Está en la página 1de 1

Consorcios 

| 11/04/13

Ruidos molestos

Que hacer en caso de que ruidos molestos perturben el descanso, la convivencia o la tranquilidad pública por su volumen, reiteración o persistencia que
exceda la normal tolerancia.

Por Diana C. Sevitz

La Ley 13.512 prevé en su artículo sexto que “Queda prohibido a cada propietario y ocupante de los departamentos o pisos:

a) Destinarlos a usos contrarios a la moral o buenas costumbres o a fines distintos a los previstos en el reglamento de copropiedad y administración;

b) Perturbar con ruidos, o de cualquier otra manera, la tranquilidad de los vecinos, ejercer actividades que comprometan la seguridad del inmueble, o
depositar mercaderías peligrosas o perjudiciales para el edificio”.

Por otra parte, el Código Civil establece en su artículo 2.618 que la emisión de ruidos “no deben exceder la normal tolerancia, teniendo en cuenta las
condiciones del lugar y aunque mediare autorización administrativa para aquellas” y agrega: “Según las circunstancias del caso, los jueces pueden
disponer la indemnización de los daños o la cesación de tales molestias. En la aplicación de esta disposición el juez debe contemporizar las exigencias de
la producción y el respeto debido al uso regular de la propiedad; asimismo tendrá en cuenta la prioridad en el uso” y por último plantea que será de
rápida resolución.

Dentro del ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, existe normativa respecto al control de la contaminación acústica:

 Dto.(GCBA) 740/07 Aprueba reglamentación de la L. (GCBA) 1.540, de control de la contaminación acústica, del 23 de mayo de 2007.

 L. (GCBA) 1.540 (B.O. N° 2111 de fecha 18/1/05).

Los objetivos de estas normas son los siguientes:

 Prevenir.

 Controlar.

 Corregir la contaminación acústica que afecta tanto a la salud de las personas, al medio ambiente y a las edificaciones, protegiéndolos contra ruidos
y vibraciones provenientes de fuentes fijas y móviles, así como regular las actuaciones específicas en materia de ruido y vibraciones en el ámbito de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ámbito de Aplicación

 Cualquier actividad pública o privada.

 En general, cualquier emisor acústico sujeto a control por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que origine contaminación por ruidos y
vibraciones que afecten a la población, o al ambiente.

 A las edificaciones.

 Que esté emplazado o se ejerza en el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Es por ello muy importante determinar cuál es el origen de esos ruidos molestos ya que existe la Norma IRAM 4062/73, titulada "Ruidos molestos al
vecindario. Método de medición y clasificación", que se refiere a la determinación de los niveles de ruido de cualquier origen (excepto el del tránsito)
capaces de provocar molestias a los vecinos. Esta norma abarca el aspecto de la medición y de la clasificación.

Por último cabe mencionar que muchos Reglamentos de Copropiedad y Administración como en los Reglamentos Internos de los edificios traen artículos
relacionados con los ruidos molestos.
¿Cómo se denuncia?
Lo ideal es tener testigos que puedan acreditar las características de los ruidos. En primer lugar, en la Ciudad de Buenos Aires, existe el Código
Contravencional, o también llamado Código de Convivencia, que establece en su Artículo 82 como conducta típica en materia de ruidos molestos el
"perturbar el descanso, la convivencia o la tranquilidad pública mediante ruidos que por su volumen, reiteración o persistencia, excedan la normal
tolerancia". La Ordenanza 2976/90 dispone que “ruido” es cualquier sonido que ocasione molestias y/o perjuicios a la salud, bienestar o actividades de
la población. Sin dejar de mencionar que el recientemente modificado Régimen de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, Ley 451, establece en el punto
1.3.3 y 1.3.4 del Capítulo III denominado Ambiente, la responsabilidad del establecimiento o inmueble, inclusive del consorcio de copropietarios desde
el que se produzcan ruidos u olores por encima de los niveles permitidos en el primer caso y que excedan la normal tolerancia en el segundo, fijando
sanciones tales como multa, inhabilitación o clausura.

También podría gustarte