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INDICE
INTRODUCCIÓN……....…………………..…………………............1
1 LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE
1.1 Definición……………………………...………………………..…2
3.4 Aplicación……………………………………………………..…..14
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4 IMPOSIBILIDAD DE OBTENER LA JUSTIFICACIÓN POR LAS OBRAS DE LA LEY
CONCLUSION……………………………………………………..….…….42
BIBLIOGRAFIA………………………………………………….……..…...43
INTRODUCCIÓN
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La fe se centra en Cristo, no en el hombre. Es una confianza en Cristo y en su
obra reconciliadora, y no meramente una cuestión intelectual. Acercarnos a un tema de
tal calibre, se corresponde con el poder de la fe y la pequeñez del ser humano. Es por
eso que su lectura es refrescante y tan útil, viva y real para la Iglesia, hoy en día, como
lo pudiera ser cinco siglos atrás cuando fue escrito.
Una de las ventajas de esta vida abundante es que los cristianos en problemas
podemos volver una y otra vez a la Palabra, arrodillados solos ante Dios. Allí, en voz
alta, podemos leerle al Señor, y a nosotros mismos, sus promesas. Necesitamos oírselas
decir a nuestros propios labios y escucharlas con nuestros propios oídos incrédulos.
Nos han dicho que somos unos frustrados, demasiado pecadores, incrédulos;
que estamos muy heridos, desilusionados y que otros nos rechazan, incluso el mismo
Dios, a causa de nuestros antiguos fracasos; que somos extremadamente tercos, rebeldes
y duros de corazón para lograr algún día disfrutar la vida cristiana exitosa.
¿Cuáles son las dos epístolas del apóstol Pablo que tratan más clara y
detalladamente de la justificación por la fe? ¿En qué capítulos? ¿Qué quiere decir esta
doctrina? ¿Por cuáles medios pudo Dios justificar al pecador que ponga su fe en ÉL?
¿Qué es la fe? Éstas y otras muchas preguntas nos acercan a un apasionante material de
estudio, en nuestra humilde opinión de importancia capital. Estudiémoslo.
1 LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE
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"La justicia por la cual somos justificados es imputada; La justicia por la cual somos santificados es impartida. La
primera es nuestro derecho al cielo; la segunda, nuestra idoneidad para el cielo"
E.G. .White
(Review and Herald, 4 de junio de 1895).
1.1 Definición
.- El problema en la justificación
1
Cf., TENNEY. Merrill C. Diccionario manual de la Biblia. Miami. VIDA. 1976. Pág 160
2
LACOSTE Jean-Yves. Diccionario crítico de teología. Madrid. AKAL. 2007. Pág 662
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Puesto que ésta es una idea forense, la justificación se relaciona con el concepto
de Dios como Juez. Este tema se encuentra por toda la Biblia. Abraham reconoció a
Dios como el Juez de toda la tierra, que tenía que hacer lo justo (Génesis 18:25). En el
canto de Moisés la justicia y la rectitud de Dios son reconocidas (Deuteronomio 32:4).
Pablo le llama a Dios el Juez justo (2 Timoteo 4:8). El escritor de Hebreos llama a Dios
el Juez de todos, y Santiago les recuerda a sus lectores que el Juez estaba delante de la
puerta (Santiago 5:9).3
Si Él puede ejercer esta tercera opción, entonces los puede declarar justos. Pero
cualquier justicia que un pecador posea tiene que ser auténtica, no ficticia; real no
imaginaria; aceptable por las normas de Dios, y ni aún un poquito menos que eso. Si
esto se pudiera llevar a cabo, entonces, y solamente entonces, puede El justificar.
Job expresó el problema con precisión cuando preguntó: “¿Y cómo se justificará
el hombre con Dios?” (Job 9:2).5
Dios pone en efecto esta tercera opción: Él puede transformar a los pecadores en
personas justas. ¿Cómo? Haciéndonos justicia de Dios en Cristo (2 Corintios 5:21),
constituyendo justos a los muchos (Romanos 5:19), dándoles a creyentes el don de la
justicia (v. 17). Hay pasos en el proceso, como se detalla en el pasaje central referente a
la justificación, 3:21–26. No discutiremos por razones de espacio, pero acercaremos
algunas posturas.
3
Interesante reflexión de la reforma que puede estudiarse desde la perspectiva protestante. VIDAL
César. El caso Lutero. Madrid. EDAF 2008. Pág 141
4
ANDERSON Neil. Libre de ataduras. Nashville. BETANIA 1993. Pág 36
5
MOORE M. Evangelio versus legalismo. Buenos Aires. ACES 1998. Pág 51
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El plan (Romanos 3:21). El plan de Dios para proveer la justicia necesaria se
centró en Jesucristo. Fue aparte de la ley. La construcción no lleva el artículo, lo que
indica que era aparte no sólo de la ley mosaica, de la cual no podía proveer la justicia
(Hechos 13:39), sino también de toda complicación legal. Fue manifestada (una forma
perfecta pasiva) en la encarnación de Cristo, y los efectos de esa gran intervención en la
historia continúan.
6
HARRINSON E.F. Introducción al nuevo testamento. Michigan. LIBROS desafío 1980. Pág 43
7
TRENCHARD E. Bosquejos De Doctrina Fundamental. Michigan. GRAND RAPIDS 2005. Pág 972
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Dios se ve en la venida de Cristo que obra tanto la salvación como el juicio. La justicia
es exigida al hombre para compañerismo con Dios. Ésta se obtiene primero por una fe
sencilla en Cristo, resultando en que la justicia de Dios se acredite al creyente (Ro 3:21–
22). Luego la justicia de Dios se incorpora poco a poco en la vida práctica del creyente
por el ministerio del Espíritu que habita dentro (Ro 8:4; Eze 36:26).8
La justificación es un acto judicial de Dios por medio del cual indulta a los
pecadores (las personas malvadas e impías, Romanos 4:5; 3:9–24), aceptándolos como
justos, y enderezando de manera permanente su relación con Él, de quien antes se
hallaban alejados. Esta sentencia justificante es el don divino de la justicia (Romanos
5:15–17), la concesión por parte de Dios de una categoría de aceptación, en atención a
Jesús (2 Corintios 5:21).
8
LBLA Indice De Topicos. electronic ed. La Habra, CA : Foundation Publications, Inc., 2000
9
Idem pág 198
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Dios manifestó Su voluntad al hombre en estado de inocencia de una forma
apropiada a su condición (Gn. 2:16 y 17) y, después de la Caída, no le dejó sin
testimonio, sino que le habló por medio de la naturaleza y de la conciencia, siendo ésta
la voz interna que acusa o excusa los actos del hombre (Ro. 2:14 y 15). Pero la plena
manifestación de la voluntad de Dios para con los hombres fue dada en el Sinaí, donde
Dios pronunció las diez palabras, y luego instruyó a Moisés con otros muchos
preceptos complementarios.10
El que no la cumple, muere. Cuando Moisés, al ver que Israel había quebrantado
la Ley en todos sus capítulos antes de recibirla en forma escrita, quebró las tablas de
piedra al pie del Sinaí, señaló con ello, en forma simbólica, el fracaso del hombre ante
las santas exigencias de la Ley divina (Ex. 32:19; Ro. 3:19; Gá. 3:10, etc.).
10
M. Lutero: comentarios de Martín Lutero romanos. Terrassa CLIE 1522. Pág 163
11
Idem pág 195
12
Idem pág 239
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La Escritura enfatiza uniformemente la imposibilidad de alcanzar la justificación
ante la santa ley de Dios por cualquier tipo de actividad humana. Esto se manifiesta en
la predicación de Pablo como aparece en el libro de los Hechos. El mensaje de Pablo
fue: «Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón
de pecados, y que de todos aquellos pecados de que por la ley de Moisés no pudisteis
ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree» (Hechos 13:38, 39).
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propia justicia (2 Co. 5:21). Cristo «nos ha sido hecho justificación» (1 Co. 1:30) y,
recibiéndole a Él, tenemos la justificación, y no de otra manera. La fe hace posible que
Dios nos impute (abone en cuenta) Su justicia, como en el caso de Abraham (Ro. 3:22,
26; 4:3, 5 y 22; Gá. 3:22–26, etc.). Somos justificados por la gracia de Dios, que es el
origen de la bendición (Ro. 3:24); por la sangre, que es su base (Ro. 5:9), y por la fe,
que es el medio (Ro. 5:1).13
La justicia no es una mera declaración legal de nuestra nueva posición ante Dios,
sino que es una obra vital, que supone nuestra unión espiritual con Cristo, de modo que
la justicia recibida ha de producir sus frutos en nuestra vida (Fil. 1:11). Este tema se
desarrollará bajo el epígrafe de la Santificación (capítulo 17).14
El juicio justificante de Dios parece extraño, puesto que declarar justos a los
pecadores daría la impresión de ser exactamente la acción injusta por parte del juez que
la propia ley de Dios prohíbe (Deuteronomio 25:1; Proverbios 17:15). No obstante, se
trata en realidad de un juicio justo, puesto que se basa en la justicia de Jesucristo, el cual
como “el postrer Adán” (1 Corintios 15:45), nuestro cabeza representante que actuaba a
nombre nuestro, obedeció la ley que nos ataba y soportó la retribución que debíamos
haber sufrido nosotros por nuestra impiedad; de esta forma (para usar un término
técnico medieval), “mereció” nuestra justificación. Por consiguiente, somos justamente
justificados, a partir de la justicia hecha (Romanos 3:25–26) y la justicia de Cristo, que
nos es atribuida (Romanos 5:18–19).15
13
WALVOORD, John F. ; Zuck, Roy B. ; Dallas Theological Seminary: The Bible Knowledge Commentary :
An Exposition of the Scriptures. Wheaton, IL : Victor Books, 1983-c1985
14
FOUNDATION PUBLICATIONS. INC. Anaheim, California 92816. Biblia de studio.2000
15
TOMÁS DE LA FUENTE. Claves de Interpretación Bíblica. CBP. TEXAS, TX 79914. Digital Ed.
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2. TEOLOGÍA PAULINA SOBRE LA JUSTIFICACIÓN
16
Recomendación de ésta lectura obligada para la disertación del tema. JUAN CALVINO. Comentarios
sobre la epístola a los romanos. Michigan. DESAFIO 2005.
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Pablo expresa esta verdad quizás en los términos más drásticos en Ro 4.2–7: «al
que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, la fe le es contada por justicia».
En un nivel literal, esta atrevida expresión contradice textualmente las muchas
expresiones veterotestamentarias de que Dios no justificará nunca al impío (Ex 23.7; Dt
25.1; Is 5.23). Pero en un nivel mucho más profundo esto corresponde rotundamente a
la realidad veterotestamentaria (Dt 7.7s; 9.6; 26.5; Jos 24.2; cf. Gn 18.23). Aunque la
expresión también chocara con la piedad judía del tiempo de Pablo, sigue con toda
fidelidad el ejemplo y el espíritu de Jesús, quien vino a llamar a pecadores, comía con
publicanos, los declaraba justificados y «murió por los impíos» (Ro 5.6; cf. 1.18).
17
HENRY M. Comentario Bíblico. Miami. 1999. UNILIT. Pág 875
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sacrificio de Cristo aceptado y sellado por el Padre, y confirma también su triunfo cabal
sobre el poder del → PECADO (1 Co 15.17). «¿Quién nos puede acusar?», pregunta
Pablo (Ro 8.33s), puesto que Dios es nuestro abogado defensor (cf. Is 50.8) y, puesto
que el único juez es el mismo que habiendo muerto por nosotros, resucitó triunfante e
intercede por nosotros a la diestra del Padre (cf. Ro 6.4ss) en la semejanza de su
resurrección, de modo que la justicia de la Ley se cumple ahora en nosotros los que
andamos conforme al Espíritu del que levantó a Cristo de los muertos (Ro 8.1–11).
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su
hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe
se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a
Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues,
que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también
Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los
envió por otro camino? porque como el cuerpo sin el espíritu es una cosa muerta, así
también la fe sin obras está muerta» (Santiago 2:14–26).
18
LEWIS S. Chafer. Teología sistemática vol I Pág 1120
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Casi siempre se considera la Epístola de Santiago como uno, si no el más,
temprano de los escritos del Nuevo Testamento. En verdad, no fue escrita para
responder —como alegan algunos— a la Epístola a los Romanos, la cual fue escrita
algunos años después. Nuestro Señor Jesucristo mismo predicó la justificación por la fe.
«Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado» (Juan 6:20).
El énfasis sobre la actitud del corazón —distinto al de las obras de las manos—,
como el fundamento de los fundamentos, siempre está expuesto a la falsa interpretación
de antinomismo. La Epístola de Santiago refleja una sana corrección en una etapa muy
temprana en el movimiento cristiano.19
19
MUÑOZ M. www.todaslasnaciones.org
20
GERSTNER J. Man the Saint. An Evangelical quarterly. www.logoi.org julio 1997. Pág 43
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obras es muerta (2.17, 26) y estéril (2.20); la fe coactúa en las obras que de ella nacen, y
llega a su plenitud en ellas (2.22). Santiago aun afirma tres veces que el hombre es
justificado por las obras y no solo por la fe (2.21, 24, 25). Apoya su conclusión en tres
argumentos:
Es evidente que Santiago vive una situación distinta a la de Pablo y que ataca a
un error diferente. Santiago no conoce la antítesis paulina de gracia y ley, fe y obras,
sino se enfrenta a una religiosidad teórica, e insiste en la unidad integral de fe y acción
(1.18, 22). Curiosamente, apoya su conclusión respecto a Abraham en el mismo texto
que cita Pablo (Gn 15.6), pero lo transfiere de su contexto original del nacimiento de
Isaac al momento posterior cuando la fe de Abraham «se perfeccionó» con el sacrificio
del hijo prometido (Gn 22). 21
21
“HOEMAKER Rolli pu li ó u ag ífi o estudio so re Ro a os e la revista Mi isterio adve tista”
de Julio-Agosto de 2008, conviene su lectura.
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Algunos han pretendido ver en Santiago una polémica contra Pablo, o contra un
«paulinismo distorsionado», pero otros, creyendo que Santiago se escribió antes de
Gálatas y romanos, han sospechado que en algunos pasajes de estas otras dos epístolas
Pablo corrige tácitamente a Santiago. Es más probable que los dos autores hayan escrito
de manera independiente bajo circunstancias muy diversas, contra el antecedente común
del judaísmo.22
22
TURRADO L. Biblia comentada vol VI B. Biblia comentada. Madrid. EDAF 1997. Pág 63
23
VIDAL C. El legado del cristianismo en la cultura occidental. Madrid. ESPASA 2002.
24
Vide BAKER R. Compendio de la historia cristiana. Madrid. CBP 1974
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la fe necesita tener el objeto correcto para que sea efectiva, y el objeto de la fe salvífica
es Jesucristo.25
Muy claramente, el precio pagado fue la sangre de Cristo. El costo para Él fue lo
máximo. A nosotros el beneficio nos llega gratuitamente (la misma palabra se traduce
“sin causa” en Juan 15:25), es decir, sin alguna causa en nosotros, y por lo tanto por Su
gracia. 26
La justicia de Cristo que tenemos no sólo cumple las demandas de Dios, sino
que también demanda que Dios nos justifique. Somos justos de hecho, no en ficción;
por lo tanto, el Dios santo puede permanecer justo y justificar al que cree en el Señor
Jesucristo.27
Por consiguiente, nadie puede acusar a los elegidos de Dios, puesto que en
Cristo somos justos a la vista de Dios. Y por esto es que Dios puede justificarnos.
25
TUGGY A. Léxico del griego del Nuevo Testamento. Alabama. CBP 1996
26
STEVENY G. Romanos. Desarrollo de cada capítulo de Romanos. Barcelona 2008.
27
Recomendamos las ponencias sobre éste tema desarrolladas por distintos autores. BADENAS R.
VALTUEÑA. J.A y otros. © 2008, Aula7activa-AEGUAE, de esta edición en español para todo el mundo.
Depósito Legal: B-49357-2007
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Para concluir: La justificación nos asegura la paz con Dios (Romanos 5:1).
Nuestra relación con Él es justa, legal y eterna. Esto constituye el fundamento seguro
para la paz con Dios.
28
LEWIS C. Mero cristianismo. Miami. CARIBE 1977. Pág 77-129
29
Resulta útil contrastar los términos santidad y justicia en éste diccionario de AUDI R. de Filosofía.
Madrid. AKAL 199. Pág 275
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puede tener sentido alguno de seguridad en cuanto a la gracia de Dios. Una enseñanza
así se halla muy lejana de las enseñanzas de Pablo.30
Faulkner continúa: «Una de las paradojas más reales del cristianismo es que a
menos que se observe una vida justa, no hay justificación, aunque la justificación misma
es solo por amor de Cristo y únicamente por fe. Es un “estado” más que un carácter…
lleva el sello de un concepto legal más que el de uno ético».
30
PACKER, J. I.: Teologı́a Co cisa: U a Guı́a a Las Cree cias Del Cristia is o Hist́rico. Miami, FL : UNLIT,
1998, S. 172.
31
Observemos la autoridad de entonces el comentario versado sobre el debate. SAN JERONIMO.
Comentario Bíblico Vol IV. Madrid. ECRISTIANDAD. 1972. Pág 291-312
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en los que muestra la condición caída de la especie humana —tanto de judíos como de
gentiles, y la necesidad absoluta de una justicia del corazón más que meras obras
aparentes—, concluye: «Sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están
bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque
por medio de la ley es el conocimiento del pecado» (Romanos 3:19, 20).32
Estas palabras son tan claras que casi no necesitan comentario. Si ponemos
nuestra fe en Jesucristo, entonces, completamente aparte de las buenas obras que nos
son mandadas por la ley de Dios, somos considerados y declarados «justos» en lo que
respecta al carácter santo de Dios y la ley santa de Dios.33
32
Resulta indispensable la valoración de Pablo antes de comprender Romanos. BROWN R. Introducción
al nuevo testamento vol II. Madrid. TROTA 2002. Pág 587-612
33
Idem Pág 727-758
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3.2 Romanos CAPITULO 4
34
BONHOEFFER D. El precio de la gracia. El seguimiento. Salamanca. SIGUEME 2004. Pág 47
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El apóstol se extiende en el tema de la fe firme de Abraham en Dios: «Por lo
cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se
escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser
contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor
nuestro, el cual fue entregado [a la muerte] por nuestras transgresiones, y resucitado
para [efectuar] nuestra justificación. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la
fe a esta gracia en la cual estamos firmes» (romanos 4:22–5:2a).35
3.4 Aplicación
35
BARTH K. Introducción a la teología evangélica. Salamanca. SIGUEME 2006. Pág 107-118
36
KUSS O. Cartas a los Romanos. Barcelona. HERDER 1976. Pág 41-122
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Todo el resto de la Epístola a los Romanos se basa en la doctrina de la
justificación por la fe y a partir de ella se desarrolla. Los capítulos 6, 7 y 8 constituyen
una unidad sobre el tema de la vida santa. Los que son justificados también están en
proceso de ser santificados. No hay pena legal sobre ellos (8:1). 37
La persona justificada por el poder del Espíritu, sin embargo, vivirá una vida
santa. «Así que, hermanos, deudores somos, no a la naturaleza humana caída, para que
vivamos conforme a la naturaleza humana caída; porque si vivís conforme a la
naturaleza humana caída, moriréis; mas si por el Espíritu estáis haciendo morir
continuamente los hechos del cuerpo, viviréis. Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios» (8:12–14).
Tal vez el punto culminante de la doctrina sea romanos 8:33, 34: «¿Quién
acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la
diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor
de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o
espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: Somos
contados como ovejas de matadero» [Salmos 44:22]. Antes, en todas estas cosas somos
más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que
ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por
37
Idem. Pág 163
38
BERKHOF L. Teología Sistemática. Digital. READIRIS 2010. Pág 654
39
HERTLING L. Historia de la Iglesia. Barcelona. HERDER 1989. Pág 51
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venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del
amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8:33–39).
40
Op. Cit. Léxico del Griego del Nuevo Testamento, A e ptos .
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Leemos de Elizabet, la madre de Juan el Bautista, y su esposo Zacarías que
«ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los
mandamientos y ordenanzas del Señor» (Lucas 1:6). Ciertamente esto no quiere decir
que habían alcanzado la perfección sin pecado en cuanto a las normas del Antiguo
Testamento.
Vi luego el tercer ángel [Apoc. 14: 9-11]. Dijo mi ángel acompañante: "Su obra
es terrible. Su misión es tremenda. Es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y
sellar o atar el trigo para el granero celestial. Estas cosas debieran absorber
completamente la mente y la atención". -PE 118 (1854).41
41
Hemos creído oportuno señalar algunas citas relevantes que la autora llegó a escribir a lo largo de su
vida. Trata específicamente, no obstante de la justificación por la fe en Cristo en su libro: El camino a
Cristo. WHITE G.
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“Si los adventistas, después del gran chasco de 1844, se hubieran aferrado a su
fe y hubieran ido unidos en pos de la providencia de Dios que abría el camino, y si
hubieran recibido el mensaje del tercer ángel y si lo hubieran proclamado al mundo
con el poder del Espíritu Santo, habrían visto la salvación de Dios, el Señor hubiera
obrado con poder mediante sus esfuerzos, la obra se habría terminado y Cristo habría
venido para recibir a su pueblo y darle su recompensa... No era la voluntad de Dios
que se demorara así la venida de Cristo... Durante cuarenta años, la incredulidad, la
murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo Israel en la tierra de
Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la
Canaán celestial. En ninguno de los dos casos faltaron las promesas de Dios. La
incredulidad, la mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el
profeso pueblo de Dios nos han mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos
años”. -Ev 504-505
“Me fue mostrado que la reforma de salud es una parte del mensaje del tercer
ángel, y que está tan estrechamente relacionada con él como el brazo y la mano lo
están con el cuerpo humano.” -1T 486
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las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la
realización de la obra del tercer ángel”.- PE 85 (1854).
Justicia
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Rom 6.18 Vinisteis a ser siervos de la justicia.
Rom 6.19 Vuestros miembros para servir a la justicia.
Rom 6.20 del pecado, erais libres acerca de la justicia.
Rom 8.10 mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Rom 9.28 sobre la tierra en • • • justicia y con prontitud.
Rom 9.30 que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia,
Rom 9.30 han alcanzado la justicia, es decir, la justicia •
Rom 9.30 han alcanzado la justicia, es decir, la justicia • que es por fe;
Rom 9.31 que iba tras una ley de justicia, • • • no la alcanzó.
Rom 10.3 justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, •
Rom 10.3 no se han sujetado a la justicia de Dios;
Rom 10.4 es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
Rom 10.5 la justicia que es por la ley Moisés escribe así :
Rom 10.6 Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿
Rom 10.10 justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Rom 14.17 sino justicia, • paz y gozo en el Espíritu Santo.
2 Cor 5.21 para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
2 Cor 6.7 con armas de justicia a diestra y a siniestra;
2 Cor 6.14 qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿
2 Cor 9.9 dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.
2 Cor 9.10 y aumentará los frutos de vuestra justicia,
2 Cor 11.15 justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
Gál 2.21 pues si por la ley fuese la justicia, entonces por
Gál 3.6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
Gál 3.21 la justicia fuera verdaderamente • por la ley.
Gál 5.5 aguardamos por fe la esperanza de la justicia;
Efe 4.24 creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efe 5.9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, • justicia y verdad),
Efe 6.14 la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
Fil 1.11 llenos de frutos de justicia que son * por medio de Jesucristo,
Fil 3.6 en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
Fil 3.9 no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,
Fil 3.9 de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
1 Tim 6.11 y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor,
2 Tim 2.22 y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz,
2 Tim 3.16 para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
2 Tim 4.8 la corona de justicia, la cual me dará el Señor,
Tit 3.5 no por obras • de justicia que nosotros hubiéramos
Heb 1.9 justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te
Heb 5.13 inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
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Heb 7.2 significa primeramente Rey de justicia, • y también Rey de Salem,
Heb 11.7 y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
Heb 11.33 hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon
Heb 12.11 pero después da fruto apacible de justicia a los
Sant 1.20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Sant 2.23 y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo
Sant 3.18 justicia se siembra en paz para aquellos que hacen
1 Ped 2.24 vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis
1 Ped 3.14 de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto,
2 Ped 1.1 por la justicia de nuestro Dios y Salvador •
2 Ped 2.5 a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas,
2 Ped 2.21 de la justicia, que después de haberlo conocido,
2 Ped 3.13 cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
1 Jn 2.29 sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él.
1 Jn 3.7 el que hace justicia es justo, como él es justo.
1 Jn 3.10 todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su
Apoc 19.11 Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Justificación
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TERMINOLOGÍA GRIEGA
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TERM INOLOGÍA HEBREA
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6 CONCORDANCIA DEL ANTIGUO TESTAMENTO
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Miq 7.9 haga mi justicia; él me sacará a • luz; veré su •
Eze 33.12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del
justo no lo librará • el día que se rebelare; y la impiedad del
impío no le será estorbo el • día que se volviere de su impiedad;
y el justo no podrá vivir por • su justicia el • día que pecare.
Sal 45.6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro
de tu reino.
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Sal 96.10 Decid entre las naciones: Jehová reina. También afirmó el mundo, no
será conmovido; Juzgará a los pueblos en justicia.
Mal 2.6 La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus
labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de
la iniquidad.
Deut 10.18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al
extranjero dándole pan y vestido.
2 Sam 8.15 Y reinó David sobre todo Israel; y • David administraba justicia y
equidad a todo su pueblo.
Job 36.17 Mas tú has llenado el juicio del impío, En vez de sustentar el juicio y la
justicia.
Sal 37.30 La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia.
Sal 146.7 Que hace justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos.
Jehová liberta a los cautivos;
Prov 17.23 El impío toma soborno del seno Para pervertir las sendas de la justicia.
Isa 1.21 ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de
justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.
Isa 42.3 No quebrará la caña cascada, • ni apagará • el pábilo que humeare; por
medio de la verdad traerá justicia.
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Isa 42.4 No se cansará • ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia;
y las costas esperarán • su ley.
Isa 59.8 No conocieron camino de paz, • ni hay justicia en sus caminos; sus
veredas son torcidas; • • cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz.
Isa 59.9 Por esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud;
esperamos • luz, y he aquí tinieblas; • resplandores, y andamos en
oscuridad.
Isa 59.11 Gruñimos como • osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como
• palomas; esperamos • • justicia, y no la hay; • salvación, y se alejó de
nosotros.
Jer 5.1 Recorred • las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; • buscad
en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia,
que busque verdad; y yo la perdonaré.
Jer 30.11 Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas
las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que
te castigaré con • justicia; de ninguna manera te • dejaré sin castigo.
Jer 46.28 Tú, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, porque yo estoy contigo;
porque destruiré a todas las naciones entre las cuales te he dispersado; •
pero a ti no te destruiré del todo, sino que te castigaré con • • justicia;
de ninguna manera te dejaré sin castigo.
Miq 6.8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti:
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solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte • ante tu
Dios.
Hab 1.4 Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio • • no sale según la verdad;
por cuanto el impío asedia • al justo, por eso sale torcida la justicia.
Mal 2.17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y decís: ¿En qué le
hemos cansado? En que decís: Cualquiera que hace mal agrada a •
Jehová, y en los tales • se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de •
justicia?
1 Rey 8.45 • tú oirás en los cielos • su oración y • su súplica, y les harás justicia.
Sal 35.23 Muévete y despierta para hacerme justicia, • Dios mío y Señor mío,
para defender mi causa.
Isa 51.4 Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de • mí
saldrá la ley, y mi justicia para luz de los pueblos. •
Miq 7.9 La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi
causa y haga mi justicia; él me sacará a • luz; veré su • justicia.
Sal 72.7 Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no
haya luna.
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Dan 12.3 • Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y
los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua •
eternidad.
Dan 9.24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa
ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la
iniquidad, • para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la
profecía, y ungir al Santo de los santos.
Deut 16.20 (2) La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes • la tierra que
Jehová tu Dios te da.
Job 29.14 Me vestía de justicia, y ella me cubría; Como manto y diadema era mi
rectitud.
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Sal 4.5 Ofreced sacrificios de justicia, Y confiad en Jehová.
Sal 9.8 • El juzgará al mundo con justicia, • Y a los pueblos con rectitud.
Sal 15.2 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.
Sal 17.15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando
despierte a tu semejanza.
Sal 23.3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su
nombre.
Sal 45.7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios,
el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Sal 48.10 Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la
tierra; De justicia está llena tu diestra.
Sal 65.5 Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra
salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más
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remotos confines del mar.
Sal 72.2 El juzgará a tu pueblo con justicia, Y a tus afligidos con juicio.
Sal 85.11 La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos.
Sal 85.13 La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino.
Sal 89.14 Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van
delante de tu rostro.
Sal 94.15 Sino que el juicio será vuelto a la justicia, Y en pos de ella irán todos
los rectos de corazón.
Sal 96.13 Delante de Jehová que vino; Porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al
mundo con justicia, Y a los pueblos con su verdad.
Sal 97.2 Nubes y oscuridad alrededor de él; Justicia y juicio son el cimiento de
su trono.
Sal 98.9 Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con
justicia, Y a los pueblos con rectitud.
Sal 118.19 Abridme las puertas de la justicia; Entraré por ellas, alabaré a JAH.
Sal 119.144 Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.
Sal 119.172 Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son
justicia.
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Prov 1.3 Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, • juicio y equidad;
Prov 2.9 Entonces entenderás justicia, • juicio Y equidad, y todo buen camino.
Prov 8.15 Por mí reinan los reyes, Y los príncipes determinan justicia.
Prov 12.17 El que habla verdad declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño.
Prov 31.9 Abre tu boca, juzga con justicia, Y defiende la causa del pobre y del
menesteroso.
Ecl 3.16 • Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí • impiedad; y en lugar
de la justicia, allí • iniquidad.
Isa 1.26 • Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran • •
antes; entonces te llamarán Ciudad de • justicia, Ciudad fiel.
Isa 11.4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los
mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el
espíritu de sus labios matará al impío.
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Isa 26.10 Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de
rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová.
Isa 32.1 He aquí que para justicia reinará un rey, y • príncipes presidirán en
juicio.
Isa 45.8 Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra,
y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo
Jehová lo he creado.
Isa 51.1 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la
piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde
fuisteis arrancados.
Isa 51.7 Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley.
No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis • por sus ultrajes.
Isa 59.4 No hay quien clame por la justicia, • ni quien juzgue por la verdad;
confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz
iniquidad.
Isa 61.3 a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza,
óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu
angustiado; y serán llamados árboles de • justicia, plantío de Jehová,
para gloria suya.
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Isa 64.5 Saliste al encuentro del que con alegría • hacía justicia, de los que se
acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos;
• en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; * • ¿podremos
acaso ser salvos?
Jer 11.20 Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas
la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he
expuesto • mi causa.
Jer 22.13 ¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad,
sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su
trabajo!
Jer 31.23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún dirán • esta
palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver •
sus cautivos: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte •
santo.
Jer 50.7 Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No
pecaremos, • porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia,
contra • Jehová esperanza de sus padres.
Sof 2.3 Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por
obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis
guardados en el día del enojo de Jehová.
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Job 8.6 Si fueres limpio y recto, • Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará
próspera la morada de tu justicia.
Sal 97.6 Los cielos anunciaron su justicia, Y todos los pueblos vieron su gloria.
Sal 119.123 Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.
Ecl 7.15 • • Todo esto he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece
por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
Isa 41.10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra
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de mi justicia.
Isa 51.5 Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán
a los pueblos; a mí me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su
esperanza.
Isa 58.8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto;
e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
Isa 62.1 Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que salga como • resplandor su justicia, y su salvación se
encienda como una antorcha.
Isa 62.2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te
será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.
Jer 23.6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su
nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.
Jer 33.16 En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y • • se le
llamará: Jehová, justicia nuestra.
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2 Sam 15.4 Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, • para que
viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría
justicia!
Prov 11.5 La justicia del perfecto enderezará su camino; Mas el impío por su
impiedad caerá.
Prov 11.6 La justicia de los rectos los librará; Mas los pecadores serán atrapados
en su pecado.
Eze 18.20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará • el pecado del padre,
ni el • padre llevará • el pecado del • hijo; la justicia del justo será sobre
él, y la impiedad • del impío será sobre él.
Eze 33.12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no
lo librará • el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será
estorbo el • día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir
por • su justicia el • día que pecare.
Miq 6.5 Pueblo mío, acuérdate ahora qué aconsejó Balac rey de Moab, y qué le
respondió Balaam hijo de Beor, desde • Sitim hasta • Gilgal, para que
conozcas las justicias de Jehová.
Gén 18.19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que •
guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga
venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
Deut 6.25 Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra • todos estos
mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha
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mandado.
Deut 24.13 Sin falta le devolverás • la prenda cuando el sol se ponga, para que •
pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de
Jehová tu Dios.
1 Rey 10.9 Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono
de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, • te ha puesto por
rey, para que hagas derecho y justicia.
1 Crón 18.14 • Reinó David sobre todo Israel, y • juzgaba con justicia a todo su
pueblo.
2 Crón 9.8 Bendito sea Jehová tu Dios, el cual se ha agradado de ti para ponerte
sobre su trono como rey para Jehová tu Dios; por cuanto tu Dios amó a
Israel para afirmarlo perpetuamente, por eso te ha puesto por rey sobre
ellos, para que hagas juicio y justicia.
Sal 11.7 Porque Jehová es justo, y ama la justicia; El hombre recto mirará su
rostro.
Sal 72.3 Los montes llevarán paz al pueblo, Y los collados • justicia.
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Sal 99.4 Y la gloria del rey ama el juicio; Tú confirmas la rectitud; Tú has hecho
en Jacob juicio y justicia.
Sal 103.6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen
violencia.
Sal 106.3 Dichosos los que guardan juicio, Los que hacen justicia en todo tiempo.
Prov 8.18 Las riquezas y la honra están conmigo; Riquezas duraderas, y justicia.
Prov 8.20 Por vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio,
Prov 10.2 Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de
muerte.
Prov 11.4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; Mas la justicia librará
de muerte.
Prov 11.18 El impío hace obra falsa; Mas el que siembra justicia tendrá galardón
firme.
Prov 11.19 Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para
su muerte.
Prov 15.9 Abominación es a Jehová el camino del impío; Mas él ama al que sigue
justicia.
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Prov 16.8 Mejor es lo poco con justicia Que la muchedumbre de frutos sin
derecho.
Prov 16.12 Abominación es a los reyes hacer impiedad, Porque con justicia será
afirmado el trono.
Prov 21.3 Hacer justicia y juicio es a Jehová Más agradable que sacrificio.
Prov 21.21 (2) El que sigue la justicia y la misericordia Hallará la vida, la justicia y la
honra.
Isa 1.27 Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.
Isa 5.7 Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los
hombres de Judá planta deliciosa suya. • Esperaba • juicio, y he aquí
vileza; • justicia, y he aquí clamor.
Isa 5.16 Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en • juicio, y el Dios Santo
será santificado con justicia.
Isa 10.22 Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el
remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia.
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justicia.
Isa 32.17 (2) Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y
seguridad para siempre.
Isa 33.5 Será exaltado Jehová, el cual • mora en las alturas; llenó a Sion de juicio
y de justicia.
Isa 33.15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece • la ganancia
de violencias, el que sacude sus manos para no recibir • • cohecho, el
que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que • cierra
sus ojos para no ver • cosa mala;
Isa 45.8 Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra,
y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo
Jehová lo he creado.
Isa 45.23 Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no
será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
Isa 48.1 Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, • los que
salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y
hacen memoria del Dios de Israel, mas no en verdad • ni en justicia;
Isa 54.14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no
temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.
Isa 56.1 Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está
mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse.
Isa 58.2 Que me buscan cada día, * y quieren saber mis caminos, como gente
que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios;
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me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios.
Isa 59.17 Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación
en su cabeza; • tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de
celo como de manto,
Isa 60.17 En vez de • bronce traeré oro, y por • hierro • plata, y por • madera
bronce, y en lugar de • piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y
justicia por tus opresores.
Isa 61.11 Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar
su semilla, así Jehová el Señor • hará brotar justicia y alabanza delante
de todas las naciones.
Isa 63.1 ¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste
hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el
que hablo en justicia, grande para salvar.
Jer 4.2 y jurares: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las
naciones serán benditas en él, y en él se gloriarán.
Jer 22.3 Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de
mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni
a la viuda, ni derraméis • sangre inocente en este lugar.
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Jer 22.15 ¿Reinarás, porque • te rodeas de • cedro? ¿No comió y bebió tu padre, e
hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien?
Jer 23.5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que • levantaré a David
renuevo justo, y reinará como Rey, el cual • será dichoso, y hará juicio y
justicia en la tierra.
Jer 33.15 (2) En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de
justicia, y hará juicio y justicia en la tierra.
Eze 18.5 Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia;
Eze 18.21 Mas el impío, si se apartare de todos • sus pecados que hizo, y guardare
• todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto
vivirá; no morirá.
Eze 33.16 No se le recordará ninguno de • sus pecados que había cometido; hizo
según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente.
Eze 45.9 Así ha dicho Jehová el Señor: • ¡Basta ya, • • oh príncipes de Israel!
Dejad la violencia y la rapiña. Haced • juicio y justicia; quitad vuestras
imposiciones de sobre mi pueblo, dice Jehová el Señor. •
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Dan 9.7 Tuya es, Señor, • la justicia, y nuestra la confusión de • rostro, como en
el día de hoy • • lleva todo • hombre de Judá, • • los moradores de
Jerusalén, y • todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras
adonde los has echado • a causa de su rebelión con que se rebelaron..
Amós 5.7 Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por • tierra,
Amós 5.24 Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso
arroyo.
Amós 6.12 ¿Correrán los caballos por las peñas? • ¿Ararán en ellas con • bueyes?
¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de
justicia en ajenjo?
Zac 8.8 y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y
yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia.
Mal 3.3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de
Leví, • los afinará como a oro y como a plata, y • traerán a Jehová
ofrenda en justicia.
Mal 4.2 Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en
sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la
manada.
Deut 9.4 No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de
delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer •
esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de
delante de ti.
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arroja de delante de ti, y para confirmar • la palabra que Jehová juró a
tus padres • Abraham, • Isaac y • Jacob.
Deut 9.6 Por tanto, • sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da • esta
buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.
1 Sam 26.23 Y Jehová pague a cada uno * • su justicia y • su lealtad; pues Jehová te
había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano
contra el ungido de Jehová.
1 Rey 8.32 • Tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando
al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al
justo para darle conforme a su justicia.
2 Crón 6.23 • Tú oirás desde los cielos, y actuarás, y juzgarás a tus siervos, dando la
paga al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y
justificando al justo al darle conforme a su justicia.
Job 33.26 Orará a Dios, y éste le amará, Y verá su faz con júbilo; Y restaurará al
hombre su justicia.
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Sal 22.31 Vendrán, y anunciarán su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán
que él hizo esto.
Sal 36.6 Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh
Jehová, al hombre y al animal conservas.
Sal 36.10 Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos
de corazón.
Sal 71.15 Mi boca publicará tu justicia Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.
Sal 71.16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; • Haré memoria de
tu justicia, de la tuya sola.
Sal 71.19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso. • Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?
Sal 71.24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; Por cuanto han
sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal
procuraban.
Sal 72.1 Para Salomón. Oh Dios, da tus juicios al rey, Y tu justicia al hijo del
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rey.
Sal 112.3 Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre.
Sal 112.9 Reparte, da a los pobres; Su justicia permanece para siempre; Su poder
será exaltado en gloria.
Sal 143.1 Salmo de David. Oh Jehová, oye mi oración, escucha • mis ruegos;
Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
Isa 48.18 ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz
como un • río, y tu justicia como las ondas del mar.
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Isa 51.6 Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad • abajo a la tierra; porque los
cielos serán deshechos como • humo, y la tierra se envejecerá como •
ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi
salvación será para siempre, • mi justicia no perecerá.
Isa 51.8 Porque como a vestidura los comerá polilla, • como a lana los comerá
gusano; pero mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salvación..
Isa 56.1 Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está
mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse.
Isa 59.16 Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se
interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia.
Isa 64.6 Si bien todos nosotros somos como • suciedad, y todas nuestras
justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la
hoja, y nuestras maldades nos llevaron como • viento.
Jer 51.10 Jehová sacó a luz nuestras justicias; venid, y contemos en Sion • la obra
de Jehová nuestro Dios.
Eze 14.14 Si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job,
ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Jehová
el Señor. •
Eze 14.20 y estuviesen en medio de ella Noé, Daniel y Job, vivo yo, dice Jehová el
Señor, • no librarían a hijo ni a hija; ellos por su justicia librarían
solamente sus propias vidas.
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Eze 18.24 Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere
conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, • ¿vivirá él?
Ninguna de las • justicias • que hizo • le serán tenidas en cuenta; por su
rebelión con que prevaricó, y por el pecado • que cometió, por ello
morirá.
Dan 9.16 Oh Señor, • conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira
y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa
de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu
pueblo son el • oprobio de todos en derredor nuestro.
Dan 9.18 Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras
desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque
no elevamos • nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias,
sino en tus • muchas misericordias.
Miq 7.9 La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi
causa y haga mi justicia; él me sacará a • luz; veré su • justicia.
Dan 4.27 Por tanto, oh rey, acepta • • mi consejo: • tus pecados redime con
justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los
oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad.
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Isa 1.17 Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced
justicia al huérfano, amparad a la viuda.
CONCLUSION
Los creyentes son liberados del poder de la ley, que los condena por los pecados
cometidos por ellos, y son librados del poder de la ley que incita y provoca al pecado
que habita en ellos. Entienda esto, no de la ley como regla, sino como pacto de obras.
En profesión y privilegio estamos bajo un pacto de gracia, y no bajo un pacto de
obras; bajo el evangelio de Cristo, no bajo la ley de Moisés. La diferencia se plantea con
el símil o figura de estar casado con un segundo marido. El segundo matrimonio es con
Cristo. Por la muerte somos liberados de la obligación a la ley en cuanto al pacto, como
la esposa lo es de sus votos para el primer marido. En nuestro creer poderosa y
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eficazmente estamos muertos para la ley, y no tenemos más relación con ella que el
siervo muerto, liberado de su amo, la tiene con el yugo de su amo.
El día en que creímos es el día en que somos unidos al Señor Jesús. Entramos
en una vida de dependencia de Él y de deber para con Él. Las buenas obras son por la
unión con Cristo; como el fruto de la vid es el producto de estar en unión con sus raíces,
no hay fruto para Dios hasta que estemos unidos con Cristo. La ley, y los esfuerzos más
grandes de uno bajo la ley, aun en la carne, bajo el poder de principios corruptos, no
pueden enderezar el corazón en cuanto al amor de Dios, ni derrotar las lujurias
mundanas, o dar verdad y sinceridad en las partes internas, ni nada que venga por el
poder especialmente santificador del Espíritu Santo.
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