tienes por qué disculparte Lily, tu inexperiencia y tu edad son las que hablan y hacen
que no veas el peligro existente

--- Bueno, les interrumpió Harry, quien había permanecido callado. ¿ Cuándo piensas ir a la
Cámara Hagrid ?

--- Mañana por la noche, a partir de las 22.30, poco después de cenar, vendréis con la capa de
Harry hasta mi cabaña, igual que lo habéis hecho hoy, y luego iremos a la Biblioteca. ¿ De
acuerdo ?

--- Queda claro Hagrid, le dijeron ambos.

--- Pues entonces hasta mañana. Id a dormir ahora nuevamente puesto que aún es muy
temprano. Luego tenéis clase conmigo a primera hora y no os quiero ver llegando tarde

--- Está bien, profesor iremos a la cama, le dijeron los dos riéndose

Harry y Lily se despidieron de Hagrid y se fueron a sus respectivos dormitorios

Hagrid estuvo despierto hasta muy tarde pensando en lo que le habían dicho los chicos. Sí, de
momento no alertaría a Harry, aunque lo haría si viese algo peligroso dentro de esa Misteriosa
Sala Oculta en la Biblioteca de la que le habían hablado Harry y Lily

--- El día siguiente por la noche, los tres se dirigían hacia la Bilioteca ocultos bajo la capa de
Harry. Hagrid estaba nervioso

--- Yo soy muy grande chicos, se me va a ver

--- Nos verá Filch si no te callas Hagrid, le dijeron los dos

--- ¡ Mira, ya hemos llegado Hagrid! . ¿ No era tan complicado no ?

--- Si tú lo dices Lily, dijo un compungido Hagrid, quien llevaba la capa bajo sus hombros
mientras que Harry y Lily iban pegados a él para que no se les viese debido a que como Hagrid
era, entre otras cosas, muy ancho de hombros, la capa sobresalía sobre su cuerpo dejándoles
en parte a la vista

--- Ya estamos dentro de la Bilioteca. ¿ Por donde está esa Sala ? preguntó Hagrid

--- Está dentro de la sección prohibida de la Biblioteca Hagrid, respondió Harry.

A Hagrid, el escuchar que estaba dentro de la sección prohibida de la Bilioteca no le trajo


precisamente buenas ideas al respecto

--- Bueno chicos, vamos hacia allí y luego ya juzgaremos si hay o no peligro, según lo que
veamos dentro dijo Hagrid tratando de mantener la clama y a la vez que Harry y Lily no se
alterasen también demasiado

Harry y Lily condujeron a Hagrid por la Bilioteca, entraron en la Sección Prohibida y se


dirigieron hacia la estantería sobre la cual estaba el cáliz que servía como llave a la Cámara
Oculta de la Biblioteca

--- Aquí es, dijeron Harry y Lily a la vez

--- Perdonad chicos, yo no veo nada. ¿ No será esta una de vuestras bromas ? porque si es así,
habéis llegado muy lejos esta vez

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--- Tranquilo Hagrid, no es ninguna broma. ¿ ves esa estantería de ahí que tienes delante ?

--- ¿ Cómo no la voy a ver si precisamente está delante de mí?

--- Escucha Hagrid, entiende que una vez que te la enseñemos no habrá vuelta atrás.

--- Lo entiendo Harry y lo asumo; ahora enseñádmela

--- Está bien Hagrid, entonces coge el cáliz que está sobre la estantería

--- ¿ Ese cáliz de ahí arriba ? Herid cogió el cáliz y se puso a examinarlo. Es curioso chicos,
tiene unos extraños dibujos grabados sobre su superficie… ¡ dios mío, es la representación
de la última Cena de Jesucristo y sus discípulos !

--- Eso no es lo más raro Hagrid, escucha

Hagrid escuchó entonces un fuerte chirrido que vino proveniente de la parte superior de la
estantería, en donde había estado el cáliz

--- ¿ Qué ha sido ese chirrido chicos ? ¿ Y qué es ese cilindro ?

--- Aún no has visto más que la punta del iceberg Hagrid, dijeron los dos chicos emocionados

Entonces se oyó el mismo sonido silbante que escucharon la primera vez que entraron en la
Cámara, el suelo se hundió de repente y todo a su alrededor desapareció; instantes después,
se encontraban dentro de la cámara Oculta de la Biblioteca

Hagrid miraba a su alrededor sorprendido por lo que veía. Vaya chicos, veo que no era una de
vuestras bromas

--- La verdad es que hubiera sido una broma muy pesada Hagrid, dijo entonces Lily

--- Y rebuscada, puntualizó Harry

--- Bueno, Harry, Lily, lo mejor será echarle un ojo a estos libros para ver qué hay aquí. Yo
miraré en esas estanterías de ahí enfrente, tú, Lily, mira esas de la esquina, y tú, Harry, mira
las de los laterales. Haremos tres montones, los libros de Magia Oscura los colocaremos en
uno de ellos, otro será para los Libros Históricos y el último para los libros no particularmente
dañinos, pero no por ello menos interesantes

Los tres estuvieron cerca de unas 2 horas examinando todas las estanterías y separando los
libros en montones. Al finalizar el registro, hicieron un recuento de los libros que habían
encontrado.

Había libros de todo tipo: Libros de maldiciones, libros de Hechizos, Libros de pociones, Libros
de Magia Oscura, Encantamientos arcanos, Libros de Historia, Anuarios antiguos….

---- Yo tengo por aquí, empezó Hagrid, Las profecías de Casandra Trelawney, Mito y figura;
Todo Sobre Magia Negra, Conjuros y encantamientos; Magia Negra avanzada, las mejores
maldiciones; Concilios Mágicos del siglo IV; Runas antiguas, descubra sus misterios; Las
claves de las runas antiguas ; Merlín, genio y figura ; Eso es todo, concluyó Hagrid. ¿ Qué
tenéis por ahí muchachos ?

Harry y Lily empezaron a citar sus libros uno tras otro:

---- Magia ancestral; Descubra cómo triunfar en Pociones; Un anuario antiguo lleno de polvo
cuyo título es ilegible; Memorias de una cripta y sus significados ocultos; Hechizos
irrompibles; Descubra las maneras de burlar a la muerte; 1100 maneras de corromper al
alma humana ; Cómo ser animago ; Claves de la transmutación mágica ; 1000

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Encantamientos y conjuros arcanos ; Morgana Le Fay, vida y actos ; Magia en la Edad Media;
Los mejores encantamientos y hechizos amorosos ; Los mejores hechizos tenebrosos ; Guía
rápida para salir de un apuro, sólo para magos Oscuros ; Lugares Malditos y maldiciones
antiguas ; La mejor Magia Negra ; El Misterio del tiempo ; Nigromancia, un arte oscura,
aprenda todas sus utilidades ; 3.000 Maldiciones y sortilegios. Descubra todo sobre el Gran
Merlín, el encantador

--- Esos son todos Hagrid

--- Bueno chicos, ya veis que, por lo general la mayoría de ellos son libros de Magia Oscura y
por lo tanto muy peligrosos

--- Supongo que por eso estarán aquí, opinó Lily

--- Sí, eso creo, dijo a su vez Harry, quien esta vez estaba de acuerdo con Lily

--- ¿ Pero, quién los puso aquí chicos ? y lo más importante ¿ cuándo ?

Harry y Lily no supieron qué contestar

--- Debemos averiguarlo muchachos, resolvió entonces Hagrid ante la indecisión de los dos
chicos.

--- Sí, supongo que tienes razón; opinaron ambos


--- Harry, creo que será una buena idea llevarnos cada uno tres libros y estudiarlos a ver si
encontramos algo y más adelante coger otros tres y así sucesivamente

--- Es una buena idea, les iremos estudiando poco a poco y luego, si encontramos algo
misterioso, se lo contaremos a tu padre, Lily

--- Está bien, concedió Lily. De todas formas sólo lo haremos si la cosa se pone peligrosa

--- Bueno, coged tres libros cada uno y salgamos de aquí. Se está haciendo ya muy tarde, dijo
Hagrid mirando su reloj.

Los tres cogieron 3 libros cada uno, ordenaron por temas los restantes en las estanterías de la
Sala y una vez colocaron el cáliz en el centro de la misma salieron de ella y se encontraron
nuevamente en la Sección prohibida de la Biblioteca

Hagrid colocó el cáliz en la estantería de la Bilioteca, el cual servía de llave de entrada a la


Sala Oculta y salieron en silencio de la biblioteca ocultos por la capa de Harry

Al llegar a las escaleras que conducían a los dormitorios Hagrid se despidió de ellos y se fue
hacia su cabaña

Al día siguiente, durante la Comida, Harry y Lily estaban discutiendo entre ellos acerca de la
peligrosidad que podían tener los libros debido al alto número de ellos dedicados a las Artes
Oscuras. Con ellos se encontraban unos compañeros suyos de clase, Luis Angel Sañudo
Fontaneda, Saúl Torres Ortega, y Ramón Castañeda Vázquez, los tres pertenecían al grupo de
alumnos procedentes del Colegio de Intercambio Cantabrior, en Cantabria, al Norte de
España. En la mesa además se encontraban Manuel Anarte, Estela Gómez, Alberto Vázquez,
Javier Gómez y Alberto Longbottom.

--- Te digo Lily, que son peligrosos

--- Hasta que no los leamos no lo sabremos, Harry

--- ¡ Eres una imprudente Lily ! deberíamos decírselo a tu padre

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En ese momento Harry, el padre de Lily, pasó al lado de donde se encontraban ellos sentados

--- ¿ Qué deberíais decirme chicos ? preguntó interesado Harry a su hija y a Harry

--- Pues… empezó a decir Lily

--- Creo que debías de saber que el guardián titular de nuestro equipo de quidditch y el
buscador, Eduardo Quindós, que son amigos nuestros, se han puesto malos y no podrán jugar
en el próximo partido

--- Oh, vaya, eso sí que es un gran contratiempo. Gracias por avisarme chicos, iré a hablar con
Ferry Fills, el capitán, para solucionar esto
Harry se despidió de los chicos y se alejó de la mesa

--- Muchas gracias Harry

--- ¿ Por qué ? le dijo Harry a su amiga

--- Por no delatarnos

--- Hummm. Mira Lily, ya sabes lo que opino de esto. Eres una insensata y creo que no estás
sabiendo ver el peligro. Te veo luego. Adiós

--- Pero Harry, no te enfades, ¡ vuelve !

Pero Harry ya no oía a Lily

--- ¿ Qué pasa Lily ? le preguntó entonces Estela, la cual estaba sentada al lado suyo

--- No es nada Estela. Muchas gracias por preocuparte por mí

Esa noche y el día siguiente también, Harry rehusó a tratar el tema de los libros con Lily a
pesar de los intentos de ella por calmar a su amigo. Cada vez que intentaba acercárse a él, él
se iba hacia otro sitio. Lily empezó a preocuparse por su amigo quien parecía que estaba muy
afectado por todo lo sucedido. Actualmente se encontraban los dos solos en la Sala Común,
cada uno en uno de los extremos de la Sala

--- ¡ Harry ! llamó Lily a su amigo

Harry ni siquiera se inmutó ante la llamada de su amiga

--- ¡ Harry, escúchame, lo siento mucho !

Harry siguió impasible ante los intentos de Lily por disculparse con él

--- ¡ Harry, ya está bien. Me vas a escuchar lo quieras o no !

Lily sacó su varita y se acercó sigilosamente a su amigo, quien leía un libro, al parecer, ajeno
ante lo que hacía su amiga

--- ¡ Incárcerous ! gritó Lily

Unas gruesas cuerdas apresaron entonces a un sorprendido Harry, que no podía creerse que su
amiga le hubiese atacado

--- Pero, Lily, ¿ Qué haces ?

--- Siento tener que recurrir a esto, pero no me has dejado otra alternativa. Mira Harry, lo
siento mucho, si quieres que se lo contemos todo a mi padre, mañana por la mañana,

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durante el desayuno, yo misma se lo cuento todo, pero perdóname, no quiero que estés
enfadado conmigo

--- No te preocupes Lily. No tiene importancia, le dijo Harry algo más calmado. Mira, haremos
lo que nos dijo Hagrid, miraremos los libros de tres en tres y en cuanto encontremos algo
misterioso, se lo contamos todo a tu padre. ¿ Estarás así más tranquila ?

--- Sí, Harry

--- Vale. Pues queda entonces decidido. Bueno, Lily, ahora si no te importa…

--- ¡ Ay perdona, ahora te libero !

Una vez que Harry estuvo liberado de las cuerdas, Harry Y lily se dieron un abrazo

--- Harry, te prometo que nunca volveré a hacerte otra vez esto, perdóname

--- Te perdono, Lily, ahora vamos a dormir.

--- Oye, Harry, te doy las gracias

--- ¿ Por qué ?

--- Por creer en mí.

--- No tiene importancia Lily

--- Para mí sí la tiene, eres mi mejor amigo y no sé que haría sin tu apoyo

--- Te lo agradezco Lily, tú también eres mi mejor amiga. Venga vete a descansar ya a tu
cuarto, yo subiré dentro de poco

--- Una última cosa. ¿ Entonces con esto estamos ya en paz no ?

--- Sí, Lily, sube a tu cuarto


Lily se dirigió hacia las escaleras. En cuanto Harry vio que se alejaba unos metros de él gritó
¡ desmaius ! Lily cayó lentamente al suelo sin sentido. Harry evitó que se cayera al suelo

--- Bueno, Lily, ahora sí estamos en paz. Que duermas bien.

Harry tumbó suavemente a Lily sobre el sillón de la Sala Común, la tapó cuidadosamente con
una manta para que no pasara frío, la besó dulcemente sobre la frente y subió lentamente las
escaleras hacia su cuarto

--- Que duermas bien, querida amiga

Capítulo 12. Relatos en Hogsmeade

La mañana siguiente Harry Potter se levantó muy temprano y se fue a desayunar al Gran
Comedor. Ese día tocaba la primera salida a Hogsmeade y Harry hablaría con Hagrid acerca de
lo que hacían Harry, Lily, y sus amigos. El Gran Comedor estaba desierto en esos momentos;
aún era muy pronto. Tan sólo Sir Nick casi decapitado y otros pocos fantasmas rondaban por
las mesas de las casas.

Harry se encontraba saboreando una tostada cuando de repente, una lechuza entró volando y
le dejó una carta el cual la abrió interesado:

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--- Querido Harry, de tu mujer Ginny:

-----Querido esposo, te comunico que me he desmayado esta tarde en casa y estoy en el


Hospital San Mungo. Ven enseguida.

Te quiere , tu mujer, Ginny.

--- ¡ Vaya ! se dijo Harry asustado. No le esperábamos hasta la semana que viene. Las noticias
no podían ser peores. Me iré ahora mismo hacia allá, pero antes avisaré a Hagrid y quedaré
con él más tarde para reunirnos luego en Hogsmeade.

Harry acabó su desayuno y salió del Gran Comedor de camino hacia la cabaña de Hagrid. Al
salir se encontró con su hija Lily, Harry, Scorpius Malfoy , Luis Ángel Sañudo, Manuel Anarte
y Alberto Vázquez en la puerta charlando

---- Hola chicos, los saludó Harry

--- Tengo que ir al Hospital Hija, tu madre se ha puesto enferma

--- ¿ Yo no puedo ir ?

--- No hija. Tú debes de quedarte en la Escuela y estate tranquila, todo saldrá bien

--- De acuerdo padre

--- Ah, y que os aproveche el desayuno .

Harry se despidió de los chicos y fue a ver a Hagrid con el cual quedó para encontrarse en
Hogsmeade unas 4 horas después en las 3 escobas. Acto seguido, salió de la cabaña y se
dirigió al exterior de los terrenos de Hogwarts, en donde se desapareció para aparecerse poco
después en las inmediaciones del Hospital San Mungo. Entró y se dirigió hacia las salas de
obstetricia, en donde se encontraban las parturientas. Al llegar allí, le preguntó a la encargada
por su esposa.

--- Perdone, ¿ Ginevra Potter ?

--- Sí, ahora le atiendo señor. Un momento. ¿ Por quién preguntaba ?

--- Por Ginevra Potter

--- Ah, debe de ser usted su marido ¿ Harry Potter, no ? es un placer conocerlo, le preguntó la
encargada mientras le miraba su cicatriz, lo cual hizo sentirse incómodo a Harry
--- Sí, el mismo

--- Sígame, por favor

La encargada le condujo por un largo pasillo al final del cual había una sala enorme llena de
camas. En una de ellas se encontraba Ginny, que dormía en esos momentos

--- Bueno, yo le dejo a solas con ella, señor Potter

---- Espere, espere, ¿ Qué ha sido ?

---Ah, sí, claro. Ha tenido una bajada de tensión debido al calor, no se preocupe, se encuentra
perfectamente. Espere aquí

Dos minutos después apareció una enfermera

--- Puede pasar a verla.

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---- Harry entró en la habitación, Ginny estaba dormida

Una vez que Ginny se despertó, Harry le dio un cariñoso beso

-- Tienes que cuidarte más mi amor, y bebe agua más a menudo

--- Ya lo sé Harry, ya lo sé

-- Bueno, ¿ estarás bien, verdad ? ¿ quieres que le diga algo a Lily o a Albus para que no se
preocupen ?

--- No, no les digas nada, creo que se preocuparían incluso más, ya los conoces, mañana por la
mañana me darán el alta

--- Como quieras querida

--- Anda, anda, no me mires así con esa cara de pena, que tan sólo ha sido un susto, prometo
que no volverá a pasar, ¿ de acuerdo ? ¿ Por cierto, no tienes que irte a Hogsmeade ?

--- ¿ Ya me estás echando ?

--- No, no es eso, Harry, pero tendrás que hacer tus cosas y, como ya has venido a verme, te
puedo decir que estoy bien y puedes ir a Hogsmeade sin estar preocupado. Ya puedo
arreglármelas yo solita.

--- Pues entonces, mi cielo, déjame darte dos besos más antes de irme

Harry acercó lentamente sus labios hacia los de su mujer, Ginny y la besó suavemente, con
mucho cariño. Fue un beso muy largo, tras el cual, salió de la sala

Poco después de salir del Hospital, se desapareció desde un callejón desierto, para que no le
viera nadie y se apareció instantes después al lado de la puerta de las 3 escobas. Entró, se
sentó en una mesa y se dispuso a esperar a Hagrid, quien aún no había llegado. Mientras le
esperaba, le pidió una cerveza de mantequilla a Madame Rosmerta, la dueña del local y
cuando ésta se la trajo, se puso a beberla tranquilamente. Al poco rato llegó Hagrid, un tanto
malhumorado y polvoriento.

--- ¿ Qué te ha pasado, Hagrid ?

--- Ni me lo recuerdes. He estado casi toda la mañana limpiando los excrementos de unas
Escandras que han decidido instalarse en el bosque prohibido, cerca de mi cabaña.

--- ¿ Escandras ? preguntó Harry a su amigo

--- Sí, ya sabes Harry, las escandras son esas aves mágicas de Rumania que se parecen a las
águilas muggles, aunque estas son un poco más grandes, y además hablan

--- Ah ya, las escandras, claro; mintió Harry, que no quería demostrar su ignorancia. Bueno,
así que por eso estás malhumorado

--- Sí, claro, no veas los kilos de estiércol que había acumulados allí. Y encima he tratado de
dialogar con ellas pero no me hacen caso, dicen que ése es su nuevo territorio de caza

--- Ya veo, se burló Harry riéndose jocosamente

--- No es ninguna broma Harry. Tendrías que haber visto cómo estaba aquello

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---- De acuerdo Hagrid, si yo te creo y sabes que estoy de tu parte. Dejemos eso por ahora
¿ vale ? ¿ qué hay de lo otro ?

--- ¿ De lo otro ?

--- Sí, de lo que se traen entre manos Lily y Harry

--- Ah, eso. Bueno, deja que te cuente.

Hagrid le contó a Harry con todo tipo de detalles cómo habían encontrado Lily y Harry la Sala
Oculta de la Biblioteca y lo que habían encontrado en ella hasta ahora.

--- De momento no hemos visto nada sospechoso Harry, aunque supuse que querrías saber esto

--- Has hecho bien Hagrid. Mantenme informado de lo que vayáis encontrando a partir de
ahora. Supongo que ellos no saben que ibas a hablar conmigo ¿ no ?

---- No, no les he dicho nada. De todas formas, es mejor que no intervengas a no ser que
encontremos algo raro que pudiera resultar peligroso y en ese caso te lo comunicaría

--- Sí, debemos de hacer eso Hagrid. Estoy de acuerdo contigo.

Harry y Hagrid estuvieron charlando de diversos temas durante 2 horas más y luego
regresaron juntos al Castillo

--- ¿ Quieres tomar algo en mi cabaña Harry ?

--- Sí, un té me vendría bien Hagrid. Gracias. Por cierto, ¿ sabes tú algo del tema de la
Conferencia que se celebrará aquí, en Hogwarts ?

--- ¿ Una Conferencia ?

--- Sí, a Neville y a mí, por ejemplo, nos han invitado. ¿ De verdad no sabías nada ?

--- Te lo juro Harry, ahora me entero. ¿ de qué trata esa Conferencia ?

--- De magos de la Edad Media y Magos antiguos, más o menos

--- Ah, pues debe ser que como no me iban a invitar, ni siquiera me iban a informar de la
misma

--- Puede ser, Hagrid, dijo Harry no muy convencido de ello. De todas formas, me parece muy
extraño el que ni siquiera te avisaran de que se iba a celebrar

---- Bueno, es igual Harry, si de todas formas no iba a ir. No se me daba muy bien la Historia
de la Magia en su tiempo y ahora menos, como podrás comprender.

Harry aún seguía preocupado, ¿ Habría algún motivo oculto para que Hagrid no hubiera sido
avisado de la Conferencia ?

--- Bueno Hagrid, ya te veré luego en el Castillo. Voy a ir ahora a mi despacho a examinar
unos papeles

--- Adiós Harry


Capítulo 13. Se descubre una nueva Profecía

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Harry madrugó mucho el día siguiente, pues con las prisas del día anterior, al final no había
podido comprar nada en Hogsmeade. Desayunó en el Gran Comedor, el cual estaba
completamente desierto, salió del Castillo y allí se desapareció para aparecerse poco después
en Hogsmeade, enfrente de Las 3 Escobas.

No había mucha gente en el local, pues aún era muy temprano, así que después de tomarse
una cerveza de mantequilla, se dispuso a hacerles una visita a Fred y a George, los hermanos
de Ron, pues actualmente tenían una Gran Cadena de Centros Comerciales de objetos
mágicos “ Sortilegios Weasley “, de los cuales tenían sedes en Hogsmeade, además de en
Londres, Madrid, Milán, Bruselas y París. Estaban asociados desde hace muchos años con Lee
Jordan, un antiguo compañero de la escuela. Harry era además, socio de honor y ellos tres
siempre le dejaban llevarse algo sin pagarlo, no obstante fue Harry quien les dio el dinero
inicial para la creación de su primera tienda.

Según se acercaba a la puerta de la tienda Harry pasó al lado de un puesto en el que vendían
Lotería Mágica.

---- ¡ Compren, compren ! ¡ Esta semana hay un bote acumulado de dos millones y medio de
galeones ! ¡ Compren, compren !

Harry se paró al lado del puesto y decidió comprar lotería

--- “ Total, no pierdo nada ¿ no ? ” se dijo Harry una vez estuvo frente al lotero

---- Tenga sus décimos señor, y que tenga buena suerte, le dijo el lotero

--- Muchas gracias, buen hombre

Harry prosiguió su camino y llegó junto a las puertas del Gran Centro Comercial de los
Weasley “ Sortilegios Weasley ”

“ Gran Centro Comercial sortilegios Weasley, aquí encontrará de todo ” rezaba el cartel de la
entrada.

--- Pues sí, tienen de todo aquí, aunque ahora me vendría bien que estuviesen Fred y George
hoy aquí, iba pensando Harry para sus adentros

Harry subió a las oficinas del tercer piso y último del centro y llamó a la puerta. Lindsey
Cherry, la mujer de Fred, le abrió la puerta.

--- ¡ Oh, Harry ! ¡ Eres tú ! ; pasa.

--- Hola Lindsey, venía a ver si estaban por aquí Fred y George

--- Pues Fred estaba hace una hora por aquí, pero creo que se fue a consultar la Bolsa Mágica
en Milán y luego estará en nuestra sede de Londres, pero… George hace cinco minutos estaba
con los de Mantenimiento en el Sótano.. ¡ Mira, por aquí entra !

La puerta del despacho se abrió y George entró por ella seguido de Lee Jordan

--- ¿ Qué tal estás, Harry ?

--- Muy bien George, podría decir que casi igual que vuestro negocio, viento en popa

--- Tú siempre tan bromista, Harry, pero tienes razón, nos va de maravilla. Ahora mismo Fred
se ha ido a cerrar un trato con una firma de Dublín, nuestras ventas de espejos insomnes en
Irlanda han subido en el último mes un 20 % y estamos a punto de aprobar una fusión con “
Bellmarrest, el punto mágico ”, la cual es una de las cadenas de objetos mágicos más

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importantes en Grecia, con lo cual podrás comprobar que apenas tenemos descanso. Fíjate,
el mes pasado culminamos satisfactoriamente tras 3 meses una Opa amistosa sobre el grupo
alemán “ Hollenzor ” de varitas mágicas de pega y tenemos pensado realizar una ampliación
de capital para el mes próximo.

--- Ya, ya veo que aburridos no andáis, comentó Harry con sorna

---- Y bien Harry , ¿ Qué te trae por aquí, además de el visitarnos ?

--- Bueno George, lo primero y antes de nada, cuéntame si sabes algo de Ron, tu hermano

--- Pues, las últimas noticias que tengo son que sigue investigando a la secta esa, que se
encontraba bien y que habían logrado atrapar ya a varios de sus miembros. Salvo eso, sé lo
mismo que tú Harry, que vendrá en Navidades, ya que esperan haber disuelto para entonces la
secta.

--- Me dejas más tranquilo George. Ahora, te tengo que pedir una cosa

--- Lo que quieras Harry, tú sólo pide

--- ¿ No tendréis por casualidad en la tienda algún anillo de invisibilidad temporal de esos que
vendisteis hace 5 años verdad ?

--- Pues ahora que lo dices… creo alguno quedaba por ahí, ya sabes que con la que se lió el año
pasado después de que unos clientes los utilizasen para robar en varias tiendas de la zona, el
Ministerio nos restringió su venta, pero tú si podrás llevarte uno. Además, llévate lo que
quieras de por ahí ya sabes que tú aquí no pagas Harry. Espérame aquí que te subo el anillo.

Harry anduvo entre algunos estantes del despacho y recogió en un pequeño saquito unos
polvos de oscuridad instantánea que estaban expuestos y se los guardó.

Poco después George volvió y trajo consigo el anillo

--- Aquí tienes Harry, tu anillo

--- Gracias George, te debo una

--- No hay de qué Harry

--- Ha sido un placer volver a verte George, dile a Fred que he venido

--- Ya le daré recuerdos de tu parte Harry

Harry se despidió de George, salió de la tienda y regresó al Castillo. Hagrid le abrió las puertas
que daban acceso a los recintos de Hogwarts

--- Ya veo que has madrugado mucho hoy, Harry

---- Es que ayer no tuve tiempo de comprar nada en Hogsmeade, entre el parto de Ginny y
otras cosas…

--- No te preocupes, lo entiendo; así que has madrugado para poder regresar a tiempo para
dar las clases del día.

--- Claro, por cierto, tengo que irme ya al Castillo o no llegaré a tiempo para dar la primera
clase, dijo Harry una vez hubo mirado su reloj. Nos vemos luego Hagrid, se despidió Harry
saliendo corriendo hacia el Castillo.

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Harry llegó al aula y esperó a que los alumnos fuesen entrando en la misma. Una vez que todos
estuvieron dentro decidió que debía de comenzar la clase.

--- Bueno, hoy veremos algunos hechizos muy útiles en el caso de intentar despistar a un rival
durante una batalla, lo cual nos permitiría obtener una cierta ventaja en la misma, o también,
si lo preferimos así, ganar un cierto tiempo muy útil para salir huyendo si fuese necesario.

--- ¿ Qué clase de hechizos son esos ¿ preguntó John Tennan, un alumno de Gryffindor

--- Son hechizos duplisorios, esto es, hechizos que crean imágenes múltiples de uno, lo cual
desconcentra al rival, quien no sabe cuál de las imágenes es vuestro verdadero yo

--- Eso parece muy interesante, opinó una chica de Slytherin

--- Os sacará de más de un apuro, dijo Harry a los alumnos. Solamente hay que agitar tres
veces la varita de arriba hacia abajo suavemente, ahora dibujamos con ella 3 círculos en el aire
y decimos ¡ Duplo Solemtes !

Al instante, el cuerpo de Harry se iluminó con un áurea brillante y después se dividió en 10


figuras iguales a él. Los alumnos no sabían qué Harry era el auténtico.

--- ¡ Vamos ! animó Harry a los alumnos, tratad de descubrir cuál de ellos soy

Un alumno se acercó a uno de los Harrys presentes e intentó atraparlo entre sus manos, la
figura parpadeó, desapareció durante unos instantes y luego volvió a reaparecer en el mismo
sitio. Otro alumno se acercó entonces a otra de las figuras y le ocurrió lo mismo

--- ¡ Desmaius ! se oyó proveniente de otra de las imágenes

Un alumno cayó inmediatamente desmayado al suelo. Las figuras parpadearon durante unos
segundos y finalmente desaparecieron. Harry apareció en su lugar, se acercó a los alumnos y
reanimó al alumno desmayado

--- ¿ Habéis visto ? es realmente útil tanto para defenderos como para haber podido huir ante
la confusión del contrario. Cuantas más ganas y convicción pongáis en el hechizo, más dobles
aparecerán luego. Ahora haced grupos de dos y practicad.

Los alumnos estuvieron durante el resto de la clase practicando. Acabada la misma, Harry les
mandó realizar una redacción sobre la importancia de los hechizos duplisorios y sus utilidades
y ventajas en un duelo.

Mientras tanto, en otro aula, Harry y Lily habían tenido una clase bien distinta, Pociones con
Snape.

Cuando empezó la clase, Harry y Lily estaban hablando acerca de los libros de la Sala Oculta
de la Biblioteca.

--- Está decidido Lily, definitivamente se lo contamos todo a tu padre a ver si así conseguimos
avanzar algo más en esta investigación

---- Está bien Harry, como quieras, cedió Lily de mala gana. De toda formas, seguro que
diciéndoselo o no, nos iba a reñir igualmente…
--- A ver, ustedes dos, que parece que se les ve muy interesados por la materia, se oyó decir a
Snape en voz alta

--- ¿ Nosotros ? preguntaron Manuel Anarte, Alberto Vázquez y Javier Gómez, para echar una
mano a sus amigos

--- No, ustedes no, me refiero a sus colegas de al lado, el Señor Weasley y la Señorita Potter

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--- Pero… protestó Lily

--- No replique señorita. A ver si es tan capaz como se cree:

--- Dígame, señorita Potter ¿ Qué se obtiene con el cuerno, la cola o el fluido del Erumpent ?

Lily se quedó en blanco. Harry levantó la mano

--- Deje a la señorita Potter arreglárselas sola, señor Weasley. Veamos esta otra pregunta:

--- ¿ Qué se obtiene con escarabajos machacados, bilis de armadillo y raíz de jengibre
cortada ?

Lily tampoco supo qué contestar. Miró levemente a su amigo Harry, quien le hacía gestos
tocándose la frente

--- Ya veo señorita Potter, que nuevamente se confirma lo de “ de tal palo, tal astilla ”

A ver estas dos últimas preguntas:

¿ Qué diferencia hay entre el acónito y la luparia ?

Lily tampoco supo responder a esta pregunta

Harry levantó nuevamente la mano

La última, señorita Potter, si la contesta, el señor Weasley se librará de un castigo esta noche

--- Pero… ¡ maldito sea ! se quejó Harry desde su sitio

--- Le he oído, señor Weasley. Son 10 puntos menos para Gryffindor

--- Es usted muy injusto, se quejó Lily

--- No me conteste, señorita Potter. Son otros 10 puntos menos

Lily gruñó por lo bajo

--- Aún no hemos acabado señorita Potter. Y puesto que veo que el señor Weasley tiene
muchas ganas de ayudar al señor Filch a limpiar la sala de trofeos esta noche, le dejaremos
hacerlo

Harry iba nuevamente a protestar, pero sus amigos Alberto, Javier y Manuel, le disuadieron de
ello

--- La última pregunta, señorita Potter:

¿ Para qué se utilizan las secreciones de Bundimun ?

Lily sabía esta última pregunta, pero al ir a responderla, Snape se anticipó

--- Sí, dígaselo a su amiguito, el señor Weasley, le ayudará mucho el saberlo cuando limpie la
sala de trofeos esta noche

--- Harry, no te deprimas, empezó a animar Lily a su primo

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Harry no pudo aguantar más

--- ¡ Es usted un miserable ! se lo diremos al profesor Potter

--- Bueno, el profesor Potter, sin duda alguna, estará de acuerdo conmigo en evitar las
sublevaciones en clase

--- ¿ Qué sublevaciones ? gritó Lily

--- Tranquilícese, señorita Potter. Y para su información, le diré que con el cuerno, la cola o el
fluido del Erumpent se obtiene un fluido explosivo; con los Escarabajos machacados, la bilis
de armadillo y una raíz de jengibre cortada se obtiene una poción que agudiza el ingenio
( Hace pensar con más claridad, muy útil para los estudiantes ); El acónito y la luparia son la
misma planta; Y como ustedes dos saben, las secreciones de Bundimun se utilizan diluidas en
ciertos fluidos mágicos de limpieza. Así que ya sabe, señor Weasley, le toca limpiar esta noche

--- ¡ Esto es injusto ! protestó Lily

--- Si usted quiere, le puede hacer compañía señorita Potter, pero sin duda alguna, preferirá
estar en la Sala Común de Gryffindor ¿ no ? así que cállese

Poco después de finalizada la clase con Snape, Manuel Anarte, Luis ángel Sañudo, Harry y Lily,
se dirigieron hacia el despacho del padre de Lily, Harry, el cual se encontraba revisando unos
trabajos de unos alumnos.

Harry les abrió la puerta

--- Hola chicos, ¿ Qué os trae por aquí ?

--- Pues, es que el profesor Snape se está pasando un montón con nosotros

--- ¿ Le habéis provocado, verdad ?

--- No, padre, no le hemos provocado. Tan sólo estábamos hablando un poco en clase

--- Con Snape es justo lo que no debéis de hacer. Tratad de seguir la clase, por muy difícil que
os parezca. ¿ Hay algo más que queráis decirme ? les preguntó Harry mirándoles
inquisitivamente

--- No, no hay nada más padre

--- De acuerdo. De todas formas, no os preocupéis, ya hablaré yo con Snape para saber qué es
lo que ha pasado

--- Adiós padre

--- Adiós chicos

Al salir del despacho, Harry y Lily se dirigieron hacia el Gran Comedor para disponerse a
comer. Manuel Anarte se despidió de ellos y se dirigió hacia su cuarto a buscar unos libros que
aún no había devuelto a la Biblioteca. Luis Ángel le acompañó

--- Harry, se lo contamos Hoy

--- Lily, ¿ de qué estás hablando ?

--- De lo de la Sala de la Biblioteca

--- Ah, bueno, si quieres tú, se lo contamos. ¿ En qué momento ?

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--- Después de la cena. Luego entraré yo con él, pues tú tendrás que cumplir el castigo con
Filch

--- De acuerdo Lily

Esa noche, después de la cena, Harry y Lily esperaron al padre de Lily, Harry a las afueras del
Gran Comedor. Cuando Harry salió del mismo se les encontró charlando en las puertas en una
actitud muy sospechosa, pues según Harry pudo apreciar, tan pronto como le vieron,
empezaron a discutir entre sí:

--- ¡ Eres idiota Harry ! Nunca más volveré a hacerte caso

--- No me vuelvas a hablar Lily, ¡ Eres una traidora !

--- Calma chicos. A ver, ¿ Qué os pasa ? les preguntó Harry intentando calmarles

Lily se dirigió a su padre

---- ¡ Ah !, Hola padre, estábamos aquí charlando simplemente

--- ¿ Charlando ? Yo diría más bien que estabais discutiendo. Y francamente con los problemas
de Albus en la escuela tenia ya más que suficiente pero ahora me venís con los vuestros

--- ¿ Eso ? No, no te preocupes, no es nada importante

Harry sospechó que quizás los chicos querían hablarle de la Sala Oculta de la Biblioteca, así
que decidió ahorrarles el trabajo de hacerlo

--- Verás padre, queríamos decirte algo

--- ¿ Puede ser algo relacionado con cierta Sala Oculta de la Biblioteca ? dejó caer Harry como
quien no quiere la cosa

Harry y Lily se quedaron boquiabiertos

--- ¿ Lo sabes ?

--- Sí, ¿ No es obvio ?

--- ¡ NO ! Fue Hagrid ¿ verdad ?

--- Pues sí, fue él. Es mi amigo y, al igual que yo, se preocupa por vosotros

--- Era nuestro secreto, no tenía ningún derecho

--- Mirad chicos, hablaremos de eso en otra ocasión. Me tenéis muy enfadado. ¿ No os dije que
no os metieseis en líos ?

--- Pero… trató de decir Harry

---- Pero nada Harry, esto se lo contaré a tu madre Harry, y tú y yo Lily, ya tendremos una
charla. Si es que siempre estáis igual ¿ eh ? ¿ No podéis simplemente comportaros de una
forma normal ?

--- ¿ Como cuando tú estabas en el Colegio padre ? dijo Lily irónicamente

--- Mira Hija, eran otros tiempos, el malvado Lord…

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--- No lo digas padre

--- No me dirás ahora que aún tenéis miedo a ése nombre

--- Es que…

--- ¡ Qué vergüenza, abrase visto ! ¡ Es sólo un maldito nombre ! chilló Harry muy enojado.

Los de alrededor se giraron hacia ellos

--- ¿ Veis lo que conseguís con esto ? Ser el centro de atención, ¿ es eso lo que queréis ? Lily,
creía que te habíamos educado mejor…

--- Perdona, padre

--- Bueno, dejémoslo por el momento. Mirad, ahora mismo iremos a esa Sala Oculta de la
Biblioteca a ver qué es lo que encontramos por ahí

Media Hora después, Harry y su hija Lily se encontraban dentro de la Sala Oculta de la
Biblioteca rebuscando en todas las estanterías de la misma y dentro de cada Libro, por lo que
pudieran descubrir.

En una esquina de la Sala, y después de remover una estantería que se encontraba allí y
revisar sus libros, vieron unas extrañas inscripciones o grabados sobre la pared.

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----- Esto me parece muy intrigante, opinó Harry preocupado

--- Parecen… ¿ signos rúnicos, no padre ? preguntó Lily

--- Sí, hija, y como yo no sé leerlos, lo mejor será que tomemos nota de ellos.

Harry levantó la varita, la agitó suavemente y, al instante, aparecieron al lado suyo un


cuaderno y una pluma, con los que empezó a copiar los símbolos de la pared

--- ¿ Cómo has hecho eso ? preguntó Lily, asombrada a su padre

--- Bueno Lily, es un simple hechizo convocador de nada. Vosotros los daréis en 7º curso, si
mal no recuerdo

Harry acabó de copiar los símbolos y cogió un libro de la estantería que estaba enfrente suyo.
Lo abrió por una página cualquiera; en el libro ponía:

“ El alzamiento llegará en el año señalado, y un nuevo acontecimiento, ignorado por todos,


pondrá al Mundo en un grave peligro. Las dos caras de la Moneda ya se habrán mostrado por
aquel entonces y los dados del destino habrán corrido en ambos bandos, pronto llegará el
Destructor ” Año 1916 Profecía de Maltisse Worrianson.

--- Vaya, se dijo Harry a sí mismo. Es un libro de profecías…

Harry abrió el libro por otras páginas. En una de ellas, se encontraba curiosamente la que
anunciaba la llegada de Un Señor Oscuro, que Harry atribuyó sin duda a la llegada de Lord
Voldemort en su tiempo. No se podía leer quién realizó la profecía en cuestión ya que el texto
en esa parte era ilegible.

--- ¡ Abrase visto ! dijo Harry extrañado. No sabía que hubiese habido alguna profecía acerca
del alzamiento de Voldemort en su tiempo. Seguro que Dumbledore debió de saber algo o
sospechó de él y no hizo caso de la profecía, o simplemente se equivocó de persona.

Por fin, Harry abrió el libro por las últimas hojas que había escritas y allí encontró algo que lo
dejó helado.

La última profecía que había allí escrita la conocía Harry muy bien. Era la que hablaba de su
nacimiento y de cómo él era el elegido y debería de matar a Voldemort, pues ninguno de los
dos podría vivir mientras lo hiciera el otro. Era la profecía que una vez realizara Sybill
Trelawney, su antaño profesora de Adivinación. Pero… lo más preocupante era el porqué
estaba escrita allí, en ese libro, en una Sala Oculta de la Biblioteca.

Harry no tuvo mucho más tiempo para pensar sobre ello pues, al instante, algo ocurrió en el
libro, algo inaudito, una luz cegadora, que procedía del libro, les hizo taparse los ojos. Cuando
volvieron la vista, la misteriosa luz había desaparecido, y vieron que en el libro había
aparecido una nueva Hoja con una Profecía nueva escrita sobre ella:

“ El clamor del pueblo por el elegido hará que éste busque respuestas, y en un azor, él
descubrirá el objeto de su búsqueda. No deberá permitir que el libro caiga en malas manos,
pues su uso indebido traerá el Caos al Mundo conocido y podrá ser su final ” Autora: Destino
Worlimmer. Año 1974

--- ¡ El elegido ! gritó Harry, asustado. Lily, esto es muy siniestro. Éste libro parece como una
especie de registro de Profecías, va recogiendo todas las que se van realizando y las recopila
aquí. Creo que debería dejarle por un tiempo los libros a tu tía Hermione Lily, igual ella logra
descubrir o descifrar algo

---Estoy de acuerdo contigo padre

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--- Ahora, salgamos de aquí, hija y sellemos de nuevo la Sala, no la debe de encontrar nadie
aparte de nosotros

--- Pero… padre, protestó Lily

----- Ya hemos visto demasiado Hija. No es conveniente jugar con la Magia Oscura; nunca
sabes lo que puede ocurrir
Los dos salieron en silencio de la Sala y volvieron a sellarla una vez fuera de ella, colocando el
cáliz sobre la estantería.

Capítulo 14. Navidades agitadas

Esas Navidades, Harry y su familia las pasaron en la Madriguera, junto a Ron y su familia. La
Casa había sido agrandada mágicamente para tal acto, aunque incluso así, andaban un poco
apurados de espacio. Harry le había entregado a Hermione los libros de las profecías para que
los examinara hacía unas semanas y ella había conseguido descifrar gran parte de las mismas,
aunque todavía no habían hablado de ello.

Esa noche, la señora Weasley, Hermione, Ginny y Fleur, estaban haciendo la cena en la cocina,
mientras que Harry, Bill, Ron, Charlie, el Señor Weasley y los niños estaban unos en el jardín
y el resto en una especie de terraza improvisada.

--- ¿ Y bien, Ron qué más tienes que contarme de la secta esa a la que os enfrentasteis ?

-- Pues la verdad es que nada más realmente Harry. Como ya te dije, la secta está
prácticamente disuelta después de nuestra intervención. Conseguimos capturar al grupo de
los líderes y el resto se fue desperdigando, ante la falta de ideas. Estos grupos funcionan así y
sin el líder, pierden cohesión y finalmente se disgregan. y tú háblame de esa misteriosa sala
que tanto interés le ha despertado a Hermione.

-- Pues la verdad es que la encontraron los chicos Ron, yo no tuve nada que ver, la verdad es
que me enteré de todo esto por Hagrid, que me lo contó , pero al parecer es una sala en la que
hay muchos libros ocultos y la mayoría son de artes Oscuras.

-- Eso suena muy peligroso Harry

-- Sí, y por eso opino que no es muy apropiado andar trasteando mucho con ellas. A ver qué
nos cuenta Hermione en la cena. Por cierto ¿ sabes quienes van a venir ?

--- No, la verdad es que no Harry, como he estado fuera.

-- Pues Cho Chang está de gira con su equipo de quidditch, los Ithilien Bertuccis, de Italia, y le
han concedido unos días para hacernos una visita. Asuntos personales, ya sabes. Además
Seamus Finnigan, Lavender, Parvati, y Neville estarán aquí

-- Como una reunión de antiguos alumnos, va a estar bien. Por cierto, mi madre invitó a
Draco, espero que no te moleste Harry.

-- No, Ron, la verdad es que Draco ha cambiado mucho. Hombre, no te digo que vaya a olvidar
de la noche a la mañana todo lo que nos hizo pero por algo se empieza ¿no ?

-- Sí, es lo que dicen Harry

-- Claro Harry, lo mejor es que los rencores se queden fuera

---- ¿ Y qué es eso de la cámara oculta Harry ? preguntó Arthur, el padre de Ron. La verdad es
que siempre andáis metidos en líos muchachos

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--- Que conste que nosotros no los vamos buscando ¿ Eh ? quiso puntualizar Harry

--- Ya, ya lo sé. Pero aún así…

--- Sí, es una constante que hemos tenido toda la vida, dijo Ron, apoyando a su amigo. Es que
desde luego, una tras otra.

Harry le contó todo lo que sabía referente al asunto de la cámara oculta de la biblioteca al
señor Weasley, el cual se sintió muy intrigado por la Historia

Poco después, fueron llegando los invitados. Draco Malfoy llegó acompañado por su mujer,
Astoria, y por su hijo Scorpius, el cual se fue a jugar con Albus, Lily y el pequeño Harry

Draco y Harry se miraron fijamente a los ojos. Durante unos segundos, parecía como si
estuviesen descargando toda la rabia acumulada entre ellos dos desde hace tantos años atrás.
Luego, cambiaron su expresión y sonriendo, corrieron a abrazarse. Todos los viejos rencores
habían desaparecido.

--- Empecemos de nuevo, sugirió Draco

--- Sí, creo que es una buena idea, corroboró Harry, a su vez

Desde lejos, Ron contemplaba la escena emocionado. Astoria saludó a Ron, frunciendo el ceño
orgullosamente, y subió a la cocina.

Poco después, llegaron Cho Chang, Seamus Finnigan y Neville Longbottom

--- ¡ Hola chicos ! los saludó Harry. Pasad, no os quedéis ahí en la entrada

--- ¡ Hola Harry ! ¡ Hola Ron ! Nos alegramos de verte. ¿ qué tal te ha ido con esa secta ?

--- Pues, al fin conseguimos disgregarla, así que por mi parte, estoy encantado de haber vuelto

--- ¿ Qué tal te va a ti Cho, con tu equipo ? preguntó Harry a la que una vez fuera su novia

--- Pues muy bien. Estamos de gira, ya sabes, y nos va muy bien. Ganamos la liga pasada, ya lo
sabes.

--- ¿ Y cómo os va a vosotros por el Ministerio Seamus ?

-- Pues la verdad es que muy ocupados Harry. Gracias por preocuparte.

--- ¡ Ay, qué recuerdos me trae el quidditch… ! dijo Harry, suspirando.

--- La verdad es que no sé por qué lo dejaste Harry, dijo Draco. Eras muy bueno

--- Venga Draco, ¿ Tú diciendo que yo era bueno ? Qué rabia no tener aquí a mano mis viejos
binoculares para grabar esto

--- Jeejjej, No te ilusiones Harry, no lo volveré a repetir otra vez. Pero sí, eras muy bueno, lo
que dijera en su momento, no lo debes de tener en cuenta, eran otros tiempos, y, siendo
francos, me avergüenzo de ello.

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--- No te mortifiques ahora por ello Draco, es agua pasada; lo importante a partir de ahora es el
futuro, le dijeron Harry y Ron.

--- Ya, os lo agradezco chicos. Ahora, no sé si me podré perdonar yo mismo algún día por todo
lo que os hice.

--- Ya te hemos dicho que no pienses en ello. ¿ Te apetece jugar una partida de Gobstones con
Ron y Conmigo ? preguntó Harry

--- Está bien. A ver si así consigo animarme un poco. Respondió él, un poco compungido

Siguieron llegando invitados a la fiesta. En la cocina, Astoria, Fleur, Hermione, Tonks y Ginny
ya habían acabado de preparar la comida y empezaron a preparar las mesas para dar comienzo
a la cena.

Una vez que estuvieron cenando, hablaron de diversos temas, de trabajo, de la familia, de los
planes para las próximas vacaciones… también salió el asunto de la “ Misteriosa Conferencia
” Misteriosa ”

--- y Harry ¿ es verdad que a vosotros también os han llegado unas invitaciones para una
Conferencia en Hogwarts ? preguntó Cho

--- Pues sí, pero lo cierto es que de esa extraña Conferencia no estaban enterados ni la
directora Mc Gonagall, ni Filch, el conserje, ni incluso el mismo Hagrid

--- Es muy extraño todo este asunto de la Conferencia, dijo Harry. Si os dais cuenta, nos han
llegado invitaciones a mi, a Hermione, a ti Ron y a Neville, al menos que sepamos hasta ahora

-- Nosotros tampoco hemos recibido ninguna invitación, dijo Draco

-- Todo tiene que tener alguna relación, que ahora no acabo de ver bien, concluyó Hermione.
Mientras tanto, sigamos cenando.

--- Sí, claro. ¡ Pásame esas chuletillas de la esquina Harry ! pidió Ron

-- ¡ Ron ! le reprendió Hermione.

Una vez acabada la cena, Hermione se llevó aparte a Harry y a Ron para explicarles lo que
había descifrado y descubierto en las profecías de la Cámara Oculta de la Biblioteca

-- Veréis. El mensaje de la pared que viste tú, Harry, junto a Lily y Harry, y os va a parecer
raro, decía lo siguiente: “ MALDITOS SEAN TODOS LOS QUE INTENTEN ENCONTRAR EL
LIBRO ”

--- ¿ El libro ? pero ¿ qué libro ? preguntaron a la vez los dos, extrañados

--- Ya os dije que os iba a parecer raro. El hecho es que no hay más referencias acerca de ese
supuesto libro en las profecías, sino que en ellas he encontrado otras cosas. Parece ser que
entre las profecías de los libros que me habéis dado de la Cámara hay una copia de las
antiguas profecías o textos “ Niacianos ” , son lo que se vienen a llamar “ Las antiguas
profecías Niacianas ” las cuales tienen un valor Histórico incalculable. El cómo ha llegado esa
copia a los libros, no lo sé, pues no está explicado en los mismos.

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-- ¿ Y de qué hablan esas profecías ?

--- Eso es lo más preocupante. Se trata de unos textos cuasi-apocalípticos Mágicos, los cuales
se han venido cumpliendo sistemáticamente desde el Comienzo de la existencia de la Magia
en el Mundo. Así, hechos como por ejemplo, la llegada de Voldemort, y su caída, también
están recogidos en las profecías. Lo he visto. De todas formas, lo más preocupante es lo que
he descubierto que ocurrirá en algún Momento.

--- ¿ De qué estás hablando Hermione ? preguntaron los dos chicos, ya histéricos

-- Las Profecías Niacianas hablan también, y con fecha indeterminada, de la llegada de un


Troclón al Mundo, que causará su Destrucción Final.

--- ¡ oh ! pero eso es Horroroso, dijo Harry

-- ¿ Y en qué consistirá ese supuesto Troclón ? preguntó Ron

--- Pues eso es lo peor, que no lo concreta, pero podría ser cualquier cosa, o persona o Mago..
quien sabe, hay infinitas posibilidades. De lo que sí hablan, y creo que aquí está la relación,
es de que Hay que proteger un Libro. Dicen textualmente: “ Proteged el Libro, No puede caer
en malas manos ”.

--- Tienen que hablar del mismo libro que las inscripciones rúnicas de la pared ¿ no ?

--- Sin duda alguna Harry. La cosa es que parece que ese libro puede ser peligroso. Además, no
sabemos si es uno de los de la Sala oculta de la Biblioteca o no.

-- Tenemos que investigar en la Escuela, resolvió Ron con decisión.

-- Harry y tú, investigaréis en la Escuela, determinó Hermione apoyando a Ron.

-- Estoy de acuerdo, dijo Harry. Es una buena idea chicos. Por cierto, Hermione, sobre ese
asunto de la Conferencia

-- No te preocupes Harry, como todavía queda algún tiempo para que se celebre, investigaré
mientras tanto sobre esa relación que creo que hay con respecto a los que estamos invitados
a la misma.

Durante el resto de las Navidades, tanto Ron, como Harry, se pasaron todos los días
trayéndole a Hermione distintos documentos, Profecías y Libros que estaban en la Sala Oculta
de La Biblioteca, ella, mientras tanto, los iba leyendo y compilando mágicamente en una
especie de registro mágico, en donde se iba recopilando todo lo que iba averiguando .

Capítulo 15. Descubriendo el pasado

Harry se encontraba en estos momentos en el Ministerio de Magia, en el Departamento de


Encantamientos Experimentales hablando con Dean Thomas, ex compañero suyo de Hogwarts.

--- Como ya te dije Harry, estas cosas tienen su intríngulis, son más complicadas de lo que
parece

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--- Ya lo sé Dean, es que quiero que sea una sorpresa tanto para Lily como para Ginny

--- Bueno, tú quédate tranquilo, ve a dar una vuelta por ahí, no sé. Por ejemplo, ve a ver a
Seamus, creo que en el Departamento de Deportes están últimamente más aburridos que
nunca. Cuando vuelvas, lo tendré listo.

Harry miró su reloj detenidamente

--- Tienes razón. Volveré luego Dean

Harry bajó dos plantas en el ascensor camino hacia el Departamento de Deportes y Juegos
Mágicos, el cual había cambiado de ubicación el año pasado

Al llegar allí, se encontró con Seamus Finnigan leyendo un ejemplar de un periódico muggle
deportivo

-- ¡ Es increíble, no ganamos nada últimamente ! se quejaba Seamus, quien aún no había visto
a Harry

--- Ya veo que los italianos siguen ganando todas las competiciones sin hacer buen fútbol,
como siempre, dijo Harry

Entonces Seamus vio a Harry

--- Sí, juegan igual de mal que siempre pero ganan como nunca, se rió él, mirando a Harry.
Bueno Harry, ¿ Qué te trae por aquí ?

--- Pues he tenido que venir al Ministerio para pedirle una cosa a Dean y... de paso he
aprovechado para hacer unas visitas, y…. tú estabas en la lista

--- Jejeeje sígue con ese humor Harry, siempre me ha gustado. De todas formas es grato verte.
¿ Qué tal está Ginny ?

--- Bastante bien, gracias por preguntar, se ha recuperado muy bien del parto y esta semana
vuelve ya al trabajo en San Mungo

--- Me alegro. Dale recuerdos míos.

--- Lo haré Seamus.

Estuvieron hablando durante 15 largos minutos, al cabo de los cuales Harry miró su reloj

--- Bueno creo que ya es hora de que vaya a ver si Dean me ha acabado lo que le encargué.
Hasta otro día Seamus.

--- Hasta otra Harry

Harry volvió al Departamento de Encantamientos experimentales, en donde Dean examinaba


minuciosamente y con cara satisfecha el encargo de Harry

--- Bueno Harry, ya tienes listo el collar

--- Muchas gracias Dean

Harry sacó su cartera, extrajo de ella 20 galeones y se los entregó a su amigo

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--- Harry, no tienes por qué….

--- Debo insistir Dean

--- Bueno, como quieras, pero que conste que eres mi amigo y lo habría hecho gratis. Al fin y
al cabo era sólo encantar el collar

---- Da igual Dean, para mi eso ya es bastante. Y ahora, si me disculpas, debo de regalárselo a
Ginny y luego regresar al Castillo

--- ¡ Buena suerte Harry !

--- ¡ Adiós amigo !

En el recibidor de la entrada, un grupo muy numeroso de periodistas estaba en las puertas .


El Ministro se encontraba hablando con ellos. Entre el grupo de periodistas se encontraba
Rita Skeeter, quien había regresado al Profeta unos años atrás. Aún no habían visto a Harry,
el cual estaba junto al mostrador de entrada con un ejemplar del profeta en la mano. Harry se
preguntó a qué vendría tanto revuelo. Desde donde se encontraba, podía escuchar toda la
conversación sostenida entre el Ministro y los periodistas.

--- ¿ Cuándo saldrá del edificio señor Ministro ?

--- De momento les puedo decir que aún se encuentra dentro del mismo, todavía no se ha
llevado su varita aquí en la recepción del Ministerio

--- ¿ Podríamos entrar para buscarle por nosotros mismos ?

--- Me temo que eso es imposible, no quiero que de ningún modo se altere el buen
funcionamiento del Ministerio

Harry estaba acabando de leer el diario cuando en una de las hojas leyó la siguiente noticia:

“ Harry Potter gana el Gran sorteo de la Lotería Mágica” El Gran sorteo de la Lotería Mágica,
dotado con un premio de 1.000.000 de galeones le correspondió en la Noche de ayer al señor
Harry Potter, ex presidente del Consejo de aurores del ministerio de Magia y actualmente
profesor de la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscuras en la Escuela de Magia y
Hechicería de Hogwarts, además de jefe de la Casa Gryffindor….

Harry dejó de leer la noticia. Ahora comprendía el por qué los periodistas se encontraban en
esos momentos en el Ministerio. Sin darse cuenta se volvió, lo que le dejó a la vista de los
periodistas. Un montón de flashes de cámaras de fotos le cegó.

--- ¡ Haga algunas declaraciones, señor Potter !

--- ¿ Qué es lo que se siente en estos momentos ?

Las preguntas llegaban por doquier, y Harry estaba muy agobiado

--- Señor Potter, represento a una firma Sueca de empresarios y estaríamos muy interesados
en que invirtiera usted en unos valores que…

--- ¡ Harry, unas palabras ! preguntó entonces Rita Skeeter

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Harry, exhausto, sólo pudo decir:

-- Estoy muy contento, gracias y ahora, déjenme tranquilo

Harry fue sacado de allí por su amiga Tonks

--- ¡ Hola Harry ! supongo que otra vez soportando el precio de la fama, se rió su amiga

--- Sí, supongo que es mi sino, se rió él. Hay que ver, de entre todo el Mundo Mágico, me tenía
que tocar a mi el premio.

--- ¿ Qué te pasa, es que no lo quieres ?

--- No, no es eso, pero desde luego esto no va a traer tranquilidad a mi vida desde luego. Y
además, yo ya soy millonario.

--- Ay Harry, te quejas de poco. Cuanta gente desearía estar ahora en tu lugar. Dos hijos, una
mujer que te adora, dinero en abundancia….

-- Ya, supongo, dijo Harry refunfuñando. Bueno Tonks, de todas formas, gracias por librarme
del tumulto

-- No ha sido nada Harry.

Harry se despidió de Tonks, se alejó unos metros del edificio y, mirando a los lados para que
no hubiese muggles cerca, se desapareció para aparecerse pocos instantes después en su
casa, en Grimmauld Place

--- ¡ Hola cariño ! saludó Harry a Ginny, nada más entrar en la cocina

--- ¡ Hola querido ! le devolvió ella el saludo efusivamente, dándole dos besos

---- ¡ Mira qué te he traído !

Harry sacó el collar y se lo puso a Ginny en el cuello. Era un collar de rubíes y esmeraldas rojo
y azul

--- ¡ Es precioso Harry !

--- Y aún no has visto todo lo que hace, está encantado. Mira

Harry sacó su varita, apuntó hacia el collar y dijo:

--- ¡ Especisque !

A los pocos segundos el pelo, y los ojos de Ginny, se tornaron de un color púrpura cristalino,
y una especie de luz parecía salir de ellos iluminando la estancia. Además, las ropas de Ginny
se transformaron en una especie de vestido majestuoso, dándole una apariencia digna de una
reina.

--- ¿ Qué hace ? preguntó Ginny

--- ¿ Es que acaso no lo has visto ? Ah, perdona, me olvidaba, sólo lo veo yo

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--- Explícate Harry

--- El encantamiento que lleva el collar hace cambiar en apariencia el aspecto de la persona
que lo lleva, a la vista de otros, ya te digo, esto es en apariencia, así que la gente te verá según
su gusto, radiante. Tú te verás igual, mientras que la gente te verá, según sus gustos, muy
guapa.

---¡ Oh, cielo ! Esto es fabuloso. Muchas gracias. Creo que tendré que llevarlo a la próxima
fiesta, seré la sensación

-- Todos te verán preciosa, cariño. Aunque la verdad es que yo ya te veo así sin que lleves el
colgante

Ginny besó suavemente a Harry sonriendo

--- Ya lo sé cariño. Por cierto, yo iré dentro de poco al Hospital tengo turno de tarde. Hoy
empiezo

--- Cariño, tengo que decirte una cosa

--- ¿ Sí ?

Por toda respuesta, Harry le dio el profeta y lo abrió por la página donde venía la noticia de la
lotería y, antes de que ella pudiera reaccionar Harry se despidió de ella

--- Bueno, querida, tengo que volver a la Escuela

--- Pero Harry, espera, esto es…

--- Sí, ya lo sé, fantástico. Nos vemos cariño. Te quiero.

Unas horas después, y ya en la escuela, Neville avisó a Harry de que la directora quería hablar
con él, así que Harry se dirigió hacia su despacho de la 7ª planta, se paró enfrente de la
estatua de la gárgola, sacó su varita y dijo:

--- ¡ agua caliente ! que era la contraseña

Una vez que la escalera se elevó hacia arriba, Harry subió lentamente por la misma. Ya
estaba cerca de la puerta del despacho cuando escuchó a alguien hablando dentro del mismo.
Harry pudo distinguir las voces de la directora y las de los retratos de la pared, entre ellas, la
de Dumbledore y la de Phineas Nigellus

---- Ya te digo Albus, que es una imprudencia que le hablemos a Harry de eso. En su momento,
tú mismo, como director, decidiste mantenerlo en secreto porque suponía un gran peligro
potencial y sellaste la sala para que nadie la encontrara

--- Minerva, todo el mundo toma decisiones en algún momento de su vida, y si bien consideré
que en su tiempo lo correcto era sellar la sala para proteger el secreto, no divulgar lo que
contiene a Harry podría ser un gran error. Por el bien de todos, considero que lo más correcto
en estos momentos sería decírselo

La directora dio unas vueltas alrededor del despacho, pensativa

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--- Bueno, Albus, creo que tienes razón, es justo que lo sepa. ¿ Tú que crees Phineas ?

--- Yo creo que Albus tiene razón, sería una imprudencia no hacerlo en estos momentos

--- Bueno, entonces la decisión está tomada, sentenció la directora Mc Gonagall

En ese momento Harry entró por la puerta

--- ¡ Ah, Hola Harry ! Bienvenido, lo saludaron el retrato de Dumbledore y la directora, el


retrato de Phineas contemplaba a Harry expectante; el resto de los retratos aparentemente
dormían

--- ¡ Hola ! ¿ Para qué me quería Minerva ? preguntó Harry, fingiendo no haber escuchado
nada antes

--- Verás, Harry. He tenido noticias de que has descubierto cierta sala de la Biblioteca, que en
realidad, debería de permanecer oculta

---- ¿ Qué es lo que contiene directora ? ¿ A quién pertenecían esos libros ? La gran mayoría
de esos libros son de Artes Oscuras

--- Ya lo sé Harry, y podíamos contarte personalmente Dumbledore y yo todo, puesto que


estuvimos presente, pero para que la información no esté manipulada, hemos decidido que es
mejor que lo veas todo tú mismo

--- ¿ A qué se refiere Minerva ?

--- Supongo que conocerás este instrumento mágico

La directora sacó de un cajón de su mesilla el viejo pensadero que anteriormente había


pertenecido a Dumbledore, cogió una pequeña botella, sacó su varita, murmuró algo y una
sustancia plateada llenó el interior de la botella.

---- Sí, lo conozco, es un pensadero.

Entonces Harry cayó en la cuenta

--- ¿ Está sugiriendo que yo… ?

--- Sí, Harry. Es mejor que lo veas por ti mismo y juzgues. Así que ahora, entra en mi recuerdo
acerca de esos momentos y saca tus propias conclusiones. Ya lo entenderás todo. Antes de
nada, te aviso que son de la época en que tus padres iban a la escuela Harry, concretamente,
en su 5º año. Aún no eran pareja pero…

---- Minerva, no hace falta que le cuentes eso a Harry, le riñó el retrato de Dumbledore

--- Da igual Dumbledore, dijo Harry. Así sabré a donde voy. ¿ Pero de todas formas, qué tienen
mis padres que ver con todo esto ?

--- Entra y lo verás por ti mismo Harry, sentenció la directora

Y entonces Harry hundió lentamente su cabeza en el interior del pensadero, poco después
sintió como si se deslizase entre un torbellino a gran velocidad y finalmente cayó al suelo.
Harry pudo apreciar que se encontraba en el medio de un pasillo . Estaba en uno de los

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pasillos de la 4ª planta de Hogwarts. En esos momentos Dumbledore y Mc Gonagall estaban a
su lado hablando entre sí.

--- Esto es muy alarmante Dumbledore. Y ese recuerdo que había en esa sala... ¡ es horrible !
del mismo Salazar Slytherin...

--- Ya lo sé, Minerva, así que será mejor que esto no trascienda al resto de los alumnos. Dígale
a los alumnos implicados James Potter, a Sirius Black , Petter Pettigrew y Remus Lupin que
vengan a mi despacho. Querría que usted estuviera presente

--- De acuerdo. Iré a buscarles

Harry siguió a Mc Gonagall hasta la Sala Común de Gryffindor, en donde se encontraban


Sirius, su padre, Lupin y Peter.

-- ¡ Hola profesora !

--- Chicos, el director Dumbledore quiere que vayan a su despacho

Los 4 miraron a la profesora asustados

--- ¿ Van a... expulsarnos profesora ?

La profesora Mc Gonagall pareció meditar la respuesta durante unos segundos

--- Hummm... creo que de momento no, muchachos, pero tengan en cuenta que esta ha sido
una infracción muy grave. Y ahora, vengan conmigo

Harry observó a su padre y al resto de los chicos y le entró un sentimiento de añoranza... ¡ Ay


si no hubiesen muerto... ! Acto seguido se puso en camino y siguió a la profesora Mc Gonagall
y al grupo de chicos por los pasillos hasta que al final llegaron a la gárgola que había enfrente
del despacho del director Dumbledore

--- ¡ regaliz rojo ! dijo Mc Gonagall

La gárgola se corrió y todos entraron en el interior del despacho

--- ¡ Ayayayay...! no sé si son conscientes de lo que han hecho muchachos, dijo Dumbledore
visiblemente enfadado

-- Lo sentimos mucho director, dijeron los 4 de forma compungida

--- Esto ha supuesto, no solamente una vulneración de la prohibición de entrar en la Sala


Prohibida de la Biblioteca sin permiso de un profesor, sino también la salida a la luz de una
Sala enteramente dedicada a las Artes Oscuras que estaba cerrada por un motivo bien claro.
Los libros de esa Sala, por el recuerdo que encontrasteis en esa botella en el fondo de la Sala,
nos han revelado que esos libros pertenecieron en su tiempo al mismísimo Salazar Slytherin,
quien enfadado con el resto de los fundadores de la Escuela, Helga Hufflepuff, Rowena
Ravenclaw y Godric Gryffindor, por que no estaban conformes con su restrictiva política de
admisión de alumnos de sangre limpia en la escuela, y según la leyenda, antes de crear la
supuesta Cámara de los Secretos y abandonar definitivamente la Escuela, le fueron
arrebatados por los otros fundadores para que no los utilizase para sus malignos designios.

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Así, pues, Salazar Slytherin no se pudo llevar esos libros consigo y utilizarlos para el mal, por
supuesto se llevó otros libros pero esos de la Sala que habéis descubierto en la Biblioteca eran
los más siniestros de su colección.

Por tanto, los fundadores de la Escuela, para sobreguardar la misma contra todo mal, y, en
previsión de que pudiese volver a buscarlos, crearon una Sala en lo más profundo de la Sala
Prohibida de la Biblioteca y la ocultaron a la vista del resto de los alumnos, e incluso del resto
de los profesores, pues a partir de entonces, el secreto de la existencia de la misteriosa sala
lo conocerían solamente los sucesivos directores de la Escuela, para ocultar su existencia.

Por lo tanto chicos, os pido que no le reveléis a nadie la existencia de esa Sala, que
volveremos a ocultar nuevamente para que su secreto no caiga en malas manos

---- Bueno, supongo que con estas palabras del director os haya quedado claro, muchachos

---- Sí, profesora, dijeron todos

---- Entonces, podéis iros


Harry dirigió una fugaz mirada a su padre antes de que éste abandonara el despacho con sus
amigos

--- Bueno Minerva, ahora sólo nos queda volver a sellar la Sala. No obstante, guardaré aquí este
recuerdo que encontraron los chicos dentro de la misma, para tenerlo en un sitio seguro. Si
me permites, dijo Dumbledore alargando el brazo en dirección a Mc Gonagall

--- Por supuesto, Albus, toma, dijo ella dándole el pequeño frasquito

Harry salió entonces del recuerdo y poco después, se encontraba junto a la directora Mc
Gonagall en su despacho

--- ¡ El otro recuerdo ! dijo el retrato de Dumbledore, que estaba colgado en la pared

--- ¿ Pero y… ? trató de preguntar Harry

--- No preguntes nada Harry, lo interrumpió Mc Gonagall, mira antes este otro recuerdo, te
sacará de dudas

La directora se dirigió hacia un viejo baúl que se encontraba al fondo del despacho, en el cual
Harry nunca hasta ese momento había reparado, lo abrió y sacó un pequeño frasco de su
interior, dentro del cual, brillaba una sustancia plateada. El frasco estaba lleno de polvo sobre
su superficie, debido sin duda alguna al paso inescrutable del tiempo

--- Toma Harry, le dijo Mc Gonagall dándole el frasco

Harry se acercó lentamente al frasco y, poco a poco empezó a sumergir su cabeza en el


interior del mismo. Poco después de haber entrado dentro del recuerdo cayó fuertemente
sobre un frío pasillo, que según Harry pudo advertir, era uno de la 7ª planta. Los cuadros de
las paredes eran distintos a los que Harry conocía, la mayoría representaban a personajes
Medievales, como Morgana Le Fay, Merlín….. Harry pudo escuchar unas voces que parecían
discutir, provenientes del fondo del pasillo, así que se encaminó hacia allí.

Harry se acercó hacia donde venían las voces, eran 4 personas, dos mujeres y dos hombres.
Harry escuchó lo que decían.

--- ¡ Te he dicho mil veces que no Salazar ! creía que ya había quedado clara esa cuestión

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--- Y yo creo que no eres razonable mi querido Godric, esta es una cuestión de dignidad, de
aptitudes, y por lo tanto, sólo los más puros deberían ser los instruidos para aprender magia,
los que tengan la sangre pura y limpia.

--- No me gusta que digas eso, dijo una de las mujeres

-- HELGA tú no te metas ahora, la regañó Salazar

-- Pero Salazar, yo sólo quiero resolver esta situación...

--- ¡ Pero nada ! ¿ Tú que opinas Rawena ? Espero que hayas cambiado de idea .

-- Lamento decirte que no Salazar, sigo opinando lo mismo que ellos; además, creo que te
estás obsesionando con esto. Todos los chicos deben poder aprender la magia, ¿ por qué
convertirla en algo oculto ? ¿ Por qué restringirla ? Hay que dar a la gente una oportunidad
para que pueda desarrollar sus habilidades mágicas y que sepa controlar la magia y aprender a
usarla. En fin Godric, ¿ tú qué crees que debemos hacer ?

-- Yo ya di mi opinión al respecto el mes pasado cuando me consultasteis, pero si os empeñáis


en llegar a un acuerdo entre todos, creo que lo más justo sería que lo decidiésemos por
votación y mayoritariamente apoyaremos lo que se decida. ¿ Estáis de acuerdo ?

-- Sí, respondieron todos

Los cuatro se dirigieron hacia una habitación que se encontraba abierta en el pasillo, Harry los
siguió.

--- Bueno, lo primero será brindar en homenaje a este trascendental momento, y lo haremos
como hermanos. Si me permites, Helga

-- ¡ Ah sí!, toma, te presto mi copa

-- ¡ Por Merlín !

--- Los cuatro bebieron de la copa en señal de brindis, uno tras otro, una vez posaron la copa
de Helga sobre la mesa, Godric tomó la palabra

-- Hoy nos hemos reunido aquí para tomar una decisión muy importante concerniente a el
futuro de la Comunidad mágica. Procedamos cada uno a dar su voto. Los que opinen a favor
de dar clase exclusivamente a los que posean pureza de sangre, que levanten la mano

Salazar Slytherin levantó inmediatamente la mano, fue el único que lo hizo

-- ¡ Helga, así que después de todo me traicionas !

-- Pero Salazar, querido, no te lo tomes así

--- La decisión ya está tomada, dijo Godric, supongo que no pondrás objeciones mi querido
Salazar

El joven giró levemente la cabeza hacia su entonces amigo Godric, después miró hacia abajo
con una ira indescriptible en la mirada

-- Vaya, vaya, vaya. No esperaba que acabásemos así, mi querido amigo, pero en fin, tú lo has
querido

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-- No te entiendo, querido amigo

--- Bueno, espero que entonces sepas entender esto

Salazar se giró, levantó rápidamente la varita y la agitó bruscamente hacia su amigo. Un rayo
azul oscuro salió disparado en dirección a Godric, quien se golpeó contra la pared, quedando
inconsciente

-- ¡ Salazar ! ¡ Yo te quiero ! gritó entonces Helga

-- ¿ Qué haces ? le gritó a su vez Rowena

Salazar Slytherin miró por última vez a sus antiguas amigas, y dijo

--- Lo siento, pero debo irme, no comparto este absurdo planteamiento vuestro. Adiós.

Una oscuridad invadió el corredor, quedando todo a oscuras. Harry no podía distinguir nada,
hasta que poco después, todo se aclaró. Salazar Slytherin ya no estaba allí

--- ¡ Se ha ido Rowena, se ha ido ! sollozaba Helga desconsolada

-- Ya no es asunto nuestro Helga, ahora debemos reanimar a Godric

Una vez que Godric estuvo consciente de nuevo, los tres se dirigieron hacia la Biblioteca

-- Creo que estaréis de acuerdo conmigo, en que estos libros que se ha dejado Salazar aquí, no
conviene que salgan a la luz.

--- Estamos de acuerdo Godric

--- Por lo tanto, vamos a crear una sala en lo más profundo de la Biblioteca y la sellaremos
para que nadie la encuentre nunca, su presencia sólo será conocida, de ahora en adelante,
únicamente por el director de la escuela y se mantendrá en el más profundo de los secretos.

-- No hay que olvidarse de que el conocimiento de la existencia de ese libro que tenía Salazar
entre los de su colección, es muy peligroso.

-- Sí, desde luego, Ese libro, cuyo título es " El libro del tiempo perdido " y que fue creado por
el mismísimo Merlín y que guarda las claves del tiempo y el espacio, no debe de caer en malas
manos. Lo esconderemos dentro también.

Harry se elevó sobre sí mismo y salió del pensadero, poco después se encontraba nuevamente
al lado de la directora Mc Gonagall en su despacho.

-- Pero... ése libro no le hemos encontrado en la sala ¿ Dónde está escondido directora ?
Usted debe de saberlo ¿no ?

-- Pues Dumbledore no me dijo que tuviera constancia de que alguna vez hubiera salido de la
biblioteca, ¿ no es así Albus ? preguntó la directora dirigiéndose al Dumbledore del retrato de
la pared

-- Es cierto, Minerva. No sabía que ése libro hubiera salido alguna vez de Hogwarts, pero sin
duda alguna, y conocidos los hechos actuales, creo que estaba equivocado

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--- Pero.. ¿ Quién pudo coger el libro ? preguntó Harry

--- Tú lo sabes muy bien Harry, dijo Dumbledore a Harry

--- No, yo no... Harry pensó un momento en los recuerdos del pensadero y luego cayó
repentinamente en la cuenta

---- ¡ no ! ¡ no puede ser !...

-- Sí, Harry es así y tú lo sabes bien

--- Mi padre y sus amigos, los merodeadores, como se llamaban entonces. Lupin, Sirius y..
Peter

-- El caso es que ahora no les podemos preguntar qué hicieron con el libro ni dónde lo
escondieron pero si esto se hace público será un acicate para que los grupos de magos oscuros
se lancen en la búsqueda del libro

-- ¡ Ay ! Harry se quitó en ése momento un escarabajo de su hombro

--- Lo que te podría sugerir Harry es que... La directora dudó durante unos segundos

-- ¿ Qué me sugiere Minerva ?

-- Nada Harry, es igual, sería poco menos que una locura, así que olvídalo.

Harry ya iba a salir del despacho cuando la directora lo llamó nuevamente

-- Por cierto, Harry, no te olvides de que pronto será la Convención en Hogwarts sobre Magia
de la antigüedad y magos antiguos y de la Edad Media, así que espero que te hayas mirado
algo acerca de lo que trata la misma.

-- Sí, me he informado acerca del tema. Por cierto, ¿ No ha notado nada raro con respecto a la
misma ?

-- ¿ cómo qué ?

-- No... nada, es igual, dijo Harry. Entonces abandonó el despacho

79
Capítulo 16. La leyenda del grial

Harry estuvo pensando durante los siguientes días acerca de lo que había descubierto en el
pensadero del despacho de la directora Mc Gonagall. Debía encontrar ése libro, y debía
hacerlo por el bien de la Comunidad Mágica, por el bien de todo el Mundo, el caso era que no
sabía cómo. Todos los que podían saber su localización actual, su padre, y los amigos de su
padre, el resto de los merodeadores, estaban muertos.

--- Es inútil Harry. No tienes forma de encontrarlo

--- Pero debo hacerlo Ron. ¿ Lo entiendes ? Es necesario

-- Sí lo entiendo, pero no vas a poder encontrarle; incluso diría que es casi improbable que
encuentres siquiera alguna pista sobre su posible paradero

-- Supongo... dijo Harry muy abatido

Harry y Ron bajaron juntos a desayunar al Gran Comedor. Gonagall había recibido permiso de
MC Gonagall para permanecer en el Castillo junto a Harry por si lograban averiguar algo acerca
del libro. Una vez en el Comedor se sentaron junto a Javier Gómez y Javier Bada, Harry notó
que las miradas del resto de los profesores y de todos los alumnos se dirigían hacia ellos dos,
lo cual encontró muy inquietante

-- Oye Ron, ¿ no te parece que...

--- ¿ Nos están mirando quizás ? terminó la frase Ron por él

-- Pues yo te iba a preguntar lo mismo

--- Tenéis razón chicos, confirmó Javier Gómez, os están mirando

Harry y Ron salieron del Gran Comedor sin terminar el desayuno y se dirigieron hacia la
Biblioteca, al pasar por los pasillos, la gente murmuraba, a su paso. En una esquina, se
encontraron con Neville, quien parecía muy asustado

80
-- ¿ Qué te ocurre Neville ?

-- Yo.. es que.. no.. a..

-- ¡ Neville ! tranquilo, habla con calma

-- Es que .... Harry... se...

--- A ver, despacio

Por toda respuesta Neville les entregó un ejemplar del profeta, La edición matutina

" Extraños acontecimientos y revelaciones se ciernen sobre el Mundo Mágico " Según tuvo
acceso una de nuestras reporteras, en la Escuela de Magia y Hechicería de Hogwarts, se ha
descubierto recientemente una Sala Oculta en lo más profundo de la Sección prohibida de la
misma. Se dice que la citada Sala Oculta fue sellada en su tiempo para que el libro no cayera
en malas manos, por los Fundadores de la escuela ya que intentaban que un Libro Mágico
Conocido como el libro del tiempo perdido y que según la leyenda, fue creado por el mismo
Merlín. Ahora bien, Harry Potter ha sido el que ha descubierto la existencia de dicha sala, y
junto con la directora y sus amigos, el Auror Ron Weasley y la Sanadora Hermione Granger,
han ocultado la existencia de la misma al resto de la Comunidad Mágica.
Ahora bien, nosotros debemos preguntarnos lo siguiente: ¿ Qué estarán tramando Harry
Potter, la directora y sus amigos ? ¿ Para qué macabros propósitos utilizarán el famoso libro,
el cual dicen que ha desaparecido ? ¿ No lo habrán escondido ellos mismos para utilizarlo en
su propio beneficio ? Próximamente les seguiremos informando acerca de esta Oscura
trama. Firmado Rita Skeeter

--- ¡ Oh no ! Ella estaba allí. ¡ Claro ! ¿ Cómo no me di cuenta de ello ? bramó Harry

-- ¿ Dices que ella os escuchó ?

-- Fue incluso peor, yo creo que estuvo allí mismo. Recuerdo que espanté a un escarabajo

-- Pero Harry, ¡ Eso es horrible ! Imagínate lo que pasará a partir de ahora. Los grupos de
magos Oscuros que existan se reunirán creyendo que nosotros escondemos el libro

--- Soy consciente de ello. Por desgracia, la Comunidad Mágica vuelve a estar nuevamente
amenazada.

--- Supongo que a estas alturas Hermione ya estará enterada

-- Mientras no tengamos alguna pista de dónde podría estar el libro, no podemos hacer nada al
respecto.

--- Después del partido de esta tarde entre Ravenclaw y Slytherin, debemos ir a ver a
Hermione. Me dijo que nos hablaría de Merlín, pues fue él quien hizo el libro. Quizás
encontremos algún dato que nos sea útil para encontrar luego el libro, o para comprender su
funcionamiento.

--- Es una buena idea Ron. Le diré a Ginny que nos acompañe.

-- Hay una gran expectación, ¿ no crees Harry ?

-- Sí Neville, y es normal, no obstante el primer partido de Ravenclaw lo perdieron ante


nosotros, así que si quieren ganar la copa este año, deberán de ganar a Slytherin, puesto que
nosotros ganamos ya el 2º partido ante ellos.

81
-- Mira Harry, ya ha llegado Felipe Cuesta, el comentarista

Por encima del tumulto se oyó una potente voz:

--- Buenas tardes a todos, magos y magas del estadio. Hoy vamos a disfrutar de un nuevo
partido de quidditch entre los equipos de Ravenclaw y Slytherin. Por parte del equipo de
Ranvenclaw, ya conocen ustedes al guardián Luis Johnson, el buscador Paul Smither, los dos
golpeadores del equipo, los formidables Fred Thomason y Jack Shefferd y las tres cazadoras
Angelina Smith, Laura Toler y la grande Gema Bárcena, la capitana del equipo e hija de la
Profesora de Transformaciones de la escuela Celia Bárcena.

Por parte de Slytherin, tenemos, a su vez, al guardián y capitán del equipo, el increíble John
Banor, el buscador del equipo, Matías Pastwer, los dos golpeadores, los hermanos Smith, Jerry
y Julián, y finalmente los 3 cazadores del equipo, Julián Ross, Tobías Jameson y Abraham
Walter

Harry se fijo durante unos instantes en su amiga Gema Bárcena, parecía muy concentrada.
Sin duda alguna, se merecía ganar este partido, aunque a Gryffindor no le viniera muy bien .
Acto seguido fijo su vista en los dos buscadores, quienes sobrevolaban el campo a toda
velocidad.

La señora Hooch, que nuevamente ejercía de árbitro, dio comienzo al partido y el


comentarista, empezó animosamente a narrarlo.

--- Una bludger lanzada por el golpeador de Ravenclaw Jack Porter ha arrebatado la quaffle de
las manos del cazador de Slytherin Tobías Jameson, la recoge Gema Bárcena quien sale
velozmente hacia la meta defendida por el guardián de Slytherin John Banor, una bludger
lanzada por Jerry Smith se dirige a ella peligrosamente, pero realiza una finta y la esquiva
muy hábilmente, Barcena se la pasa a Toler, Toler a Smith, Smith avanza rápido, ¡ está muy
cerca del guardián Banor quien le sale al encuentro ! ¡ Parece que va a tirar ! ... ¡ No ! a última
hora le pasa la quaffle rápidamente a la capitana Bárcena quien lanza .... y... ¡ sí ! Gema
Bárcena ha conseguido anotar, es un 10 a 0 para Ravenclaw.

El partido prosiguió durante una hora y Harry no veía posible que alguno de los buscadores
encontrase la snitch, la cual estaba viendo Harry en esos momentos, por encima del segundo
anfiteatro del estadio En esos momentos el partido iba a favor de Slytherin 190 a 170. De
repente, un repentino brillo debido sin duda alguna a un reflejo del sol sobre la snitch hizo
que los dos buscadores se lanzaran velozmente hacia arriba para intentar atrapar la snitch.

-- Los dos buscadores van hacia la snitch, están muy cerca de ella, una bludger lanzada
hábilmente por Julián Smith hace desviarse ligeramente de la trayectoria al buscador de
Ravenclaw Smither, con lo que Pastwer toma la delantera, ¡ Pastwer parece que va a coger la
snitch ! ... ¡ Atención ! una bludger impacta duramente contra su cuerpo y lo aleja
violentamente. Es la ocasión para Smither, quien se lanza hacia la snitch, Pastwer está muy
lejos ¡ Smither lo va a lograr ! ... ¡ Sí ! Smither atrapa la snitch y Ravenclaw gana el partido
por 320 a 190

-- Ha sido un gran partido, ¿ No crees Harry ?

-- Sí, Neville, aunque ya sabes que...

-- Tú habrías atrapado la snitch hace mucho tiempo, oyó Harry una voz a su espalda

-- Sí, la verdad es que sí Hagrid, confirmó Harry dándose la vuelta. Es más, si no hubiese sido
por ese destello de la snitch, aún no la habrían encontrado.

--- Ya lo sé Harry, si nada más era para picarte

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-- Ya lo sé Hagrid, si era por seguirte la broma

-- Jajaja, no tiene importancia Hagrid

-- Ha sido un gran partido, coincido con el profesor Longbottom dijo José Martín Soria, quien
se encontraba escuchándolos detrás suyo

-- Ya lo sé Hagrid, si era por seguirte la broma

-- Jajaja, no tiene importancia Hagrid

Una hora después, tras la cena, Harry, Ginny y Ron se encaminaron para reunirse con
Hermione por lo que les fuera a contar

-- ¿ Creéis que sea algo siniestro ? preguntó Harry

-- Por favor Harry, lo regañó Ginny. Se trata de Merlín, muy siniestro no creo que sea.

-- Sí, Merlín, Ginny también conocido como el príncipe encantador, el guardián de las
sombras. Se rumorea que era hijo de una ninfa y un ángel, replicó Harry. Es el mago con más
poder que ha existido nunca en la Historia del Mundo Mágico. Ni siquiera Voldemort se
igualaba a él.

-- Gracias por tranquilizarme Harry, dijo irónicamente Ginny

-- Ya lo sé Hagrid, si era por seguirte la broma

-- Jajaja, no tiene importancia Hagrid

Una hora después, tras la comida, Harry, Ginny y Ron se encaminaron para reunirse con
Hermione por lo que les fuera a contar

-- ¿ Creéis que sea algo siniestro ? preguntó Harry

-- Por favor Harry, lo regañó Ginny. se trata de Merlín, muy siniestro no creo que sea.

-- Sí, Merlín, Ginny también conocido como el príncipe encantador, el guardián de las
sombras. Se rumorea que era hijo de una ninfa y un ángel, algunos incluso dicen que de un
demonio, replicó Harry. Es el mago con más poder que ha existido nunca en la Historia del
Mundo Mágico. Ni siquiera Voldemort se igualaba a él.

-- Gracias por tranquilizarme Harry, dijo irónicamente Ginny

Una vez que llegaron a Grimmauld Place, Hermione les estaba esperando en el salón, envuelta
entre libros, profecías y otros manuscritos

--- Hola chicos, os estaba esperando. Id tomando asiento.

-- Veamos, Hermione, ¿ qué es lo que tienes que contarnos acerca de Merlín ? preguntó Harry
a su amiga

-- Con calma Harry, todo a su debido tiempo. Bueno, supongo que los tres conocéis la Historia
de Merlín y su relación con el Santo grial, pero de todas formas, os refrescaré la memoria.

-- La Historia más conocida de Merlín es la que le relaciona con el rey Arturo, no obstante,
esta Historia es parca en lo que se refiere a las referencias mágicas de Merlín; os la contaré:

MERLÍN EL MAGO

83
Hace muchísimos años, cuando Inglaterra no era más que un puñado de reinos que batallaban
entre sí, vino al mundo Arturo, hijo del rey Uther.
La madre del niño murió al poco de nacer éste, y el padre se lo entregó al mago Merlín con el
fin de que lo educara. El mago Merlín decidió llevar al pequeño al castillo de un noble, quien,
además, tenía un hijo de corta edad llamado Kay. Para garantizar la seguridad del príncipe
Arturo, Merlín no descubrió sus orígenes.
Cada día Merlín explicaba al pequeño Arturo todas las ciencias conocidas y, como era mago,
incluso le enseñaba algunas cosas de las ciencias del futuro y ciertas fórmulas mágicas.
Los años fueron pasando y el rey Uther murió sin que nadie le conociera descendencia. Los
nobles acudieron a Merlín para encontrar al monarca sucesor. Merlín hizo aparecer sobre una
roca una espada firmemente clavada a un yunque de hierro, con una leyenda que decía:
"Esta es la espada Excalibur. Quien consiga sacarla de este yunque, será rey de Inglaterra"
Los nobles probaron fortuna pero, a pesar de todos sus esfuerzos, no consiguieron mover la
espada ni un milímetro. Arturo y Kay, que eran ya dos apuestos muchachos, habían ido a la
ciudad para asistir a un torneo en el que Kay pensaba participar.
Cuando ya se aproximaba la hora, Arturo se dio cuenta de que había olvidado la espada de Kay
en la posada. Salió corriendo a toda velocidad, pero cuando llegó allí, la puerta estaba cerrada.
Arturo no sabía qué hacer. Sin espada, Kay no podría participar en el torneo. En su
desesperación, miró alrededor y descubrió la espada Excalibur. Acercándose a la roca, tiró del
arma. En ese momento un rayo de luz blanca descendió sobre él y Arturo extrajo la espada sin
encontrar la menor resistencia. Corrió hasta Kay y se la ofreció. Kay se extrañó al ver que no
era su espada.

Arturo le explicó lo ocurrido. Kay vio la inscripción de "Excalibur" en la espada y se lo hizo


saber a su padre. Éste ordenó a Arturo que la volviera a colocar en su lugar. Todos los nobles
intentaron sacarla de nuevo, pero ninguno lo consiguió. Entonces Arturo tomó la empuñadura
entre sus manos. Sobre su cabeza volvió a descender un rayo de luz blanca y Arturo extrajo la
espada sin el menor esfuerzo.

Todos admitieron que aquel muchachito sin ningún título conocido debía llevar la corona de
Inglaterra, y desfilaron ante su trono, jurándole fidelidad. Merlín, pensando que Arturo ya no
le necesitaba, se retiró a su morada.
Pero no había transcurrido mucho tiempo cuando algunos nobles se alzaron en armas contra
el rey Arturo. Merlín proclamó que Arturo era hijo del rey Uther, por lo que era rey legítimo.
Pero los nobles siguieron en guerra hasta que, al fin, fueron derrotados gracias al valor de
Arturo, ayudado por la magia de Merlín.
Para evitar que lo ocurrido volviera a repetirse, Arturo creó la Tabla Redonda, que estaba
formada por todos los nobles leales al reino. Luego se casó con la princesa Ginebra, a lo que
siguieron años de prosperidad y felicidad tanto para Inglaterra como para Arturo

--- Sí, ya conocíamos esa historia Hermione

--- Lo suponía, si os dije que era la más conocida era por algo. Ahora bien, hay aspectos de su
vida mágica que se desconocen, como por ejemplo, el origen: Se dice que era hijo de una ninfa
de los bosques y un ángel.

Merlín es un mago de la época Medieval, como bien sabéis, si bien las fechas son
desconocidas, aunque se estima que vivió aproximadamente entre los años 800 -- 1100 no se
sabe a ciencia cierta, de ahí esa estimación tan alta entre las dos fechas
Es el Mago más famoso de todos los tiempos, como bien sabéis, era especialista en
encantamientos y en ocasiones se le conocía por El Príncipe de los Encantadores, o por El
guardián de las Sombras; Mago, nigromante, profeta, conocedor de secretos y hacedor de
prodigios, maestro de lo oculto, ( Experto en magia negra, no obstante, nunca se dirigió hacia
el lado maligno) una especie de espíritu capaz de participar en la historia del Mundo.

84
Es un personaje inquietante lleno de misterio. Se le atribuía también el prodigio de haber
trasladado el anillo de piedras mágicas llamado El Baile del Gigante desde Irlanda a la llanura
de Salisbury, en donde se convirtió en un mausoleo para los reyes de Britania (Éste anillo de
piedras megalíticas es más conocido como Stonehenge del cual habréis oído hablar más, o eso
espero )

Harry, Ron y Ginny, asintieron con la cabeza

Merlín aparece como ya sabéis en los Cromos de Magos Famosos . Merlín formaba parte de la
corte del Rey Arturo, y quería que los magos ayudasen a los muggles, así que creó la Orden de
Merlín, creada inicialmente para proteger a los muggles. Hoy se distingue con esta Orden a los
magos que realizan hazañas de gran importancia.
Ahora os contaré otros aspectos de su vida, pues si bien la existencia de Merlín estuvo durante
muchos años ligada al lado del rey Arturo y su incansable búsqueda del santo grial del cual se
decía que poseía poderes milagrosos, también tuvo tiempo de inventar muchos instrumentos
mágicos, y ahí es donde nos lleva esta Historia

-- ¿ Qué clase de instrumentos, Hermione ? preguntó Ron

--- Por supuesto, instrumentos mágicos, dijo Hermione. Veréis, Merlín tenía una faceta de su
vida oculta al Mundo, él tenía una pasión oculta por la ciencia y la tecnología Mágicas y
durante muchos años de su vida se dedicó a la investigación; éste es un aspecto de su vida
que la mayoría desconoce. Disponía de un laboratorio secreto en Camelot en donde realizaba
todo tipo de experimentos e inventaba todo tipo de artilugios mágicos, cuya existencia
guardaba en el más profundo de los secretos. Muchos siglos después de su muerte, y a través
de unos manuscritos, se descubrió la existencia de ése laboratorio, pero allí dentro no había
nada, sin duda alguna el gran genio que era Merlín, debió de esconder todos sus inventos en
lugares seguros para que no cayeran en malas manos.

Se decía que Merlín tenía un refugio en una isla que se situaba en Bardsey, frente a la costa
de Anglesey. Allí tenía su observatorio y guardaba los trece Tesoros de Bretaña entre los que
se encontraban un caldero inagotable, una colección de armas mágicas y un cuerno que había
pertenecido al dios Bran (que tenía una isla en la que el tiempo estaba detenido y la comida y
la bebida eran suministradas por una fuente invisible que no se agotaba nunca).

Entre estos inventos estaban por ejemplo: “ El Sagrado Báculo de Serilius ” , “ Los anillos de
la discordia ” “ El misterioso Dólmen encantado ”

---- ¿ El dólmen encantado ? preguntó Harry, intrigado

--- Sí, se cuenta que entre sus muchos inventos existía un dólmen que tenía ciertas
propiedades curativas de casi todas las enfermedades y heridas de procedencia mágica, pero
el dólmen no nos incumbe en esos momentos. Como os decía entre sus inventos destacaba en
especial uno “ El famoso Libro del tiempo perdido ” del que dicen que quien descubriera sus

85
enigmas obtendría el poder sobre el tiempo y el espacio para manejarlos a su antojo,
imaginaos qué podría pasar si el libro cayese en malas manos. El libro, el cual está escrito en
runas antiguas, cuenta la leyenda, que cuando Merlín, ya muy anciano, se enamoró
perdidamente de la ninfa Nínive, lo llevó consigo a una cueva, en donde Nínive, quien sólo
estaba con Merlín para que le enseñara sus artes mágicas, selló la cueva para siempre con el
gran Merlín en su interior por medio de un Encantamiento irrompible que había aprendido de
Merlín previamente. Por lo tanto, la cueva se convirtió desde entonces en una tumba mortal
para Merlín, y por consiguiente, en un refugio seguro para el libro, que desde entonces está
en su interior.

--- ¿ Pero, no lo entiendo ¿ Si el libro ha estado siempre en el interior de la cueva, qué hacía
en Hogwarts ? preguntó Harry, algo confuso

--- No he dicho que el libro haya estado siempre en la cueva. Muchos siglos después de la
muerte de Merlín, un joven mago aventurero llamado Milo Giácomo Rambaldi, estudioso de
Merlín y de Arturo y los caballeros de la Tabla redonda, localizó unos antiguos manuscritos de
Merlín, y viajó a Francia, en donde dicen que se encuentra la legendaria cueva en donde
Merlín permanecía enterrado. Dicen las leyendas que la encontró, y mediante
encantamientos mágicos desconocidos y procedentes en los manuscritos de Merlín, consiguió
entrar dentro de la cueva y sacar el libro. Además, dicen que escondió cerca de la cueva Los
manuscritos, por si alguna vez volvía a ése lugar. Lo cierto es que nunca regresó allí.

--- ¿ Y tú cómo sabes todo eso, Hermione ? preguntó Ron, asombrado

--- Pues, digamos que en ocasiones, investigo acerca de la Historia mágica, querido

Ron enrojeció al instante

---- Bueno, erudita, pues puedes iluminarnos con lo que posteriormente le ocurrió a Rambaldi

Hermione frunció levemente el ceño y siguió hablando

--- Rambaldi, aleccionado por la obra de Merlín, se convirtió en una especie de inventor, en
su época se diría que era un adelantado a su tiempo. Él, había nacido en Parma en 1444, fue
educado por los monjes de la orden Vespertina y, hasta los once años, trabajó como pintor,
escultor y estudiante de Historia y arte. Entonces empezó su formación como mago en una
lejana escuela de Europa, cuyo nombre no conozco. De sus estudios de arte e Historia obtuvo
poco después de completar su formación mágica, el interés por Merlín y realizó por aquel
entonces su viaje hacia Francia. A su vuelta, y como era un artista reconocido, por su talento
como artista, fue presentado ante el Cardenal Alejandro de la Iglesia Católica Romana.
Durante sus viajes a Roma a los 18 años fue contratado como arquitecto, asesor y profeta
privado cuando el Cardenal Alejandro se convirtió en Papa en 1492 A pesar de que su
benefactor deseaba ver a Rambaldi prosperar, durante toda su vida Rambaldi y su trabajo
fueron ocultados por mandato del Archidiácono Claudio Vespertini, que temía las
implicaciones revolucionarias de las tecnologías definidas en el sistema de creencias de
Rambaldi. Solicitó entonces la posesión y finalmente eliminación del trabajo de Rambaldi. Él
discutió con Alejandro VI sobre este asunto al tiempo que el Papa fallecía en 1503.

Vespertini ordenó que el nombre de Rambaldi fuese “lavado” de todos los monumentos y
edificios durante el periodo desde 1470 hasta 1496. En ese tiempo ordenó que el ingeniero del
Papa fuera excomulgado por hereje, su taller en Roma fue destruido y fue sentenciado a morir
en la hoguera por la declaración de Rambaldi de que algún día la ciencia nos permitiría llegar
hasta Dios. Milo Rambaldi falleció en el Invierno de 1496 sin dejar esposa ni descendencia.
Poco tiempo después de la muerte de Rambaldi un segundo taller secreto fue descubierto en
San Lázaro, fue sistemáticamente destruido por agentes del Vaticano. En un intento por
desacreditar su trabajo e influencia, sus planos y bocetos fueron vendidos y subastados por
poco valor durante una subasta privada. Desde el siglo XV rastros del enigmático trabajo de
Rambaldi han aparecido en lugares cercanos a Italia, Francia, el este de Europa y la antigua

86
Unión Soviética, así como en el almacén de un museo en Waterbury, Connecticut en 1921.
Rambaldi ha sido llamado uno de los predecesores de la era digital por su implicación en un
“lenguaje de máquinas” en 1489 creado a partir de algoritmos encriptados y su uso en una
especie de códigos binarios de unos y ceros. Muchos de sus dibujos y documentos fueron
escritos en una lengua híbrida de italiano y demótico ( Griego antiguo ) y con mezclas de
símbolos premasónicos.

Rambaldi creó la más temprana filigrana en todos sus papeles, conocidas como el ojo de
Rambaldi y que sólo puede ser descubierta por el ojo humano al ser expuesta a una luz negra.
Todas sus hojas fueron hechas a mano con una fibra de un polímero único (similar a la piel de
la cebolla) y poseen una consistencia que ha perdurado intacta a través de los tiempos hasta
nuestra era, a veces incluso en condiciones adversas. Su marca (el llamado ojo de Rambaldi)
ha sido la única forma de detectar las hojas verdaderas de las falsificaciones.

Los documentos que interpretaban los diseños y enseñanzas de Rambaldi fueron buscados con
fervor durante el Tercer Reich, durante la insaciable búsqueda de Adolf Hitler de
conocimientos de ocultismo y profecías. Durante este período el adjetivo “Nostravinci” formó
parte del vocabulario privado del führer. Una forma de referirse secretamente a Rambaldi
cuando el deseo de obtener su obra era muy competitivo.

El trabajo de Rambaldi, en nuestros días, continúa sin ser formalmente publicado debido a la
prohibición internacional que pesa sobre el nombre de Rambaldi.

En 1988 un rudimentario esquema desenterrado en casa de un coleccionista privado en Brasil


mostraba el diagrama de un comunicador vocal transportable, revelando así el diseño de la
tecnología de un teléfono móvil contemporáneo.

En Marzo de 2001 una historiadora y criptóloga rusa descubrió uno de los primeros diseños de
Rambaldi datado en el 1460, localizado en una colección particular en Madrid. En este dibujo
ella identificó un prototipo que reflejaba las propiedades y composición del diseño de un
transistor del siglo XX.

No obstante, Hoy día se sabe que muchos de sus inventos y diversos artefactos mágicos,
están ocultos por diversos sitios. Entre estos diversos instrumentos, cabe destacar que el
libro de Merlín, en un viaje que realizó a Inglaterra y en el que estuvo en Hogwarts, escondió
el libro en la Sala Oculta de la Biblioteca por miedo a que alguien se lo robara para fines
malvados, con el consentimiento del director de la escuela en ese momento. Voldemort, en
una fecha inconcreta de su juventud, descubrió la existencia del libro y se enteró de su
paradero, por lo que, una vez que se alzó con el poder, en la época de su primer
levantamiento, en la 1ª Gran Guerra, trató por todos los medios de apoderarse del libro. Tu
padre y sus amigos, que conformaban entonces el famoso grupo de los merodeadores, al
parecer, después de descubrir la Sala Oculta de la Biblioteca, y temiendo que el libro cayera en
las manos de Voldemort, lo debieron de ocultar en algún sitio.

---Ahora la pregunta es dónde, dijo entonces Harry en voz alta. ¿ Dónde lo escondisteis,
padre ? preguntó a la nada con la nula esperanza de que alguien le contestara.

Capítulo 17. ¿ Milo Giácomo Rambaldi o, simplemente Rambaldi ?

--- ¡ Ahora mantente atento, con la vista puesta al frente. Concéntrate en el triángulo verdoso
que se ha formado frente a ti. Cuando veas un aro azulado que atraviesa el triángulo, di el
hechizo.

El chico esperó pacientemente durante unos segundos, y luego levantó la varita mágica

-- ¡ Bushan, Bushandí ! dijo en voz alta

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Un rayo rojo y alargado salió entonces de la punta de la varita del chico y se estrelló contra la
pared de la clase, la cual se partió en mil pedazos.

Harry la reparó inmediatamente.

--- ¿ Véis chicos ? vuestro compañero Dreyfus ha captado la técnica al instante. Debéis seguir
practicando duro. El bushandí es sencillo.

Los alumnos se expandieron por todo el aula, se agruparon en varios grupos y se pusieron a
practicar los hechizos por toda la clase. Llevaban 10 minutos practicando cuando la puerta de
la clase se abrió ligeramente.

Harry pudo ver a su amigo Ron por entre el umbral de la puerta

--- ¿ Me disculpáis un momento chicos ? dijo Harry a sus alumnos, saliendo fuera del aula para
charlar tranquilamente con su amigo

Al salir del aula Harry se fijo en que Ron tenía un aspecto muy pálido y llevaba consigo un
ejemplar del profeta

--- ¿ Ocurre algo Ron ? preguntó Harry, algo preocupado por el aspecto que mostraba su amigo

Por toda respuesta Ron le entregó el periódico. Allí, en primera plana ponía: “ Una Oscura y
antigua organización, la cual se creía extinta, y tras las últimas noticias procedentes de
Hogwarts por una fiel servidora de la información, Rita Skeeter, la cual escribe esta columna,
anda tras el Misterioso Libro del tiempo perdido, el cual puede estar escondido en algún lugar
cercano a Hogwarts ” . Esta misteriosa organización, que según todos creíamos, fue desecha
por quien ustedes saben, antes de que se alzara con el poder en tiempos de la 1ª Gran Guerra,
porque le suponía un obstáculo a su supremacía absoluta en la búsqueda del mal, ha renacido
cual ave fénix de sus cenizas y se está reorganizando en la lejana Arabia, en donde dicen anda
buscando un extraño artefacto creado en su tiempo por el gran Mago- Científico de la Edad
Media Milo Giácomo Rambaldi. El artefacto creado por el Gran Rambaldi, dicen los rumores
que puede ser una antigua caja dorada de ébano que guardaría una de las llaves secretas que
permitirían abrir el famoso libro del tiempo perdido y que .….

--- ¡ Oh, no ! Ron, ¿ Es esto cierto ? preguntó Harry a su amigo con la vana esperanza de que
le desmintiera la noticia

--- Al parecer es cierto, Harry. Mis contactos en la India me han asegurado que un grupo de
aurores del Ministerio Mágico indú ha divisado unos extraños grupos de magos que celebran
reuniones clandestinas en el interior de las Mezquitas con oscuros propósitos.

--- Y pensar que todo esto ocurre por la dichosa Rita Skeeter, cuando la pille se va a enterar

--- De nada vale lamentarse ahora Harry.

--- Ya lo sé, querido amigo, ahora lo más importante de todo es capturar a los miembros de ése
grupo, que por cierto, ¿ cómo se llama esa organización ?

--- Es una organización secreta de Magos Oscuros llamado “ El Pacto ” . El grupo, como dice el
profeta, se creía extinto, pues Voldemort se encargó de que no existieran magos rivales en su
ascensión a la cabeza del mal absoluto. Al parecer, subsistía oculto esperando un futuro
regreso, que ha llegado ahora. Esa organización posee un Consejo formado por los miembros
más veteranos de la organización, que conforman el llamado círculo de confianza de la misma,
y los integrantes del mismo tienen acceso a todos los secretos de la organización. Los que no
forman parte del mismo son meros vasallos, simples aspirantes a formar parte alguna vez del
círculo al que podrían llegar si alguno de ellos realizase hazañas meritorias a los ojos de los

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miembros del selecto club del círculo interno. Además, he recibido informes esta mañana de
que El Pacto en los tiempos de Lord Voldemort ya andaba tras la búsqueda del libro del
tiempo perdido. Las nuevas noticias acerca del mismo, deben de haber reactivado su interés
por el mismo; un interés que fue frustrado por los mortífagos en su intento de destruir al
grupo.

--- Esto es de por sí muy intrigante Ron. Creo que es hora de ponerse en marcha rumbo a
Arabia.

--- Yo he dispuesto salir con un grupo de aurores dentro de dos días. Hermione ha pedido
unos días en el Hospital y se vendrá conmigo.

--- Yo iré con vosotros, determinó entonces Harry, firmemente decidido

--- Pero Harry ¿ Y qué hay de tus clases ? Ya he visto que les estabas enseñando la
legendaria técnica del bushandí. ¡ Harry ! ¿ No será muy avanzado para ellos ?

--- Bueno, si te refieres a si está en el programa no está, como bien sabes, pero a veces me dejo
llevar por mi viejo espíritu de auror ya me conoces, dijo Harry riéndose. Y bueno, por los
chicos no te preocupes, tengo a quien me sustituya mientras esté fuera. El profesor Marcus
Topper puede encargarse de ello.

--- Bueno, ya veo que lo tienes muy claro querido amigo

--- Pues la verdad es que sí; es más, podría decir que nunca lo he tenido tan claro como hasta
ahora.

--- Pues a Asia nos vamos, ya está dicho. Por cierto, me he acordado ahora de que pronto será
la Misteriosa Conferencia en Hogwarts acerca de la Historia de la Magia en la Edad Media e
Historias de Magos Antiguos.

-- Sí, supongo que ya estaremos de vuelta de nuestro viaje para poder ir a la Conferencia . Ya
me tiene intrigado.

En esos instantes, muy lejos de allí, un hombre envuelto en unas túnicas oscuras que le
conferían un aspecto muy siniestro observaba la actividad existente en esos momentos en el
centro del zoco de la ciudad. Estaba esperando a alguien, se retrasaba. El mercado estaba lleno
de gente extranjera los últimos días, Hamid los odiaba mucho, no les consideraba dignos de
estar en la ciudad, eran gente impura, meros muggles o magos de sangre sucia que
necesitaban ser purificados; pero pronto todo eso se iba a acabar, echarían a todos esos
sangres sucia de la ciudad y aniquilarían a todos los mugggles indignos de estar allí
contemplando las deidades de la ciudad, la cual Hamid consideraba santa. El momento que él
y su hermandad llevaban esperando desde hace tantos siglos y que habían estado a punto de
conseguir en las últimas décadas por fin había llegado. Por fin podrían desentrañar todos los
enigmas y demás secretos del libro Místico del tiempo del gran Merlín. Un libro que, por
derecho, les estaba reservado a él y a los miembros de su hermandad. Pronto volverían a
instaurar el reino de las tinieblas en el Mundo.

Por fin llegó el joven a quien estaba esperando. Era un mago de ojos azules, rubio, bastante
alto y de aspecto robusto. Tenía un aire extrañamente cautivador que le permitía atraer a
muchas jóvenes brujas incautas a su causa. De esta forma, habían conseguido reunir en
apenas dos meses a un grupo de 120 brujas jóvenes a las que habían atraído para conseguir
sus malvados planes destinados a la obtención del libro del gran Merlín. Omar, pues así se
llamaba, venía acompañado de otro mago, éste último de aspecto rudo, que solía hacerle de
guardaspaldas, llamado Yafar.

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--- ¡ Hola Hamid ! Cuánto tiempo

--- Saludos Omar, que Ala guíe tu camino. Mira, no tenemos mucho tiempo pero si tú te diriges
pronto a donde nuestro líder te ordenó el otro día durante la gran ceremonia y cumples
correctamente con los planes previstos, habremos dado un gran paso importante en nuestros
objetivos de obtener el libro. Trata de que no te descubran e intenta ganarte su confianza, es
de vital importancia esto último para que luego él te pueda acompañar a donde tú ya sabes en
busca de las piezas que faltan

El joven mago Omar miró fijamente a Hamid, como meditando una respuesta, por fin bajó la
cabeza, miró en dirección hacia la Santa Kaabadurante unos segundos, se volvió nuevamente
en dirección a Hamid y finalmente dijo:

--- Nuestro líder lo ha ordenado, yo obedeceré su mandamiento, pero exijo una recompensa.

Hamid, que se esperaba este tipo de reacción por parte de Omar, sacó de su bolsillo una
cartera de cuero que abultaba mucho y se la lanzó a Omar.

--- ¡ Es toda tuya ! son 2.000 galeones

-- Siempre es un placer hacer tratos contigo Hamid

-- Lo mismo digo, mi querido Omar

-- Nos veremos de nuevo dentro de unos meses, Sala Malekun y que Alá te guíe en tu Sagrado
camino amigo mío

--- Sala Malekun, querido amigo

Poco después, mientras Hamid se perdía por las calles de la ciudad Santa, Omar y su leal
guardaspaldas Yafar se desaparecían en las inmediaciones de un desierto callejón sin que
nadie los viese

Una vez que Harry acabó las clases del día, se dirigió a su despacho en donde se encontraban
su hija Lily y su sobrino Harry, el hijo de Ron y Hermione.

-- Bien chicos, os he mandado llamar para deciros que voy a estar fuera durante unos días,
pero que no os procupéis. Me voy de viaje.

--- ¿ A dónde vas padre ? quiso saber Lily

-- Pues me voy a la lejana Arabia junto con el profesor Snape, y los padres de Harry

--- ¿ Mis padres van contigo ?

--- No te preocupes, querido sobrino, no estarás sólo. Tu madre me ha dado permiso para
decirte que te puedes quedar con Lily y con tu tía Ginny en nuestra casa

--- ¿ Sí ? ¡ Qué bien ! ¡ Eso es fantástico !

--- Y dicho esto, dadme los dos un beso y prometedme que no os meteréis en problemas
durante mi ausencia o le diré a Filch que os vigile.

--- ¡ No te atreverás ! dijeron ambos asustados

--- Jaja, por supuesto que no. Era una broma.

Una vez que los dos chicos se hubieron ido del despacho entró Hagrid

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-- ¡ Harry ! Dame un abrazo hombre

Hagrid abrazó tan fuerte a Harry que casi le estrangula

--- Espero que tengas un buen viaje amigo, y cuídate mucho. No te metas en problemas

--- Son los problemas los que me buscan a mí, ya lo sabes Hagrid

-- Sí, ya lo sé. Por cierto, manda una lechuza cuando lleguéis allá para saber que estáis bien

--- Descuida, lo haré

Hagrid salió del despacho y Harry aprovechó para poner un poco en orden unos papeles del
mismo y meditar acerca del viaje que iban a emprender rumbo a lo desconocido. No sabía qué
podrían encontrar y eso le turbaba mucho

Dos horas después Harry se encontraba junto a Snape, Ron y Hermione, en su casa, en
Grimmauld Place con todo a punto para salir de viaje.

--- Bueno, querido, creo que ya es hora de que os vayáis. Dáme un beso

Harry abrazó cariñosamente a su esposa y luego besó apasionadamente

-- ¡ Harry ! que tenemos invitados

--- Déjalos que miren, dijo él. ¿ Acaso no puedo besar a mi esposa en mi propia casa?

--- ¡ Atchum, atchum !

Era Ron, que estornudaba

-- ¿ Por mí no os cortéis eh ?

-- ¡ Aguafiestas ! dijo Harry riéndose mientras le lanzaba un cojín a su amigo

-- Bueno, es hora de irse, dijo Harry firmemente decidido

-- ¡ Harry !

-- ¿ Sí, cariño ?

-- Cuídate. Te quiero

-- Y yo a ti

Harry, Ron, Hermione y Snape salieron de la casa y se dirigieron a un callejón apartado, que
en esos momentos estaba desierto. Miraron a los lados, cogieron sus respectivos hatos de viaje
y, poco después, desaparecieron.

Capítulo 18. Historias de otro tiempo

En Hogwarts Harry, Lily y sus amigos acudían a las clases con una tranquilidad aparente, sin
duda alguna, esperando que nada malo ocurriese.

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Unos días después de la partida a la lejana Arabia de Harry, Ron, Hermione y Snape, llegaron a
la escuela y sin previo aviso, tres magos. Se trataba de dos magos, uno de aspecto rudo y
bastante alto llamado Yafar, y un mago joven rubio, de ojos azules, llamado Omar. Todas las
chicas que se encontraban en ése momento alrededor suyo, principalmente, alumnas de 6º
Curso lanzaron un sonoro ¡ Oh ! y se quedaron embelesadas mirando al joven mago. Con ellos
venía además una bruja joven, rubia, bastante guapa, llamada Jasmine. La directora Mc
Gonagall acudió a recibirles a las puertas del Castillo, una vez que Hagrid les hubo franqueado
las puertas del mismo.
Los magos se presentaron como la delegación que presentaría la próxima Conferencia que
tendría lugar en Hogwarts dentro de unas semanas y a la cual estaban invitados numerosos
magos de todo el Mundo. Habían acudido a la escuela, según le dijeron a la directora, para
preparar las charlas de la Conferencia. La directora les recibió gustosa y les preparó unas
habitaciones especiales para invitados en una de las torres del Castillo.

A medida que fueron transcurriendo los días, los tres magos intimaron mucho con todos los
alumnos de la escuela; se podría decir que se les consideraba como unas celebridades dentro
del alumnado. La directora a menudo les invitaba a acompañarla en sus paseos nocturnos por
los jardines de la escuela.

Harry, Lily, y sus amigos, tampoco habían sido inmunes al famoso grupo. Pronto, entre ellos
se formó una especie de círculo de confidencias. Entre todos ellos, era Omar el que más
interés despertaba entre las chicas, las cuales lo seguían embelesadas a todas partes. Por su
parte, Harry y varios de sus amigos, entre ellos Alberto Vázquez, Manuel Anarte, Luis Ángel
Sañudo y Javier Gómez, iban a menudo con Yafar, el cual les contó que era auror del
Ministerio de Arabia Saudí, y siempre les contaba muchas historietas de sus aventuras contra
feroces bestias y otras criaturas mágicas peligrosas. A pesar de su temor inicial debido a su
aspecto duro, Yapar había conseguido conectar con ellos desde el principio.

Jasmine, por su parte, atrajo la atención, principalmente del profesorado, pues era profesora
de una escuela Mágica en la lejana Arabia y solía hablarles de las diferencias de los tipos de
estudios que existían entre las dos escuelas y acerca de las distintas materias que allí se
impartían.

Una tarde, horas depués de la Comida, Harry, Lily y sus amigos, se encontraban en los
jardines de la escuela dando un paseo.

--- ¡ Es increíble ! tienes que escuchar sus Historias, ¡ Qué increíbles batallas contra Hidras
venenosas Lily! dijo emocionado Harry a su prima

Lily parecía ausente

--- ¿ Estás bien Lily ?

--- Es tan guapo……

----- ¿ Lily, de qué estás hablando ?

---- Ay…. Omar…..

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Alberto, José Martín Soria y Javier Gómez se rieron de ella

---- Ya sabemos que Omar te tiene obnubilada Lily, pero tampoco hace falta que te vuelvas
tonta por él.

En esos momentos, Omar pasó junto a ellos, seguido de un grupo muy numeroso de alumnas.
Lily se unió al grupo

--- ¡ Lily, Espera ! ¿ Se puede saber adónde vas ?

Lily se dio media vuelta, parecía hipnotizada ante la vista del joven Omar, que la cautivaba.

--- Perdonad chicos, os veo luego, se despidió ella mientras se volvía a unir al enorme grupo
de fans de Omar

--- ¡ Jo ! Vaya suerte ése Omar, se las lleva de calle, se quejó entonces Javier

--- Sí. Desearía estar en su lugar, dijo entonces Harry.

--- ¡ Jajajaj ! se rieron entonces todos con júbilo

Cerca de ellos había alguien observándoles, con sigilo se había aproximado al grupo de amigos
sin que notasen su presencia.

--- Jejeje, se dijo para sus adentros. Reíd mientras podáis que pronto llegará nuestra
venganza.

Entonces salió lentamente de su escondite sin ser visto. Se acercó entonces al grupo de
chicos que lo miraban llenos de júbilo

--- ¡ Hola chicos ! ¿ Os venis a dar una vuelta conmigo ? Hoy tengo unas Historias que
contaros de una misión que tuve en Egipto con una manada de esfinges….

Harry, Ron, Sanape y Hermione aparecieron pocos minutos después de desaparecerse de su


casa de Grimmauld Place en un soleado y enorme páramo en medio del desierto. Harry se
preguntó dónde estaban.
--- ¿ Dónde nos encontramos, Severus ? preguntó Harry

--- Estamos en el lejano Egipto, Cerca de aquí vive un viejo amigo, el cual me debe unos
favores.

Harry se preguntó a qué clase de favores se referiría Snape, el cual sin duda alguna, pareció
leerle la mente

--- No pienses en nada siniestro Harry. Una vez que me encontraba yo aquí, le encontré medio
desfallecido en mitad del desierto y le presté auxilio. En otras ocasiones le he hecho favores
similares, es un poco despistado. Sin duda alguna nos recibirá bien.

Unos minutos más tarde se encontraban enfrente de un lujoso edificio de granito azulado de
forma ovalada. En lo alto del mismo había un letrero que rezaba : Hotel Suavon, sean
bienvenidos

--- Entremos, dijo entonces Snape, quien encabezaba el grupo en ése momento, conocedor del
terreno

Una vez dentro, preguntaron por el dueño del Hotel, al cual encontraron, y tras un largo
recorrido por las plantas del mismo, en la azotea.

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--- ¡ Saludos, viejo Solaimán !

El hombre se dio la vuelta. Una expresión de alegría se dibujó en sus ojos una vez que hubo
reconocido a Snape

---- ¡ Severus ! Cuánto tiempo. Sé bienvenido a mi humilde morada. Por cierto, ¿ Con quién
vienes ?

--- Vengo con unos amigos, estamos en una misión privada. Son Harry Potter, de quién sin
duda habrás oído hablar

--- ¿ Y quién no, Severus ?

--- Él es Ron Weasley y la mujer es su esposa, Hermione Weasley, de ascendencia muggle,


aunque no obstante, debo decir que es una bruja formidable

Hermione gruñó por lo bajo

--- Esperaba que nos dieras algunas provisiones para el viaje

--- Eso no hacía falta que me lo pidieras, esperad aquí un momento

Solaimán abandonó la azotea, dejándolos por unos momentos solos, ahí arriba

--- Parece simpático tu amigo, Severus, comentó entonces Ron, en tono jocoso

--- Agradezco tu comprensión Ron, dijo Snape, quien parecía un poco ofendido

--- Dejadlo ya ¿ vale ? intervino Harry

Solaimán regresó a los pocos minutos portando unos bultos envueltos en ricas sedas, los
cuales soltó sobre el suelo. Luego sacó su varita mágica y empezó a pronunciar unos hechizos
en voz baja realizando movimientos oscilatorios con su varita. Una vez que acabó, desenrrolló
con delicadeza las sedas de los bultos y unas preciosas alfombras aparecieron delante de sus
ojos

--- Aquí tenéis. Unas alfombras voladoras del mejor material que existe. Espero que os sean
útiles.

---- Te lo agradecemos mucho Solaimán

--- ¡ Bah, eso no es nada ! Tú me has hecho favores mayores querido Severus. Te debo mi vida.

---- Bueno, creo que entonces es hora de que prosigamos nuestro viaje

--- No, no no. De eso nada Estáis invitados a cenar conmigo esta noche.

--- Pero Solaimán, tenemos prisa y…

--- No se hable más. ¡ Abdalah ! gritó entonces Solaimán en voz alta.

Un mago joven, que sin duda trabajaba para Solaimán, se presentó casi de inmediato.

-- Esta noche tenemos invitados. Prepárales unas habitaciones y trátales como si fuera yo
mismo

--- Sí, señor

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Solaimán le dio 2 galeones al joven mago por sus servicios. Harry y Ron se le quedaron
mirando

---¡ Oh ! No es nada más que una pequeña propina por los servicios.

Unas horas después se encontraban todos cenando en una enorme terraza al aire libre de una
habitación de la 6 ª planta del Hotel, la cual, Harry dedujo que se trataba de una suite de lujo.

--- ¿ Y qué es lo que andáis buscando, si se puede saber ? preguntó el anfitrión de la cena

--- Pues andamos tras una Oscura Organización llamada “ El Pacto ” de la cual hemos oído
que sus integrantes se están reuniendo en la lejana Arabia

--- ¡ Ay ay ay ! estos grupos nunca se extinguen. Espero que tengáis suerte en vuestra
búsqueda. Me gustaría hablaros ahora de estas tierras, El lejano Egipto, donde nos
encontramos: Qué fascinante todo este Mundo antiguo de las pirámides de los antiguos
egipcios. Cuántas Historias se pueden sacar de ello. Una de ellas es la relativa a su
construcción, pues sin duda alguna, pocos saben que en su construcción intervinieron
muchos magos ayudando a reducir el excesivo trabajo que los esclavos realizaban y que sin
duda era extenuante, tanto que cientos de miles murieron durante el proceso

-- Sí, la verdad es que es fascinante, corroboraron todos. Nosotros no teníamos ni idea de la


participación de magos en su construcción.

--- La lejana Arabia. Todos los Occidentales se quedan fascinados por las tradiciones
orientales y asiáticas. Veo que vosotros también estáis aquí también, en parte por ése motivo,
¿ o me estoy equivocando ?

--- Bueno, puede ser. Dijo entonces Hermione, quien siempre se sentía muy interesada por
todo aquello relacionado con otras culturas

--- Tengo una Historia ahora que quiero contaros. Sin duda alguna os parecerá interesante.

-- Somos todo oidos


-- Se trata de la Historia de la Antigua Iram, la de los altos pilares. Hay quienes aseguran, y
entre ellos me incluyo, que se trata de una mera leyenda, pero otros opinan que los más
misteriosos de los secretos del Mundo Mágico se hayan ocultos entre sus viejas paredes. Se

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cuenta que hasta ahora solamente dos personas han conseguido encontrar la ciudad
enterrada entre las arenas del desierto.

-- ¿ Cuántos siglos lleva enterrada ? quiso saber Harry

-- Todo a su debido tiempo comenzó Solaimán, su Historia es la siguiente :

Sin duda alguna todos habréis oído hablar de los famosos cuentos de las mil y una noches. La
Historia de Iram no tiene nada que ver con esos cuentos si bien hay quienes dicen que su
existencia bien puede ser cierta.

Hace mucho tiempo, en el siglo III a.C. existía en la lejana y antigua Arabia una nación
mágica, que se creía que descendían de una antigua raza de gigantes. Tenían unas grandes
dotes mágicas y eran muy hábiles en la utilización de todo tipo de hechizos tanto verbales
como no verbales. Tenían además, una fuerza extraordinaria debido a su ascendencia gigante
y una enorme estatura y eran un pueblo próspero y trabajador que vivía en Al-Ahkaf, en el Sur
de Arabia, en una región muy cercana a Omán, en donde construyeron grandiosas y elevadas
ciudades y palacios.

El fundador de esta nacion, conocido también por Ad, se decía que tenía parte de gigante,
parte de vampiro, y parte de humano; era un mago muy sabio y poderoso que gobernó a su
pueblo durante casi 80 años. Mientras él gobernó, su país prosperó y tuvo paz, pues era
generoso, caritativo y justo, y muchos magos acudían al país en busca de consejo.

Ad, tenía 2 herederos, Shadid y Shaddad. A la muerte de su padre, ambos hermanos


gobernaron a su pueblo juntos durante muchos años, hasta que Shadid murió y Shaddad
continuó gobernando solo. Era un rey fuerte y ambicioso, que incansablemente acudía a
nuevas tierras en busca de gloria y fama para su pueblo. Fueron épocas de mucho esplendor,
ya que en otros países, todos los magos hablaban del buen hacer de Shaddad.

A Shaddad le gustaba el saber y pasaba mucho tiempo estudiando las artes mágicas de los
pueblos antiguos. A medida que leía las antiguas tablillas y pergaminos, las descripciones del
paraíso atenazaron su imaginación. Supo de palacios de oro y plata decorados con perlas y
zafiros, y de jardines inundados de flores y riachuelos donde un día los magos limpios de
corazón vivirían felices para siempre. Y un sueño comenzó a tomar forma en su imaginación

-- ¿ Por qué no puedo construir en la tierra un paraíso capaz de competir en gloria y esplendor
con el paraíso celestial de Dios ? pensó Shaddad, ¿ Por qué no he de poder yo, el poderoso
mago Shaddad, levantar la ciudad de las ciudades, la maravilla del Mundo, una ciudad única,
magnífica y sin par ?

--- Eso me suena a lo que ocurrió con la Torre de Babel, dijo entonces Ron

--- No vas desencaminado muchacho, dijo entonces Solaimán.

Acto seguido prosiguió con la Historia

Al día siguiente reunió a sus cortesanos y nobles y se dirigió a ellos:

Habéis de saber, todos los aquí reunidos, que he decidido edificar una ciudad fantástica que no
tendrá rival en Todo el Mundo Mágico. Se llamará Iram, la de los altos pilares, pues sus torres
atravesarán las nubes y sus pináculos abrazarán las estrellas

El pueblo escuchó a su rey en un anonadado silencio sin saber cómo responder. Shaddad
entonces eligió a cien nobles y les asignó mil hombres a cada uno.

Id en busca de la tierra más hermosa, les ordenó, encontradme un lugar donde el agua sea
clara y el aire límpido y donde haya mucho espacio. Construidme allí una ciudad de oro y
plata, perlas y crisólito. Levantadla sobre pilares de rubíes, zafiros y esmeraldas y adornarla

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con palacios que intenten alcanzar las nubes. Después, cuando hayáis hecho esto, llenad mi
ciudad de fragantes jardines, cuajados de árboles de todas las especies. Finalmente, cuando
hayáis plantado mis jardines y se extiendan somnolientos, gozando de la luz del sol,
salpicadlos de ríos divagantes y retozantes arroyos a fin de que mi paraíso se parezca al
paraíso celestial de Dios, sobre el que he leído en los testimonios de los antiguos. Por último,
construid una enorme biblioteca en donde depositaremos todos los manuscritos mágicos
existentes en la actualidad y también los relativos a las artes mágicas existentes.

Los nobles del rey preveían las dificultades que les aguardaban, el tipo de fatigas que habrían
de padecer para realizar semejante sueño

-- ¿ Dónde podremos encontrar todo este oro y plata, todas estas joyas y piedras preciosas ?
objetaron. En cualquier caso, ¿ Cómo íbamos a construir una ciudad así ?

---- Sabéis que tengo en mis manos las riendas del Mundo respondió Shaddad, por tanto os
ordeno que escribáis a todos mis delegados y les pidáis que, a instancia mía, recauden cuanto
oro y plata puedan encontrar. Que envíen a sus buceadores a fondear las profundidades de los
mares y los océanos y les arrebaten sus tesoros: que sus mineros excaven la tierra y le
arranquen su oculta riqueza de gemas, ónice y turquesa. A continuación ordenadles que
busquen por doquier los más exóticos perfumes, ámbar gris, azafrán, almizcle y áloe.

Durante diez años, los hombres de Shaddad registraron cada rincón del orbe, buscando los
tesoros que el rey les pidiera. Aquellos cuya tarea consistía en encontrar el emplazamiento
para constreuir la ciudad hallaron el lugar ideal muy cerca de Omán, a pocos kilómetros de
Al-Ahkaf: Una meseta amplia y despejada rodeada de montañas, travesada por ríos y arroyos
que serpenteaban y se entrelazaban bajo los azules cielos, y donde la luz poseía una extraña
luminosidad y el aire un vivificante frescor.

Los constructores empezaron de inmediato su trabajo, realizando los más sutiles hechizos
alrededor de lo que serían las murallas de la ciudad. Los arquitectos hicieron los planos para
una ciudad en forma de cuadrado y los constructores cavaron los cimientos y comenzaron las
murallas exteriores conmjurando ónice y alabastro. De las murallas, cubiertas con láminas de
oro y de plata, surgían, esplendorosas, unas torres que brillaban con tanto fulgor bajo el
resplandeciente sol, que deslumbraban a cuantos las miraban.

Casi 300 años tardaron Shaddad y sus hombres en construir la fabulosa ciudad de Iram. Cada
uno de los mil altos pilares que sostenían los palacios de la ciudad era fruto d ela labor de
muchos años. Eran de una sola pieza y cada uno casi medía la altura de la montaña del que
fuera cortado. Se transportaban con enorme esfuerzo y habilidad al lugar elegido para levantar
la ciudad y se ponían en pie de uno en uno.

Shaddad construyo cien mil palacios, uno para cada uno de sus caudillos y príncipes. Pilares
de rubíes y aguamarina sostenían cada uno de los majestuosos palacios; sobre cada uno de los
elegantes vestíbulos se levantó un segundo piso, ideado para superar al primero en belleza.
Cada estancia estaba decorada con perlas, zafiros y topacios amarillos, de manera que la luz
danzaba y brillaba con dibujos intrincadamente reflejados. Los suelos eran de madera
perfumada incrustada con perlas y turquesas; incluso la cola utilizada por los magos
carpinteros era oro líquido mezclado con almizcle y mirra muy aromáticos, de forma que un
perfume denso y penetrante impregnaba el aire.

Finalmente, se crearon los jardines de la ciudad, el paraíso terrenal tanto tiempo anhelado por
Shaddad. Entre las aromáticas flores se hallaban árboles de crisólito y jaspe, cuyas hojas eran
metales preciosos y cuyos frutos eran esmeraldas, rubíes y jacintos rojos. Innumerables
lámparas y farolillos colgaban en los huertos y grutas, cuya brillante luz competía de día con
el sol, inundando por la noche la ciudad de parpadeantes reflejos d eoro, de plata y de piedras
preciosas.

Por fin, Iram estuvo preparada para recibir a su señor. El sueño de Shaddad se convertía en
realidad: había construido el paraíso en la tierra. Un grupo muy numeroso de elfos domésticos

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extendió una larga alfombra roja por la que Shaddad y sus cortesanos desfilaron mientras
entraban en la paradisíaca ciudad terrenal.

Las doradas murallas resplandecían a la luz del sol, y el corazón de Shaddad se hinchó de
orgullo

--- " Es imposible que haya ciudad, en el cielo o en la tierra, que pueda rivalizar con la mía "
pensó. " Soy el rey de reyes, el poderoso Mago Shaddad. En todo el Mundo no puede haber
quien me iguale " .

Tan pronto como empezaron a agolpársele en la mente indicios de inmortalidad y divinidad,


un terrible ruido inundó los cielos, deteniéndose por completo el pensamiento. El ruido flotó
como un lastimoso gemido, primero en torno a ellos y después como si proviniera de las
profundidades, paralizándoles los nervios y helándoles la sangre en las venas. A continuación,
y durante un fugaz momento, sobrevino una gran quietud; la fabulosa ciudad permaneció
queda, enigmática vacía a medida que todo ser viviente perecía. De pronto, la tierra en torno
a Iram se abrió y la ciudad, bañada en una extraña penumbra, comenzó a hundirse lentamente
hasta que toda ella fue absorbida por las arenas del desierto.

Lo único que quedó fue la interminable desolacón de las arenas vacías y cambiantes sobre las
cuales los vientos aullaban y plañían. Iram había desaparecido como un sueño. Salvo por una
vez, quizás para recordarle su orgullo a la humanidad, nunca volvió a verse la ciudad de oro y
perlas. De no ser por la avaricia y vanidad de Shaddad, bien pudiera Iram haber sido un
paraíso terrenal, animado por las risas de los niños y los sonidos de la vida cotidiana.

Se dice que hasta el momento sólo dos personas han logrado penetrar entre los muros de la
mítica ciudad tragada por las arenas del desierto. El primero de ellos entró en el siglo
séptimo, durante el reinado de Mu `awiyah, el primer califa Omeya.

Un joven mago, llamado Osmín, perdió sus camellos en el desierto de Arabia. Estando
buscándolos, se vio de pronto ante una enorme ciudad amurallada que surgía de la arena,
como una gigantesca águila dorada. Bajó del caballo, empuñó la espada y, temblando, se
dirigió hacia la fantasmagórica ciudad. Las mejestuosas puertas de la entrada despedían una
luz espectral procedente d elos zafiros rojos y amarillos que las adornaban. Las abrió, entró en
el fabuloso paraíso de Iram, llenó sus bolsillos y alforjas con aquellos tesoros y visitó las
distintas habitaciones del palacio en el que se encontraba. En una de ellas encontró un
pasadizo secreto, que llevaba a una cueva. En el interior de la cueva pudo ver una enorme
cámara fabricada de oro. El manillar de la puerta que permitía el acceso a la misma estaba
hecho de rubíes y diamantes. El suelo de la cámara estaba cubierto por miles de galeones de
oro. Dentro de la cámara había un trono inmenso, el cual parecía arder con la luz de
incontables piedras preciosas. A la escasa luz pudo vislumbrar la figura de un mago gigantesco
reclinado en el trono. Iba exquisitamente vestido con suntuosos ropajes sujetos por cadenas
de oro y plata. De él no procedía sonido ni movimiento alguno, y Osmín supo que hacía mucho
tiempo que había muerto. La cámara estaba iluminada por una luz fantasmagórica y
misteriosa, y al escudriñar el entorno, pudo ver que procedía de una enorme losa de oro que
estaba suspendida encima del trono a una gran altura.

En la losa y en escritura antigua estaba inscrito este poema:

-- " Soy el señor de Iram, Shaddad, hijo de Ad. Las tierras del Oeste goberné y las del Este
poseí. Observadme quienes mi poderío conocísteis, y aprended que quien la luz desprecie
morirá. Como esparcidas gavillas de heno en brazos del viento yacimos, cuando el bramido del
cielo envolvió a quienes no pudimos rezar " . Entonces, Osmín, recogió todo el oro y demás
gemas pudo reunir y abandonó Iram. Nunca volvió a encontrar la entrada a la ciudad enterrada
en las arenas del desierto.

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-- No obstante, se dice que varios siglos después, un joven mago, que estaba realizando un
viaje por la lejana Arabia, se encontró por casualidad con la ciudad sepultada en la arena. Su
nombre era Milo Giácomo Rambaldi

Al llegar a éste punto, Harry, Ron y Hermione prestaron mucho interés, pues sabían que
Rambaldi llevaba consigo entonces tanto el libro del tiempo perdido como el antiguo libro de
conjuros del Gran Merlín.

--- Rambaldi, prosiguió Solaimán, se internó en la Misteriosa ciudad y vió las riquezas y
tesoros que albergaba. Como no buscaba grandeza ni grandes riquezas, se contentó con
llevarse un gran puñado de galeones que metió en un zurrón que llevaba consigo y cuentan
que para que no cayese en malas manos, decidió dejar el antiguo libro de conjuros de Merlín
en el interior de la Sala de las Sacerdotisas del Palacio. Luego dejó a un peligroso autómata
para que protegiera el libro ante malvados brujos y hechiceras y finalmente abandonó la
ciudad y prosiguió su viaje.

Y desde ese día, dijo Solaimán, la ciudad descansa en paz.

--- Fantástica historia, mi querido Solaimán, dijo Snape

-- Como ya os dije, es un Mito por aquí, pero hay quienes aseguran que es una historia verídica

-- Pienso que deberíamos encontrar esa ciudad, determinó entonces Harry

-- ¡ Harry ! ¿ Es que te has vuelto loco ? le dijo Ron a su amigo

-- Pensadlo, si encontramos el libro de conjuros de Merlín, igual conseguimos averigüar cómo


encontrar el libro del tiempo perdido o igual encontrar su tumba.

-- Aunque encontrásemos su tumba ¿ Cómo lograríamos entrar ? preguntó Hermione.


Recuerda que ni él mismo pudo salir cuando Nínive le encerró en la cueva que se convirtió en
su tumba

-- No, él no pudo salir pero Rambaldi sí que consiguió entrar ¿ no ? si consiguió entrar fue
por algún hechizo que debía estar escrito en el libro. Estoy convencido de que si encontramos
el libro, conseguiremos entrar en la tumba.

-- Creo que es una idea muy arriesgada Harry, pero si tú crees que debemos de encontrar la
ciudad, iré contigo, dijo Ron

-- Cuenta conmigo Harry, dijo Snape

-- Y conmigo, dijo Hermione

-- Entonces no se hable más, debemos encontrar esa ciudad perdida en la arena. Pero antes de
eso nos ocuparemos de " El Pacto " que para eso hemos venido aquí.

Los 4 se despidieron al día siguiente de su anfitrión, Solaimán, quien les invitó a visitarle en
alguna otra ocasión. Cogieron las alfombras voladoras que Solaimán les había regalado y
partieron volando al amparo de la dulce luz de la mañana.

Capítulo 19. Sir Nicholas tiene la clave

-- Y esa es una de las razones por las que decidimos en su momento no dar más la asignatura
de Transporte astral, acabó de decir Jasmine, en esos momentos

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--- Ya después de eso que dices que pasó, imagínate si en vez de haber aparecido al lado de la
playa esa se hubiera aparecido en el fondo del mar, puntualizó entonces la directora, Mc
Gonagall

--- Las consecuencias habrían sido nefastas. Es una asignatura en extremo complicada, que
conlleva un gran riesgo y encima era una optativa

-- Aquí la estuvimos dando hasta el año pasado pero yo consideré oportuno el eliminarla del
programa

-- Esa fue una hábil decisión por tu parte, dijo Neville Longbottom, el profesor de Herbología.
Me acuerdo que en su tiempo yo estuve a punto de cursarla, pero la profesora Stengthon no
me daba buenas vibraciones

-- Pues no veáis cómo se puso cuando le comuniqué que cancelaba su asignatura y debía
buscarse un empleo en otro sitio. Estaba hecha una furia

--- Me lo imagino, dijo Omar riéndose

La directora Mc Gonagall miró en ése momento su reloj y luego comunicó al resto de los
profesores que habría una salida especial de los alumnos a Hogsmeade. Eso sí, el Ministerio
había tomado unas medidas extraordinareias en cuanto a seguridad se refiere y habría varias
patrullas de aurores vigilando el pueblo.

Harry, Lily y sus amigos, como aún estaban en primer curso, se tendrían que quedar en el
castillo, el cual se quedaría casi vacío. En esos momentos se encontraban en los terrenos del
castillo en la zona de los monumentos a los caídos en la 2ª Guerra contra Voldemort

--- ¡ Qué rabia ! nosotros nos tenemos que quedar aquí, se quejó Pedro Malo quien en esos
momentos se encontraba sentado sobre la tumba de Anthony Goldstein

--- Es una mierda, rezongó Saúl Torres

--- ¿ Por qué no os venís conmigo al pueblo ? se oyó

Los muchachos se volvieron y vieron a su lado a Yafar, uno de los miembros del grupo de la
Conferencia

--- Nosotros no podemos ir, dijo Lily, quien estaba sentada sobre la tumba de Dobby

-- Es verdad, corroboraron a su vez Alberto Vázquez y Harry, sentados respectivamente sobre


las tumbas de Dumbledore y la antigua profesora de Herbologóa Sprout

-- Ya lo sé, pero ¿ Nadie tiene por qué enterarse no ? dijo Yafar riéndose. Conozco algunos
hechizos que os harán parecer invisibles al resto

-- ¿ En serio ? gritaron todos al unísono, llenos de júbilo

-- Pero tenéis que prometerme una cosa

-- ¿ Cuál ? Di lo que quieras

--- Que esto será un secreto entre vosotros y yo. Nadie debe de saberlo

--- ¡ Qué misterio ! Dálo por hecho Yafar, de nuestra boca no saldrá ni una sola palabra

--- Bueno, pues si queréis tomaros algunas cervezas de mantequilla, no sé a qué estáis
esperando aquí sentados. Id a buscar vuestras cosas para salir hacia allá ahora mismo.

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Los chicos se fueron corriendo cada uno a sus respectivas habitaciones

-- Cada vez me cae mejor éste tío, dijo Alberto Vázquez

-- Sí, es muy enrollado, dijo Lily

Yafar se había quedado solo esperando a los chicos con una sonrisa enigmática en el rostro

-- Jejeje, espero que la excursión os guste muchachos.

Entonces se levantó, alzó la vista al cielo, dio un silbido muy agudo y se sentó de nuevo. Un
minuto después, un águila enorme dorada apareció a su lado.

Yafar sacó una hoja cuidadosamente doblada del bolsillo interior de su chaqueta y se la
entregó al águila.

-- Vas a entregarle esta carta a Hamid. Díle que Harry Potter y sus amigos ya están en la zona.

El águila partió veloz rumbo a la lejana Arabia

Poco después los chicos llegaron unto a Yafar quien, después de unos minutos les había
hechizado a todos y los había vuelto invisibles

-- Bueno muchachos, ¿ No falta nadie verdad ? Entonces partamos enseguida.

--- ¡ Sí ! gritaron todos a la vez. ¡ Iremos a Hogsmeade !

Harry, Hermione, Ron y Snape estaban sobrevolando el Líbano cuando una fuerte tormenta
acompañada por vientos de mucha intensidad se desató de repente.

--- Así es imposible continuar, se quejó Harry

--- Es cierto, dijo Ron quien se había dado cuenta de ello

--- Hay que proseguir a pie, dijo Snape. Aterricemos

Localizaron una zona despejada donde poder aterrizar y guardaron las alfombras voladoras. A
o lejos divisaron unas plameras y un gran lago.

--- Vamos hacia allá, indicó Hermione, tal vez podamos resguardarnos allí de la tormenta y de
paso descansar un rato. Estoy agotada.

Pero Harry y sus amigos nunca se habrían imaginado lo que iban a encontrar allí

Diez minutos más tarde llegaron junto a lo que era un oasis. Bebieron agua en el lago,
conjuraron unas tiendas de campaña y se dispusieron a pasar la noche. Al día siguiente, y ya
descansados, podrían continuar el viaje.

Dos horas después, cuando todos estaban durmiendo, Harry se despertó violentamente. Había
escuchado una especie de ruido muy agudo, similar al chirrido que produce el roce de una
locomotora de tren sobre los raíles. Hermione también estaba despierta.

--- ¿ Qué es ese ruido Harry ?

--- ¿ Tú también lo has oido ? Bien, entonces supongo que no ha sido un sueño

101
--- Vamos a ocultar mágicamente las tiendas por si ocurre algo susurró Hermione mientras
sacaba lentamente su varita

--- ¡ Osculus somne ! dijeron ambos

Un rayo azulado de luz salió de las respectivas varitas de los dos muchachos y envolvió
ambas tiendas y a ellos mismos.

--- Ahora esperemos a ver qué ocurre

Poco a poco pudieron escuchar unos ruidos, al principio muy vagos, pero finalmente unos
sonidos sibilantes llegaron a sus oidos. Pudieron percibir que se trataba de una conversación,
aunque no pudieron ver a quienes estaban hablando.

---- Sssh ¿ A dónde ssse han ido esossss magosssh ?

--- No lo ssssé señor, esss posible que nosssh hayan visto y hayan huido

--- Eso esss imposible rastra. Busssscad por la zona

--- Como usted ordene señor

Más figuras oscuras aparecieron junto a las plameras donde se encontraban escondidos Harry,
Hermione y sus amigos. Ron y Snape se despertaron por el ruido que hacían las misteriosas
figuras, las cuales pudieron ver, iban encapuchadas.

--- ¿ Qué está pasando ? preguntó Ron

--- Silencio, ordenó Harry con una seña a su amigo

--- ¡ Dios mío ! se oyó a Snape

--- ¿ Qué ocurre ? preguntó Hermione

--- Es la famoda banda de esfinges doradas de Mazmud. Hasta ahora su existencia era tan sólo
un rumor. La banda de Mazmud y su grupo de esfinges doradas atacan a los incautos
caminantes que vagan por estos lugares y, tras el pertinente enigma el cual casi nadie logra
resolver, desuellan a los pobres infelices y les arrebatan todas sus posesiones

--- ¡ Oh ! No me gustaría acabar así, dijo Ron.

-- Ya Ron, a mi personalmente tampoco me agrada mucho la idea de acabar triturado

--- Lo mejor será quedarse callados y Así no nos encontrarán. El funcionamiento del hechizo
de ocultamiento es en su estructura similar al fidelio aunque sólo en estructura ya que éste es
más simple, para resumir no nos podrán encontrar si no saben dónde nos encontramos o si no
delatamos nuestra presencia. Dijo Snape en tono cortante

--- Entonces sugiero que nos durmamos de nuevo, sugirió Ron, entusiasmado con la idea

--- Es una buena idea, opinó Harry

Al día siguiene, cuando salieron de sus tiendas, del Oasis no quedaban más que el lago y dos
pequeñas palmeras. El resto yacían destruidas por el suelo y un gran hoyo había sido excavado
en la arena.

--- Debemos de proseguir nuestro camino antes de que Mazmud y su banda de esfinges doradas
nos busquen de nuevo, opinó Snape.

102
--- Partamos de inmediato, dijo Harry

--- Creo que podríamos volver a Egipto en donde vive mi hermano y pedirle ayuda dijo
entonces Ron. Bill conoce la zona y nos será de gran ayuda.

Apenas llevaban diez minutos subidos a las alfombras voladoras camino de vuelta a Egipto
cuando una fuerte onda vibratoria similar a las que generan los terremotos los derribó al suelo

Un grupo numeroso de esfinges doradas se encontraba a su lado.

--- Mirad a quien tenemossss aquí, dijo la que parecía el jefe. Ssssi esss el mismísimo Harry
Potter en persona

--- Si lo que queréis es dinero os lo podemos dar

--- Aquí las cosssassss no funcionan así joven mago. Me temo que debéissss de resssssolver el
acertijo

Una vez que el jefe del grupo de esfinges dijo esas palabras, el resto de las esfinges comenzó a
cantar una canción.

---- “ El acertijo resolverássss, si con vida queréisssss ssssalir de aquí. En polvo te


convertirásss si no lo podéisssss descifrarrr. Un nuevo enigma por resolver, un nuevo enigma
por descubrir. Ya esssstá, ya esssstá aquí, un enigma para sufrir, Ya essstá, ya essstá aquí,
¡ Essstá aquíiiiiii ! Sí ”.

Hermione le dio una pequeña colleja a Ron, quien en esos momentos se encontraba bailando
en medio del grupo de esfinges con una expresión bastante tonta en la cara. Entonces Ron,
avergonzado, se retiró y se escondió entre Snape y Harry.

Mazmud, el jefe de las esfinges, se puso entonces a aplaudir a sus esbirros. Acto seguido se
dirigió hacia Harry y sus amigos.

---- Bien, forasteros, sin duda sabréis que nadie pasa por la ruta de Mazmud y sus esfinges
doradas sin resolver antes un acertijo previo. Como sois cuatro, tendréis un acertijo para
cada uno.

Mazmud dijo estas últimas palabras con una expresión burlona en la cara, pues sin duda sabía
que pocas personas habían sido capaces de resolver la mayoría de los acertijos que él mismo
formulaba y la mayoría de los incautos que pasaban por su ruta fallecían entre las fauces de
sus esfinges doradas.

--- Esto me da muy mala espina, dijo entonces Harry. Deberíamos huir en nuestras escobas.

No acababa de decir eso cuando tres enormes esfinges se acercaron por detrás de cada uno y
mientras dos les agarraban d elos brazos para inmovilizarles, la otra se apropiaba de las
escobas.

--- Creo que no iréisssss a ningún lado con vuessssstrassss escobas dijo entonces Mazmud
riéndose estridentemente

--- Vamos a ver, ¿ Alguno tiene el deseo de empezar primero ? preguntó Mazmud.

103
Nadie levantó la mano

---- No, claro que no, lo suponía. Creo que habrá que echarlo a suertes. Las caras para la chica
y el más mayor y las cruces para los otros dos.

Mazmud sacó un galeón de oro y lo lanzó al aire, al caer al suelo lo recogió.

--- Ha salido cruz, por lo tanto empezarán los dos chicos. ¿ Alguno quiere ser el primero ?

--- Yo empezaré, dijo Ron muy decidido

--- ¡ No ¡ gritó Harry. No dejaré que te sacrifiques por mí.

--- ¿ Sacrificio ? No Harry, lo haré, estoy seguro. Confía en mí.

Harry se puso a llorar amargamente ante la inminente muerte de su amigo

--- Biennn, comencemos con el primer acertijo

--- Estoy preparado, dijo resueltamente Ron

-- Sssson cinco parejasssss de hermanossss gemelossss. Lossss diez viven en la missssma


cassssa. La casssa tiene dosss bloquesss, el izquierdo y el derecho y lossss hermanossss
también viven de igual modo repartidosss en los dos bloquesss, los hermanossss del bloque
izquierdo y losss del derecho.

Ron se puso a pensar frenéticamente en todas las parejas de magosgemelos que conocía, los
hermanos Gobsten de Filipinas, los hermanos Goodwin, de Canadá, los hermanos Merrick, de
Norte América, pero ninguno de ellos vivían juntos en el mismo edificio y estaba empezando a
inquietarse.

Mazmud y su grupo de esfinges empezaron a mirar a Ro de forma burlona y aguna estaba


relamiéndose de gusto ante la posibilidad de futura carne fresca.

-- ¿ No osss parece apetitossso muchachosss ? preguntó Mazmud a sus esfinges

--- ¡ Oh, sssí ! mucho jefe

--- Dadme un poco más de tiempo, suplicó Ron, quien seguía pensando una respuesta. Hizó
cábalas con los dedos de la mano para recordar mejor a otros grupos de hermanos mágicos que
conocía de sus viejes como auror por todo el Mundo. Ro extendió las dosmmanos en el aire y
con cada grupo de hermanos que se le venía a la cabeza extendía un dedo. A ver, están los
hermanos Otón del viejo Oeste, los hermanos Woltimer...

-- Es más fácil de lo que parece cariño, dijo Hermione, quien hace un rato que ya había dado
con la solución al acertijo. Tú tan sólo piensa en lo que tienes delante

-- ¡ Cállate ! gritó entonces Mazmud, imponiendo silencio

-- Piensa en lo que tienes delante, se dijo entonces Ron. Pero, ¿ Qué es lo que tengo delante ?
se preguntó Ron mentalmente. Ron empezó entonces a agitar los dedos frenéticamente
mientras le iban viniendo más y más nombres de magos a la cabeza y pensaba en las palabras
de Ron. ¿ Qué tengo delante ¿ ¿ Qué tengo delante ? Entonces cayó en la cuenta de lo que
era. ¡ Sí ! ¡ Por Merlín ! gritó. La respuesta son los dedos de la mano, dijo entonces Ron
quien parecía muy ufano

--- ¡ Maldición ! Has acertado muchacho, pero no lo habrías hecho si no hubiese sido por tu
amiguita de aquí.

104
--- ¡ Eh ! Él es mi marido, se quejó Hermione

---- ¿ Así que estáis casados eh ? Bueno, es una pena, dicen que los matrimonios saben mucho
mejor si se comen juntos, dijo Mazmud relamiéndose.

--- Oh, eres verdaderamente repulsivo, dijo Hermione

---- Veo que tienes carácter muchacha, eso siempre le da un sabor fuerte a la sopa. Me gusta.
Es tu turno para resolver el acertijo.

--- Pregunta, dijo Hermione de forma decidida.

----- Vaya, nunca he vissssto a nadie que tuvierrrrra tantassss ganassss de morrrrir como tú.
En fin, He aquí el acerrrrtijo:

Te doy lassss ssssiguientessss pisssstassss:

1: Tenemossss 5 cassssassss de 5 diferentessss coloressss alineadasss en la misma calle una


trasssss otra.

2: En cada cassssa vive un mago. Los cinco son de distinta nacionalidad entre ssssí.

3: Estos 5 magossss beben cada uno una bebida diferrrrente, fuman una cierta marca
decigarrillossss y tienen alguna masssscota.

4: Ningún dueño tiene la misma masssscota, fuma la missssma marca de cigarrillosss o bebe
el missssmo tipo de bebida que otro.

¿ Lo vassss siguiendo, pequeña bruja ? le preguntó Mazmud a Hermione con una expresión
burlona en la cara.

--- Oh, sí, perfectamente. Puedes seguir dándome más información.

--- Perfecto, prosiguió Mazmud; además de lo dicho antes te diré lo siguiente:

1: El Mago Ingléssss vive en la casssssa roja.


2: La massssscota del Mago Ssssueco essss una lechuza.

3: El Mago Danésssss bebe té.


4: La casssssa verde essssstá a la izquierda de la casssssa blanca.
5: El dueño de la casssssa verde toma café.
6: El Mago que fuma Pall Mall cría sssapossss.
7: El Mago de la casssssa amarilla fuma Dunhill.

8: El Mago que vive en la casa del centro toma leche.


9: El Mago Noruego vive en la primera cassssa.
10: El Mago que fuma Blend vive junto a la del Mago que tiene gatosssss

11. El Mago que tiene caballos vive junto al Mago que fuma Dunhill.

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12: El Mago que fuma Blue Massssster bebe cerveza.

13: El Mago Alemán fuma Prince.


14: El Mago Noruego vive junto a la cassa azul.

15. El Mago que fuma Blend tiene un vecino que bebe agua.

La pregunta es ...  ¿Quién esss el dueño del pez ?

Hermione se puso a pensar la respuesta al acertijo planteado por Mazmud una vez que éste
acabó de darle todas las pistas. Usando su varita mágica, trazó un dibujo en la arena, el cual
representaba las cinco casas y meditó las distintas posibilidades.

Al cabo de quince minutos se dibujó una sonrisa en su cara.

--- ¿ Y bien ? preguntó Mazmud

--- La respuesta a tu acertijo es la siguiente: El Mago Alemán es el dueño del pez.

Mazmud lanzó un gruñido, visiblemente enfadado

--- Si lo piensas bien, es muy simple, el Noruego vive en la primera casa y al lado de la casa
azul con lo cual deduje que la segunda es azul, si además, la verde tiene que estar a la
izquierda de la blanca, la única posibilidad viable era que fuesen la 4ª y la 5 ª, dejando
entonces la roja en el centro y con todo esto y uniendo por aquí y por allá…. al final, acabé
sacando todos los datos: El noruego vive en la primera casa, que es la amarilla, bebe agua,
fuma Dunhill y tiene gatos como mascotas.

El mago danés vive en la 2 ª casa, la cual es de color azul, bebe té, fuma Blend y tiene
caballos como mascotas

A su vez el Mago inglés vive en la 3 ª casa, que es de color rojo, bebe leche, fuma Pall Mall y
sus mascotas son los sapos

Sigo con el Mago alemán, quien vive en la 4 ª casa, que es verde, toma café, fuma Prince y es
el dueño del pez.

106
Finalmente está el Mago sueco, que vive en la 5 ª y última casa, bebe cerveza, fuma Blue
Master y tiene una lechuza como mascota.

---- Bien, bien. Hassss acertado muchacha. Ahora esss el turno del siguiente muchacho, dijo
Mazmud señalando a Harry con su huesuda mano.

--- Estoy listo, dijo resueltamente Harry.

---- Ahí va tu acertijo, joven mago, empezó a decir Mazmud :

Un grupo de auroresssss esssstá invessssstigando a un grrrrupo de magossss ossscurossss que


sssse reúnen todassss lassss ssssemanassss en un local bien vigilado. Dessssde un coche
camuflado vigilan la entrada al local. Quierrrren infiltrar a un grupo de policíassss de
paissssano, pero no ssssaben la contraseña para introducirsssse en el interior del bar.

En esssse momento llega un cliente, el cual era un simple mago. Llama a la puerta y dessssde
el interior le dicen: “18”. El mago ressssponde: “9”. La puerta sssse abre y accede al interior.
Los policías ssssse miran, creen tener la ressssspuessssta. Pero deciden esssssperar. Entonces
viene otro cliente. Dessssde dentro le dicen:

“8”. Él ressssponde: “4”. La puerta sssse abre. Lossss auroressss sssse ssssonríen unossss a
otrossss. “Ya lo tenemossss. Sssse trata de resssssponder la mitad del número que te dicen
desssssde dentro”. Llega otro cliente. Dessssde dentro dicen: “14”. El cliente contessssta: “7”.
La puerta sssse abre de nuevo. “¿Lo veissss?” dice el jefe de lossss auroressss. Entonces
deciden enviar a un joven auror, quien llama a la puerta. Dessssde dentro le dicen: “0”. El
policía sssse queda parado. Despuéssss de unossss brevessss ssssegundossss ressssponde: “0”.
Entonces los de dentro sacan unas varitasss por la mirilla de la puerta, unossss rayosss verdes
salen de ellas y el auror muere. Los demássss auroressss que hay essscondidossss sssse
quedan muy ssssorprendidosssss, pero deciden enviar a otro auror. Desssssde dentro sssse
oye: “6”. El aurorrrr contesssssta muy convencido: “3”. Pero la puerta no ssssse abre. Los de
adentro vuelven a sssacar lasss varitasss mágicas por la puerta y nuevamente unosss rayos

107
verdessss ssssalen en dirección al auror, quien muere al insssstante. La pregunta es: ¿Por
qué?

Harry se puso de inmediato a pensar en la respuesta al acertijo.

--- Es complicado, se dijo Harry a sí mismo. En un principio parece que se trata de la mitad del
número…. Del número dieciocho, el nueve, Del número ocho, el cuatro, del catorce, el
siete…. ¿ Cuál será el misterio ? ¡ Piensa Harry ! ¡ Piensa ! Infinitud de ideas se le vinieron
en un instante a la cabeza: Números, cifras, claves secretas…. Pero la respuesta no venía a su
mente.

--- Hermione, quien nuevamente ya había conseguido dar con la solución del acertijo le
recomendó paciencia y concentración a Harry.

Entonces Harry cayó en la cuenta de lo que se trataba el enigma. En realidad no era la mitad
del número en cada una de las preguntas, era algo mucho más simple y se rió por el mal rato
que había tenido que pasar pensando en la resuesta al acertijo.

--- Se trata del número de letras, dijo Harry, no de la mitad del número. El dieciocho tiene 9
letras, el ocho tiene cuatro letras y el catorce tiene siete letras. Por lo tanto, los aurores
debían haber contestado cuatro tanto para el número cero, que es de cuatro letras, como
para el seis.

---- Hasss acertado muchacho, dijo Mazmud, visiblemente malhumorado. Ya sólo que da el
acertijo del más mayor dijo Mazmud refiriéndose a Snape.

--- Pregunta, dijo Snape con una expresión llena de odio y profundo desprecio.

108
--- Hummm Ssseverusss Snape, interessante, sin ninguna duda, esss todo un rrreto. ¿ No osss
parece muchachos ?

Todas las esfinges gritaron al unísono:

---- ¡ Ssssí !

---- Bien veamos, percibo cólera, y quizás un cierto desprecio ya algo olvidado porrr los
mugglesss . Ahí va su acertijo: ¿ Para qué sirve el artefacto muggle llamado aspiradora ?

Snape se quedó en blanco, no había oído hablar de ese aparato muggle en toda su vida, es
más, ni siquiera se había preocupado por saber algo del mundo muggle. Harry y Hermione,
quienes conocían perfectamente el aparato, ella por haber cursado estudios muggles y él por
haber utilizado la aspiradora en más de una vez, se llevaron las manos a la cabeza. Ron, quien
a su vez también sabía lo que era la aspiradora debido al gusto de su padre de saber todo lo
relacionado con los muggles dejó escapar un ¡ Oh !....

Pasados quince minutos el cerco de las esfinges se fue estrechando a su alrededor, cada vez
estaban más cerca suyo

--- ¿ Y bien ? preguntó Mazmud. ¿ Lo sabesssss ?

Snape parecía pensar frenéticamente en algo

--- ¡ Dadme un minuto ! gritó Snape tratando de ganar tiempo mientras pensaba en cómo salir
del atolladero en el que se habían metido. Poco a poco fue deslizando su mano hacia la parte
posterior de la chaqueta hasta alcanzar su varita mágica.

Es un aparato que sirve para….

--- ¿ Para qué sirve ? rugió Mazmud

--- ¡ Para freirte vivo sucia sabandija !, gritó Snape sacando su varita y lanzando un hechizo
explosivo contra Mazmud y sus secuaces, quienes fueron despedidos hacia atrás.

--- Harry, Ron y Hermione sacaron sus respectivas varitas y apuntaron hacia las esfinges, una
de las cuales saltó hacia Ron

-- ¡ Desmaius ! gritó Snape derribando la misma al suelo

--- ¡ Incárcero ! gritó Ron amarrando a dos en una espesa red

Una esfinge se dirigió rápidamente hacia Harry, quien estaba desprevenido, le iba a dar un
zarpazo mortal

--- ¡ Petrificus totales ! gritó Snape, que había visto a la esfinge dirigirse hacia Harry

Esto fue fatal para Snape, pues quedó al descubierto y desprotegido y al instante, cuatro
esfinges se abalanzaron sobre él dándole centenares de mordiscos y zarpazos de los que
apenas podía defenderse. Su cuerpo empezó a manar sangre abundantemente

--- Snape lanzó un grito desgarrador

--- ¡ No ! gritaron Harry, Ron y Hermione, conmocionados

--- Harry movió fuertemente su varita hacia las esfinges que estaban sobre Snape. Un rayo
dorado salió de su varita y las esfinges salieron volando varios metros de altura

---- Snape, estás….

109
Snape con un último aliento de vida sólo pudo susurrar:

--- El… libro, debéis… de…… debéis de… encontrarle

--- Tranquilo Severus, le encontraremos. Puedes descansar en paz.

Justo cuando las esfinges se iban a abalanzar nbuevamente sobre ellos, una fuerte luz
cegadora apareció encima de ellos y unos rayos dorados que se estrellaron contra el grupo de
esfinges hizo a estas huir despavoridas.

Hermione, Harry y Ron una vez aclarados sus ojos, vieron aparecer al su lado un grupo de 7
magos.

---- ¿ Estais bien ? preguntó el mago que lideraba el grupo

---- Nosotros tres sí. Él, sin embargo, no lo ha conseguido, dijo Hermione señalando el cuerpo
de Snape, ya muerto.

---- Os pido disculpas por haber llegado tarde. Nos dieron la alerta hace tan sólo una hora y no
hemos podido llgar antes

--- Pero…. Empezó a decir Harry

--- Perdona que no me haya presentado antes. Soy Tobias Smith y estoy al mando de esta
patrulla de la AMI

--- ¿ La AMI ? preguntó Harry

--- Sí, la AMI, somos parte de la Agencia Mágica de Inteligencia americana, es una agencia
secreta mágica similar a la que los muggles llaman CIA y sólo intervenimos en casos de
urgente necesidad y éste era uno de ellos.

--- Nunca había oido hablar de ella confesó Harry. ¿ Y quienes son ellos ?

--- Ellos son mis compañeros de grupo, os les presentaré: Los hermanos Stevenson, Luis y
Graciella, él es Thomas Williams, ése de la esquina Frank Thompson y esos dos del frente son
Marcus Horner y Jake Smith, quien además, es primo mío.

--- Encantado de conocerlos, dijo Harry

--- Es un placer para nosotros, dijeron ellos inclinando la cabeza a modo de reverencia. Eres
toda una leyenda en nuestro país, América.

Harry se sonrojó un poco al oír esto

--- Bueno, usted supongo que será el señor Weasley, dijo Tobias señalando a Ron

--- Sí. ¿ Ocurre algo ?

---- Bueno, no realmente. La verdad es que estamos aquí por su hermano Hill. Él sabía que
ustedes estaban por la zona y dio un aviso al Ministerio de Egipto, el cual nos avisó a
nosotros. Tan pronto como supimos de vuestra presencia por la zona nos pusimos en marcha.
No hemos podido llegar antes porque no sabíamos vuestra localización exacta de ahí que
hayamos tenido problemas al aparecernos.

---- Ah Bill, siempre atento, dijo Ron

110
--- Y ahora, si sois tan amables de acompañarnos, iremos a la agencia en Egipto. Disponemos
de un traslador que nos llevará ahí al instante, dijo Tobías sacando un vaso viejo del bolsillo
de su pantalón. Agarraos todos de las manos.

Poco después, se encontraban todos en la sede de la agencia de la AMI en Egipto. Bill Weasley
estaba allí también

---- Muchas gracias por avisar Bill, te debemos la vida

--- Algo tenía que hacer por mi hermanito ¿ No ? dijo Bill sonriendo. Es una pena que no
pudiesen llegar antes. Igual Snape se habría salvado

--- Fue horrible Bill, lo destrozaron vivo. Murió desangrado, dijo Harry

---- Pero esta misión tendrá éxito. Encontraremos el libro y así su muerte no habrá sido en
vano. El Pacto sabrá que no le conviene meterse con nosotros.

--- Propongo un brindis, dijo Ron

--- ¡ Por Severus ! gritó Harry

--- ¡ Por Severus ! gritaron todos levantando a su vez las copas

En esos momentos, en un lugar muy lejos de allí, Sir Nicholas de Mimsy Porpington, más
conocido como Nick casi decapitado y ser el fantasma guardián de la Torre Gryffindor en
Hogwarts vagabundeaba preocupado por los pasillos del castillo. Habia tenido noticias de que
su buen amigo Harry Potter y sus amigos Hermione y Ron, habían salido a investigar auna
oscura secta que andaba detrás de un misterioso libro con poderes para controlar el tiempo o
algo así. El caso era que a Sir Nicholas algo le tenía muy intrigado. Había oido rumores que
relacionaban el libro con un tal Milo Rambaldi y a Sir Nicholas el nombre le sonaba de algo,
pero no sabía de qué.

--- ¿ Dónde he oído yo ése nombre antes ? se preguntaba Nick. El caso es que creo que cuando
yo estaba vivo, …. Pero no, no puede ser posible. En mi viaje a Italia… ¡ Sí !, por supuesto,
tenía que serlo, no puede ser una coincidencia. ¡ Era él!. Sir Nicholas salió volando
rápidamente hacia el despacho de la directora. Él tenía la clave a todo el enigma.

Capítulo 20. Redadas en la ciudad santa

Harry y sus amigos estaban paseando por los jardines de Hogwarts. Lily se había vuelto a unir
como en los días anteriores al grupo de seguidoras de Omar, el mago de la Conferencia,
parecía como ida cuando Alberto, Harry, Saúl, Ramón y Luis Ángel se despidieron de ella.
Estaban cerca de la cabaña de Hagrid, quien se encontraba en ese momento dando de comer a
Fang. Al llegar a su altura Hagrid los vio.

--- ¡ Hola chicos ! los saludó él

--- Hola Hagrid. ¿ Cómo es que no estás tú también con Jasmine ? todos los profesores están
encantados con ella.

--- Es que tiene su punto de vista sobre los dragones no me gusta nada, dijo él sonriendo.
Todos los profesores se pasan casi 3 horas al día hablando con ella. Yo no la aguanto, es
pesadísima.

111
--- Sí, últimamente estamos todos muy pendientes de los de la Conferencia. Nosotros mismos,
por ejemplo, estamos encantadísimos con Yapar, nos cuenta siempre unas Historias fabulosas
de luchas contra Orcos, gigantes, esfinges y todo tipo de criaturas monstruosas que son
alucinantes.

--- No lo dudo muchachos, cada uno aporta algo a la escuela y hay un gran revuelo por su
presencia aquí. Lily está enamoradísima de Omar como ya os habréis dado cuenta

--- Y no es sólo ella, dijo Saúl, casi todas las chicas de la escuela lo están, parecen zombies

--- La verdad es que no sé qué es lo que ven en él, dijo Ramón quejumbroso. No es más que un
joven mago enclenque

--- Y además es rubio, apuntilló Alberto

--- ¡ Ah ! ¡ Es horrible ! corroboró a su vez Harry

-- Es más, chicos, yo creo que su número de admiradoras crece día a día, dijo Hagrid

--- Las tiene como embrujadas

--- ¿ Qué tal os lo estáis pasando chicos ? oyeron preguntar a su lado. Era Yafar

---- Muy bien

--- ¿ Por qué no os venis conmigo un poco ? Si no le importa a Hagrid

--- No pasa nada. Podéis iros, le dijo Hagrid a Harry.

--- ¿ Seguro ? preguntó Saúl Torres

--- Estaré bien chicos. No os preocupéis por mi.


Yafar, a su vez, se iba riendo para sus adentros

--- Nuestro plan va viento en popa, se dijo a sí mismo

En otra parte del Castillo, concretamente en las mazmorras Omar estaba embrujando a cuatro
muchachas más para que se uniesen a su grupo de seguidoras. Primero las hipnotizaba y
conseguía con esto que le siguiesen a un lugar apartado y luego las lanzaban la maldición
imperius, con lo que caían completamente bajo su poder. Todas las mañanas le tocaba a
cuatro chicas y por las tardes a otras cuatro. Había que ser discretos; pronto, todas las
alumnas de la escuela estarían bajo su poder y la Hora de la venganza habría llegado.

Lily había sido atrapada de esta forma la tarde anterior, durante su paseo por los jardines de la
escuela. Ahora no era más que otra marioneta a las órdenes de su amo, Omar, al que llamaba
señor, al igual que las demás alumnas que estaban bajo el influjo de la maldición imperius.

Y mientras Jasmine hacía esto con las alumnas, Jasmine hacía lo propio con los profesores y
profesoras de la escuela. Ya tenía bajo su control a más de la mitad del profesorado.

--- Pronto la escuela será nuestra, se dijo Jasmine sonriendo

En otra parte del Castillo, la directora había sido puntualmente informada por Sir Nicholas de
la relación existente entre el libro y Rambaldi. Debía de avisar a Harry de esto, pero no quería
abandonar la Escuela en un momento tan crucial, a excasos días de celebrarse una de las más
importantes conferencias realizadas en toda la Historia de Hogwarts. Por lo tanto, sólo podía

112
esperar a la vuelta de Harry a la escuela. Mc Gonagall cogió un pergamino antiguo, firmó en el
mismo y escribió la siguiente nota en el mismo:

Estimado señor Potter

Seguramente si está leyendo esta nota, será ya muy tarde para la escuela y para todos
nosotros. Sospecho que existe una gran Conjura en la escuela que pretende apoderarse de
la misma. No se fíe de nadie, ni siquiera de mí misma. Debe de regresar atrás en el tiempo al
momento en que empezó todo, cuando su padre y sus amigos escondieron el libro. En su
despacho le he dejado un manuscrito con instrucciones precisas sobre lo que debe de hacer y
un colgante que perteneció a Dumbledore, el Dumbledore del retrato dice que se lo enseñe a
su yo del pasado para que él confíe en usted.

Bajo ningún motivo debe de revelar a nadie su identidad en el pasado, podría cambiar
cosas en el futuro que harían peligrar incluso su propia existencia o quizás algo peor. Sé
que esta tarea será dura para usted después de todo lo que ha sufrido. Le pido que tenga
fuerzas para llevarla a cabo con éxito y le deseo que tenga éxito. Confío en usted señor
Potter.

Un saludo: La directora Mc Gonagall

P.D. Pregúntele a Sir Nicholas por Rambaldi

La directora dobló cuidadosamente el pergamino y lo llevó al despacho de Harry en donde lo


metió en un cajón del escritorio y lo cerró mágicamente con un hechizo sencillo.

--- Espero que esto nos sirva para salvarnos de El Pacto se dijo la directora a sí misma
suspirando.

Una vez que hubo cerrado el cajón del escritorio, oyó una voz a su espalda:

--- ¡ Hola directora ! La estaba buscando

--- ¡ Hola Jasmine ! pues era ella la que había entrado en el despacho.

-- ¿ Se une a nuestra charla de la tarde ? Los profesores Longbottom y Flitwick están muy
interesados en que les comente los últimos planes de convergencia europea a nivel mágico de
que disponemos actualmente.

--¡ Ah ! Sí, eso suena interesante. Ahora mismo bajo.

Mc Gonagall revisó nuevamente el escritorio, comprobó que la carta seguía en su sitio y


finalmente salió del despacho acompañada por Jasmine, quien se iba riendo para sus adentros.

--- Jejeje, después de esta noche, casi toda la escuela estará bajo nuestro poder. Nadie podrá
pararnos

Harry, Ron y Hermione se encontraban junto con Bill, el hermano de Ron, en el interior del
cuartel de la AMI.

--- Yo creo que deberíamos de volver a Hogwarts, dijo Ron. Es lo más seguro después de lo que
ha pasado

--- ¿ Pero es que vas a dejar que la muerte de Snape haya sido en vano ? preguntó Harry
enojado

-- No te pongas así, yo sólo me estaba refiriendo a que podríamos ir a pedir refuerzos

113
--- Los del Ministerio no creo que nos puedan ayudar Ron, no te ofendas, pero esto les queda
un poco grande, dijo Hermione

-- ¡ Oye ! hay un grupo de aurores muy cualificado al frente del cual estoy yo al mando

-- Si no te lo discuto cariño, pero si le decimos al Ministro lo que sabemos se van a cerrar en


banda

--- Lo mejor que podéis hacer ahora mismo es atacar a los de El Pacto en su propio territorio
para acabar con ellos de una vez por todas opinó Hill

--- Estoy de acuerdo, sentenció Harry

--- No se hable más, dijo entonces Tobías Smith, el jefe del cuartel de la AMI. Enseguida
prepararé a un grupo de agentes para que les acompañe en su misión. Sé de unos locales que
suelen utilizar en sus reuniones clandestinas. Podríamos realizar un asalto por sorpresa.

--- Creo que es una buena idea, dijo Harry

Poco después, Harry, Ron, Hermione, Bill, Tobías y un grupo muy numeroso de agentes de la
AMI salían del cuartel en plena noche rumbo a la sagrada ciudad de La Meca.

En esos momentos en una lejana taberna llamada La Gran Aurora, diez hombres estaban
jugando al ajedrez mágico, a su lado y pegados a la pared había tres que jugaban a los
gobstones y otros ocho dormitaban en unas hamacas que había dispuestas en el suelo.

--- Oye Yusef, ¿ Cuánto crees tú que llegaré el momento ? ¿ Cuándo nos haremos con el
control absoluto de la escuela ?

-- No lo sé Zoltan, pero creo que tan sólo es cuestión de días. Jasmine, Omar y Yafar están
haciendo un buen trabajo allí.

--- No debes de olvidar que Harry y sus amigos andan por la zona.

-- Es verdad, ayer mismo tuve noticias de que el grupo de Mazmud y sus esfinges se había
cruzado con ellos y, al parecer, lograron acabar con uno de ellos.

Una lechuza entró en esos momentos por la ventana de la taberna, se dirigió a Yusef, se posó
suavemente en la mesa y estiró una pata hacia él. Llevaba una carta atada a la misma.

-- Bien, veamos lo que tenemos aquí, dijo Yusef cogiendo la carta de la lechuza. Sus ojos se
volvieron blancos al instante.

-- ¿ Qué pasa Yusef ? preguntó Zoltan

-- ¡ Rápido ! Debemos de irnos de aquí enseguida.

Coged lo imprescindible y los documentos de la organización y larguémonos de aquí de


inmediato.

-- ¿ Pero qué ocurre ?

-- Nuestro agente infiltrado en el AMI dice que Harry y sus amigos nos han localizado. Vienen
hacia aquí con un grupo de agentes a detenernos a todos.

114
Zoltan y Yusef salieron de la taberna y se desaparecieron en cuestión de segundos una vez
que hubieron cogido casi toda la documentación de importancia para El Pacto.

Otros muchos magos se desaparecieron casi al instante, otros gritaban y corrían de un sitio a
otro cogiendo documentos.

Aún quedaban tres magos cogiendo unos papeles en el almacén cuando, de repente, la puerta
de la taberna se abrió y Harry, Ron, Bill, Hermione y el nutrido grupo de agentes de la AMI
entraron corriendo varitas en alto.

En cuanto uno de los de El Pacto los vio, cogió su varita y se desapareció al instante

-- ¡ Quietos ! gritó Harry a los otros dos

Uno de los del Pacto levantó su varita y miró a Ron fijamente

--- ¡ Expelliarmus ! gritó

--- ¡ Protego !

Harry agitó su varita furiosamente y el mago salió despedido violenbtamente contra la pared.
El otro mago aprovechó el instante de confusión que se había creado para desaparecerse.

-- ¡ Maldición ! Se ha escapado, se quejó Harry enojado.

-- Y de éste no vamos a poder sacar mucho, está moribundo, dijo Ron señalando al mago que
Harry había lanzado contra la pared. Tenía varias fracturas en la cabeza y sangraba
abundantemente.

-- ¡ Dime ! ¿ Qué planes tiene El Pacto ? le gritó Harry al mago zarandeandole frenéticamente.

-- ¡ Harry ! le vas a ahogar, le reprendió Hermione

-- ¡ Es lo que se merece ! gritó Harry histérico

-- No... os diré nada, dijo el moribundo. Pero.. jajaj vuestra escuela.. jajaja vuestra escuela
pronto será nuestra.

Con esas palabras, el mago ex´haló su último suspiro

--- ¿ Hogwarts ? ¿ Qué quería decir con eso ? preguntó Ron en voz alta

--- No lo sé Ron, pero sea lo que sea es preocupante, opinó Bill. Parece que El Pacto pretende
hacerse con el control de la escuela.

--- Espero que no intenten nada durante La Conferencia, dijo Harry

--- Debemos de impedírselo, dijo Ron

-- Estoy de acuerdo, dijo Harry, pero de momento lo único que podemos hacer es seguir la
pista del libro .

Harry, Ron, Hermione, Bill y los agentes del AMI buscaron por toda la taberna buscando
archivos del Pacto; lo único que encontraron fueron los documentos que no se habían podido
llevar los magos que habían descubierto dentro del almacén.

Harry, Ron y Hermione se pusieron a examinar los documentos

115
--- ¿ Dicen algo ? preguntó Bill

-- Hay varias referencias a Iram, la ciudad perdida y una interrogación haciendo referencia al
libro de hechizos de Merlín.

-- Está claro entonces, dijo Tobías Smith, el jefe de la patrulla de agentes del AMI. Los del
Pacto piensan ir a la ciudad perdida en la arena y nosotros debemos llegar antes que ellos.

-- Vamos a Iram entonces, dijo Harry. Tobías, díle a tus hombres que partiremos mañana a
mediodía

---- Así lo haré señor.

CAPÍTULO 21. Viaje a la ciudad perdida

La mañana siguiente todos se fueron a la ciudad.

--- Hoy hay mercado, dijo Harry. Propongo que puesto que partiremos después de comer,
quedemos dentro de dos horas en la plaza del Ayuntamiento junto a la estatua que representa
al antiguo general Saladino. Mientras tanto yo personalmente voy a ir de compras.

Así pues, quedaron en encontrarse luego en la plaza y el grupo se disolvió. Harry se metió por
una callejuela junto con Hermione y Ron y los tres acabaron derca de unos puestos en los que
se vendían amuletos mágicos.

--- Vendo colgantes de todo tipo, encantados, legendarios…. oyeron anunciar al vendedor

Harry entró en la tienda

--- Harry, te esperamos fuera, le dijeron Hermione y Ron, quienes en ese momento se estaban
besando

Harry dio una vuelta por el interior de la tienda y le llamaron poderosamente la atención unos
anillos muy llamativos que había expuestos en el escaparate

--- ¡ Ah ! Los anillos del Gran Salomón, oyó decir a alguien Harry por detrás suyo.

--- ¿ Perdone ?

Detrás de Harry se encontraba una señora mayor, quien tenía un aspecto extraño

--- Sí, esos anillos, se dice que pertenecieron al mismísimo Salomón y hay quien asegura que
están encantados.

Harry no creía mucho en esas viejas historias de los pueblos, pero los anillos le gustaban
bastante y decidió comprar uno.

--- Quiero llevarme ése que tiene incrustadas unas esmeraldas verdes.

--- Buena elección señor, no se arrepentirá. Son cuatro galeones, tres sickles y dos knuts.

Harry pagó y salió de la tienda en donde Ron y Hermione le estaban esperando, dieron una
vuelta por los alrededores de la ciudad y luego estuvieron comiendo en un restaurante muggle
de la zona. Según se acercaba la hora acordada se dirigieron hacia la plaza. Al llegar allí,
Tobías, Hill y dos agentes ya estana en al pìe de la estatua charlando entre sí.

116
-- Saludos señor Potter, espero que se lo hayan pasado bien usted y sus amigos.

--- Oh sí, por eso no se preocupe, tienen aquí unas ciudades muy bonitas.

--- Me alegro de que le gusten. Ahora volvamos a lo nuestro, según lleguen los demás agentes
marcharemos de inmediato, dijo Tobías mirando su reloj.

15 minutos después todo el grupo partía en busca de Iram, la ciudad perdida.

Todos los del grupo se dirigieron hacia un callejón que se encontraba desierto en esos
momentos y allí se desaparecieron todos.

Tres minutos más tarde, se aparecieron todos en medio del solitario desierto en Omán.

--- Bien, ya estamos aquí. Debemos de dividirnos en grupos de 3 y buscar por esta zona algún
vestigio de ruinas o grupos de rocas que indicen algún tipo de entrada a la cueva que da
acceso a Iram, le indicó Harry a Tobías

-- Dividiré a los hombres señor

Poco después Harry, Ron y Hermione, pues ellos iban en el mismo grupo, partieron en busca
de alguna señal de la entrada a la ciudad perdida.

Dos horas más tarde áún no habían visto otra cosa que no fuese arena, salvo un par de
camellos que bebían de un oasis y unos chacales que buscaban alimento.

-- Esto es imposible, dijo Hermione deseperada. Puede que nunca la encontremos.

----No hay que perder nunca la esperanza, dijo Harry

Una hora después los tres estaban medio desfallecidos a causa del calor reinante en la zona y
agotados.

De repente divisaron unas rocas puntiagudas que sobresalían un poco de la arena no muy lejos
de donde ellos se encontraban

-- Vamos a sentarnos allí y tomamos algo, sugirió Ron

Diez minutos después estaban sentados sobre unas rocas de 2 m de altura las cuales tenían
forma de cono.

-- Saca los bocadillos Harry

Harry estaba sacando la comida de su pequeña mochila de viaje cuando, de repente, vio algo
grabado sobre la roca

-- ¡ Mirad ! les dijo a Ron y a Hermione

-- Es una especie de..

--- ¡ Es el ojo de Rambaldi ! gritó Harry, muy emocionado. Tiene que serlo.

Los tres se levantaron y sacaron sus varitas mágicas las cuales dirigieron hacia la punta
superior del cono

-- ¡ Specialis revelio ! gritaron los tres a la vez

117
Al principio no ocurrió nada en especial, pero, pasados unos minutos un fuerte estruendo
sacudió el lugar en donde se encontraban y la punta del cono se hundió dentro de la arena del
desierto. Harry, Ron y Hermione se apartaron justo a tiempo para no sufrir ningún percance.

Unas escaleras que bajaban a una especie de cueva se mostraron ante ellos.Quince minutos
más tarde, Tobías y los demás agentes del AMI ya habían llegado a donde se encontraban
Harry, Ron y Hermione y ahora todos se disponían a bajar por las escaleras. Se ataron las
provisiones y demás hatillos a la cintura y comenzaron el largo y peligroso descenso. El
corredor era largo y muy angosto y a varios les produjo una amarga sensación de
claustrofobia. Al final del mismo salieron a una enorme cámara de paredes lisas como el
vidrio. Pegada a la pared de la cámara había una escalinata tan grande que sólo gigantes
podían bajar por ella en condiciones óptimas de seguridad, así que todos se desaparecieron y
se aparecieron al final de la misma.

Una vez que estuvieron todos abajo se encontraron en otra cámara de dimensiones colosales,
tallada en la roca viva y de paredes tan deslumbrantemente lisas y altas como las de la última
cueva. Al fondo se encontraba un trono que parecía arder con la luz de incontables piedras
preciosas. A la escasa luz de que disponían vislumbraron la figura de un gigante reclinado en
el trono. Iba exquisitamente vestido con suntuosos ropajes sujetos por cadenas de oro y de
plata. De él no procedía sonido ni movimiento alguno, y todos supieron que hacía ya muchos
años que había muerto.

La cámara estaba iluminada por una luz fantasmagórica y misteriosa, y al escudriñar el


entorno vieron que procedía de una enorme losa de oro que estaba suspendida por encima del
trono a una gran altura. En la losa y escrito en runas antiguas, según advirtió Hermione,
estaba inscrito este poema:

" Soy el señor de Iram, Shaddad, hijo de Ad.


Las tierras del Oeste goberné y las del Este poseí.

Observadme quienes mi poderío conocísteis


y aprended que quien la luz desprecie morirá.

Como esparcidas gavillas de heno


en brazos del viento yacimos
cuando el bramido del cielo
envolvió a quienes no pudimos rezar ”.

Varios agentes del AMI se acercaron al rey muerto e intentaron despojarle de sus ricas
vestimentas, pero en el mismo momento en que sus manos tocaron los ropajes, estos se
deshicieron convirtiéndose en polvo, de manera que se conformaron con las cadenas de oro y
de plata.

De pronto se apagó la vela que iluminaba la cueva y se quedaron sumidos en la oscuridad más
absoluta.

---Avancemos por el pasillo, sugirió Harry.

Estuvieron recorriendo los largos túneles durante alrededor de una hora sin ver nada, pero
entonces, al final de un trayecto que bajaba a una especie de galería circular vieron una luz
muy brillante delante suyo, a lo lejos.

Una vez que llegaron al lugar de donde procedía la luz, llegaron a una amplia sala. En una de
las paredes había un gran templo, el cual tenía una gran cruz en el tejado. Alrededor de la
puerta de la entrada al mismo había muchas vasijas de cobre. A la derecha del templo había
una estatuta de un jinete hecha de bronce.

118
--- Parece una especie de... empezó a decir Harry

-- Es un Panteón antiguo aclaró entonces Tobías Smith

Todos se acercaron a la puerta del Panteón. Había unas inscripciones rúnicas grabadas sobre
su superficie

-- ¿ Qué es lo que pone ? preguntó Ron

--- El grabado está muy dañado por el paso del tiempo pero puede leerse lo siguiente: " Aquí
yace Kush, hijo de Shaddad, el hijo de Ad. Forastero, no dejes que tus ambiciones y sueños de
grandeza te priven de disfrutar de la vida, pues ésta es sagrada " .

--- Supongo que esto indica que vamos por el buen camino dijo Harry

Ron cogió una de las vasijas que estaban junto a la puerta, la cual estaba cerrada con plomo.
Ron la tiró al suelo para romperla y así poder ver lo que había dentro de ella. Cuando la vasija
se rompió surgió una negra humareda que se alzó hacia el cielo, y una terrible voz exclamó:

--- Me arrepiento, me arrepiento, profeta de Dios

Luego el humo se fue haciendo más y más denso, hasta adquirir la forma de un gigantesco
Djinn, que al punto desapareció. Harry, Ron y Hermione, casi se mueren del susto, pero Tobías
y los demás agentes del AMI no parecían en absoluto alterados por esta aparición

-- ¿ Qué era eso Tobías ? preguntó Harry, todavía asustado

-- Esa figura gigante es uno de los Djinn malvados a quienes el gran rey Sulaymán encarcelaba
antiguamente dentro de las vasijas de cobre y mandaba luego enterrar en distintos lugares del
Mundo.

-- ¿ Y quería algo de nosotros ? pregunto Ron

-- Verás, prosiguió Tobías, siempre que alguien encuentra una de las vasijas y libera a uno de
los Djinn malvados, el Djinn piensa que Sulaymán aún sigue con vida, de manera que ruega
que le perdone y, a continuación desaparece

Harry, Ron y Hermione quedaron maravillados con la narración de Tobías y la grandeza del rey
Sulaymán.

--- Veamos ahora ése jinete, indicó Harry muy emocionado

--- Veamos ahora ése jinete, indicó Harry muy emocionado

Cuando estuvieron cerca del jinete pudieron ver que llevaba en la mano una lanza con un final
plano que brillaba con una deslumbrante luz y tenía escritas las siguientes palabra sobre su
superficie: " Viajeros, si desconocéis el camino hasta la ciudad perdida, frotad la mano de éste
jinete; primero girará y luego se detendrá. Seguid la línea que señale y notengáis miedo, pues
ningún mal ha de sobreveniros hasta que alcancéis la ciudad "

-- Esto me da muy mala espina, dijo Ron, muy nervioso

-- ¿ Qué ocurre Ron ?

-- ¿ Qué ocurrirá una vez que lleguemos allí ? Mira las palabras, ningúan mal ha de
sobreveniros hasta que alcancéis la ciudad, ¿ pero qué hay de cuando estemos allí ?

119
--- Eso nadie lo sabe Ron, cada uno traza su propio destino pero esto no depende de nosotros,
debemos de estar unidos

Ron suspiró durante unos segundos, le cogió la mano a Hermione y pareció tranquilizarse un
poco

-- ¡ Sigamos hacia adelante ! Jamás se dirá que Ron Weasley le tuvo miedo a algo, dijo Ron
condeterminación.

Tobías Smith frotó entonces la mano del jinete, que inmediatamente giró señalando la
dirección que habían de tomar. Siguiendo la dirección de su lanza, encontraron un camino
muy batido, por el cual viajaron durante varias horas hasta que llegaron a una pilastra de
piedra negra a cuyo lado había una fuente, en donde aprovecharon para descansar un rato.
Cuando reanudaron la marcha encontraron un poco más adelante una gran roca negra contra
la cual estaba apoyada una criatura negra y alta, enterrada hasta las axilas en la tierra. La
criatura, que era un ifrit, tenía dos grandes alas y cuatro manos, dos de las cuales eran las de
un humano, y las otras dos, eran de león. El pelo se asemejaba a las crines de un caballo y los
ojos le ardían como brasas. En medio de la frente tenía un tercer ojo, que brillaba fieramente,
como el de una pantera

--- Gloria a Dios que ha decretado para mí este castigo hasta que llegue el día del Juicio
exclamó la criatura cuando vio a los viajeros

Todos, salvo Tobías, retrocedieron entonces atemorizados apenas la oyeron hablar

-- Dada su aflicción, no os puede dañar ni a vosotros ni a nadie, dijo entonces Tobías en voz
alta, para que todos le oyeran, y luego, volviéndose hacia el ifrit, le preguntó la razón de que
estuviese así aprisionado. La criatura les contó a los viajeros que había desobedecido a Dios y
al profeta Sulaymán y que por esto se le había castigado de una forma tan severa. A
continuación Tobías le pidió que les indicara el camino hasta la ciudad perdida y cuando lo
hubo hecho prosiguieron su camino, dejándole que lamentara su suerte e invocando la
misericordia de Dios

--- Pobre y desdichada criatura, dijo Harry sintiendo lástima del Ifrit

Por fin, allá en la distancia, divisaron dos enormes columnas que parecían arder, cada una a
un lado de una enorme pared hecha de zafiros, rubíes y esmeraldas

-- Señor, creo que ya hemos llegado dijo Tobías. He leído mucho sobre Iram en mis libros

Se acercaba ya el grupo a la misteriosa ciudad, pero no veían verjas ni aberturas de ningún


tipo en los grandes muros y columnas de piedras preciosas que se alzaban ante ellos como
sábanas de metal pulido.

Estuvieron horas tratando de encontrar un hueco por el cual entrar, y por fin divisaron un
pequeño túnel construido de diamantes, el cual penetraba en la ciudad

--- Parece que esta debía de ser la salida de emergencia, apreció Harry

Una vez que llegaron al final del túnel se encontraron ante la ciudad mas magnífica que
vieran jamás. Sus esbeltos torreones y doradas cúpulas se alzaban sobre unas casas bellamente
decoradas y brillantes palacios de esmeraldas y rubíes. Los pilares de todo tipo de gemas
daban a la ciudad un aspecto majestuoso, podría decirse que señorial. La ciudad estaba
además, completamente desierta.

Harry contempló la ciudad absorto, pesaroso por el triste sino de la ciudad sepultada por el
desierto a causa de la codicia y la desmedida ambición de los magos que un día la habitaron

-- Gloria al poderoso Dios, a quien el tiempo no transforma, exclamó

120
-- ¡ Por el gran Merlín ! dijo Ron ensimismado

-- ¡ Es fabulosa ! dijo finalmente Hermione

Entonces, pegadas a la pared de uno de los pilares de la ciudad que se encontraba enfrente de
donde ellos estaban, vieron siete tablillas de mármol blanco. Todos se acercaron hacia ellas.
Hermione descubrió que estaban escritas en griego, lengua que no le era desconocida y
procedió a leer lo que había escrito en la primera tablilla.

--- " Oh, hijo de Adán, ¿ qué te impide ver lo que está claro ? ¿ Es que no ves que ha llegado tu
hora ? Pronto vaciarás la copa de la muerte, que ahora está a rebosar. ¡ Enmiéndate antes de
que sea demasiado tarde !

En la segunda tablilla leyó:

-- " Oh, hijo de Adán, ¿ acaso no sabes que el Mundo al cual te aferras tan ferozmente es la
morada del cambio y de lo pasajero ? ¿ Dónde están los reyes que gobernaron en Iraq, Jurasán
e Isfahán ? Les llamó la voz de la muerte y les sobrevino la aniquilación, de forma que cuanto
construyeron y levantaron hacia el cielo no les fue de ninguna utilidad ".

Harry, Ron, Tobías y los agentes del AMI se pusieron muy tristes ante las palabras que había
leido Hermione de la tablilla. Harry las anotó en su pequeña libreta de viaje transcibiéndolas
previamente al inglés.

-- Lee la siguiente tablilla Hermione, pidió Harry

Hermione prosiguió leyendo las distintas tablillas. En la tercera tablilla ponía lo siguiente:

--- " Oh, hijo de Adán, el amor del mundo te ha alejado de tu amor a Dios. Prepárate para tu
fin y para el día en el que te enfrentarás solo a tu Creador "

Sobre la cuarta tablilla Hermione leyó:

---- “ Oh, hijo de Adán, ¿ Por cuánto tiempo pasará por alto tu señor tus pecados ? Día tras
día te sumerges más en un Mundo que no es otra cosa que la tela de una araña con su misma
fragilidad y debilidad. Aprende a ser más humilde, pues la humildad trae la paz de espíritu ”.

Una vez que Hermione acabó de leer las tablillas se dispusieron a penetrar por la que
supusieron, sería la puerta principal de la ciudad, pero una vez que cruzaron el umbral de la
misma una nueva muralla formada por piedras preciosas se erguía ante ellos

-- Supongo que está nos dará paso al interior de la ciudadela, dijo Ron

-- Propongo que construyamos una escalera para atravesar la muralla, dijo Tobías

-- Dejádmelo a mí, dijo Hermione. Acto seguido sacó su varita mágica, la agitó suavemente
durante unos segundos y una escalera de aproximadamente diez metros de altura apareció
junto a ellos que arrancó muchos aplausos de entre los agentes del AMI

Tobías pidió voluntarios de entre sus hombres para ascender por la escalera. Uno de sus
hombres, un joven alto, moreno y de ojos azules se ofreció de inmediato para subir el primero.

Julián, pues así se llamaba el joven agente, escaló con facilidad la escalera hasta llegar a lo
alto de la misma y en pie desde la almena miró a la fabulosa ciudad que se extendía al fondo.
De pronto pareció ver algo y gritó emocionado, al tiempo que batía palmas: ¡ Qué hermosura !
gritó, como si estuviera hablando con alguien que estuviera dentro de la silenciosa ciudad.

121
Mientras Harry, Ron, Hermione, Tobías y los demás agentes del AMI le observaban
consternados desde el pie de la escalera. El joven agente saltó desde la muralla y desapareció
al otro lado de la misma.

-- Debe de estar muerto, dijo Harry abatido

-- ¿ Qué clase de locura se habrá apoderado de él ? dijo Tobías, visiblemente dolorido ante la
pérdida de uno de sus hombres

Inmediatamente, otro de los agentes se ofreció a subir por la escalera. Asímismo, éste agitó
los brazos preso de excitación en cuanto coronó la muralla, y, al igual que el primer hombre,
saltó hacia el otro lado. Tobías se dirigió a sus hombres:

-- Si continuamos así no quedarán hombres. Abandonemos esta ciudad y regresemos por el


camino que vinimos

Más y más hombres, sin embargo, se ofrecían voluntarios para escalar la muralla y, uno tras
otro, fueron doce los hombres que subieron por ella y saltaron al encuentro con la muerte.

Entonces Tobías se ofreció él mismo para subir por la escalera

-- No puedo permitirlo, dijo Harry. Subiré yo. Te estoy muy agradecido por que nos hayas
ayudado hasta aquí amigo, pero de esto me encargo yo. No debes de arriesgra en vano tu vida

-- ¡ Harry ! gritaron Ron y Hermione corriendo hacia él tratando de impedirle que subiera por
la escalera

Pero ya era tarde, Harry ya había comenzado a subir. Cuando se encontraba en la mitad de la
misma se dió la vuelta, miró a sus amigos y dijo:

-- Decidle a Ginny y a Lily que las quiero

-- ¡ No digas eso Harry ! gritaron a la vez Ron y Hermione

Cuando Harry llegó a lo alto de la escalera, también él comenzó a batir palmas a saludar a lo
que fuera que viese al otro lado del muro

Ron, Hermione, Tobías y sus hombres le llamaron, rogándole que no se tirara como habían
hecho los anteriores. Lentamente vieron cómo Harry se sentaba en lo alto del muro y
adoptaba una postura meditativa, como si estuviese orando.

Desde abajo todos le observaban con ansiedad y, tras una hora, le levantó y les gritó:

-- No temáis, pues he sido salvado del peligro

-- ¿ Qué fue lo que viste en la ciudad ? preguntó Ron

---- Vi diez hermosísimas jóvenes, bellas como la luna, que me llamaban, tentándome para que
me reuniera con ellas. Luego vi, al pie de las murallas, un lago que parecía atraerme a sus
profundidades, como hizo con nuestros compañeros. A medida que empecé a rezar y a pensar
en todo lo bueno que tiene éste Mundo, en mis amigos, en mi familia, la visión se fue
desvaneciendo y, al poco tiempo, lo único que divisé al otro lado fueron catorce hombres
muertos, uno al lado del otro, que yacían junto a la muralla.

Entonces Harry caminó despacio por lo alto de la almena hasta que llegó a uno de los pilares
de la ciudad. Descubrió que tenía dos portalones de oro que carecían tanto de pestillos como
de pomos para abrirlas. En el centro de uno de los portalones estaba grabado un jinete de

122
bronce cuya mano estaba extendida, como si señalara algo. En la palma de su mano estaban
escritas estas palabras:

" El que desee entrar en la ciudad de Iram, la ciudad perdida de los altos pilares, ha de girar el
pomo de mi ombligo doce veces y se le abrirá la puerta "

Harry hizo girar el pomo, y la puerta se abrió con el enorme estruendo de un trueno.

Una vez que Harry estuvo dentro se encontró en un largo pasillo que desembocaba en unas
escaleras muy empinadas que daban a una enorme sala, cuyas paredes estaban cubiertas con
todos los tipos de armadura imaginables. Había escudos, afiladas espadas, mosquetes,
cerbatanas, hondas, machetes, curvados arcos y largas lanzas.

Junto a las paredes, sobre bancos de madera, se inclinaban filas y filas de hombres y mujeres
muertos. Al fondo de la sala había otra puerta firmemente cerrada con cerrojos y cadenas.
Harry regresó con paso lento por delante de las filas de muertos, ponderando lo que debía
hacer a continuación. Al pasar, le llamó la atención uno de los hombres muertos, que debía ser
mucho mayor que los demás. Colgándole de la cintura vio lo que había estado buscando, un
gran manojo de llaves. Con estas, Harry abrió la puerta al fondo de la sala y por fin Ron,
Hermione, Tobías y sus hombres pudieron entrar en la ciudad.

Cadáveres de guardias y cancerberos yacían por doquier sobre divanes de ricas sedas y
terciopelo. Desconcertados, decidieron enterrar primero a sus amigos, muertos a los pies de
las murallas de la ciudad, y a continuación exploraron aquel extraño lugar. Llegaron a una
gran plaza de mercado rodeada de hermosos edificios y tiendas por dos de sus lados. Las
puertas de las tiendas estaban abiertas, y dentro se las veía bien abastecidas de distintas
mercancías y objetos de oro; mas los comerciantes que estaban sentados dentro, como si aún
discutieran los precios, estaban todos muertos, los huesos secos y la piel arrugada por el paso
del tiempo.

Siguieron pues, adelante hasta una zona en la que sin duda vivieron los comerciantes de
sedas; luego pasaron a la parte de los joyeros, las tiendas de los que cambiaban dinero y al
bazar de los comerciantes. Se maravillaron ante los montones de brocados, sedas tejidas,
jarrones de porcelana, estatuas de marfil, perlas, rubíes, oro, plata, almizcle y ámbar que
vieron en los distintos mercados.

Una cosa siempre faltaba, empero: no vieron ni rastro de alimento entre todas las riquezas
apiladas en las tiendas.

--- Es extraño, dijo Harry. ¿ De qué se alimentaba esta gente ?

---- No me lo explico, opinó Ron. ¿ Cómo se puede vivir sin comida ?

--- Supongo que pronto averiguaremos qué le sucedió a esta gente, dijo Hermjone entonces
alzando la voz

Abandonaron el mercado de perfumes y llegaron a un magnífico palacio decorado con


lapislázuli y adornado con una esmerada artesanía. Harry se detuvo y contempló la
maravillosa perfección del palacio. Supuerta se encontraba entreabierta y en ella leyó:

" Piensa en lo que has visto, hombre, y piensa detenidamente en el triste sino de los que
llevados por sus aires de grandeza y su desmedida codicia levantaron estos gráciles palacios.
¿ De qué les sirvieron sus coronas de oro y hermosas vestiduras, szu belleza y su encanto,
cuando el destino los miró, avieso, y la muerte cayó sobre ellos ?

Harry permaneció un rato pensando en silencio y luego sugirió a Tobías y sus hombres que
entraran en el palacio. En el recibidor del mismo había un enorme armario cuyas puertas
estaban cerradas.

123
-- ¡ Alohomora ! gritó Hermione varita en mano

Las puertas del armario se abrieron y al instante, centenares de varitas mágicas se


desparramaron por el suelo produciendo un enorme estruendo.

-- ¡ Por el gran Merlín ! gritaron todos conmocionados

--- ¿ Por qué ocultarían sus varitas en un armario ? preguntó Harry en voz alta

--- Esto no me gusta nada, opinó Ron

--- ¡ Sigamos ! ordenó Harry

Caminaron por largos pasillos, cuyas paredes estaban cubiertas por estandartes, espadas
desenvainadas, escudos dorados, ballestas de plata y yelmos. También había varias varitas
mágicas adosadas a las paredes y otras que estaban adheridas al techo formando una especie
de cruz.

Después llegaron a una antecámara donde figuras de hombres cuya piel se había marchitado
sobre sus huesos, yacían en bancos de marfil y sillones incrustados de oro y cubiertos de seda.
Pasaron luego a una espaciosa sala en la cual había cinco grandes pabellones decorados con
oro y plata. En el centro de cada pabellón había una enorme fuente de alabastro bajo un palio
de brocado. El agua de las fuentes pasaba a un pequeño estanque cuyos lados eran de mármol
multicolor. En el primer pabellón había cofres de brocados carmesí, amarillo y blanco, y
cantidades de joyas, perlas, rubíes, oro y plata. El segundo pabellón rebosaba hermosísimas
armas y aramaduras. En el tercero había cofres llenos de armas con incrustaciones de oro y de
piedras preciosas. En el cuarto, los cofres estaban repletos de utensilios para beber y comer,
platos de oro y de plata, enormes bandejas de cristal, copas con perlas incrustadas y otras de
coralina. El quinto pabellón estaba dividido en varias zonas: En la primera de ellas había
varios giratiempos situados encima de unas pequeñas mesas de nogal muy ornamentadas, en
la segunda de las zonas había varias capas mágicas de invisibilidad colgadas en unas perchas
doradas, en otra zona había docenas de báculos dorados los cuales estaban sobre una alfombra
voladora de finas sedas. Finalmente, alrededor de toda la sala había innumerables cofres los
cuales estaban repletos de múltiples objetos de oro: vasos, copas, vasijas....

Todos empezaron a coger cuantos tesoros pudieran llevarse. Ron había llenado un enorme
saco con todo tipo de objetos de oro. Harry se contentó con coger una antigua lámpara de oro
árabe, la cual le había gustado mucho; sin duda alguna debía de tratarse de una lámpara que
antiguamente debía de utilizarse para el aceite; la miró durante unos instantes y se la guardó
en su alforja.

Cuando acabaron de recoger oro salieron de los pabellones y de la gran sala, adentrándose más
y más en el palacio.

Cuando alcanzaron las habitaciones interiores, vieron una gran puerta de madera de teca con
incrustaciones de márfil y ébano, y cubierta de reluciente oro. Por encima de ella colgaba una
cortina de seda, ricamente brodada con emblemas y dibujos. Esta puerta también estaba
cerrada con un ingenioso mecanismo, y de nuevo fue Harry quien con su habilidad y astucia
consiguió abrirla.

De la puerta de teca salía un pasillo de mármol, en el cual había tapices colgados que
representaban pájaros y animales de oro rojo y de plata, cuyos ojos eran perlas y rubíes. Al
final del pasillo llegaron auna sala de mármol, cuyas paredes estaban incrustadas de piedras
preciosas. El suelo, pulido, parecía tan resbaladizo, que Hermione sugiró a Tobías que sus
hombres lo cubrieran con mantas antes de que pasasen todos. En el centro de la sala vieron
un pabellón terminado en una cúpula; era de piedra, pero estaba cubierto por oro rojo.
Coronaba el pabellón una pequeña cúpula de alabastro decorada con minúsculas ventanas de

124
paneles, cuyas barras estaban hechas de esmeraldas. Bajo la cúpula vieron un palio de brocado
que pendía de columnas de oro rojo, cuyas patas eran de jaspe verde. Bajo cada ave había una
red tejida con perlas, y las redes se unían en el centro para formar un destelleante velo bajo el
cual había un diván con incrustaciones de perlas, rubíes y otras piedras preciosas.

La sala desprendía una fuerte carga mágica. Sin duda alguna, debía estar llena de múltiples
hechizos.

En el diván se reclinaba una bella mujer, hermosa como el sol, cuya belleza superaba
cualquiera que todos hubieran visto jamás. Vestía ropas cuajadas de perlas. En la cabeza
sostenía una corona de oro rojo sobre una cinta hecha de las piedras más exquisitas. Su frente
brillaba con dos randes joyas, que destelleaban como dos soles, y un collar de rubíes y grandes
perlas le ceñía al cuello. Sobre el pecho llevaba una joya de amuleto, lleno de almizcle y
ámbar. En las manos sujetaba firmemente una varita mágica. Parecía mirar fijamente dos
exóticas joyas que tenía a su lado, como si su belleza la embrujara.

A Harry le sorprendió su delicada tez, lo sonrosado de sus mejillas y la negrura de su pelo, y,


pensando como todos los demás que la contemplaban, que estaba viva, dijo:

-- ¡ La paz sea contigo, bella dama !

La mujer no prestó la menor atención y Ron le dijo a Harry:

-- Harry, está muerta y no queda vida alguna en ella. Lo que ves es un cadáver hábilmente
embalsamado. La luz que brilla en sus ojos se debe al mercurio, astutamente colocado en las
cuencas de los ojos.

-- Loado sea Dios, que conquista a sus criaturas con la muerte, exclamó Harry

Se acercó después a los escalones que llevaban al diván sobre el que yacía la figura, mas se
detuvo al ver las estatuas de dos esclavos de oro armados de espadas como dispuestos a atacar
a cualquier intruso. Entre ambos sostenían una tablilla de oro con la siguiente inscripción:

" Loado sea Dios, el Creador, Señor de los señores, Causa de las causas y Sempiterno. ¡ Oh,
hijo de Adán ! ¡ Cuán ignorante y olvidadizo eres ! ¿ Acaso no sabes que la muerte te aguarda,
dispuesta a llevarse tu alma ? Prepárate, pues, para abandonar este Mundo. ¿ Dónde está
Adán, el padre de la humanidad ? ¿ Dónde están Nuh y sus descendientes ? ¿ Dónde están los
césares y los chosroes ? ¿ Dónde los amalecitas y los gigantes de tiempos antiguos ? Todos
han perecido, segados por Dios, el Segador ".

--- No me gustaría haber acabado asi, dijo Ron

-- No me interrumpas querido, pidió Hermione

-- Perdona, sigue leyendo

--- " Sabed, aquellos que leáis estas palabras, que soy Tadmurah, hija de los más grandes reyes
mágicos de los amalecitas. Goberné con Justicia sobre más tierras que ningún rey haya
poseído jamás. Largo tiempo deisfruté de la felicidad y el bienestar, hasta que la muerte y el
desastre llamaron a mi puerta.

Nuestra ciudad padeció la más espantosa sequía durante siete años; no cayó la lluvia y no
crecieron los cultivos. Nos hubimos de comer todas nuestras provisiones y, finalmente,
hubimos de matar a todo nuestro ganado hasta que no nos quedó ya nada. Mandé entonces a
mi gente que cogieran todo el oro y la plata que había en mi tesoro y fueran en busca de
comida. Regresaron al cabo de mucho tiempo con las manos vacías, informándonos de que no
habían podido cambiar nuestro oro por comida. Entonces intentamos conjurar alimentos
utilizando la magia, pero inexplicablemente nuestros poderes mágicos también parecían

125
habernos abandonado. Expusimos todas nuestras riquezas y nos dispusimos a esperar la
muerte, que pronto le vino a mi pueblo, de forma que todos murieron. Yo pude refugiarme en
la vetusta Iram, cuyo rey, Shaddad, me ofreció refugio. Me construyeron una sala en la cual
estáis ahora y la llenaron de encantamientos en espera de que pudiera descansar en paz. Pero
la desgracia pronto alcanzó también a Shaddad y a todo su reino y la muerte alcanzó a casi
todos, los que sobrevivieron huyeron. Por fortuna, mi altar fue terminado terminado poco
antes de la tragedia " .

A Harry le embargó la tristeza cuando Hermione acabó de relatar esta parte de la historia,
pero, cegado casi por las lágrimas le pidió a Hermione que continuase leyendo:

--- " Verdaderamente, el temor de Dios es la mayor de las virtudes, y la muerte es la única
verdad de esta vida. ¡ Oh, hijo de Adán ! ¿ Qué ha endurecido tu corazón contra tu Señor y te
ha tentado para alejarte de Él ? ¿ Dónde están los reyes de la China y sus portentosas hazañas
? ¿ Dónde está Ab bin Shaddad y sus altos pilares ? ¿ Dónde está el iracundo Nimrod ?
¿ Dónde está el faraón, tan cruel y pecador ? La muerte se ha llevado a todos y el
Todopoderoso no ha librado de ella a ninguno. Sabed, aquellos que llegáis a éste Palacio, que a
ésta a quien contempláis no le engañaron ni el Mundo ni sus efímeros placeres y, por ende,
temió a su Señor y estuvo en paz con Él. Quienquiera que venga a nuestra ciudad y entre en
ella por voluntad de Dios, puede tomar cuantos tesoros desee; la única advertencia es que no
debe tocar ni despojarme de mis ropas, pues son los últimos vestigios de pudor terrenal y las
últimas posesiones mundanas que me quedan. Que tema a Dios y se abstenga de robarme, no
sea que acarree sobre sí mismo la destrucción. ¡ La paz sea con vosotros y que Dios os
proteja !

Harry permaneció un largo rato con los ojos anegados de lágrimas. A continuación se volvió
hacia Tobías y ordenó continuar la marcha.

Pero Talib, uno de los agentes del AMI protestó:

--- ¿ Es que acaso vamos a dejar las joyas de la reina y sus ricos vestidos ? Le quedarían muy
bonitos a mi novia

-- ¿ Es que acaso no escuchaste la advertencia de la reina ? le recriminó Hermione. Ha puesto


en nosotros su confianza y no vamos a traicionarla

-- Pero está ... está muerta y todo esto no significa nada ya para ella respondió Talib.
Cubrámosla con telas y quitémosle las ropas.

-- ¡ Talib ! no lo hagas, gritó Tobías a su agente

Antes que nadie pudiera disuadirle, Talib había subido los peldaños que llevaban hasta las dos
estatuas de los esclavos. Una vez que estuvo entre ambos, de pronto se movieron e,
inclinándose hacia adelante, le segaron la cabeza con un poderoso movimiento de sus espadas.

-- ¡ Con tu avaricia has provocado tu horrible muerte ! exclamó Harry, espantado ante lo
ocurrido. Había suficiente para todos nosotros sin necesidad de coger lo que no nos
pertenecía.

-- ¡ Es horrible, dijo Tobías ! Que le diré ahora a su novia

Ron reparó de repente en una pequeña mesa que había en un rincón de la sala. La mesa tenía
un pequeño arco de piedra sobre su superficie, del cual colgaba una pequeña campana dorada.
Debajo de la campana había un pequeño martillo de plata.

--- ¡ Qué extraño ! dijo Harry

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--- Es mejor que sigamos, dijo Tobías

Una vez que abandonaron la sala, dieron a un gran corredor al fondo del cual se divisaba una
gran puerta negra

Capítulo 22. El guardián del libro

Una vez que llegaron junto a la puerta negra, vieron que ésta tenía un extraño grabado sobre
su superficie. Al parecer, era un texto antiguo.

-- ¿ Qué pone Hermione ? le preguntó Harry a su amiga

--- ¡ Oh, hijo de Adán ! Te encuentras ante la cámara negra. Piensa bien en lo que deseas antes
de cruzar el umbral de esta puerta pues tan sólo los puros de corazón podrán entrar en la
sala. ¡ Malditos sean los que únicamente ambicionan riquezas y tienen su alma corrompida !
Nada se puede hacer por ellos ya. Golpea la puerta con tu varita, extranjero, si pretendes pasar
y si eres digno de ello se te abrirá la puerta, si no lo eres, espera tu castigo.

Todos se miraron fijamente unos a otros durante unos instantes. Hermione fue la primera que
se decidió a golpear la puerta negra con su varita mágica.

Se escuchó un fuerte chirrido y, poco después, la puerta empezó a girar sobre sus goznes
permitiendo el paso a Hermione. Una vez que hubo entrado se cerró de nuevo.

--- ¿ Quién será el siguiente ? preguntó Harry

Varios agentes del AMI se ofrecieron voluntarios. La puerta se fue abriendo sin problemas
para cada uno de ellos. Media hora más tarde todavía permanecían fuera Ron, Harry, Tobías
Smith, y dos agentes del AMI.

Otro de los agentes del AMI había entrado. Tan sólo quedaba un agente, Harry, Tobías y Ron.

--- Es mi turno dijo Harry, si no os importa

--- Puedes pasar, dijo Abdullah, el agente del AMI

Harry se disponía a tocar la puerta con su varita mágica cuando, de repente, escuchó una voz
a sus espaldas

-- ¡ Quietos !

Harry se dio la vuelta y vio a Abdullah Tou, uno de los agentes del AMI sosteniendo por el
cuello a Ron y amenazándoles con su varita

-- ¿ Qué significa esto Abdullah ? preguntó Tobías, indignado

-- Pues esto es que ya estoy cansado de seguir fingiendo Tobías. Quiero que entréis ahí,
consigáis el libro de hechizos de Merlín y luego me lo entreguéis

-- Pero... no entiendo, dijo Tobías

-- No tienes quye entender nada Tobías. Hace ya mucho tiempo que trabajo en secreto para El
Pacto. Ellos me prometieron que cuidarían de mi familia

127
Harry levantó su varita y auntó con ella a Abdullah

-- Déjame a mí Harry, dijo Tobías

-- ¿ Tu familia, Abdullah ? Yo, que siempre te he apoyado, te he tratado como a un hermano, y


ahora me lo pagas así, debería de darte vergüenza tan sólo el decir eso

Abdullah bajó la cara, ligeramente avergonzado, pero no liberó a Ron, ni soltó la varita mágica.
No lo repetiré otra vez Tobías

-- Está bien, concedió Tobías

-- ¡ Soltad las varitas ! exigió Abdullah

-- Primero suelta a mi amigo, dijo Harry a su vez, quien seguía apuntando con su varita a
Abdullah

--- Suelta la varita y le soltaré a él

--- ¡ Maldita sea! gritó Harry. No la soltaré hasta que le dejes libre

--- Harry, estoy bien, no te preocupes por mí, balbuceó Ron

-- Está bien, dijo Harry. La soltaré

Harry y Tobías dejaron sus varitas en el suelo y se alejaron un poco de la puerta para que
Abdullah no se sintiera amenazado

Abdullah soltó entonces a Ron, éste jadeante de la presión que Abdullah había ejercido sobre
su cuello, tomó aire y se unió a Harry y Tobías

Abdullah se apoyó ligeramente sobre la puerta. Les miraba fijamente

---Ahora, seguid entrando dentro, dijo, con una nota de odio en la voz

Abdullah, piensa si realmente quieres seguir con esto, dijo Tobías, esperando que Abdullah
recapacitase

-- ¡ Estoy completamente seguro! , gracias por preocuparte, gritó Abdullah. Y ahora, si no os


importa entrad en la sala

-- Como quieras, dijo Tobías

-- Voy yo, dijo Harry

Harry se dispuso a acercarse a la puerta pero un fuerte chirrido lo hizo volverse hacia atrás.
Abdullah se había apoyado contra la puerta y, sin querer, había activado un mecanismo que
hizo desprenderse la parte del pasadizo que había entre él y Harry, Ron y Tobías.

Abdullah se pegó aún más a la pared, en su intento de no caerse al vacío que se había abierto

En ése momento Harry, Ron y Tobías, escucharon un chillido muy agudo. Miraron hacia la
puerta y lo que vieron les dejó perplejos

Unas afiladas y finas barras de acero habían salido de la pared detrás de donde estaba Abdullah
y lo habían atravesado. Se estaba desangrando rápidamente sin que Harry, Ron y Tobías
pudiesen hacer nada por él.

128
Los tres se desaparecieron para aparecerse unos segundos después junto a la puerta.

-- Dile.. dile a.. mi mujer que.. la quiero.. y.. perdóname Tobías.. dijo Abdullah, exhalando su
último suspiro

-- Pobre hombre. Los del Pacto consiguen corromper a los mejores hombres. Abdullah era
amigo mío, y un buen mago. Es una pena, dijo Tobías, mirando por un instante el cuerpo
desangrado de Abdullah

-- Ya no podemos hacer nada por él, Tobías. Te prometo que se hará Justicia, aunque sea la
última cosa que haga en la vida.

Tobías, iracundo, pegó un fuerte púñetazo a la pared

Acto seguido procedieron a entrar uno a uno en la Sala de la puerta negra.

Una vez dentro, se encontraron ante un largo pasillo al fondo del cual había una especie de
altar. Sobre el altar se encontraba lo que parecía una especie de estatua.

-- ¡ Qué raro ! dijo Ron. ¿ Dónde están Hermione y los agentes del AMI ?

-- No lo sé, dijo Harry, pero es mejor que permanezcamos juntos

Apenas hubo acabado de decir esto, cuando unos brazos metálicos salieron de la pared,
atraparon a Tobías y se contrajeron rápidamente, la pared se abrió dejando entrever una
pequeña oquedad en la misma en la cual se introdujeron y la abertura se cerró, encerrando
dentro a Tobías

--- ¡ No ! gritó Harry

-- Debemos de seguir adelante Harry, dijo Ron. Cuando averigüemos de qué va todo esto, le
liberaremos

Avanzaron hasta el fondo del pasillo y llegaron ante el altar. Una vez allí, la estatua que estaba
sobre el altar, pareció cobrar vida y saltó al suelo.

-- Pero ¿ Que diablos.. ? gritó Ron

La falsa estatua, tenía la forma de una gárgola, era como una especie de león alado.

--- Saludos, le oyeron decir

-- ¡ Es un autómata Harry ! exclamó Ron, intimidado por la figura del león

-- ¿ Quién eres tú ? ¿ Qué has hecho con nuestros amigos ? preguntó Harry

Por toda respuesta, el león levantó la mano derecha. De repente, un trozo del techo se
desprendió y cayó sobre Ron, quien quedó inconsciente

-- ¡ Ron ! gritó Harry examinando a su amigo

-- No temas, sólo está inconsciente. Estará así durante un buen rato.

-- ¿ Qué quieres de mi?

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--- El león se rió estentóreamente durante unos segundos, lo que no le hizo ninguna gracia a
Harry. Luego se dirigió a él. Preguntas, preguntas, siempre se trata de lo mismo. Bueno, creo
que lo más correcto sería que me presentase:

-- Soy Sultzen Maron, autómata encargado de proteger el libro de hechizos del Gran Merlín, el
mago más grande y sabio de todos los tiempos. Mi creador, el Gran Rambaldi me dejó a su
cuidado, pero me advirtió de que sólo una persona sería digna de poder utilizarlo, únicamente
habría un mago digno de ello. Para ello me dió unas ciertas características que tendría que
tener: Ésa persona, sería, lo primero un mago, pues únicamente un mago podría haber
accedido a este lugar. Tendría que ser un mago noble, generoso con sus semejantes, no ser
vanidoso, querer verdaderamente el libro para utilizarlo sin malos propósitos y ser puro y
limpio de corazón.

El que cumpliera esas características sería El Elegido para poder disponer del libro.

La pregunta és, ¿ Quieres verdaderamente el libro ? ¿ Tus propósitos son honrados ?

-- Sí, lo necesito para acabar con El Pacto

Sultzen dio dos vueltas alrededor de Harry, examinándolo, luego se puso nuevamente enfrente
de él y le habló nuevamente

Harry sintió como si alguien intentase penetrar en su mente, cayó en la cuenta de que era el
autómata, empleando Legeremancia, Harry no se resistió, después de todo, no ocultaba nada.

--- Así que tu nombre es Harry Potter, dijo el autómata. Sin duda alguna, veo que tus
intenciones son buenas, eso es positivo, pues de no serlo, no te permitiría llevarte el Libro.
Ahora lo que verdaderamente importa, ¿ Eres tú El Elegido ?

--- Eso dímelo tú, dijo Harry.

Sultzen se limitó a reírse estentóreamente. Luego se alejó un poco de Harry y, entrelazando


los brazos entre sí, se inclinó ligeramente hacia delante, haciéndole una reverencia a Harry.
Entonces desapareció; la sala se llenó de cientos de espejos que cubrían todas las paredes
viendo Harry múltiples imágenes suyas, lo cual le desconcertó un poco y acrecentó aún más
si cabe el nerviosismo que sentía en esos momentos.

-- ¡ Sultzen ! gritó Harry en vano, tratando de llamarle.

--- Busca tu camino Harry, escuchó Harry dentro de su cabeza. Era Sultzen dirigiéndose a él.

-- ¿ Pero.. qué ? ¿ Cómo es posible …?

--- No trates de intentar comprender lo que no está escrito, simplemente encuentra tu propio
destino

--- No sé cual es mi destino, dijo Harry

--- Sigue a tu corazón, a tu mente Harry, deja que tu alma te muestre el camino

Sultzen se calló entonces. Harry estaba sólo.

---Trata de calmarte Harry, se dijo a sí mismo. Ahora, lo primero es tratar de salir de aquí

Harry avanzó lentamente por los pasillos llenos de imágenes suyas. Empezó a pensar en todos
los que habían muerto por culpa de magos como los que pertenecían al Pacto. Le vinieron a la
mente imágenes de la guerra contra Voldemort, la muerte de Percy, Dobby, Dumbledore,
Sirius y de tantos otros que murieron durante su reinado de terror, pero sobre todo pensó en
sus padres

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De repente, creyó ver a alguien del Pacto ocultándose en un pasillo cercano, Harry se agachó,
procurando que no lo viera

--- Estás acabado, oyó gritar Harry al mago del Pacto. ¡ Ríndete !

--- ¡ Nunca ! Debo hacer esto por mis amigos, me necesitan. ¡ Debo de acabar con todo vuestro
grupo para que no hagáis más daño !

--- ¿ Tus amigos ? ¿ En serio crees que podrán ayudarte ahora ? ¿ Dónde están que no les
veo ? ¿ En serio crees que acudirán ahora en tu ayuda ? Te han abandonado, dejándote solo,
como a un perro.

--- ¡ Eso es mentira ! ¡ Ellos confían en mí ! gritó Harry indignado.

--- ¿ Eso crees ? Deberías ver esto

Harry vio que unas imágenes se materializaban ante él, surgidas de la nada. Las imágenes al
principio no tenían forma. Poco a poco empezaron a distinguirse formas. Harry vio a
Hermione, a Ron, a Tobías Smith y a los agentes del AMI. Estaban enfrente de la puerta
negra. La escena era la de hace unas horas antes. Harry empezó a escuchar voces, que
parecían proceder de las imágenes:

--- Esto es una locura. ¡ Nunca conseguiremos encontrar el libro ! Moriremos aquí dentro. No
es que no confíe en Harry, pero creo que se ha obsesionado demasiado con esto.

Quien dijo esto era Ron. Harry no recordaba haberle oido a su amigo decir eso antes, cuando
estaban enfrente de la puerta. Comprendió que eran los pensamientos de Ron. Harry también
escuchó lo que pensaban las demás imágenes:

--- Creo que nos hemos equivocado al venir aquí, Harry está convencido de poder resolver esto
si encontramos el libro, pero yo ya no lo veo tan claro; y parece como abstraído, es como si
esto se le hubiese ido de las manos. Apenas come y duerme poco. Espero que no nos pase
nada. Temo por Ron y por todos nosotros, decía la figura que representaba a Hermione.

Harry escuchó a la figura que representaba a Tobías:

-- Creo que hemos perdido ya demasiados hombres aquí abajo. No es que no confíe en lo que
estamos haciendo, pero ya no tengo la misma convicción que antes de entrar aquí. Espero
que Harry sepa lo que está haciendo; últimamente le veo un poco dubitativo, no sé si le habrá
afectado demasiado todo esto.

Harry se vino abajo después de saber lo que opinaban de la misión sus amigos.

--- No puede ser, se dijo. ¡ Seguro que es un truco ! le gritó al mago del Pacto

--- Sabes que no es así Harry. Ríndete. Tus amigos no confían en ti, has fracasado.

--- ¡ Nunca, me oyes ! ¡ Nunca ! aunque ellos no lo entiendan, esto lo hago por ellos

--- ¡ Avada kedavra ! oyó gritar Harry al mago del Pacto

Harry se pegó aún más a la pared. El rayo verde pasó muy cerca suyo y se estrelló contra
varios de los espejos que estaban por todo el pasillo, con lo que muchos de ellos se rompieron
en pedazos. Harry salió ligeramente se su escondite hasta tener suficiente ángulo para poder
apuntar al mago del Pacto

--- ¡ Expelliarmus ! gritó Harry

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La varita del mago salió volando violentamente. Harry corrió al sitio en donde había caído y
la cogio

--- Ahora no tienes varita, dijo Harry riéndose, mientras miraba al mago. ¡ Incárcero !

Unas gruesas cuerdas amarraron al mago del Pacto. Harry se acercó

--- ¿ Cuándo pensais atacar la escuela ? le gritó Harry furioso al mago

El mago se limitó a reirse. Harry le agarró del cuello. Incomprensiblemente el mago se rió
más fuerte aún

--- ¿ Qué te hace tanta gracia ?

--- Me hace gracia que le grites a un perchero, escuchó Harry detrás suyo

Harry se dio la vuelta. Detrás se encontraba Sultzen, sonriendo. Desconcertado, se volvio


nuevamente hacia donde se encontraba el mago del Pacto y, para su asombro, vio que con sus
manos estaba agarrando fuertemente un pequeño perchero de madera.

--- Pero ¿ qué significa esto ? preguntó Harry

Significa que has pasado la prueba. Todo esto no era más que una fantasía que he recreado yo
para ti para probarte. Tu gran arrojo y tu lealtad a tus amigos te hacen una gran persona. Esto
demuestra que eres digno de heredar el Libro de Hechizos de Merlín, por lo tanto, eres el
Elegido. Puedes coger el libro.

Sultzen cruzó nuevamente las manos y se inclinó nuevamente haciéndole a Harry una
reverencia. Poco después, los espejos de los pasillos habían desaparecido. Ante Harry estaban
Tobías, los agentes del AMI, Tobías Smith, Hermione, y Ron quien parecía recuperado. Todos
le miraban sonriendo.

A su lado estaba el altar sobre el que antes estaba de pie Sultzen. Sobre él reposaban en ése
momento varios libros. Harry supuso que uno de ellos debía ser el Libro de Hechizos de
Merlín.

--- Puedes coger el libro, le dijo Sultzen

--- Pero ¿ Cuál de ellos es ?

-- Eso debes de averiguarlo tú mismo. Sigue lo que tu mente te dicte.

Harry vio que sobre el altar reposaban 3 libros.

El primero de ellos estaba encuadernado con tapas de oro, las hojas estaban hechas de un
pergamino bastante antiguo. Tenía un índice perfectamente ordenado de Hechizos,
Encantamientos, Maldiciones, Trucos....

En las páginas de Hechizos había comentarios a cada hechizo, explicaciones acerca de cómo
realizarlos correctamente, e incluso se resolvían dudas y comentaban los principales fallos a
la hora de realizarlos. La caligrafía era muy pulcra y ordenada. Al final del libro había una
gran M dibujada, a modo de firma. Harry quedó muy impresionado por el libro.

El segundo libro también estaba encuadernado con tapas de oro. La Hojas estaban hechas de
papiro antiguo. No había ningún índice mediante el cual pudieras clasificar los hechizos. El
libro empezaba con la letra A y todo tipo de hechizos o encantamientos que empezaban con
esa letra, luego seguían los de la B, luego los de la C y así sucesivamente todas las letras del
alfabeto. Harry vio que muchas hojas tenían ilustraciones, las cuales estaban en movimiento.

132
Unas mostraban distintos lugares mágicos, otras mostraban a gente en el momento de realizar
algún tipo de hechizo, las palabras del hechizo aparecían impresas sobre las hojas en el
momento preciso en que el mago o la bruja de las fotografías iba a pronunciar el hechizo y
podías ver perfectamente la forma de colocar la varita. Las fotos que allí había eran
asombrosas. Harry pensó que muchas de las descripciones de los hechizos sobraban, con la
fotografía en sí bastaba.

El tercer libro tenía las hojas ligeramente enmohecidas. Las tapas eran de resina, la cual se
había ensuciado y endurecido por el paso del tiempo, el libro tenía un índice bastante breve en
la primera página. La mayoría de las páginas estaban descoloridas, sin embargo los distintos
hechizos se podían leer perfectamente. Parecía un libro bastante austero. Al final del libro
había una M escrita mediante runas antiguas.

Harry estuvo mirando detenidamente cada uno de los libros durante varios minutos. Sin duda
alguna, el gran Merlín tenía un libro digno de él, un libro majestuoso, pensó Harry.

-- ¿ Y bien ? le preguntó Sultzen una hora más tarde

Harry cogió el segundo libro entre sus manos, estaba bastante convencido de que debía de ser
ése. Un libro en el que apenas existiese la necesidad de explicar los hechizos sería lo que
Merlín crearía, un libro claro, grande, majestuoso y... no, no puede ser éste, se dijo a sí
mismo. Merlín no tendría un libro que incitase a pensar en grandeza, no creo que sea éste
libro.

Harry dejó sobre el altar el libro y miró los otros dos. Ahora estaba seguro de que el libro de
Merlín debía ser el tercero, el que era más austero. Harry se acercó nerviosamente al libro y,
emocionado, lo cogió con sumo cuidado entre sus dedos.

-- ¿ Estás seguro de que es ése lbro ? le preguntó Sultzen. ¿ Crees que el gran Merlín tendría
un libro tan vulgar ?

-- Lo estoy, dijo Harry.

-- Pues entonces, no se hable más, dijo Sultzen. A un batir de palmas suyo, los libros que aún
estaban sobre el altar desaparecieron.

Harry abrió el libro por la primera página. Ante él, se vislumbraba el corto y sencillo índice
que había visto antes. Iba a pasar a la sguiente página cuando, ante sus ojos se produjo una
transformación asombrosa. La página del índice empezó a brillar con una luz tan intensa que
cegó a todos durante unos segundos; cuando la luz despaareció, Harry pudo ver que el libro
que tenía en sus manos había cambiado totalmente. Era como si la grandeza del libro hubiera
estado oculta hasta el momento en el que eligió el libro. Las tapas se habían vuelto doradas,
el moho había desaparecido totalmente, la presentación del libro era extensa, el índice era
ahora enorme, la caligrafía era pulcra y ordenada.

--- Felicidades, dijo Sultzen, ése es el libro de Merlín. Has superado la última de las pruebas, la
de salir al paso de falsas apariencias. Has sido humilde y prudente y por ello has sido
recompensado con el libro de Hechizos de Merlín, el mago más grande de todos los tiempos.

-- Es hora de irnos, djo Harry a sus amigos, que corrieron a abrazarle jubilosos y llenos de
ánimo

--- Podéis salir por esta puerta dijo Sultzen, tiene salida a la superficie.

Sultzen presionó un botón oculto en la pared. Una puerta de bronce se reveló ante ellos.
Harry, Ron, HermioneTobías y los agentes del AMI cruzaron la puerta y unos minutos después
se encontraban sobre las calientes arenas del desierto.

133
--- Muchas gracias por vuestra ayuda Tobías

-- No hay de qué Harry. Ha sido un placer. Ahora debéis de regresar a la escuela, creo que
tenéis una Conferencia esperándoos.

Harry, Ron y Hermione, se rieron

--- ¡ A Hogwarts ! dijeron los tres agarrándose de la mano. Y pocos segundos después, habían
desaparecido

Cinco minutos después se aparecieron enfrente de la puerta de entrada al Castillo, en donde


vieron a Hagrid, quien en esos momentos regaba el césped.

--- ¡ Qué fantástica sorpresa ! le oyeron gritar emocionado en cuanto les vio. ¿ Estáis bien ?

-- Sí, afortunadamente no nos ha pasado nada. Tenemos el libro, dijo Harry enseñándoselo a
Hagrid

--- ¡ Oh ! Esto es... fabuloso. El libro del gran Merlín y le tengo en mis manos...

Harry estuvo mirando el libro durante unos minutos y luego se lo entregó a Harry

--- Deberíamos entrar, Harry, dijo Hermione. Si no te importa abrirnos, Harry

-- ¡ Oh ! Claro, ahora mismo os abro la puerta

-- Nos vemos luego en la comida, le dijo Ron a Hagrid, despidiéndose de él

Los tres entraron a los terrenos en donde vieron algo que les pareció un poco extraño. Por una
parte, un grupo enorme de alumnas del Colegio estaban desfilando en fila india al estilo de
una marcha militar destrás de un mago rubio, por otra parte los profesores de la escuela
seguían, de igual modo a una joven bruja que les conducía. Finalmente, a lo lejos, se podía ver
a un grupo muy numeroso de alumnos que seguían a un mago enorme con barba

-- Es extráño, adivirtió Hermione

Según se fueron acercando al grupo de profesores, que era el más cercano, los profesores
rompieron la fila y se fueron al interior del Castillo. Solamente quedaron en los jardines la
directora y la maga que conducía el grupo

--- Hola Harry, lo saludó la directora. Te quiero presentar a una de las magas que dan la
Conferencia y que últimamante ha estado ejerciendo como profesora suplente: Jasmine

-- Encantado, dijo Harry estrechando las manos con ella

Jasmine miró a Harry a la cara durante unos segundos, como si le estuviese examinando

--- Es un placer contar con su inestimable presencia en nuestra Conferencia, señor Potter, dijo
Jasmine

-- No, el placer es mío, he oído que son unos verdaderos expertos en todo aquello relacionado
con Magia antigua

-- Bueno, no es para tanto. Por cierto, ¿ Cómo se llaman sus amigos ?

-- Son los Weasley, ella es Hermione y actualmente trabaja de sanadora en San Mundo y él es
Ron, auror del Ministerio de Magia.

-- Es un placer conocer a los amigos del señor Potter, dijo Jasmine sonriendo

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-- Es encantadora ¿ No crees Hermione ?

Hermione le dio un codazo a Ron en el costado izquierdo

-- ¡ Ay ! ¿ Hermione pero qué he dicho ahora ?

-- Si vuelves a decir algo te ganas otra

-- Harry, debería presentarte a los demás Conferenciantes, el señor Omar y el señor Yafar, si
puedes venir conmigo

-- Si no te importa, te robaré unos minutos a tus amigos Harry dijo Jasmine

-- ¿ Estaréis bien sin mi ? preguntó Harry

-- No te preocupes, dijo Ron

Hermione levantó su codo de forma amenazadora, lo que Hizo que Ron hiciese un gesto con
sus manos sobre la boca como diciendo que no iba a hablar más. Ella bajó el codo

Harry acompañó a la directora hasta que llegaron al lugar en donde se encontraban las
tumbas que se habían levantado como homenaje a los caídos durante la segunda gran guerra.
Allí se encontraban Yafar y Omar, sentados cada uno sobre una tumba.

--- Mc Gonagall le presentó Harry a los magos de la Conferencia. Se cayeron muy bien casi
desde el principio. A Harry le gustaban las múltiples aventuras que le contaba Yafar y
escuchaba ensimismado las múltiples conquistas amorosas de Omar.

Por la tarde, se dirigieron todos a la Sala de los Menesteres, la cual había sido dispuesta como
Sala de Conferencias.

Capítulo 23. Conjura en Hogwarts

Harry, Ron y Hermione entraron a la Sala de Los Menesteres. Ante ellos se vislumbró un
enorme corredor al fondo del cual estaban dispuestas una gran cantidad de mesas con sus
sillas. En el Centro de la Sala había una especie de estrado el cual Harry supuso que sería el
mismo donde los distintos ponentes de la Conferencia darían sus charlas a los asistentes a la
misma.

Los tres se sentaron en una de las filas del fondo de la Sala. La Sala aún estaba vacía. Poco a
poco, empezó a llegar gente. A su lado se sentaron el Ministro de Magia Peter Mansher y su
esposa, Harry vio a Neville, quien se sentó unas filas detrás, La directora Mc Gonagall,
también estaba presente.

Harry se volvio hacia la puerta, en ese momento vio entrar a Cho Chang, a su lado estaban
Hagrid y su viejo Profesor Flammingan, Hagrid venía detrás de ellos. Harry entonces oyó que
alguien le estaba llamando

- ¡ Harry !

-- ¿ Sí ?

Harry se dio la vuelta. A su lado se había sentado el mismísimo Draco Malfoy, quien le ofrecía
su mano la cual estrechó Harry

-- ¡ Hola Harry ! saludó Draco. ¿ Qué tal te fue por la lejana Arabia ?

135
-- Bueno, no estuvo mal. Te lo habrías pasado bien

- Mantén ése ánimo Harry. He oido que fue duro

-- Pudo ser peor, créeme, apreció entonces Ron, quien había permanecido callado hasta el
momento

-- Es mejor que le creas, dijo Hermione. Hubo un momento en que creí que no lo contábamos

-- Vaya. Me alegro entonces de que estés bien amigo

Harry estaba un poco abrumado ante tanta cordialidad por parte de Draco

-- Gracias Draco. Por cierto, ¿ Qué tal te va en el Banco ?

-- ¡ Oh ! nada fuera de lo normal. Siempre hay alguien que intenta pasarse de listo pero por lo
demás... la verdad es que me aburro mucho

-- Podrías acompañarnos en nuestro próximo viaje, dijo Ron, si a Harry no le parece mal

-- ¿ Qué me dices Harry ? ¿ Puedo ir con vosotros ? Draco parecía entusiasmado ante la
posibilidad de una próxima aventura

-- Por mi no hay problema, dijo Harry

--Te tomo la palabra Harry, dijo Draco muy contento

La sala continuó llenándose durante unos cuantos minutos más. Poco a poco el silencio
empezó a apoderarse de la Sala.

Omar, uno de los magos que estaban en el Castillo, se acercó al estrado y tomó asiento.

-- Saludos a todos, como ya sabréis la mayoría, y los que aún no lo sabían, se lo diré, hoy
empieza el ciclo de Conferencias en Hogwarts acerca de Historias de la Magia antigua y magos
del pasado. Esta reunión es la más importante que ha habido en el Mundo mágico en las
últimas décadas. Yo me llamo Omar, y os daré durante el día de hoy la primera charla acerca
de Merlín y de otros grandes magos de su época.

Cuatro horas más tarde, y una vez que hubo acabado la sesión de la mañana, se tomaron un
descanso.

Hary, Hermione y Ron fueron a comer a Hogsmeade al Mesón de Las Tres Escobas.

Una vez que acabaron la comida volvieron nuevamente a la Conferencia. La sesión de la tarde
fue de dos horas y media, un poco más corta que la primera, pero en la misma se acordaron
urgentes medidas de colaboración Mágica entre distintos países, para evitar próximas
amenazas.

Se firmaron además, distintos tratados con representantes de otros Mundos mágicos que
estaban presentes y se sentaron las bases para las mágicas generaciones venideras.

Esa noche, en su casa en Grimmauld Place, Harry descansaba tranquilamente junto a Ginny.
Los dos hablaban de la Conferencia.

-- ¿ Qué tal os ha ido en la Conferencia querido ?

-- Muy bien, mi querida Ginny

136
-- Estarás cansado después de tantas horas de discurso, supongo

- Bueno, un poco, pero para ti tengo reservados los últimos momentos del día, mi vida

Ginny besó con ternura a Harry en los labios. Fue un beso largo, apasionado y lleno de amor.

Harry se dirigió luego a la estantería que tenía más cercana y cogió un viejo libro de cuentos
infantiles para muggles. Salió del cuarto y entró en la habitación del pequeño Percy. Estaba
despierto y parecía tranquilo.

-- Bueno, Percy, aunque no me entiendes, te contaré un pequeño cuento.

Harry abrió el libro y empezó a leer el primero de los cuentos del libro

---- Un automóvil de acero inexorable:

En un atardecer de un día de verano, con su traje blanco y su maletín negro, el señor


Alcón, poderoso financiero de mucho fuste y lustre y dogo, esto no sólo porque era
corpulento y lustroso, sino atendiendo al enorme prestigio profesional que transpiraba su
persona:

Era, digamos, un auténtico tiburón de las finanzas. Volvía muy contento a su gran mansión
conduciendo su automóvil, después de dar por concluida una provechosa jornada de
suculentas reuniones y voraces firmas.

Cuando se disponía a entrar en el jardín, observó junto a la verja de hierro, en la tapia


encalada y erizada de vidrios que protegía sus dominios, un graffiti hecho toscamente con
spray negro y letras muy grandes que decía:

NO APARCAR

SE LLAMA A LA GRÚA

Sentado en la acera, debajo de esa inscripción, un niño con las manos todavía negruzcas,
sonriente y pobremente vestido, mraba fijamente al señor Alcón.

Llevaba unas gastadas sandalias de goma y una camiseta como una telaraña. No tendría los
doce años, ni la piel muy blanca ni el pelo muy sedoso ni la nariz respingona ni pecas ni nada
de eso que distingue a los niños graciosos en los cuentos graciosos, pero en sus grandes ojos
negros bailaba una luz vivísima y en su sonrisa morena una convicción extraña y feliz.

POegada a la tapia no había ninguna placa reglamentaria, ni municipal ni privada, que


garantizara la pertinencia y y legalidad de la prohibición de aparcar, y aunque la tapia le
pertenecía, el señor Alcón nunca había aparcado allí su coche ni pensaba hacerlo, ya que tenía
su propio garage en la finca.

Así que terminó de cruzar la verja, dejó el coche en el garage y regresó andando a la calle para
encararse al niño sentado debajo del aviso. Llevaba en la mano el maletín negro.

-- ¿ Tú has escrito eso, muchacho ?

137
-- Sí, señor. Nadie puede aparcar su coche aquí, señor. Si usted lo hace, llamaré a la grúa.

-- ¿ Ah sí ? ¿ Y quién eres tú para decirme eso ? ¿ Cómo te llamas ?

-- Me llamo Ahmed y vengo del desierto.

-- ¿ Y a qué juegas, pequeño mamarracho ? Has ensuciado la tapia de mi jardín. ¿ Qué te


propones ?

-- Es un aviso de vado permanente, señor, y está ocupado. ¿ Es que no lo ve ?

-- ¿ No veo qué ?

-- Mi automóvil. Está aparcado aquí, junto al bordillo

Ahmed señaló el aire frente a él

-- Aquí mismo. Mire cómo brilla la carrocería. ¿ Le gusta ?

-- Yo no veo ningún automóvil, gruñó el señor Alcón.

-- Usted no quiere verlo. Es un Lincoln Continental de 1945 de color azul celeste insistió
Ahmed, y está fabricado con planchas de acero inexorable.

-- Querrás decir inoxidable, niño ignorante, resopló el financiero.

-- ¡ Quiero decir lo que he dicho ! protestó Ahmed. Toquelo y compróbará que es acero
inexorable. ¡ Acérquese más y fíjese bien, hombre !

El señor Alcón avanzó dos pasos con el maletín en la mano y algo en él empezó a rechinar. El
señor Alcón era uno de esos financieros muy bien empaquetados que al andar crujen por algún
lado, como hacen las botas ortopédicas compactas y lustrosas. Se paró, dejó el maletín en el
suelo y fijó la mirada en la nada: donde Ahmed decía que había un automóvil aparcado, él no
veía absolutamente nada. Bueno, sí, había unas manchas de grasa en el asfalto y el aire allí
parecía oler a gasolina quemada.

-- ¡ Muchacho, tú sufres alucinaciones ! dijo el señor Alcón, encarándose con Ahmed. ¡ Tú eres
un redomado embustero !

Ahmed no le hizo caso. Con sudedo negro de pintura señalaba el coche invisible.

-- Pierde un poco de aceite, mire. Y me han roto un cristal, s elamentó. Pero es nuevo de
trinca.

-- ¡ Deja ya de soltar embustes y fantasmadas ! ¡ Aquí no hay ningún coche ni nada de nada !

En realidad algo sí había, pero las pequeñas pupilas del señor Alcón no iban más allá de la
nada aparente. De ir un poco más allá, habrían captado una hilera de hormigas diminutas que
se cruzaba compulsivamente con otra hilera igual de compulsiva: avanzaban por entremedio
de miles de fisuras de cristales que cubrían al asfalto como un manto de nieve. por rutas
distintas, ambas procesiones de hormigas se dirigían a la mancha de aceite.

Harry hizo una pausa para tomar aire. Miró al pequeño Percy, el cual parecía estar
concentrado escuchándole, tumbado en su cuna. Ginny estaba a su lado.

138
-- ¡ Ginny ! No te había visto

-- Continúa leyendo, lo haces muy bien, dijo Ginny abrazando a Harry

Harry se sonrojó un poco

-- Está bien, seguiré con el cuento, concedíó Harry sonriendo

-- Usted, señor, no sabe mirar, dictaminó Ahmed

--- Bueno, vamos a ver, dijo conciliador el hombre de negocios. Si me limpias el muro que has
ensuciad, te daré una buena propina

-- ¿ Cuánto ?

-- Un euro con cincuenta céntimos

--- No me basta, señor, dijo Ahmed. Necesito mucho más, porque tengo siete hermanos al
cuidado de mi abuela en un campo de refugiados saharaui, y lo están pasando muy mal. Por
eso he decidido vender el automóvil de acero inexorable. ¿ Me lo compra ?

-- ¡ Muchacho, tú estás loco ! ¡ Lárgate, o llamaré al guardia municipal !

Al día siguiente, al dirigirse nuevamente a sus asuntos, vio a Ahmed sentado tranquilamente
en el mismo sitio, la espalda apoyada en la tapia con la inscripción, que ahora era más
explícita:

SE PROHIBE APARCAR

( LLAMO A LA GRÚA )

SE VENDE ESTE LINCOLN CONTINENTAL

A lo largo de la calle desierta, en este barrio tan distinguido de las afueras de la ciudad, nunca
se veían coches aparcados, y menos al socaire de los altos muros del jardín, de modo que el
orondo hombre de negocios no se extrañó al no ver ni rastro del automóvil azul que Ahmed
insistía en señalar con su dedo sucio:

-- Buenos días, señor. Aquí lo tiene. Suba y pruebe las marchas. Porque usted me va a comprar
el coche. ¿ A que sí ?

Con su tensa sonrisa barrizada, el señor Alcón miraba a Ahmed con recelo.

-- Nunca compro nada sin antes verlo, pesarlo o catarlo

-- Estupendo, hay que ser precavido, dijo Ahmed

-- Yo hago negocios con petróleos lejanos, ¿ sabes ? y siempre antes de comprarlo lo pruebo.

--- Claro, señor. Le dejo tocar mi coche.

-- ¡ Y dale ! ¿ Cómo quieres que toque algo que no se ve ?

-- Suba al coche y póngase el cinturón de seguridad. Si hace lo que le digo, lo verá

-- Yo nunca me pongo el cinturón de seguridad, dijo el magnate de petróleos lejanos

-- Allá usted, señor. Entonces, cierre los ojos y no les abra hasta que yo le diga

139
Muy a pesar suyo, el señor Alcón se sentía intrigado. Y a regañadientes, cerró los ojos y casi
en el acto oyó el ruido de un motor poniéndose en marcha suavemente, como una seda
rasgándose

-- ¿ Lo oye ? dijo Ahmed. Ahora ya puede mirar

Pero aunque oía perfectamente el ruido del motor, lo traería el viento desde alguna parte, de
otro vehículo, pensó el señor Alcón. El coche que apuntaba el dedo de Ahmed seguía siendo
invisible.

----¡ Bah ! exclamó el hombre decepcionado. ¡ Quédate con tu automóvil inexorable, yo tengo
mucho trabajo ! ¡ Y no quiero verte cuando vuelva !

Sin embargo, al regresar aquel mismo día de sus lances financieros con su impoluto traje
blanco y su maletín negro, Ahmed le esperaba en el mismo sitio con su fantástico coche
impecable.

Nuevamente el muchacho le explicó que necesitaba urgentemente vender el automóvil para


ayudar a sus siete hermanos y asu abuela en el campo de refugiados saharaui.

-- Si me lo compra, lo verá en el acto insistió Ahmed. Debe usted creerme, señor.

-- No me hagas reír, chico, dijo el señor Alcón, y se metió en su casa sin querer oír hablar más
del asunto. Pero esa noche durmió mal, con pesadillas: veía un coche que se estrellaba una y
otra vez contra el muro de su jardín.

Al día siguiente, por primera vez en cincuenta años, el señor Alcón no fue al trabajo. Ocurrió
que, al salir de casa muy temprano, no vio a Ahmed en su sitio de costumbre, y le entró de
pronto un desasosiego desconocido. ¿ Qué le habría pasado al pequeño embustero ? Le esperó
todo el día, sentado en el bordillo de la acera con su maletín negro lleno de dinero, y cuando
Ahmed apareció era ya de noche. Venía con la cabeza gacha y vendada y el brazo en cabestrillo
y se sentó muy triste en la acera.

-- Para que vea que el coche existe, me he estrellado con él, mire las señales en la tapia, le
explicó. ¿ Me lo compra sí o no ? La reparación ya está hecha, si quiere verlo no tiene más
que probar las marchas y encender los faros y la radio.

Con cara de asombro, el señor Alcón hizo un último intento de razonamiento:

-- Nadie puede estrellarse con un coche que no existe....

-- Eso cree usted, señor, dijo Ahmed. Un niño amigo mío acaba de morir en el Sur de Gaza de
una bala que aún no ha sido disparada de un fusil que todavía no ha sido fabricado.

-- ¡ Está bien, basta ! dijo el hombre de negocios dándose por vencido. El tesón y la fe
inquebrantable que el chico mostraba acerca de la existencia real del automóvil habían
acabado por conmoverle. Ya vale. Coge mi maletín y vete

---Gracias, señor.

Súbitamente, la luz cegadora d e unos faros cayó sobre el señor Alcón y sobre Ahmed sentados
bajo la inscripción d ela tapia, y el Lincoln continental de color azul estaba allí frente a ellos,
perfectamente visible con sus formas estilizadas y elegantes. Con el maletín en la mano,
sopesando los dineros que habrían de paliar las penalidades de su familia y de sus amigos en el
campo de refugiados, Ahmed abrió sus grandes ojos chispeantes y sonrió al incrédulo
financiero.

-- ¿ Lo ve ahora señor ?

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-- Sí, dijo el señor Alcón serenamente. No sé por cuánto dinero me lo habrías vendido,
muchacho, pero te diré una cosa...

-- Sé lo que me va a decir, señor, lo interrumpió Ahmed. Que un automóvil de acero inexorable


como éste, no tiene precio.

Y dando media vuelta, Ahmed desapareció en la noche.

---- De este cuento, pequeño Percy, podemos sacar la moraleja de que si ayudamos a quienes lo
necesitan, los más desfavorecidos, los que lo están pasando mal, nuestra recompensa en un
futuro será incluso mayor que la ayuda prestada.

El pequeño Percy se había quedado dormido. Presentaba un aspecto dulce y angelical


acurrucado en su cuna. Al final, Harry había conseguido que todo saliera bien y que el pequeño
se durmiera.

-- ( Espero que todo salga bien, pensó Harry. Espero que al final, encontremos el libro y con
ella se siembre la paz y la tranquilidad en el Mundo mágico )

-- ¡ Oh Harry ! ¡ Qué bonito !

Harry salió de sus reflexiones y miró a Ginny, la cual estaba llorando, visiblemente
emocionada.

-- ¡ Ginny ! No llores, es una historia que acaba bien.

-- Por eso es por lo que lloro, me he emocionado tanto sabiendo que los pobres niños muggles
al final podrían ser ayudados que...

--- Venga, venga, ya pasó

Harry abrazó a Ginny quien a su vez lo abrazó fuertemente con dulzura.

-- Harry

-- ¿ Sí, cariño ?

-- Es hora de que nos acostemos, vamos a desvelar al pobre Percy

El día siguiente Harry acudió nuevamente a la Conferencia en Hogwarts, para asistir al 2º día.

Le tocaba hablar a Jasmine, la cual les estuvo hablando de los múltiples peligros y amenazas

que surgen a diario en el Mundo mágico y de las distintas oportunidades de estudiar magia de

los jóvenes de Hoy en día.

La sesión de la tarde acabó con unas emotivas palabras llenas de garra , recuerdo y energía:

-- Por eso, Hoy más que nunca, debemos estar alertas ante esos posibles enemigos, que, como

gavillas de ratas, crecen y se multiplican por doquier en el Mundo. Viven ocultos, como las
agujas en los pajares y actúan con mucho sigilo, al igual que hace el mismo diablo, pues dice
el sabio que el peor mal es el que no se quiere ver.

141
Por esto quiero que todos los presentes hoy a este solemne acto, rindamos pleitesía a aquellos
que en su tiempo lucharon por defender esos ideales y lucharon por preservar la paz y la
justicia en el Mundo Mágico. Pido que todos les dediquemos un minuto de riguroso silencio.

Toda la sala permaneció un minuto en silencio, el cual se le hizo eterno a Harry. Durante el
mismo le vinieron a la mente recuerdos de sus padres, de Dumbledore, de Dobby.... y de todas
las personas que habían caído en la lucha contra Voldemort tantos años atrás. No pudo dejar
de sentirse triste por ello y unas lágrimas se derramaron por su rostro.

-- ¡ Harry ! susurró Hermione. ¿ Estás bien ?

--- Mejor que nunca Hermione, no te preocupes.

Una vez que hubo acabado el minuto de silencio, toda la sala prorrumpió en aplausos y

Jasmine se llevó una atronadora ovación.

Cuando acabó la charla del día, todos salieron lentamente de la Sala de Menesteres

-- ¿ Qué te pasaba Harry ? le preguntó Ron a su amigo

-- Nada, en serio... estoy bien, es que... el fantástico discurso de Jasmine me ha hecho

recordar..

Hermione y Ron rodearon a Harry y le abrazaron

-- Mira Harry, para que te animes un poco, podéis venir tú y Ginny esta noche a cenar a
nuestra casa.

-- Gracias Ron. Allí estaremos

El último día de la Conferencia empezó con un discurso de Yafar que ponía fin al ciclo de las
Charlas de la Conferencia, y como estaba previsto en el programa del evento para el último
día, Harry se acercó al estrado y apuntó hacia su garganta con la varita.

--- “Sonorus”

Harry se aclaró la voz y dijo:

--- Buenas noches. Se me ha concedido el honor de cerrar este importante evento, algo
que les agradezco mucho. Conozco las razones y me siento muy honrado...

Harry fue interrumpido por los fuertes aplausos de los presentes en la sala.

--- Gracias. Sin embargo, continuó, con el debido respeto, he decidido declinar tal
compromiso…

142
Se escuchó un murmullo general. Sus amigos lo miraban extrañados. Harry sonrió.

--- Siempre he sostenido, y así lo he manifestado, que detrás de los acontecimientos sucedidos
hace ya algunos años y los cuales me son atribuidos, hay muchas personas que han aportado
sus conocimientos, sus destrezas, pero por sobre todo su amistad y su apoyo…

Sería justo entonces pedirles a cada uno de ellos que tome para sí el honor que me
confieren esta noche. Algunos, como todos saben, han fallecido. Al recordarlos hoy quiero
pedir para ellos un reconocimiento.

Harry aplaudió, y el auditorio apladió con él.


--- Como les decía, he decidido declinar tal honor, porque hay una persona que considero que
está mucho mas calificada que yo para tan importante misión. Una persona dotada del
conocimiento necesario para ello… una persona, que aún sin pertenecer por entero a este
nuestro mundo, ha sabido honrarlo… una persona, que reúne todos los méritos y las
cualidades mas apreciables que pueda tener un ser humano.

Excelente madre y profesional, bruja excepcional y una de las mejores estudiantes que haya
tenido este Colegio… y además es la esposa de mi mejor amigo… de mi hermano.

Desde sus asientos, Ron sonreía y Hermione había palidecido.

--- Pero sobre todo, ella es una gran amiga a quien quiero mucho. Me refiero, por supuesto, a
Hermione Granger.

El público aplaudió con entusiasmo.

--- Y he pensado precisamente en Hermione porque hace ya varios años, a la luz de los
acontecimientos por todos conocidos, ella hizo una importante reflexión… que me parece
oportuno compartir con ustedes.

Harry hizo una pausa

--- Pero antes, dijo, quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerles a todos su presencia
y su participación en este ciclo de conferencias, en particular a nuestros invitados especiales,
los señores Omar, Jasmine y Yafar

Se escucharon más aplausos.

--- Señoras y señores, me gustaría invitar a este estrado a Hermione Weasley. Ven
Hermione

El público se puso de pie y aplaudió. Ron le ofreció la mano a su esposa y la acompañó hacia
las escaleras que conducen al estrado.

Visiblemente nerviosa, Hermione caminó hacia Harry y lo abrazó.

--- ¡Voy a matarte! – gruñó con los dientes apretados, simulando una sonrisa.

--- Sé que lo harás bien – le dijo su amigo.

---- ¿Matarte?, ¡no lo dudes!

Harry se retiró, dejándola sola en el escenario. Miles de ojos la observaban expectantes, la


profesora McGonagall la miraba con admiración y una espléndida sonrisa. El rostro de

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Hermione se había teñido del color típico de los Weasley, sentía sus mejillas encendidas, la
frente perlada en sudor y unas enormes ganas de torcerle el cuello a Harry. Además, no tenía
ningún discurso preparado.

Los aplausos cesaron. Hermione amplió la voz de su garganta.

--- Gracias, su voz temblorosa reverberó en el escenario. ¡Vaya compromiso! ¿no? dijo
enarcando las cejas a modo de broma; creo que voy a
hechizar a alguien cuando salga de aquí – dijo mirando a Harry que, sentado al lado de Ron, le
sonreía.

El público se rió.

--- Hace algunos años – comenzó su discurso -, luego de que aquel mago cuyo nombre nadie
tenía el coraje de mencionar fue derrotado, recuerdo que nos encontrábamos reunidos Harry,
mi esposo Ron, algunos amigos y yo, en el pub Las Tres Escobas y, en medio de nuestra
conversación, surgió la reflexión a la que Harry se refería hace unos minutos.

Hizo una pausa, para ordenar sus ideas.

---- Todos conocemos suficientemente a Merlín, considerado el mago más poderoso de la


historia, capaz de hablar con los animales, cambiar de forma, hacerse invisible y también de
controlar el clima y los elementos. De él se ha escrito, muy acertadamente en los libros de
historia de la magia, que "Conocía la esencia de todas las cosas, su transformación y su
renovación, conocía el secreto del sol y de la luna, las leyes que rigen el curso de las estrellas
en el firmamento; las imágenes mágicas de las nubes y el aire; los misterios del mar. Conocía
los demonios que envían sueños bajo la Luna. Comprendía el grito áspero de la corneja, el
volar cantarín de los cisnes, la resurrección del fénix. Podía interpretar el vuelo de los
cuervos, el rumbo de los peces y las ideas ciegas de los hombres, y predecía todas las cosas
que sucedían después."

Merlín, continuó, tenia contactos con las hadas, los gnomos, e incluso con los dragones y se
le consideró el único mago que se ganó el respeto y la admiración de estos monstruos, no sólo
por su bondad y sabiduría sino por sus dotes artísticas, tanto para la poesía como para la
literatura y fue además el guía de Arturo, famoso rey muggle, quien además fue su discípulo, a
quien enseñó toda la sabiduría necesaria para gobernar, llegando incluso a ser el fundador de
la famosa ciudad muggle de Camelot. Gracias a su valor y a la magia de Merlin, a Arturo se
recuerda aún hoy en día, como el monarca más justo que ha tenido Inglaterra.

Detrás de todo esto, señores, está la sabia mano de Merlin.

Hermione hizo una pausa, agitó su varita, e hizo aparecer un vaso con agua. Tomó un par de
sorbos, y continuó.

--- Merlín no era un hechicero común, era un alquimista. Dominaba el verdadero sentido de la
magia: transformar. Era un maestro que enseñaba a los hombres a ser libres y llenos de amor.

De nuevo una pausa.

---- Merlín utilizó todos sus conocimientos a favor del amor y de la paz, por eso se le consideró
un gran mago.

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Fue además un vidente, que conocía y manejaba el pasado, el presente y el futuro; un mago
que dominaba las fuerzas de la naturaleza y el mundo visible e invisible, y obraba milagros con
la palabra y el poder de la voz.

Hermione hizo un breve silencio que invitaba a la reflexión, luego continuó.

--- El poder de la voz, señores, que deriva en el poder de la palabra. El poder de la voz, que es
la esencia del conocimiento.

No obstante, prosiguió, no todos los magos que han sido excepcionalmente poderosos han
utilizado, al igual que Merlín, su voz, su palabra a favor del amor y de la paz. También los hubo
que han empleado el poder de la voz y la palabra para engañar, para destruir, para generar
odio, rencor, violencia, muerte. Así, la historia nos ha traído a lo largo de los años a muchos
magos tenebrosos. Recordamos como recientes a Grindelwald, famoso mago oscuro derrotado
en 1945, y Lord Voldemort, derrotado, como todos ustedes saben, en 1998, cuyo reinado del
terror, que duró varios años llegó a tal grado que la sola mención de su nombre generaba
pánico.

Magos que han utilizado el poder de la voz y de la palabra para engañar, para destruir.

--- Como todos sabemos, hay un nuevo enemigo que nos acecha, tal vez tanto o más peligroso
que los magos que he mencionado. Esta vez, no se trata tan solo de un hombre, sino de toda
una organización: El Pacto. Organización que, seguramente, está empleando el poder
seductor de la voz y la palabra para engañar y generar el caos. Aunque no conocemos en
detalle cuáles son sus planes actuales, para nadie es un secreto el alcance destructivo de su
poder.

Hubo un murmullo general.

---Debemos estar alertas, unir conocimientos y voluntades para que este nuevo enemigo del
mundo mágico sea igualmente destruido. Hago un llamado, de manera particular, a ustedes,
magos del mundo que están reunidos aquí esta noche y de manera general, a toda la
comunidad mágica, especialmente a los jóvenes magos, en nuestros hombros está la
responsabilidad de defender nuestro querido mundo.

Muchas gracias.

El público efusivo se puso de pie y aplaudió durante un largo rato. Hermione se quedó
paralizada en el escenario, como si tuviera los pies clavados en el suelo. Harry subió y la
abrazó, luego, ofreciéndole su brazo, la condujo a su asiento.

Esa noche Harry y Ginny acudieron a cenar a la casa de Ron y Hermione.

Duarante la cena estuvieron hablando de diversos temas: de la conferencia y las cosas


positivas que habían sacado de ella, de las últimas pistas que tenían acerca de El Pacto, de la
escuela... y de varias cosas triviales

-- Harry le estuvo leyendo un cuento al pequeño Percy, ¡ Fue tan tierno.. ! dijo Ginny muy
emocionada

--¡ Bah ! en realidad no fue nada, dijo Harry tratando de restarle importancia

145
-- ¿ Qué cuento era ? preguntó Ron

-- Creo que era uno del libro de cuentos que le regaló Hermione a Lily cuando era pequeña

-- ¡ Ah ! ya me acuerdo de ése libro. Es un libro muggle ¿ No ?

-- Sí, así es. Trae muy buenos cuentos dijo Harry

-- Seguro que a mi padre le gustarían mucho, dijo Ron

-- Eso no lo dudes, dijo Harry sonriendo

-- Por cierto, ¿ Cuándo vais a partir hacia Francia a buscar la tumba de Merlín ? preguntó
Ginny

-- Mañana mismo, por la tarde, dijo Hermione.

-- Sí, creo que es lo mejor

-- Hay que anticiparse a los planes de El Pacto

-- Procurad tener mucho cuidado, dijo Ginny, muy preocupada

-- No te preocupes cariño, lo tendremos, dijo Harry, besando a Ginny

Harry y Ginny se despidieron de sus amigos y se marcharon a su casa en Grimmauld Place.

Capítulo 24. Tras la pista de Merlín

La mañana siguiente, después de una ardiente noche de pasión con Ginny, Harry se levantó
temprano, se duchó y se fue a desayunar a la cocina; Kreacher ya tenía servido el desayuno
cuando él entró.

Harry se tomó un tazón de leche con cereales, unas tostadas con mantequilla y se puso a leer
el Profeta:

En la portada salía una imagen suya en la que aparecía junto a Ron y Hermione y los
miembros de la Conferencia, Harry salía estrechándole la mano a Omar. El titular rezaba:

” Éxito en la Conferencia internacional acerca de Magia antigua celebrada durante los últimos
días en Hogwarts ”.

Estuvo leyendo esa y otras noticias hasta que llegó a una que le llamó la atención:

" Hoy empieza la primera retransmisión deportiva en radio Potter, una emisora deportiva
nueva creada recientemente en homenaje al excelentísimo mago Harry James Potter " ...

Harry, bastante emocionado con la noticia, encendió de inmediato la radio y empezó a buscar
la nueva emisora, le costó un poco, pero al final la encontró:

--- Están ustedes en la sintonía de Radio Potter, en su frecuencia mágica 1090 FM. ¡Su
emisora deportiva favorita!, con la más variada información acerca del fascinante mundo del
quidditch y todo el acontecer deportivo nacional e internacional. Las jugadas, los equipos:
"Appleby Arrows", las ""Avispas de Wimbourne", Los "Chuddley Cannons" y más, ¡mucho más!.

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Entrevistas, opinones, retransmisiones en vivo: La Copa de Europa de Quidditch, el Mundial
de Quidditch y nuestro interesante programa "El Carrusel Quidditchiano", con la opinón de
nuestros expertos y comentaristas Oliver Wood, Victor Krum y el legendario Ludo Bagman.
Recuerda, todo esto y mas en ¡Radio Potter!, tu mejor alternativa deportiva en la radio.

-- ¡ Oliver ! gritó Harry. A su mente vinieron muchos recuerdos de su primer año en Hogwarts,
sin duda alguna, el mejor año que Harry recordaba de su infancia, cuando, la entonces
profesora de Transformaciones y actual directora de la escuela, Mc Gonagall le recomendó a
Oliver Wood, quien le aceptó como uno más del su equipo y le enseñó todo sobre el
quidditch, un deporte que Harry quería mucho, de hecho, si no haber sido auror, casi seguro
se habría dedicado profesionalmente al quidditch.

--- Les habla un servidor Jerry Mc Faden

¡ Empezamos con nuestro carrusel quidditchiano. Y lo primero, la liga inglesa ! Minuto y


marcador, Terry Gilar.

--- Estamos en el minuto 10 de partido, éste es un derby de máxima rivalidad, como todos
ustedes saben, entre los Appleby arrows y Las avispas de Wimbourne, en estos momentos el
partido está muy igualado, ganan las avispas de Wimbourne por 20 a 10.

-- Pasamos al estadio de los Chudley Cannons, los cuales se miden a los Caerphilly Catapults,
Manuel Obrer, minuto y resultado.

-- Estamos en el minuto 30 de partido. Estamos viendo un duelo apasionante entre estos dos
equipos, los jugadores del Chudley Cannons están realizando unas jugadas trenzadas con gran
clase, por su parte los Catapults no se vienen abajo y sus veloces cazadores están dando la
répilca a los Cannons, en estos momentos el marcador está igualado 30 a 20 para los Cannons

-- Muchas gracias Manuel. Volvemos al estudio central a ver qué es lo que opinan nuestros
expertos antes de continuar con el resto de los encuentros. Oliver Wood ¿ Cómo estás viendo
tú a los Cannons ?

-- Yo creo que están realizando un buen encuentro Jerry. Si miramos la táctica de Sixto
Fuentes, el técnico, ha dispuesto un equipo muy agresivo. El pivote formado por los
golpeadores John Terry y Marcus Hopfen causa estragos a la zaga de los Catapults.

-- Yo creo que el écnico de los Catapults se ha equivocado esta mañana al dar entrada en el
equipo inicial al cazador Tobís Merrick, opinó Víctor Krum

---Sí, tienes razón, dijo Ludo Bagman.

-- Bueno, prosigamos con el resto de los encuentros, dijo Jerry. Conectamos con el estadio de
los Falmouth Falcons en donde se enfrentan los Falcons contra Los murciélagos Ballycastle,
minuto y resultado Jack Dawson

-- Estamos rondando la hora de juego, los Falcons están jugando muy duro como en ellos es
habitual intentando de esta forma contrarrestar a los veloces atacantes de los Murciélagos,
pero hoy no les está dando resultado y por consiguiente los Murciélagos les están goleando
con gran facilidad. En estos momentos el resultado es de 90 a 230 para los Murciélagos.

-- Muchas gracias Jack, pasamos ahora al campo de las Holyhead Harpies, quienes se miden a
los Kenmare Kestrels, Peter Stimach, minuto y resultado

--- ¡ Qué gran jugada acaban de realizar Las Holyhead Harpies ! La buscadora Helen Smith ha
engañado completamente al buscador de los Kestrels en un amago de Wronski quien se ha
estampado violentamente contra el suelo. La afición grita enfervorecida, debido al buen juego

147
de su equipo. Estamos en el minuto 50 de partido y el resultado es favorable a las Harpies que
ganan 170 a 100

-- Pasamos ahora al encuentro entre el decano de la liga El Puddlemere United y El Pride of


Portree, Miguel Stevenson, minuto y resultado

-- En estos momentos estamos rondando las 2 horas de partido. El Puddlemere Uited está
lanzando un penalty cometido por el Portree; Mateo Hamilton se dispone a lanzar el penalty,
la guardiana Meaghan Cole, hija de la mítica cazadora Catriona McCormack mira fijamente a
Hamilton, ¡ va a lanzar ! ... Meaghan se tira y.. ¡ ha conseguido atajar el balón ! es el tercer
penalty que para esta mañana. En este momento el marcador es favorable al Puddlemere
United 230 a 170

-- Nos vamos ahora al encuentro entre las Urracas de Monstrose y los Wigtown Wanderers,
Guillermo Norman, minuto y resultado

-- Llevamos ya tres horas de partido, estamos disfrutando de un encuentro vibrante con


ocasiones constantes para los dos equipos, en estos momentos los dos equipos van empatados
290 puntos

--- Bueno, cabe decir ahora que esta semana descansan Los Tutshill Tornados

-- Y es una suerte para los demás equipos, opinó Ludo Bagman, este año lideran la
clasificación con una cómoda ventaja de 8 puntos sobre el segundo clasificado, los Chudley
Cannons

-- Yo creo Ludo que al final los Cannons lograrán alcanzarles, es difícil mantener el ritmo de
juego que tienen los Tornados durante una temporada tan larga, dijo Oliver

-- Tienes razón Oliver, y además éste año cuentan con una plantilla muy corta, opinó Víctor
Krum

-- Bueno chicos, creo que es hora de que pasemos a analizar los resultados que se están dando
en las distintas ligas europeas, dijo Jerry.

En la liga italiana, los todopoderosos Ithilien Bertuccis, liderados por la buscadora Cho Chang
y ganadores de la última liga, siguen con su racha de victorias de esta temporada y han
ganado en un emocionante duelo a los Buitres de Florencia por 240 a 200, por su parte, en el
clásico derby entre el Inter Rostiño y Los Milanos de Bucci el Inter, después de ir perdiendo
durante casi todo el encuentro ha protagonizado una espectacular remontada y ha acabado
imponiéndose por 300 a 280 . En la liga alemana, el partido entre uno de los rivales de los
Chuddley Cannons en la Copa de Europa, el Bayern de Norwick y el Kaiserslautern ha acabado
en el minuto diez de partido cuando el buscador del Bayern ha cogido la snitch, a su vez, el
Hansa....

De repente, la radio dejó de sonar, Harry se dio cuenta de que Ron y Draco Malfoy estaban a
su lado. Era Ron, el que había apagado la radio

-- ¡ Harry ! le saludó Ron. ¿ Cómo va la liga ?

-- Bien, bien, dijo Harry sonriendo.

¿ Dónde está Hermione ?

-- Está en el Ministerio de Magia, fue allí a anunciar nuestra partida, llegará dentro de poco

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En ese momento la puerta de la cocina se abrió y por ella entró Ginny, su rostro mostraba
claramente una gran preocupación y una profunda tristeza.

-- ¡ Harry ! gritó Ginny abalanzándose sobre él y abrazándole fuertemente

-- Tranquila cariño, no nos vamos al fin del Mundo

-- Creo que será mejor que los dejemos solos, Ron, sugirió Draco

Draco y Ron salieron de la cocina y cerraron la puerta dejando a Ginny y a Harry solos

- Estos viajes que haces... me tienes preocupada

-- Ya sabes que siempre tengo cuidado dijo Harry, intentando tranquilizarla

-- Yo lo sé, querido pero...

Unas lágrimas se asomaron por la frente de Ginny

-- ¡ Oh ! No llores mi cielo, estaré con Ron y con Hermione, ellos también cuidarán de mí igual
que yo lo haré de ellos

-- Ya lo sé, pero....

-- No te preocupes, El Pacto no conseguirá acabar con nosotros, dijo Harry firmemente


convencido; acto seguido besó dulcemente a Ginny en la frente y luego la estrechó
fuertemente entre sus brazos

Debes de ser fuerte, cariño, los niños necesitan de tu cariño; Lily ya es lo bastante mayorcita
para cuidarse sola pero el pequeño Percy....

-- Lo sé, dijo Ginny, aún sollozando, aunque más calmada. Pero debes prometerme que vendrás
sano y salvo

Harry miró fijamente a Ginny; éste viaje a lo desconocido no difería mucho de los muchos
que había realizado durante su época de auror, ni tan siquiera del último viaje junto con Ron
y Hermione a la lejana Arabia, pero la posible presencia del Pacto le tenía muy inquieto, no
obstante, y para que Ginny se quedara más tranquila dijo serenamente:

-- Te lo prometo cariño. Me verás de vuelta muy pronto

-- ¡ Oh, Harry ! Cuánto te quiero, dijo Ginny

-- Yo también te quiero Ginny, dijo Harry. Unas pequeñas lágrimas de la emoción contenida
asomaron a los ojos de Harry

Entonces se besaron nuevamente, fue un beso largo, apasionado, lleno de amor, de cariño

En medio del beso la puerta de la cocina se abrió y por ella entró Hermione, aunque no se
enteraron de su presencia hasta que se separaron unos minutos más tarde

-- Hola Hermione, saludó Ginny esbozando una ligera sonrisa. ¿ Qué tal te ha ido en el
Ministerio ?

-- Sin incidentes, he estado hablando con el Ministro y ha decidio mantener el vieje en


secreto, tan sólo unos pocos funcionarios del Ministerio han sido informados. Luego estve en
la escuela, donde al parecer, Mc Gonagall les ha rogado encarecidamente a Omar, Yafar y

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Jasmine que se quedasen unos días más en la escuela, hasta nuestro regreso, ya que no han
podido disfrutar mucho de nuestra compañía

-- ¿ Y qué han dicho ? preguntó Harry

-- Al final han aceptado

-- ¡ Eso es fantástico! , dijo Harry. Me caen bastante bien y eso que no estuve mucho tiempo
hablando con ellos

--- Bueno, entonces supongo que partis ya ¿ no ? preguntó Ginny apenada

-- Sí, caríño

-- Alegra esa cara Ginny, dijo Hermione. Te lo traeremos sano y salvo

Ron y Draco entraron en la cocina

Harry dio un último beso de despedida a Ginny y ambos se susurraron unas palabras de
despedida uno a otro al oído.

Luego Ginny se separó unos metros de ellos. Harry se colocó en el centro, todos se agarraron
de las manos, cogieron sus varitas y se concentraron para asi aparecerse juntos en el mismo
lugar. Instantes después desaparecieron.

Pocos minutos más después, se aparecieron enfrente de un enorme edificio.

-- ¿ Dónde estamos ? preguntó Draco

-- Estamos enfrente del Ministerio de magia francés, dijo Hermione, una vez hubo examinado
el edificio. ¿ No es así Harry ?

-- Dices bien Hermione, ahora entraremos. Se acercarona una cabina telefónica que había
cerca de donde se encontraban y marcaron los siguientes números 4, 8, 15, 16, 23, de
repente se escuchó un fuerte ruido y una palanca surgió de la nada en el centro de la cabina,
sobre ella había una letra escrita, era una M marcada con letras doradas.

-- Supongo que tendrás que pulsarla Harry, dijo Ron

Harry pulsó el botón, al principio no ocurrió nada, pero poco después, el suelo de la cabina se
hundió y todos se cayeron por el agujero que se había abierto, el cual se volvió a cerrar
nuevamente. Fue una larga caída por una especie de balancín parecido a unos de esos que hay
en los parques de los muggles. Al final del mismo había una enorme colchoneta, bastante
mullida.

Cuando salieron de la colchoneta, se encontraron con un enorme pasillo lleno de oficinas a


ambos lados. De una de ellas salieron varios hombres, los cuales se dirigieron hacia donde
ellos estaban.

-- Suponggo que segán lossss magos que gienen de Inglatega, preguntó, con un marcado
acento francés, el que parecía estar al mando

-- Somos nosotros, confirmó Harry

-- Bien, estábamos avigados de vuestra lleggada. Mis aggentes y yo os podemos acompañar a


las gercanías del bosque pero por ninggún motivo entragemos allí, ¡ ése bosque está maldito !
No nos atrevemos a engrar allí. Les daremos algunos caballos amaestrados que os introducigan
un poco en el bosque, además de algunos víveres y provisiones.

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Harry miró a Ron, quien parecía mostrar, al igual que Draco y Hermione, una expresión de
absoluto desconcierto en su rostro.

-- Se lo agradecemos mucho, dijo Hermione

Poco después de haber reunido todo el equipo que necesitaban Harry, Ron, Draco, Hermione, y
un pequeño grupo de agentes del Ministerio francés se desaparecieron en un callejón contiguo
al Ministerio rumbo al Bosque de Broceliande, cercano al pueblo de Paimpont.

Dos minutos más tarde se aparecieron en las inmediaciones del bosque.

- Bien, dijo uno de los magos del Ministerio, a partir de ahoga deberán continuar su viaje sin
nosotros. Aquí tienen provisiones para varrios días y log caballos que les hagíamos ofrecido y
que solamente los conducirán hasta la ribera del río. Allí debegán dejarlos. Ellos volverán por
sí solos.

Los hombres les entregaron unas mochilas ligeramente pesadas y las riendas de cuatro briosos
caballos: tres tordos pintones y un hermoso y manso alazán negro, pensado para Hermione.

- Gracias, les dijo Harry con un apretón de manos. Sus amigos hicieron lo mismo, montaron
en los animales e iniciaron su recorrido.

- ¿Qué te pasa, Ron? preguntó Hermione ante los constantes bufidos de Ron.

- ¡Esos magos franceses! dijo con desdén, no entiendo cuál es el miedo a este lugar.

- Tendrán sus motivos, Ron, dijo Draco.

- Como sea, opinó Harry, debemos agradecerles su ayuda.

El lugar a su alrededor era apacible, lleno de verdor y frescura. Las aves cantaban entre los
frondosos árboles y las mariposas revoloteaban entre los arbustos. Acordaron hacer una
parada para descansar y comer algo, luego, avanzaron a través del bosque durante unas
cuantas horas y finalmente, con la llegada del atardecer, decidieron acampar para dormir.
Una ligera niebla empezó a formarse.

El lugar que habían escogido era distinto a lo que vieron al principio, ya que a medida que
avanzaban el hermoso paisaje se había hecho cada vez mas seco, lúgubre y sombrío.

Harry se despertó sobresaltado. Tenía la sensación de estar perdiendo el equilibrio. Se puso


las gafas y comprobó que sus amigos estaban igualmente asustados. Advirtieron que entre las
ramas de los árboles se colaba una luz extraña, estaba empezando a anochecer. Harry pudo
distinguir a duras penas una enorme luna llena que lucía en el cielo. Una densa niebla los
envolvía.

- ¡ Hay una niebla terrible ! , dijo Hermione, nunca había visto algo parecido.

Recogieron el campamento y tantearon en el aire en busca de los caballos ocultos tras la


niebla, advirtiendo que éstos estaban inquietos y nerviosos. Sin mediar palabra y en estado de
alerta, se pusieron en camino.

La niebla era un manto frío y cegador que se pegaba a sus cuerpos. Iban despacio, temiendo
salirse del sendero y confiando en la orientación de los caballos que de cuando en cuando se
sobresaltaban con la aparición de los arbustos que borrosamente parecían emerger de la nada.
El silencio era absoluto y el ruido apagado de los cascos, hacía parecer que que éstos estaban
envueltos en trapos.

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- ¡ Este lugar es horrible ! dijo por fin Ron.

- Eso explica por qué los magos franceses no querían venir – atajó Draco, tratando de calmar
los ánimos.

Cabalgaron un buen trecho sin pronunciar palabra, sintiendo que la niebla los oprimía y los
cascos de los caballos resbalaban ligeramente en la tierra ablandada por la bruma. Atravesaron
lo que, para ellos, seguía siendo el bosque, a ambos lados se vislumbraban robles y nogales
que se perdían en la niebla como fantasmas. Los caballos cabeceaban y miraban a su alrededor
asustados.

Ellos también estaban asustados, no poder ver mas allá de sus narices los angustiaba.

- Estoy harto de esto, gruñó Ron.

- Cálmate, Ron, dijo Hermione, no podemos regresar. Debemos continuar.

De repente Harry se detuvo y señaló hacia el suelo.


- Fíjaos, la tierra esta mojada, no debemos estar muy lejos del río.

- Es cierto, dijo Hermione, escuchad ese ruido.

Todos prestaron mucha atención y pronto escucharon un ruido que parecía ser agua
corriendo en algún lugar cercano a donde se encontraban, en dirección Oeste.

- ¡ Allí ! gritó Draco señalando hacia el mismo lugar.

Avanzaron y al llegar al río, dejaron los caballos que huyeron por el sendero que acababan de
transitar. Tal y como les habían explicado los magos franceses, un bote los esperaba, lo
abordaron y remaron hacia la otra ribera. En el cielo, pudieron ver ahora, claramente una
inmensa luna llena, pero era casi lo único que podían ver, pues la densa niebla lo cubría casi
todo.

- Tengo hambre, dijo Ron, debe ser la hora de cenar.

Harry miró su reloj.

- Tu estómago es puntual Ron, sonrió, es la hora de la cena.

Buscaron un claro y se sentaron a comer. Luego de descansar, retomaron el camino a pie,


cruzando la espesa niebla en dirección hacia el norte. La humedad les iba mojando las mejillas
y aún podían distinguir en parte el camino, por lo que decidieron no encender sus varitas
todavía. La bruma se comía el ruido de sus pasos, envolviéndolos en un profundo silencio.
Anduvieron lo que se les antojaron días, aunque el ambiente parecía ser el mismo. No podían
distinguir lo que había diez metros por delante suyo. De vez en cuando, lograban distinguir
pequeñas matas, y resecos arbustos que parecían muertos a pesar de sobrevivir aferrados a las
rocas. Dormían en turnos de dos mientras los otros dos vigilaban. A medida que pasaba el
tiempo, el desaliento los envolvió tanto como la niebla que los había estado acompañando
durante tanto tiempo. Las horas pasaban lentamente y se hacían eternas.

- ¡Cuidado! gritó Draco, despertando a Hermione y a Harry, quienes en ese momento dormían.
Todos habían advertido un extraño ruido, como una especie de gruñido rabioso. Con las
varitas aferradas, se pusieron espalda contra espalda, como si estuvieran a punto de
enfrentarse a una manada de lobos hambrientos. Poco después, el ruido cesó y nada pasó.
Extrañados, guardaron las varitas.

La niebla los envolvía opaca y fría con un color ceniciento que hacía que la tierra se
confundiera con el cielo, la firmeza del suelo bajo sus pies era la única certeza que tenían de
no estar flotando en la nada, como si caminaran dentro de un sueño, sin que existieran las

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noches y los días. Tuvieron que emplear todo su control mental para evitar que el espejismo
los derrotara. En ocasiones, desorientados, perdían el equilibrio.

Les resultada imposible calcular el tiempo transcurrido, si es que transcurría, y las


provisiones se habían agotado, sin embargo, no sentían hambre, solo un deseo de derrumbarse
y dormir debido a las mentes embotadas por la niebla. Ya no hablaban.

Tumbándose en el suelo Hermione fue la primera en sucumbir, Ron se arrodilló a su lado.


Draco y Harry continuaron caminando como autómatas. Harry no supo cuándo Draco se quedó
atrás, se encontraba solo y a cada paso que daba su cuerpo le resultaba más pesado y más
inútil.

Finalmente, veía todo borroso a su alrededor y se sentía sin fuerzas, con la sensación de que
la niebla había invadido y congelado su cerebro.

Se dejó caer de rodillas, boca a bajo. Sintió angustia por sus amigos pero nada podía hacer por
ellos, pensó en los suyos, en Ginny, en sus hijos a los que no volvería a ver.

Parecía ser el fin. En medio de su embotamiento, escuchó ruidos y sintió que algo se movía
junto a él, algo que lo tocaba, que lo volvía boca arriba, unas manos extrañas que lo sujetaron
por las muñecas y lo arrastraron por el suelo.

Harry abrió sus ojos, a su alrededor estaba todo oscuro, intentó moverse pero no pudo, unas
gruesas cuerdas lo tenían fuertemente amarrado, con dificultad, pudo ver a sus amigos, los
cuales también se encontraban atados a escasos metros de él; estaban inconscientes.

Harry pudo percibir cuando se fue acostumbrando a la oscuridad, que se encontraban en una
cueva, unos gritos desgarradores provenían de algún lugar de la misma, era como si
estuvieran torturando a alguien.

De repente, escuchó el fuerte ruido de algo parecido a unas garras raspando el suelo
acercándose a dónde se encontraban él y sus amigos. Cuando tuvo cerca a lo que se acercaba,
Harry pudo distinguir que se trataba de un hombre lobo, también conocido como licántropo.
El licántropo se dirigió a Harry con una voz muy grave:

-- Habéis entrado en nuestro territorio de caza, por lo tanto estáis en nuestro poder. ¿ Qué
hacíais en éste bosque ?

Harry no contestó, no quería dar ningún tipo de información acerca de su búsqueda del libro,
podría ser que los licántropos fuesen espías del Pacto.

-- ¡ Contesta ! rugió iracundo el licántropo, o tú y tus amigos lo pasaréis verdaderamente mal.

Harry se negó a decir nada. El licántropo se alejó rugiendo y maldiciendo y Harry se volvió a
quedar solo. Cinco minutos después, Ron, Draco y Hermione se despertaron.

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-- ¿ Dónde estamos, Harry ? preguntó nerviosa Hermione

-- Nos han capturado unos licántropos. Estamos en su cueva. Me han estado haciendo
preguntas.

-- Supongo que no les habrás dicho nada acerca del libro, inquirió mordazmente Draco

-- ¡ Claro que no ! No soy tan tonto

-- ¡ Draco ! gritó Ron. ¿ Por qué habría Harry de hacerlo ? Él no sería capaz de traicionarnos
de ése modo

-- Perdona, no quería decir eso, se excusó Draco

-- De todas formas no tiene importancia, tal como estamos o ocurre un milagro o mal nos veo,
dijo Harry, no dando importancia a lo sucedido

En ése momento se escucharon unos gritos desgarradores que parecían provenir de la entrada
de la cueva, muy lejos de donde ellos se encontraban. Se podía percibir el sufrimiento y el
dolor que estaban padeciendo las pobres personas que estaban siendo víctima de las torturas
de los licántropos. Minutos más tarde, escucharon unos pasos acercarse hacia donde ellos se
encontraban.

-- Es mejor que crean que al menos dos de nosotros seguimos dormidos, sugirió Hermione

-- Creo que es una buena idea, dijo Harry. Por cierto Hermione, tienes que prometerme una
cosa

-- Lo que quieras Harry

-- Pase lo que pase, no les dirás ni una sola palabra acerca del libro

-- Pero Harry... yo..

-- ¡ Promételo Hermione !

Hermione miró detenidamente a su amigo, una expresión de fuerte tristeza se dibujó en su


cara

-- Está bien Harry. Lo prometo, no diré nada

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Los cuatro permanecieron en silencio durante unos instantes

-- Draco y yo fingiremos que seguimos inconscientes, se ofreció Ron, rompiendo el silencio

-- De acuerdo, aprobó Harry. Silencio, que ya están cerca

Ron y Draco cerraron rápidamente los ojos y se pegaron a la pared, en la posición en la que se
encontraban antes de haber despertado.

Tres licántropos llegaron al lugar en donde se encontraban presos los cuatro amigos; el del
centro era el que había interrogado antes a Harry, los otros dos eran mucho más grandes que
él y, por lo que parecía, también más agresivos.

-- Vaya, vaya, vaya, veo que ha despertado la pequeña palomita dijo el licántropo del centro,
que se llamaba Olaf

-- Estos dos siguen durmiendo profundamente, bufó el licántropo de la izquierda, llamado


Hamid, a la vez que propinaba una fuerte patada al cuerpo de Ron, cuyas garras le abrieron
una pequeña herida en el costado; Ron aguantó el fuerte dolor producido por el golpe lo mejor
que pudo. Por suerte, los licántropos no se dieron cuenta del pequeño hilillo se sangre que
empezó a salir de su cuerpo

-- Bien, veamos lo que nos cuentas ahora, dijo el licántropo de la derecha, llamado François, el
cual hasta ése momento había permanecido callado.

-- ¿ Qué hacíais en nuestro Bosque ? preguntó Olaf

-- Harry mantuvo la misma actitud que antes, permaneciendo callado

-- No te va a servir ahora ésa técnica muchacho, rugió Olaf. ¡ Ocúpate de él, François !

El enorme licántropo agarró a Harry con una fuerza inusitada, arrancándole las cuerdas que lo
mantenían atado a la pared de la cueva. Luego, procedió a estrecharlo fuertemente entre sus
brazos.

A Harry empezó a faltarle el aire y se asfixiaba lentamente. Harry escuchó a Olaf preguntarle
nuevamente, qué era lo que estaban haciendo en el Bosque

-- Estábamos de acampada, mintió Harry

Hermione empezó a sollozar. No podría aguantar mucho más tiempo el ver a su amigo sufrir
de ésa manera

-- ¡ Apriétale más fuerte François ! gritó Olaf

-- ¡ Harry ! gimió Hermione

-- Jajaaja, míra cómo sufre por su amigo la joven bruja. Me encanta verlos llorar así

El que así se reía era Hamid, quien impasible, veía toda la escena pegado a la fría pared de la
cueva.

François aflojó nuevamente la presión que ejercía sobre Harry, pudiendo él recuperar un poco
el aliento

-- ¿ Vas a decirme lo que hacíais o vas a seguir inventándote Historias ? preguntó nuevamente
Olaf. Si nos lo dices, dejaremos que tú y tus amigos prosigáis tranquilamente vuestro camino

155
-- Estábamos... empezó a decir Harry

-- ¿ Sí ? preguntó Olaf

-- ¡ Harry ! ¡ No ! se oyó gritar a Hermione

--- Tengo que hacerlo Hermione, dijo Harry. Sólo así nos dejarán marchar

-- ¿ Pero es que acaso crees una sola palabra de lo que dicen ?

-- Tengo que hacerlo Hermione, por ti, por Ron, por Draco, por Ginny, por todos...

-- Suélta a la chica Hamid, y agárrala fuerte, parece que el polluelo va a cantar finalmente

Hamid soltó a Hermione y la sujetó con firmeza, de forma que ella apenas podía moverse

-- ¿ Y bien ? preguntó Olaf

-- Estábamos... cogiendo setas, dijo Harry, poniéndose a reír

--- Con que esas tenemos ¿ Eh ? ¿ te crees que eres gracioso ? No admitiré que te burles más
de mí muchacho. ¡ François ! Ya sabes lo que tienes que hacer

François ató a Harry a la pared y empezó a darle fuertes zarpazos en la espalda, desgarrándole
la piel. Harry acabó por desmayarse debido a la gran cantidad de sangre que había perdido.

-- ¡ Harry ! gritó desesperada Hermione al ver a su amigo en ése estado

-- A lo mejor tú puedes salvar a tu amigo y, de paso salvaros todos dijo Olaf, dirigiéndose a
Hermione

-- No os diré nada, dijo Hermione

-- Como quieras, entonces seguiremos con el chico. ¡ Reanimadle ! ordenó a los otros dos
licántropos

-- Será un placer, dijo François sonriendo, a la vez que llenaba un caldero de agua que había
pegado a la pared cerca de donde ellos se encontraban y se lo derramaba a Harry sobre su
cabeza. Harry se despertó y los fuertes dolores debidos a la cruel tortura a la que estaba
siendo sometido volvieron a hacerle gemir de dolor.

-- ¡ Lleváosle ! ordenó Olaf. El jefe sabrá mejor cómo convencerle. En cuanto a ti, muchacha,
te llevaremos a otro lugar en donde aprenderás a no ser tan insolente.

Los tres licántropos se llevaron a Harry y a Hermione, los cuales iban gritando debido al
cruel castigo al que estaban recibiendo. Draco y Ron se quedaron solos.

Unos minutos después, cuando vieron que los licántropos no volverían a buscarlos en mucho
tiempo, se reincorporaron.

-- ¡ Ha sido horrible ! susurró Draco, quien parecía estar llorando.

-- ¿ Estás llorando Draco ? preguntó Ron

-- No digas tonterías Ron, un Malfoy nunca llora

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-- Como tú digas, me habré confundido, con esta oscuridad

-- Por un momento creí que no iba a aguantar más tiempo escuchando los gritos de Harry, dijo
Draco

-- Hay que liberarlos como sea

-- La cuestión es cómo vamos a hacerlo si estamos atados aquí, Draco

--- Busca detrás tuyo a ver si ves alguna roca afilada en la pared, con la cual podamos cortar
nuestras cuerdas Ron

-- Buscaré a ver si hay alguna, aunque no creo que sea fácil con la oscuridad de esta cueva.

Harry fue conducido a una enorme sala en donde se encontraba el jefe de los licántropos.

-- Saludos mago, rugió el jefe de los licántropos. Soy Marcus. Me gustaría saber qué era lo que
estábais haciendo en nuestro bosque.

-- Ya y a mí me gustaría saber por qué nos habéis atacado dijo burlonamente Harry

-- Veo que sigues estando de guasa bramó Olaf, golpeando a Harry en la cara con sus garras

-- ¡ Déjalo ! gritó Marcus. Podéis dejarnos a solas.

Una vez que Harry se quedó a solas con Marcus, el licántropo procedió a desatarle y le indicó
que se sentase en una mesa de madera que había en el centro de la sala.

-- Mira, sin duda habrás oido hablar del Pacto.

Harry miró hacia otro lado, fingiendo no saber de qué hablaba el licántropo

-- Jejejej, creo que ése truco no te dará resultado conmigo. Conozco a los magos, sois falsos y
engañosos, por eso los licántropos os odiamos tanto dijo Marcus con desprecio. Como sin
duda alguna sabes de quien te estoy hablando sabrás que ellos no se andan con juegos; has de
saber que yo tampoco.

Te lo dejaré bien clarito Harry, pues ése es tu nombre ¿ no ?

Harry bufó en su interior, ¿ Cómo sabían los licántropos quién era él ? entonces cayó en la
cuenta de algo inquietante: si sabían quién era era bastante probable que también supiesen
qué era lo que habían ido a buscar él y sus amigos en el bosque, lo que también quería decir
que los licántropos sólo estaban buscando una confirmación de ello. ¡ Oh, no ! dijo Harry

-- Veo que vas comprendiendo. Ahora díme, o me dices dónde se encuentra la cueva de Merlín
o tu amiguita será pronto una de nosotros ¿ Y tú no querrás que eso pase verdad ?

-- ¡ Claro que no ! gritó Harry

-- Pues yo creo que la decisión es fácil muchacho, o me lo dices o tu amiga comerá un nuevo
tipo de carne fresca esta noche… ¡ la vuestra !

Harry empezó a pensar en la decisión a tomar. No podía permitir que los licántropos
encontrasen la cueva antes que ellos, si el Pacto se hacía con el libro sería el fin del Mundo
Mágico, no podía permitirlo... por otra parte no podía permitir tampoco que a Hermione la
transformasen en licántropa.

-- Creo que te lo voy a poner más fácil Harry ¡ Olaf ven aquí !

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-- ¿ Sí séñor ?

--- ¿ Quér habéis hecho con la chica ?

-- Está dando vueltas al molino señor, como usted ordenó

-- Tráemela enseguida

-- Lo que usted mande

Cinco minutos más tarde tres licántropos trajeron a rastras a Hermione, su aspecto era
lamentable. Harry sufrió mucho al ver a su amiga en ése estado

-- ¿ Qué les has dicho Harry ?

-- Nada, pero...

Harry se quedó mirando fijamente a su amiga sin saber qué hacer

Un licántropo de aspecto muy fiero se acercó a Hermione por detrás y empezó a olerla, otros
dos se situaron a los lados, rodeándola. Más licántropos entraron en la sala y se quedaron
mirándola, relamiéndose ante la posible presa fácil que tenían delante

-- ¿ Qué ocurre Harry ?

Harry miró nuevamente a su amiga y no pudo evitar echarse a llorar

--- ¡ Creo que vais a tener cena esta noche muchachos ! gritó Marcus a los licántropos

-- Es que..... si no les digo dónde está la cueva te convertirán en licántropa

-- ¡ Correré el riesgo Harry ! dijo Hermione decidida

Harry se puso a sollozar nuevamente al escucharle decir eso a su amiga

--- No puedo dejarles hacer eso Hermione… a ti no...

--- ¡ Harry, No ! ¡ No lo hagas !

¿ Y bien ? preguntó Marcus nuevamente

Os diré lo que queréis saber, se rindió finalmente Harry

-- ¡ Harry, no lo hagas !

-- La cueva de Merlín se halla en...

En ese momento se escuchó un fuerte ruido proveniente de los túneles de la cueva que
estaban cercanos a donde ellos se encontraban.

-- ¿ Qué es eso ? preguntó Marcus

-- ¡ Son los prisioneros ! se oía gritar

-- ¡ Maldición ! ¡ Se han liberado !

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-- Los licántropos que protegían la entrada cayeron ante los hechizos lanzados por Draco y
Ron, quienes furiosos, se acercaron a Harry y a Hermione. Un licántropo se abalanzó sobre
Draco quien levantó su varita y gritó:

-- ¡ Lyko plateus sempra ! unos rayos plateados en forma de flecha salieron de la varita y
alcanzaron al licántropo en el pecho, poco después se desplomó y cayó al suelo; estaba
muerto.

-- Si alguno más se acerca e impide que nos marchemos se llevará lo mismo que él

Los licántropos rugieron, furiosos e impotentes ante la huida de Harry y sus amigos, quienes
seguidos por los licántropos a una prudente distancia, iban recorriendo los túneles y demás
pasadizos de la cueva rumbo a la salida. Una vez que estuvieron fuera se internaron en el
Bosque intentando perder de vista a los licántropos amparándose en la oscuridad de la noche.

Dentro de la cueva Marcus ordenó a Olaf que fuese a buscar a los magos junto a Hamid y un
grupo muy numerosos de licántropos.

-- ¡ Quiero que los despellejéis vivos ! rugió Olaf, una vez que se internaron en el bosque

-- Seguro que no andan muy lejos, dijo Hamid, riéndose

 Harry, Ron, Hermione y Draco, llegaron a un claro del bosque, estaban jadeando debido al
enorme cansancio. A su alrededor se abrían varios senderos como bocas oscuras y tenebrosas.

 ---- ¿Qué hacemos ahora? – preguntó Hermione.

- Si, ¿qué camino vamos a tomar? preguntó a su vez Draco mirando a todos los lados.

  Harry avanzó unos pasos observando cada entrada, preguntándose qué hacer para sacar de
allí a sus amigos.

-   Dejadme pensar un poco...

Unos ruidos de hojarasca se escucharon muy cerca de ellos, a sus espaldas.

-  ¡Piensa rápido, Harry! apremió Ron, ¡Los licántropos se acercan!.

Pero ya era demasiado tarde, cientos de ojos rojos los observaban con mirada asesina.
Hermione pegó un grito y se aferró a Ron. Harry y Draco, agarraron con fuerza sus varitas y se
colocaron espalda con espalda.

-  Estamos rodeados Harry.

 Los licántropos se acercaron aún más a ellos, rodeándoles.

 -   Sabía que no llegarían muy lejos, se oyó decir a Hamid en medio de las carcajadas que
brotaban de la jauría de lobos.

-  ¿Tienes alguna idea, Harrry? susurró Draco .

-  Hay un hechizo para desterrarlos a otra dimensión mágica, siseó Harry, pero no lo
recuerdo.

-  Seguramente nuestra querida Granger lo sabe dijo Draco mirando a Hermione.

159
-   ¿Granger? preguntó Harry arqueó las cejas.

 Draco sonrió.

-  No estoy hablando de Hermione, la amiga, dijo. Me refiero a Granger, la inteligente de


Hogwarts.

- Tienes razón Draco, dijo Ron.

-  Es inútil que intentéis escapar dijo Olaf riéndose, estáis perdidos... es vuestro fin.

 
Los cuatro amigos se agruparon un poco más, hasta sentir sus cuerpos.

 -  Hermione, susurró Harry a su amiga, hay un hechizo que ...

-  ¡ Ya lo sé ! estoy tratando de recordarlo, lo interrumpió su amiga en voz baja, adivinando lo


que iba a decir Harry.

-  ¿Tu olvidando un hechizo ? se asombró Ron.

Hermione se encogió de hombros.

-  No pensé que podría llegar a necesitarlo.

-  Pues ahora lo necesitamos resopló Ron con preocupación. ¡Trata de recordarlo! .

-  ¡Lo sé... lo sé..! dijo Hermione exasperada, ¡Déjame pensar un poco!.

-  ¿Un poco? Hermione, no tenemos tiempo

-  ¡Ron! dijo Harry elevando ligeramente la voz; deja que se concentre.

Guardaron silencio, mientras los hombres lobo se acercaban cada vez más, amenazando con
cerrar el círculo a su alrededor.

-  Debemos distraerlos, sugirió Draco.

-- Buena idea, dijo Harry en voz baja. Ron, hazte cargo de Hermione ¿de acuerdo?... ¿Ron?..
¿Ron?

Ron miraba a los licántropos con gesto de asco.

-- ¡Tienen un aliento horrible! Dijo Ron volviendo a la realidad.

--- Bien, siseó Draco, cuando llegue a tres ...

---- Uno... dos... ¡tres!

160
---- ¡YA! gritó Harry con fuerza.

Harry y Draco comenzaron a atacar a los licántropos lanzando hechizos a diestro y siniestro,
mientras por su parte, Ron cubría con su cuerpo a Hermione, buscando alejarla de la pelea.

 
El bramido de la batalla estremecía los árboles haciendo que bandadas de pájaros huyesen
despavoridas. Harry confiaba en que su amiga recordara el hechizo para liberarse de los
licántropos, que por momentos, parecían multiplicarse.

Minutos más tarde, el rostro de Hermione se iluminó.

---- ¡Lo tengo! soltó con voz de triunfo, apenas audible.

La chica tomó la mano de Ron y avanzando agachados, lo arrastró lentamente hacia donde
estaban Draco y  Harry, esquivando los hechizos que pasaban rozándoles la cabeza.

 
----   ¡Tengo el hechizo, muchachos! dijo la muchacha en un susurro.

---- ¡Qué bien ! exclamó Ron ¿ a qué estás esperando entonces ?

 
Hermione bufó y miró furiosa a Ron durante unos instantes.

  ---- Es un hechizo muy potente, susurró. Abre un portal mágico a otro Mundo en el que los
licántropos quedarán desterrados, pero debe ser conjurado por una sola persona
 

--- ¿ Lo has escuchado Draco? preguntó Harry.

Draco continuaba lanzando hechizos.

--- ¡Draco!

---- Lo he entendido Harry, respondió el muchacho.

---- Bien, dijo Harry con un hilo de voz. Hermione, cuando de la señal tú lanzarás el hechizo.
Mientras, tanto, nosotros continuaremos distrayendo a los licántropos.

 
Se acomodaron espalda con espalda, formando una cruz, sin dejar de atacar a los licántropos,
los cuales sonreían satisfechos. Harry esperó unos instantes y gritó.

---- ¡ Ahora ! gritaron a la vez Draco y Harry

161
--- ¡ Portus divegis ! gritó Hermione

Hermione pronunció el hechizo y de su varita salió un potente rayo con un intenso brillo
cobrizo. Harry la miraba preocupado, la cara de su amiga le dio a entender que algo había
fallado. El rayo chocó contra un punto invisible en el espacio y se produjo una fuerte
explosión. Los cuatro amigos salieron disparados en distintas direcciones. Harry fue a dar
contra un montículo de piedras y tierra y cayó al suelo, inconsciente.

Los licántropos observaban lo que estaba ocurriendo con los ojos muy abiertos. Parecían
petrificados por el pánico y el terror, mirando hacia un punto específico del bosque, que
emitía una extraña, intensa y brillante luz que los hizo retroceder.

Ron y Hermione corrieron a socorrer a Harry, que continuaba desmayado, mientras Draco, al
igual que los hombres lobo, miraba la luz, protegiendo sus ojos con la mano.

Harry abrió los ojos y trató de incorporarse.

 ---- ¿Estás bien? preguntó su amiga preocupada.

Harry asintió.

Un poco aturdido aún, se preguntaba qué pudo haber fallado cuando se invocó el hechizo.
Algo, sin duda, produjo la detonación que lo hizo saltar por los aires.

 
---- ¿ Vosotros estáis bien ? preguntó finalmente.

 ---- Sí, estamos bien Harry,  respondió Ron. No te preocupes


 
Ron se volteó para mirar a Hermione
 
-  ¿Qué ha ocurrido?
 
Hermione se encogió de hombros y agitó su espesa cabellera.

---- ¡No lo sé!


 
---- ¿Estás segura de haber empleado el hechizo correcto? - preguntó Harry.
 
Su amiga dudó unos instantes.
 
---- Sí …
 
A Harry le pareció que aquella respuesta no era convincente, parecía cargada de dudas.
 
Harry se levantó y miró sorprendido a los licántropos que, petrificados, contemplaban la
extraña luz, que tenía la forma de una cueva. Vacilante, avanzó unos pasos hacia ella y vio
algo que le recordó las pantallas de los televisores muggles. Del otro lado de aquello que
parecía un cristal formado de la nada se veían extrañas sombras moviéndose.

Para entender lo que ocurre iremos primero al otro lado de la pantalla de luz:

162
Al otro lado del portal, en un lugar muy remoto, se encontraba un bosque, en aparente silencio
y tranquilidad, pero retrodedamos unos minutos al momento en el que Hermione lanza el
hechizo. Una pantalla brillante se empieza a formar enfrente de un grupo de árboles del
bosque, de ella parece salir mucha energía, en un momento dado múltiples rayos salen
disparados sobre los árboles. Al principio no ocurre nada, pero poco a poco, varios árboles
empiezan a moverse lentamente, un fuerte ruido de chasquidos de ramas hace retumbar todo
el Bosque.

En un momento dado, uno de los árboles empieza a andar en dirección a la enorme pantalla
brillante que tienen delante.

--- ¡ Hurrarum ! se oye al árbol quejarse ¿ Qué… será… esta extraña luz ?

Otros árboles se acercan a observar la extraña pantalla de luz.

Un pájaro sale de la pantalla

--- Esto.. es obra de un extraño mago… dice uno de los árboles, que parece estar al Mando.
¡ Alejaos de la pantalla, les ordena a los demás árboles.

Varios árboles se alejan lentamente de la pantalla, en ese momento otro pájaro la brillante
pantalla

--- Uno de los ents se acerca aún más a la pantalla, llegando a tocarla

--- ¡ Ramaviva ! Aléjate de la luz grita el árbol

Una mano humana parece entonces atravesar la pantalla de luz, Ramaviva la agarra
suavemente al principio, luego empieza a tirar de ella. El hombre al que pertenece la mano
empieza a emitir unos gritos, que asustan al árbol, el cual afloja la presión y camina hacia
delante para averigüar quien es el hombre que gritaba, desapareciendo tras la luminosa
pantalla

¡ Begalet ! gritó el árbol que estaba al mando

¿ Sí, padre ?

--- Tú… y tu hermano id a buscar a Ramaviva y traedle de vuelta. ¡ Hurrarum ! aquí deben de
volver.

--- Como ordenes padre…

Dos de los árboles cruzaron la pantalla de luz. Poco después ésta empezó a empequeñecerse
lentamente hasta que desapareció.

--- ¡ Hurrarum ! Han desaparecido…. Sin duda alguna.. esto tiene que ser obra de algún
mago…. Espero que regresen pronto….

Veamos ahora lo que ocurrió en el Bosque del otro lado de la pantalla luminosa, en donde
Harry y sus amigos se encuentran:

Al otro lado  de la extraña pantalla luminosa, todo parecía estar en orden, la vegetación
levemente agitada por el aire y las aves que revoloteaban entre las copas de los árboles. Un
pequeño gorrión se posó en una de las ramas y su pecho vibraba emitiendo un canto
agradable.

163
Se detuvo atraído por el canto del ave, cuando algo llamó su atención. El gorrión dio pequeños
saltos, antes de emprender el vuelo en dirección de la luz y desaparecer misteriosamente en el
aire.

---  ¿Qué demonios…?

---- ¿Habeis visto eso ? preguntó Ron, sorprendido.

Harry aferró con fuerza su varita y caminó hasta llegar al espacio por el que había
desaparecido el pájaro.

---- ¿Adónde vas, Harry? preguntó Draco.

---- ¡Cuidado! advirtió Hermione.

Harry sabía que cometía una imprudencia y que el mundo mágico estaba lleno de misterios
que no aún no alcanzaba a descubrir, pero al mismo tiempo sentía una curiosidad punzante.
Caminó un poco más. De nuevo, otra ave pasó volando por encima de su cabeza y fue tragada
por la extraña luz.

Mientas la mano que sostenía la varita tenía los nudillos blancos por la presión, la otra mano
estaba extendida hacia el frente, buscando palpar algo en el vacío.

Los licántropos seguían allí, mirando con terror la luz, sin atreverse a acercarse. Harry siguió
avanzando, lentamente la luz lo iluminaba como si fuera un espectro. Ron trató de correr
hacia él, pero Draco lo detuvo. Harry continuaba con el brazo extendido y se acercó lo
suficiente para notar que una parte de su mano había desaparecido. Sorprendido, dio un salto
hacia atrás retirándola de inmediato.

--- “Hay algo allí” pensó.

Meditó unos instantes y pensó que era mejor retirarse de ese lugar. Pero la curiosidad que
sentía era más fuerte que su sensatez, ¿qué podía ser aquello que había hecho paralizar de
miedo a los licántropos?. Inhaló una bocanada de aire y la soltó lentamente, luego, con
decisión, extendió de nuevo su brazo y avanzando hacia delante vio una vez más que su mano
desaparecía, dejando a la vista apenas una parte de su brazo. Pero vio algo más, la intensa luz
provenía de un cuadrado similar a una puerta.

De pronto, algo aferró con fuerza su mano, atemorizándolo. Con todas sus fuerzas luchó
contra aquello que lo sostenía y que trataba de atraerlo hacia el otro lado de aquel espacio
vacío. Parecía una mano con muchos dedos, dura y ligeramente áspera. La fuerza de la
sacudida hizo que su varita se cayera al suelo.

Harry forcejeó sintiendo que el sudor corría por sus sienes.

---- ¡ Ayudadme !

  Sus amigos apuntaron con sus varitas hacia la nada y gritaron al mismo tiempo.

 
---- ¡ Expelliarmus !

164
Pero el hechizo no resultó.

Guardaron las varitas en los bolsillos y ayudaron a Harry, que luchaba una y otra vez.
Haciendo un último esfuerzo tiraron de él hacia atrás. De pronto, una visión aterradora surgió
de la nada, aquello que sujetaba la mano de Harry parecía ser la rama de un árbol.

Tiraron de nuevo, ganando terreno. La rama se hizo cada vez más larga hasta llegar al recodo
del tronco. Tenía la forma de una mano de largos y tortuosos dedos sujeta a una rama torcida.
Era de madera, no cabía la menor duda.

Repentinamente, la extraña mano soltó a Harry haciendo que los cuatro cayeran sentados en
el suelo. Agotados por el esfuerzo, se levantaron de un brinco y blandieron las varitas,
mientras retrocedían unos pasos, expectantes a cualquier reacción de aquel extraño ser que a
todas luces, tenía vida.

Poco a poco, la aterradora imagen se hizo visible a sus ojos, tapando la intensidad de la luz
que solamente rodeaba su contorno. Saliendo de la nada emergió parcialmente una extraña
criatura, mitad hombre, mitad árbol de tronco descomunal y escasas hojas en su copa.

Harry no podía dar crédito a lo que veía, era un árbol que caminaba.

Retrocedieron un poco más, mirando con horror que el árbol se había


materializado por completo y avanzaba hacia ellos, pero no venía solo, otros árboles lo
acompañaban. Medían unos cuatro metros de altura y se movían con unas piernas que no se
doblaban y unos pies que parecían estar formados por raíces vivas, balanceándose y
estirándose como un ave zancuda. Los licántropos pegaron un aullido de terror y huyeron
despavoridos. Una vez que salieron todos los árboles, la brillante apertura en forma de puerta
se redujo hasta un pequeño y luminoso punto en el aire, antes de desaparecer por completo.

--- ¡ Herrarum ! … oyeron decir a uno de los extraños árboles. ¿Por.. qué.. nos han sacado de
nuestro mundo? Preguntó

La atronadora voz provino de una apertura en el árbol a modo de boca en una especie de
rostro que daba la impresión de estar tallado en la madera. Aunque hablaba despacio, la
potencia de su voz hizo vibrar el follaje de la vegetación al lado de Harry. El tronco parecía
estar cubierto por una áspera corteza, pero sus brazos como ramas se notaban suaves y lisos y
terminaban en nudosas manos de siete dedos. La extraña cabeza de la criatura, casi sin cuello,
era alta y tan gruesa como su tronco. Tenía ojos marrones y grandes que despedían un
resplandor verdoso y una enmarañada barba gris como un hato de ramitas y musgo.

---- ¿Quiénes… no… qué son ustedes? musitó Harry con voz temblorosa.

---- ¡Somos… ents… ! bramó lentamente uno de los árboles, que debía ser el líder.
Hermione ahogó un grito y se tapó la boca con ambas manos.

----- ¡Ents! – exclamó la muchacha con mezcla de temor y admiración. Los tres se voltearon a
mirarla.

---- ¿Ents? preguntaron Harry y Draco al mismo tiempo.

---- ¿Sabes qué son esta especie de árboles ? – preguntó Ron estupefacto.

165
---- ¡ Sí ! – Respondió la chica, visiblemente emocionada, he leído acerca de ellos en…
 
Hizo un silencio repentino y palideció. Había caído en cuenta de un terrible detalle.
 
---- Me temo que he cometido un error…
 
---- ¿Un error? preguntó Ron con preocupación ¿qué error?
 
---- Pronunció mal el hechizo, dijo Draco, adivinando los pensamientos de su amiga.
 
Hermione lo miró y asintió.

---- He invocado el portal equivocado.


 
---- ¿Cómo?...  dijo Ron tartamudeando. ¿Qué has dicho, Hermione… ¿Qué has hecho qué?
 
Hermione palideció aún más.
 
---- He invocado el portal que liberó a los ents.
 
---- ¿Qué son los ents? preguntó Harry recordando que aún con su edad y experiencia, no
terminaba de conocer totalmente al mundo mágico.

Hermione se separó de Ron y avanzó unos pasos.

---- Los ents son una antigua raza que apareció en el lejano Mundo Mágico de la Tierra Media.
Fueron aparentemente creados y pensados como Pastores de los Árboles, para proteger a los
bosques de unas terribles criaturas llamadas orcos y otros peligros.

Hermione miró hacia atrás e hizo un amago de sonrisa.

---- Eso explica la huida de los hombres lobo, seguro que conocen la historia.

  Hermione se expresaba con naturalidad, como si estuviera dando respuesta a una pregunta
formulada por un profesor en el Colegio.

---- Los ents, continuó, adoptaban la forma del árbol que cuidaban. Vivían en un lugar llamado
el Bosque de Fangorn.

---- ¿Vivían? tronó disgustado uno de los ents, ¡ése es… el lugar del que provenimos…! el
lugar…. del que nos habéis sacado. Soy Begalet, el más joven de los descendientes del gran
Bárbol, señor de los ents y él es mi hermano Gagalet…. Dijo el ent, señalando al árbol que
estaba a su derecha; y éste, señaló al de su izquierda, es Ramaviva. Muchas edades de
estrellas y de soles han pasado desde Bárbol hasta mí. Somos la raza más alta y fuerte nacida
en cualquier Mundo Mágico.

Gagalet miró fijamente a Hermione.

---- ¡Eres una mujer! exclamó con voz grave. bo una época en la que también había ents
mujeres, pero estas comenzaron a desplazarse lejos de los ents hombres, porque a nosotros
nos gusta controlarlo todo.

---- Cierto, dijo Hermione, Las mujeres ents se mudaron a través del Gran Río Anduin a una
región llamada las Tierras Baldías, la cual, fue destruida posteriormente por Sauron, un ser
malvado de la Edad Media, y las ents mujeres desaparecieron.

166
---- Sí, dijo Bagalet con tristeza. Los ents las buscamos, pero nunca las pudimos encontrar.
Algún día lo conseguiremos .

--- Lo dudo, dijo Ron soltando una risita, Hermione le lanzó una mirada severa.

---- Leí en una historia antigua de los elfos, prosiguió Hermione, que cuando Varda, la Reina de
los Cielos, volvió a alumbrar las estrellas y con ello despertaron los elfos, también despertaron
los ents en los grandes bosques de Arda. Procedían de los pensamientos de Yavanna, la Reina
de la Tierra, y eran sus Pastores de Árboles. Demostraron ser pastores y guardianes porque,
cuando se provocaba su ira, la furia de los ents era terrible y podían aplastar la piedra y el
acero con sus manos desnudas. Se los temía con razón, pero también eran amables y sabios.
Amaban a los árboles del bosque y los protegían del mal.

Los ents miraban a Hermione con admiración.

---- Sabes mucho acerca de nosotros, dijo Ramaviva, que hablaba con más vivacidad que los
demás ents.

Hermione se ruborizó.

--- Creí que los ents ya no existían, soltó la muchacha, que os habíais convertido en una
especie en decadencia en parte porque muchos volvísteis a vuestra forma durmiente de
árboles debido al cansancio, al olvido y a la no existencia de nuevos ents niños tras la marcha
de las mujeres ents .

--- Eso no es cierto, dijo Bagalet, aún sobrevivimos, aunque sí es cierto que nuestro número
es muy pequeño. Muchos ents permanecen dormidos y es muy difícil despertarlos.

---- Pero... ¿qué hacéis aquí? preguntó Draco. ¿ Por qué habeís venido?

  Se oyó un murmullo general de protesta que, aunque grave y lento, hizo retumbar el suelo a
sus pies. Harry y sus amigos retrocedieron un poco mas, aferrando sus varitas.

--- ¡ Hurrarum !    ¡Nosotros…. No… hemos venido ! se lamentó lentamente Bagalet. Ustedes
nos han traído… ¡ Queremos regresar a nuestro bosque !

Los 4 se miraron unos a otros con caras de preocupación

-- No sabemos cómo hacerlo en este momento, dijo finalmente Hermione, pero les prometo
que os devolveremos de vuelta a vuestro Mundo tan pronto como podamos.

-- ¡ Hurrarum ! Bien... de momento, nos fiaremos de vuestra palabra, dijo Bagalet

-- Ahora mismo tenemos que buscar una cosa en este Bosque, pero cuando la hayamos cogido
podéis veniros con nosotros a nuestro Castillo hasta que podamos mandaros a vuestro mundo,
prometió Harry

-- De acuerdo... dijo Ramaviva, estrechando su enorme brazo con la de Harry

167
-- Debemos de partir hacia la cueva Harry, dijo Draco

--- Volveremos a por ustedes, dijo Ron, despidiéndose de los ents

-- Estaremos aquí... esperando. Que tengais un buen viaje.

Continuaron andando a través del espeso y sombrío bosque, retomando el camino por el que
andaban antes de que les atacasen los hombres lobo; dos horas más tarde llegaron a un claro
en el cual se encontraban dos chicos jóvenes, sin lugar a dudas, muggles, uno de ellos lloraba
profusamente. Desde donde se encontraban podían escuchar su conversación.

-- ¿ Crees que le encontraremos Paul ?

-- Ya no estoy tan seguro de eso Tomás, llevamos días recorriendo este bosque y aún no hemos
encontrado ni tan siquiera una sola huella suya

--- No te desanimes Paul, seguro que tendremos un golpe de suerte

-- Yo no confiaría tanto mi destino en la suerte hermano

-- ¿ De momento es nuestra única esperanza no ?

-- En eso tienes razón, mañana por la mañana daremos otra batida y espero que esta vez no
haya lobos cerca

-- Esos chicos de ahí son muggles Harry, dijo Hermione, preocupada

-- ¿ Qué harán en este bosque ? preguntó Draco, no es lugar para unos muggles

-- Sin duda alguna algo les ha obligado a adentrarse en el bosque, no creo que hayan venido
por su propia voluntad.

-- ¿ Y qué vamos a hacer ? preguntó Ron, no podemos descubrirnos como magos ante ellos y
debemos de continuar, la cueva está en esa dirección.

-- Tengo una idea, dijo Hermione, guardad vuestras varitas, nos haremos pasar por muggles y
les ofreceremos ayuda, al parecer, ése al que buscan podría estar cerca de la cueva.

-- ¿ Pasarnos por muggles ? ¿ Estás loca ? se quejó Draco, un poco indignado

Hermione le lanzó una mirada inquisitiva, a la que se unió Ron, Harry parecía ausente, como
meditando la idea de Hermione

--- ¡ Oh ! De acuerdo, nos haremos pasar por muggles, aceptó finalmente Draco, pero dejad de
mirarme así. Harry ¿ tú crees que es una buena idea ? preguntó Draco, esperanzado.

Harry no contestó

-- ¡ Harry ! gritó Ron llamando a su amigo

Harry se volvió, sobresaltado por la llamada de Ron

-- ¿ Pasa algo chicos ?

-- Te preguntábamos si creías que sería una buena idea el hacernos pasar por muggles y
ayudarles

168
-- Eh... sí, creo que es una buena idea

-- Bien,. veo que todos estamos de acuerdo, guardad entonces vuestras varitas, dijo Hermione.

Y antes de hacer eso, tengo una idea, añadió Hermione en un susurro, ¿ Por qué no nos
hacemos pasar por cazadores ?

--¡ Sí ! gritó Draco, es una buena idea

-- Habla más bajo Draco, o nos oirán, dijo Harry

Hermione agitó su varita mágica, murmuró unas palabras y cuatro rifles de caza último
modelo se materializaron junto a ellos.

--- Bien, cojamos uno cada uno y presentémonos a esos muggles, dijo Harry

Una vez que cada uno cogió su respectivo rifle, se acercaron lentamente y en silencio al lugar
en el que se encontraban Tomás y Paul, los dos muggles quienes en ese momento, estaban
pensando en cómo afrontar las próximas horas del día.

-- ¿ Tú crees que andará cerca Paul ?

-- La verdad es que no lo creo Tomás pero...

Un ruido de hojas secas se oyó cerca de donde se encontraban

--- ¿ Has oido eso ? preguntó Paul

-- Alguien se acerca, creo que son varias personas, y están hablando

-- Escuchemos lo que dicen, sugirió Paul

A ellos les vinieron las voces de Ron, Harry, Draco, y Hermione, quienes haciéndose pasar por
cazadores, estaban desarrollando su juego.

Los dos muggles vieron a cuatro personas acercarse entre la espesura de los árboles al lugar
donde se encontraban. Eran tres hombres y una mujer.

-- ¿ Tú crees que el ciervo huyó por allí Ron ? vieron que preguntaba un chico rubio a otro
chico, éste pelirrojo.

-- Creo que huyó en esa dirección, dijo el tercer chico, el cual pudieron ver que llevaba unas
gafas

-- Adentrémonos y acabemos con él, dijo la chica

Paul y Tomás se miraron mutuamente, sonriendo

-- Creo que hemos tenido un golpe de suerte, dijo Tomás, susurrando, ellos también buscan al
ciervo y parece que estamos cerca

-- Salgamos a saludarles, le buscaremos con ellos

Poco después del encuentro, los seis avanzaban sigilosamente por el bosque en busca de lo
desconocido.

-- ¿ Así que buscáis a vuestro hermano Kevin, no Paul ? preguntó Harry

169
-- Sí, así es Harry, vino a cazar hace unos días y desde entonces no hemos tenido noticias
suyas

-- ¿ Y no crees que se pueda haber demorado un poco, tan sólo y que realmente no le haya
sucedido nada ?

-- Aunque se hubiera demorado, nos habría avisado, él siempre nos manda mensajes al móvil
o nos manda vídeos al ordenador portátil, pero esta vez nada de nada, el móvil le tiene
apagado y no hemos recibido ningún vídeo o mensaje, lo cual es bastante sospechoso

-- Sí, la verdad es que a mi también me lo parece, comentó Ron

En ese momento se escuchó un fuerte alarido proveniente de lo más profundo del bosque

-- ¿ Qué demonios es eso ? preguntaron todos a la vez

-- Parecía el rugido de un oso, dijo Paul

-- O algo mucho peor, dijo Hermione

-- Pero ¿ qué podría haber peor que un oso salvaje en un bosque ?

Hermione se limitó a encogerse de hombros y lanzó una significativa mirada de preocupación


a Harry y a Draco, quienes también se pusieron muy nerviosos.

----- ¿ Estáis pensando lo mismo que yo, chicos ? preguntó Ron mirando a Hermione, Harry y
Draco

-- Creo que sí Ron, y como sea ciero, eso es malo, muy malo…

-- A lo mejor nos estamos equivocando, pensad que no se han visto muchos desde hace siglos

---- Puede ser que nos equivoquemos, pero desde luego, la situación tiene todos los visos de
ser lo que parece.

--- ¿ Pero de qué rayos estáis hablando ? gritó Tomás, enfadado

-- Créeme, es mejor que no lo sepas Tomás, dijo Harry, procurando tranquilizar al joven
muggle aunque en vano.

--- Si tenemos razón, lo más probable es que vuestro hermano esté preso de una criatura
diabólica, un …

--- ¡ No digas nada Harry ! Aún no estamos seguros, lo interrumpió Ron

-- ¡ Es mejor que sepan a lo que se enfrentan ! gritó a su vez Draco

--- Yo creo Harry, que deberías pensarte bien si quieres decírselo dijo Hermione

-- Por favor chicos, os lo suplico, si sabéis qué es lo que atrapó a nuestro hermano decidnoslo,
imploró Paul

-- Debo decírselo Hermione, es su hermano, ¿ Ron, qué harías tú si alguien cercano a ti fuese
capturado ?

170
Ron no contestó a la pregunta, la respuesta la sabían todos perfectamente; todo lo que
estuviese en sus manos por salvarle.

-- Adelante Harry, díselo, concedió finalmente Ron

-- Chicos, empezó Harry, dirigiéndose a Paul y a Tomás. Es bastante probable que a vuestro
hermano lo haya capturado un... Harry dudó durante unos instantes continuar hablando,
pero finalmente se decidió a ello. Un Wendigo.

Un largo silencio siguió a las dramáticas palabras de Harry, Paul y Tomás apenas podían dar
crédito a lo que habían escuchado

-- ¿ Vosotros creeis lo mismo que él ? preguntó Paul, intentando hallar algún ultimo atisbo de
esperanza para su pobre hermano, más fue en vano

-- Estamos convencidos de ello, dijeron a la vez Ron, Draco y Hermione

-- Las leyendas acerca del Wendigo son numerosas, comenzó a explicar Hermione, así en unas
es una personificación de un gran cazador que se perdió en el bosque y por alimentarse con
carne humana fue castigado y se transformó en algo parecido a un zombie, con Grandes Manos
con garras y muy ágil, que se alimenta de carne humana. En otras se dice que es un espíritu
del bosque, corpulento y con pelo blanco, que se alimenta de musgo. En casi todas se cuenta
que comía guerreros que se aventuraban demasiado en los grandes bosques desiertos y helados
del norte de Estados Unidos y Canadá y que se perdían en los mismos. En sí, es una criatura
diabólica.

-- Yo creía, de todas formas, que sólo habitaban en los Bosques de América, objetó Tomás

-- Y así fue durante mucho tiempo, dijo Harry, pero, al aumentar la temperatura del planeta,
debido al cambio climático, tuvieron que expandirse y encontrar nuevos hábitats y zonas de
caza.

Hermione continuó hablando del wendigo:

-- El Wendigo es una criatura que inicialmente habitaba en los bosques septentrionales y en


las praderas del norte de Minessota, al igual que en las regiones norseptentrionales de Canadá.
El Wendigo es a veces encontrado por cazadores y campistas en bosques oscuros. Pero,
Kenora, en Canadá, es el lugar donde más veces se ha visto a esta criatura denominándose el
lugar como “ La capital mundial del Wendigo ”.

Además, La descripción de un Wendigo es normalmente la misma: increíblemente delgado,


ojos luminosos, largas garras amarillentas y una lengua muy larga, alrededor de 3 metros de
alto y con una piel cetrina amarillenta. Este ser se dice que tiene un voraz apetito por la carne
humana causando así la desaparición de varios habitantes de las zonas forestales. "Tienen
cientos de años. Cada uno fue en su tiempo un hombre. A veces Indios, otras veces un
colonizador, un minero o un cazador".

Los indios Inuitas de la región llaman al Wendigo de varias maneras (Witigo, Wikio o Wee-Tee-
Go) pero todas ellas vienen a tener el mismo significado: "El espíritu maligno que devora al
hombre". Las versiones de los nativos americanos dicen que el Wendigo fue una vez humano
pero que fue transformado en esta criatura mediante el uso de la magia negra.

Según los expertos, el Wendigo se creará siempre que un humano recurra al canibalismo.
"Durante algunos áridos inviernos algunas personas pueden verse privadas de comida y tienen
que recurrir al canibalismo para sobrevivir, comiéndose a otros miembros de su tribu".
Culturas de todo el mundo creen que el comer carne humana da a las personas ciertas
habilidades. Velocidad, fuerza, inmortalidad. Si comes la suficiente carne, durante años, te
conviertes en esta cosa. Y siempre tendrás hambre."

171
Mientras tanto, de acuerdo a las primeras versiones de los colonizadores con respecto a la
leyenda, el Wendigo puede a veces verse como una profecía de muerte en una comunidad. Un
Wendigo según se dice hizo un número de aparicones cerca de un pueblo llamado Rosesu, al
norte de Minnesota, desde finales del 1800 hasta mediados de la década de 1920. Cada vez
que que se le veía, le seguía una muerte inesperada en la comunidad y, finalmente, no fue
visto más.

Los poderes del Wendigo nunca han sido demostrados. Lo único que sabemos realmente de
esta criatura es que, debido a su fuerza y su destreza, se acerca a lo que se llamaría el
"cazador perfecto". Conoce cada palmo de su territorio, cada caverna, árbol y arbusto. "Más
que nada un Wendigo sabe cómo pasar los inviernos sin alimento. Hiberna durante años hasta
que despierta y, cuando lo hace, captura a sus víctimas con vida. Los almacena y puede
comérselos cuando quiera. También puede hacer uso del control del tiempo a través de la
magia negra. Debido a esto, las tribus nativo americanas se dedicaron a cazar a esta criatura
en el pasado" .

-- De pequeño, nuestro padre solía contarnos cuentos acerca de Jack Fiddler, el famoso
cazador de wendigos, dijo Paul

-- La verdad es que siempre creímos que eran eso, simples cuentos, dijo a su vez, Tomás

-- No hay que subestimar el poder de los cuentos amigo, dijo Draco

Te diré que Jack Fiddler fue quizás el más famoso cazador de mendigos. Era un indio del cual
se cree que llegó a cazar al menos 14 wendigos durante su vida. El último asesinato de Jack
Fiddler lo hizo ir a prisión a la edad de 87 años. En Octubre de 1907, Jack y su hijo, Joseph,
fueron juzgados y condenados por el asesinado de una mujer india de la tribu Cree. Jack
admitió que era culpable del crimen pero, en su defensa, alegó que la mujer estaba maldita por
el espíritu de un Wendigo y mataría con el tiempo a miembros de su tribu. Hasta el fin de sus
días, este "Van Helsing" indio estuvo convencido de que el sacrificio que hicieron él y su hijo
fue debido a una noble causa.

-- ¿ Y cómo se mata a un wendigo ? preguntó Paul

-- Esa es una buena pregunta, dijo Hermione, pues en verdad es muy difícil matar a un
wendigo. Tan sólo el fuego los destruye, y una vez que su cuerpo esté consumido por el fuego,
hay que buscar entre los restos y destruir su gélido corazón con una estaca de plata.

-- Hay que tener en cuenta que esto, quemarlo, es en sí muy complicado, teniendo en cuenta
las descripciones de los supervivientes a sus ataques, los cuales cuentan que se mueve con
extrema rapidez, aclaró Harry.

En ese momento, algo hizo que Harry dejase de hablar acerca del wendigo, un terrorífico grito
de auxilio se escuchó unos cuantos cientos de metros más adelante de donde ellos se
encontraban.

-- ¡ Auxilio ! ¡ Socorro !

Sin tiempo para coger sus mochilas, Paul y Tomás, emprendieron una carrera frenética hacia
el lugar de donde provenían los gritos de auxilio, Harry y sus amigos sólo tuvieron tiempo de
coger sus varitas y salir corriendo detrás de ellos. Cuando llegaron al lugar se encontraron
con que allí no había nadie.

--- ¿ Qué significa esto ? preguntó Paul, inquieto

-- ¡ Oiga, estamos aquí ! ¿ Se encuentra bien, buen hombre ? gritó a su vez, Tomás

Un frío repentino les heló los huesos, la tensión se podía notar en la sangre.

172
-- ¿ Qué ocurre Harry ? preguntó Ron, en voz baja

-- Es lo que me temía Ron, el wendigo nos ha engañado.

Harry levantó la mirada hacia el lugar de donde habían venido corriendo.

-- ¡ Volvamos ! gritó Harry. ¡ Rápido !

Corrieron como alma que lleva el viento al lugar en donde se encontraba el campamento de
Paul y Tomás, pero al llegar allí se encontraron con que el campamento había sido saqueado y
no había rastro ni de las tiendas ni de las mochilas de los dos jóvenes.

-- ¡ Oh, no ! se lamentó Paul

-- ¡ Nuestro equipo ! dijo a su vez Tomás

-- Se nos olvidó ese pequeño detalle, advirtió Hermione

-- Sí, dijo Harry, quejándose

-- ¿ Qué detalle ? preguntó Ron

-- Los wendigos saben imitar la voz humana, así que era el wendigo el que fingió ser atacado,
no un hombre

Draco y Ron se llevaron las manos a la cabeza en señal de desconcierto

-- ¿ Y ahora qué hacemos Harry ?

-- Pues... Harry dudó. Seguir avanzando

-- Yo sugiero que encendamos una hoguera antes de continuar, dijo Hermione mirando
significativamente a Harry, cosa que no fue advertida por los dos jóvenes muggles

-- Tienes razón Hermione, con esta oscuridad será difícil avanzar a través del bosque si no
llevamos antorchas con nosotros

Media hora más tarde, y ya provistos de antorchas, continuaron avanzando por entre la
espesura del bosque. De repente, escucharon un fuerte crujido de madera, varios árboles se
desplomaron sobre ellos, aunque afortunadamente supieron reaccionar a tiempo y así evitaron
ser aplastados por ellos

-- Es el wendigo de nuevo, advirtió Ron. Está jugando con nosotros al gato y al ratón

-- Pues yo no le serviré de queso dijo Draco, enojado

-- Nosotros tampoco amigo, dijo Hermione

-- Debemos de avanzar en sigilo, quizás hallameos un punto desde el cual podamos ver por
dónde se mueve y planear una estrategia de ataque, sugirió Harry

--- Buena idea, creo que el mejor sitio es esa colina de allá lejos, dijo Hermione señalando un
punto elevado muy distante de donde ellos se encontraban

-- Tardaremos mucho en llegar allí, dijo Paul

-- No te preocupes hermano, merecerá la pena, dijo entonces Tomás

173
Entonces, muy despacio y, amparándose bajo la oscuridad de la incipiente noche que se les
avecinaba, prosiguieron la marcha en dirección a la colina.

Harry y Hermione llegaron los primeros a lo alto de la colina, Hermione fue corriendo
rápidamente hacía un árbol muy grande que se encontraba unos metros más apartado del
centro de la misma y se chocó violentamente contra él. Harry la observó preocupado,
últimamente había observado que durante la última media hora había estado actuando de una
forma muy extraña, incluso preocupante. Después de golpearse, empezó a mostrar un leve
cojera.

-- ¿ Estás bien Hermione ? le preguntó Harry

--- No te preocupes Harry, no ha sido para tanto el golpe

Hermione se acercó nuevamente al árbol, lo rodeó y, al salir del otro extremo del mismo,
portaba un extraño bastón en la mano, similar al que usan los cojos para ayudarse a andar.

-- ¿ Estas segura de que estás bien ?

-- Si, tranquilo, es tan sólo una leve cojera

-- Si tú lo dices... pero yo creo que el simple hecho de que tengas que usar un bastón ya es
como para preocuparse y además...

-- ¡ Harry ! gritó Hermione. Ya te he dicho que estoy bien

Harry se quedó mirando a su amiga, luego observó detenidamente el bastón.

-- Es curioso, la madera del bastón, pensó Harry a la vez que miraba a los árboles de
alrededor... no parece coincidir con ningún árbol de aquí. ¿ De dónde lo habrá sacado ?

En ese momento Paul y Ron acanzaron la cima de la colina; minutos más tarde llegaron
Tomás y Draco.

-- Debemos de tratar de localizar la cueva del wendigo desde aquí, dijo Harry

Estuvieron observando detenidamente el valle que tenían debajo suyo sin ningún resultado,
mientras la oscuridad de la noche aumentaba por instantes hasta que...

--- ¡ La encontré ! gritó Ron, lleno de júbilo. ¡ Mirad allí ! gritó nuevam,ente señalando un
punto muy distante de donde se encontraban

Entonces todos la pudieron ver. Entre dos enormes peñascos y multitud de arbustos, que
obstruían el acceso a la misma y que sin duda alguna servían de protección, se veía la entrada
a una profunda y oscura cueva, por la que vieron salir en ese momento, rugiendo fuertemente
al wendigo.

-- Debemos de tumbarnos en el suelo, dijo Draco, es de noche y es el momento en el que el


wendigo se vuelve más peligroso, casi invencible.

-- Creo que nos está buscando, susurró Ron

-- Tengo una idea, dijo Hermione, alejándose unos metros y situándose detrás del árbol, en
donde no podían verla. ¿ Harry, me acompañas ?

Harry fue al lugar en donde se encontraba su amiga

174
-- ¿ Me vas a decir a qué viene toda esta intriga Hermione ? preguntó Harry, visiblemente
enojado

-- Espera a ver

Hermione se alejó unos metros, hasta que estuvo segura de que nadie aparte de Harry la oía y
entonces dejó de cojear. Harry, que vio esto, ya no pudo aguantar más, sacó su varita mágica,
que llevaba oculta bajo el grueso abrigo de cazador y apuntó con ella a Hermione.

-- ¿ Quién eres tú ? ¿Qué has hecho con Hermione ? ¿ eres del Pacto verdad ?

-- Harry, tranquilízate, soy yo, Hermione, tu amiga. Déjame que te explique.

Harry, algo más calmado, bajó la varita.

-- Empieza por ése bastón. ¿ De dónde demonios lo has sacado ?

-- Jajaja, se rió Hermione, ¿ el bastón ? mira Harry.

Hermione levantó el bastón en el aire, lo agitó suavemente, murmuró algo en voz baja, y
lentamente el bastón se fue encogiendo hasta quedar reducido a una simple varita.

-- Es mi varita mágica Harry. Si es que os he estado mandando señales de aviso y solamente


tú te has dado cuenta, ahora ya es tarde, te he hecho venir para proponerte mi idea y qaue
los muggles no se enterasen. ¿ te importaría prestarme tu capa invisible ?

-- Tómala

Hermione cogió la capa con su mano izquierda, y con su mano derecha asió su varita magica,
la agitó fuertemente apuntando a la capa, la cual empezó a aumentar de tamaño, hasta
hacerse inmensa

-- Verás, Harry, el wendigo no parará hasta encontrarnos, y no desearía saber qué es lo que
pasará si eso ocurre, no sé tú, pero yo prefiero que no nos encuentre debido a que no pueda
vernos

-- Creo que ya capté la idea, nos esconderemos detrás de la capa, pero.. ¿ qué le diremos a los
muggles ?

--- Espera un poco

Hermione agitó nuevamente la varita, apuntando a la capa, la cual adquirió el aspecto de una
roca

-- ¿ te parece ? les diremos que es una especie de camuflaje

Harry miró a la " rocosa capa " con expresión satisfecha. Sin duda alguna era una buena idea.
Poco después, los dos volvieron junto a Paul y Tomás, Draco y Ron

-- ¿ Qué estábais haciendo ?

-- Estábamos tejiendo un disfraz de camuflaje, anunció Hermione, sacando la aparentemente


rocosa roca de invisibilidad, en la otra mano portaba unas agujas e hilo de coser.

-- ¡ Qué buena idea! exclamaron todos alborozados

-- Nos ocultaremos todos bajo el disfraz de roca y cuando venga el wendigo, creerá que somos
rocas, dijo Paul contento

175
Pero no tuvieron mucho más tiempo para probar la eficacia del supuesto disfraz, ya que unos
rugidos amenazadores, que cada vez sonaban más cercanos les impidieron hacerlo

-- ¡ Todos debajo de la capa ! gritó Draco

Las fuertes pisadas del wendigo se escucharon entonces en el pie d ela colina, todos guardaron
un escrupuloso silencio escuchando al wendigo trepar la colina, acercándose cada vez más al
lugar donde se encontraban. Dos minutos más tarde, con un fuerte estruendo, el wendigo
alcanzó la cima, estaba a tan sólo 5 metros de donde ellos se encontraban, conteniendo la
respiración, y el aliento, temblando de, el wendigo avanzó en su dirección, parecía estar
oliendo el entorno, por si encontraba allí a sus presas, tenía la sensación de que se hallaban
muy cerca, ocultas, y en silencio, mas no las veía. Su olfato le indicó un punto en el que
podían encontrarse. Dio unos cuantos zarpazos y golpes a ese punto, pero nada apareció.
Entonces, enfurecido, comenzó a arrancar violentamente todos los hierbajos y arbustos de la
zona, hasta que media hora más tarde, pareció calmarse.

El wendigo se alejó de la colina en dirección a su cueva, el peligro había pasado, al menos por
el momento. Estuvieron esperando durante un buen tiempo una vez que el wendigo hubo
entrado en el interior de la cueva, por si decidía salir de nuevo y, finalmente, viendo que no lo
haría ya durante la noche, decidieron dormirse, establecieron para ello turnos de vigilancia
entre ellos cada dos horas, el primero de los cuales le tocó a Ron

La mañana siguiente, alrededor de las 10 de la mañana, Draco, quien estaba haciendo el turno
de vigilancia en ese momento, despertó al resto y una hora más tarde, ya tenían planeado el
asalto a la cueva.

Lentamente fueron acercándose a la cueva, cada uno portaba una antorcha en la mano para
usarlas contra el wendigo si era necesario, el primero en entrar en la cueva, tal y como lo
habían planeado fue Draco, seguido de Ron y de Harry, Hermione entró unos minutos más
tarde, acompañando a los dos muggles, quienes estaban aterrorizados ante el pavoroso
aspecto de la inmensa cueva.

-- Id junto a mi, les dijo Hermione, intentando tranquilizarlos

Varios metros por delante suyo, Harry se había adelantado a los demás y, junto a Draco y Ron,
planeaban el asalto a la Sala principal, que estaría al final de los numerosos pasadizos de la
cueva.

-- Debemos de rodearle Harry, dijo Draco

-- Estoy de acuerdo contigo, dijo Harry. ¿ Tú qué opinas Ron ?

-- Creo que es una buena idea, Hermione procurará ir más despacio junto a los dos muggles
para que nuestra maniobra pueda pasar más inadvertida, sugiero que avancemos más rápido,
se están acercando

Los tres apretaron el paso para poder obrar más a sus anchas, mientras que Hermione
ralentizaba a su vez el ritmo para darles si cabe más ventaja, lo cual fue apercibido por los
muggles

-- ¿ Por qué avanzamos más despacio ?

-- Si queremos sorprender al wendigo, lo mejor es que avancemos divididos, así si sorprende a


un grupo, el otro podrá atacar sin temor a que sospeche del segundo grupo, mintió Hermione

En esos momentos, Harry, Draco y Hermione, se encontraban ya muy lejos de Hermione y los
dos muggles, Harry estaba dando instrucciones acerca de cómo continuar avanzando por los
pasillos del túnel. La oscuridad de la cueva era sumamente manifiesta y avanzaban
lentamente, por temor a lo que hubiese delante suyo.

176
-- Esto está muy oscuro Harry, las antorchas apenas iluminan a dos metros de distancia

-- En este momento y más que nunca, debemos de estar unidos Ron, ten fe

Delante suyo pudieron ver cómo el túnel se bifurcaba en dos pasadizos

-- ¿ Y ahora qué ? preguntó Draco

-- Yo iré por el camino de la izquierda, vosotros dos, continuad por el de la derecha

-- ¡ Harry ! gritó Draco

-- ¿ Sí ?

-- Ve con cuidado

-- Descuida, lo haré

Harry se dio un abrazo con Ron, y se internó por el pasadizo de la izquierda, el cual, según
pudo apreciar al poco de entrar, era muy pedregoso y en subida, lo cual le ralentizó mucho.
Draco y Ron, entraron por el camino de la derecha, en el cual la oscuridad era casi absoluta y
se golpeaban contra las paredes a cada pocos pasos, además, según pudieron apreciar,
mimutos más tarde, había partes del pasadizo que se habían derrumbado, por lo que debían
de ser sumamente cautelosos para no caerse en algún pozo, lo cual sería mortal.

Ron llegó al cabo de mucho tiempo a una sala octogonal, muy amplia, en una esquina pudo
divisar una especie de jaula metálica, en cuyo interior había 2 hombres.

-- ¡ Sálvanos ! le rogó uno de ellos, apenas le vio

-- No os preocupédis, os sacaré de aquí, antes de eso…

Ron se dio la vuelta, levantó su varita, se giró nuevamente en dirección a la jaula y les echó el
encantamiento desmaius, una vez hecho esto, levantó nuevamente la varita para lanzar un
nuevo encantamiento que desvaneciese el candado, pero, apenas levantó la varita, cuando
escuchó una risa estridente que provenía detrás suyo, atemorizado, intentó volverse, pero fue
demasiado tarde, un fuerte zarpazo le golpeó en la nuca, cayendo inconsciente al suelo. Unos
pasos se escucharon entonces en la fría y lúgubre estancia, unas garras agarraron entonces el
cuerpo inerte de Ron, y lo introdujeron en el interior de la jaula, una vez estuvo abierto el
candado, finalmente, la criatura se alejó y ocupó nuevamente su escondite, en un cuarto que
había oculto en la sala. El wendigo esperaba sin duda algún otro ataque, ningún humano se
atrevería a adentrarse solo en su cueva.

Harry avanzaba lentamente por la dura pendiente del pasadizo, tenía varios cortes en el
cuerpo debido a las enormes y afiladas rocas que había en el mismo, pero no le importaba, en
ese momento, lo más importante era rescatar a los muggles que hubiese capturado el wendigo
y acabar con él. Finalmente, llegó a una especie de cumbre que parecía que era el final de la
cuesta, desde allí el pasadizo descendía hasta lo que parecía ser una especie de sala, Harry no
vio ninguna roca en este nuevo trecho del pasadizo, además de que estaba más iluminado; por
precaución, decidió ponerse la capa de invisibilidad encima.

-- Quien sabe lo que me esperará en esa sala, pensó para sí

Lentamente, enfiló la bajada hacia la sala que s evislumbraba al final del pasillo, según se iba
acercando pudo ver que se trataba de una sala octogonal, en la que, en una de las esquinas,
había una especie de...

-- ¡ Oh, no ! No puede ser

177
Harry había visto la jaula en la que estaban encerrados los dos hombres capturados por el
wendigo, y también vio allí a Ron

Harry penetró silenciosamente en la Sala

-- Bien, ya estoy dentro, echaré un vistazo a mi alrededor por si hay alguna trampa, se dijo a sí
mismo

Harry supuso que el wendigo estaría en algún lugar cercano, escondido, así que decidió ser
prudente, lentamente deslizó su mano bajo la capa mágica y alcanzó la varita, una vez que la
tuvo en su mano, pensó en las fantásticas excursiones a la montaña que hicieron Ginny, él y
la pequeña Lily durante el verano pasado, después pronunció en bajo un conjuro.

La figura de un ciervo se materializó en el interior de la jaula, al poco rato, Ron, comenzó a


moverse, alterado, en el interior lo cual, hizo salir de su escondite al wendigo, preocupado por
si los presos intentaban alguna fuga.

Ron comenzó a reirse estridentemente, los dos jóvenes que había presos junto a él, estaban
inconscientes.

-- ¿ De qué te ríes tú ? le preguntó el wendigo a Ron. Tus amigos no están aquí para salvarte,
pronto morirás, servirás de acompañamiento al oso que cacé anoche.

-- Estás en un grave error, le espetó Ron al wendigo. Saldré de aquí muy pronto y entonces
acabaré contigo.

Una sombra negra se proyectó en ese momento sobre lo alto de la jaula, el wendigo se volvió,
nervioso

- ¿ Quien anda ahí ? rugió el wendigo, muéstrate

-- Mucho ha durado ya tu reinado de sangre, vil criatura, dijo una voz

-- ¿ Quien eres tú, que osas insultarme de esa manera ? ¡ Muéstrate, cobarde ! ¡ Yo te lo
ordeno !

-- ¡ Jajaajaj, tú no tienes poder sobre mi, Wendigo del averno !

--- ¿ Dónde estás ?

El wendigo, enfadado, lanzó entonces fuertes zarpazos hacia todas partes, más siempre
encontraba el vacío

Varias estatuas cayeron al suelo haciéndose añicos, debido a las fieras acometidas del
wendigo. Harry seguía esquivando todos sus ataques con gran maestría, frnalmente, el
wendigo, desesperado, se acercó a la jaula, agarró a Ron por el cuello, y tiró de él hacia afuera.

-- Muéstrate o acabo con tu amigo, amenazó furioso, el wendigo.

-- No te atrevas a tocarle ni un pelo, dijo Harry, quien se hizo visible en una esquina de la sala,
saliendo debajo de su capa. En la mano derecha sostenía la varita amenazadoramente
apuntando con ella al wendigo

-- ¿ Qué tenemos aquí ? rugió el wendigo

Si parece que un mago de pacotilla se ha atrevido a entrar en mi cueva, rugió con desprecio el
wendigo al ver la varita de Harry; poco después de decir esto, una especie de coraza

178
puntiaguda y espinosa cubrió la piel del wendigo, sin duda alguna para protegerse de los
hechizos.

Harry levantó su varita y la agitó violentamente mientras apuntaba con ella al wendigo, de la
punta salió un grueso rayo azulado en dirección al wendigo, el cual, dio un salto, esquivando
el mismo, al impactar el rayo contra una de las paredes de la sala, parte del techo se vino
abajo, lo que hizo que Harry tuviera que apartarse rápidamente para no se aplastado por el
derrumbe.

El wendigo entonces lanzó su ataque, y, abalanzándose sobre Harry le lanzó un fuerte


zarpazo, que le alcanzó en la pantorrilla, de la cual empezó a manar sangre, el wendigo parecía
satisfecho de haber herido a su oponente.

-- Esto está mejor, dijo el wendigo, me gusta que mis víctimas sufran poco a poco

Harry sabía que él sólo no podría hacer mucho contra el wendigo, si no se empleaba a fondo,
era posible que el wendigo acabara con él, y luego con sus amigos, desesperado, resolvió a
intentar algo que le diera cierta ventaja en el combate, o al menos, que le permitiese estar a
salvo durante un cierto tiempo, por si Hermione, Draco, o Ron, llegaban a la Sala, así que
decidió servirse de los legendarios hechizos duplisorios, que tantas veces había explicado a
sus alumnos en Hogwarts.

Harry agitó 3 veces la varita de arriba hacia abajo, suavemente, perfiló con ella tres círculos
en el aire y pronunció con decisión el hechizo: " Duplo Solemtes " Al instante, el cuerpo de
Harry se iluminó con un áurea brillante y después se dividió en 10 figuras iguales a él; el
wendigo, desconcertado, no atinaba a distinguir de entre ellas, al verdadero Harry.

-- ¡ Vamos, valiente, a ver si te atreves a atacarme ahora ! instigó Harry al wendigo

Harry disfrutaba ahora de una cómoda ventaja en su lucha contra el wendigo, el cual atacaba
sin cesar a las distintas figuras, pero siempre encontraba el vacío a sus violentos zarpazos, a
psear de esto, la herida abierta continuaba sangrando y Harry comenzaba a sentirse cansado y
algo debilitado.

Levantando su varita y, haciendo acopio de las últimas fuerzas que aún le quedaban, decidió
pasar a la contraofensiva y para ello lanzó un hechizo muy potente, el cual hacía muchos años
que no había utilizado:

--- ¡ Sectumsempra !

Con gran fastidio para Harry, el hechizo apenas tuvo mucho efecto en el wendigo, debido a su
coraza, que lo protegía contra la gran mayoría de hechizos, el único efecto visible fue un
trozo pequeño desgarrado de su coraza, lo que hizo al Wendigo reírse.

-- ¿ Eso es todo lo que puedes dar ? Me siento un poco defraudado, dijo el wendigo, quien
seguía atacando sin cesar, pero sin acierto, las imágenes dobles de Harry, no obstante, ahora
estaba cada vez más cerca de Harry, a quien le costaba cada vez más alejarse del wendigo.

- Si no estuviese herido, te ibas a enterar de lo que soy capaz, gimió debilmente Harry

Un frío sudor empezó a correr por su frente, si nadie lo remediaba, pronto el wendigo lo
atraparía y acabaría con él.

Harry volvió a lanzar el hechizo

-- ¡ Sectumsempra ! pero el efecto fue el mismo. Abochornado y ya desesperado, notó que las
piernas le empezaban a fallar, así que tuvo que sacar fuerzas de flaqueza para conseguir, a
duras penas, sostenerse en pie y aguantar así las embestidas del wendigo, el cual se acercaba
cada vez más a su verdadera imagen, a él. Al cabo de unos minutos cayó en tierra, lo cual fue

179
apercibido por el wendigo, pues al no poder Harry sostener el hechizo, las imágenes falsas de
Harry desaparecieron y Harry quedó completamente expuesto, en un rincón de la Sala

-- ¿ Así que estás ahí ? Jejeje, esto va a ser más divertido de lo que esperaba, se mofó el
wendigo

Harry hizo un último esfuerzo y se levantó, como pudo, intentando soportar el ataque del
wendigo, el cual, tomando carrerilla se abalanzó sobre él en carrera y lo golpeó con todo su
cuerpo, saliendo Harry disparado contra la pared, contra la cual se golpeó en la cabeza,
quedando inconsciente y a merced del wendigo, el cual se empezó a relamer de gusto,
contento de su triunfo.

-- Ahora sí que eres mío, se dijo el wendigo, mientras se acercaba lentamente al cuerpo inerte
de Harry

En ese momento se oyó a alguien entrando rápidamente en la Sala, el wendigo se dio


rápidamente la vuelta y vio a una chica castaña, la cual iba acompañada por un chico pelirrojo

-- ¿ Dónde están los dos muggles Hermione ? preguntó el chico

-- Les pude despistar en una esquina del pasillo y andan muy atrás, aún tardarán un tiempo en
llegar aquí, así que de momento no tenemos que preocuparnos por ellos Ron.

-- Entonces tenemos que darnos prisa en acabar con él

-- Yo creo que será al revés, dijo el wendigo, riéndose. Mirad a vuestro amigo, dijo el wendigo,
señalando a Harry

El wendigo miró entonces indistintamente al chico pelirrojo que había entrado y al que tenía
agarrado por el cuello, la visión de los dos al mismo tiempo le desconcertó, lo que hizo, que en
un descuido, Ron se escapara de entre sus garras y corriera en pos de su varita, con la cual
amenazó al wendigo, que seguía sin reaccionar, lo que aprovechó Ron para acercarse a Harry y
aplicarle rápidamente un hechizo curativo que le cerró la herida y al cabo de poco tiempo
empezó a mostrar signos visibles de mejoría.

Hermione, por su parte, aprovechando el gran desconcierto del wendigo, se situó detrás del
mismo, y, levantando su varita, lanzó un hechizo muy potente junto a la base de su columna,
al punto que servía de sostén a su coraza defensiva, una luz muy brillante y cegadora salió de
su varita en dirección al wendigo, Ron, Harry, el otro Ron y Hermione misma, tuvieron que
cubrirse los ojos para no ser cegados por ella, el wendigo, a su vez, comenzó a rugir y aullar de
dolor.

La luz de la varita dejó de brillar poco tiempo después, y en ese momento, todos pudieron ver
lo que tenían delante, en el suelo, junto al wendigo, estaba despedazada toda su espinosa
coraza protectora, con lo cual ahora era vulnerable a los hechizos, Hermione, sonrió, en señal
de victoria y apuntó nuevamente al wendigo, que salió despedido contra la pared, el fuerte
golpe provocó que el suelo de la caverna empezase a temblar, parte del techo empezó a
desmoronarse

-- ¡ Coged a los muggles y corred lo más deprisa que podáis ! gritó Hermione, ¡ La cueva se
viene abajo !

En uno de los túneles que daban acceso a la Sala se encontraron con Paul y Tomás, los dos
muggles que andaban retrasados, quienes, llenos de júbilo y alegría al ver a su hermano sano y
salvo, le abrazaron

-- ¡ Hermanos, temí no volveros a ver !

180
-- Te creímos muerto, pero estos tres muchachos que nos encontramos en el Bosque nos
ayudaron a encontrarte

-- Dejad las celebraciones para luego, dijo Ron, preocupado, no tenemos mucho tiempo, la
cueva se está viniendo abajo

En ese momento escucharon los ruidos de los zarpazos del wendigo, acercándose por el
pasadizo

-- ¡ Corred ! gritó Harry nervioso y preocupado, ¡ El wendigo, nos pisa los talones !

Continuaron corriendo a lo largo del largo pasadizo que les conducía a la entrada de la cueva,
Harry y Hermione se quedaron un poco rezagados.

-- ¡ Vosotros continuad ! ordenó Harry, nosotros nos ocuparemos de él

Harry y Hermione se quedaron solos para enfrentar entre ambos al wendigo, Hermione
reaccionó rápidamente y levantando su varita susurró el siguiente hechizo:

--- ¡ Iperi ductem !

Al instente un gas negruzco de olor nauseabundo salió de la punta de su varita mágica, en


pocos segundos toda la sección del pasadizo se había vuelto oscura, Harry y Hermione
tuvieron que taparse fuertemente las narices con unas gasas para evitar asfixiarse, el olor era
muy penetrante

-- Espero que esto funcione, dijo Harry, es nuestra última oportunidad

-- Funcionará, no te preocupes . ¿ Tienes la pinza de plata ? preguntó Hermione

---Aquí la tengo, dijo Harry mostrando una pinza de plata afilada en sus puntas

--- Perfecto, dijo Hermione, sonriendo, esperaremos a que se acerque más

El wendigo se acercaba ahora más lentamente, pues sin duda llevaba un rato oliendo a alguien
cerca, quería lanzar un ataque demoledor, sin que se lo esperasen, pero, según avanzaba,
empezó a oler distinto, un fuerte olor nauseabundo le vino entonces, todo se volvió oscuro.

--- Grrrh , esto debe ser otra treta de los magos, se dijo el wendigo, sin duda alguna tratan de
camuflar su olor.

El wendigo siguió acercándose poco a poco hasta que empezó a vislumbrar en una esquina
cercana dos figuras.

Un poco más delante de donde el wendigo se encontraba, Hermione y Harry ya divisaban al


wendigo, estaban preparándose para lanzar su ataque definitivo y acabar así con él.

--- Yo creo que es el momento Hermione, dijo Harry

--- Aún no, dejemos que se confíe, dijo Hermione, quien parecía muy concentrada vigilando los
avances del wendigo, quien se encontraba ya a escasos 10 metros

El wendigo, avanzaba arrastrándose por el suelo, para tratar de pasar desapercibido, ya


estaban muy cerca

--- No sé cómo no me ven a esta distancia, se dijo, a la vez que seguía avanzando 8 mteros, 7
metros, 6….

181
En ese momento, una varita se alzó en el aire, el wendigo, entendió que habíua caído en una
trampa, intentó reaccionar levantándose rápidamente

---- ¡ Ahora Harry ! ¡ Es tuyo ! gritó Hermione

--- ¡ Incendio ! gritó entonces Harry

El wendigo intentó huir hacia atrás, a grandes zancadas, mas fue en vano, en cuanto el fuego
salió de la varita de Harry y llegó al punto en donde estaba el gas, una violenta explosión tuvo
lugar, y una enorme llamarada surgió hacia delante atrapando al wendigo, que murió
abrasado.

--- ¡ Qué bonita barbacoa ! dijo Harry riéndose

--- ¡ No tenemos tiempo ahora para celebraciones Harry , corre !

Era verdad, la cueva, que ya antes se estaba viniendo poco a poco abajo, ahora parecía que no
aguantaría mucho más en pie, era cuestión de minutos que todo se desplomase, si no
conseguían salir de la cueva pronto, morirían aplastados por las piedras.

Según iban llegando al final del corredor, el suelo se iba viniendo abajo tras sus pasos,
haciendo un último acopio de fuerzas Harry y Hermione aceleraron si cabe un poco más su
loca carrera para salvar sus vidas, un peñasco cayó justo enfrente de ellos, el cual pudieron
esquivar, Harry se golpeó repetidas veces contra las paredes, del corredor, Hermione se torció
el tobillo de la pierna derecha, aún así, siguió corriendo, pese al fuerte dolor que sentía,
finalmente, la vieron, la entrada de la cueva estaba delante suyo, con un último y hercúleo
esfuerzo se precipitaron hacia delante hacia el exterior, pocos segundos después de salir, la
cueva se vino definitivamente abajo y la entrada quedó sellada con cientos de enormes rocas,
ya nadie volvería a entrar nunca más allí.

Antes de buscar a Ron, a Draco y a los muggles, se aplicaron uno a otro diversos hechizos
curativos y luego subierona la colina donde habían pasado la noche anterior, en donde
estarían esperándoles, una vez que llegaron allí, los muggles les dieron las gracias por la ayuda
prestada y se despidieron de ellos.

--- Os debo la vida, dijo Kevin, el hermano de Paul y Tomás, mi amigo Manuel y yo, fuimos
capturados por esa vil criatura y ya habíamos perdido toda esperanza

--- ¿ Pero es que acaso creías que nos ibamos a rendir sin buscarte ? le recriminó su hermano
Paul

--- No tienes por qué agradecernos nada Kevin, dijo Harry, es lo que vosotros hubiéseis hecho
en nuestro caso, en fin, que tengáis un feliz viaje de regreso.

--- Hay una cosa que no entiendo, los dos chicos pelirrojos… ¿ son gemelos ? preguntó Kevin

--- ¿ Eso ? No qué va… es que…

El doble de Ron se giró y se llevó sus manos a la cara, pareciendo quitarse algo de encima, al
cabo de un rato, las apartó, un cabello dorado apareció en el sitio donde antes era pelirrojo

--- Era una especie de disfraz, dijo el chico, un poco de maquillaje por aquí y por allá y listo,
por cierto, me llamo Draco, e sun honor el conocerte Kevin

--- Tonterías, el honor es mío, me habéis salvado la vida

182
--- Bueno, dejémoslo así, en fin, que volvais sin problemas a vuestro hogar

--- Y que vosotros tengáis suerte en vuestra búsqueda de lo que sea que estéis buscando…

Finalmente los muggles se marcharon y Harry, Draco, Ron y Hermione se quedaron solos
meditando la dirección en la que estaría la cueva de Merlín.

--- Tiene que estar muy cerca de la cueva del wendigo, según las coordenadas, yo creo que en
esa dirección, dijo Harry señalando un roble muy grande cercano a donde se encontraban

--- Sin embargo, al llegar al roble, en las proximidades del mismo no se percibía ningún atisbo
de que por allí hubiese alguna cueva.

Entonces Hermione cayó en la cuenta de algo, y llevándose las manos a la cabeza, empezó a
bufar:

-- ¡ Pero qué tontos somos ! ¡ La hemos tenido ahí todo el tiempo y no nos hemos dado
cuenta !

-- ¿ De qué estás hablando Hermione ? ¿ Dónde dices que crees que está la cueva ?

--- Sólo puede estar en un sitio

-- ¿ Y cuál es ése sitio Hermione ? preguntó Draco, irritado

-- Justo enfrente de la fuente que vimos al llegar al valle, ¿ No os acordáis ? La fuente de


Barenton

--- ¡ Dios mío, es verdad !

Harry se llevó a su vez las manos a la cabeza, lamentándose. ¡ Vamos allí de inmediato y
acabemos de una vez con este asunto ! En Hogwarts nos estarán esperando

Una vez que llegaron al lugar en el que se encontraba la fuente, miraron por los alrededores, y
su sorpresa fue mayúscula cuando justo a 30 metros enfrente de la fuente, pegada a unas
piedras que se confundían ligeramente con el paisaje, vieron una lápida en la que la palabra
Merlín era muy sugerente e indicativa de que esa era la piedra que servía de puerta a la
cueva en la que Merlín fue una vez encerrado por la pérfida ninfa muchos siglos atrás.

--- Trataremos de hallar el modo de abrir la cueva, dijo Harry cogiendo el libro de hechizos de
Merlín y buscando en él la manera de romper el hechizo irrompible que sellaba la entrada a la
misma. Tan sólo el propio Merlín sabía cómo romper ese tipo de hechizos y la respuesta
estaba en su libro de hechizos, que al no tenerlo el mago en su poder, y, debido a la edad,
había olvidado, no pudo salir de allí.

Todos conocían, no obstante la leyenda de la existencia de un lago que fluía en el interior de


la cueva y cuyas aguas eran conocidas por ser fuentes de la eterna juventud.

---- ¡ Qué nervios ! manifestó Hermione, emocionada, ¿ Os imagináis que sigue vivo ?

-- ¿ Tú crees que habrá bebido de las aguas de la fuente Hermione ?

--- Yo creo que sí, él era el mago más sabio que ha existido nunca, sabía que al menos, había
una manera de salir de la cueva, con tan sólo esa oportunidad, bebiendo de la fuente, dejaría
de envejecer y tendría la posibilidad de escapar en un futuro de la misma.

183
-- Hombre, viéndolo así, es posible que sí haya bebido

Harry empezó a pronunciar hechizos de apertura en voz baja, al principio, luego fue subiendo
poco a poco la intensidad, hasta que al final los pronunciaba en voz alta, tanto que las
montañas de alrededor devolvían el eco de los mismos. Al cabo de un rato, se sentó en el
suelo, con expresión de cansancio y frustración en el rostro, la puerta de la cueva permanecía
cerrada.

--- ¿ Ya has acabado ? preguntó Hermione, la puerta sigue cerrada Harry

-- ¡ Ya sé que la puerta sigue cerrada ! gritó Harry, exasperado, es que….

--- Venga Harry, ¡ dilo ya de una vez y no nos tengas en vilo ! gritó Draco

-- Es que… he estado pronunciando los hechizos de apertura de la cueva y no han


funcionado, lo cual sólo puede significar una cosa… Harry dudó un poco antes de continuar…
que la verdadera cueva no es ésta

-- ¿ Qué ? ¿ Y cuál puede ser, si no es esta ?

--- Pues está muy cerca de aquí, sin duda, pero debe estar oculta por algún hechizo mágico,
por precacución

-- ¿ Por precaución ? ¿ Para qué iba a estar protegida ?

-- Prénsalo Ron, ¿ Qué crees que hubiera pasado si en vez de nosotros hubiese llegado el Pacto
aquí, y con el libro de hechizos de Merlín y por lo tanto, consiguiesen entrar ?

-- ¡ Oh no, eso sería horrible !

-- ¿ Ves ? Por esa razón la verdadera entrada a la cueva está oculta, por precaución

--- ¿ Y cómo la vamos a encontrar ?

Estuvieron mucho tiempo discutiendo acerca del asunto, hasta que un ruido se escuchó detrás
suyo, al mirar hacia el lugar de donde procedía el ruido, sus caras se volvieron pálidas de
asombr, a escasos dos metros de la lápida, un agujero redondo de dos metros de diámetro se
había abierto en el suelo y unas escaleras que servían para descender por el mismo se
mostraron visibles.

Los 4 se quedaron mirando la apertura de la cueva con una expresión mezcla entre asombro y
admiración.

-- ¡ Ooooh ! dijeron todos al unísono

Lentamente descendieron por las escaleras que daban acceso a la cueva, una vez abajo, se
encontraron con un largo pasilllo que desembocaba en una gruesa puerta de madera de cedro.

-- Yo creo que la puerta se nos ha abierto porque realmente necesitabamos el libro para una
buena causa, estoy seguro de que si los del Pacto hubiesen llegado hasta aquí no habrían
conseguido entrar, afirmó Hermione, convencida

-- Puede ser, dijo Harry

-- Yo también estoy de acuerdo con vosotros, y con todo el tiempo que hemos estado
discutiendo antes de que se abriese, seguro que ellos igual se hubiesen ido pensando que era
todo un mito, dijo a su vez Draco, ¿ Tú qué crees Ron ?

-- Yo... no lo tengo tan claro, ¿ De verdad creéis que ha sido sólo azar ?

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-- Es igual, dejémoslo, después de todo, nunca lo sabremos con certeza

-- Bueno, supongo que tú eres quien debe de abrir la puerta Harry, dijo Hermione

-- Es un placer, dijo Harry, sonriendo

-- Igual debemosa de llamar antes, advirtió Draco

-- Vamos Draco, ¿ En verdad crees que podría estar dentro... ?

--- Eso nunca se sabe ¿ No ?

-- Como quieras, si te quedas más tranquilo llamaré

Harry golpeó fuertemente con sus nudillos la puerta de entrada a la cámara principal de la
cueva.

Retrocedamos cinco minutos, antes de que Harry y sus amigos llegasen a la puerta, del otro
lado de la misma, un hombre bastante mayor llevaba bastante tiempo repasando unas notas en
un pequeño cuaderno rojo, se trataba de un cuaderno mágico de actividades, cada mes que
pasaba, cuando llenaba por completo el cuaderno, 30 nuevas páginas en blanco aparecían al
final del mismo, ya que el hombre del que estamos hablando, como habréis adivinado, no era
un simple hombre, era un mago, y no uno cualquiera, sino el mago más grande de todos los
tiempos, Merlín y, durante los últimos 17 siglos había estado tratando de recordar la forma de
escapar de su encierro en esa cueva húmeda y lúgubre, que a punto estuvo de convertirse en
su tumba si no hubiese sido por las rejuvenecedoras aguas subterráneas que fluían en el
interior de la misma.

Aunque no envejecía, su edad tampoco había bajado en un sólo año desde el momento en el
que probó un sorbo de las aguas d ela juventud y es que tan sólo se había detenido su proceso
de envejecimiento, si hubiese rejuvenecido algunos años habría podido recordar fácilmente su
propio hechizo, que estaba escrito en su libro de hechizos, y habría podido escapar de su
encierro en la cueva, por ello y, para no aburrirse, taratba de extraer algún recuerdo de sus
hechizos y anotaba todo en su cuaderno por si le venía a su mente el recuerdo correcto, mas
todo había sido en vano, el hechizo que rompía el sello de la cueva y le liberaría de su encierro
jamás vino a su mente.

Esa tarde, estaba como siempre intentando pensar en el hechizo, cuando, de repente, escuchó
un ruido en la puerta que daba acceso a la entrada de la cueva.

La cara del anciano mago se iluminó de alegría, a pesar de todo, por precaución, decidió
volverse invisible

--- Veamos quien entra aquí, pensó el mago

Harry cruzó el primero el umbral de la puerta, seguido por Ron, Hermione y Draco, en ese
orden, del otro lado se encontraron con una gran sala circular, en un extremo de la misma
había varias mesas de madera ovaladas, con varios documentos encima y algunos libros,
varios de ellos parecía que los habían estado examinando muy recientemente

-- ¡ Os lo dije, está vivo ! gritó de júbilo Draco !

-- Sí, ¿ Pero dónde se ha metido ? preguntó Ron

-- Ron, una de las habilidades de Merlín era volverse invisible a voluntad, al igual que hacía
Dumbledore, dijo Hermione, que era una experta en Merlín

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-- Así que habrá que considerar esa posibilidad, dijo Harry, sin duda quiere saber qué
intenciones traemos

Merlín examinó a los magos que habían entrado en la Sala, los miró detenidamente durante
unos minutos uno a uno, evaluándolos, luego miró dentro de sus mentes, sus motivaciones y
deseos y lo que averiguó le llenó de alegría, sin duda alguna eran buenos jóvenes y su futuro
dependía de que les prestara el manual de instrucciones de su viejo libro de control temporal,
su libro del tiempo perdido, ya más tranquilo, se acercó lentamente a una de las mesas en
donde guardaba lo que los jóvenes magos deseaban y lo cogió, finalmente se dirigió a ellos.

--- ¿ Qué deseais ? se oyó preguntar

--- ¡ Es... es... !

-- ¡ Sí, ya sé que es él Ron ! ¡ Déjame hablar a mi ! interrumpió Harry a su amigo, que estaba
bastante nervioso de la emoción. ¡ Oh, excelentísimo Merlín ! ¡ El más grande, el más sabio,
el más...

-- Por favor joven, déjese de cumplidos y alabanzas, me contento simplemente con que me
llames Merlín

Los cuatro amigos hicieron una alabanza al vacío, para que el mago la viese, en señal de
admiración

--- Por favor, decidme lo que queréis y si está en mi mano os lo dejaré, os debo mi libertad,
dijo Merlín

En ese momento Merlín advirtió que los jóvenes llevaban en sus manos su viejo libro de
hechizos

--- Queremos que nos preste su libro de instrucciones del... comenzó a decir Harry

-- Ya, ya lo sé, de mi libro del tiempo perdido, lo interrumpió Merlín. Lo supe al poco de entrar
vosotros aquí, ya que os leí la mente; veo que lleváis con vosotros mi viejo libro de hechizos, ¿
Dónde lo encontrásteis ? No, esperad

Merlín miró entonces fijamente a Harry, como si lo reconociera de algo

-- Tú y yo hemos cruzado nuestros caminos antes, jovencito, y no te cres que no te vi


escabullirte ése día de forma furtiva, sí, ahora lo recuerdo bien, el misterioso druida al que
nadie habia invitado..

-- ¿ Cómo ? preguntó Harry, muy extrañado, yo nunca antes lo habia visto a usted señor

-- Ummm... eso es curioso, he hablado de más entonces, no diré más sobre este asunto dijo
Merlín visiblemente alterado, y tampoco sería justo para ti, John, despues de todo esos son
hehcos que para ti aún no han ocurrido

Harry se quedó pensativo unos instantes en lo que Merlín le habia dicho, pero antes de que
pudiera comprender

¿ Quién es John ? preguntó Draco, sin entender lo que ocurría

Entonces Merlín, ignorándolo, volvió a examinar la mente de los chicos y al instante lo supo

-- Muy inteligentes, en la legendaria ciudad de Iram, en fin, dejemos eso de momento, pues
gracias a él me habéis liberado de mi encierro

-- Si quiere su libro se lo devolveremos ahora

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-- Creo que si he podido estar sin él durante tantos siglos joven, podré pasar de él durante
unos meses más ¿ No ? Cumplid con vuestra misión, El Pacto es más peligroso aún de lo que
creéis y os pondrá muchos obstáculos en vuestro camino, podéis conservar el libro hasta que
hayas acabado vuestra misión, una vez que la hayáis cumplido traédmelo, os estaré aquí
esperando

-- Muchas gracias.. señor

-- No tenéis por qué darlas, soy yo el que os está agradecido por liberarme de mi encierro. Y
dicho esto, si no os importa saldré a estirar un rato las piernas fuera de esta cueva, adiós

Harry se dio cuenta de que aún no les había prestado el libro

-- Perdón, señor, antes de que se vaya...

-- Ay, que ver lo despistado que se vuelve uno con el tiempo ¿ eh ? Tomad chicos, es vuestro

Un libro pequeño de hojas doradas apareció en una mesa cercana

--- Espero que os sirva de ayuda, pero recordad que debéis de ser cuidadosos en su utilización,
un uso excesivo podría condenaros a una existencia en el vacío eterno del tiempo, en el limbo.
¡ Buena suerte !

Unos silbidos empezaron a escucharse resonar cerca d ela entrada de la cueva, poco después,
alguien empezó a canturrear una canción, poco a poco, el sonido se fue alejando, hasta que
dejaron de oirlo

-- ¿ Lo habeis visto ? ¡ Se ha ido a dar un paseo ! dijo Ron, asombrado

-- Jjejeej, no le culpes Ron, si tú hubieses estado encerrado aquí durante tantos siglos, lo
entenderías

-- Humm, supongo que sí, dijo Ron sonriendo

-- Bueno Harry, creo que podemos regresar a Hogwarts ¿ No ? preguntó Hermione

-- Sí, aunque antes debemos pasar a recoger a los ents y llevarlos con nosotros a la escuela,
estarán en el Bosque Prohibido hasta que encontremos la manera de devolverlos nuevamente
a su Mundo, a Fangorn

-- Prepararé varios trasladores, en ese caso, dijo Hermione, solícita

-- Una hora más tarde, se encontraban, junto a los ents, en las inmediaciones del Bosque
Prohibido, con la ayuda de Hagrid, les buscaron un sitio a los ents en donde situarse en el
interior del mismo y entraron en la escuela, su viaje había finalizado y todos disfrutarían de
unos días de vacaciones que sin duda alguna, se habían ganado, antes de continuar con su
búsqueda del libro.

Capítulo 25. Una aventura en Narnia

Habían pasado ya varios días desde que regresaron a la escuela, y, se encontraban revisando
en esos momentos los libros y manuscritos de profecías que habían cogido de la Sala oculta
de laSección prohibida de la Biblioteca, Hermione estaba estudiando en ese momento los
manuscritos de las profecías nicaianas, había unas líneas que no habían podido traducir hasta
ese momento, debido a que con los múltiples viajes realizados aún no habían tenido el tiempo

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suficente para ello, en ese momento se encontraba sola, Ron y Harry habían salido a dar un
paseo por los jardines, Draco, or su parte, dormitaba en un sofá que había en un rincón de la
Sala.

Hermione, tras mucho tiempo, consiguió traducir unas palabras, al pàrecer se trataba de un
texto relativo a las Profecías que hablaban de la llegada del peligroso Troclón que podría
causar el fin del Mundo, él saber esto la llenó de temor, ante lo que podría descubrir, poco a
poco, empezó a descifrar nuevas palabras de la profecía, sus ojos se volvieron poco a poco
blancos ante la terrible revelación que entrañaban las palabras de la profecía, lo que implicaba,
era de por sí, espantoso:

-- " El elegido, para llevar a cabo su misión salvadora se verá en un gran dilema, el cual
implicará un sacrificio, que debrá ser el de su mejor amiga, tan sólo de esta forma será capaz
de acabr con la amenaza que penderá sobre el Mundo mágico y, de estas forma conseguirá
evitar el ataque del Troclón "

--- ¡ No puede ser ! dijo Hermione, comprendioendo la cruda implicacion de las palabras de la
profecía... ¡ Harry no sería capaz... no me haría... No !

Hermione se derrumbó llorando sobre el suelo, deseperada, el ruido despertó a Draco, quien
tampoco estaba disfrutando d eun buen descanso, después de las últimas aventuras que
habían vivido.

-- ¿ Te pasa algo Hermione ?

-- No, mintió Hermione, ocultando su rostro y escondiendo el manuscrito en donde había


traducido el resto de las profecías Niacianas, es tan sólo que esta situación, a veces... me
supera Draco, tan sólo eso. Si me disculpas, saldré a dar un paseo

-- Te comprendo Hermione, a mi también me ocurre, últimamente no logro conciliar bien el


sueño

En ese momento, Ron entró corrieno en la habitación, muy alterado y nervioso

-- ¡ Es horrible chicos, es horrible !

-- ¿ Qué ocurre Ron ?

-- Es.... ¡ Es Harry !

--- ¿ Qué le ha ocurrido a Harry ?

--- Estábamos hablando y él estaba jugando con el anillo que compró en Arabia, en la vieja
tienda de antigüedades, lo tenía entre sus dedos, lo estaba acariciando y... de repente, se lo
puso y.. simplemente desapareció.

-- ¿ Desapareció ? Ron explícate

En ese momento la puerta de la Sala se abrió y Harry entró y les saludó

-- ¡ Harry ! ¿ Dónde has estado ? le preguntaron todos, asombrados al verlo

Harry miró a sus amigos y exhaló un fuerte suspiro

-- Es una larga historia, dijo finalmente

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Veamos lo que le ocurrió a Harry desde su punto de vista:

Harry y Ron salieron hacia el exterior. Pese al calor del lugar soplaba una brisa fresca y ligera.
En el oscuro cielo de la noche, miles de estrellas brillaban acompañando la claridad de una
luna intensa que parecía observarlos. Se sentaron al pie de una palmera tan alta que se perdía
en el cielo sin estrellas. Harry sacó el anillo de su bolsillo y jugueteaba con él. Ron lo
observaba, no habían tenido tiempo de conversar acerca de ese curioso objeto.

--- Es curioso ese anillo, Harry. ¿Por qué lo compraste?


--- No me preguntes eso Ron, yo tampoco me lo explico. Sentí el impulso de comprarlo.
---- ¿Piensas regalárselo a Ginny?.

Harry lo tenía sujeto entre los dedos, observándolo con detenimiento.

--- No es de su medida, dijo finalmente, la mano de Ginny es más pequeña. El vendedor me lo


dio junto con esto.

Harry sacó del bolsillo de su túnica un objeto de forma indefinida. Era una especie de vara
pequeña de bronce que terminaba en una media esfera que mostraba la mitad perfecta de una
estrella de cinco puntas.

-- ¿Qué es eso? preguntó Ron con curiosidad.

Harry se encogió de hombros.

--- No lo sé. Parece la mitad de algo… tal vez una llave.

Se quedó pensativo unos instantes.

--- Me gustaría saber qué puerta abre.

Mientras jugueteaba con el curioso anillo, tuvo el impulso de probárselo. Lo deslizó


lentamente por su dedo y de pronto se sintió mareado. Vió que Ron se levantó de golpe y
comenzó a mirar insistentemente a todos lados. Tenía el rostro pálido y lívido, como si
estuviese viendo algo particularmente aterrador. Abrió la boca, parecía gritar, pero Harry no lo
escuchaba.

De un brinco, él también se puso de pie y extendió los brazos para sujetar por el hombro a su
amigo, pero sus manos tropezaron con algo sólido.

--- ¿Qué sucede, Ron? ¡Ron!… ¡Ron!

Desesperado, comenzó a golpear con fuerza aquella nada que parecía un escudo invisible.
Entonces, intentó deshacerse del anillo pero éste parecía estar atascado en su dedo, o peor
aún, fusionado en su piel. Intentó con insistencia, sin resultado. Ron había desaparecido de su
vista y volvió a los pocos minutos seguido por Hermione. Gesticulaba y Harry supuso que le
estaba explicando lo ocurrido.

--- ¡ Hermione !… ¡Ron!… ¡Aquí!… ¡ Estoy aquí !

Se agachó en el suelo, sosteniendo la cabeza entre sus manos, buscando serenarse. Se alzó y
miró hacia donde estaban sus amigos. Hermione sollozaba en el hombro de Ron, de cuyo
rostro brotaban gruesas lágrimas. Comenzó a golpear, una vez mas con fuerza aquel escudo,
hasta que sus puños quedaron enrojecidos.

--- ¡Ron!… ¡Hermione!. Es en vano, no pueden oirme

Desistió en su intento. Comprendió que aquel anillo tenía un extraño poder que lo había
atrapado en un lugar desconocido. Giró sobre sus talones. Detrás de él el paisaje no

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continuaba, sólo había una neblina grisácea que remolineaba frente a él. Estiró los brazos,
tanteando en el aire.

--- Debe de haber una salida.

Avanzó unos pasos y se volteó. La imagen de sus amigos había quedado oculta detrás de la
densa niebla que lo envolvió. Sacó su varita.

--- ¡ Lumos !

La varita emitió una luz que al contacto con la neblina no le ayudaba de mucho.

---- ¡ Lumos máxima !

La luz se hizo intensa, logrando iluminar a duras penas un camino de tierra negra y seca.
Siguió avanzando sigilosamente. La niebla se fue despejando revelando un paisaje lúgubre y
tenebroso. Caminaba por una especie de bosque rodeado de árboles sin hojas cuyas ramas
dibujaban formas tortuosas bajo un cielo añil, sin estrellas, en el que lograba distinguir una
luna opaca cuyos tenues rayos no lograban vencer la penumbra ocasionada por la perenne
neblina. El silencio a su alrededor era total y Harry solo lograba escuchar los latidos de su
corazón y de sus pasos arrastrados sobre la tierra árida y el siseo de su túnica contra los
troncos secos y torcidos.

Caminó durante un largo tiempo. De pronto, tropezó con algo en el suelo y casi cae de bruces.
Era el extremo de una piedra que formaba parte de lo que parecía ser una pared. Ayudado por
su varita recorrió aquel muro, o lo que quedaba de él y de pronto cayó en cuenta de que se
encontraba en el centro de lo que alguna vez había sido el salón de un palacio. Dio una vuelta
lenta a su alrededor, distinguiendo los restos de armaduras, candelabros sujetos en las paredes
y cortinas raídas que colgaban de ventanas cuyo exterior mostraba la misma neblina que lo
había estado acompañando y pedazos de madera y piedras desperdigadas por el suelo.

Harry escuchó un sonido. Una especie de llanto, de gemido, que provenía de la única puerta
que estaba en uno de los muros que permanecía en pie. Caminó lentamente hacia ella y la
empujó con suavidad. Del otro lado vio una escalera de piedra que descendía serpenteando
hacia la oscuridad. Mientras bajaba, el lamento se hizo más cercano, acompañado de una voz
gruesa, áspera, atronadora.

--- Acéptalo princesa; la fría voz rebotó en las paredes de piedra. Tu reino ha sido destruido.
Eres la única sobreviviente de Narnia.

---- Mi reino se levantará de nuevo Abderramán, Aslan vendrá, respondió desafiante la otra
voz.

El hombre soltó una sonora carcajada que hizo vibrar de nuevo las paredes. Detrás de una
curva comenzó a aparecer el resplandor de unas llamas. Harry se detuvo y continuó
escuchando.

--- Tu insensatez ha sido tu ruina – dijo el hombre. Piénsalo, princesa. Podría liberarte si
cooperaras conmigo diciéndome cómo encontrar al unicornio. Tu querido leoncito no te va a
ayudar ahora.

--- Nunca, Abderramán, lo ¿entiendes? Jamás te lo diré.

--- Sabes muy bien que debo matarlo, el unicornio es el único capaz de destruir a mi grupo.

El hombre avanzó por el lugar y Harry vio su sombra reflejada en las paredes por las
antorchas. Se asomó un poco más y lo vio, de espaldas a él. Era muy alto y corpulento y
llevaba una larga capa negra que casi llegaba a rozar el piso y un turbante en su cabeza. En
una de sus manos, llevaba una vara.

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---- Piénsalo – dijo de nuevo - Si cooperas, serás mi reina. Gobernaremos juntos, seremos
poderosos. Nada te faltará.

--- ¡ Prefiero morir, Abderramán ! dijo la princesa con una nota de desafío en la voz.
¡ Prefiero morir ! .

El hombre se apartó hacia un lado y Harry vio a una joven que estaba encerrada dentro de una
prisión. El cabello negro, largo y despeinado casi alcanzaba sus pies. Sus ojos color aceituna
estaban llorosos y suplicantes y sus manos aferraban los barrotes como si quisieran derretirlos
con su calor. Llevaba puesto un vestido sucio y andrajoso, que le hizo recordar la
indumentaria de Kreacher, el elfo de los Malfoy. A pesar de la palidez de su rostro, Harry pudo
apreciar unos rasgos muy hermosos.

Bajó los últimos peldaños de la empedrada escalera, cuando pisó en falso una piedra que se
desprendió y rodó hasta tropezar con los talones de Abderramán, que dio un giro violento que
hizo que su capa levantara una pequeña nube de polvo del suelo.

Sus ojos se encontraron. El rostro de Abderramán era moreno y cuadrado con una prominente
mandíbula que mostraba una boca de dientes ennegrecidos y amarillentos. Lo miraba con ojos
asesinos. El turbante que coronaba su cabeza era negro y en el centro tenía una enorme gema
que brillaba a la luz de las velas.

Abderramán echó hacia atrás uno de los bordes de su capa, dejando al descubierto su pecho
desnudo, amplio y musculoso. De su cintura colgaba un sable cuyo filo centelleaba con
intensidad. Una de sus manos, empuñaba un báculo de bronce cuya punta estaba rota.

--- ¿Quién eres? – preguntó Abderramán con voz atronadora.

Eso no importa – respondió con valentía, ¡ libérala !.

Abderramán lo miró con desdén y soltó una risotada. Harry lo detalló con preocupación, las
dimensiones de aquel hombre solo eran comparables con las de Hagrid, por un momento
lamentó que su amigo no estuviese con él en aquel momento.

--- ¿De dónde vienes? preguntó de nuevo el mago ¿Quién te ha enviado? ¿ Ha sido Aslan ?

Otra vez ese nombre, Harry no sabía a quien se refería el siniestro mago

--- ¡ Libérala ! le ordenó de nuevo mientras lo apuntaba con su varita.

Dentro de su prisión, la princesa continuaba aferrada al hierro de los barrotes, mirando a


ambos hombres con angustia.
Repentinamente, Abderramán aleteó el báculo en el aire y un viento huracanado invadió la
habitación. Los pies de la princesa se elevaron del suelo agitando su cuerpo como una palmera
en medio de una tormenta. La fuerza del viento arrancó la varita de la mano de Harry, que
salió disparado impactando contra uno de los muros y desplomándose hacia el suelo casi sin
sentido.

Las antorchas se apagaron quedando sumidos en una total oscuridad.

El viento cesó. Aún en el suelo, Harry buscaba su varita en medio de la oscuridad, tanteando
con sus manos.

---- ¡ Lumos !

El extremo de la varita se iluminó a escasos metros de él. Se lanzó en su busca y se incorporó.


De pronto, la oscuridad se tragó la luz.

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--- ¡ Lumos ! gritó. ¡ Lumos !... ¡ Lumos máxima !

Seguían en oscuridad.

Se puso en alerta. Escuchó un siseo de capas a sus espaldas y se volteó con brusquedad
tratando de distinguir en la negrura la silueta de su atacante. Sentía la boca seca por la
ansiedad y su corazón latía con fuerza. Escuchó la respiración de X cerca de él. Retrocedió
unos pasos.

--- ¡ Expelliarmus !

Escuchó un grito, un golpe seco y un ruido metálico.

De inmediato, las antorchas se encendieron dándole al lugar una penumbra que él agradeció.
Abderramán yacía en el suelo y el báculo había caído a los pies de Harry. Estaba consciente y
lo miraba con profundo desprecio. Se incorporó con agilidad, desenvainó el sable y avanzó
lentamente hacia Harry que había tomado el báculo con ambas manos.

Abderramán atestó el primer mandoble que golpeó en medio de la vara de bronce haciendo que
a Harry se le doblaran ligeramente las rodillas por el impacto. Continuó atacando sin
descanso, mientras él esquivaba los golpes, pero a medida que éstos se incrementaban, Harry
sentía que disminuían sus fuerzas.

Abderramán lo golpeó una vez más haciendo que Harry cayera sobre una de sus rodillas. Giró
el báculo formando un círculo en el aire y lo golpeó en el rostro, haciendo que el turbante
saliera disparado por los aires, revelando un cabello largo, negro y espeso. El hombre soltó un
bramido y se llevó ambas manos a la cara chillando de dolor. El sable resbaló de sus dedos y
cayó arrodillado en el suelo.

Harry jadeaba por el esfuerzo. El báculo cayó de sus manos con un golpe metálico. La sangre
se colaba entre los dedos de Abderramán y escurrían por sus brazos. De pronto, apartó las
manos y lo miró con furia encendida y emitiendo un fuerte gruñido se abalanzó sobre Harry y
le rodeó el cuelo con las manos.

Harry sentía que le faltaba el aire, mientras gruesas gotas de sangre, húmeda, caliente y
pegajosa caía sobre su pecho. Dobló una de sus rodillas y la apoyó sobre el cuerpo de
Abderramán y con las escasas fuerzas que le quedaban, ejerció presión empujándolo lejos de
él, haciéndolo caer de espaldas al suelo. Harry se incorporó y tomó la empuñadura del sable,
justo en el momento en que Abderramán volvía a arremeter contra él. La hoja afilada se
enterró en el cuerpo de Abderramán, que abrió mucho los ojos y ahogó un grito,
derrumbándose lentamente.

Estaba muerto.

Harry se levantó con dificultad y recuperó su varita. Estaba cansado.

---- ¿Estás bien? preguntó la princesa con voz emocionada y temblorosa.

---- Si, respondió él.

--- Gracias por salvarme.

Harry le dirigió una sonrisa y miró a su alrededor buscando algo que pudiera ayudarle a abrir
la celda. Agarró el báculo y golpeó con fuerza la cerradura, sin resultado. Sacó su varita y se
arriesgó.

--- ¡Alohomora!

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--- Es inútil, dijo la muchacha con resignación, la magia de nada te servirá. Necesitamos la
otra mitad del báculo.

Harry la miró sorprendido.

--- ¿Sabes de magia?

--- Por supuesto, respondió la muchacha, supe que eras un mago cuando vi el anillo en tu
dedo.

Exhaló un suspiro.

Mi nombre es Zoraida Tali, princesa de Munter, un pueblo pacífico que se rige por el poder del
báculo. También nos vinculamos con el mundo mágico, estas regiones pertenecen al Mundo de
Narnia. Un día los miembros de El Pacto aparecieron por nuestras tierras y se las ingeniaron
para hacernos creer que amaban la paz como nosotros. Cuando nos dimos cuenta, ya nos
habían sometido, muchos de los nuestros huyeron a otras tierras, pero antes de que tomaran
el control de este castillo, con la ayuda del báculo hice un encantamiento a ese anillo para que
únicamente aquel capaz de liberarnos lo usara. De hecho, nadie más podía usarlo.

--- Pero este anillo, balbuceó Harry, lo compré en un mercado árabe. Me lo ofrecieron como
una simple baratija.

El malvado Abderramán Spungen se encargó de hacer desaparecer el anillo para que aquel que
fuera a liberarnos nunca lo encontrara y me encerró aquí usando el poder del báculo. ¿ves la
punta?, le falta la otra mitad. Para poder liberarme se deben unir las dos mitades. Mientras
esté aquí no podré reunir a mi pueblo de nuevo.

Harry miró el extremo del báculo, luego a la princesa y sonrió.

--- ¿Qué sucede? – preguntó ésta sorprendida.

Por toda respuesta, Harry sacó del bolsillo de su túnica el extraño objeto que le había
mostrado a Ron.

--- ¡No es posible! exclamó la princesa emocionada con lágrimas en los ojos.

--- Esto, explicó Harry, me lo dio el mercader que me vendió el anillo. Pensé que era la mitad
de una llave.

--- De hecho, lo es – dijo Zoraida. Es la llave de mi libertad. ¡Dáme el báculo!

Harry obedeció. Zoraida aferró con fuerza la vara y la asomó entre los barrotes, mientras
Harry, desde el otro lado sostenía la pieza.

--- Bien, le dijo ella, a la de tres. Uno… dos… ¡tres!.

Ambos unieron las piezas que se fusionaron como sumergidas en fuego. Se produjo una
intensa luz que hizo que por momentos no se viera nada a su alrededor. Cuando la claridad
aminoró, los barrotes habían desaparecido.

Y extendió los brazos hacia el cielo, radiante de felicidad, luego miró a Harry. Sonrieron y se
abrazaron.

--- ¡Gracias!

Luego, subieron por las escaleras hacia el exterior. Y contempló por un momento las ruinas y
cerró los ojos, alzó el báculo al cielo y pronunció unas palabras que Harry no alcanzó a
comprender. De pronto, todo a su alrededor se transformó. Las paredes los rodearon

193
encerrando el recinto que se llenó de antorchas, muebles, cortinas y adornos. Poco a poco, el
castillo volvió a ser como era antes.

La princesa sonreía mientras Harry la contemplaba con los ojos abiertos como platos. Estaba
ataviada en un hermoso vestido dorado que desprendía destellos luminosos y en su cabeza
brillaba una diadema de la cual colgaba sobre su frente una esmeralda de gran tamaño y brillo
esplendoroso.

---- ¿Cómo te llamas? le preguntó.


---- Harry Potter
--- Harry, dijo ella con solemnidad posando el báculo sobre su hombro, pertenecerás a mi
reino. A partir de este momento serás…
--- Lo siento. Harry la interrumpió, pero no puedo quedarme. No pertenezco a este Mundo.
necesito regresar al mío, pero no sé cómo.

La princesa lo miró con ojos entristecidos.

--- Para los de tu Mundo ya has muerto ¿de qué te sirve regresar ?

Harry guardó silencio.

---- ¿Has oído hablar del Libro del Tiempo Perdido? le preguntó Harry a Zoraida. Estaba tras
su búsqueda cuando entré en tu mundo. Es importante que lo encuentre, antes de que lo
hagan los de El Pacto. Si no lo hago, mi Mundo pasará por la misma situación que el tuyo.
¿Comprendes?

--- Lamento no poder ayudarte a encontrar el libro que buscas, respondió, eso pertenece a tu
Mundo. y permíteme un consejo de todas formas: "Lo hecho, hecho está. No tienes por qué
hablar con nadie sobre algo ya pasado".

De nuevo, silencio.

--- Abderramán te exigía que le dijeras cómo encontrar al unicornio…

La princesa sonrió.

--- Él nunca lo supo, pero no se trataba de un unicornio en sí, sino de alguien con la misma
nobleza del unicornio, allí radicaba su poder, que ellos no soportan. Alguien como tú.

---- ¿Como yo?

--- ¡Si! respondió ella entusiasmada. Apuesto a que eres un animago… de hecho, un unicornio.

--- ¿Cómo lo sabes?

--- Ya te lo dije, replicó Zoraida, el anillo encajará solo en aquel que posea el poder del
unicornio. Y solo aquel con el poder del unicornio podrá erradicar y destruir a los miembros
de El Pacto.

Harry la miró un largo rato, sin hablar.

--- Necesito regresar, dijo finalmente Harry.

La princesa se entristeció.

--- Pensé que te gustaría quedarte aquí.

--- No… bueno… si… si, me gustaría, solo que…

194
--- Entiendo – dijo Zoraida con un dejo de tristeza en su voz. Te ayudaré pero es necesario que
adoptes la forma del unicornio. Solo así podrás regresar.

--- ¡ Zoraida ! dijo Harry. ¡Gracias!

La princesa negó con la cabeza.

--- Soy yo quien te da las gracias, por ayudarme a recuperar mi reino.

Se abrazaron de nuevo. La princesa le entregó a Harry un extraño reloj de pulsera.

-- ¿ Qué es ? preguntó Harry

---- Te ayudará en tu búsqueda del libro. Y ahora, adios Harry.

--- Adiós Princesa.

Harry se transformó en unicornio, sostuvo la varita en su boca y salieron hacia el exterior. El


paisaje era diferente, los árboles estaban vestidos de verde, había césped y flores y en el
hermoso cielo, bandadas de pájaros volaban trinando su canto.

Caminaron un largo trecho, luego se detuvieron en un claro. La princesa tocó el aire con su
báculo.

--- Pasa, mi fiel amigo – dijo señalando hacia el frente, y que tengas mucha suerte en tu
búsqueda.

El unicornio dobló una de sus patas delanteras, hizo una reverencia con la cabeza y avanzó.
Cuando volvió la mirada, la princesa había desaparecido. Harry recobró de nuevo su forma
humana y miró sus manos, ya no llevaba puesto el anillo.”
Harry miró a su alrededor, se encontraba nuevamente en el exterior de la casa de Hermione y
Ron, en el jardín, Ron ya no se encontraba allí.

---- Debo buscar a Ron y explicárselo

Harry entró en la casa de Ron y se dirigió hacia el estudio en donde esperaba encontrarse con
sus amigos

Cuando entró en el despacho y sus amigos lo vieron, una mueca de asombro se vislumbró en
sus caras

--- ¡ Harry ! ¿ Dónde has estado ? le preguntaron todos, visiblemente asombrados al verlo

Harry miró a sus amigos y exhaló un fuerte suspiro

-- Es una larga historia, dijo finalmente

Capítulo 26. A vueltas con el pasado

Unos días después de la misteriosa aventura de Harry, que a todos les inquietó sobremanera,
reanudaron las investigaciones acerca del libro del tiempo perdido de Merlín y continuaron
investigando y analizando concienzudamente todos los libros que habían cogido de la Sala
oculta de la Biblioteca; Hermione estaba muy preocupada por la terrorífica profecía que había
descubierto acerca del Troclón unos días atrás y, debido a ello, no podía apenas concentrarse,
continuamente se estaba levantando y yendo de un sitio a otro y en varias ocasiones salió del
despacho para volver minutos más tarde.

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Finalmente cogió unas reglas, un pergamino y una pluma y, procurando que Ron y Draco no
viesen lo que estaba haciendo, empezó a dibujar un extraño mapa en el que iba situando unas
coordenadas que había extraido de uno de los libros de la Biblioteca, se trataba de un capítulo
en el que hablaba de profetas y oráculos de la antigüedad y Hermione se había propuesto
conjurar a uno para descubrir si lo que había descubierto acerca de la Profecía era real o no.

-- Esto es una locura, se dijo Hermione a sí misma, no sé si debería continuar con esto, igual
sólo ha sido un error mío de traducción y me estoy volviendo paranoica.

Hermione dejó de transcribir las coordenadas durante unos minutos, miró a Ron y luego
pensó en los acontecimientos de los últimos días, el ataque de los licántropos, el horrible
wendigo, la extraña desaparición de Harry.... Una fuerte sensación de determinación la
sacudió por dentro

-- ¡ Sí ! se dijo a sí misma decidida. Tengo que descubrir si es cierto o no... sino, estas dudas
acabarán consumiéndome por dentro y no podría soportarlo

Hermione agarró nuevamente la pluma y continuó transcribiendo las coordenadas al


pergamino, una vez que hubo acabado, lo dobló cuidadosamente y lo guardó en un bolsillo de
su abrigo.

-- Voy a dar una vuelta, anunció en voz alta

-- ¿ Estás bien cariño ? preguntó Ron. Últimamente pareces un poco abstraída y algo ausente

-- No te preocupes querido, estoy bien. Adios Draco

-- Adios Hermione

-- Volveré dentro de una hora, no os preocupéis

En esos momentos Harry estaba acabando de dar una clase de Defensa Contra las artes
oscuras a sus alumnos de 4º Curso de Hufflepuff y Ravenclaw, luego tenía una reunión
urgente con la directora, Minerva. Al salir del aula a Harry le pareció muy extraño que sus
alumnos se agruparan en una especie de fila india, en un estilo muy militar y, se quedaran ahí
quietos esperando... hasta que dos minutos después, Yafar apareció y todos los alumnos se
situaron entonces detrás suyo.

-- Hola Harry, lo saludó Yafar, es un alivio ver que habéis vuelto sanos y salvos de vuestra
aventura en Francia

-- Te doy las gracias por tu preocupación Yafar. ¿ Has visto a la directora ?

-- Hace diez minutos estaba en un cuarto de la sexta planta hablando con Omar, creo que
ahora podría estar en su despacho.

-- Muchas gracias Yafar

-- No tienes por qué agradecerme nada Harry

Yafar se alejó lentamente por el pasillo y los alumnos le siguieron alineados en una larga fila,
a Harry le pareció como si estuviesen desfilando

-- Qué curioso, parece una especie de desfile militar

Harry se alejó de allí y se encaminó a la séptima planta, camino del despacho de la directora

En esos momentos, en un cuarto que estaba vacío en la séptima planta, se encontraban


reunidos la directora Mc Gonagall y Omar.

196
-- Creo que sabrás que Harry consiguió el libro que explica cómo utilizar el libro del tiempo
perdido de Merlín en su último viaje Minerva

-- Soy consciente de ello Omar, supongo que querrás tenerlo

-- Por supuesto, El Pacto necesita el libro, nuestro dominio debe de extenderse a todo el
Mundo

-- Pero lo tiene Harry en su poder ¿ Cómo piensas quitarle de enmedio ? ¿ No habrás pensado
matarle ? …

-- Por supuesto que no, al menos aún no lo hemos pensado, todo a su tiempo... en realidad
tengo pensado algo más... Omar dejó de hablar durante unos instantes antes de antes de
decidirse a añadir algo más, finalmente una maliciosa sonrisa se dibujó en su rostro, creo que
se me ha ocurrido algo más.. divertido Minerva, aunque al pobre de Harry sin duda alguna no
le hará mucha gracia.

-- ¿ De qué se trata ?

-- Creo que utilizaremos a su querida hija que también está bajo nuestro control para
manipularle... pondremos a sus amigos en su contra y... cuando él ya no sea una amenaza....
podremos hacernos con el libro

-- No os será fácil volver a sus amigos en contra suya Omar.

---- Jejeej, Minerva... no menosprecies al Pacto, me ofendes. Digamos que... el cebo ya ha


sido lanzado, y aún más me alegra decirte que el pez ya ha mordido el anzuelo.

-- No era mi intención ofender

-- Lo sé, mi querida Minerva, lo sé. Ahora tan sólo nos queda esperar a que el desarrollo de los
acontecimientos nos pongan en una clara situación de ventaja.

Minutos más tarde, se escucharon unos pasos por el pasillo

-- Bueno, creo que debería irme, directora

-- Sí, eso es todo por ahora Omar, muchas gracias

La directora Mc Gonagall se dirigió a su despacho, un poco más tarde Harry, quien había
pronunciado la contraseña ante la gárgola de la entrada, entró en él, la directora simuló estar
hojeando unos libros

-- ¡ Ah Harry, eres tú !

-- Sí, teníamos una reunión esta mañana si no recuerdo mal ¿ no ?

Mc Gonagall miró su reloj y luego se llevó las manos a la cabeza en actitud desconsolada

-- ¡ Pero qué despistada me he vuelto últimamente Harry ! Tienes que disculpar el desorden,
pero aún no he conseguido ordenar todo esto.

-- No tiene importancia, es su despacho después de todo. Y bien, ¿ Qué era lo que quería
decirme ?

-- Bueno, entre nosotros dos Harry, y como nadie nos escucha, supongo que podemos hablar
en confidencialidad tú y yo

197
-- Por supuesto Minerva, dígame, ¿ Qué es lo que le preocupa ?

-- Ése libro, el que habéis encontrado... yo creo que deberíais tener cuidado con él y guardarle
en algún lugar seguro.... ya sabes a lo que me refiero Harry.. con los del Pacto merodeando
por ahí...

-- Le agradezco su preocupacion directora, pero creo que nosotros sabemos guardarle bien

-- Si queréis yo podría esconderlo en algún lugar oculto de la escuela y cuando lo necesitéis


sólo tendríais que pedírmelo

-- De verdad Minerva, te lo agradezco mucho pero creo que no es necesario, nosotros podemos
esconderlo bien

Mc Gonagall hizo una mueca de indignación, que no fue percibida por Harry, quien estaba
mirando al vacío, pensativo

--- La verdad es que El Pacto sabía que estábamos en Francia Minerva, aún no sé cómo
supieron que iríamos allí

-- ¿ Qué estás sugiriendo Harry ? ¿ Acaso crees que tenemos un topo aquí en Hogwarts ?

-- No lo sé Minerva... todo esto es muy confuso, ya no sé qué creer o en qué pensar...

-- Mira Harry la escuela no ha sufrido ningún ataque seguro que El Pacto se enteró de vuestro
viaje de cualquier otra forma, pudieron hacerlo de mil maneras distintas... ahora debes de
descansar y relajarte Harry, así, cuando lo hayas hecho, podrás enfrentarte al Pacto con más
fuerzas y tendrás más probabilidades de victoria.

-- ¡ Pero es que no puedo resignarme a quedarme de brazos cruzados sin saber qué es lo que
planea El Pacto ! ¿ Cómo quiere que haga eso ?

-- Tonterías Harry, debes de descansar durante unos días, estar con tu familia, tu mujer y tu
hija también necesitan disfrutar un poco de tu compañía, es que últimamente no te has
tomado ni una semana de descanso, ve a casa Harry, hazme caso, y cuando te encuentres con
fuerzas para ello, si así lo deseas.. yo seré la primera en la búsqueda del Pacto

-- Se lo agradezco Minerva, pero esto es algo que debemos hacer nosotros, usted quédese en la
escuela, los alumnos la necesitan...

Harry estuvo meditando durante unos breves momentos pensando en lo que la directora le
había dicho

-- Tal vez tengas razón, Minerva, iré a casda unos días, tengo ganas de abrazar a Ginny, a mi
hija Lily, y de ver al pequeño Percy

--- No te preocupes por las clases Harry, podemos cubrir tu puesto mientras estés fuera, al igua
que hemos hecho cuando habéis estado en Francia

-- Te lo agradezco Minerva, ya nos veremos cuando vuelva

-- Adios Harry, y procura descansar, lo necesitas

Cuando Harry abandonó el despacho una sonrisa se dibujó en el rostro de la directora, el plan
iba viento en popa.

Harry se despidió de sus amigos y se dirigió a su casa en Grimmauld Place, últimamente con
los acontecimientos de los últimos meses, a los alumnos les daban permiso para ir a sus casas

198
todos los fines de semana, al contrario de lo acostumbrado y por lo tanto Harry pudo abrazar a
su hija Laily, la cual le pareció, desde un principio, que se comportaba de una manera extraña.

-- ¿ Te ocurre algo hija ? pareces... distraída

--- No, padre, me encuentro perfectamente, ayer Omar nos invitó a una fiesta privada en la
escuela que dará el próximo Lunes y...

-- Ya, ya, ya, dejalo, siempre estás hablando de Omar, ¿ Es que acaso no hay más chicos en la
escuela ? ¿ Qué hay de los amigos de Harry ?

--- Es que ellos no se enrollan tanto como lo hace Omar él es tan...

Harry subió las escaleras malhumorado, por un tiempo había olvidado que Lily también
pertenecía al selecto " Club de animadoras " de Omar que se había formado en la escuela, y es
que al parecer, ese muchacho rubio desataba muchas pasiones.

-- Espero que se marchen pronto y así pueda olvidarse de él, pensó Harry, preocupado

Cuando entró en el dormitorio pudo ver a Ginny sentada en la cama, esperándole, al verle,
una expresión de gozo y alegría se dibujó en su rostro

-- ¡ Harry ! gritó ella de júbilo, a la vez que se arrojaba sobre él y le abrazaba

-- ¡ Ginny ! ¡ Te he echado tanto de menos !

-- Creo que tenemos que recuperar el tiempo perdido, cariño, dijo Ginny mirando de forma
melosa a Harry y sonriendo pícaramente

-- Bueno.. si eso es lo que crees yo no puedo decirte que no esté de acuerdo, dijo Harry,
sonriendo a su vez y dicho esto, cerró la puerta de la habitación.

Unas horas más tarde un fuerte estruendo se escuchó en la casa, el cual hizo que Harry se
despertara de inmediato. Harry bajó lentamente las escaleras que daban al vestíbulo de la
casa, el ruido parecía provenir de la cocina. Harry, por precaución, cogió su varita, y abró con
sumo cuidado la puerta de la misma. allí pudo ver a su hija Lily con su varita en la mano,
realizando unos extraños hechizos, como si estuviese conjurando algo, lo cual inquietó
sobremanera a Harry

-- ¿ Qué haces levantada a estas horas Lily ? Son las 3 de la mañana

Lily no contestó, parecía estar sumida en una especie de trance hipnótico. Harry volvió a
preguntar:

-- ¡ Lily, contéstame ! ¡ Quiero saber qué estas haciendo aquí a estas horas !

--- ¡Jajajaj ! Ése es siempre el problema de los mayores, siempre exigiendo, siempre
ordenando

-- Lily ¿ De qué estás hablando ? No te consieto que me hables así pequeña. Tú y yo vamos a
tener una pequeña charla mañana, ahora ¡ Vete inmediatamente a la cama !

-- No nos escucha ¿ Verdad Linus ?

-- ¡ Lily, vete a tu cuarto de inmediato o me veré obligado a subirte yo mismo !

-- Nos importuna e interrumpe Linus ¿ Qué debemos hacer ?

-- ¿ Pero con quién estás hablando ? ¡ Aquí no hay ningún Linus Lily !

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-- Linus, dice que no existes, ¿ Qué debemos hacer ?

-- ¡ Esto es inaudito ! ¡ Habráse visto tal insolencia ! Tu madre no creo que sea tan
comprensiva como yo Lily, ¡ Voy a llamarla para que te meta en cintura !

-- ¡ Oh, le hemos asustado ! ¡ Es que acaso tienes miedo papaito ?

Harry empezó a temerse que todo esto podría deberse al Pacto

-- ¡ Dios mío Lily ! ¿ Pero qué es lo que te han hecho ? ¿ Dónde has estado ?

Lily se volvió y miró directamente a Harry, sus ojos brillaban y en su interior lucía un negro
muy oscuro, casi diabólico

-- A tu pequeña no le ocurrirá nada si haces lo que te pedimos, dijo una voz que provenía del
interior de Lily, la cual Harry no pudo identificar. ¡ Danos el libro y será libre !

-- ¡ Nunca os daré el libro, lo entendéis ?

-- Jejeje, Eres pertinaz Harry, pero en fin, tú lo has querido

Harry asistió atónito a cómo los ojos de Lily se volvían blancos y luego su cabeza se
contorsionaba violentamente, finalmente cayó al suelo, presa de violentas convulsiones y
espasmos.

Harry empezó a llorar, temía que la vida de su pequeña se escapase sin que él pudiese hacer
nada.

-- ¡ Lily, reacciona, lucha contra ello !

El cuerpo de Lily dejó de agitarse al cabo de unos minutos, luego pareció calmarse y,
finalmente se levantó y se volvió en dirección a Harry. Su mirada era de un odio extremo y
sus ojos estaban teñidos de un rojo sangre.

-- Bien, bien, bien, creo que ya podemos continuar. Como te empeñas en no darme lo que
quiero, te obligaré a ello ¡ Imperius ! gritó Lily alzando su varita en el aire.

Harry intentó resistirse a la maldición con todas sus fuerzas

-- ¡ Hija... no eres tú, lucha contra ello !

-- Muy hábil Harry, sin duda alguna conseguirías librarte del efecto de la maldición, pero ya
hemos venido preparados para éste imprevist, mira lo que le pidió tu pequeña al gordinflón de
Hagrid, pretestando que era para un trabajo

Lily abrió sus manos y entre apareció algo que a Harry le dejó helado

-- ¡ Un ojo de dragón ! Te suena de algo ¿ Verdad Harry ?

Los ojos de dragón potencian la maldición imperius d euna forma tal que es imposible
combatirla, por muy fuerte y poderoso que sea el mago atacado por ella

-- ¡ Obedece Harry !

Harry estaba al límite de su resistencia e intentó por última vez resistirse a la maldición

-- ¡ Hija, soy yo !

200
Pero todo fue inútil, Harry acabó cayendo de rodillas al suelo y mirando a su hija en actitud
distante, su cuerpo estaba allí, pero su mente estaba anulada, flotaba en el aire a merced de
los que estuviesen controlando a la pequeña Lily.

-- Debes matar a Hermione, ¡ No tengas piedad de ella !

-- Sí, señora, lo haré

Lily sonrió en señal de victoria

- ¡ Mañana será el día !

-- Como ordenéis

Harry subió lentamente las escaleras como un autómata, entró en el dormitorio y se echó en
la cama.

-- 34º 12 Minutos Norte, 118, 21 Oeste, aquí debe de ser...

Hermione miró el lugar al cual le habían conducido las coordenadas, se encontraba en un


barrio céntrico de Londres, enfrente de una estatua que representaba a una hamburguesa
gigante de las que suelen colocar enfrente de las hamburgueserías, en ese momento se
apagaron las luces, al parecer, estaban cerrando, poco después, los encargados salieron del
local y empezaron a cerrar las puertas. Al ver a Hermione allí se la quedaron mirando,
extrañados.

Hermione empezó a mirar detenidamente la estatua:

-- Tú deberías ser una estatua, le dijo Hermione a la estatua en forma de hamburguesa, Bueno,
lo eres, más o menos

Los encargados vieron la escena y comenzaron a reírse profusamente, más tarde, acabaron de
cerrar y dejaron a Hermione sola frente a la estatua

-- Si no funciona destruiré ese libro de profecías.... dijo Hermione, un poco avergonzada

Hermione sacó una pequeña bolsita que traía consigo, y ésparció su contenido sobre la
estatua, era una especie de tierra blancuzca, para conjurar al Oráculo, luego alzó las dos
manos y cerró los ojos, esperando que funcionase

-- Mangue sec Loa Alecva, acepta esta ofrenda y.. abre las puertas de la verdad

Todo lo que la rodeaba se iluminó con una luz rojiza, cegadora y Hermione, se tapó el rostro
para evitar que sus ojos fuesen dañados por la extraña luz, cuando se los destapó vio que la
estatua había comenzado a crecer hasta alcanzar finalmente una altura colosal, finalmente, la
estatua, pareció cobrar vida propia y se dirigió a ella

-- ¿ Cómo osas despertar a Loa ? le preguntó la estatua, de forma colérica

-- Eeehh.. quiero suplicar algo, gran ser.. la respuesta a preguntas que sólo tú puedes revelar

--Ya tienes la respuesta bruja, ahora estás buscando sólo la pregunta

-- ¿ Es.. verdad ? ¿ Me asesinará Harry como dicen las profecías ?

-- Que él acabará contigo es seguro, la única duda que tienes es sólo cuando

-- No, la única duda que tengo en la mente es cómo poder impedirlo, interpeló Hermione

201
--- ¡ Nadie puede impedirlo !

-- ¡ Pues hay que impedirlo ! chilló Hermione ¡ Habrá alguna forma de.. !

Loa lanzó un potente rayo dorado a Hermione, a la que alcanzó en el pecho, lanzándola hacia
atrás, lo que hizo que cayese al suelo, cuando se levantó, la estatua se volvió a dirigir a ella,
visiblemente malhumorada

-- ¡ Tu insolencia me disgusta !

-- Esto me pasa por charlar con una hamburguesa de piedra, se dijo Hermione

-- Arriesgas tu vida bruja, despertando a Loa, puede que lo que busques sea la muerte, el dolor
de tu corazón la pide a gritos

-- ¡ Acaba conmigo ! gritó Hermione, ¡ Nada más me detendrá !

-- ¡ Simple bruja ! gritó Loa con desprecio, tu dolor es sólo el principio, te están esperando la
agonía y la traición y el tiempo.. se te acaba y aún así, ignoras la pregunta

Hermione se dio por vencida

-- De acuerdo, ¿ Cuándo ? ¿ Cuándo será el crimen ?

-- El primer portento moverá la Tierra, el segundo quemará el aire, el tercero, llenará de


sangre el cielo

Hermione se quedó pensativa durante unos instantes

-- ¿ Un seísmo ? ¿ ese es el primer portento ? ¡ Vivimos en Inglaterra !

-- Terremoto, fuego, sangre, estáte alerta de las señales bruja y no me molestes nunca más

Dicho esto último, la misma luz rojiza volvió a aparecer y la estatua volvió a encogerse hasta
su tamaño original. Hermione se quedó allí quieta pensando durante unos minutos en lo que
Loa le había dicho y finalmente se dispuso para regresar a su casa, en donde su marido Ron la
estaría esperando.

La mañana siguiente, muy temprano, en un Callejón desierto y solitario de la ciudad de


Winchester, situada al Sur de Inglaterra, en el condado de Hampshire.

-- ¿ Estás seguro de que se ubicaba aquí la Sagrada ciudad de Camelot Walter ?

-- Eso es lo que indican todos los manuscritos que hemos estudiado hasta el momento y
nuestra señora también está de acuerdo

-- Yo no estoy tan seguro ¿ Qué hay de Caerleon ?

-- Era un sitio probable, es cierto, pero al final resultó no ser el sitio exacto

-- Bueno, pues que así sea, empieza con el ritual Tobías

El mago que se llamaba Tobías, extendió una gran alfombra negra a lo largo del Callejón,
luego cogió entre sus manos un pequeño frasco de color esmeralda e introdujo un pequeño
bastón afilado en uno de sus extremos en el interior del mismo, lo sacó empapado de una
sustancia viscosa de color azulado y golpeó varias veces la alfombra con el bastón
humedecido, finalmente, dejó el bastón sobre la alfombra, al poco tiempo el bastón cobró vida
y, poco a poco, se fue alargando, hasta tomar finalmente la forma de una siniestra mujer.

202
-- ¿ Quién osa perturbar mi descanso ?

-- ¡ Oh, gran Morgan ! Estamos aquí para servirte, nosotros, siervos del Pacto.

-- ¿ Qué venis a pedirme ?

-- El famoso Libro del tiempo perdido de Merlín está ya casi a nuestro alcance, pero viles
magos no nos dejarán hacerlo, tú eres nuestro único consuelo, te suplicamos que desates las
Furias de la Oscuridad en el Submundo y que ellas hagan estremecerse los cimientos de la
Tierra aquí en Inglaterra

-- Hummm, es una petición honorable, sin duda y creo que la haré gustosa. ¿ Dónde está la
sacrificada ?

Los dos magos retrocedieron, asustados ante tal petición. No habían matado a ninguna joven

-- ¿ Cómo osáis invocarme sin presentarme un sacrificio ?

-- Perdón, gran Morgan

-- Creo que esto puedo arreglarlo yo misma

Unos tentáculos salieron entonces del cuerpo de la diabólica hechicera, atrapó a Tobías y
empezó a rretorcerlo en el aire, a la vez que le iba atrayendo poco a poco hacia ella

Walter gritó, horrorizado, mientras Tobíias se estremecía entre los tentáculos de Morgan

-- ¡ Ayúdame Walter ! imploró Tobías

-- Si intentas algo tú irás detrás de él, rugió la diabólica hechicera

Los tentáculos de la hechicera llevaron al insensato Mago al interior de las, ahora fauces de la
hechicera, quien ya no tenía cabeza humana, sino que ahora se asemejaba más a la de un
gigantesco grifo. Morgan introdujo al mago del Pacto por entre sus fauces, tragándoselo, lo
último que escuchó Walter, aterrado, fue un grito de dolor

-- Bien, creo que con eso bastará para enseñarte que la próxima vez que quieras invocarme
vengas preparado

Walter se arodilló en el suelo en actitud reverencial a Morgan, quien pareció calmarse y volvio
a adquirir una forma humana

-- ¿ Qué hay de nuestra.. mi petición ?

-- No te preocupes, está hecho

Los dos tentáculos que habían atrapado antes a Tobías chasquearon fuertemente en el aire y
golpearon repetidas veces el suelo, un minuto más tarde, la tierra comenzó a temblar
violentamente

-- ¿ Estás satisfecho ?

-- Muchas gracias, gran Morgan, creo que ahora debo de irme

En su interior, Walter estaba pensando en buscar inocentes víctimas para sacrificarlas a la


hechicera para el nuevo encargo que El Pacto le había encomendado

-- Si vuelves a requerir de mis servicios... ¡ No vengas sólo, recuérdalo !

203
Un sudor frío, mezcla de nerviosismo y terror ante lo que le había ocurridoa su amigo Tobías,
Water abandonó el lugar silenciosamente. La siniestra Morgan desapareció en cuestión de
segundos.

Un violento terremoto, el cual derribó a Ron y a Hermione de la cama, hizo que Hermione
cayera presa de un profundo pánico

-- ¡ Dios mío ! ¡ Esto es imposible, debo estar soñando !

-- ¿ Cariño ¿ Qué te ocurre ? Es sólo un terremoto

-- ¡ No ! ¡ No es sólo un terremoto ! ¡ Es... es el fin !

Pocos minutos más tarde, el suelo dejó de temblar, los desperfectos sólo habían sido una
pequeña lámpara y una radio mágicas de alcoba, las cuales Ron reparó rápidamente.

Hermione bajó las escaleras camino a la cocina, temblando y sudorosa

-- ¡ La primera señal ! ¡ Esto no puede estar ocurriéndome !

--- ¡ Querida, luego viene Harry !

A Hermione, esto acabó por quitarle el apetito

-- Dile que he ido a dar un paseo Ron, no me encuentro muy bien

-- ¿ Pero a dónde vas a estas horas ? ¡ Hermione !

Ron corrió a la entrada de la casa, pero Hermione ya se había ido, salió al exterior, pero no
había ni rastro de ella

-- Pues si que tenía prisa, se ha desaparecido. ¿ A dónde irá ?

Pero pronto dejó Ron de preocuparse por estas cosas que aparentemente no tenían
importancia, ya que no sabía qué estaba ocurriendo, al entrar en la cocina, vio su desayuno
preparado, y al lado el del Hermione, quien no había tomado nada

-- ¡ Qué bien, más para mí ! Con lo hambriento que estoy podría tomarme cualquier cosa, dijo
Ron contento.

Hermione estaba paseando por un tranquilo barrio de Londres cuando, de repente, empezó a
escuchar gritos, un fuerte olor a gases y a azufre parecía provenir de algún sitio cercano, se
empezaron a escuchar gritos, Hermione, algo inquieta, empezó a andar en dirección al lugar
de donde provenían los gritos, aunque no pudo dar más de cinco pasos ya que lo que ocurrió
la dejó helada, del cielo estaban cayendo cenizas volcánicas y lava fundida, tiñendo el cielo de
rojo, tenía que serlo

-- ¡ La segunda señal ! se dijo Hermione, ¡ Esto no puede estar pasando ! ¡ Aquí no hay
volcanes !

Hermione se alejó de allí, mientras un equipo de desmemorizadores y otros agentes del


Ministerio de Magia llegaban a la zona para intentar arreglar la situación y calmar los ánimos
en la zona, desesperada, decidió regresar a casa.

Una vez que estuvo de vuelta, buscó a Ron para tratar de explicarle lo que estaba sucediendo,
le encontró en la cocina, junto a Harry, ambos estaban arreglando un artefacto muggle que le

204
había regalado a Ron su padre Arthur, quien era un gran amante de todo lo que tuviera que ver
con los muggles.

-- ¡ Maldición ! gritó Ron

-- ¿ Qué ocurre Ron ? preguntó Harry

-- ¡ Me he cortado con un hierro que había debajo de éste cacharro ! ¡ Harry ayúdame, estoy
aquí atrapado y estoy sangrando mucho !

-- ¡ Aaah ! gritó Hermione, visiblemente asustada. Hermione salió corriendo hacia arriba presa
de un pavor incontenible y dando múltiples gritos

-- Cariño, es sólo un pequeño corte sin importancia, dijo Ron, Harry me ayudará. ¡ Ay, duele !
Empuja hacia arriba Harry, así podré sacar el dedo de aquí abajo.

Harry curó a Ron la herida y estuvo un rato charlando con él

-- Creo que todo lo que ha estado pasando últimamente ha acabado por agotar a Hermione,
Harry

-- Creo que deberíais tomaros unás pequeñas vacaciones durante 3 o 4 días para despejaros un
poco y olvidaros de todo esto

-- Creo que tienes razón Harry, así podremos volver con ánimos renovados. El caso es que a mi
no creo que me escuche, ya sabes como es Hermione, siempre está pensando en estudiar algo
o empeñada en descubrir algo nuevo y desconocido.

-- Yo hablaré con ella Ron, me escuchará

-- Te lo agradezco mucho Harry. Yo estaré aquí abajo esperando a que bajéis.

Una expresión de alegría apareció en el rostro de Harry, éste era el momento, en pocos
segundos cumpliría lo que El Pacto le habia encomendado y Hermione sería Historia.
Lentamente fue subiendo las escaleras que conducían al dormitorio de Ron y Hermione en
donde Hermione se encontraba llorando, tendida sobre la cama, resignada a su triste final

Harry entró finalmente en el dormitorio en dnde Hermione se encontraba, con un gesto de su


varita, la puerta se cerró tras él violentamente.

-- Supongo que has venido a por mi, dijo Hermione al ver a Harry en el umbral de la puerta

-- Sí, creo que ya sabes que ha llegado la Hora Hermione

-- ¡ Harry ! Así que era cierto, ¿ Desde cuándo trabajas para ellos ? ¿ Todo este tiempo has
estado engañándonos a Ron y a mi ?

--¡ Oh ! No creas todo lo que veas pequeña, pero eso es algo que no te puedo revelar

Harry se debatía internamente con todo su corazón contra su mente, mas era en vano, el ojo
de dragón estaba cumpliendo muy bien su labor y Harry no tenía ninguna posibilidad de
escapar al control de la maldición. Hermione pudo percibir cierta vacilación en Harry

-- Venga valiente, ¡ Hazlo ya ! Nunca creí que esto pudiese llegar a pasar ¡ Harry soy yo
Hermione, tu amiga ! dijo ella llorando. Si vas a hacerlo, hazlo rápido, así me ahorrarás el
sufrimiento de ver cómo mi mejor amigo me mata

--- ¡ No digas eso Hermione ! ¡ Me consume ! ¡ Me quema por dentro !

205
-- ¿ Has pensado en lo que hará Ron cuando descubra lo que has hecho ?

Harry comenzó a llorar, amargamente

-- ¡ No metas a Ron en esto ! ¡ Esto es entre tú y yo !

-- Te equivocas. Él nunca te perdonará, y dará igual en dónde te escondas, removerá todo el


Mundo mágico hasta que acabe dando contigo y entonces.. entonces ¡ te puedo asegurar que
no tendrá ni un mísero atisbo de piedad para contigo Harry !

-- Supongo que tendré que asumir el riesgo

--¡ Vaya frialdad ! ¡ Venga, hazlo ya Harry ! ¡ No quiero seguir escuchándote !

Harry levantó lentamente su varita y con ella apuntó a Hermione, en ese momento se abrió la
puerta del cuarto, era Ron

-- Cariño, quiero que me digas si preferirías ir a Tailandia o a algún lugar más exótico como....

Ron vio a Harry apuntando con su varita a Hermione y sacó rápidamente la suya

-- ¡ Avada ... comenzó a decir Harry

-- ¡ Agitem tandi ! gritó rápidamente Ron

-- Kedavra !

Un rayo azul celeste alcanzó a Harry, quien, saliendo despedido hacia atrás, se golpeó contra
la pared, quedando inconsciente, la maldición asesina salió desviada de su trayectoria,
estrechándose contra la mesilla del dormitorio, destruyéndola

-- ¿ Qué está pasando aquí ? preguntó Ron

-- ¡ Harry ha intentado matarme ! gritó Hermione, histérica

-- Eso ya lo he visto cariño. Lo que quiero saber es ...¿ Qué ha pasado aquí, por Merlín ?

-- Creo que está bastante claro Ron, Harry nos ha traicionado, y lleva bastante tiempo
trabajado para El Pacto, él me lo confesó

-- No puede ser, dijo Ron. Él nunca te haría eso, conoces a Harry

-- Tú no le has escuchado hablarme, él hablaba con odio, lleva mucho tiempo fingiendo para
entregar al Pacto el libro

Hermione salió de la habitación y regresó dos minutos más tarde, había mandado un mensaje
al Ministerio de Magia para que vinieran a capturar a Harry

-- Tengo que averigüar qué está ocurriendo cariño, y no pararé hasta descifrar el misterio

-- ¡ No hay ningún misterio !

-- Creo que El Pacto está detrás de todo esto, querían alejar a Harry del libro

-- ¿ Es que no me estás escuchando ? Él trabaja para ellos

Unos aurores del Ministerio llegaron y se llevaron a Harry a Azkabán. Unas horas más tarde,
Harry recobró la conciencia y se llevó una terrible sorpresa al ver que se encontraba tras los

206
barrotes de una celda. El efecto de la maldición había cesado, debido al fuerte golpe y ahora ya
volvía a ser plenamente dueño de su conciencia. Harry escuchó unas voces que provenían de
un pasillo contiguo a donde se encontraban las celdas.

-- ¡ Oiga ! ¿ Hay alguien ahí ? gritó Harry

Nadie acudió a la llamada de Harry, por lo que no le quedó más remedio que esperar a que
alguien se dignase a aparecer por allí. Media hora más tarde, la puerta que daba acceso a las
mazmorras se abrió y por ella entraron el Ministro de magia, Peter Mansher, quien exhibía un
semblante muy serio, la reportera Rita Skeeter, quien llevaba puesto un fabuloso vestido de
gala de color rosa, y finalmente, Nymphadora Tonks y Ojoloco Moody, quienes lucían una
expresión de total decepción en el rostro.

--- Rita, te lo ruego, ten mesura

--- ¡ Oh ¡ Pero eso es lo que siempre hago, Peter. ¿ Verdad Harry ?

Harry no se dignó a mirar siquiera a Skeeter

--- Dejémosles a solas, indicó el Ministro.

Harry se quedó a solas con Rita Skeeter, la cual sonreía con una expresión de victoria y
profunda satisfacción por lo ocurrido. Harry sintió en ese momento un profundo desprecio por
la reportera del Profeta

-- Bien, mi querido Harry explícame cómo fue tu paso al lado oscuro. ¿ Qué te ofrecieron los
del Pacto para que te unieras a su bando ? ¿ Sabiduría, quizás ? ¿ Conocimiento de técnicas
mágicas ancestrales ?

-- ¡ Nada ! Yo no me he pasado a ningún lado oscuro. ¿ Que se ha creído que es esto , una
mala imitación de la Saga muggle de la Guerra de las galaxias ? Yo no tengo nada que ver con
El Pacto, ha sido todo una trampa que...

Rita Skeeter interrumpió bruscamente a Harry

--- No sé lo que te habrá impulsado a hacerlo, Harry, pero el que hayas intentado matar a tu
querida amiga del alma, Hermione, me indica que ha sido algo importante

-- ¡ Callate, asqueroso escarabajo ! gritó Harry

Rita Skeeter no perdió su desagradable falsa sonrisa

-- ¡ Escuche, pidió Harry ! Ha sido todo una trampa, El Pacto quiere apoderarse del libro y me
querían apartar de él

-- Esto se va poniendo interesante, dijo Skeeter, sonriendo

-- No sé cómo lo han hecho, pero creo que han estado tomando poco a poco el control sobre
la escuela y pronto será entera suya

-- Te refieres a Hogwarts, sin duda ¿ No ?

--- ¡ Sí ! ¡ Hay que detenerlos ! ¡ son peligrosos !

-- ¿ Y cuánta gente hay implicada en la Conspiración Harry ? ¿ Están los profesores también
compinchados entre sí, contra ti ? ¿ Lo estoy yo ?

207
--- ¡ Por favor ! ¡ No estoy bromeando ! gritó Harry, indignado, al ver que Skeeter no le estaba
tomando en serio. ¡ Pronto será tarde !

-- Tarde para qué, ¿ Harry ? ¿ Es que luego tú y tus amigos del Pacto no podréis cumplir
vuestra misión ?

-- ¡ No lo entiende ! ¡ Ellos irán a por el libro !

-- Sí claro, Harry, tu famosa teoría de la Conspiración, jejeje. ¿ Cómo explicas tu


desafortunado ataque a la sanadora Hermione Weasley ?

-- Estoy convencido de que estaba bajo el influjo de la maldición imperius, dijo Harry,
desafiante

---Podría ser una buena excusa Harry, no te lo niego, pero creo que tendrás que encontrar
alguna mejor si quieres tratar de convencer al Congreso del Wizengamot de tu inocencia
Harry, demasiados magos de los cuales existía el pleno convencimiento de que se habían
pasado al lado oscuro utilizaron ya esa misma excusa, la cual era falsa, y aún así, fueron
creidos, sin embargo, hace ya mucho tiempo que esos tiempos cambiaron, así que no creo
que tú tengas mucha suerte si vas con esa Historia

-- ¡ Pero tiene que creerme ! ¡ Es cierto !

En ese momento se abrió la puerta y por ella entraron nuevamente el Ministro de magia, Peter
Mansher, acompañado por Ojoloco Moody y por Nymphadora Tonks.

--- Bueno, creo que ya ha sido suficiente Rita, dijo el ministro a la reportera

-- Pues sí, con esto ya tengo por lo menos para llenar 4 páginas del periódico. Una última cosa,
si me permite, ministro

-- Lo que quieras Rita

-- Si no os importa poneros cada uno a un lado de Harry

-- ¿ Crees que es seguro ? ¿ Y si trata de escaparse ?

-- Tranquilos, no lo haré, dijo Harry

Un chico joven entró entonces, portando una cámara

--- Sonríe Harry, así quedarás mejor para la portada, dijo Rita

-- Como si a mi eso me importara algo, dijo Harry malhumorado

-- A ver, Señor Moody, ¿ Le importa .... ?

Moody se agachó un poco para poder entrar bien en el objetivo de la cámara

-- Muchas gracias Walter, le agradeció Rita al fotógrafo. Creo que es todo suyo, dijo la
reportera al ministro, mientras se dirigía a la puerta de las mazmorras y saliendo por ella

-- Bien Harry, creo que deberías explicarnos él porqué de tu ataque a tu amiga Hermione,
preguntó el Ministro

-- Se lo he dicho ya a Skeeter, estoy seguro de que debía estar bajo el influjo de la maldición
imperius

208
-- Harry, no esperarás que nos creamos esa historieta tuya de la " Supuesta Conspiración " que
planea sobre Hogwarts, a Rita puedes colársela si quieres, de cara a la prensa, pero
oficialmente nos debes una explicación mejor

-- ¿ Pero por qué nadie quiere creerme ? gritó Harry, bastante indignado. ¡ Jamás me uniría al
Pacto !

-- De ti era el último del que me hubiera esperado algo así Harry, le reprochó Moody a Harry

-- Vaya, veo que es inútil que os diga nada, no queréis creer la verdad. ¡ Pronto ellos se harán
con la escuela ! Por lo menos, asegurraos de que allí no ocurre nada, imploró Harry, esperando
que su petición fuese al menos oida.

-- ¿ Y si tiene razón ? dijo entonces Tonks, que hasta el momento había permanecido callada

-- ¡ Anda ya, Nymphadora ! ¿ Es que acaso no crees que únicamente está tratando de salvar el
cuello ?

-- Al menos deberíamos " echarle un vistazo a la escuela " por si acaso ¿ No ? ¿ O es que
todos nos vamos a dejar llevar únicamente por nuestro instinto ?

El Ministro y Ojoloco estuvieron mirandose entre sí durante unos minutos, meditando en lo


que Tonks les proponía. Finalmente, el Ministro habló

-- Está bien, mañana realizaremos una inspección a fondo en la escuela, hasta entonces,
permanecerá confinado aquí

--- ¿ Pero es que no os dais cuenta de que mañana puede ser que ya sea demasiado tarde ?
gritó Harry

-- Es mi última palabra Harry, dijo rotundamente el ministro. Ahora, si nos disculpas, debemos
irnos. Creo que tu amigo Ron está esperando afuera Harry, dijo el ministro antes de cerrar la
puerta de las mazmorras tras de sí.

209
Unos minutos más tarde la puerta se abrió de nuevo y Harry pudo ver a Ron entrando por
ella.

Ron llevaba en sus manos un ejemplar del Profeta, Harry pudo ver que aún no había salido la
edición especial de Skeeter con su captura, con lo que suspiró, aliviado.

-- Toma, para que estés un poco entretenido, es la edición matinal, dijo Ron, ofreeciendo el
periódico a Harry.

-- Te lo agradezco Ron

-- ¡ Harry dime por qué lo hiciste !

--- ¡ Te juro que no era yo mismo Ron ! ¡ Creo que estaba bajo la maldición imperius ! ¡ Tienes
que creerme, yo nunca os haría daño ni a ti ni a Hermione Ron !

-- La verdad es que últimamente has estado muy raro Harry, pero...

-- ¡ Mírame a los ojos Ron y dime si realmente crees que lo hice a propósito !

Ron miró a su amigo detenidamente y en sus ojos no vio ningún atisbo de maldad

-- Harry yo... siento haber dudado de ti, creo que estás en lo cierto y El Pacto te tendió una
trampa.

-- ¡ Van tras el libro Ron ! Debemos impedirlo ! ¡ Tienes que sacarme de aquí !

Ron, cogió su varita y apuntó con ella a los barrotes de la prisión de Harry, pero no pronunció
ningún hechizo

-- Mañana estarás libre Harry, eres inocente y se sabrá la verdad

-- ¡ Mañana será tarde Ron ! Casi todo Hogwarts está bajo el control del Pacto, no sé cómo lo
han hecho, pero si no actuamos a tiempo mañana podría ser ya demasiado tarde.

En ese momento Ojoloco Moody y Nymphadora Tonks entraron por la puerta de las
mazmorras.

-- Bueno, señor Weasley, puede volver mañana si lo desea, o a lo mejor no es necesario ya que
si es cierto que es inocente, mañana estará libre Harry

--- ¿ Puedo despedirme ? preguntó Ron

-- Por supuesto, dijo Tonks, abandonando la sala e incitando a Moody a hacerlo también

Ron se acercó a la cárcel de Harry

--- Harry, aprovecha para echarle un vistazo al profeta, creo que la sección de deportes trae
cosas interesantes de las ligas europeas de quiddditch

-- Bueno Ron, le echaré un vistazo, dijo Harry sonriendo, así podré distraerme un poco.

La puerta de las mazmorras volvió a abrirse

--- Las dos primeras letras de cada párrafo, Harry, dijo Ron de forma enigmática

-- ¿ Qué significa eso Ron ?

--- Ya nos veremos Harry, y recuérdalo, las dos primeras letras de cada párrafo

210
Ron se marchó y Harry se quedó pensando en lo que Ron le habría querido decir con esas
misteriosas palabras.

Harry estuvo meditando en lo que le había dicho Ron durante varias horas, examinó el
periódico de arriba a abajo, sin encontrar nada evidente que pudiese ser algún tipo de mensaje
secreto o algo parecido.

-- Ron ¿ Dónde has escrito el mensaje ? se preguntó Harry, desesperado

Entonces cayó en la cuenta de algo que al principio no había considerado y que también le
había dicho Ron. Rápidamente abrió el periódico por atrás, en la Sección de deportes. Los
titulares rezaban:

“ Los Vratsa pasaron por encima a los Cavaliers ”

“ El expreso de Quiberón arrolló al Sedan anoche ”

“ Grave tropiezo de los Heidelberg Harriers en Munich ”

“ Ithilien 290 --- Inter. 260 Los Ithilien apuntan nuevamente hacia el título del Calcio ”

Y había varios titulares más, según la liga a la que correspondiese

Seguido a cada titular estaba la correspondiente crónica de cada partido. Harry empezó a
examinar los titulares por si encontraba alguna clase de pista.

---- Lo El Gr Ith…. No, esto no tiene sentido, piensa Harry, piensa

Harry pasó a examinar las crónicasde los partidos

--- Ha sido una verdadera masacre lo que se ha podido ver esta noche en el campo de los
Vratsa Vultures en donde los….

Ha, comenzó a anotar Harry

Rry Pizon, el árbitro del partido, acudió a pedirle personalmente una foto y una firma al
buscador de los Quiberon Quafflepunchers, al finalizar el mismo pues….

-- Harry, sí, esto tiene sentido, dijo Harry, con una expresión de satisfacción en el rostro

Siguió examinando las distintas crónicas una a una, hasta que obtuvo un mensaje bien claro,
el cual leyó varias veces hasta que lo hubo memorizado al completo. El mismo, era de por sí,
un poco enigmático.

“ Harry, esta noche, después de la cena, intentaré tu rescate, aguarda hasta la llegada del
Ministro de magia ” .

--- ¿ Qué querrá decir esto ? ¿ Es que acaso van a venir Ron y el Ministro a liberarme ?

Harry leyó el mensaje una vez más, para asegurarse de que lo había entendido correctamente.
No había lugar a dudas, el mensaje era bastante claro, y confuso al mismo tiempo.

Esperó pacientemente a que pasase el tiempo, hasta que llegó el momento de la cena, estaba
inquieto, y no tenía muchas ganas de cenar, así que solamente tomó un tazón de leche
caliente acompañado con unas galletas y volvió nuevamnete a la celda. Al poco de estar allí,
Ojoloco Moody entró para comunicarle que el Ministro de Magia le haría una visita.

211
-- Esto parece que va bien, pensó Harry

Unos minutos más tarde, llegó el ministro al edificio, en el recibidor se encontraba Tonks,
quien saludó al ministro, el cual continuó su marcha hasta la puerta de las celdas, en donde se
encontraba Moody, esperándole.

-- Les dejo solos Ministro, dijo Moody

-- Muchas gracias, dijo el Ministro, antes de cruzar la puerta

El Ministro se acercó lentamente a la celda de Harry, la abrió, y entró en ella, finalmente se


sentó junto a él y lo miró fijamente a los ojos, Harry miró a su vez al ministro, expectante
ante lo que pasaría a continuación.

-- ¿ Y bien ? preguntó Harry al ministro

-- ¿ Y bien qué ? preguntó a su vez el ministro a Harry

-- Pues usted dirá, Peter

-- Creo que ya está todo dicho Harry, dijo el ministro esbozando una enigmática sonrisa

-- No comprendo, dijo Harry

-- ¡ Harry ! ¡ Soy yo, Ron !

--- ¿ No será esto un truco vuestro para que confiese verdad ? porque si fuese así no tendría
ninguna gracia

-- Déjate de trucos Harry, no tenemos mucho tiempo, toma esto

Ron le entregó a Harry un pequeño frasco en el que había una pequeña cantidad de un líquido.

-- ¡ Poción multijugos ! dijo Harry, adivinando la pequeña jugada de su amigo.

-- Le pedí prestada una vieja peonza tuya a Ginny, dijo Ron, enseñando un pequeño frasco del
cual bebió.

-- ¿ Y qué cogiste del ministro ?

-- Es fácil, le robé un bolígrafo de su escritorio

-- ¡ Genial Ron !

Harry bebió el contenido de la pequeña botella. Poco después, cuando hicieron efecto las dos
pociones, Harry había adoptado el aspecto del ministro y Ron tenía ahora el aspecto de Harry.

--- Tienes poco tiempo Harry, no puede hacer suficiente cantidad de poción y Hermione se
mostró reacia a ayudarme. En cuanto descubran el engaño a mi me soltarán y se pondrán a
buscarte. ¿ Estás seguro de que debes de hacer esto ?

-- Ahora más que nunca mi querido amigo. Yo iré a la escuela oculto bajo la capa y cogeré
algunas cosas de mi despacho, pero tengo que pedirte que me hagas un pequeño favor.

-- Lo que quieras Harry

Harry sacó un pequeño sobre del bolsillo de su chaqueta, en el mismo había una pequeña hoja
que le entregó a Ron.

212
-- Necesitas dinero, dijo Ron, examinando la nota y quieres que yo te lo saque

-- Está mi firma en la hota, no te pondrán ningún pero. Una vez lo tengas, reúnete conmigo en
Hogsmeade, enfrente de las 3 escobas

-- Allí estaré esperándote, Harry. Buena suerte amigo

-- Muchas gracias Ron, la necesitaré. ¡ Ah ! una cosa más, dijo Harry antes de irse

-- ¿ Sí, Harry ?

-- Díle a Ginny que la quiero

-- Tranquilo Harry, lo haré.

-- Si todo sale bien, habremos acabado con los planes de dominación del Pacto

-- Adios Harry

-- Adios Ron

Harry salió de la zona de las prisiones y avanzó por los pasillos, lentamente, camino a la
salida, por el camino se cruzó con Nymphadora Tonks y con Moody.

-- ¿ Cómo se encontraba Harry ? preguntó Tonks. ¿ Crees que dice la verdad acerca del
Pacto ?

-- Yo creo que es sincero, pero no podemos arriesgarnos, mañana veremos qué ocurre, dijo
Harry

-- Hasta mañana señor ministro, se despidió Moody

Harry cruzó la puerta de la entrada a la prisión, estaba nervioso, rápidamente, se alejó de los
juros de la prisión, tratando de llegar a la zona que no estaba bajo la influencia del hechizo
antidesaparición. Aún estaba muy lejos.

-- ¡ Tengo que llegar ! se decía Harry, mientras avanzaba lentamente, a través de varios
trabajadores del Ministerio, que le iban saludando a su paso.

En esos momentos, varios cientos de metros por detrás suyo, en la puerta de entrada a la
prisión de Azkabán, hizo su aparición el Ministro de Magia, Peter Mansher, el cual entró en el
edificio, quien venía a visitar a Harry. En el camino a los calabozos, se cruzó con Ojoloco
Moody y con Tonks.

-- ¿ Se le ha olvidado algo, señor Ministro ? preguntó Moody

-- ¿ Cómo dices Moody ? Tan sólo vengo a visitar a Harry, como había anunciado

-- Pero señor, usted ya ha estado aquí antes, por eso se lo digo

-- Debes estar en un error Moody, en el día de Hoy, es la primera vez que estoy aquí

-- Pero... ¿ No es cierto que nosotros le hemos visto antes Nymphadora ? ... preguntó Moody
dirigiéndose al lugar en dónde hasta hace pocos momentos estaba Tonks, ahora vacío.
¿ Tonks ? ¿ A dónde se habrá ido ?

-- Yo no entiendo a qué juego están jugando ustedes dos Moody, aunque me gustaría poder
entenderlo

213
-- Esto no se trata de ningún juego, señor Ministro, dijo Moody, quien había comprendido qué
había ocurrido. ¡ Dé la alarma señor Ministro, tenemos un 315 !

-- ¿ Una fuga ? pero, no es posible.. ¿ Quién se ha fugado ? preguntó el ministro

Harry estaba ya a escasos 15 metros del final de la zona de influencia del hechizo
antidesaparición de la prisión, siguió avanzando... 10 metros...

-- Un plan muy ingenioso Harry, escuchó a su espalda

Harry se volvió, detrás suyo se encontraba Tonks, sosteniendo firmemente su varita entre sus
manos.

-- ¡ Mira qué casualidad ! Dos ministros de magia al mismo tiempo y en el mismo lugar, dijo
Tonks, riéndose

-- En fin, supongo que ya no hay ninguna necesidad de que siga fingiendo, dijo Harry, y con un
leve movimiento de su varita, vlvió a adquirir su verdadero aspecto

-- ¡ Entrégate Harry ! ¡ Aún no es demasiado tarde ! Le diré al ministro que cooperaste y si es


cierto que eres inocente, mañana serás libre.

¡ Piénsalo !

Harry miró durante unos breves momentos a Tonks

--- No lo entiendes, ¿ verdad ? Mañana ya será muy tarde para todos nosotros, El Pacto habrá
ganado y yo no debo permitir que eso suceda.

-- ¿ Y qué vas a hacer, Harry atacarme ?

Harry, que había estado hasta ese momento apuntando amenazadoramente con su varita a
Tonks la bajó .

-- Sabes que no puedo hacerlo Tonks, me iré y tú no vas a impedírmelo

-- Creo que en eso último te equivocas Harry.

Tonks se guardó su varita en el bolsillo y se tocó su cuello con la mano derecha, poco
después, éste empezó a contorsionarse violentamente, unos largos tallos sustituyeron a sus
brazos, sus piernas se transformaron en troncos y su cuerpo se tornó a un extraño verde,
Harry no podía creer lo que estaba viendo ¡ Se había transformado en una planta ! Harry
sabía de las habilidades metamórficas de Tonks, pero nunca la había visto llegar hasta tal
extremo.

-- Lo siento Harry, pero no me dejas otra opción.

Unos gigantescos tallos, parecidos a tentáculos salieron disparados hacia Harry, atrapándolo
y elevándolo en el aire, Harry trató de agarrar su varita para soltarse, mas le fue imposible
debido a la enorme presión que ejercían sobre él los talludos brazos de Tonks

De repente, un fuerte rayo eléctrico que provino de detrás de Tonks, la alcanzó en uno de los
brazos, haciendo que perdiera la consciencia y soltase a Harry recuperando su aspecto normal.

Harry recuperó poco a poco sus fuerzas y miró a su alrededor, en busca de su su misterioso
" salvador " . Allí no había nadie. De repente, como surgidas de la nada, aparecieron frente a
él su querida Ginny y Hermione, quienes le miraban sonriendo.

--- ¡ Harry ! gritó Ginny corriendo a abrazarlo. ¡ No podía creerlo !

214
Harry miró a su amiga Hermione

-- Hermione, yo no...

--- No tienes que explicarme nada, Ron me lo ha explicado todo, simplemente, no eras tú
mismo

-- Cariño, perdona, tengo que irme, dijo Harry volviéndose a Ginny

-- Por supuesto, tienes una misión que cumplir mi cielo, dijo ella, tratando de ocultarse las
lágrimas de sus ojos a causa de la angustia ante la despedida.

-- Ahora iré a recoger unas cosas a la escuela, he quedado con Ron enfrente de las 3 escobas,
si queréis podéis ir allí y nos veremos una vez más, antes de mi partida

-- Descuida Harry, allí estaremos, dijo Hermione

Harry avanzó unos metros más, hasta cruzar la barrera, luego se volvió hacia su querida
Ginny, la dedicó un beso, el cual lanzó al aire , dio dos vueltas sobre sí mismo, y finalmente,
se desapareció para aparecerse nuevamente medio minuto más tarde, a las afueras de la
escuela, por precaución, se ocultó bajo su capa de invisibilidad y se acercó a las puertas, en
donde Hagrid se hallaba paseando en esos momentos.

--- ¡ Hagrid ! llamó Harry a su amigo, procurando no elevar mucho la voz

-- ¿ Harry ?

-- Estoy aquí, dijo Harry, mostrándose durante unos segundos por fuera de la capa.

--- Todos te están buscando Harry, oí lo que ocurrió. ¡ Por Merlín ! Esos del Pacto te la jugaron
bien.

--- Por eso estoy aquí Hagrid, voy a intentar acabar con ellos de una vez por todas, iré en una
misión al pasado a intentar encontrar el libro de Merlín

-- Dices el del tiempo perdido supongo

-- El mismo, mi padre y sus amigos lo debieron esconder en su época de estudiantes aquí en la


escuela, sospecho que fue en su 5º año

-- Ellos siempre solían escaparse de la escuela a horarios muy intempestivos, en eso se


parecían un poco a vosotros tres, dijo Hagrid, rememorando viejos tiempos, creo que iban
mucho a Hogsmeade

-- Tengo cierta idea acerca de ello, pero no creo que el libro esté en Hogsmeade, ¿ No crees
que si así fuese alguien lo habría encontrado ?

-- Quien sabe, igual no han sabido reconocerlo y está llenándose de polvo en las vitrinas de
alguna casa

-- Es una posibilidad, admitió Harry, aunque no del todo convencido

-- Por cierto Harry, creo que si vas al Pasado me verás por allí

-- Sí, aunque es una pena que tú no puedas reconocerme Hagrid, dijo Harry sonriendo a su
amigo. Mira, he pensado que como tendré que hacer algo en la escuela y, como no podré dar
clases, igual podría echarte una mano en la escuela

215
-- ¿ De verdad Harry ? Me haría mucha ilusión. De todas formas, he de advertirte que por
aquella época yo solía ser bastante desconfiado con la gente, ya sabes, por lo del asunto de...

--- Lo entiendo, dijo Harry, interrumpiendo a su amigo

-- Por eso he pensado en darte esto, dijo Hagrid, sacándose una cadena dorada que tenía forma
de dragón, del bolsillo de su abrigo y entregándosela a Harry. Esta cadena la tengo desde hace
muchos años, dijo Hagrid, me la regaló un viejo amigo en una taberna, hace muchos años,
como pago a una deuda que tenía conmigo. Si me la das cuando me veas, sabré que eres de
confianza, ya que si no fuese así, no te la habría prestado .

--- Gracias Hagrid, me será de ayuda. Por cierto, y aunque no lo recordarás, me haré llamar
John Divney

-- ¿ John Divney ? Suena a nombre de aventurero, Harry

-- Jejeje, eso es a lo que quiero que suene, dijo él, sonriendo, me ayudará a pasar
desapercibido

-- Bueno, te abriré la puerta Harry, debes de tener prisa

-- Nos vemos amigo

Harry se cubrió nuevamente bajo su capa mágica y corrió en dirección a las puertas de la
escuela, por el camino se cruzó con muchos alumnos, que estaban desfilando detrás de Yafar,
en plan militar

--- Esta gente, desde luego, se está tomando muy en serio la disciplina, pensó Harry

Cuando llegó a las puertas del Castillo, entró silenciosamente, para evitar que alguien se diese
cuenta de su presencia, lentamente subió las escaleras, hasta alcanzar la séptima planta, no
parecía haber nadie por allí en ese momento, así que se quitó la capa de encima, quedadno al
descubierto, y comenzó a avanzar, pero apenas hubo dado unos pasos, cuando, unas manos
salieron de una habitación que se encontraba abierta a su izquierda, le agarraron fuertemente,
y tiraron de él hacia dentro. Una vez que se hubo librado de los brazos que le agarraban, y
dentro del cuarto, vio que a su alrededor estaban su sobrino Harry, sus amigos y un miembro
del ED.

--- ¡ Tío Harry ! le saludó su sobrino. Escuchamos lo de la trampa que te tendieron los del
Pacto para que atacases a mi madre.

--- Pero ¿ qué estáis haciendo aquí ? preguntó Harry a su sobrino

-- Ssssh No hables tan alto tío, últimamente hasta las paredes de la escuela tienen oidos. Nos
estamos escondiendo

-- ¿ De quien ? preguntó Harry, sin comprender lo que ocurría

-- De todos los de la escuela, todos los alumnos y los profesores están bajo el control de los del
Pacto, tan solo nosotros y unos pocos resistimos

-- ¡ Es horrible ! dijo el chico que pertenecía al ED. A nuestra líder, fue a una de las primeras
de entre los alumnos a las que capturaron, luego vino el resto del grupo, tan sólo me salvé yo.
Ahora patrullan todas las horas los pasillos capturando a los alumnos que aún no están bajo el
dominio del Pacto y embrujándolos

-- Yo me salvé el otro día de milagro, dijo Luis Miguel Calderón, un chico que habían conocido
hace poco Harry y sus amigos, que iba a 3º de Gryffindor

216
-- A nosotros nos atraparon el Martes, dijeron Alberto Vázquez y Luis Ángel Sañudo, pero
Javier y Saúl llegaron a tiempo y lanzaron un hechizo en torno a ellos que creó una especie
de campo de fuerza que les impidió seguir avanzando, y de esta forma, logramos escapar

-- Pero no te creas que son sólo los alumnos, los profesores también están bajo su control, a
mi, a Ramón y a Manuel, después de la clase de Vuelo, nos agarró la profesora, cuando ya
había concluido la misma y estuvo a punto de lanzarnos una maldición, por suerte, Alberto y
Luismi llegaron a tiempo para aturdirla y pudimos huir, dijo Harry a su tío

-- Tengo que acabar con todo esto, dijo Harry. ¡ Permaneced a salvo ! Os prometo que todo
esto muy pronto cambiará.

Harry se ocultó bajo la capa de invisibilidad y salió del pequeño cuarto, en dirección al
despacho de la directora Mc Gonagall; al acercarse a la gárgola, pudo escuchar unas voces en
el interior del mismo.

Harry pudo advertir que se trataba de la directora Mc Gonagall y de Omar. Poco después, la
puerta se abrió y Omar salió, por lo que Harry tuvo que esforzarse por atravesar el umbral de
la puerta antes de que esta se cerrase y evitar de paso a Omar. Una vez que se encontró en el
despacho de la directora, se situó en una zona cercana a lo retratos de los antiguos directores
de la escuela y esperó a que la directora se fuese. Harry echó una mirada rápida al despacho,
parecía que lo estaban reformando

-- ¡ Qué raro ! se dijo Harry. Es la tercera vez que hacen cambios en el despacho este mes

En ese momento, la directora empezó a acercarse peligrosamente al lugar en donde se


encontraba Harry

-- Veo que otra vez vuelves a hacer obras en el despacho, Minerva dijo el retrato de
Dumbledore a la directora, lo que hizo que esta dejase de acercarse a Harry

A Harry le pareció como si el Dumbledore del retrato le dedicase un guiño cómplice

-- Debe de ser un reflejo, pensó Harry. No puede haberme visto

-- Pues sí, Dumbledore, es que... Omar pensó que había que darle un nuevo... aire, sí, esa es la
palabra

-- Y debido a esto, últimamente no pisas mucho el despacho, inquirió Dumbledore


nuevamente, ante un nuevo avance de la directora

-- Pues la verdad es que no, Albus, a mi pesar, he tenido que reunirme con nuestros invitados
en pequeños cuartuchos de la escuela, es un verdadero fastidio

-- Ya veo, dijo Dumbledore

-- Bueno Albus, te dejo, voy a dar un pequeño paseo por los jardines de la escuela

-- Que te diviertas Minerva

Poco después la directora abandonó el despacho. Harry permaneció quieto durante unos
minutos en su escondite por temor a que se hubiera olvidado alguna cosa en el despacho.

-- Ya puedes salir de tu escondite, se oyó decir al retrato de Dumbledore

Harry se llevó un susto de muerte, que le hizo trastabillar y golpearse contra la pared del
despacho.

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-- No nos conviene que te mates tontamente Harry, dijo burlonamnete el retrato de
Dumbledore

Harry salió de debajo de la capa, haciéndose visible

-- ¡ Dumbledore ! Pero.. ¿ Cómo...

-- ¿ Cómo supe que estabas ahí ? Recuerda Harry que aunque muerto, mi retrato conserva
todos los recuerdos que tenía hasta el momento de mi muerte y te puedo asegurar, Harry, que
sé reconocer a alguien oculto bajo una capa de invisibilidad. Ahora escucha, no tenemos
mucho tiempo, como habrás sospechado El Pacto se ha hecho con el control de prácticamnete
toda la escuela

-- Eso suponía señor, pero no sé de qué forma lo han logrado, aquí no ha entrado nadie ni
hemos tenido ningún ataque

-- ¡ Ay ! Si Merlín lo viera... desde luego, los jóvenes de Hoy en día os quedaríais mirando el
dedo en lugar del cielo si no os diesen intrucciones para ello

-- Perdone ¿ Cómo dice ?

-- Era un dicho de mi infancia.. ¡ Olvídalo ! Yo no puedo decirte quiénes son los del Pacto,
tienes que averiguarlo tú, pero sí te puedo dar pistas al respecto.

-- Le escucho señor

-- ¿ Cuándo comenzó esta situación ? ¿ Desde cuando crees que El Pacto podría tener el
control sobre la escuela ?

Harry pensó en todo lo que había ocurrido en los últimos meses

-- Pues... yo creo que todo empezó poco después de nuestro viaje a Arabia

-- Vas bien Harry. Ahora dime ¿ Quien vino a la escuela en ese momento ?

-- Pues.. nadie que yo recuerde... salvo los tres magos de la Conferencia.. Omar, Yafar y....

--- ¿ Recuerdas que viniese alguien más ? preguntó Dumbledore, interrumpiendo a Harry

-- Pues no, la verdad es que nadie más. Luego nos tuvimos que marchar rápidamente a Francia
y...

-- No te alejes de la cuestión, Harry. ¿ De verdad que sigues sin saber quienes son los Magos
del Pacto ?

Harry se dio cuenta entonces de la verdad, había estado enfrente suyo todo el tiempo, pero su
mente no había querido admitirlo

-- Los de la Conferencia. ¡ Me las van a pagar ! ¡ Hermione ! y pensar que por su culpa estuve a
punto de...

-- Nada ganarías ahora con enfrentarlos Harry, vendrán otros e igual peores que ellos, los
cuales no deben ser más que unos simples " mensajeros " para no levantar sospechas. Abre el
cajón del escritorio de la directora Harry, encontrarás un viejo permiso especial firmado por
mi, que solíamos utilizar hace bastante tiempo, a ti te servirá, ya que en la época a la que irás
los usábamos contantemente. Me lo deberás entregar a mi yo del pasado en cuanto me veas,
eso hará que confíe en ti, y recuerda Harry, por mucho que lo desees, por mucho que te cueste
hacerlo, bajo ningún motivo debes de tratar de cambiar nada del pasado. Me refiero como ya
habrás supuesto a tus padres, Harry, o a mi mismo, lo que ha ocurrido debe suceder tal y

218
como ocurrió, no debemos jugar con el pasado pues las consecuencias podrían ser sumamente
funestas.

-- Pero señor yo podría...

-- ¡ Ya me has oido Harry ! Bajo ningún motivo trates de hacerlo

-- Está bien, Dumbledore, no lo haré

--- Sé perfectamente que tendrás muchas tentaciones para hacerlo y que será duro, pero vas
allí por otro motivo, una misión que es mucho más importante para ti, no lo olvides. Ahora ve
a tu despacho Harry y recoge lo que te sea necesario. Te deseo suerte, Harry

-- Muchas gracias, señor.

Harry se ocultó nuevamente bajo su capa, salió del despacho de Mc Gonagall y se dirigió al
suyo propio

Harry entró minutos más tarde en su despacho, ordenó los papeles que había sobre su
escritorio y abrió los cajones de su mesilla, en uno de ellos encontró un extraño sobre, el cual
abrió.

Sobre el sobre estaba escrito su nombre.

-- ¿ Para Harry ? ¿ Pero quién me habrá dejado esto aquí ? se preguntó Harry

Una vez que hubo leído el contenido de la carta que había en el interior del sobre, se
confirmaron todas sus sospechas acerca del ataque del Pacto. La carta estaba firmada por la
directora Mc Gonagall, sin duda alguna, antes de caer bajo el control del Pacto y en ella había
escrito sobre un antiguo pergamino lo siguiente:

" Estimado señor Potter "

-- Seguramente si está leyendo esta nota, será ya muy tarde para la escuela y para todos
nosotros. Sospecho que existe una gran Conjura en la escuela que pretende apoderarse de la
misma. No se fíe de nadie, ni siquiera de mí misma. Debe de regresar atrás en el tiempo al
momento en que empezó todo, cuando su padre y sus amigos escondieron el libro. En su
despacho le he dejado un manuscrito con instrucciones precisas sobre lo que debe de hacer y
un colgante que perteneció a Dumbledore, el Dumbledore del retrato dice que se lo enseñe a
su yo del pasado para que él confíe en usted.

Bajo ningún motivo debe de revelar a nadie su identidad en el pasado, podría cambiar cosas
en el futuro que harían peligrar incluso su propia existencia o quizás algo peor. Sé que esta
tarea será dura para usted después de todo lo que ha sufrido. Le pido que tenga fuerzas para
llevarla a cabo con éxito y le deseo que tenga mucha suerte. Confío en usted, señor Potter.

Un saludo: La directora Mc Gonagall

P.D. Pregúntele a Sir Nicholas por Rambaldi

-- ¿ Qué le pregunte a Nick casi decapitado por Rambaldi ? se dijo Harry, muy extrañado al
leerlo

Harry cogió los objetos que le había dejado Mc Gonagall y que le servirían de ayuda en su viaje
y salió del despacho rumbo al exterior de la escuela, allí, en la puerta exterior le estaba
esperando su buen amigo Hagrid.

-- Buena suerte Harry

219
Hagrid parecía algo nervioso

-- ¿ Ocurre algo ? preguntó Harry

-- Es que... no sé si debo decírtelo Harry

--- Dime qué pasa, inquirió Harry

-- Es que.. Hermione entró poco después que tú en el Castillo, estaba.. muy rara, me dijo que
te estaba buscando, pero que no te dijera nada.

--- ¿ Estás seguro que era Hermione Hagrid ? preguntó Harry extrañado, pues había quedado
en reunirse con Hermione, al igual que con su querida Ginny y su amigo Ron en Hogsmeade.

-- ¿ Crees que a estas alturas no reconocería a Hermione Harry ? Sé perfectamente que era
ella.

Harry se quedó un tanto intranquilo ante esta revelación

-- Bueno, es igual, de todas formas, muchas gracias por avisar Hagrid.

Harry se alejó unos metros de su amigo y luego se desapareció para aparecerse nuevamente,
medio minuto más tarde, enfrente de las 3 Escobas, en donde estaban esperándole su querida
Ginny, y sus inseparables amigos, Ron y Hermione.

-- ¿ Para qué me buscabas por el Castillo Hermione ?

-- ¿ Yo ? Para nada Harry, no he estado en el Castillo, replicó Hermione muy extrañada ante la
pregunta de Harry, quien no entendía nada

-- ¿ Cómo ? Hagrid me dijo que tú habías ido y habías preguntado por mí

--- Hermione no se ha separado ni un sólo momento de nosotros Harry, dijo Ginny

--- Pero... no puede ser... yo acabo de hablar con Hagrid.. tú ...

Harry siguió intentando comprender lo que había ocurrido, aunque sin mucho éxito, pero
¿ Cómo e sposible que hubiera dos Hermione ? Hagrid le había dicho que no se trataba de otra
persona que hubiese tomado la poción multijugos...

-- Venga cariño, relájate, le pidió Ginny, besandole dulcemente en los labios, lo que hizo que
Harry se olvidase por un momento de sus preocupaciones

--- Bueno Harry ¿ Estás preparado ? preguntó Ron

-- Lo estoy, dijo Harry, muy seguro de sí mismo

-- Yo tengo que irme, si me disculpáis, tengo que seguir estudiando las profecías, buena suerte
Harry, dijo Hermione, abrazando a su amigo

Poco después, Hermione desapareció

--- ¿ Y con qué tienes pensado partir querido ? preguntó Ginny

--- Creo que sé con qué hacerlo, dijo Harry, examinando el extraño reloj que le había regalado
Zoraida, la princesa de Munter, como recompensa por haberla rescatado de las garras del
malvado Abderramán.

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-- ¡ Guauuu ! ¡ Es un vuelatiempos ! dijo Ron, muy asombrado al verlo. ¿ De donde lo has
sacado ?

-- Esto viene de mi " viaje con el anillo, Ron " aún no había reparado en él, pero ahora sé para
qué es... esta manecilla debe de ser para fijar la fecha, esta otra para las horas y la otra para
los minutos.

Harry movió las manecillas hasta establecer la fecha en la cual estaba interesado, su destino:
15 Febrero de 1974.

--- No tengo ni idea del lugar en el que apareceré, dijo Harry, e sposible que tenga que volver e
intentarlo de nuevo

-- Buena suerte, amor mío, dijo Ginny, besando a Harry, quien estaba a punto de partir.

-- Yo te esperaré aquí por si tienes que volver, dijo Ron a su amigo

Harry abrazó a Ron y pulsó la aguja más pequeña del vuelatiempos, con lo que el reloj se puso
en marcha. Por delante de Harry empezó a transcurrir en marcha atrás, todos los
acontecimientos de su vida, desde el viaje a los bosques de Francia, hasta su visita al
departamento de Misterios cuando era tan sólo un niño, o incluso el ataque de Voldemort a
sus padres; cuando dejó atrás sus recuerdos, prosiguió viendo imágenes a cámara rápida, su
cuerpo empezó a dar vueltas muy rápidamente y Harry pudo ver que se hallaba inmerso en un
enorme torbellino temporal en donde los acontecimientos pasados se iban mostrando ante sus
ojos a gran velocidad, poco a poco, el flujo empezó a aminorar su velocidad y las imágenes
iban pasando más lentamente, hasta que finalmente se detuvieron. Harry dejó de girar
instantáneamente y empezó a ver delante de él un extraño paisaje, al principio borroso, que
poco a poco se fue aclarando, se trataba de un bosque. Harry intentó moverse, pero aún no
tenía el control sobre sus piernas, en ese momento vio a lo lejos, lo que le pareció un
mortífago, divisando el paisaje, y varios metros delante suyo, sobre unas rocas, a una mujer,
vestida con un elegante traje rojo de finas sedas, que estaba de espaldas al mortífago, el cual,
según Harry pudo percibir, se iba acercando a la mujer lentamente.

-- ¡ Oh No ! ¡ La va a matar ! se dijo Harry, decidido a ayudar a la pobre mujer.

Entonces, Harry se sintió caer sobre la hierba, ya era libre de poder moverse, así que se ocultó
bajo su capa de invisibilidad y corrió al encuentro del mortífago, quien ya estaba muy cerca de
la mujer, con su varita levantada

Harry se acercó a unos escasos metros del mortífago y lo apuntó con su varita

--- No debo dejar que muera, se dijo Harry, intentando convencerse a sí mismo, que lo que
hacía, cambiar parte del pasado, estaba bien. Él e sun mortífago y va a matarla. Sin tiempo a
más, lanzó el hechizo

¡ Desmaius ! se escuchó, con lo que el mortífago cayó al suelo. La mujer, alarmada,


rápidamente se volvió y vio a Harry, detrás suyo, pues había salido de debajo de la capa, quien
aún apuntaba con su varita al mortífago.

-- ¡ Mi salvador ! gritó la mujer, corriendo a abrazar a Harry, quien se sintió un poco agobiado,
debido a los múltiples ropajes de la mujer.

-- Ante usted, se presenta, la humilde Lucilla Wormilla dijo la bruja, haciendo una reverencia
ante Harry. Si no me hubieses salvado de ese mortífago, ahora estaría muerta.

-- No tienes que agradecerme nada, dijo Harry. Sin duda alguna, tú hubieses hecho lo mismo.

-- ¿ Cómo te llamas ? preguntó la bruja

221
-- Mi nombre es... John, John Divney, mintió Harry, y llevo bastante tiempo detrás de estos
asquerosos mortífagos de Lord...

-- Voldemort, dijo Lucilla, interrumpiendo a Harry. Sí, al parecer, este presuntuoso mago se ha
creído que puede conquistarnos a todos con el arte de la Oscuridad, en vez de admirar los
ricos conocimientos que nos ofrece el Mundo de la Magia, y además, pretende hacerlo
impunemente. Se sirve de estos dichosos " mortífagos " que tiene, quienes no son más que
meros esclavos o instrumentos suyos de maldad.

-- Bueno, creo que debo de irme, nos veremos otro día, dijo Harry, qué empezaba a considerar
que ya había hablado demasiado y debía intentar otra vez el viaje para acabar en Hogwarts.

-- No tan deprisa, querido, dijo Lucilla, déjame antes que te de mi tarjeta.

La bruja le entregó a Harry una tarejeta con su nombre y la dirección de su casa. Harry se
asustó mucho cuando vio las señas de la casa de Lucilla: Castillo de Bran, Brasov, Rumanía ).

-- No te sulfures John, no soy ninguna vampiresa, dijo Lucilla, viendo el asustado rostro de
Harry.

-- De acuerdo, condesa, iré a visitarla. Y ahora, si me disculpa, debo de irme.

Harry dio marcha atrás al vuelatiempos y desapareció, para reaparecer varios minutos más
tarde, junto a Ron, quien se encontraba pacientemente esperando

--- Ginny se marchó a trabajar, dijo él. ¿ Dónde estabas ?

-- Verás, es que me entretuve con una bruja, a la que estaban a punto de asesinar

-- ¿ Los mortífagos ?

-- En efecto.

-- Espero que no hayas cometido ninguna locura, Harry. ¿ Cómo se llamaba esa bruja ?

-- Lucilla Wormilla, es una condesa Rumana

--- ¿ En serio ? No me suena ése nombre ahora, dijo Ron, quien, como Harry, nunca había sido
muy bueno en Historia de la Magia

--- Bueno, creo que ésta vez será la buena, dijo Harry convencido

-- Cuidate, Harry

--- Lo haré, Ron.

Harry volvió a desaparecer. Instantes después de haberse marchado, apareció Hermione, con
evidentes signos de nerviosismo y preocupación.

-- ¿ Dónde está Harry ?

-- Ya se volvió a ir, no creo que vuelva. ¿ Ocurre algo ?

Por toda respuesta, Hermione le enseñó el libro de registros de Profecías de la Biblioteca, allí,
al final, había aparecido una profecía nueva. Ron empalideció al leer la profecía.

-- ¡ Oh, No ! ¡ Harry ! ¡ Hay que decírselo !

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--- Creo que no nos queda otra salida que usar un giratiempos Ron, yo iré a avisarle. Por
cierto, ¿ Por qué tuvo que regresar Harry ?

--- Apareció en un Bosque, muy lejos de Hogwarts y allí había un mortífago que estaba a punto
de matar a una mujer, y él... Ron dudó antes de continuar, sabía que Hermione no aprobaría
lo que Harry había hecho.

--- ¿ Qué hizo Harry, Ron ?

-- Él.. la salvó

-- ¿ Harry cambió algo del pasado Ron ? ¿ Pero cómo pudo hacer tal locura ? Las
consecuencias podrían ser funestas...

-- Ella iba a morir Hermione... eran unos mortífagos

-- ¿ Y quién era ella, si puede saberse ?

-- No era nadie.. una simple bruja, creo

-- ¿ Cuál era su nombre Ron ?

-- Es que no me acuerdo bien... tenía un nombre raro

-- ¡ Ron !...

-- ¡ Está bien ! Creo que era algo así como... Lucilla Wormilla

Hermione casi se cae al suelo de la impresión que le produjo al escuchar el nombre

-- ¿ Has dicho Lucilla Wormilla ?

-- ¿ La conoces ?

-- ¿ Que si la conozco ? No tuve el placer, desde luego, ya que la malvada líder del Pacto que
respondía a ése nombre fue asesinada por los mortífagos hace mucho tiempo, desde luego,
Ron, os habéis lucido tú y Harry.

-- ¡ Oye, yo estaba aquí !

Pero Hermione ya estaba absorta, pensando en cómo salvar el asunto de la profecía

-- Creo que con una vuelta valdrá, dijo en voz alta

-- Adios, cariño mío. Te veré luego.

Poco después, Hermione desapareció a la vista de los ojos de Ron.

Hermione se encontraba enfrente de las 3 escobas, el lugar estaba desierto, en esos


momentos. Se puso a meditar en lo que debería hacer a continuación.

-- Ahora debo de estar junto a Ginny, esperando a que Harry salga de Azkabán, él irá luego a
Hogwarts, debo de anticiparme.

Y es que Hermione había retrocedido una hora en el tiempo para tratar de avisar a Harry del
contenido de la profecía. Rápidamente, reaccionó, y se desapareció, camino a la escuela.

Un minuto más tarde, se encontraba enfrente de las puertas de acceso a los jardines donde,
se encontraba Hagrid, arreglando el césped.

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-- ¡ Hola Hermione ! la saludó él, contento de verla

-- Hola Hagrid. ¿ te importaría decirme si has visto a Harry por aquí ?

-- ¿ Cómo ? ¿ No estaba en Azkabán ?

-- Ron le ha ayudado a escapar, hemos quedado en las 3 escobas más tarde, No le digas que me
has visto

-- ¿ ocurre algo, Hermione ? Pareces nervisa

-- No... estoy bien, Hagrid, no te preocupes, es tan sólo el calor que hace que.. me agobia

-- Ya veo, dijo Hagrid, a quien la torpe excusa de Hermione no le había convencido en


absoluto. Bueno, pues pasa, que para eso has venido

-- Gracias Hagrid

Hérmione corrió hacia el interior del Castillo y se escondió en el despacho de Harry,


esperando a que él llegase.

Quince minutos después, Harry apareció enfrente de las puertas de la escuela, en donde
continuaba estando Hagrid, quien se encontraba paseando en esos momentos, pues había
acabado de arreglar el césped.

Harry, por precaución, se ocultó bajo su capa de invisibilidad y se acercó a su amigo Hagrid.

--- ¡ Hagrid ! llamó Harry a su amigo, procurando no elevar mucho la voz

-- ¿ Harry ?

-- Estoy aquí, dijo Harry, mostrándose durante unos segundos por fuera de la capa.

--- Todos te están buscando Harry, oí lo que ocurrió. ¡ Por Merlín ! Esos del Pacto te la jugaron
bien.

--- Por eso estoy aquí Hagrid, voy a intentar acabar con ellos de una vez por todas, iré en una
misión al pasado a intentar encontrar el libro de Merlín

-- Dices el del tiempo perdido supongo

-- El mismo, mi padre y sus amigos lo debieron esconder en su época de estudiantes aquí en la


escuela, sospecho que fue en su 5º año

-- Ellos siempre solían escaparse de la escuela a horarios muy intempestivos, en eso se


parecían un poco a vosotros tres, dijo Hagrid, rememorando viejos tiempos, creo que iban
mucho a Hogsmeade

-- Tengo cierta idea acerca de ello, pero no creo que el libro esté en Hogsmeade, ¿ No crees
que si así fuese alguien lo habría encontrado ?

-- Quien sabe, igual no han sabido reconocerlo y está llenándose de polvo en las vitrinas de
alguna casa

-- Es una posibilidad, admitió Harry, aunque no del todo convencido

-- Por cierto Harry, creo que si vas al Pasado me verás por allí

224
-- Sí, aunque es una pena que tú no puedas reconocerme Hagrid, dijo Harry sonriendo a su
amigo. Mira, he pensado que como tendré que hacer algo en la escuela y, como no podré dar
clases, igual podría echarte una mano en la escuela

-- ¿ De verdad Harry ? Me haría mucha ilusión. De todas formas, he de advertirte que por
aquella época yo solía ser bastante desconfiado con la gente, ya sabes, por lo del asunto de...

--- Lo entiendo, dijo Harry, interrumpiendo a su amigo

-- Por eso he pensado en darte esto, dijo Hagrid, sacándose una cadena dorada que tenía forma
de dragón, del bolsillo de su abrigo y entregándosela a Harry. Esta cadena la tengo desde hace
muchos años, dijo Hagrid, me la regaló un viejo amigo en una taberna, hace muchos años,
como pago a una deuda que tenía conmigo. Si me la das cuando me veas, sabré que eres de
confianza, ya si no fuese así, no te la habría prestado .

--- Gracias Hagrid, me será de ayuda. Por cierto, y aunque no lo recordarás, me haré llamar
John Divney

-- ¿ John Divney ? Suena a nombre de aventurero, Harry

-- Jejeje, eso es a lo que quiero que suene, dijo él, sonriendo, me ayudará a pasar
desapercibido

-- Bueno, te abriré la puerta Harry, debes de tener prisa

-- Nos vemos amigo

Harry se cubrió nuevamente bajo su capa mágica y corrió en dirección a las puertas de la
escuela, por el camino se cruzó con muchos alumnos, que estaban desfilando detrás de Yafar,
en plan militar

--- Esta gente, desde luego, se está tomando muy en serio la disciplina, pensó Harry

Cuando llegó a las puertas del Castillo, entró silenciosamente, para evitar que alguien se diese
cuenta de su presencia, lentamente subió las escaleras, hasta alcanzar la séptima planta, no
parecía haber nadie por allí en ese momento, así que se quitó la capa de encima, quedadno al
descubierto, y comenzó a avanzar, pero apenas hubo dado unos pasos, cuando, unas manos
salieron de una habitación que se encontraba abierta a su izquierda, le agarraron fuertemente,
y tiraron de él hacia dentro. Una vez que se hubo librado de los brazos que le agarraban, y
dentro del cuarto, vio que a su alrededor estaban su sobrino Harry, sus amigos y un miembro
del ED.

--- ¡ Tío Harry ! le saludó su sobrino. Escuchamos lo de la trampa que te tendieron los del
Pacto para que atacases a mi madre.

--- Pero ¿ qué estáis haciendo aquí ? preguntó Harry a su sobrino

-- Ssssh No hables tan alto tío, últimamente hasta las paredes de la escuela tienen oidos. Nos
estamos escondiendo

-- ¿ De quien ? preguntó Harry, sin comprender lo que ocurría

-- De todos los de la escuela, todos los alumnos y los profesores están bajo el control de los del
Pacto, tan solo nosotros y unos pocos resistimos

-- ¡ Es horrible ! dijo el chico que pertenecía al ED. A nuestra líder, fue a una de las primeras
de entre los alumnos a las que capturaron, luego vino el resto del grupo, tan sólo me salvé yo.
Ahora patrullan todas las horas los pasillos capturando a los alumnos que aún no están bajo el
dominio del Pacto y embrujándolos

225
-- Yo me salvé el otro día de milagro, dijo Luis Miguel Calderón, un chico que habían conocido
hace poco Harry y sus amigos, que iba a 3º de Gryffindor

-- A nosotros nos atraparon el Martes, dijeron Alberto Vázquez y Luis Ángel Sañudo, pero
Javier, y Saúl llegaron a tiempo y lanzaron un hechizo en torno a ellos que creó una especie
de campo de fuerza que les impidió seguir avanzando, y de esta forma, logramos escapar

-- Pero no te creas que son sólo los alumnos, los profesores también están bajo su control, a
mi a Ramón y a Manuel, después de la clase de Vuelo, nos agarró la profesora, cuando ya había
concluido la misma y estuvo a punto de lanzarnos una maldición, por suerte, Alberto y Luismi
llegaron a tiempo para aturdirla y pudimos huir, dijo Harry a su tío

-- Tengo que acabar con todo esto, dijo Harry. ¡ Permaneced a salvo ! Os prometo que todo
esto muy pronto cambiará.

Harry se ocultó bajo la capa de invisibilidad y salió del pequeño cuarto, en dirección al
despacho de la directora Mc Gonagall; al acercarse a la gárgola, pudo escuchar unas voces en
el interior del mismo.

-- No creo que tarde ya mucho más, se dijo, mirando su reloj

Hermione se había encargado de revisar la mesilla de Harry y había encontrado la carta que
Mc Gonagall le escribió a Harry, lo cual confirmó sus sospechas acerca del siniestro ataque
del Pacto.

Varios minutos después, la puerta del despacho se abrió y Hermione pudo ver a Harry
entrando por ella. Hermione se deshacía ahora entre múltiples dudas, pensando si debía o no
contarle lo de la Profecía.

-- Piénsalo, le dijo una voz, proveniente de lo más profundo de su cabeza, que sin duda alguna
era su conciencia. Le oíste a Harry decir que tú habías estado en el Castillo buscándlo... ¿ No
es acaso lo que has hecho ahora ? Nunca le llegaste a hablar del final de la profecía.

-- No es cierto... él nos lo habría ocultado a Ron y a mí..

-- ¿ De verdad te crees eso ?

Harry había acabado ya de ordenar los papeles que había sobre su escritorio y estaba abriendo
los cajones de su mesilla, en uno de ellos encontró el sobre que contenía la carta de Mc
Gonagall, que abrió cuidadosamente.

--- No tienes mucho tiempo, Hermione, se dijo nuevamente a sí misma. ¿ Qué vas a hacer ?

Hermione empezó a descubrir un poco su rostro de debajo de la capa de invisibilidad, pero,


según lo estaba haciendo, algo muy dentro se ella le impidió seguir haciéndolo. En el fondo,
sabía que no debía avisar a Harry.

-- Me arrepentiré de esto, se dijo

Una vez que Harry hubo leído el contenido de la carta, se movió, muy nervioso, dio unas
vueltas alrededor del despacho. Finalmente, cogió los objetos que le había dejado Mc Gonagall
y que le servirían de ayuda en su viaje y salió del despacho.

--- Bueno, espero que lo haya hecho bien, dijo Hermione suspirando, mientras salía de su
escondite debajo de la capa de invisibilidad.

226
Capítulo 27. El reencuentro

Harry apareció en una solitaria callejuela de Londres, no sabía cual era. Era tarde y no
pasaba gente por la calle en esos momentos, se encontraba muy cansado debido a los
últimos acontecimientos, así que se sentó en un banco de la calle, cercano a donde él se
encontraba. En un periódico viejo, que recogió del suelo, comprobó que estaba en la época
correcta.

Un minuto más tarde, se escuchó un fuerte silbido, que reconoció rápidamente, se trataba del
autobús Noctámbulo, que estaba acercándose. Una vez que llegó, entró en el mismo y se
aposentó en una plaza del tercer piso.

-- ¿ A dónde quiere ir.. señor...

-- Divney, dijo Harry. John Divney

-- A Grimmauld Place

Poco tiempo después, y ya en la calle de Grimmauld Place, Harry se dispuso a recorrer todas
las casas en busca de alguna que estuviese en venta, al fina la encontró, mucho tiempo
después, en el número 110 de la calle. Se trataba de un viejo piso bastante amplio, amueblado,
y si bien el decorado del mismo no agradaba mucho a Harry, era ideal para sus propósitos.

Cuando el vendedor se marchó del edificio, una vez que Harry hubo efectuado el pago, decidió
realizar algunas "mejoras mágicas". Bajó todas las cortinas, para asegurarse de que ningún
muggle viese lo que iba a ocurrir en el piso y, empezó a modernizar el mismo hasta que quedó
como nuevo. Finalmente, metió todos sus enseres en el armario y salió a dar un paseo por las
tranquilas y solitarias calles de Londres.

Media hora más tarde, en un pequeño callejón, cercano a la estación de King´s Cross, Harry
escuchó a unos muggles gritando histéricos, en un edificio. Cuando se acercó al lugar,
preguntó por lo que estaba sucediendo, y uno de los muggles le dijo que su casa estaba
embrujada, ya que unos molestos fantasmas se habían dedicado a asustarle, durante las
últimas semanas.

Harry, un poco extrañado, pidió que le dejasen entrar en la casa, mandando a los muggles que
le esperasen afuera. Una vez dentro del piso pudo ver a varios fantasmas correteando por las
mesas de la casa, cogiendo objetos, como adornos, sillas... y tirándoles al suelo y dando gritos.
En definitiva, a los ojos de Harry, se estaban divirtiendo. Pudo reconocer a varios de los
fantasmas que allí se encontraban, y eso le extrañó un poco.

Entre otros, pudo reconocer a Edgar Cloggs, un fantasma juguetón que Harry conocía de
frecuentar el estadio de quidditch de la escuela, ea burlón Peeves, al fantasma del Fraile
Gordo, ( el fantasma residente de Hufflepuff, muy alegre y bonachón, que le caía muy bien a
Harry ); también estaban en la casa Sir Nick, casi decapitado, quien estaba pidiendo a los otros
fantasmas que se calmasen Rudolph Haill, un fantasma muy juerguista, que solía frecuentar
las mazmorras de la escuela, y al fantasma de Myrtle la Llorona, que abandonaba en esos
momentos la casa, bastante triste. Al resto de fantasmas no les conocía. Harry se acercó al
grupo de fantasmas, y sacó su varita mágica:

--- ¡ Aleus rauder ! dijo Harry

Un fuerte remolino rodeó a todos los fantasmas, atrapándolos en su interior.

--- ¿ Qué ocurre ? preguntó el fantasma del Fraile burlón, que aún no había reparado en Harry

-- Venga chicos, se acabó la juerga Hoy, dijo Harry

227
-- ¡ Vaya ! ¡ Ya llegó el aguafiestas de turno del Ministerio, dijo Peeves !

--- Yo no trabajo en el Ministerio, pero sí, debésis de dejar esta casa a sus dueños, los muggles

Harry disolvió el remolino que apresaba a los fantasmas, y entonces, uno a uno, fueron
abandonando el piso.

Peeves le lanzó a Harry un cubo lleno de agua, que a duras penas esquivó.

-- Sir Nicholas, nos vemos luego

-- Perdona, ¿ te conozco de algo ? le preguntó el fantasma a Harry, mirándole fijamente

-- No creo, dijo Harry. Me llamo John Divnedy, soy nuevo en la ciudad. Me dirijo a Hogwarts,
en donde estaré los próximos meses

--- No sé de que....

Sir Nicholas siguió mirando a Harry durante unos instantes y luego abandonó el piso

En ese momento, la puerta del piso se abrió y por ella entró un dememorizador del Ministerio
de Magia

-- Ya está todo arreglado, dijo Harry

-- ¿ Y tú quien eres ? le preguntó el agente a Harry, viendo su varita mágica

-- ¡ Oh ! Soy John Divney, pronto me incorporaré al Minisaterio de Magia, dijo Harry, a modo
de presentación

-- Te doy las gracias en nombre del Ministerio por haber arreglado este pequeño desaguisado,
estos fantasmas, jejeje... son muy juerguistas.

-- En fin, agente, ha sido un placer el poder ayudarlos. Nos veremos otro día.

Harry se levantó muy temprano la mañana siguiente, listo para ir a Hogwarts y presentarse
ante Albus Dumbledore, el ilustre director de la escuela, así que salió caminando a paso rápido
en dirección a la estación de King´s Cross, en donde cogería el expreso de hogwarts que lo
llevaria a la misma. Iba concentrado, pensando en cómo se presentaría a Dumbledore y por
ello, no prestaba mucha atención a los transeuntes con los que se iba cruzando.

En una esquina, se chocó con un hombre al cual Harry reconoció de inmediato.

-- Discúlpeme, dijo el chico

--- No, perdóneme usted a mí, no iba mirando por donde andaba, se disculpó a su vez Harry

El joven vio la varita que Harry tenía colgada de su cinturón

-- Yo también fui a Hogwarts, dijo el joven. Estoy estudiando ahora en un módulo de


enseñanza superior en estudios muggles. Mi nombre es Arthur, Arthur Weasley

-- Encantado, dijo Harry. Yo soy John, John Divney

Arthur acompañó a Harry hasta un edificio cercano a la estación de King´s Cross. Se habían
caido bien desde el principio.

228
-- Bueno John, espero volver a verle un día de estos

-- Estaré encantado de volver a verle, dijo Harry. Pensándolo bien.. ¿ Por qué no se viene
mañana por la tarde a mi casa a tomar un cefé o algo ? vivo en el 110 de Grimmauld Place

-- Me pasaré por allí John

En ese momento se escuchó un fuerte estampido proveniente de la azotea de una casa


cercana. Harry y Arthur corrieron hacia la casa y entraron en el interior

-- Espérame abajo Arthur, dijo Harry abriendo la puerta que daba acceso a lo alto del edificio.

Cuano Harry alcanzó la azotea, pudo ver a un mago tendido en el suelo y constató que había
muerto. Al lado del cuerpo había una vieja varita mágica

-- Los mortífagos, dijo Harry, arrodillándose al lado del cuerpo.

Harry escuchó a alguien moverse detrás suyo

-- ¡ Arriba las manos ! gritó una voz. ¡ Somos la policía !

Harry se apresuró a coger su varita y rápidamente se aplicó sobre él un conjuro ilusorio que le
otorgó la apariencia de un inspector de policía. Luego se dio lentamente la vuelta y miró a los
dos agentes que tenía enfrente.

--- Por fin llegan, dijo Harry, sacando un viejo cuaderno de notas que llevaba consgo, el cual
mostró a los agentes. El cuaderno s ehabía transformado en una placa de policía. Soy el
inspector John Divney, de la 3ª con Kensington.

-- Perdone agente, no queríamos ser maleducados, tan sólo

-- No tiene por qué disculparse, agente...

-- Peebles, dijo el primero de los agentes, Sam Peebles. Él es mi compañero, Matt Parkman

--- Hemos llegado tarde, vi a un hombre vestido de negro deslizarse sobre los tejados sobre esa
especie de cable, dijo Harry, señalando un cable que iba de un tejado a otro, similar a los de
las películas, el cual, antes no estaba ahí. Era obra de Harry.

-- No nos habíamos fijado en ese cable, dijo Sam Peebles. Llamaré a la centralita

Sam Peebles encendió su Walkie Talkie y lo conectó

-- Atención, Sam Peebles desde King´s Cross, tenemos un 311. El sospechoso ha huido.

--- Vuelvan a la central e informen.

-- Entendido, corto y cierro.

-- Me encantaría volver a verle por aquí Mr John, le dijo Matt a Harry, entregándole una
tarjeta.
Seguro que podríamos resolver bastantes crímenes en común si trabajamos los 3 juntos.

Harry se quedó con la tarjeta de visita de Parkman.

-- Si vuelvo a estar por la zona, se lo haré saber, dijo Harry sacando su móvil y apuntando en
la agenda el número del agente.

229
-- Por favor, llámenos, dijo a su vez Sam Peebles.

Poco después, los dos agentes se marcharon y Harry se encontraba hablando del incidente
con Arthur, a las afueras del edificio.

Poco después, Harry se despidió de Arthur y se encaminó hacia la estación de King´s Cross
para coger el expreso de Hogwarts.

Ron y Hermione se encontraban en la Madriguera, pasando unos días con los padres de Ron.
Ambos estaban muy preocupados por Harry.

-- ¿ Tú crees que estará bien ? dijo Ron a Hermione, en voz baja

-- No te preocupes por él querido. Sabe perfectamente defenderse solo

-- ¿ Y si preguntamos a...

-- No sé si será una buena idea, lo interrumpió ella, adivinando lo que iba a decir.

-- Seré discreto, dijo Ron, poniendo una cara de pena que hizo que Hermione se conmoviera

--- Pero ten cuidado, no queremos que se sepa más de lo necesario

-- Lo tendré.

Ron salió del salón y se dirigió a la cocina, en donde se encontraban sus padres, volviendo
pcocos minutos después con ellos.

-- ¿ Y bien, qué es eso que querías preguntarme hijo ? le preguntó el señor Weasley a Ron

--- ¿ Por casualidad... te suena de algo el nombre de John Diney ? preguntó Ron

Arthur pareció extrañarse mucho con la pregunta

-- ¿ A qué viene esto Ron ?

-- No tiene importancia, dijo él. Si no te suena, déjalo pasar

-- Pues resulta que sí que me suena ese nombre, dijo Arthur Weasley, adoptando una expresión
melancólica. La verdad es que ése nombre no le escuchaba desde hace mucho tiempo, pero sin
duda alguna me trae a la mente los mejores momentos de mi vida, a excepción de ti, querida,
dijo él, mirando a Molly, la madre de Ron, a quien se le escaparon unas lágrimas de emoción.

-- ¡ Y qué tiempos, querido !

-- Es que John no era una mago corriente. Era una persona maravillosa, dijo Arthur. Fue él
quien me apoyó frente al Ministerio para que me admitiesen como becario en mi primer
trabajo allí, antes de entrar en la oficina contra el uso incorrecto de objetos muggles, años
después. Y no creas que sólo se dedicaba a trabajar en Hogwarts, ayudando a Hagrid.
Colaboraba también para la policía muggle e incluso trabajaba en el Ministerio de Magia, en
una Sección especial del Departamento de Misterios, dijo Arthur, expresando una sensación de
gran admiración y gran alegría al recordar. De hecho, fue él quien lideró el enfrentamiento que
hubo contra la oscura organización del Pacto.

--- ¿ Y cómo le conociste ? preguntó nuevamente Ron

-- Pues, es curioso que me lo preguntes. La verdad es que no sabría decirte si fue cuestión de
suerte o influyó el destino, y desde luego, esa Biblioteca tenía algo.

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-- ¿ Una Biblioteca ? preguntó Ron

--- Creo que deberías comenzar a contarles cómo empezó todo, " las causas que provocaron
que te encontraras con él " dijo entonces Molly.

---Tienes razón, querida. Pues la verdad es que todo fue culpa del maldito acróbata, dijo
Arthur, de forma enigmática .

--- ¿ Del acróbata ? preguntó Ron, muy extrañado

-- Deja hablar a tu padre cielo, dijo Molly

-- Gracias cariño. Sí, es preciso que lo cuente todo, dijo Arthur, y para ello debo empezar
desde el principio. Como dije antes, todo fue culpa del maldito acróbata.

En esa época, y recuerdo que era el año 1974, tu madre y yo, Ron, habíamos salido un par de
veces, aún no éxistía nada serio entre nosotros, pero queríamos conocernos mejor, ella tenía
unos ojos....

-- Atchúm, atchúm... estornudó Molly, en señal de desaprobación

-- Y aún los sigues teniendo, querida, prosiguió el señor Weasley, riéndose, a la vez que con un
pañuelo se limpiaba unas lágrimas del rostro, debido a la emoción que sentía al recordar con
nostalgia su juventud.

Continuaré, en esa época yo solía acudir mucho a un antiguo club intelectual de magos, que
había en Londres, muy cercano a la estación de King´s Cross. Desde afuera los muggles lo
confundían con una vieja Biblioteca destartalada y anticuada y nadie entraba en ella. El
último Viernes de cada mes, se celebraba en el Club Burnaby, pues ese era su nombre, la
noche del Orador. Al club solían acudir los magos más infuyentes de la Comunidad Mágica, y
yo solía acudir, aparte de para disfrutar del ambiente, por ver si podía granjearme la amistad
de alguno, que luego me pudiese reportar positivamente, facilitándome así mi futura entrada
en el Ministerio.

-- Como sabes, Ron, tu padre no era uno de los alumnos " especiales " que formaban parte del
selecto club del profesor Slughorn, y siendo su familia más bien pobre, no lo tuvo muy fácil,
dijo Molly, interrumpiendo brevemente a su marido.

--- El caso es que aún no acabo de comprender del todo toda la larga serie de acontecimientos
que provocaron que ese mes, yo acabara siendo elegido Orador y todo lo que ello llevó consigo,
viendome inmerso en la fatídica guerra entre los miembros del Pacto y los mortífagos de
Voldemort.

El Pacto representaba una amenaza para Voldemort, en su afán por ser el líder Oscuro que
quería llegar a ser y por ello debía acabar con ellos. Por ello, una noche, mandó asesinar a su
líder, la condesa Lucilla Wormilla, mandando a uno de sus mortífagos, y ahí es donde apareció
John Divney por primera vez, interponiéndose en sus planes.

Al principio la condesa vio en John a un aliado para acabar con el señor Oscuro, pero una vez
que John se dio cuenta de las oscuras intenciones de la condesa, le dio la espalda, y ella
nunca se lo perdonó. Ese momento marcó el inicio de la guerra en la que aún Hoy andamos
inmersos, La Tercera Guerra Mágica, concluyó diciendo Arthur, acercando un ejemplar de
hace dos días del Profeta, en cuya portada, aparecía la condesa.

-- ¿ Guerra ? preguntaron Hermione y Ron, a la vez, muy preocupados

231
--- ¿ Pero dónde vivis los dos ? Llevamos en guerra contra los miembrosa del Pacto, varios
años. Se cree que se esconden en una lejana región e Rumanía, un lugar custodiado por
cientos de miles de vampiros, que están al servicio de la pérfida condesa.

-- ¿ Vampiros ? preguntó Hermione, confusa

--- Ella es su señora por derecho de nacimiento, es descendiente del legendario conde Drácula,
el primer vampiro, y el más sanguinario, como debeis de saber. Y si no hubiera sido por Harry,
que consiguió acabar con Vóldemort y sus mortífagos en su tiempo, la cosa aún sería peor.

Hermione y Ron, respiraron, un tanto aliviados, al saber que esto último no había cambiado,
sin duda alguna, Harry estaría tratando de corregir el error que cometió al salvar a la condesa
del mortífago la noche en que volvió al pasado.

-- Padre, ¿ Te hablo John en alguna ocasión de un libro, mediante el cual podía manipular el
tiempo a su antojo ?

Arthur Weasley se sumió en un extraño shock al escuchar la pregunta, tenía la mirada ida y
parecía ausente, como si estuviese pensando en algo....

-- Padre, ¿ te ocurre algo ? preguntó Ron, muy preocupado al ver a su padre en ese estado

--- No me ocurre nada hijo, pero... ¿ Cómo es que sabéis de la existencia del libro ?

--- Es una larga Historia, dijo Ron

-- Me gustaría conocerla, dijo Arthur

-- No sin que antes acabes de contarnos los incidentes que te llevaron a conocer a John
Divney

-- En fin, dijo Arthur, ya que tenéis tantas ganas de saberlo, continuaré con ello, pero luego
quiero que me contéis cómo sabíais de la existencia del libro.

-- Lo sabrá todo, señor Weasley, dijo Hermione, a su debido tiempo, pero antes cuéntenos todo
acerca de la reunión en el Club.

Como os iba diciendo el último viernes de Marzo de 1974, los oradores del club habían sido
convocados a escuhar al increíble Mark, un acróbata que trabajaba en un circo Mágico que
estaba en aquel momento en la ciudad; estaba previusto que diese un discurso y luego
entretuviese a la concurrencia con algunos trucos ingeniosos de magia.

El jueves por la tarde, a las cuatro y cinco, sonó el teléfono de mi cuarto, en la residencia
mágica para estudiantes en la cual me encontraba en esos momentos con dos amigos, un
compañero de mi módulo con quien además compartía el cuarto, llamado Cyrus Hussler, y un
chico que trabajaba en el Ministerio de Magia, llamado Peter Petronius. Lo cogí yo.

--- Nunca me cayó bien tu amigo Cyrus, dijo Molly, interrumpiendo al señor Weasley

---Perdona, cariño, déjame acabar primero con la Historia y luego hablas tú.

-- ¡ Oh ! Por supuesto, querido. Continúa.

-- Bien. ¿ Por dónde iba ? ¡ Ah sí ! Siempre era yo el que cogía el teléfono. En persona, o mi
voz en el contestador. Solíamos estar provistos de numerosas bebidas muggles para pasar el
rato, ya sabéis, lo que beben los jóvenes de Hoy en día, algunas cervezas y cosas por el estilo.

-- Jejejej, ya veo que os lo pasábais bien, dijo Ron, sonriendo a su padre.

232
--- Por supuesto hijo, eran buenos tiempos y éramos jóvenes. Había que hacerlo. Continuaré
contándoos los que pasó entonces, como si estuviese ocurriendo ahora mismo.

¿ Digame ?

--- ¿ Arthur ? soy Wilbur. El acróbata se ha roto el cuello

--- ¿ Qué ?

--- Ya me has oído, respondió Wilbur Robinson con un tono de profundo agravio. ¡ El acróbata
se rompió el maldito cuello !

--- ¡ Oh, diablos ! exclamé yo, entonces, bastante asustado en ese momento. Hice una pausa y
pregunté, cautelosamente: ¿ Ha muerto, Wilbur ?

--- No, pero en lo que a nosotros respecta es como si hubiera muerto. Está ingresado en el
Hospital San Mungo. Acaba de llamarme Billy Twins. Dice que esta tarde, el individuo apareció
borracho como una cuba en la función matinal, trató de hacer unas volteretas hacia atrás y
aterrizó fuera de la pista central, sobre la nuca. Dice Billy que el ruido se oyó hasta en las
graderías, donde estaba sentado él, y que sonó como cuando te metes en un charco que acaba
de congelarse.

--- ¡ Uf ! exclamé yo, dando un respingo.

--- No me sorprende. Al fin y al cabo, eso de El Increíble Joe ¿ Pero qué clase de nombre es ése
para un mago que pretende ser artista ? Quiero decir que si se llamara El Increíble Randix,
vale. O el Increíble Tortellini, ése tampoco estaría mal. Pero ¿ El Increíble Joe ? A mí me
parece la consecuencia lógica de un caso de lesión cerebral.

--- ¡ Jesús ! ¡ Qué desastre !

--- ¡ Una verdadera cagada ! Eso es lo que es. Nos deja, como sabes, sin orador para mañana por
la noche, compañero.

Empecé a desear haberme ido las cuatro en punto de la habitación. Entonces, Wilbur, se
hubiera encontrado con Arthur contestador automático, y eso me hubiera concedido a mi,
Arthur en persona, un poco más de tiempo para pensar. Sentía que pronto necesitaría tiempo
para pensar. Sentía también que Wilbur Robinson no iba a concedérmelo.

--- Sí, supongo que es verdad, dije, esperándo sonar filosófico, aunque indefenso. ¡ Qué
barbaridad !

--- Desde luego, respondió Wilbur, y entonces lanzó la bomba. Pero sé que tú te sentirás
honrado de reemplazarlo. Sería tu gran oportunidad para acceder al Ministerio.

--- ¿ Yo ? Wilbur, ¡ debes de estar bromeando ! Ni siquiera puedo dar una voltereta normal, así
que mucho menos una voltereta mágica hacia atrás.

--- Pensé que podías hablar de cómo salir adelante en la vida y conseguir el empleo deseado, a
pesar de pasar por tantas penurias económicas, en una ciudad grande, como Londres, insistió
despiadadamente Wilbur. Si no te va bien, siempre queda el recurso del quidditch. Y en último
extremo, podrías contar unos chistes o hacer unos trucos de ilusión para divertir a la gente.
Arthur, no soy sólo el presidente del Comité de Oradores, aunque eso ya sería bastante grave.
El problema es que desde que Walter se mudó y Carl dejó de venir, soy el Comité de Oradores.
Tienes que ayudarme. Necesito un orador para mañana por la noche. En todo el maldito club
hay unos cinco tipos en los que siento que puedo confiar y tú eres uno de ellos.

--- Pero...

233
--- También eres el único que todavía no ha ayudado en una situación como ésta, así que eres
el elegido, compañero.

--- Peter Petrelli...

--- ... Reemplazó el año pasado al auror griego que iba a mandarnos el Ministerio de Atenas,
pero tuvo que atender un ataque de magos oscuros en una localidad cercana a su residencia y
no pudo venir. Arthur, es tu turno. No puedes dejarme plantado, hombre. Me lo debes.

-- No me vengas con historias, Wilbur. ¡ Yo tengo que acabar los estudios en este maldito
módulo ! exclamé airado. ¡ Y no sería así si estuviese ya en el Ministerio como muchos de mis
compañeros que acabaron Hogwarts conmigo ! Porque ¿ sabes una cosa Wilbur ? ¡ El
Ministerio sólo enchufa a los ricos y yo estoy harto de tanta injusticia! Como sabrás, a mi
precisamente no me sobra el dinero. ¡ Maldito Slughorn !

--- Entiendo que estés enfadado con ellos Arthur, pero nada de eso tiene importancia, replicó
Wilbur, que ahora entraba a matar, pisando mis débiles objeciones con pesadas botas
claveteadas. Después de cenar estarán borrachos y tú lo sabes perfectamente. El sábado por la
mañana no recordarán ni una palabra d elo que dijiste, pero mientras tanto necesito a alguien
que se ponga en pie y hable durante media hora, y tú has resultado elegido.

Yo seguí presentando objeciones un rato más, pero Wilbur seguía apoyándose en imperativos,
subrayándolos sin piedad: necesito, tengo que, debes...

Al final, harto, acabé por ceder

-- ¡ Está bien ! ¡ Está bien, está bien, ya basta !

--- ¡ Eres mi hombre ! exclamó Wilbur. De pronto, el sol y el arco iris habían inundado su voz.
Recuerda, no debe durar más de treinta minutos, y quizás otros diez para responder
preguntas, si es que alguien hace alguna. Y si quieres, puedes contar algún chiste. Dudo que
alguien se ría mucho, pero...

-- Wilbur, ya basta, le corté.

--- ¡ Ah, lo siento, buf ! se disculpó Wilbur, tal vez mareado de alivio.

--- Oye, ¿ por qué no interrumpimos esta conversación ? propuse yo, en ese momento,
estirando el brazo en busca de la bolsa de caramelos de Zonko que guardaba en el cajón de la
mesilla del cuarto. De pronto, tuve la sensación de que necesitaría bastantes caramelos
durante las veintiocho horas siguientes o así. Parece ser que tengo que escribir un discurso.

--- Exacto, dijo Wilbur. Recuerda: cena a las seis, discurso a las siete y media. Y, como suelen
decir por ahí, no faltes. ¡ Aloha !

--- Aloha, Wilbur, contesté, y corté el teléfono.

Miré el teléfono. Senti que un nerviosismo al cual acompañaba un temblor repentino se


apoderaba de todo mi cuerpo, haciéndome esatremecer; tomé aire lentamente y lo expulsé
lentamente, intentando relajarme.

-- Tranquilo Arthur, es sólo un discurso, me dije a mi mismo, intentando calmarme.

Luego, engullí el primero de los muchos caramelos que me comería a lo largo de ese día y de
los siguientes.

234
-- Es que te digo que te tienes que cuidar, querido, interrumpió entonces la señora Weasley. Te
pasas todo el día comiendo caramelos.

-- Es verdad, padre, corroboró Ron, mirando la incipiente barriga que empezaba a desarrollar
su padre.

--- Bueno, lo intentaré, dijo el señor Weasley, dejando sobre la mesa una docena de caramelos,
a los que miró con pena.

En lugar de ir esa noche a la bolera con unos amigos muggles, como había planeado, me
encerré en el estudio de la habitación de la residencia con varios pergaminos, tres lápices
afilados y varias chocolatinas que había comprado en Hogsmeade el día anterior. Desconecté
el teléfono y miré el primero de los pergaminos. Al cabo de cinco minutos de contemplación,
escribí en la línea superior del pergamino: Manual de cómo salir adelante en la vida en el
entorno de una gran ciudad: El orgullo inglés.

Lo leí en voz alta y me gustó cómo sonaba. Bueno, quizás no se trataba exactamente de que
me gustara, pero podía vivir con ello, sonaba bien. Lo leí en voz más ata aún y me gustó más.
Un poco más. En realidad, no era tan bueno; de hecho, probablemente no fuera mejor que los
títulos grandes e impresionantes, pero dejaba a la altura del betún a " Comunismo:
apercibimiento o amenaza " . Y Wilbur tenía razón: el sábado por la mañana, la mayor parte de
ellos tendrían demasiada resaca como para recordar lo que habían oído el viernes por la
noche. Y después de todo, yo nunca había sido un gran compositor de dircursos.

Algo más estimulado, comencé a escribir.

Cuando en 1972, acabé mis estudios en la escuela de Magia de Hogwarts y me trasladé a


estudiar en el módulo de estudios muggles en Londres...

--- Desde luego, nunca fue tu punto fuerte el escribir discursos querido, interrumpió la señora
Weasley.

--- Eso ya lo había dicho yo caríño, nunca se me dio bien eso. Al que se le da bien es a...

--- ¡ Harry ! gritó Hermione, exultante

-- Cuando me diste el discurso por primera vez para que le echase un vistazo, me pareció a
simple vista, muy flojo. Pero no creas Ron, que quise desanimar a tu padre, le di consejo

-- Me mandaste a la Biblioteca, a partir de ahí, comenzaron todas mis aventuras y desventuras


con John Divney.

-- ¿ Puedes continuar con la historia, padre ? inquirió Ron, muy ansioso

Continuaré ahora con el relato:

… “ Y por eso ahora siento, como en aquella brillante mañana se Septiembre de 1972, que un
pequeño estudiante de Magia, no sólo es el nervio de Inglaterra, sino el nervio alegre y
chispeante de todo el mundo occidental y porque dentro de mí mismo sé que los estudiantes
de Magia de Hoy serán los Magos del Mañana y entre todos, podemos ayudar a mejorar este
mundo en el que vivimos, el Mundo mágico ”.

Ahí me detuve, apagué el cigarrillo en el cenicero del escritorio del estudio y miré
esperanzado a tu madre, Ron, por aquel entonces, Molly Prewett.

235
--- Bueno, ¿ Qué te parece ?

Tu madre, Ron, era una joven preciosa, que vivía en la otra punta de la ciudad. Por esa época
apenas habíamos salido un par de veces, pero podría decirse que entre nosotros había un
feeling especial. La mayoría de los miembros del club conocía a Molly, y, de vez en cuando,
ella solía pasarse por el club a hacerme una visita.

Tu madre, Ron, era una experta lingüista por aquel entonces, y ahora lo sigue siendo, por
supuesto. Ella era capaz de formar miles de frases coherentes a partir de sus notas
taquigráficas, y como por aquel entonces, era la única mujer de la zona que dominaba esa
habilidad, estaba muy solicitada entre la limitada población empresarial del Londres mágico
de aquel entonces. También tenía unas piernas extremadamente bonitas, cosa que no
disminuía su eficiencia.

Ella trabajaba en una consultoría empresarial muggle los cinco días de la semana, para cuatro
hombres y una mujer: dos banqueros, un abogado y dos agentes de bienes raíces. Por las
tardes regresaba a su casa y cuando podía, pasaba a máquina lo que había cogido al dictado.

Esa mañana ella vino a visitarme y yo le había preguntado si quería escuhar el discurso.

--- Claro, supongo que sí, contestó ella.

Parecía un poco preocupada, como si pensara que pudiera proponerle matrimonio. Cuando le
expliqué que Wilbur Robinson me había contratado para reemplazar al acróbata herido y que
quería que escuchara mi discurso, se tranquilizó y lo oyó todo, los veintiséis minutos que
duraba, con halagadora atención.

--- No tengas miedo de ser honesta, le dije, antes de que pudiera abrir la boca

--- Pero si lo digo en serio, Arthur. Está realmente bien. Además, cuando empieces a hablar
todos estarán…

--- Sí, lo sé, todos estarán cargados

Al comienzo, esta perspectiva me había tranquilizado, pero ahora me sentía un tanto


decepcionado. Escuchándome leer, había pensado que mi discurso era bastante bueno.

--- Hay una cosa, dijo ella de forma pensativa

--- ¿ Sí ?

--- Resulta un poco… ya sabes… seco.

--- ¡ Ah ! yo suspiré y me froté los ojos. Me había quedado levantado hasta la una de la
mañana, primero escribiendo y después corrigiendo.

--- Pero eso es fácil de arreglar, me aseguró ella. Ve a la Biblioteca y coge un par de libros.

Entonces sentí un dolor súbito en la parte baja del vientre y cogí mi bolsa de caramelos.
¿ Investigación para un estúpido discurso en el Club ? ¿ Investigación Bibliotecaria ? Aquello
era algo exagerado ¿ no ? Nunca había estado en la Biblioteca pública muggle de Londres y no
veía razón alguna para ir ahora. Sin embargo, tu madre, Ron, había escuhado con atención mi
discurso y estaba tratando de ayudarme y sería una grosería por mi parte no escuchar al
menos lo que tenía que decir.

236
--- ¿ Qué libros ?

--- Ya sabes, Arthur, libros de esos que tienen cosas para animar los discursos. Son como….
Ella buscó un ejemplo. Bueno, ¿ sabes la salsa picante que te dan en los restaurantes chinos si
la pides ?

--- Sí…

--- Pues como eso. Tienen chistes. Además, hay un libro que se llama los poemas más
populares de Inglaterra. Tal vez encuentres algo ahí para terminar. Algo estimulante.

--- ¿ En ese libro hay poemas sobre la importancia de saber cómo salir adelante con escasos
medios en el Mundo mágico en el entorno de una gran ciudad como es Londres ? pregunté,
dudoso.

--- Cuando recitas poesía, Arthur, la gente se siente estimulada, respondió ella. A nadie le
importa de qué hablan, y menos para qué son.

--- ¿ Y de verdad tienen libros con chistes especiales para discursos ?

A mí, aquello me resultaba casi increíble, aunque si me hubieran dicho que en la Biblioteca
muggle había libros tan esotéricos como un manual extensísimo sobre la reparación de
pequeños motores de gasolina o peinado de pelucas, no me hubiera sorprendido en lo más
mínimo.

--- Sí

Entonces, empecé a pensar en la posibilidad de reencotrarme con una Biblioteca después de


tantos años de alegre descuido. Un poco de pimienta para el viejo discurso. Recicle los restos,
transforme la carne sobrante en una obra maestra. Y, al fin y al cabo, una Biblioteca no era
sólo una Biblioteca. Si uno no sabía cómo encontrar lo que buscaba, lo único que tenía que
hacer era preguntar al Bibliotecario. Una de sus tareas era responder a las preguntas que se le
hacían ¿ no ?

--- Desde luego, Arthur, no me explico cómo teniendo tanto interés por todo lo relacionado
con lo muggle nunca hayas estado en una Biblioteca muggle. Oye, si quieres puedes dejar el
discurso tal como está, dijo ella. Quiero decir, que estarán borrachos. Me miró un momento
amablemente, pero con seriedad, y consultó su reloj.

--- Te queda una hora para ir con el banquero, ¿ querrías pasarme a máquina el discurso ? Ya
había decidido pasar en la Biblioteca la hora del almuerzo.

Poco después de ir a la Biblioteca y salir de ahí, bastante apurado, y nervioso, deprisa y


corriendo, pensando en el maldito discurso, me choqué con John Divney.

--- ¿ Has sabido últimamente algo de John, padre ? Preguntó Ron

--- Pues la verdad, es que es bastante curioso que lo preguntes, Ron, porque ayer por la
mañana se pasó a por el Ministerio a hacerme una vista … y le estuvo preguntando por Harry.
Al parecer, tienen prevista una reunión pasado mañana. No sé de qué hablarán durante la
misma.

--- ¿ Crees que pueda ser acerca de… empezó a preguntar Ron, mirando a Hermione

--- ¡ Seguro ! lo interrumpió ella, adivinando a qué se refería

237
--- ¡ Vamos a ver ! ¡ No pienso seguir contando nada hasta que me digáis qué es lo que está
aquí ocurriendo y el por qué de este repentino interés por Joh Divney ! estalló Arthur
Weasley, cansado de tanto secretismo.

Ron y Hermione se miraron entre sí, sin saber qué decir ni cómo explicar lo que estaba
sucediendo.

--- Señor Weasley … empezó a decir Hermione

--- Padre, es que John Divney es…

--- ¿ Quién es Joh Divney, Ron ? preguntó la señora Weasley a Ron, muy irritada

--- Él es Harry, dijo finalmente Ron

La señora Weasley se desmayó de la impresión de la noticia

--- ¡ Por el gran Merlín ! dijo el señor Weasley. ¡ Fue él todos estos años ! ¡ Cómo no me di
cuenta antes !

--- No te culpes, padre, no tenías forma de saberlo

---- Pero sí lo puede haber sabido, Ron, siempre estuvieron ahí las señales…. En Hogwarts
siempre despertó una extraña sensación familiar…. Incluso a sus padres, les resultaba
conocido su rostro, nunca supimos de qué. James y Lily siempre estaban hacéndole preguntas
buscando algún tipo de relación entre conocidos por si lo habían conocido de algo pero nunca
consiguieron sacarle nada y ¡ mira lo que era !… después de todos esos años.

--- ¿ sabes dónde vive John padre ? bueno… Harry

--- Pues la verdad es que no tengo la menor idea, pero sé de alguien que os lo podría decir, la
tía de Harry

--- ¿ Petunia ? preguntaron ambos, desconcertados

--- Sí; si bien es cierto que Harry nunca se llevó especialmente bien con sus tíos, la amistad
que ellos profesaron por John Divney ayudó a suavizar las cosas entre ellos y actualmente
tienen una buena relación. A verdad es que nunca puede explicarme la dedicación que
mostraba John por esa gente y ahora… todo está muy claro.

--- John siempre apoyó a esa familia, y estuvo cerca de Harry en los momentos difíciles, sobre
todo a causa de su primo Dudley, dijo la señora Weasley, ya recuperada del susto.

--- ¿ Y por qué dices que la tía de Harry sabe dónde vive actualmente John ? quiero decir,
¿ Harry ? preguntó Hermione

--- Bueno, eso es muy sencillo, ya que fue él quien le vendió la casa a Petunia a muy bajo
precio cuando llegó por primera vez a Little whinning. La verdad, es que nunca entendi bien el
motivo de esa extraña venta a tan bajo precio en la que John perdía claramente, pero ahora, y
gracias a vosotros, lo entiendo perfectamente. Harry siempre estuvo ahí cerca, protegiendo a
su familia.

--- ¿ Consiguió él encontrar el libro ? preguntó Ron, a su padre

238
--- John estaba convencido de que el famoso libro del tiempo perdido estaba oculto en algún
lugar remoto de Rumanía, pero la malvada condesa no le permitió nunca acercarse a
comprobarlo.

--- ¿ Y por qué no regresó a nuestro tiempo ?

--- John me habló de que había tenido que tomar una decisión que había sido muy dura para
él, pues ello supondría no volver a casa mediante un largo viaje que tenía que realizar pues un
reloj muy valioso que tenía se lo había roto la condesa.

--- ¡ El vuelatiempos ! gritó Ron, horrorizado

--- Ahora lo comprendo todo, dijo el señor Weasley

--- Bueno, creo que es hora de que nos marchemos, mañana hemos de buscar a John Divney

--- Espero que encontréis a Harry, dijo la señora Weasley a su hijo, abrazándole con cariño. Era
la despedida.

--- Espero que tengáis suerte, hijo, le deseó asimismo, Arthur a Ron

Poco después abandonaron la madriguera.

Harry llevaba bastante tiempo en el despacho de Dumbledore, con quien se había reunido poco
después de entrar en la escuela y era él quien le estaba mirando fijamente en este momento.

--- Veo que según dices John, puedo comprobarlo, yo te autoricé para llevar a cabo esta
misión, desde el futuro. Desde luego, la firma, parece auténtica.... Dumbledore miró a los ojos
a Harry, con desconfianza, como si sospechara que ocultaba algo.

--- Sí, señor, dijo Harry, arrodillándose y haciendo una reverencia delante de Dumbledore, lo
cual, acabó por disuadirle de que Harry albergara malas intenciones. Estaba aguantando las
irreprimibles ganas que tenía de abrazarlo después de todos los años que habían pasado desde
su muerte, pero no podía descubrirse, su plan no funcionaría y todo por lo que habían estado
luchando, no serviría de nada.

Todo esto lo estás haciendo por el Mundo mágico, se dijo Harry. Tus amigos, tu familia, en
definitiva, todos, confían en ti y no puedes defraudarles, se dijo Harry, tratando de conservar
la calma, pero en vano. Un creciente nerviosismo, mezclados con una gran ansiedad le
estremecieron el cuerpo de arriba a abajo y Harry empezó a temblar, visiblemente.
Dumbledore, le seguía mirando, sin duda alguna, le estaba tratando de leer la mente. Harry,
actualmente era todo un experto en Oclumancia y no quiso ponerle las cosas fáciles al anciano
director de la escuela, lo cual hizo que este adoptase un gesto serio y meditativo.

--- Bueno, John, creo que entonces está todo bien. Le diré a Hagrid, nuestro guardabosques,
que le ayudarás en su tarea durante tu estancia. Por cierto, supongo que querrás alojarte en el
Castillo.

--- Oh, no se preocupe por eso, en realidad, ayer compré un piso en Londres, dijo Harry, con
gran pesar. No se había esperado que Dumbledore le ofreciera una estancia en la escuela.

--- En fin, John, como tú lo desees.

239
Dumbledore volvió a mirar fijamente a Harry, esta vez, directamente a los ojos.

--- ¿ Pasa algo, señor ?

--- Dices que te apellidas Divney, ¿ no es así ? preguntó Dumbledore

--- Sí, así es, señor. De los Divney de Birmingham, mintió Harry

--- Ya, entiendo. ¿ No serás por casualidad pariente lejano de los Potter ? preguntó
Dumbledore, de forma inquisitiva

--- ¿ Cómo ha dicho, señor ? preguntó Harry, un poco inquieto, al escuchar la pregunta del
director. Su tapadera corría peligro. Dumbledore no podía descubrirle.

--- Es que tienes un cierto parecido con... unos alumnos de la escuela y me había preguntado
si por casualidad érais parientes lejanos...

--- No, señor, la verdad es que no conozco a ningún Potter.

--- Olvídalo, dijo Dumbledore, sonriendo. Serán cosas mías, de la vejez. Puedes retirarte John.

--- Muchas gracias, señor.

Al salir del despacho, algo más tranquilo tras " haber superado su primera prueba de fuego " se
dirigió a los jardines de la escuela, para presentarse formalmente a Hagrid y relajarse un poco.

--- Bueno, John, creo que con esta última carga de ramas secas, ya hemos acabado por ahora,
de despejar esta zona del Bosque.

-- Es que la verdad, es que ha sido espectacular la tormenta de esta noche Hagrid.

-- Sí, la verdad es que no recuerdo ninguna similar en los últimos años. Por cierto, John....
Hagrid se quedó mirando a Harry mijamente a los ojos, lo cual hizo que se pusiera nervioso.

--- ¿ Sí, Hagrid ?

--- Es que tienes mucho parecido con.... es igual, no tiene mucha importancia

--- No, dime lo que sea, Hagrid

--- ¿ Conoces tú a la familia Potter John ?

Harry se estremeció, ante la pregunta. Era la segunda vez que su posición se ponía en peligro.
Haciendo acopio de fuerzas, trató de parecer sereno, lo que a duras penas consiguió.

-- Pues la verdad es que no, Hagrid. Ya me lo preguntó Dumbledore el día que llegué.

Por suerte para Harry, Hagrid no percibió nada raro en su expresión. Él deseaba con todas sus
fuerzas contar todo lo que sabía, necesitaba hacerlo, ¡ advertir a todos de lo que iba a ocurrir !

-- Supongo que entonces tampoco te sonará de nada el apellido Evans.

--- No soy de por aquí, Hagrid, no les conozco

240
--- Ya veo. Y sin embargo, y por lo que hemos visto y nos has mostrado, nos conoces a todos
muy bien. Si yo te di eso es que confiaba en ti

--- Bueno, realmente me lo darás, algún día

--- Ya me entiendes, John. Lo que quiero decir es... ¿ por qué no nos cuentas algo jugoso del
futuro... ? por ejemplo... ¿ qué hago yo ?

--- No debo desvelaros nada Hagrid. No os conviene saberlo.

-- Supongo que por lo menos, he de consolarme sabiendo que tendré muchos amigos en el
futuro

-- Eso sí te lo puedo decir, querido Hagrid, a ti te quiere mucho la gente en la escuela, en mi


tiempo. Se podría decir que eres insustituible, dijo Harry, sonriendo a su amigo.

En ese momento, un grupo muy numeroso de alumnos se aproximó a ellos. Harry no pudo
evitar que unas lágrimas de emoción contenida se asomaran a su rostro al ver a quienes
comandaban el grupo y a los Harry pudo distinguir de inmediato: Los Merodeadores

--- ¡ Oh No ! Ya están estos 4 otra vez armando lío, dijo Hagrid. ¿ Te ocurre algo John ? le
preguntó a Harry al ver su rostro, lloroso.

-- No es nada Hagrid, creo que se me ha metido una ramita en los ojos.

-- Los cuatro chicos se acercaron a ellos.

--- ¡ Hola Hagrid ! saludó el joven Sirius Black. Supongo que tú eres el nuevo, dijo entonces,
dirigiéndose a Harry.

--- Soy John Divney y sí, soy el nuevo

El padrino de Harry era tal y como lo recordaba, un poco más joven, eso sí, pero tenía los
mismos rasgos que él recordaba. Su padre, James, que estaba a escasos metros de él, era como
siempre se lo había imaginado. Una sensación indescriptible de emoción le inundó por dentro,
machacándole; era insoportable. Sin embargo, se obligó a ser mismo a ser fuerte y contenerse.
No estaba aquí por eso. Harry se fijó que los chicos le estaban mirando fijamente.

-- Chicos, ¿ no os recuerda algo a mi padre ? preguntó James en voz alta

--- A mí se me parece bastante a... empezó a decir Remus Lupin

--- No creo que me parezca a nadie que conozcáis, se apresuró a cortar Harry. Soy nuevo por
aquí.

--- Hummm... es posible, acabó por ceder James. De todas formas, me recuerdas a alguien
John, aunque no sabría decir a quien...

--- Oye chicos, ¿ Dónde está el idiota ese de Quejicus ? preguntó entonces Sirius.

--- Creo que éstará otra vez por esas sucias mazmorras suyas, jejej. Son iguales de asquerosas
que él, dijo entonces James.

--- Propongo que mañana le gastemos una broma en Hogsmeade con mi moto, dijo Sirius.
Tenemos salida.

241
-- Creo que es una buena idea, dijo Peter Pettigrew, apoyando a Sirius

Todos miraron de una forma indiferente a Meter

--- Sí, por qué no, dijo James.

--- Yo no sé si podré ir con vosotros chicos, dijo Remus Lupin. Hoy es día L.L.

--- Ya estáis otra vez con esos códigos raros, se quejó Meter

-- Bueno, siempre lo podemos dejar para otros día, dijo James. Aunque tengo ganas de dar un
escamiento a esa asquerosa bola grasienta de pelo.

--- Bueno, Hagrid, nos vamos. Adios John. Ha sido un placer, dijo Remus, despidiéndose de
ellos por los cuatro.

--- Que os vaya bien, chicos, dijo Harry, y no hagáis muchas trastadas.

--- Jajaja. No sé yo si eso será posible, John. Espero que nos volvamos a ver otro día, dijo
James. Me has caido bien.

En esos momentos, en un cuarto lúgubre y oscuro, y no precisamente en las mazmorras, un


joven moreno, de pelo grasiento estaba fabricando en secreto unas pociones en su cuarto, en
un laboratorio mágico que había montado en el cuarto. Estaba solo en esos momentos, ya que
sus compañeros de cuarto, habían salido. De vez en cuando, echaba uno o dos vistazos a las
páginas de su libro de elaboración de pociones avanzadas. A veces, algo contrariado, realizaba
alguna corrreción al texto del libro, apuntando en los márgenes la manera que él consideraba
correcta de realizar el siguiente paso de la poción. Cuando se disponía a remover el frasco que
con tenía la poción que estaba elaborando, una voz le interrumpió:

---Severus... dijo una chica.

Snape se giró bruscamente. Se trataba de Bellatrix, una joven de Slytherin, que iba a 6º Curso.

--- ¿Qué haces aquí ? - bramó Snape. ¡No puedes entrar en mi cuarto sin mi permiso!

La muchacha, lejos de amedrentarse, le dirigió una mirada de desdén. Acto seguido, abandonó
la habitación con paso altivo.

Snape se quedó mirando la puerta un rato. Bellatrix... Últimamente se le acercaba mucho,


sabía que quería algo, así como sabía que no se lo iba a dar. No olvidaba las miradas de
suficiencia que le dirigía la chica. El joven sabía que no caía bien a nadie del colegio, ni
siquiera a sus compañeros Slytherin, que le miraban y hacían comentarios sin preocuparse de
que él los oyera. Él los trataba con completa indiferencia. Sin embargo, había un muchacho en
Howgarts al que odiaba con todas sus fuerzas. James Potter. ¡ Ese arrogante de Potter !. Un día
le haría pagar todas las humillaciones que él y sus amigotes le estaban haciendo pasar.

Snape negó con la cabeza. Pensar en Potter le ponía de muy mal humor. Pero ahora no tenía
más remedio que verle la cara. Le tocaba clase de Defensa contra las Artes Oscuras con los
Griffyndor. Con aire de resignación se dirigió al aula. Por el camino, no pudo evitar oír una
conversación entre dos chicas.

--- Ese idiota de Potter, siempre presumiendo, dijo una chica de brillantes ojos verdes.

---- Pero es tan mono... contestó su amiga.

--- Es un arrogante. Jamás saldría con él, zanjó la primera, algo alterada.

242
Lily Evans... Snape sabía que la muchacha odiaba a Potter. Lástima, podrían haberse llevado
bien... pero era una detestable sangre sucia. Y sin embargo... No, eso sólo eran tonterías.

Lily giró bruscamente y golpeó a Snape. La bolsa de éste cayó y se le rompieron varios botes
de tinta, que se vertió sobre los libros del muchacho.

---¡Oh! Lo siento muchísimo Severus, dijo la chica, avergonzada.

La muchacha comenzó a recoger las cosas de Snape, pero éste la apartó bruscamente.

-- ¡Apártate sangre sucia! ¡No toques mis cosas!

Lily le miró con gesto ofendido. Era la primera vez que la llamaban sangre sucia. No supo que
decir, de modo que agachó la cabeza y se quedó mirando al suelo.

-- ¿Qué pasa aquí? dijo el atractivo Sirius Black.

A su lado iba James Potter, y detrás de ellos estaban Remus Lupin y Peter Pettigrew. El
cuarteto perfecto, pensó Snape.

- ¡Vaya! exclamó James con sorna. Parece que Quejicus tiene problemas.

--- ¿ Te falta tinta, Snape ? preguntó burlonamente Sirius

Los cuatro chicos comenzaron a reírse cn grandes carcajadas.

--- ¡ Dejadle tranquilo ! intercedió Lily

--- Así que te tiene que ayudar mi preciosa pelirrojilla, dijo James

--- ¡ Yo no necesito ayuda de ninguna asquerosa sangre sucia ! gritó Snape, apartando a Lily de
un empujón.

Varios estudiantes que pasaban por allí se rieron. Snape le dirigió una mirada cargada de odio.
James la captó y decidió darle un escarmiento.

---- ¡Wingardium Leviosa!

James pronunció el hechizo y acto seguido un bote de tinta se elevaba peligrosamente sobre
la cabeza de Snape.

--- ¿Quién quiere que la tinta caiga sobre Snape? preguntó James entre risas.

Snape sacó su varita con cuidado y dirigió un hechizo hacia James.

--- ¡Expelliarmus!

La varita de James salió disparada por los aires y éste cayó sobre una armadura, que se
desarmó y el escudo le golpeó fuertemente en la cabeza.

243
Sirius empuñó su varita y se dispuso a lanzar un hechizo, pero Snape también le desarmó.

--- ¿Qué pasa Potter? dijo Snape, casi en un susurro. No eres nadie sin tus amigos...

James se incorporó, un poco aturdido aún por el golpe, y recogió su varita.

Cuando se dispuso a soltar un hechizo contra Snape, llegó el profesor de Defensa contra las
Artes Oscuras.

-- ¿Se puede saber que estáis haciendo? inquirió. Sabéis que está prohibido hacer magia en los
pasillos. Potter, Black, veinte puntos menos para Gryffindor.

James y Sirius se miraron.

-- Pero profesor, no es justo, comenzó Sirius. Quejicus empezó todo...

-- ¡Black! Cinco puntos menos para Gryffindor, exclamó el profesor. Y no vuelvas a faltar al
respeto a ningún alumno.

Sirius iba a protestar, pero Remus le dio un golpe.

--- ¡Vamos! ¡Todos a clase! ordenó el profesor.

Snape les dirigió una sonrisa de suficiencia a los cuatro amigos, especialmente a James. Éste
le miró con furia contenida.

--- Esto no ha terminado, le amenazó. Ya nos veremos Quejicus...

Había vencido a Potter. Había conseguido que quitaran 25 puntos a los Gryffindor. Había
ridiculizado a James delante de Lily. Snape, simplemente sonrió.

James, Sirius, Remus y Peter, se alejaron de Snape, camino al aula donde tendría la clase de
Defensa contra las artes Oscuras.

--- James ¿ Crees que debemos usar el libro contra él ? preguntó en voz baja Sirius.

--- Humm... no creo que sea una buena idea, no sabemos muy bien cómo funciona, pero creo
que estaría bien verle colgado de algún árbol para echarnos unas risas, ¿ no creeis ? además
Remus, tú tienes esta semana tu peuqeño problema peludo, jeje igul le podrías da r un
pequeño sustito, jejeje

--- No creo que sea una buena idea James, aunque apoyo lo del árbol

--- Que sí, si además, con el sauce en la entrada no correrá ningun peligro, Remus

--- No se yo, James....

En ese momento, Harry, ya libre de sus obligaciones del día con Hagrid, se disponía a ir al
Ministerio a tomar posesión de su puesto en el Departamento de Misterios.

En uno de los cuartos del número 12 de Grimmauld Place:

--- ¿ Crees que debemos decírselo, Ron ?

244
--- No creo que sea una buena idea cariño. Si la impresión que se va a llevar va a ser de por sí
grande, si se lo decimos el impacto será doble.

--- ¿ Qué tenéis que decirme ? se escuchó una voz por detrás de Ron y Hermione. Era Harry,
que había entrado en ese momento en la cocina y había escuhado las últimas palabras de Ron.

--- No... no tiene importancia Harry, dijo Hermione, tratando sin mucho acierto de mantenerse
en calma.

--- Es una tontería, dijo Ron con un temblequeo bastante significativo en la voz

--- Venga chicos, no iréis a andar con secretos a estas alturas, ¿ verdad ?

--- Es que... no sé si deberías saberlo, Harry, dijo Hermione

---- Sea lo que sea, sabré encajarlo, dijo Harry, quien se estaba inquietando ante el misterioso
secretismo de sus dos amigos

--- Verás, Harry es que ese John...

--- Hoy, hemos estado en el Ministerio por la mañana y Tonks nos dijo que los del
Departamento de aurores te van a preparar una fiesta sorpresa por tus años en el Ministerio,
improvisó rápidamente Ron, interrumpiendo a Hermione antes de que pudiera hablar de la
verdadera personalidad de John Divney.

Harry se quedó durante unos segundos pensativo; finalmente se echó a reír profusamente.

--- ¿ Y para esto tanto secretismo ? Chicos, realmente me habíais preocupado.

--- Ya te lo dije. Era una tontería el ocultárselo, le dijo Ron a Hermione, para seguir con la
farsa y que Harry no sospechase nada. Hermione, por su parte, le dirigió una mirada de
inquietud a Ron.

--- Sí, supongo, querido

En ese momento, Ginny entró en el cuarto, sonriente y besó tiernamente a Harry.

--- Ya está la comida lista, campeones. Podéis ir pasando a la cocina.

Unas horas más tarde, ese mismo día, Harry se dirigía a la reunión que tenía prevista con un
tal John Divney, un mago al cual hacía muchos años que no veía, y al cual, recordaba
vagamente cuando era pequeño, cuando solía ir a la casa de sus tíos en Privet Drive.

Según sabía Harry, John se había medio apartado hacía varios años del Mundo mágico y vivía
en América, utilizando sus dotes mágicas para ayudar a los muggles a esclarecer crímenes y
asesinatos, algo loable, según había estimado Harry.

Así pues, Harry salió de su casa después de despedirse de sus amigos y de dar un beso a su
queridísima esposa, buscó un callejón desierto y se desapareció. Su destino era Virginia, un
estado de los EE.UU. y más concretamente, la Oficina del FBI en Quantico, pues allí era donde
trabajaba John Divney actualmente y allí era donde le había citado. Las razones no las
conocía, pero acudió igualmente.

245
La voz de John cuando le había llamado mediante el teléfono muggle denotaba nerviosismo y
mucha preocupación.

Cuando, minutos más tarde, llegó a las oficinas, un agente que se encontraba en recepción en
esos momentos, le dijo que en ese momento se encontraba en su despecho reunido, pues
estaban trabajando en un caso de asesinato. Harry insistió en hablar con John. El agente le
dijo a Harry que esperase unos minutos. Poco tiempo después, cogió un teléfono y marcó unos
números.

--- Señor Divney, un tal Harry Potter le anda buscando.

--- Es la persona a la que estaba esperando, Paul. Hazlo pasar a mi despacho.

--- De acuerdo, señor.

Harry entró a un inmenso despacho, el cual se encontraba decorado con varios cuadros, que le
gustaron bastante, unos espejos ovalados colgados de la pared, una mesa de escritorio y 4
sillones en un rincón.

--- Tome asiento, señor. Ahora mismo viene.

--- Muchas gracias, agente...

--- Kellerman, Paul Kellerman.

Harry se quedó a solas en el despacho. Los minutos fueron pasando y la impaciencia y el


nerviosismo se fueron apoderando poco a poco de su cuerpo. Cinco minutos más tarde, la
puerta se abrió.

Unos días antes de la reunión:

--- El lugar es seguro, señor, sea donde sea que haya huido ese psicópata, ya no está aquí.

--- ¡ Maldición ! ¡ Tiene que haber algo ! ¡ A ese asesino, por lo que sabemos hasta ahora, le
gustan los mejores asientos, le gusta verlo todo. ¡ Registrad el edificio de arriba a abajo, que
no quede una esquina sin barrer ! ¡ Marlow, ¿ Qué había detrás de esa puerta ? ! ¡ Chambers !
¿ Dónde estaban situadas todas las cámaras ? ¡ No pareís hasta encontrar algo ! ¡ Lo que sea
con tal de obtener al menos una única pista que srva de algo !

El oficial al mando de la patrulla de asalto estaba desesperado, con esta última ya era la
tercera víctima de ese psicópata, lo cual confirmaba sus peores temores: " Se encontraban
nuevamente con un asesino en serie " . El último caso había sido un violador de jóvenes 3
años antes en el Soho. No lograron atrapar nunca al asesino. La culpa y el deseo de revancha
le invadían, no podía hacer más que seguir buscando hasta que lograsen atraparlo y para ello
no dudaría en ningún momento en utilizar todos los medios que estaban o que podrían estar a
su alcance para intentarlo.

Algo cansado, se apoyó en su viejo bastón de madera, con el que golpeó 3 veces el suelo, para
tentar un lugar firme y seguro; luego, procedió a tomar aire, levantó su bastón y señaló los dos
extremos del inmenso pasillo en el que se encontraban y se acercó a su segundo oficial de a
bordo en la investigación.

--- Tranquilícese, señor. Le atraparemos.

--- ¿ Y qué le hace estar tan seguro de ello, Borges ?

--- Siempre lo hacemos, señor, al final siempre los atrapamos.

246
--- Ojalá yo fuera tan optimista como usted al respecto, chico

--- ¡ Olvídese de eso, séñor, escapó !

--- ¡ Pero está por ahí! ! Suelto ! ¿ Quién sabe si volverá nuevamente a matar ?

--- Eso nadie puede saberlo, señor, pero centrémonos por ahora en el caso, ¿ de acuerdo ? Si
ese desgraciado vuleve a aparecer, le juro que le atraparemos, ¡ Oh, Sí, será nuestro !

John bajó nuevamente el bastón, se alejó un poco del joven agente Borges, y sacó lentamente
su nuevo móvil que le habían regalado sus compañeros en el cuerpo unos días antes, por su
próxima jubilación. Dentro de 2 años, tendría derecho a un puesto de oficina. Se lo había
ganado justamente, con mucho trabajo, tan sólo podía considerar una pequeña muesca en su
ya dilatada carrera.... o quizás dos, pero esa era una larga historia...

John marcó unos números en su móvil y esperó...

--- ¿ Estás ahí Mood ?

--- Señor, hemos acabado de revisar todo, hay algo que debería de ver

--- Ahora estoy con usted, agente Marlow

--- Por supuesto, señor

--- ¿ Estás seguro de que esto es lo que debemos de hacer, John ?

--- Sí, y ahora más que nunca. Los seguidores de Milo no pararán hasta que consigan el libro
y ! yo sé donde está ! Es tan sólo cuestión de meses que descubran alguna pista que les lleve
hasta allí y ya sabes lo que ella les hará, Mood

--- Pero piensa un momento en las consecuencias, tú sabes cómo funciona, está en su poder y
mientras eso no cambie, no habrá ningún peligro.

--- Debo de acabar lo que empecé Mood y te digo que este es el momento

--- ¿ Pero qué hay de lo que él te dirá cuando se lo expliques todo ? No podrá entenderlo, tu
familia, ¡ Por Merlín ! ¿ Cuánto tiempo hace que dejaste atrás esa vida por el bien de todo el
Mundo Mágico ?

John bajó nuevamente el bastón, se alejó un poco del joven agente Borges, y sacó lentamente
su nuevo móvil que le habían regalado sus compañeros en el cuerpo unos días antes, por su
próxima jubilación. Dentro de 2 años, tendría derecho a un puesto de oficina. Se lo había
ganado justamente, con mucho trabajo, tan sólo podía considerar una pequeña muesca en su
ya dilatada carrera.... o quizás dos, pero esa era una larga historia...

John marcó unos números en su móvil y esperó...

--- ¿ Estás ahí Mood ?

--- Señor, hemnos acabado de revisar todo, hay algo que debería de ver

--- Ahora estoy con usted, agente Marlow

--- Por supuesto, señor

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--- ¿ Estás seguro de que esto es lo que debemos de hacer, John ?

--- Sí, y ahora más que nunca. Los seguidores de Milo no pararán hasta que consigan el libro
y ! yo sé donde está ! Es tan sólo cuestión de meses que descubran alguna pista que les lleve
hasta allí y ya sabes lo que ella les hará, Mood. ¡ Será una carnicería ! Y yo debo de estar ahí
para protegerlos, para protegeros a todos, ¡ para salvar al Mundo ! Lo sabes Mood.

--- Pero piensa un momento en las consecuencias, tú sabes cómo funciona, está en su poder y
mientras eso no cambie, no habrá ningún peligro.

--- Debo de acabar lo que empecé Mood y te digo que este es el momento

--- ¿ Pero qué hay de lo que él te dirá cuando se lo expliques todo ? No podrá entenderlo, tu
familia, ¡ Por Merlín ! ¿ Cuánto tiempo hace que dejaste atrás esa vida por el bien de todo el
Mundo Mágico ? Igual soy demasiado anciano para poder darte consejos John, pero ¿ cuantas
veces me has dicho durante los últimos treinta años, desde que me confesaste todo por
primera vez, que no habría marcha atrás John ? ¡ Dímelo !

--- Lo sé Mood, pero igual que estaba convencido de ello antes, esto lo cambia todo. Yo empecé
esto, Mood y yo debo pararlo antes de que mueran más inocentes. ¡ Fue culpa mía desde el
principio Mood ! Divney no pudo evitar que una gruesa lágrima mezcla de un profundo dolor,
odio y desesperación le cruzase por el rostro.

John bajó nuevamente el bastón, se alejó un poco del joven agente Borges, y sacó lentamente
su nuevo móvil que le habían regalado sus compañeros en el cuerpo unos días antes, por su
próxima jubilación. Dentro de 2 años, tendría derecho a un puesto de oficina. Se lo había
ganado justamente, con mucho trabajo, tan sólo podía considerar una pequeña muesca en su
ya dilatada carrera.... o quizás dos, pero esa era una larga historia...

John marcó unos números en su móvil y esperó...

--- ¿ Estás ahí Mood ?

--- Señor, hemnos acabado de revisar todo, hay algo que debería de ver

--- Ahora estoy con usted, agente Marlow

--- Por supuesto, señor

--- ¿ Estás seguro de que esto es lo que debemos de hacer, John ?

--- Sí, y ahora más que nunca. Los seguidores de Milo no pararán hasta que consigan el libro
y ! yo sé donde está ! Es tan sólo cuestión de meses que descubran alguna pista que les lleve
hasta allí y ya sabes lo que ella les hará, Mood. ¡ Será una carnicería ! Y yo debo de estar ahí
para protegerlos, para protegeros a todos, ¡ para salvar al Mundo ! Lo sabes Mood.

--- Pero piensa un momento en las consecuencias, tú sabes cómo funciona, está en su poder y
mientras eso no cambie, no habrá ningún peligro.

--- Debo de acabar lo que empecé Mood y te digo que este es el momento

--- ¿ Pero qué hay de lo que él te dirá cuando se lo expliques todo ? No podrá entenderlo, tu
familia, ¡ Por Merlín ! ¿ Cuánto tiempo hace que dejaste atrás esa vida por el bien de todo el
Mundo Mágico ? Igual soy demasiado anciano para poder darte consejos John, pero ¿ cuantas
veces me has dicho durante los últimos treinta años, desde que me confesaste todo por
primera vez, que no habría marcha atrás John ? ¡ Dímelo !

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--- Lo sé Mood, pero igual que estaba convencido de ello antes, esto lo cambia todo. Yo empecé
esto, Mood y yo debo pararlo antes de que mueran más inocentes. ¡ Fue culpa mía desde el
principio Mood ! Divney no pudo evitar que una gruesa lágrima mezcla de un profundo dolor,
odio y desesperación le cruzase por el rostro.

--- ¡ Deja ya de autoculparte, Harry ! ¡ Eso no cambiará las cosas ! ¡ No tenías forma de
saberlo ! En realidad, si lo piensas bien, ¡ Nunca pudiste hacer nada para evitarlo !

--- Pero yo podía haberlo impedido si... ¡ Yo podría ... !

--- No te engañes, Harry, por favor, deja ya te autoinculparte por algo de lo que no eres el
responsable. ¿ O acaso había alguna forma de haber sabido que era ella la líder del Pacto ?
¡ Ellos te habían encerrado ! ¡ Bajo ninguna forma habrían dejado que escaparas de Azkabán !
Por Merlín, ¡ Sñi hasta tenían a casi todo Hogwarts bajo su control y nadie se dio siquiera
cuenta de ello !

--- ¡ Podía haberle preguntado a Hermione o a Ron, Mood ! ¡ Ellos me habrían ayudado !

--- ¡ Dejalo ya, John ! Una cosa antes de dejarte, por cierto, ¿ Cuando tienes pensado
decírselo ?

--- Tengo pensado contárselo en 3 días, antes de partir hacia...

--- De acuerdo, Harry. Buena suerte. Con respecto a lo otro, sigue en pie lo que hablamos
hace 3 meses ?

--- Todo sigue en pie

--- Está bien, como tú digas, Harry

Supongo que tan sólo me queda desearte mucha suerte por el bien de todos.

--- Te lo agradezco, Mood.

--- Nos vemos amigo.

--- Señor...

--- Perdone Traveler, era urgente. Y bien, ¿ Qué es lo que tenemos ?

--- Pues es casi el mismo retorcido y mortal escenario de siempre hasta ahora. Una siniestra
sala llena de trampas mortales, alguien torturado y al final del túnel, la libertad.

--- ¿ Cómo se llamaba la víctima ? ¿ Habéis encontrado alguna conexión con alguna de las
otras dos víctimas ?

--- Pues la verdad es que no, señor. Se trataba de una mujer joven, sudamericana, sus padres
eran eslovacos, pero el resto de la familia es Guineana, ¿ Quiere que contactemos ya con sus
padres para darles la desafortunada noticia ?

--- Aún no, es demasiado pronto. Quiero analizarlo todo unas pocas horas más. ¿ Han llegado
ya esos forenses ?

-- ¿ Usted cree que es necesario ? Quiero decir, la causa de la muerte es obvia, la podrecilla
murió abrasada. No pudo pasar a través de todas estas barreras de alambres afilados sin evitar
incendiarse con las pequeñas fogatas que el asesino había dispuesto. El líquido incendiario
que impregnaba su cuerpo acabó por prender y... fue su final. ¿ Cómo ha dicho que se
llamaba ? ¿ sabemos todo acerca de ella ? Hijos secretos, amantes, novios, prometidos,
amigos, familiares...

249
¡ Quiero saber si tenía planes para abandonar el país en los próximos días ! ¡ Compañeros de
trabajo... Todo !

--- Me temo que eso va a ser imposible señor

--- ¿ Y eso por qué, Will ?

El joven agente del FBI Will Traveler le extendió una foto de la víctima, encontrada en la
exploración de la escena del crímen.

--- Hemos encontrado esto, señor. Y esto.

Will Traveler sostenía sobre la palma de su mano izquierda una pequeña grabadora de voz.

--- Por fin, ya tenemos nuestra tercera cinta. ¿ Esta de la foto era ella ?

--- Así es, señor

--- Vaya, con lo que tenemos aquí, toda una angelita, desde luego. Svetlana Slodovska, 36
años, ladrona de guante blanco, hace 4 años fue arrestada por narcotráfico y venta ilegal de
armas en Suiza. Un antiguo novio suyo se autoinculpó de ello y quedó libre, sin cargos...
ahora me acuerdo de ese caso. Yo estuve implicado en la investigación. Sé que era culpable.
En fin... sus pobres padres no sabían nada de esto. Les destrozará el corazón el saberlo.

El pobre infeliz de su novio aún anda esperando que le suelten, pero no creo que ella tuviera
ganas de confesar y menos ahora. Una pena.

Traveler, con respecto a esa grabadora...

--- Tiene que escucharla, señor. Es como las que encontramos junto a las otras dos víctimas. Y
eso no es lo más preocupante, señor.

-- ¿ Pero es que aún hay más ?

--- Creo que el asesino está obsesionado con usted, por eso aparecieron esas letras doradas
pintadas en las otros dos escenarios del crímen. Las letras J y la D, aparecían grabadas a fuego
sobre el cuerpo de las víctimas. Sin embargo, no hay signos aparentes de lucha o tortura.

Harry volvió a sentirse sumamente preocupado. Sabía que el asesino le había marcado desde el
primer día como objetivo, señalándole a él, como cabeza en jefe de la investigación del FBI. Le
mandaba pistas, mensajes, en realidad, parecía que querían descubrirle. No tenía mucho
sentido.. y luego, sobre las víctimas aparecían marcadas a fuego vivo sus iniciales, aunque no
había ningún signo de lucha o violencia.

---- Es imposible..... no tiene sentido. A menos que.... sí, se dijo Harry a sí mismo. ¡ El Pacto !
El Pacto tenía que estar detrás de todo esto. Supongo que la condesa quiere utilizar su libro,
jejej.

--- Señor...

--- Más tarde, Chambers

Todo el grueso de agentes se acercó a Harry, a su señal

--- ¡ Escúchenme todos ! He lidiado con esta gente antes, estos terroristas rumanos no se
saldrán con la suya. Les atraparemos; a todos ellos.

--- Perdone que le pregunte señor, ¿ pero en qué se basa para decir eso ?

250
--- Digamos que tengo una corazonada. Escuchen, ¡ Ellos me conocen, todos lo sabéis ! Pero
yo os digo aquí que os prometo que no volverán a salirse con la suya, ¡ Nunca más volverán a
matar a nadie si antes podemos evitarlo.

--- Señor

--- ¿ Sí, Marlow ?

--- ¿ Y qué hay del libro ese que están buscando ?

--- ¿ Libro ? Harry se estremeció bruscamente, visiblemente asustado. ¿ Cómo es que nadie
me ha avisado antes de que andaban buscando el libro ?

--- ¿ De qué libro se trata, señor ? Perdone, no hemos podido hacerlo ya que lo hemos
descubierto ahora. Pintaron en el techo una silueta de una bolsa muy grande, en cuyo interior
había un libro y dentro del libro, en vez de haber páginas, había un reloj inmenso cuyas dos
únicas agujas eran las palabras latinas: " tempus fugit " . Junto a la bolsa, hemos podido
encontrar los restos de otra pintura, más pequeña, un pequeño ojo, como medio desgarrado,
muy siniestro. Pero eso no es todo, junto al cuerpo, hemos podido identificar los restos de un
pequeño bastón muy similar al suyo. ¿ Qué quiere decir todo esto, señor ?

--- ¡ No puede ser ! gritó Harry, muy alarmado al oír aquello. ¡ La víctima era una bruja !
¡ Déjenme ver el ojo, caballeros, por favor !

--- Ahí lo tiene, señor

En cuanto lo vio, Harry se quedó muy pensativo y muy preocupado. Sin duda alguna, el ojo era
el inconfundible símbolo del los seguidopres de Rambaldi. Sin duda alguna, el Pacto habría
lanzado la maldición imperius al asesino, por órdenes de la pérfida condesa, Lucilla y le
habrían ordenado asesinar a magos elegidos al azar para presionarle a explicar a Lucilla el
funcionamiento del libro.

--- Podría... No, podríamos... No. Es demasiado poderoso. ¿ Han descubierto algo más ? porque
más sorpresas serían demasiadas para un sólo día.

--- No creo que tenga relevancia alguna en el caso, señor. Había una pequeña pieza de puzzle al
lado de la puerta, la cual, tenía la llave puesta.

--- Espere... ha dicho, una pieza de un puzzle ?

--- Sí, señor, ¿ Qué ocurre ?

--- ¡ Marlow ! ¡ Nakamura ! ¡ Hoskins ! ¡ Kellerman ! todos a mi oficina. El resto, investiguen la


cinta, por si podemos sacar algo en claro de ella.

--- Pero señor...

--- ¡ Es una orden Traveler !

--- Lo que usted ordene, jefe.

Tres días después, en la Oficina Central del FBI en Quantico, Virginia:

-- Como todos ustedes saben, caballeros, les he reunido aquí para tratar un asunto de vital
importancia: " La reaparición del Pacto " . Los distintos gremios y asociaciones que conforman
los diversos grupos de los seguidores de Rambaldi averiguarán en muy poco tiempo su
paradero, y como pueden comprender, eso es algo que no estamos dispuestos a permitir si

251
queremos evitar un nuevo reflujo de la guerra. Hasta ahora, hemos podido disfrutar de esta
tregua temporal que nos concedió la condesa quedándose el libro para sí.

--- Pero los últimos acontecimientos nos han demostrado que la condesa desea utilizar el libro.

--- Así es, agente Nakamura. Por eso os he mandado llamar a mi despacho a vosotros,
miembros secretos del AMI infiltrados en esta agencia muggle del gobierno, en concreto, su
división mágica.

--- ¿ John, usted cual cree que debería ser el siguiente paso ? le preguntó Kellerman a Harry,
el cual parecía ausente. ¿ Señor... ?

Harry no podía creer cómo había sido tan ingenuo durante los últimos años con respecto a la
condesa. Su convicción de que la deuda mágica que ella tenía con él por haberle salvado la
vida podía hacerla cambiar lo había cegado ante la verdad. No podía discernir con claridad
todos los detalles, apenas dormía y la cita que tenía con su Yo actual, de la cual aún no estaba
del todo convencido, era esa misma tarde.

--- Ella me engañó desde el primer momento, me convenció de que encontrar el libro era su
única prioridad para derrotar a Voldemort, " La profecía del Oráculo " uno de sus cómplices,
me acabó por convencer de que era lo lógico, pero no lo supe sino muchos años después, que
todo había sido un truco, un burdo montaje en el que fui su vil peón todo el tiempo, ya que
¡ ella tan sólo anhelaba el dichoso libro ! Si tan sólo la hubiera....

--- Señor, no fue culpa suya y no piense eso. ¿ Es que querría haberse convertido en un
asesino igual que ellos ? ¿ Qué hay de su familia ? ¡ Sus hijos, señor !.... le increpó Hoskins,
interrumpiendo a Harry.

---- Hace mucho tiempo que renuncié a eso, todos lo sabéis. Fue por el bien de todos. El chico
sabrá salir adelante sin mí, lo sé. Por cierto ¿ Aún no ha llegado verdad ?

--- Saldré al vestíbulo, señor, dijo Kellerman

--- Avíseme en cuanto llegue. Yo acabaré con esto pronto

--- Lo haré, señor.

--- Bueno, prosiguió Harry, dirigiéndose ahora a los 3 agentes del AMI que aún estaban con él
en el despacho.

Harry levantó su bastón, que al instante tomó su verdadero aspecto, su varita mágica, la cual
levantó en el aire unos momentos y pronunció una palabras mágicas.

--- Regis gistus, crimen portus, ¡ mugglelatum vitae !

Un panel tridimensional y muy luminoso en forma de libro se materializó ante ellos. Harry
empezó a pasar hojas del libro, ayudándose con la varita, hasta que al final encontró una.

--- ¿ Qué busca, señor ?

--- Hasta el momento no sabíamos nada que pudiera relacionar a las víctimas entre sí, una
ladrona, un doctor casado, con una hija y que sin embargo tenía una amante y un
narcotraficante de drogas, buscado en todo el país. Pero fue el puzzle lo que me dio la idea.
Estos actos me recordaron a un viejo caso de mi juventud, que escuché en la casa de mis tíos
muggles por la televisión. La gente lo llamó " el asesino del puzzle ".

--- Ya había oído hablar de ese caso, señor, pero ese hombre debe de llevar muerto décadas.
Tenía un cáncer. Nunca le cogieron, dijo la agente Marlow

252
--- Y en realidad no era un asesino. Secuestraba a gente que según él, despreciaba la vida que
tenían y, por venganza, ya que él se estaba muriendo, sometía a sus víctimas a una macabra
serie de pruebas diversas por medio de trampas mortales en las que, muchas veces, las
víctimas se veían forzadas a matarse entre sí, para luchar por sobrevivir.

Señores, puedo anunciarles, por lo tanto, y ante las pruebas encontradas hasta ahora, que nos
encontramos ante el típico caso de un imitador. Las cintas encontradas junto a los cuerpos,
así lo confirman.

--- Eso nos da una ventaja, señor, los imitadores siempre cometen algún error y...

---- Cuando eso ocurra, le atraparemos, completó Harry.

La puerta del despacho de Juntas se abrió en ese momento, era Kellerman

--- Señor, ha llegado el joven. Y otra cosa, se ha notificado la desaparición de un ex presidiario,


que se encontraba temporalmente en libertad condicional, Scott Thomas. La policía muggle
cree que se ha fugado, pero sinceramente, señor, ante la luz de los hechos yo podría afirmarle
sin temor alguno a equivocarme, que tenemos a una nueva victima potencial del puzzle.

--- Pues creo que tienes razón. Paul. ¡ Haz pasar al chico a mi despacho, enseguida me reuniré
con él !

--- Como diga, señor

Unos minutos más tarde, y tras arreglar unos flecos más de la investigación, John Divney salió
de la Sala y se dirigió a su despacho, en donde se encontraba su yo joven, Harry Potter.
Llevaba muchos años esperando este encuentro, así, que, un poco nervisoso, se detuvo unos
instantes enfrente de la puerta, tomó aire y lentamente, abrió la puerta del mismo.

--- Harry se llevó un susto de muerte al ver entrar por la puerta a su viva imagen, con unos
cuantos años más. Rápidamente sacó su varita mágica, para atacar al que consideraba
miembro del Pacto, pero John, más sabio y diestro con la magia, movió levemente los dedos y
la varita de Harry voló hacia él, dejándole desarmado.

--- Si quieres matarme, ¡ hazlo ya, rugió Harry !

--- No seas tonto, Harry, ¡ Mira mi varita ! John le lanzó las dos varitas a Harry, las cuales
cogió al vuelo.

El joven Harry las examinó durante unos momentos, luego, las arrojó al suelo, horrorizado.

--- ¡ No ! ¡ Esto no puede ser ! Tú... No, ¡ Yo ! ¿ Qué está pasando ?

--- Lo sabes, Harry. Tú eres yo, o, como prefieras verlo, yo soy tú. Tuve que retroceder en el
tiempo hace 41 años por el bien de todo el Mundo mágico, por tu bien, por el mío.

--- ¿ Qué ? ¿ Cómo pudiste hacerlo ? Es decir, ¿ Por qué lo hice ? ¿ Por qué no salvaste a
nuestros padres ?

--- No se puede cambiar el curso del tiempo y de la Historia Harry, en el fondo, lo sabes.
Créeme, lo sé. Es una amarga lección que tuve que aprender

--- ¿ Pero qué hay de tu familia, tus amigos ? ¡ Ginny ! ¡ Los pequeños Lily y Percy !

253
--- Ron y Hermione lo sabían todo. Supongo que no te han podido contar nada por respeto
hacia ti, por respeto hacia mí. Era algo arriesgado que debía de hacerse y Ginny..... John
suspiró de dolor.... una lágrima le cruzó el rostro. En fin, supongo que yo sé que tú sabrás
cuidarla bien. Es tu vida ahora, yo debía sacrificarme por el bien de todos, es decir, tú. Somos
nosotros quienes tomamos nuestras propias decisiones, lo importante ahora es que evites que
ella se apodere del libro.

--- Lucilla. Ella lo tiene, lo presiento.

--- En efecto. Ella quiere obligarme a enseñarle cómo se usa.

--- Pero yo no sé aún cómo usarlo.

--- No te preocupes, yo te enseñaré a hacerlo. Tenemos tiempo antes de que se cumpla el


tiempo marcado por las profecías del Oráculo. Si no lo conseguimos..... en fin, no quiero ni
pensarlo, podría ser el fin del Mundo Mágico, tal y como lo conocemos ahora. Podría ser el fin
de la Magia. De todas formas, supongo que guardas el libro en un lugar seguro ¿ No ?

--- Está a buen recaudo, sí.

--- Perfecto. Muy pronto comenzaré a explicarte todo, empezando por lo básico. Tenemos que
darnos prisa con tu aprendizaje, pues si no vamos nosotros allí, ella vendrá a buscarlo.

--- ¿ Vendrá ? Eso sería horrible.

--- Por eso debemos de evitarlo, cuando sepas cómo usarlo, estoy seguro de que sabrás cómo
hacerlo. Debo advertirte, no obstante que no será fácil el hacerlo. Yo mismo estuve a punto de
desistir de ello, pues su manejo no depende únicamente del conocimiento de la magia en sí,
sino del amor que albergan nuestros corazones. Por este motivo, la condesa se siente incapaz
de utilizarlo y aún menos sus fieles siervos los vampiros, los cuales son puros desechos de
maldad. Por eso me necesita, ya que fue el mismo Merlín quien nos confió el libro en persona,
no lo olvides.

Una cosa debo de advertirte, no conviene jugar con el tiempo usando el libro por puro
capricho, es extremadamente peligroso.

--- Lo tendré en cuenta, Harry

--- Llámame John, después de todo este tiempo, ya me he acostumbrado a ello.

Unas horas más tarde, en los lóbregos y oscuros sótanos de un viejo almacén en Times Square:

Un hombre joven se encuentra tendido en el medio de lo que parece ser un inmenso recinto
lleno de numerosos túneles, salas y galerías subterráneas. El joven se encuentra inconsciente,
sin sentido. Lleva varias horas así. El día anterior se encontraba disfrutando de unos días de
libertad condicional junto a su familia, en el viejo Manhattan Sur.

En la sala en la que se encuentra hay numerosas bombonas llenas de agua, de las cuales hay
varias también en los distintos pasillos y túneles. El joven se despierta de su letargo, al cabo
de unas pocas horas. Se encuentra desconcertado. Ante él hay una pequeña televisión con un
reproductor de vídeo en formato DVD incorporado. Un Dvd reposa en el interior de una vieja
caja de embalar juguetes que está a su lado. Al lado del Dvd hay una pequeña grabadora de
voz, en cuyo interior hay una pequeña cinta. En el techo, justo encima suyo, parece
vislumbrarse una pequeña cámara de vídeo.

254
--- Pero... ¿ Qué diablos es esto ? pregunta, bastante asustado, en voz alta.

Nadie responde a su llamada. Confuso, decide ver el contenido del Dvd.

Un grotesco personaje aparece en el vídeo, le está sonriendo. Al parecer es una grabación


realizada por la persona que le ha metido en esta situación, su secuestrador.

--- Bienvenido Scott. Espero que se te haya pasado la resaca, pues necesitas estar fresco para
lo que se te avecina si aún estimas en algo tu vida.

Durante los últimos años has vagado sin rumbo por la vida, pasando de cárcel en cárcel sin
importarte nada en absoluto lo que hacías con tu vida, ni tu familia, ni tus amigos, ni siquiera
tus estudios. Finalmente ha llegado la hora de que demuestres si algo de esto te importa.
Observa bien el lugar en donde te encuentras. Esas bombonas de agua empezarán a vaciarse
cada una a un flujo constante de 2 litros cada media hora, por lo que calculo que todo el lugar
quedará completamente inundado en unas 3 horas aproximadamente. Espero que consigas
salir al exterior. Tan sólo tienes que ir recorriendo los distintos pasillos y galerías hasta
encontrar la salida. En la grabadora están las pistas que te servirán de ayuda para seguir
avanzando por los distintos túneles. A lo largo del camino te esperan diversas pruebas que
debes ir superando.

Así que Scott, ha llegado el momento de que demuestres que has olvidado esta pequeña etapa
delictiva y deseas continuar con tu vida. Tan sólo te deseo suerte.

Date prisa si quieres conseguirlo. ¡ Que comience el juego !

El vídeo acababa con esas últimas palabras. Un ruido ensordecedor recorrió todo el edificio,
las bombonas de agua habían empezado a soltar el agua y la sala comenzó a inundarse.

---- ¡ No !

Un escalofrío recorrió de arriba a abajo todo el cuerpo de Scott. Una idea cruzó su mente
" supervivencia "; las fatídicas palabras del vídeo no le dejaban tranquilo: ¡ Date prisa !
Desesperado, agarró la pequeña grabadora y comenzó a correr a lo largo de los pasillos en
busca de la salida.

Capítulo 28. Los 12 trabajos de Harry

En el despacho de la casa de Harry en Grimmauld Place:

--- Así que de verdad me aseguras que ese libro nos podría ayudar a combatir a Voldemort,
John

--- Más que eso Lucilla, técnicamente el libro nos permitiría desterrarlo a un plano temporal
perdido en el espacio y el tiempo con lo que podríamos decir que no lo eliminaríamos, pero sí
nos desharíamos de él. Por cierto, vigila bien ese caballo si no quieres que mi torre se
encargue de él, querida amiga. ¿ Te apetece alguna pasta para acompañar el te ?

--- Eso es fantástico, John, dijo Lucilla, sonriéndole a Harry. ¿ Y dónde está el libro ? ¿ Cómo
se usa ? Ya tengo el caballo bien cubierto con el alfil, John, pero, de todos modos, gracias
por avisar; con respecto a las pastas, sí, la verdad es que sí que me apetecería mucho tomar
alguna, gracias.

255
Harry se levantó y se dirigió a la cocina, de donde vino al poco tiempo con una bandeja llena
de pastas.

---- No nos conviene precipitarnos en esto Lucilla, el libro puede ser muy peligroso si no se
utiliza adecuadamente. Y otra cosa, aún no sé el paradero exacto del libro. Es por eso por lo
que tuve que venir a Hogwarts, para encontrarlo. Harry movió una ficha, dando jaque al rey
negro de Lucilla.

--- ¿ Pero al menos tendrás alguna pista sobre su paradero no ? Vaya, me has pillado por
sorpresa, John.

--- Podría decirse que sí, dijo Harry de forma enigmática. Tengo unas fuentes cercanas que
podrían llevarme a él. Ahora tan sólo me queda persuadirlas de que es lo correcto. Y cuando
tengamos el libro, tendré que aprender a usarlo, lo que, conociendo a Merlín, no creo que sea
nada fácil, por cierto. A ver cómo sales de esta.

--- ¿ Conoces a Merlín ? Creo que tendremos que posponer el final para otro día, dijo Lucilla,
mirando su viejo y lujoso reloj de pulsera.

--- Eso es una Historia para otro día Lucilla, respondió Harry, no queriendo dar importancia al
asunto. Y bien, ¿ cuándo partiremos a ver al Oráculo ?

--- En cuanto estés listo, John.

--- Pues si es por mí, ahora mismo, dijo Harry, poniéndose en pie rápidamente. De todas
formas, que conste que tenemos una partida pendiente, jejeje.

---- Tú, creetelo mucho John, ya verás la próxima vez.

Acto seguido, se llevó las manos a uno de los bolsillos de su túnica y saco de él lo que parecía
ser una vieja copa.

--- ¿ Tienes todo lo que necesitas John ?

---- Sí, afirmó Harry.

---- Bien. Bueno, entonces a la de tres

Lucilla empezó a contar en voz alta:

--- Uno, dos y ....

---- ¡ Tres ! Dijeron los dos a la vez, tocando la copa, que obviamente era un traslador. Poco
después, Harry abrió los ojos y miró a su alrededor. Rápidamente identificó los distintos
elementos del paisaje que tenía enfrente. En su época como auror había estado muchas veces
en ese país combatiendo el mal y atrapando magos oscuros. Se trataba inconfundiblemente de
Grecia. Lo que no sabía era en qué lugar exacto de Grecia se encontraban. Harry miró a
Lucilla, esperando que ella le diese una respuesta a su muda pregunta, mas fue en vano.
Lucilla se limitó a sonreir a Harry y, llevándose un dedo a los labios, le pidió silencio.

--- ¡ Sígueme, John !

Se dirigían a una antigua estatua que se encontraba en el interior de unas ruinas de un


antiguo templo. Había muchos muggles alrededor suyo sacando fotos. Lucilla le indicó que se

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sentase en una de las piedras del recinto. Al parecer, no podían hacer lo que iban a hacer con
todos esos muggles a su alrededor.

--- En la Antigüedad, muchos sabios muggles y magos procedentes de todo el Mundo iban a ver
a los adivinos y distintos profetas y Sibilas pidiendo consejo relativo a distintos
acontecimientos relativos al futuro. El más famoso y sabio de esos Oráculos era sin duda el
que se encontraba aquí, en Delfos, cercano al templo del dios Apolo. Se decía que los dioses
otorgaron a sus ancestros sus poderes adivinatorios y, antes de que un Oráculo se retirase o
muriese elegía un heredero, al cual le entregaba su don adivinatorio. Así, hubo muchas
generaciones de Oráculos que sobrevivieron a distintas épocas muy diversas mientras
distintos imperios se iban forjando para después desaparecer. Pero el paso del tiempo trajo
consigo el avance de la ciencia y las antiguas creencias en los poderes ancestrales de los
Oráculos fue decayendo, desapareciendo uno tras otro de la faz del Mundo. Tan sólo el de
Delfos se perpetuó en el tiempo y así ha sido hasta ahora.

--- Pero... yo creía que en Delfos hacía muchos siglos que ya no había ningún Oráculo. ¡ Están
sólo las ruinas !

--- Eso es lo que los muggles creen. En realidad, se construyó un nuevo templo subterráneo,
que sirviese al Oráculo para poder profetizar en él y su existencia se mantendría oculta a los
muggles, los cuales ya no creen en estas “ artes profanas ” como opinan ellos.

---- Así que, debajo de nosotros....

Harry estaba muy emocionado con la noticia. ¡ El legendario Oráculo de Delfos le iba a recibir
en persona a él !

--- Pues sí. Y esta esta estatua ante la que nos encontramos es la que sirve para abrir el
pasadizo que nos llevará al templo, dijo Lucilla, sonriendo.

Mientras tanto, en Hogwarts, las cosas iban a peor entre el grupo de los Merodeadores y su
enemigo declarado, “ Severus Snape ” :

En las últimas clases de Encantamientos las chispas habían saltado más que de costumbre .
Cada vez que los fríos ojos de Severus se cruzaban con los marrones ojos de Potter, ninguno
de los dos se resistía a la tentación de molestarse. Los insultos pasaban a más y a menudo el
profesor Flitwick tuvo que poner paz de por medio entre Potter y Snape.

--- Para Severus era algo personal, un reto.

--- ¡ La cuadrilla de Potter ¡ susurró Snape una tarde, después de las clases, al cruzarse con
James y el resto de los Merodeadores en un pasillo del 4º piso.

Al fondo del pasillo aparecieron el arrogante Lucius Malfoy, acompañado por todo su séquito:
su novia Narcisa Black, la prima de su novia, Bellatrix Black, Dolohov, Zabini, Crabbe y Goyle.
Lucius iba a 7º curso y a pesar de pertenecer a Slytherin como Severus, no se hablaban
mucho. De hecho, Severus tenía muy pocos amigos en Hogwarts. Por el otro ala del pasillo,
apareció Lily Evans, acompañada por dos amigas, Alice y Madeleine.

--- ¡Eh, sangre sucia! vociferó Bellatrix a Lilian Evans. ¡Deberías ir con una gasa para ir
limpiando los pasos que dejas en el suelo, porque después si quiero pasar yo por ahí me puedo
infectar!

Snape, que escuchó esto, no pudo evitar reirse.

257
Evans se dio la vuelta, muy enfadada y, sacando rápidamente su varita, amenazó con ella a
Bellatrix:

---- ¡Cuidado con lo que dices con tu asquerosa lengua bífida! ¡ Ten tus ojos alerta, porque
cualquier dia verás que ese pelo que tienes, el cual cuidas tanto, se convierte en estropajo !
Por cierto, te recuerdo que soy prefecta de Gryffindor.

---- Mi querido Lucius también es prefecto, dijo Narcisa, muy orgullosa.

Alice y Madeleine se echaron a reir.

---- ¡Ah! Pero si es Quejicus, dijo burlonamente entonces Sirius Black mientras apuntaba con
su varita a Snape.

Snape sintió que la sangre le hervía y se metió la mano al bolsillo para tener lista su varita.

--- Deberías cuidarte más Black, porque el que va a salir perdiendo serás tú, dijo fríamente
Snape esbozando una sonrisa maliciosa con sus finos labios.

---- ¿Eso crees? Dijo Sirius de forma irónica.

--- ¿ Quieres que te ayude con estas tigresas Evans ? le preguntó James a Lily

--- ¡ Piérdete, Potter ! ¡ No te soporto ! ¡ Y sé apañármelas muy bien yo solita ! ¿ Verdad,


chicas ?

--- Yo tengo que irme Lily, dijo entonces Alice, mirando su reloj. He quedado con Frank en los
jardines para dar un paseo.

--- ¿ Con Longbottom ? Jejeej, qué picarona estas hecha, dijo Madeleine, riéndose

--- La chica no pidió tu ayuda, Potter, le espetó Snape a James.

Sirius sacó su varita pero Remus Lupin le agarró fuertemente del brazo, impidiéndole usarla.

--- No lo hagas, Sirius, es mejor que pelee él solo, nosotros no nos metamos en problemas.

--- Que poca cosa, dijo Lucius, burlándose.

--- ¿Qué dices, Malfoy? ¿Dices que soy un cobarde? ¡Te voy a demostrar aho...!

--- ¡Black, no lo hagas! interrumpió Evans. Nos restarán puntos si nos pillan.

James, enfurecido, se giró rápidamente, y fulminó a Evans con la mirada.

--- ¡Deja de preocuparte sólo por los puntos! le espetó. Ella no dijo nada, tomó a su amiga
Madeleine por el brazo y ambas se fueron rápidamente.

---- Burros, eso es lo que sois, dijo con desprecio mientras se alejaron de ellos.

--- Bueno Quejicus, ¿quieres un duelo? ¿Quieres demostrar tu habilidad en las Artes Oscuras?

258
Así comprobaremos si es todo verdad... si has progresado en el uso de los conjuros
tenebrosos. Personalmente, no me lo creo...

- Entonces… ¿ quieres comprobarlo por ti mismo, Black ? dijo gélidamente Snape levantando
la varita. Por cierto, no esperes que se me haya olvidado vuestra macabra broma el otro día en
el árbol….

---- Pettigrew... ¿ Pero… pero qué está pasando aquí?

La profesora McGonagall acababa de llegar, llevaba unos libros en los brazos y tenía una
expresión intensamente severa. Nadie dio respuesta a la pregunta de la profesora.

- ¡He dicho que qué está sucediendo aquí! exclamó con los ojos llenos de rabia.

- Sólo conversábamos, profesora respondió Severus aparentando tranquilidad.

- ¿Eso es cierto? preguntó a los demás, incrédula.

Todos asintieron con la cabeza, excepto Potter y Black que parecían profundamente
iracundos.

--- ¡Pues bien, vayan a sus salas comunes! Y Pettigrew, tú no, tengo que hablar contigo,
¡ sígueme ! voceó. Ambos obedecieron, pero antes, Potter y Severus se lanzaron la última
mirada de odio.

En ese momento, una chica rubia de primero se acercó a ellos. Pronto la reconocieron.

---- ¡ Elena ! ¡ Déjame en paz !

--- Pero James, ¡ yo te amo !

---- Jajajaj se rió Snape. Veo que no soy el único que tiene problemas de autocontrol.

---- ¡ Verás tú ! Potter intentó agarrar su varita, pero el fuerte abrazo de la chica le impidió
mover sus brazos.

--- Ya nos veremos en otro momento, Potter, en cuanto estés…. Menos ocupado.

---- ¡ Maldito seas ! ¡ Elena, suéltame !

---- Pero querido….

--- ¡ Aaaah !

James consiguió soltarse de un tirón y salió corriendo por el pasillo, perseguido por la chica.

--- Es increíble lo de esta chica. Lleva acosando a James desde que comenzamos el curso.

Un joven rubio andaba lentamente a lo largo de unas calles muy amplias. El joven iba
pensativo, preocupado por algo. No se daba la menor cuenta de la belleza matutina de aquella

259
callejuela que lo llevaba de la arenosa colina del suburbio donde llevaba viviendo los últimos
meses hacia la parte central y académica de la ciudad.

Al llegar a la altura de un edificio antiguo se sentó en un banco que había a la entrada. Cada
dos minutos miraba su reloj de pulsera nerviosamente, con impaciencia, sus actos le
delataban, sin duda alguna estaba esperando a alguien. Poco después llegaron dos personas,
una mujer y un hombre barbudo. El joven rubio se levantó:

--- Ya era hora muchachos

--- Si no hubiésemos estado de juerga ayer por la noche esto no habría pasado Omar

--- No hables más, Yafar. Tenemos que entrar, nos esperan en la reunión del Elemento

Los 3 se dirigieron a uno de los ascensores situados en una de las esquinas del amplio
vestíbulo de recepción y una vez dentro, sacaron sus varitas mágicas. Omar apuntó con la
varita y lanzó un hechizo; al instante, un botón dorado apareció debajo del último botón de la
clavija del ascensor.

--- Marca ya, Yafar, no tenemos todo el día

Hasta muy recientemente, Omar, Yafar y Jasmine habían sido sólo unos outsiders,
estudiando únicamente los procedimientos de lo que entonces llamaban “ Stevens y su banda”
con temor y escasa comprensión, y pronunciando en las reuniones del Consejo de la empresa
cortos y nerviosos discursos que jamás influían en el curso de los acontecimientos. Ahora
estaban dentro, y “ Stevens y su banda” se habían convertido en “nosotros”, o sea, el
“Elemento Progresivo de la Empresa”. Todo había ocurrido súbitamente, y aun sentían en su
boca el dulce sabor. Por supuesto, todo en sí, la empresa misma, formaba parte de una
tapadera del Pacto, en donde la mayoría de los miembros del Consejo formaban parte del
mismo. Así que en realidad, “El Elemento progresivo de la empresa era “ El Elemento
progresivo dentro del Pacto ” que lo conformaban los que dentro de la organización, estaban
en contra de la pérfida condesa Lucilla y su ejército de vampiros. Omar, Yapar y Jasmine, por
su parte, trabajaban del lado de la condesa y habían conseguido infiltrarse no sin muchas
dificultades. La condesa deseaba saber quienes eran los rebeldes para ir eliminándolos uno a
uno.

—¿Crees entonces que todo irá adelante? preguntó Jasmine.

— Sin duda, repuso Stevens. Para empezar, tenemos al Presidente, al Tesorero y a todos los
de Recursos Humanos y a varios de los chupasangres. He tanteado a Pelham y a Ted, y son
nuestros. He hecho creer a Hillary que comprende el punto de vista y que está en su favor. Bill
el “Aguacero” tratará sin duda de hacer algún desastre, pero es probable que esté de nuestro
lado si llegamos al voto. Además, no se lo he dicho todavía. Theodore estará allí. Vino anoche
a la hora de cenar, y se puso a trabajar enseguida.

Omar empezó a buscar mentalmente la manera de ocultar que no sabía quién era
Theodore. Al cabo de un momento recordó vagamente un obscuro colega cuyo nombre de pila
era Richard.

—¿Telford? preguntó intrigado. Sabía perfectamente que Telford no podía ser el Theodore a
que Stevens se refería, y en consecuencia dio un tono humorístico a su pregunta.

—¡Válgame Dios, Telford! —exclamó Stevens echándose a reír. ¡No! Me refiero a lord
Worrick, de Sussex; Theodore Kelvin, como solíamos llamarlo.

260
--- Me extrañaba un poco que fuera Telford, dijo Omar riéndose también. Me
alegro de que venga Theodore. No lo conozco, ya lo sabe.

—¡Oh, pues debe conocerlo! dijo Stevens. Mire, venga a cenar esta noche con
nosotros. Lo he invitado también.

—Tendré mucho gusto, dijo Omar con sinceridad. Y después de una pausa, añadió: A
propósito, supongo que la posición de Theodore es completamente segura, ¿verdad?

—¡Qué quiere usted decir? —preguntó Stevens.

—Pues... se habló un poco, no sé si recuerda, de cómo una persona que estaba tanto
tiempo fuera podía seguir gozando del favor del ama.

—¡Oh!... ¿Se refiere a Glossop y a toda su banda de magos intrigantes? No pasará nada. ¿No
cree que todo eso son chismes?

—Entre nosotros, sí. Pero confieso que si tuviese que explicar en publico cómo un
hombre que está siempre en Londres puede seguir siendo miembro del Pacto, no me
sería fácil. Las verdaderas razones son lo que Watson llamaría imponderables.

—No estoy de acuerdo. No tendría el menor inconveniente en explicar las verdaderas


razones en público. ¿No es acaso importante para una empresa como la nuestra tener
relaciones influyentes con el mundo externo? No tiene nada de imposible que Theodore forme
parte del próximo Gabinete. Incluso la presencia de Theodore en Londres ha sido muchísimo
más útil para nuestra Empresa que Glossop y media docena más de su especie que se pasan la
vida aquí, perdidos en medio de China.

—Sí, es verdad. Pero, de todos modos, sería un poco difícil explicarlo en esta forma en
una reunión del Consejo.

--- Hay una cosa, dijo Stevens en tono un poco menos íntimo, que quizá debería saber
referente a Theodore.

--- ¿Qué es?

--- Es el que consiguió su nombramiento.

Los 3 permanecieron silenciosos. No les gustaba que les recordasen que no sólo habían estado
fuera del Elemento Progresivo, sino fuera de la misma empresa durante mucho tiempo.
Tampoco Stevens les gustaba siempre. Su placer de estar con él no podía, en verdad, ser
llamado placer.

--- Sí, dijo Stevens. Denniston, la señorita Weatherby y Mr Gotham eran sus rivales. Entre
nosotros, había muchos que preferían sus escritos a los suyos. Fue Theodore quien insistió
constantemente en que eran ustedes los que necesitábamos. Fue a ver a Duke y apoyó
sólidamente su causa.

Esgrimió el argumento de que lo esencial era encontrar el tipo de gente que necesitábamos y
reírse de la calificación de los escritos. Y debo confesar que tenía razón.

--- Es usted muy amable, dijo Omar, tratando de parecer agradecido, haciendo una ligera y
burlona inclinación.

Estaban muy sorprendidos del cariz que había tomado la conversación. Era una vieja regla en
la empresa, como probablemente en cualquier empresa que se precie, no mencionar nunca en

261
presencia de un nuevo miembro del consejo las circunstancias de su elección, y ellos no se
habían dado cuenta hasta entonces de que ésta era también una de las tradiciones que el
Elemento Progresivo se disponía a derogar. Tampoco se les había ocurrido nunca que su
elección pudiese haber dependido de otra causa que a las buenas relaciones interesadas con
algunos miembros del Consejo, y el “ consiguiente enchufe resultante de ello ”. Menos aún,
que hubiese dependido de tan poco. Se habían acostumbrado tanto a su posición que esta idea
les hizo experimentar esa curiosa sensación que un hombre tiene al descubrir que su padre
había estado anteriormente casado con otra mujer.

—Sí, prosiguió Stevens, siguiendo otro orden de ideas. Ahora veo claro que Denniston,
Weatherby y el señor Gotham no hubieran servido.

Rotundamente, no. Eran brillantes en su tiempo, desde luego, pero parecen haber
descarrilado un poco desde entonces con todo su Distribuitismo y demás tonterías. Dicen que
es probable que acaben en un monasterio.

—No son magos tontos, de todos modos, repuso Yafar.

—Me alegraré de que conozca a Theodore, dijo Stevens. No tenemos tiempo ahora, pero hay
algo referente a él que quisiera hablarle. Omar lo miró inquisitivamente.
James, yo y dos más, añadió Stevens, bajando un poco la voz, hemos estado pensando que
debería ser el nuevo Vicepresidente. Pero ya hemos llegado...

—No son las doce todavía, dijo Omar. ¿Qué le parecería si fuésemos al Tchai Mai a tomar una
copa?

Y todos fueron al Tchai Mai. No hubiera sido fácil conservar la atmósfera en que operaba el
Elemento Progresivo, sin una buena cantidad de estas pequeñas cortesías. Estas pesaban más
sobre Yafar que sobre Stevens o cualquiera de los otros, ya que que era soltero y disfrutaba
pagas extras por misiones fuera del país, un privilegio del cual no disfrutaban Omar y
Jasmine. Pero el Tchai Mai era un lugar agradable. Stevens pidió una cerveza de mantequilla
para cada uno .

--- La única vez que fui huésped de la empresa persuadí a mi anfitrión de que me dejase entrar
en el Bosque y me abandonase allí durante una hora. Me pidió perdón por encerrarme.

A muy poca gente le está permitida la entrada en el Bosque de Bracton, Omar. La verja es obra
del gran mago Luciber Jones y forma la única entrada; un alto muro cerca el Bosque, que
puede tener un cuarto de milla de ancho y una milla de este a oeste. Si se llega de la calle y se
atraviesan los recintos colindantes pertenecientes a la empresa para penetrar en él, el
sentimiento de una penetración gradual en el terreno sagrado entre los sagrados es
sumamente fuerte. Primero se atraviesa el cuadrángulo Newton, que es seco y arenoso,
rodeado de floridos pero bellos edificios georgianos. Después se entra en una especie de
corredor fresco en forma de túnel, casi obscuro a mediodía, a menos que la puerta de la
derecha, que da al Hall, esté abierta o la de la tahona, a la izquierda, permita dirigir una
mirada a la luz del día del interior, cayendo sobre los estantes y respirando una vaharada de
olor a pan fresco. Al salir de este túnel se encuentra uno en el Monumento Medieval, en el
claustro de un cuadrángulo mucho menor llamado República. La hierba parece allí mucho más
verde después de la aridez de Newton, y la misma piedra de los arbotantes da la impresión de
ser tierna y estar animada de vida. La capilla no está lejos; por el aire llega el ronco y
profundo tañido de las viejas campanas. Se sigue avanzando por el claustro entre lápidas,
urnas y bustos que conmemoran difuntos miembros destacados de la empresa, y bajando unos
gastados escalones se llega a la plena luz del día de un cuadrángulo llamado Lady Chimiko .

Los edificios a derecha e izquierda pertenecen al siglo XVII; son humildes, de carácter casi
doméstico, con lumbreras y tejas grises y musgosas. Está uno en un dulce mundo protestante.
Se encuentra, quizá, pensando en Bunxian o en el Haymen de Xai Ti. No hay edificios en la
parte de enfrente o cuarto lado del cuadrángulo de Lady Chimiko; sólo una hilera de álamos y

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un muro; y allí, por primera vez, se oye el ruido del agua que corre y el arrullo de los pichones
del bosque. La calle está ya tan lejos que no se oye ruido alguno. En el muro hay una puerta
que lleva a una galería cubierta, con estrechas ventanas a ambos lados.
Al mirar por ellas se da cuenta el visitante de que está cruzando un puente y que bajo él
corren las aguas obscuras y profundas del río. Se está ya cerca de la meta. Una portezuela en
el extremo opuesto da al campo de bolos de los Miembros del Consejo; al otro lado se ve el alto
muro del Bosque, y a través de la verja de Iñigo Jones el verde brillante de la luz del sol y las
sombras profundas.

Supongo que el mero hecho de estar rodeado de muros da al Bosque una parte de su peculiar
calidad, porque cuando una cosa está encerrada la mente tiene tendencia a considerarla fuera
de lo común. Mientras avanzaba sobre la inmaculada hierba experimentaba la sensación de ser
recibido. Los árboles estaban tan separados que se veía a distancia un follaje ininterrumpido,
pero el lugar donde me detenía me daba siempre la sensación de ser un claro; rodeado de un
mundo de sombras, caminaba en
medio de la tenue luz del sol. Salvo por los corderos, cuyo pacer mantenía la hierba rasa y que
de vez en cuando levantaban sus largas y atontadas cabezas para mirarme, estaba
completamente solo; y tenía más la sensación de la soledad de una gran habitación de una
casa abandonada que de la soledad corriente de puertas afuera. Recuerdo que pensé: “Cuando
se está solo, realmente solo, cada uno de nosotros es un chiquillo; ¿o acaso no somos nadie”?
La juventud y la edad tocan sólo la superficie de nuestras vidas.

--- La verdad es que es precioso, apreció Jasmine

--- Media milla es un camino corto, prosiguió Omar. Y, no obstante, me pareció que transcurría
mucho
tiempo antes de llegar al centro del Bosque. Supe que era el centro porque allí estaba lo que
principalmente había ido a ver. Era un pozo; un pozo con unos escalones que permitían el
descenso y los restos de un antiguo pavimento alrededor. Estaba ya deteriorado. No bajé a él,
sino que me senté sobre la hierba y lo toqué con los dedos.
Aquello era el corazón del Bosque de Bracton o Bragdon; de él habían brotado todas las
leyendas, y de él, sospechaba, había dependido originalmente la existencia de la empresa.
Los arqueólogos estaban de acuerdo en que la albañilería era obra anglorrománica muy
antigua, hecha por magos en la propia víspera de la invasión anglosajona. Cómo el bosque de
Bragdon estaba relacionado con Bracton el famoso hechicero Oscuro era para mí un misterio,
pero imaginé en mi fantasía que la familia Bracton había aprovechado una accidental similitud
de nombres para creer, o hacer creer, que tenía algo que ver con ello. Ciertamente, si todo lo
que se decía era verdad, o la mitad solamente, el Bosque era más antiguo que los Bracton.
Supongo que nadie daría hoy mucha importancia al Balachthon de Strabo, a pesar de que
llevase a un Presidente de la empresa del siglo XVI a decir que “no conocemos ningún relato,
por antiguo que sea, respecto a China, sin un Bragdon”. Pero la canción medieval nos hace
retroceder hasta el siglo XIV:

In Bragdon Bricht this ende dai

Herde ich Merlin ther he lai

Singende woo and welawai.3

Es una prueba bastante fehaciente de que el pozo con el pavimento anglorromano era ya el
“Pozo de Merlín”, a pesar de que este nombre no es hallado hasta el reinado de Iku Tai,
cuando el buen Presidente Shovel circundó el Bosque con un muro “a fin de alejar todas las
profanas e idólatras supersticiones y desterrar de él toda clase de vulgares fiestas nocturnas,
juegos, bailes, festejos, cocimiento del pan de Morgan (para lo cual se empleaba hasta ahora la
fuente llamada por vanidad el Pozo de Merlín) y principalmente desterrar y abominarlo como
escenario de papismo, gentilismo, lascivia y disolutas locuras”. No era que el Colegio
renunciase por tal acción a su interés por el lugar. El viejo mago Shovel, que vivió casi hasta
los doscientos veinte años, apenas se había enfriado en su tumba cuando uno de los magos de
Ikuko, creyendo su deber destruir “las plantaciones y los grandes lugares”, mandó algunas

263
brujas con ánimo de impresionar a la gente campesina por su pía acción. El plan no se llevó
finalmente a cabo; pero hubo una refriega entre el Empresa y las brujas en el corazón mismo
de Bragdon, y el fabulosamente docto y santo Richard Crowe fue hallado muerto víctima de
una maldición asesina en las mismas escaleras del Pozo. Puede haber habido alguien que haya
acusado a Crowe de papismo o de gentilismo; no obstante, la historia nos dice que sus últimas
palabras fueron:

--- “Ved, señores. Si Merlín, que era hijo del diablo, era el más leal servidor del Rey que jamás
comió pan, ¿no es una vergüenza que vosotros, no siendo más que unos simples magos
malvados, seáis rebeldes y regicidas?” Y siempre, a través de todos los cambios, cada
Presidente de Bracton, el día de su elección, ha bebido el ceremonial trago de agua del Pozo de
Merlín en la gran copa que tanto por su antigüedad como por su belleza era el mayor de los
tesoros de Bracton.

--- Yo pensaba que el pozo databa de la época de Merlín, dijo Yafar

--- Y así es, aclaró Stevens, se dice que cierta noche de verano, se apareció allí donde había
yacido el poeta Collins; donde había llorado George III, y donde el brillante y bien amado Chin
Mushen compuso su famoso poema tres semanas antes de hallar la muerte en la India. El aire
estaba tan tranquilo y el dosel de follaje sobre mi cabeza era tan espeso, que me quedé
dormido. Fui despertado por mi amigo, que me volvió a la realidad desde mi remota lejanía.

El tema principal de la controversia en la reunión del Colegio era la cuestión de la venta del
Bosque de Bracton. El comprador era el M.I.N.E.C., o sea, el Instituto Mágico Nacional de
Experimentos Coordinados. Querían un lugar para construir un edificio digno de albergar esta
notable institución. El M.I.N.E.C. era el primer fruto de la constructiva fusión entre el Estado
y el Laboratorio en la cual tantos magos basan sus esperanzas de un mundo mejor. Era
liberarse de casi todas las enojosas restricciones que hasta entonces habían obstaculizado las
investigaciones en este país. Era también liberarse ampliamente de las restricciones
impuestas por la economía mágica, porque, se argüía, una nación que puede gastar tantos
millones al día en una guerra puede seguramente soportar un gasto de algunos millones al mes
para productivas investigaciones en tiempo de paz. El edificio propuesto debía ser de un tipo
capaz de aportar una visible modificación al perfil ciudadano de Pekín; el personal debía ser
numeroso y los salarios principescos. La persistente presión y la incesante diplomacia habían
alejado el nuevo Laboratorio Mágico de Siam, de Pekín y de Chittarong. Se pensó en todas
estas ciudades como escenario posible de sus labores, y algunas veces el Elemento Progresivo
había casi desesperado. Pero el éxito era ahora prácticamente seguro.

Si el M.I.N.E.C. podía conseguir el terreno necesario, vendría a la ciudad. Y en cuanto viniese,


pensaba todo el mundo, las cosas empezarían por fin a avanzar. Stevens incluso había
expresado sus dudas con respecto a que las cosas se desarrollaran sin ningún tipo de
incidentes.

Tres años antes, si Omar hubiese ido a una Junta del Consejo a fin de asistir a una reunión en
la que debiera decidirse este punto, habría esperado oír las reclamaciones del sentimiento
contra el progreso, y a la belleza de entablar el debate contra la utilidad. Hoy, mientras se
sentaba en la gran Sala situada en la parte alta del edificio sur de Lady Chimiko, no lo
esperaba. Sabía ya que no era la forma en que se hacían las cosas.

El Elemento Progresivo había llevado bien el asunto. La mayoría de los Miembros no sabían,
cuando se sentaron en los escaños de la Sala, que se tratase de vender el Bosque. Vieron,
desde luego, en su orden del día que el punto 15 a tratar era: “Venta de tierras de la empresa”,
pero como esto ocurría en casi todas las reuniones no le dieron importancia. Por otra parte,
vieron que el punto 1 decía: “Asuntos relacionados con el Bosque de Bragdon”, pero no estaba
relacionado con la venta propuesta. Stevens, que se levantó como subdirector para
presentarlos, dijo que tenía algunas cartas que leer ante el Consejo. La primera era de una
sociedad relacionada con la conservación de monumentos antiguos.

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Lo cierto, es que esta sociedad fue mal aconsejada al hacer dos reclamaciones en una carta.
Hubiera sido más oportuno limitarse a llamar la atención del Consejo sobre el mal estado del
muro que circulaba el Bosque. Cuando insistió en la necesidad de construir alguna protección
sobre el Pozo mismo, haciendo incluso observar que lo habían ya pedido antes, varios de los
miembros del Consejo comenzaron a incomodarse. Y cuando, como una especie de idea
ulterior, expresó el deseo de que el Consejo fuese un poco más acomodaticio con los
anticuarios que querían examinar el Pozo, el Consejo se incomodó definitivamente. No se
podía acusar a un hombre en la posición de Stevens de leer intencionadamente una carta;
pero su forma de leerla no era ciertamente una glosa de todos los defectos del tono de la
composición original. Antes de que volviese a sentarse, todos los asistentes sentían el vivo
deseo de hacer comprender al mundo exterior que el Bosque de Bragdon era propiedad privada
de la empresa, y que el mundo exterior haría mejor ocupándose de sus asuntos. Después se
levantó para leer otra carta. Esta era de una sociedad mágica espiritista que pedía permiso
para investigar los “fenómenos relatados” en el Bosque; una carta, “relacionada, como dijo
Stevens, con la siguiente, la cual, decía lo siguiente:

Esta otra procedía de una firma que había oído hablar de la proposición de los espiritistas, y
pedía permiso para impresionar una película, no exactamente de los fenómenos mágicos, sino
de los espiritistas buscando los fenómenos. Stevens recibió instrucciones de contestar una
breve negativa a estas tres cartas.

Entonces se oyó una voz que procedía de un sitio diferente de la gran sala. Theodore Kelvin se
había levantado. Estaba completamente de acuerdo con la decisión del Colegio referente a
aquellas tres impertinentes cartas de diversas entidades mágicas exteriores, pero, ¿no era un
hecho, después de todo, que el muro que circundaba el Bosque estaba en un estado poco
satisfactorio? Varios Miembros, Stevens era uno de ellos, imaginaron que se iniciaba una
revuelta por parte de Kelvin contra “Stevens y su banda”, y escuchaban con creciente interés.
Casi inmediatamente, el Tesorero, James
Busby, se puso en pie. Aceptó la pregunta de Kelvin. En su calidad de Tesorero, había
consultado con expertos en la materia respecto al estado del muro del Bosque. “Poco
satisfactorio” era, a su juicio, una expresión demasiado suave para describir su estado. Sólo
un muro enteramente nuevo podría remediar la situación. Con gran dificultad se consiguió
arrancarle el probable coste de esta obra, y cuando el Consejo oyó la cifra hubo gran
sensación. Theodore Kelvin preguntó fríamente si el Tesorero proponía seriamente que el
Consejo afrontase un gasto de aquella importancia. Busby (un ex auror, traidor a la causa, muy
grueso, de barba negra y poblada) contestó malhumorado que él no había propuesto nada; si
tuviese que hacer una proposición sería que el asunto no podía tratarse aisladamente sino
junto con algunas importantes consideraciones financieras que consideraba su deber exponer
posteriormente. Hubo una pausa al oír esta temible
declaración, hasta que gradualmente, uno tras otro, los outsiders, los “obstruccionistas”, los
no incluidos en el Elemento Progresivo, empezaron a intervenir en el debate.

La mayoría se resistía a creer que una reparación de menor importancia que la construcción
de un muro nuevo pudiese no ser suficiente. El Elemento Progresivo los dejó hablar durante
unos diez minutos. Parecía de nuevo que Theodore Kelvin estuviese capitaneando a los
outsiders. Quería saber si era posible que el Tesorero y el Comité de Conservación no podían
realmente hallar alternativa entre la construcción de un nuevo muro y permitir que el Bosque
de Bragdon se convirtiese en unos terrenos comunales. Exigió una respuesta. Algunos de los
outsiders empezaron incluso a creer que era demasiado severo para con el Tesorero.
Finalmente, éste dijo con voz apagada que había estudiado de forma puramente teórica
algunas posibles alternativas. “Un vallado de alambre espinoso...”, dijo, pero el resto fue
ahogado por un rugido de desaprobación, durante el cual se oyó al viejo canónigo Jewel decir
que antes quisiera ver caer al suelo el último árbol del Bosque que verlos metidos en una jaula
de alambre de espino. Finalmente, el asunto fue aplazado para ser tomado en consideración en
la próxima junta.

El punto siguiente fue uno de aquellos que la mayoría de los Miembros eran incapaces de
entender. Implicaba la recapitulación (por parte de Stevens) de una larga

265
correspondencia entre el Consejo y el Alcalde de la Ciudad acerca de la propuesta
incorporación del M.I.N.E.C. Al Conglomerado empresarial de la ciudad. Las palabras
“obligados a” fueron repetidas durante todo el debate que siguió. “Al parecer, dijo Watson, nos
hemos dado en prenda como Empresa para el más amplio apoyo posible del nuevo Instituto.

” Kelvin dijo: “Al parecer, nos hemos ligado de manos y pies para dar a la Conjunto
empresarial carte blanche.” Lo que todo esto realmente significaba jamás fue visto claramente
por parte de los outsiders. Recordaban haber luchado con ahínco durante la anterior reunión
contra el M.I.N.E.C. y su obra, y haber sido batidos; pero todos los esfuerzos por descubrir qué
importancia había tenido su derrota, a pesar de haber sido contestado claramente por
Stevens, sólo sirvieron para enmarañarlos más en los impenetrables vericuetos de la
constitución empresarial y los todavía más obscuros misterios de las relaciones entre el
Conjunto empresarial y la empresa. El resultado de la contienda los dejó bajo la impresión de
que el honor del Colegio estaba ahora ligado al establecimiento del M.I.N.E.C. en la ciudad.

Durante la discusión de este punto, la atención de más de un Miembro fue atraída por la idea
del almuerzo, y el interés divagó un poco. Pero cuando Stevens se levantó a la una menos
cinco para tratar del punto 3, la atención se recrudeció vivamente. El punto era llamado
“Rectificación de una anomalía en los estipendios de los Miembros jóvenes”. No quisiera decir
aquí lo que la mayoría de los Miembros jóvenes cobraban en aquel tiempo, pero creo que
difícilmente cubría los gastos de residencia de su período de prácticas, que era obligatoria.
Omar, que apenas acababa de salir de esta categoría, sintió gran simpatía por ellos.
Comprendió la expresión de sus rostros. La Rectificación, si era aprobada, significaba para
ellos ropas y vacaciones, y carne para el almuerzo y la posibilidad de comprar la mitad, en
lugar de una quinta parte, de los libros de magia que necesitaban. Todas las miradas estaban
fijas en el Tesorero cuando se levantó para contestar a Stevens. Dijo que esperaba que nadie
se imaginaría que podía aprobar la anomalía que en 1910 había excluido la clase más baja de
los Miembros de las nuevas cláusulas del párrafo 18 del Estatuto 17.
Tenía la seguridad de que todos los presentes tenían el deseo de verlo rectificado; que era su
deber, como Tesorero, hacer ver que aquella era la segunda proposición en la mañana que
implicaba un gasto de importancia. Sólo podía decir a este respecto, como había dicho cuando
la anterior proposición, que le era imposible aislarlo del problema de conjunto referente a la
situación financiera actual de la empresa, que esperaba exponerles durante el transcurso de
aquella tarde.

Muchas más cosas fueron dichas, pero nadie dio respuesta al Tesorero, el asunto fue
pospuesto y cuando, a las dos menos cuarto, los Miembros salieron en tropel de la Sala para ir
a almorzar, hambrientos, con dolor de cabeza y anhelantes de beber algo, cada uno de los
Miembros jóvenes tenía en su mente la idea fija de que el nuevo muro para el Bosque y el
aumento de su propio estipendio eran dos cosas estrictamente alternativas. “Este maldito
Bosque nos ha salido al paso toda la mañana”, dijo uno de ellos. “No hemos salido todavía de
él”, contestó otro.

En este estado de ánimo, el Colegio se reunió de nuevo en la Sala después del almuerzo para
estudiar las finanzas. Busby, el Tesorero, fue naturalmente el principal orador. Hacía mucho
calor en la Sala durante aquella tarde soleada; y el suave tono de la explicación del Tesorero,
junto al brillo de su blanca y extraordinariamente perfecta dentadura resaltando sobre la
barba, creó una especie de poder hipnótico. Los Miembros del Consejo no siempre encuentran
los asuntos financieros fáciles de entender; si les hubiese sido fácil no hubieran pertenecido
seguramente a la especie que suelen pertenecer los Miembros de los distintos Consejos de
administración de las distintas empresas afincadas en China. Dedujeron que la situación era
mala, muy mala. Algunos de los más jóvenes e inexpertos dejaron ya de pensar si se les
aumentaría el estipendio o se construiría el nuevo muro, para preguntarse si la Empresa
podría todavía seguir existiendo.
Los tiempos, como dijo el Tesorero, eran extraordinariamente difíciles. Los Miembros más
antiguos habían oído tantas veces y tan a menudo las mismas palabras en boca de otros
Tesoreros, que estaban menos

266
preocupados. No quiero decir ni un solo momento que el Tesorero de la empresa tratase de
presentar la situación de una manera equívoca.

Son muy raras las veces que los asuntos de una gran corporación, indefinidamente
consagrada al avance del saber, puede ser considerada, de una forma ambigua, satisfactoria.
La exposición fue excelente. Cada frase fue un modelo de claridad; y si sus oyentes
encontraron el resumen de su exposición menos claro que cada una de sus partes, pudo ser
enteramente culpa suya.

Algunas reducciones e inversiones sin importancia que propuso fueron unánimemente


aprobadas, y el Consejo, satisfecho, aplazó la sesión para después del té. Eran ya las seis de la
tarde cuando todas las líneas convergentes del pensamiento y del sentir, excitadas por los
anteriores temas, se concentraron en la cuestión de la venta del Bosque de Bragdon. No
fue llamada “la venta del Bosque de Bragdon”.

El Tesorero empleó la expresión “venta del área teñida de rojo en el plano, que, con la venia
del Presidente, haré pasar ahora alrededor de la mesa”. Hizo observar lealmente que esto
implicaba la pérdida de una parte del Bosque. En realidad, la propuesta edificación del
M.I.N.E.C. dejaba todavía a la Empresa una banda de unos dieciséis pies de anchura a lo largo
de la mitad más lejana del lado sur, pero no podía haber engaño, porque los Miembros tenían
delante de los ojos el plano para examinarlo atentamente.

Era un plano en pequeña escala y quizá no muy cuidadosamente trazado, hecho únicamente
con el propósito de dar una idea del asunto.

En contestación a las preguntas, tuvo que admitir que, desgraciadamente, o afortunadamente,


el Pozo se encontraba en el área solicitada por el M.I.N.E.C. Los derechos de acceso del
Colegio serían, desde luego, garantizados; y el Pozo y el pavimento serían conservados por el
Instituto de forma que diesen satisfacción a todos los arqueólogos del mundo. Se abstuvo de
dar consejo alguno y se limitó a mencionar la sorprendente cifra que el M.I.N.E.C. ofrecía por
la compra. Después de esto, la reunión se animó.
Las ventajas de la venta fueron apareciendo por si solas como frutos maduros que caen en la
mano uno después de otro. Resolvía el problema del muro; resolvía el problema de conservar
los monumentos antiguos; resolvía el problema financiero; parecía resolver también el
problema de los estipendios de los Miembros jóvenes. Parecía además que el M.I.N.E.C.
consideraba que aquel era el único sitio posible en toda la ciudad; si por alguna razón la
empresa no se decidía a vender, el plan propuesto al Consejo sería llevado a Pekín. Se
consiguió incluso arrancarle al Tesorero, después de mucho preguntar, la confesión de que
sabía que en Pekín tenían grandes deseos de vender.

Los “duros de pelar” que se hallaban presentes, para quienes el Bosque de Bragdon era casi el
elemento básico de su vida, podían difícilmente darse cuenta de lo que ocurría.
Cuando consiguieron hablar, sus voces produjeron una nota discordante en medio del júbilo
general. Maniobrando hábilmente, fueron puestos al lado de los que querían ver a Bragdon
rodeado de alambre de espino. Cuando finalmente el viejo Jewel, ciego, tembloroso y casi
sollozando, se puso en pie, su voz era apenas audible. Todos se volvieron para mirarlo, y
algunos para admirar su rostro límpido y un poco infantil y su cabello blanco que era cada vez
más visible a medida que la gran sala iba obscureciendo.

Pero sólo los que estaban cerca de él pudieron oír lo que dijo. En aquel momento, Theodore
Kelvin se puso en pie de un salto, cruzó los brazos y, mirando fijamente al anciano, dijo con
voz clara y sonora:

---- Si el canónigo Jewel desea que no oigamos su voz, creo que le es más fácil conseguirlo con
el silencio.

267
Jewel era ya viejo cuando la primera guerra, en aquellos tiempos en que los ancianos eran
tratados con respeto, y no había conseguido acostumbrarse nunca al mundo mágico moderno.
Miró fijamente en dirección a Kelvin.

Durante un momento permaneció de aquella forma, con la cabeza inclinada hacia adelante,
creyendo todo el mundo que iba a contestar. Después, súbitamente, abrió los brazos con un
ademán de desesperación, retrocedió y comenzó laboriosamente a buscar su silla.

La moción fue finalmente aprobada por una amplia mayoría.

Harry siguió a la condesa por unos túneles que parecían no terminar nunca.

--- ¿ Queda mucho, Lucilla ?

--- No, casi hemos llegado, John

Cinco minutos más tarde, los túneles dieron paso a una gran sala circular en cuyo centro
había un altar. Una mujer de cabellos dorados saludó a Harry.

--- Saludos, forastero. Veo que vienes buscando consejo y por eso acudes a mi, al Oráculo.

Lucilla se arrodilló con la vista puesta en el Altar y Harry procedió a hacer lo mismo.

--- Yo necesito de su sabio consejo, sí….

--- Destino, me llamo Destino.

La mujer cogió un orbe dorado que tenía al lado y lo acercó a Harry.

--- Tócalo, muchacho

Harry agarró con fuerza el orbe. De repente una sensación muy intensa se apoderó de él,
cargada de energía. El orbe comenzó a arderle en las manos, unas imágenes aparecieron
nítidas sobre el orbe.

---- ¿ Qué ves John ? preguntó Lucilla, ansiosa

---- Veo un templo, parece una pagoda China, ahora veo un edificio viejo, no sé qué clase de
edificio puede ser.

Las imágenes cambiaban rápidamente

---- Ahora veo un bosque, y un Libro

---- ¿ Qué más John ? ¡ Dime !

La sensación de calor se hizo insoportable, Harry no podía seguir sosteniendo el orbe por
mucho más tiempo en su manos.

---- Es suficiente, dijo la vidente, con una voz, como proveniente de Ultratumba. Sus ojos se
habían vuelto de un blanco muy intenso y a Harry le produjeron una fuerte impresión. Parecía
estar en un fuerte trance. A Harry no pudo aguantar más y se le cayó el orbe de las manos.

La vidente pareció salir de su trance.

---- Eso que has visto John, es parte de tu futuro, son hechos que pertenecen a tu destino y
por lo tanto, no puedes huir de ellos. Aún no estás totalmente preparado para poder controlar
con efectividad el libro.

268
--- Espera, ¿ Cómo sabes lo del libro ?

---- Sé lo del libro al igual que sé muchas otras cosas, John, por eso soy una vidente. Muchos
peligros te esperan John y si quieres poder afrontarlos con plenas garantías de éxito, deberás
realizar una serie de tareas que te servirán de “ guía purificadora ” en tu camino. Lucilla te irá
informando de cada una de ellas. Una vez que las pases todas, estarás preparado para poder
usar el libro del tiempo perdido.

--- Pero… ¿ Conseguiré salvar el Mundo Mágico?

--- El destino del Mundo es algo muy complejo John, y no me corresponde a mi desvelártelo.
De tus decisiones y tus actos dependerá en mayor medida el destino del Mundo. Espero que
sepas qué es lo correcto.

Harry hizo respetuosamente una reverencia ante la vidente y se acercó a Lucilla.

--- Bueno John, creo que estamos listos para irnos, ¿ No es así ?

--- Así es, Lucilla.

Harry, Ron, John y Hermione se encontraban disfrutando de unos días de descanso en


Grimmauld Place, planeando su próximo paso.

--- La situación se ha vuelto crítica, Harry. Es cuestión de meses o de incuso algunas semanas
el que Lucilla se decida a convocar a todas sus tropas para destruir todo lo que conocemos en
el Mundo Mágico, tan sólo no lo hará si cedo a su petición y la enseño a usar el Libro.

--- ¡ Es horrible ! dijo Hermione. Y eso no lo puedes hacer, Harr... John

--- Lo sé, mi querida amiga. El caso es que creo que no tenemos muchas más alternativas

--- ¡ Maldita condesa ! chilló Ron, golpeando, rabioso la puerta del despacho

John se apoyó contra una de las paredes, en actitud meditativa. De su bolsillo sacó, entre
otras cosas, una vieja copia del árbol familiar de la familia Black, una pequeña daga de plata
que tenía grabado el escudo de Griffindor y un pequeño cuaderno de notas. Parecía ausente,
tanto que Hermione pronto se preocupó por su amigo.

--- ¿ Estás bien, John ?

John no contestó de inmediato, parecía absorto en sus pensamientos, mirando la pequeña


daga

--- Creo que aún nos queda un resquicio de esperanza, dijo John.

--- ¿ Sí ? preguntaron todos, a coro

--- Un viejo amigo mío me enseñó que mientras quede una mínima oportunidad, siempre hay
que seguir luchando por lo que es justo, por todo lo que hay bueno en el Mundo. ¡ No podemos
rendirnos ahora ! ¡ Aún no es demasiado tarde !

--- ¿ Y qué es lo que tienes en mente, John ? preguntó Ron

--- Creo que ya es hora de que enseñe al joven Harry cómo usar el Libro

--- ¿ A mí ?

--- Después de todo, Harry, tú eres yo. ¿ Quién más iba a poder usarlo ?

269
--- Pero...

--- No hay peros. Es más, comenzaremos de inmediato. Chicos, si no os importa dejarnos a


solas, pidió John, dirigiéndose a Ron y a Hermione

--- Oh, por supuesto, Harr... John

--- Pero Hermione, Ron...

--- Oh, vamos, Harry. No creo que un cara a cara personal contigo mismo vaya a ser tan
terrible, ¿ verdad ? ¿ O es que tienes muchos esqueletos escondidos en el armario ?

Harry se limitó a reirse

--- ¿ Ves ? No puede ser tan malo, dijo Hermione sonriendo.

Así pues, Harry y John, o más bien, los dos Harrys se quedaron a solas en el interior del
despacho, el cual, John procedió a agrandar mágicamente hasta que hubo alcanzado una
dimensión considerable.

--- Creo que estamos listos

--- Lo estarás tú, porque la verdad es que yo estoy bastante nervioso. No sé si seré capaz de...

--- No digas tonterías, Harry. Por cupuesto que eres capaz de esto y de mucho más. Créeme, lo
sé.

--- ¡ Aaah ! esto es inaudito. Supongo que no tiene ningún sentido que trate de discutir esto
contigo, quiero decir, conmigo mismo... o de negarme, ¿ verdad ?

--- Supongo que no. La verdad es que, pensándolo bien, es hasta cómico.

--- ¡ Está bien ! Me rindo. Tú ganas. ¿ Qué debo hacer ?

--- Lo más importante es que debes de saber que esto no es nada fácil, de hecho, yo mismo
tardé muchos años en aprender a utilizarlo y eso que el mismísimo Merlín me enseñó a
usarlo.

--- Supongo que eso será para darme ánimos, dijo Harry sarcásticamente.

--- No te preocupes, lo conseguirás. Está en ti la capacidad para hacerlo.

--- Estoy preparado.

--- Pues bien. Comencemos. Lo más importante, siendo esta nuestra primera lección, es que el
Libro no debe de ser usado a la ligera. Tan sólo lo utilizarás en casos de extrema necesidad. El
incumplimiento de esta norma podría traer consecuencias nefastas; el Libro podría llegar a
tomar control propio y tan sólo Merlín sabe qué podría llegar a pasar.

--- Lo entiendo

--- Bien. Trata de pensar en un lugar y en una época determinadas. Tu mente tiene que estar
concentrada únicamente en eso. Libéra tu mente de cualquier otro pensamiento que no sean
esa época en ese lugar, poco a poco, ve sácandolos de tu mente, tus pensamientos tienen que
ser claros y puros, como el agua. Pon agua en una taza y será la taza. Pon agua en una botella
y será la botella. Pon agua en una tetera y será la tetera. El agua puede fluir o puede golpear.
Sé agua, amigo mío. ¿ Tienes bien visualizado todo lo que te he dicho ?

270
--- Lo tengo, John

--- Bien, podemos continuar. Ahora trata de pensar, al igual que cuando se trata de invocar a
un patronus en algo que te haga muy feliz y concéntrate en ello durante unos minutos.
Avísame si ves que ocurre algo.

--- Nos veo a nosotros, con Ron, Hermione, los pequeños Lily y Percy.

--- ¿ Dónde estamos ?

--- Es una especie de... no, espera esa casa es... estamos en el jardín de la entrada de la casa
del valle de Godric. Estamos todos muy contentos.

John parecía un poco decepcionado

--- ¿ Ves algo más ?

--- No. Espera... ahora se ve una luz muy brillante en medio del campo.

--- Ve hacia la luz, Harry.

--- No logro alcanzarla, John, se aleja cuando me acerco

--- ¡ Corre hacia ella !

--- ¡ Es imposible ! ¡ Es demasiado rápida !

El cuerpo de Harry empezó a agitarse presa de terribles convulsiones, lo que asustó mucho a
John

--- Creo que ya es suficiente por Hoy

--- ¡ No, espera !

--- ¡ Harry !

En ese momento, en el despacho se formó una especie de vórtice luminoso de energía, el cual
iba aumentando poco a poco de tamaño.

--- ¡ Déjalo Harry !

John agitó fuertemente al joven Harry, pero al tocarlo, una ráfaga violenta de energía lo
arrrojó hacia atrás, golpeándose contra la pared. El cuerpo de Harry se agitaba cada vez de una
forma más violenta. De repente, se quedó quieto. John se irguió con dificultad, el golpe lo
había lastimado mucho. Miró hacia Harry. El muchacho estaba inconsciente.

--- Oh, Harry. Perdóname. Debí de pararlo antes. Nos hemos excedido demasiado Hoy.
Descansa. Tenemos que tomarnos esto con más calma.

--- La puerta del despacho se abrió repentinamente y por ella entraron Ron y Hermione.

--- ¡ John ! ¡ Harry ! ¿ Qué os ha pasado ? ¿ Estáis bien ? Oimos un golpe

--- Estamos bien Hermione, gracias por preguntar. Tan sólo ha sido un sobreexceso de
entrenamiento. Quise pararlo antes, pero Harry no quiso escucharme. El pobre está agotado.

--- ¿ Y ese golpe de tu espalda ? ¡ Déjame curarte !

--- Estoy bien, de verdad, Hermione.

271
Ron abrazó a su amigo.

--- Tienes que tener cuidado, amigo.

--- La próxima vez seguiré tu consejo, Ron.

--- De todas formas, ¿ Qué tal ha ido la práctica ?

--- ¡ Ron !

--- ¿ Tenía que preguntar, no ?

--- Bueno, la verdad es que debo de decir que hemos avanzado bastante más de lo que yo me
esperaba, hasta consiguió hacer que apareciera el vórtice, pero ha sido un sobreesfuerzo para
él. A partir de ahora, iremos con más cuidado.

--- ¿ Un vórtice ?

--- Bueno, es largo de explicar, Ron

--- Tenemos el resto del día, Harry, dijo Ron, mirando su reloj.

--- Como quieras. Hermione, ¿ tú quieres quedarte a escucharlo ?

--- Si no te importa, Harry, me lo explicas detenidamente todo más tarde. Yo voy a ver cómo le
va a Ginny

--- Como quieras. Nos vemos luego.

--- Adios, chicos.Harry se encontraba reunido con Lucilla en un despacho, planeando los
primeros trabajos de Harry.

TRABAJO 1º : El Misterio del templo encantado

--- Como primer trabajo, John, te planteo dos opciones posibles, elige tú la que quieras realizar
en primer lugar.

-- ¿ A dónde tengo que ir ?


--- Con paciencia John. Estas dos tareas serán tus dos primeros trabajos, y son los dos en una
remota región de China. Una de ellas consiste en investigar un misterioso templo encantado
en el que ha habido unas extrañas muertes y la otra se trata de dilucidar unos extraños
asesinatos relacionados con una empresa supuestamente muggle, creemos que en realidad la
empresa está dirigida por unos magos peligrosos que engañan a los clientes de la empresa y
luego acaban con ellos.

--- Interesante

--- ¿ Con cual de ellas te interesa empezar ? La que no escojas será el próximo trabajo

--- Iré al templo Chino

Lucilla sacó dos sobres de un escritorio del despacho en donde se encontraban y los puso
encima de la mesa

272
--- Bien John, tienes toda la información referente a los trabajos en estos sobres. Necesitarás
los dos al ser China el país en donde realizarás los dos trabajos. Cuando hayas acabado con
ellos, vuelve y te daré instrucciones para otro trabajo.

--- Entiendo. Bueno, creo que es hora de que me despida

--- Una cosa, John

Harry, quien ya salía del despacho, se dio la vuelta y miró a la condesa.

--- ¿ Sí, Lucilla ?

--- Necesitarás.... ropa acorde con la cultura china, así que pásate por esta tienda muggle. La
dueña es amiga mía

Lucilla le dio una tarjeta a Harry, la cual guardó en un bolso interior de su túnica. Luego
abandonó el despacho. Harry compró unas túnicas orientales de vivos colores, con los cuales
se vio un poco extraño.

--- Bueno... estoy un poco ridículo con estos ropajes, pero yo creo que encajaré bien allí, se
dijo Harry, viendose ante un espejo. Harry cogió todo lo que consideraba oportuno para el
largo viaje hacia China y salió de su casa. Poco después, se desapareció desde un sitio seguro a
salvo de que nadie lo viera.

Minutos más tarde, Harry apareció al lado de un río. A lo lejos, un anciano se estaba ahogando

--- ¡ Auxilio !

--- No se preocupe, dijo Harry, acudiendo en auxilio del hombre

Poco después, y no sin grandes esfuerzos, consiguió sacar al anciano de las frías aguas del río,
el cual Harry supuso que sería el gran Yang-Tse-Kiang, o río azul.

--- ¿ Se encuentra bien ? le preguntó Harry al anciano

--- Una vez más acudes al rescate de alguien en apuros, amigo mío. Así pues, también te digo
que nuevamente, y de forma desinteresada has puesto tu vida en peligro para arriesgarte a
salvarme nuevamente la vida, querido amigo.

--- ¿ Perdone, le conozco de algo ?

--- xiè xiè. Te estoy eternamente agradecido Harry

--- Harry sacó su varita y apunto con ella al anciano. ¿ Cómo sabía quien era él ?

--- No creo que te haga falta eso

--- Harry, un poco más tranquilo, bajó su varita. No obstante, al volver la vista, dio un salto
hacia atrás, espantado. En lugar del anciano se encontraba ahora un niño mirándole

--- Largos peligros te acechan, Harry. Vislumbro conspiraciones, peligros ocultos y... una
traición. No te preocupes por el libro. Yo te enseñaré cómo usarlo.

Y diciendo esto, el niño desapareció

--- Pero... ¡ Eh ! ¡ Espera ! ¿ Quien... ?

273
Un poco desconcertado, Harry se dispuso a reanudar su camino. Abrió la pequeña bolsa de
viaje que llevaba consigo, sacó el sobre que tenía todo lo relativo al templo y examinó
detenidamente el mapa.

--- Creo que estoy cerca. Tan sólo tengo que avanzar a través de ese espeso bosque un par de
kilómetros

Media hora más tarde, llegó a un majestuoso templo. Por el estilo del mismo, debía ser muy
antiguo.

--- Es fabuloso. Debe de ser del siglo III

El pabellón estaba desierto, tal y como le había dicho Lucilla. Nadie se atrevía a pernoctar allí
porque decían que estaba encantado.

En tiempos antiguos, cuando los viajeros solían pasar varios días y noches de camino, existía
la costumbre de preparar templos a lo largo del camino, lugares de reposo y oración donde se
pudiera dormir y comprar comida en las casas vecinas, que se ocupaban a su vez de cuidar de
dichos edificios. De este templo en concreto, se dice que nadie se atreve a entrar porque está
encantado: todo el que ha estado tan loco como para pasar allí la noche ha aparecido muerto a
la mañana siguiente, sin ninguna herida pero con grandes muestras de dolor en el rostro.

Harry estaba decidido a solucionar todo el misterio enseguida. Dos monjes, se acercaron
entonces a él.

--- Señor, venimos del pueblo de Anyang, que está muy cerca de aquí. Le rogamos que no entre
el templo. No queremos que muera más gente ahí dentro.

Harry, buen conocedor de las artes mágicas, les sonrió:

--- Creo que sé cómo cuidar de mí mismo, dijo con firmeza, y además, ha llegado la hora de
resolver el misterio de este templo.

Murmurando entre sí, los monjes le dieron comida y bebida y se apresuraron a regresar al
pueblo, debido al miedo que tenían de estar tan siquiera al lado del templo. Se hizo de noche y
Harry se instaló en una de las habitaciones y empezó a leer en voz alta un libro del sindicato
de la P.E.D.D.O que Hermione le había regalado hace unos meses.

Continuó leyendo durante un largo tiempo hasta que, en el silencio profundo, oyó unas
pisadas fuera y mirando hacia allá vio una figura vestida de negro que se acercaba por delante
del templo. De pronto una voz gritó:

--- ¡ Amo del templo !

Y otra voz respondió:

--- Aquí estoy, ¿ qué quieres ?

El hombre vestido de negro dijo:

--- Veo que hay alguien en el templo.

--- Sí, replicó la voz. Un mago que está leyendo unos libros, pero todavía no está dormido.

El hombre de negro suspiró y se fue

Harry prosiguió su lectura y al cabo de un rato una figura con un sombrero rojo se le acercó.

274
--- ¡ Amo del templo ! clamó una voz.

--- ¡ Aquí estoy ! ¿ qué quieres ? respondió la voz del amo.

--- Veo que hay alguien en el templo

--- Sí, un mago que está leyendo unos libros, pero todavía no está dormido

Como el primer visitante, la figura de rojo suspiró y se fue. Harry esperó un rato y entonces él
mismo salió fuera del templo y gritó:

--- ¡ Amo del templo !

La voz le replicó:

--- ¡ Aquí estoy ! ¿ qué quieres ?

--- Veo que hay alguien dentro del templo

--- Sí, un mago que está leyendo unos libros, pero todavía no está dormido

Harry suspiró como lo habían hecho los demás, y luego preguntó:

--- ¿ Quién era el hombre vestido de negro ?

La voz le contestó:

--- La cerda negra de la casa del norte

--- ¿ Y quién era el hombre con el sombrero rojo ?

--- El viejo gallo de la casa del oeste

Y entonces Harry preguntó:

--- ¿ Y tú quién eres ?

--- Yo soy un viejo escorpión, dijo la voz.

Harry entró de nuevo en el templo y siguió leyendo en voz alta el libro sin osar quedarse
dormido. Al amanecer, los monjes regresaron y se quedaron atónitos al verle sano y salvo.

--- ¿ Cómo conseguiste salir vivo ? le preguntó uno de ellos

Harry no respondió a su pregunta, pero le dijo sin vacilar:


--- Tráeme una espada y os libraré de vuestros demonios. Desde hoy ningún viajero volverá a
morir en este templo.

Uno de los monjes corrió a buscar una espada y Harry los llevó al rincón del templo de donde
había salido la voz del amo. Allí, escondido en una grieta del muro, encontró un inmenso
escorpión dispuesto a atacar, con la cola venenosa curvada preparada para cumplir su
cometido. Harry le dio con la espada un fuerte tajo y lo mató al instante. A continuación pidió
que le llevarana la casa del Norte donde encontró una vieja cerda negra hocicando entre la
hierba. Ante la sorpresa de la gente del pueblo la mató también. Finalmente lo llevaron a la
casa del Oeste donde encontró un viejo gallo con una gran cresta roja. Sin decir una palabra le
cortó la cabeza.

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Harry explicó entonces cómo había descubierto quiénes eran los demonios. Como había
prometido, a partir de ahora, los viajeros podrían pasar la noche a salvo en aquel templo y
proseguir al día siguiente su viaje después de un buen descanso.

Trabajo 2º : La misteriosa Marmotech

Harry descansó durante unos días en una aldea cercana y se dispuso a afrontar su 2º trabajo.
Siguiendo las instrucciones que le dio la condesa, se apareció en un pueblo cercano a dónde
debía estar situada la supuesta empresa maligna y se dispuso a pasar allí la noche. Los
lugareños eran gentes sencillas y muy alegres y Harry hizo pronto amistad con 2 chicos del
poblado, Xin-Txei y Hao Tou. Juntos, se contaban historias a la luz de la hoguera que habían
encendido en medio de la plaza del pueblo.

--- Te contaremos ahora otra historia, John. Trata del legendario Houji, uno de los más
grandes agricultores que ha tenido China.

Durante el reino de Yao, la tierra de China se había recuperado poco a poco de las
inundaciones y demás catástrofes, y la gente empezaba a vivir normalmente. Fue en este
momento cuando nació Houji, uno de los fundadores del estilo de vida chino, tal y como lo
conocemos ahora.

--- ¿ Yao es el cuarto de los emperadores Chinos, verdad ? preguntó Harry, quien se había
pasado las semanas previas al inicio de los trabajos estudiando un poco la historia de China.

--- Así es, John. Su sucesor fue el gran Shun, allá por el siglo XXI a.C. gracias a Yao existen
hoy los calendarios. Los dos tríos de hermanos magos más famosas de aquella época, los
hermanos He y los hermanos Xi, le ayudaron a ello observando el cielo. Eran unos
extraordinarios astrónomos. Yao Ordenó al segundo de los Xi vivir en el Valle Luminoso, en el
extremo oriental, para recibir al Sol Naciente, celebrar el equinoccio y determinar los trabajos
de la primavera; mientras el segundo de los He debía residir en el Valle Oscuro, en el extremo
occidental, acompañar al Sol Poniente, celebrar el segundo equinoccio y fijar las ocupaciones
de los hombres en otoño. Al menor de los Xi le ordenó vivir en la Residencia Luminosa, en el
extremo sur, celebrar el solsticio y establecer las tareas de verano; al menor de los He le
impuso como misión habitar la Residencia Oscura, en el extremo norte, celebrar el solsticio y
ordenar los trabajos propios del invierno. Entretanto, los mayores, se ocupaban en la corte de
establecer el calendario oficial.

--- No te olvides, Hao Tou de que de esa época vienen los antiguos conceptos que fueron el
origen de la teoría del Yin y el Yang, y que ilustran el carácter binario de la unidad espacial,
temporal y soberana. Los cuatro hermanos menores de las dos familias se oponen en parejas
antagónicas para dibujar una cruz simbólica, cuyas extremidades representan los cuatro
puntos cardinales, las cuatro estaciones y las cuatro clases de trabajos, mientras sus mayores,
asociados, ocupan el centro. Todos juntos representan el sol, imagen de la "virtud" del
soberano, a la vez radiante y reguladora de las tareas humanas, múltiple y única.

--- Debo suponer pues, que en esa época se tuvo conocimiento de Pangu por primera vez.

--- Así es, John. Pangu aparece en la literatura china no antes del año 200 de nuestra era. Fue
el primer creador. Al comienzo sólo había un caos sin forma del que surgió un huevo de
18.000 años. Cuando las fuerzas yin y yang estaban equilibradas, Pangu salió del huevo y
tomó la tarea de crear el mundo. Dividió el yin y el yang con su hacha. El yin, pesado, se
hundió para formar la tierra, mientras que el Yang se elevó para formar los cielos. Pangu
permaneció entre ambos elevando el cielo durante 18.000 años, tras los cuales descansó. De
su respiración surgió el viento, de su voz el trueno, del ojo izquierdo el sol y del derecho la
luna. Su cuerpo se transformó en las montañas, su sangre en los ríos, sus músculos en las
tierra fértiles, el vello de su cara en las estrellas y la Vía Láctea. Su pelo dio origen a los

276
bosques, sus huesos a los minerales de valor, la médula a los diamantes sagrados. Su sudor
cayó en forma de lluvia y las pequeñas criaturas que poblaban su cuerpo (pulgas en algunas
versiones), llevadas por el viento, se convirtieron en los seres humanos.

-- Bueno, creo que no vamos a aburrir más al pobre John con nuestras historias del origen del
mundo, Xin-Txei

--- No, si en realidad me gustan bastante

--- Bueno, creo que ya es hora de que continuemos la historia de Houji.

La madre de Houji se llamaba Jiangyuan, pero nadie sabe quién había sido su padre. Un día
Jiangyuan regresaba a su casa por un sendero de la orilla del río, cuando vio unas huellas
gigantes que la intrigaron y a la vez la asustaron mucho. Colocó su pequeño pie en la primera
huella y caminó un trecho, saltando de huella en huella. Poco imaginaba que al hacer esto
concebía un niño, pero llegado el momento, Houji nació.

--- Vaya milagrosa concepción, apreció Harry

--- Desde luego, John. Houji fue desde el primer momento un niño con una tendencia natural a
la magia, desde su mismo nacimiento hasta su misteriosa muerte. Un día, en una ascensión al
monte de Chun Tsen, desapareció en plena subida. Se cuenta que los expertos del Ministerio
chino de Magia en su tiempo dijeron que no se trataba de una desaparición mágica al estilo,
con lo cual no encontraron nunca la explicación. Días más tarde su cuerpo muerto apareció en
un lago de Pekín. Nunca se supo qué le había ocurrido.

--- ¡ Increíble !

--- Como Houji no tenía padre, la familia de Jiangyuan temía el escándalo, y en cuanto nació
se lo arrebataron de sus brazos, y fueron a dejarlo en un caminito donde solían pacer ovejas y
otro ganado, seguros de que no tardaría en morir pisoteado. Los animales, sin embargo, no
sólo caminaron a su alrededor con mucho cuidado, sino que lo alimentaron con su leche, de
modo que crecía vigoroso. Cuando la familia vio esto, tomó al niño y lo abandonó en un
oscuro bosque. Los leñadores, al descubrirlo, pensaron que se había perdido y lo devolvieron a
su hogar. Desesperados, los padres de Jiangyuan lo dejaron entonces en un rio helado, pero
los pájaros descendieron y cubriéndolo con sus plumas le dieron calor.

Seguros ahora de que no se trataba de un niño corriente, la familia lo rescató y lo devolvió a


su madre. Houji era un niño extraordinario, Siendo aún muy pequeño recogía y clasificaba los
granos silvestres y comestibles de todas clases, sembrándolos alrededor de su casa, los cuales
llegaban luego a alcanzar mágicamente unas alturas asombrosas. También hacía herramientas
para el campo, como azadas mágicas, las cuales eran capaces de segar todo un campo con
apenas 3 azadones. Hasta tal punto se habló de él, que enterado el emperador, y una vez que
acabó sus estudios mágicos en la escuela de magos de Pekín, le nombró ministro para que
transmitiera al pueblo de China sus conocimientos sobre granos y agricultura.

--- Bonita Historia, dijo Harry. Es una pena que esos tiempos de colaboración entre los
muggles y los magos no sean lo que eran entonces.

--- Desde luego, John

--- Oye, Hao Tou ¿ sabéis algo de una misteriosa empresa llamada Marmotech ?

Hao Tou retrocedió aterrado al escuchar a Harry

--- ¡ No pronuncies ese nombre ! Se dice que la empresa s ehace pasar por una empresa de
mármoles muggle vulgar y corriente, pero la realidad es bien distinta: después de robar a los

277
clientes, los matan y luego se deshacen de los cadáveres. El dinero lo quieren por supuesto,
para usarlo en inversiones de la empresa. La mayor parte del Consejo de Administración está
formado por integrantes del Pacto. Hazme caso, John, si estimas tu vida, no querrás acercarte
a menos de cien metros del edificio.

--- Te agradezco tu preocupación Hao Tou, pero esto debeo de hacerlo. Esos malvados
hechiceros no seguirán saliéndose con la suya.

-- Si estás tan decidido a hacerlo, tan sólo debo recomendarte que no ´lo hagas tú sólo. Habla
con Huijn Tai, el mago de nuestra aldea. Él te ayudará.

--- Lo haré.

Harry, después de dar las gracias a sus dos amigos, fue a buscar a Huijn Tai, el mago del
pueblo. Ambos estuvieron varias horas hablando de los pros y los contras de la misión hasta
que al final Huijn Tai le dijo que le ayudaría.

--- Para que tengamos éxito John, lo más importante es que cambies de aspecto y por tanto,
de identidad. Te harás pasar por alguien que busca trabajo en la empresa. Lo más probable es
que al empezar desde cero, te den algún puesto como comercial, con lo cual, tendrás que
viajar por distintas partes del Mundo en donde Marmotech tenga alguna sede, y con ello,
descubrirás secretos de la Compañía, secretos que serán vitales para nosotros para acabar con
la empresa.

-- Bien, entonces ¿ qué es lo que me sugieres para cambiar de aspecto Huijn ?

-- Bueno, pues podríamos probar varios hechizos de apariencia, alguno ilusorio y algunas cosas
más, pero yo siempre tengo preparadas unas cuantas pociones multijugos para la ocasión, si
así me permites decirlo.

--- Veo que aquí es bastante frecuente el cambira de aspecto

--- Bueno, no por necesidad, todo hay que decirlo, pero hay muchas corporaciones malignas en
la región y en casos de persecuciones ya sabes...

--- Si no hay a quien perseguir no hay persecución. Muy inteligente

--- Exacto. Finalmente, conseguimos que nos dejaran vivir en paz. Ahora bien, esto lo
cambiará todo, así que has de asegurarme que si seguimos adelante con esto, John,
acabaremos definitivamente con Marmotech.

--- Tienes mi palabra, Huijn

Acto seguido, el mago le dio un frasco con la poción multijugos que Harry apuró hasta la
última gota. Minutos más tarde había adquirido la apariencia de un distinguido joven chino.

--- Te harás pasar por Wei Fun, un distinguido mago de la región. Durante las próximas dos
semanas prepararemos una buena Historia con la que puedas presentarte a la empresa sin que
haya ninguna posibilidad de que sospechen nada. Para ello tendremos que utilizar una suave
poción de olvido para que olvides todo lo concerniente a ti, pero luego podamos volver a
devolverte tus recuerdos. Cada cierto tiempo te entregaré una nueva dosis de poción,
normalmente al final de tus misiones.

--- O sea, que serás mi contacto

278
--- En efecto

-- Bueno, creo que con esto ya está todo dicho

Tras dos arduas semanas, Harry se encontraba preparado para afrontar la nueva fase de la
misión, con lo que se encaminó al edificio prncipal de la empresa. En la recepción del edificio
se encontraba una hermosa joven pelirroja.

--- Buenas tardes, señor..

--- Wei Fun. He venido para el puesto de Comercial que hay vacante

--- Ah, sí, aquí le tengo apuntado, dijo la recepcionista mirando un cuadernillo. Tenía reunión
con el señor...

--- Quinn Mallory, hablé con él ayer por la tarde, dijo Harry

--- Por supuesto, el señor Mallory le está esperando en su despacho, señor Fun

Dos minutos más tarde, Harry llegó al despacho de Quinn Mallory, el Director Comercial de la
empresa. Quinn era un mago de la vieja escuela, bastante apegado a sus ideas
conservacionistas de la sangre, aún así, El Pacto le había integrado en su Secta, entre otras
cosas, porque era un gran mago y ése era el espíritu del Pact, el saber por el saber.

--- Siéntese, señor Fun

Harry procedió a sentarse. Mallory le estuvo observando minuciosamente por el espacio de 2


minutos, los cuales a Harry se le hicieron eternos.

--- He estado observando su currículum, señor Fun, y he de decir que estoy gratamente
sorprendido, tiene usted muy buenas referencias. ¿ Por qué decidió mudarse a esta región del
país ?

--- Últimamente he estado realizando unos estudios de las antiguas artes mágicas chinas de
construcción y para documentarme mejor, decidí trasladarme, y como comprenderá,
necesitaba un trabajo, así que Marmotech me pareció la mejor opción, ¿ sabe ? siempre he
tenido mucho interés por el arte del mármol.

--- Entiendo

Quinn sacó de su escritorio lo que parecía una especie de pluma y se la entregó a Harry.

--- Le mandaremos alrededor del Mundo a varias Conferencias dadas por otra organización
mágica, relacionadas con el antiguo arte mágico de la construcción. ¿ Ve esa pluma que le
he entregado ? Es mágica. Cuando comience la reunión, deberá presionar ligeramente la
pluma por su parte inferior, hasta que aparezca un botón.

Harry presionó la pluma ligeramente por su base como le decía Mallory y un pequeño
botoncillo surgió hacia afuera

-- Deberá pulsar ese botón. Una vez que haga esto, activará un mecanismo mágico de
grabación automática de todo lo que se diga y haga en la reunión. Sin duda alguna, tras el
transcurrir de la misma se utilizarán distintas técnicas mágicas a modo de demostración, las
cuales son sumamente interesantes para nosotros. Cuando acabe la reunión pulsará
nuevamente el botón y la transmisión nos llegará automáticamente.

279
--- O sea, que básicamente, realizaré una especie de labor de espionaje. Pero ¿ Cómo espera
usted que no me descubran ?

--- No se preocupe, nos hemos encargado de todo. Le proporcionaremos una nueva identidad y
un nuevo aspecto, para que pueda pasar totalmente desapercibido. Quinn le entregó una bolsa
a Harry, en cuyo interior había un pequeño frasco y varios documentos.

--- Será usted Yai Xinn, un hombre casado, antiguo trabajador del Banco de Magia Chino, el
Burlor Matxae. Pasará completamente desapercibido. Para aumentar su seguridad, recibirá un
entrenamiento intensivo para superar esos molestos detectores de mentiras muggles, por si
hiciera falta.

--- Entiendo. ¿ Algo más que deba saber, señor ?

--- Eso es todo, señor Fen. Como director Comercial, le doy la bienvenida a la empresa.
Siéntase como en su casa.

--- Muchas gracias, señor

Mientras tanto, a varios kilómetros de Marmotech, se estaba celebrando una reunión de


urgencia entre varios magos del país convocados por Huijn Tai y que formaba parte de la 2ª
fase de la misión.

--- Espero que todos lo hayáis entendido. La idea es muy simple, tenemos que crear en todo el
país una imagen terrorífica de él, para que todos le teman.

--- Te entendemos Huijn. Expandiremos el rumor de que John Divney es un cruel hechicero
que suele trabajar en solitario para grandes compañías mágicas, dijo Toi Pao, uno de los
asistentes a la reunión

--- Yo sugiero que podríamos añadir el elemento de que nadie ha visto nunca su rostro, indicó
otro de los asistentes

--- Es una buena idea, concedió Huijn

--- Únicamente se le conoce una persona de confianza, y eres tú, Huijn Tai. Eres su mano
derecha

--- Me gusta la idea

--- Se rumorea que aquellos que han visto su rostro provocaron su cólera y él les mató

--- Eso sugiere que es... digamos... ¿ una especie de mercenario ?

--- ¡ Exactamente ! Veamos, ¿ a alguien se le ocurre algo más ?

Nadie sugirió nada más.

--- Perfecto. La reunión ha acabado. Le comunicaré todos los detalles a John y le entregaré un
frasco de poción. No lo olvidéis, debemos expandir lor rumores por toda China.

En pocos minutos, el lugar quedó desierto. Huijn Tai, se preparó para reunirse con Harry en el
pueblo.

280
--- ¡ Felicidades, Harry ! Estás realizando muy buenos progresos con el portal
--- Si bueno, esta vez por lo menos no me he desmayado, John, contestó Harry, bastante
desanimado

--- Te dije que el uso del libro era extremadamente complicado y no debe hacerse a la ligera.
Debes poner toda tu alma, tu corazón y tus energías en su utilización, y una vez que estéis los
dos en comunión, debes de dejarte llevar por él, sólo así podrás verdaderamente controlarlo.
En caso de no hacerlo las consecuencias podrían ser....

John hizo una pausa y finalmente dijo:

--- No quiero ni pensarlo Harry.

--- Es que llevamos semanas y aún no he conseguido siquiera abrir el portal sin agotarme

--- Paciencia Harry, paciencia. Dicen que es la mejor de las ciencias. Yo mismo antaño tardé
años en poder dominarlo a la perfección, pero lo que has conseguido tú en este tiempo es
asombroso. Tan sólo espero que lo hayamos logrado antes de que la condesa lance su ataque
definitivo sobre todos los Mundos Mágicos.

--- Eso espero yo también John.

281
En ese momento, la puerta del despacho se abrió y por ella entró Hagrid, acompañado por un
joven mago pelirrojo, vestido con una túnica de seda.

--- ¿ Qué ocurre Hagrid ? preguntó John

--- ¡ Es horrible ! John, este joven acaba de llegar de Terramar y trae malas noticias.

--- Deja hablar al joven Hagrid, pidió John

--- ¡ Oh, sí, claro, perdona !

--- ¿ Qué nuevas traes del Mundo de Terramar, joven ?

El joven, de modales muy educados, avanzó unos pasos, hizo una reverencia en señal de
respeto y dijo:

--- Soy Ned, Maestro de Formas de la escuela de Roke, en Terramar. El Gran Archimago
Adama, tataranieto del legendario Archimago Gavilán, me ha enviado en una misión urgente
para pediros ayuda. El Pacto ha conquistado la mayor parte de las islas de Terramar, se ha
apoderado del reino de Atuán y están planeando asediar la isla de Roke

John se quedó muy asustado ante las preocupantes noticias que el joven Mago acababa de
transmitir. Pensativo, se quedó mirando a través de la ventana, meditando sobre el siguiente
paso a tomar. Minutos más tarde, se volvió a Hagrid.

--- Avisa a la directora Minerva. Es hora de actuar.

--- De acuerdo, John

--- Las noticias confirman lo que me temía. La guerra acaba de empezar, y El Pacto ya ha dado
el primer paso. Tenemos que contraatacar.

--- ¿ Qué piensa hacer ? preguntó Ned.


--- Os ayudaremos. Pero es urgente convocar antes un Concilio de extraordinaria urgencia
entre los representantes de todos los Mundos Mágicos. Debemos unirnos contra El Pacto.

--- Es una buena idea, señor. Le agradezco su ayuda

--- No tienes por qué agradecerme nada Ned. Lo haremos gustosos. En estos momentos es más
importante que nunca el estar ante todo unidos.

John se dirigió entonces a Harry:

--- Ya sabes lo que significa esto, Harry

--- Por supuesto, tenemos que intensificar el entrenamiento

--- Efectivamente, tienes que dominar cuanto antes el libro, así que esta tarde
intensificaremos las prácticas.

--- Puedes entregarle el mensaje al Archimago, Ned, y dále la invitación al Concilio.

--- Lo haré, señor.

282
Mundo de Terramar

Harry había estado en una de sus convenciones por el Mundo en calidad de espía. La
presentación había sido bastante aburrida. Una vez que finalizó, activó la pluma para enviar la
transmisión a Marmotech y bajó a la cafetería de un club cercano. Allí se reuniría con Teo
Bauser, un ejecutivo importante de Marmotech, y con Mark Thomps, otro agente de la
compañía. Harry esperaba descubrir algunas de las actividades de la compañía.

--- Me comunican que una vez más ha realizado muy bien su trabajo, señor Fen, la transmisión
ha llegado correcta y clara. Nadie sospecha de su identidad como Yai Xinn. Le estaba
comentando a su compañero Mark, que en la próxima misión será usted el encargado de
realizar una de nuestras misiones " especiales " las cuales sólo destinamos a los mejores
agentes. Él ha recibido su misión esta semana.

--- ¿ En qué consisten esas misiones especiales, señor Bauser ?

--- Por favor, no se ande con formalidades y llámeme Teo.

--- De acuerdo. ¿ Y bien... ?

--- Bueno, ya lo sabrá a su debido tiempo, señor Fen, pero más o menos viene a ser lo mismo
de siempre. Lo importante es el avance y el progreso ¿ no es así ? eso es lo que defendemos
en esta compañía.

--- Entiendo

--- Si para ello nos tenemos que quitar de enmedio a algún trasto muggle no creo que nadie
nos lo pueda echar en cara ¿ no cree usted ?

--- No, por supuesto

Harry empezaba a sospechar acerca de qué se trataban esas misiones especiales de la


Compañía. En realidad se trataba de crear sicarios mágicos para eliminar rivales de la

283
competencia para justificar los ideales de la compañía y al parecer Harry seria el próximo
asesino.

Debo de detenerlos, se dijo a sí mismo, más convencido que nunca.

--- ¿ Asistirá usted a la fiesta anual de la compañía el Martes que viene, señor Fen ?

--- Por supuesto. Puede usted confirmar mi presencia en ella. Y ahora, si no le importa volveré
a mi casa. He ocuparme de unos asuntos que tengo pendientes.

Media hora más tarde, Harry se encontraba en los alrededores de un bosque, esperando a que
Huijn Tai apareciese. Cuando le vio, ambos se abrazaron.

--- Cuanto tiempo, John: Creí que no volvería a verte esta vez. ¿ Sospechan de ti ?

--- En absoluto. Escucha Huijn, creo que ya sé en qué consisten las misiones especiales de la
compañía. Se dedican a eliminar rivales de la competencia mediante sicarios mágicos, los
cuales son seleccionados en las reuniones anuales que realiza la empresa por todo el Mundo.

-- ¡ Eso es horrible !

--- Hay más, Huijn, yo he sido elegido el próximo sicario.

--- Debemos de actuar antes de que eso ocurra.

--- Sé la ocasión perfecta para ello. La próxima semana la Compañía tiene pensado realizar una
enorme fiesta en la cual estarán seguramente todos los principales cargos de Marmotech.
Podemos acabar con ellos allí.

--- Perfecto. Yo avisaré a todos nuestros aliados para que se organicen, y una cosa más, me
encargaré de mandar unas misivas anunciando que John Divney acudirá a la fiesta.

---- Eso generará miedo y confusión lo cual...

--- Les hará más vulnerables a nuestro ataque. ¡ Es un plan perfecto Huijn !

--- Buena suerte John. Nos veremos en la fiesta.

--- Cuídate Huijn

Harry se despidió de Huijn Tai y se dirigió a su casa a descansar, pensando en cómo afrontar
la última fase de su plan para eliminar a Marmotech y cumplir con su misión.

El gran día llegó y Harry se reunió poco antes de la fiesta con Huijn Tai para ultimar los
detalles del plan.

--- Hemos reunido a un grupo de animales salvajes para causar aún más estragos durante la
ceremonia. No se preocupe, a usted no le atacarán, les hemos hechizado. Tómese para esto,
esta botella con el antídoto.

-- Durante la fiesta lanzaré el hechizo de confusión verbal y entonces el casos se desatará.


Parece un buen plan.

-- Tan sólo me queda desearle buena suerte, John

-- Muchas gracias por su ayuda Huijn, sin usted no lo habría logrado

--- No tiene por qué agradecerme nada muchacho. Habría hecho cualquier cosa que me hubiese
pedido con tal de acabar con esta instalación del Pacto.

284
Con gran placer, Harry se encontró nuevamente vistiéndose para la cena, que se anunciaba
excelente. Se sentó a la izquierda de Teo Bauser, teniendo al otro lado a un recién llegado de
aire importantísimo. Incluso Bauser parecía amistoso comparado con los dos iniciados del
Pacto, y la conversación con el neófito fue agradable.

Observó con sorpresa que Huijn Tai, quien había usado a su vez la poción multijugos para
pasar desapercibido, ocupaba un sitio preferente entre Gaius Baxter, el Presidente títere de la
Compañía, y Quinn Mallory, pero no miró a menudo en aquella dirección, porque Huijn Tai,
fijando en él su mirada, levantó imprudentemente su vaso guiñándole el ojo. Por lo demás, no
ocurrió nada de particular hasta que se hubo bebido a la salud del rey y Baxter se levantó para
pronunciar su discurso, momento que aprovechó Harry para lanzar el hechizo de confusión
verbal. Huijn Tai levantó el pulgar de su mano izquierda en señal de complacencia y Harry le
correspondió sonriéndole, el plan se iba desarrollando a la perfección.

Durante los primeros minutos, cualquiera que hubiese dirigido una mirada a las largas mesas
hubiera visto lo que se ve siempre en estas ocasiones. Allí estaban los plácidos rostros de los
típicos magos bons viveurs de cierta edad, a quienes la comida y el vino dieron un bienestar
que ningún discurso podía violar. Allí estaban los pacientes rostros de responsables pero
serios comensales que aprendieron desde hacía largo tiempo cómo proseguir sus propios
pensamientos, estando no obstante pendientes del discurso, lo estrictamente necesario para
unirse a la risa o al murmullo de aprobación cuando éstos parecían indicados. Allí estaban los
habituales rostros impacientes de algunos jóvenes indiferentes al oporto y anhelantes de
poder fumar. Y la exagerada y fingida atención de los empolvados rostros de las damas que
sabían sus deberes sociales. Pero si hubiese seguido mirando atentamente mesa por mesa,
hubiera observado un cambio en un momento dado. Habría observado que un rostro tras otro
se iban volviendo y mirando al orador. Hubiera adivinado en ellos, primero curiosidad,
después atención fija y más tarde incredulidad. Y finalmente se hubiera dado cuenta de que en
el comedor reinaba un profundo silencio que no turbaba ni una tos ni un crujido, que todas las
miradas estaban fijas en Baxter, y que todas las bocas se abrían con un gesto de fascinación y
de horror. Hary comenzó a reírse en su interior.

Entre los distintos concurrentes, el cambio se produjo de una forma diferente. En Edward
Frost, uno de los integrantes del Consejo de Marmotech, y a la vez, miembro importante del
Pacto, comenzó en el momento en que oyó a Baxter terminar una frase diciendo “un
anacronismo tan grosero como confiar en la redención de los muggles como salvación de la
guerra moderna”. Frost creyó oír la “retención de los muggles”. ¿Cómo podía aquel imbécil
pensar lo que estaba diciendo? El desatino lo irritó en extremo. Quizá... Pero, ¡hola! ¿qué
ocurría? ¿Es que había oído mal? Porque Baxter parecía estar diciendo que la futura densidad
del Mundo Mágico dependía de la “retención de los muggles en la Naturaleza”.

Frost pensó: “Está borracho”. Después, con una claridad cristalina, Baxter añadió: “La
mandrágora de la espesura debe ser talthibianizada”. Mallory tardó más en darse cuenta de lo
que ocurría. No había esperado oír un discurso que tuviese significado alguno, y durante un
buen rato estuvo escuchando palabras tras palabras que no perturbaron su atención. Pensaba,
en realidad, que Baxter navegaba muy ceñido, y que el menor paso en falso privaría al orador y
al auditorio de poder incluso pretender que decía nada en concreto. Pero mientras no fue
franqueada la frontera, admiraba el discurso; estaba totalmente dentro de su género. Después
pensó: “¡Vamos! Esto es ir demasiado lejos. Incluso ellos deben ver que no se puede hablar de
aceptar el reto del pasado arrojando el guante al futuro...” Miró cautelosamente alrededor de
la habitación. Todo estaba normal. Pero no sería así si Baxter no se sentaba pronto. En la
última frase había palabras que él no conocía. ¿Qué diablos querría decir con Aholiar? Miró de
nuevo hacia la habitación. La concurrencia prestaba una atención excesiva, lo que siempre era
mala señal. Entonces vino la frase:

--- Los surrogatos esemplantan en una continuidad de variaciones porosas.”

285
Mark, continuaba riéndose en su sitio. La aparición de aquel polichinela en el momento
culminante de su historia era una mera interrupción. Corría demasiado peligro y, al mismo
tiempo, de cierto modo precario, era demasiado feliz para preocuparse de Baxter. Después de
esta noche, habría acabado definitivamente con Marmotech y podría empezar con el siguiente
trabajo. Una o dos veces, alguna frase que llegó a su oído le hizo sonreír, ya sin reprimirse.
Harry se fijo en su vecino de mesa. Se dio cuenta de su creciente inmovilidad. Observó que
todo el mundo, salvo él, escuchaba atentamente. Levantó la cabeza y miró sus rostros.

--- “No haremos tal, iba diciendo Baxter, no haremos tal, hasta que podamos garantizar la
erebación de todos los prostundinarios initemos.” A pesar de lo poco que le interesaba Baxter,
aquel galimatías le produjo aún más carcajadas, que empezaron a contagiar al resto de los
presentes, los cuales también habían oído aquella jerigonza, con la única excepción quizá de
Huijn Tai, quien parecía muy concentrado, en actitud alerta, como esperando que ocurriese
algo, en una pose solemne como si fuera un juez. Sin duda alguna este discurso era digno de
ser recordado.

Mallory no olvidaba un solo momento que había periodistas presentes. Esto, en sí, no
importaba gran cosa. Si al día siguiente aparecía algo coherente en los periódicos mágicos de
China, sería para él juego de niños decir que los periodistas estaban borrachos y arruinar su
carrera. Por otra parte, podía dejar que el relato pasase. Baxter era, bajo muchos conceptos,
un estorbo, y aquella podía ser una oportunidad como otra de poner fin a su actuación. Pero
no era esta la cuestión inmediata. Mallory se estaba preguntando si debía esperar que Baxter
se sentase o levantarse e interrumpirlo con algunas frases oportunas. No quería una escena.
Sería mejor que Baxter se sentase por propia decisión. Al mismo tiempo, reinaba ahora en
aquella habitación atestada una atmósfera que aconsejaba a Mallory no esperar demasiado.
Mirando las manecillas de su reloj, decidió concederle todavía dos minutos. En cuanto hubo
tomado esta decisión se dio cuenta de que lo había juzgado mal. Del fondo de la mesa se
elevaron unas carcajadas no parecían detenerse. Alguna bruja alocada sufría una crisis de
histerismo. Inmediatamente, Mallory tocó el brazo de Baxter, le hizo una seña con la cabeza y
se levantó.

—¿Eh? ¿Bloycher bulldoo? murmuró Baxter.

Pero Mallory, apoyando una mano sobre el hombro del pequeño Director, pausadamente pero
con todo su peso, lo obligó a sentarse. Entonces Mallory se aclaró la voz. Todas las miradas
convergieron en el acto sobre él. Las brujas dejaron de gritar. La gente, que había permanecido
con una inmovilidad de muerte, relajó sus músculos. Mallory recorrió la habitación con la
mirada, en silencio, juzgando de su presa sobre el auditorio. Vio que los tenía en la mano.
Entonces comenzó a hablar.

Mallory esperaba ser acogido con ciertos murmullos de aprobación y al propio tiempo de
sentimiento por la pérdida de la tragedia que acababan de presenciar, pero lo que vio lo dejó
atónito. Aquel mismo silencio y atención que habían prevalecido durante el discurso de Baxter
reinaban de nuevo. Las bocas abiertas y los ojos sin parpadear le enviaban a todas partes su
aprobación. Una bruja comenzó a reírse de nuevo. O no, mejor dicho, eran dos. Walter Cosser,
otro miembro del Pacto, después de una mirada atemorizada, se levantó de su silla y salió de
la habitación.

El Vicepresidente no podía comprender lo que pasaba, porque, según él, estaba pronunciando
el discurso que había preparado. Pero el auditorio le oía decir:

—Tidies y fugleman, furrar de todos, más aprisa, rebuchar lo indefendible, cre, espero
Aspasia, lavabos, si los tiburones, acaso por ostonomia...

La bruja que se había reído se levantó precipitadamente. El muggle que estaba a su lado le oyó
murmurar “Vood, wooloo...”, y tanto aquellas palabras sin sentido como la expresión
irracional del momento lo enfurecieron. Se levantó para ayudarla a retirar la silla con uno de
aquellos movimientos de salvaje cortesía que a menudo, en la sociedad muggle moderna,

286
hacen el oficio de golpes. En realidad, le arrancó la silla de las manos. La bruja lanzó un grito,
tropezó con la alfombra y cayó. El mago que estaba a su otro lado la vio caer y observó la
expresión de furia de su compañero.

--- “Bot que tu blamit”, rugió, y acto seguido sacó su varita mágica con expresión
amenazadora.

Cuatro o cinco comensales se habían levantado ya y gritaban. Al mismo tiempo, la agitación


se propagaba. Algunos de los más jóvenes se dirigían hacia la puerta.

--- “Bundlemen, bundlemen”, decía Mallory gritando con todas sus fuerzas.

En diferentes ocasiones había conseguido restablecer la calma de una reunión elevando


simplemente la voz o diciendo una palabra con energía. Pero esta vez nadie lo escuchó. Lo
menos veinte de los presentes trataban en aquel momento de hacer lo mismo. Para cada uno
de ellos era claro que una palabra sensata pronunciada en alta voz restablecería la cordura del
ambiente. Todo el mundo pensaba en una palabra donosa, en una frase acertada, en algo que
impusiese de nuevo la calma y la tranquilidad. Como consecuencia, de los diversos ámbitos de
la sala se elevó un espantoso guirigay. Frost fue el único de los dirigentes que no intentó decir
nada. En lugar de ello, escribió algunas palabras en un trozo de papel, hizo una seña a un
criado y le hizo comprender que debía dárselo a Jasmine. Esta desdobló el papel, y leyó:

“Blunt instantanemante cost trima curia. Cros”, y lo arrugó. En el momento en que el papel
llegó a sus manos, el clamor era universal. A Mark le daba la impresión de un restaurante
atestado en un país extranjero. Jasmine sabía, ya antes de recibir el billete, que estaba medio
borracha. Lo había hecho deliberadamente, porque tenía el proyecto, después de la cena a
última hora de la noche, de ir a las celdas de la compañía a pasar el rato. Había una nueva
prisionera, una muchacha muggle suave y rubia de las que le gustaban a Jasmine, con la que
podía pasar una hora agradable torturándola. Aquella algarabía no la asustó; la encontraba
excitante. Aparentemente, Frost quería que ella hiciese algo. Decidió hacerlo. Se levantó,
cruzó el comedor hasta la puerta, la cerró, se metió la llave en el bolsillo y se volvió para
contemplar a la concurrencia. Se dio cuenta por primera vez de que no se veían por ninguna
parte ni a Harry ni a Huijn Tai. Mallory y Baxter, ambos de pie, estaban luchando a brazo
partido. Se dirigió hacia ellos.

Había ya tanta gente de pie que necesitó algún tiempo para llegar hasta ellos. Todo aspecto de
comida oficial había desaparecido; parecía más bien una escena de estación de ferrocarril en
un día de fiesta. Todo el mundo trataba de restablecer el orden, pero nadie era inteligible, y
todos, en su esfuerzo de ser comprendidos, elevaban más y más la voz. También ella lanzó
varios gritos. Tuvo incluso que luchar bastante antes de alcanzar la meta.De repente se oyó un
ruido ensordecedor, al que siguieron unos instantes de silencio mortal. Harry se dio cuenta,
primero, de que Baxter había sido asesinado, y después de que Jasmine fue quien había
lanzado la maldición asesina. Más tarde le fue difícil saber lo ocurrido. Él decidió seguir
escondido bajo la mesa, viendo cómo se desarrollaban los acontecimientos. El estruendo y el
griterío podían ocultar mil medios razonables para desarmar a la asesina, pero era imposible
concertarlos. Sólo se consiguió que hubiese hechizos, golpes, luchas, mesas que rodaban sobre
otras mesas, gritos y rotura de cristales. Jasmine lanzaba hechizos y maldiciones asesinas a
diestro y siniestro una y otra vez. Fue el olor más que nada lo que recordó la escena a Harry
posteriormente; el olor de la madera quemada, unido a una pegajosa mezcla de sangre, oporto
y madera. Súbitamente, la espantosa confusión de gritos se convirtió en un prolongado alarido
de terror. Todo el mundo estaba más asustado. Una forma había aparecido entre las dos largas
mesas, ocultándose bajo una de ellas. Acaso la mitad de los presentes no vieron de qué se
trataba; sólo percibieron algo negro y rayado. Los que lo habían visto claramente no podían
decírselo a los demás; sólo conseguían señalar y articular sílabas sin sentido. Pero Harry lo
había reconocido. Era un tigre.

Harry salió de su escondite bajo la mesa y corrió a la esquina contraria de la sala. Por primera
vez durante la noche, todo el mundo se dio cuenta de cuántos escondrijos contenía la
habitación. El tigre podía estar bajo una de las mesas. Podía estar en cualquiera de los huecos

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de las profundas ventanas, detrás de las cortinas. También había un biombo en una de las
esquinas del comedor.

No hay que suponer ni un instante que nadie conservase la cabeza. Con fuertes gritos y
urgentes súplicas al vecino inmediato, todo el mundo trataba de sofocar el pánico y proceder a
una retirada en orden, indicando que la fiera podía salir al espacio abierto y ser abatida allí
mediante las varitas mágicas. Pero el frenesí del ambiente frustró todos los esfuerzos. Era
imposible detener los dos movimientos que se producían. La mayoría no había visto a Jasmine
cerrar la puerta con su hechizo, y se apretujaban encaminándose a ella, intentando huir a toda
costa; lucharían, matarían, si era preciso, con tal de poder alcanzar aquella puerta. Una gran
mayoría, por otra parte, sabía que la puerta estaba cerrada y pensaba que debía haber otra, la
puerta de servicio, la puerta por donde había entrado el tigre. Se agrupaban en el extremo
opuesto del comedor para encontrarla. En el centro de la habitación se encontraban estas dos
olas de comensales, una enorme melée futbolística, al principio ruidosa de frenéticas
exclamaciones; pronto, mientras la lucha arreciaba, casi silenciosa, salvo el sonido de las
respiraciones jadeantes, de los pies que pisoteaban y de los lamentos sin significado.

Cuatro o cinco de los combatientes rodaron por el suelo arrastrando los manteles de la mesa y
con ellos las fuentes de fruta, los jarros, los platos y las copas. En aquella confusión, todos,
con un aullido de terror, vieron aparecer al tigre. Esto ocurrió tan rápidamente que Harry casi
no se dio cuenta de ello. Vio la espantosa cabeza, la expresión felina de su boca, los ojos
relucientes. Vió varios rayos de distintos hechizos lanzados al aire. Todos fallaron. Un cuerpo
blando, blanco y sanguinolento, yacía entre los pies de los que luchaban. Harry no pudo
reconocer al principio lo que era, porque el rostro estaba al otro lado y las muecas lo
desfiguraban, hasta que estuvo muerto del todo. Entonces reconoció a Jasmine.

A Mallory y a Frost no se los veía ya. Oyó un aullido a su lado. Mark se volvió, creyendo haber
localizado al tigre. Entonces vio con el rabillo del ojo algo más pequeño y más gris. Creyó que
se trataba de un perro alsaciano. En este caso, el perro debía de estar loco. Corría a lo largo de
la mesa, con la cola entre las piernas, babeando. Una bruja, apoyada de espaldas a la mesa, lo
vio, trató de gritar y cayó al suelo cuando el animal se arrojó a su garganta. Era un lobo.

--- “¡Ay, ay!”, gritaba Teo Bauser, subiéndose de un salto a la mesa. Algo se había deslizado
también entre sus pies. Harry lo vio arrastrarse por el suelo y detenerse contemplando aquella
masa humana aterrorizada que fue presa de una nueva frenética convulsión. Era una
serpiente. En medio del caos de gritos que reinaba en la habitación, en la que parecía haber un
nuevo animal cada minuto, resonó finalmente un ruido que dio cierto alivio a los que lo
reconocieron. La puerta era golpeada desde fuera. Era una puerta enorme, una puerta por la
que hubiera podido entrar una pequeña locomotora, porque la habitación había sido
construida a imitación del gran Castillo de la condesa, herencia de su antepasado Drácula. La
puerta no podía ser derribada mediante hechizos. Ya uno o dos de los entrepaños habían
saltado. El ruido enloquecía a los que habían hecho de la puerta su meta. Parecía también
enloquecer a los animales. No cesaban de devorar lo que mataban, o se limitaban a lamer la
sangre. Por todas partes había cuerpos muertos, porqué la catástrofe alcanzaba ya hasta los
animales. Y de todos los ámbitos brotaban voces tratando de gritar a los que estaban detrás de
la puerta: “¡Aprisa! ¡Aprisa! ¡Pronto!”, pero sólo conseguían proferir sílabas sin sentido. En un
momento dado, un enorme gorila subió de un salto sobre la mesa y comenzó a golpearse el
pecho. Después, con un gruñido, saltó sobre el grupo. A Harry empezaron a pasársele los
efectos de la poción multijuegos y comenzaba a recuperar su verdadero aspecto.

Finalmente, la puerta cedió. Las dos hojas se abrieron. El corredor, enmarcado por la puerta,
estaba obscuro. De la obscuridad salió algo gris que serpenteaba y se agitaba en el aire;
después comenzó metódicamente a apartar a los lados la madera hecha astillas de la puerta
para abrirse paso. Entonces Harry vio claramente cómo se curvaba, se enroscaba a un hombre,
el cual le pareció que era Yafar, pero todo el mundo tenía ahora un aspecto diferente, y
elevaba su cuerpo hacia lo alto. Después, monstruosa, increíble, la enorme corpulencia de un
elefante entró en la habitación con sus ojos enigmáticos, sus orejas rígidas como las alas de
un demonio a cada lado de la cabeza. Mantuvo algunos segundos a yafar en alto y después lo
arrojó al suelo y lo pisoteó. Entonces levantó la cabeza y, con la trompa alzada, lanzó un

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horrible barrito; después avanzó en estampida al centro de la habitación, barritando y
pisoteando, pisoteando como un hombre que pisase uvas, pesadamente y al poco rato
húmedamente, aquel montón de huesos, carne, vino, frutas y manteles empapados en sangre.
Ante aquel espectáculo, algo más que el terror invadió el cerebro de Harry. El orgullo y la
gloria insolente de aquel animal, la indiferencia de su matanza, parecían aplastar su espíritu
casi como si lo pisoteasen aquellos pies planos que ahora aplastaban muggles, magos y brujas.
Allí, con toda seguridad, estaba el Rey del Mundo... Después, todo se obscureció rápidamente
y cayó inconsciente.

Merlín, quien había estadompresente durante la fiesta, fue quien llevó alivio a Harry. Salió de
la habitación en cuanto la maldición de Babel cayó sobre sus enemigos. Nadie lo vio salir.
Mallory oyó una vez su fuerte voz intolerablemente alegre dominando el alud del absurdo.

---- Qui Verbum Dei contempserunt, eis auferetur etiam Verbum hominis. (Aquellos que
despreciaron la palabra de Dios, les será también quitada la palabra del Hombre.)

Merlín se había ido después de destrozar su casa. Liberó los animales y a los hombres. A los
animales que estaban ya mutilados los mató con un instantáneo hechizo, rápido e indoloro
como los suaves dardos de Artemisa. Los demás prisioneros se fueron donde quisieron.

Merlín, acompañado por un oso, avanzó por los largos y desiertos corredores de Marmotech.
La saliva caía de su boca y comenzaba a gruñir. Pensaba en aquellos sabores salados y cálidos,
en la agradable resistencia de los huesos, en cosas que roer, lamer y deplorar.

Harry sintió un estremecimiento cuando el frío choque del agua le azotó el rostro. Se sentó
con dificultad. En la habitación no había más que los cuerpos destrozados de los muertos. La
luz eléctrica iluminaba la repugnante confusión de comida y suciedad, lujo destrozado y
magos mutilados, cada uno más asqueroso que el otro. Fue Huijn Tai quien lo despertó.

--- ¡ Levántate, John ! dijo, ayudando a Harry a ponerse en pie. Harry se levantó. Le dolía la
cabeza, y excepto algunos cortes y contusiones, estaba ileso. Huijn Tai le sirvió vino en una de
las grandes copas de plata, pero Mark se alejó de él con un estremecimiento. Miró con
asombro el rostro del desconocido, y sintió que le ponían una carta en la mano. Puedes
continuar con tus trabajos, Harry, la misión ya está cumplida. Harry rectrocedió asustado.
¿ cómo sabía Huijn quien era realmente ? A menos que…

--- No hay que fiarse de las apariencias Harry, dijo Huijn. Haz caso d elos consejos de este viejo

--- ¡ Merlín !

---- En efecto, ¿ qué creías, que no sabía yo también de la existencia de la poción multijugos,
muchacho ? No te preocupes que seguiré ayudándote en tu duro camino al Libro.

--- Pero Merlín, yo querría saber cómo…

Pero Merlín fijó en él sus ojos con imperturbable autoridad, puso una mano sobre su hombro y
lo empujó hacia el montón de astillas que había sido la puerta. Sus dedos producían
unacuriosa sensación sobre la piel de Harry. Merlín lo llevó al guardarropa, lo obligó a tomar
una capa mágica de invisibiblidad y un sombrero (ninguno de los cuales era suyo) y de allí
salió al aire libre, bajo la luz de las estrellas y el crudo frío de las dos de la mañana. Algunos
copos de nieve comenzaban a caer. Vaciló. Dio un paso atrás durante un segundo; después,
con la mano abierta, Merlín le dio un golpe en la espalda.

--- ¡ Ve, Harry !

A Harry, mientras vivió, le dolían siempre los huesos al recordar aquel golpe. Un momento
después se encontró corriendo como jamás había corrido desde que era niño; no de miedo,
sino porque sus piernas no querían pararse. Cuando de nuevo fue dueño de ellas, se encontró a
media milla de Marmotech, y al mirar hacia atrás vio una luz en el cielo.

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Mallory no estaba entre los que murieron en el comedor. Sabía, naturalmente, todas las
salidas posibles del comedor, y antes de que llegase el tigre ya se había escapado. Comprendió
lo que ocurría, si no perfectamente, por lo menos mejor que los demás. Vio que el falso Wein
Fun era quien lo había hecho prácticamente todo. Y con ello, supo también qué poderes
ultrahumanos habían ido a destruir Marmotech; Había alguien más muy poderoso detrás de
todo esto. Aquello representaba que sus propios obscuros Maestra, la condesa, se había
equivocado completamente en sus cálculos.

Lo único que le quedaba por hacer era huir e informar de lo ocurrido a la condesa, así que se
dirigió al vestíbulo, en busca de una escoba mágica. Los animales habían desaparecido. Sabía
que corría el peligro de encontrar alguno por los corredores, pero tenía que correr el riesgo. El
peligro, con cierta moderación, actuaba sobre él como un tónico. Salió por la parte trasera de
los laboratorios y llego al vestíbulo. No pudo encontrar su escoba en el mismo, asi que cogió
otra, una Nimbus antigua, del 2010. La noche era fría; parecía a punto de nevar. Se estremeció
por primera vez aquella noche; detestaba la nieve.

En aquel momento tuvo la extraña sensación de que había alguien en los alrededores del
edificio.

---- “¿Quién está ahí?”, preguntó secamente. Decidió bajar a verlo. Pero con gran sorpresa
suya, su cuerpo no obedeció a su decisión; en lugar de ello, su cuerpo se aferró fuertemente a
la escoba y salió volando a una velocidad endiablaba a muy baja altura. Sintió que no podía
volver la cabeza ni dejar de avanzar. Iba a una velocidad estúpidamente veloz, en medio de
aquella maldita nieve. No había elección posible. Había oído hablar de coches muggles que se
conducían desde el asiento trasero, y ahora parecía que esto ocurriese realmente. Entonces,
con ansiedad, vio que se había salido del camino, conservando su loca velocidad, saltaba y
corría por la parte llamada Wayne Hill , la vieja carretera romana que va de Marmotech a
Pekín, llena de hierba y rodadas. “¿Qué es esto? pensó Mallory. ¿Qué diablos estoy haciendo?
¿Es que estoy borracho? Me voy a romper el pescuezo a este paso, si no tengo cuidado...” Pero
la escoba seguía avanzando como si fuese guiada por alguien que considerase aquella pista una
excelente ruta y el camino lógico para llegar a Pekín.

Mallory, no gravemente herido, pero intensamente agitado, abandonó la escoba media hora
más tarde. La escoba se había detenido en el fondo de un profundo barranco, y Mallory,
siempre dispuesto a mirar el lado agradable de las cosas, pensaba, mientras trataba de salir de
allí, que la aventura hubiera podido terminar peor..., porque hubiera podido ocurrirle con su
propia escoba. La capa de nieve era profunda en el fondo del barranco, y él estaba
completamente mojado. Al levantarse y mirar alrededor vio que no estaba solo. Una alta y
sólida figura vestida con una sotana negra estaba delante de él, a unas cinco yardas de
distancia. Estaba vuelto de espaldas, y Mallory pudo ver que llevaba una varita en la mano, el
mago comenzó a andar tranquilamente. “¡Eh!”, le gritó Mallory. El hombre se volvió, lo
contempló en silencio durante algunos segundos y reanudó la marcha. Mallory se dio cuenta
en el acto de que aquel mago era un mortífago enviado por el emergente Lord Voldemort.
Mallory lo miró con desprecio. Intentó seguirlo, pero se dio cuenta de que no podía, con sus
zapatos empapados y llenos de barro, seguir el rápido paso de aquel hombre. No lo intentó. La
negra silueta llegó a una puerta, se detuvo y produjo un ruido sibilante. Al parecer, hablaba en
pársel con una serpiente a través de la puerta. Un momento después, Mallory no pudo ver bien
cómo había sucedido, el mago franqueaba la puerta, montaba a caballo y emprendía un veloz
galope por el vasto campo lechoso que cortaba el horizonte.

Mallory no tenía la menor idea de dónde estaba, pero veía claro que lo primero que había que
hacer era alcanzar una carretera. Necesitó más tiempo del que había creído. No helaba ya, y
profundos charcos estaban ocultos bajo la capa de nieve. Al extremo de la primera colina se
metió en un cenagal de tal especie que se vio obligado a abandonar los restos de la calzada
romana y echar a campo traviesa. La decisión fue fatal. Estuvo dos horas buscando huecos por
donde franquear setos y vallas, y tratando de alcanzar lo que le parecían carreteras desde
lejos, pero que resultaban no ser tales cuando llegaba a ellas. Siempre había detestado el
campo y la intemperie, y jamás le había gustado andar. Había perdido su varita mágica.

290
Cerca de las doce encontró una carretera sin ningún poste indicador, que le llevó en una hora
a la carretera principal. Allí, gracias a Dios, había un tráfico bastante intenso, tanto de
carruajes como de peatones, que iban en una misma dirección. Los tres primeros coches no
hicieron caso de sus señales. El cuarto se paró.

--- ¡Pronto! ¡Métase dentro! le dijo el conductor.

— ¿Va usted a Pekín? preguntó Mallory con una mano en la portezuela.

—¡ Por Cristo, no! repuso el otro. ¡ Pekín está allá! dijo señalando hacia atrás. Si quiere
usted ir, vaya...

El hombre parecía sorprendido y considerablemente excitado.Finalmente, no tuvo más


remedio que seguir caminando. Todos los vehículos se marchaban de Pekín. Ninguno iba hacia
allí. Feverstone estaba sorprendido. Sabía cuanto hacía referencia al éxodo (incluso había
formado parte de su plan deshabitar la ciudad tanto como fuese posible), pero suponía que
habría terminado ya. Durante toda aquella tarde, mientras siguió avanzando y resbalando
sobre la nieve helada, los fugitivos iban pasando por su lado. No tenemos, naturalmente,
ninguna prueba fehaciente de lo que ocurrió en Pekín esa tarde y aquella noche. Pero tenemos
muchos relatos del porqué tanta gente se decidió a abandonarlo en el último momento. Las
versiones llenaron los periódicos durante semanas enteras, y fueron objeto de las
conversaciones durante meses, hasta que finalmente se convirtió en una broma. “No, no
quiero saber cómo escapó usted de Pekín”, acabó siendo la frase de ritual. Pero detrás de las
exageraciones queda la indiscutible verdad de que un sorprendente número de magos y
muggles abandonaron la ciudad a tiempo.
Uno recibió un aviso de su padre moribundo; otro decidió súbitamente, sin que pudiese decir
la razón, tomarse unos días de vacaciones; otro se marchaba porque las tuberías de su casa
habían reventado con la helada y consideraba más práctico estar fuera hasta que las
arreglasen. No pocos de ellos se marcharon por alguna causa trivial que se les antojó un
presagio: un sueño, un espejo roto, hojas de té en una taza... Presagios de la más remota
especie renacieron enaquellas circunstancias. Uno había oído bramar a su asno; otro, maullar
a su gato, diciéndole tan claramente como el agua: “¡Márchate!...” Y centenares de ellos se
marchaban también por la sencilla razón de que los habían echado de sus casas, destruido su
modo de vivir, y veían sus libertades amenazadas por la Policía Institucional.

Sobre las cuatro de la tarde, Mallory se sintió arrojado al suelo por una sacudida. Fue la
primera impresión. Continuaron, aumentando en frecuencia, durante las horas que siguieron.
Eran horribles estremecimientos que pronto se convirtieron en una especie de oleadas de la
tierra y un creciente murmullo de extensos ruidos subterráneos. La temperatura empezó a
subir. La nieve iba desapareciendo por todas partes, y a veces se encontraba metido en el agua
hasta la rodilla. El vaho de la nieve fundida saturaba el aire.

Cuando llegó al borde del último declive que daba a Pekín, no pudo ver nada de la ciudad; sólo
niebla a través de la cual llegaba hasta él una extraordinaria confusión de luces. Otro choque
lo hizo tambalearse. Decidió no bajar a la ciudad; daría la vuelta y seguiría el tráfico. Iría hasta
el ferrocarril y trataría de buscar alguna estación. En su mente apareció la imagen de un buen
baño caliente, y se vio haciendo el relato de lo ocurrido en el salón de su club. Ya era algo
haber sobrevivido a Belbury y a Bracton. Había sobrevivido a muchas cosas durante su vida, y
creía en su buena suerte.

Empezaba ya a bajar algunos pasos cuando tomó esta decisión y dio la vuelta en el acto. Pero
en lugar de subir se dio cuenta de que bajaba. Como si se encontrase en la superficie
resbaladiza de una montaña, el suelo huía bajo sus pies cuando trataba de subir. Cuando se
detuvo estaba treinta yardas más abajo. Empezó de nuevo a subir. Esta vez sintió que sus pies
le fallaban, y cayó de bruces en medio de piedras, tierra, hierbas y agua que se vertían sobre él
en horrenda confusión. Era como cuando el nadador es cogido por una gran ola, pero era una
ola de tierra. Pudo ponerse de pie nuevamente: se volvió de cara a la colina.

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Detrás de él, el valle parecía haberse convertido en el Infierno. El pozo de niebla ardía con una
llama violeta cegadora, el agua rugía por todas partes, los edificios se derrumbaban, las
muchedumbres chillaban. La colina que tenía delante era una ruina; no había rastro de
carretera, campo, setos ni vallados: sólo una catarata de tierra desprendida que corría hacia
abajo. La pendiente era mucho más fuerte de lo que había sido. Tenía la boca y el cabello
llenos de tierra. La pendiente parecía aumentar a simple vista. El borde iba subiendo
paulatinamente. Entonces la ola de tierra se levantó, se arqueó, tembló, y con todo su peso y
su estruendo cayó sobre él.

TRABAJO 3º : EL CÍRCULO DE LA MEDIA NOCHE

Harry regresó a Hogwarts, y decidió descansar unos días antes de comenzar con el nuevo
trabajo que le haba encomendado Lucilla. Al parecer, deba investigar acerca de unas
misteriosas muertes de magos que estaban dándose últimamente en los alrededores del
místico lugar de Stonehenge y que al parecer tenían relación con algo llamado " El círculo de
la Media Noche ". Harry decidió consultar al profesor Slughorn acerca del tema, así que se
dirigió a su despacho. Como Harry bien sabía, en el condado de Wiltshire, en el sur de
Inglaterra, en la región caliza existente entre Amesbury y Warminster, no muy lejos del río
Avon, se encuentra Stonehenge (Stone, significa piedra y Henge hace referencia a un
monumento de bordes circulares), es el monumento megalítico más extraordinario y
enigmático del mundo. Su construcción, si bien no se sabe a quien atribuírsela, se cree que
tiene mucha relación con alguna asociacin Mágica. Desde la antigüedad, Stonehenge ha
despertado la atención y la admiración de los magos y de los muggles por su extraña y
sorprendente arquitectura. No hay actualmente nada en el mundo que de manera alguna
pueda compararse con este misterioso santuario, construido no con argamasa y piedra, sino
simplemente con grandes bloques rectangulares de piedras.

En primer lugar, a Harry no le extrañaba nada que el monumento fuese erigido precisamente
en la llanura de Wiltshire, pues, como hacen notar frecuentemente los distintos historiadores
e historiadoras mágicas de gran renombre, como Bathilda Bagshot, la región es la más elevada
de las planicies del sur de Inglaterra que la rodean. Y fue en esa planicie en donde se
levantaron los mayores campamentos prehistóricos muggles en la antigüedad. Por entonces
las tierras bajas de Gran Bretaña eran del todo inhabitables, principalmente a causa de los
espesos bosques de robles que las cubrían. Por este motivo, los primitivos agricultores
buscaron para el cultivo los altos collados de tierras arcillosas y calcáreas, en donde el blando
suelo de escaso grosor podía fácilmente ser trabajado, parcelando el terreno en pequeños
prados para cultivar el trigo y otros granos. Harry saba también que Stonehenge estaba
constituido por grandes bloques rectangulares de piedra ordenados en círculo, formando
dinteles.

A menudo se ha querido ver al monumento como la obra de un pueblo de los tiempos


prehistóricos, más bárbaro quizás que sus vecinos, pero hay que reconocer que la cuidadosa
conformación y perfecto acabado de los grandes monolitos, el uso de piedras colocadas
horizontalmente para la formación de los dinteles, y sobre todo la coherencia y armonía del
conjunto como obra de arquitectura, ponen a Stonehenge muy pronto por encima de las
construcciones ordinarias megalíticas prehistóricas de Europa Occidental. Por ello no debe
sorprender el interés de los muggles y la fama de Stonehenge. Durante centenares de años,
científicos e investigadores han rivalizado por encontrar el origen y significado de este
monumento, pero, a pesar de tantas cábalas e hipótesis, lo cierto es que el misterio del
significado de las ruinas de Stonehenge sigue en pie.

Al principio, cuando el monumento no había sido deteriorado por el paso del tiempo y por los
continuos saqueos de los muggles de la zona, que acudían a ese santuario para llevarse las
piedras, el círculo estaba formado por 30 columnas unidas por un dintel continuo de bloques
cortos, los cuales montaban encima de las columnas o monolitos de tal manera que cada uno
se apoyaba en dos columnas consecutivas. Todas estas columnas o menhires son de sersen,
una clase de piedra arenisca que se encuentra en los Marlborough Downs, a unos 30 Km. al

292
norte de Stonehenge, y cada uno pesa alrededor de 25 toneladas. Los bloques colocados en
cima, formando el dintel, también son de sersen y pesan alrededor de 7 toneladas cada uno.

Harry saba además, que la construcción interior, en forma de herradura, era un conjunto de
cinco trilitos, Cada uno de ellos consistía en dos menhires de unas 45 toneladas, coronados
por un enorme bloque que forma el dintel. Todos ellos también compuestos por sersen.

Como puede comprenderse, este peristilo de monolitos y la herradura interior siempre ha


causado admiración no sólo por su grandeza sino por la precisión y finura del trabajo que
ejecutaron sus misteriosos constructores. Producen también grata impresión a la vista por su
coloración gris y la erosión producida por la acción del agua y el viento en el transcurso de los
siglos.

El conjunto formado por el círculo exterior de la herradura, está repetido a una escala mucho
más pequeña con piedras azules, las cuales quedan muy pocas hoy día. Esas piedras, o
bloques, son bastante menores que las de sersen y no tienen la finura de trabajo de las
mismas.

Lo que llama la atencin de estas piedras azules es que son rocas (principalmente doleritas y
riolitas volcánicas) que solamente se encuentran en cantidad en los montes de Presely, en el
extremo oeste del País de Gales. Al mismo tiempo que es una muestra de la importancia y
veneración que debían sentir aquellos muggles o hechiceros prehistóricos por esas piedras
azules, cuyo significado ha escapado a los estudios más profundos de los magos más sabios de
todos los tiempos.

Es indiscutible que, inmediatamente después de la conquista de Inglaterra por los normandos,


Stonehenge era ya conocido y venerado como una de las maravillas de Gran Bretaña. El
famoso historiador muggle del siglo XII, Geoffrey de Monmouth, obispo de San Asaph, indicó
que las famosas piedras haban sido llevadas a la llanuras de Wiltshire desde Irlanda, por el
mago Merlín, conocido en esos días como Ambrosio, mentor del rey Arturo. Posteriormente,
según el historiador, los círculos de menhires sirvieron de lugar de enterramiento para
Pendragón, padre del Rey Arturo.

Esta leyenda fue desvaneciéndose con el paso del tiempo para, en el siglo XIII, quedar
completamente desacreditada. Pero, en cambio, cosa increíble, se atribuyó a los druidas, a los
hechiceros celtas o a los magos élficos, la fundación del singular monumento, que debían
utilizarlo para rendir culto al Sol y señalar las estaciones. Más tarde se atribuyó a los
romanos, a los fenicios o a los daneses.

Hoy día, este enigmático monumento megalítico está bajo la protección especial del
Ministerio de Magia, que se ha cuidado de restaurarlo en las partes más importantes,
utilizando potentes hechizos de sujección alrededor de las piedras, en un loable esfuerzo para
impedir que desaparezca ese santuario que nos habla de las civilizaciones que nos han
precedido y que han desaparecido en la noche del tiempo junto con su sabidura mágico-
religioso-atronómica.

Finalmente Harry llegó a las inmediaciones del despacho del profesor Slughorn. Desde la
distancia pudo escuchar a dos jóvenes discutiendo dentro del despacho con el profesor. Se
trataba de una bruja, a la que Harry identificó como su madre, y el joven Snape. Harry decidió
esperar fuera del despacho.

--- Señorita Evans, es usted una de las alumnas más brillantes que he tenido el placer de
enseñar, si no la mejor, pero respecto a este asunto, le vuelvo a decir, que esa poción que
creó la semana pasada no cumple con el protocolo aprobado por el Ministerio de Magia y que
por lo tanto, yo no la puedo homologar, así que dicho esto, si no tiene más que añadir, le
comunico que está usted invitada a una nueva fiesta que celebraré la semana que viene, ya
sabe, puede traer a algún amigo a la misma.

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--- Pero profesor, al menos déle una oportunidad, se oyó decir a Snape

--- Señor Snape, ya les he dicho que tengo las manos atadas con este asunto, lo siento, pero no
puedo ayudarles. Por cierto, usted está también invitado a la fiesta a cambio de que no vuelva
a llevar a la misma a esa pandilla de amigos indeseables que tiene, como Avery o Mulciber, por
no hablar de la señorita Black.

--- Esa tal Bellatrix no es mi amiga


---- Sea como sea, me sorprende que usted tenga esas compañías, señor Snape, siendo como es
usted un joven tan brillante.

--- Está bien, no les llevaré

---- Eso me gusta más, y ahora, si me disculpáis, querría estar solo.

--- Ya nos vamos, profesor. Que descanse usted. Nos veremos en clase supongo

--- Adios chicos

En ese momento, Harry se adelantó a la salida de su madre y Snape del despacho, irrumpiendo
en el mismo ante la sorpresa de los tres.

--- ¡ Vaya, señor Divney ! No se ande con esos sustos.

--- Perdone profesor, es que quería consultarle una cosa. No le tomaré nada más que unos
minutos.

Harry sintió la observadora mirada de su madre y de Snape fijos en él, como si estuvieran
examinándole, mirándole fijamente a los ojos. Muy pronto, comenzó a sentirse muy nervioso.

--- ¿ Querían algo, chicos ? le preguntó a su madre, en una clara intención de que Snape y ella
abandonaran el despacho.

---- ¡ No ! ya nos íbamos, respondió de inmediato Snape, tirando de Lily hacia fuera. ¿ Verdad
Lily ?

--- ¡ Oh, sí, claro !

Lily salió del despacho tras Snape, n sin echarle antes una última mirada a Harry.

---- Parece que genera usted mucho interés entre el alumnado, señor Divney, y es que eso de
venir del futuro supongo que ayuda a ello.

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--- ¿ Cómo sabe usted… ?

---- Dumbledore me lo dijo. No se preocupe, su secreto está a salvo. Y bien, ¿ qué es lo que
quería ?

--- Quería saber si usted sabía algo acerca de algún extraño ritual que oudiera celebrarse
antiguamente en Stonehenge, el cual, según creo, podría tener relación con algo llamado “ El
Círculo de la Media Noche ” .

Slughorn se agitó en su asiento, claramente inquieto ante lo que Harry acababa de decir.

---- ¿ Cómo has dicho, muchacho ? ¿ El círculo de la media noche ?

--- Eso es lo que he preguntado, respondió Harry, que no entendía lo que pasaba.

---- Es mejor que se aleje de eso, señor Divney. No se inmiscuya en esas carreras, son
peligrosas.

---- ¿ Carreras ?

---- Carreras clandestinas de magos, por supuesto, el que gana se queda siempre con la escoba
del vencido, y muchas veces…. muere gente. Esos circuitos que diseñan son extremadamente
difíciles, y se mueve mucho dinero.
Mira muchacho, yo también cometí muchos errores de joven y uno de ellos fue participar una
vez en una de esas carreras. La verdad es que sobreviví de milagro. No sé por qué te estoy
contando esto John, no debería haberte dicho nada.

--- Pero está muriendo gente profesor, debo detenerlo.

---- ¿ Es que no lo entiendes ? Una vez que estás fuera, no puedes hablar del Círculo, porque
si lo haces, ellos vendrán a por ti, es tan sólo cuestión de tiempo.

--- ¿ Quién vendrá ?

---- Los cazadores. También se les conoce como veladores del secreto del círculo. Son dos
hermanos, cueles y sanguinarios y no dudarían en emplear cualquier maldición contra quien
no respete el sagrado silencio del círculo.
--- No se preocupe profesor, yo les detendré e informaré al Ministerio para que disuelva las
carreras.

---- Ten cuidado John.

--- Descuide profesor, lo tendré.

295
Al salir del despacho del profesor Harry vio fugazmente pasar a alguien por la esquina del
pasillo contiguo.

-- ¡ Sir Nicolas ! gritó Harry, que había reconocido al fantasma, ala vez que salió corriendo a su
encuentro.

--- Señor Divney, le saludó el fantasma al verlo. ¿ Qué le trae esta vez por aquí ?

--- Necesito que me hables de Rambaldi. ¿ Lo conociste, verdad ?

--- Bueno, bueno, bueno. Supongo que preguntarte cómo sabes eso sería absurdo, dado el "
aura " de secretismo que gira entorno a ti, ¿ cierto ? ¿ qué creías que no sabía lo de tu
procedencia ? He estado espiando a Dumbledore y la verdad es que estaba bastante
preocupado, joven. Y es que claro, viniendo del futuro, cualquiera sabe...

Harry decidió apelar a la amistad que siempre le unió al fantasma, aún no creada.

--- Sir Nicolas, soy, bueno, quiero decir, seré, no... ¡ ay ! la verdad es que no sé cómo
explicarle esto

--- Sé sincero, John

--- En mi época soy uno de sus mejores amigos. Me encuentro aquí realizando una misión.
Usted me dijo que podría hablar con usted de esto, claro está que es imposible que se acuerde
de ello, pero le suplico que me ayude.

Sir Nicolas miró detenidamente a Harry, escudriñándole con gran curiosidad y escepticismo.

---- Grrr... gruñó Sir Nicolás, visiblemente malhumorado. No sé por qué, pero te creo John, así
que lo que quieres saber lo encontrarás recogido en un viejo pensadero que está en el
despacho de Dumbledore. Y ya que tenéis tan buena relación, seguro que te da permiso para
echarle un vistazo.

--- Gracias, sir Nicolas

Harry se disponía a irse cuando por el pasillo aparecieron Remus, Sirius y su padre. Al verlos,
Sir Nicolas se alejó rápidamente de allí.

--- ¿ Qué tal se encuentra, John ? le preguntó Sirius a Harry

--- Estoy bien, gracias. Ando ocupado en estos momentos con un trabajo chicos, si me
disculpáis.

Harry avanzó entre los tres, tratando de desviar la cara de su padre, el cual se le quedó
mirando fijamente.

--- ¿ No habrá visto por casualidad a Lily con ese quejica de Snape ?

--- Pues la verdad es que sí les he visto. Han estado hablando con el profesor Slughorn

--- ¡ Ah ! Slughorn y sus dichosas fiestecitas. Nunca nos ha invitado a ninguna.

Harry iba ya a irse cuando decidió atacar directamente el problema por el que había
retrocedido en el tiempo, así que se giró hacia los 3 chicos y preguntó:

--- Una cosa chicos, ¿ dónde habéis escondido el Libro ?

296
Los tres muchachos se agitaron mucho al oir la pregunta de Harry, lo cual no pasó
desaparcibido para Harry.

--- ¿ De qué libro habla ? respondió Sirius, tratando de recuperar la compostura.

--- Ya sabéis de qué libro hablo. El que encontrásteis hace unos meses en la sección prohibida
de la Biblioteca

---- ¿ Cómo ? comezó a decir James.... ¡ Ay !

Sirius le había propinado un fuerte codazo en las costillas a James, que ahora se estaba
quejando.

James empezó a mirar hacia todas partes, con un evidente nerviosismo

--- ¡ Deberíamos de irnos, chicos !

--- Sí, creo que es una buena idea, James, dijo Remus, quien secundaba la idea

--- Chicos, realmente es muy importante que me deis el libro cuanto antes

--- No sabemos de qué está hablando, señor Divney, volvió a decir Sirius

--- ¡ Vámonos ya ! chilló James, quien estaba empezando a temblar

--- No sabemos nada de ningún libro, señor Divney, volvió a decir nuevamente Sirius a Harry,
aunque su cara delataba bastante nerviosismo

--- Ya veo, dijo Harry, sonriendo. Bueno, muchachos, si recordáis algo, sólo hacédmelo saber.

De repente, por el otro extremo del pasillo se oyó un grito

--- ¡ James, querido ! Vamos a dar un paseo por el lago, oyeron decir a Elena, la chica de
primero a la que le había dado por acosar a James, la cual se dirigió hacia ellos corriendo

--- ¡ No ! James salió corriendo y pronto le perdieron de vista seguido por Elena

--- ¡ Jeje, hay algunos que no saben soportar el peso de la fama, dijo Sirius, riendose !

--- Nos veremos por ahí, señor Divney

--- Espero que sea pronto muchachos, dijo Harry

297
Harry se alejó, internándose en el pasillo colindante en el cual se topó con Sir Nicolas, que al
parecer le estaba esperando

--- ¿ No pensarías que me había ido, verdad ? Es que no soporto a esos chicos, siempre se
están metiendo conmigo.

--- Bueno, Sir Nicolas, soy todo oidos

--- A ver cómo podría empezar. Debo decirte que en aquella época yo era una persona bastante
distinta, un joven muy alocado, y siempre andaba metido en problemas.

--- De los que veo que no salió muy bien parado

--- Si, bueno, ya ves cual fue el resultado de todo aquello

--- En fin, ahora ya no importa. Todo eso quedó atrás

--- Sí, claro, a lo que iba. Por aquel entonces me encontraba yo en la ciudad eterna, Roma, y
solía frecuentar las tabernas de la zona. No veas qué tiempos, John, esos sí que eran buenos
tiempos. Esa si que era una vida de tranquilidad y paz absolutas en el Mundo Mágico. Yo tenía
un grupo de amigos influyentes que formaban parte de la Corte, y con ellos solíamos salir
juntos a pasarlo bien. Formábamos uh buen grupo, ya lo creo. Nos hicimos llamar “ El club
Veritas ” .

--- ¿ Y quienes formábais parte de ese grupo ? inquirió Harry, muy intrigado

--- Pues la verdad es que era un grupo bastante numeroso, a ver, déjame recordar:

Por una parte, estaban los matemáticos Bragadín y Luca Pacioli, el cual estaba trabajando en
algo que se llamaba…

--- Creo que te refieres a su famosa Summa di aritmética, geometría, proporción y


proporcionalidad, que acabó finalmente dos años más tarde. Se dice que es el padre del actual
sistema de contabilidad muggle de doble entrada, le interrumpió Harry.

--- Sí, eso mismo. Una cosa que pocos saben es que también era mago

--- Hace poco oí que los del Ministerio de Magia de Italia han encontrado en la Universidad de
Boloña un libro sobre artes mágicas suyo, el cual llevaba más de 500 años perdido en la
Biblioteca de la Universidad. De Pacioli se dice que era amigo íntimo del por aquel entonces,
joven Leonardo Da Vinci.

--- Muy cierto, John, de hecho, Leonardo, también era miembro del club Veritas. Y te contaré
una anécdota inédita sobre Leonardo, que por aquel entonces era arquitecto e ingeniero
general para César Borgia, el hijo del papa, Alejandro VI, además de ser el pintor de cámara.
Durante un viaje se encontraron ante un río y Da Vinci discurrió rápidamente la manera de
utilizar troncos para construir un puente; es la primera vez que oímos hablar de esta historia",
explica Carlo Pedretti, un destacado historiador del arte, que estudió el texto original en
Bolonia en 1954.

--- Muy interesante. Creo haber oido además, que Leonardo no habría podido pintar la última
cena sino hubiese sido por la ayuda de Pacioli, ¿ es cierto ?

298
--- Ciertamente, Luca fue de gran ayuda para Leonardo. Bien, ahora continúo diciendote,
también estaban en el club, los artistas Miguel Ángel y Boticelli y en ciertas ocasiones acudía
un tal Nicolás….

--- ¿ Puede tratarse de Maquiavelo ?

--- El mismo

--- El grupo lo formaban dos o tres miembros más, pero uno de los más destacados, sin duda
alguna, era el gran Milo Giácomo Rambaldi, el cual era íntimo a su vez de Leonardo y de
Pacioli.

--- ¡ Ahí es a donde quería llegar yo ! dijo Harry, exultante de alegría.

-- Éramos, lo que se diría ahora, un grupo científico-artístico. Por cierto, también formaba
parte del grupo el también por aquel momento joven Miguel Ángel.

-- Ya veo. Háblame de Rambaldi y de alguno de sus inventos

--- Bien. Seguro qúe de la mayoría de los inventos más conocidos de Rambaldi ya habrás oido
hablar, así que te hablaré de uno de sus inventos más secretos, " el aletiómetro " .

Harry se quedó en estado de shock al escuchar esto.

-- Pero yo creía que el aletiómetro lo inventó...

--- Ah.... seguro que vas a volver a Pavel Khunrath, dijo Sir Nicolás, riéndose. Ése es un error
muy común, de hecho, yo diría que muy pocos saben la verdad. Como sabrás, John, las teorías
y los experimentos de Rambaldi no eran muy bien vistos para todo el Mundo, especialmente
por el archidiácono Vespertini.

--- El cual mandó destruir sus laboratorios y muchos de sus inventos, quedando Rambaldi
relegado al olvido

--- Pero no consiguió destruir todos. Unos de los que se salvaron, se encontraban en Praga. De
ahí parte la historia del aletiómetro, que por cierto es obra genuina de Rambaldi. Para
relacionarlo con Pavel Khunrath, antes que nada hay que señalar que Pavel era uno más de
los muchos estudiosos que acogía en su corte Rodolfo II de Habsburgo, como bien sabrás,
Archiduque de Austria, rey, entre otros sitios de Hungría entre 1572 y 1608 y de Bohemia y
Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico entre 1576 y 1612; a la sazón, nieto de
Carlos V.

--- Es conocido que era un gran aficionado a la alquimia

--- Ciertamente. Y esa afición la desarrolló desde muy joven. A los once años, durante una
estancia en la corte de Madrid, en donde se educó junto a su tío el rey Felipe II. Le

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apasionaban, la astrología, la magia y los juguetes mecánicos, especialmente los autómatas.
Durante su reinado Praga hospedó a casi todos los destacados alquimistas de la época y en la
Academia Alquimista Praguense' (a la que perteneció Simón Bakalar Hajeck, su hijo Taddeus
Hajeck y otros alquimistas menos conocidos como Tepenecz o Baresch) se mezclaba la vieja
sabiduría y conocimientos medievales con las nacientes ciencias naturales, notorio
especialmente en la inmensa colección de manuscritos y libros raros de magia, alquimia,
misticismo y otras rarezas que tanto gustaban al emperador, algunos de ellos del propio Roger
Bacon, aunque sin despreciar los de ciencias. Rodolfo fue uno de los primeros en recibir un
ejemplar del Sidereus Nuncius de Galileo, el cual dejó hojear a su "matemático imperial"
Kepler, y el primero en recibir la solución al anagrama en el cual Galileo comunicaba a todos
su descubrimiento de los anillos de Saturno.

--- Y ahí es donde entra Pavel Khunrath, que era uno más de estos estudiosos de la corte.
Pues resulta que Pavel, pertenecía junto a otros científicos más, a un grupo que rendía culto a
Rambaldi, y descubrieron alguno de sus laboratorios secretos en Praga. Ahí es donde Pavel
encontró unos bocetos del aletiómetro, del cual se apropió la idea.

--- ¿ Y el aletiómetro de Rambaldi nunca apareció ?

--- No se sabe nada de él. Pero te puedo asegurar que no fue destruido. Los rumores apuntan a
que podría estar en Roma, o en París, pero nada de esto es seguro. En todo caso es bastante
probable que se encuentre donde se encuentre, esté en poder de Majestic 12 y su grupo de
adoradores de Rambaldi.

--- Sí, es probable. Y en cuanto a su funcionamiento…

----Bueno, en cuanto a esta cuestión, realmente, el mecanismo de funcionamiento actual del


dispositivo está ensombrecido en el misterio. El prototipo original fue diseñado para rastrear
el movimiento de los planetas como una brújula magnética con pistas de latitud norte; La
libre flotación de agujas fue intentando hacer un seguimiento de los movimientos de los
cuerpos celestes como Venus o Marte en lugar de seguir la dirección norte y sur. Sin embargo,
esta intención original falló... la verdad es que es un arte más bien interpretativo e intuitivo.
En resumen, el aletiómetro te provee el contenido semántico de un mensaje, y tu mente
provee las conexiones gramaticales entre los elementos individuales. Solamente cuando el
trabajo de los dos se junta hace que el significado completo se haga evidente. Cada símbolo
tiene un significado primario y una serie de significados subsidiarios. Sin embargo, todos los
significados están relacionados con el significado principal. Así, por ejemplo, el sol simboliza
el día, porque es en el día en que vemos el sol. También simboliza la autoridad, ya que el sol
es la cosa más poderosa en el cielo. Y otro significado es la verdad, porque por la luz del sol se
puede ver la verdadera forma de las cosas. Por ejemplo, la pregunta de arriba pudo recibir una
respuesta en la que la cuarta aguja del aletiómetro, parara un número determinado de veces
en determinados símbolos. Lo más probable es que al poner atención en ellos, descubrieras
una serie de palabras sueltas, que corresponderían a uno de los muchos significados de cada
símbolo.

Tanto el proceso externo como el proceso interno requeriría que pusieras estos significados
juntos correctamente y llegaras a una respuesta determinada, como por ej. Espera y permite
que tus ideas estén claras, otro continente sería mejor opción.

El aletiómetro se mueve para contestar inmediatamente, y contesta generalmente solamente


una vez

Para poder leerlo correctamente, tendrías que ser tanto inusualmente agudo así como
perceptible, pues solamente la práctica larga y la familiaridad profunda con las gamas del
símbolo, adquiridas sobre muchos años, traerían una interpretación exacta o casi exacta; a
diferencia de Lyra, que es capaz de usarlo por intuición, en vez de los muchos años de estudio
normalmente necesarios. Naturalmente, John, sabrás que hay expertos en la ciencias del
aletiómetro.

300
--- Estoy pensando que tendría que encontrarlo.

--- Te sería bastante útil, desde luego

--- Muchas gracias, sir Nicolás, ahora debo de partir para completar mi misión.

--- Me alegro de haberte sido útil, John.

Harry se dispuso a buscar su escoba, con la que sin duda alguna arrasaría en su carrera de
escobas alrededor de Stonehenge, unas escobas bastante antiguas comparadas con su saeta de
fuego. Una vez que se hizo con ella, abandonó el Castillo.

El completar el trabajo fue para Harry bastante más fácil de lo que había creido en un
principio, pues debido a la gran ventaja que le proporcionaba su escoba pasó las eliminatorias
dando una auténtica exhibición y en la gran final a 3 dio una lección magistral a sus rivales
sacándoles mucha ventaja en los metros finales del circuito. Fue tanta la admiración que
despertó tanto en los espectadores, como en los jueces, que los dos hermanos oraganizadores
de las pruebas, o “ cazadores ” como les había nombrado el profesor Slughorn, se acercaron a
Harry. Ambos habían quedado tan impresionados con su actuación que cuando Harry les
propuso rediseñar los circuitos para aumentar la seguridad y coordinar las carreras con el
Ministerio, no pusieron ninguna objeción, por lo que Harry consideró justamente que el
trabajo había finalizado.

TRABAJO 4º: EL MISTERIO DEL TRIÁNGULO

Harry se encaminó hacia el Castillo de la condesa para realizarla una breve vistita antes de
comenzar con el nuevo trabajo. Así pues, tras aparecerse en un lugar cercano al Castillo, se
encaminó lentamente hacia el portón del mismo.

Mientras Harry se disponía a llamar a la puerta del Castillo, empezó a pensar en el Misterio
que envolvía su próxima misión:

Durante toda la historia, han habido reportes, tanto en los diarios muggles como en el profeta,
de desapariciones en el Triángulo de las Bermudas. La parte extraña es que nunca ha habido
restos en el mar; si hubiera sido un naufragio, los equipos de búsqueda habrían encontrado
partes del barco como salvavidas, restos del barco, balsas o al menos una mancha de aceite en
el agua. Nunca se ha conseguido nada de eso en sus búsquedas. El Ministerio nunca pudo
averiguar nada al respecto y se corrió un tupido velo con todo el asunto.

Los mensajes de algunos aviones, antes de su desaparición, no daban alguna indicación de


anormalidad; en efecto, en un momento dado todo estaba marchando normal y al siguiente
minuto, todo había desaparecido sin la menor advertencia. Se tiene constancia de cientos de
desapariciones de magos y brujas, que estaban realizando su luna de miel a bordo de cruceros
mágicos.

El número de desapariciones sin hallazgo es completamente impresionante y aterrorizador. Lo


más misterioso es que no pudieron ocurrir por un huracán o ciclón porque la mayoría de las
desapariciones se dieron en buen tiempo.

Según los relatos de los días de la navegación a vela, las Bermudas y la zona más al sur fueron
ciertamente denigradas durante cientos de años por la desaparición de navíos cuya suerte
pasó a llenar la larga lista de barcos extraviados en el océano, desapariciones habitualmente
atribuidas a piratería, tempestades o motines. Sólo en el siglo XIX, y especialmente en el siglo
XX, con la mejora de las comunicaciones y de los registros de barcos, se comenzó a pensar
que había algo inquietantemente cautivador en tan elevada suma de pérdidas, en especial la
ausencia de supervivientes, de restos o cuando la comunicación por radio se generalizó, de
indicaciones respecto a lo que estaba sucediendo o había ocurrido con los buques

301
desaparecidos. Por añadidura, buen número de tan misteriosas desapariciones afectaban
solamente a los pasajeros y tripulantes; por lo demás, los navíos abandonados parecían estar
perfectamente en orden, con sus diarios a bordo, botes salvavidas, cargamento e, incluso,
efectos personales en su sitio.

El Triángulo de las Bermudas simpre será una fuente inexplicada de miedo y un enigma
misterioso sin explicación. Pero si los barcos, aviones y buques no desaparecieron a causa de
fenómenos naturales... muchas preguntas, interrogantes y enigmas que seguían sin respuesta.

--- Pero... ¿qué les ocurrió realmente? ¿A dóde se desvanecieron los tripulantes? ¿Qué pasó
con los restos del barco o el avión? Pero más importante, ¿dónde están? se preguntó Harry.

En esos momentos, en una lúgubre mazmorra del Castillo... unos alaridos de dolor salían de lo
más profundo de la misma

--- ¡ Crucio !

--- ¡ Aaaah ! ¡ grrrrrr ! ¡ Nooooh !

--- ¡ Díme donde se encuentra tu amo, engendro inmundo ! Si no confiesas, ¡ te arrancaré la


piel a tiras !… ¿ dónde se esconde ese innombrable que osa desafiarme ?

--- Aunque me matéis, no traicionaré a mi amo

302
Una horrenda mueca de desprecio se dibujó en el rostro de la condesa

--- Ya veo que sigues obstinado en no decírmelo …. ¡ Crucio !

El mortífago se retorció nuevamente de dolor mientras se agitaba en el aire, tratando de


zafarse de las cuerdas que lo tenían fuertemente amarrado a un potro de tortura situado en el
medio de la sala.

Por última vez, ¿ dónde se oculta tu amo ?

--- ¡ No lo diré ! gritó nuevamente el mortífago

--- Está bien, tú lo has querido.

La condesa sacó su varita mágica y apuntó con ella al cuerpo del mortífago, que aún se
retorcía preso de terribles convulsiones debido a la tortura recibida.

--- Tan sólo espero que tus compañeros de tormento de ahí aprendan la lección, dijo la
condesa señalando a otros dos mortífagos que también estaban fuertemente amarrados a otros
dos potros de tortura respectivamente. ¡ Avada Kedavra !

Una luz verde muy intensa alcanzó el cuerpo del mortífago, que exhaló un suspiro y al
instante se quedó inmóvil.

--- Veamos, ¿ quién será el siguiente ?

En ese momento entró un goblin en la sala. Hizo una reverencia ante la condesa y esperó que
esta le diese permiso para hablar.

--- ¿ Y bien ?

--- Mi señora, John Divney está en el Castillo. Desea hablar con usted.

--- Mmmmmh… mi querido John, qué agradable sorpresa. Retírate.

La condesa se arregló el pelo cuidadosamente y, antes de salir de la sala miró con desprecio a
los mortífagos que permanecían con vida.

--- Luego me ocuparé de vosotros. No creais que el haberos librado ahora os servirá de algo.

La condesa acudió presurosa a sus aposentos, se cambió de vestido poniéndose uno muy
elegante para recibir a su invitado y bajó al salón, en donde Harry la estaba esperando.

303
--- Mi querido John, dijo de forma alegre la condesa, dándole un fuerte abrazo a Harry. ¿ Qué
te trae por aquí ? ¡ Qué agradable sorpresa !

--- Bueno, pues acababa de terminar uno de los trabajos y se me ocurrió hacerte una visita
antes de comenzar con el siguiente. Como siempre me estás invitando a tu, por cierto,
precioso Castillo y hasta ahora no había podido hacerlo….

--- Ya sabes que aquí siempre serás bienvenido, John. Un momento. ¿ Lugovoi, por favor ?

Un individuo de aspecto muy pálido, que parecía uno de los mayordomos de la condesa se
acercó a la mesa

--- ¿ Podrías traernos un té y unas pastas, por favor ?

--- ¡ Oh, no quisiera causar ninguna molestia… ! dijo Harry

---- Faltaría más, John, menuda anfitriona sería si no te invitase a algo.

Una hora más tarde, y, tras haber reposado el pequeño tentempié, la condesa se dirigió a
Harry, quien parecía impaciente.

--- Bueno John, supongo que a juzgar por tu expresión, deseas pedirme algo

--- Sí, claro. Querría que me prestara un barco

--- Por supuesto, John. Pero a cambio yo necesito que me hagas un favor a mi.

--- Lo que sea

--- Bien. Si no te importa ir acompañado durante un trecho del camino, querría que llevases
contigo hasta una zona a un amigo mío.

--- Oh… pues no, la verdad es que no es ningún problema, dijo Harry sonriendo

--- Pues todos de acuerdo entonces. ¡ Tarik !

Un hombre moreno, de aspecto muy musculoso, y que traía una varita de fresno en su mano
derecha y un extraño aparato circular en la izquierda, entró en la sala.

--- John te llevará al punto de enlace. Resulta que le queda de camino. Tarik procede del
lejano reino mágico de Phyrexia del Mundo de Dominaria y se dirige a Lorwyn.

Tarik miró detenidamente a Harry y asintió complacido. A su vez, Harry miró fijamente a
Tarik. ¿ Phyrexia ? ¿ Dominaria ? a Harry le sonaban de algo aquellos nombres, pero no se
acordaba de donde.

--- Si no le importa, condesa, querría que me cuidase una cosa mientras estoy trabajando. Es
que no quiero que sufra ningún percance.

--- Por supuesto que no me importa, John. ¡ Vaya preguntas !

Harry sacó el vuelatiempos de un bolsillo de su túnica y se lo entregó con cuidado a la


condesa, a la cual le brillaron los ojos al verlo.

304
--- ¡ Por el gran Merlín ! ¡ Si es un vuelatiempos ! Hacía siglos que no veía uno

--- Como comprenderá, no quiero que le pase nada

--- No te preocupes, John, te lo cuidaré bien mientras estás ocupado con tus trabajos.

Harry le dio un abrazo cariñoso a la condesa a modo de despedida, y se dispuso a partir en el


barco de la condesa, acompañado por su nuevo y extraño compañero, Tarik.

Una vez que salieron para su destino, según las coordenadas indicadas por la tormenta, Tarik
desplegó el extraño artefacto circular en el centro del barco y comenzó a realizar unas
anotaciones en un pequeño cuaderno.

--- ¿ Qué es ese extraño artefacto ? preguntó educadamente Harry

--- Se trata de un artefacto que hemos creado en Phyrexia llamado Loxter. Es una especie de
localizador de puntos de contacto entre mundos Mágicos. En cuanto uno se encuentra cerca
empieza a emitir unas vibraciones que aumentan de intensidad a medida que la distancia se
acorta.

Phyrexia… otra vez ese nombre, se dijo Harry, meditabundo.

--- Comprendo. Y bueno, Tarik, ¿ a qué te dedicas en tu Mundo ?

--- Soy un caminante de planos.

--- Harry se quedó pensativo

--- ¿ Un caminante de planos ?

--- Para que te sea más fácil entenderlo, soy una especie de comerciante mágico. Me dedico a
viajar entre Mundos mágicos y comercio con artefactos mágicos.

--- Me parece muy interesante, dijo Harry, mirando el extraño artefacto circular del centro del
barco.

Las horas fueron pasando y los dos estuvieron hablando de distintos temas, para pasar el
rato. Cada cierto tiempo, Tarik apuntaba algo en la libreta. De repente, el artefacto comentó a
emitir un pitido, el cual hizo saltar a Tarik de entusiasmo.

--- ¡ Bien ! Ya estamos cerca, John. En poco tiempo estaré de vuelta en Phyrexia y tú podrás
seguir tranquilamente con tu viaje.

Mientras tanto, en el presente…

--- Muy bien, Harry, parece que ya controlas la apertura del portal, ahora prueba a deslizarte
dentro de él, usa tu varita y muévela ligeramente, de igual forma que si estuvieses cortando
finas láminas de jamón, que en este caso serian distintas épocas temporales…

El joven Harry parecía muy angustiado, la fuerte tensión que sufría al controlar el portal
abierto empezaba a ser demasiada para él y gruesas gotas de sudor cubrían por su rostro.

305
--- No consigo penetrar John, y no creo poder mantener abierto por mucho más tiempo el
portal..

En ese momento alrededor del portal se formó una brillante figura de luz piramidal y un
punto empezó a deslizarse al compás de la varita de Harry

--- Puedes hacerlo Harry, un esfuerzo más y casi lo tienes, has conseguido que aparezcan las
series…

--- Yo… ¡ es demasiado ! … lo siento.

En ese mismo momento, Harry trastabilló y se desmayó, cayendo al suelo. La figura de luz
desapareció y el portal se cerró al instante.

--- ¡ Harry ! gritaron al unísono Ron, Hermione y John muy asustados

John examinó con cuidado el cuerpo inconsciente de su joven yo.

--- No os preocupéis amigos. Se pondrá bien. Tan sólo ha sido debido al cansancio.

--- Pobre Harry. Ojalá no tuviera que pasar por esto, dijo Ron

--- Es nuestra única esperanza Ron

--- Lo sé, querida mía. Lo sé. Y lo peor es que se nos acaba el tiempo. Muy pronto la condesa
atacará y si no conseguimos impedírselo, todo lo que nos importa, nuestras vidas, el mundo
mismo, se consumirá.

--- Lo acabará consiguiendo, lo sé, dijo John, muy seguro de si mismo.

--- Dicen que la condesa ha conseguido reclutar recientemente a un escuadrón de nigromantes


que se ha unido a su temible ejército de vampiros y hombres lobo de Transilvania, y los
peores rumores apuntan a que un grupo de shinigamis, unos Phyrexianos y unos Kromaggs la
apoyan.

--- ¿ Unos shinigamis la apoyan ? ¡ Dios mío ! ¡ Esto es horrible ! ¡ Si es que toda la escoria
siempre acaba junta ! .

--- ¡ Por Merlín ! ¿ Creeis que habrá conseguido encontrar el artefacto ? preguntó Hermione

--- Espero que aún no lo haya hecho Hermione. Pero si no lo ha hecho es tan sólo cuestión de
tiempo el que lo consiga y entonces…

--- Es mejor no pensar en ello por el momento, dijo John con mesura. Sobre todo si recordáis
lo que pasó la primera vez que lo usó.

--- Y lo que hizo Voldemort al tratar de apoderarse de él… apuntilló nuevamente Ron

--- Como he dicho, es mejor que no pensemos en eso ahora, amigos míos.

--- Tienes razón, Harry

En ese momento, el joven Harry se despertó

306
--- ¡ Harry ! ¿ cómo te encuentras ? le preguntó Ron, bastante preocupado .

--- Bueno, aún me encuentro un poco mareado y cansado, pero estoy bien, no te preocupes,
Ron.
--- ¡ Buf ! es un alivio

En ese preciso instante, la puerta de la sala se abrió y por la puerta vieron a parecer a Hagrid,
acompañado del ministro de Magia.

--- Hagrid, ¿ ocurre algo ?

--- Puedes proceder Hagrid, indicó el ministro

---- No hay por qué preocuparse, al menos por el momento. Lo cierto es que traemos buenas
noticias. El gremio gruul al final ha conseguido aceptar el acuerdo y la asociación ha firmado
el tratado de paz. La gran guerra, que llevaba miles de años disputándose entre los distintos
gremios ha concluido. El gran Concilio Mágico podrá celebrarse finalmente en la gran ciudad
de Rávnica, la ciudad de los Pactos. Las distintas delegaciones mágicas han empezado a
dirigirse hacia allí en estos momentos. El Ministro me ha comentado que ha informado de ello
al Primer Ministro muggle para tratar de poner orden en la ciudad. Por supuesto, esperamos
disfrutar de vuestra presencia.

--- Hagrid… te olvidas de algo, dijo el Ministro

---- ¡ Ay ! es verdad. El Gran Archimago de Terramar nos ha dado las gracias por ayudarles
durante la pasada invasión del Pacto y… una cosa más…. ¡ ah ! ya, ya me acuerdo, el gran
León ha solicitado una audiencia con vosotros en una estancia privada. Si me acompañáis….

--- Por supuesto, Hagrid, dijeron todos de forma simultánea, muy emocionados. ¿ Usted no
viene, señor ministro ?

--- Lo siento, tengo que partir de inmediato a Rávnica. Me están esperando los delegados de
Invernalia. Ya sabéis, papeleo y todo eso.

-- Muy bien. Le veremos allí entonces, señor ministro

Siguieron a Hagrid hasta el exterior del Castillo, en donde había una especie de traslador en la
forma de un viejo sombrero, sólo que al tocarlo, un azulado torbellino circular de luz apareció
frente a ellos. Un enorme estruendo provenía del interior del mismo.

Harry, John y Ron miraron de forma preocupada a Hagrid.

--- ¿ Es seguro ? preguntó Hermione, como queriendo expresar lo que todos pensaban
entonces.

--- No hay peligro alguno. Llevo dos días ajustando las coordenadas exactas. ¡ Sólo debéis de
deslizaros dentro y en un instante estareis en el otro lado !

--- Hagrid avanzó rápidamente hacia el torbellino y desapareció dentro de él

Poco después, los 4 amigos, tomaron su ejemplo y se deslizaron tras él.

Harry se acomodó en el barco. Deseaba librarse de Tarik para poder completar su misión y
luego, antes de continuar con la siguiente, pasarse nuevamente por Hogwarts para forzar a los
4 Merodeadores a que le diesen finalmente el libro.

307
-- Ya casi hemos llegado John

El barco entró en una zona donde las aguas parecían adquirir un aspecto oscuro. Al barco le
costaba avanzar

--- ¿ Pero qué es lo que pasa ?

--- La quilla parece haberse enredado con algo, advirtió Tarik

--- Voy a ver que es, dijo Harry mientras saltaba al agua con su varita para tratar de averiguar
qué estaba pasando

A Harry lo primero que le llamó la atención al entrar en contacto con el agua fue su alta
temperatura. En la superficie no vio nada, por lo que decidió sumergirse y una vez que exploró
la parte baja del barco no pudo creer lo que veia: unas algas oscuras se habían enredado en las
hélices del barco impidiendo así el avance del mismo. Harry sacó su varita y lanzó varios
hechizos hasta que logró romper las algas que aprisionaban las hélices. Finalmente, lanzó
varios hechizos más en la dirección de avance del barco, para abrir un camino por el que el
barco pudiese avanzar con cierta seguridad de no volver a quedarse atrapado al menos durante
un tiempo. Luego volvió al barco y se tumbó en un costado.

--- ¿ Qué era ? le preguntó Tarik

--- Esas malditas algas, los sargazos. Se habían enredado en la hélice. Oye, ¿ tienes ya listo lo
tuyo ?

En ese momento una luz muy potente salió del extraño artefacto de Tarik. Harry observó que
se dirigía a un punto cercano al barco, en el agua.

--- Pues ahora que lo preguntas… sí, por fin hemos llegado, dijo Tarik sonriendo.

Una vez que llegaron al punto iluminado por la luz del artefacto, Tarik lanzó un hechizo al
agua, al punto exacto que estaba iluminado. Luego, cogió el artefacto y lo lanzó allí. Se
produjo un fuerte estruendo y la luz se volvió verde. Era ahora una luz verde parpadeante.

--- Creo que eso ha sido todo, compañero de viaje. Nos veremos en la otra vida, dijo Tarik, a
modo de despedida.

--- Buen viaje, dijo a su vez Harry, despidiéndose

Tarik parpadeó a su vez durante unos instantes y después desapareció. Harry se quedó
mirando el punto desde donde el caminante se había desaparecido, pensativo. Debía de
continuar con su misión. La presencia de las características algas del mar en el que se
encontraba en esos momentos, “ El Mar de los Sargazos, ” le indicaban que estaba muy cerca
de su objetivo final, el famoso Triángulo de las Bermudas. Dio la vuelta al Barco y navegó en
dirección hacia el triángulo. De todas formas, ya estaba muy cerca de la meta, de hecho, Harry
creyó recordar entonces que algunos científicos siempre habían considerado al mar de los
Sargazos como parte del susodicho triángulo, se podía considerar una extensión del mismo.
En ese momento un ruido ensordecedor que iba y venía y cada vez era más intenso le
sobrecogió enormemente. A Harry le pareció que el Universo entero se estremecía con él. El
ruido provenía de un lugar muy cercano al barco con lo que procedió a acercarse de forma
cautelosa.
Una vez que estuvo cerca Harry pudo ver que ante él había aparecido de la nada lo que parecía
una vieja cabina telefónica de policía, como las que había en Londres. La puerta de la misma
se abrió, y Harry pudo ver entonces, cómo la puerta se abría y de ella bajaban dos personas,

308
una preciosa joven de cabellos dorados y un hombre, de apariencia normal, que portaba lo que
parecía un extraño destornillador en la mano. Harry intentó escuchar su conversación.

--- Creo que hemos llegado tarde, Rose

--- No puede ser, doctor. Debes de tener mal tus registros

--- Mis datos nunca fallan y creo que a estas alturas ya deberías de saberlo, señorita Tyler. De
todas formas, es extraño… noto algo discordante, que no debería de estar aquí.

--- Si ya, nosotros no deberíamos de estar aquí. Deberíamos de estar deteniendo a los Daleks y
no varados en medio del mar de los Sargazos

--- Es a eso a lo que habíamos venido, pero el Phyrexiano ha sido más rápido que nosotros. A
estas horas estará ya en Phyrexia

Harry no aguantó más en su escondite y decidió darse a conocer. Por precaución, acercó
lentamente el barco hacia la misteriosa cabina. La extraña pareja no se percató de su
presencia. Harry decidió darse a notar.

---- ¡ Atchum, atchum ! carraspeó

--- ¡ Cuidado, Rose !

--- ¿ Quiénes sois ? preguntó Harry, de forma educada

--- Yo soy Rose Tyler y él es el doctor, respondió la joven

Harry observó de florma nerviosa al hombre, que no le quitaba el ojo a la varita de Harry.

---- ¿ El doctor ? ¿ El doctor qué ? preguntó Harry

--- Sólo el doctor. Perdona… ¿ tú eres…. ?

---- John, John Divney

Harry estrechó de forma afectuosa la mano del hombre que se hacía llamar Doctor, lo cual
pareció tranquilizarle un poco. Se fijó que el barco y la misteriosa cabina telefónica, se
estaban moviendo.

--- No te preocupes, es sólo la corriente, dijo el doctor. Una cosa, ¿ qué hacías con ese
caminante ?

--- ¿ con el comerciante ? oh… yo sólo le traje aquí. Digamos que era el transporte. Le debía
un favor a una amiga.

--- No sé qué clase de amigas tendrás, pero ese hechicero no era un simple comerciante, era un
Phyrexiano

--- Ya me había informado de que era de una tal Phyrexia, pero no sé qué tiene eso de malo.
Tan sólo comercia con ciertos artefactos.

--- Ya… no me digas. ¿ seguro que se desapareció con uno de esos artefactos tuyos, verdad,
mago ?

309
Harry se sintió confuso. ¿ Les había engañado Tarik a él y a la condesa ? Sí, eso debía de
haber pasado.

---- ¿ Vamos, no creerías que me iría a tragar que esa varita es para buscar metales preciosos ?

--- Yo no he dicho nada de ningún metal precioso

--- Es cierto, todavía no lo habías hecho, ¿ pero lo estabas pensando, John ?

--- ¿ Pero quienes sois vosotros y qué hacéis aquí ?

--- Eso no tiene importancia ahora. Ya se escapó el Phyrexiano

---- ¿ Pero quién era ?

--- Mejor olvídate de ello John, pero para tu información, te diré que no era una buena
persona, si es que aún se le puede llamar así. Los Phyrexianos llevan siglos tratando de
conquistar los Mundos Mágicos. Este era un intento de detenerlos de una vez por todas pero
gracias a ti hemos fallado.

---- Lo siento. No lo sabía.

--- No es culpa tuya, nosotros llegamos tarde, dijo entonces Rose, que había permanecido
callada hasta el momento.

En ese momento, se oyó un fuerte ruido proveniente del agua, rodeando el barco y la cabina.
Parecía no haber ninguna salida. Sin darse cuenta, debido a la caharla que habían tenido, las
corrientes les habían metido en el interior del temido triángulo y parecía que el Misterio se
había apoderado de ellos.

--- ¿ Qué es eso ? preguntó Rose, muy nerviosa

Unos gases empezaron a emanar a su alrededor, envolviéndolos por completo. Harry empezó a
sentirse mareado. La visión se le nubló, y le costaba respirar. Trató de concentrarse, para
lanzar algún hechizo con su varita que disolviera los gases, pero fue incapaz de ello. Apenas
podía ya sostenerse en pie. Lo último pudo escuchar antes de desplomarse sobre el barco fue
al doctor gritando, mientras trataba de reanimar el cuerpo inconsciente de Rose, que también
yacía sobre el barco. Después la visto se le nubló completamente y perdió el conocimiento.

Harry se despertó con el cuerpo muy magullado. Al parecer, se encontraban sobre la cubierta
de una extraña nave muy grande. En uno de los mástiles, junto a una bandera muggle
americana pudo leer de forma muy clara: S.S. Sandra. Harry se sintió sobrecogido.

--- ¿ Raro, verdad ? Conozco a alguien que diría que esto es más raro que el pasado de Jimmy
Hoffa, dijo sonriendo el doctor, que en ese momento se encontraba junto a él.

--- Ya. ¿ Es irónico verdad ? respondió Harry, sonriendo a su vez. ¿ Cómo estáis tú y Rose ?

--- Estamos bien. Ella está descansando ahora. No te preocupes. En cambio esto es curioso,
¿ verdad ? desaparecido sin dejar rastro en 1950 y…. ¡ vualá ! aquí está. Nunca dejo de
sorprenderme a mi mismo.

--- ¿ Acaso te parece gracioso el que nos haya secuestrado un gas misterioso ?

--- Bueno… es algo nuevo. Jejeje

310
--- Me sorprende que estés tan calmado

--- Saldremos de esta, John. Y ahora, una pequeña clase de historia acerca del triángulo:

John, El Triángulo de las Bermudas siempre ha sido un misterio; sobre él, los hombres
siempre se han hecho múltiples especulaciones y todavía no se ha conseguido dar con la
respuesta, aunque muchas sean las teorías que tratan de esclarecer este secreto. Este lugar,
llamado también "Triángulo del Diablo" o "Limbo de los Perdidos" ha sido y es testigo de
fenómenos sin explicación que han recorrido el mundo.

--- Y yo me pregunto, ¿ son algo natural, o provocados ? dijo Harry

--- Jejeje. Ahí es donde quería llegar, John. Verás, El triangulo de las Bermudas, como su
propio nombre indica, es un espacio con forma triangular comprendido entre la Península de
Florida, la isla de Puerto Rico y el archipiélago de las Bermudas. La denominación de
"Triángulo de las Bermudas" es relativamente reciente, ya que la empleó por primera vez en
1964 el periodista norteamericano Vicente Gaddis. No obstante, el misterio se remonta desde
hace mucho tiempo, y ya los viejos lobos de mar conocían a esa zona como "El Limbo de los
Perdidos", una extensión del Mar de los Sargazos, donde las brújulas se vuelven locas y los
más modernos aparatos de navegación no responden. Cristóbal Colón ya hizo referencia a
cuerpos extraños vistos en la zona como luces en el horizonte durante sus viajes por el mar
Caribe.

--- Desde luego, es inquietante, dijo Harry

--- Ciertamente lo es. Pues bien, muchos misterios sobrevuelan el triángulo. Y es que aunque
desde mediados del siglo XIX han desaparecido más de 50 barcos y 20 aviones, uno de los
casos más significativos fue el del vuelo 19: cinco bombarderos estadounidenses tipo torpedo
abandonaron Fort Lauderdale el 5 de diciembre de 1945 en un vuelo de entrenamiento
rutinario y con buenas condiciones metereológicas. Ninguno volvió y tampoco el hidroavión
que se envió a buscarlo. También son numerosos los casos de barcos encontrados
abandonados con la comida aún caliente en las mesas y aviones que desaparecen sin haber
dado ninguna señales de socorro, y todo sin haber encontrado ningún resto.

Muchas son las teorías que existen al respecto y que tratan de esclarecer los hechos, por una
parte, varios científicos aseguran que la mayoría de las desapariciones han ocurrido fuera de
los límites del triángulo y que la ausencia de cuerpos, aviones y barcos se debe a la
profundidad de las aguas; por otro lado, hay quienes alegan la existencia de un campo
electromagnético proveniente de la Tierra que explicaría el no funcionamiento de las brújulas
y el instrumental de vuelo. Otras teorías menos científicas aseguran que las desapariciones se
deben a la existencia de una base extraterrestre o a la posibilidad de un agujero espacial o
temporal, o que se debe a la legendaria y antigua civilización de la Atlántida, sepultada bajo el
mar, con tecnología mucho más avanzada que la nuestra y de la que ya Platón nos constató de
su existencia en algunos de sus escritos. De todas formas, sea lo que sea, mis muchos viajes a
bordo de la Tardis, la cual por cierto es mi nave, como habrás podido darte cuenta John, esa
cabina no es precisamente de policía. A todo esto ¿ tú que opinas, John ?

Bueno, doctor, desde luego, de todos los misterios que andan por el mundo, ninguno puede
competir con las fabulosas historias de las tierras perdidas y civilizaciones desaparecidas, y
entre todas ellas, destaca sobremanera una: la desaparición de un continente entero más allá
de las Columnas de Hércules, al cual se lo tragó la tierra sin dejar rastro ni de él ni de la
floreciente civilización que poseía. Como ya sabes, la famosa Atlántida. Y una cosa es cierta,
siempre me ha parecido bastante intrigante la misteriosa desaparición de toda esa
civilización. Si bien es cierto que llama poderosamente la atención el hecho de que que la
única mención directa a la Atlántida esté en los diálogos de Platón, siendo los miles de libros

311
que se han escrito sobre ella simplemente especulaciones y comentarios a la obra de Platón.
El filósofo menciona al continente perdido en dos de sus diálogos: el Timeo y el Critias.  

--- Ahora que lo mencionas, John, es cierto. El Timeo resume la conversación que tuvieron
Sócrates y tres de sus discípulos allá por el 421 a. JC. en Atenas. En el transcurso de la
conversación, uno de los discípulos de Sócrates, Critias, relata a sus compañeros una historia
que Solón, famoso político y legislador ateniense, le había contado a su abuelo. En uno de sus
viajes a Egipto, Solón conoció a un sacerdote que le dijo que las crónicas egipcias contenían el
relato de una gran guerra librada en tiempos muy antiguos, en torno al 9.600 a. JC., entre
Atenas y "una poderosa hueste que, partiendo de un lugar lejano del océano Atlántico,
avanzaba insolente para atacar a toda Europa, y a Asia por añadidura". Los invasores, siempre
según los comentarios del sacerdote egipcio, procedían de una gran isla llamada Atlántida,
situada más allá de las Columnas de Hércules; esa isla, mayor que África del Norte y Asia
Menor juntas, era el centro de un poderoso imperio que comprendía numerosas islas
atlánticas vecinas y grandes porciones de tierra "Libia hasta Egipto y Europa hasta la
Toscana".

Grecia resistió la invasión atlante y liberó a los pueblos que habían sido subyugados, pero
después hubo "violentos terremotos y pleamares, y en un día y una noche de desgracia, todos
aquellos hombres belicosos se hundieron como un sólo cuerpo en la tierra, y la propia isla de
Atlántida desapareció en las profundidades del mar. Razón por la cual el mar es en esas partes
intransitable e impenetrable, pues en medio hay un banco de barro, causado por el
hundimiento de la isla". Nada más nos dice el Timeo sobre el fabuloso continente. Desde luego
había algo mágico en esa tierra.

--- Por su parte, doctor, el Critias lo contiene una descripción de la isla, la fauna y flora que
poseía (incluidos caballos y elefantes, lo que echa por tierra las teorías de que sudamérica es
la atlántida, ya que no llegaron los caballos al otro lado del Atlántico hasta 1.492), la
organización administrativa de la misma, su flota de 1.200 naves, sus ceremonias, su
magnífica arquitectura y las virtudes de sus habitantes, los cuales "desdeñaban cuanto no
fuese la virtud y tenían en poco la prosperidad de que disfrutaban". Pero el Critias también
nos narra el porqué del final de la isla: "cuando el elemento divino que había en ellos empezó a
debilitarse debido al cruce constante con los mortales y predominó el temperamento humano,
no pudieron seguir siendo dignos de su suerte, y empezaron a comportarse de modo
indecoroso".

Llegó un momento en que Zeus, rey de los dioses, resolvió infligir a la Atlántida un castifgo
ejemplar que calmase sus ambiciones, para lo cual "reunió en su muy honorable residencia a
todos los dioses y una vez que los tuvo allí reunidos les dijo: " Y aquí se interrumpe
inexplicablemente el Critias, sin saber qué les dijo. 

--- Pero ¿ crees tú que es posible que desapareciera un continente entero en medio del
Atlántico? ¿Qué clase de catástrofe pudo haber ocurrido? ¿Hubo un estado ateniense en el
año 9.600 a.JC.? ¿Pueden remontarse las crónicas egipcias a una época tan remota? ¿Por qué
Aristóteles, el discípulo de Platón, sólo dijo de la Atlántida…. "Quien la creó la destruyó
también"? Como ves John, los interrogantes que se plantean son muchos; en la mayoría de los
casos sólo se generan más dudas y sólo se puede responder a ellos con especulaciones y
apreciaciones personales, aunque hay algunas hechos que nos prueban que en efecto, la
Atlántida existió. 

--- Muy cierto, doctor, al comienzo de la época de las exploraciones, durante el siglo XV,
renació el interés sobre éste continente perdido y, basándose en la Biblia, los clásicos y la
mitólogía, se propusieron múltiples ubicaciones de la Atlántida, algunas de las cuales son
Mongolia, el Ártico, las islas británicas, Persia, Mesopotamia, Etiopía, Suecia, Sudamérica,
Norteamérica, Azores, Canarias, Santorín, Creta, Ceilán y muchas otras. Aunque la mayoría de

312
las ubicaciones son poco probables y sus teóricos modificaban datos y directamente se
inventaban otros, hubo uno cuyas ideas no pueden desecharse a la ligera. 

--- ¡ Ignatius Donnelly ! dijeron el doctor y Harry a la vez, muy excitados. Rose se había
despertado y se encontraba a su lado, escuchando atentamente.

--- ¡ El mismo ! comenzó el doctor. Él era el miembro más instruido del congreso
norteamericano a finales del siglo XIX, y publicó el famoso libro (Atlantis: The Antediluvian
World) en el que no se ofrecían nuevas pruebas de la existencia de la Atlántida, sino que se
hacía una síntesis de las ya existentes, encontrando nexos entre pruebas que parecían no
tener nada en común y consiguiendo ofrecer una secuencia de argumentos que no sólo
corroboraban la historia de Platón, sino que además ofrecían datos nuevos sobre el continente
perido de la Edad de Oro.

 --- Donnelly se basó en lo que los antropólogos denominan Teoría difusionista que sostiene
que si en lugares muy apartados surgen culturas parecidas, el hecho no puede ser casual, sino
que se debe a contactos directos o indirectos. Lo cual, si me permite, doctor era una buena
teoría.

--- Por supuesto. Y es que si nos fijamos cuidadosamente, John, las dos culturas con tantas
similitudes son la egipcia y la mesoamericana: Podemos encontrarnos asombrosas semejanzas
entre sus templos, el hecho de que ambas culturas construyeran pirámides, la similitud entre
sus aparejos, etc... y otro hecho que a Donnelly se le pasó entonces desapercibido y que viene
a corroborar que entre ambas civilizaciones hubo un nexo: Ambas culturas son las únicas que
representaban a sus dioses con forma de animal o de híbrido humano-animal. Por lo tanto, no
cabe duda de que hubo un contacto cultural continuado entre los antiguos egipcios y los
antiguos habitantes de centroamérica, aunque algunos antropólogos lo rechazen,
argumentando que las culturas tienden a evolucionar de modo semejante aunque no tengan
relación entre sí. 

--- Y claro, doctor, una vez probada la existencia de la Atlántida en tiempos antiguos, la
controversia se centró en qué tipo de desastre natural podría hacer desaparecer un continente
entero situado en medio del Atlántico, ya que la tectónica de placas no deja lugar para la
Atlántida, y por lo tanto, la destrucción de la misma sólo pudo deberse a un fenómeno
excepcional. Recordemos que en el Timeo, se menciona que la Atlántida fue destruida en un
día y una noche, por lo tanto, rechazamos la hipótesis de un brusco cambio nivel de las aguas.
¿Qué tipo de desastre pudo haber ocurrido entorno al año 9.600 a JC.? Las hipótesis han sido
de lo más variadas, como el impacto de algún meteorito o la aproximación de un cometa
gigante… pero son sin duda alguna dos hipótesis que aún hoy en día no han podido ni ser
probadas por completo.

--- Bueno John, una cosa curiosa es que la prueba de la localización de la Atlántida no surgió
de las investigaciones tradicionales, sino por una predicción de un famoso adivino americano:
Edgar Cayce, quien durante un estado de trance, en 1933, predijo lo siguiente: : "En la parte
hundida de la Atlántida o Poseidia, puede aún descubrirse parte de los templos bajo el fango
acumulado por tantos siglos en el mar, cerca de lo que llaman Bimini, frente a las costas de
Florida". Y como bien sabes, en 1.968 un equipo de exploradores submarinos descubrió lo que
parecía una construcción de 580 metros de longitud y forma de J, hecha en enormes piedras
rectangulares que descansaban en el fondo del mar a media milla de Paradise Point, en Bimini
Norte, una de las Islas Bahamas. 

313
-- Pero ya sabe usted, doctor, que algunos geólogos se apresuraron entonces a descartar que
pudiera tratarse de la Atlántida considerando que esas piedras eran una formación rocosa
natural (teniendo en cuenta que la linea recta no se da en la naturaleza, y que las piedras en
cuestión tenían todas cantos pulidos, la explicación caía por su propio peso) y hubo un gran
número de arqueólogos y atlantólogos que estaban seguros de que dichas piedras habían sido
puestas allí en los últimos años, pero también ésta segunda teoría fue refutada cuando el Dr.
David Zink, tras repetidas exploraciones submarinas desde 1.974, descubrió otros muchos
parajes: piedras labradas con los bordes machihembrados, una cabeza esculpida en un trozo de
mármol, pautas geométricas en la colocación de las piedras, que contienen referencias
astronómicas a la constelación de las Pléyades y monumentos megalíticos que no podían
haber sido llevado allí por el hombre en los últimos años, ya que en todos ellos había huellas
de la erosión provocada por miles de años en el fondo del mar.

 --- Bueno chicos, lo que de verdad llama la atención es el hecho de que la ubicación de la
Atlántida esté precisamente tan cerca del Mar de los Sargazos, donde no se atrevían a entrar
las naves hasta bien entrada la edad moderna por el miedo a encallar en su fondo fangoso, y
recordando el Timeo: la propia isla de Atlántida desapareció en las profundidades del mar.
Razón por la cual el mar es en esas partes intransitable e impenetrable, pues en medio hay un
banco de barro, causado por el hundimiento de la isla".

--- Yo creo que El Pacto está detrás de todo esto, se le escapó entonces a Harry

--- ¿Cómo has dicho ? preguntó el doctor muy alterado.

-- He dicho que creo que El Pacto….

El doctor interrumpió a Harry, muy exaltado.

---- ¡ Rasparicú ! ¡ Uadacada ! …. No puede ser, se le creía extinto.

--- Al parecer han estado durante mucho tiempo ocultos, en la sombra, y ahora…

--- Ahora han decidido nuevamente salir a la luz, finalizó Rose

--- Yo ya llevo bastante tiempo detrás de ellos, dijo Harry

---- Veamos. Esto que tenemos aquí delante….

El doctor examinó detenidamente lo que se encontraba al frente del barco. Luego, procedió a
girar con sumo cuidado el extraño destornillador que portaba y, apuntando con él hacia el
exterior, lanzó una potente luz azul que devolvió una imagen en forma de cono, que parecía
rodear la nave.

--- Es lo que me temía, confirmó el doctor.

--- ¿ De qué se trata ? preguntó Rose

--- Es una especie de campo de fuerza. Parece estar sellado, evitando así que los barcos aquí
atrapados se escapen. Mi destornillador sónico no puede atravesarlo. Tal vez tú puedas
hacerlo, John.

---- Bien, si vamos a hacer esto, y antes de continuar, os recomiendo que os agarréis
fuertemente a algo, les dijo Harry al doctor y a Rose, quienes buscaron rápidamente algo a lo
que asirse.

--- Estamos listos, John, le indicaron ambos a Harry, quien a su vez se había atado a un
madero que había incrustado en la superficie del barco.

314
--- Veamos entonces…. Harry se irguió para poder concentrarse adecuadamente, luego pensó
en su querida Ginny, en sus amigos…. Y en todo lo que le importaba en el mundo. Finalmente
extendió la varita hacia el campo y se dispuso a lanzar el hechizo. Harry sabía que era casi con
toda seguridad su único recurso para poder escapar de esa situación, así que lanzó un hechizo
disruptor de encantamientos de magia muy avanzada :

¡ Brolami, mefra… tucorum ! gritó entonces Harry, a la vez que realizaba unos rápidos
movimientos con su varita en forma de estrellas.

La cubierta del barco empezó a desprenderse y a temblar violentamente. A su vez, un


gigantesco rayo arcoiris de forma estrellada salió de la varita de Harry hacia el campo. Harry
hacía esfuerzos para sostener su varita, que temblaba a su vez de forma violenta entre sus
manos. Finalmente, se produjo un fuerte estruendo y un pequeño agujero del tamaño de una
persona pareció abrirse. Por el mismo se colaban unos finos rayos de luz. Los tres avanzaron
cautelosamente hacia el otro lado del agujero. Al otro lado, vieron a lo lejos lo que parecía una
especie de campamento de esclavos trabajando en una mina.

--- Debemos de ser prudentes y esperar a que llegue nuestro momento, dijo Harry

El doctor se mostró de acuerdo con Harry

--- Sería prudente esperar a la noche, dijo Rose

--- Curiosa filosofía la del Pacto, y a la vez, admirable, dijo Harry. Es una pena que sus
procedimientos sean erróneos.

--- Ciertamente John, la sabiduría es la meta del alma humana, y eso es algo loable. Y según lo
miras, a medida que se avanza en los conocimientos del saber, se va alejando, a su vez, el
horizonte de lo desconocido.

--- Pero el saber no puede ser excluyente, como dijo un sabio, la primera ley de la naturaleza,
Harry, es la tolerancia, ya que todos estamos llenos de errores y debilidades, dijo Rose.

--- Pero el pecado del Pacto es no saber que así como se perfecciona el saber, hay que
perfeccionar también la moralidad, sin la cual, ese saber se destruye, pues es mal empleado,
dijo nuevamente Harry.

--- Ciertamente, John. Ya sabes que por el vicio ajeno enmienda el sabio el suyo, dijo el
doctor, matizando lo que había dicho Harry

--- Cosa que tampoco practica El Pacto, sentenció Rose

--- Creo que la motivación actual del Pacto viene más bien derivada de ese afán de poder que
de su afán de saber y como bien sabes, doctor, la Historia nos dice que….

El doctor finalizó la frase por Harry

--- El poder tiende a corromper y, el poder absoluto corrompe absolutamente

Mientras los reflexionaban sobre estos asuntos y sobre otros relacionados con El Pacto,las
horas fueron transcurriendo lentamente y más pronto de lo que se imaginaron, la noche se
cernió sobre ellos llegando la hora de poner en marcha un plan de ataque.

--- La hora ha llegado, anunció de repente Harry. Hemos de actuar. Sugiero que liberemos
primero a algunos prisioneros. Éstos, a su vez liberarán a otros y pronto contaríamos con una
importante ayuda para tomar el control del campamento.

315
--- Tu plan tiene un problema sabiondo, los 3 guardas que vigilan las tiendas de los esclavos,
dijo Rose.

--- No os preocupeis de eso. Haré un conjuro de invisibilidad y lentamente nos acercaremos a


los guardas. Una vez que estén fuera de combate, liberaremos a los prisioneros.

--- Me parece una buena idea, dijo el doctor

Así, amparados por el hechizo de invisibilidad de Harry, los 3 se acercaron a los guardas y sin
pasar apenas ningún percance, los dejaron fuera de combate. A continuación, entraron el largo
pasadizo que conducía a las prisiones. Habían recorrido aproximadamente 300 metros del
mismo cuando llegaron a una sala circular. Al otro lado de la sala había una puerta cerrada por
una compuerta. En uno de los extremos de la sala había cientos de palancas que salían de un
extraño panel de mandos que salía de la pared.

--- Supongo que esas palancas sirven para abrir la puerta, advirtió el doctor.

Harry movió una de las palancas, pero no pareció ocurrir nada.

--- Prueba con otra, dijo Rose gentilmente

Harry probó otra, y después de esa otra y luego otra y otra…. Pero ninguna parecía tener
ningún efecto. Ya estaba por dejarlo cuando al girar una de las palancas más pequeñas la
puerta se abrió lentamente, produciendo un gran chirrido metálico. Ante ellos se vislumbró
otro pasadizo. De repente, se oyeron unos pasos muy cerca de ellos. Parecía que alguien los
estaba siguiendo, oculto entre las sombras. Un chivatoscopio cayó ante ellos salido e algún
rincón de la sala y luego se oyeron unas pisadas en carrera. Alguien huía. Harry lanzó varios
desmaius en la dirección que les había parecido que huía el intruso pero no parecieron dar en
el blanco.

--- Hemos de andar con cuidado, dijo el doctor. Por seguridad, Rose, tú espéranos aquí oculta
bajo el hechizo hasta que volvamos.

---- Pero, yo…

--- Sin discusiones. A tu madre le prometí que cuidaría de ti y yo me precio de cumplir mis
promesas, siempre que puedo, claro.

--- Oh, ¡ vamos ! ¡ estaré bien ¡.

--- El doctor tiene razón, Rose, no sería prudente que vinieras con nosotros, convino Harry

--- Está bien, cedió finalmente Rose. Me quedaré aquí escondida

Harry y el doctor se adentraron lenta y cautelosamente por el nuevo tramo de pasadizo que
les conduciría a las prisiones. Habían pasado unos 20 minutos y Rose notó una presencia
entorno a ella. ¿ Habría vuelto quienquiera que fuese el que los estaba siguiendo ? Rose
tembló de forma muy nerviosa. Miró a su alrededor, pero no pudo vislumbrar a nadie a su
alrededor. De repente, notó como unas manos le agarraban por la cintura, tratando de cogerle
las manos. Entonces Rose, presa del miedo, se revolvió entonces violentamente contra su
agresor, al que le propinó un fuerte puñetazo en lo que notó, era su cabeza, que le lanzó habia
atrás, cayendo la capa de invisibilidad que este llevaba oculta al suelo y siendo entonces
visible.

--- ¡ Ay, Rose ! ¿ Por qué me has pegado ?

--- ¿ Qué ? ¿ quién demonios eres tú ?

316
El extraño aún se retorcía en el suelo buscando lo que parecía ser…. ¡ no podía ser !…. Rose
no podía creer lo que veian sus ojos… buscando lo que parecía ser una varita, la cual se llevó a
la cara, musitó unas palabras y tomó su apariencia habitual. Era Harry.

--- ¡ John ! ¿ Qué haces aquí de vuelta ? ¿ Dónde está el doctor ? ¿ Conseguisteis liberar a los
presos ?

--- Escúchame atentamente Rose. No tengo mucho tiempo para poder explicártelo. El doctor y
yo caimos en una trampa. Se trata de una especie de bucle temporal cíclico. He usado este
aparato para retroceder y advertirte, le indicó Harry enseñándole su giratiempos.

--- Pero… ¿ Cómo se supone que…. ?

--- No hay tiempo para grandes explicaciones; ya he arriesgado demasiado al escapar


temporalmente y venir aquí. Escóndte bien. En pocos minutos reapareceremos los tres por esa
entrada. Tú debes de convencernos al doctor y a mi de que no continuemos por ese pasillo.
Pulsamos la llave equivocada.

--- Pero yo…

--- Eres nuestra única esperanza Rose Tyler. Ahora todo depende de ti.

Harry dio unas vueltas al giratiempos y luego abrazó a Rose. Finalmente desapareció.

Harry y el doctor habían dejado atrás a Rose y llevaban ya aproximadamente media hora
recorriendo los diversos túneles que se encontraban según iban avanzando por aquel lúgubre
pasadizo. En ese momento llegaron a una enorme sala triangular que a su vez se dividía en
cuatro caminos, uno de los cuales parecía estar obstruido por unas piedras. En el centro de la
misma había una extraña piedra. Harry se acercó lentamente a la misma. Sobre su superficie
había grabadas unas inscripciones que parecían muy antiguas.

--- Es curioso, parece maya, advirtió el doctor, quien también se encontraba mirando la
piedra.

--- Que raro, no recuerdo que los mayas se hubiesen establecido por estas latitudes, dijo Harry.

Harry siguió mirando las extrañas inscripciones de sobre la piedra hasta que sus ojos se fijaron
en un dibujo en concreto.

---- Esa siniestra figura dibujada representa a... ¡ No ! ¡ No puede ser !

--- Sí, John, representa a Mictlantecutli, el dios del Mundo subterráneo, dijo el doctor. Y aquí
abajo se cuenta una historia muy interesante sobre dos gemelos que jugaban al tlachtli....

--- El famoso juego de pelota

--- Efectivamente, John. Se dice que los gemelos eran tan buenos que desafiaron a los por
aquel entonces señores del Mundo subterráneo, el Inframundo, también conocido como
Xibalbá y... pero no puede ser, no aquí.

--- ¿ Qué ocurre doctor ?

--- Esta historia ya la conocía pero supuestamente estaba ambientada en otra región, en
Centroamérica...

--- ¿ Sea como sea doctor, qué cuenta la historia ?

317
-- Como bien sabrás John, el juego de pelota de los mayas, el tlachtli, se practicaba en muchas
partes de la América Central en los tiempos anteriores a la conquista, y hoy día quedan
algunos restos de varias canchas de piedra. Se desconoce cuales eran sus reglas; pero parece
ser que el juego consistía, fundamentalmente, en golpear una pelota y hacerla pasar a través
de un agujero hecho en una piedra circular.

-- Bueno, tú podrías explicarme algunas reglas dijo Harry

-- Bueno, la verdad es que sí conozco algunas John. De hecho, alguno de mis viajes me
llevaron a esa época y tuve el honor de disputar varios partidos. Y te puedo asegurar una cosa
John, eran sin duda, buenos tiempos. Pero no nos desviemos de la cuestión ahora. Lo cierto es
que no estamos aquí para aprender a jugar al tlachtli.

-- Yo siempre he leido por ahí que era una juego muy reputado, dijo Harry

--- Oh, ya lo creo, dijo el doctor. Y muy honorable. Había encuentros muy interesantes,
además de los pertenecientes a la liga nacional, que podríamos llamar, interestatales, en los
que sus jugadores reclamaban todo tido de vestidos y joyas a los espectadores, a modo de
recompensa por un triunfo.

--- Hay quien dice que el juego tenía también un cierto carácter ritual, dijo Harry

--- Es posible, convino el doctor. De todas formas, la historia de los gemelos habla de dos
hermanos gemelos, Hunhun-Ahpu y Vukub-Ahpu, cuya gran y única pasión en la vida era el
juego de tlachtli. Pasaban casi todo su tiempo practicando los distintos lances del juego, y se
consideraban los mejores jugadores del Mundo. Sucedió que dos señores del Mundo
Subterráneo, también conocido como Inframundo, Hun-Camé y Vukub-Camé, eran también
muy diestros jugadores y, como habían oído a los dos hermanos alardear de sus proezas,
decidieron retarles a una partida. Para ello, enviaron como mensajeros a cuatro búhos a la
tierra y Hunhun-Ahpu y Vukub-Ahpu aceptaron el reto muy confiados.

En el camino que llevaba al Mundo subterráneo de Xibalbá se encontraron con muchos


obstáculos. Por fin, llegaron a una sala en donde había una encrucijada. Los cuatro senderos
tenían distintos colores: uno era rojo, otro blanco, otro amarillo y otro negro; y mientras
decidían cual tomar, una voz, que venía del sendero de color negro, les dijo:

--- Yo soy el camino que lleva hasta los dominios de los dioses del Mundo subterráneo.
Tomadme.

Y no sin cierta cautela, los hermanos gemelos se decidieron. No obstante, aunque los dioses
del Mundo subterráneo eran diestros jugadores de tlachtli, abrigaban ambos la sospecha de
que los gemelos eran superiores, y optaron por tenderles una trampa a los hermanos, antes de
que pudieran demostrar sus dotes. En primer lugar, les hicieron dejar sus varitas mágicas en
un cesto, que habían situado convenientemente en un lugar específico del camino.

--- Es para probarnos que venis de buena fe, dijeron los dos dioses del Mundo subterráneo.

Luego, optaron por tenderles una trampa a los dos hermanos, antes de que pudieran
demostrar sus dotes. Los gemelos, por lo tanto, no llegaron directamete a la cancha en donde
se había de jugar el partido, sino que fueron a parar primero a una gran cámara en donde
había unas estatuas de madera sentadas junto a los señores del Mundo Subterráneo. Las
estatuas eran tan naturales que los gemelos se inclinaron ante ellas en señal de respeto y
comenzaron a saludarlas. No habían pronunciado apenas un par de palabras cuando al oir una
recia carcajada de mofa cayeron en la cuenta de su error. Enfurecidos por el ridículo que
habían hecho, los gemelos, agriamente, retaron a luchar a los dioses. Los dos señores del
Mundo Subterráneo, emepro, volvieron a engañarles. Así, pues, simulando ofrecer un mejor

318
acomodo a los gemelos, los llevaron a otra cámara, y una vez allí, invitaron a los hermanos a
tomar asiento sobre dos tronos de piedra labrada. Los gemelos accedierona ello y luego se
percataron de que sus asientos estaban al rojo vivo. Acompañados por el ruido de sonoras y
burlonas carcajadas dieron un brinco en el aire, rugiendo de rabia y de dolor. Después
condujeron a los gemelos a una gran caverna subterránea, que era la Casa de la Tristeza. Los
Señores les dieron una antorcha a cada uno, diciéndoles:

--- Guardad bien estas antorchas, y mantened su brillante llama hasta el amanecer. Si no lo
hacéis así, vuestras vidas correrán grave peligro.

Las antorchas, que no eran más que unos finos haces de cañas, se consumeron rápidamente, y
los hermanos quedaron sumidos en la más completa oscuridad, abandonados a su suerte.
Cuando se hizo la mañana por fin los condujeron ante los dos señores del Mundo Subterráneo.

--- ¿ Dónde están vuestras antorchas ? les preguntaron los Señores

---Se consumieron, dijeron los hermanos

--- Entonces, debéis morir

Así que sacrificaron a los hermanos gemelos y enterraron sus cuerpos; la cabeza de uno de
ellos, Hunhun-Ahpu, fue colgada de un árbol como un trofeo. Ése árbol jamás había dado
frutos, pero tan pronto como le fuera colgada la cabeza sus ramas se cubrieron de frutas
semejantes a las calabazas, que la ocultaron. Los dos Señores del Mundo Subterráneo
declararon entonces que el árbol era sagrado, y prohibieron que fuese visitado. Además,
sellaron la entrada al Mundo Subterráneo obstruyendo el camino con piedras.

--- La historia continúa, dijo entonces el doctor, interrumpiendo el relato

--- Es fascinante, dijo Harry

--- Es horrrible, dijo el doctor, mirando detenidamente la sala en donde se encontraban con
sumo detenimiento.

Harry empezó a preocuparse. Antes no se había dado cuenta de ello pero la sala triangular en
la que se encontraban se dividía en cuatro caminos y en una de las esquinas, semi oculto por
unas enormes piedras había un extraño árbol. Harry se acercó temeroso, al árbol.

--- No puede ser, se iba repitiendo a sí mismo en voz baja

Cuando al fin llegó a la altura del árbol, espero al doctor quien también quería ver de cerca el
mismo. Ante sus ojos, oculta bajo unos frutos, había una cabeza humana.

--- Se han confirmado mis peores presagios John

El doctor, cabizbajo, se acercó al camino obstruido por las piedras. Allí encontró, sin lugar a
dudas, lo que parecía ser una marca de color negro , semivisible a través de las piedras.

--- ¿ Te das cuenta de lo que esto significa, John ?

Harry lo venía sospechando hace un tiempo. Sin embargo, fue el doctor el que dijo lo que
ambos estaban pensando.

--- La mina es una tapadera. Quieren reabrir la entrada al Mundo Subterráneo. Tan sólo Dios
sabe a qué ciraturas habrán pensado en convocar de allí dentro.

--- ¡ Por las barbas de Merlín ! ¡ No podemos permitirlo !

319
--- Naturalmente que no. Por fortuna, hemos llegado a tiempo. Se sabe que existen varias
entradas al Inframundo, una estaba oculta en el Mítico laberinto del Minotaruo, en Cnosos, se
sabe que en la Antigua Atlántida había otra, ésta que tenemos ante nosotros, parece ser otra
puerta. En Chile, entre las leyendas de su conquista, se habla de la ciudad magica, de "Los
Cesares"; otra de las entradas al mundo subterraneo se encontraría en la cordillera de los
Andes. Tenemos también las de Erks y la de los Terrones, y es que en Argentina muchos
afirman conocer un sitio que sería una puerta al mundo subterráneo. Otra de ellas estaría en
la provincia de Cordoba, en la Capilla del Monte. Y hay más entradas ocultas por el Mundo.

--- En mi preparación para auror me interesé mucho por ese tema, dijo Harry. Según la
mitología de los pueblos antiguos, en ese Mundo Subterráneo se sitúa la morada de los dioses.
De acuerdo con esto, el mismo Dante Aliguieri quiso dar cuenta de ello: "Encontré una floresta
profunda y oscura". Pero luego, aseguran, fue obligado a referirse a ese mundo como "el
infierno": Para algunos, ese vasto imperio oculto en las profundidades terrestres se denomina
Shambalah, el cual estaría habitado por millones de habitantes distribuidos en innumerables
ciudades. Los principales peritos del Ministerio afirman que la entrada primordial a ese
espacio está en algunos compartimientos secretos situados en la base de la pirámide de
Keops, en Egipto. De acuerdo con las mismas fuentes, existe otra entrada en el Machu Pichu y
finalmente en la isla de Itaparica, en el estado brasileño de Bahía.
Sin embargo, el ingreso no es para todos sino que para acceder es necesario contar con una
seña, que puede ser un determinado nivel de desenvolvimiento espiritual. "Este mundo
desconocido, del que ningún poder humano, incluso el actual, puede forzar a revelarlo, se
conoce como templo de Agharti. Quienes habitan allí, poseen grandes poderes y tienen
conocimiento de todos los asuntos del mundo. Se dice que se puede viajar de un lugar a otro
por pasadizos que son tan antiguos como el mismo Mundo".
Raymond Bernard, un investigador norteamericano de las leyendas del mundo subterráneo,
puntualizó que "en el mundo budista del Lejano Oriente, la creencia de un mundo subterráneo
que recibe el nombre de Agharti, es universal y forma parte integral de la fe. Otra palabra
sagrada entre los budistas es Shamballah, nombre de la capital del mundo subterráneo." "Se ha
dicho que el interior de la Tierra lo recorre una red de túneles, que abundan especialmente en
América del Sur, y que estos túneles conducen a ciudades subterráneas en las inmensas
cavidades de la tierra. Uno de los ramales más importantes está en Brasil, donde está
conectado por túneles a la costa. Ahí, se rumorea que los túneles se sumergen al fondo del
océano en dirección a la perdida Atlántida".
La Capadocia turca esconde un enigma arqueológico de primer orden: una red de ciudades
subterráneas que los expertos aún no saben con certeza ni por quién ni para qué fueron
excavadas. También se dice que hace muchos siglos existieron civilizaciones desarrolladas,
mucho antes de Mesopotamia o Egipto, que se esfumaron tras la llegada de la última
glaciación. Para todos ellos, aquel cambio climático de hace 11 ó 12.000 años, colapsó el
curso de la Historia y dio pie a leyendas como las del Diluvio, extendida entre todas las
culturas del planeta, o la del hundimiento de la Atlántida. ¿Era, pues, Derinkuyu en Turquía,
un vestigio de alguna de esas civilizaciones prehistóricas? ¿Era casualidad que en la región
del planeta en la que nos encontrábamos hubiera florecido el mito de Shambalah, un mítico
reino subterráneo cuyos tentáculos se extienden supuestamente bajo todo el continente de
Asia?

--- Hace poco, John, unos arqueólogos mexicanos descubrieron un laberinto de templos de
piedra en cuevas subterráneas, algunas de ellas sumergidas bajo el agua y con huesos
humanos. Para los antiguos mayas se trataba de un portal por donde las almas de los muertos
entraban al infierno. La península del Yucatán consiste en un complejo arquitectónico de 11
templos sagrados, y lo que podrían ser restos de sacrificios humanos. Según los arqueólogos,
los mayas creían que el complejo subterráneo de cuevas sumergidas bajo el agua, conducían
hacia recintos secos, los cuales eran el camino al infierno, conocido como Xibalbá. Los
trabajos de excavación de los últimos 5 meses revelaron esculturas de piedra y cerámica como
ofrendas a los muertos.

Los mayas construyeron asombrosas pirámides y elaborados palacios en América Central y el


sur de México, antes de abandonar misteriosamente sus ciudadelas en el IX siglo. Asímismo,

320
los mayas describieron el viaje hacia el Xibalbá en el texto sagrado de Popul Vuh,
originalmente escrito en jeroglíficos en grandes papiros, para después ser transcrito por los
conquistadores españoles. Diferentes grupos mayas que vivieron en el sur de México, el norte
de Guatemala y Belice cuentan con sus propias entradas al mundo de los muertos, casi
siempre bajo un sistema de cuevas enterradas en la jungla. Pero John, date cuenta de que son
casi siempre emplazamientos de Sudamérica. ¿ Cómo explicas esta entrada ? ¡ Se suponía que
tenía que estar en Sudamérica !

--- De repente, se escucharon unos pasos que venían del corredor contiguo. Todo ocurrió muy
deprisa. Harry y el doctor no tuvieron tiempo de ocultarse bajo la capa de invisibilidad. No
obstante, por la expresión de quien vieron aparecer ante ellos llevaba algún tiempo
escuchándoles.

--- Me temo que esas son demasiadas preguntas para que os de respuesta señores, dijo el
extraño. No obstante, imagino que tanto el señor Divney como el Doctor querrán respuestas…

--- ¿ Qué es todo esto ? preguntó Harry de forma rabiosa, a la vez que apuntaba su varita de
forma amenazadora hacia el mago.

--- Permitidme presentarme. Soy Lucius Pent, y como podéis imaginar, miembro del Pacto.
Estas instalaciones son el Altar.

--- ¿ Un altar ? ¿ A quién adoran ?

--- Por supuesto, dijo el doctor, como hablando para sí, ajeno a toda conversación

--- No sea ingenuo señor Divney. Descansamos sobre uno de los puntos con mayor potencial en
el Mundo Mágico para la obtención de sabiduría, el Inframundo. Piense en la cantidad de
posibilidades que se abren ante nosotros: El poder de vencer a la muerte, Los mayores
secretos del Mundo de los espíritus a la palma de la mano…

El doctor continuaba con sus reflexiones

--- Esto es…. Tiene que ser…

--- ¿ Pero a qué coste ? ¿ De verdad cree que eso puede justificar la tortura selectiva de
inocentes muggles ?

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--- Bueno, sus vidas son un pequeño coste asumible pero necesario.

--- ¿ Un coste asumible ?

--- Todo por la sabiduría, amigo mío.

--- ¡ Ya he tenido suficiente ! gritó Harry notablemente iracundo, finalizando la conversación.

---- ¡ Esto es una Academia del Pacto ! ¡ Una especie de templo iniciático ! dijo el doctor,
haciéndose oir

--- Fantástico doctor. Veo que no es usted un cualquiera.

En ese momento, una luz amarilla inundó la sala. Lucius miró un momento su reloj, luego
miró a Harry y al Profesor, y les apuntó con su varita

--- Me gustaría seguir con la charla, pero tengo unos asuntos que atender, así que sintiéndolo
mucho voy a tener que deshacerme de vosotros. Como comprenderéis, no queremos testigos.
¡ Harastmur, Morterntus !

Una bola verde aceituna de forma ovalada empezó a formarse de la varita del brujo. Harry
reconoció el mortal hechizo. Sabía que tan sólo disponían de unos segundos, así que apuntó
con su varita al suelo, y lanzó un hechizo que creó una pequeña neblina entre ellos y Lucius y
se dirigió al doctor.

--- ¡ Corre !

Los dos salieron corriendo en dirección contraria. Lucius no podía dirigir bien el hechizo así
que lo lanzó a lo ciegas y Harry y el doctor no recibieron el impacto. Harry se volvió y lanzó
un hechizo aturdidor que Lucius detuvo con un hábil hechizo escudo. Finalmente pudieron
desaparecer por el corredor. Lucius aullaba de furia, aunque no les persiguió. Se limitó a
presionar una palanca que había oculta en una esquina de la sala.

--- ¡ Idiotas ! ¡ Estáis atrapados ! gritó, mientras empezó a reirse siniestramente.

Harry y el doctor estuvieron corriendo durante un buen rato a lo largo de los pasadizos hasta
que les pareció que se encontraban a salvo. En la sección del pasadizo en la que se
encontraban las paredes eran más estrechas y les costaba avanzar. Al cabo de poco Harry pisó
una baldosa que activó una especie de mecanismo de seguridad. Un vórtice azul de energía les
envolvió en cuestión de segundos.

--- ¡ Es una trampa ! gritó Harry

Pero no tuvieron tiempo de reaccionar. Harry sintió que la vista se le nublaba y le pareció
estar moviéndose a gran velocidad dentro de una especie de tubo. La cabeza le daba vueltas.
De repente pareció ralentizarse. Ante él se encontraba el doctor. Harry miró desconcertado a
su alrededor. Al parecer, se encontraban recorriendo los túneles.

--- ¿ Ocurre algo ? le preguntó el doctor

--- Harry no se explicaba lo que ocurría. ¿ Dónde estamos ? preguntó.

--- ¿ Te encuentras bien, John ? Estamos avanzando por los túneles. Rose nos está esperando
ahí atrás en la sala.

--- Pero…. no puede ser…. A Harry todo lo que le había ocurrido le había parecido tan real…
¿ cómo es que el doctor no lo recordaba ? doctor, ¿no se acuerda de Lucius Pent ?

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--- ¿ Lucius Pent, dices ? En mi vida he oido ese nombre dijo el doctor, dejando a Harry muy
confundido. ¿ Sería posible que se lo hubiese imaginado todo ?

Harry y el doctor siguieron andando lentamente por los corredores, hasta que acabaron
llegando a una sala triangular que a Harry le pareció muy familiar:

En el centro de la misma había una extraña piedra. Harry se acercó lentamente a la misma.
Sobre su superficie había grabadas unas inscripciones que parecían muy antiguas.

--- Es curioso, parece maya, advirtió el doctor, quien también se encontraba mirando la piedra.

Si hasta ese momento, Harry ya sospechaba que estaban repitiendo sus pasos anteriores, las
palabras del doctor acabaron por confirmárselo, así que probó a seguir con ello.

--- Que raro, no recuerdo que los mayas se hubiesen establecido por estas latitudes, dijo Harry.

Esa siniestra figura representa a Mictlantecutli, dijo Harry, tratando de captar la reacción del
doctor.

--- Sí, John, te presento a Mictlantecutli, el dios del Mundo subterráneo, dijo el doctor. Y aquí
abajo se cuenta una historia muy interesante sobre dos gemelos que jugaban al tlachtli....

--- El famoso juego de pelota, dijo Harry riéndose

El doctor miró de forma nerviosa a Harry durante unos momentos, luego tomó aire y se
dispuso a hablar nuevamente.

-- Efectivamente, John. Se dice que los gemelos eran tan buenos que desafiaron a los por aquel
entonces señores del Mundo subterráneo, el Inframundo, también conocido como Xibalbá y...
pero no puede ser, no aquí.

--- Ahora va a decirme que la historia estaba ambientada en Centroamérica, ¿ verdad ?

--- Pues sí, pero.... ¿ cómo lo has ....?

--- ¿ Sabido ? Es que he estado tratando de decírselo, doctor, pero no sabía cómo ya que al
aprecer soy yo el único que recuerda algo de todo esto. Me temo mucho que hemos caido en
unaespecie de trampa del Pacto.

--- ¿ Una trampa ?

--- Sí. Es algo así como una especie de trampa-tiempo. Estamos encerrados dentro de un bucle
temporal. Y mucho me temo que va a ser muy difícil romperlo.

-- Bueno, yo tengo algunas ideas bajo la manga pero...

--- No funcionarán sin alguien de fuera John. ¿ No es eso ?

-- Cierto. De todas formas, sólo disponemos de unos pocos minutos antes de que Pent llegue
por ese corredor, dijo Harry, señalando un pasillo contiguo.

--- El Pent del cual me has hablado antes, ¿ verdad ?

--- El mismo. Él nos atrapó aquí.

Harry y el doctor escucharon unos pasos acercarse por el corredor. Sin embargo, no podía ser
Pent, aún era demasiado pronto. Harry levantó cautelosamente su varita apiuntando a quien
fuera que fuese el intruso. Mas para su asombro, vieron salir a un niño rubio de aspecto pálido,

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el cual, según parecía, les estaba buscando. El niño llevaba una bolsa a la espalda. El niño les
miró a ambos sin apenas inmutarse y se sentó en el suelo.

-- ¿ Qué haces por aquí, pequeño ? preguntó el doctor

--- Buscaba a mi abuelo. Una piedra grande le ha atrapado los pies y no puede liberarse, dijo el
pobre niño entre sollozos.

En ese momento escucharon unos gritos que procedían del túnel por el cual habían venido.

--- Qué raro, dijo Harry. No vimos a nadie al venir hacia aquí.

--- Mi abuelo y yo hemos conseguido escaparnos, pero las prisiones están allí atrás, no por
aquí. Esto es tan sólo una forma de despiste.

Harry y el doctor fueron hacia el lugar de donde provenían las voces. No tardaron mucho en
llegar.Un anciano en efecto, tenía los pies atrapados por una enorme roca. A Harry, no
obstante, el aspecto del anciano se le hizo conocido.

--- Gracias al cielo que llega alguien en mi auxilio, dijo el anciano al veros.

Harry usó un potente hechizo levitatorio para elevar la roca unos metros, de forma que los
pies del anciano quedaron libres.

--- Se encuentra bien, ¿ buen hombre ?

-- Gracias a vosotros, de maravilla.

--- Bueno, entonces nos alegramos de haberle ayudado. También tiene que darle las gracias a
su nieto, dijo Harry mientras ambos se volvían en dirección al niño, al que habían dejado de
espaldas. Sin ambargo, el pequeño había desaparecido, y en su lugar estaba su bolsa.

-- Qué raro. ¿ Dónde estás, pequeño ?

--- Ayuda a alguien necesitado... seguimos ganado puntos. No se preocupen por él, cojan la
bolsa y vayan a las prisiones oyeron decir al anciano, que se encontraba entonces a su
espalda. Harry se volvió rápidamente y corrió en dirección al anciano.

-- Usa el chivatoscopio que hay dentro Harry, te será útil. Y recuerda, mejores secretos vienen
siempre del subsuelo, le susurró el anciano de forma que sólo él pudiera oirlo. Y antes de que
Harry pudiera hacer nada le lanzó un hechizo, el cual le hizo cambiar su apariencia.

--- Pero...

Pero el anciano desapareció de forma inmediata, frente a ellos.

-- Era Merlín, dijo Harry. Otra vez ha venido a mi rescate.

--- ¿ Merlín ?

--- En otro momento.

Harry cogió entonces rápidamente el chivatoscopio de la mochila. Tenían muy poco tiempo.

--- En un momento a otro llegará Pent. Si queremos escapar de aquí, necesitaremos de la


ayuda de Rose. Intentaré avisarla. No sé si esto funcionará. ¿ Tú sólo podrás contenerle ? le
preguntó Harry al doctor

-- Lo intentaré. Después de todo, antes no nos mató, ¿ verdad ?

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--- Cierto, pero no se qué hará si ve peligrar su pequeño chiringuito.

El chivatoscopio empezó a girar y a brillar rápidamente. Harry lo cogió, su cubrió con su capa
de invisibilidad y dió media vuelta a su giratiempos antes de despedirse. Pero era demasiado
tarde, Pent acababa de llegar a su altura. Entonces, todo lo que veía Harry comenzó a correr
hacia atrás vertiginosamente, lo cual le produjo un cierto mareo. Harry intentó centrar su
visión, más un fuerte dolor de cabeza le impedía concentrarse. Con gran esfuerzo por su parte,
comenzó a moverse. Le pareció percibir unas voces y algo que se asemejaba a una especie de...
sala circular.

-- Tiene que ser la de las palancas, se dijo a si mismo.

Finalmente su visión de aclaró del todo y, de forma sigilosa se introdujo en la sala. Allí se
encontraban su yo pasado, el doctor y Rose. Lentamente, se situó detrás suyo. Harry miró
detenidamente las palancas de la pared por si veia algo que antes se les había pasado por alto.

--- Supongo que esas palancas sirven para abrir la puerta, advirtió el doctor.

Harry movió una de las palancas, pero no pareció ocurrir nada.

--- Prueba con otra, dijo Rose gentilmente

Harry vió cómo iban probando sin éxito las palancas, hasta que dieron finalmente con la más
pequeña y la puerta se abrió lentamente, produciendo un gran chirrido metálico. Entonces,
dió unos pasos hacia atrás, para dejarles sitio, sin embargo pisó una losa que andaba algo
suelta y ellos le oyeron. Harry se asustó mucho, lentamente se giró hacia atrás, dispuesto a
correr, y el chivatoscopio se le cayó al suelo. Como último recurso, echó a correr por el túnel
para alejarse de ellos. Le lanzaron varios hechizos, mas ninguno le alcanzó. Cuando consideró
que estaba a salvo, se volvió y lentamente, comenzó a acercarse nuevamente a la sala.

Cuando llegó a la misma, tan sólo vio allí a Rose oculta en un rincón de la misma.
Lentamente, se acercó a ella, pero se la podía percibier inquieta, nerviosa. Como no sabía
cómo presentarse tan súbitamente, trató de coger sus manos, para evitar que ella reaccionase
de forma violenta, como de hecho ocurrió. Así pues, cuando Harry trataba de cogerle con las
dos manos por la cintura, Rose, presa del miedo, se revolvió entonces violentamente y le dio a
Harry un fuerte puñetazo en la cabeza, lo cual le lanzó habia atrás, cayéndosele al suelo su
capa de invisibilidad y quedando Harry al descubierto.

--- ¡ Ay, Rose ! ¿ Por qué me has pegado ?

--- ¿ Qué ? ¿ quién demonios eres tú ?

Harry aún se retorcía en el suelo buscando su varita. Cuando lo hizo la giró hacia su rostro,
musitó unas palabras y finalmente recobró su verdadera apariencia.

--- ¡ John ! ¿ Qué haces aquí de vuelta ? ¿ Dónde está el doctor ? ¿ Conseguisteis liberar a los
presos ?

--- Escúchame atentamente Rose. No tengo mucho tiempo para poder explicártelo. El doctor y
yo caimos en una trampa. Se trata de una especie de bucle temporal cíclico. He usado este
aparato para retroceder y advertirte, le indicó Harry enseñándole su giratiempos.

--- Pero… ¿ Cómo se supone que…. ?

--- No hay tiempo para grandes explicaciones; ya he arriesgado demasiado al escapar


temporalmente y venir aquí. Escóndete bien. En pocos minutos reapareceremos los tres por

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esa entrada. Tú debes de convencernos al doctor y a mi de que no continuemos por ese
pasillo. Pulsamos la llave equivocada. Las cárceles deben de estar bajo el susuelo. Recuerda,
los mejores secretos vienen siempre del subsuelo.

--- Pero yo…

--- Eres nuestra única esperanza Rose Tyler. Ahora todo depende de ti.

Harry dio unas vueltas al giratiempos y luego abrazó a Rose. Finalmente desapareció.

Rose permaneció expectante, aguardando a que, tal y como había dicho John, apareciesen
ellos 3 por la galería. Así pues, al cabo de unos minutos su yo pasado, el doctor y John
llegaron a su altura, con lo cual ella decidió salir de su escondite. Al verla y casi de forma
automática, su doble pegó un fuerte grito, John le apuntó con la varita y el doctor se acercó a
ella de forma cautelosa.

-- Quién eres y qué haces aquí ?

--- Soy Rose. Bueno, una versión futura en realidad. No sé cómo ni por qué pero John se ha
aparecido hace unos intantes para advertirme de que no contiuaseis por esa puerta. Es una
trampa. No tenemos mucho tiempo, dijo ella. Si continuais por ahí caereis en una trampa.

--- ¿ Dices que yo te he avisado ? preguntó Harry, completamente confundido. ¿ no sérá esto
un truco ?

-- Podéis pensar lo que queráis. Me dijiste que el camino a las prisiones debía de estar oculto
aquí, bajo el subsuelo, o al menos eso entendí: Fue algo así como " los mejores secretos vienen
siempre del subsuelo".

--- Entiendo.

--- En breves momentos yo desapareceré. He completado mi tarea. El tiempo volverá a fluir


con normalidad. Espero que todo vaya bien.

Y poco después los 3 se quedaron solos, indagando dónde podía esconderse la entrada que les
daría el acceso a las prisiones. Al cabo de media hora infructuosa, durante la cual habían
examinado todos los recovecos de la sala, Harry decidió que no le quedaba más remedio que
utilizar uno de los hechizos más poderosos de búsqueda que conocía, aprendido a lo largo de
sus muchos años de servicio como auror, el letal "verum defunctus". Tan sólo de pensar en el
mismo le hizo a Harry estremecerse.

--- Deberías de ocultaros, les aconsejó Harry al doctor y a Rose.

Harry levantó lentamente su varita y fue trazando círculos con ella en el aire. Al principio de
forma muy lenta, luego un poco más rápido y así progresivamente mientras pronunciaba una y
otra vez el hechizo. Unos haces oscuros de humo empezaron a inundar toda la sala,
recorriéndola toda la sala, produciendo un ruido ensordecedor.

--- Verum defunctus, verum defunctus, verum defunctus...

Rose y el doctor se aferraban con todas sus fuerzas a uno de los muros de la sala para evitar
ser succionados por el pequeño y oscuro tornado que parecía emanar de Harry y que invadía la
sala. En un momento dado Harry percibió una luz brillante procedente de una baldosa medio
oculta en el centro de la sala. Era la señal que había estado buscando. Poco a poco dejó que el
hechizo fuera muriendo hasta que la oscura nube de humo se disolvió por completo. Harry se
acercó a la baldosa y la tanteó por sus bordes hasta que encontró lo que parecía ser una
especie de tirador.

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--- ¿ Una trampilla ? preguntó Rose

-- Ahora lo averiguaremos, dijo Harry sonriendo

Harry se acababa de despedir de Rose y se encontraba de vuelta junto al doctor, en lo que


parecía ser una especie de panteón dedicado a alguien del Pacto.

--- Por fin has vuelto, dijo el doctor. Ese Pent, por poco me atrapa antes.

--- ¿ Dónde estamos escondidos ?

--- Encontré un pasadizo ocultó que me llevó hasta aquí, pero no sé por cuanto tiempo tardará
en averiguar que estamos aquí. ¿ avisaste a Rose ?

--- Lo hice. Ahora dependemos de ella. Espero que consigan tener éxito y desaparezca toda
esta pesadilla.

-- En efecto, si lo consiguen, todo volverá a la normalidad y libraremos a esos pobres inocentes


que El Pacto tiene cautivos.

La puerta que daba acceso a la sala se abrió. Una voz que reconocieron al instante les indicó
que Pent al fin les había encontrado.

-- ¡ No conseguiréis salir de aquí ! lo oyeron gritar, lleno de furia

--- ¡ Avada kedavra !

Un rayo verdoso se estrello contra una vitrina cercana haciéndola añicos.

--- Estamos perdidos, dijo el doctor

--- Espero poder contenerle, dijo Harry, mientras miraba su reloj.

Los pasos de Pent acercándose sonaban mucho más cercanos ahora. Harry decidió enfrentarlo,
con lo cual salió a su encuentro. El doctor permaneció escondido.

--- ¡ Avada kedavra !

Harry saltó ágilmente hacia su derecha y el rayo verde asesino se estrelló contra una de las
paredes de la sala produciendo una enorme brecha. Entonces decidió crear un pequeño escudo
protector que les sirviese para ganar tiempo. Lucius Pent empezó a lanzar hechizos, pero el
escudo de Harry los repelía. Aún así, al cabo de un tiempo, el cansancio empezó a hacer mella
en él mientras Pent seguía intentando destruir sin éxito el escudo.

--- ¡ Destrum teis ! ¡ Tractum vitelis !....

--- No sé cuanto más podré aguantar aquí, dijo Harry

--- Aguanta John, no creo que en breve lo habrán conseguido.

Más y más rayos continuaban estrellándose contra el escudo-barrera de Harry quien estaba
ya al borde del desmayo cuando, de forma repentina, los dos desaparecieron ante la mirada
atónita del hechicero del Pacto.

--- ¡ Noooooo ! gritó lleno de cólera el oscuro hechicero. ¡ Me las pagaréis !

De esta forma, el bucle temporal quedó roto y Harry y el doctor se encontraban nuevamente
libres junto a Rose en lo que parecía ser el acceso a las prisiones las cuales pudieron ver al

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fondo. Después de lanzar unos hechizos a las puertas pudieron acceder a las mismas y pco a
poco fueron liberando a los prisioneros del Pacto. Una vez que estuvieron todos fuera de sus
celdas, Harry improvisó un pequeño traslador que les llevaría a todos a un lugar seguro
mientras que él se desaparecería junto a Rose y el doctor camino a la Tardis. Y unas horas
después se encontraban todos disfrutando de un espléndido té en una de las habitaciones de la
Tardis.

--- Creo que es hora de que continúe mi camino, dijo Harry

-- Nosotros también deberíamos de tomarnos unas pequeñas vacaciones, dijo el doctor. ¿ Qué
te parece un pequeño viaje
por el siglo XXIII ? tienen lo que sería algo así como el nuevo Imperio Romano... podríamos
comprar algunos regalos para tu madre en el mercado...

--- Jejejej, tú sí que tienes detalles

Harry les dio un fuerte abrazo a ambos y se preparó para marcharse.

--- Espero que acabes con ellos Harry, le dijo entonces el doctor, lo que dejó a Harry bastante
confuso.

--- Lo... ¿ has sabido todo el tiempo ? dijo muy confuso

--- Por supuesto, soy el doctor.

--- Pero...

--- Buena suerte, le dijo Rose también despidiéndose

Entonces, Harry salió de la nave y pocos minutos después de que esta hubiese desaparecido
dejándole solo, él se desapareció rumbo a las afueras de Hogwarts, en donde se encontraba en
esos momentos Hagrid, podando unos arbustos. En ese mismo instante, en la ciudad de
Londres:

Los 4 Merodeadores andaban en esos momentos haciendo de las suyas nuevamente. Esta vez,
se encontraban huyendo de los policías muggles en unas de las muchas callejuelas de Londres.
La motocicleta de carreras tomó tan rápido la curva afilada en la oscuridad que ambos policías
del coche de la persecución gritaron: "¡Guau!". El Sargento Fisher apretó su largo pie en el
freno, creyendo que el chico que montaba en el asiento de atrás de la moto volaría bajo sus
ruedas. Sin embargo, la moto siguió sin arrojar a ninguno de sus ocupantes, y con un pestañeo
de su luz roja trasera, desapareció en la estrecha calle de al lado.

-¡Ya les tenemos! exclamó con excitación el capitán de policía Anderson-. ¡Esto es un callejón
sin salida!

Tomando el volante con determinación y haciendo crujir la maquinaria, Fisher rayó la mitad
de la pintura de la chapa del coche en el intento de perseguirlos por el callejón.
Los dos pasajeros estaban atrapados entre una pared de ladrillo y el coche de la policía, que
ahora se acercaba hacia ellos como un depredador gruñón de ojos luminosos.
Había tan poco espacio entre las puertas del coche y los muros del callejón que Fisher y
Anderson habían salido con dificultad del vehículo. Dañó su dignidad tener que medir pulgada
a pulgada, como si se tratasen de cangrejos. Fisher arrastró su generosa panza por el muro,
arrancando botones de su camisa por el camino, y finalmente descolocando el retrovisor con
su parte trasera.

-¡Bajad de la moto! bramó a los jóvenes que sonreían con insolencia, que se habían sentados
con la luz azul parpadeante como si disfrutasen con ello.

328
Lo hicieron como se lo habían mandado. Después de librarse del espejo retrovisor roto, Fisher
les miró con ferocidad. Parecían tener unos dieciocho años. El que había estado conduciendo
tenía una melena larga y negra. Su buen aspecto insolente desagradablemente le recordó a
Fisher al novio guitarrista y holgazán de su hija. El segundo chico también tenía cabello
negro, aunque era corto e iba en todas las direcciones. Llevaba gafas y una ancha sonrisa. Los
dos vestían camisetas con un gran pájaro dorado estampado; un emblema, no había lugar a
dudas, de alguna banda de rock sin ritmo y ensordecedora.

- ¡No lleváis cascos! -gritó Fisher, señalando la cabeza desprotegida de uno de ellos-.
Excediendo el límite de velocidad con una considerable cifra -(de hecho, la velocidad
registrada había sido mayor que la que Fisher estaba preparado para aceptar de una moto que
pudiese viajar). ¡Ignorar la detención de la policía!
-¡Nos encantaría detenernos para conversar! -dijo el chico con gafas-. Solo intentábamos...
-No te hagas el listillo. ¡Los dos estáis metidos en un buen lio! -gruñó Anderson-. ¡Nombres!

-¿Nombres? -repitió el conductor de cabello largo-. Er... bueno... déjame ver. Está
Wilberforce... Bathsheba... Elvendork...
-Y lo que es bonito sobre ese es que puedes usarlo tanto para chico como para chica -dijo el
chico con gafas.

-Oh, ¿te refieres a nuestros nombres? -preguntó el primero-. Deberías habérmelo dicho. Éste
de aquí es James Potter, y yo soy Sirius Black.

-Las cosas se van a poner verdaderamente negras para ti en un minuto, pequeño descarado...

-Pero ni James ni Sirius estaban prestando atención. De repente estuvieron tan alerta como
perros de caza, mirando más allá de Fisher y Anderson, sobre el techo del coche de policía, en
la boca oscura del callejón. Entonces, con movimientos idénticos y fluidos, se llevaron la
mano a sus bolsillos traseros.

En el espacio de un latido los dos policías imaginaron pistolas saliendo de ellos, pero un
segundo después descubrieron que los motoristas no habían sacado otra cosa que...

- ¿Baquetas? -preguntó Anderson-. Sois un par de bromistas, ¿verdad? Está bien, quedáis
arrestados bajo los cargos de...

Pero Anderson nunca llegó a decir los cargos. James y Sirius habían gritado algo
incomprensible, y los haces de luz del coche se habían movido. Los policías dieron una vuelta
a su alrededor, después miraron a sus espaldas.

Tres hombres estaban volando, realmente volaban, en el callejón sobre escobas. Y al mismo
tiempo, el coche de policía estaba encabritado sobre sus ruedas traseras.
Las rodillas de Fisher cedieron; cayó sentado. Anderson tropezó con las piernas de Fisher y
cayó encima de él, mientras oían flump-bang-cruch escucharon a los hombres de las escobas
chocar contra el coche y caer, aparentemente inconscientes, en el suelo, mientras trozos de
escoba caían a su alrededor.

La moto había vuelto a rugir de vida de nuevo. Con la boca abierta, Fisher miró atrás para ver
a los dos adolescentes.

-¡Muchas gracias! -le dijo Sirius sobre el ruido de la maquinaria. ¡Os debemos una!

-Sí, ha sido un placer conoceros, dijo James. Y no lo olvidéis: ¡Elvendork! ¡Es unisex!

Hubo un crujido que sacudió la tierra, y Fisher y Anderson se abrazaron el uno al otro de
miedo; su carro acababa de caer de nuevo al suelo. Ahora era el turno de la moto de rugir.
Antes de que los policías diesen crédito a lo que veían sus ojos, surgió en los aires: James y

329
Sirius desaparecieron en el cielo nocturno, con la luz trasera parpadeando detrás de ellos
como un rubí que desaparecía.

--- ¿ Y bien, mi querido Hagrid, has visto por aquí a James Potter y el resto de su cuadrilla ?
Tengo un asunto que tratar con ellos antes de proseguir con mi siguiente tarea.

--- Creo que andan haciendo de las suyas por ahí, ya sabes, molestando a los muggles
alterando el orden público. Cosas de chiquillos. Por cierto, te ha llegado una nueva carta.

Harry examinó la carta. Sin duda alguna, por la inscripción eran las instrucciones para su
próximo trabajo. Lentamente abrió la carta y leyó sus instrucciones. Era lo que suponía.

--- Mmmm... esto va a ser interesante

-- ¿ Y dónde va a ser esta vez ? le preguntó Hagrid

-- Nada menos que en Salem, dijo Harry, riéndose mientras se guardaba la carta en un bolsillo
de su túnica.

TRABAJO 5º : Los ángeles llorones de Salem

Poco después, los 4 Merodeadores llegaron a las inmediaciones del Castillo. Cuando entraron
por la puerta del vestíbulo se encontraron con Harry, quien los estaba esperando.

--- Con vosotros quería hablar, pillastres, dijo sonriendose

--- Señor Divney, ya le dijimos que… empezó a decir Lupin

--- Déjese de historias Remus. Lo sé todo, hasta lo de su… y en este punto Harry bajó mucho
la voz para que tan sólo ellos 4 le escuchasen, su pequeño problema peludo.

Los chicos pusieron una cara de asombro.

--- ¿ Cómo es posible ? ¿ Nos vio la otra noche ? Te lo digo yo James, nos vio la noche del
árbol, musitó nerviosamente Sirius

--- No puede ser, decía James. Alli no había nadie. Lo comprobamos 3 veces de forma
minuciosa
Colagusano se retorcía en una esquina sin atreverse a hablar. Harry lo miró con desprecio.

--- Oh sí, dijo Harry. También sé lo de vuestra famosa hazaña del árbol. Supongo que al señor
Snape no le haría ninguna gracia.

--- Vaya… ¿ acaso le va a decir algo al director ? Con nuestro historial nos expulsarían de la
escuela. Podríamos… Sirius

--- Podría darle muchos galeones a cambio de su silencio, dijo Sirius. ¿ Mi familia tiene mucho
dinero, sabe ?

--- No va a ser necesario chicos. No diré nada. Tan sólo quiero el libro.

-- Pero… ¿ por qué tiene tanto interés en ese libro ?

--- Jejjee, o sea que ahora si hay libro ¿ no ? Mirad, tan sólo es por vuestro propio bien,
creedme.

--- Está bien. Lo escondimos en una cueva del bosque. Nadie la conoce, ni siquiera Hagrid, de
momento. Está bien. En cuanto acabe unas tareas que tengo pendientes vendré a pedíroslo.

330
Harry se disponía a partir nuevamente cuando decidió que debería de hacerle una visita a la
condesa. Quizás necesitase su vuelatiempos para esta misión. Se dirigía hacia las puertas del
Castillo cuando oyó unos ruidos detrás suyo: eran los merodeadores, que le habían seguido.

--- Perdone, señor Divney

Harry se volvió

--- ¿ Qué queréis muchachos ?

Harry se fijó en que le estaban mirando fijamente el rostro y miró a otra parte de forma
disimulada.

--- Me resultas conocido, dijo James, pero no sé de qué. ¿ No conocerás por casualidad a mis
padres o algo así ?

--- Te puedo asegurar que no. La verdad es que llevo muy poco tiempo por aquí.

Los chicos se quedaron sin saber qué decir. Y en ese momento, unas gomas muy largas con
forma de tubos aparecidas de la nada, envolvieron a James fuertemente, atrapándolo y tiraron
de él hacia atrás. Harry miró el punto de origen. Se trataba de un hechizo de sujeción que
aparentemente había lanzado una chica que se encontraba sentada en unos setos muy lejanos
en los jardines.

--- ¡Oh no, es ella ! gritó James. Ayudadme chicos.

Harry aprovechó la situación para escabullirse discretamente hacia las puerta exteriores de la
escuela en donde se desapareció. Media hora después, y ya con el vuelatiempos, recogido en el
Castillo de la condesa, se desapareció por última vez para aparecerse en Salem, en una
callejuela desierta. Era de noche, y Harry buscó refugio en una pequeña posada en donde
poder pasar la noche antes de comenzar su nueva tarea la mañana siguiente. Antes de
dormirse, Harry se puso a pensar acerca de la leyenda negra que pesaba sobre la ciudad.

Salem, es una pequeña ciudad de Massachussets en la colonias británicas de Nueva Inglaterra.


Nos encontramos en el año 1692 y sombríos nubarrones emocionales se cernían sobre la
población.
Los impuestos reales volvían a subir, los indios al parecer, se aprestaban para un nuevo ataque
a los colonos de esas comarcas, el invierno se presentaba particularmente crudo, los
malhechores eran una constante amenaza para los comerciantes y una epidemia de viruela
había comenzado a extenderse por todo el territorio que hoy conocemos como los Estados
Unidos de América.

Aquellos pocos ciudadanos, formados con un férreo carácter religioso comenzaron a


adjudicarle un poder maligno a sus problemas y desdichas. Los temerosos colonos comenzaron
a consultar a los ministros de la Iglesia, quienes a su vez, actuaban en el orden religioso como
en el político convirtiendo en jurídicos toda consideración que les fuese útil para mantener
sus supremacía.

Esta situación convirtió paulatinamente a Salem en una auténtica Teocracia que hábilmente
utilizaban las jerarquías para mantener un sometimiento de la comunidad.
Analizada así la situación, podemos ya comprender como las personas piadosas de Salem,
atemorizadas por la difícil situación llegaron a condenar a aquellos que mostraban poco fervor
religioso.

En poco tiempo los llegaron a considerar una auténtica amenaza para la comunidad de Salem.
Poco a poco grupos de hombres y mujeres se reunían para comentar apasionadamente esta

331
situación. Uno de estos grupos, integrado exclusivamente por mujeres y jovencitas,
comenzaron a reunirse en la casa del reverendo Samuel Parris. En esas reuniones escuchaban
fascinadas los relatos de una vieja esclava, llamada Tituba, sobre ritos y la práctica de
hechizos y brujerías.

Entre las concurrentes estaba la hija del pastor, Elizabeth Parris, de nueve años de edad, y su
prima Abigail Williams, de once. Se apasionaban tanto por lo narrado por la vieja esclava que
llegaron a sufrir espasmos y ataques de histeria (hoy esto está profundamente estudiado por la
Parapsicología como “motivación del inconsciente “).

Como comprenderá el inteligente lector, esta conducta provocó el estado de alarma y fue el
gatillo disparador que desencadenaría los posteriores y lamentables acontecimientos.
Por citar solo algunos ejemplos, diré que Elizabeth llegó a arrojar la Biblia contra el suelo y su
prima Abigail,” gritó, saltó y escandalizó “interrumpiendo las oraciones en el salón.También
sucedió lo mismo con otras jovencitas lo que alarmó aún más a los habitantes de Salem. La
palabra “brujería“, comenzó a ser rápidamente nombrada por todos los colonos.

El miedo cundió rápidamente entre los habitantes. El diagnóstico del doctor Griggs fue
decisivo al afirmar: “Una de las muchachas examinadas, presentaba evidentes síntomas de
desequilibrios producidos por elementos extraños, entre los cuales se podría nombrar el
embrujamiento “.

El clima se volvió insoportable. Terminadas las dudas, las muchachas de Salem eran víctimas
de la posesión diabólica.

En los testimonios de los juicios se puede leer: “Es evidente que las chicas deseaban
endemoniarnos; a juzgar por su conducta, se habrían sentido felices de podernos azotar”
La Sra. Mary Sibbley llegó a preparar un “pastel de brujas “, para que las jóvenes confesasen.
Estos sucesos que hoy podríamos interpretar, en una lectura rápida, como tonterías banales,
nos dan el contexto social donde se mezclaban la inseguridad y el temor, creando un clima de
tensión insostenible.

Las chicas atemorizadas por los interrogatorios comenzaron a acusar a otras personas como
los causantes de aquellas brujerías.

Estas acusaciones, provenientes de un grupo de jovencitas, cuyas edades oscilaban entre doce
y veinte años, fueron consideradas “ formales “ y originaron una serie de dramáticos procesos
que culminaron con el castigo más inhumanos producto de la superstición y la ignorancia.
Las acusaciones por brujería se acumulaban y las personas de la población que contaban con el
menor aprecio fueron las primeras víctimas: Tituba, la esclava negra, Sarah Good, una
pordiosera que acostumbraba a fumar en pipa y Sarah Osborne, una paralítica. También
acusadas por las muchachas, Sarah Bibber, Elizabeth Hubbard y Ann Putnam fueron “
torturadas, agredidas, ensartadas, quemadas, deshechas y atormentadas “.
Estos hechos desembocaron en una situación totalmente fuera de control, que ni los mismos
magistrados cautivos de la situación, podían controlar.

El ambiente de terror era tan grande que cualquier acusación de las adolescentes era una
condena a muerte.La histeria colectiva crecía y algunos adultos comenzaron a sumarse en las
acusacionesJohn Proctor y su esposa fueron acusados por su propia criada de practicar
brujería; una vez detenidos el comisario expropió sus posesiones.

Se apropió de sus bienes, provisiones y ganado, llegando incluso a derramar el caldo de una
olla para poder apropiársela .El tribunal legó la custodia de los cinco hijos del matrimonio
Proctor a la criada que los denunció.El propio comisario, John Williard, terminó por
comprender la situación y se sintió aterrorizado, pero fue incapaz de controlar, toda esa
situación incontrolable. El comisario trató de huir, pero fue detenido, acusado por las
jovencitas, juzgado rápidamente y ahorcado.

332
Durante este período treinta y una personas (seis hombres y veinticinco mujeres), fueron
condenadas a muerte. De ellas, diecinueve fueron ahorcados.

De las restantes, dos fallecieron en la prisión; una fue torturada hasta morir, otra fue detenida
indefinidamente en presidio, y otros lograron seguir con vida confesando su trato con el
diablo.

Todos los acusados debieron pagar los gastos de su detención y los gastos del presidio aún si
luego eran absueltos. Si eran ejecutados debían los familiares más próximos pagarle al
verdugo.
Diez años más tarde, el juez Samuel Sewall dictó sentencia por presión de los descendientes
de Salem admitiendo la culpabilidad de aquel tribunal, para quien suplicó el perdón de los
hombres.
En 1702, doce ministros anglicanos del condado de Essex reclamaron la reivindicación de los
ciudadanos acusados que aún vivían.

En 1711, un Tribunal General revocó las condenas de veintidós de los treinta y un condenado
en 1692.

La rehabilitación para aquellos que alguien no tuviera quien reclamara por ellos debió
aguardar un siglo y medio.

En 1857, un tribunal de Massachussets, revocó la sentencia de aquellos infelices a quienes no


había alcanzado ningún decreto anterior.

Condenados en el año 1692


Madget Bishop …. ahorcada el 10 de junio
Mary Bradbury ….condenada el 6 de setiembre; fugada de prisión
Rev.Geoge Burroughs…. Ahorcado el 19 de agosto
Marta Carrier …. ahorcada el 19 de agosto
Sarah Cloyse …. condenada el 6 de setiembre, posteriormente indultada
Hilles Cory ….. condenado a cadena perpetua el 19 de setiembre
Marta Cory …. ahorcada el 22 de setiembre
Rebecca Eames …. condenada el 17 de setiembre; posteriormente indultada
Mary Esty …. ahorcada el 22 de setiembre
Abigail Faulkner …. alegó embarazo y no fue ejecutada
Ann Foster ….muerta en prisión
Sarah Good ….ahorcada el 19 de julio
Dorcas Hoar …condenada el 6 de setiembre; posteriormente indultada
Abigail Hobbs ….condenada el 6 de setiembre; posteriormente indultada
Elizabeth Howe … ahorcada el 19 de julio
George Jacobs … ahorcado el 19 de agosto
Mary Lacy…. condenada el 6 de setiembre, posteriormente indultada
Susana Martín ….ahorcada el 19 de julio
Rebeca Nurse …. ahorcada el 19 de julio
Sarah Osborne …muerta en prisión
Alice Parker…..ahorcada el 22 de setiembre
Mary Parker …. ahorcada el 22 de setiembre
Elizabeth Proctor ….alegó embarazo y suspendió su condena
Ann Pudeator …ahorcada el 22 de setiembre
Willmot Reed …ahorcada el 22 de setiembre
Margaret Scott …ahorcada el 22 de setiembre
Tituba …detenida en prisión y posteriormente vendida como esclava
Samuel Wardwell ….ahorcado el 22 de setiembre
Sarah Wilds …..ahorcada el 19 de julio
John Williard …..ahorcado el 19 de agosto .

Se cerraba sí una página negra de singulares repercusiones humanas.

333
La mañana siguiente, Harry decidió dar un pequeño paseo por el pueblo, y, bordeando la
carretera de Pórtland, llegó al parque Bush, en donde, en uno de sus quioscos, compró un
periódico para enterarse de las últimas noticias, las cuales, según pudo comprobar, eran
alarmantes. Las ¾ partes del Oregon Statement eran de sucesos y, al parecer, una misteriosa
serie de desapariciones que llegaban precedidas de gritos tenían sumida a la población en un
estado de miedo continuo.

--- Gerald Duwin, 38 años, desaparecido misteriosamente en el garage de su casa

-- Martha Jonson, de 37 años, desaparecida misteriosamente poco después de salir de su casa


para ir a comprar unos donuts.

--- Peter Bishop, de 67 años, desaparecido de forma misteriosa en el parque…

--- George Graham, de 40 años, desaparecido misteriosamente durante la noche, en su


domicilio.

Estos eran los desaparecidos del último día. Las listas eran interminables. Hojas y hojas
completas de fotografías de gente desaparecida.

--- Desde luego, es horrible, oyó a su espalda a una mujer joven

--- ¿ Cuando empezaron las desapariciones ?

334
--- Hace un mes se dio el primer caso. Al principio nadie le dio importancia. Howard Venís era
un viejo borracho que ni siquiera sabía distinguir el día de la noche pero luego comenzaron a
desaparecer niños, gente de todo tipo… y el miedo se instauró en la ciudad. Esta es una
ciudad pequeña y hoy día, poca gente se atreve a salir de casa sola.

--- Es en verdad muy misterioso todo esto, se dijo Harry.

Harry decidió volver a la posada en donde se alojaba. Pudo apreciar que en la plaza cercana a
la misma había 8 estatuas de piedra, las cuales representaban a unos ángeles que estaban
llorando. La noche anterior no las había podido ver, sin duda debido a la oscuridad, se dijo.

En ese momento, en la actualidad, el Gran Concilio Mágico de Rávnica estaba a punto de


comenzar, y John y Harry se encontraban en una sala-estudio junto a Ron, Hagrid, Hermione,
Aslan y otros magos y brujas que Harry no conocía. Un joven rubio de aspecto apacible entró
en la sala. En una de sus manos traia consigo la última edición del profeta. El joven se acercó
lentamente a un mago muy anciano que se encontraba en el otro lado de la sala.

--- ¿ Quién es ese joven, Hermione ? preguntó John

--- Se trata de Luke Van Helsing, tataranieto del legendario Abraham Van Helsing, respondió
ella, sin apartar el rostro del joven. Y el mago al que se ha acercado es el honorable Sumo
sacerdote del Conclave Selesnya, Baruk Tabar. Como sabéis, o debíais de saber, Rávnica es
una vasta metrópolis Mágica mundial, un tapiz de grandes salones, distritos decrépitos,
antiguas ruinas y capa sobre capa de estructuras de piedra. De los incontables centros cívicos
del mundo, uno sobresale de los demás: la Ciudad de Rávnica, una metrópolis tan vasta que
hace tiempo que su nombre es sinónimo del grandeza. Aquí, entre los laberintos de calles y
torres góticas, los gremios de Rávnica luchan por el control y el poder.

Los gremios de Rávnica estuvieron en guerra por siglos, intentando gobernar unos sobre otros.
Luego pasó algo que detuvo a los gremios: los espíritus de los muertos permanecían en el
mundo. Los líderes de los gremios acordaron dirigir su energía a investigar el fenómeno, lo
que llevó a la firma del Pacto entre Gremios, un antiguo acuerdo que establecía una paz
relativa en el plano.

Pero debajo de la superficie de Rávnica, alguien espera, observa y planea, alguien que piensa
que ha llegado el momento de que haya un cambio en este mundo. El Pacto.
A medida que se acerca la celebración de los diez mil años del Pacto entre Gremios, la gente
de Rávnica está cada vez más inquieta y ansiosa. El Pacto entre Gremios creó un equilibrio
delicado entre los gremios y trajo una paz relativa a Rávnica, y sus habitantes planean
celebrarlo como nunca han celebrado nada antes. Toda esta excitación le da dolor de cabeza a
Agrus Kos. Él ha servido con los wojeks por varias décadas y, desde su punto de vista, el
Festival del Pacto entre Gremios no traerá nada más que problemas y mucho trabajo. La Liga
Wojek, una división de la poderosa Legión Boros, lleva sirviendo como fuerza pacificadora
oficial de Rávnica desde el comienzo del Pacto entre Gremios. Pero pronto los wojeks se
enfrentarán a la prueba más difícil de su existencia.

Mientras se acerca el festival, fuerzas invisibles ponen en marcha planes que llevan siglos
preparando; planes que amenazan al mismísimo Pacto entre Gremios. Y es que si estalla la
guerra contra El Pacto, nadie sabe qué pasará. Hay muchos gremios de magos en Rávnica y
algunos de estos son:

Por una parte, están los Orzhov. Como dice el dicho, para encontrar a los orzhov, sigue el
rastro del dinero. El así llamado Gremio de los acuerdos incluye tanto a los ciudadanos más
ricos como a los más oprimidos de Rávnica. En los escalones más elevados del gremio se
sientan los patriarcas, cuya riqueza y privilegios no conoce límites. Su usura les compra una
vida prolongada, durante la cual se hinchan y palidecen. Incluso les compra una vida después

335
de la muerte: los espíritus de antiguos patriarcas atienden los "negocios de la familia"
dirigiendo a los orzhov desde la tumba. En las profundidades del gremio están los sirvientes
contratados, atrapados por una deuda aplastante generada por ellos mismos, sus padres o
algún pariente lejano. Para mantener este frágil orden social hay una fachada de pompa y
rituales religiosos, aunque muy pocos creen que los orzhov adoren a algún dios que no sea el
dinero.

--- A eso le llamo yo ser hipócrita, dijo Ron

--- Ya lo creo, dijo a su vez John

Tenemos a los Ízzet, los cuales conducen lo ardiente y lo helado... literalmente. De hecho, son
los encargados de que todo funcione en Rávnica, desde las redes de calefacción hasta el
sistema de agua corriente. Como maestros indiscutibles de la hechicería y la invención en
Rávnica, son el único gremio que entiende la metamagia: cómo funciona la magia en sí
misma. Liderados por el caprichoso e inigualablemente brillante dragón Niv-Mízzet, los magos
ízzet crean y destruyen interminablemente, impulsados sólo por la pasión por el
descubrimiento. Expertos en la magia elemental, los ízzet usan elementales para cuidar sus
laboratorios alquímicos y potenciar sus turbinas. Han creado incluso su propia raza de
elementales llamados extraños. Al contrario que la mayoría de los otros gremios, los ízzet no
valoran la importancia del poder, el dominio y la riqueza. La búsqueda rabiosa del
conocimiento es lo único que les importa.

También tenemos por otra parte, al salvaje clan Gruul . Y no es que los Gruul vayan a perder
tiempo (o aprender las palabras) para explicar su filosofía, pero el caso es que ellos creen que
la civilización es una burla, una complicada jaula para suprimir los deseos y hacer que los
débiles parezcan poderosos. Los gruul viven cada momento y "animan" a otros a que hagan lo
mismo. Antaño fue un gremio fuerte, pero ahora los gruul son simplemente un manojo de
mendigos, pandillas y clanes. La más grande de las bandas tiene el más grande de los líderes:
Borborygmos, un cíclope inmenso conocido por aplastar cualquier oposición (entre otras
cosas). Las bandas gruul sobreviven saqueando barrios, y luego escondiéndose entre los
escombros y las cenizas, viviendo de lo que encuentran. Cuando se les acaban los recursos, es
hora de otra incursión.

El Cónclave Selesnya": Una vez que estás con nosotros, eres un igual entre nosotros. Hasta
entonces, estás perdido." Así suele hablar el misionero jinete de lobos Tolsimir, un agente del
Cónclave Selesnya. Pero esas palabras podría haberlas pronunciado cualquier miembro del
gremio. Dependiendo de tu punto de vista, el Cónclave es un grupo espiritual altruista y que
cuida de los demás o una secta ecologista que puede lavarte el cerebro. Este gremio engrosa
sus filas a través del reclutamiento, incorporando extraños al grupo en un esfuerzo constante.
Su estructura está casi completamente descentralizada: un gran concilio de seres que
comparten parcialmente su conciencia lidera el Cónclave. Los selesnya hicieron de Vitu-Ghazi,
el anciano árbol en el centro del distrito más antigua y grande de Rávnica, su hogar.

La Legión Boros cree en una ley superior; una en la cual el fuego encarna la rectitud y la luz
que emana de él la justicia. Liderados por el ángel Razia, los Boros son la fuerza militar más
formidable de Rávnica. Enfrentarse cara a cara con la Legión sería suicida; son los guerreros
más fieros y diestros del plano. Los Boros se dedican puramente a la acción y dejan el análisis
y las dudas a otros. Tal vez por eso parte del gremio, la Liga Wojek, fue elegida para hacer
cumplir las leyes de Rávnica. Su absoluta devoción a la justicia hace que sean ágiles y
eficientes a la hora de neutralizar cualquier conflicto.

La Casa Dimir, también llamados los Invisibles, no es más que un invento, un cuento para que
los niños se porten bien. Cuentas las historias que el aristocrático vampiro Szadek asistió a la
firma del Pacto entre Gremios como un décimo signatario secreto, cuya presencia y existencia
estaban ocultas a la vista. A través de los siglos, las historias de fantasmas sobre los dimir se
fueron volviendo cada vez más y más complejas e incorporaron a ancestrales consejeros
nigromantes, asesinos fantasmales y escurridizos horrores que se deslizan a través del

336
interminable laberinto de alcantarillas de la ciudad. Si has prestado oídos a lo que cuentan
algunos de los ciudadanos más paranoicos de Rávnica, tal vez hayas comenzado a creer que
los agentes de la Casa Dimir están en todos lados, sirviendo como los ojos y los oídos de
Szadek.

Los golgari creen que no puedes vivir realmente hasta que mueres. Para ellos, la muerte le da
sentido a la vida, y de la muerte surge una nueva vida. Con su vasta hueste de muertos
vivientes que sirven tanto de ejército como de mano de obra, los golgari operan en la
subciudad de Rávnica, ocupando lentamente áreas abandonadas como un fétido moho. Este
gremio tiene muchas facciones, desde elfos oscuros hasta abominaciones muertas vivientes
compuestas de vegetación y carne. Nadie desafía a las líderes del gremio. El trío de gorgonas
conocido como las Hermanas de la muerte pétrea han sido los oráculos y gobernantes del
gremio desde hace más de un siglo, pero la hechicera elfa oscura Savra ha puesto los ojos en el
trono Golgari. Y normalmente Savra obtiene lo que quiere.

También tenemos, como no, al gremio Azorio. Para el intelectual gremio Azorio, el
conocimiento es poder. Absolútamente jerárquicos, los Azorios creen que sus leyes y la
preservación de esas leyes son los responsables de mantener el Pacto entre Gremios. De
hecho, creen que su rígido sistema de gobierno es responsable de mantener prácticamente
todo en Rávnica andando. La justicia es ciega, dice el refrán, y eso incluye la ceguera del
gremio al disenso, el caos y el crimen. Los Azorios gobiernan desde su antiguo sitio de ley,
Prahv, las Torres del Orden. Una ciudad de mármol y alabastro, un laberinto de largos
corredores y cámaras abovedadas. Filas apretadas de soldados, vestidos impecablemente,
guardan todo el campus. Pero es la magia de la ley, y no las espadas, las que protegen Prahv.
El gremio Azorio es la clase gobernante de Rávnica, y no está solamente por encima de la ley;
está por encima de todo. Mientras enredan a sus enemigos con burocracia y papeleo, ellos
campan a sus anchas por la ciudad. La habilidad de presagiar los hace todavía más insufribles.

Está también el gremio Rakdos. Un visitante en Rávnica podría preguntarse por qué el Culto
de Rakdos no fue aplastado por los otros gremios hace milenios. Después de todo, ¿cuál puede
ser la utilidad de una cábala de adoradores de un demonio que sólo buscan placer en la
matanza? Al parecer, más de lo que se imagina. Los gremios que respetan la ley acuden a los
Rakdos cuando necesitan eliminar un obstáculo o entretener a un cliente desagradable. Los
asesinos rakdos puede que sean descuidados, pero son muy entusiastas, y muchos de los
ciudadanos de Rávnica creen que los restaurantes y clubes nocturnos del culto del demonio
no tienen igual. Para el gremio Rakdos, Harry, salir de matanza es como salir de compras para
la mayoría de la gente, sembrando el caos por la ciudad sólo por el gusto de hacerlo. Y su
mecánica temerario prueba que la acción violenta y frenética, es mucho más importante que
el pensamiento.

--- Si tú lo dices, Hermione…

--- Creedme. Sé de lo que hablo. Y si no, pensad en El Pacto. Finalmente, tenemos a los Simic.
Y es que en medio del caos de la política de Rávnica, los investigadores del Combinado Simic
trabajan afanosamente por un mañana mejor. Los Simic con un grupo de elfos y académicos
con ganas de mejorar el mundo, encargados de mantener la naturaleza en Rávnica. Y así como
la naturaleza está deformada y atrapada en la ciudad-plano, también lo está la idea de los
Simic de lo que debería ser la naturaleza. De modos muy extraños, los Simic empezaron a
modificar a la naturaleza para que pudiera sobrevivir en un mundo cada vez más cubierto por
la civilización. Comenzaron a "mejorar" la biología, empujando a la evolución. Los retorcidos
biólogos del gremio Simic tomaron la naturaleza en sus manos... y la deformaron de manera
increíble. Sus experimentos, especialmente aquellos con la mecánica de injertar, produjeron
creaciones híbridas más extrañas que cualquier cosa que Rávnica haya visto antes.

Lentamente, se acercaron al sacerdote del Gremio Selesnya por si conseguían oir algo.

--- Te lo estoy diciendo Baruk, esos hermanos Winchester, realmente lo están haciendo muy
bien allí en Colorado, según me ha informado el AMI. Por otra parte, es una pena que la ardua

337
labor de las hermanas no las deje tiempo para ayudarnos, pero no temo por ellas.Desde luego,
lo que es preocupante es lo que comenta el profeta, como ya te he dicho. Y esto ha sido sólo el
primer paso. Cientos de miles de ataques cardíacos de forma inexplicable. Creo que está bien
claro Baruk.

--- Tienes razón Luke. Los shinigamis han hecho acto de presencia. Y esto es tan sólo la
avanzadilla que precede al ataque definitivo. Es cuestión de días el que encuentre lo que
busca.

--- Pero no puede ser… la creí cuando me dijo que había sido destruido, dijo John a sus
amigos.

--- Te engañó, John, dijo Ron. Esa y otras veces más. Tú tan sólo no pudiste verlo.

-- Aún es pronto para perder la fe, dijo entonces el gran León, que se había acercado a ellos de
forma sigilosa.

--- ¿ Pero qué habría ocurrido si yo hubiese en efecto destruido el artefacto ? preguntó John

--- No debes de preguntarte eso, mi querido amigo. Nunca hay que preguntar qué hubiera
pasado si hubieses hecho esto o aquello. Esa y otras cuestiones pertenecen a otra Historia.

--- Bueno, creo que es hora de que entremos en la Sala anunció Baruk en voz alta.

Y así, lentamente entraron en la sala y ocuparon un sitio en la parte alta de la misma.

Una figura luminiscente con alas parecida a un ángel y un extraño y viejo hechicero que se
apoyaba en un bastón subieron al estrado. La figura alada miró a los asistentes, como si
estuviera contándolos.

--- Ése es Razia, el líder del clan Boros, supongo, dijo Harry

--- Efectivamente. Y el que está a su lado es el gran Árbitro Augustin IV, el líder del clan
Azorio. Como ya he dicho antes, son los los dos gremios encargados de la Justicia en Rávnica,
corroboró Hermione.

--- Unos crean las leyes y los otros las hacen cumplir, dijo Ron, a su vez.

En ese momento, se oyó un ruido y alguien apareció repentinamente en la sala. Al parecer, se


trataba de dos luces blancas ( si bien había hechizos antiapariciones en la sala como forma de
protección mágica, los seres que poseían como habilidades innatas el aparecerse o la
levitación, como por ejemplo los elfos domésticos o los luces blancas, podían hacerlo en
cualquier sitio a pesar de los hechizos que hubiese). Uno de ellos se acercó a los dos líderes de
los Gremios. Tenía cubierto el rostro con una capucha blanca y no se descubrió el mismo
hasta que llegó a su altura. Entonces todo o casi todos los presentes en la sala lo reconocieron
de inmediato.

--- Te saludamos Leo ¿ Qué nuevas nos traes ?

--- Como ya sabéis, las hermanas andan desbordadas últimamente y no podrán prestaros
ayuda, pero de acuerdo con ellas y con los ancianos he venido por si podía prestaros consejo
en esta situación de crisis.

338
--- Te lo agradecemos Leo, pero sin duda alguna, creo que les serás de más ayuda a las
Halliwell en estos momentos. ¿ sabes de algún otro Mundo Mágico que pueda unirse a la lucha
? preguntó el angel

--- Tan sólo faltan por llegar del Mundodisco, mi señor Razia, respondió Leo

Razia hizo una señal de asentimiento y se dirigió a la multitud.

-- Pues mientras llegan los magos de la Universidad Invisible iremos dando comienzo a la
reunión.

En ese momento, debió de lanzar lo que a Harry le padebía ser algúna especie de hechizo de
agrandamiento pues todos los pasillos de la sala y la tarima misma aumentaron en 3 o 4 veces
su tamaño creando una sala gigantesca.

--- Ahora iremos llamando a unos miembros o portavoces de cada uno de los Mundos mágicos
aquí presentes para reunirnos aquí.

Y así, los líderes de cada uno de los Gremios de Rávnica restantes fueron los primeros en
descender al estrado: El llamado “Coro del Conclave Selesnya”, un elfo del que se decía que
poseís grandes poderes mágicos, las famosas “Hermanas de la muerte pétrea” del gremio
Golgari, unas hechiceras de aspecto siniestro vestidas con túnicas y ropajes negros de la
cabeza a los pies a modo de burka, el siempre siniestro “Szadek” o señor de los secretos del
gremio Dimir, quien se apareció en forma de enorme bola luminosa, el “Concilio fantasmal
de orzhova”, líderes del Gremio Orzhov, el gran cíclope Borborygmos, líder del Gremio Gruul,
el gran dragón Niv-Mizzet, líder del gremio Izzet, “Momir-Vig”, gran líder visionario del
gremio simic, y el siempre ambiguo y siniestro demonio “Rakdos, el profanador” líder del
gremio Rakdos. Posteriormente subieron también Daenerys Targarien, reina de los siete
reinos, acompañada por Robb Stark, señor de Invernalia, El Gran Archimago de Terramar, el
gran león Aslan de Narnia. En ese momento entró en la Sala Ridcully, el Gran Archimago de la
Universidad Invisible de Anhk Morpork, del Mundodisco, quien subió de forma inmediata al
estrado al darse cuenta de lo que ocurría. Sus dos acompañantes, Ponder Stibbons y el
voluntarioso Rincewind, se sentaron en un sitio cercano a donde se encontraban Harry y sus
amigos. Unos magos que Harry no conocía, procedentes de Idhún pasaron subieron también al
estrado. Y así, varios grupos más, hasta que él y sus amigos fueron nombrados para subir al
estrado.

--- ¡Venga, Harry ! lo apremió Ron, quien ya se encontraba a escasos metros del mismo.

Harry bajó rápidamente junto a su amigo y los dos se situaron junto a Hermione, Mc Gonagall,
y el Ministro de Magia, quien también había sido nombrado. El viejo auror parecía abstraído en
sus propios pensamientos. Finalmente subieron Alatar y Pallando, dos magos azules
procedentes de la Tierra Media. Los dos tenían un aspecto histriónico que a Harry no le
pareció muy alentador. Y cuando estuvieron por fin todos reunidos, comenzó el debate. Por
una parte, los gremios Gruul y Rakdos querían hacer causar una gran carnicería en las filas
enemigas, lo cual contrarió enormemente al resto de Gremios de Rávnica. Estuvieron
discutiendo durante un largo tiempo al respecto.

--- Tendrá que haber una batalla y entraremos en guerra, desde luego pero eso tendría que ser
nuestro último recurso dijo Razia, el líder del gremio Boros, finalizando la disputa.

--- Está además, el tema del artefacto, dijeron entonces los miembros del Coro del cónclave
Selesnya

--- Cierto John. ¿ Nos recuerdas qué ocurrió con el mismo ? le preguntó a Harry Mc Gonagall

339
--- Como ya expliqué en su momento, la condesa me dijo que había sido destruido. Al parecer,
todo fue una burda mentira. Sin duda alguna los de Majestic, para protegerlo, lo debieron
esconder en algún lughar dentro de la vieja catedral Mágica de la ciudad. Es lo que creo yo que
hiceron los seguidores de Rambaldi. Y por lo que parece, durante todo este tiempo la condesa
ha estado buscándolo.

--- Hay quien dice que ya lo ha encontrado, dijo Ridcully

--- Eso tan sólo son rumores. Si lo hubiese hecho la guerra habría comenzado.

--- Cierto, dijo Harry. Por ello, es de suponer que al menos ha descubierto en qué pasillo de loa
destrozada catedral lo habían ocultado y por eso está realizando excavaciones allí. Ahora bien,
necesitará a algún niño inocente para usarlo y supongo que habrá raptado a alguno. De todas
formas, conozco a la condesa desde hace tiempo y sé que su punto débil es su orgullo. Si
conseguimos explotar esto a nuestro favor tendremos mucho ganado.

--- ¿ Y qué propones ? ¿ Una guerra en un Mundo neutral ajeno a todo esto ?

--- Es nuestra mejor posibilidad. O eso o exponernos a que mueran millones de inocentes en
alguno de nuestros Mundos. Pensadlo bien todos. El primer ataque, la primera avanzadilla fue
la de los shinigamis y aún no ha sido disuelta. Sus tropas se cuentan por varios cientos de
miles y cada día se unen más criaturas ávidas de sangre. ¿ Hasta cuanto vamos a esperar ? la
próxima vez no se contentarán con esto, no nos tendrán semanas a la espera. La próxima vez
será la aniquilación total y selectiva de todo aquel que ose oponerse a sus planes. No
sobrevivirá nadie. Y lo peor es que cuando eso llegue, no habrá tiempo de impedirlo. ¡ Yo digo
que la desafiemos ahora !

Un gran silencio se hizo entonces en la Sala que duró varios minutos. Todos meditaban en lo
que Harry acababa de decir.

--- Pero dime una cosa John, en última instancia, ¿ cómo pensáis libraros de ella ? ¿ sabe tu
joven yo usar ya el libro ?

Harry miró a su joven yo con ternura.

--- Hace poco consiguió dominar su uso. Tan sólo le falta un poco de práctica. Estará listo, dijo
Harry con seguridad.

--- Pero yo no sé si…. empezó a decir el joven Harry

--- Necesitas tener fe en ti mismo muchacho, le dijo Harry a su joven yo . Tan sólo eso.

El joven Harry cogió su varita y salió con aire meditativo de la sala.

--- Pues si nos aseguras eso Divney, ten presente que todos te apoyamos aquí. ¡ Por la paz y la
libertad ! gritaron todos los presentes en la sala al unísono.

El joven Harry se encontraba meditando en los jardines de la gran ciudad de Rávnica cuando
oyó un ruido detrás suyo. Se trataba de Alatar, uno de los magos azules de la Tierra Media.

--- Desearía estar a solas un tiempo, dijo el joven Harry.

340
--- Sé lo que es que te exijan tanto cuando tú mismo no crees poder dar la talla. Es una gran
responsabilidad la que recae sobre tus hombros muchacho y no quisiera compartirla contigo
pero déjame decirte una cosa. Durante la 3ª edad, mi amigo Pallando y yo debimos de haber
protegido a nuestro Mundo junto al resto de los Maiar de Sauron y sus huestes, pero no
pudimos con el peso de la responsabilidad que suponía aquello; no creíamos en nuestras
posibilidades y le dimos la espalda a nuestra misión, nos perdimos a nosotros mismos. Hubo
un tiempo en que llegué a olvidar quien era y viví durante mucho tempo como un ermitaño en
el Este. Pero déjame decirte una cosa amigo mío, los dos aprendimos una enorme lección de
todo aquello. Debes de creer en tus posibilidades y luchar por lo que está bien, por lo que es
justo, sin importar qué es lo que pase.

Puede ser duro, pero tienes que poder ser lo suficientemente fuerte para hacerlo. Y yo creo en
ti, todos creemos en ti, eres tú el que no quiere hacerlo. Piensa en eso.

El mago se marchó dejando a un joven Harry pensativo.

341
Harry decidió recopilar toda la información concerniente a los desaparecidos durante las
últimas semanas. Cientos de personas sin ninguna conexión entre ellas desaparecidas en
callejones, en sus casas, en mitad de la calle… no tenía ningún sentido, se dijo. Desesperado,
decidió tomarse un descanso y dar una vuelta por la ciudad a ver si averiguaba algo más
preguntando a los vecinos. Al salir por la puerta de la posada y echar un vistazo a la plaza algo
le pareció extraño: las estatuas parecían haber cambiado de postura durante este tiempo e
incluso parecían estar unos metros más cerca de la posada. El estrés me debe de estar
pasando factura, sí, debe ser eso, se dijo Harry. A continuación tomó el camino del puente sin
darse cuenta de que unos ojos le estaban vigilando atentamente.

El día anterior, Sally Sparrow había salido del videoclub en el que trabajaba esa mañana en
Salem a coger el periódico Dejó a William, su compañero de trabajo al cargo del mismo.
Finalmente se había decidido a ir esa tarde con su mejor amiga, Dorothy Manswell, hermana
de William, a una antigua mansión de dos plantas que había en la finca de Hampden Tours en
una zona apartada del pueblo. Se decía que estaba encantada y últimamente se habían
producido varias desapariciones allí. La gente decía que por las noches se oían extrañas voces
procedentes del interior de los muros de la deshabitada mansión. Al llegar allí esa tarde,
saltaron las verjas del exterior de la finca con mucho cuidado de no herirse y se acercaron a la
puerta de la mansión. En mitad del patio de la finca a unos cuantos metros de la entrada de la
mansión pudieron ver ocho estatuas que representaban a unos ángeles que estaban llorando.
Las dos pasaron al lado de las mismas.

--- Es escalofriante, dijo Dorothy…. ¡ las estatuas ! … ¡ parecen tener vida propia !

Sally miró fijamente una de las estatuas. La labor artística era impecable. Los gestos parecían
haber sido captados de una figura en movimiento.

--- Sí. Desde luego son un poco siniestras, dijo a su vez. Vayamos dentro.

Una vez dentro, Dorothy empezó a echar un vistazo a los dormitorios de la planta baja
mientras que Sally revisaba la parte alta de la misma. En una de las habitaciones se divisaba el
patio. Estaba disfrutando de la vista cuando se percató de algo muy extraño. Las estatuas
parecían estar ahora mucho más cerca de la casa que cuando habían entrado. Estaba
reflexionando esto cuando llamaron al timbre de la puerta. Sally bajó las escaleras y ocupó el
lugar de Dorothy.

--- Déjame abrir a mi. Tú quédate arriba.

Cuando Dorothy subió arriba, entró en una de las habitaciones y estuvo buscando por las
paredes indicios de algún tipo de presencia. Escuchó de repente un ruido cercano, mas miró
por la ventana y en los pasillos y no vio nada, por lo que decidió seguir examinando las
paredes de la habitación. Tan concentrada estaba que no escuchó a Sally llamarla para que
bajase cuando de repente escuchó el ruido de algo moviendose detrás suyo, notó que la
agarraban del brazo, se giró creyendo que sería Sally y lo que vio, aterrorizada fueron los ojos
de la que parecía una de las estatuas del patio.

Sally abrió la puerta. Ante ella apareció un joven que aparentaba tener unos 27 u 28 años, el
cual se le quedó mirando, de forma muy misteriosa. El joven portaba una carta en la mano.

--- Perdone joven, ¿ quiere algo ? preguntó Sally, bastante molesta por las miradas que le
echaba el joven.

--- Perdone, pero ¿ es usted la señorita Sally Sparrow ?

--- Sí, soy yo.

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--- Me gustaría ver alguna tarjeta identificativa suya, si no le importa, dijo el joven.

--- ¿ Cómo dice ? ¿ Pero qué es esto ?

--- Se me dijo que acudiera a esta dirección a esta hora precisa y le entregara a Sally Sparrow
esta carta. Mi familia tiene esta carta desde hace más de 50 años. Mi abuela me hizo
prometerle en su lecho de muerte que se la entregaría a usted y sólo a usted. Si puede
hacerme el favor.

--- No entiendo nada, dijo Sally a la vez que buscaba en el bolso su carnet de identidad para
enseñárselo al joven, el cual le dio unas fotos.

--- También me dijo que quería que le entregara estas fotos, que a usted le gustaría
conservarlas.

Sally echó un rápido vistazo a las fotografías… aquello no tenía ningún sentido. ¡ Dorothy, se
parece a ti ! ¡ Baja aquí ! gritó llamando a su amiga. Pero pasaron dos minutos y ella no bajaba.
Las fotos mostraban a una mujer que se parecía extraordinariamente a su amiga Dorothy, sólo
que aparentaba tener unos años más.

--- ¡ Dorothy !

--- Veo que no está sola en la casa.

--- Sí, vine con mi amiga Dorothy. ¿ Sois familia o algo ?

--- Perdone, no le comprendo.

--- Son las dos muy parecidas, mi Dorothy y su abuela. Que raro, no sabía que tuviera ninguna
tía o más parientes aparte de su hermano…

--- No, no lo creo. Si me disculpa, le dejo la carta y me marcho, tengo trabajo que hacer.

--- Por supuesto joven. ¡ Dorothy, baja enseguida !

Sally abrió la carta y subió lentamente hacia arriba, buscando a su amiga. Cuando llegó arriba
y acabó de leer la misma, corrió nuevamente hacia abajo a buscar al joven que se la había
entregado, pero había desaparecido. Asímismo, tan sólo pudo ver 4 estatuas en el patio de la
casa lo cual le hizo ponerse aún más nerviosa. Rápidamente corrió a buscar a su amiga
Dorothy, pero por más que buscó no pudo encontrala. En cambio, en la habitación que daba al
patio pudo ver apoyada en la parte de afuera a una de las estatuas. Dorothy había estado allí,
no era imaginación suya. Lentamente echó un vistazo a las paredes de la habitación.

En una de las paredes pudo ver lo que parecía un esbozo de una letra semioculto tras el papel
de la pared, por lo que decidió arrancar el mismo e investigar de qué iba todo esto. Cuando
hubo destapado por completo la pared pudo ver unas extrañas frases. Arriba en letras grandes
había un nombre: “JOHN DIVNEY” debajo del mismo comenzaba otra frase al comienzo de la
misma estaba su propio nombre y lo siguiente era una fecha y una advertencia. Con pánico,
comprobó que la fecha era el día en el que se encontraba. La advertencia era muy clara: Sally
Sparrow, ¡ ahora, agáchate ahora !

Rápidamente reaccionó y se agachó. Una piedra atravesó la ventana entrando en la habitación


y cayendo donde ella se encontraba hace un instante. No la alcanzó. Sin embargo, al echar un
vistazo a la ventana huyó despavorida de la mansión. En la misma había 4 estatuas mirando
hacia el interior de la habitación y una de ellas tenía la mano alzada señalando al interior de
la misma. Cuando llegó, al cabo de una hora al videoclub, estaba cerrado, pero una pequeña

343
luz advertía que alguien estaba en el cuarto interior de visionado, por lo que llamó al timbre y
William salió a abrirle la puerta.

Aún muy nerviosa, pensando en todo lo que labia ocurrido en las últimas horas entró
lentamente en el cuarto de visionado de vídeos en donde al parecer, William había pasado un
buen rato examinando distintas películas. La carta que le había escrito su amiga Dorothy la
había dejado helada. Esto tenía que ser una maldita broma y mañana se pasaría todo. Pero al
parecer, lo peor aún estaba por llegar. La carta de su amiga Dorothy decía: “ Querida Sally.
Cuando recibas esta carta para ti apenas habrán pasado unos pocos minutos, pero para mi
habrán sido 50 años. Si estás leyendo esta carta yo no estaré ya más en este Mundo y la carta
te la habrá dado mi querido nieto, William Morton. Las fotos que estás viendo son las de mis
hijos y nietos. A mi hija pequeña la nombré Rally, por ti, por supuesto.

Sin duda estarás ahora muy confundida. Tan sólo quiero que sepas que cuando desaparecí
retrocedí 50 años y fui a dar con el hombre que cambió completamente mi vida. Te habría
gustado, Michael era un buen hombre. Me hizo muy feliz durante el resto de mi vida, así que
tan sólo quería tranquilizarte en este aspecto. Díle a mi hermano que me he ideo de viaje. No
quiero que sufra por mi, y tú tampoco lo hagas. Te aseguro que he tenido una vida feliz y
dichosa y he obtenido de ella todo lo que podía desear. No obstante, quiero advertirte de algo
antes de despedirme. Ten mucho cuidado con esas estatuas de los ángeles llorones. Ten
mucho cuidado Sally. Con cariño, tu querida amiga Dorothy Morton ”.

Sally salió de su ensimismamiento. En la pantalla había un hombre joven, de entorno a treinta


y algo años y estaba repitiendo unas frases, aparentemente inconexas y en un principio para
ella, sin sentido alguno.

--- Escucha muy atentamente lo que te digo, tu vida podría depender de ello. No pestañées, ni
siquiera se te ocurra parpadear. Pestañea y estás muerta. Son rápidos, más rápidos de lo que
puedas creer. No les des la espalda, no apartes la mirada y no pestañées. Buena suerte.

Las imágenes estaban sobre todos los televisores de la sala. Sally se encontraba en esos
momentos estupefacta viendo las imágenes a solas en el cuarto mientras William se
encontraba lavándose en el baño. Había varios videos apilados uno encima de otro, lo que
indicaba que William los había revisado todos.

--- ¡ Oh, esto es una locura !

--- ¿ A que sí ? Y la verdad es que no me explico qué hacen ahí.

--- Hola William. ¿ Qué son esos vídeos ?

--- Nadie lo sabe, en realidad, son de esos huevos de Pascua, ¿ sabes ?

--- ¿ Huevos de Pascua ?

--- Sí, al igual que los extras, son fragmentos distintos de vídeos que vienen dentro de los Dvd
pero los que vienen ocultos son los llamados “ huevos de Pascua ”. Para encontrarlos tienes
que seguir pistas en los menús del Dvd. Pero estos en concreto ni siquiera los propios
productores y directores saben de su existencia, no se hace mención a ellos en las cajas, pero
sin embargo, ahí están, vienen ocultos en los Dvd´s.

--- Pero… ¿ no tiene sentido nada de lo que dicen, verdad ?

--- Bueno, eso es lo más extraordinario de todo, parece una conversación, pero… es muy
confuso. Creo que voy a avisar a todos mis amigos del Facebook y contárselo. Es algo inédito e
increíble.

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--- Ya veo que te has pasado un buen rato examinando todos esos vídeos.

--- Ese de ahí es uno y ahora mira este otro.

William introdujo otro Dvd. En este aparecía el mismo joven saludando y acomodándose ante
la pantalla, como preparándose para hablar con alguien. En un brazo sostenía una pequeña
varita de madera. A continuación, empezó a hablar. Eran esta vez pequeños fragmentos
separados por intervalos de silencio.

--- Bueno, lo siento. Es bastante posible. Eso me temo. ¿ 38 ?

--- Voy a pausarlo, dijo William. ¿ querías algo, Sally ?

--- Tenía un mensaje de tu hermana.

--- ¿ Está bien ? ¿ Le ha pasado algo ?

--- Se ha tenido que ir por un tiempo. Es algo del trabajo, no te preocupes.

--- ¿ Y ?

--- Te quiere mucho. Me dijo que te cuidases. Eso está bien, ¿ no ?

--- ¿ Está enferma ?

--- ¡ No !

--- ¡ Estoy yo enfermo ?

-- ¡ No! no es nada de eso

--- ¿ Es un truco ?

--- No, ella tan sólo se preocupa por ti, eso demuestra que estáis muy unidos, no te preocupes,
en serio.

--- Bueno, como sea. ¿ Querías algo más ?

--- Pues la verdad, ya que estábamos, estoy bastante interesada por saber más de esos
“huevos”

El vídeo saltó solo en ese momento.

--- La gente normalmente no entiende el tiempo. No es lo que crees que es.

William volvió a pausar el vídeo

--- ¿ Quién es ese tío ?

--- Lo siento, se sigue saltando. No sé porqué ocurre.

El vídeo volvió a saltar solo

--- Complicado.

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--- Lo siento, dijo William volviendo a pausar el vídeo. Es interesante, en realidad. Tan sólo
aparecen en estos 16 Dvd´s distintos, sin ningún tipo de relación entre ellos. Todos con ellos
dentro, bien escondidos. Son como unos Dvd´s fantasma. Aparecen donde no debían de estar.
Hablé con los de la manufacturadota. Ellos tampoco sabían nada. Pero sólo aparece en esos.

-- Bueno… ¿ y qué es lo que hace ?

--- Ya le ves… se sienta ahí y hace esas afirmaciones aleatorias con esa pequeña varita en su
mano. Es.. como si escudásemos la mitad de una conversación, nadie responde. Yo y los
demás intentamos descifrar el resto.

--- Cuando dices los demás, te refieres a tus colegas de internet, ¿ no ?

--- Efectivamente.

William le dio nuevamente a reproducir.

--- Muy complicado. La gente asume que el tiempo es una progresión estricta de causa y
efecto, pero de hecho, desde un punto de vista no lineal y no subjetivo es más como una
enorme bola de materia temporal temblequeante, hay mecanismos…

--- Esa frase te salió bien, dijo Rally en alto, para sí sola. Para su sorpresa el joven pareció
responderle.

--- Me la he inventado, sí

Sally se inquietó mucho.

--- Vale, eso sí que ha sido raro. Es como si pudieras oirme dijo Sally al joven de la pantalla

--- Bueno, sí que puedo oirte

--- Vale, es suficiente. ¡ Ha sido suficiente. He tenido un día largo y ya he tenido suficiente de
todo ! gritó Sally mientras pausaba de nuevo el vídeo.

--- ¿ Te pasa algo, Sally ? preguntó William

--- Lo siento. He tenido un mal día.

-- Ten, aquí tienes la lista dijo William alargándole una hoja.

--- ¿ Qué ?

--- La lista de los 16 Dvd´s en los que sale. Pensé que podías estar interesada.

--- ¡ Sí ! ¡ Genial, gracias !

Sally salió del videoclub con la firme idea de aclarar todo esto y se dirigió a la Comisaría de
policía más cercana por ver si alguien podía ayudarla. Cuando contó la historia de la
desaparición de su amiga, llamaron al agente encargado del caso. Al parecer, su amiga Dorothy
no era la única desaparecida en Hampden Tours.

Sally miró por la ventana la catedral, que estaba enfrente de la comisaría. Estaba lloviendo. De
repente se fijó en que apoyadas sobre el tejado había 3 de las siniestras estatuas en forma de
ángeles, lo cual la puso muy nerviosa. Lentamente se pegó a la ventana para fijarse más

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cuando una pestaña que se le había deslizado en un ojo la hizo parpadear levemente y
arrascarse el ojo. Cuando levantó nuevamente la mirada no había ni rastro de ninguna
estatua.

--- ¡ Vaya, ahora debo de estar sufriendo una crisis nerviosa ! se dijo

--- La señorita Sparrow supongo, oyó tras ella

Ante ella se hallaba un joven que supuso sería el detective del caso.

--- En efecto, y usted es…

--- Gary Shipton. Los siento, no tengo mucho tiempo para hablar ahora, tengo algo a lo que no
puedo llegar tarde si usted pudiese…

Sally se giró y el joven detective se le quedó mirando fijamente a los ojos

--- Hola, dijo Sally

---- Marcie, ¿ Podrías llamar y decirles que voy a llegar tarde ? le dijo Gary a la secretaria

Sally se sonrío para sus adentros. Parecía gustarle al detective. Lo cierto es que a ella también
él le parecía bastante guapo.

--- Pues tengo que contarle Sally que en los 2 últimos meses ha habido varias desapariciones
en esa zona y por lo tanto tenemos muchos objetos que nadie ha reclamado. Desde coches que
dejaron en la entrada, algunos de ellos con el motor encendido, bicicletas, un camión de
mudanzas, patines…. Es una locura. El caso es que la finca permanece vallada por precaución,
pero aún así no sabemos qué es lo que atrae a tanta gente allí ni el porqué de las
desapariciones.

-- ¿ Qué es eso ? preguntó Sally mirando una vitrina que había en una esquina sobre una mesa
de madera. Dentro de la misma se encontraba lo que parecía una pequeña varita de madera.

--- ¡ La misteriosa varita de madera ! ¿ verdad ? todos preguntan lo mismo. Es curioso pero
apareció también sobre una de las tapias de la finca y decidí guardarla, por si acaso. Lo cierto
es que es el orgullo de la colección de Hampden Tours. Pero lo cierto es que estás obviando la
gran pregunta, aún no la has hecho.

--- Está bien, y… ¿ cuál es la gran pregunta ?

--- ¿ Cenarías conmigo ?

--- ¿ Cómo ?

--- Es fácil, dijo Gary. Tú, yo, ¿ esta noche ?

--- ¿ No está de servicio, detective inspector Shipton ? preguntó Sally divertida

Gary miró su reloj

--- No, la verdad es que fiché antes de salir. Les dije que tenía una crisis familiar.

--- ¿ Y eso, por qué ?

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--- Porque la vida es corta y tú eres guapa. ¿ Una copa, al menos ? Por favor…

--- ¡ No !

--- ¿ Nunca ?

--- Puede… tendrás que ganártelo

Sally echó a andar hacia el exterior del almacén. Gary la persiguió.

--- ¿ Me darías tu número de teléfono ?

--- Se mueve usted muy rápido, inspector Shipton

--- Llámame Gary. No estoy de servicio

--- Jejeje… no me digas

Sally arrancó una hoja de un pequeño cuaderno que tenía en su bolso y anotó algo.

--- ¿ Es ese tu número ?

--- Es un número, no una promesa ni una garantía ni una deuda

--- Y es Sally….

--- Sally Sparrow.

--- Gary se sonrojó ligeramente al escuchar su nombre.

Sally se avergonzó ligeramente y riéndose salió del almacén. No me mires, le dijo a Gary

--- Te llamaré mañana

--- ¡ No me mires !

--- ¡ Puede que incluso te llame esta noche ! gritó Gary antes de que ella desapareciese por la
puerta..

Gary se dio la vuelta para mirar la puerta por donde había salido Sally. En ese momento se
escuchó un fuerte estruendo. Gary, muy inquietó, se volvió nuevamente. Allí, atónito, vio que
frenta a la vitrina en donde se encontraba la varita había 4 estatuas en forma de ángeles
rodeando la misma. Lentamente, se acercó a ellas. Tres de ellas tenían las manos cubriéndose
el rostro y la otra tenía extendidas las manos tocando la vitrina.

--- ¿ Pero qué rayos es esto ?

Entonces, decidió acercarse a una de ellas y la tocó. Parecían estar hechas de piedra caliza.
Miró detenidamente la estatua y cuando estaba examinando los rasgos faciales, parpadeó
ligeramente. De repente, todo se volvió oscuro. Cuando abrió nuevamente los ojos, vió a su
lado a un chico joven con gafas.

Mientras tanto, Sally que había acudido a una cabina cercana para llamar a William cuando,
antes de entrar en la misma, se dio cuenta de que se había olvidado de comentarle el
misterioso vídeo al detective, así que volvió rápidamente al almacén, esperando que siguieese

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abierto, lo que así ñparecía. Entró corriendo en el mismo, pero por más que miró no encontró
a Gary.

--- ¡ Qué raro, apenas han pasado 3 minutos… ¿ a donde habrá ido ?

Gary se sentía muy agotado, así que se tumbó contra la pared para coger fuerzas.

--- Bienvenido, le saludó el joven de gafas.

--- ¿ Donde estoy ?

--- La pregunta no es donde, sino cuando. Es 1969. No es tan malo como parece, puedes ver el
aterrizaje sobre la luna. Desearía encontrar la forma de resover esta situación rápido pero la
gente sigue apareciendo.

--- ¿ Más gente ? ¿ Y cuál es su plan ?

--- Estoy trabajando en ello. Por cierto, mi nombre es John Divney

Harry ayudó a Gary a levantarse.

--- Muchas gracias. Yo soy Gary Shipton.

-- Veamos, Gary, si has aparecido aquí es que has sido tocado por la misma criatura que yo ya
que acabaste en este año.

--- ¿ Criatura ? Me tocó una estatua

--- Oh, eso es lo que quieren que pienses, estauas. No dan miedo, ¿ verdad ?

--- Yo… no lo entiendo

--- Unas fastidiosas criaturas, los ángeles llorones. Los únicos psicópatas del Universo que te
matan amablemente. Sin armar alborotos, te mandan al pasado y dejan que vivas hasta que
mueras… es decir, se apropian de tu potencial de vida futura. El resto de tu vida liquidado y
consumido en un parpadeo de ojos. Mueres en el pasado y en el presente ellos consumen la
energía de todos los días que deberías de haber tenido. Son criaturas de lo abstracto, viven de
la energía potencial.

--- En nombre de Dios, ¿ de qué estás hablando ?

--- Oh, confía en mi. Soy un mago, por cierto, confesó Harry. Si tan sólo tuviera mi varita…

--- ¡ La varita ! Así que era tuya. ¿ Pero cuándo dices que estamos ?

--- En 1969 como he dicho antes. Normalmente te llevaría a casa en mi vuelatiempos, pero el
que siga apareciendo gente aquí lo hace inviable, así que necesito que hagas algo por mi.
Tienes que darle un mensaje a Sally Sparrow de mi parte. Y lo siento mucho, Gary, lo siento
mucho. Va a llevarte mucho tiempo.

Sally recibió una llamada. Al parecer, Gary se encontraba en un hospital cercano, y quería
verla. Muy alarmada, se dirigió hacia allí, pero al llegar se quedó atónita al ver a un hombre
mayor, que afirmaba ser Gary. Me estoy volviendo loca, se dijo.Gary se encontraba medio
dormido cuando ella llegó.

349
-- ¿ Gary ? soy yo, Sally

Pasados unos segundos, Gary abrió los ojos

-- Estaba lloviendo cuando nos conocimos

--- Es la misma lluvia, dijo Sally

Las lágrimas le corrían por los ojos

--- ¿ Qué te ha pasado ?

Gary no respondió inmediatamente, parecía meditabundo. Lentamente le acercó una


fotografía en la que se veía a un Gary un poco mayor de lo que ella recordaba junto a una
joven vestida de novia.

--- ¿ Qué fue, tu mujer ?

--- También se llamaba Sally, me recordaba a ti

--- Sally Shipton, dijo Sally riéndose

--- Sally Shipton. Nos habría ido bien a ti y a mi Sally, dijo Gary cogiéndola suavemente de la
mano. He pensado mucho en venir a buscarte antes de esta noche, pero habrías creido que era
un loco tratando de acosarte y el doctor me dijo que eso podría haber causado un agujero en el
continuo espacio-tiempo que habría sido nefasto. Además, se me cayó el pelo hace unos años.

Sally se rió de nuevo.

-- Un agujero en el espacio-tiempo... de.. ¿ de dónde has sacado eso ?

-- Había un hombre en la época en que aparecí, me dio un mensaje para ti.

--- ¿ Qué hombre ?

-- Un mago. Se llamaba John Divney

--- ¿ Y cual era el mensaje ?

-- Sólo esto. Mira la lista

--- ¿ Eso es todo ? ¿ Mira la lista ?

-- Me dijo que a estas alturas ya deberías tenerla contigo. Una lista de 16 Dvd´s

Sally sacó de su bolsillo la lista de Dvd´s y la miró detenidamente. Tenía que haber algo allí
que tuviese alguna relación con lo que estaba pasando, pero ¿ qué ?

--- No seguí siendo policía entonces, ¿ sabes ? estudié publicidad y luego empecé a trabajar en
edición de vídeos, y después Dvd´s, por supuesto.

-- ¿ Tú pusiste el huevo de Pascua ?

A Gary se le escapó una fuerte carcajada.

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-- ¿ Ya has averiguado que tienen en común los 16 Dvd´s ?

-- No, respondió Sally. Aún no

--- Supongo que esto es duro para ti

-- ¿ Cómo puedo John Divney saber que yo tendría una lista ? Acabo de conseguirla

--- Le pregunté cómo pero me dijo que no podía contármelo. Dijo que lo entenderías algún día
pero que yo nunca podría.

-- Te prometo que en cuanto lo averigüe vendré rápidamente a contártelo

-- Lo siento, chica guapa, no podrás hacerlo. Sólo tengo esta noche. Me contó hace muchos
años que sólo volveríamos a vernos el día de mi muerte.

-- ¡ Oh, Gary !

--- Eso me mantuvo vivo, soy un hombre viejo y enfermo, pero tenía algo por lo que esperar

--- Ay... la vida es larga y tú estás muy buena

Sally se volvió a reir, aunque esta vez era de pena.

--- Mira mis manos Sally, dijo Gary poniendo sus manos encima de las suyas. Son las manos de
un viejo. ¿ Por qué nos está pasando esto ?

--- Me quedaré contigo esta noche, ¿ de acuerdo ? dijo Sally conteniendo a duras penas las
lágrimas que cubrían el rostro.

--- Gracias, Sally Sparrow. Tengo hasta que la lluvia pare.

Una hora después Gary exhaló su último aliento. Sally pegó un puñetazo a la pared de la
habitación, completamente desolada.

--- Por qué, por qué me pasa a mi esto ?

Media hora después, mientras se limpiaba las lágrimas del rostro, reclinada en una silla al lado
de la cama de Gary, le echó un nuevo vistazo a la lista. Entonces, comprendió todo.

-- ¡ Dios mío ! Tengo que ir a ver a William, se dijo

Lentamente se acercó al cuerpo ya inerte de Gary y se dio un beso de despedida en la frente


antes de marcharse. Una vez que se encontró en la calle marcó el teléfono del móvil de
William.

--- ¡ Cielos Santo, Sally ! ¿ Dónde estás ?

-- Son míos

-- Los Dvd´s de la lista. Lo que tienen en común soy yo. Son todos los Dvd´s que tengo. El
Huevo de Pascua iba dirigido a mi

--- ¿ Sólo tienes 16 Dvd´s ?

351
-- Escúchame, ¿ tienes un Dvd portátil ?

-- Por supuesto, ¿ por qué ?

-- Quiero que te reunas conmigo

-- ¡ Sally, son las 4 de la mañana !

--- Ven a Hampden Tours

-- Pero oye... ¡ Sally !... ¡ Me ha colgado !

Media hora más tarde Gary llegó a la vieja mansión de Hampden Tours. Sally le abrió la
puerta.

-- Por Dios, Sally, vives en la mansión encantada de Scooby Doo

-- Por el amor de Dios, ¡yo no vivo aquí!

Gary estuvo examinando los Dvd´s hasta que pareció que dio con uno que se veia mejor que el
resto.

-- Veamos de qué va todo esto, entonces.

Gary le dio al play y ambos vieron cómo apareció una habitación ante ellos en la que el chico
joven con gafas que Sally había visto otras veces se sentó en una silla mirándoles fijamente.

-- Ahí está, dijo Gary

-- Es Divney, dijo Sally

-- ¿ Qué Divney ?

-- John Divney, ése es

-- Sí, ese soy yo, dijo el joven del vídeo

-- Vale, eso da miedo, dijo Sally

-- No, parece que contesta, pero siempre dice eso

-- Sí, contesto, dijo Harry

-- Y eso, dijo Gary

-- Sí, y eso dijo Harry nuevamente

-- Él puede oirnos, dijo Sally. ¡ Oh, Dios mío! puede oirnos

-- Por supuesto que no puede oirnos, dijo Gary. Mira, tengo aquí una transcripción de todo lo
que dice.

Gary le acercó un cuadernillo a Sally. Parecía una especie de guión escrito a mano.

352
--- Sí, soy yo. Sí, contesto. Lo siguiente que va a decir es...

--- ¿ Lo vas a leer todo ? dijeron a la vez Gary y Harry

-- Lo siento, dijo Gary

-- ¿ Quién eres, John ? le preguntó Sally al John de la pantalla

-- Soy un mago. Estudié en una escuela inglesa llamada Hogwarts. Actualmente estoy atrapado
en el tiempo en 1969.

Sí, estamos atrapados Sally, dijo Gary, apareciendo entonces al lado de John en el vídeo.
¿ Ves ? el mago me prometió que tú nos sacarías de esta es un pispás. Ahora tengo trabajo
temporal en una tienda de vídeos, para mantenerle.

-- ¡ Gary, calla, dijo John !

-- Lo siento

-- Esta parte la he visto antes, dijo Sally

-- Es posible, dijo John

-- ¿ 1969, desde ahí estás hablando ?

-- Eso me temo

-- Pero me estás respondiendo, no puedes saber exactamente qué voy a decir a cuándo voy a
hacerlo, 40 años antes de que lo diga

-- 38

-- Espera, Sally, voy a escribir esto dijo Gary cogiendo un bolígrafo y un cuaderno. Voy a
escribir tus trozos

-- ¿ Cómo, cómo es posible ? ¡ Dime !

-- No tan rápido, dijo William

-- La gente no entiende el tiempo. No es lo que crees que es

-- ¿ Entonces, qué es ?

-- Es complicado

-- Cuéntamelo

-- My complicado

-- Soy inteligente y estoy escuchando. Y no esas condescendiente ni paternalista conmigo


porque ha muerto gente y estoy muy muy enfadada. Dímelo

-- La gente asume que el tiempo es una progresión estricata de causa y efecto, pero de hecho,
desde un punto de vista no lineal y no subjetivo es más como una gran bola de materia
temporal temblequeante.

353
-- Sí, he visto esta parte antes, decías que esa frase te la inventaste

-- Me la he inventado, sí

-- Lo siguiente que vas a decir es, bueno, puedo oirte

-- Bueno, puedo oirte, dijo Harry

-- Esto no es posible, dijo Sally, desesperada

-- No, ¡es brillante!, simplemente brillante, dijo William

-- Bueno, no puedo oirte exactamente, pero sé todo lo que vas a decir, dijo Harry

-- ¿ Cómo puedes saber lo que voy a decir ?

-- Mira a tu izquierda

-- ¿ Qué quieres decir con mira a tu izquerda ?

-- He escrito un montón sobre eso en los foros. Creo que es una declaración política, dijo
Willian

-- Se refiere a ti, ¿ qué escribes ?

-- Escribo tus parte, para así tener una transcripción completa de toda la conversación. Espera
a que llegue a Internet, esto hará explotar todos los foros.

-- Tengo una copia de toda la transcripción, está en mi teleprompter, dijo John

-- ¿ Cómo puedes tener una copia de la transcripción ? Aún se está escribiendo

-- Ya te lo he dicho. La conseguí en el futuro

-- Vale, déjame que entienda esto. ¿ Tú estas leyendo en voz alta la conversación que estás
teniendo ? ¿ y si decido decir otra cosa ? ¿ y si... ?

-- Temporal y temblequeante...

-- Qué más da, dijo Sally, resignada. ¿ Puedes hacer una copia a ordenador de la conversación
William ?

-- Claro, pero... ¿ para qué ?

-- Lo importante es que podemos comunicarnos, dijo John. Tenemos en realidad problemas


mayores que éste. ¿ Han cogido la varita, verdad ? ¿ Los ángeles tienen la varita ?

-- Los ángeles tienen la varita, esa es mi frase favorita, dijo William. La tengo serigrafiada en
una camiseta.

-- ¿Ángeles ? ¿ qué quieres decir con ángeles ? ¿ te refieres a esas estatuas ?

-- Son criaturas de otro Mundo

354
-- Simplemente son estatuas

-- Solamente cuando las estás mirando

-- ¿ Qué quiere decir eso ?

-- Los asesinos solitarios solían llamarlos hace mucho tiempo. Nadie sabe de dónde vienen,
son tan viejos como el Universo y han sobrevivido tanto tiempo porque han desarrollado el
sistema perfecto de defensa. Son un bloqueo cuántico, no existen cuando son observados. En
el preciso instante que cualquier criatura viva los ve, se convierten en roca. No lo eligen, es
un hecho de su biología.

Gary y Sally miraron a las ventanas de forma muy nerviosa. Tres estatuas estaban mirándoles
apoyadas sobre la superficie.

-- A la vista de cualquier cosa viva se transforman literalmente en piedra. Y no se puede matar


a una piedra. Claro que juna piedra tampoco puede matarte de por sí, pero... entonces te
despistas y giras la cabeza... o pestañeas. Y sí, entonces sí pueden.

-- No le quites los ojos de la cabeza a esa cosa dijo Sally.

En la puerta del cuarto en el que se encontraban había una estatua con los ojos cubiertos con
las manos.

-- No lloran, simplemente no pueden arriesgarse a mirarse entre ellos. Su mayor recurso es


también su mayor maldición. Nunca pueden ser vistas, son las criaturas más solitarias del
Universo.

Por el pasillo se escucharon unos ruidos como de pasos. Los ángeles de la ventana habían
desaparecido.

-- Y lo siento, lo siento mucho, ahora depende de ti.

-- ¿ Qué se supone que he de hacer ?

-- La varita es mi varita mágica. Ahora bien, debería haber un giratiempos encantado pegado
sobre su superficie. Es un objeto que permite viajar atrás en el tiempo. Lo reduje de tamaño y
lo convertí en plástico. Debería de permitirte realizar un hechizo para traerme de vuelta. En la
parte inferior de la varita hay un hueco en donde hay un pergamino con los hechizos y las
instrucciones necesarias para que tengas éxito. Ahora dime Sally, ¿ crees en la magia ? porque
si no, estamos perdidos. Si los ángeles se hacen con el giratiempos tendrán una fuente
inagotable de energía que consumir para toda la eternidad, pero el daño que podrían causar
podría apagar el mismo Sol. Tienes que impedirlo.

-- ¿Cómo?

-- Y eso es todo, me temo. No hay más en la transcripción, es lo último que tengo. No sé por
qué dejaste de hablar pero puedo suponerlo, ya vienen. Los ángeles vivnen por ti, pero
escucha, tu vida podría depender de esto. No pestañees, ni siquiera te gires, pestañea y estás
muerta. Son muy rápidos, más de lo que crees, no les des la espalda, no apartes la mirada y no
pestañees. Buena suerte.

El John de la pantalla se quedó callado.

-- ¡No!, ¡no puedes hacer esto!

355
Sally se lanzó contra la pantalla, en vano. la imagen se había quedado fija.

-- Lo rebobinaré, dijo William

-- ¿ De qué serviría eso? dijo Sally gritando

De repente se miraron uno a otro unos segundos.

-- No estás mirando a la estatua, dijo Sally

-- Tú tampoco, dijo William

Rápidamente miraron hacia la puerta. Dos estatuas con aspecto amenazante se encontraban a
medio metro de ellos, lo cual les hizo dar un grito.

-- No dejes de mirarlas, dijo Sally mientras se dirigía hacia la puerta

-- Pero sólo están estas dos, ¿no? quiero decir, mientras las tengamos a la vista...

-- Hay otras dos, por lo menos, antes me ha parecido escuhar unos ruidos en el pasillo.
Podrían haberse escondido en algún cuarto. Voy a buscar por ahí, no les quites el ojo de
encima. No pestañees

-- ¿ Hay más ? ¿ ¿ Quién pestañea ? yo no, desde luego. ¡ Sally ! ¡ No me dejes solo !

-- Ahora vuelvo

-- ¿ Qué quieren ?

-- La varita, quieren la varita

-- ¡Pues dásela! Nos dejarán en paz, ¿no?

Sally comprobó todas las puertas y ventanas de la casa.

-- Nos se puede salir, ¡ Nos han encerrado !

-- ¿ Qué pasa si vienen por mi espalda ? ¡Tenemos que salir de aquí, Sally !

-- ¡ Aguanta !

-- ¡ Dios mío !

William pestañeó sin querer durante un segundo, cuando abrió los ojos, vio a uno de los
ángeles con su brazo extendido hacia su mano, en actitud amenazadora.

--¡Sally, por favor, no puedo aguantar más así !

-- La puerta está cerrada, pero igual podemos escondernos en el sótano.

-- Está bien. ¡ Bajaré !

William bajó lentamente las escaleras. Los crujidos de la vieja madera de la mansión
simplemente servían para aumentar aún si cabe la tensión del ambiente. Una vez que llegó al

356
sótano vio que Sally estaba rodeada por otras dos estatuas , y cuando se giró levemente, se
oyó un ruido detrás suyo que le obligó nuevamente a volverse hacia la puerta. Sally sacó el
pequeño papelillo escondido en el hueco de la varita y empezó a leer las instrucciones que
Harry le había escrito. Lentamente agitó la varita y dijo las palabras del primer hechizo en
vano.

-- ¡ No funciona !

-- Tendrás que ponerle más empeño, dijo William

Después de intentarlo 5 veces más, una especie de reloj misterioso apareción ante ellos.

-- Trata de agrandarlo ahora y transfórmalo

Diez minutos después, y tras muchos esfuerzos, tenían ante ellos lo que John les había dicho
que era un giratiempos.

-- ¿ Y ahora qué ?

-- Supongo que debo hacer lo que pone después

--- ¿ Y qué es lo que dice ?

William se fijó en que una de las estatuas parecía señalar hacia una de las lámparas del techo.

-- ¡ Oh, no, Sally ! ¡ ¿ por qué está apuntando a la lámpara ?

Muy pronto lo supieron. Las bombillas empezaron a parpadear y las estatuas empezaron a
acercarse poco a poco a ellos, intentando rodearles. Los dos corrían a lo largo del cuarto
intentando huir de las mismas.

-- ¿ Qué es lo que hay que hacer ? preguntó William

-- ¡ No consigo leerlo ! repondió ella gritando

Los dos corrieron hasta llegar a una esquina, y Sally pudo al fin leer lo que estaba escrito, lo
cual la hizo fijar el giratiempos a la varita y lanzar los 2 obteos al centro de la sala lo que hizo
que los ángeles se lanzasen hacia ellas. La habitación se quedóa oscuras durante unos
instantes, se escharon unos fuertes chasquidos y luego el silencio más absoluto. La luz volvió
a iluminar la estancia. Las estauas se estaban mirando entre sí, con lo cual se habían
solidificado de forma permanenete.

-- ¡ Lo hizo ! ¡ John las engañó !

Los dos se abrazaron mutuamente llenos de una inmensa alegría. Unos días después William se
despidió del videoclub y decidió abrir uno propio junto con Sally, la cual estaba muy
entusiasmada con el proyecto. Ese mismo día, por la tarde, Sally decidió tomarse unos
minutos libres para ir a comprar algo al supermercado. William la sorprendió con unos papeles
en la mano.

-- ¿ Qué es eso ?

-- Nada

-- Déjame echarle un vistazo, dijo William quitándole las hojas de la mano

357
Se trataba de una fotografía de una de las estatuas

-- Tienes que dejarlo pasar. Ya se acabó, Sally

-- No se acabó. ¿ Cómo consiguió John la copia de la transcripción ¡ Dímelo !

Sally salió de la tienda y se dirigió al supermercado. Cuando estaba pasando por enfrente de
una peluquería del barrió vio algo que la dejó atónita. Se trataba del propio John Divney en
persona. Al parecer estaba haciendo preguntas a los viandantes y anotando las respuestas en
un pequeño cuaderno que llevaba encima. Sally corrió hacia él.

-- ¡John ¡ ¡ John !

Harry se acercó a la misteriosa joven que le llamaba.

-- Vaya, realmente no sabes quién soy, ¿no?

-- Perdone, joven, la verdad es que no tengo ni idea. Si me perdonas, tengo mucha prisa, estoy
investigando las recientes desapariciones del barrio.

-- ¡ oh, por amor de Dios ¡ eres un mago John, claro que no te acuerdas. El giratiempo… está
todo más claro ahora. ¡ Siempre fui yo, lo supiste por mi !

-- ¿ Supe qué ?

-- Está bien, escucha. Dentro de poco te quedarás atrapado en 1969. Asegúrate de tener esto
contigo, lo necesitarás.

Sally le entregó a Harry el cuaderno con la copia de la conversación

-- Lo siento, tengo que irme. Unas cuantas cosas por aquí, otra por ahí y.. puede que algún
lagarto que otro.

-- Está bien, puedes irte. No hay problema

-- ¿ Cual era tu nombre otra vez ?

-- Sally Sparrow

-- Me alegro de conocerte Sally Sparrow

En ese momento, William llegó a donde se encontraban ellos y se quedó mirando fijamente a
Harry, mudo del asombro. Sally le cogió de la mano.

-- Adios, John Divney. Que tengas mucha suerte

Sally y William se alejaron lentamente. Harry se quedó preguntándose qué le depararía el


futuro después de este misterioso encuentro.

Unos días después, cuando acabó finalmente la tarea se dispuso a emprender su siguiente
trabajo. Para ello se dirigió a otra zona que antiguamente también había estado rodeada de
cierta polémica. Eastwick.

358
Trabajo 6º Eastwick y el aletiómetro

Harry sabía que el famoso aletiómetro del gran Rambaldi estaba escondido en las
profundidades de la antigua iglesia de la ciudad. Los de Majestic 12, quienes formaban parte
de los más siniestros seguidores de Rambaldi la habían escondido hace tiempo allí para
mantenerlo a salvo de cualquiera tentado a usarlo para malos fines. Tanto las facciones del
Pacto como de las de la Colonia habían estado tras el artefacto durante mucho tiempo. Ahora
se había unido a ellas una tercera parte, el malvado joven Lord Voldemort, en los comienzos
de su maldad. Él ló usaría para deshacerse de una vez por todas del Pacto, uno de sus últimos
obstáculos para su ascenso al trono del mal.

Harry no podía permitir que esto ocurriera, bajo ningún motivo. Por eso mismo planeaba
internarse en las profundidades de la iglesia al amparo de las sombras de la noche, cuando
hubiese menos guardias del Pacto vigilando la iglesia. Así que se preparó un escondite mágico
alrededor de la iglesia, dentro del cual montó un pequeño campamento de espionaje para
poder vigilar los alrededores, por si acaso se presentaba algún imprevisto y se dispuso a
esperar la llegada de la noche.

Muy cerca de allí, los siniestros caballeros de Walpurgis aguardaban también su momento.

-- Entonces, esta es la localización exacta del instrumento, ¿ no es así, Ludovic ?

-- Eso parecen creer en el Ministerio, mi señor

-- Espero por tu bien que tus actividades de espía en el Ministerio den finalmente su fruto

-- ¿ Cómo debemos proceder ?

-- Esperaremos a que llegue la noche para adentrarnos en la Iglesia. Puede haber guardias del
Pacto a esta hora. Sería peligroso. Tú permanecerás a mi lado, mi querido Avery. Te necesito

-- Será todo un honor, mi señor

-- ¡ Mulciber ! Tú liderarás la incursión en la Iglesia. Lleva contido a Callahan, Svenson,


Dolohov, Crabb y Goyle. No quiero fallos

-- No los habrá, mi señor

-- Eso espero. De lo contrario alguien deberá asumir la culpa, y desde luego, no seré yo.

Mulciber, de forma nerviosa, se llevó una mano al cuello. Parecía como si le faltase el aire.

-- No habrá fallos mi señor. Lo prometo.

-- Es curioso lo fácilmente que se hacen promesas o juramentos hoy día, dijo Voldemort. En
fin, voy a reposar un rato en mi tienda. No quiero intromisiones.

Voldemort llevaba puesta una larga capa ceremonial de color negro, como si hubiese estado
haciendo algún extraño ritual.

359
En esos momentos, en el interior de la iglesia y en sus alrededores, las patrullas del Pacto
buscaban el artefacto. En una de las galerías, tres miembros del Pacto charlaban entre sí.

-- ¿ Dónde estará ese dichoso aparato, Cedric ? Llevamos dos días poniendo patas arriba todas
las galerías de la iglesia y no hay ni rastro de él. Sin duda alguna, debe llevar adherido algún
dispotitivo mágico o algún hechizo de ocultación. Fueron muy listos los de Majestic al
esconderlo. ¿ Para qué lo querrá nuestra ama ?

-- No te atrevas a cuestionar las razones que pueda tener el ama, William. Nosotros tan sólo
somos sus humildes siervos. Podría mandar a esas siniestras criaturas sobre nosotros tres y
nadie volvería a saber nada de nosotros. Tan sólo somos peones para ella.

-- No te pongas en tan trágica situación Cedric, dijo el tercero de ellos, llamado Paul. Nosotros
tan sólo debemos encontarlo. Lo que quiera que ella haga con el artefacto después no es de
nuestra incumbencia. Por cierto, dentro de poco es nuestro turno en la guardia. Espero que
tengamos una noche tranquila. No me siento seguro con esos seguidores de ese petulante Lord
Voldemort merodeando por ahí.

-- ¿ Los caballeros de Walpurgis ?

-- Sí, esos fantoches de capas negras. ¿ Sabéis que intentaron matar a nuestra ama ? Por
fortuna el ingenuo protector de nuestra señora acudió a su rescate. Parece que se han hecho
buenos amigos, dijo William.

-- Ya he oido hablar de ese tal John Divney, salido de la nada. Algunos dicen que está
infiltrado en Hogwarts. He oido que la condesa lo envió como su agente castigador para
eliminar a unos miembros rebeldes se la asociación y que ahora realiza extrañas misiones para
ella. Yo sin embargo creo que ella tan sólo le está manipulando para distraerle y que él no
conozca nuestras acciones.

Harry se puso su capa de invisibilidad para esquivar a los mortífagos de Voldemort y se


adentró en los interiores de la vieja iglesia. Una vez dentro se quitó la capa y avanzó
lentamente por los viejos pasadizos de la misma. En el extremo opuesto de uno de los
corredores se encontró con unos sirvientes de la condesa. Parecían estar esperándolo.

-- ¿ John Divney, verdad ?

-- El mismo, respondió Harry haciendo una breve reverencia a modo de saludo. Yo lideraré
desde ahora la búsqueda caballeros. ¿ Y vosotros sois...?

-- Somos William, Cedric y Paul. Nuestra señora nos avisó de su llegada. Hasta ahora hemos
revisado las galerías Norte, Noreste, Noroeste,la Sur, la Sureste, la Suroeste,la Este y la
Central. Nos queda comprobar únicamente la Oeste y dos salas que se cerraron en los años 30
por humedades. Suponemos que el artefacto se encuentra en uno de estos 3 sitios.

-- ¿ Algún encuentro con los mortífagos o con los seguidores de Majestic o de la Colonia ?

-- Tuvimos un pequeño altercado con unos seguidores de la Colonia hace 1 hora. Matamos a 3
de ellos. Uno de nuestros hombres fue gravemente herido. Desde entonces no hemos vuelto a
ver a nadie.

-- Sin duda alguna volverán a intentarlo. De hecho, me extraña mucho que no nos estén
observando en este preciso momento. Hay que doblar la guardia.

Se dispusieron las medidas oportunas de vigilancia y a continuación, Harry y los seguidores de


la condesa se dispusieron a examinar las galerías que faltaban por explorar.

360
Una hora más tarde, en uno de los libros de la galería, Harry encontró una misteriosa nota en
uno de los libros.

-- Si hasta aquí has llegado, el objeto de tu búsqueda está más cerca de lo que crees. Suma 2 y
dos y en el centro lo encontrarás.

-- ¿ En el centro ? se dijo Harry. ¿ A qué centro se referirá ? ¿ el centro de la sala ? ¿ el


centro de qué ? dos y dos son 4...

-- ¡ Esto no tiene ningún sentido ! gritó Cedric, bastante malhumorado.

-- Tiene que ser alguna argucia ingeniosa.... estoy convencido de que tenemos el ale..

Harry fue interrumpido por un fuerte estruendo cercano. Dos mortífagos estaban atacando a
unos magos de Majestic, quienes a duras penas contenían el ataque.

-- ¡ En menudo momento ! gritó Harry, sacando su varita rápidamente y lanzando dos hechizos
que mandaron 2 rayos de color azul hacia los mortífagos, que fueron repelidos por una especie
de escudo mágico azulado, empleado por Mulciber.

-- Otra vez ese Divney. ¡ No eres más que el asqueroso perrito de la condesa ! le espetó
Callahan, el otro mortífago.

-- ¡ Yo no soy el perrito de nadie ! gritó Harry malhumorado. La condesa es mi amiga y aliada y


no permitiremos que lo cojáis. Volved con vuestro inmundo amo, Voldemort.

-- ¡ Te atreves a pronunciar su nombre ! ¡ Qué herejía ! Callahan lanzó una maldición asesina
en dirección a Harry, que a duras penas pudo saltar y así esquivar el diabólico rayo asesino,
cayendo tras una estantería, la cual estayó por los aires al ser alcanzada por la maldición.

Harry usó un hechizo levitatorio para mover uno de los palos que se usan en las bibliotecas
para alcanzar los libros que están a una gran altura, moviendo así varios libros que se
encontraban detrás de una de las estanterías delante de la cual estaban los mortífagos,
desestabilizando así el resto de los libros que se encontraban sobre la estantería, con lo que
una cantidad muy grande de libros cayó sobre los mortífagos, los cuales perdieron el
conocimiento.

A continuación, Harry se puso a pensar rápidamente en el misterioso enigma. Miró


detenidamente un mapa de la iglesia, en el cual situó las galerías. De repente, la solución
apareció justo delante de sus ojos.

-- Eso es, quedan 3 salas, la 4ª está en el centro del área imaginaria que une las mismas.

Harry salió corriendo en dirección al jardín interior de la biblioteca, pues ése era el lugar que
indicaba el mapa. En el centro del jardín había una estatua que representaba a Rambaldi. El
artefacto debía estar en el interior de la misma. Cuando Harry se encontraba a escasos metros
de la misma, escuchó una voz detrás suyo.

-- Al fin nos encontramos tras tanto tiempo estropeando mis planes. Pero esta vez casi hasta
me alegro aún más, porque me has hecho un buen trabajo John. Has hecho el trabajo tú solito.
Ahora, entrégame el aletiómetro.

Harry se dio la vuelta. Su peor enemigo se encontraba una vez más frente a él. El malvado
mago que asesinó a sus padres y al que el había matado hace tantos años. El malvado Lord
Voldemort. En la otra entrada del jardín apareció a su vez la condesa Lucilla.

361
-- ¡ Jamás !

-- Como les dije el mes pasado a un grupo de mord sith, esto lo podemos hacer por las buenas
o por las malas. Y no te conviene que sea por las malas. ¡ Dáme el aletiómetro, John !

-- Harry se estremeció al oirlo. ¿ Unas mord sith ? Creía que su orden se había extinguido.

-- Aún queda alguna por ahí. Creedme, también acabaré con todas ellas pronto.

-- ¡ No le entregues el artefacto John ! , gritó la condesa

-- Dichosa condesa... ¿ dónde te has dejado a tus queridos siervos ? ¿ acaso no les gusta ya el
sabor de la sangre ? porque os garantizo que aquí va a haber mucha, rugió Voldemort.

Voldemort agitó su varita, susurró algo en voz baja y unos rayos redondos negros slieron en
dirección a Harry, quien, rodando por el suelo, consiguió evitar que lo alcanzasen. Una vitrina
de acero en la cual había unos tomos muy grandes quedó hecha añicos y allí donde estaba, se
abrió un boquete muy grande en el suelo.

-- ¡ Expeliarmus ! gritó Harry

Voldemort y su varita salieron desdedidos varios metros, lo que le dio a Harry unos metros de
ventaja para tratar de huir. Pero Voldemort aún se reservaba más ases en la manga. La
condesa lanzaba unas bolas azules de energía contra el malvado brujo, quien las repelía muy
fácilmente y no mostraba interés más que en él. A un gesto suyo con la varita, el suelo se
llenó de enormes piedras llameantes y la sala empezó a rotar hacia la derecha, lo cual lanzó a
Harry contra la estatua en la cual se encontraba el aletiómetro, que, por fortuna, no se
rompió. Sin embargo, Harry quedó inconsciente del golpe recibido lo cual aprovechó
Voldemort para acercarse lentamente a él, con expresión victoriosa. Se encontraba ya a
escasos metros cuando empezó a pronunciar la letal maldición asesina:

-- Esto es lo que les pasa a los que me desafían… ¡ avada keda..

-- ¡ Yalus mextus ! de la varita de la condesa salió un enorme rayo rojizo que impactó con el
pivote central de la sala, lo cual hizo que todo el edificio empezase a venirse abajo. Un pedazo
del techo cayó entre Voldemort y Harry, y recibió la maldición asesina de Voldemort,
saltando por los aires, lo cual generó un enorme estruendo que despertó a Harry, que viendo
la situación corrió hacia la salida, seguido por la condesa y una vez fuera se desaparecieron
rápidamente. Voldemort quedó aislado, maldiciendo su, según él, mala suerte.

Cuando por fin pudo hacerse un hueco y salir de la sala, evitando las piedras que se
desprendían del techo, vio que sus dos combatientes habían desaparecido. El aletiómetro se
había perdido sin duda por una buena temporada pues la sala en la que se encontraba se
encontraba completamente cubierta de piedras por doquier. Voldemort tuvo que aceptar por
ahora su derrota y esperando sin duda vengarse en un futuro que esperaba que fuese muy
cercano.

Trabajo 7º Mercadeo en el Mundo-Disco

Cuando Harry se enteró que su siguiente trabajo sería en el Mundodisco, puso mala cara. ¿ Por
qué yo ? ¿ No hay otra cosa más urgente por hacer ? y es que, en el lejano Mundo Mágico del
Mundodisco, las cosas no son sencillas. Para empezar, la configuración del propio Mundodisco
en sí misma, ya era rara.

¿ Y es que… cómo no iba a ser raro un Mundo sostenido por las espaldas de cuatro elefantes
encaramados en lo alto de la concha de una tortuga gigante ?. Es lo más disparatado que he

362
oido nunca, era lo primero que pensó cuando escuchó hablar del mismo por primera vez
tantos años atrás en la asignatura de Historia de la Magia en Hogwarts. La gente normal ve
muy extraño que exista una tortuga de quince mil kilómetros de largo y un elefante de más de
tres mil kilómetros de alto, lo cual puede demostrar que el cerebro humano está mal adaptado
para pensar, y que probablemente su función original era refrescar la sangre.

Para él, el simple tamaño es algo asombroso. No hay nada de asombroso en el tamaño. Las
tortugas son asombrosas, y los elefantes bastante sorprendentes. Pero si se piensa
detenidamente, el hecho de que exista una tortuga gigante es bastante menos asombroso que
el hecho de que exista una tortuga en cualquier parte. La causa de esta aventura fue una
mezcla de varios hechos. Como el deseo de la humanidad de hacer cosas prohibidas por el
mero hecho de que estén prohibidas. Y su deseo de encontrar nuevos horizontes y matar a la
gente que reside tras ellos. Y los gremios misteriosos. Y el quidditch. Y, sobre todo, el
conocimiento de que un día, pronto, todo se acabará.

“Ah. Bueno, la vida continúa”, dice la gente cuando alguien muere. Pero desde el punto de
vista de la persona que acaba de morir, eso no es así. Es el universo lo que continúa. Tal como
el difunto logra entender, en realidad todo está mezclado, por enfermedad o por accidente o,
en su caso, debido al quidditch. Porque esto ha de ser así es una de esas peguntas sin
respuesta de la vida, ante las cuales la gente o empieza a rezar... o se pone muy, muy furiosa.
El comienzo de la aventura tuvo lugar hace unos diez mil años, en una noche indomable y
tormentosa, cuando un joven mago llamado Grendel llegó a un primitivo pueblo del
Mundodisco con el firme propósito de crear un gremio de artesanos.

El final de la historia nos lleva a la actualidad, y empezó cuando Harry decidió partir a
resolver un misterioso caso de obras de arte robadas en el Mundodisco. Así pues, se adentró
en este Mundo hasta llegar a la antigua y moderna ciudad de Ankh-Morpork, donde la gente
dice que se puede comprar y vender cualquier cosa (y si no tenían lo que buscabas, lo podían
robar para ti). Algunos de ellos incluso lo podían soñar... La criatura que buscaba un edificio
en particular ahí abajo era un Gólem y, para los estándares del Mundodisco, no era
particularmente raro. Era, eso sí, inútil. Se había pasado toda su vida en una serie de
estúpidos viajes entre el Borde y el Eje cargando cajas para su antiguo dueño, y ¿qué razón
había para ello? Aparentemente ninguna aparte de la mera servidumbre. Sus ojos se fijaban en
aquellos lugares en los que, por razones totalmente más allá de su comprensión, se podían
encontrar cables.

El hombre con el que tenía que contactar Harry era Grendel MDLVIII, el actual Jefe del
Gremio de artesanos de la ciudad.

Dicen que volar ha sido siempre uno de los mayores sueños de la Humanidad. De hecho es una
mera reminiscencia de los antecesores del Hombre, cuyo mayor sueño era descender de los
árboles. De cualquier forma, otro de los grandes sueños de la Humanidad ha sido, por ejemplo,
ser perseguido por enormes botas con dientes. Y nadie dice que ese tenga sentido.

En este preciso momento, Lord Vetinari, el Patricio y antiguo assassin, de Ankh Morpork se
encontraba de pie en el recibidor principal de la Universidad Invisible y estaba impresionado.
Los magos, una vez han entendido la urgencia de un problema, almorzado y discutido sobre el
puding, pueden realmente trabajar bastante rápido. Su método para encontrar una solución
era, por lo que pudo ver el Patricio, el bullicio creativo. Si la pregunta era: “¿Cuál es el mejor
hechizo para convertir un libro de poesía en una rana?”, entonces la única cosa que no harían
sería mirar en algún libro que tuviera un título del tipo: “Principales Hechizos Amfíbicos en
un Medio Literario: una Contraposición”.

Eso sería, de alguna forma, hacer trampa. En vez de eso se pasarán el rato discutiendo el
asunto, reunidos alrededor de una pizarra, pasándose la tiza de uno a otro y escribiendo sobre
lo que el anterior poseedor de la tiza estaba escribiendo antes de que este hubiera terminado
la segunda parte de su frase. De alguna forma, pero, parecía que la cosa funcionaba. Ahora algo

363
se elevaba en el centro del vestíbulo. Al Patricio, que había sido educado en las artes, le
parecía una gran lupa rodeada de basura.

—Técnicamente, mi señor, con un omniscopio se puede mirar en cualquier sitio, dijo el


archicanciller Ridcully, que técnicamente era el líder de Toda la Magia Conocida en el
Mundodisco.

—¿De verdad? Es admirable.

—En cualquier sitio y en cualquier época, continuó Ridcully, como si él no estuviera


impresionado.

—Qué extremadamente útil.

—Sí, todo el mundo lo dice —dijo Ridcully, pateando el suelo con rabia. El problema es que,
dado que esa maldita cosa puede mirar en cualquier sitio, es prácticamente imposible
conseguir que mire en un sitio. Al menos en un sitio que valga la pena de mirar. Y le
sorprendería saber la cantidad de sitios que hay en el universo. Y de tiempos también.

—La una y veinte, por ejemplo, dijo el Patricio.

—Entre otras, de hecho. ¿Le importaría echar una mirada, mi señor?

Lord Vetinari avanzó cuidadosamente y miró con los ojos entornados a través del gran cristal
redondeado. Frunció el cejo.

—Sólo puedo ver lo que hay al otro lado, dijo.

—Eso es porque está sintonizado a aquí y ahora, señor, dijo un joven mago que aun estaba
ajustando el aparato.

—Oh, ya veo —dijo el Patricio. De hecho, nosotros también tenemos cosas de estas en el
palacio. Las llamamos ven—ta—nas.

—Bueno, pero si hago esto —dijo el mago, e hizo algo al borde del cristal, permite ver en el
otro sentido.

Lord Vetinari miró su propia cara.

—Y a esto lo llamamos es—pe—jo, dijo, como si se lo explicara a un niño.

—Creo que no, señor, dijo el mago—. Uno tarda un tiempo en darse cuenta de lo que está
viendo. Ayuda si te sostienes la mano...

Lord Vetinari le echo una mirada severa, pero probó a hacer un ademán.

—Oh. Qué curioso. ¿Cuál es su nombre, joven?

—Ponder Stibbons, señor. El nuevo Catedrático de Magia Aplicada Inapropiadamente. Verá


señor, lo difícil no es construir un omniscopio porque, después de todo, no es más que el
desarrollo de la pasada de moda bola de cristal. Lo difícil es conseguir ver lo que quieres. Es
como afinar un instrumento de cuerda y si...

—Perdón, ¿has dicho Magia Aplicada qué más?

364
—Inapropiadamente, señor —dijo Ponder suavemente, como si esperara que podía evitar el
problema si lo atravesaba directamente. De cualquier forma... Creo que podemos sintonizar el
sitio correcto, señor. El consumo de poder es considerable: quizás tengamos que sacrificar
otro jerbo.

Los magos empezaron a reunirse alrededor del aparato.

—¿Puedes ver el futuro? —preguntó Lord Vetinari

—Teóricamente sí, señor, dijo Ponder—. Pero eso seria muy... bueno, muy inapropiado, ya
sabe, porque los primeros estudios indican que el hecho de observar puede colapsar la onda
del espacio tiempo.

Ni un solo músculo de la cara del Patricio se movió.

—Discúlpame, pero estoy un poco perdido con el personal de la Universidad. ¿Eres tú el que se
ha de tomar las pastillas de rana deshidratada?

—No, señor. Ese es el Tesorero, señor, dijo Ponder. Se las ha de tomar porque está loco, señor.

—Ah —dijo Lord Verinari y ahora sí que tenía una expresión en su cara. Era la del hombre que
se está conteniendo con todas sus fuerzas para no decir lo que piensa.

—Lo que el señor Stibbons quiere decir, señor, dijo el Archicanciller, es que hay millones y
millones de futuros que... eh... tienen una cierta existencia, ¿me sigue? Todos son... las
formas posibles que puede adoptar el futuro. Pero parece que el primero que miras se
convierte en el futuro. Y podría ser uno que no deseara que le ocurriera eso. Parece que se
debe todo al Principio de Incertidumbre.

—¿Que viene a decir que...?

—No estoy seguro. El señor Stibbons es quien conoce este tema.

Un orangután pasó sin prisa, cargando una enorme conjunto de libros debajo de cada brazo.
Lord Vetinari miró los tubos que salían del omniscopio y serpenteaban a través de la puerta
abierta, por encima del césped hacia... ¿cómo se llamaba? ¿El Edificio de Alta Energía
Mágica?

Recordó los viejos tiempos, cuando los magos eran flacos y huesudos y llenos de astucia. No
hubieran permitido que existiera algo como un Principio de Incertidumbre ni siquiera por un
instante. Si no tenía una completa certidumbre sobre algo, dirían, ¿qué estabas haciendo mal?
Aquello de lo que guardabas cierta incertidumbre te podía matar.

El omniscopio brilló y mostró un campo nevado, con montañas negras al fondo. El mago
llamado Ponder Stibbons parecía estar muy satisfecho.

—Creí que me había explicado que lo podría encontrar con esa cosa, dijo Vetinari al
Archicanciller.

Ponder Stibbons miró hacia arriba.

—¿Tenemos algo que le haya pertenecido? ¿Alguna cosa personal que haya dejado
abandonada? —preguntó. Lo podríamos poner en el resonador mórfico, conectarlo al
omniscopio y lo localizará con mucha precisión.

—¿Qué le ha ocurrido a todo eso de los círculos mágicos y las velas? preguntó Lord Vetinari.

365
—Oh, los guardamos para cuando no tenemos prisa, señor, dijo Ponder.

—Cohen el Bárbaro no tiene fama de ir dejando cosas abandonadas, me temo, dijo el Patricio.
Cadáveres quizás sí. Todo lo que sabemos es que se dirige a Cori Celesti.

—¿La montaña en el Eje del mundo, señor? ¿Por qué?

—Esperaba que usted me lo dijera, señor Stibbons. Esa es la razón por la cual estoy aquí.

El Bibliotecario pasó de nuevo, con otro conjunto de libros. Otra respuesta típica de las
magos, cuando se enfrentaban a situaciones nuevas y únicas, era mirar en sus bibliotecas para
ver si ya había ocurrido antes. Esto indicaba, como reflexionó Lord Vetinari, un instinto de
supervivencia.

Significaba que cuando había peligro tú te pasabas el día sentado en silencio en un edificio de
paredes bien gruesas. Miró otra vez el pedazo de papel que sostenía en su mano. ¿Por qué la
gente era tan estúpida? Se fijó en una frase: “Dice que el último héroe tiene que devolver lo
que el primer héroe robó”.

Y, por supuesto, todo el mundo sabía lo que robó el primer héroe. Los dioses juegan partidas
con los destinos de los hombres. Partidas no demasiado complejas, evidentemente, porque los
dioses no tienen mucha paciencia. Hacer trampas es un práctica admitida por las reglas. Y los
dioses juegan en serio. Perder todos los creyentes es, para un dios, el fin. Pero un creyente
que sobrevive al juego gana honor y mayor fe. Aquel que gana el juego con más creyentes,
vive. Los creyentes también pueden ser otros dioses, por supuesto. Los dioses creen en la fe.
Siempre hay demasiadas partidas en marcha en Dunmanifestin, la residencia de los dioses en
Cori Celesti. Desde fuera parecía una gran ciudad.

No todos los dioses vivían allí, ya que muchos de ellos estaban unidos a un país en particular
o, en el caso de los dioses menores, incluso a un árbol. Pero era una Buena Dirección. Era
donde dejabas tu equivalente metafísico a una brillante plaquita de bronce, como esas
pequeños y discretos edificios en las zonas más elegantes de las grandes ciudades que aun con
eso parecen albergar ciento cincuenta abogados y contables, presumiblemente arrinconados
en algún lugar.

La apariencia entrañablemente familiar a una ciudad era debido a que, dado que la gente está
influenciada por los dioses, los dioses están influenciados por la gente. La mayoría de las
dioses eran antropomórficos. La gente no tiene mucha imaginación en general. Incluso Offler
el Dios Cocodrilo, sólo tenía de cocodrilo la cabeza.

Pídele a la gente que imagine un dios animal y te encontrarás básicamente con alguien con
una mascara horrorosa. Los hombres han sido siempre mucho mejores en el asunto de
inventar demonios, razón por la cual hay muchos más de estos últimos. Por encima del círculo
del mundo, los dioses continúan jugando. Algunas veces se olvidan de lo que ocurre si dejas
que un peón llegue al final del tablero.

Para recapitular, damas y caballeros, dijo, mientras el bullicio se extinguía, de acuerdo con las
autoridades de Hunghung, la capital del Imperio Ágata, el Emperador Ghengis Cohen,
anteriormente conocido en el mundo como Cohen el Bárbaro, se encuentra en camino hacia la
residencia de los dioses con un aparato de considerable poder destructivo y la intención, por
lo que parece, de, citando sus propias palabras, “devolver lo que fue robado”. Y, en resumen,
nos piden que lo paremos.

—¿Por qué nosotros? dijo el Señor Boggis, Presiente del Gremio de Ladrones. ¡No es nuestro
Emperador!

366
—Creo que el gobierno de Ágata cree que somos capades de hacer cualquier cosa, dijo Lord
Vetinari. Tenemos energía, entusiasmo, vigor y una actitud de ‘vamos allá, podemos hacerlo’.
Aunque coincido con usted. No nos incumbe. En realidad hay otro asunto más inquietante:
Los continuados robos de obras de arte en la ciudad. Señor Boggis, ¿ sabe algo al respecto ?

— Le aseguro que nadie de los adscritos a nuestro gremio es responsable de los mismos, señor.

Lord Vetinari se encogió de hombros.

—Esto es inadmisible, señor Boggis. Le haré a usted responsable de los mismos en tanto no
encuentre al verdadero responsable.

—Pero, señor… ¡ no es justo !

—Bueno, debemos de dar ejemplo, dijo Lord Vetinari sonriendo. De momento, vamos a
avanzar. ¿Nos puede ayudar la magia, archicanciller?

—Es probable, aunque ahora mismo no me viene nada a la cabeza señor Vetinari.

—¿Por qué no?

—Por la misma razón que no puedes navegar en una barca en medio de un huracán.

Simplemente hay demasiada magia. Sobrecarga cualquier cosa mágica. Una alfombra
voladora se destejería en medio del aire.

-- O se convertiría en brócoli, dijo el Decano. O en un librito de poesía.

-- Dejemos de decir chorradas y hablemos con seriedad, señores. Esto es grave.


Estableceremos una recompensa de 1500 galeones del erario público a quien descubra a los
responsables de los hurtos.

Harry se dispuso a visitar la Universidad Invisible de Magia, ya que el gran Archicanciller era
con quien debía reunirse para recibir el encargo oficial de su nuevo trabajo. En un mercadillo
de la ciudad compró unos libros del comercio local, para ponerse al tanto de lo que ocurría en
la ciudad y de cómo se desarrollaba el que era actualmente el comercio más prospero del
Mundodisco, el llevado a cabo por la exitosa sociedad comerciante Ferengi del cual tanto
había oido hablar.

“Los Ferengi son una raza de otro Mundo Mágico, nadie sabe cual exactamente, aunque se
rumorea que su nombre es Ferenginar, el cual tiene un ambiente muy húmedo, el cual está
regido por el gran gobernador supremo, el Grand Nagus. Su cultura y psicología se caracteriza
por una obsesión capitalista hacia el comercio y los beneficios.

También son populares por su misoginia, de forma que sus mujeres tienen prohibido realizar
cualquier tipo de transacción económica, e ir vestidas en público. Como la mayor parte de su
cultura, su religión está basada en el capitalismo. Las reglas de Adquisición Ferengi son las
285 leyes primordiales de comercio, para ellos una filosofía de vida, o religión a seguir”.

367
No se conocen mas que algunas de las reglas de Adquisión Ferengi:

Las Reglas de Adquisición Ferengi


1 Una vez que tengas su dinero, jamás se lo devuelvas.
2 El mejor trato es uno que traiga las mejores ganancias.
3 Nunca gastes en una adquisición más de lo que tengas.
3 Yo lo encontré, es mío.
4 Una mujer llevando ropas es como un hombre en la cocina.
6 Nunca permitas que la familia se interponga en el camino de la oportunidad.
7 Mantén tus oídos abiertos.
8 La letra pequeña conduce a grandes riesgos.
8 Sólo un tonto deja pasar una oportunidad de negocios.
8 La letra pequeña conduce a grandes riesgos.
9 Oportunidad más instinto igual a ganancia.
10 La codicia es eterna.
11 Aun cuando sea gratis, siempre puedes comprarlo más barato.
12 Cualquier cosa que valga la pena hacer vale la pena hacerla dos veces.
13 Cualquier cosa que valga la pena hacer vale la pena hacerla por dinero.
14 Mantén a tu familia cerca, mantén a tu Latinum más cerca.
16 Un trato es un trato. (hasta que uno mejor se presente).

17 Un contrato es un contrato es un contrato - pero sólo entre Ferengis.


18 Un Ferengi sin ganancias no es en verdad un Ferengi.
19 La satisfacción no está garantizada.
20 Dale dinero sólo a la gente de la cual sepas que puedes robar.
21 Nunca antepongas la amistad a las ganancias.

22 Un hombre sabio puede escuchar las ganancias en el viento.


24 El Latinum no puede comprar la felicidad, pero sí que te puedes divertir alquilándola.
25 Siempre hay una salida.
26 Cuando los clientes se van, lo mismo hace el especulador sabio.
27 No hay nada más peligroso que un hombre de negocios honesto.
28 Susurra tu camino hacia el éxito.
29 ¿Qué hay para mí?

31 Nunca te burles de la madre de un Ferengi. (Insulta algo que sí le importe, en cambio).

33 Nunca hace daño adular al patrón.

34 La guerra es buena para los negocios.


35 La paz es buena para los negocios.
37 Si es gratis, tómalo y preocúpate por los costos ocultos más tarde.
39 La amistad es temporal; las ganancias son eternas.
40 Ella podrá tocar tus lóbulos, pero nunca tu Latinium (oro).

41 Las ganancias son su propia recompensa.


42 Lo que es mío es mío, y lo que es tuyo es mío también.
44 Nunca confundas sabiduría con suerte.
45 La ambición no reconoce a la familia.
46 Haz tu tienda fácil de encontrar.
47 No confíes en un hombre que lleve un traje mejor que el tuyo.
48 Mientras mayor la sonrisa, más afilado el cuchillo.
49 Todo vale algo para alguien.

368
50 La gratitud puede traer consigo la generosidad.
51 Recompensa a cualquiera que contribuya a tus ganancias para que continúe haciéndolo.
52 Nunca preguntes cuando puedas tomarlo.

57 Los buenos clientes son tan raros como el Latinum, atesóralos.

58 No hay sustituto para el éxito.

59 Los consejos gratuitos rara vez son baratos.

60 Vamos a pelear tú y él.

60 Mantén tus mentiras consistentes.

62 Mientras más arriesgado el camino, mayores las ganancias.

65 Ganes o pierdas, siempre habrá rapé de escarabajo Huyperiano.


68 Sobar orejas te conseguirá cualquier cosa.
69 Los Ferengis no son responsables por la estupidez de otras razas.
72 Nunca confíes en tus clientes.
73 Si te da ganancias, vende a tu propia madre.
74 Conocimiento es igual a ganancias.
75 El hogar es donde está tu corazón, pero las estrellas están hechas de Latinum.
76 De cuando en cuando, declara la paz. "Eso confunde a tus enemigos como el demonio".
77 Es mejor tragarte tu orgullo que perder tus ganancias.
78 Cuando las cosas se ponen duras, los duros cambian las Reglas.
79 Cuidado con la ambición Vulcana por conocimientos.

82 Mientras más fulero el producto, mayor el precio.


84 Un amigo no es un amigo si pide un descuento.
85 Nunca dejes que la competencia sepa qué estás pensando.
87 Un amigo en necesidad significa el triple de ganancias.
No preguntes qué pueden hacer tus ganancias por ti, pregunta qué puedes hacer tú por tus
89
ganancias.
92 Hay muchos caminos hacia las ganancias.
93 ¡Actúa sin demora! El cuchillo afilado corta rápido.
94 Las hembras y las finanzas no combinan.

95 Expándete o muere.

96 Para toda Regla, hay una Regla igual y opuesta, (excepto cuando no la hay).

97 Suficiente...nunca es suficiente.

98 Todo hombre tiene su precio.

99 La confianza es el mayor riesgo de todos.


100 Si toman tu primera oferta, o bien pediste muy poco u ofreciste demasiado.
101 El único valor de un coleccionable es lo que puedes conseguir que alguien más pague por él.
102 La Naturaleza decae, pero el Latinum dura para siempre.

103 El sueño puede interferir con... [interrumpida]

369
104 La fe mueve montañas... (de inventarios).
105 No confíes en nadie que confíe en ti.
106 No hay honor en la pobreza.
107 Una garantía sólo es válida si pueden encontrarte.
109 La dignidad más un saco vacío valen lo que el saco.
111 Trata a tus deudores como a familiares, explótalos [despiadadamente].
112 Nunca tengas relaciones sexuales con la hermana del patrón.
113 Siempre ten relaciones sexuales con el patrón.
115 Una garantía sólo es válida si pueden encontrarte.
116 Siempre hay una trampa.
117 Todo está a la venta, incluyendo la amistad.
Nunca juzgues a un cliente por el tamaño de su billetera, (...a veces, las cosas buenas vienen en
119
paquetes pequeños).
121 Cuando tengas una buena racha, desconfía

123 Incluso un ciego puede reconocer el brillo del Latinum.

125 No puedes hacer un trato si estás muerto.


126 Cuéntalo.
127 Mantente neutral en los conflictos para que puedas vender suministros a ambos lados.
135 Nunca confíes en un beneficiario.
139 Las esposas sirven, los hermanos heredan.

141 Sólo los tontos pagan al menudeo.


142 No existe tal ventaja injusta.
143 El riesgo es parte del juego... juégalo por todo lo que vale.
144 No hay nada de malo en la caridad...siempre y cuando vaya a parar a tu bolsillo.
146 Necesidad, sust. Madre de la invención. La Ganancia es el padre.
152 Una mentira es una forma de decirle la verdad a alquien que no la conoce.
153 Vende el aroma, no el filete.

162 Aún en el peor de los tiempos, alguien obtiene ganancias.

168 Susurra tu camino hacia el éxito.

169 La competencia y el juego limpio son mutuamente excluyentes.


171 La sangre es más espesa que el agua, y el Latinium es más espeso que ambas.
172 Las ocasiones no son lo que solían ser.
177 Conoce a tu enemigo... pero haz negocios con él siempre.

181 Ni siquiera la deshonestidad puede empañar el brillo de las ganancias.

188 Un tonto y su dinero son el mejor cliente.


189 Que otros conserven su reputación. Tú conserva su dinero.
190 Oye todo, no confíes en nada.
191 Un Ferengi espera para ofertar hasta que sus oponentes se hayan agotado.

370
192 Nunca engañes a un enemigo... a menos que estés seguro de poder salirte con la tuya.

194 Siempre es buen negocio saber acerca de nuevos clientes antes de que entren por tu puerta.

200 Si vas a tener que aguantar, ponte cómodo.


202 La justificación de las ganancias son las ganancias.
Los nuevos clientes son como gusanos de dientes de navaja... Pueden ser suculentos, ¡pero a
203
veces te devuelven el mordisco!
204 Se necesita a un Ferengi para engañar a un Ferengi.
208 A veces la única cosa más peligrosa que una pregunta es una respuesta.

211 Los empleados son los peldaños en la escalera hacia el éxito... no dudes en pisar sobre ellos.

214 Nunca empieces una negociación comercial con un estómago vacío.

216 Nunca apuestes con un telépata.

217 No se puede liberar a un pez del agua.

218 A veces lo que obtienes gratis cuesta demasiado.

218 Siempre conoce lo que estés comprando.

219 La posesión es 11/10 de la ley.

223 Cuidado con el hombre que no se da tiempo para el oo-mox.

229 El Latinum dura más que la lujuria.


231 Nace un tonto cada minuto; asegúrate de ser el primero en encontrar a cada uno de ellos.
236 No se puede comprar al destino.

239 Nunca temas etiquetar un producto falsamente.


241 Nunca confíes en un empleado que trabaje duro.
242 Más es bueno... todo es mejor.

253 El sintehol es el lubricante recomendado para el monedero atascado de un cliente.

255 Una esposa es un lujo... un contador astuto, una necesidad.


256 Los contadores no juegan el partido; sólo llevan el tanteo.
260 La vida no es justa. ¿De qué otro modo conseguirías ganancias?
261 Un hombre rico puede permitirse cualquier cosa excepto una conciencia.
262 Un contrato verbal no vale ni lo que el papel en que está escrito.
263 Nunca permitas que la duda empañe tu lujuria por el Latinium.
265 El cliente siempre tiene la razón, (...hasta que tengas su efectivo).
266 Cuando dudes, miente.
267 Si tú lo crees, ellos lo creen.
270 En tratos de negocios, un disruptor puede ser casi tan importante como una calculadora.
277 Cualquier cosa por la que valga la pena luchar vale la pena ocultarse de ella.
284 Muy en el fondo, todo el mundo es un Ferengi.

371
285 Ninguna buena acción queda sin castigo.

286 Cuando Morn se va, todo ha terminado.

Cuando explotes a alguien, nunca hace daño agradecerle. De esa forma, es más fácil explotarlo la
299 siguiente vez.

Un trueno recorrió la Universidad Invisible de Magia. La lluvia repiqueteaba contra sus tejados
y goteaba desde sus gárgolas, aunque las más avispadas habían buscado refugio entre el
laberinto de tejas. Mucho más abajo, en la Sala Principal, los ocho magos más poderosos del
Mundodisco se habían agrupado en los ángulos del octograma ceremonial. En honor a la
verdad hay que decir que quizá no fueran los más poderosos, pero desde luego tenían grandes
habilidades de supervivencia. Y eso, en el Competitivo mundo de la magia del Mundodisco,
venía a ser lo mismo. Detrás de cada mago de octavo nivel había media docena de magos del
séptimo intentando ponerle la zancadilla, y los hechiceros mayores tenían que desarrollar una
actitud inquisitiva para con posibles escorpiones en la cama, por ejemplo. Todo esto se
resumía en un antiguo proverbio: cuando un mago se ha cansado de buscar fragmentos de
cristal en su plato, es que se ha cansado de vivir.
El mago más viejo, Grishald Spold, de los Antiguos y Originales Sabios del Círculo Integro, se
inclinó cansinamente sobre su cayado y así habló:

— Empieza ya, Ceravieja, los pies me están matando.

Galder; que había hecho una pausa meramente efectista, le miró.

— Muy bien, seré breve...

— Habrá que verlo.

— Todos hemos buscado guía con respecto a las circunstancias que nos atañen. ¿Puede alguno
de vosotros decir que la ha recibido?

Los magos se miraron por el rabillo del ojo. Aparte de en una fraternal reunión de
sindicalistas, no hay un ambiente más cargado de desconfianza y sospechas que el de una
conferencia de hechiceros de alto nivel. Pero el hecho simple y sencillo era que el día había
ido de pena. Demonios por lo general informadores, invocados repentinamente de lo más
profundo del Inframundo, habían dado largas durante los interrogatorios. Los espejos mágicos
se habían hecho añicos. Las cartas del tarot se habían quedado en blanco misteriosamente.
Las bolas de cristal se habían llenado de nubes. Hasta los posos de té, despreciados
generalmente por los magos, considerados algo frívolo e indigno de atención, se habían
acumulado en el fondo de las tazas, negándose a moverse.

En resumen, los magos allí reunidos estaban despistadísimos. Se oyó un murmullo


generalizado de asentimiento.

— Por tanto, propongo que celebremos el Rito de CuesthiEnte, dijo Galder con voz teatral.
Tuvo que admitir que había esperado una respuesta más apropiada, algo así como «¡No, el Rito
de CuesthiEnte, no! ¡El hombre no debe jugar con esas cosas!»
Lo que se oyó fueron susurros de aprobación.

— Buena idea.

372
— Parece razonable.

— Manos a la obra.

Un poco decepcionado, llamó a una procesión de magos menores, que llevaron a la sala
diversos artilugios mágicos. Ya se ha mencionado que por esta época había algunos
desacuerdos en la fraternidad de magos sobre cómo practicar la magia.
Sobre todo los magos jóvenes opinaban que ya era hora de que la magia empezara a poner al
día su imagen. Que debían dejarse de tantos trozos de cera y hueso, y organizar todo con más
propiedad, con programas de investigación y convenciones de tres días en buenos hoteles
donde se podrían dar conferencias con títulos como «Nuevas aplicaciones de la geomancia» o
«El papel de las botas de siete leguas en una sociedad concienciada».
Trymon, por poner un ejemplo, apenas ejercía ya la magia, pero dirigía la Orden con la
precisión de un reloj de arena, escribía muchos comunicados internos y tenía en la pared de
su despacho un gran diagrama lleno de chinchetas de colores, banderitas y rayas que nadie
entendía, pero que resultaban muy impresionantes.

En cambio, la otra clase de magos pensaban que todo aquello no eran más que florituras, y ni
siquiera miraban una imagen a menos que estuviera hecha de cera y tuviera alfileres clavados.
Los dirigentes de las ocho órdenes eran todos de este tipo, magos tradicionalistas, y los
utensilios que fueron distribuidos en torno al octograma tenían un aspecto decididamente
esotérico. Cuernos de carnero, varitas de todo tipo, cráneos, barrocos objetos metálicos y
pesadas velas aparecieron por todas partes, pese a que los magos jóvenes habían descubierto
que el Rito de CuesthiEnte se podía llevar a cabo perfectamente con tres trocitos de madera y
cuatro centímetros cúbicos de sangre de ratón.

Normalmente los preparativos habrían durado varias horas, pero los poderes combinados de
los magos superiores los abreviaron de manera considerable y, tras sólo cuarenta minutos,
Galder entonó las últimas palabras del hechizo. Quedaron suspendidas ante él un instante
antes de disolverse.

En el centro del octograma, el aire se estremeció y se espesó, y de pronto contuvo una figura
alta y sombría. Estaba cubierta en su mayor parte por una túnica negra y una capucha, y
probablemente era de agradecer. Sostenía una larga guadaña en una mano, y no había manera
de pasar por alto el hecho de que, donde debía haber dedos, sólo se veían huesos.
La otra mano esquelética sostenía unos daditos de queso y un trozo de piña pinchado en un
palillo.

— ¿Y bien? -inquirió la Muerte con una voz que tenía la calidez y el colorido de un iceberg.
Advirtió las miradas de los magos y bajó la vista hacia el palillo.
— Estaba en una fiesta, añadió con un matiz de reproche.
— Oh, Criatura de la Tierra y la Oscuridad, os exhortamos a abjurar de... empezó Galder con
voz firme, imperiosa.

La Muerte asintió.

— Sí, sí, ya me sé todo eso, dijo-. ¿Por qué me habéis llamado?

— Se dice que puedes ver tanto el pasado como el futuro, replicó Galder un poco molesto,
porque el gran discurso de conjuro y dominación le gustaba mucho y la gente decía que se le
daba muy bien.

373
— Muy cierto.

— Entonces quizá puedas decirnos qué está pasando exactamente y quiénes son los
respnsables de los robos, dijo Galder.

Recuperó el control y añadió en voz más alta: Os lo ordeno por Azimrothe, por T'chikel, por...
— Vale, vale, ya has dejado bien claro lo que quieres, respondió la Muerte. ¿Qué queréis saber
con exactitud? Esta mañana pasaron muchas cosas. Nacieron personas, murieron personas,
todos los árboles crecieron un poco, las olas dibujaron interesantes pautas en el mar... la
verdad es que he estado muy ocupado.

— Me refiero al asunto de los robos, dijo Galder con frialdad.

— ¿Ah, eso? Oh, no es más que una burda maniobra comercial Ferengi. Tengo entendido que
el conjunto de reglas de adquisición es a veces un poco permisivo en cuanto al mercado negro.
Al parecer; se da el caso de una compra-venta de material robado, algo bastante común en la
sociedad Ferengi.

— Un momento, un momento, interrumpió Galder. Se rascó la barbilla-. ¿Estamos hablando de


que se ha corrompido la sociedad mercantil Ferengi ? ¿Es eso ?

— Exacto, este sistema mercantil es corrosivo, pero funciona a la perfección, y lo mejor de


todo es que normalemnet todo el mundo gana algo acambio de otra cosa, por lo que nadie
suele protestar, ese mismo sistema mercantil.

Galder frunció el ceño. Alguien dentro de la sociedad Ferengi se estaba tomando demasiadas
molestias para que esto hubiese salido a la luz precisamente ahora. Todo el mundo sabía que
los ferengi no suelen ser muy dados a exponer sus trapos sucios a la luz.
— ¿Sabes por qué? -dijo sin pensar. Entonces se acordó y añadió rápidamente-: Por Yrriph y
Kcharla, os exhortamos a...

— Podrías cortar el rollo, ¿no? -dijo la Muerte-. Yo sólo sé que todo forma parte de una
conspiración orquestada por un miembro Ferengi muy importante para asaltar el Ministerio de
Magia, pero no sé quién exactamente.

— ¡Eh, ahí delante, hablad más alto! pidió Grishald Spold.

— ¡Cállate! ordenó el Archicanciller Mustrum Ridcully.

— ¿Yo? Dijo Galder

— No, él. Viejo sordo...

— ¡Te he oído! -se enfureció Spold-. Vosotros, los jóvenes...

Se detuvo, porque la Muerte le miraba con aire muy pensativo, como tratando de memorizar
su rostro.

374
— Oye dijo Galder, ¿te importa repetir eso último? ¿El Ministerio será qué?

— Asaltado, repitió la Muerte. ¿Puedo irme ya? Me he dejado la copa.

— ¡Espera! -se apresuró Galder. Por Cheliliki y Orizone y todo eso, ¿qué quiere decir
«asaltado»?

— Es una antigua profecía escrita en los muros interiores de la gran pirámide de Camis-Het. Y
me parece que lo de que «asaltarán el Ministerio» está bastante claro. Aunque una cosa es
clara, un salvador de otro Mundo ha sido enviado. Se dirige en este momento hacia aquí para
entrevistarse con el Archicanciller. Su nombre es..

-- John Divney, dijo el archicanciller Ridcully interrumpiendo. Tengo preparada una entrevista
con él dentro de una hora. Así que ese joven es el que nos librará de esto….

— ¿Eso es todo lo que puedes decirnos?

— Sí.

— ¡Pero si sólo quedan dos semanas para la Noche de la Vigilia de los Puercos!

— Sí

La Muerte se encogió de hombros. Era un gesto para el que estaba particularmente bien
dotada.

— Oh.

— ¿Puedo irme ya?

Galder asintió con gesto distraído. Había estado pensando en el ritual de despedida, que
empezaba «Partid, sombra malvada», y contaba con algunos párrafos bastante impresionantes
que tenía bien ensayados. Pero, por alguna razón, no conseguía reunir suficiente entusiasmo.
— Oh, sí -dijo-. Sí, gracias. Luego, como no es conveniente tener enemigos ni entre las
criaturas de la noche, añadió con educación-: Espero que sea una fiesta divertida.

La Muerte no respondió. Estaba mirando a Spold igual que un perro mira un hueso, aunque en
este caso las cosas eran más bien al revés.

— He dicho que espero que sea una fiesta divertida, repitió Galder un poco más alto.

— Por el momento, sí, dijo la Muerte llanamente. Aunque supongo que a medianoche la cosa
decaerá.

— ¿Por qué?

— Es cuando creen que me quitaré la máscara.

Desapareció, dejando atrás sólo un palillo de cóctel y un trozo de serpentina.


Toda esta escena había tenido un espectador oculto. Iba contra las normas, por supuesto, pero
Trymon lo sabía todo sobre las normas y siempre había considerado que estaban para
dictarlas, no para cumplirlas.

Mucho antes de que los ocho magos se pusieran a discutir en serio sobre lo que había querido
decir la aparición, él estaba en los pisos principales de la biblioteca de la universidad. Era un

375
lugar asombroso. Muchos de los libros eran mágicos, y lo que nunca se debe olvidar sobre los
grimorium es que son mortíferos en manos de un bibliotecario ordenado, porque se sentirá
impelido a colocarlos todos en el mismo estante. No es buena idea, tratándose de unos libros
con tendencia a tener escapes de magia, porque si hay dos juntos forman una Masa Negra
crítica. Además, muchos hechizos menores son bastante picajosos en lo que a la compañía se
refiere, y suelen expresar sus objeciones lanzando los libros donde se encuentran de un lado a
otro de la habitación.

Y, por supuesto, también está la presencia apenas intuida de las Cosas de las Dimensiones
Mazmorra, siempre buscando cualquier escape de magia, siempre sondeando los muros de la
realidad. El trabajo de bibliotecario mágico, quien tiene que pasarse los días en esta clase de
ambiente sobrecargado, es un empleo de alto riesgo. El bibliotecario jefe, que estaba sentado
sobre su escritorio pelando una naranja con tranquilidad, era muy consciente de eso.
Alzó la vista cuando entró Trymon.

— Busco cualquier cosa que tengamos sobre la Pirámide de Camis-Het, dijo Trymon.
Iba preparado: se sacó un plátano del bolsillo.

El bibliotecario lo miró con tristeza y saltó al suelo. Trymon encontró una mano suave en la
suya, y el hombre le guió entre las estanterías. Era como sostener un guantecito de piel. A su
alrededor; los libros se estremecían y chisporroteaban con ocasionales descargas de rayos
mágicos dirigidas contra los parahechizos cuidadosamente clavados a las estanterías. Había
un olor tenue, azulado, y en el mismísimo umbral auditivo se sentía el horrible chisporroteo
de las criaturas de las mazmorras. Al igual que otras muchas partes de la Universidad
Invisible, la biblioteca ocupaba mucho más espacio del que daban a entender sus dimensiones
exteriores, porque la magia distorsiona el espacio de una manera muy extraña. Debía de ser la
única biblioteca del universo con estantes Moebius. Pero el catálogo mental del bibliotecario
funcionaba de maravilla. Se detuvo junto a una imponente torre de libros polvorientos y saltó.
Se oyó el ruido de papeles que crujían y una nube de polvo descendió hacia Trymon. El
bibliotecario volvió con un delgado volumen en las manos.

— Oook, dijo.

Trymon lo cogió rápidamente.

La cubierta estaba manoseada y con las puntas dobladas, el oro de las inscripciones había
desaparecido hacía tiempo, pero consiguió leer; en la lengua mágica del Valle Camis-Het, las
palabras: Hystorya dely Gran Templyo de Camys-Heyt. Leyyenda y Realidad.

— ¿Oook? inquirió el bibliotecario con ansiedad.

Trymon pasó las páginas cuidadosamente. No se le daban muy bien los idiomas, siempre los
había considerado cosas muy poco eficaces que deberían ser reemplazadas por algún tipo de
código numérico fácilmente comprensible, pero aquello parecía ser exactamente lo que estaba
buscando. Tenía páginas enteras llenas de jeroglíficos preñados de significado.
— ¿Es el único libro que tienes sobre la pirámide de Camis-Het? preguntó con lentitud.

— Oook.

376
— ¿Estás seguro?

— Oook.

Trymon prestó atención. A lo lejos se oía el ruido de pisadas aproximándose y voces


discutiendo. Pero también estaba preparado para eso.
Se metió la mano en el bolsillo.

— ¿Quieres otro plátano? preguntó.

El Archicanciller se dirigió a su despacho. Rincewind le anunció que John Divney, el joven


mago que venía a salvarlos le estaba esperando allí.

Finalmente Harry llegó a su destino. Pronto sabría qué tendría que hacer exactamente para
resolver su misión actual. Al preguntar por el Archicanciller le dijeron que lo esperase en su
despacho, en donde se encontraba también su contacto, Grendel MDLVIII, el actual Jefe del
Gremio de artesanos de la ciudad. Una vez que entró Grendel MDLVIII se encontraba ya
dentro.

-- El señor Divney supongo

-- El mismo, señor Grendel

-- Como supondrá, llevamos un tiempo esperándole

-- ¿ Ah, sí ? dijo Harry sorprendido, pues no sabía siquiera que hubiese constancia de su
presencia allí

-- Por supuesto, su llegada fue anunciada

-- ¿ Por quién ?

-- ¡ Fiiuu !... suspiró Grendel. La muerte es muy sabia y poderosa, ¿ no cree ?

Harry no entendía nada.

-- Supongo.

-- El asunto John, es el contrabando actual y la falsificación de obras de arte en nuestra


sociedad actual. Todo parece fruto de la próspera sociedad Ferengi.

Todo lo que había leido Harry sobre la sociedad Ferengi se encontraba en la pequeña guía que
Harry había comprado a la entrada de la ciudad, y nada le había parecido excesivamente malo.
tratándose de una sociedad de comercio.

377
-- Las leyes se ponen por un motivo, dijo Harry. Habría que verificar que ytodos las cumplen
correctamente.

-- Muy cierto, señor Divney, pero como bien sabrá, quien pone la ley pone la trampa. Esta
gente... estos.. Ferengis, sólo viven por y para el comercio y su único dogma es la obtención
de beneficios. Las ganancias es lo único que los motiva. Y ya sabe qué pasa cuando uno tiene
ganancias en algo....

-- Pronto empieza a desear tener más y más y cada vez más. Al final, se convierte en una
obsesión.

-- Exactamente. Y eso es lo que creo que ha pasado aquí. Ahora bien, si bien los Ferengi son
muy ambiciosos y codiciosos, son muy respetuosos con sus leyes y hay muy pocos Ferengis
que osarían atreverse a poner en riesgo su sistema mercantil desafiando de esta forma a su
líder, El gran Nagus.

En ese momento, el Archicanciller Ridcully hizo acto de presencia.

-- Bueno, señor Divney, señor Grendel, veo que ya se han conocido. Yo soy el Archicanciller
Ridcully, como habrá supuesto, señor Divney.

-- Encantado de conocerle, dijo Harry estrechando la mago del archicanciller.

-- Supongo que Grendel le habrá puesto al tanto de la situación. Tiene que encontrar a los
responsables de estos robos y falsificaciones y ¡ traerlos ante la Justicia !.

-- ¿ Por dónde debería empezar a buscar ?

-- Bueno, como ya hemos comentado antes, a veces el que más roba no es necesariamente el
más necesitado, señor Divney, dijo Grendel.

-- Hay cierto barrio Ferengi, llamado Deep Space, muy conocido por sus actividades
supuestamente ilegales, en el que hay una taberna, llamada Terak Nor, la cual está regentada
por un individuo de lo más rastrero. Es un Ferengi de nombre Quark. Creo que deberías
interrogarle a él primero. Quizás te de una pista que te ayude. Dicen que Quark haría
cualquier cosa con tal de proteger su negocio.

-- Bien, supongo que es un ugar igual de bueno que cualquier otro para empezar.

-- Eso sí, John, tenga cuidado. No puede uno fiarse en exceso de estos Ferengi.

-- Siempre lo tengo, dijo Harry al abandonar el despacho.

-- Parece buen chico, dijo el Archicanciller una vez Harry se hubo marchado.

378
-- Es nuestra última y única esperanza, dijo Grendel. Espero que él tenga éxito donde los
demás han fallado.

Media hora más tarde, Harry llegó a las inmediaciones del barrio Ferengi Deep Space. Una vez
allí preguntó por la taberna Terok Nor y le señalaron una gran taberna situada unos dos
bloques a la derecha de donde se encontraba. Cuando se acercó a la taberna, el edificio le
pareció algo extraño. Parecía estar pintada como un anuncio sobre un tablero de cartón, y
muy mal pintada, por cierto. Parecía completamente falsa, además de poco convincente. Daba
la impresión de no tener profundidad ni anchura, y de que su efecto no podía engañar ni
siquiera a un niño. Lo que a Harry le desconcertó fue el saber a ciencia cierta que esa era la
posada que estaba buscando, y que había gente en ella. Nunca antes había visto Harry algo tan
antinatural y espeluznante; había algo ante lo que su mirada vacilaba sin comprender, como si
al menos una d elas dimensiones normativas fallara, dejando sin sentido las otras
dimensiones. El aspecto de aquella taberna era la mayor sorpresa con la que tropezaba en la
vida y eso que Harry había vivido muchas cosas, y sintió miedo de ella.

Harry siguió caminando, preo más despacio. A medida que se acercaba, el aspecto de la
taberna parecía cambiar. En primer lugar, tenía una forma anormal, de perfil incierto, como el
de un objeto visto bajo aguas revueltas. Luego su forma se hizo más clara y Harry vio que sí
que parecía finalmente tener algo de volumen, un pequeño espacio para habitaciones detyrás
de la fachada. Harry dedujo esto porque le pareció ver la fachada y la parte de detrás del
edificio de forma smultánea desde donde se encontraba. Como no tenía ningín lado que poder
ver, Harry pensó que la casa debía de ser triangular, con el vértice encarado hacia él, pero
cuando se encontró a 15 metros de la misma, vio una pequeña ventana de cara hacia él, por lo
que supo que sí que tenía algún lado. Entonces se encontró a la sombra de esa extraña
estructura, con la garganta seca y atemorizado por la ansiedad y el asombro. Vista de cerca
parecía bastante corriente, excepto que era muy blanca y silenciosa. Todo era trascendental y
aterrador; había algo siniestro entorno a la taberna, podía`pericbirlo, pero no sabía qué podía
ser. la mañana entera, el mundo entero no parecía tener finalidad salvo la de encuadrar esa
taberna, y darle magnitud y alguna disposición para que él pudiera abarcarla con sus sentidos
y engañarse a sí mismo fingiendo que la comprendía. Harry finalmente leyó el letrero: Quarks.
Nunca había visto unba taberna semejante.

Harry entró en la taberna. Tras la barra vio de espaldas a un ser bastante pequeño, de aspecto
tosco, el cual parecía encontrarse muy malhumorado aquella mañana. Estaba mirándose en un
espejo que colgaba de la pared y a través del cual había visto a su vez a Harry.

379
-- Son los dientes, dijo en voz alta de forma distraida. Casi todas las enfermedades proceden
de los dientes.

-- ¿ Se trata de una bicicleta ? preguntó

- No, contestó Harry.

-- ¿ Está seguro ? me preguntó

--Desde luego.

-- ¿ No se trata de una motocicleta ?

-- No

-- ¿ Una con válvulas en la parte de arriba y una dinamo para la luz ? ¿ O una con manillar de
carreras ?

- No

-- En esa concreta circunstancia, no me cabe duda de que no se trata de una motocicleta, dijo.
Parecía sorprendido y perplejo, casi tanto como lo estaba Harry, que no entendía todas
aquellas preguntas sobre bicicletas. ¿ Es acaso acerca de una varita perdida ? le oyó preguntar
de nuevo.

-- Tampoco

-- No estaría de más que rellenara estos impresos, dijo, sacando unas hojas y entregándoselas
a Harry.. Dígame, continuó, ¿ sería falso afirmar que usted es un mago sanador ambulante y
que vino en triciclo ?

-- Lo sería, contestó Harry

-- ¿ Y en un támdem patentado ?

-- Tampoco

-- Los magos sanadore son impredecibles, nunca se sabe con ellos, continuó el tabernero.
Entonces.. ¿ me dijo usted que vino en velocípdeo no, o acaso en una de esas bicicletas
mágicas voladoras con una rueda más grande que la otra ?

-- No dije nada de eso, dijo Harry, molesto yo vengo por el asunto de...

-- No diga más, le interrumpió nuevamente el tabernero, vino en alfombra voladora porque la


bicicleta la tenía en el taller, ¿ verdad ? confiéselo

-- No, no y no.

380
El tabernero le echó una mirada lenta, indagadora, como tratando de comprobar que lo que
Harry decía era en serio, arrugando de nuevo el ceño.

-- Entonces tal vez no sea un mago sanador, sino un hombre que solicita una licencia para
perros o para toros.

-- Nada de eso. Simplemente soy el enviado de la Universidad Invisible de Magia para


investigar el asunto del contrabando de obras de arte.

--- Así que es usted.... vaya podía haberlo dicho primero hombre.

Harry no sabía si pegar al tabernero o gritar de rabia. Vio cómo guardaba las hojas que le había
entregado antes, no sin mirar a los lados por si algún cliente les estaba observando.

-- Bueno, ¿ y qué se le ofrece ? ¿ Le apetece echar unas partidas en nuestra mesa de Dabo ?
¿ tal vez unas partidas de dardos ? o... ¿ qué me dice de unas partidas de ajedrez mágico con
nuestro campeón de ajedrez ? ¿ tal vez disfrutar de unas horas en una de nuestras holosuits ?
... si quiere compañía, también tenemos un servicio de señoritas de compañía de lo más
selecto.... susurró finalmente el tabernero. Por cierto, mi nombre es Quark.

-- No me interesa nada más que resolver todo este asunto cuanto antes, dijo Harry
malhumorado.

- Entiendo, dijo Quark. En parte, eso es lo que queremos todos los Ferengi, para así poder
seguir ocupándonos de nuestros negocios libremente .

- Sean quienes sean los falsificadores de obras de arte, te prometo que el peso de la justicia
caerá sobre todos ellos.

-- Te ayudaré en tu cometido, joven mago.

-- Me alegro de que estés de mi lado. Ahora bien, ¿ por dónde deberíamos de empezar ?

-- La galería de arte de Jack Saint Clair debería ser un buen sitio por donde empezar John,
sugirió el ferengi. Ahí podríamos obtener alguna pista sobre quienes pueden estar detrás de
todo esto.

-- Pues entonces, empecemos por ahí, dijo Harry. De todas formas, Quark, esta forma de
comercio vuestro es un tanto extremista no ?

-- Bueno, eso puede ser desde tu punto de vista. Si has oido hablar de las reglas de adquisición
Ferengi que rigen nuestra sociedad de comercio, toda actividad mercantil está perfectamente
regulada por ellas, es la forma en la que articulamos nuestra vida.

381
-- Sí,sí entiendo. Es vuestro modo de vida, pero atarse de por vida a unas normas me parece...
demasiado radical

-- A nosotros nos funciona muy bien con ellas, de hecho, hace muchos siglos, antes de la
invención de las normas, nuestra sociedad era un verdadero caos, sin ningún tipo de
regulación mercantil... cientos de crímenes y asesinatos de todo tipo se perpetraban
semanalmente.

-- ¿ Por qué crees que están falsificando estas obras de arte, quien quiera que sea ?

-- Verás John, es muy simple, algún Ferengi ha visto una oportunidad de obtener beneficios y
hacer negocio de esto y ha aprovechado la ocasión de explotarlo, según la regla de adquisición
número 8, "Sólo un tonto deja pasar una oportunidad de negocios", o la regla número 9:
"Oportunidad más instinto igual a ganancia".

-- Sí, ya me he estado informando un poco sobre vuestras reglas de adquisición, dijo Harry.
Todo esto tiene que haber estado orquestado por algún Ferengi para haber podido engañar al
Ministerio de Magia, a los magos de la torre invisible de magia de Ankh-Morpork y hasta al
mismísimo grand Nagus. Según la regla de adquisición 204, se necesita a un Ferengi para
engañar a un Ferengi.

Muy cierto, señor Divney, repuso Quark asombrado

Entonces, Jack Saint Clair... ¿ de quién se trata este sujeto ?


Bueno, señor Divney, en el Mundo Ferengi, si quieres saber qué se mueve dentro del mercado
negro, Jack Saint Clair es con quien debes de hablar. En sus tiempos, era un contrabandista
muy afamado. Ahora se encuentra según él mismo dice, retirado, aunque es quien controla
realmente desde la sombra todo.
Pero al haber robado una obras de arte y haberlas intercambiado con otras... ¿ no se habría
violado algún tipo de contrato, señor Quark ?
En absoluto, señor Divney, si así hubiera ocurrido, lo cual sería completamente contrario a lo
indicado por la Asociación de Comercio Ferengi (ACF), habría habido constancia de Ferengis a
los que hubiesen retirado su licencia para ejercer negocios, lo cual no ha ocurrido. Por otra
parte, en caso de haber ocurrido habría sido demasiado sospechoso como para que hubiese
sido pasarse por alto.

En ese momento llegaron a la galería de arte de Jack Saint Clair, donde, según les indicaron,
el ferengi se encontraba en esos momentos en el gran salón de la galería, al cual accedieron
por una puerta trasera. En el centro del gran salón había una mesa de Dabo bastante grande,
( El Dabo es un juego de ruleta de porbabilidades creado por los ferengis. Cuando alguien gana

382
debe gritar "Dabo". Dada la filosofía ferengi de "ganancias a cualquier costo", no es difícil de
imaginar que las reglas del Dabo estén muy bien estipuladas.
Las ruletas son atendidas por hermosas mujeres, las cuales son especialmente instruidas por
sus empleadores para distraer a los apostadores para que pierdan todo su latinium. Una frase
común en las mesas de Dabo es: "Mira la rueda, no a la chica". Las jugadas más osadas y que
premian con mayor dinero al ganador son "doble abajo" o "triple arriba") alrededor de la cual se
encontraba la chica que controlaba la mesa, la cual les invitó a echar una partida. Después de
declinar amablemente la oferta se encaminaron a la barra, tras la cual se encontraba el señor
Saint Clair.

- Es un placer concocerle finalmente señor Divney.

- Será mejor que no oculte nada, dijo Harry a modo de saludo, porque entonces será mío el
placer de entregarlo personalmente al Ministerio.

-- No hay necesidad de alterarse tanto señor Divney, al fin y al cabo se trata simplemente de
negocios.
– ¿ Ha notado alguna actividad inusual en el club últimamente, señor Saint Clair ? ¿ algo
sospechoso, o fuera de lo normal ?

– Déjeme que piense un poco.... la verdad, nada fuera de lo normal, los clientes que vienen a
jugar en la mesa de Dabo, los socios de siempre que vienen a tomar algún trago y aquellos que
vienen a admirar las exposiciones que hacemos semanalmente en la galería, aunque.. ahora
que lo pienso, la semana pasada un grupo muy numeroso de Ferengis alquiló una Hollosuite y
estuvieron alrededor de 3h, lo cual me pareció un poco extraño en su momento.

– Ésa debe ser la clave. Supongo que tendrá registrado los nombres de los que alquilaron la
Hollosuite.
– Por supuesto, señor Divney, aquí tratamos de movemos en la mayor medida de lo posible
dentro de la legalidad.

Jack Saint Clair trajo el libro de visitas y apuntó los nombres de los que alquilaron la
Hollosuite en una hoja que les entregó.

– ¿ Reconoces algún nombre, Quark ?

– Reconozco todos y ninguno equivale a buenas noticias. Hay tres o cuatro estafadores, dos
ladrones y otros dos contrabandistas de arte. El más importante es Ronon Sigma, uno de los
contrabandistas de arte. Sugiero que le hagamos una visita, puede que el resto ande cerca.

383
Cuando llegaron a la galería de arte de Ronon Sigma, preguntaron por el dueño y les indicaron
que fuesen a una determinada galería a fin de que el señor Ronon Sigma se reuniese con ellos
allí más tarde. Al ir paseando por las distintas salas de la galería de arte, a Harry le pareció
que en el lugar predominaba una inusual alta actividad. El lugar estaba atestado de gente.
Vieron varios grupos de visitas guiadas en distintas salas de la galería, la cual, por otra parte,
era inmensa. En una de las salas se encontraba una especie de mago artista, el cual se
encontraba pintando un lienzo inmenso, el cual se encontraba sobre un caballete igualmente
grande. El mago pintor les miró con un mal gesto. Al principio Harry no le prestó mucha
atención. Quark le indicó que aquella era la galería en donde debían de esperar al dueño,
Ronon Sigma .

Al poco rato, un Ferengi de aspecto hosco, quien venía ataviado con una túnica verde y tenía
puesto un sombrero negro, entró en la sala y sonrió al verlos.

-- El arte de la pintura, dijo, a la vez que señalaba unos cuadros de la pared. Son muchos los
que pintan, los que tienen mano, los que son capaces de copiar fríamente, con exactitud y
cálculo, lo que ven o bien siguen la moda vigente. Ellos embellecen, asustan o crean un
alboroto sensacional, deslumbrante y otros nos hacen sonreir, pensar y soñar. Se dice que hay
miles de fórmulas para componer imágenes y más hoy día. Uno puede lograr verdaderas
maravillas estéticamente correctas pero en muchos casos, perfectamente frías y totalmente
carentes de espíritu o de alma. Pero ló único que no se puede comprar ni aprender, señor
Divney, es el propio don de la creatividad. Este, “nace, no se hace” y tan complejo es, que
hemos logrado llegar a la luna y nadie ha logrado descifrarlo ni entenderlo y mucho menos,
envasarlo. Para transmitirlo hay que ser un verdadero mago. ¿ Qué os trae por aquí, Quark ?

-- La verdad es que el señor Divney quería interrogarte acerca de las desapariciones de las
obras de arte.

-- ¿ Soy acaso sospechoso ?

-- No sé, ¿ lo eres ? preguntó Harry

-- Ya estamos siempre con lo mismo, como soy Ferengi debo de ser culpable ¿ verdad ?

-- Lo único que determinará si eres o no culpable, Ronon, es que nos demuestres lo contrario,
dijo Harry. Empecemos estableciendo un hecho ¿ qué hacías junto a otros Ferengis en la
Hollosuit de Quark la semana pasada ?

-- Estábamos.. tratando temas de negocios

-- ¿ Qué tipo de negocios ?

El Ferengi no respondió de primeras, sino que miró primero a Quark, luego a Harry, dio varios
gritos, de forma malhumorada y bajó la vista al suelo.

-- Bront sabrá de esto, Quark. Me aseguraré de ello.

384
-- Vamos, si no tienes nada que esconder, responde rápido, o yo me aseguraré de que no sea
Bront, sino el mismísimo Grand Nagus el que sepa de tus actividades extracurriculares.

--- Gggrrr, está bien. Estuvimos negociando acerca de unas varitas mágicas

-- ¿ Unas varitas mágicas ? Harry no entendía la razón de tanto secretismo

-- Unas 1.500 varitas mágicas que pertenecen a una partida introducida de contrabando.

-- Ya veo, dijo Harry. Entonces, no sabes nada acerca de los cuadros robados

-- ¡ Ya he dicho que no ! y la verdad, es que no me gusta repetirme.

-- Espero por tu bien que eso sea cierto, dijo Harry, si no me aseguraré personalmente de que
todo el peso de la justicia caiga sobre ti.

Ronon Sigma se alejó malhumorado y gruñendo.

-- ¿ Y ahora qué, preguntó Quark ? él era nuestro mejor sospechoso

-- Déjame pensar un momento, dijo Harry. Tú espérame en esta sala, que voy a reordenar mis
ideas a ver si se me ocurre algo.

-- Señor Quark, es todo un honor verle en esta sala a mi lado, dijo en ese momento un mago
que parecía un pintor que se encontraba en aquel momento en la sala, dirigiéndose a Quark. Si
me hace un favor, querría retratarle para tenerle como recuerdo.

-- ¡ Oh ! por supuesto, dijo Quark, sintiéndose muy halagado

Harry dejó a Quark en la sala y se dirigió a una sala muy apartada de la galería a reflexionar
acerca de todo lo que sabían hasta el momento. Tras meditar concienzudamente al respecto
durante más de media hora, volvió a la sala a buscar a Quark, pero se sorprendió al no verle
allí.

-- ¿ A donde fue Quark ? le preguntó Harry al mago artista

-- Cuando acabé su retrato, me indicó que le dijera que fuese a la taberna a reunirse con él, ya
que debía irse por un asunto urgente.

A Harry aquello le pareció muy extraño, pero decidió de momento ir a la taberna para
preguntarle si a él se le había ocurrido algo con lo que poder seguir la investigación. No
obstante, antes de salir se fijó en el cuadro que el pintor había hecho de Quark. A Harry le
pareció toda una obra de arte. A Harry le pareció que la pintura definía en sí en toda su
esencia el espíriru ruín y mezquino de los Ferengi de forma muy natural. El cuadro casi
parecía dotado de vida y expresividad, por lo cual, alabó mucho al artista por su obra.

385
En la taberna de Quark les dijeron que él no había aparecido por allí, lo cual sirvió para que
Harry agarrase un mosqueo monumental.

-- Quark es poco probable que se haya fugado o escondido, ya que parecía casi ansioso por
colaborar a fin de que yo hiciese la vista gorda, se dijo Harry. ¿ Y si.. ? sí, tenía que haber sido
eso, había sido secuestrado. Y como no tenía otro sitio a donde ir, volvió a la galería de Ronon
Sigma a investigar al principal sospechoso de la desaparición de Quark, el misterioso mago
pintor de la sala.

Cuando Harry llegó a la galería de arte se encontró con que el " supuesto pintor " le estaba
esperando sentado en una silla en la misma sala donde se encontraba antes.

-- Bonito truco, dijo Harry, atrapar a alguien dentro de un cuadro

El extraño personaje le dedicó una sonrisa burlona y sin decir nada se dirigió al mueble bar de
la sala sacó 2 copas y le tendió una a Harry. Posteriormente cogió una gran botella de lo que
parecía vino de color rojizo y sirvió una buena cantidad en ambas copas.

-- Este vino del Rejo es de una buena cosecha dijo, lo obtuve como pago por un par de trabajos
que realicé allí.

-- Algún sucio y rastrero intercambio de productos, me imagino, dijo Harry

-- No hay nada de rastrero en ser contrabandista, señor Divney, créame, en mi vida he matado
a nadie ni pienso hacerlo, uno simplemente debe de ganarse la vida.

-- No sé qué pensarán en Poniente sobre eso pero aquí en el Disco las cosas son bien distintas,
y puedo asegurarle, señor ....

-- Lionel Dimpsey, le interrumpió el mago, haciendo una breve reverencia a modo de


presentación

386
-- Como venía diciendo, señor Dimpsey, sus actividades ilícitas han cabreado a mucha gente y
va a tener que pasarse una buena temporada en la sombra. Seguro que en la prisiónde Ank
Morpork deben de estar ansiosos por tenerlo en sus filas.. ¿ o tal vez debería de extraditarlo y
enviarlo a Nurmengard ? creo que allí no son tan comprensibles como en las cárceles del
Disco.

Harry trataba de intimidar al mago para que liberase a Quark, y sus palabras estaban causando
el efecto que esperaba.

-- Tampoco nos pongamos tan drásticos, señor Divney, supongo que podríamos llegar a algún
tipo de acuerdo

-- Le puedo asegurar que tendrá una sentencia atenuante si entrega todo lo robado, serán
justos con usted y yo personalmente me aseguraré de que tenga un representante legal que le
asista por parte del Ministerio.

Todo fue muy rápido, Dimpsey cogió rápidamente su varita y Harry rodó por el suelo,
ocultándose, lo que le dio una posición ventajosa desde la que pudo lanzar un hechizo que
dejó paralizado al mago.

- Me las he tenido que ver con personajes mucho más peligrosos que usted, señor Dimpsey,
dijo Harry riéndose.

-- Bien jugado, dijo el mago aceptando su derrota. Supongo que no tengo otra alternativa. En
fin, liberaré a su amigo y tendrá todo lo robado, confío en que cumpla su palabra.

-- Le juro que así será.


Dimpsey se acercó al cuadro al cual apuntó con una varita, murmuró unas palabras y la
imagen de Quark del espejo desapareció para aparecer el ferengi de cuerpo presente en la sala.
Quark al verse fuera del cuadro se tocó a sí mismo casi sin poder creerse que fuese libre y
luego dio las gracias a Harry para dirigirse finalmente hacia Lionel Dimpsey y pegarle un
fuerte puñetazo.

-- ¡ Te lo tenías merecido rufián ! le gritó

Una vez resuelto el asunto Harry dejó a Quark en su taberna y se dirigió a la Universidad
Invisible, no sin haber recibido 2 lingotes de latinium de regalo del ferengi en agradecimiento
por su rescate.

-- Muy bien señor Archicanciller, ahora que ya tiene a su contrabandista ha llegado el


momento de mi partida, espero que reciba un juicio justo y que tengan en cuenta lo devuelto
como atenuante.

-- No se preocupe señor Divney, recibirá un trato justo. Y ahora que nos deja a nosotros si no
le importa que le pregunte, ¿ de qué asuntos se va a ocupar de forma inminente ?

387
-- Pues ya que lo pregunta, de vuelta a mi propio Mundo tengo un asunto relacionado con unas
misteriosas muertes debidas a unos sueños en un misteriosos pueblo.

-- He oido que han descubierto que El Pacto fue el principal instigador de la guerra de las
llaves espada y ahora están detrás de la creación de los " nescientes ".

-- Por desgracia, he de reconocer que es cierto, es mucho el mal que el resurgir del Pacto ha
traido a todos los Mundos Mágicos.

-- No obstante, no debemos de perder la esperanza

-- Eso nunca, dijo Harry abrazando al Archicanciller Ridcully a modo de despedida. Espero que
volvamos a vernos algún día en mejores circunstancias.

-- En la Universidad estaremos encantados de recibirlo. Que tenga un buen viaje.

Harry se despidió y partió rumbo a realizar su nuevo trabajo.

Trabajo 8º: Pesadillas en Springwood

Había estado allí desde que él podía recordar.

Todo había empezado desde el mismo momento de su nacimiento. Una fría noche de
diciembre estaba acurrucado en los brazos de su madre, durmiendo.

"La señora Saxon le preguntó, ¿cómo te sientes?" Una enfermera asomó la cabeza por la
esquina en la sala privada donde Diana Saxon y su bebé recién nacido estaban descansando.

"Lo está haciendo muy bien, gracias". Diana dio una cálida sonrisa, cansada, y sus párpados
cerrados por un momento. Ella bostezó mientras su hijo gorgoteaba. "Yo sólo querría
echarme una pequeña siesta por un tiempo, si le parece bien. ¿Podría llevar a Daniel a la cuna,
por favor?"

"Por supuesto, cariño." Ella levantó suavemente al bebé de los brazos de su madre y salió de
la habitación por el pasillo adyacente. Ella entró y lo colocó en el número de cuna 11 y salió
de la habitación para su descanso para tomar un café.

A medida que el niño se quedó allí sin emociones, sin apenas moverse, su mente se deslizó
fuera de la conciencia al quedarse dormida ...

Mientras tanto, en el reino de los sueños, un catre yacía entre el laberinto de las cadenas y
tubos. Las calderas estaban frías y la atmósfera se quedó inmóvil. La forma de un bebé
apareció en la cuna, cuando abrió los ojos y miró a su alrededor. Él se retorció, pero no lloró.
Paso a Paso, pesado y lento, se hizo eco por toda la habitación a la vez que una figura alta y
desgarbada se acercaba a la cuna. Se oían pasos lentos mientras sus gruesas botas marrones
de trabajo golpeaban contra el suelo.

388
Su larga sombra se cernía sobre el bebé, mientras éste se retorcía y se retorcía suavemente en
su cama. Sus grandes ojos azules lo miraron con asombro a la vez que una gran sonrisa
pasaba por su frente.

-- "Bueno, ¿qué tenemos aquí?" preguntó el extraño. Dio la vuelta al bebé con sus dedos
engarzados en cuchillos extendidos. El pequeño pateó y se retorció con gran ansiedad,
comenzando a llorar. De pronto se dirigió directamente a la cama y se le quedó mirando
fijamente a la cara, con un aspecto muy pálido.

"No llores nene, yo te veré de nuevo muy pronto. Antes de lo que crees ..." Extendió su mano
quemada y le acarició el rostro, enjugándose las lágrimas. Luego levantó la mano y chasqueó
los dedos, y su forma pequeña, frágil comenzó a desvanecerse. La Enfermera fue directamente
a la cuna 11 y tomó el niño, que estaba llorando, y se dirigió hacia la puerta.

Se oyó un golpe suave en la puerta, y Diana se despertó de su sueño. Abrió los ojos grandes
con una mirada de satisfacción grabada en su rostro mientras ella abrazó a su bebé.

-- "Gracias," dijo en voz baja. La enfermera comenzó a salir de la habitación cuando fue
llamada de nuevo. "Hummh, ¿puedo pedirle un favor?"

Ella sonrió con dulzura. "Por supuesto, señorita, ¿qué le gustaría?"

"¿Podría usted llamar a mi hermana, por favor? Su número está en el ordenador."

"Claro, de inmediato". Ella salió por la puerta al pasillo.

Diana miró a su hijo y sonrió. "Te amo, mi amor." Ella se inclinó hacia abajo e inhaló su
aroma hermoso. Excepto ... que ya no estaba allí. En lugar de una fragancia de bebé recién
nacido olía a carne quemada. Diana no gritó, ni lloró. Ella actuaba normalmente y puso a su
hijo en su cuna, con el rostro inexpresivo.

Entonces ella miró al techo y le habló en voz muy alta. "¿Lo quieres? Me gustaría verte
intentar llevártelo, monstruo."

Bajó la mirada a su bebé dormido y cerró los ojos, rezando por que su hijo durmiera bien.

16 años después....

Daniel estaba de vuelta en el lugar que había llegado a ser tan familiar para él ahora, rodeado
de tubos fríos y cadenas colgantes. Rara vez terminaban en el mismo lugar, ya que el lugar
era como un laberinto gigante. Incluso después de 16 años, aún se perdía. Bueno, no es que
él hubiera podido caminar cuando era un bebé.

Casi todas las noches, había soñado el mismo lugar, con el mismo ambiente silencioso y un
fuerte olor a moho. Él ya sabía lo que iba a suceder, siempre era lo mismo. El se paseaba por

389
unos segundos, y luego se oía el sonido de unos pasos pesados, y la sombra de una figura
desgarbada aparecía en la esquina. Entonces el miedo lo sobrecogía, nunca había sido capaz
de hacerle frente; nunca se acostumbró a los efectos que traería para él el sueño, esa pesadilla
y ella, mi madre, me despertaba siempre gritando antes de que yo pudiera ver su rostro. Ella
siempre lo había conocido como el "hombre Pesadilla, no se refería a él por su nombre real".
Su madre se había pasado todos los años de su vida protegiéndolo por las noches.

Sus sueños de pequeño eran ocasionales, sólo una vez cada mes o así. Pero cuando se las
arregló para hablar en oraciones completas y caminar bien, los sueños se hicieron más
intensos y frecuentes. Tendría una pesadilla cada semana.

Cuando cumplió 10 años, tuvo una cada noche. A veces, incluso se oía su respiración pesada,
y otras gritaba. Hubo momentos durante el día en la escuela donde él podría jurar que alguien
estaba respirando en su cuello, como vigilándolo, incluso cuando no había siquiera una mísera
brisa en el aire.

Su vida era bastante normal durante el día. Cada mañana se levantaba, se daba una ducha y
se preparaba para ir a la escuela. Él ponía sus cosas en su mochila, se despedía de su madre y
caminaba hasta el banco de la esquina de la calle donde se encontraba con su mejor amiga
Katie, y se dirigía a la escuela. Estaba ya en su último año de escuela antes de iniciar el
bachillerato.

La escuela para Daniel era una pérdida de tiempo diario. Una clase, el recreo, otra clase, el
almuerzo, dos clases más y luego la libertad. Él nunca se preocupaba mucho por las lecciones
sin importancia de la vida y que nos parecieron ser un aburrimiento, pero en parte era lo que
conllevaba ser un super dotado, con un coeficiente de inteligencia de 135. Pero era todavía
una razón para salir de casa, y en cierto modo lo mantenía cuerdo.

Entonces él solía irse a casa de Katie, harían su tarea, verían algunas series en la TV y luego
de vuelta a su casa y a la cama para otra noche de tortura. Grande.

Sin embargo, a pesar de que siempre se despertaba aterrorizado, de una manera extraña a
veces disfrutaba de sus sueños. Él siempre mantuvo la esperanza de que, una noche, él vería
el rostro de su "hombre pesadilla", pero su madre siempre lo sacaba de sus pesadillas antes de
tiempo, antes de poder verlo. A veces le exasperaba que fuera tan sobreprotectora con él.
Cuando veia que la sombra estaba a la vuelta de la esquina, su corazón latía diez veces más
rápido y él conseguía esa descarga de adrenalina que era casi adictiva. Él sabía que no era
real, así que ¿cuál era la razón de asustarse siempre? debería de estar ya acostumbrado.

Estos eran los pensamientos que le rondaban la mente rápidamente ahora, mientras tomaba
medidas cuidadosas en el aire rancio de la sala de calderas. Esta habitación parecía tan
enterrada en lo más profundo de su mente que es como si él tan solamente hubiera sacado
algunas fotos de ella, de la memoria. Él había sabido cómo hacerlo desde que tenía 10 años.
Su madre dijo que ella era un don natural suyo, una especie de poder ... pero ¿por qué
demonios estaba pensando en sus "habilidades extrasensoriales" en un momento como éste?

390
Su respiración se hizo más pesada, y comenzó a sudar ... lo cual era extraño porque, él se
encontraba quieto. Entonces se dio cuenta de algo aún más extraño. Las calderas, ellas ...
ellas comenzaron a hacer ruido. Y las tuberías empezaron a emitir vapor. El aire se hizo más
caliente, y el débil resplandor azul que rodeaba la habitación se convirtió en una sombra
brillante de color rojo y verde. Fue como ... todo estuviese cobrando la vida.

De repente, un nuevo tipo de sensación apareció en la boca de Daniel, y no el tipo normal, se


encontraba en su cuarto. Sus ojos se abrieron y su cuerpo empezó a temblar en cuanto una
sombra muy familiar apareció en la pared.

Su respiración se hizo más y más fuerte hasta que, finalmente su rostro se mostró a él por
primera vez

- ¿ Donde está el hechicero? le preguntó

Daniel, aterrado de ver a su atormentador por primera vez, no sabía de qué hablaba. De
repente sintió como si alguien lo agitase fuertemente.... y segundos después, dejó atrás a su
cruel verdugo y despertó en su cama al lado de su madre, que acababa de despertarlo.

-- ¿ Quien es.. madre? preguntó llorando. ¿ Qué quiere de nosotros?

-- Su madre le miró unos segundos sin decir nada, luego cogió unas viejas fotos de un rincón
de la habitación y señaló a un hombre que se parecía vagamente a su atormentador. Se
llamaba Freddy, dijo ella, Freddy Krueger y vivía en este pueblo hace muchos años.

Harry había estado examinando el pueblo y hablando con la gente de la ciudad pero los
pueblerinos, temerosos de algo, no querían explicarle mucho sobre la naturaleza de lo que
ocurría realmente. Esa noche volvió a su hotel y se dispuso a meditar. Horas más tarde, se
quedó dormido, y en sus sueños apareció ante una vieja casa del pueblo, que parecía
abandonada y que pegaba a un callejón. Enfrente de la casa había un grupo de niñas vestidas
de blanco jugando a la comba y saltando y meciéndose en unos columpios. Estaban cantando
una extraña canción, que repetían una y otra vez:

"1-2 canta a viva voz, 3-4 el hombre del saco, 5-6 decid lo que veis, 7-8 cómete un bizcocho,
9-10 ¿donde esta Freddy?" 1-2 Freddy viene a por ti, 3-4 cierra la puerta, 5-6 coje tu crucifijo,
7-8 permanece despierto, 9-10 nunca más dormirás"....

Se acercó a una de las niñas, la que estaba más cerca suyo

-- ¿Tú vives aquí, pequeña?

La niña se giró hacia él y le respondió

- No, aquí vive Freddy, pero ahora no está

391
Harry se despertó de repente muy agitado. Un sudor frío le recorría la frente. ¿ Qué rayos
estaba pasando en ése pueblo?

La mañana siguiente se encerró durante gran parte del día en la Biblioteca para investigar
sobre las leyendas e historias del pueblo, lo que descubrió lo horrorizó:

Cuentan las historias, leyó Harry, que: "durante la Navidad de inicios de la década del 40, una
joven monja llamada María Helena (conocida como Amanda Krueger antes de entrar a la
orden) fue encerrada accidentalmente en la división de criminales dementes del hospital
psiquiátrico "Westin Hills", donde colaboraba como enfermera. Durante días fue violada y
torturada por los cien pacientes allí confinados. Solo tras acabar las fiestas, cuando el hospital
reabrió, fue encontrada apenas con vida y embarazada. Meses después, Frederick Charles
Krueger nació y fue dado en adopción. Freddy fue dado en adopción al Señor Underwood, un
alcohólico abusivo que lo maltrataba. Al paso del tiempo, y debido a esto, Freddy empezó a
mostrar un comportamiento psicopático, matando animales pequeños. A menudo era
ridiculizado por sus compañeros quienes lo llamaban "El Hijo de cien maníacos". Al final de su
adolescencia, Freddy empezó a disfrutar de los golpes y castigos asociándolos con el placer.
También desarrolló lo que llamaba "El Secreto del Dolor", (según esta filosofía, solo tras sentir
y controlar el dolor puedes empezar a aplicarlo a otros); por ello, practicó el masoquismo y la
auto mutilación hasta convertir el sufrimiento en placer; posteriormente y siguiendo esta
misma filosofía asesinaría a su padre adoptivo.

Una vez adulto, Freddy Krueger se casó con una mujer llamada Loretta, con quien tuvo una
hija, Kathryn. La familia Krueger vivió en la casa de la infancia de Fred. Freddy trabajaba en
la central eléctrica local y en la caldera de la central capturó a más de 20 niños del vecindario
y los había asesinado. La policía no pudo resolver el caso, mientras los periódicos lo apodaron
"El Acuchillador de Springwood". Kathryn era aún una niña cuando los niños del vecindario
empezaron a desaparecer y ser encontrados muertos. Poco después, Loretta se dio cuenta que
en el sótano de la casa, Freddy tenía un cuarto secreto donde guardaba diferentes
herramientas de tortura, recortes de diarios, y diferentes versiones de un guante con largas
cuchillas cortantes, entre otras muchas cosas. Aunque cuando él la descubre le promete que
"no le dirá nada a nadie", Loretta fue asesinada por Freddy enfrente de su hija, a quien
Freddy intentó convencer que había "castigado" a Loretta por "inmiscuirse en su trabajo
especial", por lo que no había necesidad de hablarlo con otros, sin embargo la pequeña habló
lo que le puso bajo persecución de la policía y sus vecinos.

En 1966, Freddy fue arrestado por los asesinatos de los niños desaparecidos. Kathryn fue
puesta bajo protección de menores, y luego fue adoptada por una familia, pero debido a que la
orden de allanamiento no fue firmada correctamente, todas las evidencias se descartaron,
siendo Freddy liberado en 1968. Después del juicio de Freddy, Amanda Krueger se ahorcó en
la misma torre donde fue violada. Esa misma noche, los padres del vecindario decidieron
tomarse la justicia por sus propias manos. Siguieron a Krueger hasta su cuarto de calderas en
la central eléctrica, hicieron un camino de gasolina hasta la entrada y lo quemaron vivo.
Mientras las llamas se apoderaban de la caldera, ante un moribundo Freddy dice la historia

392
que se le presentaron "Los Demonios de los sueños" para tentarlo. Estos demonios vagaban
por la tierra buscando un alma cruel y sanguinaria, para convertir los sueños en realidad.
Freddy aceptó su oferta para ser "eterno". La gente que lo ajustició, ignorando en lo que se
había transformado y creyendo que todo había acabado, llevó los restos de Freddy al
cementerio de autos Penny Brothers y lo abandonaron en el maletero de un viejo Cadillac rojo,
negando a su cadáver la oportunidad de descansar en paz en suelo consagrado, evitando así
uno de los poco métodos que podrían haber evitado su transformación o al menos que se
volviera tan poderoso. Kathryn fue adoptada por la familia Burroughs, llevada fuera de
Springwood y su rastro se borraró casi por completo con el paso de los años.

Y así, 13 años después, Krueger se convirtió en una leyenda urbana mencionada en unas
historias infantiles que para los niños carecían de significado. Los padres de Elm Street
recordaban en silencio los eventos de la década anterior, mientras sus hijos ya eran
adolescentes. A finales de 1981, los adolescentes de Springwood (específicamente aquellos
cuyos padres tomaron parte en el asesinato de Krueger) empezaron nuevamente a morir, pero
esta vez de una manera peculiar, mientras dormían. A menudo los padres ignoraban o
rechazaban las historias de sus hijos, quienes decían haber visto a un hombre llamado Freddy
que estaba atormentándolos en sus sueños.

Mientras la víctima dormía, Krueger podía invadir y tomar el control de sus sueños,
llevándolos hasta la muerte. Cualquier daño que era realizado en sus sueños persistía en el
mundo real, permitiéndole así cometer múltiples asesinatos. A menudo Freddy jugaba con sus
víctimas, cambiando de forma y apareciendo de imprevisto, a menudo en la misma fábrica
donde fue quemado. Sus poderes aumentaban a medida que más personas creían en su
existencia. En la cima de sus poderes, podía causar grandes daños en el mundo real, como la
posesión de humanos o de su propio cadáver. Al asesinar a sus víctimas, las almas de los
adolescentes eran absorbidas en el cuerpo de Krueger, adquiriendo aún más poder.

Freddy conoció a cinco notables adversarios antes de su supuesta muerte:

 Nancy Thompson, la hija de la familia que se muda a la vieja casa de Krueger, hija del
comisario del pueblo quien junto a su esposa participaron en el asesinato de Freddy.
Fue la primera en conocer el pasado de Krueger y la primera en derrotarlo.
 Jesse Walsh, Freddy intentó entrar en el mundo real a través del cuerpo de Jesse. Con
la ayuda de su novia Lisa Webber, Jesse recuperó el control sobre sí mismo y Freddy
desapareció.
 Kristen Parker, una chica que tenía la habilidad de llevar personas dentro de sus
sueños. Freddy estuvo a punto de matarla también pero fue salvada por Nancy a costa
de su propia vida. Pero un año después Freddy reapareció y la asesinó en el cuarto de
calderas, no sin que antes Kristen le cediera su poder a Alice Johnson.
 Alice Johnson, que obtuvo sus poderes de Kristen es conocida como la única de sus
víctimas que sigue aún con vida y sigue residiendo en la actualidad en Springwood.
Después de quitarle las almas a Krueger, lo dejó sin poder, y un año después volvió al
pueblo estando embarazada, lo que aprovechó Krueger para usar los sueños del hijo

393
aún no nacido como medio para intentar matarla. Los periódicos de la época narran
que Alice derrotó a Krueger con la ayuda de la madre de éste, Amanda Krueger.
 Maggie Burroughs (en realidad se trataba de Kahtryn, la hija de Freddy que había
regresado al pueblo pero había perdido los recuerdos de su infancia) y habia estado
trabajando como trabajadora social para ayudar a niños con problemas, y tras
encontrar a un joven amnésico proveniente de Springwood descubrió que Freddy estaba
detrás de las recientes muertes de los chicos del centro social donde trabajaba por lo
que lo enfrentó, y finalmente Freddy le reveló que ella en realidad era Katherine
Krueger, su hija y que la necesitaba para transformarse en un demonio del sueño.
Kathryn logró traerlo al mundo físico donde está limitado como un ser mortal y
consiguió asesinarlo haciéndolo explotar.

 Maggie se encargó de devolver a Krueger al infierno y Springwood se revitalizó. Cuando


las autoridades comprendieron que Freddy atacaba y obtenía sus poderes del miedo de
los jóvenes que conocían su existencia, borraron todos los antecedentes y silenciaron
sistemáticamente todas las historias que lo mencionaban, aislando también a
cualquiera que alguna vez hubiera soñado con Freddy o supiese algo de su existencia.
Así, Springwood salió de la oscuridad y más tarde se repobló sin rastros de la pesadilla.
 Mientras tanto, Krueger siguió en el infierno, sin poder escapar del mismo, debido a
que no existía nadie en Springwood que le temiera. Para provocar nuevamente el miedo
en los habitantes de la ciudad, Freddy planeó reclutar al famoso asesino Jason
Voorhees. Bajo la forma de la madre de Jason, Pamela Voorhees, Krueger lo mandó a
matar a los adolescentes de Elm Street, haciéndoles creer a los ciudadanos de
Springwood que él (Krueger) había regresado.
 Jason cometió unos cuantos asesinatos y como lo había planeado Freddy, lo culparon a
él, con lo que resurgió en la memoria colectiva y de esta manera recuperó sus poderes.
Un pequeño grupo de jóvenes y un policía descubrieron que no era Freddy el autor de
los asesinatos, pero ya era demasiado tarde. El miedo de Springwood le había dado el
suficiente poder a Krueger como para regresar a atacar a la ciudad. Pero un problema
del que Krueger no se había percatado fue que Jason no iba a dejar de asesinar. Freddy
se llenó de ira al ver que "sus niños" eran asesinados por su rival lo que a sus ojos era
una invasión a su territorio, y dio así comienzo a la batalla más sangrienta entre los
dos asesinos que atacaron tanto rl mundo de los sueños como el real, en el viejo hogar
de Jason, el abandonado campamento de Crystal Lake. Jason aparentemente derrotó a
Freddy cortándolo la cabeza e incapacitándolo pero no consiguió matarlo, quedando
atrapada su mente dentro de la de Jason. Hubo un perçiodo de calma sin saberse nada
de Freddy hasta que 3 años después Krueger convenció a Jason para traerle el libro

394
Necronomicón de la casa de su familia, para así poder liberarse. Pero el destino trajo a
Ash, el elegido, para detenerlos, pero no le fue tan sencillo ya que Freddy se había
vuelto más poderoso gracias al Necronomicón, tanto que pudo combinar el mundo real
con el de los sueños además de poder controlar a los muertos vivientes. Al final, Ash,
gracias al libro consiguió desterrar a Freddy a otra dimensión y Jason quedó atrapado
en Crystal Lake". La última entrada era de hace 8 años.
 Harry dejó de leer y descansó su vista durante unos minutos mientras reflexionaba
sobre lo que acabada de averiguar sobre la macabra historia del pueblo. Según esto,
todo indicaba que El Monstruo del guante asesino, "Freddy" al parecer había vuelto de
alguna forma.

Ha llegado el momento de acabar con el monstruo, se dijo, levantándose y


abandonando la Biblioteca. Una hora después Harry llamó al timbre de una lujosa casa
estilo Victoriano.

- ¿ Perdón, Alice Johnson? le preguntó Harry a un joven que le abrió la puerta

-- ¡ Madre, preguntan por ti ! gritó el joven entrando de nuevo en la casa

Una mujer pelirroja de aproximadamente 40 años salió al umbral a recibirle.

-- ¿ Qué ocurre? ¿ Quién es usted ?

-- Verá, es un asunto delicado, ¿ podría pasar dentro y se lo explico ?

-- ¡ Oh, perdóneme mi falta de hospitalidad, por supuesto, pase pase! ¿ Le apetece un té


y unas pastas? ¡ Siéntese ahí ! la mujer le señaló un sofá de la esquina del salón junto a
una vieja mesa de roble.

- Gracias

-- ¿Y bien? Dígame, ¿ de qué se trata ? ¿ Ha hecho algo Tom en la escuela ? le


preguntó la mujer mirando de refilón a su hijo

-- En realidad vengo por un asunto diferente. Se trata de las recientes muertes que ha
habido en el pueblo....

-- Ya veo.

La mujer lo miró con desconfianza, con lo que Harry se apresuró a calmarla

-- No se preocupe, buena mujer, he venido para ayudar. Soy John Divney, me envía el
Primer Ministro mugg... digo Boris Johnson para ayudar a esclarecer los hechos, y verá,
por eso quería hablar con usted, todo apunta a que se trata de Freddy, los rumores
dicen que ha vuelto. Todo apunta a ello de todas formas.

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La mujer suspiró acongojadamente y cerró los ojos unos segundos de forma
introspectiva.

-- Me temía que esto podría pasar. Suele volver cada cierto tiempo

-- Yo dispongo de ciertas... habilidades útiles para librarnos para siempre de ésta


amenaza, indicó Harry

-- ¿ También controla los sueños ?

-- No precisamente eso pero sí puedo realizar otras cosas, las cuales muchos
considerarían magia, sí, si quiere decirlo así

-- Así que es un mago, lo espetó ella sonriéndole. No se preocupe, después de todo, sólo
el hecho de que se encuentre aquí indica que ya sabrá si ha leido sobre éste escabroso
asunto o habrá deducido que Kristen era una Maga y que yo misma soy Maga. Estudié
en Ilvermony, la escuela Americana de Magia

-- Yo en Hogwarts, en Inglaterra

-- Bella escuela según he oido, dijo ella

-- Lo es. Y... ahora, volviendo al tema:

Muchas veces este tipo de sucesos tienen un origen, que es como empieza todo y de ahí
surgen las leyendas y todo lo demás asociado a ello, en ésta ocasión, no obstante
sabemos que el hecho, el asesino en sí es real, pero aún así cada persona, cada
monstruo tiene siempre su propio comienzo, una génesis. En los años 60 del siglo
pasado, un grupo de inmigrantes de la etnia conocida como Hmong o Miao, llegaron a
Estados Unidos escapando principalmente de Laos, donde eran perseguidos hasta la
muerte.

Cuando Vietnam atacó a Laos, uno de los principales puntos de residencia de los
Hmong, los nombró “enemigos prioritarios” y comenzaron a matarlos. Esto fue como
respuesta a la participación de muchos jóvenes de esa etnia como colaboradores de los
Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, a cambio de promesas de una mejor vida. Fue
así como muchos miembros comenzaron a huir hacia otras partes del mundo,
incluyendo EEUU, donde se les otorgó el estatus de “refugiados políticos”.

Cuando llegaron a Norteamérica la vida se tornó difícil para esta etnia, que apenas
hablaba inglés y enfrentó un tremendo choque cultural. Lo peor fue que cuando
comenzaban a adaptarse a esa sociedad tan distinta, algunos de ellos comenzaron a
morir en sueños.

Según se sabe, el primer caso conocido ocurrió en 1977 en el Condado de Orange. Allí,
Ly Houa -un hombre trabajador y de buen estado físico- falleció inexplicablemente. Ese
fue el comienzo de una docena de muertes de la misma naturaleza.

En el transcurso de 5 años, más de una veintena de inmigrantes Hmong jóvenes y


saludables habían muerto de manera similar. De acuerdo a los testigos, antes de morir

396
estas personas gemían y parecían desesperadas en medio de sus sueños. Esta situación
comenzó a alarmar a los miembros de la etnia, quienes veían como muchos de ellos
morían de manera tan extraña.

Ante el desconcierto, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de


Estados Unidos (CDC) comenzaron a realizar investigaciones, para lograr determinar las
causas. Insuficiencias cardíacas, consecuencias de los ataques con gas sufridos por el
pueblo, estrés o miedo extremo, eran algunas de las opciones que se barajaron.
Nosotros sabemos que la razón es otra. Algún tipo de criatura demoníaca del sueño
similar a Freddy o incluso del mismo tipo.

Luego, aparecieron otros casos en Asia no relacionados con los Hmong y que
involucraban a japoneses, filipinos y singapurenses. De hecho, había investigadores que
afirmaban que 500 nipones habían muerto en años anteriores por causas similares,
repitiendo el mismo patrón: jóvenes sanos -menores de 35 años- que morían en el
sueño. Asimismo, se averiguó que 43 de cada 100 mil hombres filipinos eran propensos
a morir de esta manera.

A esto se sumó un estudio que mostró que unos 200 hombres tailandeses habian
muerto entre 1982 y 1989 en circunstancias similares. Esto llevó a que se formularan
varias explicaciones basadas en la mitología y lo paranormal, que hablaban de
monstruos y brujas que paralizaban a sus víctimas en los sueños, irónicamente fue
cuando más cerca estuvieron de la verdad, sin saberlo.

Ya a mediados de los 80 hubo 116 casos de hombres Hmong residentes en Estados


Unidos que murieron por el llamada síndrome de muerte súbita inesperada, como lo
llamaron entonces.

--- ¡ Líbranos de ésta, John !, lo despidió la bruja al irse Harry horas después

Esa noche se encontraba Harry preocupado en su hotel pensando en cómo afrontar El


Trabajo que se le había asignado, era ya bastante tarde y lentamente se fue quedando
dormido.

Harry creyó oir un ruido, era alguien cantando la canción muggle: The way I am

Se levantó de la cama, miró por las ventanas del cuarto, parecía haber una fuerte niebla
en la calle. Bajó corriendo las escaleras y salió al exterior, pero de repente en lugar de
estar ante la entrada del hotel apareció ante unos viejos columpios, un hombre con el
rostro quemado, una camiseta roja y un siniestro guante con cuhillas metálicas se
estaba blanceando en ellos y le sonrió.

-- Bueno, bueno, si tenemos delante al mismísimo John Divney... ¿ O debería de decir


más bien... Harry Potter, El... Elegido? Jajajajaja

--- ¿ Cómo...? comenzó a Preguntar Harry

--- Estás en mi Mundo Harry, el Mundo de los sueños y no hay nada que se me pueda
ocultar aquí. Verás, entre tú y yo, lo controlo casi todo.

-- ¿Ah... sí? ¡ Pues controla esto ! ¡ Sectumsempra ! el cuerpo de Freddy se sobrecogió


fuertemente y se llenó de múltiples cortes que se añadieron a los que parecía tener ya
sobre el cuerpo pero tras unos segundos donde pareció desorientado, se tapó el rostro
con su guante y al retirarlo se había curado.

--- No puedo morir en éste Mundo Harry, creo que no te lo había dicho, aún jajaj se rió
de forma estridente

397
--- ¡ Tú eres el que ha estado matando a toda ésa gente, ¿ verdad ?

A Harry se le nublaron temporalmente los ojos y, de repente un fuerte chirrido resonó


como haciendo eco

--- Chrricciccihhhiiiiiii....

Harry abrió de nuevo los ojos, hora se encontraban en lo que parecían ser los pasillos
de una especie de fábrica, y estaban como en un cuarto de calderas.

Freddy rascó su guante por las paredes. Se escuchó de nuevo el mismo chirrido, lo que
obligó a Harry a taparse los oidos.

--- Preguntas, preguntas preguntas, dijo Freddy, sólo unos pocos para que se acordaran
de nuevo de mi, los necesitaba, pero no eran importantes

--- ¿ Yo te conocía de algo ?

--- Tú no, pero deberia de ser recordado. Intenté que todos me recordaran en los 90,
pero mi propia hija Kathryn apuñaló el trozo de dinamita en mi pecho en el Mundo
real. Fui famoso una vez, antes y después de morir volví a serlo. Esa estúpida chiquilla
malcriada de Nancy fue la primera persona que me avergonzó al derrotarme pero me
recuperé y la maté a ella, a la zorra de su madre y a sus amigos, pero años depués seguí
perdiendo y perdiendo contra otras mocosas... y ya me he cansado, quiero volver a ser
famoso y me vuelvan a recordar, hagamos tú y yo un trato, recuérdame tú y prometo
sólo matar a un niño o niña del pueblo cada año, una especie de tregua-dieta asesina si
quieres llamarlo así, no te ofreceré nada mejor, o si no haré que éstas alimañas se
acuerden bien asesinando a todos los niños del pueblo uno a uno cada semana, dijo
Freddy sonriendo.

Harry volvió a agarrar su varita y la dirigió de nuevo a Freddy ¡ Reducto ! dijo por toda
respuesta. Freddy salió disparado hacia el techo se go,peó fuertemente y volvió a caer,
pero estaba ileso ante el asombro de Harry.

-- ¡ No digas luego que nunca te ofrecí nada ! ¡ Tú lo has querido, pudiste salvarlos !

Freddy se acercó rápidamente a él corriendo

-- ¡ Todo esto es un sueño dijo Harry en voz alta, intentando despertarse ! ¡ Esto no es
real !

Freddy estaba ya encima de ñel con la garra levantada

--- Si esto no es real ¡ siente esto ! y antes de que Harry pudiera reaccionar le dió un
fuerte golpe rasgándole parte de la piel del brazo, la herida sangraba abundantemente

-- ¿ Pero cómo ?, dijo Harry dolorido y asustado

--- ¡ Puedo convertir tu sueño en realidad ! así de simple

-- ¡ Tengo que despertar, tengo que despertar ! empezó a decir Harry en voz alta

-- Ahora como no has aceptado mi trato empezaré a hacerle visitas a los niños del
pueblo, será divertido jajajaj rió Freddy macabramente

-- ¡ Despiértese señor ! ¡ señor, despierte! oyó de lejos Harry

398
Harry dió un fuerte grito y se despertó

-- ¿ Yo... qué, qué ocurrió ? preguntó desconcertado

Harry se miró el brazo y vio 4 cortes sangrantes a lo largo de su brazo. El botones del
hotel parecía asustado

-- ¿ Señor Divney, qué le pasó en el brazo?

Harry supo entonces que su sueño y la pesadilla eran reales, su dolor lo confirmaba
todo. Debía de estar listo para el próximo encuentro para poder acabar con Freddy.
Para ello se fue a una región apartada del bosque bien lejos de gente que pudiera verlo y
estuvo practicando durante varias horas muchos hechizos.

Esa noche, y tras programar el despertador para que sonase tras dos horas, comenzó a
leer un libro muggle que Hermione le había recomedado hace años y que aún no había
leido por pereza. Tras hora y media de lectura, empezó a sentirse muy cansado tras el
duro y largo día de entrenamiento y empezó a bostezar, el libro parecía pesarle y a
veces se le caía de la mano sobre la cama y tenía que forzarse a recogerlo y retomar su
lectura, ya hasta tenía que repetir alguna palabra pues poco a poco el sueño se iba
apoderando de él ¡ No! ¡ Tenía que evitar dormirse !...

-- "Cuando Helene y yo llegamos al campanario de Risco Negro, ya estaban en


formación casi todos los estudiantes de la escuela, mil en total. Falta una hora para el
alba, pero no veo ni un ojo adormilado. Todo lo contrario: parecen nerviosos y... ahhh...
agitados. La última vez que desertó alguien, el patio estaba cu... cubierto de escarcha.

Todos saben lo que se avecina. Aprieto los puños una y otra vez. No quiero verlo. Como
todos los alumnos de Risco Negro, llegué a la escuela a los seis años, y en los catorce
que han transcurrido desde entonces he.. he sido testido de mi... de miles de castigos.
Pero los desertores son los que se llevan la peor parte."

De repente Harry oyó un fuerte ruido tras él, metálico, como una puerta o tapa
cerrándose y chirriando. Miró a su alrededor, se encontraba en lo que parecía ser una
sala de calderas de una fábrica, sí, definitivmente se había quedado dormido, se dijo.
¿ Dónde estas, Freddy ? preguntó Harry en voz alta, con su varita amenazadora en
ristre.

-- Vaya, ¡ Qué impaciente ! respondió Freddy riéndose y entrechocando las cuchillas de


su guante entre sí, con lo que nos estábamos divirtiendo...

-- ¡ Tu reinado Oscuro se acaba hoy! sentenció Harry

Jajajajaj ya veremos, dijo Freddy abalanzándose sobre él repentinamente y dándole un


tajazo en la pierna, que empezó a manar sangre

Harry se volvió rápidamente hacia Freddy

-- ¡ Alarte ascendere !

Freddy empezó a elevarse hacia el techo de la sala de calderas hasta chocar


fuertemente contra el techo y caer sobre el suelo, ligeramente aturdido

-- ¡ Arium fectum !

399
Una fuerte onda de choque retumbó por toda la sala, contribuyendo a empeorar el
estado de Freddy, lo cual era lo que Harry esperaba

-- ¡ Arresto momentum !

Freddy empezó a poder moverse muy lentamente, lo que unido al aturdimiento en que
se encontraba permitió a Harry atacarlo de nuevo con otro hechizo.

-- ¡ Atabraquium !

Las manos de Freddy quedaron fuertemente atrapadas limitando aún mas si cabe sus
movimientos.

-- ¡ Cofringo !

El cuerpo de Freddy explotó en varios pedazos, pero cada parte empezó a reptar
lentamente por el suelo y empezó a unirse de nuevo poco a poco recomponiéndose

-- ¡ Oh, No!

Harry agarró rápidamente todos los pedazos entre sus manos, y, entonces llegó el
momento que Harry había estado esperando, un fuerte timbrido retumbó por el lugar lo
cual devolvió Harry a su cama, miró a su alrededor, no había por el momento señal de
Freddy pero debía de estar por ahí, oculto en algún sitio, ya en el Mundo real, Harry
tuvo su varita lista para anticipar cualquier ataque por parte de Freddy.

De pronto, de debajo de la cama aparecieron unas cuchillas y le hicieron un corte


profundo en el brazo lo que hizo que a Harry le resultara cidícil sujetar la varita, con lo
que, creyédose ya vencedor, Freddy salió de debajo de la cama y lo miró de cerca,
recreándose viendo el sufrimiento de Harry

-- Bueno, supongo que ganó el mejor, John, y ése soy yo, dijo Freddy levantando su
siniestro guante con cuchillas, listo para darle el toque mortal, jajajaja

Pero Harry reaccionó rápidamente haciendo un último esfuerzo para lanzar un último
hehcizo y salvarse

-- ¡ Ignis Mala !

De la varita salieron unas serpientes, dragones y quimeras de fuego que rodearon a


Freddy y lo chamuscaron, los gritos de dolor eran excruciantes

-- ¡ Aaah ! ¡ Prometo que volveré, esto no ha acabado ! dijo Freddy entre gritos, antes de
morir de forma horrible y consumirse en el fuego maldito lanzado por el hechizo.

Antes de abandonar el pueblo visitó a Alice para informarle que que por ahora la
amenaza había acabado pero también para advertirles de la advertencia final de Freddy.

Trabajo 9º: La creación del Wizengamot

Cornualles 1544, bosque de la ciudad de Truro, Harry se une a una extraña Comitiva de
Magos, ates conocidos como Druidas, avanzan por entre los árboles en silencio, pisando
la nieve, es el consejo de los druidas (Magos) del Mundo que se ha reunido ésa noche

400
para un acto muy importante para la Comunidad Mágica, acaban llegando tras un rato a
un claro, y allí todos proceden a reunirse en torno a un círculo de piedras y fuego
creado para la ocasión, todos ellos, incluido Harry llevan una túnica de color ciruela,
en un momento determinado uno de ellos se adelanta unos pasos, se da la vuelta y se
dirige al resto:

-- Hoy queda inaugurado el Santo y Sagrado Tribunal del Wizengamot, formado por éste
consejo de sabios para representar, defender y gobernar el Mundo Mágico y que se
asociará al Gran Tribunal de Muggles. Se lo comunicaremos pronto al Gobernador de la
Aldea y las regiones circundantes.

Yo, como Presidente de éste Tribunal, establezco que una de las Primeras y principales
leyes será la de la composición del mismo dewde ahora y para siempre de 49 miembros.

-- ¡Alabado sea Merlín, sabio entre los sabios!, aclamó el resto.

Harry se unió a la proclama. Poco después, y de forma discreta, se alejó del grupo y
abandonó aquella época, para encaminarse a su siguiente Trabajo.

Trabajo 10: El Destino de Elantris

¿ Alguna vez oiste hablar de la antaño esplendorosa ciudad de Elantris, John? le


preguntó la condesa a Harry

-- Hace muchos años, en historia de la Magia, es de otro Mundo Mágico ¿ verdad?

-- En efecto.

Dicen las historias que Elantris fue antaño una ciudad increí́ble y resplandeciente. Sus
ciudadanos no eran como cualquiera: tenían la piel de un tono plateado que
resplandecí́a al igual que la ciudad, con bellos cabellos blancos y habilidades má́gicas
ú́nicas. Para ser considerado uno de ellos, se generaba una transformació́n que podí́a
afectar a cualquiera en la región de Teod o Arelon, una transformació́n que se volvía un
honor. En Elantris la comida no escaseaba, la medicina llegaba a todos los que la
necesitaran, tanto así́ que personas de todo el mundo viajaban a la ciudad buscando
soluciones a los dolores propios o de familiares. Se decía que los ciudadanos de Elantris
eran inmortales y la gente común los consideraba verdaderos dioses aunque ellos se
negaban a ser venerados. Sin embargo, de repente un año la eternidad se acabó́.

Algo algo ocurrió́ que hizo que la ciudad cayera en la desgracia, transformando a sus
inmortales habitantes en despojos de carne seca y arrugada, calvos, con manchas
grisá́ceas y negras en la piel. Una especie de peste o maldición que condenó a sus
habitantes y a todo aquel alcanzado por la transformación. La grandeza de Elantris se

401
acabó́ y con ella, la gloria de sus habitantes. Los ciudadanos de Elantris ya no contaban
con el resplandor del pasado, pero sí con su inmortalidad deformada en un sufrimiento
eterno, cuyo má́s mínimo malestar se volvía una sombra hasta que la locura los
carcomí́a por dentro.

Espantados por el cambio sin precedentes, los ciudadanos de Elantris y todos aquellos
que fueran alcanzados por su transformación, fueron condenados a permanecer
encerrados tras las murallas de la ciudad. Sufrir la transformació́n pasó a significar la
deshonra a la familia, el desprecio y por ende, a todos aquellos que eran alcanzados por
la maldició́n, se les separaba de su familia y se les conducí́a a la ciudad, enviá́ndolos a
la muerte eterna.

Entonces de forma inexplicable, aquella horrible peste, alcanzó al príncipe Raedon. Era
muy amado por su pueblo, que lo consideraba un hombre inteligente y bondadoso. Se
oponía abiertamente a las distintas medidas que tomaba su padre, un hombre
anquilosado en el pasado y las antiguas y desfasadas tradiciones de la ciudad, con
respecto al gobierno de la región y fue prometido en matrimoio con la princesa
Sarene, en una alianza con el reino de Teod. Sin embargo, toda su gloria y futuro
cambió radicalmente cuando al despertar, su cuerpo habia sido víctima de la
transformació́n. Lo sacaron a escondidas de su hogar y lo trasladaron con un gran
secretismo a Elantris, y su reino debió de aceptar su supuesta muerte como una
realidad.

Pues bien, eso ocurrió hace muchos años, dos siglos de hecho, desde entonces se
perdió el contacto con el exterior tanto por parte de la ciudad como de todo su Mundo.
Ahora te digo John que vamos a evitar estos hechos, ten, tóma éste objeto dijo,
lanzándole una esfera plateada. Esa esfera es un artefacto mágico antiguo que encontré
hace muchos años en la vieja ciudad de Alejandría y que tiene el poder de proteger a un
mago o a un muggle y evitar temporalmente que pueda ser víctima de una maldición,
se le conoce como el Okinet, mientras la persona que vaya a ser afectada por la
Tranformación posea éste objeto, evitará transformarse. ¡ Cuídalo bien! , te hará falta
para salvar al joven príncipe Raoden y le indicarás también cómo salvar posteriormente
a Elantris.

Verás, debes de saber algo primero sobre el Mundo de Elantris y cómo funciona allí la
Magia, Todo sistema mágico dentro de ése Mundo Mágico empieza por la investidura.
La investidura es el principio básico, la forma atómica de la magia dentro del Mundo. Y
cuando alguien o algo adquieren “magia”, es que ha recibido la investidura.

La magia en Elantris se extrae del Dor. El AonDor (Devotion) es un tipo de investidura


que utiliza los Aones para dar forma a la energía extraída del Dor. Asímismo, los Aones
son los medios esenciales por los cuales los Elantrinos hacen su Magia, y aquí hay algo
que omití antes, resulta que muchos años antes de la maldición se produjo una fisura
masiva en ése Mundo Mágico, y antes de la misma las formas de los Aones coincidían
con las señales físicas y rasgos naturales ubicados en el Mundo, en Arelon. La fisura, o
Abismo en la tierra atraviesa los puntos de referencia del país, y a su vez causó que los
Aones perdieran su poder. Raoden debe de 'reconstruir' los Aones para que adquieran
la fisura en su diseño, y así podrá restaurar el poder de los Aones y salvará a la ciudad,
Raoden también deberá de mediar entre las diversas facciones de Elantrinos
existentes... todo esto se lo comunicarás a él y al salvar su Mundo, estableceremos una
Alianza con su Mundo.

402
Harry fingió no entender

-- ¿ Evitarlo ? ¿ Pero.. Cómo se supone que...?

-- Soy una hábil Legeremante John, de verdad no querrás que responda a ésa pregunta,
respondió con una mordaz sonrisa Lucilla.

Harry la miró precocupado. ¿ Qué más cosas sabría ?

Harry salió al exterior de la Mansión de la condesa y, tras relizar un hechizo que


requería de una gran destreza, abrió un portal a Elantris y cruzó al otro lado. Una vez
allí sacó su vuelatiempos y dió 400 vueltas hacia atrás. Lo que tenía ante sus ojos se
volvió borroso mientras giraba rápidamente, finalmente se estabilizó su visión.

403
Descansó los ojos unos segundos y miró a su alrededor, se encontraba en los alrededores de la
ciudad de Kae, sede de Reyes, gloriosa en cultura y riqueza, y emerge de las Sombras del
Reod como una puerta hacia las fecundas tierras del Sur, me encuentro al Este de Elantris, se
dijo Harry reflexionando sobre su ubicación.

-- Bueno, ahora rápido a Palacio

Aones

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Harry llegó al Palacio de Ke de noche, y, oculto bajo su capa de invisibilidad de coló en las
habitaciones del Príncipe, que en esos momentos se encontraba en el balcón, disfrutando de
las bellas vistas, admirando la cercana y mística ciudad vecina de Elantris. procurando no
asustasrlo en demasía salió de su escondite bajo la capa y dio un golpe aposta a la puerta de
los aposentos, el príncipe al oirlo, se giró y lo miró extrañado, tratando de reconocerlo.

-- Perdona ¿ tú quién eres?

-- Saludos príncipe Raoden de la ciudad de Kae, mi nombre es John Divney, y soy un Mago. No
me conoces, pero vengo de otro Mundo Mágico desde el futuro para salvarte.

-- No entiendo... ¿ qué ocurre?

-- Escucha bien mis palabras joven príncipe, en la Noche de Hoy serás alcanzado por la Shaod

Raoden sacudió la cabaza incrédulo

-- ¿ Cómo ? Eso no puede ser, la Shaod le afecta a otra gente, lejana en barrios de la ciudad,
no a mi, esas son cosas que escuchas como rumores de fondo, no...no... ¡ No me puede pasar a
mi, que soy el príncipe heredero de Arelon, no a Raoden ! ¿ Qué he hecho para recibir la
Maldición ?

-- No es una Maldición, en realidad es... puedo decirte que en mi época se sospecha que La
Shaod se debe a la estrecha conexión de AonDor con Arelon y su geografía en general. Un...
humano necesita tener algunos vínculos genéticos con Arelon, lo cual será tu caso probablente
Príncipe y además debe de estar físicamente en Arelon para ser tomado por La Shaod.

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Harry procedió a explicarle los pormenores de la gran fisura y cómo diseñar desde 0 los Aones
para reflejar la fisura en su diseño, posteriormente le comunicó que tendría que mediar entre
las distintas Facciones de Elantrinos.

-Este objeto no evitará tu transformación sino que la aplazará hasta que reconstruyas los
Aones, le indicó Harry entregándole el Okinet.

-- No sé qué decir, dijo el Príncipe agradecido ¿ qué puedo hacer para mostrarte mi
agradecimiento ?

Harry sonrió

-- Sólo 2 cosas, la primera, que le des pasado mañana un recibimiento especial a Sarene, tu
prometida, que viene en secreto para verte y como última cosa, sólo requiero La Alianza entre
nuestros Mundos Mágicos. Sólo eso

-- ¡ Considéralo hecho ! dijo el Príncipe por toda respuesta

Raoden elaboró un documento real, le puso su sello y, dándose un apretón de manos con
Harry selló la Alianza entre los 2 Mundos Mágicos.

-- Volveremos a vernos, dijo Harry a modo de despedida

Trabajo 11: Brumas de Shannara

Harry vislumbraba en la lejanía la Academia de Druidas de Paranor, sin duda, Alanon, uno de
los últimos druidas estaba ya esperándolo.

Alanon le había hecho llamar para que le ayudara a entrenar a su aprendiz, Mareth en una
técnica de ataque ofensiva. Alanon se enorgullecía mucho de su aprendiz y de tener una gran
relación no sólo de Maestro-aprendiz sino de amistad verdadera y por ello de poder ser
completambiente honesto con ella.

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Mientras se acercaba, Harry los vió desde lejos entrenando en los exteriores de la famosa
Academia de hechicería. Los oyó hablar según se fue acercando a ambos

-- No importa cuando hayas cometido un error, por grande que sea, que sepas que me
encuentro muy orgulloso de ti, eres una buena aprendiz y pronto será tu turno de dar un paso
al frente y erigirte como la nueva Druida Defensora de las 4 Tierras. Y... con el tiempo deberás
de entrenar a tus propios aprendices.

Allanon se giró hacia él y se dieron un fuerte abrazo de bienvenida.

-- ¡ John !

-- ¡ Allanon !

-- ¿ Qué ha ocurrido ? preguntó Harry

--- Es su cabezonería, dijo Allanon riéndose, su pequeño tamaño pero gran descaro provocó su
caida en un enfrentamiento ayer por la noche. Le pasa por querer vencer a enemigos de tres
veces su tamaño. Nos encontramos con un grupo de sombras, viejas y chirriantes y rspirando
oscuridad, y no pude advertirla a tiempo antes de que ella cargase sobre las mismas, su espada
atravesó una criatura que se convirtió en un remolino de tela negra y sangre, otra de ellas los
atacó con un extraño gemído de forma amortiguada y le fectó el corazón, le dolió mucho,
incapacitándola, yo por otra parte, no podía respirar, mi mente se nubló, pero de alguna
manera logré pronunciar un hechizo para poder alejar a los monstruos hasta la próxima puesta
de sol.

--- Cuando me acerqué a la criatura caida, ya aliviada y con mi corazón latiendo de nuevo, vi
que no estaba herida de gravedad, solamente tenia unos pequeños cortes en el cuello,
entonces supe loq ue debía de haber hecho. ¡ Debí de haber ingerido la esencia venenosa de la
criatura ! dijo Mareth interviniendo en la conversación. ¡ Hola, soy Mareth !

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-- Encantado

John le dio un leve beso en la mejilla.

Mareth se recuperó rápidamente y se curó con la misma facilidad durante los 2 días
siguientes. Harry sospechaba que Allanon solamente le habría explicado cómo alejar a las
criaturas dejando los detalles sobre su naturaleza fuera de la explicación, las sombras
existentes en las 4 Tierras eran seres no naturales que se alimentaban de sangre para
sobrevivir, como los vampiros, esencialmente inmortales también y casi imposibles de matar.

Pasó un mes así y Allanon sintió que ya habia llegado el momento para que Harry le entrenase
a Mareth en la técnica de defensa contra las artes Oscuras para la cual lo habian llamado. El
sol se estaba poniendo cuando los tres llegaron a la cima de una colina que ofrecía una vista
muy hermosa de la aldea en el Valle de abajo.

Allanon maldijo su tiempo en silencio. Harry pensó que Allanon y Mareth serían unos grandes
Aliados nuevos para la Comunidad Mágica. Por su parte, Mareth habría querido estar ése día lo
más lejos posible de la civilización, y se sentía incómoda por ello al estar tan cerca de la
aldea.

-- "Deberíamos de acampar en el bosque", sugirió, esperando que su voz no traicionara su


incomodidad.

-- ¿ Por qué ? prefguntó Harry

Mareth no lo miró, pero miró las luces del pueblo, con una mirada soñadora en sus ojos.

-- No hemos dormido en camas reales durante semanas, quiero estar en forma y a tope
para el entrenamiento mañana por la mañana en la cueva.

-- De acuerdo, concedió Allanon, es mejor que afrontes tus retos mañana. Descansemos
hoy, mañana será un nuevo día.

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Harry y Mareth se internaron ellos 2 solos en el interior de la caverna, Allanon se quedó a
esperarlos fuera.

-- « Como un antiguo profesor que tuve me dijo una vez Marerh: "Las artes oscuras son
numerosas, variadas, cambiantes e ilimitadas. Combatirlas es como luchar contra un
monstruo de muchas cabezas al que cada vez que se le corta una, le nace otra aún más feroz
e inteligente que la anterior. Están combatiendo algo versátil, mudable e indestructible.» Las
artes oscuras, también conocidas como magia negra, se refiere a cualquier tipo de magia que
se utiliza principalmente para causar daño. Las artes oscuras abarcan muchos hechizos y
acciones que van desde el uso de las Maldiciones Imperdonables, que son...

-- La Maldición cruciatus, La Maldición asesina y la... Maldición Imperius citó Mareth

-- Correcto, como venia diciendo las artes oscuras tienen muchos usos y su práctica está
evidentemente prohibida. Tienes que tener en cuenta que la magia oscura, toda ella, genera
rastros y puede producir un daño irreparable en el mismo alma si se usa en exceso. Un
hechizo oscuro es principalmente definido como cualquier hechizo que constantemente afecta
a un objeto de forma negativa, y normalmente se asocian por lo con diferentes niveles de
malestar que afligen luego al cuerpo tras su uso. Los hechizos oscuros se pueden clasificar en
tres grupos: están los propiamente llamados hechizos, los conjuros y las maldiciones. Estos
tres grupos forman una especie de jerarquía, con los conjuros en la base, los hechizos en el
medio y las maldiciones en la parte superior.

Cuanto más asciende uno en esta jerarquía, es peor el efecto o efectos sufridos sobre el
lanzador del hechizo son más fuertes y además tienen una mayor duración y son
indudablemente menos reversibles, la probabilidad de poder hacerlo es muy baja, por ello hay

409
que proceder y actuar con gran mesura Mereth, cuando se decide usarlos. Y dicha ésta
pequeña aclaración introductoria te enseñaré varios hehizos de defensa.

-- El primero es un hehcizo sencillo que produce un pequeño flash y sirve para cegar
temporalmente al adversario y darte ventaja para poder apresarlo o para huir
desapareciéndote. ¡ Caecatum aria !

Mareth miró a los lados desconcertada sin ver nada, luego probó a practicar ella el hechizo
contra Harry, a la cuarta vez lo realizó de forma casi perfecta cegando a Harry.

-- ¡ Perfecto, ya lo has dominado ! Y ahora, en cuanto consiga ver de nuevo, dijo Garry
provocando las risas de Mareth... iremos a por el segundo hechizo, el cual se utiliza para lo
mismo que el anterior y darte una ligera ventaja momentánea sobre tu enemigo, sólo que
ahora no ciega al enemigo pero lo deja confundido durante un breve tiempo.

Tras dominar Marteh el hechizo Harry la enseñó varios hechizos más, expelliarmus para
desarmar al adversario y dejarle sin varita, para el cual se mostró muy talentosa, flipendo para
empujar y aturdir al enemigo, Impedimenta, para anular y evitar que otro te lance un hehcizo
y anteponerte al rival en un duelo, Incarcero, empleado habitualmente para amarrar con
gruesas cuerdas al oponente, éste hechizo le costó especialmente a Mareth que sólo conseguía
conjurar 2 ligeras cuerdas que apenas sujetaban a Harry, por eso estuvieron mucho tiempo
practicándolo, Mimblewimble: (hechizo defensivo que se manifiesta en forma de chorro de luz
azulada y que provoca en el oponente una dificultad al hablar o expresarse evitando así que
conjure hechizos), Petrificus Totalus: ( el cual se usa para petrificar totalmente al oponente
permitiendo al usuario atacarlo con facilidad. La única manera de revertirlo es conjurando el
hechizo Finite Incantatem). Para finalizar las leciones Harry le enseñó el hechizo Locomotor
Mortis, el cual sirve para juntar las piernas de la víctima haciendo que ésta se caiga, y, tras
realizarlo de forma excepcional Mareth a la segunda intentona, Harry se dió un buen golpe
contra el suelo.

--- Ha sido un buen dija, dijo Mareth visiblemente agotada tras salir junto a Harry tras 4 largas
y duras horas de entrenamiento.

En el exterior Allanon les había preparado una pequeña barbacoa estilo muggle con costillas y
chorizos.

-- ¡ Tú si que sabes cómo celebrar ! dijo Harry como agradeciemiento.

-- El que te da las gracias soy yo, por ayudar a éste viejo Druida, dijo Allanon sonriéndole. Y
ahora comamos, a todos nos hace falta.

Al día siguiente Harry se despidió de Ellos decidido a emprender su último Trabajo y acabar
las Pruebas. Un fuerte sentimiento de confianza lo invadió mientras atravesaba el Portal de
vuelta a su Mundo. Se encontraba defininitamente listo.

Trabajo 12: El Cazador de sombras de Alacante

En esos momentos, en Alacante...

Magnus se había colado en una fiesta, y nadie en esa fiesta lo conocía, tras un rato
sintió que necesitaba salir de ahí antes de que cualquiera le preguntara sobre su
presencia. Miraba hacia todos lados intentando no llamar la atención, algo que era casi
imposible a los ojos de Alec Lightwood.

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-Finalmente te encuentro, dijo el chico cubriendo el paso de Magnus. -¿Dónde te metiste?

Magnus abrió mucho los ojos, ahora tenía que inventar una excusa suficientemente decente
como para no quedar como un demente. Lo intento, pero las cosas rara vez le salían como
esperaba. -Tengo que irme. -Dijo después de un momento sin más, e inicio su camino de
nuevo.

Alec rió y con un hábil movimiento se interpuso nuevamente frente a Magnus. -Vamos.
¿Cuántas veces piensas huir de mí?

Magnus resopló. -No huyo de nadie, señor Cónsul. -Dijo sonando ofendido a la vez que muy
borracho.

-¡Excelente! -Exclamó Alec. -Tomaremos otro trago entonces. -El chico hizo que los ojos de
Magnus se expandieran aún más cuando este atravesó su brazo con el de él para arrastrarlo
hacia la barra de bebidas caminando en exceso juntos.

Alec tomó una bebida y le ofreció a Magnus otra en una pintoresca taza de té. -Así que… -
Inicio Alec absurdamente sonriente. -Magnus Bane ¿Cuál es tu historia?

Magnus dio un pequeño trago a su bebida, sus ojos se movieron alrededor de la habitación en
busca de algo que decir o una ruta de escape. -Em… yo… No tengo ninguna, en realidad.

-Todos tenemos una historia. -Dijo Alec sin quitar sus ojos brillantes de Magnus. -Y estoy
seguro de que la tuya debe ser interesante.

Magnus sintió que la sangre le subía a la cara, odiaba la atención que estaba recibiendo, odiaba
la belleza de Alec pero sin duda odiaba más su seguridad. -No estés tan seguro, murmuró
Magnus apartando la mirada avergonzado.

-De acuerdo. -Dijo Alec. -En vista de que no pretendes conversar conmigo, haré algo que, como
bien sabes, nunca hago, esposo mío.

Magnus entrecerró los ojos con sospecha, pensando en la nula posibilidad de que éste chico,
abierto y sin ningún tipo de medida tuviera en su vida Algo que nunca hubiera hecho. -
Iniciaré la conversación hablando de mi día . ¿Te parece un buen trato?

En absoluto. Pensó Magnus. La historia de Alec, el Cónsul, seguramente estaría llena de cosas
increíbles y fascinantes, mientras que Magnus no podía pensar en nada más interesante en su
vida tras no ser ya más el Gran Brujo, se había convertido en un confidente, en alguien al los
centenares Cazadores de Sombras acudían intentando buscar un rumbo, un consuelo para sus
estresantes vidas.

-No. -Dijo Magnus. -Claro que no, si comienzas a hablar de ti, entonces yo quedaré como un
anciano bibliotecario.

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Alec apartó la bebida de su boca para reír en una carcajada. -¡Mi dios! ¿Siempre eres tan
sincero, esposo mío?

Magnus se encogió de hombros.

-Me gusta. -Dijo Alec mirando de nuevo a Magnus con una atención casi insoportable.

Insoportable, de hecho. Magnus colocó su bebida sobre la barra. -Me dio gusto haberte
acommpañado hoy, Alec Lightwood. -Dijo intentando una sonrisa. -Si me discul…

-¡Oh, por el mismísimo Raziel! -Alec también colocó su bebida en la barra. -¡Amo! Esa canción.
-Alec no esperó y tomo la mano de Magnus para arrastrarlo de nuevo con él, pero ahora hacia
la pista de baile.

Magnus entro en pánico en dos segundos. -¡¿Qué?! ¡¿Qué crees que haces?!

Alec se detuvo, estaba tan sonriente, irritadamente sonriente. -Te lo dije, amo esta canción.

-¿Y tú… estas pretendiendo que baile contigo?

-Ésa es la idea. -Dijo Alec mirándose confundido, por primera vez en lo largo de la extraña
cita. -¿No bailas, esposo mío?

-No. No habitualmente y ya sabes que no con… -Magnus tropezó en la oración, intentando no


herir a Alec e intentando no quedar como un idiota.

-No con… ¿ Cazadores de sombras? -La mirada de Magnus le dijo que había acertado. -Te noto,
esposo mío, dijo Alec. No te soy indiferente.

Magnus movió su mirada hacia otro lugar, odiando no poder negar esa parte.

Alec se compadeció, ¡ escucha ! Dijo comprensivo y con un tono de voz amable. -Una pieza,
solo eso pido, además, nada de lo que ocurra tiene que salir de este lugar, no si no lo quieres.
Nada se sabrá en El Instituto. Aunque Clary e Isabel se partirían se la risa, jajaja

-- Ni se te ocurra, dijo Magnus ahora enfadado

Alec se cayó

Magnus en realidad no podía creer el rumbo que había tomado la cita, su noche había
comenzado intentando escapar de una fiesta a la que no había sido invitado, para acabar en
una cita improvisada con su Marido Alec, que se habia vuelto un poco incómoda. Se
sorprendió aún más cuando al ver la sonrisa de Alec descubrió que no quería escapar, no en
realidad. Suspiró fuertemente, de nuevo

412
-No me hago responsable de mis terribles movimientos. -Dijo finalmente tomando la mano de
Alec.

-Aunque arruinaras mis estupendos zapatos, dijo Alec sonriendo, seguramente te perdonaría,
esposo mío.

Y por primera vez en la noche Alec recibió una sonrisa sincera de Magnus Bane. Ambos se
movieron hacia la multitud, cuidando no introducirse mucho, teniendo la libertad de moverse
sin preocupaciones. Alec diestramente colocó sus manos tras la espalda y el brazo de Magnus
mientras que éste les encontró lugar a los costados de Alec, sujetando su chaqueta para que se
mantuvieran ahí. No estaba seguro de cuál era la manera correcta en la que dos pudieran
bailar, lo extraño fue que no les dio mucho tiempo a pensar en ello, la sensación de Alec
sujetándolo lo envolvió muy rápido, en lo absoluto era incomodo, era todo lo contrario, los
ojos de Alec seguían puestos en él pero extrañamente ahora Magnus no quería que eso
cambiara, y tras lo mla que lo hbía pasado durante los últimos meses, recordó lo mucho que
amaba a su Esposo, Alec no intento en ningún momento acercarse más de lo debido a Magnus,
y le sonreía de forma encantadora mientras los 2 se movían en perfecta sincronía, la canción
era perfecta, su aroma era exquisito, sus manos eran tibias y gentiles.

-Alguien me mintió. -Dijo Alec rompiendo el silencio entre ellos en medio de las melodías. -Lo
haces estupendamente.

-No te robes el crédito. -Dijo Magnus sorprendiendo un poco a Alec. -Me guías muy bien,
gracias.

-Gracias a ti. Por concederme la pieza.

Sus miradas estaban fijas, Magnus sonrió levemente, se conmovió con la amabilidad de Alec y,
dejándose llevar por lo cálido del ambiente, dejó ir todas sus preocupaciones por unos
minutos, se movió hacia él y colocó su cabeza sobre sus hombros. Alec se amoldó a la nueva
posición, rodeando a Magnus más con sus brazos.

La música desapareció de los oídos de Magnus, ahora estaba concentrado en escuchar y sentir
el latido del corazón de Alec que parecía haber aumentado su ritmo. Magnus se permitió
sentirse complacido con ello. Observó al resto de las personas a su alrededor y de nuevo miró
a los ojos a Alec. Había una pareja más que estaba poniendo atención en ellos, ella era
claramente una alumna del Instituto, que se reía, el chico que bailaba con ella, un bello
Mundano les miraba su vez sonriendo con abrumador entusiasmo.

La canción terminó, pero no la conversación ni mucho menos la noche.

Una Joven Mundan Rubia, la anfitriona de la fiesta, se sentó cerca de la entrada para despedir
a los invitados quienes no dejaban de felicitar a tan entregada planificadora.

-Fue un éxito, ¿Cierto? -Magnus se acercó a Ella. -Felicidades.

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-Es un gran proyecto. -Dijo la joven. -Yo solo hice una fiesta.

Magnus sonrió. -La modestia no es lo tuyo.

-No es modestia. -Dijo. -Esta fue la fiesta del año y yo la hice.

-Eso es más convincente. -Magnus se encogió de hombros. -En verdad me divertí, gracias.

-No agradezcas, también me divertí.

-- Muchas gracias, dijo Alec a su vez, sonriendo a la bella Mundana

Magnus tomó aire e intento verse despreocupado. -Adiós, Alec, nos vemos luego, en el
Instituto, dijo y salió del edificio.

Y ahora ahí estaba, en medio de la noche, a la orilla del río de autos en una de las más
transitadas calles de Manhattan, sintiéndose absurdamente idiota, por dejar que la noche le
sobrepasara, por dejar que su esposo se metiera en su mente para pasar una noche de
entretenimiento y lo alejara de sus malos pensamientos de los últimos meses. Estaba
intentando perdonarse a sí mismo cuando un coche lujoso negro se detuvo frente a él,
excelente para terminar su noche, pensó, ahora le sería mucho más difícil conseguir un taxi.
Antes de que cualquier cosa pasara, Alec Lightwood apareció desde dentro del auto y camino
con paso largo y seguro hacia Magnus.

-Estaba empezando a creer que te había perdido. -Dijo mientras abría la puerta del copiloto
para Magnus. -Lamento haber tardado, pero necesitaba terminar algunas cosas en el instituto.

Magnus miro a Alec y a la puerta abierta de su auto con sombro. -¿Puedo saber qué haces? Te
dije que te vería luego, dijo irritado

Alec se encogió de hombros. -Sé que dije que nada tenía que salir del edificio si no lo querías,
pero vamos, ¿En verdad esperas que te deje ir así de fácil, con lo que has pasado estos últimos
meses? Necesitabas una noche para relajarte y yo quería dártela. Además, técnicamente, salí
por mi cuenta, así que no estoy faltando a mi palabra. Solamente me crucé contigo, dijo
sonriendo

-Me refería específicamente al hecho de que quieres que suba a tu coche.

-Me sería difícil llevarte a nuestra casa si no lo haces, no imposible, pero sí complicado.

-No necesito que me lleves, puedo conjurar un portal si quiero.

-Eso es verdad, pero no evita que lo haga. Alec miró a Magnus con sorpresa. ¿Qué pasa?
Juraría que lo estabas pasando bien. No piensen en los meses pasados, sólo hazlo por mi, sólo
durante ésta noche, por favor.

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-- No.. no es eso, exactamente.

-¿Ah no, señor preocupación constante?

Antes de que Magnus pudiera responder nada, un conductor detrás del coche de Alec hizo
sonar la bocina para indicar que necesitaban moverse, pero Alec ni se inmutó, su bella mirada
reluciente lucía ahora más brillante que nunca por las luces de la ciudad reflejados sobre sus
ojos, los cuales estaban fijos en Magnus, ilegibles y firmes.

La bocina sonó una vez más. -Deberías de moverte, dijo Magnus jugando con sus manos.

-Debería, estuvo de acuerdo Alec.

Un par de coches más se unieron a la protesta. -¿Has perdido la cabeza? -Preguntó Magnus
alarmado. Provocarás un accidente, ¡ muévete !.

- ¡ Tú también has bebido !

Magnus realizó un conjuro moviendo de forma rítmica sus brazos y entonces su pecho se
iluminó con una luz azul, la cual parpadeó durante unos segundos, luego volvió a apagarse. Ya
está, dijo, estoy de nuevo sobrio

-- ¡ Anda, sube ya ! lo increpó Alec, señalando hacia el interior del coche. ¡ Sólo entonces me
moveré ! .

Unas llantas rechinaron y un coche pasó al lado del de Alec a gran velocidad, el movimiento
del conductor fue con enojo y violencia, casi provocando un accidente con el resto de coches
que se mantenía en movimiento.

Magnus se alteró mucho. Eso en definitiva debió haber asustado a Alec, pero cuando Magnus
busco su rostro encontró la misma mirada tranquila y divertida. Eso en verdad asustó a
Magnus y subió al coche tan rápido como pudo, Alec cerró su portezuela y caminó hacia el
otro lado del coche para subir a él. Magnus miraba hacia el caos de la calle, Alec miró por el
retrovisor y los espejos laterales, por primera vez con gran angustia en su rostro, y una vez
que se pusieron en marcha y el trafico retomó su flujo normal, Alec respiró profundamente
dejando salir el aire con una risa nerviosa.

-Por dios, eso estuvo cerca.

Su rostro estaba iluminado por la diversión y la adrenalina del momento, Magnus pensó que
debía estar molesto increíblemente molesto con él, se encontró con un inesperado
sentimiento de alegría y euforia, la risa de Alec le contagió de inmediato.

-Muy cerca. -Dijo Magnus riendo.

Alec se miró complacido con hacer reír a Magnus de nuevo. ¿ A donde vamos ahora ? preguntó

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-Greenpoint. -Dijo Magnus.

-¿Bromeas? -Dijo Alec con entusiasmo. -¡Amo Brooklyn!

Finalmente se fueron a casa

Alec levanto una figura de porcelana y la observo con admiración. -¿Cómo no conservar algo
como esto? ¡Oh por dios! -Dijo Alec caminando hacia la terraza. -Esta vista es ¡In-cre-i-ble!

Magnus rió, se sentía cada vez más animado esa noche, la primera vez en mucho tiempo que
se sentía nuevamente relajdo y libre de preocupaciones, aunque solamente fuera esa noche.

-¿Qué te puedo ofrecer?

Alec le miro divertido. ¿ Qué tal... ¿Té?

-¡ Marchando ! dijo Magnus desapareciendo en el interior.

Alec caminó por la terraza, hipnotizado por las luces de la ciudad y el movimiento de las
personas a la lejanía, el puente de Brooklyn parecía una obra de arte con la luz de la luna
sobre él. Alec despertó de su aturdimiento cuando escuchó el ruido de la charola que Magnus
había traído y colocado sobre la pequeña mesa de jardín.

Alec se movió hacia Magnus y reacomodó su silla, no solo para estar cerca de Magnus sino
también para seguir disfrutando de la vista. Tomo su té, el cual le sorprendió por lo delicioso
que era.

-Así que… dijo Magnus tomando su lugar en la mesa. ¿ Qué tal todo ?

-¿La verdad? inquirió Alec con suma cautela

-¿Qué podría pasar? ¿ Morirme hoy de felicidad ?

-Un lugar sin espacios abiertos, con papel tapiz de los 70’s, libros por todas partes y, en
definitiva. Nunca una terraza.

-Eso sonó horrible. Magnus se rió con una fuerte carcajada. La próxima vez decorarás tu,
querido mío

-Lo sé, esto es increíble, perfecto. No debería de haber dicho nada. Pero un día haremos el trío
ése que me prometiste con esa cazadora de Sombras dominante en la Cama... dejó caer Alec
riéndose, dicen los rumores que tiene un arnés enorme...

Sus miradas estuvieron fijas por un tiempo indeterminado, por primera vez o eso sintió
Magnus, el tiempo se convirtió en algo importante para él.

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Alec rompió el enlace cuando sintió algo atravesando por entre sus tobillos. El chico se
inclinó, Magnus miro a través del cristal de la mesa y vio al Gato, a punto de ser levantado
por Alec. Magnus se alarmó.

-No lo hagas. ¡ Te morderá ! .

Para cuando Magnus terminó su advertencia Alec tenía ya en sus brazos al enorme gato y éste
extrañamente dejó que Alec le acariciara la barbilla.

-Está bien. -Dijo Alec encantado. -Le agrado.

-Sin duda. -Dijo Magnus mirando a Iglesia

Poco después se acostron, muy cansados de tanto ajetreo. A la mañana siguiente cuando
Magnus se levantó Alec ya se había ido al Instituto.

-- Me ha dejado dormir más, ¡ qué considerado !

Tras desayunar recibió una visita de un brujo amigo suyo

-- Alec ha detectado una intrusión de un Demonio Scorpio en otro Mundo Mágico, es nuestra
responsabilidad encargarnos de ésa amenaza, un Mago de aquel Mundo se reunirá con
nosotros allá. Alec te ha enviado a un Cazador de Sombras para que te ayude, irás con Henry

-- De acuerdo, convino Magnus preparándose

-- En ese momento llamó a la puerta el Cazador de Sombras, bien puntual

Minutos despues, Magnus, ya listo abrió un portal al Mundo Mágico donde debían de dirigirse
y se despidieron del otro Brujo

-- Buena suerte Magnus

-- No la necesito, me siento con confianza hoy

......................................................................................................................................

Por su parte, Harry apareció en las inmediaciones del Callejón Diagón, y por ello decidió a
internarse dentro del mismo para reunirse con sus contactos.

En el exterior de Borgin y Burkes lo esperaban dos personas, un joven de ojos azules y


cabello cobrizo grisáceo con extrañas runas en forma de tatuajes sobre el cuerpo. Parecía un
chico decidido. Junto a él se encontraba un Brujo con el cabello moreno muy alto y delgado de
aspecto asiático, sus ojos tenían un brillo especial y sus labios estaban pintados con lápiz
labial color aceituna.

417
--- ¿ Eres el Mago ? preguntó a Harry

-- Sí. ¡ John Divney a tu servicio !

-- Encantado. Nos vendrá bien tu ayuda.

-- ¿ A qué nos enfrentamos ?

-- Alec Lightwood, el Cónsul de La clave nos ha enviado a tu Mundo a destruir a un demonio


y... pero, perdóname mi descortesía, dijo disculpándose el joven, yo soy Miguel Hayward,
Cazador de Sombras y él es el Brujo Magnus Bagne, un subterráneo, antiguamente conocido
como el Gran Mago de Brooklyn.

-- Se trata de un demonio Scorpio, parece un escorpión con una cola larga, con picos y tiene
un aguijón delgado que suele mover velozmente como un látigo, lo informó Magnus.

Miguel sacó su sensor de Cazasombras, y tras mirarlo detenidamente averiguó donde se


encontraba el demonio, estaban cerca.

-- Por ahí, gritó, y salió corriendo hacia un callejón cercano, Harry y Magnus, a su vez
indicaron a los Magos con los que se iban cruzando que despejasen la zona ya que era
peligroso estar ahí. Habían recorrido 200 m en el interior del callejón cuando se encontrron
con 2 vístimas muertas en el suelo, tenían garves heridas en el cuello y en las piernas y su
cara estaba muy desfigurada.

Escucharon un rugido cercano, seguido de un grito, y vislumbraron al demonio abalanzándose


sobre otra vpictima, Henry sacó una espada larga de alabastro que llevaba colgada a su
espalda, Magnus, por su parte, empezó a agitar sus manos conjurando un hehcizo protector
que cubrió a la joven y evitó el ataque del demonio.

-- ¡ Flipendo ! el hechizo de Harry provocño que el demonio saliera despedido hacia su derecha
varios metros, por lo que Henry aprovechó ése emomento para poner a salvo a la joven Maga.

Magnus comenzó de nuevo girar frenéticamente las 2 manos, y un portal se abrió ante ellos,
una luz negra se vislumbraba al otro lado.

-- ¡ Protero exilum !

La criatura voló por los aires y se precipitó al otro lado del Portal, y entonces las manos de
Magnus terminaron de nuevo con sus movimientos circulares, haciendo que el portal se
cerrara, utilizó su energía para que éste se sellara para siempre evitando que cualquier
criatura, buena o mala lo atravesara por cualquier lado del portal. Magnus observó alrededor
por unos segundos y respiró profundo, y así, tras mirar fijamente a Harry afirmó sonriéndo:
Bueno, nos hemos librado por fin de ése asqueroso demonio. Debemos de repetir esto en otro
momento, ha sido...

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-- Divertido, concluyó Henry la frase por él, incorporándose de nuevo a ellos

-- Durante demasiados años han vivido ya nuestros Mundos Mágicos separados, ya es hora de
una Alianza. Comunicádselo al cónsul Lightwood, les indicó Harry, satisfecho.

-- La Clave ha llamado a las Cónclaves sobrevivientes de todo el mundo de vuelta a Idris para
cerrar sus filas y sellar las salvaguardas ante el inminente ataque del Pacto a la ciudad de los
Cazadores de Sombras. Enviaremos a un representante a vuestro Mundo como Embjador, dijo
Henry como respuesta, puedes contar con ello John. Son los designios del Ángel Raziel.

--- Los Brujos también se unirán a vosotros John, dijo Magnus.

Magnus tenía una expresión tranquila, parecía sentirse orgulloso de sí mismo, y tomando un
nuevo y largo respiro, se unió al Mago y a Henry mientras abandonaban los 3 juntos el
Callejón Diagón. Casi al finl del mismo, se adelantó unos pasos y abrió un portal hacia su
Mundo, solamente se detuvo un instante antes de cruzarlo para mirar una ñultima vez a Harry
antes de atravesarlo y le guiñó u ojo

-- ¡ Nos vemos !

Harry rió internamente, ahora todo podía tomar su rumbo, podía seguir nuevamente su
camino, había terminado todas Las pruebas.

Capitulo 29: El juicio

Tras la muerte de Voldemort hubo un fatídico hecho que sacudió a todos, un mortífago que
aún andaba suelto atacó al profesor Snape, y su cerebro quedó severamente dañado.

Para colmo el Ministerio lo condenó a juicio por su pasado como Mortífago

30 de Mayo de 1998 Harry acudió a los Juicios tras la muerte de Voldemort y entró en la Sala
del Tribunal del Wizengamot

—Este tribunal considera que el acusado es culpable —dice el portavoz del Wizengamot, un
anciano mago con rostro entrañable que en otro tiempo le hubiera ocasionado una punzada de
tristeza, puesto que a Harry le recuerda a Dumbledore, pero que ahora ha quedado eclipsado
por la visión del inexpresivo rostro del "mortífago" condenado.

Harry quiere levantarse, quiere gritar, quiere llorar, pero no puede. Algo se lo impide,
oprimiéndole el pecho y apenas dejándole respirar más que en fuertes estertores. Todo sucede
a cámara lenta, como si el tiempo se hubiera detenido, pero a la vez avanza inexorable hacia
delante, los hechos se suceden y él sigue sentado sin poder protestar, sin poder hacer nada.

Dos Aurores se acercan al prisionero encadenado y le obligan a levantarse de la silla de los


acusados. El hombre eleva el rostro hacia las gradas, le mira con fijeza y mueve los labios,
donde puede leer un mudo «estaré bien».

Como si esa mentira hubiera puesto en marcha un resorte, Harry se levanta y grita, grita,
grita. Grita tanto que le duelen la garganta y los oídos, pero ningún sonido sale de su pecho
oprimido y, entonces, cae…

El joven cuerpo sudoroso se sacude, y del pecho lampiño surge un bronco gemido. Segundos
después, despierto del todo, con el corazón brincando en su pecho y lágrimas rodando por su

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rostro, que surcan el puente de la nariz y se derraman por el lóbulo de su oreja derecha, Harry
abre los ojos.

—¿Otra pesadilla? —pregunta una voz a su espalda.

Con un movimiento rápido y casi clandestino de su mano, se seca las lágrimas y se tumba
boca arriba en la cama.

Sentado a su lado, con la mirada perdida en un libro que apoya sobre sus rodillas, está el
hombre que ha hablado. Pero él no está seguro de si podrá responderle con la voz
mínimamente firme así que permanece callado, contemplándole unos segundos sin conseguir
verle con claridad a causa de su miopía.

—Deja que adivine: ha sido tu sueño recurrente.

Harry carraspea y se ladea en su dirección. Al final cree haber encontrado la fortaleza


suficiente como para hablar, pero no se molesta en contestar a su pregunta. ¿Para qué? Sabe
sobradamente la respuesta.

—Pásame las gafas, por favor —le pide.

—La próxima vez déjalas en tu lado de la cama.

—Lo haría si en mi lado de la cama hubiera una mesilla de noche —abre las patillas de las
gafas que el hombre le ofrece y se las coloca. Al fin puede verle de forma definida: la misma
expresión impertérrita de siempre, el mismo brillo peligroso en los ojos negros, pero cuán
distinto es ahora el sentimiento que le inspira—. ¿Qué hora es, Severus?

—Las tres y media de la madrugada.

—Ufff… ¡qué tarde! No debería haberme dormido —dice, sentándose junto al otro hombre, que
se limita a encogerse de hombros y volver a perder su mirada en el libro—. No lo pretendía.

—¿Qué más da? A mí no me importa.

—Pero yo no quería dormirme —apoya su cabeza contra el hombro huesudo y desnudo del
hombre y contempla las letras de su libro. Puede verlas con claridad, incluso está seguro de
que puede leerlas, pero no le interesa, ya que debe de tratarse de un aburrido libro sobre
pociones. De todos modos se lo pregunta—. ¿Qué estás leyendo?

—Probablemente mi último libro.

Harry se yergue y le mira a la cara, pero el otro no cambia su postura y sólo puede apreciar su
perfil.

—¿Por qué dices eso? Aún no sabes cuál será el veredicto.

—Hay que prepararse para lo peor.

—No dejaré que te lleven a Azkabán  —se acerca más a él, como si de ese modo pudiera
reforzar su afirmación, aunque no sabe si es para darle calor o para animarse a sí mismo—. No
lo permitiré.

—Tú no vas a poder evitarlo.

Su voz suena tan fría, tan monótona y sin inflexiones, tan resignada, que hace que le hierva la
sangre.

—Les diré todo lo que sé. La verdad. Toda la verdad.

—¿Verdad? —Se mofa el otro—. ¿Y cómo sabes cuál es la verdad?

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—¿Qué?

—Por lo que a ellos respecta, tú no sabes nada. No viste nada. Sólo un puñado de recuerdos
manipulados para parecer que yo era inocente, nada más.

—¿Qué estás diciendo? Eso no es cier…

—¿Cómo sabes que no? —Al fin sí le mira, pero Harry hubiera preferido no haber deseado
jamás que lo hiciera, porque lo que ve en su mirada vacía le asusta. Tanto, que se queda sin
habla—. Pude haberte engañado simplemente para limpiar mi nombre.

—Te estabas muriendo, estabas moribundo, ¿por qué ibas a querer engañarme? Tú… tú…
querías a mi madre…

—Nadie lo diría si nos hubiera visto juntos hace unas horas, mientras te estremecías en mis
brazos.

—Eso es… —De pronto se le ocurre un buen argumento y lo dice, entusiasmado—. Pero nadie
nos ha visto.

—No, nadie nos ha visto —regresa sus ojos al libro de nuevo—. Y es mejor así, sino podrían
pensar que lo hago para tenerte de mi parte. Que me tiro al Niño Dorado sólo para que me
ayude a salir de ésta.

—Eso no…

Pero no acaba la frase, le da demasiado miedo que vuelva a llevarle la contraria. Que diga que
todo ha sido una mentira. Que aquel día en que Harry reunió el valor suficiente para asumir su
sexualidad y su ineludible atracción por él, no le correspondió con legítimo entusiasmo sino
con una motivación mucho más ruin: salvar el pellejo. Porque él se muere por su pellejo, por
los huesos y por el alma que hay debajo; se muere por tenerle a su lado sin las limitaciones del
secreto.

—No te preocupes, nadie sospecha nada. Estoy seguro.

—¡No me importa eso! —grita, y así consigue que lo mire, de nuevo—. Voy a decir lo que sé y
me creerán.

—Siempre te quejas de que nunca te hicieron caso —Sus palabras le hieren como puñaladas,
porque sabe que esas sí son cruelmente ciertas—. No te creyeron cuando hablabas del resurgir
del Señor Tenebroso. ¿Por qué iban a creerte ahora que intentas defender a su mano derecha?

—Tú no eras su mano derecha, sólo lo fingías.

—Nadie puede fingir durante tanto tiempo —sentencia.

Se miran el uno al otro intensamente a los ojos, en un mudo desafío. Harry se reprocha a sí
mismo haberse dejado llevar durante tantos años por las apariencias: el oscuro y retorcido
profesor de Pociones, de trato imposible y con un carácter de mil demonios, no podía más que
estar del lado del mal. Había sido muy fácil creer que alguien así era un ser cuya malignidad
había traspasado límites y asomado a su rostro poco agraciado. Harry está seguro de que, para
muchos, pensar lo peor de Snape sigue siendo muy fácil.

—Puedes seguir haciendo de abogado del diablo si quieres, pero no esperes que empiece a
dudar de ti.

—De nuevo, querrás decir —Harry frunce el ceño, confuso por sus palabras y él se apresura a
puntualizar—: Dudar de mí, de nuevo.

—Lo admito, he dudado siempre de ti. Tú me hiciste dudar, pero estaba equivocado. Hay que
ser muy valiente para admitir un error, ¿lo sabías?

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—No fuiste seleccionado para Gryffindor sólo porque eres un inconsciente descerebrado, eso
hay que reconocerlo.

Harry recuerda, no por primera vez, que estuvo a punto de ser enviado a Slytherin. Ha
pensado mucho en ello desde que conoce la verdadera naturaleza y las auténticas lealtades de
Severus, y siempre ha llegado a la conclusión de que no son tan distintos el uno del otro.
Nunca se lo ha dicho y no está seguro de querer hacerlo porque no sabe cómo se tomaría el
hecho de haber elegido pertenecer a Gryffindor antes que formar parte de Slytherin. De lo que
sí está seguro es de que no quiere discutir, y parece que últimamente es lo único que acaban
haciendo.

—Será mejor que me vaya —decide. Se gira y pone los pies en el suelo para tantear con el
izquierdo la helada superficie en busca de sus calzoncillos.

—Como quieras.

Nada más. Ni un «no es necesario». Ni un «no te vayas». Y, por supuesto, ni un «quiero que te
quedes». Y Harry se ahoga en un profundo sentimiento de abandono. Pero no debe
demostrárselo, él es un Gryffindor valiente y orgulloso. Y, sobre todo, independiente. Siempre
lo ha sido, el por qué ahora le resulta tan difícil abrazar esa independencia, es algo que no
comprende. Lo único que alcanza a discernir con claridad es el dolor que le causa el aferrarse
a ella.

Se viste con demasiada rapidez, fingiendo que no espera que Severus pose una de sus grandes
manos de largos dedos sobre su brazo para detenerle. Cuando vuelve a sentarse en la cama
para atarse los cordones de los zapatos los ojos se le llenan de lágrimas, y parpadea con fuerza
para que éstas no se derramen. Sería lamentable que tuviera que consolarle cuando es Severus
el que se juega el cuello al día siguiente. Lamentable y vergonzoso. Como lo es su estúpida
decisión de marcharse cuando lo que debería estar haciendo es abrazarse al hombre que ama.

Pero sabe que no le gustan los abrazos, ni las muestras efusivas de cariño, ni que intenten
consolarle por la suerte que puede correr su destino, ni que se queden a pasar la noche en su
cama aunque haya fingido que no le importe. Harry sabe demasiado bien que ni siquiera ha
puesto una segunda mesilla de noche en su lado porque no tiene un lado asignado en esa
cama. O está encima o está debajo y luego… luego no está. Y además está esa fina línea en la
que se mantiene en vilo. Tan pronto se siente seguro de los sentimientos que alberga el
Slytherin por él, como surgen las dudas de si le quiere de verdad o simplemente se limita a
desearle y a tomarle cuando le apetece. O cuando Harry se lo permite. Quizá el problema
estriba en que Harry siempre se lo permite.

Se levanta con un suspiro que espera no suene tembloroso. Se acerca a la puerta de la


habitación, llevándole la contraria a su verdadero deseo, que es darse la vuelta, aferrarse al
cuello de Severus y besarle hasta la mañana siguiente, cuando los Aurores vengan en su busca
para escoltarle hasta el Ministerio. Cree que ni siquiera entonces sería capaz de soltarlo.

—Bueno, Severus, me marcho —dice sin atreverse a girar la cabeza.

—Nos vemos mañana en el juicio —le contesta con esa molesta voz monocorde.

—Vale —No puede evitarlo, se gira para confirmar que sigue en la misma postura, leyendo su
libro. Eso le enfurece, aunque supone que es la manera que tiene el hombre de mantener los
nervios a raya—. Severus —lo llama, y le funciona, porque el otro lo mira, expectante—. Todo
irá bien. Deberías intentar dormir un poco. Creo que lo mejor sería que te tomaras una poción.

—Gracias doctor Potter, lo tendré en cuenta, responde sarcásticamente.

Tras lo dicho, regresa su atención a la lectura y Harry siente que sus fuerzas flaquean de
nuevo. No dice nada más, no puede. El nudo que se ha apretado fuerte en su garganta hará que
su voz salga patéticamente débil y no quiere demostrarle que teme lo que pueda suceder al día
siguiente. Por él, porque le quiere más que a nada -ante sí mismo puede admitirlo-, tiene que
ser fuerte y lo será.

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Se marcha con el corazón y el alma rotos, dejando los trozos desperdigados en la habitación
que acaba de abandonar.

Nada más escuchar la sentencia, la cabeza le da vueltas. Teme, al mismo tiempo que ansía,
levantar la mirada hacia las gradas, allí donde sabe que está Harry, para verle por última vez.
Para llevarse la imagen de su rostro joven y masculino consigo por siempre. Sabe que si lo
hace se arrepentirá, que flaqueará su decisión.

En cuanto oye cerrarse la puerta de la casa, Severus lanza lejos, con incontenible rabia, el
libro que ha estado fingiendo leer. Si no fuera un hombre adulto se echaría a llorar como un
niño, se lamentaría por su eterna mala suerte. Nunca ha podido ser feliz del todo, nunca su
alegría (sus pocas alegrías a lo largo de 39 años) ha sido completa. No es justo arrastrar a la
desgracia al joven que acaba de dejarle. Tomó hace días la decisión de que no quiere hacerlo.

Se levanta de la cama para ponerse una bata sobre el cuerpo desnudo. Por higiene debería
lavarse, pero quiere seguir sintiendo el aroma de Harry sobre su piel. Baja las escaleras hasta
el sótano donde tiene una poción a medio elaborar. Es la primera vez que la prepara y por eso
se ve obligado a dejarse guiar por su instinto y por el libro de pociones que su madre
conservaba entre sus libros más preciados, con el agravante de que es una de esas pociones
que no es posible probar. O se hacen perfectas o no producen el efecto deseado, sin término
medio y, en su caso, sin posibilidad a corregir el error.

Se concentra en el trabajo por completo y las siguientes tres horas las pasa en pie, yendo de
un lado a otro, machacando ingredientes en su pequeño mortero de plata, cociendo partes del
todo en los distintos calderos que ocupan prácticamente por entero el reducido espacio del
sótano, reconvertido hace muchos años en laboratorio.

Cuando finalmente ha acabado la elaboración sólo queda que la poción se enfríe. Está agotado,
pero al menos durante horas ha sido capaz de olvidarse de su inminente destino. Porque sabe
que no va a lograrlo, sabe que no va a poder soportar estar encerrado en Azkaban, ni vivir
alejado de Harry, y lo que menos va a poder aguantar es saber que el cabezota Gryffindor no
cejará en su empeño de intentar liberarle, que hipotecará su propia vida a expensas de
conseguir sacarle de la cárcel, con la clara consecuencia de que Harry se quedará encerrado
con él en una oscura celda si el veredicto es el de culpable. Y Severus no puede permitir eso.

A pesar de que teme que la firmeza de su determinación se esfume, Severus se arriesga y alza
la mirada, al tiempo que dos Aurores se acercan a él, levantándole de la silla, en vista de que
ha sido incapaz de moverse.

La visión del rostro de Harry impactado por la noticia le rompe el alma. Él no cree merecer
todo ese amor que ve en los ojos verdes, rebosantes de lágrimas. No ha hecho más que causar
dolor a su alrededor, primero a su madre, su mejor y única amiga desde la infancia, y ahora a
él, la única persona que reconoce abiertamente haberle amado. Se sabe indigno de semejante
sentimiento y es culpable de toda la tristeza que le va a causar.

Por intentar aliviar la pena que ve en él, dice la mayor mentira que ha dicho jamás:

—Estaré bien.

Los Aurores le miran extrañados, incapaces de entender por qué ha dicho eso cuando su
destino es acabar en una pestilente celda de la prisión más temible del mundo, con los
guardianes más inestables y terroríficos de todo el universo. Pero él sólo puede seguir mirando
hacia Harry, que se ha levantado de su asiento y ha intentado lanzarse hacia adelante, siendo
detenido con presteza por dos de los Weasley. Nunca les agradecerá lo suficiente que le hayan
impedido bajar hacia él, porque aunque desea besarle, abrazarle y tenerle por última vez, sabe

423
que su tiempo ha pasado y sólo les causaría más dolor a ambos. Y él podría soportarlo, pero no
querría que Harry pasara por eso por nada del mundo.

Por la mañana, cuando los Aurores vienen a buscarle, Severus ya ha conseguido crear una
pequeña cápsula con lo que cree será suficiente poción en su interior, y que oculta con
presteza entre la encía y el labio superior. Espera no tener que utilizarlo, pero lo hará si es
necesario, sin dudar, sin siquiera pestañear. Lo hará por Harry. Por todo lo que el chico ha
hecho por él y su defensa. Y porque sabe que esa mañana le defenderá a capa y espada, y no
porque le quiera (cosa de la que no duda, a pesar de que el chico se esfuerza en fingir que es
capaz de mostrarse tan frío como él mismo, en un gran alarde de mimetismo), sino porque
confía en él. Y no ha habido mucha gente en el mundo que confiara en Severus Snape.

Cuando llega al estrado del acusado, la cápsula ha pasado desapercibida a todos los controles.
Contiene la respiración cuando la sonrisa de Harry ilumina las últimas horas de su vida.

Harry se zafa del agarre de Ron y Bill en cuanto comienzan las convulsiones que sacuden el
cuerpo espigado de Severus. Los dos Weasley están tan sorprendidos como él, y los Aurores,
atónitos, sueltan al antiguo profesor y director de Hogwarts, que cae al suelo y se retuerce en
él, al tiempo que saca espumarajos por la boca.

—¡No! ¡No! ¡Severus! ¡Severus!

Se lanza escaleras abajo sin que nadie le impida el avance y al momento se encuentra
arrodillado en el suelo, limpiándole los labios manchados de espuma verde.

—¿Qué has hecho? ¿Qué has hecho?

Las lágrimas le impiden verle con claridad. La sensación de dejà vu le asfixia, con el agravante
de que ahora no son el desconcierto y la sorpresa los sentimientos que le paralizan, sino la
impotencia y el dolor. El cuerpo, ahora adorado, de Severus, yace inerte entre sus brazos, que
le acunan como si se tratara de un niño.

Hermione le mira con compasión. De hecho, cree que durante el sepelio no ha habido persona
que no albergara ese sentimiento hacia él. El pobre Niño Dorado que se encariñó de la persona
equivocada, porque después del espectáculo que ofreció en el Wizengamot ya nadie puede
tener dudas al respecto. Si no fuera porque está muerto, Severus se reiría de la ironía. Si no
fuera por ese mismo motivo, hasta Harry conseguiría reírse.

—No creo que sea buena idea que te quedes solo justamente ahora, Harry. Y menos, después
de lo que ha pasado durante el funeral.

—Y, ¿cuándo será el momento? No he venido desde que todo pasó así que necesito hacer esto.
Tú lo entiendes, ¿verdad, Ron?

Es absurdo que le haga esa pregunta a su amigo porque sabe que, justamente él, es el único
que no parece comprender nada. Harry les había ocultado a ambos los verdaderos
sentimientos de cariño que le profesaba a Severus (Snape, como seguía llamándole en su
presencia), y todavía no parece recuperado del impacto que le produjo verle besar la pálida
mejilla manchada de espuma cuajada de su antiguo profesor.

De todos modos, y como sigue víctima del estado vegetativo en el que ha caído su cerebro, el
alto pelirrojo asiente, con cara de susto. Harry mira a Hermione, que suspira sin querer darse
por vencida tan pronto.

—Deja que te acompañemos, Harry. Por favor.

Él niega con la cabeza. Tiene que hacerlo solo, sino ¿cómo va a poder enfrentarse al resto de
su vida? Se da la vuelta y conjura el hechizo que sabe que le franqueará la entrada.

—Sólo tienes que decir: «Ábrete para mí».

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Harry le mira y se dobla por la mitad, tronchándose de risa. Severus, por el contrario, se
yergue, como es habitual en él, en un estado de asombrosa rigidez. Cuando consigue
recuperarse de su repentino ataque, cosa que no sucede hasta al cabo de dos largos minutos,
fija sus verdes ojos, lacrimosos, en las llamas que se esconden tras las negras obsidianas del
hombre.

—No sé si voy a ser capaz de pedirle eso a tu casa, Severus. Suena demasiado erótico.

—¿Cómo puedes ser tan infantil después de todo lo que has vivido? —Le recrimina.

—¿Y tú tan pervertido?

Harry, alegre y risueño, se abraza a su cuello y nota cómo Severus se tensa ante el contacto,
mirando a su alrededor, como si en el muerto barrio industrial hubiera alguien más aparte de
ellos dos que pudiera estar observándoles. Alza los brazos para asir los de Harry e intentar
liberarse de su agarre pero no puede, porque éste se sujeta con más fuerza, rozando sus ingles
peligrosamente.

—Suéltame, Harry —le pide.

—No quiero —ronronea—, «ábrete para mí».

Lo dice con doble intención, porque le gustaría que por una vez en la vida se soltara, dejara
que sus sentimientos tomaran las riendas de su comportamiento y se dejara llevar por el
momento, pero lo único que consigue es que la puerta de la casa se abra con un sonoro «clic».

Harry vuelve a reír hasta casi quedarse sin respiración.

Consigue librarse de sus amigos sólo porque Severus era uno de los más hábiles magos del
mundo, y porque detrás de su sencilla clave había una serie de conjuros que permitían que
únicamente Harry fuera el que atravesara la puerta de la calle. Ron y Hermione, tras unas
pocas intentonas, no tienen más remedio que quedarse fuera y, finalmente, se marchan.

La casa huele a cerrado. Sólo lleva tres días deshabitada pero ya parece tan muerta como su
dueño. Harry recorre las habitaciones, una por una, pensando que se echará a llorar
inconteniblemente en cualquier instante, pero las lágrimas parecen haberse agotado. En
algunos lugares, como en el dormitorio, percibe de forma nítida el aroma penetrante y
masculino de Severus y cierra los ojos en un vano intento de mantenerlo consigo.

Curiosamente el lugar en el que le cuesta más entrar es en el sótano. Para entonces, ya se ha


hecho casi de noche y se siente agotado, apenas durmió en los días anteriores al juicio, y no lo
ha hecho más que un par de horas por noche desde la sentencia.

Se sienta en una silla de madera y apoya la cabeza sobre sus brazos, encima de una de las tres
mesas que ocupan la estancia. Allí es donde, curiosamente, más se nota la ausencia de
Severus. Donde su imagen se hace más nítida en su mente, casi llegando a verle, enfundado
siempre en sus negras túnicas, ahora colgadas en un gancho tras la puerta, como negras
mortajas que ya nadie usará jamás.

Sus ojos cansados recorren toda la habitación, como si en cada rincón oscuro esperara ver
aparecer su silueta inconfundible, adelantándose hacia la luz, para recriminarle su presencia
allí.

—¿Se puede saber qué se te ha perdido aquí?

Respinga por culpa del susto y su mano tiembla sobre el anaquel que ha estado observando,
tirando al suelo uno de los múltiples tarros. Un líquido verde y pringoso le salpica los vaqueros
antes de que sea capaz de reaccionar y alejarse del impacto de un salto.

—Me has asustado —le reprocha, girándose en su dirección.

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—Para empezar —dice Severus, con su voz más suave que nunca—, no deberías haber bajado
aquí. Creía haberte dicho que esta habitación estaba vetada para ti.

—Tenía curiosidad por saber si eras una especie de Barbazul y guardabas los cuerpos de otros
jovencitos tan imprudentes como yo —contesta Harry—. Quería saber si ése iba a ser mi
destino, acabar colgado en una pared como si fuera un precioso trofeo.

Se acerca un paso a Severus, que le mira con una ceja alzada.

—Precioso trofeo, ¿eh? Cuánta arrogancia…

En un minuto ha pisado el charco resbaladizo y casi cae de bruces, y al siguiente Severus le


alza entre sus fuertes brazos y le sienta en la mesa más cercana. Harry tiene el tiempo justo
de sorprenderse de la fuerza que tiene el hombre pese a su extrema delgadez antes de verse
atrapado en un beso apasionado y posesivo.

Los ojos le escuecen, al igual que el corazón, con el simple recuerdo de aquella tarde no tan
lejana en la que acabaron dando clases sobre la mesa de la cocina, improvisada como pupitre.
Mira el espacio en el que estuvo sentado, atrayendo el cuerpo de Severus hacia él con sus
piernas, y entonces lo ve. El objeto no tiene demasiado misterio, es un simple libro, pero se
sorprende de no haberse percatado de su presencia antes. Y no es que el sótano no esté lleno
de libros, al contrario, puede encontrar allí todo lo que desee saber sobre pociones y magia,
pero Severus era el hombre más ordenado y metódico que ha conocido, por eso le extraña
encontrar uno fuera de su lugar.

Se levanta con cierta reticencia, casi prefiere quedarse sentado en la silla el resto de su vida,
pero al mismo tiempo siente la necesidad de ver de qué se trata. Es un libro con las tapas de
cuero muy gastado, de un color negro que ha adquirido ese tono desvaído que simplemente se
asemeja al negro sin llegar a serlo del todo. Harry acaricia la tapa frontal, suave por el uso,
donde en letras que en otro tiempo fueron doradas puede leer «Libro de pócimas». No hay
autor, no hay más explicación. Parece un libro sencillo y escueto, de una parte de la magia
que él nunca ha llegado a dominar del todo excepto durante su sexto curso en Hogwarts, muy
lejano ya en sus memorias.

Sus dedos bordean todo el contorno del libro, hasta que chocan con algo que parece sobresalir
de entre sus páginas. Lo abre por ese punto con sumo cuidado, temiendo que el frágil y viejo
manual se cuartee entre sus manos, y descubre un sobre de color crema. En él están escritas,
en la letra apretada e inconfundible de Severus, dos únicas palabras:

«Para Harry»

Levanta la cabeza y gira sobre sus talones, mira a derecha e izquierda, como si buscara algo, o
a alguien.

—¿Severus? —pregunta a la habitación vacía—. ¿Severus estás ahí?

Se siente algo idiota por pensar semejante disparate, pero está seguro de que antes el libro no
estaba sobre la mesa, de que cuando ha entrado en la habitación todo estaba en orden, tal y
como lo dejó Severus. Pero Severus está muerto, se recuerda. Lleva muerto ya tres días, y
Harry se siente muy triste. Aunque hay una cosa que ahora sí quiere hacer.

Rompe el lacre -Severus es tan puntilloso algunas veces que le pone enfermo-, saca dos hojas
de pergamino suaves y perfectamente dobladas, del mismo tono cremoso que el sobre, y
empieza a leer:

«Harry,

cuando leas esto, si no eres tan descerebrado como para no querer bajar nunca
más a este sótano, yo ya no estaré vivo. Y créeme si te digo que nada me
gustaría más.

426
Muchos pensarán que fui un cobarde, lamentaría que tú pensaras lo mismo,
pero es un riesgo que estoy dispuesto a asumir, ya que…»

—Lo siento mucho, Harry.

Reconoce al momento la voz grave de Kingsley Shacklebolt pero se obliga a seguir mirando
hacia la tumba abierta, que va llenándose poco a poco de oscura tierra húmeda. Asiente con
un suspiro.

—Sé que ha sido un duro golpe para ti —sigue diciendo Kingsley—, lo ha sido para todos.

—¿De veras? —pregunta Harry, enfrentándose por primera vez a esos ojos oscuros que en
nada se parecen a los que él adora—. ¿Y quiénes son «todos», señor Ministro? No me pareció
que nadie lamentara el veredicto del Wizengamot. Ni siquiera tú.

—Harry —le recrimina Hermione, que coloca una mano sobre su brazo, en gesto conciliador.

Él la ignora, aunque no le aparta la mano.

—¿Quién habla ahora, Kingsley? ¿El antiguo compañero de la Orden que no abogó por él? ¿El
Ministro de Magia que no intentó siquiera una aproximación de posiciones? Esos «todos» de
los que hablas le dejaron solo.

—Había que ser consciente de que a pesar de todo lo bueno que llegó a hacer, también hizo
cosas malas, Harry. ¿O acaso has olvidado que mató a Dumbledore delante de ti? Tú mismo
fuiste testigo presencial.

Se indigna tanto que puede notar cómo sus fosas nasales se abren al aspirar el aire que le
gustaría soltar en un indignado grito dirigido al hombre que tiene frente a él. La mano de
Hermione le oprime el brazo hasta casi dejárselo insensible.

—Dumbledore estaba enfermo, iba a morir igualmen…

—Todos vamos a morir igualmente, y no tenemos ninguna prueba de que Dumbledore


estuviera tan grave.

—Yo… yo le vi aquella noche, estaba…

Harry recuerda con nitidez cómo le dio de beber a Dumbledore la venenosa poción de aquella
infame vasija que protegía el Horrocrux. El falso Horrocrux. No puede evitar sentir cierto
remordimiento por haberle dejado exponerse de ese modo. Pero Dumbledore era un hombre
extremadamente inteligente y sabía a qué se estaba enfrentando, y aún así no le tembló el
pulso. Cuando lo había pensado más tarde, conociendo todos los pormenores que le había
contado Severus, estuvo seguro de que el viejo director sabía que le quedaba tan poco tiempo
que no le importaba acortarlo más. Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar aquel
susurrado «Necesito ver a Severus».

—Sé que estás afectado, Harry —musita Kingsley—. Has perdido a todos cuanto…

—¡No estoy afectado! —grita él en contrapunto—. No del modo en el que todo el mundo lo
piensa, al menos. ¡Suéltame ya, Hermione!

La chica respinga y afloja su agarre, aunque no le suelta.

—Dumbledore se estaba muriendo —sigue diciendo—, todo el mundo había visto que tenía la
mano ennegrecida, y Severus contó que…

—Exacto, él lo contó, pero nadie puede estar seguro de si era cierto o no.

—¡Yo lo estoy!

427
—Snape fue declarado culpable, pero eso no quiere decir que no pudiera apelar la decisión del
Tribunal —intercede Kingsley, en su tono más apaciguador—, pero tomó la salida más
cobarde. Y equivocada.

Antes siquiera de que haya llegado a pensarlo estampa su puño contra el oscuro rostro del
Ministro. Toda la comunidad mágica sabe que él nunca se ha llevado bien con ninguno de los
políticos que ha ocupado ese cargo.

…espero que lo conserves, porque significa mucho para mí. El resto puedes
quemarlo, sabes que todo lo que alguna vez fue mío ahora es tuyo.

No me queda nada más que decir, ni tampoco tiempo, los Aurores acaban de
llegar. Lo único que me impide huir es el deseo de veros a todos de nuevo.

Te estaré esperando por toda la eternidad, Harry, había tanto que quería
explicarte, tantas cosas por las que disculparme...

Severus ≈

Los ojos color caramelo de Hermione se elevan del pergamino y se posan en los expectantes de
Harry.

—¿Y bien? —pregunta él.

—No sé qué quieres que te diga exactamente.

—La multitud de señales que hay. Son mensajes dirigidos a mí, ¿no lo has visto?

El entusiasmo que la chica observa en su amigo la preocupa. Cuatro días atrás estaba
destrozado, en cambio ahora su euforia no le parece del todo sana. A pesar de eso, intenta ser
diplomática.

—Toda la carta es un mensaje para ti. Y dice cosas muy personales. No creo que haya sido
buena idea dejártela leer.

—¿Estás loca? Claro que sí. ¿Quién sino iba a ayudarme con esto?

Ron se remueve en el sofá, junto a la chica. Ha estado leyendo la carta por encima de su
hombro y, como ella, tampoco puede evitar sentirse preocupado por su mejor amigo.

—Y, ¿qué es «esto», Harry? —pregunta.

—Severus sabe que soy malísimo en Pociones, y justo aquí —señala un punto en la carta,
aparentemente al azar, pero cuando Hermione baja su mirada hacia donde su dedo apunta,
puede ver que está escrito lo que él recita con asombrosa exactitud—, donde dice
«evidentemente, espero que no airees mis pensamientos del mismo modo en que aireaste mis
recuerdos» está muy claro que me indica que debo pedirte ayuda.

—Yo no lo veo tan claro —dice Ron.

—Ayuda, ¿para qué? —replica ella—. No nos has dejado acercarnos a ti en estos días. ¿Cómo
voy a ayudarte si no dejas que me acerque?

Harry no contesta a su pregunta, y su pareja de amigos se lanzan una mirada preocupada


mientras él rebusca en su mochila. Saca un paquete envuelto en una tela de lino blanco y lo
coloca sobre la mesa de centro que les separa. Lo destapa, dejando al descubierto el libro.
Como ya esperaba, Hermione se inclina hacia adelante para observarlo más de cerca. Se sonríe
pensando que la chica no puede evitar sentir adoración por los libros, sean del tipo que sean.

—Es el libro de pócimas de Eileen Snape, donde encontré la carta. Exactamente, estaba en
esta página —abre el libro por un punto que ya tenía señalado de antemano.

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—«Somnium perpetua» —lee Ron en voz alta—. ¿Qué significa?

—Sueño imperecedero o tal vez sueño eterno —contesta Hermione y, dirigiéndose a Harry, le
exige—. ¿Qué quieres dar a entender?

—¿Te has dado cuenta del símbolo que hay junto al nombre de Severus, en la carta?

—No estás contestando a mis preguntas, Harry —lo recrimina ella.

—Te has dado cuenta, ¿sí o no?

La chica suspira y asiente a regañadientes.

—Bien, pues yo también me di cuenta. Me he pasado los últimos días repasando el libro de la
madre de Severus. Está escrito a mano, seguramente por ella misma, pero he encontrado
algunos apuntes en otra tinta y otra letra distintas. Los hechizos de tiempo me indicaron la
antigüedad de cada una de las anotaciones y sólo dos eran de menos de un año, sin poder
determinar el tiempo, no soy tan diestro en ese hechizo. Pero esa señal —de nuevo mueve las
páginas del libro, con tanta delicadeza que a Hermione se le parte el alma— está sólo en dos
hechizos. El que hemos visto antes y este otro —golpea con un dedo la página y esboza una
sonrisa.

Ron y Hermione bajan la cabeza y ambos leen al mismo tiempo el nombre de la poción:
«Torpor Excitatio».

—Quiero que la prepares, tú eres la única a la que conozco que puede hacerlo.

—Pero, ¿para qué? —pregunta ella, pasando los ojos rápidamente sobre la lista de ingredientes
—. Además, la mitad de las cosas que se necesitan seguro que son ilegales o imposibles de
conseguir, como el «pelo de la cola de un centauro». ¿Cómo…?

—Por eso no te preocupes, Severus tiene todos los ingredientes que se necesitan. Lo he
comprobado.

—Pero, ¿para qué la necesitas? —pregunta esta vez Ron—. Y deja de hablar de Snape en
presente, me pones nervioso.

Harry les mira perplejo.

—¿No es evidente? Para despertar a Severus.

Ron se estremece por culpa del gélido viento de la noche. Ni siquiera el ejercicio, que le hace
sudar a mares, es capaz de quitarle el frío que le atenaza el cuerpo. Y el corazón. No por
primera vez en su vida tiene miedo. Por Harry, por supuesto. Por Hermione, que lleva dos días
irascible e intratable, obsesionada por completar la maldita poción que según creen despertará
a Snape de su supuesto sueño. Pero sobre todo tiene miedo porque cuando su loca fantasía se
desvanezca y sólo encuentren el cadáver de Snape, que ya habrá empezado a pudrirse, no va a
saber qué hacer ni decir para consolar a Harry.

Y aún a pesar de todo eso, sigue cavando junto a su amigo.

—Harry —dice Hermione, y cuando el joven la mira, con el rostro húmedo de sudor, puede ver
que tiene los labios morados y le castañetean los dientes—. No estoy segura de esto.

—Tranquila —dice Ron—, ninguno lo estamos.

—Yo sí lo estoy —asegura Harry, poniendo una mano en el hombro de la chica—. Y lo habrás
hecho bien. De eso también estoy seguro.

La observa moverse por el sótano de Severus y casi puede verle a él también, resoplando tras
ella, molesto por la invasión de su territorio. Ríe para sus adentros, pero entonces Hermione

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se gira en su dirección, con el cabello imposiblemente revuelto aunque lo lleve recogido en
una alta cola de caballo.

—¿Se puede saber de qué te ríes?

—Oh, ¿lo he hecho? —Se extraña—. Discúlpame, Hermione. No me río de ti.

—Eso espero, porque ya me siento bastante idiota haciendo esto como para que ahora me
digas que se trata de una broma.

—De mal gusto, añadiría yo —dice Ron, sentado en una silla y alejado de los vapores de los
dos calderos en ebullición.

—Sólo me he imaginado cómo se tomará Severus que hayamos utilizado su espacio en lugar
de…

—Oh, por favor —resopla Ron, interrumpiéndole—. Déjalo ya, ¿de acuerdo? Snape está
muerto, Harry. Muerto —apenas se oye el sofocado «Ron» de Hermione, recriminándole—. Y se
suicidó delante de todo el mundo, todos pudimos verlo. ¿Qué más pruebas necesitas?

—Exacto —le contesta él con entusiasmo—, eso es lo más genial de todo. Nadie podría poner
en duda su muerte si lo hacía ante tantos testigos, ¿no es brillante?

—Lo que brilla por su ausencia es tu cordura —continúa Ron, mostrando un lado cruel que
nunca antes había enseñado—. A ver si te entra en la mollera. No por mucho que tú desees que
no esté muerto va a estar ahí esperándote.

—En su carta dice que me esperará por toda la eternidad. No confío que lo entiendas, Ron,
sólo confío en  que te comportes como un amigo y me ayudes.

—Estoy aquí, ¿no?

—Sí, y si lo único que vas a hacer es criticarme —le dice con los ojos saliéndose de sus órbitas
—, ya sabes adónde puedes marcharte.

Por fin Ron reacciona y se da cuenta de que se ha pasado de la raya y se muerde la lengua.
Conoce de primera mano el mal genio que gasta Harry, pero ahora además parece muy
ofendido.

—Ron no va a marcharse a ningún lado, ¿verdad, Ronald? —intercede por él Hermione.

El pelirrojo únicamente acierta a negar con la cabeza.

—Pues me alegro, porque esta noche en el cementerio necesitaré un buen par de brazos para
cavar —dice Harry, y se marcha antes de poder llegar a ver el estremecimiento que recorre a
su amigo.

Harry hunde su pala en la tierra produciendo el sonido de un golpe sordo. Una sonrisa ilumina
su rostro sudoroso: han llegado al ataúd y en apenas unos minutos podrá volver a verle. El
corazón se le acelera y le asalta la gran duda. ¿Y si Ron tiene razón y Severus está muerto?

No puede permitirse pensar en ello y se lanza a cavar frenéticamente para poder quitar toda la
tierra y levantar la tapa. Lanza la pala fuera del agujero y él sale también, tendiéndose en el
suelo y alargando el brazo para poder tomar el asa, pidiéndole a Ron que haga lo mismo. Su
amigo sale de la tumba abierta, pero como si actuara a cámara lenta.

—Ayúdame con la tapa —le pide.

430
—Harry —el pelirrojo le pone una mano sobre el brazo, impidiéndole el movimiento—, aún
estamos a tiempo de abandonar. Marchémonos antes de que hayamos llegado a hacer algo
ilegal.

Harry le mira como si se hubiera vuelto loco.

—No —contesta. Con la otra mano aparta la de su amigo y se coge al asa con fuerza tirando de
ella hasta conseguir abrir el ataúd.

Hermione enfoca la linterna hacia el agujero en la tierra y el rostro extremadamente pálido y


lleno de sombras de Severus Snape aparece ante sus ojos. Ninguno de los tres dice nada, las
emociones son demasiado intensas como para ponerlas en palabras tan pronto.

El primero en reaccionar es Harry, quizá porque necesita tocarle desesperadamente, quizá


porque sabe que la incertidumbre podría enloquecerle. Salta al hueco, poniendo los pies sobre
la mitad de la tapa del féretro que no ha levantado aún.

—Dame la poción —dice.

Hermione le mira y vuelve a observar al hombre tendido sobre el blanco raso acolchado de la
caja.

—Parece que está…

—Dame la poción, Hermione —exige, tendiéndole la mano.

—Dime que esta no es la mayor locura que hemos hecho nunca, Harry —le pide Hermione.

—Sé que lo parece, pero estoy seguro —se sienta junto a ella, poniendo una mano sobre las
suyas entrelazadas con fuerza—. Severus no está muerto, sólo está dormido.

—Y tú quieres despertarle con un beso, como si él fuera la Bella Durmiente y tú su Príncipe


Azul, ¿es eso?

Harry sonríe con tristeza.

—Es una idea bastante romántica, no creo que fuera lo que él tenía en mente.

—Pero es lo que tienes tú.

—Lo he pensado, sí. ¿Cómo sino voy a darle a beber la poción?

—¿Con una jeringuilla? —apunta.

—Ni se te ocurra decirle que lo has pensado —advierte, señalándola con un dedo y dándole
un pequeño golpecito en su respingona nariz.

Hermione también sonríe esta vez, pero parece que la tristeza impregne el aire porque no es
capaz de expresar alegría, sino algo más parecido a la melancolía.

—Si funciona.

—Funcionará. Confío plenamente en ti.

—Pero, y si en realidad se envenenó de verdad… y si…

—No.

—¿Has pensado que Snape sabía fabricar como nadie el "Filtro de Muertos en Vida" y que…?

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—Sí, lo he pensado, Hermione —la interrumpe y suelta sus manos, para mirarla a los ojos—,
lo he pensado. Pero el filtro no le hubiera servido de nada, se habría desplomado en el suelo
y ya está. Necesitaba fingir, necesitaba hacer creer a todo el mundo que se había
envenenado, ¿no lo comprendes?

Ella suspira, asiente y permanece callada. Lo único que comprende es que Harry está
obsesionado, y aunque ha preparado la poción exactamente como indica el libro, teme que lo
único que consigan sea acabar provocándole una honda depresión cuando se evidencie que
el hombre jamás despertará.

—¡Hermione!

La chica sale de su ensimismamiento y deja de observar el rostro de su antiguo profesor para


mirar a Harry, que la contempla irritado. Le tiende la mano y ella duda por un momento,
pensando que quiere que baje con ella al agujero del suelo, pero entonces reacciona, saca la
poción de su bolsillo y se la entrega.

 —Toma.

Harry casi se la arrebata de entre los dedos. Está muy enfadado. Y nervioso. Se siente como
cuando tenía 15 años y absolutamente todo le molestaba.

—Podéis marcharos si queréis. No hace falta que estéis aquí cuando despierte.

—Si despierta… —murmura Ron.

—¡Despertará! —dice Harry, escupiendo saliva—. ¡Marchaos!

Hermione se arrodilla junto al agujero, notando la tierra húmeda que le moja las rodillas a
través del pantalón vaquero.

—Nos quedamos aquí, Harry. Contigo.

Ron pone los ojos en blanco pero también se arrodilla junto a su novia y la coge de la mano
como para darle fuerzas. Ella entrelaza sus dedos con los de él, le mira a los ojos
agradeciéndole el gesto, y se concentra en la figura de Harry que, apoyándose en el borde del
ataúd, levanta la otra parte de la tapa para poder sentarse a horcajadas sobre el cuerpo de
Severus e inclinarse hacia adelante, hasta casi rozar los finos y pálidos labios con los suyos.

—Ya estoy aquí, Severus —murmura—. Pronto estaremos juntos, no te preocupes.

El hombre no le contesta ni reacciona a sus palabras, ni siquiera al cálido aliento que cae
sobre su rostro.

Harry recuerda cómo le amenazó con morderle la boca si volvía a resoplarle en la cara al
correrse. También recuerda que cumplió su promesa, y aunque no llegó a hacerle verdadero
daño le sirvió como escarmiento para las siguientes ocasiones.

Quita el tapón del botellín con una sonrisa en los labios y mariposas revoloteando en su
entrepierna. Se siente un pervertido por estar a punto de tener una erección frente a un
muerto pero como de todos modos va a besarle cierra los ojos de su mente a cualquier otro
pensamiento, da un sorbo a la poción Torpor Excitatio, procurando no reír por las cosquillas
que le produce el nombre de la pócima, y se inclina de nuevo hacia Severus.

Junta sus labios y, en contra de todo pronóstico, los encuentra cálidos. El aroma enrarecido
del interior del ataúd, y que ha notado nada más abrirlo, se ha disipado un poco, y como se
siente temerario se atreve a sacar la lengua, separa los labios de Severus y vierte en su boca la
poción, que inevitablemente se derrama por las comisuras. Lo vuelve a intentar y sólo logra
desperdiciar más poción.

—¡Mierda! —dice, alzándose mientras se apoya en su pecho—. No sé cómo conseguir que se lo


trague.

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—Prueba con la jerin…

—¡Cagüenmerlín! —Ron se levanta, dando un tirón a la mano de Hermione, que se queda


paralizada, ambos contemplando el interior del ataúd.

Harry sigue sus miradas segundos antes de escuchar una voz ronca y más que conocida.

—¿Por qué has tardado tanto?

Severus parpadea. Ve a Harry sonreírle de oreja a oreja mientras se acerca a él, y se pierde en
la agradable sensación de la joven boca presionando la suya, mordisqueando sus labios de
forma insistente, pero aún le resulta más agradable sentir su peso encima, con esa dura
presión sobre su estómago.

Regresa a la habitación y observa el cuerpo tendido en la cama de sábanas revueltas. Está


durmiendo bocabajo y en diagonal, ocupando prácticamente todo el espacio disponible, con
los brazos en cruz y las piernas abiertas. Un cachete del culo ha quedado al descubierto y se
deleita con la simple visión de esa parte de su cuerpo.

Se apiada de él y decide taparlo, pero antes de hacerlo se considera incapaz de resistir la


tentación y desliza la punta de sus dedos por la suave y tersa piel. Gime a su contacto. De
hecho, gimen los dos.

—Perdóname, Harry —susurra.

—Mmmm… ¿por qué? —contesta él, dándose la vuelta en la cama y dejando expuesto casi
todo su cuerpo—. En realidad no estaba dormido.

Severus se sienta en el borde y cubre al delicioso joven con la sábana. Harry hace un gesto
para destaparse de nuevo pero él se lo impide.

—No. No podría concentrarme —le advierte.

—Sólo necesitas concentrarte en mí —contesta provocador, pero no vuelvas a intentarlo.

—Quédate tapadito.

—Está bien —pasa sus brazos bajo la almohada y le mira entrecerrando los ojos—. Pero si
vamos a ponernos serios necesito mis gafas.

Tras ponérselas, se quedan en silencio unos minutos, aprovechando el tiempo que le han
robado al destino para embeberse de la imagen del otro. Severus, enfundado en una bata de
crujiente tafetán, apoya una mano sobre el torso desnudo de Harry cubierto por la sábana,
carraspea incómodo y le da un sorbo al humeante té de la taza que sostiene en la otra.

—No fue justo lo que te hice.

—Tú nunca has sido justo conmigo, así que no es nada nuevo —sonríe, como quitándole
importancia a esa dolorosa verdad.

—Esta vez no lo pretendía, pero no podía decírtelo… —da otro sorbo, con aire
condescendiente—, no habrías resultado creíble, eres un pésimo actor.

—Vaya, gracias —ríe Harry.

Severus siente la vibración de su risa en la mano y, súbitamente excitado, la retira.

—No sabía si funcionaría, no sabía si tu cabeza de chorlito comprendería mis pistas, ni


siquiera si me ibas a hacer caso por una vez en tu vida y decidirías que no se lo ibas a contar a
nadie. Pero admito que ocho días fue todo un récord.

—Me abruma tu confianza en mí  —se mofa.

433
Severus se queda callado. Él es el que se siente abrumado. No puede evitar notar cierto
resquemor por su arrogancia, que le recuerda ineludiblemente a su padre, pero al mismo
tiempo ve el apasionado ímpetu, la generosidad, la fortaleza, la bondad que transmite con su
verde mirada, la confianza que ha sobrepasado los límites de la muerte, y se siente desbordado
por la gratitud y el amor. De hecho, se siente estúpidamente encariñado con el joven, le
recuerda a Lily, de la que siempre estuvo profundamente enamorado.

—Entenderé que no quieras seguir con nuestra amistad. Tendré que huir

—¿Estás de coña? —Harry se incorpora sobre sus codos—. ¿Después de lo que me has hecho
pasar? ¿Sabes lo mal que olía tu ataúd cuando lo abrí?

De pronto la sonrisa que se abría paso en sus labios se congela y, precipitadamente, se sienta
en la cama, provocando que la sábana resbale hasta su regazo.

—No irás a rechazarme ahora, ¿no? —pregunta.

Severus ve tal inquietud reflejada en sus ojos que lamenta haber pensado que es arrogante
hace un minuto. Eleva su mano derecha y acaricia la mejilla de Harry de forma superficial.

—¿Cómo podría? —Se pregunta en voz alta, más para sí que como verdadera respuesta.

—Y eso quiere decir…

-- No podré volver aquí nunca

-- Nos mantendremos en contacto, y con el tiempo, probarás tu inocencia, es una injusticia


tras todo lo que nos ayudaste, te redimiste, te..

-- Calla muchacho, no dudo de que acabarán entrando en razón pero.. eso llevará años

Mientras habla acerca más su rostro hacia la mano que le acaricia, y siente cada una de las
rugosas callosidades de las yemas de Severus. Adora su tacto, y desea fervientemente
abrazarlo a modo de respeto y cariño.

Se ríe al escucharlo, pero encantado con la idea que conlleva. Harry, para acallar su risa y
siguiendo un repentino impulso, se inclina hacia adelante y le hace cosquillas

—Te ríes de mí —le recrimina, apartándose y mirándole a los ojos.

—Mi río de tu insolencia adolescente.

En respuesta, el joven lo coge por los brazos con la clara intención de obligarle a tenderse
sobre él, pero un líquido extremadamente caliente le quema la pierna.

—¡Dios! ¿Qué es esto? —grita, al tiempo que se separa.

—Era mi té —dice Severus, apartando la sábana y contemplando la piel algo enrojecida—. ¿Te
has quemado?

—Un poco.

—¿Te duele?

—Me dolió más que me dejaras solo en el juicio —le reprocha, y Severus alza la vista para
encontrarse con la verde determinación de Harry—. No vuelvas a dejarme solo nunca. Te lo
ordeno —y tras una pequeña pausa, añade—: Te lo suplico.

Severus ve el mudo ruego en su mirada y se siente aún más culpable. Quiere pedirle disculpas
pero no sabe cómo hacerlo. En las novelas parece tan fácil, las palabras salen, liberadas, en un

434
torrente inacabable de sinceras expresiones de perdón, pero en la vida real las cosas no
suceden del mismo modo. Hay que luchar contra el carácter de uno mismo, contra lo que
significa la exposición de la propia vulnerabilidad.

—Sólo quería protegerte —es lo único que se le ocurre decir.

—¿Protegerme de qué?

—De mí —se siente pequeño, como cuando tenía ocho años y los otros chicos del barrio se
burlaban de sus ropas demasiado anchas y de su cara demasiado fea. Se ve reflejado en las
verdes pupilas de Harry y sigue considerándose un ser indigno de su sola compañía—. De mí y
de mi funesto destino.

—Pues yo quiero formar parte de tu funesto destino, y seguir siendo su amigo Severus,
signifique lo que signifique funesto. Y ni siquiera envenenándote conseguirás librarte de mí,
¿te queda claro?

Harry bromea porque se da cuenta de que el hombre se siente al filo del abismo, está a punto
de saltar al vacío y le aterra. Le da más miedo que forzarse a beber un brebaje venenoso, más
que estar encerrado durante una semana en un claustrofóbico féretro, más que pasar la
eternidad en un limbo en el que sólo él existe. Y esa fragilidad que ve tras la gran firmeza de
su espíritu, y su inconmensurable capacidad de sacrificio, le conmueven de tal modo que cree
que le estallará el corazón al siguiente latido.

—Si estás tan decidido, entonces tendremos que cargar el uno con el otro, ¡qué remedio! —Se
lamenta Severus, con una media sonrisa que se convierte en una expresión hambrienta
cuando dice—: ¿Y qué vamos a hacer durante todo el tiempo? Dime.

—Se me ocurren un par de cosillas que… —Vuelve a agarrarle por los brazos para que se tienda
sobre él. La taza de té cae finalmente al suelo y se hace añicos.

—¿Has visto lo que has hecho?

—Y, ¿tú? —¿Has visto lo que has hecho tú? responde al ver el cuerpo pringado del profesor

La risa de Severus es una brisa fresca para el corazón de Harry, que aletea alegremente en su
pecho ante la visión de sus ojos negros y turbios. 

—¿Vas a querer que me haga el muerto? —Le pregunta riéndose de nuevo

Harry le golpea en el hombro, pero se ríe sin poder evitarlo.

—Me lo vas a recordar siempre, ¿eh?

—No lo dudes, mi pequeño necrófilo.

—Tú nunca estuviste muerto del todo, así que no soy eso que dices —ante estas palabras,
Severus ríe con ganas, haciéndoles vibrar sobre la cama—, que te quede bien clarito.

La última en sentarse a la mesa de la estrecha cocina es la sabelotodo Granger, y al ver los


tres rostros cansados y ojerosos de sus ex alumnos, no puede evitar pensar que no todo ha
salido como él esperaba. Y no es que se queje. Está en su casa, en su cocina, con una
humeante y aromática taza de té delante y sus extremidades empiezan a despertarse del
obligado letargo, está vivo, ¿cómo podría quejarse?

—¿Cómo se siente, profesor?

—Como si ya no fuera su profesor.

La respuesta obliga a Hermione a sonrojarse. Ron está a punto de espetarle a la cara cuatro
frescas, rojo de ira, cuando ve que Harry, sentado justo frente a él, alarga una mano y la posa
sobre la del hombre, que rodea la taza como si buscara una fuente de calor adicional.

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—Severus —le reprende—. Hermione ha preparado la poción que ha conseguido despertarte,
ella también está muy cansada. Sé amable, por favor.

Ron y Hermione abren los ojos como platos, conscientes de que van a ver cómo se despliega
todo el mal humor y el autoritarismo de ese hombre al que siempre detestaron en el colegio.
Pero lo ven suspirar y cerrar los ojos negros, más fríos y cansados que nunca, y cuando los
vuelve a abrir los dirige directamente al frente, donde está sentada la chica.

—Lamento mi brusquedad, Granger. Harry tiene razón, le agradezco lo que ha hecho por mí.

—Lo que has hecho por los dos —añade Harry inmediatamente, y le dirige una de sus sonrisas
espectaculares—. Gracias.

—No hay de qué, Harry, ya lo sabes —responde ella.

—Pero... sigue diciendo Severus—, no me llames más «profesor».

—De acuerdo —contesta con algo de timidez. Timidez que olvida cuando le surge el torrente
de preguntas que tiene en la mente desde que le viera en el ataúd—. Y, ¿qué ha visto Snape?
¿Qué ha sentido todos estos días?

—Sí —añade Ron, queriendo integrarse en la conversación—, ¿qué se siente estando muerto?

Severus pone los ojos en blanco, pero nota la pequeña presión de la mano de Harry sobre la
suya, e intenta contenerse.

—Yo no estaba del todo muerto, señor Weasley, así que no puedo decirle qué se siente cuando
uno muere.

—Sufriste mucho en el Wizengamot. Estabas… convulsionabas —dice Harry.

—Bueno, no fue agradable, no. Pero sólo era dolor.

Como para olvidarlo se lleva la taza de té a la boca y bebe un caliente sorbo. Está ardiendo
pero le sabe a gloria. Mira a los ojos a Harry y le parece ver un destello de admiración, pero no
acaba de confiar en su propia percepción. ¿Por qué motivo tendría que admirarle?

—Y, ¿después? —Vuelve a preguntar Hermione—. ¿Qué sintió después? ¿Qué vio?

Se queda en silencio, reflexionando. Les mira a los tres y ve curiosidad en sus rostros.
Definitivamente no está preparado para este interrogatorio, creía que -de conseguir
despertarse- estaría a solas con Harry, no con todo un ejército de Gryffindors cotillas. Bebe un
sorbo de té para darse algo más de tiempo, intentando decidir si puede decirles la verdad.

—Nada.

—¿Nada? —preguntan Harry y Hermione al unísono.

—Nada —repite.

Supone que no le creerán, y por un momento la chica entorna sus ojos de color caramelo y le
mira reticente. Pero a él sólo le preocupa la reacción de uno de ellos y le observa con
atención. Sus ojos verdes muestran duda pero también una gran dosis de alivio. Eso es lo que
él quiere, que sus pesadillas de los últimos ocho días, que los monstruos y fantasmas del
pasado que le han estado atormentando con su compañía en el pequeño pero infinito espacio
de su mente, no lleguen nunca a salpicar la tranquilidad de Harry. Él ya tiene sus propios
fantasmas, y no duda de que incluso comparten algunos.

—¿Estaba en un vacío? ¿Un tipo de inconsciencia?

Está a punto de contestar pero Harry se le adelanta.

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—Ya seguiremos hablando de esto, Hermione, ahora Severus necesita descansar —la mira sin
ningún rencor, con su expresión más neutra—, estarás de acuerdo conmigo, supongo.

—Oh, por supuesto, ¡qué tonta soy! —La chica parece entender la indirecta que le ha lanzado
su amigo y se levanta, arrastrando la silla y haciendo que los dientes de Severus chirríen con
el desagradable sonido—. Vamos, Ron.

Tras una pequeña duda del aturdido Ron, Harry les acompaña a la puerta, donde se entretiene
a despedirse de ellos. Severus puede escuchar sus murmullos aunque no entiende nada de lo
que dicen. Tampoco quiere entenderlo, así que procura no prestar atención y se aísla en sus
propios pensamientos.

—¿Quieres que te prepare un baño antes de irme? —Le pregunta Harry al volver a entrar en la
cocina.

Le mira sorprendido de que aún esté ahí, sorprendido de que aguante a un viejo cascarrabias
como él a pesar de sus profundas ojeras y de su expresión cansada.

—De acuerdo, admite con voz cansada.

Harry lo preparó un baño y se despidio de su viejo profesor

--- Estaremos en contacto, Snape, confíe en que todo se arreglará

-- Adios Harry, y gracias por todo

Capítulo 30: Presagios de Guerra

2016, actualidad, Gran salón de Hogwarts, repleto de Magos, entre ellos y formando el grupo
principal, Minerva Mc Gonagall directora de la escuela, Harry, Hermione (recién nombrada
nueva Ministra de Magia), Ron, John (Harry), Draco Malfoy y Ginny. Junto a ellos había varios
representantes de cada Mundo mágico y los acompañaban siete funcionarios del Ministerio de
Magia, asímismo se escontraban también presentes las principales familias Mágicas del País,
el Gran Comedor parecía gigantesco ya que había recibido un encantamiento agrandador para
poder albergar a tanta gente para el Concilio.

-- Hay noticias de avistamientos y ataques vampíricos en Londres y en varios pueblos del


interior de Inglaterra señora Ministra, la situación está escalando, ya no sé qué más podemos
inventar para sugerirle al Primer Ministro Muggle para que tape toda esta situación y tratar de
calmar a los Muggles: La cosa va desde ataques de animales salvajes con rabia a una
infestación de Murciélagos desmodontinae, que chupan sangre. Por cierto, enhorabuena por
el nombramiento.

-- Gracias, mi querida Hopkirk. Ya lo sé, repuso Hermione, no hace falta que me lo recuerdes.
Hemos pedido ayuda a los gigantes, a los Hombres lobo y a los Trolls y muchos Mundos
mágicos han decidido ayudar.

-- Contamos, gracias a mi ayuda hace años con el Señor Will Parry, también ha venido Miguel
Hayward, un viejo conocido Cazador de Sombras enviado por La Clave, tenemos también entre
nosotros a un Elantrino, ha venido Sonwack (que según tengo entendido es un Rechicero del
Mundodisco), está Jomei Suyong, que es un prefecto del colegio Mágico de Mahoutokoro,
Alice Quinn, una joven bruja enviada por la Universidad Mágica de Brakebills, Norman Truman
(un mago de Terramar recomendado por el mismísimo Archicanciller, quien también ha
venido), desde Endorë lamentan no poder enviar a nadie pues actualmente todos los Magos
que hay localizados se encuentran en Valinor, pero nos han enviado un artefacto mágico capaz
de restaurar objetos mágicos que hayan perdido su poder que resultará ser muy útil, sigamos,
desde la escuela de Magos de Parannor nos han enviado a Fred, un experto Mago creador de

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ilusionismos que será muy útil en la Guerra... veamos, a quién más tenemos por aquí, ¡Ah sí,
una Embrujada! la señorita Page Matthews se ofreció a ayudar en ésta difícil situación en la
que se haya el Mundo Mágico, allá está, Shail, Dana, señora de La Torre, Lorkin, un joven
Mago muy hábil que viene del Gremio de Los Magos de Imardin, un mago Idhunita venido de
Limbhad, por ahí está Jeremy Gilbert (un experto y hábil cazavampiros), Soros Nor, un Mago
del Gremio Dimir que viene desde la mismísima Ravnica, El gran Rey Peter Pevensie el
Magnífico vrnido de Nar...

-- ¡ Vaya, cuánta gente ! la interrumpió John (Harry)

-- Como bien solía decir mi antecesora en el cargo, la gran Evangeline Orpington, toda
precaución es poca

-- Muy cierto, sabias palabras, dijo Ron

-- Y por eso ella fue creó que creó la Plataforma Oculta en King´s Cross para albergar el
Expreso de Hogwarts, puntualizó entonces Draco

-- Y ahora es hora de una nueva protección, basada en la unidad de los Mundos Mágicos. Creo
que ya era hora de ésta asociación que espero servirá para quedarse como definitiva cara a
amenazas venideras, dijo Hermione. Sí, empezaremos tras un receso

Capítulo 31: Creación del Alto Concilio entre Mundos Mágicos

Dos horas después...

- Le concedemos la palabra a La Ministra de Magia, Hermione Granger, anunció la Funcionaria


Jefe de Relaciones Públicas del Ministerio

-- Muchos recordaréis que en nuestro Mundo mágico, en 1200 se creó el Concilio Mágico,
antecesor del Ministerio de Magia, ya en el siglo XV Merlín creó el Wizengamot para legislar a
los Magos y protegerlos y representarlos frente a los Muggles y a otras amenazas tanto
exteriores como internas, y durante muchos estuvo sólo en ésa labor hasta la creacion del
ministerio en 1700. Antes había unas amenazas muy distintas a las que enfrentmos hoy día y
por eso se necesita un tipo nuevo de protección, por eso es necesaria la unión de todos los
Mundos Mágicos para defendernos de éste nuevo tipo de amenazas, pues juntos seremos más
fuertes. Estoy convencida de que es algo necesario e imprescindible en estos duros tiempos
que corren y por ello me alegro de ver a tdos los que habéis acudido a ésta llamada de ayuda.
Propongo por ello y desde hoy la creación del Gran Concilio Mágico entre Mundos, que regirá
todos los Mundos Mágicos, un nuevo tipo de asociación acorde a los tiempos que corren y que
se reunirá 2 veces al año, asímismo nombro a cada uno de los asistentes hoy y representantes
de cada Mundo Mágico Cancilleres del Concilio.

-- ¡ Por el Concilio ! gritó todo el Mundo al Unísono en el Gran Comedor

-- Hijos de La Magia y de cada Mundo Mágico existente, oid mis palabras ! empezó de nuevo
Hermione... mis hermanos magos, veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi
propio corazón. Pudiera llegar el día en que el valor de los magos decayera, en que
olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestras respectivos Mundos
Mágicos y de nuestra Comunidad... ¡ pero hoy no es ése día! En que un clan de vampiros y de
escudos rotos rubricaran la consumación de la Edad de los Magos... ¡ pero hoy no es ése día !
En éste día... ¡ lucharemos ! Por todo aquello que vuestro corazón ama de ésta buena tierra,
¡ os llamo a luchar, Magos !

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-- Tiene la palabra el representante de los Cazadores de sombras, anunció Mafalda Hopkirk
tras acabar Hermione su emotivo discurso

Mientras el Cazador de sombras subía al estrado, Harry, Hermione, John (Harry) Draco, Ginny
y Ron se alejaron del tumulto y se dirigieron al rincón más alejado del Gran Comedor para
poder hablar tranquilamente

-- ¿ Cómo va el entrenamiento con el Libro, Harry?

-- Ya lo tengo dominado, John

-- Me alegro, el asedio ser producirá ya en cuestión se horas probablemente, no sé cuánto


tiempo tenemos exactamente, dijo Draco sacando un Mapa de los exteriores del Castillo, el
atrio y los Jardines, donde se produciría la Batalla inminente.

-- Sería prudente que repasemos de nuevo el plan, sugirió Ron

-- Yo me encargué de las trampas de estacas ocultas en los exteriores del Castillo, serán
nuestra primera línea de defensa.

-- Bien hecho Ginny, la apremió Hermione

-- Cada uno nos colocaremos en un punto determinado del jardían, ocultos por hechizos de
ocultación, los cuales nos darán el tiempo necesario para poder activar las trampas, nuestro
arma principal serán las ballestas que fabricó especialmente Ollivanders y que llegaron ayer
por la mañana. Ya han sido distribuidas entre todos los refugiados en el Castillo, puntualizó
John (Harry), todo indica que mañana por la Mañana se producirá la Batalla definitiva.

En ése momento escucharon unas voces llamándoles desde el otro lado del Gran Comedor

-- Creo que es tu momento cariño, dijo Ron besando a Hermione, sube ahí y ocupa tu puesto,
mi querida Ministra

Merlín tomó la palabra

-- Poco queda ya por decir a estas alturas, como ya señaló la Ministra creé el Wizengamot en
una era de Oscuridad y tiempos difíciles para la Comunidad Mágica de éste Mundo, ahora
estamos todos los Mundos Mágicos unidos y afrontamos una amenaza distinta, de mayores
proporciones, y por ello necesitábamos ésta Alianza, hemos oido a todos los 49 Cancilleres,
todos habeis oido sus opiniones, ideas y propuestas, y tras todo ello, tenemos ya a los
candidatos a Máximo Canciller, procedamos a la votación, a cada uno de los aquí presentes se
le pasará un tapiz Mágico sobre el que deberán depositar su voto realizando un simple hechizo
escribiendo el el tapiz el nombre del Candidato bien grande. Advierto que el tapiz está
encantado para evitar manipulaciones, alteraciones o trampas de tipo alguno una vez sea
emitido el voto. Y ahora, ¡ votad !

Media hora más tarde

-- Procederemos al recuento de votos, anunció Mafalda Hopkirk en voz alta

Peter Pevensie ha recibido 9 votos, Miguel Hayward obtiene 8 votos, Hermione Granger tiene
21 votos y por último Norman Truman, con 11 votos. Por lo tanto y ante tal resultado, me
complace anunciar que por amplia mayoría queda elegido como Máxima Canciller, la señora
¡ Hermione Granger !

-- (Todo el Mundo) ¡ Viva !

439
Capítulo 32: La Gran Batalla (aún por terminar)

Dos horas después, Harry se encontraba leyendo en sus aposentos del Castillo, Ginny yacía
dormida a su lado.

Vampiros: Solitarios y frecuentemente sin amigos, vagan de noche es su eterna búsqueda de


sangre fresca. Nunca envejecen y no temen a la muerte, porque ya están muertos.
Anteriormente la mayoría de ellos fueron humanos, que luego fueron condenados a una
maldición de eternidad sobre la faz de la Tierra...

Algunos de sus poderes más conocidos son:

1) Regeneración: Los vampiros pueden regenerar los tejidos danados y recuperar la energía
perdida en combate

2) Beber sangre: Consiste en beber sangre con la cual sus capacidades físicas van aumentando
cada vez que bebe sangre el vampiro 

3) Telequinesis: Los vampiros tienen la capacidad de mover objetos y seres vivos con la mente
y también para poder torturar a sus víctimas

4) Revivir Zombies: Los vampiros tienen la capacidad de revivir a un zombie para que le ayude
en su pelea contra un enemigo

5) Fuerza sobrehumana: Los vampiros poseen una gran fuerza sobrehumana que rebasan con
mucha facilidad a las de un ser humano de promedio y sus energías se recuperan si beben
sangre de forma constante

6) Invocar Gárgolas: Este poder consiste en invocar una gárgola o varias para que los ayuden
en el combate.

7) Hipnosis: Los vampiros pueden hipnotizar a una persona para que les obedeca en todo e
incluso puede que la víctima hipnotizada llegue a matar a otra por que esté bajo los efectos de
la hipnosis. Similar a la maldición Imperius pero sin hechizos mágicos ni maldiciones de por
medio.

8) Garras Ponzónicas: Los vampiros tienen un veneno mortal para cualquier ser llamado
ponzonia lo cual tienen el veneno almacenado en sus garras. Consiste en atacar con sus garras
e inyectar el veneno ponzónico a sus víctimas lo cual las mata lentamente

9) Cambio de apariencia: Los vampiros transformarse en murciélagos o en lobos a voluntad


para atacar, colarse en sitios de difícil acceso o para huir

10) Capacidad de ver en la oscuridad: Los vampiros pueden ver en la oscuridad con gran
claridad

Principales Debilidades de los Vampiros

El ajo daña el sentido de la vista de los vampiros y los produce quemaduras

El agua bendita los mata

Las armas como estacas u objetos puntiagudos los matan cuando se clavan en su corazón

440
La luz del sol los reduce a cenizas

La verbena evita que puedan hipnotizarte

Formas y condiciones que han de cumplirse para convertirse en un vampiro

Convertirse en vampiro no es para todo el Mundo: deben de cumplirse ciertas condiciones


para alcanzar tal estado. Aquí van en detalle las fórmulas secretas.

1. Nacer vampiro: La tradición reza que si un vampiro tiene acceso carnal con una mujer, el
hijo de ambos será un vampiro. Del mismo modo sucede con una vampiresa que conozca
íntimamente a un hombre. Es por ellos que muchos afirman que todos los íncubos y los
súcubos son al mismo tiempo vampiros. Sin embargo, hay autores que niegan esta posibilidad,
argumentando que los vampiros no poseen aparato reproductor y que únicamente pueden
multiplicarse a través de la mordida.

2. Ser mordido por un vampiro:

Es ésta la forma más famosa y expeditiva para convertirse en un habitante de la noche. No


obstante, tampoco aquí todos los especialistas están de acuerdo: algunos sostienen que es
imprescindible que se produzca la muerte del ser humano atacado para que su naturaleza se
convierta en la de un vampiro, y que basta con ello, mientras que otros afirman que el
vampiro puede transmitir a voluntad sus características, por lo que sólo aquéllas víctimas que
el vampiro escoja lo seguirán. Las que él rechace pasarán a ser simples y lamentables ghouls o
gules, criaturas torpes destinadas a actuar como humildes y espantosos servidores del
vampiro.

3. Ser convertido en un Vampiro por un Mago:

Afortunadamente, poseemos la descripción de la operación mágica necesaria para producir un


vampiro a través de la brujería: se debe tomar una botella y colocar en ella la sangre de una
persona que haya sufrido muerte violenta. Tras seis días de encantamientos (aún no hemos
dado con las fórmulas) una pequeña criatura se formará dentro del recipiente, a la cual el
hechicero deberá alimentar con su propia sangre por otros seis días, para hacerlo su esclavo.
Tras estos sortilegios,un vampiro surgirá de la botella y se pondrá a las órdenes del brujo. Es
esencial que el hechiceroutilice su propia sangre para alimentar al monstruo, ya que de lo
contrario el vampiro podría volverse en su contra.

4. Ser poseido por un espíritu maligno:

Algunos especialistas afirman que si el cuerpo de una persona, especialmente una que ha
sufrido muerte violenta, no es enterrada con los requerimientos religiosos necesarios, una vez
que su alma haya abandonado el cuerpo y esté habitando el bajo astral, el cadáver, antes de
desintegrarse, queda expuesto a la posesión por parte de un espíritu maligno, ya que al quedar
sin alma puede ser habitado por cualquier entidad que lo desee. Es posible que la operación de
posesión se produzca debido a la voluntad del espíritu diabólico, o que sea inducida por un
adepto a la magia negra. Se desconoce, en este último caso, si el mago podrá disponer a
voluntad de los servicios del vampiro poseído.

5. Ser víctima de una plaga causada por un vampiro:

Nadie lo ignora: los vampiros pueden causar plagas mortíferas en las cuales fallecen cientos o
miles de personas. Muchos seguidores de la tradición afirman que los vampiros ven en las
plagas una forma fácil de multiplicar sus adeptos, ya que aquéllos que mueren víctimas de la
pestilencia se ven obligados a convertirse en seguidores del vampiro causante de la
mortandad. Se trataría de casos, algunos de ellos famosos, en donde los vampiros parecen

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surgir como epidemia en ciertas zonas (sobre todo rurales) cuando antes de la plaga todo
estaba en calma. No dejes de leer la segunda parte de esta escalofriante lista.

No obstante, se cree extintos a la mayoría de los vampiros hoy día... siguio leyendo Harry, ya
exhausto, que cayó rendido y se acostó junto a su amada esposa.

La mañana siguiente todos se levantaron pronto y, tras comprobar de nuevo el correcto


funcionamiento de las trampas puestas el día anterior se escondieron en sus respectivos sitios
esperando el inminente ataque vampírico.

Los primeros vampiros llegaron a Hogwarts y se adentraron en el interior de los jardines,


desde sus escondites, Harry, Ron, Hermione, John (Harry) y Draco esperaban a que se
acercasen a las mortíferas trampas de estacas que habían colocado. Los 4 sostenian sus
respectivas ballestas listos para atacar en cuanto los primeros vampiros del clan estuviesen a
tiro.

El primer grupo cayó en las trampas de la zona Norte del jardín, gritos desgarradores lanzaron
las primeras víctimas mientras agonizaban. Tras unos instantes de confusión el numeroso
grupo restante se acercó a ellos, los 4 dispararon sus ballestas alcanzando el corazón de los
vampiros, que murieron al instante.

Un minuto después, un grupo mucho más numeroso se acercó a gran velocidad hacia ellos, sin
duda estaban usando su famosa velocidad sobrehumana

-- ¡ Retrocedámos ! ¡ Al patio ! gritó Ron

Todos los defensores de Hogwarts se habian concrentrado en el Gran Patio exterior frente a las
puertas del Castillo. Un vampiro que se habia adelantado al resto se abalanzó sobre ellos y
desgarró de un mordisco el cuello de un alumno de Cuarto curso, y chupó su sangre dejándolo
completamente seco, relamiéndose como si se recreara con ello. Ron lo mató con un certero
disparo de su ballesta.

Entonces llegó una tromba de vampiros a la vez, eran demasiados para poder contenerlos a
todos y tras disparar una vez sus ballestas a la orden de Hermione, lo que logró acabar con 8
vampiros, debieron de soltar las ballestas y sacar las estacas, sin descuidar sus varitas, dando
un paso al frente, el cazador de sombras le cortó la cabeza a uno con su espada serafín.

-- ¡ Aguamenti benedixitque ! un chorro de agua bendita salió de la varita de Draco, que


alcanzó a un vampiro que estaba a punto de morderlo en el cuello, disolviéndolo y acabando
con él

A su lado dos vampiros atraparon a unos alumnos de Sexto Curso que murieron desangrados,
la sangre manaba por doquier, Harry estacó a dos vampiros que trataban de agarrarlo,
mientras que Hermione lanzó otro conjuro de agua bendita a un vampiro muy grande que saltó
sobre ella, matándolo al instante.

A un alumno de Séptimo Curso lo destrozaron vivo 3 vampiros sedientos de sangre, que


empezaron a pelearse por ver quién bebía más sangre del pobre alumno, otros dos vampiros
acabaron con la vida de Otto Bagman, hermano del famoso comentarista y ex jugador de
Quidditch Ludo Bagman, que murió entre horribles gritos mientras lo chupaban la sangre. Ron
estacó a otro vampiro que estaba a punto de morder a Millicent Bulstrode mientras que
Hermione acabó con otro que estaba a punto de morder a Pansy Parkinson y cerca suyo, Alice
Quinn estacaba a otro que estuvo a punto de morder a Javier Gómez Rincón

John acabó con ocho vampiros lanzando rápidamente hechizos de agua bendita a diestro y
siniestro a su alrededor y tras limpiarse la sangre del rostro vio como otro vampiro chupaba
toda la sangre de otro alumno de Séptimo Curso tras romperlo el cuello, mientras que detrás

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suyo Peter Pevensie acabó con 2 vampiros tras rápidos estacazos en el corazón. El patio se
habia convertido en un lago de sangre.

Lo peor es que tras casi una hora de dura batalla los defensores empezaron a sentirse muy
cansados lo que favoreció que en los diez siguientes minutos varios vampiros masacrasen a
ocho Magos más, de importantes familias Mágicas, Belvina Burke, esposa de Herbert Burke, a
la que arrancaron la cabeza antes de desangrarla, Miles Bletchley, degollado vivo por 2
vampiresas antes de beber su sangre, La Señora Crouch, viuda de Bartemius Crouch, a la que
destriparon entre 4 vampiros, con los que luego acabó John, clavándoles estacas en el
corazón, a Honora Dumbledore, tía del difunto Director de la escuela la desollaron viva 2
vampiros antes de chupar toda su sangre, Harry acabó con ellos cuando iban a darse el festín
con la misma, a Isobel Mc Gonagall, madre de Minerva la agarraron entre 3 vampiros mientras
una vampiresa la mordía el cuello y le bebia toda su sangre, Minerva los mató con hechizos de
agua bendita, a Susan Bones lo partieron los pies, y, una vez que era incapaz de moverse, una
vampiresa saltó sobre su espalda y la rompió el cuello, a Jimbo Blishwick lo mordieron por
detrás, sorprendiéndolo, y antes de caer morir desangrado pudo acabar con su asesino
clavándole una estaca y a Rufus Shafiq lo agarraron entre 4 vampiresas, que se habian
transformado en murciélagos y tras elevarlo varios cientos de metros lo soltaron desde lo alto,
murió al instante.

---- ¡ Aguamenti benedixitque ! Hermione atacó a un vampiro de un grupo que los había
rodeado y que cayó frente a ella, disuelto en cenizas.

En ese momento un vampiro muy alto agarró por detrás a Hermione, amenazando con
morderla y matarla.

--- Has ganado Lucilla, dijo entonces John, ordenando la rendición de los defensores restantes
del Castillo, ¿ cuáles son tus demandas ? ¿ qué quieres a cambio de perdonarnos la vida ?

-- Lo sabes bien John, quiero que uses el libro

-- No entiendes.. empezó John (Harry) a explicar, no se puede usar para banali..

-- ¡ Usa el libro John ! gritó enfadada Lucilla

-- ¡ No la escuches Harry ! ¡ No merece la pena ! ¡ No sacrifiques a todos los Mundos Mágicos


por mi ! gritó a su vez Hermione, dispuesta a sacrificarse ¡ seguid luchando !

-- Es muy noble por parte de tu amiga el querer sacrificarse así, se mofó la Condesa

-- ¿ Qué debo hacer, mi señora, preguntó el vampiro que había capturado a Hermione

-- ¡ Usa el libro John, o tu amiga la Canciller muere ahora mismo ! gritó por última vez la
condesa levantando el brazo de forma amenazadora mientras el vampiro sostenía la cabeza de
Hermione por detrás suyo, con sus colmillos listos para clavárselos en el cuello

-- ¡ De acuerdo ! concedió John (Harry)

-- Harry, ya sabes qué hacer, le indicó a su otro Yo

--- Lo entiendo, dijo John mirando a Harry y guiñándole de forma cómplice el ojo

-- De acuerdo, asintió Harry, que cerró los ojos concentrado

-- Si valoras en algo a tu amiga John, no intentaréis ninguna jugarreta vil, advirtió Lucilla

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--- Bien. Y ahora... ¿ En qué epoca quiere que piense, condesa ? preguntó Harry alzando la voz
y denotando la tensión d ela situación en que se encontraban

-- Trata de centrarte en la Edad Media, me desharé de todos vosotros y de vuestro dichoso


Castillo y cerraré la puerta, respondió sonriendo malévolamente

Harry trató de liberar de su mente cualquier otro pensamiento de otras épocas, como Él
mismo se habia enseñado, como John lo habia enseñado. Lentamente su mente fue quedando
en blanco

-- Tus pensamientos tienen que ser claros y puros, como el agua. Harry recordó los consejos
de John: "Pon agua en una taza y será la taza. Pon agua en una botella y será la botella. Pon
agua en una tetera y será la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua, amigo mío.
¿ Tienes bien visualizado todo lo que te he dicho" ?

--- Lo tengo, John

--- Bien, podemos continuar. Y ahora recuerda, trata de pensar en algo que te haga muy feliz y
concéntrate en ello durante unos minutos. Avísame si ves que ocurre algo.

--- Nos veo a nosotros, con Ron, Hermione, los pequeños Lily y Percy, La condesa, está ahí
también, riéndose.

--- ¿ Dónde estamos ? preguntó nerviosa la Condesa

--- Es una especie de... no, espera esa casa es... estamos en el jardín de la entrada de
Hogwarts, de lejos se ven muchos Castillos, desde luego es una época Medieval... pero...
John parecía un poco decepcionado

--- ¿ Ves algo más ?

--- No. Espera... ahora se ve una luz muy brillante en medio del campo.

--- Ve hacia la luz, Harry.

--- Lo intentaré

--- ¡ Corre hacia ella ! gritó impaciente la Condesa

--- ¡ Lo estoy intentando !

Los brazos de Harry empezaron a temblar fuertemente, habia pasado, estaban utilizando de
forma innecesaria el libro, por capricho personal de Lucilla y éste había tomado el control,
pues, como John y Harry bien sabian, tenia voluntad propia y ése era el riesgo de no utilizarlo
correctamente, y hacerlo por mera vanidad o intereses personales

--- Creo que ya es suficiente por ahora, no lo va a conseguir, advirtió John, ¡ ha perdido el
control !

Un círculo luminoso amarillo salió del libro y se vislumbraron unas imágenes moviéndose a
alta velocidad, parecían escenas sacadas de una película

--- ¡ John, perderás a tu amiguita si no acabais lo que habeis empezado ! ¡ Es vuestro último
aviso !

-- ¡ Maldita seas, no se puede hacer en estas circunstancias, lo has querido utilizar para tus
propios fines y todo se ha salido de control !

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La condesa dio un empujón a Harry y agarró con sus manos fuertemente el libro y miró en el
interior del círculo

--- ¡ Sí, ahí está, ya lo tienes ! rió la Condesa

John le lanzó un conjuro para apartarla del libro y acabar con ella

-- ¡ Confringo ! la Condesa saltó a un lado tratando de esquivar la la maldición explosiva de


Harry pero fue alcanzada en la espalda, empezando a chorrear abundante sangre, la explsión la
habia producido múltiples heridas tanto en la espalda como en el costado derecho del cuerpo.

-- Bueno John, ha... has... ganado... trató de decir Lucilla mientras se atragantaba con su
propia sangre mientras iba agonizando lentamente

Los vampiros restantes dieron un fuerte grito al ver morir a La Condesa, su Señora

John realizó un hechizo que lanzó el cuerpo de Lucilla dentro del portal creado por el Libro,
pero, de repente y al haberse todos despistado durante esos breves momentos, una luz
repentina proveniente del Libro los cegó, y un vórtice de energía apareció del mismo en forma
de tornado que chupaba todo a su alrededor, atrapando a John, que sin poder reaccionar por
lo súbito del mismo fue absorvido por su fuerza succionadora y desapareció dentro del Bucle
temporal. Entonces la luz se apagó y el libro se cayó al suelo. Harry, Ron, Draco y Hermione
se quedaron atónitos mirando el libro en el suelo. Todavía se encontraban en shock tras ver
desaparecer a John (Harry ).

Capítulo 33: Final y ... ¿ un Nuevo Comienzo?

Todos ayudaron a enterrar a los muertos de la Gran Batalla que había tenido lugar, los ánimos
estaban muy alicaidos tras las grandes pérdidas sufridas, muchos miembros de varias familias
mágicas habían caido, Harry tuvo que consolar a Ginny ante la desaparición de su otro Yo, no
sabían a qué época habría ido a parar John, ni tampoco sabian si tan siquiera podría ser
rescatado del Vórtice temporal que creó el Libro y que absorvió a John tras acabar con la
Condesa y haber lanzado dentro su cuerpo inánime y con ello acabado con El Pacto, que sin
su príncipal líder, la heredera de Drácula, perdieron la moral y habian huido en desbandada en
distintos grupos.

La amenaza habia desaparecido y una vez más el Mundo o... más propiamente, los Mundos
mágicos estaban en paz, era oficialmente el final de la Tercera Guerra Mágica.Hermione, como
Máxima Canciller, dio un emotivo discurso en homenaje a todos los que habían muerto y trató
de consolar en la medida de lo posible a los familiares. Asimismo y trs la sugerencia de Merlín
procedió a condecorar a todos los caidos a título póstumo con la Orden de Merlín.

Tres días después, y tras dos días de luto, todos los Mundos Mágicos fueron invitados a
Hogwarts para una gran Cena Mágica de celebración. El Gran Comedor había sido ampliado
mágicamente a un tamaño de 11 veces su tamaño habitual para poder albergar a todas las
delegaciones Mágicas, la mayoría ya habían llegado y ocupaban sus respectivas mesas
asignadas por la Directora Mac Gonagall dentro del mismo.

Harry, Ron, Draco y Hermione se reunieron en la entrada antes de ocupar sus sitios
correspondientes. La gente gritaba y danzaba a su alrededor. Muchos alumnos de la escuela
habían puerto unas piñatas muggles colgadas por el techo, y un gran enorme árbol lleno de
guirnaldas adornaba una de las esquinas del Gran Comedor.

-- ¡ Esto es intolerable ! gritó indignado Draco, ¡ Como pille al bromista !

-- ¿ Qué ocurre Draco ?

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-- Resulta que alguien ha esparcido el insidioso rumor, que por supuesto es falso, de que
Scorpius no es mi hijo

-- ¿ Cómo ? ¿ Y de quién dicen que es hijo, si puede saberse ?

-- Pues nada más y nada menos que del innombrable Lord Voldemort ! respondió Draco
visiblemente molesto. Hermione, querría pedirte personalmente que el Ministerio realizase
una declaración pública negando tales infamias.

-- Te aseguro que estudiaremos el caso y tomaremos las medidas oportunas Draco

-- Te lo agradezco, ya sabes que Astoria no se encuentra bien de salud últimamente y no


querría que estas funestas calumnias agravasen su situación

-- Tenemos además de ése otro problema, sumado al rescate de John, que esperemos que sea
posible, cosa que habrá que analizar y estudiar, hay tanto que aún no sabemos sobre el
funcionamiento del Libro... resulta que el papeleo no deja de crecer, y han llegado informes
de que debido a todo el flujo temporal y las alteraciones temporales derivadas del uso del libro
en la Gran Batalla hay determinados objetos y distintos artefactos mágicos que han
desdaparecido de nuestro Mundo y han acabado en otros, cientos de ellos, y a su vez han
aparecido en el nuestro muchos extraños y variados artilugios mágicos de otros Mundos. Hay
que encontrarlos todos, catalogarlos y si es posible devolverlos a su propio, también habrá que
recuperar por supuesto todos los del nuestro, dijo Harry informando del problema.

- En fin, para resumir, se abren muchos frentes de los que habrá que ocuparse Harry, nos
llevará mucho tiempo y será una dura y ardua tarea, señaló Hermione finalizando la
conversación. Y ahora, nos espera un gran banquete

FIN

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