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LOS ESCRITORES PROGRESANOS:

El profesor Julio Alfredo Catalán Carranza, nació en Guastatoya el 27 de mayo de 1934,


hijo de Don Porfirio Carranza Quiroa con Doña Luz Catalán Orellana.

Le recuerdo de muchachón cuando, con mi hermano, partieron a estudiar al Instituto


Normal Mixto Centroamericano de Jalapa, donde se graduó de Maestro de Educación
Primaria, profesión que desempeñó durante muchos años en la Escuela Federal.

En aquel entonces la educación en Guastatoya solo llegaba a sexto año de primaria y para
continuar estudios, los padres hacían sacrificios para mandar a sus hijos a la Capital, Jalapa
o Chiquimula.

Para viajar a Jalapa se tomaba "El Rápido", tren que pasaba a la una de la mañana, se
bajaba en Estación Jalapa y se abordaba una camioneta que en una infame carretera de
tierra hacía el viaje hasta aquella ciudad.

"Heme aquí, amable lector, con el firme propósito de comunicarme contigo en el afán de
llevarte estas líneas con suave acento y anhelo de amistad", Hago mías sus dilectas
palabras...
DON ALEJANDRO PORTILLO:

Conocí a Don Jando cuando atendía la tienda que tenía en su casa, situada en la cuadra que
da de la esquina del Banrural para la línea del ferrocarril, posteriormente ocupó la Alcaldía
Municipal. Estaba casado con Doña Antonia Catalán, con quien procreó a Manuel, hijo
único.

Para la famosa batalla de La Unión, del 14 de abril de 1920, Don Jando era el músico
mayor de la banda militar del pueblo y como tal, fue asignado como segundo al mando,
después del Teniente Guillermo Orellana. La compañía defendía la parte sur del parque,
donde está el Instituto Experimental Básico. Fue precisamente en este lugar donde primero
atacaron las tropas sanaratecas al mando de los hermanos Moscoso.

Después de dos horas de lucha, los defensores lograron abrir las filas invasoras y
capturaron a uno de sus comandantes, el Capitán Román Moscoso, entregándolo al Cuartel,
donde fueron felicitados por el Jefe de Operaciones, Mayor, Lázaro Chacón, que
posteriormente llegaría a ser Presidente de la República con el grado de General...
SIMPATICA EXPERIENCIA:
En época pretérita se formó en Guastatoya el Club de los Compadres, entre ellos Andrés
Cardona, Obdulio Morales, Juventino Morales, Ernesto Pinto y Víctor Solis. Todos
compadres entre sí.
Este grupo participaba con entusiasmo en las actividades culturales y deportivas del pueblo,
por ejemplo: en la cárcel del Cuartel los presos hacían pelotas de futbol, el Club de los
Compadres las compraba por docena y los fines de semana se animaban los partidos que se
desarrollaban en el campo que quedaba donde ahora está el Instituto cerca de la colonia
Nueva Vida. Al final del partido los compadres regalaban una pelota al equipo ganador.
Otra actividad consistía en disfrutar un domingo en la casa del compadre Obdulio Morales,
con todos los niños de la familia y del vecindario. En este caso los niños actuaban como
espectadores y los adultos participaban en los juegos infantiles como quebrar piñatas,
morder sin meter las manos una manzana colgada de una pita, carreras de encostalados o,
como en la fotografía, correr con una cuchara en la boca y un huevo crudo en ella. Nada de
licor, solo refrescos y golosinas. Se la pasaba estupendo...

LA LAGUNETA DE LA BOMBA:
En la fotografía el amigo Don Francisco Javier Ayala Ayala, cuando allá por los años 60's
estudiò en Guastatoya, originario del Paso Los Jalapas y miembro de esa familia de rancio
abolengo español que pobló la cabecera del valle medio del río Motagua.
En la fotografía se aprecia la laguneta que estaba al pié de la bomba del ferrocarril que era
un borbollante nacimiento de agua limpia que provenía del cerro El Pinal.
A la derecha de donde aparece el amigo Ayala, se encontraba la caseta de dos arietes que
impelían hacia el pueblo el agua nacida, por medio de un tubo galvanizado de dos pulgadas
que corría al lado de la línea férrea. El tanque de captación estaba en El Bordo.
Estos arietes fueron un regalo del guastatoyano presidente de la República, General Manuel
María Orellana Contreras en la década de los años 30's.
La laguneta estaba llena de pequeños peces plateados llamados lishas y era tan abundante el
agua que nacía de ella que además de surtir la bomba del ferrocarril y los arietes, todavía
alcanzaba a llenar una acequia que corría por los chagüites de Don Chente Marín, poblados
de frondosos mangales.
LA ESCUELA:
Beto Morales Oliva nos cuenta que en Guastatoya la educación allá por los años de 1944 a
1951, era estricta en todo el sentido de la palabra. El Director y los maestros con autoridad
equivalente a la de los padres estaban facultados a reprender a los alumnos cuando
cometían faltas.
Generalmente los castigos consistían en "reglasos" y en permanecer de plantón durante los
períodos de recreo. Cuando la falta lo ameritaba, se castigaba al infractor con ejercitar
determinado número de "pírricos" o peor aún, a permanecer determinado tiempo
sosteniéndose de una mano contra la pared.
Agrego, Don Juan Burgos, era el Director y acostumbraba castigar con el cincho del
pantalón que tronaba como tabla de payaso al pegar contra el trasero del alumno. Lo único
favorable es que era la más la bulla que el ardor de nalgas, lo digo por experiencia propia...

Nuestro escritor, Don Gilberto Morales Oliva, describe el tipo de vivienda que mayormente
poblaba los alrededores del casco de Guasatoya hace 70 años.
"La vivienda consistía en grandes ranchos de palma de una sola pieza, allí se instalaban las
camas llamadas catres de madera y en lugar de colchón era un petate; para guardar la ropa
se usaban cofres o baúles, las sillas eran butacas con correas de cuero y para descansar se
usaban escaños para más de una persona y se fabricaban con reglas de madera..."
Agrego, las paredes de los ranchos eran de bajareque, envarillado rellenado de piedra
pequeña pegado con lodo revuelto con paja de ilusión. Las puertas de dos hojas
horizontales llamadas puertas de postigo. Todo el material de construcción era local.
Había catres empitados y catres de lona que se doblaban, las sillas eran forradas de madera
o de cuero crudo de vaca o de cabra. (Pinto, Remembranzas de mi Pueblo, 2017)

LA GUASTATOYA DE AYER:
"A pesar de las necesidades que afrontábamos, puedo decirles que todo aquello lo recuerdo
con nostalgia debido a que era tan diferente y tranquilo, cuando uno se iba a la cama era
para dormir plácidamente sin ningún problema, no se sabía nada de robos, ni asaltos, por lo
que se podía vivir en paz". Gilberto Morales Oliva. "Remembranzas de un Guastatoyano"
Agrego, en tiempo de Ubico si la puerta de calle de la casa se quedaba abierta durante la
noche, por olvido, llegaba un policía al que llamaban "Sereno" y avisaba para que se
cerrara.

LOS VIEJOS DE ANTES:


Don MANUEL NAJERA ARGUETA, era originario de Jalapa, radicó en Guastatoya y
casó con la señorita Esther Solís Morales, hermana de nuestra recordada Doña Chilita, De
este matrimonio nacieron Raúl que fue un gran saxofonista, Lacho, Aníbal y Estelita
Nájera.
Don Manuel fue Encargado del Registo Civil durante muchos años, tenía una letra muy
bonita como se aprecia en el resumen estadístico del año 1929 que se adjunta.
En aquel citado año murieron 142 personas en Guastatoya, de las cuales llama la atención
que solo 9 eran indígenas, así como que
todas eran fieles católicas a excepción de una que profesaba la religión evangélica.

EL 14 DE ABRIL DE 1913
En mi querido pueblo los acontecimientos importantes ocurren en el mes de abril. Veamos:
En abril de 1908 el Presidente, Manuel Estrada Cabrera emitió el Decreto fundando el
Departamento de El Progreso; en abril de 1913 hubo un temporal que causó varias muertes
y, el 14 de abril de 1920, tuvo lugar la Batalla de la Unión con más de 200 muertos.
Guastatoya no guardó sus memorias y para colmo de males, en el terremoto de febrero de
1976, se perdieron los pocos archivos que quedaban en la Alcaldía y la Gobernación.
Les aseguro que no es fácil escudriñar la historia, hay que tener vocación, paciencia, tiempo
y espíritu de investigación.
De niño recuerdo las temibles "Culebrinas" que azotaban el pueblo. En una ocasión había
un partido de futbol en el campo que estaba donde ahora se ubica la Terminal de Buses y
por El Pinal bajó una ventarrón cargado de lluvia y centellazos. Corrí desesperadamente
hacia mi casa y el aire, en la Calle Real, era tan fuerte que no me dejaba caminar. Llegué
llorando...
Ahora imagino el terrible meteoro que causó varias muertes en Patache y Santa Rita aquel
lejano 10 de abril de 1913, cuando Don Sinforoso Salvatierra perdió a tres de sus pequeños
hijos, Esteban, Petrona y Soledad, en la Quebrada de Patache, mientras Don Isabel Ortiz
recogía los restos de su hijo Andrés de tan solo 17 años, ahogado en la quebrada que de
Santa Rita de Las Flores baja al Callejón...
(Feb28)
LOS VIEJOS DE ANTES:
Don MANUEL CONTRERAS fue un militar al que le gustaban mucho las armas, en el año
1922 casó con mi tía Fidelia Calderón Oliva y procreó a varios hijos, entre ellos a Golo
Contreras, gran futbolista, a Aura y Enma con quienes conviví mi infancia.
Era blanco de mediana estatura, ojos claros y le gustaba cantar acompañándose con su
inseparable guitarra. A Melo Portillo y a mi nos ponía a bailar los calambres, diciéndonos
"currutá¡, currutá¡,currutá¡", luego nos daba un centavo cada uno.
Fue un anticomunista rematado, lo metieron preso a la penitenciaría de Salamá junto a otros
paisanos. Escaparon y regresaron formando parte del Ejército de Liberación en junio de
1954, junto con Don Cundo Gudiel y Don Baltazar Aldana.
Fue jefe de las Reservas Militares a las que entrenaba en forma estricta...

(ene21)

LOS VIEJOS DE ANTES:


Don PABLO MORALES LEON, vivía en el Barrio Las Joyas y es el padre de Don
Gilberto Morales y de Doña Amelia Morales la esposa de Don Silvano Archila.
Don Pablo era cadete de la Escuela Politécnica el 20 de abril de 1908, cuando los
estudiantes de esta escuela militar atentaron contra la vida del entonces presidente de la
República, Licenciado Manuel Estrada Cabrera.
Al fracasar el atentado, Cabrera mandó diezmar a los cadetes; es decir, los pusieron en fila
y contaban de 1 a 10, al que en mala suerte le tocaba el 10 era pasado por las armas. Don
Pablo contaba que se salvó como gato panza arriba, porque le tocó el número 9.
La inauguración del nuevo departamento de El Progreso, estaba prevista para el 30 de abril
de 1908 y a raíz del fallido atentado, se trasladó para el 30 junio de aquel año... (ene20)

LOS VIEJOS DE ANTES:


El Capitán del Ejército de Guatemala, Don Ezequiel de Jesús Pinto Paiz, mi abuelo, era el
primero de cinco hermanos, entre ellos Doña Cándida Dolores Pinto Paiz que casó con el
General Manuel María Orellana Contreras, expresidente de la República, con quien procreó
a Enrique Orellana Pinto que, a su vez, murió siendo niño y fue enterrado en el cementerio
viejo de El Pinal.
Don Ezequiel de Jesús formaba parte de la Guardia Presidencial del Presidente Don Manuel
Estrada Cabrera. El 14 de septiembre de 1904, cuando practicaban unas maniobras que se
ejecutarían al día siguiente con motivo del día de la Independencia, sufrió una caída del
caballo que montaba, causándole severos golpes en la cabeza que le produjeron la muerte.
Dejó cinco hijos pequeños, entre ellos a Don Ezequiel de Jesús Pinto Cabrera, exalcalde de
Guastatoya de grata recordación porque, cuando no había medico en el pueblo, él curaba a
los enfermos con bastante acierto. (Ene10)
El departamento tiene 8 municipios: Guastatoya que es su cabecera, Morazán, San Agustín
Acasaguastlan, San Cristóbal Acasaguastlan, El Jícaro, Sansare, Sanarate, San Antonio la
Paz.
El Progreso es una de las regiones más secas y calurosas del país. El río Grande o
Motagua, es la principal fuente de agua, hay otros ríos como Plátanos, Hato, Morazán,
Sanarate, Las Ovejas, Huyus y Huija, los cuales son esenciales para la producción agrícola.
Tiene bosques de caoba, pino, cedro, palo de rosa, y chicozapote.
La fiesta titular es el 15 de enero, junto con la de Esquipulas, en honor al Cristo Negro. En
las fiestas patronales hay Jaripeos, peleas de gallos y carreras de cintas.
Los sitios turísticos y de interés son muchos y variados, mencionando algunos : La Sierra
de las Minas la cual es una área protegida, el Cerro Pinolon llamado el Refugio del Quetzal,
también el centro recreativo del IRTRA en la aldea de Agua Caliente, el Parque Nacional
Cerro El Reformador, el puente Barranquilla el cual es una obra arquitectónica colonial
construida en 1813. (Chapin, 2017)
LOS ESCRITORES DEL DEPARTAMENTO DE EL PROGRESO.
Aunque el fecundo poeta, Don ROGELIO MOREIRA, no nació en Guastatoya, pertenece a
ese exclusivo grupo de otros hombres ejemplares que tras el cariño de una paisana,
llegaron, fundaron una honorable y digna familia y se quedaron entregándose al terruño con
el acervo de los que,al final, encuentran su destino.

Allá por el lejano año de 1957 radicó su casa de habitación enfrente de la familia de Don
Obdulio Morales, en la calle de Los Cocos (hoy Doble Vía) antes de llegar a la línea férrea.

El fortísimo lazo afectivo que le profesaba a su esposa, la guastatoyana Doña Victoria de


León, descendiente de ese gran hombre, Don Cruz de León originario de Casas Viejas,
procreó una digna y honorable familia formada por sus hijos Violeta, Coralia, Luis, Adán y
Perla Yolanda Moreira de León, última que lució sus galas como Flor de la Feria de Enero,
en la década de los años 60's.

Trabajó en Obras Públicas y Caminos y se desempeñò como Pastor de la Iglesia Evangélica


de Guastatoya.

LA MISHA MARTINEZ:
Fabiolita Amaya me pide que escriba lo que recuerdo del Coronel Raul Martínez de León,
La Misha . Aquel vivía con su tía Doña Nila de León a media cuadra de donde está El Gallo
Más Gallo. Doña Nila tenía un hato de vacas al igual que mis padres, frecuentemente nos
juntábamos arriando los animales.
Aquel, al igual que yo, nos fuimos a estudiar la secundaria a Instituto Nacional para
Varones de Oriente -INVO-, en Chiquimula. Allá se econtraba Raúl cuando entró el
Ejército de Liberación, vivió la Batalla de Chiquimula, se enlistó en aquel ejército y se hizo
oficial en la Escuela Politécnica.

Graduado de oficial siguió estudios de aviación y se graduó de Piloto Aviador de la Fuerza


Aérea Guatemalteca, donde se desarrolló profesionalmente hasta llegar a Coronel.

El apodo de Misha se lo pusieron porque tiene unos ojos verdes penetrantes. Es


campechano, buen amigo y guastatoyano de pura cepa... (Pinto, Remembranzas de mi
Pueblo, 2017)

LOS ESCRITORES DEL DEPARTAMENTO DE EL PROGRESO:


Ya retirado del avatar laboral, ahora se dedica a lo que le gusta, a barruntar su polifacética
personalidad, le da lo mismo disfrutar un atardecer desde las escarpadas sierras del terruño
o elucubrar por las noches admirando el manto de las estrellas.
Es un nato investigador, le fascina la botánica, la fauna endémica de Guastatoya,
particularmente las aves: es un excelente, ágil y culto locutor de la radio Río Grande de
alcance departamental; no digamos verlo en el desempeño del difícil papel de maestro de
ceremonias; especialista en salutaciones a reinas de belleza de diversos lares, desde los 12
años de edad, cuando sin que le temblara la voz, le canta a la reina escolar:
"Tu beldad es tan grande, Janeth Primera,
que te canta y arrulla la primavera..."
Más que declamar es meritorio componer poesía, ésta le brota suave, rítmica, elegante y
mètricamente ordenada. Se consagra como tal, cuando ella le reclama un desdén y él
responde:
Y dices...
"Que ya no sueño contigo?
Si siempre en la madrugada
me abrazo fuerte a la almohada
como buscando tu abrigo..."
Hombres como el profesor DANIEL CARDONA MORALES, dan lustre a las letras del
Departamento de El Progreso, de Oriente y de Guatemala, loor a sus méritos...

LOS VIEJOS DE AHORA:


El Coronel RAUL MARTINEZ (La Missha), ahora finquero de la Costa Sur, nació y creció
en Guastatoya. Cuando, siendo estudiantes de secundaria, nos juntábamos arreando vacas
durante las vacaciones, envidiábamos a los compañeros que no eran del campo, como
nosotros.

Aquel se hizo aviador y era conocido en el pueblo y sus contornos porque acostumbraba
pasar con el avión "picando" sobre la Cabecera, a modo de saludo y todos decían "¡Ahí va
la Missha!"

Recién pasado el terremoto llegó con un helicóptero cargado de vituallas y víveres, dejó la
nave en el campo de futbol de la Escuela Federal y fue a buscar a las autoridades para
entregar la valiosa carga. Al regresar se encontró con que la gente se lo había llevado todo,
no le dejaron ni la basura. Le brillaron los ojos verdes por los que le pusieron el apodo,
echó culebras y sapos por la boca, se montó en el aparato y no regresó más...

LOS VIEJOS DE ANTES:

Don MANUEL NAJERA ARGUETA, era originario de Jalapa, radicó en Guastatoya y


casó con la señorita Esther Solís Morales, hermana de nuestra recordada Doña Chilita, De
este matrimonio nacieron Raúl que fue un gran saxofonista, Lacho, Aníbal y Estelita
Nájera.

Don Manuel fue Encargado del Registo Civil durante muchos años, tenía una letra muy
bonita como se aprecia en el resumen estadístico del año 1929 que se adjunta.

En aquel citado año murieron 142 personas en Guastatoya, de las cuales llama la atención
que solo 9 eran indígenas, así como que
todas eran fieles católicas a excepción de una que profesaba la religión evangélica.
LOS ESCRITORES DEL DEPARTAMENTO DE EL PROGRESO.
Don GILBERTO MORALES OLIVA, pertenece a esa gran familia apodada Los Cuzos o
Los Jujurros, somos contemporáneos y fuimos compañeros escueleros, aquel siguió
estudios de contabilidad y trabajó muchos años en el Banco de Guatemala, ahora, ya
retirado, se dedica a rumiar con nostalgia el pasado guastatoyano que vivimos a plenitud.

Ahora que leo sus escritos retrocedo en el tiempo y


comparto con él las mismísimas experiencias, dice: "Por
falta de alumbrado público y privado las personas de aquel
tiempo, al llegar la noche, se alumbraban con candil (que
era un recipiente de hojalata compuesto de una mecha de
trapo al cual se echaba un poco de gas corriente como
combustible), dando esto lugar para que la familia pudiera
reunirse y hablar de muchas cosas. Al final terminaba uno
con la nariz negra de todo el hollín que despedía el
candil."
Esto ocurría allá por el año de 1945, cuando Guastatoya
era un pueblo, ahora es una pujante y bulliciosa ciudad...
LAS RAÍCES CONSANGUINEAS GUASTATOYANAS DE RICARDO ARJONA.

La madre del orgullo nacional, Ricardo Arjona, Doña Nohemí Morales Orozco, era
guastatoyana de pura cepa.

El padre de Doña Nohemí, era Don Chema Morales, de los Morales de Las Joyas, la madre
Doña Angelina Orozco, era de la familia de grandes militares, los Orozco, entre ellos
Pochoca.

Doña Nohemí nació y se crió en Guastatoya, era un mujerón que se distinguía por lo
atrevido, jugaba basquet bol, se subía a los palos de mango de las vegas de su papá y
montaba un brioso garañón ojo de vidrio que sacaba chispas en el empedrado de la Calle
Real. La recuerdo cuando participaba en las carreras de cintas, a caballo, en el campo de
futbol que estaba donde ahora se encuentra el nuevo mercado.

El físico de Ricardo es muy parecido al de Doña Nohemí, ella se desempeño como maestra
en la escuela de la aldea El Ishcanal de San Agustín Acasaguastlán, por esta razón el artista
fundó en dicho lugar, una escuela de música...

LA FERIA DE SANTA LUCIA:


A la feria de Santa Lucía llegaba toda la fruta de San Agustín Acasaguastlán, especialmente
zapotes y chicos, desde la subida del cementerio hasta el principio de la bajada a la iglesia,
se llenaba de lado y lado.

Por las noches siempre había pleitos porque los muchachos de la aldea no tragaban a los
muchachos del pueblo; sin embargo, no faltábamos a comer tamales y practicar tiro al
blanco., Una vez Obduio Morales, Melo Portillo, Carula y yo, ya teníamos mascada a
balinazos la pita de la que pendía una boltella de vino. Como el dependiente se dio cuenta
que ya habíamos gastado sin lograrlo, fue a revisar, la arrancó y nos la dio de premio.

Un señor moreno de Puerto Barrios, de apellido Thompson, llegaba todos los años a la feria
a poner una mesa de argollas cuando entraba la noche se puso a encender una lámpara de
gasolina que prendió fuego y en la desesperación, salió corriendo para el río con la ropa
ardiendo...

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