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¿Santos de la puerta de al lado?

Abraham y Patricia Reyes


Santidad de pueblo con fe y con alegría

“Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente…


la santidad de la puerta de al lado, la clase media de la santidad. 
Hay muchos matrimonios santos, donde cada uno
fué instrumento de Cristo para la santificación del cónyuge”
Papa Francisco
Vale la pena conocerlos. Ambos nacieron campesinos: Abra- DEL MONTE A LA CIUDAD… Y RECLUTADO POR EL EJÉRCITO
ham Reyes en las montañas de Churuguara; Patricia García de Éramos ocho hermanos. Dos se marcharon a Barquisimeto y
Reyes en el calor de Barlovento. Se conocieron en Caracas: en Caracas y los otros se fueron muriendo. Entonces, mamá dijo:
la Avenida Sucre, cerquita de Miraflores. Hicieron sus vidas en Bueno, mijo, aquí hemos enterrado a todos. Vámonos. Vamos a
Catia. Tuvieron 13 hijos. Fueron felices. Bienaventurados los visitar a los familiares por allí.
pobres con el Espíritu de Dios (Mt. 5,3). Yo tenía 15 años, nos vinimos a Barquisimeto. Yo andaba con
Hoy se les recuerda con agradecimiento en 24 países del mun- mi mamá p’arriba y p’abajo, como un perrito faldero. Entonces,
do… y más allá, porque por su generosidad nació Fe y Ale- caí yo reclutado en el Ejército, y me separé de mamá. Después
gría, el mejor producto venezolano de exportación. que serví en el cuartel Jacinto Lara de Barquisimeto como un
Dejémosle al mismo Abraham que nos cuente la historia de año, me trajeron para Caracas. Llegamos al Cuartel San Carlos.
sus vidas1. Eran los años de la larga dictadura de Gómez
El país tenía cinco millones de habitantes y todo era un atraso;
no había escuelas ni hospitales, no se podía hablar contra el Go-
DE LAS MONTAÑAS DE CHURUGUARA bierno, a uno lo planeaban por cualquier cosa. Después de la
Nací el 15 de marzo de 1915. Vengo de una región del país, muerte de Gómez, cuando vino a mandar López Contreras, nos
Los Dos Caminos, entre Falcón y Lara, puro cardón y tuna. Me empezaron a dar unas clases a la una de la tarde en el cuartel San
crie en Santa Cruz de Bucaral, un pueblito muy pobre. Carlos. En esa época casi todos éramos analfabetas. La persona
Yo viví de llevar sal y papelón a los sitios donde se necesitaba, instruida era privilegiada. Apenas sabíamos medio leer. Después
y allí se lo cambiaban a uno por granos, arroz, caraota, etc. Se de la muerte del General Gómez, yo me puse a estudiar.
mataban animales, reses, gallinas… Había una gran armonía
donde todos compartían. Había una moneda de 2,5 bolívares, ¿UNA SANACIÓN MILAGROSA?
de cinco reales, que era el jornal de un peón que trabajaba en las Una vez estuve yo hospitalizado en el Hospital Militar, donde
fincas de los que tenían un poquito. está el Regimiento ese de Honor, ahí frente a Miraflores, ese edi-
Y yo ayudaba a mi papá en sus labores, hasta los siete años, ficio blanco que está hacia el oeste. Ahí había el Hospital. Me es-
que murió. Yo era como un hombrecito, porque ya trabajaba, taba muriendo porque la ampolleta muscular para la gripe el
sembraba, enlazaba ganado, montaba a caballo. Era un mucha- cabo llanero me la puso equivocadamente en la vena, y se me
cho fuerte, muy fuerte. Yo trabajaba en esas labores del campo, cayó toda la piel y me llevaron al Hospital Militar.
en haciendas de café y trabajando en el comercio. Ya a los ocho Entonces yo le dije a la Virgen, así, hablando, porque no sabía
años tenía que mantener a mi mamá, vendiendo sal, papelón… orar: “Virgen de Chiquinquirá, dame tres años de vida y, al salir de
Bucaral era uno de esos pueblos que nunca tienen sacerdote, aquí, yo voy a Aregue a visitarte, y te llevo una promesa, te llevo al-
sólo esa religiosidad popular de la Virgen, de la Virgen de Chi- guna cosa”.
quinquirá. Y allá todos los años se celebraba esa fiesta, y uno te- Yo creo que yo estaba consciente y no veía espejismos: un día
nía, por vocación o intuición, esa pequeña religiosidad. Ahí no ha- soñé, y en el sueño yo vi a la Virgen en un cardonal. Estaba pre-
bía escuela, ni iglesia, ni catecismo, ni primera comunión, ni nada. parando ella un sancocho de chivo, con leña. Entonces, ella les
Yo sabía que había un ser supremo. Más nada. Nosotros tenía- dijo a los que estaban ahí (era en un campo): “Yo voy a darle a
mos una devoción más o menos mariana. Para nosotros, la Vir- Abraham, primero, esta taza de caldo porque tiene nueve meses
gen era algo como una madre, algo tan querido; ella, tan sencilla, que no come”. Me tomé mi taza de caldo y entonces yo me puse
que uno le pedía. En aquella región era la Virgen de Chiquinqui- bueno milagrosamente. Desperté del sueño y me sentí muy
rá, que estaba en Aregue (cerca de Carora, en Lara), donde tenía alentado. Total, hubo aquí un milagro.
un santuario. Y uno tenía esa devoción a la Virgen por deferen- Todo el mundo se quedó maravillado. Y entonces fui y le dije
cia, pero de padrenuestros y avemarías uno no sabía nada. En re- a Ramón Pérez, uno de los que estaban allí, “Ramón, ¿cuánto
ligión, cero. tiempo tengo yo aquí?”. Ramón me contestó: “tienes exactamen-
te nueve meses”. Me vestí mi guerrera y me fui para San Carlos.
1 En el archivo de Fe y Alegría de Caracas están recogidas tres entrevistas que Ahí me ascendieron.
se le hicieron a Abraham en los últimos años de su vida. Aquí, recortamos e Pero yo salí del servicio militar e hice de todo. Trabajé de ayu-
integramos las tres entrevistas en un solo relato, para evitar las lógicas repe-
dante de una camioneta y en el Aseo Urbano; salíamos de San
ticiones, y sustituimos las preguntas con subtítulos temáticos. La versión
completa está disponible en el libro, al que se puede acceder en la web: Agustín como a las once de la noche y llegábamos amanecien-
do a El Silencio para ganar nueve bolívares diarios2. Después de tros. Y ella paleaba eso, y yo hacía los ladrillos en bloque. Todo lo
eso, me consiguieron un trabajito en el Hospital Militar Naval, he hecho con las manos.
que me facilitó el trato con un montón de gente importante: mi- Eso lo ofrecí a la Virgen con todo el corazón, y eso es verdad
litares de influencia que yo conocía…. Yo después fui auxiliar de que, cuando uno hace esas cosas con un gran amor, Dios recibe
farmacia. Allí me instruí mucho. aquello y lo acepta, y todo el sacrificio que uno hace es nada
para lo que uno recibe. Yo también recibí mucho con la conver-
EL ENCUENTRO CON PATRICIA sión mía, de ver esa gran alegría, de descubrir otro mundo, que
Yo vivía en una piecita con mi mamá, por la Avenida Sucre, en este mundo hay una gran esperanza, que Dios es nuestro Pa-
por Tinajitas, por allí arriba. Las casitas eran baratas, y tenían dre, que la Virgen es nuestra Madre.
agua… Y ella estaba vecinita. Detrás de Miraflores, pasaba una Entonces, cuando lo hice y vi aquello tan bonito, tan bueno,
calle: ahí, en una casita, vivía ella…Yo la conocí allí. tan extenso, entonces, yo me hinqué de rodillas y dije: “Mira, Vir-
Y una vez pasé yo, y la muchacha se sonrió, y entonces yo le gen Santísima, esto está a la orden”, y recé un padrenuestro, que
hablé y le invité a pasear, y ella me llevó para la Iglesia de La Pas- era lo único que yo sabía rezar entonces, para que aceptara la
tora y me llevó a conocer a la Divina Pastora que está como Pa- casa.
trona, la Virgen con un báculo y unos ovejitos y ahí me llevó.
Entonces, me casé por la Iglesia, en la Iglesia San Francisco, EL P. VÉLAZ Y SUS UNIVERSITARIOS
que los Padres Jesuitas tenían ahí para casar a las personas que Parece que la Virgen me tomó la palabra en serio. Entonces,
viven así en concubinato y les arreglan su cuestión por la Iglesia, por allí llegó el P. Vélaz con unos muchachos y muchachas uni-
gratis. Y entonces yo me aproveché y me casé también y eso fue versitarios muy buenos, muy amables. Él se puso con ellos a visi-
un paso más para estar en la Legión de María, que dicen que el tar familia por familia, como lo hacía nuestro Señor Jesucristo: el
Legionario tiene que santificarse. contacto personal. Yo vivía ahí, yo era uno de tantos… Estaban
La verdad es que yo no recuerdo muy bien, pero eso fue en- recorriendo el barrio; no iban buscando votos ni nada. Uno co-
tre el 42 y el 43. Era la época de Medina. Yo tenía 23 años, y la mu- noce mucho, ¿ve? Y yo veía aquellos hombres llenos de Dios,
chacha con quien yo me casé era una maravilla, huérfana de que tenían como un bálsamo, ese bálsamo del amor de Dios
madre y padre (su mamá murió de parto, y su papá era de esos que uno sabe cuando uno está por allí en esos barrios y le llega
hombres que andan sembrando hijos por ahí). Y mamá me dijo: una persona y uno por intuición sabe quién es.
“Yo voy para Barquisimeto, pero te dejo en buenas manos”. Ese barrio estaba donde hoy queda el 23 de Enero y sólo se lle-
La muchacha me quería mucho. No sabía ni leer ni escribir… gaba a pie. Era puro cerro, no había nada. Entonces, los estudian-
Era una santa mujer, muy religiosa. Fue criada con la religión del tes universitarios, muchachas y muchachos, con el P. Vélaz visita-
pueblo, con la tradición. Ella me ayudó a hacer la casa, cargando ban casita por casita y hablaban con la gente y les preguntaban
agua. Yo digo que tiene que ser una bendición de Dios. Ella car- de sus problemas. La gente se sentía estimulada de que unos jó-
gó el agua desde La Planicie hasta el cerro, a veces con un barri- venes y un sacerdote jovencito los visitaran en un barrio tan
gón, y, cuando llegaba, me ayudaba a pegar los adobes, y hacía abandonado, donde no había ningún servicio, no había nada.
la comida para los muchachos… Vélaz –eso es lo grande, digo yo–, jamás habló de religión, ni
Bueno, nos fuimos a vivir a un cerro, y ahí me hice mi ranchi- habló de política… Él respetó. Ellos parecía que estaban ilumi-
to... Ese rancho se me quemó con unos cohetes, porque era de nados, eran una bendición de Dios, porque no puede ser otra
cartón viejo. Entonces, yo ahí dije: “bueno, Dios tiene que darme cosa. Ellos respetaron, no hablaron de política ni de religión. An-
otra cosa”. Y en ese mismo rancho hice otro rancho bien grande y daban visitando, y me dicen: “Mire, señor, nosotros andamos
bien bueno, y yo mismo lo hice, porque era medio albañil. buscando por aquí, visitando las familias, y ¿cuáles son las necesi-
Yo trabajaba en una camioneta, como ayudante, y en los rati- dades más grandes?”.
tos iba haciendo ese rancho. Sí, es que yo tenía mucha fuerza y Yo le dije: “Padre, aquí el agua escasea; apenas tenemos unas
voluntad. Tenía mucho entusiasmo. Yo siempre he sido muy en- lucecitas que nosotros nos las hemos robado de un poste que está
tusiasta para estas cosas. Y Patricia cargaba agua en una lata por ahí, y estamos muy mal; hemos ido al Concejo Municipal, nos
desde el Observatorio Cajigal, que quedaba a unos tres kilóme- hemos reunido, y nada... Pero el problema más grave que aquí te-
nemos es que por todo esto no hay escuela y los muchachos no
tienen donde estudiar. Los Colegios oficiales quedan muy lejos y
2 Según los valores del tiempo, unos US$ 3,70. ahí no van a recibir a muchachotes que no saben ni leer ni escribir,
de todas las edades. Estamos muy mal. En todas las familias hay sentían estimulados con la visita del Padre Vélaz y de sus jóve-
muchachos de todas las edades sin escuela. Eso queda muy lejos y nes. Estaban muy contentos, estaban muy entusiasmados del
somos muy pobres”. proyecto de la escuela. Esos muchachos que venían con el P. Vé-
Ellos visitaron buscando una casita por allá, y no hallaron laz eran casi el único contacto con el mundo. Entonces no tenía-
nada. Entonces, los volví a encontrar, porque Dios lo va llevando mos nadie radio. Éramos muy pobrecitos. La idea de la escuela
a uno, le va marcando el camino. Y yo le dije: “Padre, yo tengo un dio un sentido a sus vidas, una inyección de optimismo, de ga-
rancho muy grande, que está desocupado. Yo lo construí con mi nas de vivir, de trabajar, de ver que a sus hijos esa educación les
mujer”. Yo sabía a quién se la había ofrecido. “Vamos”, le dije. abriría las puertas del futuro. Eso los animó mucho, vieron una
Y yo lo llevé y le gustó mucho. Le dije: “Todo está a la orden, Pa- gran esperanza.
dre; si quiere verlo...”. Entonces, vino, entró y vio aquellos salones Cada uno traía una sillita, un banquito. Después consiguie-
grandes. Yo le dije: “Esto es suyo, esta casa es suya”. Y dijo muy ron unos bancos hechos de unos cajones. Aquello fue tan her-
contento el P. Vélaz: “Pues claro, aquí está, aquí está la escuela”. moso... fue como una bendición de Dios. Las familias se acerca-
Para la escuela, cada uno fue trayendo su banquito. Después ban, estaban contentas porque ya sus hijos iban a estudiar.
consiguieron unos banquitos hechos por ellos mismos, y cajo- Nadie se imaginó que eso iba a pasar más allá, que iba a ex-
nes… Aquello fue tan hermoso, que es como una bendición de tenderse como el que siembra una semilla, y esa semilla se va re-
Dios, porque la familia estaba contenta. Ellos se consiguieron produciendo y va dando frutos de bien, y donde todo el mundo
tres maestras, estudiantes. Eso era una unión… un solo corazón. colabora, donde todo el mundo se siente estimulado, con gran
Entre ellos establecieron una colaboracioncita de algo, que los felicidad.
niños aportaban, y los jóvenes traían bolsas de ropa y de comida. Esta obra es la demostración de lo que se puede hacer con el
Eso fue una cosa tan grande… Fe y Alegría es un nombre tan pueblo que está en los cerros no porque ellos quieran sino por-
bien puesto… alegría de recibir… alegría de dar… alegría de que sus medios económicos no le permiten comprar un aparta-
darse… Ellos se dieron, dieron su tiempo, sus sábados. Les canta- mento. Si esa gente se estimula como la estimuló el Padre Vélaz
ban canciones, bailaban con los muchachos. Y, antes de ir a la es- y esos jóvenes, se puede hacer de esas familias algo grande: in-
cuela, visitaban a todas las familias. Ellos quedaron cultivando corporarlas a la sociedad, porque ellos valen mucho; ahí hay
ese gran cariño, visitando siempre, los sábados, a las familias. grandes valores en la gente pobre, en la gente de los barrios. La
prueba es cómo empezó aquello, sin recursos humanos ni nada.
¡Y NACIÓ FE Y ALEGRÍA!
Y cuando el Padre aceptó mi casa, yo comprendí que era la FE Y ALEGRÍA, OBRA DE LA VIRGEN
Virgen quien la estaba aceptando. Entonces sentí una gran ale- Yo siento a Fe y Alegría como una obra de la Virgen. Yo le ofre-
gría de poder colaborar con las cosas de Dios, con el servicio. cí el rancho que había hecho y ella lo aceptó. Yo rezo el rosario
Ellos empezaron con un catecismo. Los muchachos iban to- todos los días, y cada día pido por Fe y Alegría. Yo le digo: “Vir-
dos los sábados, y llevaban ropita y comida, y aquellas mucha- gen Santísima, alégrate porque esa es tu obra”. Y cada día le doy
chas y aquellos muchachos tan amables, tan bondadosos y lle- gracias porque pude poner mi granito de arena y le pido que
nos de ternura…; esos muchachitos del catecismo les cantaban sea siempre el mismo, que nunca me sienta orgulloso, que sea
y se entusiasmaban mucho y empezaron a visitar casa por casa, sencillo, humilde, como ella lo fue.
familia por familia, para invitar al catecismo, y entonces ahí vino Yo amo a la gente sencilla, a la gente del campo, a la gente
la escuela. Pusieron la escuela, los muchachitos en el suelo, des- analfabeta, yo amo al oprimido, y le pido a la Virgen que me
calcitos, de todas las edades. Entonces ellos pagaron a unas tres haga uno de ellos, que sea pequeñito, que sea como una basuri-
maestras. Una era Isabel Silva, la otra era Carmen y la otra mu- ta, que sea como el que no vale nada. Que nunca me considere
chachita era de la Iglesia. como algo grande porque yo no soy digno. Fe y Alegría es obra
Los muchachos se animaron mucho con el proyecto de em- de todos: yo lo que hice fue poner mi granito de arena, como
pezar la escuelita en esa casa que yo había cedido con todo el ca- otras muchas personas lo están poniendo. Quien realmente fue
riño del mundo. Para mí fue una alegría muy grande poder parti- un fundador fue el Padre Vélaz, que derramó los sesos viendo
cipar con esa obra tan buena que querían hacer por los barrios. cómo iba a hacer para ayudar a todas esas gentes tan pobres de
Todas las familias del barrio estaban muy de acuerdo con la los barrios.
escuela; se pusieron a la orden, abrieron sus casas, sus corazo- Yo aquí, en el hospital, he ofrecido muchas oraciones, he
nes. No hubo una sola persona que se quejara, porque ellos se ofrecido todos los sufrimientos, todos los dolores que he pade-
cido, la soledad, a la Virgen. Los he ofrecido por Fe y Alegría. Yo vidualista, sino trabajar siempre con sentido de equipo. Trabajar
hice hace ya tiempo una especie de contrato con la Virgen, por- sobre todo con las gentes humildes, fundiéndose con ellos. Los
que yo trato a la Virgen como a mi madre. Yo le dije: “Mira, yo voy pobres responden cuando no se les engaña, cuando no se les
a trabajar duro en la Legión de María y tú en Fe y Alegría”. Por su- utiliza. Y responden con el corazón, con la vida. Para Dios, las co-
puesto, Fe y Alegría salió ganando. sas pequeñas son las más grandes. Trabajando por los demás
uno vive desapercibido para el mundo, pero no para Dios.
UNA VIDA NUEVA… EN LA LEGIÓN DE MARÍA En este momento, yo llevo la Comunión como a 50 enfermos
Yo veía que la gente iba a la Iglesia, y una vez una señora me los primeros viernes. Tengo que subir a cuatro superbloques,
invitó, y yo fui por complacerla. Cuando uno está así, alejado de desde las cinco que me levanto, y a la una ya he terminado, su-
Dios, se esconde como Adán, porque uno le tiene miedo a biendo y bajando escaleras. Y también en la Legión de María,
Dios… Yo entonces vi que rezaron el rosario, que todo el mun- soy director espiritual de dos grupos de señoras que trabajan vi-
do se llamaba hermano, y que aquello era de la Virgen, como sitando hogares, dan catecismo, visitando enfermos y yo soy el
Madre, pues sentí más confianza. Aquello pertenecía a la Parro- director espiritual.
quia de San Ignacio que ahora se llama Jesús Obrero. La gente me recibe muy bien, maravilloso. Es un gran con-
Y me acordé de la promesa que le había hecho, e hice otra suelo que uno le da a la gente: uno les aconseja, les habla de lo
promesa, y le dije: “Bueno, yo no puedo ir por allá, por Aregue, por- que es la importancia del sufrimiento, y uno siempre le da su pe-
que eso es muy lejos. ¿Qué haces tú con que yo vaya allá y te lleve queña evangelización, cortita, porque no se puede detener
cualquier cosa, unas flores? Vamos a hacer una cosa: yo me voy a mucho.
quedar trabajando con estos muchachos en la Legión de María,
voy a trabajar mucho, me voy a portar bien, y tú vas a ganar, por- ¿QUE CÓMO ME VEO YO?
que yo te llevo algo allá, y se acabó. En cambio, aquí voy a trabajar. Mira, yo me siento avergonzado de ver lo que Dios hace con
Yo creo que es mejor que ir a visitarte. Entonces, yo voy a trabajar, y uno. Es que uno es nada, un pobre campesino insignificante, y
tú vas a salir ganando”. Y yo aprendí la catequesis con esos mu- que Dios lo ha llamado. Y yo digo: Dios mío, ¿por qué has hecho
chachos; yo también salí ganado, porque me catequizaron… esto conmigo?, ¿por qué tantas cosas? Es demasiado lo que nos
Yo, desde entonces, me siento muy feliz. Yo creo que, cuando has dado. ¿Qué he hecho yo, que puse la primera piedra en Fe y
el hombre se da, es mucho más que dar millones, cosas materia- Alegría? ¡Cuántos han puesto su piedrita también como yo! Y ¿por
les. Ese corazón ya nunca podrá estar amargado aun en medio qué yo, Dios mío?
de las penas y las adversidades. Ese corazón está lleno de Dios. A Entonces yo me siento más pequeño y digo: Dios mío, que yo
los hombres les hace falta el espíritu de entrega. Uno recibe más me sienta como el más pequeño servidor de Fe y Alegría, de todos
cuando da, cuando entrega su vida, que cuando sólo piensa en los que han puesto su granito de arena. Yo lo que hice fue poner
instalarse. El que sólo se preocupa por amontonar cosas, es un un granito de arena en esa obra del P. Vélaz.
hombre por dentro infeliz, está lleno de cadenas. Yo empecé mi Bueno, yo lo que aprecio más de mí es el haberle dicho que sí
verdadera formación cristiana como oyente en el catecismo de a la Santísima Virgen, el haber respondido al llamado de Dios, a
Fe y Alegría. Después seguí con retiros espirituales. La fe es una ese Dios que me llamó; y el haberme vencido a mí mismo, el ha-
búsqueda continua de Dios que sólo termina con la muerte. ber aceptado ese reto y vencido esos obstáculos y haber segui-
do ese camino que Dios me puso. Y yo creo que, si le hubiese di-
ABRAHAM, UNO DE LOS OCHO PRIMEROS DIÁCONOS cho que no a Dios, ése hubiese sido el gran resentimiento de mi
CASADOS DE VENEZUELA vida. Yo me siento feliz de haber seguido el llamamiento que
Entonces el Párroco, P. Díaz Guillén, me dijo si yo quería ser Dios me ha dado.
diácono, y dije que sí. Allí recibí una gran formación que siguió Algo muy grande me pasó a mí y todavía lo siento y quiero
alimentando mi fe. Aquello fue muy duro y pasamos muchas vivirlo.
pruebas.
Yo soy ahora diácono. Como diácono, me fui al barrio Plan de
Manzano a dar catecismo, a evangelizar. Me fui con un equipo.
El hombre en las cosas de Dios, como en las cosas humanas,
debe trabajar en equipo. Una empresa de un solo hombre,
cuando falla el hombre, la empresa muere. No hay que ser indi-
BREVES APUNTES BIOGRÁFICOS DE ABRAHAM Y PATRICIA REYES

Abraham Reyes nació el 16 de marzo de 1917 en Siquisi- ron los tres años que dedicó a un trabajo pastoral en el barrio
que (estado Lara), en las montañas de Churuguara. Al poco Plan de Manzano, viviendo en un estrecho rancho junta-
tiempo, la familia se mudó a Santa Cruz de Bucaral (estado mente con cuatro seminaristas.
Falcón), también en las montañas de Churuguara. Cuando él Las visitas a los enfermos y las comuniones que les lleva-
tenía unos siete años, murió su papá. Eran ocho hermanos: ba, sobre todo los “primeros viernes”, fueron su actividad
dos migraron a Barquisimeto y a Caracas; otros cinco murie- más gozosa hasta los últimos días de su vida.
ron muy jóvenes. A sus 16 años, quedó solo con su mamá y Abraham murió en el Hospital Vargas el 6 de septiembre
decidieron bajar a Barquisimeto; pero, primero, visitaron el de 1988. Fue velado en la Iglesia de su Parroquia Jesús Obre-
santuario de Nuestra Sra. de Chiquinquirá, en Aregue (a ro, de Los Flores de Catia.
quien desde niño visitaban todos los años el día de su fiesta), María Patricia García de Reyes nació en Aragüita (Edo.
para pedir su bendición. Miranda), en Barlovento, el 24 de agosto de 1924. Tres días
Al poco de llegar a Barquisimeto, fue reclutado para el después, murió su madre. Como su padre no podía hacerse
servicio militar. Hizo un año en el cuartel Jacinto Lara de Bar- cargo de ella, se crio con una tía y sus hijos. A los 16 años, em-
quisimeto y unos cuantos años más en el cuartel San Carlos pezó a servir en una casa de familia en Caracas, cerca de Mi-
de Caracas. En sus últimos meses en el cuartel, vivió una ex- raflores. Allí conoció a Abraham. Lógicamente, como esposa
periencia mística: por una mala praxis médica, estuvo muy de Abraham y en consonancia con su cultura popular, la vida
grave en el Hospital y se sintió curado milagrosamente por de Patricia estuvo plenamente consagrada a su marido y a
la Virgen. sus trece hijos, más otros seis hijos de crianza (a dos de ellos
No mucho después de la muerte del Dictador Juan Vicen- también los amamantó Patricia…). Murió en la segunda casa
te Gómez, dejó el servicio militar. Su primer trabajo fue de que construyó Abraham en Monte Piedad, también en Catia,
noche en el Aseo Urbano; y cumplía unas horas adicionales el 15 de febrero de 2006.
en el Hospital Militar cercano al palacio presidencial de Mira- Abraham y Patricia se conocieron hacia el año 40. Se casa-
flores, primero como vigilante y después como asistente de ron, por mediación de la Santificadora del Hogar, de los PP.
farmacia. En las últimas dos décadas de su vida, trabajó Jesuitas, en la Iglesia San Francisco de Caracas. En 1948 em-
como técnico muy cualificado en reparación de máquinas pezaron la construcción de su casa, en el barrio 18 de Octu-
multicopistas Gestetner; un día, al protestar por la injusta bre (pocos metros más arriba de la boca del túnel de Catia de
expulsión de un compañero de trabajo, él también fue ex- la actual autopista). La hicieron de dos pisos, pensando en el
pulsado, y siguió trabajando por su cuenta. futuro de sus hijos.
Poco después de que entregaran su casa para que nacie- Concluimos con el papa Francisco en la Gaudete et Exsultate:
ra Fe y Alegría, Abraham se incorporó a la Legión de María en
su Parroquia Jesús Obrero. Allí, aceptó con entusiasmo la in- Dejémonos estimular por los signos de santidad que el
vitación a participar en el Diaconado Permanente. Después Señor nos presenta a través de los más humildes
de cuatro años de preparación (diciembre de 1974), su iden- miembros de ese pueblo que participa también de la
tidad quedó definitivamente marcada como diácono (fue función profética de Cristo, difundiendo su testimonio
uno de los ocho primeros diáconos casados en Venezuela). vivo sobre todo con la vida de fe y caridad.
Su experiencia más fuerte y significativa como diácono fue-

Para más información:


aypreyes@feyalegria.edu.ve
ETAPAS DEL PROCESO DE LA CAUSA DE LOS SANTOS

Hay cinco pasos en el proceso oficial de la causa de los san-


tos, una vez transcurridos cinco años desde la muerte del can- SIERVO DE DIOS
didato o candidata: El obispo diocesano y el postulador de la causa solicitan
1. Postulación: se presenta y da a conocer la intención de ele- iniciar el proceso de canonización y presentan a la Santa Sede
var a la santidad a esa persona, y se recaban datos biográfi- un informe sobre la vida y las virtudes de la persona de que se
cos y testimonios. trate.
2. La persona es declarada “siervo de Dios”. La Santa Sede, por medio de la Congregación para las Cau-
3. La persona es declarada “venerable”. sas de los Santos, examina el informe y dicta un decreto di-
4. Beatificación: la persona es declarada “beata” si se prueba ciendo que nada impide iniciar la causa (decreto “Nihil obs-
la existencia de un milagro debido a su intervención. tat”). Este Decreto es la respuesta oficial de la Santa Sede a las
5. Canonización: la persona es declarada “santa” cuando autoridades diocesanas que han pedido iniciar el proceso ca-
puede atribuírsele un segundo milagro. nónico.
Obtenido el “Nihil obstat”, el obispo diocesano dicta el De-
creto de introducción de la causa del ahora Siervo de Dios.

VENERABLE
Esta parte del camino comprende cinco etapas:
1. Proceso sobre la vida y las virtudes del Siervo de Dios. Un
tribunal, designado por el obispo, recibe los testimonios de
las personas que conocieron al Siervo de Dios. Ese Tribunal
diocesano no da sentencia alguna; esta queda reservada a la
Congregación para las causas de los santos.
2. Proceso de los escritos: una comisión de censores, señala-
dos también por el obispo, analiza la ortodoxia de los escri-
tos del Siervo de Dios.
3. El documento “Positio”: esta etapa se inicia una vez termi-
nados los dos procesos anteriores. El Relator de la Causa
nombrado por la Congregación para las Causas de los San-
tos, elabora el documento, donde se incluyen, además de
los testimonios de los testigos, los principales aspectos de la
vida, virtudes y escritos del Siervo de Dios.
4. Discusión de la “Positio”: una vez impreso, es discutido por
una Comisión de teólogos consultores, nombrados por la
Congregación para las Causas de los Santos. Después, en
sesión solemne de cardenales y obispos, la Congregación
para las Causas de los Santos, a su vez, discute el parecer de
la Comisión de Teólogos.
5. Decreto del Santo Padre: Si la Congregación para las Cau- gregación, reunidos en sesión. Luego, en sesión solemne de
sas de los Santos aprueba la “Positio”, el Santo Padre dicta el los cardenales y obispos de la Congregación para las Cau-
Decreto de Heroicidad de Virtudes. El que era Siervo de sas de los Santos se da su veredicto final sobre el “milagro”.
Dios pasa a ser considerado Venerable. – Si el veredicto es positivo el Prefecto de la Congregación
Con el título de Venerable se reconoce que un fallecido vi- ordena la confección del Decreto correspondiente para ser
vió y practicó las virtudes cristianas en grado heroico, es de- sometido a la aprobación del Santo Padre.
cir, de forma excepcional y ejemplar. Esta declaración la hace c. En la tercera etapa y con los antecedentes anteriores, el San-
el cardenal correspondiente a la zona geográfica donde vivió to Padre aprueba el Decreto de Beatificación.
esa persona, en la catedral más importante de esa zona. d. En la cuarta etapa el Santo Padre determina la fecha de la
ceremonia litúrgica.
BEATO O BIENAVENTURADO e. La quinta etapa es la Ceremonia de Beatificación. General-
a. La primera etapa es mostrar al “Venerable” a la comunidad mente la hace un cardenal por delegación papal y, habitual-
como modelo de vida e intercesor ante Dios. Para que esto mente, en el lugar en que vivió o murió el nuevo beato.
pueda ser, el Postulador de la Causa deber probar ante la Los beatos son venerados públicamente por la iglesia local.
Congregación para las Causas de los Santos:
– La fama de santidad del Venerable, con una lista de las SANTO
gracias y favores pedidos a Dios por los fieles por interme- El proceso de canonización consta de las siguientes etapas:
dio del Venerable. 1. Aprobación de un segundo milagro ocurrido tras la beati-
– La realización de un milagro atribuido a la intercesión del ficación. (Al igual que ocurre en el proceso de beatifica-
Venerable. El proceso de examinar este “presunto” milagro ción, el martirio no requiere habitualmente un milagro.)
se lleva a cabo en la Diócesis donde ha sucedido el hecho y 2. La Congregación para las Causas de los Santos examina
donde viven los testigos. El milagro no es requerido si la este segundo milagro presentado. Para examinarlo la Con-
persona ha sido reconocida como mártir. gregación sigue los mismos pasos que para el primer mila-
Generalmente, el Postulador de la Causa presenta hechos gro que se presentó para la beatificación.
relacionados con la salud o la medicina. El Proceso de exami- 3. El Santo Padre aprueba el Decreto de Canonización.
nar el “presunto” milagro debe abarcar dos aspectos: a) la pre- 4. El Santo Padre convoca un Consistorio Ordinario Público,
sencia de un hecho (la sanación) que los científicos (los médi- donde informa a todos los cardenales de la Iglesia y luego
cos) deberán atestiguar como un hecho que va más allá de la determina la fecha de la ceremonia de canonización.
ciencia, y b) la intercesión del Venerable Siervo de Dios en la 5. Ceremonia de canonización: la celebra el papa en la basíli-
realización de ese hecho que señalarán los testigos del caso. ca de San Pedro o en la plaza de San Pedro del Vaticano.
b. Durante la segunda etapa la Congregación para las Causas En el caso del papa San Juan Pablo II, las canonizaciones
de los Santos examina el milagro presentado. las realizaba en el país de origen del beato a canonizar du-
– Dos médicos peritos, designados por la Congregación, rante sus viajes pontificios por el mundo.
examinan si las condiciones del caso merecían un estudio Mediante la canonización se concede el culto público en la
detallado. Iglesia católica. Se le asigna un día de fiesta y se le pueden de-
– La Consulta médica de la Congregación para las Causas dicar iglesias y santuarios. No existe un cómputo preciso de
de los Santos (cinco médicos peritos) discute esa conclusión. quiénes han sido proclamados santos desde los primeros si-
– El Congreso de Teólogos de la Congregación para las glos. En 1988, para celebrar su IV centenario, la Congregación
Causas de los Santos, (ocho teólogos) estudian el nexo entre para las Causas de los Santos publicó el primer Index ac status
el presunto milagro y la intercesión atribuida al Siervo de Causarum. Este libro y los suplementos que le siguieron, es-
Dios. critos enteramente en latín, están considerados como el índi-
– Todas las conclusiones son presentadas por un Cardenal ce definitivo de todas las causas que han sido presentadas ante
(Cardenal “Ponente”) a los demás integrantes de la Con- la congregación desde su institución.

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