Está en la página 1de 3

Capitana de infantería La Encomendera: Doña María Luisa de la Espada

Doña. María Luisa de la Espada, era hija del Capitán español Alonso García de la Espada, natural de
la Villa de Monroy, del reino de España1 y de doña Francisca de Espinosa, vecina de esta ciudad,
“de quien es pública voz y fama contenía a los indios pijaos en la hacienda nombrada Chinche,
donde…se mantienen aún los vestigios de un fuerte que edificó para su defensa” i.

”Nacida en Buga en el año 1.593 siendo Gobernador de la provincia de Popayán Don Diego
Noguera. En 1.607, y a los catorce años de edad, contrajo primeras nupcias con el Capitán Diego
Lasso de la Vega, primer Alférez Real de Buga, donde ejerció tales funciones desde 1.606 hasta
1.613, año en que falleció en esa ciudad, sin dejar descendencia.

Viuda a los veinte años, casó por segunda vez con el Capitán español Benito López Mellano,
matrimonio del cual nacieron: Joaquín, que se consagro al sacerdocio y fue Cura y Vicario de las
parroquias de Buga y de Cali; Doña Ana, Doña Manuela y Doña Francisca López de la Espada.
Fueron sus hermanos: Don Alonso, miembro del Cabildo de Buga durante varios periodos; Doña
Micaela, casada con el señor Francisco Domínguez; Doña Ana María, esposa de Don Tomas
Toscano; y Doña Francisca, unida en matrimonio al Capitán Jorge de Herrera Gaitán.

Los antepasados de Doña María Luisa de la Espada eran todos de noble abolengo, vinculados a la
más rancia tradición española, con brillante raigambre en las luchas centenarias contra los moros,

1 Archivo Histórico de Buga, Mortuorias, Alonso García de la Espada, 1601. Tascón, Conquista.
en las guerras de Italia y en las conquistas americanas. Heredó de sus padres valiosas encomiendas
indígenas, comprendidas en el Municipio de Yotoco de la banda occidental del Cauca, y en todo lo
que abarca los actuales municipios de San Pedro hasta Caloto, del Valle y del Cauca; latifundio que
posteriormente fue aumentado por compras y por donaciones del Rey.

En la región del Valle del Cauca la Encomendera propiamente en sus propiedades mantenía
mayordomos o corregidores, quienes le llevaban constantemente los informes relacionados con la
marcha de los predios a ellos encomendados y le rendían las cuentas respectivas.

Amante a los caballos amazona en su briosa cabalgadura, recorría del uno al otro confín los
extensos fundos de su propiedad, inspeccionándolos e impartiendo órdenes a los mayordomos,
como una Encomendera; por lo cual se le conoce con ese nombre en los anales de la Historia. Hizo
parte Doña María Luisa, de las expediciones comandadas por los capitanes Gregorio de Astigarreta
y Juan de Bocanegra, para combatir a los indios pijaos, quienes no daban reposo a los
colonizadores, destruyendo e incendiando poblaciones y arrasando las siembras y cultivos.
Lograda la pacificación, merced a la intervención del Presidente Don Juan de Borja, Doña María
Luisa se estableció en la región de Chinche; y en el pintoresco sitio de “Aují”, levanto un gran
castillo con sus respectivas torres y murallas, contra posibles ataques de los indígenas
antropófagos; de esa fortaleza aún quedan vestigios a orillas de la carretera que conducirá a
Chaparral. Allí se dedicó al laboreo de la tierra, especialmente al cultivo del trigo.

Al mismo tiempo le dedicaba mucha atención a la catequización y educación de las tribus, a las
que luego les entregaba grandes parcelas, donde pudieran construir casas y trabajar la tierra. A
finales del siglo XVII desapareció LA Doña La encomendera, asesinada por indios del servicio
doméstico, para robarle sus tesoros, según lo afirman algunos historiadores; según otros, fue
sacrificada por los indígenas Tunibios, Porque Doña Luisa le corto el cabello a una Cacica muy
hermosa que tenía a su servicio doméstico cerca de la población de Caloto; y otra versión afirma
que murió en Buga a consecuencia de antigua enfermedad. De todos modos, doña María Luisa le
imprimió a estas comarcas y la difusión de la fe católica entro los naturales moradores.

Sin embargo, antes de pasar a la historiografía sobre América Latina relativa a la encomenderas,
se hace una breve alusión a los estudios sobre las mujeres mencionados hasta aquí.
En ninguno de ellos están planteadas las encomenderas como sujetos históricos, aunque sus
temáticas muestran las relaciones sociales, económicas y culturales del mundo medieval al que
pertenecieron las encomenderas.
En efecto, las menciones a las encomenderas son escasas y esporádicas, haciendo evidente,
desde luego, el vacío historiográfico sobre este problema en Colombia.

El carácter destacado que tiene este tipo de fuente legal, de un lado, se debe a la referencia que
contiene al acceso de mujeres al título de encomienda.

De otro lado, es la fuente que aparece aquí con mayor tendencia a conformar la práctica jurídica.
Esto es, la documentación extraída de archivos y colecciones diversas mencionan explícitamente
tener conocimiento del contenido de una determinada Provisión Real.
Es así como en el acápite “La sucesión de mujeres en la encomienda en la Política Indiana de don
Juan de Solórzano y Pereira”, hace alusión a unos relatos de la época que se ocupan del mismo.

Es así, entonces, que cuando se pretende reconstruir la vida de esta mujer que migra de los reinos
de España a los de las Indias y recibe por vía sucesoria la merced de la Muerte del primer esposo
que no tuvo hijos y del segundo matrimonio dejo hijos, viuda con una gran fortuna incalculable y
ala merced real de los tributos de los indígenas –el denominado título de posesión de
encomienda.

iDeclaración del doctor don Luis de Vergara, dada el 11 de junio de 1798 en Cali. AAP, legajo 8126. En la
información del comisario de caballería don Tomás Miguel de Salazar Santacruz, vecino de Pasto, para
obtener confirmación de la encomienda de Sibundoy se dice que “la dicha doña Luisa de la Espada, por su
nobleza, virtud y valor, llegó a conseguir por el superior gobierno el timbre y título de capitán
de infantería en el que conquistó, redujo y castigó la nación caribe de los indios pijaos”. AGN, Colonia,
Encomiendas, tomo XVI, f. 213r

También podría gustarte