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ca p {i.t.u l-o u'n).o ca pit te ~Introduccién: factores histéricos y cientificos {Qué es la conducta anormal? Infrecuencia estadistica Violacién de normas Afliccién personel Incapacidad o disfuncién Imprevisibilidad Profesiones de Ia salud mental Historia de Ta psicopatologia Inicios de la demonologia Somatogénesis Oscurantismo y demonologia Los enfermos mentales como brujos Fundacién de asilos ‘Tratamiento moral ‘Albores del pensamiento contemporéneo Ciencia: un esfuerzo humano Subjetividad en la ciencia: la funcién de los pacadigmas Un ejemplo de paradigmas en psicologia de Ja conduct anormal Resumen Copia Cédigo: _ngs-13-1__| 8. INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS ¥ CIENTIFICOS entado cSmodamente en un sili de cuero, Ernest H, un policia de 35 afos, miraba can escoptcls- mo a terapeuta mientras tratabe de relatarie una ser de problemas. Desde hace poco sa santlaincapaz de mantener la ereccién al hacer el amor con su esposa, Y fsa ora la raz6n aparente por le cual habia acudldo al especialista. Sin embargo, ego de ciertas pregun- tas que éste le formuld, Fest comentb otras aficul- tades, algunas de las cuales se remoniaban a su nifez, pero ta mayoria se habian susitado en afos re lentes. La nifez de Emest dsteba de haber sido feliz ‘Amaba mucho @ su madre, quien muti. de fepente ‘uanda 6! tenia apenas 6 fos, y es diez afcs Siguien- tes vivid por temporadas con su pace, y ores con una tia_por parte materia. Su padre bebia en tal medida ue rares veces pasaba un dia singer alcoho. Por ‘otra parte, ol estado de énimo de este hombre era muy ‘arable; habla pasado varios meses en un hospital esta- tal con un tiagndstico de “psicasis maniacd-depresl- va", Sus ingresos eran ireguires y nunca alcenzaban para pagar oportunamente sus deudes, y con allos él y 5u hijo s6lopodlan habitar en los bares ms hue des. En ocasiones, ef padre ea ftalmonte incapaz d3 ‘uidar de s{ mismo, ya no se diga de su hijo. En esos periodos, Emest pasaba semanas, a veces meses, con su ig en un suburb cercano Pese a todas estas desrentaas, Eres ogr to nat fa preparatoiay ent a une unversidad gratuita, Se ‘gana fa vida como masero en un pequefiorestauran- te, Durante sus af universtaros empezé a preocupar- @ por sus problemas psicaligices. Con frecuencia se leprimfa mucho, sin razén aparente, y estos accesos de tisteza a veces eran seguides de periods de abo ma- riaco. Estab muy intranquilo por esas tuctuaiones de anime, ya que habla ddservado este mismo patron de conducta en su padre alchdlen. Asimismo, se sentia ‘demasiado itimidaco por personas que sentia que ejer- ‘fan cera avioridad sobre su jae, protesores y has- ta algunos condiscipuies, con quienes se congaraba desfavorablomente En patiulr, se sera acompljado or Sus ropas, que era vigjas y gastadas en compara- cia con as de sus compatieros ells pertnecian a fa- milas de mas recursos que la suya, El primer cia de clases de su penltino afi en la universidad, vo por vez primera a la que seria mds tar- de su esposa. Cuendo esta joven, alta y esbelta, se di- Tigla a su asiento con gracia y gran seguridad, no amabs tnicamente (a asncién do Ernest. Durante to- dose semeste se deticd a mirrla de lejos; procura ba sentarse donde pudiera observarla sin que elia se lara cuenta Certo aa, cuando saan de clase, se to- paton accidentalment,y los encantos y cordalidad de Fa muchacha fo animaron a imitarle un café. Cuando ela acept el muchacho casi dese0 que nolo hubiese hecho, Con una rapidez sorprendente, a su modo de ver, se enamoraron, y antes oe terminar fa universidad contajeron mation. Ernest jams se convencié de ‘ue Su esposa, una mujer tan inteigente como bali, en Verda lo quisera. Con los fis, aument6 su ise guridad, asi como la poca certeza de los sentimientos de ela por El esperaba ingrasar ala escuela de Derecho, y en vista de sus calflcaciones y os estetutos pudo ha- berlo hecho. No obstanto, deci mia de polcia. Sus motives, segin le contd al terapeuta, se relalonaben con su Inseguridad acarca do sus habilidades intelectual, asf coma con su in- comodidad cada vez mayor en sitvaciones donde sen- ti que ora evalueco. En su dtimo a de preparatora ya no Soportaba les seminars, y tena la esperanza de que a placa y uniforme de poi le ayudarian a obte- ner el reconaclmienta y respetainstaténeos que pa- ~~Tecla.ineapaz-de consenuir por derecho propo. Para ayuderle con los gastos durante su entre- ~ namiento en ta academia, su esposa abandond sus studios y comen26 a trabalar como secretara, aun uando Emest se habfa negado rotundamente a ello. El sentia que su esposa era mucho mas brllante que ‘41y pensaba que era injusto que desperdiciase sus, cualldedes para ayucarlo a salir adelante, Pero al mismo tiempo, Ernest estaba consciente de su situa- con econémica, y a regafadlentes acept6 su ayuda. La academia de polifa resulté pear que la es- usta, ye que le provocaba demasiado estrés. Las fluctuaciones de animo de Ernest, aunque eran me- os frecuentes, todavia Io intranguilaaban. A igual que su padre, que en ese entonces se hallaba en un hospital peiquictrico, comenaé a beber para mitigar su malestar psicoligico. Sentia que sus instructores lo consideraben un tonto cuando tenia problemas para ponerse de pie frente @ la clase y dar una res- ‘uesta que él sabia que era correcta, Finalmente, “cumglié con las exgencias fisicas, intelectuales y sociales dela academia, ys le asigné come vigilan- te an uno de los sectores de mayor poder econémi 0 dela cluded Varios afos después, cuando parecia que todo marchaba bien, &mest se seta cada vez peor Ahora ‘ue tenié 32 aios de edad, un trabajo bastante segu- £0.con un sueldo muy razonable, empez6 a pensar en fundar una familia. Su esposa deseaba to mismo, y fue entonces cuando comenzaron sus problemas de impetencia, Primero pens6 qua se debian al alcohol Todas las coches bebia al menos seis onzas de whisky, excepto si tenia turno nocturo. Sin embargo, pronto empezé a preguntarse sien realidad na evita: bala responsabilidad de tener un hijo, y més tarde su- uso que quizas su esposa no to encontraba atractiva Y deseable. Minas més comorensiva y paciente se Imostraba ella ante sus desesperados esfuerzos. por INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS ¥ CIENTIFICOS 9) consumer al acto sew, menos “vil* se sont Er nest. Era incapan de aceptar ayuda de su mujer, ya {que no pensaba que ésta fuera la manera “correcta” dde mantener ung relaclén sexual. Los problemas en fl lecho se extenciaron hasta otras éveas de su vida. Mientras manos hacien el amor, mas dudaba &! de su conyuge, ya que ésta, al iniciar su cuarta década de vida, se habia puesto todavia mas hermosa y apasic: nada. Adomas, habia sido ascendida el cargo ce asis- Tenie. administrative en el despacto de abogados donde trabajaba. Su esposa acostumbraba platicarie (quizas para dare celos) acerca de comidas con mar~ tin celebradas con su jefe en un restaurants de abo: Jengo de la ciudad, Lo que Impulsé a Emest a acudir con el terepeuta, fue una vilenta dscusiin, con su mujer una noche en aque ela rogresé a case del trabajo después de las 10 Ge la noche. Einest habia estado muy inguielo y aal- favo durante varios das. Para aplacar su temor de perder of contol, cade noche se fomaba c2si una bo- {ella completa de whisky. Cuando su mujer lege es@ roche, Emast estaba muy ebro, y la agredid tanto ‘erpal como fisicamente a causa de su supuesta inf. Gelidad.Invadida par is ia y el miedo, ela cuestion® ‘su virii@ad por golpeatlay le ech6 en cara In devep- Clonada que se sentia por el desenlace de sus ulti- nos encuentros en el lecho. Ernest salié scbitamente dds [a casa, pasé Je noche en un bar cercano, y al dia siguiente logé calmarse lo suficiente para ir en bus cca de un especialista. ‘Mas adelarte se menciona de nuevo el caso de Ermest. “Todos los dias, las personas tratan de compren- der a sus semejantes. Es dificil determinar por qué flguien hace o siente algo. En realidad, uno misono no siempre comprende por qué se siente y compor~ ta de determinada manera. De por si es complicado entender lo que se considera tuna conducta de los I= rites normales, por lo que resulta todavia més dif- ‘Gl comprender aquella que va més alld de la normalidad, como la del policia del caso anterior. Geiones qué sles han dado, tanto en el pasado oo- ‘mo en la actualidad. Estas explicaciones ofrecen una serie de problemas. Antes que todo, son ambiguas,y ts necesario manejar datos teniativos y a menudo contradiclono; hay que anlzar dich informacisny estidiarla e investigarla, Son obvias les complejida- des de la psique humana, y certos aspectos de la ‘misma no son todavia todo lo dares que uno, quis "Aunque aqui se menciona todos esos ‘hallazgos, gran parte de los datos incluidos son mo- Gificados por investigaciones posteriores. Pese a to- do, como se hace evidente al explicar la orientacién seguida aqui a la indagacién cientific, el estudio de la psicopatologia no pierde valor aun siesté Lena de ambigiledades. La esencia de este campo est const tuida por el tipo, de preguntas fonmuladas, més que ‘por las respuestas especficas alas misma. Oitra dfcultad por enfrentar al estudiar la psico- patologia anormal consiste en no, dejar de ser abjet- Yo, Su tema de estudio, es decir la conducta humana, bs un aspecto muy personal. Los efectos tan. pene- trantes y adores de la conducta anormal se infltran en la vida de toda la gente. Por ejemplo, “quién no ha experimentado ideas y sentimientos {tracionales? 0 quién no ha conocido a alguien, un amigo o tal vez un pariente, cuya conducta le haya pparecido incomprensible? Si al lector ha comproba- Bo esto, se dard cuenta de lo frustrante y atemori- zante que resulta tratar de comprender y ayudar a tuna persona que sufre de problemas psicol6gicos. ‘Aun cuando pocas veces se suele ser testigo directo de estos cas0s, nadie duda que dia con dia se mani- fiestan actos que dan fe de una conducta aberrante, Con frecuencia se cometen acciones violentas tales como asesinatos con hacha o con multiples victimas. ‘Una ver detenido, el criminal recibe de la policia o€l psiquiatra el diagndstico de “enfermo mental’, y 5¢ Fescubre que cuenta con antecedentes de inestabil- dad mental. En ocasiones, el delincuente ya ha esta- {do internado en un hospital psiquiatrico. La cercania que tiene uno a Ju objeto de estudio, desde Inego, aumenta su atractivo intrinseco. Por fanto, no es raro que los cursos de psicologfa de la conduela anormal sean de los mas populares en las carreras de peicologfa. Su familiaridad con tal objeto de estudio anima a la gente a estudiar la conducta tsnornal, pero adolece de una desventaja muy carac- teristica. Todas las personas ya han desarrollado ‘Gertas maneras de pensar y hablar acerca de la com ducta; determinados términos y conceptos que de flgin modo parecen enayjar. Por ejemplo, algunos afimnan que el estudio del miedo debe enfocar laex= periencia inmediata del mismo, esto se conoce téeni- ccainente como método. Este ito fs una forma dé-enfocar el miedo, pero no ¢s la ini- ‘a. Como Gientificos conductuales, los especialistas han tenido que conciliar Jas diferencias entre la que 3. INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS ¥ CIENTIFICOS sienten que es la manera adecuada de hablar sobre conducta y experiencia humanas, y la que podifa ser una manera més productiva de definirla afin de estudiarla y aprender acerca de ella. Sila mayoria dela gente habla de “sentimiento de terror", uno se sentiria ms inclinado a emplear una frase tal como “respuesta de miedo de gran magnitud”. ¥ al hacer- Jo,no se utilizarfan simplemente juegos de palabras. Por consiguiente, esto ec adopte marcos de re- ferencia diferentes a los que acostumbra, e incluso distintos alos que emplean los especialistas cuando 70 han funciones profesionales, El caso de estudio con que se inicia este capi- tulo, se presta a gran diversidad de interpretacio- nes, Sin duda el lector tiene algunas ideas acerca de cémo surgieron los problemas de Emest, cuales son sus dificultades principales, y tal vez hasta c6- mo podria tratar de ayudarsele, No existe un reto intelectual 0 emocional més grande que decidir dos cosas: cémo concebir la vida de una persona con problemas psicolégicos, y el mejor tratamien- to que puede proporcionérsele. Al finalizar el ca- pitulo 2, se volverd al caso de Emest H. para demostrar cémo podrian describirlo especialistas de diferentes orientaciones te6ricas para tratar de ayudarlo, ie Definir la conducta anormal es uno de los retos, més for para la psicopatologia de Ja Se eo propuesto varios com= ‘Ponentes de la misma que se estudian a continua- én. Ninguno es por si solo suficiente, aunque pposee un mérito propio y todas en conjuinto ayu- dan a conformar lo que vendria a ser una defi nicién cabal de dicha conducta. Se vuelve a mencionar esta cuestién tan pronto se estudien los componentes de infrecuencia estadistica, viola- ci6n de normas, aflicci6n personal, ineapacidad 0 disfuncién, e imprevisibilidad. Nana jos 100 (Cone oe telganca FIGURA 11 Le citribucio de intalgencis ete adits taza wa cn norma o camara, ‘Anau fa condita ances 2 renicoeevete 9 miro puede oorse de a gran cepacia aca com lade lackey Kersee. Por tanto a inesueneia no es una carecerica io auiceneente dao a conduct anormal, ‘Un componente de la canducta anormal es que es infrecuente. Quienes estudian este aspecto de tal conducta por lo general miden caracteristicas es- pecificas de la gente, como son rasgos de la perso~ Pilidad, formas de comportarse y la distribucién ‘Ge dichas caracteristicas en la poblacién. Cierto ti- po de distribucién poblacional, o sea lalcurva.nor_ ‘mal (figura 1.1), indica que la mas te pecan mune ee ta a determinada cazScteristica particular. Es decis, ‘muy pocas personas quedan en cualquiera de los dos extremos. Al afirmar que alguien es normal, se da a entender que no se desvia gran cosa del pro” medio en que se refieréa un rasgo 0 patron conducta en particular SHCA ce emplea explicita- mente pai car el retraso mental, En la fi- gura 11 aparece 1a distribucion normal de las Imediciones de cocientes de inteligencia en la pobla- ‘Gon. Aungue el diagnéstico, de retraso mental se basa en una.serie de mediciones, el principal crite- rio que lo determina es un bajo nivel de inteligencia (véase pigina 533) Si el cosentz de inteigencia de ‘una persona es inferior a 70, se considera que su desempefio intelectual es a tal grado subnormal que se le diagnostica retraso mental. Si bien gran parte de las manifestaciones de a condiucta infrecuente en verdad parecen anormales, hay casos en que no es valida esta relacién. Por ejem- {QUES LACONDUCTAANORMAL? 3 plo, pocos poseen una tremenda habilidad ailética, pero no sees puede considerar como anormales en Ei sentido que aqui se emplea. Sélo determinadas ondiuctas inusitadas, como el ser victima de aluci- huciones o depresiones profundas, corresponden @ Ja categoria de manifestaciones conductuales exa- minadas en esta obra, Sin embargo, existe el incon Yoniente de que el componente estadistico noes. de SSSI Se ha dicho que la conducta anormal es también aquella que tila las y constituye ui amenaza o produce ansiedad en quienes la ‘observan. Este componente también es valido, aun aque s6lo en parte. Esta definicién concuerda con la gaia del psicSpata, lo mismo que la en ocasiones ‘conducta salvaje de in manidtico o los manieris- mos tan extrafios del esquizofrénico. Segiin este componente, la tun concepto rela- tivojes decis, sep e conducta inusitada, de de Jas normas ‘eulturales que rijan. No obstante, este componen- te es a la vez demasiado general y restrictivo. Los delincuentes y prostitutes violan las normas so” jeto de estudio de la psicologia al. Asimismo, Ja persona con un alto grado de ansiedad, que por ‘Aah 9 caes deanudo, como fiza on 1982 exe lumno ce Were, vl armen as Poms, Pe nO rnecesariamenta implica psiconteloy2. 32_INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS ¥ CIENTIFICOS Jo general constituye el sujeto idénco de esta Srea de la psicologia, casi siempre pasa desapercibida para muchos observadores promedio, Por otra parte, las llamadas normas sociales pueden depender de lo que se considere como normal ong-en-cada cultura_Fste detalle tan sutil “Se toca repetidas veces a lo largo de esta obra, en especial en el capitulo 4 (paginas 135-138) La anormalidad sugiere la idea de suftimiento per- sonal. En este sentido, la conducta oe fodtice a quienes la manifiestan fer ‘cin y tormento|Es claro que la afliccién personal 6S tno de los sintornas de varias de las formas de conducta anormal que se exponen en este libro, [pues quienes experimentan trastornos por ansie~ dad y depresin en verdad sufren mucho. Sin embargo, no todos los trastornos generan aflic~ ién.| Por ejemplo, el psicdpata trata a los demas con frialdad y puede transgredir constantemente la ley sin experimentar culpa, remordimiento 0 ansiedad algunas, Por oto pate, esta rea de la psicologia no se bcupa por igual de todas las formas de afliccién (hambre o el dolor de la ni- fez). Ademis, otto inconveniente de basarse en el malestar personal como caracteristica esencial de psicopatologia es su indole inherentemente guj iva, Son las personas quienes suponen y affrman estar sufriendo, pero es diffcil comparar en qué medida lo hace cada una, ya que son muy vari bles Jos criterios en que se apoyan para definir sus ‘propios estacos psicalégicos. Incapacidad 0 disfuncién ‘Otro componente de la conducta anormal es la in- capacidad, es decir, el individuo esta imposibilita- do de alcanzar alguna meta debido a Fu estado afiorial. Por ejemplo, los trastomos por consumo de sustancias se definen con base principalmente fen cOmo la sustancia de que se trate provoca cierta incapacidad social u ocupacional (por ejemplo, es- caso rendimiento en el trabajo, discusiones fuertes con el cényuge, etc). De modo semejante, una fobia puede indicar tanto aflicci6n como ineapacidad si, por ejemplo, un acentuado temor a volar impide ‘que alguien acepte un ascenso. Sin embargo, como sucede con el sufrimiento, la incapacidad se obser- va s6lo en parte de los trastamos. Por ejemplo, es dificil decidir si el travestismo (cuando la persona se viste con prendas del sexo opuesto para experi- mentar placer sexual) es en todos los casos una incapacidad. La mayoria de travestis estén casados, evan vidas convencionales, y por lo general prac. ation parson dine esinis parte dea corducta anormal, por a cferenia dl dul, que es nares: esta prove a pica de un ser quer, la denne psicopatologica rest incongruent con la sia ci que asst, sican su peculiar costumbre en privado. Otras c2- pocteristieas que en determinadas circunstancias podrian catalogarse como incapacidades (por cjem- lo, una baja estatura si el interesado desea ser Fagador profesional de baloncesto), no atafien pro pplamente al dominio de la psicologia de la conduc- {a anormal. Como sucede con: Ta aflicci6n, como no ge cuenta con una definicin mas precisa de lo que tes una incapacidad, es dificil saber cules cor pongen ono a esta rea dea peicologie ‘cin con Ta idea de que él trastorno cons ‘itaye una incapacidad, Wakefield (1992) sugiere fque un componente fundamental de la enferme- Fad o el trastorno es una gisfuncidn berjudicial, es decir, alguna anomalia del Ge ceria es rganisme, queleocasiona dats Par ejemplo, es- (e-gutor afirma que las fobias son trastormos, porque Ja gente no se "diseic" para temer a cosas ideas) 0 sucesos queno la pueden lastisnar. Por tanto, si bien ‘es normal sentir miedo a ahogarsé si uno No sabe shady, es una fobia y una anormalidad asustarse an~ tela idea de zambullirse en el agua si se sabe bucear yy no existen otros peligros evidentes en ella, La Pro" uesta de Wakefield depende mucho de lo que s¢ Pexienda (0 se haya acordado) como normal, de c&= mo esta coordinado el organismo humano y de Como debe funcionar supuestamente. Sugiere que * Uinicamente conociendo lo que constituye un Fane ‘cionamiento normal, esto es, lo que elo: oes isefiado para llevar 8 0 se puede contar con Sisaiterio vilido para establecer 0 no la existencia de trastorno Pero puesto que la validez de esta su- gerencia depende de lo que se juage.que een ren- Yidad, el estado anormal sic viento interno del animal humano, podria estar més bien formu Jando una interrogante que despejan una duda. Imprevisibilidad Otro componente de la definicién de anormalidad es que 1H] hambre es una respuesta previsible Ro comer, por lo que no puede consi: Forarse como tn estado de afliccién concerniente fia conducta anormal. En cambio, multiples fore nas de dicha conducta son repuestas inesperadas_ P estresantes ambientales. Por ejemplo, se diagr ostican trastornes por ansiedad cuando ésta es Sxagerada teniendo en cuenta Jas circunstancias, Como cuando la gente se preocupa en demasia de fu situacién economica aun siendo solvente ‘Con el tiempo se han modificado parte de las categorias de conducta anormal que aparecen en PROFESIONALES DELASALUD 33 Jos manuales de diagnéstico oficiales, pero ello no implica que se haya adoptado alguna definicion tn particular de la conducta anormal. En clertos casbs, las investigaciones clinicas han ayudado 2 Sdentificar ua nuevo sin: Por ejemplo, el au- {ismo infantil no se incluy6 entre los diagnésticos paiquistrcos oficiales hasta 1980, aun cuando en Joe unis cuarenta se describi6 por vez primera en Je literatura clinica. En otros casos, han variado las ‘normnas y valores. Por ejemplo, en el curso del siglo x, cada vez mas gente supuso que sus problemas pelool6gicos requerian de ayuda profesional, Con Eiye mayor flujo de pacientes, erapeutas e invest gaddores enfrentaron problemas que munca habfan Ereginado, y hubo que formular nuevos diagnés- ticoe, En esta obra se presenta una lista de estados ue actuabmente se catalogan como anormales, Foro es casi seguro que dichos trastornos varien con el tiempo. Debido a la naturaleza tan cambiante de esta Area, es imposible ofrecer una definicién simple Ge anormalidad que la englobe totalmente. Estos Componentes de anormalidad que se acaba de escribir sélo la definen en parte, pero no se apli- ean por igual a todos los diagnésticos. pec rn ae ‘Los psicélogos clinicos, es decir los distintos profe- Slomules considerados como verdaderos especialis- tas en atencién psicol6gica, pueden recibir distintos tipos de entrenamiento. Para la préctica dela psico: Jogia clinica (profesiin de ambos autores de este I bie), se reguiere por lo general un doctarado, que inmplica de cuatzo.a cinco afios de estudlios de post: grado. La preparacion para el doctorado en psicolo- a clinica es muy semejante al relativo a otras areas xpeciales de psicologis: cognitive, experimental, fisioldgica, social, del desarrollo, o de la edad avanzada, con gran uso de trabajo de laboratorio, Gisefios de investigacion, estadistica, asf como el es- tudio empftico de la conducta humana ¥ Cémo en las demés Areas de la psicologia el grado btenido es basicament jor por lo que {os aspirantes deben redactar una extensa tesis $o- bre un tema especializado. Adetnds, Tos a pscblogos cinicos desarollan habilidades en otras as areas que los diferencian de otxos aspirantes al ee eee tenicas deC@alaracién y diagndstiea-He trastornos mmentales; es decir, aprenden a determinar silos sin tomas 0 problemas de un paciente indican wn fras- 34_ ENTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS Y CIENTIFICOS Cnos de dstnos las aban con recuencia or equipo, crn en aunt da gn, tomo.en particular. En segundo, aprenden a prac- ticar la ina forma esencialmente ver- bal de @ que las personas atribuladas cambien sus ideas, sentimientos y conducta a fin de mitigar su aflicci6n y experimenten una mayor satitacetn Loe estudiantes toman cursos dosde omiinan Tenicas espectficas bajo la supervision rigurosa de otro profesional. Mas adelante, duran- te un internado intensivo 0 entrenamiento poste- ior al doctorado, poco @ poco asumen cada vez. ‘més responsabilidades en el cuidado de pacientes. Otros programas de postgrado estén més en- focados a la prictica. Los mismos otorgan el relati- vamente mievo grado de Doctor en Psicologia. El plan de estudios es casi el mismo que el de Docto- ado en general, pero hay menos interés por la in- vestigacién y més por el entrenamiento clinico. La razén de esto & regia clinica ha llega doa un nivel de conocimientos y certidumbre que justifica,e incluso requiere, entrenamiento intensi- vo en técnicas espectficas de valoracion e interven- cif terapéutica, en lograr dé una combinacién de prfctien con investigacién.) ‘Psiquiatra ostenta el titulo, de médico y se hha sometido a entrenamiento posterior a ests p: paracién, denominado residencia, donde ha reci- bido supervisién en Ia practica de la psicoterapia, En vista de sus estudios de medicina, el psiquiatra ' Sélo una poqueia parte de los profsionaes dela salud mental y dlrigeinvesgaciones en lstituas de engeharea invest gadon Sin embargo, cas todas lo trabajos expos anallzdos en esta ‘obra fueron eetuslos por estas personas, quienes por lo $s eupan meres de proporiorl diectaele serosal puede trabajar también como médico y realizar ‘exémenes fisicos, diagnosticar padecimientos mé- icos, ete. Pero en realidad, el inico aspecto de la practica médica de la mayoria de los psiquiatras se relaciona con la prescripcién détarmacos psicoac- tivosy que son compuestos quimicos que pueden ‘modificar el modo de sentir y pensar de la gente. Recientemente se desaté una enconada y en ocasiones mordaz. controversia en torno a la con- veniencia de permitir que psicélogos clinicos, con la debida preparacién, prescriban medicamentos psicoactivos. Como es de esperarse, los psiquia- tras se opondrian a ello, ya que sentirfan invadido su territorio. Es certo que aquéllos obtendrian ma- yores ingresos econémicos, pero no esta claro si ‘alguien que no es médico puede aprender lo sufi- Gente sobre bioguimica y fisiologia para vigilar Jos efectos de los medicamentos, ¥ proteger a sus pacientes de los efectos colaterales adversos. y las interacciones de los férmacos. Sin duda, esta controversia se prolongaré durante algiin tiempo antes de llegar a algdin. acuerdo. ‘Un pticoanalsta feibe entrenamiento especia: lizado ef un instituto psicoanalitico; el programa por lo general abarca varios afios de capacitacion nica al igual que un psicoandlisis profundo del aspirante, Aunque Sigmund Freud estipulé que los ‘pSicoanalistas no necesitan entrenamiento médico, hhasta hace poco la mayoria de institutes de psico- andlisis exigian para titularse el grado de médico y ‘una residencia psiquidtrica. Por tanto, se pueden requerir hasta diez afios de postgrados para con- vvertrse en psicoatalista. Un\trabajador social psiquistrico botiene el grado de Maestia en Trabajo Social, Existen asi- mismo programas de maestria y doctorado para psic6logos asesores, que son semejantes a un en Gaisatento de postgrado en psicologia clinica pero con menos labor de investigacién, El téfmino d@elinicoon frecuencia te aplica a personas que, sin importar su grado profesional, oecen servicios de diggnSsticn-y-terapia al pi blico. Por Tanto, entre ellos puede haber doctores “en psicologia clinica 0 de asesoramiento, docto res en psicologia, especialistas con maestrfa en ‘trabajo social y psiquiatras. El término también se puede aplicar a gente que realiza tiga Cee ee autores de esta obra, cuando prestan se dinicos. La denominacién de “patdTogos) se aplica a un grupo altamente diverso de personas. Estas conducen investigaciones de la naturales el desarrollo de diferentes trastornos Ge sus cole ‘Bas Terapentas inrentant tatar. LOS Psicopatélogos pueden provenir de diferentes disciplines: algunos Zon psicblogos clinicoS, Pero 155 estudios de los de~ this pueden ir de la bioguimica hasta la psicslogia Gel desarrollo. El comin denominador que los une es su interés por la génesis de la conducta anormal. Puesto que todavia queda mucho por aprender sobre psicopatologia es ventajoso que estos espe- Gialistas pertenezean a campos tan variados y se {nteresen por aspectos tan diversos. Arin es dema- siado pronto para estar seguros de cual es el area en {gue se harin los progresos més sigificaivos. se interesa por las,causas de la sda. La biisqueda de las misoias ha tenido lugar durante un periodo considerabl ‘Antes de la era de investigacion centifca, todas las Jnanifestaciones buenas y malas de poder fuera del ‘control del hombre eclipses, terremotos, formentas, ayos y truenos, incendios, enfermedades graves € ncapacitantes, oscuridad y luz, la periodicidad de jas estaciones) eran consideradas sobrenaturales. Coslquier conducta que también pareciese estar més alla del control del ser humano, e interpretaba de manera semejante. Los primeros escritos de fl6- Sofos, tedlogos y médicos que estudiaron la mente trastornada, determinaron que sus desviaciones re- flejaban a ira divina 0 posesiones demons. Inicios de la demonologia Sellama lenoialogt ser perveso pal ‘0 totalmente autdnomo, como controlar sir AFENTE, To antiguos babiloios tendan contoas BS an demonio espectico para cada et fermedad. Jdta era el que provocaba Jalocura. Exis- ‘en ejemplos semejantes de ideas demonolégicas en Jos anales de los antiguos chinos, egipcios y grie- ‘gos. También entre los hebreos, la desviaciOn se SG ribufa a malos espiritus que poseian ala persona, aque habia defado de ser protegida por Dios a causa de algiin disgusto. Se dice que Cristo curé a un hombre de "espirita sucio", al echar a los demonios ree ciitakan y acojarlos una manada de Jordos. Parece que después estos animales queda- ran posefdos, y corrieron “viclentamente por un tu gar empinado hacia el mar" (Marcos 5:85). lexorcismo] que consistia en ahi malos & Smediante cant ladoctrina segsin a cual un o tortura, HISTORIA DE LA PSICOPATOLOGIA 35 por lo genera) asumia Is forma de,ritos con rez08 Thuy elaberados, donde se producian ruidos raros 96 obligaba a la victima a beber menjurjes con un Sabor muy desegradable, A’vaces Se tomaban me- didas ms abominables, tales como azotes y hacer pasar hambres a la persona supuestamente poset Bra a fin de echar a los demonios de su cuerpo. Somatogénesis Enalsiglova de C] Eupterates {460-3777 deC) recibié. su primer entrenamiento médico en el famnoso termplo de Asclepfades en Cos. Se le ha considerado con frecuencia como el padre de la y se opuso al Zeitgeist u orien Yy emocional de su época, al ‘delaxeligion, magia y supers: Ta creencia griega prevaleciente {de que los dioses enviaban enfermedades fsicas graves y perturbaciones mentales como castigo, E! Bisistia en que tales padecimientos tenian causes, Jo que habia que tratérseles como otras enfermedades més comunes tales como res- friados oestrefimiento. Hipécrates pensaba que el cerebro era el Grgano de Ja conciencia, o, la vida 1 médic geno Hpdcratessostria una concepion sonatogéica de tn condita anormal, y conderaba quel ora ra une enfloedd ses. 36, INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS Y CIENTIFICOS intelectual y emocional, y de ello se inferia que si el razonamiento y la conducta se habian desviado, exista cierto tipo de patologia cerebral. Se le ha considerado muchas v de Tos Fundadores de la hipétesis bomat is decir la idea de gue algo malo qu 1a, 0 cuerpo fis acciones. En cambio, la Tia creencia de que algo tiene su erento pion / "Spapocrates dace te trastomos mentales en tres categorfas: mani i gprebra. Gracia sus enseiarzas, los fenémenos la conducta anormal pasaron a ser més de la in- cumbencia de médices que de sacerdotes. Al tratar a los enfermos, Hipécrates buscaba remedios natu- rales para los que consideraba fenémenos natura- les, Pata la melancolia, prescribia tranquilidad, so- briedad, alimentos y bebidas saludabies, y absti- nencia sexual. Supuestamente, dicho régirnen tenia efectos saludables en el cerebro y el cuerpo. Como Hipécrates crefa en causas naturales en vez de so- brenaturales, se basaba en Sus agudas observaciones Y su aportacién como clinico fue enorme. Realizé, Geseipcones sumamente-dataladas de muchos sffitomtas que hoy dia se reconocen en la epilepsia, el delirium tremens, la apopleiia y la paranoia, Sin embargo, la fisiologia de HipGcrates resul- taba primitiva, ya que concebia el fun: n6 , ¥ por tanto la salud mental, como as ie brio entre cuatro humores o Kiquidos corporales, = y flema. Cualquier dese: Jos mismos provocaba ‘rastomos. Por ejemplo, si una persona era perezo- say Tore, supuestamente habia en su cuerpo un ‘exceso de flema, Si predominaba la bilis negra, apa- ecia la melancolfa. Demasiada bilis amarilla ex- pplicaba la irascibilidad y ansiedad, y demasiada ‘sangre un temperament muy variable. La patolo- ia basada en humores de HipScrates fue desmen- ‘ida por estudios cientificas posteriores. Pese a ello, su premisa bésica de que la conducta humana es_ determinada dis aS. Sus tandas eS Producida por alguin tipo de d: joo luso, dan, presagié algunos aspectos del pensa- “miento contempordneo. En el curso, de los siete siglos posteriores, tanto antes como después del nacimiento de Cristo, el enfoque naturalista de Hi- pécrates fue unnimemente aceptado por otros griegos, como Platén, Aristételes y Galeno, asi €omo, por los romanos, quienes adoptaron a me- dicina de los griegos una vez que su ciudad se con- vistié en cuna del poder del Mundo Antiguo. Oscurantismo y demonologia Por lo general, os historiadores a menudo han su- gerido que la muerte de Galeno, el ultimo médico dela époce clésica, mare6 el inicio del oscurantis- mo , en particular parvel ‘tratamiento y la investigacion de la conducta anor- mal, Luego de varios siglos de decadencia, desa- Parecieron las civilizaciones griega y romana. Las iglesias adquir ‘en tanto que el papado pronto Rie declarado independiente del estado y se onvirtié en un importante elemento de unidad. El ‘monacato cristiana, a Jravés de su labor misionaria Sducativa, sustituyé a la cultura clésica En los monasterios se cuidaba y aliviaba a los. ‘enfermas,y algunos de allos servian como depé- sito de manuscritos médicos de la Grecia clsica, aun cuando no se aplicasen los conocimientos contenidos en los mismos. Al cuidar los monjes a los enfermos mentales, oraban por ellos y los to- ‘aban con reliquias, o preparaban brebajes fantés- ticos para que los bebiesen en la fase menguante “dela Luna. Las familias de los pacientes los lleva- ban a santuarios, oen ocasiones rompian sus lazos con ellos por miedo o supersticién. Muchos de es- tos dementes vagaban por el campo, adquirian un aspecto cada vez més lastimoso y perdian poco a poco todas sus facultades. Los enfermos mentales como brujos Durante el siglo xm y los inmediatos posteriores, un. populacho que de por sf sufria de inconformidad Social y hambrunas recurrentes, empezé a sentirse Obsesionado por el demonio. Se consideraba que la jprgjerta era instigada por el poderoso Satin y los iefejes, y ahora era en sf mismo una herejia y una negacién de Dios. Al ser testigo de hechos inexpli- cables y pavorosos, la gente tenderfa a aferrarse a cualquier explicacin que se tuviese. El espiritu de la €poca era propicio para inculpar enormemente a aquellos considerados como brujos, y por ello eran ersegitidos implacablementa. En 1484, el Papa Inocencio vit, en una bula Papal, exhort6 a la comunidad religiosa de Euro- a ano dejar rincén sin examinar en la busqueda de las brujas, Envi6 a dos dominicos, Jakob Spren- ger y Henricus Institoris, al norte de Alemania como, inquisidores. Dos afios después, éstos pu- blicaron un manual muy completo y explicito, Malleus Maleficerum ("el martillo de las brujas’), como guia en la caza de brujas. Se trataba de un documento legal y teol6gico, que vino a ser consi- derado por catélices y protestantes como un libro and ndlrvighonse 90 * as ghagrmee meptiftichs] ‘on ep de toxto sobre brujeria. EI “deseo carnal’ ines: Ciable en algunas mujeres;“éra Ta tazén de que uviesen relaciones sexuales "hasta con los demo~ ios", y se convirtiesen en brujas. Se describian en €l manual diferentes signos por los que podia descubritse a una de estas mujeres, tales como puntos 7ojos o areas insensibles en la piel, que Eupuestamente habian sido hechos por la garra Gel diablo al tocar a Ja persona para sellar un pac- fo. En el libro se confirmaba que las reglas que aplicaba Ta Inquisicidn a los herejes eran validas también con las brujas. Las acusadas de brujeria debian ser torturadas sino confesaban, las con vietas y penitentes debian ser encerceladas de por vida, y las convictas no arrepentidas eran'en Fregadas a la ley para su ejecucién. En el marual te expecificaba que si la persona perdia la razén_ Ge repente, ello era un sintoma de posesi6n diay Bolica, y que la hoguera era el método usual para char fuera al suptesto demonio Se dice que en el furso de los siglos siguientes, varios centenares HISTORIA DELAPSICOPATOLOGIA 37 Los sequidores do Miprtes penseben que i cualo temperaments, como ns repose este eA, se dean a extasos de os ca trohurorss. Ariba als iqulea se ste Be i arb a la ceecha, ig maenccla Se ‘a queda, peta y abajo aa deecha Jai see de mujeres,-hombres y niftos fueron acusados, torturadas y ejecutados, pero no se cuenta con datos confiables. El primer freno a la caza de brujas tuvo lugar en 1610 en Espafia, cuando el inquisider Alonso Salazar y Frias concluy6 que la mayorfa de las peusaciones hechas en Logrofio, Navarre, habian Sido falsas. Orden que todas Jas acusaciones fuesen acompafiadas de evidencias indepen- dientes, que 5e Suprimiese la tortura y que no se tonfiseasen las pertenencias de las convictas. De Shi en adelante, las acusaciones de brujeria se re- Gujeron drasticamente en Espaka, En febrero, de ‘1649, la Reina Cristina de Suecia escribié una caz~ ta a uno de sus ministros, en la que le ordenaba Iiberara todos los presos acusados de brujeria, excepto 2 aquellos que evidentemente eran cul pables de asesinato, En Francia, 10s juicios, por Drujeria disminuyeron luego de un edicto emitido en 1682 por Luis XIV. La tikima ejecucién de una bruja se llev6 a cabo en Suiza en 1782. 38_ INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS Y CIENTIFICOS Durante algiin tiempo se ha pensado que to- das las enfermas mentales de fines de la Edad Me- dia fueron consideradas en su época como brujas (Ziloorg y Henry, 1941) En sus confesiones, las acusadas a veces admitian haber copulado con el Giablo y asistido a aquelarres, que eran juntas se- cretas para practicar sus cultos Estas narraciones han sido interpretadas por autores modernos co- ‘mo, delirios o alucinaciones, por lo que se supone que alguinas brujas erah psicticag Por otra parte, Para identificar gente con Ta“marca del Diablo,” es- toes, reas de la pie! insensibles al dolor, cazadores profesionales de hechiceras iban de pueblo, en pue- blo y enterraban agujas en el cuerpo de las acusa- das. Como se piensa que la anestesia es un sintoma de histeria (véase capitulo 7, pagina 207) el hecho de que algunas "brujas" no reaccionaban a dichas, ‘agujas se consideraba como evidencia de su locura, Sin embargo, anélisis més cuidadosos de estas cacerfas de brujas sefialan que si bien algunas de Jas supuestas hechiceras padecian un trastorno menial, se someti6 a juicio a que dementes. Las confesiones que rayaban en el delirio por lo general se obtenian durante torturas autales; egaba un momento en que las tortura- das aceptaban ser culpables de todo lo que decian sus acusadores y las creencias de sti época. Por ejemplo, en Inglaterra, donde no se permitia la tortura, las confesiones casi nunca contenfan des- Gripciones que indicaran delirios 0 alucinaciones. Ademis, la insensibilidad al dolor tiene muchas olen: causes, como disfuncionss organics, Y lo nds importante es que existen casos comprobados En a prsba de pen, in mujer nose atoyab, se consiceraa que ‘ena aco on el dbl. de mala intencién, A menudo, la aguja estaba su- " jetaa una vara hueca, de modo que al tocar la piel se hundia en dicha vara y no en la persona, auine que a los observadores les parecia todo lo contra- io (Schoeneman, 1977; Spanos, 1978). Alevaluar otzas fuentes de informacién, se ob- serva que la brujeria Jo era la principal interpreta- ‘dién que se daba aTa enfermedad mental. A partir del siglo 2a a medida que se extendiezon las cit- dades europess, los hospitales empezaron a que- dar bajo la jurisdiccion secular. Las autoridades municipales, al adquirir poder, tendieron a com plementar o absorber algunas de las actividades de la Iglesia, una de las cuales era por supuesto cencargarse del cuidado de los enfermos. El acta de fandacion del Hospital de la Santa Trinidad en Sa- lisbury Inglaterra que data de mediados del siglo 20v especificaban los propésitos del hospital. Entre ellos estaba “mantener Ia seguridad de los demen- tes hasta que recuperen la razén". Durante este pe- iodo, las leyes briténices permitian que los locos ppeligrosos y Ios incapaces de valerse por si mismos ppudiesen estar conginados en un hospital. Cosa in- teresante, a las personas que eran encerradas no se Jes describia como poseldas (Allderidge, 1979) Neugebauer (1979) examin6 los anales de los juicios por locura en Inglaterra durante la Edad Me- ja Estos juicios se llevaron a cabo a partir del siglo (para determinar la cordura de una persona. Los ‘mnismos se realizaron Bajo el derecho de la Corona de proteger al enfermo mental, y si se consideraba que el sujeto estaba loco, la Corona se convertfa en. albacea de sus bienes, En el juicio se examinaba la individuo, sumemerie; intetector bites. Las explicaciones de con- uote extraia por Jo general se relacionaban con enfermedad fsica, alguna lesién 0 con vm chodue_ ‘Gaocional. De todos los casos que examiné Neuge- Poder, en s6lo uno se habla de posesién diabélica Por tanto, a juzgar por la evidencia, esta explicacion de la pertubacién mental no fue tan comin en la ‘Edad Media como alguna vez se pens6- ‘En el recuadro 1.1 se menciona el mas famo- bo caso de brujeria acontecido en Jos Estados Us dos, el incidente de Salem. El mismo también brinda la oportunidad de constatar cémo influ- ‘yen diferentes puntos de vista al tratar de inter- Dretar la conducta de las bruja acusades. orientacién del Fundaci6n de asilos ‘Hasta el final de las Cruzadas, en el siglo xv préc- ticamente no hubo hospitales psiquiétricos en Eu- ropa Sin einbargo, antes de esta época existian ‘rales de hospitales para leprosos. Por ejemplo, en a siglo mt, Inglaterra y Escocia tenfan 220 sobre tuna poblacién total de millén y medio Después de que concluyeron las principales Cruzadas, le Jepra Gesapareci6 gredualmente de Europa, tal vez por- {que se perdié el contacto con las fuentes orientales Je infecei6n. Por tanto, como la lepra ya no preo- upé tanto a la sociedad, la atencién pas6 a cen trarse en los dementes. ‘Los enfermos mentales empes smalmente en Jos sigl ‘veces en Tocales que habian sido leprosarios. Algunos de es- ‘ee dierai aIbSigu & tne’ poblacion ‘heterogéneas desde pordioseros hasta perturbados Sse entonces, los mendigos eran un grave problema Social, En el siglo xv Paris contaba con 30,000 de Silos en su poblacion que no llegaba a los 100,000 fabitantes (Foucault, 1965). Estas institaciones ro tegulan ninggin regimen especiico para sus ala 3S excepto el ponerlos 2 trabajar. Empero, en ese periods, comertaron a aparecer hospitals mis en: caminados a confinar 2 os pleas ae En $243 se fund el Priorat de Santa Maria de Belén. Para 1406, albergaba a seis hombres trastoados, y ‘en 1547 Enrique VII lo enizegé a la chudad de Lone fires, y desde entonces se destino tinicamente a re- ds tales. Pero las condiciones en Gee rssicon eran deplorables. Con los afics, la va "bediam {manicomio), que era una con Paccign de su nombre original en inglés (Bethle- hem), comenzé a ser utlizada para deserbir un alboroto y confusion. Para el sigho xvi lugar de; Meee eee por COMVETERSE eh una gran atrec- HISTORIA DELAPSICOPATOLOGIA 39 ‘én turistica de Londres, que rivalizaba con la Aba- Gia de Westminster y con la Torre de Londres. Inch Sova fines del siglo x1, se consideraba un entreteni- gniento presenciar @ estos violentos enfermos y Sus ‘xtravagancias, por lo que se vendian boletos para Shear al Bedlam, En la Torre de Lundticos, cons: maida en Viena en 1784, los pacientes ¢e hallaban Confinados en los espacios entre habitaciones cua- Geadag interiores y 1os muros que daban al exterior. JAsi, podian ser observados por los visitantes. El primer hospital psiquidtrico, de los Estados Upidcs Eo fund6 en Williamsburg, Virginia, en 1773. sin embargo, esto no significa que la inclusin dela conducta anormal dentro del terreno dela me- dicina y los hospitales necesariamente dio lugar a tun tratamiento més fiumano y eficaz. “FaashYi765-1813), quien inicio tu préctcn He la me- sh Seen on Filadellia en 1769 y particip6 activamente oath lacha de su pais por la Independencia es con- siderado como. clpete de pagusncoreane — Sessa, El persaba”que el trastomo mental era de sangre en el cerebro. For tanto, 6a tratamiento preferido consist en ex — Thor del demente' grandes cantidades de sengre, Jo que liegaba hasta los ses itros en nos cuantos 20 SE ‘sie tome en cuenta es0, no sorprende que Jhe endormnos as! tratados se hayan sentido menos piensa 7. "Rush habia formulado otra Fetes, la cual consistia en que muches “Tuna coe podian ser curedos si se ls provocaha.un.sus- Sak ino de tales procedimiontos, el médico debia wrvencer al paciente de que estaba 2 punto, de sos Lin doctor de Nueva Inglaterra puso en prac Tovesto inétodo de manera ingeniosa. "El engersno Bee troduido en una especie de atatid con aguje= craig] cal era sumergido dentro de un tanque de gun Dicha caja era mantenida bajo el agua has- ee gue dejaban de salir burbujas de aire. En e 1a vento, se sacaba al paciente, se le daba masaje Pele revivia,si es que no estaba ya bien muerte (Deutsch, 1949, pag. 82) en. ‘Tratamiento moral Un personaje destacado en el movimiento para ¢} tratemiento humanitario de los gsilados fue Phi, (1745-1826). En 1973, durante el cli- inex de la Revolucién Francesa, fue puesto a cargo Ge an asilo grande en Paris conocido como La Bicétre, Escribe un historiador acerca de las condi- ciones de este hospital: cetabar} atados a Tos muros de sus felaas, con collares de fiero que Toe mahtentan 4Q)_INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS Y CIENTIFICOS [exc dl puebn de Sale foern eomas ce “acoso ce: mal ham qu Na neces, een, cba sane To ud cara lecal gues corse, Una do elas ea ja de! mist, Sarnvel (©. Pars, ¥ ore su stra, Una vecina pronto og que a es- clava de Paris en Barbados; Ma, preparase un “pastel Je itja” oan cetera yorna dls enternas, yo de- ea ume ur pao pare veri era convenient a brue- ‘ia Poco cespuds a febroo de 1692, as Jones FAousaten. ce bru a Tut otras dos ancianas, vas Fes torn asta,» [2 a: sBero ahora empeearon a haber acussciones po parte Fe las muchachas:y de ors resignf6s dl pusbi. Las | erciles Ge Sate, de pobizciones vecnas, y hasta Cel e- ano Boston, 8 lenaron de arisioneras en espera de ser jimgades Para res de septiomibe, "3 personashebin s+ fs do-erviads a patty un hombre habla sido prensado [-chasta mors Las acusciones haban sido fomuladas con case eyevdenca expecta” (0 sea el acusedor habia vis [ob waists OER, a ‘al toque (el [zataqve del acusado nada casato ego de oer tocaco or fl acusede). Las muchachas enfermas esiuvron presen- 28 on fs hicos y muchas voces interumpieron con sus lento etaques, convtsones y aparentesalucnacones [198 aspects y Yemixes". 05 famiares son esoitus, [con fecuncia deforma arta, que supvestament 20 flan coro eniados de una bruja) fn ero de1693, una crt superior comocd y roc bis, 50 acusacones pr bruja que ya haan io for- fi meladas: pe un. gran: jurado Sometié. a juicio a 20 Fesereones, beoWié a1? y conden res, aunnue no fe ocutacas. En mayo de 1693, el Gobemader Phipsor- un induto general fueron erates aododor de 150 = bones ue a estan cuts anatase ber, fn ous teind-eteexrar episod: + Los sucess de Salim siven de ejemplo para de- = Moatiat.chmo Se.malvtaba a estas desafortnadas ens. tf nen avilapargonas fespotables do a, comunicad En oca 85 Ne que estascacusads eran G ‘5 abl. desorgantada; Postras y gestos extras, y ata” Pintura donde se representa und fs csr iy rts aes astro rset por aia Inxs por caren? Y considered, ‘por muchos-como- wn: jemi 1 histo prdpadosa efcaca de cia trpia Oar emp, vas6 rely oS, 1065; Faiweater, 1964)-y ia evidencia “rete ambidoso Setuco ay Lente dmostraron alntadoras majoras 6 oferTts GuCKS “cas reMe> 2 cables a tayés.p lelaria amblantal yd epfondia) pueden intescarb fo cel grad oe agli, Pare preva, 32 ee faton diversas medkciones relates a la conduca: 02 eon y los pacts an os cut ¥ med ais 3. {atariento, rea un saguiniento de 18 ress con tos enfermos que fueron dados de alla. l picorama de? | sun te mt aL : fag anblrial, empéada con uh gp i en ot inc del erro de sae meray que of mango ru ta ubtad eon oro gro enon hospital sz ma ‘quo en no ce uesto que los hospitales psiquidricos sérén nece- sarios todavia durante mycho tempo, en particular par orsonas que Gomvesten dicuades para cesomler- $e en e undo exero, el trabajo de Paul revit’ ra impotencl,Sugire maneras epecioas en gue se nue te ayular al pacienteerico front stuaions 1, stlo dentro del baspital, sino también cuando flegue 2 s8t- dado de alta.” ee Seed 43 INTRODUCCION: FACTORES HISTORICOS ¥ CIENTIFICOS ose rover, méio y feidogo austen cura cleboracin con Freud ‘ue fundamental en los sores del picandii, Unicamentetat® @ 4a 0, cone métod ctéstco leat por A sense aarado por 'o que més adearte se denorinaratranseenca de fa pacientes como su propa conrevanstreni, casei susproccimients @ un colege @ Quen pint que prosiquor el wetanerto. Anna 0, Berta Pappenbsim en lava rea, uel paclente en aque aso tan conacdatratado por Breuer cn el mcd cat, facilmente podian eliminar los sintomas, con s6lo despertar a la mujer, Charcot cambié de parecer en relacién con la histeria y empez6 a interesarse en interpretaci de estos fendmenos tan intrigantes. Pierre Janet (1859-1947), discipulo de Charcot, propuso otras teorias y realizé més inves- tigaciones psicologicas. El pensaba que en la Rist r sist i ideas emociones y sensaciones se separaba del resto de- En Viena, a fines del siglo pasado, un médico lamad« 842-1925) trat6 a una joven mujer que estaba abrumada por una serie de sin- tomas histéricos. Sus piemnas y brazo derecho esta- bat paralizados, no vefa ni escuchaba bien, y a menudo tenfa problemas para hablar. En ocasio- nes caia en un estado somnoliento, 0 “ausente’, durante el cual mascullaba consigo misma, apa- rentemente preocupada por ciertos pensamientos angustiantes, Durante una de las sesiones de trata miento, Breuer hipnotiz6 a Anna O. y repitié algu- nas de las palabiss gue deci, Togré hacerla hablar con més libertad y emocién sobre algunos ssucesos inquietantes del pasado. Al despertarla de estas sesiones hipnoticas, a menudo se sentia me- jor. Con Anna O. y ottos pacientes histéricos, Breuer descubrié que el alivio y la cura de sus sin tomas jo hipnosis, podian igi itante del sinto- si, ademés lexpresaban su emocion or} Revivir una catéstrofe emocional anter ra tivas a dicho acontecimiento, recibieron el nom- bre de abreaccién EI método de Breuer legé a conocerse ido eatartico7En 1895, publicé junto con un colega Espudiag sobre la histe. ria, obra considerada como clave en Ia Psicologia “dea conducta anormal. En el siguiente capitulo se examina el pensamiento del colaborador de Breuer, Sigmund Freud? 2 Ano O,njoven mujer gue Breer send con el mtd csr {00 "area bee de abn se conven uno de losnds ces soe cncs del erature plcoterapéutc, y como se indica sa pre oe tn at cnt 1 ge fon a bese dels importantes sporacionee qu mug adclant® 29 Freud. No obstante,investigaciones hia de Herberge (0572) despietan seria dudes com meapecio la preien le Brover en us infers. A! parecer a saa con Table slo aja temperaimente a Ana ©. glen sia ey relidad Beran Poppon ‘asin, mnie de une feria teomoaa vienesa Se de ue Cart jung, el reombrado colega ce Fred, coments que, durhie una conference en 1925, ete time le ij que esa male jams habia quedaco cusada El rmédico desubieno por ‘Huenbetget le confi gue cli en epiesta notin pra oe {at los problemas “hitureor” gue supustamente Braet Babin ininado gracias ala catsse. Nodes Ge er nscantey tle ver lnsnca que ls rales del picandli e encunten eh caso Clinica del ques incr fon tals iprectones.

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