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PSICOLOGÍA
JUDICIAL
IMPARTEN:
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1. UN ACERCAMIENTO CONCEPTUAL A LA PSICOLOGÍA DEL
TESTIMONIO
2. TÉCNICAS DE ENTREVISTA
A. La entrevista cognitiva como alternativa al
interrogatorio
3. TÉCNICAS DE INTERROGATORIO
A. El concepto de interrogatorio
B. Tipos y funciones del interrogatorio legal
C. Fundamentos del interrogatorio jurídico
D. Las negaciones y sus causas
4. RESUMEN
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1. UN ACERCAMIENTO CONCEPTUAL A LA PSICOLOGÍA DEL
TESTIMONIO
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incorporada después. Con frecuencia, la información post-evento que recibe un testigo
o una víctima le es proporcionada durante la toma de declaración por el mismo policía
encargado de llevarla a cabo. Las preguntas sesgadas basadas en premisas falsas y
expectativas del entrevistador pueden distorsionar seriamente el recuerdo de los
hechos por un testigo (Smith y Ellsworth, 1987).
Pese a la importancia que cada uno de estos momentos posee para la Psicología del
testimonio, la realidad es que no todos han recibido la misma atención en la investigación
forense. Mientras los dos primeros (codificación y retención) han sido objeto de numerosos
estudios, el recuerdo ha sido, de alguna forma, la "cenicienta” de la investigación en Psicología
del testimonio.
2. TÉCNICAS DE ENTREVISTA
Los partícipes del sistema legal (policías, abogados, jueces, psicólogos...) han utilizado
lo que denominamos entrevista estándard, dos formas complementarias de entrevista: narrativa e
interrogativa que se combinan dependiendo del momento de la entrevista.
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-¿Qué sucedió...?
-Cuénteme lo que recuerde.
-preguntas abiertas: son preguntas que requieren de una declaración muy extensa para que la
respuesta sea la adecuada. Un ejemplo puede ser:
-preguntas cerradas: estas se caracterizan por el hecho de que pueden ser respondidas
adecuadamente en pocas palabras. Dentro de estas se pueden distinguir:
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Cada uno de estos tipos de preguntas cerradas tiene sus propios problemas. Así, en la
categoría Si-No existe lo que en Psicología se denomina sesgo afirmativo. El entrevistado
tiende a responder siempre Si independientemente del contenido de la pregunta. Por otra
parte, en la categoría de preguntas cerradas que denominamos de Selección, es donde el riesgo
de contaminación es mayor. Por último, las preguntas identificadoras pueden contener
información post-evento que contamine la memoria del testigo o víctima entrevistada.
Entre las causas de que una pregunta resulte sugerente o tendenciosa hay que
considerar la presencia en las mismas de ciertas premisas y expectativas (Richardson,
Dohrenwend y Klein, 1965).
Se considera que una pregunta contiene una premisa cuando se formula recogiendo el
conocimiento previo del entrevistador. Por ejemplo la pregunta:
-¿Su marido sigue bebiendo mucho antes de conducir?
Tal como señalan Richardson, Dohrenwend y Klein (1965) no es necesario que las
expectativas aparezcan explícitamente en la pregunta, pueden ser comunicadas simplemente
con el tono de voz, y la actitud en general del entrevistador.
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Con todo lo señalado podemos llegar a la conclusión: es muy peligroso realizar un
interrogatorio sin poseer la información adecuada.
Pero, incluso en el caso de que se posea, las posibilidades de realizar preguntas sesgadas
que induzcan una respuesta falsa en los entrevistados existen. Todo ello ha llevado a algunos
psicólogos experimentales a elaborar un procedimiento alternativo de entrevista que permita
obtener un máximo de informaci6n de los hechos sin riesgo alguno de sugerir respuestas en el
informante.
En los últimos años Edward Geiselman y Ronald Fisher, han desarrollado un completo
procedimiento de entrevista dirigido a la obtención de información cuantitativa y
cualitativamente superior a la que es posible obtener mediante las entrevistas tradicionales (ver
Memon y Bull,1991): la entrevista cognitiva .
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a) Reinstauración del contexto: consiste en reconstruir mentalmente los contextos físicos
y personales que existieron en el momento del crimen (Bower, Gilligan y Monteiro,
1981; Malpass y Devine, 1981; Smith, 1979). Esta no es una tarea fácil para el
testigo, pero el entrevistador puede ayudarle pidiéndole que se forme una imagen
de los detalles físicos de la escena, comentando las reacciones emocionales y los-
sentimientos, describiendo los sonidos, olores, temperatura, luminosidad, etc.
b) Informar de todo: se le pide al testigo que cuente todo lo que recuerde, incluyendo
información parcial o aparentemente irrelevante.
-apariencia física: ¿te recordó el atacante a alguien conocido? ¿había algo inusual en su
apariencia?
-nombres: trata de recordar la primera letra del nombre mientras recorres el alfabeto.
-conversaciones y rasgos de habla: ¿se usaron palabras inusuales o extranjeras? ,¿habló alguien
con algún acento o tartamudeo?
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En lo que se refiere a los inconvenientes, el primero es su coste temporal es difícil
disponer del tiempo necesario para llevar a cabo este tipo de entrevista; y el segundo
inconveniente, es su complejidad, por lo que se requiere el entrenamiento de los
entrevistadores.
3. TÉCNICAS DE INTERROGATORIO
A. El concepto de interrogatorio
Por interrogatorio se entiende la realización de una o más preguntas a una persona por otra
investida de autoridad. Una segunda acepción del término, también válida en nuestro caso, es
la observación atenta de una cosa con el fin de extraer una consecuencia. Esta doble
concepción recoge diversos aspectos comunes de todos los tipos de interrogatorio, en primer
lugar la formulación de preguntas (tipología, estructuración y secuenciación) que conforma el
medio básico de interrogar.
Todo interrogatorio legal fluctúa en función de tres factores: el profesional que lo realiza, la
función del interrogatorio a lo largo del procedimiento judicial y los condicionantes del mismo.
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En la actualidad existen profesionales del campo del derecho, la medicina y la
psicología que utilizan en la práctica legal el interrogatorio de forma y con fines muy diversos
cada uno de ellos, desarrolla un determinado rol dentro del sistema judicial: juez, abogado,
fiscal, forense, etc. E incluso un mismo profesional, como en el caso del juez adopta dos
funciones diferentes en el interrogatorio, según se trate de la fase de instrucción o de la vista
oral.
Existen cuatro principios básicos del interrogatorio legal. En primer lugar, el objetivo,
entendiendo por éste el resultado que el abogado desea obtener de un interrogatorio.
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El objetivo de todo interrogatorio legal es la obtención de piezas de evidencia
inculpatoria o exculpatoria contra el acusado. Debe abarcar el corpus delicti o aspectos globales
del delito, es decir, los hechos, acontecimientos y circunstancias del mismo, así como todo lo
asociado o relacionado con él y también el principio legal de la intencionalidad, pues un acto
criminal sólo es punible si la conducta realizada por un sujeto tuvo o no una determinada
voluntariedad y en qué grado se relacionó con el resultado final del delito.
En segundo lugar y una vez diseñado el objetivo aparece el método. Como proceso
social se han establecido con claridad los principios científicos básicos utilizados en la mayoría
de interrogatorios legales, los cuales presentan cinco partes claramente definidas (MacHove,
1989): la preparación, la intervención, la confrontación, la evaluación y las conclusiones.
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En tercer lugar, hallamos las estrategias, entendidas éstas como los procesos y
estructura del interrogatorio que permite unir los resultados con el objetivo inicial planteado.
El segundo dilema que debe resolver el abogado o el fiscal es decidir en función de las
pruebas una línea de interrogatorio
Los requisitos previos más importantes para lograr una persuasión adecuada son seis:
controlar los propios nervios; dominio y estilo en la oratoria forense; la apariencia física y
efecto inducido en el auditorio; la expresi6n corporal coherente con la pregunta formulada; el
paralenguaje; y el control del tiempo y del ritmo del interrogatorio.
El segundo elemento son las preguntas disponibles. Existen dos grandes tipos, la
cerradas o afirmativas y las abiertas o descriptivas. Las afirmativas-conclusivas son las
preguntas que exigen al interrogado responder sí o no. El segundo grupo de preguntas son las
descriptivas. Son cuestiones que exigen explicar o describir hechos, personas o situaciones.
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Los procesos conjuntos hacen referencia a la finalidad parcial de una o varias
preguntas. Entre todas, podemos describir las seis más usuales:
-Insistir en el detalle significa "presentar la otra cara de la moneda. En este caso el detalle
sobre el cual hace hincapié el interrogador resulta básico para sus intereses.
-Las afirmaciones múltiples se producen cuando dentro de una misma pregunta se disponen
muchas afirmaciones y ello implica una imprecisión forzada en la respuesta del interrogado
y posibilita la puntualización ulterior.
-El disparo de preguntas tiene como objetivo el hacer perder la concentración del
interrogado y forzarle a responder más allá de sus intereses
-El peloteo consiste en establecer una comunicaci6n breve, rápida e irreflexiva entre el
interrogador y el interrogado, donde el primero controla la relación e intenta provocar
contradicciones en la declaración del segundo.
-Las amenazas encubiertas, mediante las cuales se intenta presionar al interrogado en el
plano afectivo.
-La distracción temática tiene como objetivo hacer peder la concentraci6 del interrogado
para dificultar su proceso cognitivo ante las preguntas "variables " del interrogador .
Podemos distinguir dos grupos de sujetos. Un primer grupo incluye sujetos normales.
Tenemos entre estos, al sospechoso negligente, el cuál es una persona que suele entregarse a
la policía o la justicia de forma espontánea a corto o medio plazo.
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puede asegurar el feliz término del mismo; esto se debe a que el interrogatorio es muy
complicado.
El delincuente neurótico tiene conciencia del bien y del mal, por ello el interrogatorio
se dirige a incrementar progresivamente la presión psicológica sobre él.
El principal problema del abogado al interrogar a una persona se deriva de sus constantes
negaciones a sus afirmaciones. Negar tiene como objetivo fundamental protegerse de ser
identificado o identificar a otra persona conocida como autora, partícipe, colaboradora, etc.,
en un delito. Se trata por lo tanto de una conducta defensiva o de evitaci6n de la perna para
no ser castigada o proteger a un tercero.
1) Un primer grupo de factores proceden del contexto social de la persona interrogada. Entre
ellos destacan los relacionados con la privacidad. Cuando ésta no se produce impacta
negativamente en la afectividad del interrogado incrementando el miedo al descubrimiento y
generando la aparición de las negaciones
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a) la ausencia de un entorno reforzador. Cuando el interrogado se halla en un entorno
que le resulta familiar se siente más cómodo y tiende a incrementar las negaciones,
pues gana confianza y de seguridad personal.
b) el posicionamiento espacial. Determinadas posiciones, distancia, altura relativa, etc.,
del abogado respecto del interrogado y viceversa tienden a incrementar sus negaciones
debido a que la proxemia se relaciona con el ejercicio del poder en la relación
interpersonal.
2) Un segundo grupo de factores son los ligados al propio abogado. Entre todos ellos debemos
destacar la personalidad del abogado. Aquellos profesionales muy agresivos y con una carencia
de empatía incrementan las negaciones del sujeto interrogado. También ocurre lo mismo con
los abogados que juzgan las acciones del interrogado Según sus propios criterios morales,
éticos o comportamentales.
a) La actitud del abogado es otro elemento a tener en cuenta, así aquel que se comporta
de forma pasiva y robótica causa negación y un incremento de la conducta agresiva
hacia él.
b) La conducta del abogado debe adoptar una forma firme, dirigida y precisa, pues
cuando se ejecutoria es inconvincente, fluctuante, confusa y tanteadora las negaciones
tienden a incrementarse porque el interrogado lo ve inseguro e inconsistente y cree que
no va ser descubierto por la incapacidad del interrogador.
c)La percepción de la profesionalidad del abogado. Así, cuando el interrogado lo ve
como incompetente o inseguro, sin capacidad para dominar su rol profesional, tiende
a incrementar el número de negaciones.
d) Los silencios del abogado provocados por una ausencia momentánea o real de
dirección en el interrogatorio permite al sujeto interrogado tener tiempo para pensar y
estructurar formas más convincentes de presentar su inocencia y en consecuencia
reforzarse y ampararse en las negaciones como herramienta fundamental para volver a
controlar la situación.
e) La estrategia adoptada por el bogado debe ser consecuente con el objetivo del
interrogatorio, pero siempre debe asegurarse la empatía. Así, podemos observar que
cuando el interrogador enfrenta rápidamente al interrogado con la realidad por él
establecida, sin haber establecido previamente un rapport o construir una credibilidad
básica sobre los hechos por él aportados, el sujeto se protege negando.
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f) La existencia de una evidencia equivocada o incompleta. Cuando el abogado se cree
una parte o un conjunto de hechos que son incorrectos o inexactos y el interrogado lo
sabe, las negaciones de este mes se incrementarán al sentirse más seguro y conocer los
límites de la otra parte.
3) El tercer y último grupo de factores son los ligados al sujeto interrogado. Podemos destacar
la gravedad de la mentira. Cuanto más grave moral, social o personalmente es el hecho sobre
el cual se le interroga, mayor será la tendencia a negar, especialmente si el criterio ético-moral
de la persona así lo justifica.
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4. RESUMEN
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1. LAS CLAVES DEL ENGAÑO Y LOS PROBLEMAS DE SU
DETECCIÓN
4. RESUMEN
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Todo proceso judicial tiene como fin la búsqueda de la verdad. Esta búsqueda requiere de la
reconstrucción de los hechos a través del testimonio. Así, hablar de la mentira en el contexto
jurídico es hablar de la detección y castigo del falso testimonio, considerado y tradicionalmente
como el delito procesal por excelencia (Magaldi, 1987).
"Cuando el procesado rehúse contestar o se finja loco, sordo o mudo, el Juez instructor
le advertirá que, no obstante su silencio y su simulada enfermedad, se continuará la
instrucción del proceso de estas circunstancias se tomará razón por el Secretario, y el
Juez Instructor procederá a investigar la verdad de la enfermedad que aparente el
procesado ( ...) " ( artc .392 LECR) .
Algunos individuos tienen una capacidad especial para mentir y engañar. Comenta
Hare y sus colaboradores (1989, p. 44) que aunque los psicópatas mienten, engañan y
manipulan a los demás, su actuación en varios tests asociados con la mentira y el engaño es
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típicamente normal. Quizá, añaden, las razones sean que los diferentes cuestionarios y
procedimientos normalmente en uso carecen de validez ecológica y simplemente no son lo
suficientemente sensibles para evaluar la capacidad de engaño de los psicópatas.
Paul Ekman (1985; 1989), a parte de sus numerosos estudios sobre la expresión de las
emociones, es conocido por sus investigaciones sobre la expresión de las emociones, es
conocido por sus investigaciones sobre cómo descubrir la mentira. El ejemplo más obvio, pero
poco interesante, advierte es cuando el mentiroso olvida lo que ha dicho en una ocasión y se
contradice así mismo después. Otra consecuencia del fracaso para prepararse adecuadamente
es la de ser cogido de improviso cuando se realizan preguntas que el mentiroso no ha
anticipado y para las que no tiene una respuesta preparada. En esa situación de tensión el
mentiroso debe pensar en una respuesta creíble de inmediato. Al hacer eso muchas personas
muestran varios comportamientos: las pausas, la evitación de la mirada, los atascos y los
manierismos. Por otra parte, el uso de las manos para ilustrar el habla puede aumentar mientras
que el tomo de la voz se puede aplanar. No son signos por sí mismos de estar mintiendo, pues
no existe un signo comportamental propio de la mentira. Pero si estos signos de estar pensando
una respuesta ocurren en contextos en los que se debería conocer la respuesta sin tener que
pensarla, pueden traicionar al mentiroso (Ekman, 1989, p. 72).
Comenta este autor, en otro trabajo (y O´Sullivan, 1991, p. 919), que los
descubridores de mentirosos eficientes utilizan diferente información de los no eficientes.
Atienden a conductas más variadas, dando gran importancia a la información no verbal, sin
fiarse exclusivamente de la verbal.
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Dentro de los estudios sobre las alteraciones fisiológicas que acompañan a la mentira,
destacan los realizados con el polígrafo, conocido como el «detector de mentiras». El punto
de partida de estas investigaciones reside en considerar que cuando una persona miente
experimenta un fuerte temor a ser descubierta, lo que le llevará a experimentar una serie de
cambios fisiológicos que ocurren automáticamente sin ningún posible control por su parte.
Ésta es una característica fundamental de la experiencia emocional (Fridja, 1986). Las
emociones negativas, tales como el miedo, la ira o la depresión, pueden ocurrir a pesar de los
esfuerzos que hagamos para evitarlas (Swann, Griffin, Predmore y Gaines, 1987). Así, la base
del procedimiento no difiere en gran medida de la empleada en la antigüedad: la ansiedad que
acompaña a la mentira produce una serie de alteraciones en la tasa respiratoria, respuesta
psicogalvánica, etc., que, al ser recogidas por el polígrafo, permiten la detección del engaño.
El sospechoso debe repetir cada una de las preguntas a medida que el entrevistador
las va formulando, Supongamos que la víctima murió a consecuencia de un disparo, Si al
repetir cada una de las cinco preguntas, el presunto culpable sólo presenta una alteración en
sus constantes fisiológicas al formular la referente a la pistola, esto podría revelar que conoce
como fue cometido el crimen, Si en los ítem, referentes al lugar en que se encontró el cuerpo,
la hora del crimen, etc, ocurre lo mismo -sólo aparecen alteraciones al formular la opción
correcta-, el resultado está más allá de cualquier posible explicación basada en el azar,
Pensemos que la probabilidad de que la alteración en cada ítem se deba al azar es de1 1/5 con
lo que la probabilidad de que en las 25 preguntas ocurra lo mismo sería de1 entre mil billones,
prácticamente cero. Para Saks y Hastie (1986) éste sería el único método válido de empleo del
polígrafo, No obstante, con este método sólo se consigue saber si el sospechoso tiene una
amplia información sobre el crimen, pero no si lo ha cometido él (véase Wrightsman, 1987,
para una revisión),
Por otra parte no hay que olvidar que mentir no es algo sencillo; por el contrario,
resulta una tarea muy agotadora desde el punto de vista cognitivo, lo que hace que el testigo
que miente no pueda dedicar suficientes recursos al control de las conductas a las que dan
lugar sus emociones.
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Entre las conductas tradicionalmente asociadas a la mentira están las siguientes:
manos en continuo movimiento, aumento de los movimientos oculares, dilatación de la pupila,
encogimiento de hombros, evitación del contacto visual, etc. Otras variables sensibles al
problema de las diferencias individuales son las derivadas de los aspectos prosódicos del
lenguaje: tardanza en responder a las preguntas, gran número de pausas al hablar y alteraciones
en el tono de voz.
El encargado de descubrir el engaño debe estar alerta a esos posibles sesgos, de cara
a realizar la evaluación con objetividad. Entre éstos podría haber rasgos de su propia
personalidad, fuertes emociones, presiones hacia la captura de un culpable, información
proporcionada por otras personas, o simplemente la necesidad de reducir la incertidumbre.
Sea cual fuere la causa, ser consciente de nuestras preconcepciones en esta materia incrementa
la posibilidad de descubrir la verdad (Ekman y O'Sullivan, 1989).
Aun así, persiste el hecho de que algunos mentirosos tienen éxito simplemente porque
no cometen errores fácilmente detectables cuando están mintiendo. Aquí cabe hablar no sólo
de los psicópatas, sino de personas que emplean la técnica de interpretación de Stanislavski o
aquellas otras que por una u otra razón llegaron a creerse sus propias mentiras. Por ejemplo,
personas que utilizan mecanismos de defensa para ignorar información sobre sí mismas o
sobre los demás, la cual les resulta dolorosa.
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También entrarían en este grupo aquellos personajes públicos que pueden llegar a
creer en sus propias mentiras a fuerza de repetirlas frecuentemente y estar convencidos de
ellas. La persona que se encargue de detectar el engaño debe tener presente que la ausencia de
signos de engaño no implica sinceridad (Ekman y O'Sullivan, 1989).
Un segundo tipo de error es el que se conoce como «error de Otelo». Se define como
el producido al olvidar que una persona sincera puede estar asustada porque sospeche que no
va a ser creída y confundir este miedo con el temor a ser descubierta. El error de Otelo recibe
este nombre por la famosa tragedia de Shakespeare. En ella Otelo acusa a su esposa
Desdémona de amar a Casio a la vez que le advierte que piensa matarla por su infidelidad.
Cuando Desdémona le pide que haga venir a Casio para que testifique sobre su inocencia,
Otelo le dice que acaba de asesinarlo. El ese momento Desdémona comprende que no podrá
probar su inocencia y que Otelo va a matarla, así que rompe a llorar. Otelo interpreta su llanto
como dolor por la muerte de su amante, con lo que se reafirma en su idea de infidelidad y la
estrangula. Otelo falla al ignorar que si Desdémona es inocente sentirá y expresará las mismas
emociones. De hecho, Desdémona llora por su situaci6n, por su vida y por la falta de confianza
de Otelo, pero no por la muerte de un amante. El error de Otelo es un ejemplo de cómo las
ideas preconcebidas pueden sesgar el juicio de una persona cuando debe decidir sobre la
sinceridad de otra.
El pasado año, durante la guerra del Golfo, los psicólogos americanos realizaron un
estudio muy llamativo que ha tenido muy escaso tratamiento por la prensa española. A partir
de la entrevista concedida por Saddam Hussein al periodista de la cadena CNN de la televisión
norteamericana Peter Arnett, se analizaron las variables: tono de voz, pausas, etc. del líder
iraquí a lo largo de sus declaraciones. Se pudo observar cómo las alteraciones coincidían con
las descripciones de su potencial armamentístico y sus afirmaciones referentes a su seguridad
de ganar la guerra. El mismo procedimiento permitió observar que durante una entrevista
concedida por el senador americano Edward Kennedy en relación con la acusación de
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violación que pesaba sobre uno de sus sobrinos, su voz se alteraba al describir a éste como un
muchacho gentil y dulce incapaz de violar a nadie.
Pese a lo atractivo de estos estudios no hay que olvidar que, al igual que Otelo,
podríamos estar confundiendo la tensión emocional del emisor con la falsedad en el mensaje.
Sean cuales fueren las precauciones que tome el encargado de descubrir el engaño, el
riesgo de error es elevado. De hecho, sólo ha habido un caso en la historia en el que un
indicador conductual y directamente observable nos ha proporcionado la seguridad de si
alguien mentía o decía la verdad: la nariz de Pinocho (Kassin y Wrightsman, 1988).
Desafortunada o afortunadamente, éste no es un caso que se dé con frecuencia por lo que los
encargados de detectar la mentira corren el riesgo de cometer errores cuando dictaminan sobre
la verdad o falsedad de una declaración a partir de estos índices conductuales.
Desde sus comienzos, la psicología clínica ha estado interesada por conocer los procesos que
nos permiten diferenciar entre algo que está siendo percibido, imaginado o recordado (Freud,
1895). La mayoría de estos trabajos estuvieron dirigidos a la comprensión de la esquizofrenia:
los esquizofrénicos frecuentemente presentan dificultades para establecer esta distinción
(Horowitz, 1978).
Johnson y Raye plantean una teoría y aportan evidencia para explicar los procesos
que seguimos para distinguir entre el recuerdo de algo percibido (generado externamente) y el
de algo imaginado (generado internamente). A la actividad de discriminar entre recuerdos
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primariamente derivados de sucesos internos de aquellos primariamente derivados de sucesos
externos la denominan reality-monitoring.
Pensemos ahora en dos declaraciones: una verdadera y otra falsa. Cuando un testigo
declara la verdad, está recordando hechos que realmente ha percibido, mientras que si miente,
su declaración está basada en sucesos que no han ocurrido y por tanto sólo existen en su
imaginación: sucesos imaginados.
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pensar sobre los aspectos cognitivos de los sucesos tiene como consecuencia disminuir las
inferencias entre sucesos percibidos e imaginados. Nuestros «testigos» pudieron reflexionar
sobre estos aspectos mientras que elaboraban sus versiones falsas.
Asimismo, los análisis mostraron como la mayor longitud que era previsible encontrar
en las declaraciones falsas respecto a las verdaderas sólo se daba cuando los «testigos»
disponían de tiempo para elaborar sus versiones falsas. Cuando se les exigía que compusieran
sus mentiras de forma inmediata, los resultados se invertían y eran las declaraciones verdaderas
las más extensas. Lo mismo sucedió con el número de pausas que contenían ambos tipos de
declaraciones.
Hasta ahora hemos hablado de formas de detectar la mentira y evitar los posibles errores en
esta tarea, pero nada hemos dicho de los trabajos dirigidos al fenómeno opuesto: la detección
de la verdad. Si bien entre los primeros el volumen de trabajos existentes es muy considerable,
no ocurre lo mismo cuando se trata de buscar la verdad. Apenas dos líneas de investigación se
han desarrollado sobre este tema: a) los estudios dirigidos a conseguir que los testigos resulten
creíbles, den una imagen de personas honestas, y b) la investigación sobre la realidad de las
declaraciones prestadas por niños víctimas de abusos deshonestos.
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los autores se limitan a invertir los resultados de las investigaciones previas realizadas sobre la
detección del engaño.
Así, si sabemos por estos trabajos que el evitar el contacto visual puede considerarse
como clave de engaño, se considera que mantener la mirada en todo momento debe
interpretarse como clave de honestidad. No me detendré más en estas cuestiones y nos
dedicaremos a la discusión de la segunda línea de trabajos: la investigación de las declaraciones de
los niños víctimas de abusos deshonestos, el análisis de la realidad de la declaración.
Desde hace treinta años, en Alemania se han estado realizando una serie de trabajos
que han ido dirigidos a la creación de un instrumento que permita diferenciar entre testimonios
exactos (verdaderos) y testimonios fabricados (falsos) en el caso de niños víctimas de abusos
deshonestos. Ésta es una situación en la que la ausencia de evidencia médica deja a los jueces
la decisión de a quién creer, si al niño que formula la acusación o al presunto agresor que,
obviamente, niega los hechos. De ahí la importancia de un peritaje de credibilidad.
La investigación en este campo, iniciada por el profesor Udo Undeutsch (1982; 1984;
1988), ha dado como resultado la elaboración de un complejo sistema de evaluación de la
credibilidad de los testigos infantiles y su testimonio: el Análisis de la realidad de la declaración
(Statement Reality Analysis). Este sistema ha sido empleado con éxito en numerosos países de
Europa, en EE.UU.e incluso en Japón. En Tenerife lo hemos utilizado recientemente en un
peritaje de credibilidad en casos de presuntas violaciones de menores.
El punto de partida del Análisis es que las declaraciones basadas en hechos reales
(autoexperienciados) son cualitativamente diferentes de las declaraciones que no se basan en
la realidad y son mero producto de la fantasía (Undeutsch, 1967). El criterio de realidad refleja
los aspectos en los que difieren específicamente los testimonios sinceros de los falsos (Steller,
1988).
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La labor del psicólogo a la hora de emplear este sistema tiene como punto de partida
el estudio de todas y cada una de las páginas del sumario del caso en cuestión, antes de la
entrevista con el niño. Esta es la primera diferencia entre la entrevista propuesta por
Undeutsch y las clásicas entrevistas utilizadas en casos de niños víctimas de abusos
deshonestos (Underwager, Wakefield, Legrand, Bartz y Erickson, 1986; White, Strom, Santilli
y Halpin, 1986), en las que el psicólogo garantiza su objetividad enfrentándose a la entrevista
sin haber recibido ningún tipo de información sobre el caso.
Una vez analizadas todas las declaraciones formuladas por el niño y los restantes
testigos, incluyendo la del presunto agresor, estamos en condiciones de entrevistarnos con el
niño. El objetivo de esta entrevista es sólo uno: obtener una declaración honesta y completa
por parte del niño.
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testigo y compararlo con el que ha mantenido durante otras fases de la investigación emocional
mente menos duras (Wegener, 1988).
Undeutsch ( 1988) agrupa los criterios de análisis en dos grandes categorías según se
refieran a la declaración considerada aisladamente, o a la secuencia de las declaraciones que el
niño ha realizado en los diferentes momentos de la investigación. En cada caso, la presencia
de un criterio en la declaración favorece (salvo excepciones) su credibilidad, a la vez que su
ausencia no la hace disminuir.
b) Manifestación específica de los criterios anteriores: en este nivel, el análisis se dirige hacia
cuestiones más específicas. Así, se consideran cuestiones como la mención de complicaciones
inesperadas, o las referencias a estados de ánimo de la víctima; de encontrarse en la declaración,
estos criterios le añadirían credibilidad.
c) Criterios negativos o de control: al contrario de lo que sucede en los dos niveles anteriores,
en esta ocasión todos los criterios examinados se consideran indicadores de baja credibilidad
en la declaración. Así, se citan, entre otros, la falta de coherencia con las leyes de la naturaleza
o la discrepancia con otros hechos ya probados.
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que, caso de aparecer en la declaración, restarían a ésta credibilidad: uno de los más
importantes es la falta de concordancia con las declaraciones anteriores. Aquí cabrían todos
aquellos cambios «materiales» en el contenido de las distintas declaraciones. No obstante, hay
que tener mucho cuidado a la hora de entender una ausencia o una alteración en el contenido
como «material». La memoria humana es flexible y es 1ógico esperar pequeñas modificaciones.
Así, Undeutsch advierte que sólo se considerarán cambios «materiales» aquellas ausencias o
incoherencias encontradas en puntos clave de la descripción de los hechos. Con esta salvedad,
su aparición supondría pérdida de credibilidad de la declaración.
El informe final del psicólogo, tras analizar cada uno de estos factores en la declaración
del niño, llevará a la elección de una de estas cinco opciones:
creíble ..............
probablemente creíble ..............
indeterminada ..............
probablemente increíble ..............
increíble .............
Sea cual fuere el resultado del informe, incluso si éste lleva a elegir la opción de
indeterminada, en los países en los que estos peritajes tienen una larga tradición se ha observado
que el empleo del Análisis de la realidad de la declaración resulta positivo en varios aspectos.
En primer lugar, el psicólogo experto proporciona al tribunal información cualificada obtenida
gracias a entrevistas hábilmente dirigidas. Además, si analizamos la declaración, da al tribunal
una visión de ésta bajo aspectos más clarificadores y flexibles, ayudándole a comprender la
evidencia.
El análisis de a realidad de la declaración resulta positivo en varis aspecto. En primer
lugar, el psicólogo experto proporciona al tribunal información cualificada obtenida gracias a
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entrevistas hábilmente dirigidas. Además, si analizamos la declaración, da al tribunal una visión
de ésta bajo aspectos más clarificadores y flexibles, ayudándole a comprender la evidencia.
Una última ventaja del empleo del Análisis es la reducción observada en el Porcentaje
de nuevos juicios por revisión de los casos (Undeutsch, 1988).
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4. RESUMEN
Todo proceso judicial tiene como fin la búsqueda de la verdad. Esta búsqueda requiere
de la reconstrucción de los hechos a través del testimonio. Así, hablar de la mentira en
el contexto jurídico es hablar de la detección y castigo del falso testimonio, considerado
y tradicionalmente como el delito procesal por excelencia.
Yuille (1988) diferencia dos líneas generales en la investigación desarrollada a la
búsqueda de estas claves del engaño con el sujeto que miente: a) el estudio de los
cambios filosóficos coexistentes con la mentira y b) la investigación conductual de los
cambios corporales, movimientos, expresiones faciales, tono de voz, etc.
Uno de los métodos empleados en la investigación de las claves del engaño es el
conocido como Test del Conocimiento Culpable , desarrollado por Lykken (1960).
El procedimiento consiste en elaborar, para cada caso, un cuestionario de
aproximadamente 25 ítem que hacen referencia a circunstancias y hechos que sólo
conocen la policía y la víctima, si ha sobrevivido. Sobre cada uno de ellos se hacen 5
preguntas.
Entre las conductas tradicionalmente asociadas a la mentira están las siguientes: manos
en continuo movimiento, aumento de los movimientos oculares, dilatación de la
pupila, encogimiento de hombros, evitación del contacto visual, etc. Otras variables
sensibles al problema de las diferencias individuales son las derivadas de los aspectos
prosódicos del lenguaje: tardanza en responder a las preguntas, gran número de pausas
al hablar y alteraciones en el tono de voz.
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a la vez que el relato de este tipo de recuerdos es más largo (contiene mayor número
de
palabras).
En los casos de niños víctimas de abusos deshonestos , Undeutsch (1988) agrupa
unos criterios de análisis de la declaración de los mismos, en dos grandes categorías
según se refieran a la declaración considerada aisladamente, o a la secuencia de las
declaraciones que el niño ha realizado en los diferentes momentos de la investigación.
En cada caso, la presencia de un criterio en la declaración favorece (salvo excepciones)
su credibilidad, a la vez que su ausencia no la hace disminuir. Dentro de la primera
categoría encontramos los criterios derivados de las declaraciones aisladas, entre los
que se diferencian tres niveles a) criterios fundamentales (contenidos de la declaración,
riqueza de detalles y originalidad de las expresiones), b) manifestación específica de los
criterios fundamentales (mención de complicaciones inesperadas y cuestiones referidas
al estado de ánimo de la víctima), y c) criterios negativos o de control (falta de
coherencia o discrepancia con otros hechos). De igual modo el análisis considera la
declaración del niño en contextos anteriores. En este sentido, Undeutsch destaca la
importancia de nuevos criterios que, caso de aparecer en la declaración, restarían a ésta
credibilidad: uno de los más importantes es la falta de concordancia con las
declaraciones anteriores. Aquí cabrían todos aquellos cambios «materiales» en el
contenido de las distintas declaraciones. No obstante, hay que tener mucho cuidado a
la hora de entender una ausencia o una alteración en el contenido como «material». La
memoria humana es flexible y es 1ógico esperar pequeñas modificaciones. Así,
Undeutsch advierte que sólo se considerarán cambios «materiales» aquellas ausencias
o incoherencias encontradas en puntos clave de la descripción de los hechos. Con esta
salvedad, su aparición supondría pérdida de credibilidad de la declaración. Además de
la mera presencia/ausencia de cada uno de estos criterios, Undeutsch señala que la
evaluación final de la declaración del niño deberá considerar los siguientes factores: a)
la intensidad con que ha sido pronunciado cada uno de los criterios durante la
entrevista, b) el número de detalles que aparecen, c) la capacidad de la persona que
declara y d) las características del suceso.
420
1. LA ESTILOMETRÍA
3. RESUMEN
421
La Psicología forense dispone de diversas técnicas o procedimientos psicológicos que le
permiten evaluar, tanto la exactitud y fiabilidad de las declaraciones como su credibilidad
(Diges y Alonso Quecuty, 1993).
1. LA ESTILOMETRÍA
422
Una segunda aplicación de los análisis estilométricos es ayudar a conocer el estado
mental del autor del mensaje (escrito o hablado) en el momento en que lo realizó, lo que en
ocasiones sirve de ayuda a la hora de realizar "autopsias psicológicas" .
Según Johnson y Raye, lo que nos permite distinguir entre aquellos de nuestros recuerdos que
se corresponden con hechos que realmente percibimos (generados externamente) y nuestros
recuerdos de hechos que sólo hemos imaginado (generados internamente) es que son
cualitativa y cuantitativamente diferentes en una serie de criterios. Así, los recuerdos que son
fruto de la percepción incluyen más información contextual (espacial y temporal) y más detalles
sensoriales. Por su parte, los recuerdos imaginados resultan de procesos mentales e
imaginativos, y por tanto incluirán información idiosincrásica del sujeto.
423
una que corresponda a lo que pasó realmente, y otra intencionadamente falsa; ambas son
grabadas en audio.
-El grado de involucración del testigo con el suceso presenciado: en este sentido se han realizado
estudios con un máximo de involucración para los testigos como lo fue el de la
simulación de agresión física aun profesor por un joven que interrumpe la clase de
dudas el día antes del examen.
Otras variables analizadas han sido: la edad de los testigos (niños o adultos), el tipo de
declaración (verbal o escrita) que se les solicita a los testigos y, la técnica de entrevista
empleada.
424
3. RESUMEN
425
1. EL NIÑO COMO TESTIGO
A. Modelo de indicadores
B. Modelo clínico-psicopatológico
C. Modelo cognitivo
4. RESUMEN
426
1. EL NIÑO COMO TESTIGO
El aumento durante los últimos años de los procesos por casos de malos tratos a la infancia y
de abuso sexual de menores y consecuentemente la necesidad de que los menores se
incorporen en estos procesos ha generado entre los profesionales una conciencia de los
problemas que plantea la relación entre los menores y el sistema judicial (Hernández, Blanch
y De la Fuente, 1998).
La capacidad del niño como testigo depende del momento evolutivo del mismo y de
sus capacidades cognitivas (Lloyd-Bostock, 1988) incluso en nuestro contexto se va
considerando válido el testimonio de los niños cada vez más pequeños, pero las limitaciones
de sus capacidades verbales dificultan enormemente la devolución.
427
En España, al igual que en otros países, se está intentando adecuar nuestras leyes
procesales de tal manera que se garanticen los derechos del encausado pero que no se siga
atentando al interés del menor y su derecho al pleno desarrollo de su personalidad. En esta
dirección la LO 14/99 de protección de testigos Supone la base legal para estas actuaciones de
los psicólogos forenses:
Sobre la utilización de los muñecos con características sexuales hay un amplio debate
aunque un 80-90% de los profesionales que evalúan situaciones de abuso los utilizan (Canton
y Cortés, 2000). Se han realizado dos críticas fundamentales que recogen el riesgo de
diagnóstico de falso positivo por el uso de los muñecos (Kuehnle, 1998):
Los muñecos no deben utilizarse antes de que el niño haya comenzado a verbalizar la
situación abusiva. Pueden utilizarse en dos situaciones:
a. Modelo de indicadores
Basado en el estudio de los indicadores psicosociales asociados al abuso sexual que pueden
referirse tanto a la conducta del niño y a las secuelas físicas como a las características del
contexto.
Estos indicadores se solapan con las secuelas a corto plazo y tienen la dificultad
añadida de que sólo algunos de ellos pueden establecer una relación específica con los hechos
y constituyen síntomas propios de otros trastornos psicopatológicos en la infancia que pueden
no tener relación con el abuso sufrido.
Este modelo es muy utilizado en los ámbitos de protección infantil ya que orienta a
la toma de decisiones, especialmente en cuanto a la protección del niño y su separación del
contexto habitual. Pero el modelo tiene muchas limitaciones en el contexto forense ya que sin
el relato del menor no puede hacerse ni la atribución de autoría ni la calificación legal del
hecho.
429
b. Modelo clínico-psicopatológico
Los estudios clínicos de casos de falsa denuncia han sido una aportación interesante,
por ejemplo, en el caso de las acusaciones de abuso sexual en procesos de separación
disputados, un tema de creciente incidencia en los juzgados de familia. En la práctica clínica
se encuentran características sintomáticas diferentes entre los a casos verdaderos y falsos en
abuso sexual infantil intrafamiliar (Adaptado de Green, 1986):
430
El niño raramente confronta con el Puede confrontar sus alegaciones con su
padre sus alegaciones padre en presencia de su madre.
El niño suele presentar signos o síntomas del Puede estar preocupado pero no presenta
síndrome de niño abusado. síntomas. Puede presentar síntomas de otros
tras tronos psicopato1ógicos.
Por último, una aportación del modelo es la descripción de síndromes específicos que se
han de tener en cuenta a la hora de confirmar o descartar la situación de abuso, como:
a.- Síndrome de alienación parental (Gardner, 1987).Este término se utiliza para designar
las situaciones de acusación falsa de abuso sexual en un proceso de separación y
divorcio conflictivo. Gardner, además de describir el síndrome, propone una escala,
Sex Abuse Legitimacy (SAL).La cual ayuda a establecer unos criterios parciales que se
pueden aplicar a las alegaciones del niño, al acusador y al acusado, permitiendo orientar
el diagnóstico final.
b.- Síndrome de adaptación al abuso sexual (Summit, 1983; citado por Noguerol, 1997),
caracterizado por:
431
4. desvelamiento aplazado, conflictivo o inconveniente
5. retractación
c.- Síndrome de la falsa memoria (People, 1996). El síndrome se caracteriza por que la
supuesta experiencia traumática determina e influye el conjunto actual de relaciones
interpersonales y es objetivamente falsa, pero la persona cree firmemente en ella.
c. Modelo cognitivo
I. CARACTERÍSTICAS GENERALES
1. Consistencia 1ógica
2. Producción no estructurada
3. Cantidad de detalles
Características psicológicas
.Adecuación del lenguaje y el conocimiento
.Adecuación de la emoción
.Susceptibilidad a la sugestión
Características de la entrevista
.Preguntas sugestivas, directivas o coactivas
.Adecuación global de la entrevista
433
.Contexto de la revelación o el informe original
.Presiones para informar falsamente
Cuestiones de la investigación
.Consistencia con las leyes naturales
.Consistencia con otras declaraciones
.Consistencia con otras evidencias
*muy probablemente
*probable
*credibilidad indeterminada
*improbable
*muy improbable
434
4. RESUMEN
435
b) Hay una interacción entre el tras trono actual, la secuela del delito y los fenómenos
de memoria (por ejemplo, el síndrome de estrés postraumático (TEPT) afecta al recuerdo
del hecho).
c) En el diagnóstico diferencial deben destacarse:
1. La presencia de síndromes específicos.
436
1. ORIGEN Y DESARROLLO DEL JUICIO CON JURADO
4. RESUMEN
437
El Artículo 125 de la Constitución Española (CE) de 1978 establece que:
“Los ciudadanos podrán participar en la Administración de Justicia mediante la institución del Jurado en la
forma y con respecto a aquellos procesos penales que la ley determine”.
Esta participación ciudadana se ha visto por fin recogida y regulada en la Ley Orgánica
5/1995, del Tribunal del Jurado, a probada el 11 de mayo y publicada en el BOE del 23 de
mayo de 1995. Dicha ley entró en vigor seis meses después de su publicación.
Podemos situar el origen del juicio con Jurado en el año 1200 a.c. Las leyes griegas y
las romanas ya hablaban de diferentes tipos de juicios con jurados. A pesar de estas referencias
históricas, el período de mayor desarrollo se produjo a partir de la invasión de Bretaña por los
normandos en el año 1066.
438
Dentro de la concepción del proceso judicial como un proceso social, tradicionalmente
se ha distinguido tres áreas de estudio fundamentales (Tapp, 1969, 1976): el análisis de los
procedimientos de justicia en el sistema de adversarios (Thibaut Yr Walker, 1975; Lind et al.
1980; Lind y Tyler, 1988), identificación de testigos (Loftus y Monahan, 1980) y el estudio del
Jurado y sus miembros (Davis, Bray y Holt, 1977; Gerbasi, Zuckerman y Reis, 1977).
La Psicología Social ha centrado sus estudios en tres focos: la selección de los jurados, la
toma de decisión y los procedimientos de presentación de la evidencia e instrucciones al Jurado. De los tres, el
más desarrollado ha sido la toma de decisión, donde se han analizado las variables psicosociales
que influyen en la decisión individual y en la deliberación.
El primer Jurado español fue el instaurado por la ley del 22 de octubre de 1820, aunque
tenía reducidas sus competencias, limitándose a los delitos de libertad de expresión. La primera
ley de importancia fue la de 1872, promulgada tras la Constitución de corte liberal 1869, la cual
establecía la competencia en aquellos delitos con penas superiores a las de presidio mayor,
pero presentaba bastantes limitaciones en cuanto a la confección.
La competencia abarcaba una gran lista de delitos. La formación de las listas de jurados
era clasista y arbitraria. El exigir el requisito de la alfabetización producía problemas en un
momento en el que más de la mitad de la población era analfabeta. Por otro lado, las clases
medias se negaron a formar parte del Jurado (Toharia, 1975).
439
Como resultado de este absentismo, el Jurado quedaba formado por personas que no tenían
el poder para eludir ser miembros y por aquellos que tenían un especial interés en serlo: los
"jurados profesionales" o “jurados de oficio”, a los que se recurría en última instancia ante la
dificultad de confeccionar un tribunal completo. Durante la Dictadura de Primo de Rivera
quedó suspendido el juicio con Jurado, argumentando que era una institución que no había
fortalecido la administración de justicia. El 27 de abril de 1931, un decreto del 8 Gobierno
Provisional de la República restablecía la Institución del Jurado conforme a la ley de 1888,
aunque introducía una serie de modificaciones, como eliminar de la competencia del Jurado
algunos delitos excesivamente complejos, reducir a ocho el número de jurados legos y
establecer las listas a partir del censo electoral, incluyendo la participación de la mujer. La época
que transcurre hasta 1936 es la que se caracteriza por las críticas más virulentas de los fiscales.
Durante la Guerra Civil se crean en España Tribunales especiales compuestos por tres jueces
profesionales y ocho jurados designados por los partidos y sindicatos integrantes del Frente
Popular para conocer los delitos de rebelión y sedición contra la seguridad del Estado. Estos
Tribunales fueron pronto conocidos con el nombre de Tribunales Populares. No respondían en
absoluto al espíritu del Jurado, ya que la adscripción partidista desvirtuaba por completo el
carácter representativo de la Institución. El Jurado desapareció tras la derrota republicana. El
recuerdo de la institución se asoció a esta última etapa en la que se cometió el mayor número
de abusos e injusticias (Toharia, 1975; Soriano, 1985).
440
En junio de 1995, el Congreso de los Diputados acuerda por unanimidad una
proposición de ley para reformar la ley del Jurado con el fin de subsanar la incapacidad de
introducir las enmiendas del Senado. Esta proposición supuso la modificación de alguno de
los delitos competencia del jurado, la fórmula del juramento, modificaciones referentes a la
prisión preventiva, así como retoques técnicos que no afectan al fondo de la ley.
La actual composición del Jurado como Jurado Puro, sus funciones, sus competencias..., se
encuentra regulado en la Ley Orgánica 5/1995, de 22 de mayo, del Tribunal del Jurado
(LOTJ) -modificada por la L.O. 8/1995-, que comprende un total de 70 artículos, agrupados
en cinco capítulos y secciones respectivas, además de dos disposiciones adicionales, tres
transitorias y cinco finales. Todo ello, precedido de la correspondiente exposición de motivos.
El capítulo II. "Los Jurados" , trata del estatli1to jurídico de los jueces legos, los
procedimientos de selección, las causas de incompatibilidad, 1a prohibición o las excusas para
el desempeño de la función.
El capítulo III, "del procedimiento para las causas ante el Tribunal del Jurado", regula algunas
modificaciones del proceso pena11 la figura del Juez de instrucción en la fase.
El capítulo IV, "Del veredicto", comprende todo lo relativo al objeto del veredicto, las
instrucciones del Magistrado-Presidente y las normas de votación.
Por último, el capítulo V, "De la sentencia", recoge las normas sobre cómo debe dictarse
el veredicto y las vicisitudes de las actas de las sesiones.
441
A. Composición del Tribunal del Jurado
En lo referente a la composición del Tribunal del Jurado, este obedece al modelo de Jurado
Puro con dos colegios separados, con funciones específicas y delimitadas. La Sección del Hecho
la integran nueve ciudadanos legos en Derecho; salvada la excepción del Jurado de Acusación
de 1820, ésta es la primera normativa que contempla tal número de jurados, ya que la cifra
tradicional era de doce jueces de hechos. La Sección de Derecho se forma con jueces técnicos y
profesionales; más concretamente, con un magistrado perteneciente a la Audiencia Provincial
en que se desarrollará el juicio oral y que ostentará el título de Presidente del Tribunal.
(Exposición de Motivos LOTJ, Gómez de Liaño, 1995; Lorca, 1995, 1997).
Los miembros del Jurado español serán ciudadanos no expertos en leyes (modelo
puro), renunciando así al modelo mixto o escabinado, constituidos conjuntamente por
ciudadanos y jueces técnicos.
Desde una perspectiva psicológica, la inclusión de jueces técnicos produciría una gran
influencia informativa durante la deliberación, sería percibido como poseedor de habilidades
y conocimientos necesarios para la toma de decisiones. Por otro lado pueden ejercer una gran
influencia normativa debido a su poder legítimo, por lo que se produciría una disminución de
la participación de los ciudadanos en el proceso de la deliberación y favorecería el predominio
de la opinión profesional.
Al juicio oral asistirán, además, dos jurados suplentes para los casos de enfermedad o
imposibilidad de alguno de los titulares.
Las funciones a desempeñar por estos nueve ciudadanos coinciden en gran medida con las
que históricamente se les han atribuido. Así, la L.O 5/95 establece que, los jurados han de
decidir a través del veredicto en tres aspectos fundamentales:
442
-Sobre la posibilidad de aplicar, al declarado culpable, los beneficios de la remisión
condicional de la pena, así como sobre la petición o no de indulto.
Así, la nueva competencia del tribunal del jurado queda listada de la siguiente forma:
443
4. RESUMEN
444
-Sobre la participación de los acusados en relación con los hechos, declarándolos
probados e incluyendo en tal declaración el grado de ejecución, la participación efectiva y
las circunstancias modificativas de la responsabilidad.
-Proclamando la culpabilidad o inculpabilidad de los acusados en relación con el
delito respecto del cual el Magistrado-Presidente admitió la acusación.
-Sobre la posibilidad de aplicar, al declarado culpable, los beneficios de la remisión
condicional de la pena, así como sobre la petición o no de indulto.
445
1. FASES DEL JUICIO CON JURADO
A. Audiencia preliminar
C. Juicio oral
D. Posibilidad de disolución
al Jurado
F. Deliberación
A. Representatividad
B. Competencia
3. RESUMEN
446
1. FASES DEL JUICIO CON JURADO
Todo esto implica un cambio en la actuación del magistrado, del fiscal y de los propios
abogados, produciéndose cambios en la dinámica del juicio y en el lenguaje.
Para establecer un acercamiento a las fases que componen un juicio con Jurado es
necesario recordar que este se trata de un procedimiento judicial de adversarios. Es decir, un
proceso dialéctico caracterizado por una representación confrontada de los hechos y
argumentos por cada uno de los abogados que representan a las partes.
A. Audiencia preliminar
La celebración del juicio se produce una vez celebrada una audiencia preliminar, la cual es
señalada por el Juez, y en donde se oirán a las partes sobre la procedencia de la apertura del
juicio oral y sobre la competencia del Tribunal del Jurado para el enjuiciamiento. En definitiva
se determinará si existe o no evidencia suficiente para llevar a cabo una acusación formal.
Durante esta fase, las partes implicadas podrán solicitar la realización de las diligencias de
investigación necesarias para tomar una adecuada decisión sobre si procede o no la apertura
del juicio. Tras la realización de las diligencias solicitadas y concluida esta fase, el Juez dicta un
auto sobre la decisión adoptada.
Durante el tiempo que transcurre desde este auto hasta la celebración del juicio,
aproximadamente el 90% de los acusados de delitos graves se acogen al proceso de
negociación, que supone el reconocimiento de la culpabilidad de los cargos más leves. Esta
447
negociación, bastante criticada, permite agilizar el sistema evitando que se acumulen varios
casos en espera de ir a juicio (Nietzel y Dillehay, 1986).
Dentro de nuestro modelo se recogen dos formas de eliminar a los jurados potenciales:
recusaciones con causa o mediante recusaciones perentorias o sin causa.
Las primeras suponen rechazar a un candidato por alguna de las causas establecidas
por la Ley: falta de requisitos, incapacidad, incompatibilidad o prohibición.
Las segundas, las recusaciones sin causa, suponen el rechazo de un candidato a partir
de la valoración subjetiva que las partes hacen en relación a la idoneidad del mismo.
La lista final de candidatos puede verse reducida de los treinta y seis iniciales hasta un
mínimo de veinte, ya que si el número fuese menor, la Ley señala que se deberá sortear, entre
los de la lista bienal de la provincia, el número necesario para completar la lista definitiva.
448
Una vez finalizada la fase de recusaciones sin causa y ya están designados los nueve
miembros titulares, éstos deberán prestar juramento o promesa. Si alguien se negara, se le
impondrá una multa y, si persistiera, será sustituido por un suplente.
C. Juicio oral
El juicio oral comenzará con la lectura por parte del secretario de los escritos de
calificación. Posteriormente, el magistrado-presidente abrirá un turno de intervención de las
partes para que expongan al jurado las alegaciones previas. Estas últimas, pretenden explicar
sus calificaciones y la finalidad de las pruebas que han propuesto.
Los miembros del jurado, tendrán acceso a libros, documentos, papeles y demás piezas
de convicción. En el caso de la prueba de inspección ocular se tendrá que constituir el Tribunal
del Jurado en su totalidad en el lugar del suceso.
D. Posibilidad de disolución
Tras el desarrollo del juicio oral, puede darse la posibilidad de que aunque hubiera indicios
para justificar la apertura del juicio, no se haya alcanzado una mínima actividad probatoria
lícita. En estos casos, hasta llegada la celebración del juicio no se ha podido valorar la legalidad
o no de los medios de prueba disponibles.
449
Igualmente se podrá disolver el jurado si las partes muestran su conformidad en que
se dicte sentencia de acuerdo con el escrito de calificación que solicite pena de mayor gravedad.
La pena conformada no podrá exceder de seis años de privación de libertad. Sin embargo, si
el Magistrado-Presidente considera que existen motivos para estimar que el hecho no ha sido
perpetrado o que no lo fue por el acusado, no disolverá el jurado y mandará seguir el juicio.
Terminado el juicio oral, tras los informes de las partes y oídos los acusados, el Magistrado-
Presidente someterá por escrito a los jurados el objeto del veredicto. En este escrito se
señalarán los hechos que deberán declarar probados o no, distinguiendo los que sean
contrarios al acusado de los que sean favorables.
También señalarán los hechos que pueden determinar la estimación de una causa que
pueda eximir de responsabilidad al acusado, así como la narración del hecho que sirva para
determinar el grado de ejecución, participación y modificación de la responsabilidad.
Asimismo, se pedirá en el caso que proceda, el criterio del jurado sobre la aplicación de los
beneficios de remisión condicional de la pena y la petición o no de indulto en la propia
sentencia.
En presencia de las partes y en audiencia pública se les hará entrega del escrito y les
instruirá sobre su función, las reglas de deliberación y votación, así como la forma en la que
deben reflejar su veredicto.
Dado que el objeto del veredicto incluye la posibilidad de que le jurado se pronuncie
sobre los hechos que pueden implicar circunstancias de modificación de responsabilidad del
acusado, la Ley señala que los jurados tendrán que ser instruidos respecto a las mismas de
forma que puedan ser entendidas. Aquí, es importante que el magistrado-Presidente emplee
un lenguaje jurídico adecuado y adaptado.
F. Deliberación
Una vez terminada la vista, el Jurado se retira a una sala a deliberar a puerta cerrada hasta que
obtenga el veredicto. Estas deliberaciones se desarrollan respetando el secreto y la intimidad
de las mismas. Cuando el jurado no es capaz de obtener un veredicto porque ha llegado a una
450
si tuaci6n que le impide alcanzar el “quórum" necesario (unánime o mayoritario, según los
Estados), es declarado suspenso iniciándose de nuevo el proceso judicial ante un nuevo Jurado.
Independientemente de las variaciones entre los distintos sistemas de Jurado, en todos los
casos su funcionamiento se basa en los, siguientes presupuestos (Erlanger, 1970):
A. Representatividad
El jurado debe estar constituido por miembros que representen a los distintos grupos sociales
definidos en la comunidad en la que se juzgan los hechos. En cada país se emplean normas
diferentes, históricamente se ha producido diversas discriminaciones en la selección de los
miembros. Este hechos ha puesto en duda que se cumpla el principio de representatividad. Así
por ejemplo, según Devlin (1966), tradicionalmente el jurado inglés está formado por
hombres, de mediana edad, de inteligencia media y de clase media. En el caso del jurado
americano se reconoce la falta de representación de las mujeres, de los jóvenes y de los de
menor nivel educativo (Simon, 1975; 1980; Van Dyke, 1977; Hepburn, 1980).
Las listas del censo electoral o las de los contribuyentes suelen ser utilizadas como
fuente para la elaboración de las listas de posibles jurados. Con este sistema quedan eliminados,
por ejemplo, los grupos minoritarios de la población, las personas con bajos niveles de
ingresos, las personas políticamente inactivas...
B. Competencia
Este principio supone la capacidad de los jurados (personas no expertas en leyes) de juzgar los
hechos que se les presentan de una forma justa. Un criterio para evaluar esta competencia es
comparar la decisión del jurado con la que en su caso habría tomado el juez.
451
Entre las características más destacadas del Tribunal de Jurado para que los juicios sean
justos e imparciales son (Hastie, 1983):
3. RESUMEN
452
Dentro de nuestro modelo se recogen dos formas de eliminar a los jurados potenciales:
recusaciones con causa o mediante recusaciones perentorias o sin causa. Las primeras
suponen rechazar a un candidato por alguna de las causas establecidas por la Ley: falta
de requisitos, incapacidad, incompatibilidad o prohibición. Las segundas, las
recusaciones sin causa, suponen el rechazo de un candidato a partir de la valoración
subjetiva que las partes hacen en relación a la idoneidad del mismo.
El juicio oral comenzará con la lectura por parte del secretario de los escritos de
calificación. Posteriormente, el magistrado-presidente abrirá un turno de intervención
de las partes para que expongan al jurado las alegaciones previas. Estas últimas,
pretenden explicar sus calificaciones y la finalidad de las pruebas que han propuesto.
El jurado debe estar constituido por miembros que representen a los distintos grupos
sociales definidos en la comunidad en la que se juzgan los hechos.
Entre las características más destacadas del Tribunal de Jurado para que los juicios sean
justos e imparciales son (Hastie, 1983):
-Representación transversal de la comunidad social (deben estar representados todos
los grupos sociales de la jurisdicción).
- Equilibrio de opiniones parciales o contrabalanceo de sesgos.
- Precisión al calificar los hechos: recuerdo de los mismos y de las categorías de
veredictos asociadas a ellos.
- Precisión en la ley: comprensión de las instrucciones y que el jurado las lleve acabo.
- Precisión del veredicto: que se cumpla con los criterios de decisión (presunción de
inocencia y duda razonable) y el "quórum" establecido por la regla de conducta
(unanimidad o mayoría) que exista la posibilidad de anular al Jurado si no se cumplen las
reglas para emitir y un fallo justo.
453
1. CUALIFICACIÓN PSICOLÓGICA DE LOS MIEMBROS DEL
JURADO
JURADO
3. TIPOS DE RECUSACIONES
4. MÉTODOS DE SELECCIÓN
5. RESUMEN
454
1. CUALIFICACIÓN PSICOLÓGICA DE LOS MIEMBROS DEL JURADO
Otro indicador del grado de ajuste entre lego y ley viene de la mano de la estimación
de la carga de la prueba. Por carga de la prueba se entiende el principio de que la culpabilidad
debe demostrarse. Nuestro ordenamiento jurídico no es muy explícito en este sentido
remitiéndose a la presunción de inocencia o a la máxima "indubio pro reo". Sin embargo, otras
legislaciones median, a través de la definición de la carga de la prueba, en 1a certeza necesaria
para decantarse por la culpabilidad. Así, se han generado definiciones para casos penales o
civiles. Incluso se presentan acompañadas de expresiones numéricas que cuantifican la certeza.
Los legos no sólo respetan estas definiciones de la carga de la prueba (p.e., Kagehiro, 1990;
Vila, 1993) sino que también tienen unos indicadores internos similares los de los profesionales
de la justicia (Simony Mahan, 1971; McCauliff, 1982; Arce en prensa).
455
Divergencias entre jueces
456
condiciones. Por tanto, no se puede concluir que le jurado no comprenda las pruebas
presentadas.
El trabajo más destacado sobre la disparidad entre jurados lo llevaron a cabo McCabe
y Purves (1974) quienes compararon la ejecución de jurados reales y jurados "ocultos",
denominados de esta forma porque veían el mismo caso que los reales y actuaban igual que
ellos, pero su decisión no era vinculante. Con una comparación en 30 casos hallaron una tasa
de coincidencia del 60 por ciento (30 por ciento en favor de la inocencia y 30 por ciento en
favor de la culpabilidad) y una discrepancia en el 20 por ciento de los casos (en un l3 por ciento
el jurado oculto condena y el real absuelve, mientras que en un 7 por ciento el oculto absuelve
y el real condena). En el 20 por ciento de los casos restantes, al menos, uno de los jurados se
declaró suspenso. Como se puede observar el nivel de acuerdo fue bastante elevado.
Cumplidos tales requisitos, el legislador previó para la selección de los candidatos una
serie de trámites y etapas sucesivas que se inician con un sorteo de los candidatos, a partir, del
censo vigente en ese momento. A continuación, se inician un periodo de reclamaciones,
resoluciones y comunicaciones. Con una anticipación mínima de treinta días al señalado para
el juicio, se sortean treinta y seis candidatos por causa, a los que se les envía un cuestionario
sobre los requisitos y las causas de incapacidad, incompatibilidad, prohibición y/o excusa. El
Ministerio Fiscal y demás partes están legitimados para la recusación con causa de algún
candidato alegada en tales cuestionarios. Una vez resultas estas excusas, incapacidades o
incompatibilidades, deben quedar un mínimo de veinte candidatos por causa.
457
El día del juicio y constituida 1a Sala, se procede a un sorteo sucesivo para seleccionar
a los nueve jurados titulares ya los dos suplentes. La/s acusación/es y defensa/s podrán utilizar
hasta cuatro recusaciones sin causa o perentorias cada una.
Comprobamos que la Ley vigente, teniendo presente los problemas del pasado, ha
arbitrado una fórmula legal para intentar superarlos. Se trata de las llamadas recusaciones. Las
particularidades de cada legislación llevan a diferenciar entre recusaciones de orden, con causa
y perentorias. En este apartado veremos el primer tipo, y en el apartado siguiente los otros
dos.
En primer lugar, tenemos las llamadas “recusaciones de orden", que se establecen para
controlar un sesgo de la población.
Esto coincidiría con las llamadas "incapacidades” del artículo 9 de la LOTJ y con las
“incompatibilidades” del artículo 10 de la LOTJ. Las incapacidades encuentran su fundamento
en la posible situación procesal de un candidato. La condición de penado y suspendido, además
de llevar aparejada la retirada de ciertos derechos, tendría un efecto en la actitud del sujeto que
debería juzgar a otro que generaría un sesgo en contra de la: ecuanimidad exigida. Además, el
artículo l.0 recoge una extensa lista de causas de incompatibilidad para ser jurado: el Rey, el
Presidente del Gobierno, los Diputados, Los Senadores...
3. TIPOS DE RECUSACIONES
Las denominadas "recusaciones con causa" son aquellos que están especificadas por la
ley, y que en sí mismas suponen un atentado a la imparcialidad de cada asunto. Se pretende en
estos supuestos aplicar la máxima de que "no se puede ser juez y parte" y por ello se establece
la prohibición de ser jurado al acusador particular de esa causa, a quienes mantengan una
relación de parentesco con alguna parte... y se acepta la excusa a los mayores de sesenta y cinco
años, los residentes en el extranjero...(véase LOTJ, arts. 11 y 12).
458
Antiguamente, se suponía que cualquier otro sesgo no englobado en las recusaciones
con causa 1o podrían controlar los jurados, y por ello prestaban un juramente de imparcialidad.
Con el correr de los tiempos se entendió que este juramento no era suficiente y que existían
otros sesgos de causa psicológica, sociodemográfica, publicidad prejuiciosa, etc., que deberían
controlarse en lagunas circunstancias. La respuesta legal fue la creación de las “recusaciones
perentorias”, que no necesita justificarse, pero cuyo número está limitado.
Una vez cumplidos todos los requisitos legales y preseleccinados los treinta y seis
candidatos para el asunto la Ley prevé la posibilidad de hasta cuatro reacusaciones sin causa o
perentorias, por cada parte, y éste es el marco en el que tiene cabida la selección científica por
parte de los psicólogos.
4. MÉTODOS DE SELECCIÓN
Son varios los modelos de selección de jurados stand-by, voir dire, azar y de tribunal.
Aunque las publicaciones concretas del procedimiento de selección del jurado varían de un
país a otro e incluso dentro del mismo, podríamos dividirlos en dos: de adversarios e
inquisitorial. En este último se persigue no una selección de buenos jurados sino la evitación
de malos jurados. Generalmente, toma como punto de partida listas o censos de ciudadanos,
frecuentemente el censo electoral, ya partir de éstas el magistrado del caso, representantes del
colectivo de abogados "eliminan" a los ciudadanos que no podrían formar parte de un jurado.
de ese listado, ya filtrado, se obtiene un jurado al azar.
Por otra parte, los sistemas de adversarios, a través de procedimientos como el Stand-
by o el Voir Dire, buscan un jurado perfecto a través del enfrentamiento entre las partes a fin
de que eliminen, mediante recusaciones, de la rueda de jurados, elegida al azar a partir de
censos, a aquellos que le son adversos y llegar, de este modo, a un jurado no sesgado.
Entre los métodos más usuales para la selección del jurado señalaremos los siguientes:
*Selección al azar
*"Voir dire" y "stand by"
*Selección científica
459
Selección al azar
La selección al azar presupone que los jurados se eligen al azar a partir de listados. El uso de
aparatos informáticos aparece como el más usual. Esta selección debería completarse con una
depuración cara a eliminar a jurados que mantuvieran alguna relación, sobre todo de tipo
sanguíneo o económica, con alguna de las partes.
Dicha selección sólo permitiría recusaciones con causa, generalmente ejercidas por el
juez de un modo inquisitorial.
La selección a través del sistema stand-by o Voir pire es similar. La primera se aplica
en el Reino Unido y la seguida en los Estados Unidos. El procedimiento responde, más o
menos, a los siguientes pasos. Se selecciona un panel de jurados a partir de listados. A partir
de esta pe rueda de jurados se descartan, previa aprobación del magistrado del caso, los jurados
recusados con causa, y posteriormente, se procede con las recusaciones perentorias. Así, se
llega a la formación del jurado. Se supone que se ha constituido un jurado imparcial porque
el sistema de adversarios garantiza que los jurados favorables a una parte serán recusados por
la otra, y viceversa.
Selección científica
460
TABLA 1
(tomado de Press, 1992)
Nota. PTFA: porcentaje del total favorable a la acusación; PTFD: porcentaje del total
favorable a la defensa; PRFD: porcentaje del grupo de edad favorable a la defensa,
El primer dato de interés que se desprendería de esta tabla sería el hecho de que el 35
por ciento de los sujetos son favorables a la defensa, de ellos el 66 por ciento (0,23/ 0,35)
pertenecían al grupo de edad comprendido entre 21 y 40 años, el 11 por ciento entre 41 y 55
años, etc. Si a estos datos añadimos la diferenciación por el sexo de los entrevistados, datos
económicos, hábitat, profesión, etc., nos encontraríamos con un perfil de los jurados a elegir"
para nuestra causa y "los jurados a rechazar". Las recusaciones perentorias serían el medio a
través del cual tratar de obtener un jurado más favorables.
461
5. RESUMEN
Los requisitos mínimos para ejercer la función de jurado son: ser español, mayor de
edad, saber leer y escribir, encontrarse en el pleno ejercicio de los derechos políticos,
ser vecino de cualquier a de los municipios de la provincia en que el delito se hubiere
cometido y no estar impedido física, psíquica o sensorialmente para el desempeño de
la función de jurado.
Cumplidos tales requisitos, el legislador previó para la selección de los candidatos una
serie de trámites y etapas sucesivas que se inician con un sorteo de los candidatos, a
partir, del censo vigente en ese momento. A continuación, se inician un periodo de
reclamaciones, resoluciones y comunicaciones. Con una anticipación mínima de treinta
días al señalado para el juicio, se sortean treinta y seis candidatos por causa, a los que
se les envía un cuestionario sobre los requisitos y las causas de incapacidad,
incompatibilidad, prohibición y/o excusa. El Ministerio Fiscal y demás partes están
legitimados para la recusación con causa de algún candidato alegada en tales
cuestionarios. Una vez resultas estas excusas, incapacidades o incompatibilidades,
deben quedar un mínimo de veinte candidatos por causa. El día del juicio y constituida
1a Sala, se procede a un sorteo sucesivo para seleccionar a los nueve jurados titulares
ya los dos suplentes. La/s acusación/es y defensa/s podrán utilizar hasta cuatro
recusaciones sin causa o perentorias cada una.
Las denominadas "recusaciones con causa" son aquellos que están especificadas por la ley,
y que en sí mismas suponen un atentado a la imparcialidad de cada asunto. Se pretende
en estos supuestos aplicar la máxima de que "no se puede ser juez y parte" y por ello
se establece la prohibición de ser jurado al acusador particular de esa causa, a quienes
mantengan una relación de parentesco con alguna parte... y se acepta la excusa a los
mayores de sesenta y cinco años, los residentes en el extranjero.
La selección al azar presupone que los jurados se eligen al azar a partir de listados. El uso
de aparatos informáticos aparece como el más usual. Esta selección debería
completarse con una depuración cara a eliminar a jurados que mantuvieran alguna
relación, sobre todo de tipo sanguíneo o económica, con alguna de las partes.
La selección a través del sistema stand-by o Voir pire responde, más o menos, a los
siguientes pasos. Se selecciona un panel de jurados a partir de listados. A partir de esta
pe rueda de jurados se descartan, previa aprobación del magistrado del caso, los jurados
recusados con causa, y posteriormente, se procede con las recusaciones perentorias.
462
La Selección científica, contrariamente a las anteriores, no está legalmente regulada y sólo
se usa al servicio de una parte. No existe, tal y como veremos posteriormente, una
uniformidad a la hora de definir la actuación científica en la selección de jurados. La
opción mas usada, por su sencillez y menor coste, es la denominada selección
estadística. Ésta presupone la realización de un sondeo entre la población de posibles
jurados. En él se narran brevemente los hechos y se les pide el veredicto.
463
6. CARACTERÍSTICAS DEL JURADO COMO GRUPO
7. FACTORES DE INFLUENCIA
del Jurado
b. Influencias Legales
8. ANÁLISIS DE LA DELIBERACIÓN
b.4 Benevolencia
C. Estilos de deliberación
9. RESUMEN
464
1. CARACTERÍSTICAS DEL JURADO COMO GRUPO
El veredicto final no es la suma de cada una de las opiniones individuales, sino: una
decisión consensuada obtenida tras un proceso de discusión conjunto. En ese sentido, los
jurados son psicológica y legalmente grupos pequeños de interacción cara a cara con la
obligación de resolver una tarea específica o conjunto de tareas.
A1gnnos autores han señalado las características que definen al Jurado como un grupo
especial de toma de decisión y que, por tanto, afectan a su proceso de toma m de decisión.
El jurado como grupo tiene una serie de características peculiares (Sealy, 1989):
465
etc.). En relación a esto, Levine et al. (1981) enumera las reglas que determinan el
funcionamiento del jurado y, por tanto, afectan al proceso grupal.
1.- El jurado determina los hechos, el Juez interpreta la ley. La especialización de las tareas
juez/jurado reduce los conflictos, y que 1a expectativa de los miembros es aceptar el marco
legal proporcionado por el juez.
2.- Los jurados deben basarse en la evidencia. Esto proporciona solidaridad en el grupo, ya
que genera una cultura común basada en la experiencia de haber asistido al juicio. Además,
establece una clara definición de lo que es la desviación. También permite que puedan
introducirse experiencias y sentimientos personales, dando lugar a la intimidad en el grupo
pero enmarcada en el contexto del trabajo grupal.
3.- La regla de decisión unánime aumenta la solidaridad en el grupo. Además, produce una
desindividualización, ya que cada jurado se ve presionado a conformarse con la opinión
mayoritaria y le lleva a subordinar aspectos de sí mismo de cara al interés grupal.
4.- La ausencia de límite temporal produce dos efectos contradictorios: incrementa la
solidaridad, ya que la tarea que se está realizando es más importante que cualquier otro tipo
de actividad (familia, trabajo, etc.), pero aumenta la posibilidad de debate y de conflicto al
facilitar la expresión de puntos de vista individuales.
5.- El voto en conciencia aumenta la individualización. No hay ningún miembro del jurado
cuyo voto tenga más importancia que el de otro.
Levine et al. {1981), conc1uye que el jurado es un grupo orientado a la tarea, con unas
reglas que le sirven para reducir la tensión y evitar no tener éxito en el desempeño de su
función, es decir, evitar.
El jurado como grupo tiene un periodo de vida limitado, estando compuesto por
sujetos que no se conocen entre sí. Una vez que obtiene su decisión, el grupo se disuelve y los
miembros vuelven a sus problemas y actividades. En este sentido, se ha resaltado el paralelismo
entre el jurado y los grupos experimentales de solución de problemas o toma de decisión
(Levine et al., 1981; Davis et al., 1988). A pesar de esta similitud aparente, no hay que olvidar
que los grupos experimenta1es suelen decidir sobre tareas simples y generalmente de carácter
artificial.
466
2. FACTORES DE INFLUENCIA
Una 1ínea de investigación bastante desarrollada ha sido el análisis de los factores que influyen
en la toma de decisión de los miembros del jurado.
Aunque nosotros enfatizamos el carácter del jurado como grupo, no puede olvidarse
que existe una toma de decisión individual de cada uno de los miembros. De hecho, algunos
estudios han puesto de manif1esto como los jurado, una vez terminada la vista, tienen ya
tomada su decisión sobre el caso (Kalven y Zeisel, 1966).
Por otro lado, no puede afirmarse que la mente de los jurado sea una “tabula rasa” en
el momento en el que acuden a la sala de justicia (Kaplan, 1982). Existen una serie de sesgos
o influencias que afectan a la toma de decisión, haciendo que ésta no se base exclusivamente
en la evidencia y las características del caso.
Las revisiones sobre estos aspectos (Davis 1977; Gerbasi et al. 1977, Dane y
Wrightsman, 1982; Kerr, 1982, Sobral et al. 1989) han resaltado la influencia de los siguientes
factores:
• Factores extralegales:
-Características de la víctima.
-Publicidad previa al juicio.
El primer tipo de factores con rasgos permanentes aportados por los jurados cuando
acuden al juicio. Los otros dos pueden variar según el tipo de juicio y tienen un carácter más
467
situacional. En ese sentido, los primeros han sido considerados sesgos rasgo y los segundos
sesgos estado (Kaplan, 1982; Kaplan y Garzón, 1986).
A. Influencias de las características de los componentes del Jurado
Las características de los jurados o, en terminología de Kaplan, sesgos rasgo más analizados
han sido:
• Características demográficas
Las tendencias parecen ser más claras cuando se combina el sexo del jurado con el tipo
de caso. En los delitos de violación, la tendencia a la benevolencia en la mujer se transforma
en una tendencia opuesta (Davis et al. 1977), manifestando los varones una mayor inclinación
a culpabilizar a la víctima en la comisión del delito (Rumsey y Rumsey, 1977). Otros estudios,
no han mostrado esta tendencia en delitos de violación (Jones y Aronson, 1973) ni en otro
tipo de causas, como por ejemplo el asesinato (Nemeth, Endicott y Watchler, 1976).
-En lo que se refiere a la edad, algunos estudios han mostrado un sesgo hacia la benevolencia
en los jurados jóvenes (Simon, 1967; Sealy y Cornish, 1973). Sealy y Cornish (1973) concluyen
468
que, en general, los jurados alrededor de treinta años tienden a ser más benevolentes que los
de más edad, en especial aquellos que tienen poca experiencia en el servicio como jurados.
Otros estudios, por ejemplo el de Reed (1965), no encuentran diferencias en función de la
edad.
-Analizando el nivel educativo, parece existir un mayor efecto de lenidad o benevolencia por
parte de los estudiantes (Feild y Barnett, 1978; Izzett y Leginski, 1974, Simon y Mahan, 1971;).
Otros estudios han llegado a conclusiones contrarias: Los datos de Reed (1965) y ( Simon
(1967) indican que los jurados con mayor nivel educativo son más tendentes a la condena.
La mayor parte de las características de los miembros del jurado no se dan en realidad
de forma aislada en un individuo, lo que da poco valor a la mayoría de estas investigaciones,
al no tener en cuenta los efectos de interacción existentes entre ellas.
-El autoritarismo es quizá una de las variables más analizadas. En estudios con jurados
simulados, se ha llegado a la conclusión que los autoritarios tienen más tendencia a la condena
(Bray y Noble, 1978), son más severos a la hora de dar sentencias y prestan más atención a
factores extralegales como su similaridad con el acusado (Hitchell y Byrne, 1973) o el estatus
del mismo (Berg y Vidmar, 1975).
De modo similar, los conservadores son más severos en la sentencia que los liberales
(Nemeth y Sosis, 1973). Las conclusiones de este estudio han sido criticadas debido a que es
posible que, además de la orientación política, hayan variado otros factores entre las dos
muestras de jurados (Gerbasi et al. 1977).
Fundamentalmente estos estudios logran establecer relación entre autoritarismo y
severidad en el castigo o en la sentencia, pero hay poca evidencia que relacione este rasgo con
el veredicto (Saks y Hastie, 1978).
469
Otra variable analizada en este tipo de estudios es la ubicación del control (Phares y
Wilson, 1972; Sosis, 1974; Phillips, 1985). Los estudios concluyen que los sujetos con control
interno tienden a condenar más y dar sentencias más severas que los jurados con control
externo.
La mayor tendencia de los jurados con control interno a atribuir más responsabilidad
al acusado, permite concluir que los sujetos aplican sus propias autopercepciones de
responsabilidad cuando juzgan la conducta de otros (Gerbasi, et al. 1977).
-También se ha analizado las actitudes de los Jurados hacia el castigo y hacia la pena de
muerte.
Kaplan y Miller (1978) encontraron una influencia de la actitud severa hacia el castigo,
de modo que ésta llevaba a los sujetos a manifestar un mayor nivel de seguridad respecto a la
culpabilidad del acusado ya dar sentencias más severas.
Los sujetos que manifiestan su agrado por servir como jurados en casos que implican
la pena capital, son más conservadores y más autoritarios (Boehm,1968). Además este tipo de
jurados tiene una mayor tendencia a la condena (Jurow,1971).
-Mencionaremos brevemente las actitudes mantenidas por los que tiene experiencia
previa como miembro del jurado. La evidencia existente al respecto, indica una tendencia a la
condena en los jurados con experiencia previa (Reed, 1965; Jurow, 1971; Kassin y Juhnke,
1979; Dillehay y Nietzel, 1985; Werner et al. 1985).
Pero la preferencia hacia la condena está mediatizada por el tipo de delito que se juzgó
en la experiencia anterior, de modo que si se ha ejercido de jurado en un delito grave,
posteriormente se es menos partidario de condenar en delitos de menor gravedad (Nagao y
Davis, 1980).
B. Influencias Legales
• Instrucciones
470
Al terminar la vista, el jurado recibe las instrucciones del juez respecto a los criterios legales
que deben su decisión. Varios estudios han analizado si realmente éstas son tenidas en cuenta.
En este sentido, esta influencia, a diferencia de las comentadas antes, sería considerada
deseable, en especial en lo que se refiere a las instrucciones que recalcan no tener en cuenta la
evidencia inadmisible (Reed, 1980).
Algunos de los datos existentes respecto a la influencia de las instrucciones del juez
son los siguientes:
Kerr et al. (1976) muestran en su estudio como los jurados son capaces de obtener sus
veredictos siguiendo las definiciones dadas en las instrucciones sobre duda manipulan la regla
de decisión, junto con la del criterio de duda razonable (no definición, laxa y estricta). El tipo
de definición influyó en las opiniones previas ala deliberación. Estas eran más tendentes a la
culpabilidad cuando la definición era laxa. La no definición llevó a aumentar el número de
miembros del jurado indecisos o sin opinión definida antes de la deliberación.
En general la mayoría de los trabajos indican el poco efecto de las instrucciones del
juez en la toma de decisión de los jurados (Cruse y Browne, 1987).
Una posible explicación es que éstas se dan una vez que ha terminado la vista, cuando
ya los jurados tienen una visión sobre lo que ha sucedido en el caso y han tomado su decisión
respecto a la culpabilidad (Kassin y Wrightsman, 1979).
471
En relación a esto, el estudio de (1977) modifica el momento temporal en el que se
dan las instrucciones, encontrando que el mejor modo de asegurar su eficacia es dar las
instrucciones antes de que comience la vista y al final de la misma.
Saks (1982), revisando los estudios que analizan la influencia del modo de presentación
de 1os testimonios en un juicio, comenta que la mayor parte de los trabajos no encuentran
diferencias en cuanto al veredicto, pero manifiestan una disminución de la implicación y de la
respuesta emocional de los jurados ante el testimonio.
Walker, Thibaut y Andreoli (1972) manipulan dos tipos de orden: el orden secuencial
de presentación de los argumentos por cada una de las partes (variando si comienza el fiscal o
la defensa) y el orden interno de presentación de los argumentos, siguiendo un orden climático
(presentando la evidencia más dramática al final) o anticlimático (comenzando por la evidencia
más dramática). Los resultados sobre las variaciones en el orden de la presentación de la
información entre las partes mostraron un efecto de recencia. De este modo, el orden seguido
en el sistema de adversarios favorece defensa, dándole más probabilidad de que el jurado se
472
declare por un veredicto de inocencia. Los resultados sobre las variaciones en el orden interno
llegan a la conclusión de que el orden climático es más beneficioso tanto para la defensa como
para el acusado.
La mayor parte de estos estudios requieren que los miembros del jurado hagan juicios
periódicos a lo largo del experimento, en vez de un juicio al final una vez presentada toda la
información. Davis et al. (1977) indican que son estos procedimientos los responsables de los
efectos de recencia. Por otro lado, cabe destacar la falta de estudios que analicen si esos efectos
se mantienen en el veredicto del grupo (Davis, 1984).
Cuando en el juicio el acusado es procesado por más de un delito, este factor también
influye en la decisión de los miembros del jurado.
Kerr, Harmon y Graves (1982), mostraron que los veredictos de los jurados se veían
influidos por la evidencia y severidad de los cargos anteriores, de modo que aumenta la
inclinación a dar un veredicto de culpabilidad respecto a un cargo es presentado con otros.
• Alternativas de decisión
Cuando las alternativas de decisión sobre el caso son muy diferenciadas en lo que se refiere a
su severidad, los miembros del jurado tienden a elegir la alternativa menos severa (Vidmar,
1972; Kaplan y Simon, 1972).
473
Vidmar (1972) manipuló las alternativas de decisión y el orden de presentación de la
evidencia en el juicio. No hubo ningún efecto de la última manipulación, pero si de la primera.
Sus resultados han puesto de manifiesto que los jurados simulados tienen en cuenta las
consecuencias potenciales de su decisión, lo que les lleva a una cierta lenidad ala hora de elegir
entre dos alternativas muy diferenciadas entre si en cuanto a la severidad de la consecuencia.
Larntz (1975) confirma los datos de Vidmar, aunque explica los resultados a partir de
un modelo de probabilidad condicional y no por la existencia de un proceso psicológico de
acomodación a la restricción de alternativas de veredicto.
La influencia de las características del acusado ha sido uno de los factores extralegales más
analizado en la investigación del jurado. En algunos estudios se han puesto en relación las
características del acusado con las de los miembros del jurado y/o la víctima.
• Características demográficas
-En lo que se refiere al sexo, los datos extra1dos de la consulta de archivos legales indican que
los efectos de éste están mediatizados por la naturaleza del delito juzgado, de modo que la
mayor benevolencia a la hora de las mujeres no quedaría explicada por el sexo, la menor
gravedad del delito cometido (Green, 1961; Nagel, 1969).
474
Kalven y Zeisel (1966) muestran en su estudio una mayor probabilidad de que los
hombres sean condenados por delitos de parricidio (en concreto el asesinato del cónyuge) que
las mujeres.
Stephan (1974) intentó confirmar este resultado en una investigación con jurados
simulados. Encontró que los jurados tendían a condenar en mayor medida a los acusados de
su mismo sexo en ese tipo de delitos. Ya que la mayor parte de los jurados estudiados por
Kalven y Zeisel eran hombres, los datos de Stephan son coincidentes con los datos de jurados
reales.
Dane y Wrightsman (1982) explican que el sexo del acusado puede influir en el
esquema que elaboran los miembros del jurado, procesando de un modo determinado los
hechos del juicio. Uno de los posibles esquemas es la idea de que las mujeres cometen un tipo
determinado de delitos. Si el delito juzgado no entra dentro de esa consideración, esto llevará
a concluir que es poco probable que la acusada sea culpable. Los autores reconocen que el
procesamiento también puede ser otro: si una mujer está siendo acusada de un delito que las
mujeres cometen en pocas ocasiones, entonces el fiscal tiene que estar muy seguro de que es
culpable.
-Los estudios sobre el nivel socioeconómico han sido menores, quizá por la esperada poca
variación en el estatus de los acusados (Kalven y Zeisel, 1966).
En juicios reales no encuentran relación entre el estatus del acusado y la probabilidad
de ser considerado culpable (Nagel, 1969; Hagan, 1974).
-Varios estudios en los EEUU han analizado la influencia del origen étnico del acusado, en
especial, la influencia de la raza negra.
Los estudios con jurados reales indican la existencia de un sesgo en contra del acusado
de raza negra (Bullock, 1961, Broeder, 1965, Nagel 1969; Howard, 1975). En otros estudio se
ha encontrado que esta tendencia se ve moderada por otros factores como los antecedentes y
tipo de delito (Ha9an, 1974). De toda la evidencia disponible respecto a la influencia de cabe
concluir que existen efectos de interacción raza del acusado, de la víctima y de los jurados.
Cuando coinciden la raza de los miembros del jurado con la del acusado, éste tiene menos
probabilidades de ser condenado, mientras que si lo que coincide es la raza de la v1ctima con
475
la de los miembros del jurado, el acusado tiene más probabilidad de ser condenado (Dane y
Wrightsman, 1982).
• Antecedentes
Los antecedentes del defendido pueden ser considerados variable extralegal a la hora de
determinar la culpa del acusado (no así en relación a la sentencia).
La revisión de Hagan (1974) indica que existe una influencia de los antecedentes en el
veredicto. El estudio de Kalven y Zeisel (1966) concluye que en el 10% de los casos en los que
el jurado condenaba 1o hacia basándose en los antecedentes del acusado.
Los datos sobre la influencia del atractivo del acusado provienen en su mayor parte de estudios
con jurados simulados. Se manipulan las características del acusado, de modo que pueda ser
percibido por los jurados como personas atractivas física o socialmente hablando.
Dowdle, Gillen y Miller (1974) emplean una versión modificada del estudio anterior
con la idea de replicar los resultados. Confirman la tendencia general, pero encuentran una
influencia de la fuente que describe las características del acusado. Cuando los acusados son
descritos por sus iguales reciben mayores sentencias que si son descritos por expertos
(psicólogos o psiquiatras).
476
respuestas de los jurados en la condición control eran similares a las del caso en que el acusado
era descrito con rasgos negativos, en especial cuando las daban importancia a las características
del acusado. Según esto, cabría pensar que los jurados tienden a asumir rasgos desfavorables
sobre el acusado cuando no tienen información sobre su carácter.
El estudio de Berg y Vidmar (1975) muestra cómo los jurados estaban más seguros de
la culpabilidad de los acusados con rasgos socialmente negativos.
-Al igual que ocurre con el análisis sobre la influencia del atractivo social, la mayor parte de
los datos sobre el atractivo físico provienen de estudios con jurados simulados en los que se
manipula el atractivo, generalmente mediante la presentación de fotografías.
Estudios con jurados simulados, como el de Efran (1974), ponen de manifiesto una
tendencia a la benevolencia cuando la acusada es físicamente atractiva, aunque esto sólo influye
a los miembros masculinos del jurado.
Sigall y Ostrove (l975) demuestran que el efecto del atractivo físico del acusado puede
venir condicionado por el tipo de delito cometido. Si el jurado percibe que el acusado se ha
servido de su atractivo para cometer el delito, este factor puede actuar en contra suya. En su
estudio manipulan el atractivo de las acusadas y varían el tipo de delito (robo o estafa). En el
primer caso, encuentran un efecto de benevolencia hacia la acusada descrita como atractiva,
pero no así en el delito de estafa, interpretando los jurados que la condición de la acusada
facilitó la comisión de ese delito.
Los estudios sobre las características de la víctima han proliferado en menor medida que en el
caso del acusado.
477
• Características demográficas
Algunos estudios indican que si la víctima tiene un alto estatus, tiende a provocar
menos simpatía en los jurados (Boor , 1976)
-El estudio de Jones y Aronson (19.73) analiza la influencia del atractivo social de la víctima
en un caso de violación. Si la víctima tenía un menor atractivo social, las recomendaciones de
sentencias eran más cortas que cuando era socialmente más atractiva. En este último caso, se
le atribu1a a la v1ctima más responsabilidad en la comisión del delito. Los autores explican
estos resultados en relación al mantenimiento de la "creencia en un mundo justo” (Lerner,
1975) que llevar1a a devaluar a la v1ctima, o bien a culpabilizarla. Dado que es más difícil
devaluar a la v1ctima cuando se le atribuyen rasgos socialmente positivos, se tiende a
considerarla más responsable del delito.
-En lo que se refiere al atractivo físico, también parece ejercer influencia en los jurados
simulados, en especial en lo que se refiere a los delitos de violación. Thornton (1977) muestra
que el atractivo físico de la víctima no afecta a la culpabilidad, aunque los jurados masculinos
recomendaron sentencias más largas cuando la víctima resultaba ser atractiva.
Parece, por tanto, que las características del acusado y, en menor grado, las de la víctima
influyen en la decisión. Pero la mayor parte de estos estudios, han analizado la toma de decisión
de miembros del jurado, sin que deliberen como grupo.
c.3. Publicidad previa al juicio
478
Este estudio ha sido criticado debido a que las características de la demanda eran altas
y deberían haber existido dos condiciones de control: una en la que no existiese publicidad
previa y otra en la que después de la pub1icidad no se hubiesen dado instrucciones (Gerbasi y
Zuckerman, 1977).
El conocimiento de datos sobre el caso debe ser tenido en cuenta en el modo que en
los juicios reales cuando existe publicidad previa al juicio resulta muy difícil confeccionar un
panel de jurados que no tengan información sobre el caso (Padawer-Singer y Barton, 1975;
Greene y Loftus, 1984).
Un ejemplo reciente de estas dificultades han sido los problemas existentes en Florida
a la hora de confeccionar un jurado imparcial para juzgar al general Noriega, después de las
informaciones aparecidas en los medios de comunicación.
3. ANÁLISIS DE LA DELIBERACIÓN
Dado que el único momento en el que se interrumpe el carácter público del juicio con jurado
es cuando éste se retira a deliberar, los estudios sobre la fase de deliberación se han basado
generalmente en el análisis de jurados simulados y, en menores ocasiones, entrevistando tras
la deliberación a los sujetos que han formado parte del jurado real.
Nivel de participación
479
Los estudios con jurados simulados han puesto de manifiesto que algunos miembros no
participan en absoluto, contribuyendo solamente en el momento de la votación final.
Hawkins (1962) indica que a medida que la fracción mayoritaria aumenta de tamaño,
aumenta también su nivel de participación en conjunto, pero el promedio de participación de
cada individuo disminuye a medida que el tamaño de la fracción aumenta.
El portavoz es el más activo que los demás miembros. Por otro lado, algunos estudios
indican que los hombres tienden a participar de forma más activa que las mujeres (Strodtbeck
et al., 1957; James, 1959). Pero en estos datos está influyendo el desproporcionado número de
hombres que fueron portavoces en esos jurados. Otros estudios no llegan a la conclusión de
que los hombres participan más que las mujeres una vez eliminado el factor de ser portavoz
(Nemeth et a al., 1976; Bray et al., 1978).
Algunos estudios muestran una correlación positiva entre nivel de estudios, estatus
ocupacional y nivel de participación (Strodtbeck et al., 1957; Simon, 1967; James, 1959; Hastie
et al., 1983).
Contenido de la deliberación
480
Los jurados con mayor nivel educativo tienden a hacer referencia en mayor medida a
las instrucciones del juez ya los procedimientos que debe seguir el jurado durante la
deliberación, teniendo mayores dotes de persuasión (James, 1959).
A pesar de lo que se les indica en las instrucciones, los jurados discuten aspectos que
no les corresponden como, por ejemplo, la evidencia inadmisible (Miller y Fontes, 1979) y las
consecuencias de la condena a para el acusado (Simon, 1967).
Los fenómenos de influencia más estudiados en la toma de decisión del jurado han sido la
influencia informativa y normativa, la influencia de la mayoría, la influencia de la minoría, el
sesgo a la benevolencia y la polarización.
Uno de los primeros estudios que puso de manifiesto la influencia de la mayoría fue el análisis
de jurados reales realizado por Kalven y Zeisel (1966). De los 215 jurados que tenían una
481
mayoría en la primera votación, sólo 6 alcanzan una decisión que no era apoyada inicialmente
por la mayoría.
La influencia de la mayoría suele ser un esquema de decisión que se ajusta a los grupos
que deciden sobre temas considerados relevantes y que implican y motivan a los miembros
(Kerr, 1982).
Otra posibilidad de obtener el consenso, aunque menos frecuente, es que 1ª opinión defendida
por la minoría logre convencer a la opinión mayoritaria.
Nemeth y Wachtler (1974) han enfatizado la importancia de que los demás miembros
del jurado perciban consistencia y seguridad en el estilo conductual con el que la minoría
defiende su opinión. Generalmente se suele producir una reacción de rechazo ante el miembro
que defiende una postura minoritaria, en especial cuando su punto de vista evita que el grupo
pueda alcanzar 1ª meta.
b.4 Benevolencia
Los miembros del jurado tienen mayor tendencia a la condena antes que después de la
deliberación (Bray et al., 1978; Davis et al., 1975, 1977; Stasser y Davis, 1977; Kerr et al., 1979;
Tanford y Penrod, 1986), produciéndose así un sesgo hacia la benevolencia.
482
Este sesgo modifica la influencia ejercida por la mayoría. Kalven y Zeise1 (1966)
observan que cuando la mayoría defiende veredictos de culpabilidad, en el 86 por ciento de
los casos el veredicto final es de condena, mientras que sólo un 5 por ciento el veredicto final
que es de inocencia, Cuando la mayoría defiende el. Veredicto de inocencia, en el 91 por ciento
de las ocasiones se convierte en el veredicto final, mientras que sólo en un 2 por ciento se da
un veredicto final de culpabilidad.
Por otro lado, una de las diferencias existentes entre la toma de decisión del juez y la
del jurado es que la primera se produce individualmente, luego podría ser la toma de decisión
en grupo la causan te de la lenidad.
Las presiones normativas también podrían explicar la tendencia ala benevolencia. Las
normas del sistema de justicia, creadas para salvaguardar al acusado, enfatizan el principio de
duda razonable y la presunci6n de inocencia, Es la preferencia del jurado por evitar condenar
aun inocente lo que explicaría que la inocencia pueda tener más influencia en el grupo.
C. Estilos de deliberación
Hastie et al. (1983) definen dos estilos de deliberación basándose en el momento en el que se
producen las votaciones en el jurado. Cuando la votación aparece al principio de la
deliberación, la fase de orientación y exploración sobre los hechos es obviada y la discusión
pasa a centrarse en disminuir las diferencias entre una facción del jurado y otra. A medida que
la votación aparece más pronto en la deliberación, más breve es ésta y menos centrada en las
hechos del caso.
Distinguen así entre el jurado orientado a las pruebas y el jurado orientado al veredicto.
Este último suele iniciar la deliberación con una votación pública, expresándose en varias
ocasiones la intención de veredicto. El jurado orientado a las pruebas realiza votaciones una
483
vez avanzada al discusión, siendo menores las manifestaciones de intención de veredicto a lo
largo de la deliberación, tratándose sólo este aspecto al final de la misma.
1.- Su aparición en la deliberación vierte determinada por la regla resolutoria del jurado,
de modo que el orientado a las pruebas es más frecuente en jurados unánimes y el
orientado al veredicto lo es más en jurados por mayoría.
2.- El tiempo de deliberación es mayor en los jurados orientados a las pruebas.
3.- Las cuestiones de relación entre los hechos y el derecho son mayores en los jurados
orientados hacia las pruebas.
4.- La capacidad de argumentación y el número de opiniones intercambiadas es menor
en los jurados orientados al veredicto.
5.- El jurado orientado a las pruebas desarrolla una deliberación mas rica y más
profunda.
4. RESUMEN
484
han basado generalmente en el análisis de jurados simulados y, en menores ocasiones,
entrevistando tras la deliberación a los sujetos que han formado parte del jurado real.
Los estudios con jurados simulados han puesto de manifiesto que algunos miembros
no participan en absoluto, contribuyendo solamente en el momento de la votación
final.
Existen varios factores que influyen en el nivel del, participación durante la
deliberación, por ejemplo: sexo, nivel económico, etc.
Los fenómenos de influencia más estudiados en la toma de decisión del jurado han
sido la influencia normativa y normativa, la influencia de la mayoría, la influencia de la minoría, el
sesgo a la benevolencia y la polarización.
Podemos diferenciar dos estilos de deliberación basándonos en el momento en el que
se producen las votaciones en el jurado. Cuando la votación aparece al principio de la
deliberación, la fase de orientación y exploración sobre los hechos es obviada y la
discusión pasa a centrarse en disminuir las diferencias entre una facción del jurado y
otra. A medida que la votación aparece más pronto en la deliberación, más breve es
ésta y menos centrada en las hechos del caso.
Diferenciamos así entre el jurado orientado a las pruebas y el jurado orientado al veredicto. Este
último suele iniciar la deliberación con una votación pública, expresándose en varias
ocasiones la intención de veredicto. El jurado orientado a las pruebas realiza votaciones
una vez avanzada al discusión, siendo menores las manifestaciones de intención de
veredicto a lo largo de la deliberación, tratándose sólo este aspecto al final de la misma.
485
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