Recientemente un hombre al que le quedaban pocas esperanzas de vida, ha
conseguido alargarla gracias a ser trasplantado con el corazón de un cerdo modificado
genéticamente. Prolongar la vida de las personas o mejorarla a través de este tipo de avances científicos supone algo moralmente positivo. A pesar de ello, los trasplantes siempre han suscitado un debate moral o una serie de preguntas acerca del donante o del receptor, en otras palabras, preguntas sobre los posibles crímenes, vicios y virtudes del donante o sobre si el receptor es merecedor de dicho órgano. Sin embargo, el trasplante del corazón de cerdo disuelve ese tipo de cuestiones morales o espirituales acerca del alma del donante o receptor. Si bien es cierto que se Asimismo, tampoco debería