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Durante muchos años existieron razones científicas para afirmar que los recién
nacidos no podían sentir dolor o por lo menos no recordarlo debido a que la
mielinización es incompleta y los receptores inmaduros.
Las vías inhibitorias del dolor no se completan hasta semanas después del
nacimiento.
¿Qué es la nocicepción?
Es importante tomar en cuanta que las fibras C están relacionadas con el dolor en
el neonato, debido a que la mielinización aún no ha terminado, las fibras A delta
para desarrollarse lo harán en el transcurso de los primeros meses de vida, sin
embargo, esto no niega que el niño pueda sentir dolor desde antes de nacer, y lo
hace a través de las fibras C.
MODULACION
CRIES 0 1 2
Requerimiento de O2 para
No < 30% de O2 > 30% de O2
mantener SO2 > 95%
FC y
Incremento en los signos Aumento de la FC y Aumento de la FC y
PA <
vitales PA < 20% de VP PA > 20% de VP
VP
Duración:
o Agudo: dura menos de 3 meses, función protectora que constituye
una señal para el cerebro sobre la presencia de un estímulo nocivo o
estímulos en curso.
o Crónico: dura más de 3 meses, persistencia después de la fase de
curación e involucra la perdida de la función protectora.
Fisiopatología:
o Nociceptivo: surge del daño a nivel somático o visceral debido a la
activación de los nociceptores.
o Neuropático: causado por la lesión o enfermedad del sistema
nervioso somatosensorial periférico o central, por ejemplo, lesión en el
nervio cubital o radial, síndrome de Guillain Barre, neuropatías
diabéticas, intoxicación por plomo, enfermedades autoinmunes.
o Ambos (neuropático): es una combinación del dolor neuropático y
nociceptivo.
Etiología:
o No oncológico: incluye el dolor agudo y crónico no relacionado con
cáncer, puede ser nociceptivo, neuropático o ambos (mixto).
o Oncológico: incluye el dolor directamente relacionado con el
cáncer, como resultado de la infiltración o compresión de los tejidos
blandos, hueso o nervios, o el dolor debido a los efectos secundarios
del tratamiento para el cáncer. El dolor puede ser nociceptivo y / o
neuropático.
METODOS NO FARMACOLOGICOS
METODOS FARMACOLOGICOS
NO OPIOIDES
Recién nacidos,
5 - 10 mg/kg 10 mg/kg 10 - 15 mg / kg
Paracetamol lactantes y niños: 4
cada 6 - 8 h cada 4-6 h cada 4 - 6 h
dosis / día
5 - 10 mg / kg
Ibuprofeno Niños: 40 mg/kg/día
cada 6 - 8 h
Antiinflamatorio no esteroideo:
OPIODES
Nalbufina:
Tenemos opioides, como por ejemplo sal del tramadol, el cual es un opioide débil,
tiene un mecanismo de acción dual, actuando un 40% sobre receptores mu, y el
60% lo hace inhibiendo la recaptación de serotonina y noradrenalina, es un
excelente aliado, sobre todo porque es el único opioide que tenemos en el país,
en suspensión. Algunas contraindicaciones son los pacientes convulsivos, ya que
disminuye el umbral de las convulsiones. Se puede utilizar por vía intravenosa, vía
oral, vía subcutánea, la vía intramuscular en los niños, generalmente no se utiliza
por ser la más dolorosa de todas las vías. A dosis de 1 mg/kg de peso, siendo la
dosis máxima 400 mg.
Fentanyl:
Petidina o Meperidina:
Morfina:
Gold estándar.
(10 mg/ml/amp). Puede usarse por vía intravenosa, subcutánea,
intramuscular. Por vía intravenosa a 0.1 mg/kg/dosis cada 3 – 4 horas.
Dolor neuropático:
INTRODUCCIÓN
Por tanto, el mito de que el niño no siente dolor como el adulto, debe ser
eliminado. Esto explica por qué los neonatos con insuficiente analgesia en
el periodo perioperatorio presentaban mayor morbimortalidad que los
analgesiados convenientemente, como repercusión de mayores efectos
deletéreos fisiopatológicos del dolor agudo en este grupo de edad (hiperalgesia
aguda) 5.
Hasta la mitad de la década de los 80, el mundo médico pensaba que los
prematuros no podían sentir dolor alguno y que el sistema nervioso, sin
desarrollarse completamente, no podía transmitir señales de dolor al cerebro.
Existen datos suficientes para afirmar que antes de las 28 semanas de gestación,
el feto ha desarrollado los componentes anatómicos, neurofisiológicos y
hormonales necesarios para la percepción del dolor 13, pero con el inconveniente
de que la vía inhibitoria descendente nociceptiva no está funcionalmente madura
hasta varias semanas o meses después del nacimiento 14. En los niños nacidos a
término o pretérmino, se ha demostrado una respuesta fisiológica y hormonal
al dolor similar, y a menudo exagerada, si la comparamos con la de niños
de mayor edad y personas adultas 3 con menor umbral del dolor a menor edad
gestacional 15.
Por la carga que significa dicho estrés sobre el inmaduro sistema nervioso del
prematuro ha nacido un nuevo abordaje de cuidado neurocrítico dirigido a
proteger y salvar el cerebro vulnerable de los neonatos prematuros 19.
No hay evidencia que apoye la idea de que el dolor es menos intenso en los recién
nacidos y en los niños pequeños debido a su sistema nervioso en desarrollo. No
obstante, el dolor es subjetivo y la respuesta al dolor es individual y se modifica
375
Una situación distinta y desafiante lo representan los niños con retraso cognitivo
y en estos casos, la opinión de los padres y del cuidador son de vital importancia.
Por otra parte, las respuestas conductuales pueden ser diferentes según el
dolor sea agudo o persistente. Por tanto, si bien las escalas son útiles y están
validadas para dolor agudo, no así para el crónico, donde las respuestas
conductuales pueden ser menores o simplemente encontrarnos que los niños
han desarrollado actitudes para intentar disminuir el dolor (posturas antiálgicas,
mecerse…), o bien infravalorar la intensidad del dolor para evitar inyecciones u
otros procedimientos incómodos dirigidos para el alivio del dolor; además, las
limitaciones en habilidades y lenguaje pueden influir en la medición del dolor,
resultando con consecuencia positivas o negativas en la conducta del niño con
dolor.
La búsqueda de métodos que permitan medir el dolor que sienten los niños, es
un objetivo fundamental en la práctica pediátrica.
La medición ideal del dolor debe ser sensible, libre de sesgos, válida, simple,
exacta, fiable y económica. Por supuesto, tal conglomerado de exigencias es
difíciles de conseguir, razón por la cual es necesario utilizar la escala que posea el
mayor número de dichas cualidades 20,21.
Son útiles para aplicar a los lactantes y niños muy pequeños o niños con
alteraciones cognitivas o no colaboradores.
Cuando el dolor sea agudo hay que valorar las expresiones faciales que presenta
el niño cuando tiene el dolor, su agitación, nerviosismo y, aunque por la edad
sean mínimas, también valorar las expresiones verbales que manifieste el niño,
como por ejemplo el llanto, elemento importante en el niño pequeño, habiéndose
podido diferenciar entre el llanto debido al dolor o al hambre 9,20,21. Con estos
datos se han establecido y validadas diversas escalas, algunas de las cuales se
detallan a continuación:
• Escala FLACC (por Face, Legs, Activity, Cry, Consolability) 23: Es una de las más
utilizadas para valorar el dolor agudo en niños en etapa preverbal. El nombre
está formado por las iniciales de los cinco criterios conductuales que valora,
en inglés: expresión facial, posición de las piernas, actividad general, llanto,
y consolamiento (Tabla 2).
Expresión facial Ninguna expresión espe- Ocasionalmente muecas Frecuente o constante temblor del men-
(Face) cial o sonrisa o ceño fruncido; retrai- tón. Mandíbula desencajada, aprieta los
do, desinteresado, se lo dientes constantemente, expresión de
ve triste o preocupado susto o pánico. Conductas particulares...
Piernas (Legs) Posición normal, relaja- Inquietas, rígidas, tensas, Pataleo o piernas alzadas o flexionadas,
das, tono usual, con mo- temblores ocasionales. aumento de la espasticidad. Conductas
vimiento de miembros particulares...
Actividad Tranquilo, posición nor- Retorcido, giros de acá Arqueado, rígido con sacudidas.
(Activity) mal, movimiento fácil, para allá, tenso, leve- Respiración contenida, entrecortada o
respira con ritmo regular mente agitado (cabecea, inspiración violenta, marcadamente super-
agresivo), reservado, res- ficial. Conductas particulares...
pira con rigidez, suspiros
ocasionales.
Llanto (Cry) No llora (despierto o Gemido o lloriqueo que- Llanto continuo, gritos o sollozo, lamentos
dormido) jido ocasional. Arrebatos frecuentes, irrumpe en llanto, Conductas
verbales o gruñidos particulares...
ocasionales
Consuelo Contento, relajado (dor- Tanquilo por caricias o Dificultad para confortarlo, se resiste a las
(Consolatibility) mido o despierto abrazos ocasionales, o al medidas de cuidado y consuelo.
hablarle para distraerlo Conductas particulares...
Puntuación: 1-3: leve; 4-6: moderado; 7-10: severo.
378
Son útiles para cualquier edad. Sin embargo, este tipo de medidas presentan
como inconveniente que no pueden ser empleadas para valorar el dolor crónico,
puesto que estas alteraciones se normalizan con el paso del tiempo.
• Escalas numéricas (Figura 1): una de las más usadas por su fiabilidad, validez
y fácil aplicación es la Escala Numérica del Dolor. Se le pide al paciente que
asigne un valor numérico entre 2 puntos extremos de 0 a 100 o de 0 a 10,
donde el 0 corresponde a “no dolor” y el 10 o 100 a “dolor insoportable”. Es
necesario que los niños sepan contar y además que sepan el significado de
los números, lo que suele ocurrir a partir de los 7-8 años.
cara con la expresión que más se ajuste al dolor que él padece. Existen
numerosas versiones de este método: de las nueve caras, el de Wong-
Baker, del dolor con caras revisada o FPS-R o la escala de Oucher.
d) Escalas multidimensionales
• Niños que puedan cuantificar el dolor: utilizar escala visual analógica (EVA),
Escala numérica (EN) o Escala categórica (EC). En niños más pequeños se
puede utilizar la Escala de dibujos faciales Wong-Baker.
382
• 0: no hay dolor
Los cuadros neuropáticos más frecuentes en adultos, como son los postherpéticos,
diabéticos o secundarios al ictus, son excepcionales en niños. Las condiciones
más frecuentes en la infancia y adolescencia son los secundarios a traumatismos
(síndrome doloroso regional complejo), miembro fantasma en amputaciones, ya
sean traumáticas, tumorales o sepsis meningocócicas, lesiones de plexo braquial,
dolor neuropático secundario a neoplasias, o neuromas cicatriciales, el dolor
neuropático posoperatorio quimioterapia o la radioterapia). Entre las causas de
dolor neuropático central se encuentran las lesiones de la médula espinal. Además,
los niños pueden verse afectados por otros síndromes dolorosos neuropáticos,
como las neuropatías periféricas degenerativas congénitas y las neuropatías
inflamatorias (por ejemplo, el síndrome de Guillain-Barré) 28.
Existen una serie de pruebas diagnósticas para confirmar una lesión o enfermedad
del sistema nervioso somatosensorial en los adultos (neuroimagen, biopsia de
383
piel, potenciales evocados, etc), pero el uso de estas técnicas en niños con dolor
neuropático es muy limitado y se desconoce la sensibilidad y utilidad clínica, por
lo que se requiere de una mayor experiencia 32. Adicionalmente se requiere de
estudios clínicos controlados para sustentar el manejo basado en la evidencia del
dolor neuropático en niños. Por otro lado, se requiere de los datos de la eficacia
comparativa y perfil de seguridad para guiar la elección y dosis de un principio
farmacéutico32.
Se han desarrollado muchos tipos diferentes de fármacos para el alivio del dolor-
También hay fármacos que no se diseñaron como analgésicos, pero que ejercen
una acción que puede proporcionar cierto alivio del dolor. Sin embargo, las guías
clínicas destinadas a tal fin son limitadas. Este hecho se debe a que existen pocos
ensayos, específicamente en niños y adolescentes con ALV, con reducido número
de participantes que hayan mostrado beneficios con un perfil de seguridad
satisfactorio. Además, los ensayos realizados evaluaron el dolor principalmente
como un resultado secundario 34.
Por todo ello, es fundamental un correcto manejo de este síntoma, mucho más
cuando disponemos de un arsenal terapéutico amplio para su control. Los niños
también sufren dolor, aunque en esta edad puede ser inadecuadamente valorado
y tratado porque, desde siempre, se han mantenido unas consideraciones del
todo erróneas sobre el dolor en el niño 35.
En los niños y adolescentes con dolor oncológico, este puede tener manifestaciones
físicas y psicológicas, como 36:
Estrategias terapéuticas
Estas estrategias son útiles en el alivio del dolor a corto plazo y en procedimientos
diagnósticos y clínicos, es decir, en el dolor agudo. Las medidas mas aconsejables
van a depender de la edad del niño, pero, en general, siempre que se pueda es
importante mantener a los padres o a la familia cerca, en un ambiente tranquilo,
luminoso y que confiera seguridad (Figura 2).
385
Tratamiento farmacológico
Los beneficios del uso de un analgésico opioide potente eficaz superan a los
derivados de los opioides de potencia intermedia en la población pediátrica,
y aunque se reconocen los riesgos de los opioides potentes, se consideran
aceptables en comparación con las incertidumbres relacionadas con la respuesta
a la codeína y al tramadol en niños.
Analgesia multimodal
CONCLUSIONES
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SINT-01 A
Analgesia de Amplio Espectro
Equipo Editor
Stefan Friedrichsdorf, MD, FAAP (1,2)
Investigador Principal
Joanne Wolfe, MD, MPH Stacy Remke, MSW, LICSW
Co-Investigadora Co-Investigadora
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Co-Investigador Co-Investigadora
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Coordinadora de Programa
(1) Children’s Hospitals and Clinics of Minnesota, Minneapolis, MN, (2) University of Minnesota Medical School.
Comité Asesor
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Gerri Frager, MD Larry Librach, MD Pam Hinds, PhD, MSN
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Brian Greffe, MD David Steinhorn, MD Lauren Spiker
Autores
Justin Baker, MD Pamela Hinds, PhD, MSN, BSN Kaci Osenga, MD (1)
Donald Brunnquell, PhD, LP Susan Huff, RN, MSN Kathy Perko, RN, MS, PNP
Brian Carter, MD ShanaJacobs, MD Adam Rapoport, MD
Jody Chrastek, RN, DNP Barbara Jones, PhD, MSW Christine Reilly
Kathleen Ennis-Durstine, MDiv Tammy Kang, MD Lauren Spiker, BS, MEd
Chris Feudtner, MD, PhD, MPH Jeffrey Klick, MD Helene Starke, PhD, MPH
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Richard Goldstein, MD Larry Librach, MD, CCFP, FCFT Tamara Vesel, MD
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1.¿Qué es el dolor?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “El dolor en los niños es un pro-
blema de salud pública de gran importancia en casi todo el mundo. Aunque existen
conocimientos y medios para aliviarlo, es frecuente que el dolor de los niños no se re-
conozca, se ignore o incluso se niegue”.(1) La mayoría de los niños con cáncer y otras
Enfermedades que Amenazan la Vida (EAV) experimentan dolor de moderado a
severo. Este puede ser causado por la enfermedad subyacente, los procedimientos
diagnósticos y los tratamientos de la misma.
El dolor puede impactar en otros aspectos de la experiencia vital de los niños y
puede llegar a constituir el centro de la atención de la familia durante el fin de la
vida, desviando tiempo y recursos personales de otras cuestiones importantes en
el final de vida. Definición ampliada de la Asociación
En este módulo desarrollaremos los Internacional para el Estudio del Dolor
conceptos iniciales más importantes (IASP en sus siglas en inglés)
sobre el dolor en niños con EAV: su de- “La incapacidad para comunicarse verbalmente no niega la
finición, clasificación, evaluación y tra- posibilidad de que un individuo experimente dolor y requie-
tamiento. Asimismo, en los módulos ra un tratamiento analgésico adecuado. El dolor es siempre
siguientes encontrará información com- subjetivo. Cada individuo aprende y elabora cómo usar la
plementaria sobre estos temas y el de- palabra (“dolor”) a través de experiencias vinculadas a las
sarrollo específico de la farmacología y lesiones sufridas en etapas tempranas de la vida. Los biólo-
rotación de opioides, dolor neuropático, gos reconocen que aquellos estímulos que causan dolor son
potencialmente capaces de provocar daño tisular. En conse-
dolor crónico y dolor asociado a proce-
cuencia, el dolor es la experiencia que asociamos con daño
dimientos.
tisular efectivo o potencial. Es incuestionablemente una sen-
sación, en una o varias partes del cuerpo, pero también se
1.1. Conceptos Generales
trata de una experiencia emocional al ser siempre de carác-
1.1.1. Definición ter desagradable.
Las experiencias que se asemejan al dolor pero que no son
Con el propósito de discutir el mane- desagradables, p.ej., un pinchazo, no deberían ser conside-
jo del dolor pediátrico, definiremos el radas como dolor. Las experiencias anormales desagrada-
dolor como “una experiencia sensorial y bles (como las disestesias) pueden ser dolor, aunque no ne-
emocional desagradable asociada con un cesariamente, ya que, subjetivamente, pueden no tener las
daño tisular presente o potencial, o que es cualidades sensoriales habituales del dolor. Muchas perso-
descripta por el paciente en términos de nas reportan dolor en ausencia de daño tisular u otra causa
dicho daño”.(2) fisiopatológica reconocible; por lo general, esto sucede por
razones psicológicas. Generalmente, no hay manera de dis-
Como todo síntoma, el dolor es mul- tinguir esta experiencia dolorosa de aquella debida al daño
tidimensional y está compuesto por as- tisular... (Partiendo del reporte subjetivo). Si alguien consi-
pectos físicos, emocionales, sociales y dera su experiencia como dolor y el relato toma las mismas
espirituales. En la década del 1950, C. formas que el del dolor por daño tisular, debe ser aceptado
Saunders acuñó el término dolor total como dolor. Esta definición evita vincular el dolor al estímulo
para describir el dolor como centro del (nociceptivo). La actividad del nociceptor y las vías nocicepti-
sufrimiento del paciente, compuesto vas inducida por un estímulo nocivo no implica dolor, que es
por el aspecto físico, que siempre debe siempre un estado psicológico, aunque bien podemos apre-
estar presente, y también por todos los ciar que este generalmente reconoce una causa física.” (2)
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En 1894, Von Frey atribuyó el tipo de sensación percibida a la fibra nerviosa im-
plicada en la transmisión del estímulo, el mismo era enviado hacia un “centro de
dolor” a nivel cerebral, y luego se produce información motora en respuesta a ese
estímulo, sin modificaciones a ningún nivel. En este modelo, el cerebro tiene un rol
de receptor pasivo de información, sin considerar la modificación de la percepción
por experiencias previas y/o aspectos psicosociales, que otorgan un significado par-
ticular a la situación. Esta teoría es incapaz de explicar fenómenos tales como el
dolor crónico.
El desarrollo de la teoría de las compuertas del dolor (Gate control theory) a partir
de la década de 1960, y específicamente de la teoría de neuromatrix después, se
basó en el hallazgo de que el dolor es producto de una multitud de interacciones e
intercambios de información en varios niveles del sistema nervioso. La información
nociceptiva ascendente es modulada antes de integrarse a nivel central.(4)
En 1965, Ronald Melzack y Patrick Wall desarrollaron la teoría de las compuertas
para explicar el mecanismo implicado en el dolor de miembro fantasma. Enfatizan
en los mecanismos del sistema nervioso central que controlan la percepción de
un estímulo nocivo, a través de la integración de las aferencias y procesos de mo-
dulación descendente desde el cerebro. Melzack propone al menos tres circuitos
neuronales principales implicados en el procesamiento del estímulo doloroso: el
primero es el haz espinotalámico lateral, vía nociceptiva con función discriminati-
va, que incluye los núcleos posteriores del tálamo y la corteza somatosensorial. El
segundo es el haz espinotalámico medial, implica al tronco cerebral, los núcleos la-
terales del tálamo (ventral posterolateral, ventral posteromedial y ventral posterior
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1.1.2. Prevalencia
El dolor agudo secundario a una lesión tisular, enfermedad o procedimiento mé-
dico es un síntoma muy frecuente en pediatría.(6) En las EAV, existe creciente evi-
dencia que ubica al dolor como uno de los ejes a abordar para aliviar el sufrimiento
de las familias. Dos estudios de cohorte realizados recientemente en Norteamérica
sirven para ilustrar este punto. Feudtner et. al. (7) reportan datos sobre 515 pacien-
tes asistidos en 6 servicios de CPP: 39% presentó dolor (20% dolor somático, 10%
visceral y 9% neuropático). Este síntoma fue el tercero en prevalencia después de
problemas cognitivos (45%) y del lenguaje (44%). De manera similar, Siden et. al. (8)
describen que el dolor fue el síntoma más frecuente en niños con enfermedades
neurológicas o metabólicas progresivas según la referencia de sus padres (55% de
258 niños asistidos en 9 centros). Específicamente en la población con cáncer, esta
prevalencia parecería ser aún mayor, reportando dolor moderado a severo 48 a
70% de los niños con cáncer avanzado.(9,10)
Hacia el final de la vida, la prevalencia del dolor es de alrededor del 60% y pro-
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1.2. Mitos y barreras para un apropiado abordaje del dolor en los niños.
A pesar de ser un síntoma muy frecuente, existe un significativo sub-tratamiento
del dolor en niños con cáncer. Este sub-tratamiento es más marcado en países en
desarrollo.(14)
Los niños más pequeños son los que probablemente reciben analgesia más in-
apropiada. Wolfe y colaboradores documentaron la presencia de dolor en un alto
porcentaje de niños con cáncer durante la etapa final de la vida: aproximadamen-
te 70% de esos pacientes experimentaban angustia y sufrimiento como resultado
del dolor.(15) Si bien la mayoría de los pacientes con dolor recibieron tratamiento,
menos de la mitad de los padres reportaron que el tratamiento resultó en un alivio
adecuado del mismo.
Explorando las razones de este sub-tratamiento se reconocieron distintos facto-
res que operan como barreras para el tratamiento del dolor en los niños:
1. la creencia de que los niños no sienten el dolor como los adultos, o si lo hacen,
este no tiene consecuencias adversas,
2. la priorización de la evaluación del profesional por sobre el auto-reporte,
3. la falta de conocimiento respecto del manejo del dolor,
4. la falta de conciencia sobre la necesidad de evaluaciones frecuentes acerca de
la presencia y evolución del dolor,
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la morfina.
El dolor moderado a severo que no se alivia es común en los pacientes pediátri-
cos con cáncer avanzado y otras EAV.(15,16) A diferencia del niño con dolor agudo,
el niño con dolor persistente presenta sintomatología discreta, deterioro físico pro-
gresivo, cambios emocionales y conductuales: aislamiento, falta de juego, economi-
zación de la energía. Es necesario estar atento y hacer conocer estas características
a todos los profesionales de la salud que trabajan con niños ya que frecuentemente
no se las asocia con “dolor”. Sin embargo, pueden ser indicadores de un manejo no
adecuado del mismo.
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Tabla 3. Herramienta QUESTT (por sus siglas en Ingles): una estrategia rápida y útil de evaluación
Converse con el/la niño/a y sus padres sobre el síntoma.
Use las escalas de evalución de dolor adecuadas.
Evalúe el comportamiento y los cambios fisiológicos.
Asegure la participación de la familia.
Tome en cuenta de manera holística las causas del dolor.
Trate y monitoree los resultados.
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4.3.1. Principios de la OMS para el manejo del dolor agudo persistente en niños
La literatura sugiere que la aplicación de los principios de la OMS para el manejo
del dolor agudo y persistente puede resultar en un cambio de bueno a excelente
Las guías
para el alivio del dolor en la mayoría de los niños con cáncer.(14) Si bien existe me-
de la OMS
nos evidencia de la efectividad de la estrategia de la OMS en niños con dolor y EAV explícitamente
no malignas, en la experiencia de los autores del presente módulo, la estrategia de excluyen el truma
la OMS es igualmente eficaz en el manejo de niños con dolor agudo con enferme- agudo, dolor
dad no maligna. Los cuatro principios farmacológicos que deben adoptarse para peri-operatorio,
conseguir una buena analgesia en pacientes con cáncer son: procedimientos
dolorosos y dolor
1. uso de una estrategia de dos pasos (llamada “escalera analgésica”), crónico complejo
2. administración a intervalos regulares (“por reloj”),
3. uso de la ruta apropiada para la administración (“por la vía apropiada”), y
4. adaptación individual del tratamiento a cada niño (“con el niño”).
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Una vez que decida utilizar morfina u otro opioide fuerte, indague cuáles son-
los preconceptos del niño/a (si corresponde), los padres y el personal de salud
respecto a los opioides mediante entrevistas por separado. Tenga una actitud
asertiva y pedagógica para tratar de desarmar esos preconceptos. Realizar esta
consulta previa y aclarar posibles conceptos erróneos es un paso fundamental
para la adherencia al tratamiento.
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4.4.3 Mito #3 – Los opioides están indicados cuando nos estamos dando por vencidos
Si bien es verdad que algunas personas reciben opioides en etapas del final de la
vida (34), su uso no se restringe a este momento. Como
se ha venido analizando, su utilización está indicada
siempre que el cuadro sintomático lo amerite, indepen-
Otras barreras para el uso de
dientemente del pronóstico vital. Aun así, algunos pa- opioides
dres y profesionales de la salud tienen miedo de que, el Según los distintos países, pueden exis-
tratar el dolor con opioides, signifique renunciar y acep- tir otras barreras para la utilización de
tar la muerte. opioides como la no disponibilidad de los
mismos o asuntos regulatorios sobre la
Aunque no ha sido replicado en niños, un estudio ha
prescripción y distribución (“¿Qué profe-
demostrado que los adultos tratados con opioides mien-
sional puede en cada país prescribir o no
tras reciben cuidados paliativos viven el mismo tiempo opioides?”).
o más y con una calidad de vida superior en compara- Dado que el acceso al tratamiento del do-
ción con aquellos que no reciben opioides en condicio- lor es considerado actualmente un dere-
nes similares.(11,35,36) Además, en la experiencia de cho humano, las anteriores no deberían
los equipos de cuidados paliativos pediátricos, común- aceptarse como barreras reales. Es obli-
mente se observa que la administración de opioides y/o gación de los profesionales de la salud
benzodiacepinas junto a los cuidados de confort para el que asisten niños con EAV realizar las ac-
alivio de disnea y dolor, no solo prolongan la vida sino ciones de defensoría y gestión necesarias
que proveen una mejor calidad de vida.(12,13) para que todos los niños que los necesi-
tan puedan acceder en forma oportuna al
4.4.4. Otras preocupaciones de los padres tratamiento indicado.
En este sentido es importante que los
Otras preocupaciones que los padres pueden men-
profesionales de equipos de CPP conoz-
cionar cuando se discute el manejo del dolor son:
can:
• el miedo a la cantidad de medicación, y • la legislación y reglamentación vigente
• el miedo a que el manejo del dolor implique largas en su país respecto a la prescripción y ad-
estadías en el hospital. ministración de opioides;
• la forma de acceder a documentos es-
Los médicos pueden abordar estos miedos a través peciales (recetarios, etc.) para la prescrip-
de los siguientes ejemplos de comunicación: ción de los mismos;
• “Yo no sé exactamente cuánto medicamento nece- • la disponibilidad de opioides en las dife-
sitará su hijo para el dolor en este momento. Algunos rentes regiones de su país;
niños requieren solo ‘un poquito’; eso significa ini- • las formas de presentación de los mis-
mos, particularmente la disponibilidad de
ciar con una dosis baja, aunque algunos niños nece-
formas de presentación amigables para
sitan diez veces más. El recibir más medicamento no
los niños; y
significa que su enfermedad está peor o están más
• la concentración de las distintas pre-
enfermos, sino que esta diferencia se debe al hecho sentaciones disponibles.
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de que los niños son muy diferentes en la forma en que reaccionan a esta clase
de medicamentos. Los números no importan. Mientras que él/ella no experimente
ningún efecto secundario, si el dolor no está bien controlado, nosotros podremos
incrementar la dosis.”
• “Ustedes no tienen por qué estar mucho tiempo en el hospital para el manejo del
dolor. Nosotros podremos cambiarle a su hijo/a los opioides intravenosos a ora-
les, si él/ella puede tolerar los medicamentos líquidos o tabletas. Si él/ella no pue-
de tolerar esta forma de administración, podremos darle el medicamento debajo
de la lengua, en parche o administrarlo por vía rectal. Una alternativa puede ser
enviarlo a casa con una bomba subcutánea. Tendremos en cuenta estas opciones
para su tratamiento.”
5. Morfina
La morfina (de Morfeo, el dios griego del sueño) es el opioide “estándar” o droga
patrón contra el que se comparan los demás opioides. Se introdujo en la práctica
clínica hace más de 200 años y deriva de una especie de amapola. De todos los
opioides que se utilizan en la práctica clínica de paliativos, en el presente módulo se
aborda únicamente la morfina por ser la droga patrón del grupo (específicamente
sus dosis y vías de administración, su metabolismo y eliminación, así como las con-
sideraciones necesarias para su utilización en pacientes menores de seis meses).
Sobre la utilización de otros opioides en la práctica
paliativa pediátrica, remitirse al módulo de Selección
y rotación de opioides (SINT-5).
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Tabla 7. Dosis iniciales de morfina para niños (1 a 12 años).Ref. guía de la OMS modificada
Vía de administración Dosis inicial
1-2 años: 0,2-0,4 mg/kg cada 4 horas
Oral (Liberación inmediata)
2-12 años: 0,2-0,5 mg/kg cada 4 horas
Oral (Liberación prolongada) 0,2-0,8 mg/kg cada 12 horas
1-2 años: 0,1 mg/kg cada 4 horas
Inyección IV & SC 2-12 años: 0,1-0,2 mg/kg cada 4 horas (Máximo de
2,5 mg por dosis)
Dosis IV inicial de 0,1-0,2 mg/kg, seguidos de 0,02-
Infusión IV
0,03 mg/kg/h
Infusión SC 0,02mg/kg/h
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ta de toda la dosis que puede causar efectos adversos propios de estas drogas. Por
otro lado, en ocasiones puede suceder que el efecto de los opioides de liberación
prolongada no se mantenga las 12 horas completas y que, como consecuencia, los
niños manifiesten dolor antes de la dosis siguiente (lo que se conoce como “falla de
final de dosis”). En estos casos, se recomienda la administración cada 8 horas.
También ha sido mostrado el efecto de la morfina tópica en heridas abiertas. (39)
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6. Cierre
Hemos visto cómo la analgesia de amplio espectro implica un abordaje integral
que va desde el uso de opioides hasta terapias integrativas (como la aromater-
pia o masajes). Para abordar correctamente el dolor es importante trabajar en los
distintos niveles en los que este opera (sensorial, emocional, etc.) para lo cual un
abordaje interdisciplinario es fundamental. En la parte B de este módulo (SINT-1.B)
trabajaremos con la situación de Andrea, una niña de 10 años con dolor agudo se-
vero, para ilustrar cómo indicar y titular la morfina en un caso concreto.
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Manejo del dolor
Viernes 5 de febrero de 2016
Taller:
en Atención Primaria
Manejo del dolor
en Atención Primaria María Ángeles García Herrero
Servicio de Pediatría. Hospital Universitario Príncipe de Asturias.
Moderador: Alcalá de Henares. Madrid
Ángel José Carbajo Ferreira mangeles.garcia17@gmail.com
Pediatra. CS Reyes Magos. Alcalá de Henares. Madrid.
Miembro del Grupo de Algoritmos de la AEPap. Rosa María Funes Moñux
Ponente/monitora:
¿
Servicio de Pediatría. Hospital Universitario Príncipe de Asturias.
n María Ángeles García Herrero Alcalá de Henares. Madrid
Servicio de Pediatría. Hospital Universitario Adriana Vidal AcevedoF
Príncipe de Asturias. Alcalá de Henares. Madrid.
Servicio de Pediatría. Hospital Universitario Príncipe de Asturias.C
@gmail.com
Alcalá de Henares. Madrid
Textos disponibles en
www.aepap.org
¿Cómo citar este artículo? RESUMEN
García Herrero MA, Funes Moñux RM, Vidal Acevedo
A. Manejo del dolor en Atención Primaria. En: AEPap El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable.
(ed.). Curso de Actualización Pediatría 2016. Madrid: Los niños padecen dolor como consecuencia de múltiples enfer-
Lúa Ediciones 3.0; 2016. p. 379-90.
medades y accidentes.También puede ser producido por diversos
procedimientos diagnósticos y terapéuticos. En ocasiones es el
síntoma fundamental de una patología, pero en otras es un mero
acompañante dentro del complejo sintomático. En cualquier caso,
produce sufrimiento en el paciente.
379
380 Actualización en Pediatría
Pero el dolor, además de ser una experiencia nocioceptiva, La Asociación Americana de Pediatría establece que “Los
genera procesos fisiológicos importantes. Se producen pediatras son responsables de eliminar o apaciguar el
cambios cardiovasculares (aumento de la frecuencia car- dolor y el sufrimiento en los niños cuando sea posible.
diaca y tensión arterial), respiratorios (aumenta frecuencia Para lograr esto, los pediatras necesitan ampliar sus co-
respiratoria), endocrinos (aumentan las hormonas de es- nocimientos, utilizar instrumentos y técnicas de evalua-
trés, catecolaminas, cortisol, glucagón, y se produce una ción adecuados, anticipar experiencias dolorosas e inter-
situación catabólica con hiperglucemia y acidosis láctica) y venir en consecuencia, utilizando un enfoque
neurovegetativos (aumento de sudoración). multimodal…”. La OMS define la salud como un estado
de completo bienestar físico, mental y social, y no solo
como la ausencia de enfermedad. Por otra parte, la
Figura 1. Componentes del dolor Convención Única de las Naciones Unidas sobre
Estupefacientes de 1961 y ratificada después, afirma que
los opioides son indispensables para mitigar el dolor y
Dolor que genera el estímulo El miedo y la ansiedad
deben adoptarse las medidas necesarias para garantizar
n Grado de daño tisular n Desarrollo
cognitivo
la disponibilidad de estupefacientes con tal fin. Las com-
n Fuerza, velocidad,
tamaño del impacto n Edad y sexo del
plicaciones, cuando se administran fármacos analgésicos
niño con acción sedante, pueden aparecer a pesar de una
n Diferencias actuación médica correcta, pero esto no nos puede
culturales condicionar a no usarlos y sí a aprender a hacerlo ade-
n Circunstancias cuadamente.
n Experiencias
dolorosas previas Por todo lo expuesto, la valoración, el registro y el trata-
DOLOR n Rasgos de miento del dolor deben formar parte de nuestra prácti-
personalidad
ca clínica diaria. Además, debemos desarrollar un plan
n Actitud de padres
individual del tratamiento del dolor para cada uno de
y profesionales
nuestros pacientes.
Manejo del dolor en Atención Primaria 381
SITUACIONES QUE HACEN PRECISO UN BUEN tanto, si bien las escalas que utilizamos son útiles y están
MANEJO DEL DOLOR EN ATENCIÓN PRIMARIA validadas para dolor agudo, no así para el crónico, donde
las respuestas conductuales pueden ser menores o
n Dolor agudo: simplemente encontrarnos que los niños han desarrolla-
do actitudes para intentar disminuir el dolor (posturas
– En relación con patología intercurrente: enfermedad, antiálgicas, mecerse…).
accidente…
Hay que valorar también que los niños pueden negar el
– En relación con procedimiento médicos o enferme- dolor por miedo.
ros diagnósticos o terapéuticos (venopunción, vacu-
nación, medicación intramuscular, reducción de una Debemos, por tanto, valorar y “cuantificar” el dolor te-
fractura, extracción de un cuerpo extraño, procedi- niendo en cuenta todas estas situaciones.
mientos genitourinarios…).
n D
olor crónico: en relación a patología intercurrente Escalas de valoración del dolor en Pediatría
(encefalopatía, cáncer…).
Métodos conductuales
MANEJO DEL DOLOR Sirven a cualquier edad, si bien son los indicados para
medir el dolor en niños menores de 2-3 años o niños
n M
edición del dolor: seleccionar un instrumento con alteraciones cognitivas. Se basan en la cuantificación
apropiado para la edad y el nivel de desarrollo. y puntuación de signos conductuales. Los principales in-
dicadores conductuales del dolor agudo son: expresión
n D
eterminar cada cuánto tiempo debemos monito- facial, movimientos del cuerpo, imposibilidad para conso-
rizar el dolor. larse y llanto o gemidos.
n A
decuación del tratamiento y modificación según Escalas:
respuesta.
n Escala FLACC (Tabla 1).
Por otra parte, las respuestas conductuales pueden ser En los servicios de neonatología se usan escalas diferen-
diferentes según el dolor sea agudo o persistente. Por tes, que exceden el objetivo de este texto.
382 Actualización en Pediatría
Escala FLACC
Categoría 0 1 2
Escala OPS
Parámetro Valoración Puntuación
Aumento 20% basal 0
Tensión arterial sistólica Aumento 20-30% basal 1
Aumento > 30% basal 2
No 0
Llanto Consolable 1
No consolable 2
Relajado, tranquilo 0
Movimientos Inquieto 1
Muy agitado, rígido 2
Dormido y/o tranquilo 0
Agitación Furioso, pero se calma 1
Sin consuelo 2
Dormido, bien 0
Quejas de dolor No localiza dolor 1
Localiza dolor 2
0: sin dolor; 1-2: dolor leve; 3-5: dolor moderado; 6-8: dolor intenso; 9-10: máximo dolor imaginable
Manejo del dolor en Atención Primaria 383
Son poco prácticos (Tabla 3). Debe monitorizarse la efectividad del tratamiento según
el fármaco utilizado y la vía de administración. De forma
Métodos autoevaluativos general se hará a la hora tras el inicio del tratamiento
oral, o a los 15 minutos si el tratamiento es intravenoso,
n E scala facial de Wong Baker (Fig. 2). El niño escoge máxime en dolores moderados/severos.
la cara con la que se siente más identificado. Se
emplea en niños de aproximadamente 3-6 años.
Tratamiento del dolor
n E scala verbal numérica (EVN) (Fig. 3). Es el paciente
quien decide “cuanto le duele”. Intervenciones no farmacológicas para el manejo
del dolor en Pediatría
n E scala analógica visual (EVA). Puede o no contener
números, como la previa, o variaciones colorimétri- Pueden contribuir de forma importante a disminuir la
cas (Fig. 4). ansiedad del niño. En nuestra consulta las podemos usar
para disminuir el dolor en relación a procedimientos,
n Otras, menos utilizadas. pero podemos aconsejar e instruir a los padres para su
uso en domicilio.
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
n L actantes: succión no efectiva, realización de proce- – Distracción mediante videojuegos, películas, juguetes,
dimientos mientras el niño lacta al pecho, piel con cuentos.
piel (método canguro). Administración de solucio-
nes de sacarosa en boca con jeringa, en el chupete, – Hablar de algo de interés para el niño intentando
impregnando el dedo, etc. que olvide el procedimiento.
– Música.
Tabla 4. Técnicas de distración según la edad del niño. Traducida de Hockenberry- Eaton, et al.10
Edad (años) Estrategia
0-2 Estrategias físicas: caricias, masajes, palmaditas, música, móviles de cuna
2-4 Muñecos, cuentos, libros, respiraciones soplando burbujas
4-6 Respiraciones, cuentos, juego, conversación, televisión
> 6 años Respiraciones, música, contar números, fijar la mirada, hablar sobre cosas agradables, televisión…
Manejo del dolor en Atención Primaria 385
Analgesia local tópica para procedimientos menores n Lubricante urológico. Contienen hidrocloruro de
tetracaína. Pocos efectos adversos salvo reacciones
Existen múltiples preparados para producir anestesia locales. Se utiliza para procedimientos urológicos.
local en caso de procedimientos dolorosos. Producen
una inhibición de los estímulos dolorosos. Los de admi- n C
loruro de etilo: spray que se aplica sobre la piel no
nistración tópica tienen la ventaja de que su administra- intacta y produce efecto frío durante un minuto. Está
ción no es dolorosa. reservado para procedimientos muy rápidos, como
venopunciones.
Sus efectos secundarios vienen dados, en general, por
sobredosificación y por reacciones de hipersensibilidad, Analgesia local para procedimiento menores
pero, en general, bien administrados, son muy seguros
dado que la absorción sistémica es baja. Hay que tener Aplicación mediante infiltración local o bloqueo loco-
cuidado en que los niños no lo ingieran ya que se han regionales en procedimientos dolorosos. Se debe intentar
descrito casos de anestesia de orofaringe. que la aplicación sea lo menos dolorosa posible. Para ello
debemos: utilizar la aguja más pequeña posible inyectando
n C
rema anestésica EMLA (Anestopic/Anesteal). en el tejido celular subcutáneo antes de la administración
Cada gramo contiene 25 mg de lidocaína y 25 mg intradérmica; calentar el anestésico a la temperatura cor-
de prilocaína. Se utiliza en piel íntegra y en mucosa poral, lo que disminuye el dolor asociado a la inyección;
genital de adultos (si bien se ha usado en niños para inyectar la solución lentamente; si se ha de anestesiar un
386 Actualización en Pediatría
área extensa y se han de realizar varias punciones, la si- Contraindicaciones: pacientes que precisan ventilación de
guiente inyección se debe realizar sobre área ya aneste- oxígeno puro, hipertensión intracraneal, alteración del nivel
siada. Asimismo, se puede usar algún tipo de analgesia de conciencia, presencia de aire extrapulmonar, accidente
tópica previa a la administración mediante punción o por inmersión, obstrucción intestinal/distensión abdominal,
utilizar bicarbonato para neutralizar el pH de la solución. lesión intratorácica, asma, neumonía obstrucción vía aérea;
pacientes que recibieron gases de tipo SF6, C3F8, C2F6
Su toxicidad y efectos secundarios vienen dados por la utilizados en cirugía oftalmológica, al menos 3 meses
absorción sistémica, utilización de altas dosis o por la después de la intervención; clasificación anestésica ASA
inyección directa en un vaso. Deben usarse con precau- III-IV; embarazo; trauma facial que afecte a la zona de
ción en pacientes con epilepsia, hipovolemia, bloqueo aplicación de la mascarilla facial. Contraindicación relativa:
atrioventricular u otros trastornos de la conducción, niños menores de 1 -2 años y niños no colaboradores.
bradicardia o función respiratoria deteriorada. Se meta-
boliza en el hígado y debe administrarse con precaución Su uso no excluye del empleo de otro tipo de anestesia
en pacientes con la función hepática alterada. tópica o local, si fuera precisa.
n L idocaína con/sin adrenalina. Es el anestésico local Los fármacos, vías y dosis, así como su utilización según
más utilizado para infiltración cutánea. No deben la escala de dolor, se describen en las Tablas 5 y 6. Se
utilizarse más de 3-5 mg/kg de lidocaína en niños. Su pueden encontrar dosis más altas para administración de
uso con adrenalina prolonga la acción y disminuye los fármacos, si bien se han estrechado los márgenes para
la absorción. mayor seguridad en Atención Primaria.
n Otros: mepivacaína, bupivacaína, ropivacaína… Tabla 5. Utilización de fármacos según escala de dolor
Ketoprofeno n Oral: 2-14 años: 0,5 mg/ Dolor moderado/intenso n Los de los AINE2
kg/6-8 h (máximo 50 mg/ inflamatorio Nota: la AEMPS4 lo recomienda por encima de
dosis o 150 mg/día) 14 años
Tramadol n Oral/ Intramuscular: Dolor moderado/intenso AEMPS4 solo lo autoriza > 12 años
> 1 año: 1-1,5 mg/kg/ n Contraindicaciones: no asociar con IMAO, no
6-8 h. en epilepsia mal controlada, insuficiencia renal,
n Intravenoso o respiratoria o hepática
subcutáneo: > 12 a 50-100 n Efectos secundarios: los de los opiáceos5,
mg/6-8 h (máx. 400 mg/día) pero son raros, dado que tiene menos potencia
La dosis Intranasal o sublingual: 1-3 μg/kg sin exceder los 7. Agencia Española del Medicamento. EMLA crema
100 μg/dosis (dispositivo de administración (Fig. 5). La (ficha técnica). [Fecha de acceso 2 dic 2015].
dosis recomendada por vía transmucosa oral es de 10-15 Disponible en http://www.aemps.gob.es/cima/pdfs/
μg/kg. Su aplicación mediante comprimidos con aplicador es/ft/61095/FT_61095.pdf
(Fig. 6) no está recomendada para menores de 16 años
en la ficha técnica ya que los comprimidos tienen dosis 8. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica
fijas y es difícilmente dosificable. Estarían indicados para (GPC) para el manejo del dolor en niños con
las exacerbaciones del dolor en pacientes que ya reciben cáncer. Guía de Práctica Clínica para el manejo
tratamiento con opiáceos. del dolor en niños con cáncer. 1ª ed. 2013.
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