Guía urgente para comunicar con perspectiva en niñez

Violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes

Una publicación de:

Red por la Infancia

Con el apoyo de:

New Venture Fund (NVF), The Economist Intelligence Unit e Inspire

Revisión de contenidos:
Paula Wachter, Directora Ejecutiva y Fundadora de Red por la Infancia
Melanie Cerceda

Desarrollo de contenidos:
Evangelina Bucari
María Ayuso

Diseño:
Sofía María Deane

Edición:
Guadalupe Rodríguez

Red por la Infancia

Desde hace más de 10 años, trabajamos en la promoción y la protección de los derechos de
niñas, niños y adolescentes contra las violencias. En esa búsqueda, nos orientamos a generar
cambios sistémicos a través de la producción de conocimiento sobre la temática, el
acompañamiento o integral a víctimas de violencia sexual y sus familiares, el monitoreo
legislativo y la propuesta de políticas públicas en coordinación con los distintos niveles de
Estado (nacional, provincial y municipal). Somos parte de la Alianza Global para poner fin a la
violencia en la infancia y la iniciativa Inspire “7 estrategias para poner fin a la violencia contra
niños”, liderada por la Organización Mundial de la Salud en consorcio con diez agencias de
cooperación internacional de la Organización de las Naciones Unidas. Con la convicción de que
toda violencia es prevenible y que todos somos agentes de cambio social para hacerlo posible.
www.redporlainfancia.org

2
 Índice
Violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes 4
¿Por qué una guía para periodistas? 4

Capítulo 1. Informar sobre las violencias contra niñas, niños y adolescentes 5

¿Por qué estos tipos de violencia deben ser noticia? 5
¿Qué implica una cobertura con perspectiva en niñez, género y derechos? 5
Tipos y formas de violencia contra niñas, niños y adolescentes 6
La magnitud del abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes 8
Los principales mitos y estereotipos a derribar 9

Capítulo 2. Herramientas para la cobertura 12

Consejos para evitar la revictimización y realizar abordajes respetuosos 12
Cómo incluir las voces de las víctimas 15
Claves para utilizar datos al momento de contar historias 16
Crear contexto: consejos para consultar a especialistas en el tema 17
Objetivos a los que deberían apuntar las entrevistas y las coberturas 17
Algunas preguntas que pueden servir como guía 18
Uso de lenguaje claro: consideraciones lingüísticas y términos clave 19

Capítulo 3. Recursos para tener a mano 23

Marco jurídico: legislación nacional y convenciones internacionales 23
Algunas de las normas marco fundamentales 23
Otras leyes de importancia 25

Recursero 27
Brindar información de servicio 27
Incluir las señales de alerta 27
Tener en cuenta a las organizaciones especializadas 28
Más materiales e investigaciones 29

Bibliografía 30

3
Violencia sexual contra
niñas, niños y adolescentes
¿Por qué una guía para
periodistas?
Por la sensibilidad del tema, la indig-
nación que suele causar y la comple-
jidad de la problemática, las cobertu-
ras sobre maltratos en la niñez y en
particular acerca de la violencia
sexual contra niñas, niños y adoles-
centes revisten cierto grado de difi-
cultad para las y los periodistas. Si no
se usan las palabras adecuadas para
describir determinadas situaciones o
no se tienen en cuenta algunas
recomendaciones para el abordaje,
los medios pueden —aunque sin pro-
ponérselo— convertirse en amplifica-
dores de una mirada social que estig-
matiza a las víctimas, refuerza el
silencio y protege a los agresores.
Las falsas creencias arraigadas
(desde “los chicos mienten” hasta
que existe un determinado “perfil” de
agresor), junto con el tratamiento de
las noticias sin perspectiva en niñez,
género y derechos humanos, siguen
circulando de forma más o menos
sutil. No es cuestión de un solo
medio o grupo de periodistas en par-
ticular: los desafíos son transversales
a todas las personas que se dedican a
esta tarea.
Esta guía, elaborada por Red por la
Infancia con el apoyo de organismos
1 Con el apoyo de New Venture Fund en el marco del proyecto “Fuera de las sombras”, con The Economist Impact.
4
internacionales especializados en
violencias contra niñas, niños y ado-
lescentes1, busca convertirse en una
herramienta para lograr coberturas
respetuosas y que cuenten con la
información necesaria en relación a
la prevención del abuso sexual.
Se propone ser una pequeña contri-
bución a una tarea colectiva y en
construcción permanente, que es
difícil pero imprescindible por la
magnitud de la problemática y sus
consecuencias.
A lo largo de tres capítulos, el objetivo
es:
Ofrecer información fundamental
para desarmar los principales
mitos.
Brindar herramientas que sirvan
para contextualizar la infor-
mación.
Dar recursos prácticos para visibi-
lizar la violencia sexual contra
niñas, niños y adolescentes garan-
tizando sus derechos.
La clave está en que quienes ocupan
un lugar en los medios de comuni-
cación puedan generar contenidos
que trasciendan la coyuntura y que
apunten a la prevención y la concien-
tización, contribuyendo así a generar
un cambio social.
 Capítulo 1
Informar sobre las violencias contra niñas,
niños y adolescentes
al servicio de su desnaturalización y
¿Por qué estos tipos de denuncia, para aportar a una mayor
violencia deben ser toma de conciencia, elevar la calidad

noticia? del debate e incidir en el accionar de

las políticas públicas para su pre-
Todos los días, los medios de comuni- vención.
cación difunden decenas de noticias
Puede suceder que no podamos
que involucran a niñas, niños y ado-
incidir en las coberturas del medio
lescentes, pero en general no son
periodístico en el cual nos desem-
protagonistas de la información sino
peñamos (sobre todo cuando son
víctimas laterales y aisladas. Por eso,
grandes empresas), pero sí marcar
más allá de casos particulares, estas
una diferencia en nuestra tarea, para
coberturas no alcanzan a dimensio-
ir poco a poco promoviendo prácticas
nar la magnitud de las problemáticas
más respetuosas de los temas que
que atraviesan la niñez y la adoles-
impactan en las niñeces y adolescen-
cencia.
cias. Empezar por allí es un primer
Las estadísticas de las violencias y gran paso.
contra niñas, niños y adolescentes
resultan alarmantes y son apenas la
punta del iceberg: muchísimos
¿Qué implica una
casos permanecen en las sombras, cobertura con
particularmente aquellos vinculados
con la violencia sexual, por las carac-
perspectiva en niñez,
terísticas que tiene este delito. Se género y derechos?
trata de una problemática que nos
Cuando trabajamos en temáticas
atraviesa como sociedad y que forma
relacionadas con la vulneración de los
parte de un entramado complejo,
derechos de niñas, niños y adoles-
que es importante visibilizar y desa-
centes es necesario partir de la premi-
nudar. Por eso esta guía se centra
sa de que su bienestar debe ser el eje
principalmente en su abordaje.
rector, como lo indica la Convención
Muchas veces se dijo que la comuni- sobre los Derechos del Niño (CDN) en
cación es una herramienta poderosa su artículo 3. ¿Qué significa esto? Que
para el cambio social. Desde la labor en el tratamiento de la noticia y al
periodística se pueden replicar las momento de contar historias que las
violencias o por el contrario ponerse y los involucren hay que lograr un

5
 género (como identidad y expresión),
abordaje respetuoso, centrado en
la etnia, la clase social o la orientación
información socialmente relevante
sexual, entre otras, que ayuden a am-
que evite la revictimización y la
pliar el análisis y la comprensión de la
espectacularización.
problemática.
No hay que perder de vista que niñas,
Por último, no podemos perder de
niños y adolescentes son sujetos de
vista que en temáticas que incluyen
derechos, por eso, tener perspectiva
violencias es imprescindible la pers-
en niñez significa dejar de lado la
pectiva de género, que pueda cues-
mirada adultocéntrica, donde solo
tionar las desigualdades históricas
prevalece la palabra y los enfoques de
que tuvieron y siguen teniendo aún
las personas adultas. Implica ponerse
las mujeres y diversidades, y analizar
en su lugar, conocer sus derechos y
cómo pueden estos mandatos y
ser empáticos.
estereotipos sociales afectar a las
La “voz del niño” es un concepto que niñeces y las adolescencias.
se utiliza para describir los deseos,
sentimientos y puntos de vista de
niñas, niños o adolescentes. Y es un
Tipos y formas de
gran desafío de los medios de comu- violencias contra niñas,
nicación potenciar esa voz, garan-
tizándoles un entorno seguro, sin
niños y adolescentes
revictimización, respetando sus deci- Las cifras son alarmantes: en la
siones y poniendo énfasis en su espe- Argentina, 7 de cada 10 niñas, niños
cial situación de vulnerabilidad. y adolescentes son víctimas de
algún tipo de maltrato2 por parte de
sus madres, padres, cuidadoras o
HABLAR DE "PRÁCTICA CULTURAL"
cuidadores. La mayoría de las veces
CUANDO SE ABORDA LA VIOLENCIA
esto tiene lugar dentro de sus propias
SEXUAL DE LA QUE SON VÍCTIMAS
casas, pero también puede ocurrir en
NIÑAS Y ADOLESCENTES INDÍGENAS
AL SER OBLIGADAS A INICIARSE
las escuelas y en otros entornos cer-
SEXUALMENTE CON HOMBRES canos, como casas de familiares.
MAYORES ES UN CLARO EJEMPLO DE
Pero no todas las violencias son
FALTA DE PERSPECTIVA DE GÉNERO E
iguales, por eso es importante que se
INTERSECCIONALIDAD Y UNA FORMA
utilicen los términos adecuados para
DE NATURALIZAR E INVISIBILIZAR
describirlas, dejando de lado el uso de
ESTE DELITO.
eufemismos.

Otra recomendación importante es Violencia física: comprende todo uso

lograr una mirada interseccional, es de fuerza intencionada o maltrato
decir, poder tener en cuenta si hay corporal, como golpes, patadas, sacu-
otras variables como el sexo, el didas, zamarreos, chirlos o palizas,

2 https://www.unicef.org/argentina/informes/serie-violencia-contra-ninas-ninos-y-adolescentes

6
con o sin objetos, que busque casti-
gar u ocasionar dolor físico. Los adul-
tos confunden estas violencias como
metodos de disciplina en la crianza.
Su naturalización pierde de vista el
impacto que esto genera en la vida de
las chicas y los chicos, como se
advierte desde UNICEF y se refleja en
los resultados de la Encuesta sobre
condiciones de vida de niñez y ado-
lescencia (ECOVNA)3.
NINGUNA FORMA DE VIOLENCIA
CONTRA NIÑAS Y NIÑOS ES
JUSTIFICABLE, Y TODAS SON
PREVENIBLES.
Violencia sexual: sucede cuando una
persona adulta involucra a niñas,
niños o adolescentes en cualquier
tipo de conducta u actividad de
índole sexual, con o sin contacto
físico, para las cuales no están madu-
ros ni en condiciones de dar consen-
timiento. Contempla tanto manoseos,
frotamientos y besos sexuales en los
genitales, como la penetración sexual
o su intento, entre otras conductas.
También son abuso los comentarios
sexualizados, el exhibicionismo, la
exposición a pornografía, instar a que
se saquen fotos desnudos o se mas-
turben frente al agresor, y el contacto
digital con propósitos sexuales
(grooming).
Violencia psicológica: implica toda
expresión oral que busque humillar,
ridiculizar, avergonzar, intimidar,
discriminar, rechazar o tratar de
3 https://www.desarrollosocial.gob.ar/wp-content/uploads/2015/07/3.-Encuesta-Sobre-Condiciones-de-Vida1.pdf
4 https://www.csjn.gov.ar/om/guia_ddmm/docs/cedaw47_2012.pdf
7
forma hostil a niñas, niños o adoles-
centes. Incluye las situaciones en las
que se los obliga a observar un acto
de violencia o presenciarlo, por ejem-
plo, cuando conviven junto a madres
que sufren violencia de género. Eso
los convierte no solo en testigos,
sino también en víctimas.
Violencia vicaria: es un tipo de violen-
cia de género en la que se utiliza a las
hijas o los hijos para perpetrar un
daño a la madre. Los casos más
extremos son los femicidios vincula-
dos: cuando los agresores asesinan a
las niñas o los niños. Otra manera en
la que se da este tipo de maltrato es
cuando la Justicia u otras circunstan-
cias obligan a las chicas y los chicos a
tener contacto con un padre o
cuidador que solo busca la custodia
para seguir ejerciendo violencia
contra su expareja. Un caso paradig-
mático fue el de Ángela González
(cuya pequeña hija fue asesinada por
su progenitor, quien luego se suicidó),
por el cual el Comité sobre la Elimi-
nación de Todas las Formas de Dis-
criminación contra la Mujer (CEDAW)
condenó a España, sentando un pre-
cedente en el derecho internacional4.
EN LA WEB DE RED POR LA INFANCIA
SE PUEDE AMPLIAR LA INFORMACIÓN
SOBRE LOS DISTINTOS TIPOS DE
VIOLENCIAS.
WWW.REDPORLAINFANCIA.ORG
La magnitud del abuso
sexual contra niñas,
niños y adolescentes
Hablar sobre la violencia sexual
contra niñas, niños y adolescentes es
doloroso e incómodo. Se trata de una
de las formas de maltrato más crue-
les que existen y, frecuentemente,
esquivamos la problemática, ya sea
porque en buena medida continúa
siendo tabú o porque aún subyace
(aunque cada vez menos) la idea de
que es un “tema familiar” que debe
resolverse “puertas adentro”.
A pesar de su altísima prevalencia, al
ser una de las formas de violencia
más silenciadas, subreportadas e
impunes que existen, la mayoría de
los casos no son detectados ni
denunciados, lo que hace que miles
de niñas y niños no tengan acceso a la
Justicia ni a salud, y sigan siendo abu-
sados, ocultos a plena luz.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS) sugiere multiplicar por 30 las
cifras oficiales para tener una aproxi-
mación de la magnitud real de esta
problemática. Sus estimaciones indi-
can que 1 de cada 5 niñas y 1 de cada
13 niños es abusado sexualmente
antes de cumplir los 18 años.
Por otro lado, una proyección de Red
por la Infancia en base al censo de
2010 estima que en la Argentina hay
potencialmente casi 2.000.000 de
víctimas. Además, se calcula que de
cada 1000 casos de abuso sexual,
solo 100 se denuncian y apenas 1
recibe condena.
8
La inmensa mayoría de los agre-
sores forman parte del entorno
familiar y social cercano de las vícti-
mas, lo que dificulta la denuncia y la
detección. En algunos casos de
violación y embarazo forzado, pese a
lo que establece la ley, no siempre se
garantiza la interrupción legal del
embarazo (ILE) con celeridad.
Es por eso que sin un fuerte compro-
miso de toda la ciudadanía, difícil-
mente podamos ayudar a romper el
círculo de la violencia y cambiar el
destino de las niñeces y adolescen-
cias.
¿POR QUÉ ES UNA VIOLENCIA
INVISIBLE E IMPUNE?
Uno de los factores que más
incide en la invisibilización de la
violencia sexual contra niñas,
niños y adolescentes es que el
80% de los casos sucede en el
entorno cercano, es decir, en sus
propias casas o en las de su
circulo ínitmo.
El otro se vincula con la impuni-
dad que caracteriza este tipo de
delitos: a mayor desconfianza en
la capacidad del Estado de pro-
tegerlas y castigar a su agresor,
menor es el incentivo de las
víctimas a denunciar.
En otras palabras, invisibilidad e
impunidad se refuerzan mutua-
mente, alimentando la cifra
negra que daña el presente de
las chicas y los chicos e hipoteca
su futuro.
Los principales mitos y
estereotipos a derribar
Los prejuicios son creencias falsas
que se encuentran, en muchos casos,
profundamente anclados en el imagi-
nario social, aunque no existe ningún
tipo de evidencia que los sostenga.
Hay muchos vinculados al abuso
sexual, que desde los medios de
comunicación se replican sin dar
cuenta del costo que representa
seguir reproduciéndolos. Para em-
pezar a deconstruirlos, primero hay
que identificarlos:
“Usan a las chicas y los chicos como
botín de guerra”
FALSO
¿Por qué? Es importante diferenciar
entre dos situaciones. En muchos
divorcios conflictivos los adultos
pueden ejercer violencia psicológica
contra sus hijas o hijos, por ejemplo,
hablándoles mal del otro progenitor o
condicionando las visitas a cambio de
determinadas concesiones. Esto re-
presenta siempre una forma de mal-
trato. Diferente es cuando un adulto
denuncia la sospecha de abuso en
pos de garantizar el resguardo y pro-
tección de su hija o hijo. Si no lo
hiciera, sería cómplice del agresor.
Esto no es tomar a las chicas y los
chicos como botín de guerra: implica
cumplir con la responsabilidad
parental. Según un registro realizado
por la forense Virginia Berlinerblau,
publicado en Backlash y abuso
sexual infantil, solo el 4% de las
denuncias por abuso realizadas en el
5 Es la línea de violencia familiar y sexual, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación
9
marco de divorcios conflictivos,
recibidas en el Cuerpo Médico
Forense de la Nación, fueron delibera-
damente falsas, una tasa muy baja.
“Es imposible que las madres no
conozcan lo que sucede”
FALSO
¿Por qué? Las madres no siempre
pueden o saben detectar el abuso
sexual contra sus hijas o hijos. Por otro
lado, si tuviesen conocimiento de la
situación pero no la denuncian o
encubren, serían copartícipes.
SE HABLA DE “EL ABUSADOR” O “LOS
AGRESORES” PORQUE EL 90% DE LAS
PERSONAS AGRESORAS DE NIÑAS,
NIÑOS Y ADOLESCENTES SON DE
GÉNERO MASCULINO, SEGÚN DATOS
DE LA LÍNEA 1375 Y UNICEF.
“Es un problema familiar y no hay
que meterse”
FALSO
¿Por qué? Desde 2018, a partir de la
sanción de la Ley 27.455, el abuso
sexual contra niñas, niños y adoles-
centes pasó a ser considerado un
delito de acción pública (y no de
instancia privada), con lo cual el
Estado tiene la obligación de investi-
gar las denuncias realizadas. En otras
palabras, toda la ciudadanía tiene la
responsabilidad de denunciar y la
Justicia, de investigar.
“La violencia sexual es sinónimo de
violación”
FALSO
¿Por qué? Este es un error frecuente.
Hay muchos tipos de violencia sexual
y algunos ni siquiera involucran un
contacto físico (como exponer a las
chicas y los chicos a pornografía o el
grooming). Considerar que hay
abusos “chiquitos” por el tipo de con-
ducta (“fue solo un manoseo”) o por la
frecuencia (“ocurrió pocas veces”)
tiende a invisibilizar este delito y a
negar el impacto devastador que
implica para las víctimas. La violación
o el acceso carnal por cualquier vía es
un agravante del abuso, no es condi-
ción para que ocurra.
“Las madres manipulan a sus hijas o
hijos para ponerlos en contra del
agresor”
FALSO
¿Por qué? El falso Síndrome de
Alienación Parental (SAP) sostiene
que un progenitor, en general la
madre, induce a su hija o hijo a que
relate un abuso sexual que nunca
ocurrió. El SAP no tiene fundamento
científico y fue rechazado por la OMS
en las clasificaciones de salud mental,
por la comunidad científica mundial
y, en nuestro país, por ambas cámaras
del Congreso de la Nación y diversos
organismos de Derechos Humanos.
En su “Recomendación 2” (2020), la
defensora de Niñas, Niños y Adoles-
centes de la Nación, Marisa Graham,
planteó la necesidad de terminar con
prácticas judiciales que culpabilizan a
10
la adulta protectora denunciante (ver
capítulo 3).
Actualmente se habla de un
“neoSAP”, en relación con los
dictámenes judiciales que, sin nom-
brar al SAP, lo recogen, dudando de la
víctima, culpabilizando a la madre
protectora y fomentando revincula-
ciones forzadas con el agresor, inclu-
so cuando hay condenas firmes.
“Las niñas y los niños mienten o
fantasean”
FALSO
¿Por qué? Es uno de los prejuicios
más frecuentes. Las niñas y los niños
no mienten más que las personas
adultas. Desde los 3 años, e incluso
antes también, discriminan clara-
mente entre fantasía y realidad.
Además, no pueden “fantasear” ele-
mentos o situaciones con los que no
están familiarizados, que no son
propios de su edad o sus intereses,
como es el caso de la sexualidad
adulta. En las pocas situaciones en las
que puede haber una inducción acci-
dental o forzada, es fácilmente
detectable por quienes están capaci-
tados para evaluarlas.
“Si ocurriera en nuestro entorno,
nos daríamos cuenta”
FALSO
¿Por qué? La violencia sexual en la
niñez y la adolescencia se basa en un
pacto de silencio impuesto por el
agresor y en muchas ocasiones se
puede sostener durante un largo
tiempo sin ser detectado.
“Es el padre, no puede hacer algo así”
FALSO
¿Por qué? Como ya vimos, en la
mayoría de los casos, los agresores
forman parte de la familia o del entor-
no cercano. En general, son padres,
padrastros, hermanos, abuelos o tíos.
Que exista un vínculo biológico no
garantiza cuidado ni protección.
Cuando es la madre o el padre quien
comete la violencia sexual, esas per-
sonas frecuentemente pasan a ser
nombradas como “progenitora” o
“progenitor”, justamente por la carga
simbólica que tienen las palabras
“mamá” o “papá”: ambas remiten a
un vínculo de amor y cuidado que,
claramente, en el abuso no existe. El
hogar puede ser el lugar de mayor
protección pero tambien el de mayor
riesgo para niñas, niños y adoles-
centes.
“Era una falsa denuncia”
FALSO
¿Por qué? Que una denuncia no
termine en condena no quiere decir
que haya sido falsa. Puede suceder
que la Justicia archive prematura-
mente la causa, sobre todo cuando se
trata de niñas y niños pequeños; dicte
falta de mérito, cuando considera que
no hay elementos suficientes para
seguir con la investigación; otorgue
un sobreseimiento por duda, cuando
las pruebas presentadas no alcanzan
el nivel de certeza que exige la ley
penal para condenar; o falle a favor
del agresor por otras múltiples
razones, muchas atravesadas por una
mirada sin perspectiva de género ni
niñez.
11
“El abuso sucede en sectores socio-
económicos vulnerados”
FALSO
¿Por qué? Muchas veces se cree que
solo sucede en sectores de menor
nivel socioeconómico. Sin embargo,
este delito atraviesa transversalmente
a toda la sociedad. A mayor nivel
socioeconómico, mayores recursos
para “esconder” los abusos.
“Los agresores son siempre inadap-
tados sociales y desconocidos”
FALSO
¿Por qué? No hay un “perfil” de
abusador: puede ser cualquier perso-
na y, por lo general, suelen esconderlo
muy bien. Aunque muchas veces se
cree que los agresores son “inadapta-
dos sociales”, personas “visiblemente
enfermas” o atravesadas por con-
sumos problemáticos, esto no es lo
que ocurre en la realidad. La mayoría
de los casos de violencia sexual son
intrafamiliares y según las estadísti-
cas de la línea nacional 137 lo más
frecuente es que los agresores sean el
padre o padrastro, seguidos por
abuelos y tíos.
“Los abusos sexuales en la niñez o la
adolescencia son poco frecuentes”
FALSO
¿Por qué? Se trata de un delito
mucho más frecuente de lo que se
cree. 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada
13 varones son víctimas de abuso
sexual antes de los 18 años. Aunque
su prevalencia es altísima, esta
violencia permanece en las sombras.
 Capítulo 2
Herramientas para la cobertura
Consejos para evitar la
revictimización y realizar
abordajes respetuosos
Para que los medios puedan conver-
tirse en amplificadores de historias y
noticias que ayuden a romper el silen-
cio y el tabú que existe en torno a la
violencia sexual contra chicas y
chicos, hay una serie de recomenda-
ciones simples pero muy significati-
vas, que van desde cómo pensar el
abordaje de la información hasta la
selección de las imágenes.
Como consejo general, ante noticias
que conmocionan y horrorizan a la
opinión pública, como puede ser la
violación grupal a una niña o una
adolescente, lo primero es pregun-
tarse cuál debería ser el rol del perio-
dismo frente a esos hechos y qué
informacion relevante podría apor-
tarse. Algunas sugerencias:
Ir del caso particular a la problemática
Una historia puede ser una oportuni-
dad para ir más allá de lo individual,
analizar una problemática social y las
políticas públicas pendientes. Es
decir, hacer hincapié en que, lejos de
ser un caso aislado, son miles de
niñas, niños y adolescentes quienes
sufren esta violencia.
6 Lucía Pérez tenía 16 años cuando en 2016 fue víctima de femicidio y abuso sexual en Mar del Plata. En un primer juicio
sin perspectiva de niñez y género, absolvieron a Matías Farías y Juan Pablo Offidani, los acusados. Gracias a la presión
social, la Justicia dispuso su "nulidad" y ordenó la realización de un segundo juicio que comenzaría en febrero de 2023.
12
La culpa, al culpable
Nunca se debe culpabilizar a chicas y
chicos por la violencia de la cual son
víctimas, y no responsables. Aunque
cada vez menos, es frecuente que
esto ocurra con las adolescentes que
sufren ataques (porque “habían con-
sumido drogas” o por “la hora en la
que andaban solas por la calle”, por
ejemplo). Este tipo de estereotipos
persiste muchas veces en el ámbito
de la Justicia y luego es replicado por
los medios, como ocurrió con el caso
de Lucía Pérez6, que fue el impulsor
de una de las primeras marchas de
mujeres en la Argentina por lo
aberrante del tratamiento judicial sin
ningún tipo de perspectiva de género,
donde se señalaba constantemente
el modo de vida de la adolescente. Lo
mismo sucede cuando se cuestiona
cómo, de qué forma o por qué las
víctimas develaron el abuso (por
ejemplo, sugerir que alguien “de-
nunció por plata” o sembrar dudas
porque “pasó mucho tiempo”).
No hacer foco en el morbo
Muchas veces en los medios se da un
abordaje truculento, que solo busca
sumar clicks en las notas. Más que
nunca, en estos casos hay que evitar
recurrir a títulos sensacionalistas o
detalles que revictimizan a las chicas
y los chicos, y generan mayor
sufrimiento a ellas y ellos y su entorno
cercano (familia, amistades, etc.).
Además no contribuye a una correcta
sensibilización de la población.
Evitar difundir información sobre las
víctimas
Mencionar la escuela a la que van, su
nombre completo o el de sus
cuidadores, por ejemplo, es una
forma de volver identificables a estas
personas que sufrieron violencia y
revictimizarlas. En cambio, se puede
usar el nombre de pila o uno de fan-
tasía, aclarando que es para res-
guardar la identidad. El derecho a la
intimidad de las chicas y los chicos
está protegido por diferentes norma-
tivas, como el artículo 10 de la CDN,
entre otras (ver capítulo 3).
No caer en estereotipos de género ni en
argumentos como el falso SAP
Como se mencionó en el capítulo 1 en
el apartado de mitos, este argumento
pseudocientífico fue rechazado siste-
máticamente. Por eso, cuando los
medios sugieren que las chicas y los
chicos que develan un abuso fueron
“influidos” o “manipulados” por sus
madres, “que le meten falsas ideas en
la cabeza” contra sus padres “para
vengarse” o “por despecho”, no solo
están replicando los estereotipos del
SAP sino que además no están
teniendo perspectiva en niñez. En
lugar de ver a niñas, niños y adoles-
centes como sujetos de derecho,
13
consideran que son una especie de
“marioneta” que se puede manejar.
Buscar diversidad de fuentes
Como en cualquier tipo de cobertura
periodística, la riqueza de las fuentes
siempre es un gran aporte, por ejem-
plo, sumando especialistas en dere-
chos de niñez y adolescencia, y en
género, tanto del ámbito académico
y profesional, como de la sociedad
civil. Sin embargo, y como señala
UNICEF, cuando se habla de violen-
cias hacia niñas, niños y adolescentes
“se destierra el axioma periodístico de
dar voz a todas las personas, porque
no se puede dar voz al abusador,
explotador o tratante, y mucho
menos sentar a víctimas y victimarios
juntos en una entrevista. Si los
responsables editoriales del medio
exigen tener la voz del abusador, la
víctima debe saber que eso sucederá”
(UNICEF, 2017).
Darle voz a las y los protagonistas
Además de la palabra de especialistas
en violencias, es importante sumar
testimonios de personas adultas que
en su niñez hayan sido víctimas.
Muchas veces, conforman organi-
zaciones que inciden en las políticas
públicas, generan investigaciones o
estadísticas de estas problemáticas.
Por otro lado, la voz de las personas
adultas protectoras (en general,
madres, abuelas o tías) es fundamen-
tal. Los especialistas juegan un rol
clave para aportar un mayor contexto
y profundidad a la cobertura.
Recordar que las noticias también
pueden ser buenas y reparadoras
Como periodistas, reconstruir los tes-
timonios de quienes fueron víctimas
de violencia sexual en su niñez o ado-
lescencia es una tarea sumamente
movilizadora, pero también necesa-
ria. Las historias en primera persona
ayudan a empatizar de forma directa
con el impacto que estas violencias
tienen en las vidas de quienes las
sufrieron y a entender que nadie está
exento.
Pero hay más. Estas experiencias
suelen reflejar cómo una intervención
adecuada y oportuna (por ejemplo,
cuando se garantiza el acom-
pañamiento profesional y el acceso a
la justicia) logra cambiar destinos.
Además, para muchas personas
transmitir su propia historia ayuda a
sanar, y puede ser reparador y brindar
esperanzas a quienes también fueron
víctimas y hasta ahora no se anima-
ron a romper el silencio. Un ejemplo
es lo que desató el movimiento
#MeToo, donde el periodismo se
transformó en una poderosa herra-
mienta de cambio social.
Dar información de servicio
Se sugiere siempre acompañar las
notas con datos útiles vinculados a la
prevención, el asesoramiento y la
denuncia de las violencias (ver
Recursero en capítulo 3). Esta infor-
mación permite brindar herramien-
tas necesarias para que la población
pueda involucrarse y actuar frente a
los casos de abuso sexual.
14
EL CASO QUE AYUDÓ A ROMPER
EL SILENCIO
Cuando la actriz argentina Thelma
Fardín realizó en diciembre de
2018 la denuncia pública –y judi-
cial– contra el actor Juan Darthés,
en la que contó que fue víctima de
abuso sexual cuando tenía 16 años
y él 45, las llamadas a las líneas de
asesoramiento por este delito
crecieron al día siguiente más de
1000%. Además, bajo el hashtag
#Miracomonosponemos, impulsa-
do desde el colectivo Actrices
Argentinas, muchísimas mujeres
se sumaron a dar sus testimonios
por redes sociales, ayudando a
visibilizar una realidad que afecta
a miles de niñas, niños y adoles-
centes, y animándolas a contar
algo que, en muchos casos,
habían silenciado por años, como
Thelma.
Su testimonio no solo abrió la
puerta a que niñas y mujeres
pudieran romper el silencio, sino
también a que muchos varones
lograran hacerlo. Solo un ejemplo:
en julio de 2022, Gonzalo Elizondo
y Pablo Vío, ambos de 31 años,
denunciaron que durante 2001 y
2002 fueron víctimas de abuso
sexual cuando eran estudiantes
del Colegio del Salvador. Su
testimonio fue la punta de lanza
para que otros contaran hechos
similares. “Lo último que me
ayudó a hacer el clic fue el caso de
Thelma Fardín”, aseguró Gonzalo
durante una entrevista que dio al
diario La Nación.
 LAS IMÁGENES EN SÍ MISMAS SON UN LENGUAJE

Al cubrir notas vinculadas a víctimas de violencia no deben exponerse los

rostros de las chicas y los chicos; y preferentemente tampoco los de sus
familiares ni mostrar el ámbito donde transcurre su vida diaria, ya que
hacerlo es una forma de identificación y sometimiento a la exposición
pública, que puede incluso, poner en riesgo su seguridad.

Fotografiar o filmar a quienes son víctimas de violencia daña su dignidad,

pudiendo no solo perjudicar su presente sino también su futuro (la “huella
digital” permanece en internet durante muchos años).

Debe evitarse el uso de imágenes que pongan de manifiesto una sexua-

lización de las niñeces, algo que suele verse a menudo en algunas publici-
dades, particularmente de moda. También aquellas que las muestren en
situación de explotación, trauma intenso o en un contexto que genere
espanto o rechazo.

Tampoco se deben utilizar imágenes que se hayan obtenido de las redes

sociales de niñas, niños y adolescentes. Aunque sean de fácil acceso, no
fueron tomadas para ser expuestas en los medios, mucho menos en
relación a situaciones de violencia.

Entonces, ¿cómo puede ilustrarse este tipo de coberturas? Algunas

opciones son mostrar a las chicas y los chicos de espaldas, o planos acota-
dos donde solo se vean sus manos o sus ojos, por ejemplo. También es
posible retratar sus dibujos, juguetes u algún otro objeto personal, como
sus zapatillas o la mochila que usan para ir a la escuela. De igual modo se
puede recurrir a ilustraciones simbólicas.

Cómo incluir las voces La sugerencia es evitar entrevistar a

de las víctimas las chicas y los chicos, sobre todo

Cuando se cuentan noticias o historias
que involucran a niñas, niños y adoles-
centes víctimas de violencias siempre
es importante que la o el periodista
evalúe si es necesario exponerlos a
una entrevista o si es posible realizar la
cobertura de otra manera.
cuando son pequeños. En los casos
de adolescentes, se debe tener en
cuenta su opinión en función de su
capacidad o autonomía progresiva,
independientemente del pedido de
sus representantes legales. Ante un
conflicto de interés, debería primar la
voz del niño o la niña víctima7.

7 Según el Código Civil y Comercial de la Nación, la capacidad progresiva no se adquiere de un día para el otro al cumplir
18 años. Es un proceso gradual por el cual niñas, niños y adolescentes pueden ir ejerciendo derechos por sí mismos de
acuerdo con su edad y grado de madurez. Por eso se llama capacidad o autonomía progresiva.

15
Si se decide avanzar, estas son algu-
nas sugerencias:
Siempre es necesario pedir asesora-
miento a un o una especialista.
Preparar la entrevista con antici-
pación y contar con la presencia del
referente afectivo responsable legal
de la niña, el niño o adolescente. Se
sugiere no hacer preguntas direc-
tas sobre lo sucedido y evitar la re-
pregunta. Por otro lado, pueden
hacerse preguntas más generales,
por ejemplo: ¿podés contarme lo
que quieras sobre lo que te pasó?,
¿te gustaría agregar algo más?
Reafirmarle al adolescente que esta
es una instancia en la que el objeti-
vo de la intervención mediática es
que le podamos dar esa voz que
necesita para ejercer su derecho a
ser oído, que se lo va a cuidar en el
proceso y que en todo momento, si
siente que la situación le excede, se
puede dar por terminado el
encuentro.
Hablar sobre el impacto que puede
tener en sus vidas el exponer su tes-
timonio; sobre todo en un futuro.
Comprender las implicancias es
crucial para que se pueda contar
con su consentimiento.
Elegir un lugar donde chicas y
chicos se sientan más cómodos y
seguros.
Interrumpir la entrevista si los nota-
mos incómodos, nerviosos, angustia-
dos o desbordados por la situación.
16
Ser empáticos y no perder de vista,
en ningún momento, la necesidad
de resguardar su identidad.
Claves para utilizar
datos al momento de
contar historias
Las estadísticas son fundamentales
para darles un marco a los casos de
violencia y ayudar a dimensionar la
magnitud de la problemática. Sin
embargo, no hay que olvidar que
detrás de cada cifra hay una niña, un
niño o adolescente. Por eso, se debe
recurrir a fuentes especializadas que
produzcan investigaciones con una
base sólida.
En el caso de las cifras oficiales, es
importante chequear que estén
actualizadas y, si es posible, con-
traponerlas a la mirada de algún
especialista externo. Pueden ser de
gran ayuda los datos de las líneas de
denuncias, como los que elabora la
línea 137, teniendo en cuenta que hay
un subregistro en su universo de
llamadas, vinculado, entre otros moti-
vos, a que es un recurso que recién en
2022 se amplió a nivel federal y que
muchas veces las víctimas no piden
asistencia.
Hay que tener en cuenta la limitación
de cada fuente de información y el
hecho de que la Argentina no cuenta
con un registro unificado ni actualiza-
do de datos federales sobre varias
problemáticas que afectan a la niñez, y
la violencia sexual no es una excepción.
Como muchas veces a nivel local no
se disponen de estadísticas sobre
estas problemáticas, una alternativa
es buscar estudios de prevalencia a
nivel internacional, como los genera-
dos por la OMS o UNICEF.
Siempre es interesante apelar a
informes que tengan una mirada
amplia de la problemática y de las
estrategias de los Estados para hacer-
le frente, como los elaborados por la
OMS y la Unidad de Inteligencia de
The Economist (EIU, por sus siglas en
inglés), vinculados a la violencia
sexual. Se trata del índice “Fuera de
las sombras” que evalúa cómo traba-
jan los gobiernos para abordar de
forma integral las violencias desde los
distintos ámbitos institucionales,
incluyendo a los tres poderes del
Estado (ver capítulo 3).
Crear contexto: consejos
para consultar a
especialistas en el tema
Existen diferentes formas de abordar
una cobertura sobre abuso sexual
contra niñas, niños y adolescentes, y
dependiendo de cuáles sean las fuen-
tes seleccionadas y hacia dónde se
apunten las preguntas se podrán dar
diferentes focos e ir más allá de la
noticia del día.
Los testimonios de primera mano de
una víctima, ya sea una persona
adulta que lo vivió en su niñez o de
una madre o padre protector, pueden
resultar muy interesantes, pero como
ya se dijo es recomendable poder
transcender la historia personal y,
a partir del relato y las preguntas,
17
mostrar el trasfondo del problema,
para de esa forma ayudar a quienes
tienen sospechas a reconocerse en
esos testimonios y/o a detectar si un
niño o una niña sufre abuso sexual.
También es clave contar con la voz de
especialistas de organismos guber-
namentales, del ámbito judicial o de
organizaciones enfocadas en la
temática, que aportarán su análisis
sobre la problemática social y las
políticas públicas.
Asimismo, los profesionales de la
salud mental que trabajen con vícti-
mas podrán hablar sobre el deve-
lamiento, el impacto en la vida de las
niñeces y cómo brindar acom-
pañamiento.
Todas estas miradas, sumadas a
materiales de consulta nacionales e
internacionales, crean piezas perio-
dísticas de calidad que no se quedan
solo en “la noticia” y buscan generar
una mayor conciencia social sobre el
tema de fondo.
Objetivos a los que
deberían apuntar las
entrevistas y las
coberturas
• Hacer visible la magnitud de la
problemática.
• Ampliar el llamado para fortalecer
la prevención.
• Reforzar la idea de que todas las
violencias se pueden prevenir.
• Explicar las diferentes formas de
abuso sexual contra niñas, niños y
• adolescentes, y dejar en claro que
todas son igual de dañinas.
• Desmitificar falsas creencias (ver
capítulo 1).
• Hablar del daño que el abuso
puede provocar a corto, mediano y
largo plazo, y la importancia de la
detección temprana y el acceso a
un tratamiento adecuado.
• Dejar en claro que las víctimas no
son responsables de su situación.
Colocar la culpa donde tiene que
estar: en los abusadores.
• Dar información de servicio: seña-
les de alerta, cómo tener una escu-
cha asertiva, qué hacer en caso de
sospecha, dónde denunciar o ase-
sorarse, etc. (ver capítulo 3).
Algunas preguntas que
pueden servir como guía
Hay una serie de consultas que
pueden plantearse a las personas
entrevistadas y especialistas. Ciertas
preguntas apuntan a dar servicio y
ayudar en la prevención, y otras, a
ofrecer contexto. Por ejemplo:
- ¿Por qué es tan importante preve-
nir la violencia contra las niñeces?
- ¿Qué tan común es el abuso
sexual?
- ¿Cuáles son las claves para detec-
tar si un niño o una niña es víctima
de abuso sexual?
- ¿Hay formas de ayudar a que
chicas y chicos se sientan seguros
para hablar y develar “el secreto”?
18
MUCHAS DE ESTAS PREGUNTAS, PERO
A TÍTULO PERSONAL, PODRÍAN
REALIZARSE A UNA PERSONA QUE
FUE VÍCTIMA EN SU NIÑEZ Y QUE DA
TESTIMONIO COMO ADULTA. LA IDEA
ES QUE SU HISTORIA SIRVA PARA
APORTAR LUZ SOBRE EL TEMA. POR
EJEMPLO: ¿CUÁNDO PUDISTE CONTAR
LO QUE TE PASABA?, ¿A QUIÉN?, ¿TE
CREYERON?, ¿POR QUÉ ESO FUE
IMPORTANTE?
- ¿Qué se puede hacer si se sospe-
cha que una niña, un niño o ado-
lescente es víctima de abuso?
- ¿Por qué es tan importante creer-
les y que sientan que es así?
- ¿Cómo puede afectar la violencia
sexual a la salud mental de las
niñeces y adolescencias? ¿Cuáles
son las consecuencias del trauma
a largo plazo?
- ¿Cómo la terapia ayuda a niñas y
niños a recuperarse de los abusos?
- ¿Qué recursos existen para ayudar
a las madres, los padres, cuidado-
ras y cuidadores a establecer rela-
ciones y entornos seguros para
niños, niñas y adolescentes?
- ¿Cómo se puede denunciar y por
qué es importante hacerlo?
- Apuntando a la prevención: ¿cómo
hablar de abuso sexual con chicas
y chicos?
- ¿Qué dice la legislación de la
Argentina?
 ¿Qué significa que sea un delito de
instancia pública?
¿Qué hacen los organismos locales
para prevenir?
¿Qué políticas aplican otros países
para prevenir y abordar la temática?
¿Cuál es la prevalencia de este tipo
de delitos a nivel mundial y nacional?
¿Cómo se investigan las denuncias
de abuso en la niñez? ¿Cómo trabaja
la Justicia?
¿Se aplica en los fallos judiciales la
perspectiva de niñez, derechos
humanos y género?
¿Hay verdadero acceso a la Justicia
en los casos de abuso sexual que invo-
lucran a menores de 18 años?
¿Cuáles son los principales proble-
mas que se observan en la justicia en
estos casos?
¿Dónde debería ponerse el foco para
que las cosas empiecen a cambiar?
Uso de lenguaje claro:
consideraciones
lingüísticas y términos
clave
Uno de los desafíos que tiene el perio-
dismo es la precisión y, al mismo
tiempo, lograr un lenguaje cercano a
las audiencias. Incorporar una nueva
terminología a veces implica un rea-
comodamiento, dejar ciertas fórmu-
las ya adoptadas, y eso lleva un
tiempo.
19
Una estrategia posible es hacer que
eso que se presenta como una dificul-
tad se vuelva un elemento periodísti-
co. Entonces, la incorporación de esta
nueva terminología puede aprove-
charse para explicar el porqué de la
innovación y cuáles son las razones
reales, concretas, que la justifican.
Un caso de cambio de paradigma no
tan lejano fue el pasaje de la
expresión “crimen pasional” a femi-
cidio. En ese proceso, muchos fueron
los conocimientos y las experiencias
que adquirieron las y los periodistas;
no se trató solo de una terminología o
un tecnicismo, sino que permitió
reflexionar acerca de lo que había
detrás del mito de los celos y el amor
romántico.
Para retratar la violencia sexual con
precisión es necesario utilizar térmi-
nos adecuados y lo más precisos
posible, que no culpen a las víctimas
ni las revictimicen.
Igual de relevante es optar por un len-
guaje no sexista, que incluya a todas
las niñas, todos los niños y adoles-
centes, y alejado de la mirada adulto-
céntrica.
A VECES SE DUDA EN USAR EL
TÉRMINO “VÍCTIMA” O
“SOBREVIVIENTE” CUANDO SE HABLA
DE QUIENES ATRAVESARON UNA
SITUACIÓN DE VIOLENCIA SEXUAL
DURANTE LA NIÑEZ O
ADOLESCENCIA. LO QUE SE SUGIERE
ES PREGUNTARLES A LAS PROPIAS
PERSONAS CÓMO QUIEREN SER
NOMBRADAS EN LA NOTA.
20
21
22
 Capítulo 3
Recursos para tener a mano
Marco jurídico:
legislación nacional y
convenciones
internacionales
El paradigma que consagra a niñas,
niños y adolescentes como sujetos de
derecho, que ya se mencionó en el
capítulo 1 al indagar sobre qué impli-
ca una cobertura con perspectiva en
niñez, género y derechos, está sus-
tentado, principalmente, en la CDN y la
Ley de Protección Integral a las Infan-
cias. Dos normativas que se profun-
dizarán en este capítulo junto a otras
de gran relevancia como el Código
Civil y Comercial y la Ley de Servicios
de Comunicación Audiovisual.
Por otra parte, existe otra serie de
leyes más nuevas relacionadas espe-
cíficamente con la violencia sexual
contra niñas, niños y adolescentes
que implicaron un enorme avance
contra la impunidad, como la de
imprescriptibilidad de delitos de
abuso sexual en la niñez y la que los
convierte en un delito de instancia
pública.
Hay que recordar que las víctimas y
sobrevivientes no siempre pueden
hablar en los tiempos y las formas
que determina la Justicia, por eso la
imprescriptibilidad se volvió una gran
herramienta y la modificación del
Código Penal para que sea un delito
de instancia pública permite que
23
cualquier persona pueda realizar la
denuncia, por lo que se propone
terminar con la cultura del “no te
metás”.
Algunas de las normas
marco fundamentales
Convención sobre los Derechos del
Niño (CDN): en la Argentina tiene
jerarquía constitucional a través del
artículo 75, inc. 22, de la Constitución
Nacional. Los países que ratifican la
CDN están obligados a tomar medi-
das para que los derechos de los niños
y las niñas se cumplan, elaborando
leyes, promoviendo políticas públicas
y creando instituciones de protección.
Convención para la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (CEDAW): constituye
una pieza central en el reconocimien-
to de derechos de género, así como
de las obligaciones estatales al
respecto. Este tratado inscribe a la
violencia dentro de las formas de
discriminación por motivos de género
y la entiende como resultado de rela-
ciones desiguales de poder. La Argen-
tina suscribió en 1980, lo aprobó en
1985 y con la reforma de 1994 le dio
rango constitucional.
Ley 26.601, de Protección Integral de
los Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes: es la ley que incorpora
la Convención de los Derechos del
Niño, a partir del cual cambia el
paradigma tutelar y se pasa a conce-
bir al niño, la niña y adolescente como
sujeto de derechos y donde se debe
proteger su interés superior y respe-
tar su derecho a ser oído, entre otros.
En su artículo 22 se refiere específica-
mente al “derecho a la dignidad” y
resguarda su identidad, se prohíbe
exponer, difundir o divulgar datos,
informaciones o imágenes que per-
mitan identificarlos, directa o indi-
rectamente, a través de cualquier
medio de comunicación o publi-
cación en contra de su voluntad y la
de sus madres, padres, represen-
tantes legales o responsables.
Ley 26.485, de Protección Integral
para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra las Mujeres:
promueve el derecho de las mujeres a
vivir una vida libre de violencias y alien-
ta el desarrollo de políticas públicas
para erradicarlas y prevenirlas. Esta-
blece que el Estado debe garantizar a
las mujeres y las niñas que padecen
cualquier tipo de violencia una asis-
tencia integral, gratuita y accesible.
Ley 27.206, de Imprescriptibilidad de
Delitos de Abuso Sexual contra
Niñas, Niños y Adolescentes: llama-
da también Ley de Respeto a los
Tiempos de las Víctimas de Abusos
Sexuales, es esencial porque modifica
el Código Penal y establece la sus-
pensión de la prescripción de los deli-
tos contra la integridad sexual en los
casos en los que la víctima haya
tenido menos de 18 años, ya que la
prescripción empieza a correr a partir
del momento en que pueda realizar
la denuncia o ratificar la de sus
representantes legales, sin importar
el tiempo transcurrido desde que
24
ocurrieron los hechos (esto, en la prác-
tica, hace que el delito sea impres-
criptible).
Ley 27.455, abuso sexual como delito
de acción pública: modifica el art. 72
del Código Penal de la Nación y esta-
blece un cambio de paradigma en el
abordaje de los casos de abuso sexual
contra niñas, niños y adolescentes. Su
importancia radica en que cualquier
persona puede denunciar y el Estado
debe investigar de oficio. Antes, era un
delito dependiente de instancia
privada, por lo que resultaba necesario
que el padre, la madre o tutor de la
víctima ratificara la denuncia, lo que
terminaba siendo un obstáculo en el
acceso a la Justicia de las víctimas, ya
que en el 80% de los casos el propio
agresor pertenece a su círculo cerca-
no. Con esta reforma el Estado tiene la
obligación de resguardar a niñas y
niños de este delito que sucede en la
intimidad pero no por ello es un hecho
privado.
Ley 26.904, de grooming: incorpora al
grooming dentro de los delitos contra
la integridad sexual y lo describe como
el acto de una persona adulta que
acosa por internet a una niña, un niño
o adolescente con el propósito de
cometer cualquier tipo de vulneración
contra su integridad sexual.
Ley 27.436, de penalización de la
tenencia de material sexual: modi-
fica el artículo 128 del Código Penal y
penaliza la tenencia de material de
representación sexual o de activi-
dades sexuales explícitas de niñas,
niños y adolescentes menores de 18
años, al igual que el que lo financie,
produzca u organice.
Código Civil y Comercial de la
Nación: consagra los derechos de
niños, niñas y adolescentes a ser
escuchados, emitir su opinión y
tomar decisiones sobre sí mismos
(esto involucra la capacidad o
autonomía progresiva mencionada
en el capítulo 2). En su artículo 53 pro-
tege especialmente el derecho a la
imagen e indica que es necesario
contar con su consentimiento, salvo
que se trate de actos públicos o del
ejercicio regular del derecho de infor-
mar sobre acontecimientos de
interés general, entre otras excep-
ciones. Por otro lado, en el artículo
1770, se protege la vida privada de las
personas, alertando que puede
exigirse una indemnización o repa-
ración en caso de ser vulnerada.
Ley 26.522, de Servicios de Comuni-
cación Audiovisual: prevé regula-
ciones específicas tendientes a prote-
ger a niñas, niños y adolescentes
tomando las recomendaciones de la
CDN. Por ejemplo, recomienda evitar
la morbosidad y detalles truculentos,
así como sobre el daño que versiones
de esa clase causan a las víctimas.
Código Penal: tipifica los delitos
contra la integridad sexual en los
artículos 119, 120, 125, 128, 131, 145 (bis y
ter), entre los que se detallan: abusos
sexuales, abusos sexuales agravados,
promoción de la prostitución, corrup-
ción de menores, proxenetismo agra-
vado y rufianería, difusión de imá-
genes y espectáculos pornográficos
de menores, exhibiciones obscenas,
sustracción o retención de una perso-
na con la intención de menoscabar su
25
integridad sexual, ciberacoso sexual
infantil o grooming. Describe las
acciones de cada uno y les asigna una
sanción. Establece además que la
actividad sexual con una persona
menor de 13 años se considera abuso
sexual, ya que hasta esa edad no
puede prestar su consentimiento.
También especifica que, si tiene entre
13 y 16 años, pueden haberse aprove-
chado de su inmadurez sexual, “en
razón de la mayoría de edad del autor,
su relación de preeminencia respecto
de la víctima, u otra circunstancia
equivalente”.
ES IMPORTANTE CONOCER EL MARCO
LEGAL, PORQUE CUANDO SE TRATA
DE NIÑAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA
SEXUAL HAY UNA TRIPLE
PROTECCIÓN DEBIDO AL INTERÉS
SUPERIOR DE SUS DERECHOS, DADA
POR SU CONDICIÓN DE NIÑA (CDN),
POR SU CONDICIÓN DE VÍCTIMA
(DIRECTRICES) Y POR SER MUJER
(CEDAW).
Otras leyes de
importancia
Ley 24.417, de Protección contra la
Violencia Familiar: determina que
quienes sean víctimas de violencia
familiar podrán denunciar estos
hechos en forma verbal o escrita ante
el juez con competencia en asuntos
de familia y solicitar medidas caute-
lares necesarias.
Ley 27.363, de Privación de Respon-
sabilidad Parental por Violencias:
suspende/priva la responsabilidad
parental a progenitores procesa-
dos/condenados por homicidio agra-
vado por el vínculo, femicidios,
lesiones graves y abuso sexual.
Ley 27.372, de Derechos y Garantías
de las Personas Víctimas de Delitos:
reconoce el derecho de las personas
que sufren un delito a ser asesoradas,
a su acceso a la Justicia, a ser
escuchadas y a recibir protección
durante el proceso y en la etapa de
ejecución de la pena.
Ley 26.150, de Educación Sexual Inte-
gral (ESI): las chicas y los chicos de
todas las escuelas del país tienen el
derecho a acceder a una educación
sobre el cuidado del propio cuerpo,
las relaciones interpersonales, la pre-
vención de las violencias y la sexuali-
dad. En todos los niveles (inicial,
primario, secundario), ya sean insti-
tuciones privadas o estatales, confe-
sionales o laicas.
Ley 27.499, de Capacitación Obliga-
toria en la Temática de Género y Vio-
lencia contra las Mujeres: conocida
también como Ley Micaela, establece
que todas las personas que integran
los tres poderes del Estado nacional,
así como en los distritos e insti-
tuciones que adhieran, se capaciten
en perspectiva de género.
Ley 27.610, de Interrupción Volunta-
ria del Embarazo (IVE): en la Argenti-
na, cualquier persona con capacidad
de gestar tiene derecho a decidir y
8 https://www.argentina.gob.ar/justicia/derechofacil/leysimple/interrupcion-voluntaria-del-embarazo
26
acceder a la interrupción de su em-
barazo hasta la semana 14 de
gestación. Después de ese tiempo,
solo pueden hacerlo quienes hayan
sido víctimas de una violación, como
lo indican el artículo 86 del Código
Penal y el fallo F.A.L. de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, que
establecen las condiciones para la
Interrupción Legal del Embarazo
(ILE). También se aplica cuando corre
riesgo la vida o la salud de la persona
gestante.
En niñas menores de 13 años hay que
tener en cuenta que siempre se trata
de embarazos forzados, sea producto
de abuso o de una relación sexual de
la que no conocían las consecuencias.
Como ya se mencionó, antes de esa
edad no es válido el consentimiento, y
entre los 13 y 16 años es limitado. No
se exige declaración jurada ni tampo-
co denuncia judicial o policial como
requisito para acceder a esta práctica,
y el Estado debe garantizarla, tenien-
do en cuenta que para estas niñas el
embarazo y el parto implican en sí
mismos un riesgo para su salud,
entendida como el bienestar físico,
mental, emocional y social, según la
definición de la OMS8.
Ley 27.590, “Mica Ortega”: crea el
Programa Nacional de Prevención y
Concientización del Grooming o
Ciberacoso contra Niñas, Niños y
Adolescentes. Busca prevenir, sensibi-
lizar y generar conciencia sobre el uso
seguro y responsable en los entornos
digitales, y acerca de las distintas
violencias que pueden ser ejercidas
hacia niñas, niños y adolescentes.
 Recursero
Brindar información
de servicio
Como vimos a lo largo de esta guía, el
abuso sexual contra niñas, niños y
adolescentes es una de las formas de
maltrato más grave que existen y la
víctima tiene derecho a recibir pro-
tección, apoyo profesional y acceso a
la Justicia. Por eso, brindar en las
coberturas información útil para la
audiencia referida a estos temas es
un servicio público fundamental.
Así como ya quedó instaurado que
cuando se informa sobre un hecho de
violencia por motivos de género hay
que difundir la línea nacional gratuita
144 de contención, información y ase-
soramiento, cuando se hacen notas
vinculadas a violencias sexuales
contra niñas, niños y adolescente hay
que brindar información sobre las
líneas de ayuda y los lugares donde
se puede realizar la denuncia, recibir
información o asesorarse sobre los
pasos a seguir en caso de tener
sospechas.
Línea 137, Programa Las Víctimas
contra las Violencias del Ministerio de
Justicia de la Nación: es gratuita,
nacional y brinda contención, asisten-
cia y acompañamiento, en función
del lugar del país donde se encuentre
la víctima. Está disponible las
24 horas, los 365 días del año.
También tienen un WhatsApp
(11-3133-1000) que recibe las consultas.
9 https://www.argentina .gob.ar/justicia/afianzar/caj/mapa-de -atencion-caj
27
Línea 102: servicio gratuito y confi-
dencial brinda un espacio de escu-
cha, contención y orientación general
ante situaciones de vulneración de
derechos. Es de alcance nacional.
Centros de Acceso a la Justicia (CAJ):
dependen del Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos de la Nación. Son
oficinas que brindan servicios de
orientación jurídica primaria y gratui-
ta con más de 250 puntos de acceso
en todo el país9.
Comisarías y fiscalías: reciben denun-
cias la Comisaría de la Mujer, las
fiscalías penales o unidades fiscales
especializadas, como la Unidad Fiscal
para la Investigación de Delitos contra
la Integridad Sexual de Niñas y Niños,
del Ministerio Público Fiscal o la
Dirección General de Acompaña-
miento, Orientación y Protección a las
Víctimas (ambas de CABA); los juzga-
dos penales y de familia; asesorías o la
Defensoría de Menores que corres-
ponda a la jurisdicción.
Patrocin.ar: patrocinio jurídico gra-
tuito para víctimas de abuso sexual
dependiente del Ministerio de Justi-
cia y Derechos Humanos de la
Nación. Tiene cobertura nacional.
Incluir las señales de
alerta
Para ayudar en la detección tempra-
na de la violencia sexual contra niñas,
niños y adolescentes hay ciertas
señales y pautas que se pueden tener
Tener en cuenta a las
en cuenta. En este sentido, hay indi- organizaciones
cadores físicos y de comportamiento especializadas
que se dividen en altamente específi-
cos, específicos e inespecíficos: Existen diversas organizaciones de la
sociedad civil especializadas en la
Altamente específicos: el relato de la temática que pueden ser fuente de
chica o el chico de que está siendo información para las y los periodistas,
víctima de un abuso; lesiones físicas pero también para las personas que
en zona genital; embarazo e infec- están transitando una situación de
ciones de transmisión sexual (espe- violencia sexual dentro o fuera de su
cialmente en personas menores de 13 familia. Algunas de ellas son:
años). Ante la presencia de estos indi-
cadores, es clave tomar medidas Red por la Infancia:
inmediatas para proteger a niñas, info@redporlainfancia.org
niños y adolescentes, y garantizar la www.redporlainfancia.org
intervención de las autoridades.
UNICEF Argentina:
Específicos o probables: conductas
www.unicef.org
hipersexualizadas; masturbación com-
pulsiva; variantes peculiares de los
Centro de Asistencia y Prevención
juegos del “médico”, “novios”, “mamá y
del Abuso Sexual en la Infancia y
papá”, que denotan conocimientos
Adolescencia (CEPASI):
sobre la sexualidad que no se condicen
cepabusosexualinfantil@gmail.com
con su edad; juegos sexuales inapropi-
www.cepasi.org
ados con niñas o niños de menor edad;
acercamientos inapropiados a adultos
Grooming Argentina:
(por ejemplo, tocamientos en genital-
contacto@groomingargentina.org
es); besar con la lengua; simular movi-
www.groomingargentina.org
mientos de coito; entre otros. Estos
indicadores requieren una intercon-
sulta con especialistas.

Inespecíficos: retraimiento, enuresis o

encopresis (cuando se hacen pis o
caca encima en una etapa en que ya
habían dejado de hacerlo), depresión,
intento de suicidio, entre otros.
Pueden deberse a posibles situa-
ciones de abuso u otros problemas en
la vida de las niñas y los niños, por lo
tanto siempre deben atenderse.

28
Más materiales e investigaciones
• Alianza Global Poner Fin a la Violencia en la infancia.
www.end-violence.org

• Defensora de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes - La Defe (2020).

Recomendaciones generales ante denuncias de abuso sexual contra niñas,
niños y adolescentes o revinculaciones forzadas.
https://defensoraderechosnnya.gob.ar/documento/recomendacion-no-2/

• Economist Impact (2022). Fuera de las sombras. Informe 2022. La investigación

evalúa la capacidad de respuesta de 60 países (incluida la Argentina) frente al
delito de abuso y la explotación sexual contra niños, niñas y adolescentes.
https://cdn.outoftheshadows.global/uploads/documents/Out-of-the-Shadows-
Index-2022-Global-Report.pdf

• Fundación Red por la Infancia con el apoyo financiero de UNICEF (2021).

Infancias sin violencias. Contra niñas, niños y adolescentes.
www.redporlainfancia.org/wp-content/uploads/2021/07/Infancias-sin-Violencias.
pdf

• Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y UNICEF (2021). Violencia contra

Niñas, Niños y Adolescentes: Un análisis de los datos del Programa las Víctimas
contra las Violencias 2020- 202, fascículo N.° 9.
www.unicef.org/argentina/informes/serie-violencia-contra-ninas-ninos-y-adoles
centes

• OMS (2016). Inspire. 7 estrategias para poner fin a la violencia contra niños.

www.who.int/publications/i/item/inspire-seven-strategies-for-ending-violence-a
gainst-children

• OMS (2017). Responding to children and adolescents who have been sexually
abused. WHO clinical guidelines.
www.who.int/publications/i/item/9789241550147

• UFEM (2019). Relevamiento de fuentes secundarias de datos sobre violencia

sexual a nivel país y en CABA.
www.mpf.gob.ar/ufem/files/2019/10/Informe_UFEM.pdf

• UNICEF (2018). Abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes: Una guía para
tomar acciones y proteger sus derechos.
www.unicef.org/argentina/media/1811/file/Abuso%20Sexual.pdf

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 Bibliografía
Bianco, M., Wachter, P., Chiapparrone, N., Müller M. (2016). Abuso sexual en la
infancia: Guía para orientación y recursos disponibles en CABA y provincia de
Buenos Aires. Buenos Aires: Fundación para el Estudio e Investigación de la
Mujer (FEIM).
redporlainfancia.org/wp-content/uploads/2021/07/Guia-ASI-2016.pdf

CDC - National Center for Injury, Prevention and Control (2016). Suggested
Practices for Journalists Reporting on Child Abuse and Neglect. Atlanta:
Division of Violence Prevention.
www.cdc.gov/violenceprevention/pdf/childmaltreatment/journalists-guide.pdf

Maine Coalition Against Sexual Assault (MECASA) (2022). Reporting on Sexual

Violence A Media Guide for Maine Journalists.
www.mecasa.org/uploads/1/0/1/7/101776612/mecasa_media_guide_-_updated_2
022.pdf

National Children’s Advocacy Center (2018). Media Guide for Reporting on Child
Abuse.
www.nationalcac.org/wp-content/uploads/2018/09/Journalist-Media-Guide3.pdf

OMS (2022). Reporting on violence against children: a guide for journalists.

Ginebra: OMS.

Ongini, S., V. Gándara, D. Steverlynck, M. Ayuso (2021). Romper el silencio. Por

infancias y adolescencias libres de violencia sexual. Buenos Aires: DAO
Editorial.

ONU (2013). Principios Fundamentales de las Estadísticas Oficiales de

Naciones Unidas.
unstats.un.org/unsd/dnss/hb/S-fundamental%20principles_A4-WEB.pdf

Thourte, M. y P. Wachter (2019). “De la oscuridad a la luz: abuso sexual contra

niñas, niños y adolescentes. Un delito de instancia pública”, Derecho de
Familia, Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia 90.

UNICEF (2016). La violencia contra niños, niñas y adolescentes en el ámbito del

hogar Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida. Argentina: UNICEF.
www.unicef.org/argentina/media/5156/file/La

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UNICEF (2017). Comunicación, infancia y adolescencia: Guías para periodistas.
Argentina: UNICEF.
www.unicef.org/argentina/media/1521/file/Abuso%20sexual%20infantil.pdf

WeProtect Global Alliance (2021). How to talk about child sexual abuse in the
digital world A FrameWorks UK brief prepared for. Reino Unido.
www.weprotect.org/wp-content/uploads/WeProtect-How-to-talk-about-child-s
exual-abuse.pdf

31