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En aquel entonces la educación en Guastatoya solo llegaba a sexto año de primaria y para
continuar estudios, los padres hacían sacrificios para mandar a sus hijos a la Capital, Jalapa
o Chiquimula.
Para viajar a Jalapa se tomaba "El Rápido", tren que pasaba a la una de la mañana, se
bajaba en Estación Jalapa y se abordaba una camioneta que en una infame carretera de
tierra hacía el viaje hasta aquella ciudad.
"Heme aquí, amable lector, con el firme propósito de comunicarme contigo en el afán de
llevarte estas líneas con suave acento y anhelo de amistad", Hago mías sus dilectas
palabras...
DON ALEJANDRO PORTILLO:
Conocí a Don Jando cuando atendía la tienda que tenía en su casa, situada en la cuadra que
da de la esquina del Banrural para la línea del ferrocarril, posteriormente ocupó la Alcaldía
Municipal. Estaba casado con Doña Antonia Catalán, con quien procreó a Manuel, hijo
único.
Para la famosa batalla de La Unión, del 14 de abril de 1920, Don Jando era el músico
mayor de la banda militar del pueblo y como tal, fue asignado como segundo al mando,
después del Teniente Guillermo Orellana. La compañía defendía la parte sur del parque,
donde está el Instituto Experimental Básico. Fue precisamente en este lugar donde primero
atacaron las tropas sanaratecas al mando de los hermanos Moscoso.
Después de dos horas de lucha, los defensores lograron abrir las filas invasoras y
capturaron a uno de sus comandantes, el Capitán Román Moscoso, entregándolo al Cuartel,
donde fueron felicitados por el Jefe de Operaciones, Mayor, Lázaro Chacón, que
posteriormente llegaría a ser Presidente de la República con el grado de General...
SIMPATICA EXPERIENCIA:
En época pretérita se formó en Guastatoya el Club de los Compadres, entre ellos Andrés
Cardona, Obdulio Morales, Juventino Morales, Ernesto Pinto y Víctor Solis. Todos
compadres entre sí.
Este grupo participaba con entusiasmo en las actividades culturales y deportivas del pueblo,
por ejemplo: en la cárcel del Cuartel los presos hacían pelotas de futbol, el Club de los
Compadres las compraba por docena y los fines de semana se animaban los partidos que se
desarrollaban en el campo que quedaba donde ahora está el Instituto cerca de la colonia
Nueva Vida. Al final del partido los compadres regalaban una pelota al equipo ganador.
Otra actividad consistía en disfrutar un domingo en la casa del compadre Obdulio Morales,
con todos los niños de la familia y del vecindario. En este caso los niños actuaban como
espectadores y los adultos participaban en los juegos infantiles como quebrar piñatas,
morder sin meter las manos una manzana colgada de una pita, carreras de encostalados o,
como en la fotografía, correr con una cuchara en la boca y un huevo crudo en ella. Nada de
licor, solo refrescos y golosinas. Se la pasaba estupendo...
LA LAGUNETA DE LA BOMBA:
En la fotografía el amigo Don Francisco Javier Ayala Ayala, cuando allá por los años 60's
estudiò en Guastatoya, originario del Paso Los Jalapas y miembro de esa familia de rancio
abolengo español que pobló la cabecera del valle medio del río Motagua.
En la fotografía se aprecia la laguneta que estaba al pié de la bomba del ferrocarril que era
un borbollante nacimiento de agua limpia que provenía del cerro El Pinal.
A la derecha de donde aparece el amigo Ayala, se encontraba la caseta de dos arietes que
impelían hacia el pueblo el agua nacida, por medio de un tubo galvanizado de dos pulgadas
que corría al lado de la línea férrea. El tanque de captación estaba en El Bordo.
Estos arietes fueron un regalo del guastatoyano presidente de la República, General Manuel
María Orellana Contreras en la década de los años 30's.
La laguneta estaba llena de pequeños peces plateados llamados lishas y era tan abundante el
agua que nacía de ella que además de surtir la bomba del ferrocarril y los arietes, todavía
alcanzaba a llenar una acequia que corría por los chagüites de Don Chente Marín, poblados
de frondosos mangales.
LA ESCUELA:
Beto Morales Oliva nos cuenta que en Guastatoya la educación allá por los años de 1944 a
1951, era estricta en todo el sentido de la palabra. El Director y los maestros con autoridad
equivalente a la de los padres estaban facultados a reprender a los alumnos cuando
cometían faltas.
Generalmente los castigos consistían en "reglasos" y en permanecer de plantón durante los
períodos de recreo. Cuando la falta lo ameritaba, se castigaba al infractor con ejercitar
determinado número de "pírricos" o peor aún, a permanecer determinado tiempo
sosteniéndose de una mano contra la pared.
Agrego, Don Juan Burgos, era el Director y acostumbraba castigar con el cincho del
pantalón que tronaba como tabla de payaso al pegar contra el trasero del alumno. Lo único
favorable es que era la más la bulla que el ardor de nalgas, lo digo por experiencia propia...
Nuestro escritor, Don Gilberto Morales Oliva, describe el tipo de vivienda que mayormente
poblaba los alrededores del casco de Guasatoya hace 70 años.
"La vivienda consistía en grandes ranchos de palma de una sola pieza, allí se instalaban las
camas llamadas catres de madera y en lugar de colchón era un petate; para guardar la ropa
se usaban cofres o baúles, las sillas eran butacas con correas de cuero y para descansar se
usaban escaños para más de una persona y se fabricaban con reglas de madera..."
Agrego, las paredes de los ranchos eran de bajareque, envarillado rellenado de piedra
pequeña pegado con lodo revuelto con paja de ilusión. Las puertas de dos hojas
horizontales llamadas puertas de postigo. Todo el material de construcción era local.
Había catres empitados y catres de lona que se doblaban, las sillas eran forradas de madera
o de cuero crudo de vaca o de cabra. (Pinto, Remembranzas de mi Pueblo, 2017)
LA GUASTATOYA DE AYER:
"A pesar de las necesidades que afrontábamos, puedo decirles que todo aquello lo recuerdo
con nostalgia debido a que era tan diferente y tranquilo, cuando uno se iba a la cama era
para dormir plácidamente sin ningún problema, no se sabía nada de robos, ni asaltos, por lo
que se podía vivir en paz". Gilberto Morales Oliva. "Remembranzas de un Guastatoyano"
Agrego, en tiempo de Ubico si la puerta de calle de la casa se quedaba abierta durante la
noche, por olvido, llegaba un policía al que llamaban "Sereno" y avisaba para que se
cerrara.
EL 14 DE ABRIL DE 1913
En mi querido pueblo los acontecimientos importantes ocurren en el mes de abril. Veamos:
En abril de 1908 el Presidente, Manuel Estrada Cabrera emitió el Decreto fundando el
Departamento de El Progreso; en abril de 1913 hubo un temporal que causó varias muertes
y, el 14 de abril de 1920, tuvo lugar la Batalla de la Unión con más de 200 muertos.
Guastatoya no guardó sus memorias y para colmo de males, en el terremoto de febrero de
1976, se perdieron los pocos archivos que quedaban en la Alcaldía y la Gobernación.
Les aseguro que no es fácil escudriñar la historia, hay que tener vocación, paciencia, tiempo
y espíritu de investigación.
De niño recuerdo las temibles "Culebrinas" que azotaban el pueblo. En una ocasión había
un partido de futbol en el campo que estaba donde ahora se ubica la Terminal de Buses y
por El Pinal bajó una ventarrón cargado de lluvia y centellazos. Corrí desesperadamente
hacia mi casa y el aire, en la Calle Real, era tan fuerte que no me dejaba caminar. Llegué
llorando...
Ahora imagino el terrible meteoro que causó varias muertes en Patache y Santa Rita aquel
lejano 10 de abril de 1913, cuando Don Sinforoso Salvatierra perdió a tres de sus pequeños
hijos, Esteban, Petrona y Soledad, en la Quebrada de Patache, mientras Don Isabel Ortiz
recogía los restos de su hijo Andrés de tan solo 17 años, ahogado en la quebrada que de
Santa Rita de Las Flores baja al Callejón...
(Feb28)
LOS VIEJOS DE ANTES:
Don MANUEL CONTRERAS fue un militar al que le gustaban mucho las armas, en el año
1922 casó con mi tía Fidelia Calderón Oliva y procreó a varios hijos, entre ellos a Golo
Contreras, gran futbolista, a Aura y Enma con quienes conviví mi infancia.
Era blanco de mediana estatura, ojos claros y le gustaba cantar acompañándose con su
inseparable guitarra. A Melo Portillo y a mi nos ponía a bailar los calambres, diciéndonos
"currutá¡, currutá¡,currutá¡", luego nos daba un centavo cada uno.
Fue un anticomunista rematado, lo metieron preso a la penitenciaría de Salamá junto a otros
paisanos. Escaparon y regresaron formando parte del Ejército de Liberación en junio de
1954, junto con Don Cundo Gudiel y Don Baltazar Aldana.
Fue jefe de las Reservas Militares a las que entrenaba en forma estricta...
(ene21)
Allá por el lejano año de 1957 radicó su casa de habitación enfrente de la familia de Don
Obdulio Morales, en la calle de Los Cocos (hoy Doble Vía) antes de llegar a la línea férrea.
LA MISHA MARTINEZ:
Fabiolita Amaya me pide que escriba lo que recuerdo del Coronel Raul Martínez de León,
La Misha . Aquel vivía con su tía Doña Nila de León a media cuadra de donde está El Gallo
Más Gallo. Doña Nila tenía un hato de vacas al igual que mis padres, frecuentemente nos
juntábamos arriando los animales.
Aquel, al igual que yo, nos fuimos a estudiar la secundaria a Instituto Nacional para
Varones de Oriente -INVO-, en Chiquimula. Allá se econtraba Raúl cuando entró el
Ejército de Liberación, vivió la Batalla de Chiquimula, se enlistó en aquel ejército y se hizo
oficial en la Escuela Politécnica.
Aquel se hizo aviador y era conocido en el pueblo y sus contornos porque acostumbraba
pasar con el avión "picando" sobre la Cabecera, a modo de saludo y todos decían "¡Ahí va
la Missha!"
Recién pasado el terremoto llegó con un helicóptero cargado de vituallas y víveres, dejó la
nave en el campo de futbol de la Escuela Federal y fue a buscar a las autoridades para
entregar la valiosa carga. Al regresar se encontró con que la gente se lo había llevado todo,
no le dejaron ni la basura. Le brillaron los ojos verdes por los que le pusieron el apodo,
echó culebras y sapos por la boca, se montó en el aparato y no regresó más...
Don Manuel fue Encargado del Registo Civil durante muchos años, tenía una letra muy
bonita como se aprecia en el resumen estadístico del año 1929 que se adjunta.
En aquel citado año murieron 142 personas en Guastatoya, de las cuales llama la atención
que solo 9 eran indígenas, así como que
todas eran fieles católicas a excepción de una que profesaba la religión evangélica.
LOS ESCRITORES DEL DEPARTAMENTO DE EL PROGRESO.
Don GILBERTO MORALES OLIVA, pertenece a esa gran familia apodada Los Cuzos o
Los Jujurros, somos contemporáneos y fuimos compañeros escueleros, aquel siguió
estudios de contabilidad y trabajó muchos años en el Banco de Guatemala, ahora, ya
retirado, se dedica a rumiar con nostalgia el pasado guastatoyano que vivimos a plenitud.
La madre del orgullo nacional, Ricardo Arjona, Doña Nohemí Morales Orozco, era
guastatoyana de pura cepa.
El padre de Doña Nohemí, era Don Chema Morales, de los Morales de Las Joyas, la madre
Doña Angelina Orozco, era de la familia de grandes militares, los Orozco, entre ellos
Pochoca.
Doña Nohemí nació y se crió en Guastatoya, era un mujerón que se distinguía por lo
atrevido, jugaba basquet bol, se subía a los palos de mango de las vegas de su papá y
montaba un brioso garañón ojo de vidrio que sacaba chispas en el empedrado de la Calle
Real. La recuerdo cuando participaba en las carreras de cintas, a caballo, en el campo de
futbol que estaba donde ahora se encuentra el nuevo mercado.
El físico de Ricardo es muy parecido al de Doña Nohemí, ella se desempeño como maestra
en la escuela de la aldea El Ishcanal de San Agustín Acasaguastlán, por esta razón el artista
fundó en dicho lugar, una escuela de música...
Por las noches siempre había pleitos porque los muchachos de la aldea no tragaban a los
muchachos del pueblo; sin embargo, no faltábamos a comer tamales y practicar tiro al
blanco., Una vez Obduio Morales, Melo Portillo, Carula y yo, ya teníamos mascada a
balinazos la pita de la que pendía una boltella de vino. Como el dependiente se dio cuenta
que ya habíamos gastado sin lograrlo, fue a revisar, la arrancó y nos la dio de premio.
Un señor moreno de Puerto Barrios, de apellido Thompson, llegaba todos los años a la feria
a poner una mesa de argollas cuando entraba la noche se puso a encender una lámpara de
gasolina que prendió fuego y en la desesperación, salió corriendo para el río con la ropa
ardiendo...