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NUEVO CENTRO DE CIENCIA Y ARTE EN LA UNSAM

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Alojado en el Instituto de Artes Mauricio Kagel, el nuevo centro propone un vínculo


entre el arte y la ciencia mediante la gestión de residencias de artistas en centros de
investigación de la UNSAM. Se trata de una iniciativa única en su tipo en la Argentina.
Por Gaspar Grieco

La ciencia y el arte están vinculados desde tiempos remotos. Entre los grandes filósofos
griegos, Pitágoras desarrollaba teoremas mientras interpretaba escalas musicales en
clave matemática. Siglos después, Leonardo Da Vinci cruzaba su obra pictórica con
estudios anatómicos y arquitectónicos. Incluso en la Argentina, el artista plástico Xul
Solar creaba dos nuevos lenguajes a los que denominaba “panlengua” y “neocriollo”.

Con la aceleración del desarrollo científico y tecnológico durante el siglo XX, la ciencia
debió especializarse y aquellas célebres figuras de científicos-artistas fueron menos
frecuentes. Sin embargo, en los últimos años, algunos de los centros de investigación
más prestigiosos del mundo, como la Organización Europea para la Investigación
Nuclear (CERN) en Suiza —donde se encuentra alojado el colisionador de hadrones—
y el programa ASCUS en Escocia, comenzaron a vincular la ciencia y el arte por medio
de instancias de intercambio. A esta tendencia se suma la UNSAM con el nuevo Centro
de Ciencia y Arte, único en su tipo en el país.

Daniel de Florian —director del Centro Internacional de Estudios Avanzados (ICAS) de


la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) y uno de los directores del nuevo espacio—
explica los objetivos de esta novedosa propuesta académica: “La idea es generar
circuitos de hibridación entre la ciencia y el arte en los cuales haya no solo un vínculo
sino una retroalimentación entre ambos campos del saber. Los/as artistas podrán realizar
estadías en centros de investigación y laboratorios para interactuar con científicos y
generar obras de arte a partir de esas experiencias”.

En esa línea, Sebastián Verea, director del Área de Artes Sonoras del Instituto de Artes
Mauricio Kagel (IAMK) y codirector del Centro, habla de los aportes de la ciencia al
arte y vicerversa. “Por un lado, buscamos tener una comunidad artística informada sobre
los avances científicos que se dan dentro y fuera de la Universidad. Por otro lado,
queremos que el artista pueda proveer al científico una mirada nueva sobre la
problemática que investiga”, resalta.

Por su parte, Marina Pampín, directora del área de Artes Escénicas del IAMK y
codirectora del nuevo Centro junto al investigador del IIB-INTECH Pablo Aguilar,
destaca: “Creemos que la UNSAM es un espacio fértil para producciones que emergen
de la intersección del arte y de la ciencia ya que se trata de una universidad científico-
tecnológica con un instituto de artes. Este año emprendimos una serie de proyectos
creativos piloto en los que estudiantes de arte elaboraron proyectos en laboratorios y
con tutorías científicas”.

Lejos de improvisar, de Florian y Verea ya participaron de experiencias híbridas con


arte y ciencia. El especialista en música expandida fue parte del proyecto “Sonidos del
antropoceno”, para el que realizó una estadía de seis meses en el Centro para el
Medioambiente, la Energía y la Gobernanza de Cambridge (C-EENRG) de la
Universidad de Cambridge componiendo una partitura que representa los sonidos de la
rotación del planeta. La instalación sonora fue estrenada en 2017 en la exhibición
“Contemporary connections” del Festival de Ciencias y Artes de Edimburgo (Escocia).

Por su parte, de Florian estuvo presente durante la estancia en el CERN del coreógrafo
suizo Gilles Jobin, de la que surgió la obra Quantum, una coreografía que simboliza los
fenómenos que aparecen en las interacciones del Bosón de Higgs y las partículas
elementales descubiertas por el colisionador de hadrones. “Las interacciones entre
partículas son muy difíciles de comprender, incluso para estudiantes de física. De esa
experiencia aprendí mucho: algunas cuestiones de la danza me sirven muchísimo para
dar clases”, cuenta el especialista en física de las partículas elementales.

La primera actividad del nuevo centro será la realización de un encuentro internacional


que se llevará a cabo en febrero de 2019 en la UNSAM, en el Centro Cultural San
Martín y en la empresa estatal INVAP de Bariloche y del que participarán directores de
centros de arte y ciencia de todo el mundo, además de artistas, científicos y gestores del
área científico-artística. La iniciativa cuenta con el apoyo del British Council, la
Fundación Williams y la Secretaria de Cultura de Nación.

“Mientras las ciencias expanden las fronteras del conocimiento, las artes tienen el deber
de expandir las fronteras del sentido. Si el artista puede crear un sentido nuevo mediante
una poetización, eso puede llegar al científico proponiéndole nuevas formas de mirar el
tema. La relación entre ciencia y arte es un vínculo de sinergias”, concluye Verea.

El Centro de Ciencia y Arte de la UNSAM está vinculado con las siguientes


instituciones: Centro Cultural de la Ciencia (C3), Centro Cultural San Martín, British
Council Argentina, British Council Creative Economies, Barbican Centre, Universidad
de Cambridge, Edinburgh Science Festival, Cryptic, Fundación Williams, Centro
Cultural Recoleta y Centro de Arte Sonoro (Casa Nacional del Bicentenario).

Daniel de Florian

Marina Pampín
Sebastián Verea

Nota actualizada el 26 de diciembre de 2018

imágenes que éstos mismos nos proporcionan del mundo microscópico y de las estructuras
que conforman el cosmos.

Para Aristóteles, la belleza es simetría, y ciertamente en la naturaleza la simetría se


encuentra por doquier. Como elemento de equilibrio o de homeostasis, se encuentra en la
base de la vida, ya que la conformación y el funcionamiento de todos los organismos
obedecen a proporciones simétricas, incluso, como lo demostró Dirac, hasta en los
fenómenos más elementales de la propia naturaleza.

Paul Dirac (1902-1984), físico teórico británico, cuyas contribuciones fueron fundamentales
para el desarrollo de la física cuántica, dijo, al cuestionársele algunas de las ecuaciones con
las que proponía un nuevo modelo del átomo, que “es más importante que tus ecuaciones
sean bellas a que concuerden con algún experimento”. Posteriormente, las investigaciones
experimentales demostraron que las ecuaciones de Dirac eran correctas en cuanto a la
existencia de una nueva partícula, el positrón; es decir, un antielectrón de carga eléctrica
positiva que Dirac proponía para armonizar y equilibrar el modelo propuesto en su
ecuación de onda para el electrón; postuló que debía existir una partícula semejante al
electrón, pero con una carga eléctrica positiva, es decir, un antielectrón o positrón, como lo
bautizó posteriormente.

Sin embargo, a pesar de las similitudes entre la ciencia y el arte, y de que los productos
teóricos y tecnológicos de la ciencia contengan elementos estéticos, armónicos y
equilibrados que inspiren sensaciones bellas, no podemos soslayar sus grandes diferencias:
el método científico exige procedimientos y protocolos que requieren verificación y
repetitividad de los resultados. El arte, por su parte, se caracteriza por creaciones únicas en
las que cada expresión posee su propia identidad y originalidad, puesto que, como dice
Sidney Hook, “La Madonna de Rafael, sin Rafael; las sonatas y sinfonías de Beethoven, sin
Beethoven, resultan inconcebibles. Por otra parte, en la ciencia la mayoría de los hallazgos
de un científico podría haberlos realizado otro científico de su mismo campo”. Sin embargo,
mientras el artista capta y proyecta sus creaciones hacía el exterior, el científico trabaja de
forma discreta para explicar los fenómenos que investiga.

La ciencia requiere réplica y verificación, la obra de arte sólo se contempla y se goza. Sin
embargo, el científico también goza el placer estético ante un experimento o una
elaboración teórica (como le sucedió a Dirac) bien diseñados, y el artista está consciente de
que la reflexión y la contrastación no están excluidos de la obra artística. No obstante, tanto
la ciencia como el arte buscan la exploración y la resolución de incógnitas. Ambos observan
el entorno en que vivimos, aunque los métodos para explicar o plasmar los resultados de
esa observación sean distintos, la primera a través de técnicas precisas y sistemáticas la
otra a través de procesos cognitivos, perceptuales y emocionales. Al final ambos buscan una
representación del mundo; el arte a través del objeto artístico, como una expresión de la
representación, y la ciencia como reflejo de la representación a través de modelos, teorías e
ingenios.

No obstante, el arte y la ciencia comparten la vinculación de sus creaciones al servicio del


ser humano, por lo que el científico y los artistas deben aliarse para explorar las regiones de
lo desconocido y para defender un medio ambiente cada vez más empobrecido.

Contacto: estradaloyo@gmail.com

Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Arist%C3%B3teles https://es.wikipedia.org/wiki/Arte
http://blogs.fad.unam.mx/asignatura/mauricio_gomez/ ?p=91
https://es.glosbe.com/la/es/ars http://lucilius.aprenderapensar.net/2010/01/28/la-
techne/ http://lacadernera.blogspot.mx/2011/10/estetica-de-laciencia.html
http://lema.rae.es/drae/?val=estetica https://es.wikipedia.org/wiki/Est%C3%A9tica
https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Dirac
http://www.xatakaciencia.com/otros/diferencias-fundamentales-entre-arte-y-ciencia
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/152/htm/sec_11.htm

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