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TOPOLOGIA Y PSICOANALISIS: GOCE Y COMPACIDAD

“Nos topamos con algunas dificultades para hacer entender en ​un medio infatuado
del más increíble ilogismo​ lo que supone el hecho de interrogar al inconsciente como
lo hacemos”1

INTRODUCCION
Habiendo pasado casi cuarenta años del fallecimiento de Lacan, el acceso a su enseñanza
se encuentra dificultado al menos por dos grandes obstáculos. Por un lado la incompleta
publicación de los Seminarios por parte de poseedores de sus derechos intelectuales y por
otro la profunda alteración textual producida en el establecimiento de los mismos. Quien
dude de ello, no tiene más que comparar cualquiera de las versiones establecidas del
Seminario con las transcripciones a partir de audios y transcripciones taquigráficas
disponibles en ​http://staferla.free.fr​ o con la titánica revisión comparativa llevada a cabo por
Ricardo Rodriguez Ponte2 en su edición crítica de - lamentablemente- sólo algunos
seminarios.

Tal vez en parte por lo deficitario e incompleto del establecimiento de su obra, o por lo que
algunos autores sostienen como una reinterpretación teórica llevada a cabo por sus
herederos3, lo cierto es que el valor fundamental de los modelos formales utilizados por
Lacan en su enseñanza ha sido bastante poco estudiado.

La introducción de la topología al psicoanálisis llevada a cabo por Jacques Lacan a lo largo


de su enseñanza forma parte de un proyecto màs amplio dedicado a la articulación de una
enorme variedad de disciplinas formales4 a conceptos psicoanalìticos.
Creo que no sería exagerado afirmar que el abordaje lògico-matemàtico ha sido uno de los
mayores aportes al psicoanálisis por Jacques Lacan

USO METAFORICO O USO ESTRUCTURAL DEL MODELO EN LACAN

“Pues el estructuralismo ¿es o no es lo que nos permite plantear nuestra experiencia como
el campo donde "eso" habla? Si es así, "la distancia a la experiencia" de la estructura se
desvanece, puesto que ésta opera en ella no como modelo teórico, sino como la máquina
original que pone en ella en escena al sujeto”5

“La diferencia que hay entre la metáfora y la estructura, es que la metáfora está justificada
por la estructura”6

1
LACAN, J (1990). Escritos Tomo 2. Subversión del Sujeto y Dialéctica del deseo en Psicoanálisis.
Siglo XXI, Buenos Aires, pg 757. El subrayado es mío.
2
Para la Escuela Freudiana de Buenos Aires
3
EIDELSZTEIN, A (2016). Otro Lacan. Letra Viva, Buenos Aires
4
tales como matemática, álgebra, lógica, teoría de conjuntos, geometría proyectiva, teoría de nudos,
teoría del campo, teoría de los números, entre otras
5
LACAN, J (1990). Escritos Tomo 2. Observaciones al informe de Daniel Lagache. Siglo XXI,
Buenos Aires, pg 619
6
LACAN, J. Seminario XXIV, clase 5
La primera pregunta a la que se confronta un psicoanalista que aborda la topología
psicoanalítica es, ¿qué aporta la topología a al psicoanálisis?.
A priori considero que el aporte siempre apunta a entender mejor un problema o un
concepto.
En general hay dos grandes tipos de concepciones de la topología psicoanalítica.
Por un lado los que la utilizan como una metáfora, fundando su valor en la “representación”
de algún concepto o problema, sin demasiada exigencia lógica en su articulación. En
general este uso de la topología termina siendo bastante pobre, en la medida que muchas
veces complejiza la explicación sin aportar mucho entendimiento. En algún sentido es un
uso poético de la topología donde uno no termina de entender cual es el aporte específico
de la misma.

Por otro lado hay autores que abordan la topología desde una perspectiva estructural7,
interpretando las exigencias lógicas del modelo utilizado.
Desde esta perspectiva la potencia del modelo se restringe a su capacidad de explicar
mejor algún tipo de problema o concepto, y en un determinado aspecto. En el uso
metafórico de la topología se la usa de manera ejemplar o para explicar todo, en el uso
estructural el alcance está circunscripto a cierto aspecto del modelo relevante para justificar
un replanteo conceptual novedoso y a su vez demostrar una diferencia crítica con el
concepto previo. Por ejemplo esto se ve claramente en la topología moebiana que Lacan
propone como modelo para su noción de Sujeto cuya característica de superficie abierta, lo
que implica no sólo una profunda reformulación de la noción adentro/afuera para lo
psíquico sino que su vez es una profunda crìtica al huevo freudiano de la segunda tòpica.
Una de las principales cuestiones a considerar respecto del uso que da Lacan a los
modelos topológicos implican su vínculo fundamental con el concepto de estructura.
Mientras que metáfora es de índole imaginaria, de algún modo evocativa, la estructura es
estrictamente lógica y abstracta, esto es despojada de cualquier atributo imaginario.
Propongo que el uso estructural de la topología aplicada al psicoanálisis se basa en su
utilización como modelo, en sentido científico.

El gran paso dado por la ciencia, y la profunda transformación del orden de la verdad y el
saber originadas en la invención cartesiana del cogito8 implican una reformulación de la idea
de realidad como revelación trascendente de un saber divino, por un nuevo orden de
realidad fundado en la argumentación racional. Esta mutación ontológica como la llama
Koyré9 produce una transformación estructural del saber y la verdad. Descartes propone
fundar el mundo sostenido en una duda que exige fundamentos lógicos. La ciencia
encuentra en las matemáticas la posibilidad de dar cuenta del fundamento lógico del
mundo. Descartes usa la letra matemática para algebrizar la geometría, una fórmula de
letras abstractas permite concebir una representación gráfica infinita. La fórmula simbólica
(y=x2) funciona como máquina lógica capaz de representar un imaginario gráfico infinito.
El concepto de modelo es esencial a esta concepción de saber en la que se sostiene la
ciencia. Es el tipo de “argumento” científico aceptado como fundamento del saber.

7
EIDELSZTEIN, A Topología Psicoanalítica. Letra Viva, Buenos Aires
8
KRYMKIEWICZ, M El cogito cartesiano y la alteración del saber y la verdad. El Rey Esta desnudo
N°2
9
KOYRE, A Estudios de historia del pensamiento científico. Siglo XXI. Buenos Aires
Un modelo es un sistema lógico, que funciona como fundamento del orden de realidad al
que se articula. Considero que esta la razón por la cual Lacan homologa el Sujeto de la
ciencia al del psicoanálisis, dado que es el mismo sujeto en tanto fundamento racional de la
realidad.

La noción de modelo en epistemología se utiliza de dos maneras diferentes.


Por un lado los llamados “modelos formales” en algún sentido más robustos lógicamente
Se apoyan en sistemas axiomáticos que a partir de postulados iniciales y por una estricta
aplicación de la lógica y la matemática se derivan los teoremas del sistema. Estos sistemas
axiomáticos, dada su naturaleza lógica, son de carácter puramente abstracto y su valor
radica en su rigurosidad sintáctica (lógica) y carecen de valor de verdad. La letra
matemática articulada lógicamente carece de referente semántico por eso su valor radica en
su rigurosidad sintáctica.
Lo que se denomina modelo formal es una interpretación semántica de un sistema
axiomático. Es la aplicación de un sistema axiomático como modelo para explicar un hecho
de la realidad. Las leyes universales de la física son el mejor ejemplo.
Considero que no es este el uso que hace Lacan de sus modelos, Lacan no busca
formalizar el psicoanálisis.

Otra acepción de la noción científica de modelo, y que considero perfectamente aplicable al


uso que hace Lacan es el que Olimpia Lombardi denomina “modelo fáctico”, que se utiliza
de apoyo lógico para la “Postulación de entidades ideales, donde se representan ciertos
elementos del (sistema real)10 por medio de entidades abstractas, generalmente de carácter
matemático o geométrico a fin de facilitar la descripción del fenómeno de interés”11.
En el caso de Lacan “el sistema real” debe entenderse como aquellos conceptos que hacen
al orden de realidad del discurso psicoanalítico. Considero que uno de los mayores aportes
de Lacan fue aportar un poderoso fundamento lógico a los principales conceptos
psicoanalíticos y tal vez ese haya sido la clave de su “dar vuelta”12 a Freud.
Considero que Lacan realiza una re-fundamentación del psicoanálisis articulándolo al
funcionamiento simbólico del lenguaje de fuerte inspiración Levystraussiana13 aunque con
una concepción diferente de la noción de estructura.

DESEO Y GOCE, SU RELACIÓN CON EL UNO DEL SER Y EL INFINITO

10
Agregué paréntesis dado que este término es problemático y es el eje del debate realismo vs
formalismo en matematica y demasiado extenso para argumentar aquí, propongo considerar
“sistema real” por “orden de realidad”.
11
LOMBARDI, O. La Noción de Modelo en Ciencias. Educación en Ciencias Vol II N°45, pg 11.
12
Retourner en español puede traducirse tanto como retorno como dar vuelta, poner al revés.
13
“La linguistique est ce par quoi la psychanalyse pourrait s’accrocher à la science.
Mais la psychanalyse n’est pas une science, c’est une pratique.
En en parlant tout à l’heure avec moi, ​M. Quine m’a posé la question de ce que je devais à Cl.
Lévi-Strauss : je lui dois beaucoup, sinon tout. Ça n’empêche pas que j’ai de la structure une tout
autre notion que la sienne​.” Lacan, J “Conférences dans les universités nord-américaines : le 2
décembre 1975 au Massachusetts Institute of Technology, parue dans Scilicet, 1975, n° 6-7, pp.
53-63” Disponible en http://ecole-lacanienne.net/es/bibliolacan/pas-tout-lacan-3/ pg. 1716. El
subrayado es mío. Los que creen en el ultimísimo Lacan suelen eludir cualquier discusión basada en
estas referencias.
“Ahí donde está el ser, está la exigencia de la infinitud”14
“Hay del Uno, es de eso que soportado mi discurso del año pasado (...) el deseo nos
conduce a ver la falla que demuestra que el Uno no se sostiene más que de la esencia del
significante. Si he interrogado a Frege al comienzo, es para intentar demostrar la oquedad15
que hay entre este Uno y algo que sostiene el Ser y (la oquedad) detrás del Ser al goce”16.

Lo que Lacan refiere como “Il’ya de l’Un” (Hay del Uno) puede leerse como la tesis de que lo
que existe es esencialmente un hecho de discurso. El Hay del Uno es el modo en el cual el
significante engendra realidad y ser.

Para Lacan el modelo de la génesis de la existencia significante y fundamento de la relación


al Otro en el orden significante es el de la articulación concurrente de las operaciones
lógicas denominadas “alienación” y “separación”. Este modelo permite concebir el
advenimiento de la existencia a partir del agujero o vacío que produce lo que Lacan
conceptualiza como “alienación” y que modeliza en función del operador lógico “unión” de la
teoría de conjuntos. La unión de dos conjuntos que comparten algún elemento A={1,2,3} y
B= {3,4}, se expresa en un nuevo conjunto (A⋃B) = {1,2,3,4}. Lacan utiliza esta propiedad
de la teoría de conjuntos para dar cuenta de la falta en ser inherente a la operatoria del
significante que engendra la existencia en el campo del Otro. En el ejemplo, el elemento “3”
que pertenece a la unión de A y B, no permite diferenciar el “3” de A, del “3” de B.
El advenimiento a la existencia significante en el campo del Otro es causa de una pérdida
originaria de Ser que requiere de otra operación en relación al Otro para posibilitar algún
orden de existencia. Esta operación es denominada por Lacan “separación” y se presenta
bajo el modelo del otro operador fundamental de la teoría de conjuntos llamado
“intersección”. Siguiendo el ejemplo antes utilizado la intersección de A y B es justamente el
elemento que comparten ambos conjuntos (A ∩ B) = {3}. Lacan propone que el
advenimiento a la existencia significante originada en una falta en Ser en la alienación,
requiere articularse a una falta del Otro en la “separación”17 como posibilidad de hacer Uno
del Ser. La separación es concebida por Lacan como la intersección de dos faltas, donde la
falta en Ser, se articula a la falta del Otro.
En resumen, el Ser que adviene en el orden significante está ligado al Otro inexorablemente
de dos maneras. Por un lado como causa de su falta en tanto su existencia adviene en el
punto de unificación que produce el Otro tal como se presenta en el modelo de la
“alienación”. Pero también queda ligado al Otro en la medida que el único acceso posible a
la existencia significante es a partir de una intersección de su falta en Ser con la falta del
Otro, tal como se presenta en el modelo de la “separación”.

14
LACAN, J (inédito) Seminario XX. Version crítica de Ricardo Rodriguez Ponte para la EFBA 21
15
Término con el que traduzco “béance”, siguiendo las sugerencias de GARATE & MARINAS (2003)
Lacan en Español (Breviario de Lectura). Editorial Biblioteca Nueva, Madrid.
16
“ Y a d'l'Un », c'est de ça que j'ai supporté mon discours de l'année dernière, et certes pas pour
confluer dans cette confusion originelle… celle du désir qui ne conduit qu'à la visée de la faille où se
démontre que l'Un ne tient que de l'essence du signifiant. Si j'ai interrogé FREGE au départ c'est pour
tenter de démontrer la béance qu'il y a, de cet Un à quelque chose qui tient à l'être, et derrière l'être à
la jouissance.” LACAN, J (inédito) Seminario XX. Disponible en ​http://staferla.free.fr.​Traducción
propia.
17
Es por eso que Lacan propone entender la separación como un parirse.
Francois Recanati en la segunda clase del seminario XX18 presenta de un modo muy
interesante algo profundamente vinculado a las consecuencias de este modelo.
Basado en la Lingüística de Port Royal Recanati postulará que la predicación es la
operación que da cuenta del Ser a partir de la asignación de un predicado a un sujeto. “x
es…”. La escuela de Port Royal concibe a la predicación como sustancialización19. El
problema de la predicación es que si bien cada vez que se produce engendra sustancia,
esa sustancia luego a su vez podrá ser sujeto de una nueva predicación que engendrará
una nueva sustancia que disuelve la anterior. Recanati destaca que la paradoja que implica
dar cuenta del Ser desde esta perspectiva implica remitirse a todas sus predicaciones
posibles. Desde esta perspectiva el Uno como el Ser de la predicación es la convergencia
de una serie infinita de predicaciones. De ahí que la oquedad (béance) entre el ser y el Uno
se debe a que la sustancialización predicativa que hace Uno cada vez se infinitiza en
nuevas predicaciones, no obstante lo cual algo subsiste como Ser, exactamente como límite
convergente de las infinitas predicaciones.

EL UNO DEL SER DEL SENTIDO Y DE LA SENSACIÓN

Lo que plantea Recanati es que el Ser Uno del discurso es en función del límite infinito del
significado del Otro. El significado del Otro (atravesado por el deseo) es causa de la
opacidad del sentido a la que se articula la falta en Ser en la operación de “separación”. A
pesar de esta discordancia esencial a nivel del Signficado del Otro, el Ser hace Uno en el
límite infinito del sentido de todos los significados posibles.
Como presenté en otro artículo20 lejos de una supuesta continuidad con la concepción
freudiana de la satisfacción basada en el dualismo afecto-representación, el concepto de
goce de Jacques Lacan representa una profunda crítica a la teoría freudiana de los afectos.
La teoría freudiana postula dos órdenes de determinación de lo psíquico diferenciales. Por
un lado lo psíquico propiamente dicho que se lo concibe como un sistema de
representaciones y por otro lado los afectos que inciden energéticamente (como intensidad,
investidura, catexis) desde afuera del sistema representacional. El origen de esta influencia
energética siempre es remitida o al cuerpo biológico o al quimismo y su influencia siempre
es exterior al lenguaje . Ese modelo freudiano basado en el dualismo afecto-representación
es debitario de una concepción del lenguaje como “representación” de raigambre
profundamente kantiana y newtoniana21.

“Volver este goce {jouissance} posible, es lo mismo que lo que yo escribiré: yo oigo-sentido
(j'ouis-sens). Es lo mismo que oír (ouir) un sentido (sens)”22

18
LACAN, J (inédito) Seminario XX. Version crítica de Ricardo Rodriguez Ponte para la EFBA, pg 77
19
Se entiende el interés de Lacan por esta referencia, en la medida que postula a la sustancia
predicativa como el fundamento de una ontología lingüística.
20
KRYMKIEWICZ, M J’OUIS SENS, LA RAZON SEXUAL EN PSICOANÁLISIS disponible en
https://elreyestadesnudo.com.ar/wp-content/uploads/2016/05/07-J_ouis-sens-la-raz%C3%B3n-sexual
-en-psicoan%C3%A1lisis.pdf
21
KRYMKIEWICZ, M. ANTIONTOLOGIA SIGNIFICANTE
http://elreyestadesnudo.com.ar/wp-content/uploads/2018/04/08-ANTIONTOLOGIA-del-SIGNIFICANT
E.pdf
22
LACAN, J. (inédito) Seminario 23: El sínthoma. Versión Crítica de Rodriguez Ponte. Clase 4: 13 de
Enero de 1975, pg 13
El goce, entendido como tal como Lacan sugiere como “Je ouis sens” implica un profunda
reconceptualización teórica del dualismo freudiano, unificando a nivel del significante el
registro de la afectación corporal y el significado del Otro.
La idea fundamental de esta novedad teórica se basa en que tanto el “sentido” como la
“sensación” (sens en francés) son efectos de la eficacia significante.
El “oigo” del “sentir” remite al valor significante de las afectaciones corporales. Con el
concepto de goce el afecto corporal se articula estrictamente al significante en ruptura con
cualquier fundamentación biologicista23 que lo suponga causado en una exterioridad al
lenguaje.
Con el concepto de goce Lacan propone que hay otro modo unificación del Ser afectado por
su falta estructural, que no pasa por la significación, sino a nivel de la afectación sensible
del cuerpo.
Del mismo modo que Lacan concibe al Uno del Ser a nivel de la significación del Otro en
función del sentido ligado al deseo del Otro, con el concepto de goce Lacan propone un Uno
del Ser a nivel de la sensación corporal en función del goce del Otro.
Esta diferencia de la relación entre el Uno y el Ser en tanto sensación y no como sentido se
verifica en la escritura de los matemas del goce JΦ y JA que no se escriben como función
de significado (sino se escribirían J(Φ) y J(A)) y esto porque al goce no se lo concibe como
producto del significado y su relación deseo del Otro, sino como sensación corporal
vinculada al goce del Otro.

Así como a partir de la falta en Ser la existencia adviene en el límite infinito del sentido a
nivel del significado del Otro, con el concepto de goce Lacan está postulando que hay un
modo de unificación existencial a nivel del sensorio corporal.
Así como la falta en Ser de la mortificación significante puede resolverse por la función del
deseo como deseo del Otro en la dimensión del sentido (sens), el goce es otro modo de
advenimiento existencial a partir del goce del cuerpo como goce del Otro en la dimensión de
la sensación (sens).
A diferencia del advenimiento a la existencia por la vía del significado del Otro (y su relación
al deseo del Otro) a nivel del sentido , el advenimiento a la existencia por la vía del goce del
Otro se realiza a nivel de la sensación.
Dado que el goce opera en el registro de la sensación y no del sentido, el goce no se
inscribe a nivel del significado en la identificación sino que funciona a nivel de la
consistencia corporal de las sensaciones.
Lo anterior no quiere decir que el goce opere por fuera del registro significante, todo lo
contrario, es debido a su naturaleza estrictamente significante que Lacan lo define en
función del “goce del Otro”. La diferencia es que lo que da consistencia a la existencia como
significado del Otro en el sentido es muy distinto a lo que da consistencia a la existencia
como goce del Otro en la sensación.
Esta diferencia es esbozada en el seminario XX en torno a la idea de incorporación, basada
en la homofonía de “encore” (otra vez) y “encorps” (neologismo que articula “otra vez” y
“cuerpo”). Si en el registro del sentido la consistencia se organiza en la identificación, en el
registro de la sensación la consistencia se organiza en la incorporación (encorps).

23
De algún modo el poslcanismo ha reinterpretado el logicismo lacaniano del goce como un
biologicismo freudiano.
LOS DOS MODOS DEL GOCE Y SU RELACIÓN CON EL INFINITO Y EL
RECUBRIMIENTO DE UN ESPACIO COMPACTO

El modelo fáctico de compacidad que Lacan elige para conceptualizar el goce se justifica
principalmente en torno a la diferencia entre subconjuntos “abiertos” y “cerrados” y las
propiedades del “recubrimiento de un espacio compacto”.
Un ejemplo gráfico de un recubrimiento es una congregación de personas que se agrupan
en un lugar determinado, por ejemplo una manifestación política en una plaza de la ciudad.
Supongamos esa totalidad de personas como espacio compacto. Supongamos que se
desata una tormenta y las personas que tienen paraguas lo abren de modo tal que todas las
personas de la manifestación quedan bajo algún paraguas. Si se se viera desde arriba la
manifestación no se vería ninguna persona sino como un recubrimiento de paraguas. Dado
que no todas las personas llevaron paraguas, habrá debajo de cada paragua una o más
personas. Si tomamos la manifestación como espacio compacto, el recubrimiento es la
superposición de todos los subconjuntos de personas que están bajo algún paraguas.
La definición formal de recubrimiento de un espacio compacto es una superposición de
subconjuntos de elementos que forman parte del espacio, de modo tal que cubren la
totalidad del espacio.

Debido a que en el ejemplo utilizado por Lacan el espacio compacto es un segmento de la


Real, el recubrimiento se concibe como la superposición de subconjuntos de intervalos de
números que forman parte del espacio compacto. Dada la no numerabilidad24 de los
números Reales es posible construir dos tipos de subconjuntos o intervalos: Los
subconjuntos o intervalos “cerrados” incluyen a sus límites dentro del conjunto. Por ejemplo
el intervalo [0-1], cuya notación utiliza corchetes para ambos extremos, indica que se trata
de los números que van del 0 al 1 inclusive. Si en la notación del intervalo se usa
paréntesis en vez de corchetes (0-1) se da cuenta de un conjunto o intervalo “abierto”,
donde tanto el 0, como el 1 no forman parte de los elementos de ese conjunto. La
característica de abierto del subconjunto así definido radica en que no existe ningún
elemento que funcione como límite para estos conjuntos en la medida que se aproximan
infinitamente sin alcanzarlo nunca.

A continuación se grafica un recubrimiento por intervalos:

El espacio compacto es el segmento en negro que contiene todos los números reales de 1 a
0 inclusive. El intervalo rojo [0 - 0,5) es abierto en uno de sus extremos, dado que se inicia

24
Definida por la existencia de infinitos números en un intervalo de dos números por más
infinitesimalmente pequeño que sea.
en 0, que está incluido en el intervalo, pero su extremo superior no incluye al 0,5, lo que
quiere decir que infinitesimalmente se aproxima pero nunca lo alcanza. Este intervalo está
superpuesto al intervalo azul, que es un intervalo cerrado porque sus extremos están
incluidos en él, se inicia en 0,3 y termina en el 1 y ambos están incluidos. La superposición
de ambos intervalos [0 - 0,5) + [0,3 - 1] cubren la totalidad del espacio [0 - 1], justamente
porque lo recubren.

Notemos que los subconjuntos abiertos y los subconjuntos cerrados tienen una relación
diferente con su límite. Los cerrados son conjuntos “acotados”, en tanto incluyen su
elemento límite, los abiertos al no contar con el punto límite se “infinitizan” en su límite.

Uno de los principales aportes de este modelo es que da cuenta de la diferencia de los
goces en función esta diferencia: el JA (goce Otro) se caracteriza en la medida que sus
límites no puede ser establecidos, es un conjunto no acotado , de allí su relación a la
infinitud, mientras que de modo inverso el JΦ (goce fálico) es concebido por el acotamiento
finito de sus límite. Esta diferencia permite entender lo que Lacan denomina la “contabilidad”
del goce fálico, en oposición a la no acotabilidad del goce Otro.
Como se expuso previamente la falta en Ser inherente a la existencia significante se
resuelve a partir de dos modalidades diferenciales de unificación:
Por un lado a nivel del sentido del Significado del Otro, el Uno del Ser se vehiculiza a nivel
de la “identificación”, por otro lado a nivel de la sensación el Ser hace Uno como función del
goce del Otro a nivel de la satisfacción que corporiza.

Para una clarificación del concepto de goce, se requiere no sólo especificar qué es lo que
justifica la diferencia entre sus dos presentaciones, sino también qué relación guardan entre
sí. Considero que la caracterización del goce como espacio topológico compacto puede dar
una respuesta clarificadora a esta diferencia y su relación.
En principio al caracterizar al “espacio del goce”25 como topología compacta Lacan hace
referencia al goce en un sentido amplio.
La noción de recubrimiento del espacio compacto del goce a partir de cerrados y abiertos,
da cuenta que en tanto el compacto es recubierto por la superposición de dos tipos de
subconjuntos, el goce se presenta únicamente como JA o JΦ. Además, y justamente a partir
de las propiedades de los recubrimientos del compacto, Lacan da cuenta del tipo de
relación que guardan entre sí.
La definición de JA o JΦ se articulan en torno a la noción “goce del Otro”26 que debe
considerarse en su analogía con el deseo como “deseo del Otro”. En ambos casos conviene
entenderlo en el doble genitivo. Goce del otro presupone tanto gozar del cuerpo del otro,
como ser gozado por en el cuerpo propio por el otro.
El goce funciona como Uno del Ser en la medida que da consistencia al cuerpo y orienta la
relación entre los cuerpos en torno a la afectaciòn corporal (encorps).

25
LACAN, J (inédito) Seminario XX. Version crítica de Ricardo Rodriguez Ponte para la EFBA, pg 18
26
​En lo que sigue se escribirá “goce del Otro” cuando se trata del concepto que funciona para el
goce como “deseo del Otro” para la identificación. Reservaremos “goce Otro” para el concepto
matematizado JA.
Si el goce en un sentido amplio es el goce del Otro que unifica el Ser en el espacio de la
afectación sensible corporal, y puede presentarse bajo dos modalidades:
en tanto se presenta como JA, es goce del cuerpo en tanto “goce del Otro” mientras que en
tanto JΦ, goce sexual, se presenta como goce del cuerpo en tanto símbolo del “goce del
Otro”. Retengamos como esencial a la diferencia entre ambos modos de relación al goce
del Otro, en tanto que JA funciona como signo del goce del Otro y JΦ funciona como
símbolo del goce del Otro

Dice Lacan:
“Y es por esto que el superyó, tal como lo he puntualizado hace un momento con el
¡goza!, es correlato de la castración, que es el signo con el que se atavía la confesión de
que el goce del Otro, del cuerpo del otro, no se promueve más que por la infinitud”27

El superyó es el ejemplo característico del JA en tanto “goce del cuerpo como goce del
Otro”. La dimensión de infinitud radica en que el superyó como respuesta a la castración del
Otro, se articula como una exigencia de satisfacción articulada al modo de la falla del Otro
en la afectación sensible corporal y en su imposibilidad de satisfacción plena sutura muy
eficazmente la falta del Otro.
La dimensión no numerable de los conjuntos abiertos (o no acotados) se articula a este
goce en la medida que es una exigencia de gozar que no se satisface. La infinitud del
modelo en lo que respecta a la no acotaciòn de los conjuntos abiertos indica que es un goce
del que no se dispone en tanto equivalencia posible (o medida) para la satisfacciòn sexual,
tal como se caracteriza al JΦ. El goce del Otro funciona en JA como consistencia corporal
inmediata que no cuenta con una regulación inherente a la función de lìmite. Esta “infinitud”
del JA está dada porque la respuesta al estímulo corporal del Otro no está en una relación
de función de equivalencia, sino que opera como signo. Es un goce no limitado dado que
hace consistencia en el puro efecto corporal y se caracteriza como una satisfacción que se
sostiene en la imposibilidad de un valor común de todas las satisfacciones. Es por ello que
Lacan lo usará como referencia para el goce de la mujer, en tanto no-toda. Esta
“insatisfacción intrínseca” al JA, está dada por la falta de valor de una equivalencia
simbólica unificadora de la satisfacciòn del cuerpo, característica esencial del JΦ.

“El ser del cuerpo es sexuado ciertamente ¡pero esto es secundario, como se dice! y como
la experiencia lo demuestra, no es de estas huellas que depende el goce del cuerpo en
tanto que simboliza al Otro”28

En este párrafo Lacan concibe al JΦ en relación al goce del cuerpo como símbolo del Otro
al modo en el que lo define previamente29 como goce del cuerpo que simboliza el goce del
Otro.
A diferencia de JA donde el goce del Otro es causa de una satisfacción “enigmática” en la
medida que el cuerpo responde como signo, sin equivalencia posible con la satisfacción
corporal con otro, el JΦ indica que este goce funciona en función de una equivalencia
simbólica que posibilita una satisfacción que regula tanto la corporización del cuerpo sexual,

27
LACAN, J (inédito) Seminario XX. Version crítica de Ricardo Rodriguez Ponte para la EFBA, pg 15
28
LACAN, J (inédito) Seminario XX. Versión crítica de Ricardo Rodriguez Ponte para la EFBA, pg 11
29
“El goce del Otro, del cuerpo del otro, que Lo simboliza” op.cit, pg 8
como la relación al cuerpo del otro. El valor fálico de este goce garantiza su disponibilidad
para una satisfacción que funciona a modo de símbolo, de allí su valor de equivalencia,
mientras que el JA funciona a modo de signo, lo que caracteriza su discordancia esencial
con la satisfacción.
El JΦ se presenta como el goce que hace posible la relación sexual. Su caracterizaciòn
como subconjuntos acotados permite caracterizar a este goce como un goce contable, en el
sentido que organiza la satisfacciòn del cuerpo propio y al cuerpo del otro.

A nivel clínico la presentación más habitual del JA se da en torno a los fenòmenos que
Freud atribuye la pulsiòn de muerte. Se trata de tal vez el aspecto más difícilmente
articulable de la satisfacción en el análisis dado que su presencia a nivel corporal es
refractario a poder captarse como una equivalencia, presentándose como una insistencia
que empuja al fracaso de cualquier satisfacción. Este goce se articula al goce fálico en tanto
fracaso de la relación sexual como imposibilidad de una equivalencia absoluta de las
satisfacciones, a causa (conjeturo) de su naturaleza sensible.
La presentación del goce fálico da cuenta del carácter extremadamente particular que se
presentan los modos de satisfacción sexual en el hablanteser. El goce fálico organiza la
satisfacción sexual corporal como equivalencia posible del goce del cuerpo, que será
siempre fallida por esa discordancia esencial del goce que dada su naturaleza de signo
sensible, nunca se articula plenamente en su valor de intercambio.

Hay dos propiedades del recubrimiento del espacio compacto que dan cuenta de la relaciòn
que guardan entre sí JΦ y JA: los recubrimientos por conjuntos cerrados y por conjuntos
abiertos. Lacan presentará al goce, en tanto concepto unitario, desde dos “lados”
articulados entre sí. Cada lado será descrito utilizando las propiedades del recubrimiento, al
lado JΦ se lo caracterizará como un recubrimiento de cerrados y el lado JA como
recubrimiento de abiertos.

El lado JΦ Lacan lo ejemplificará en función de una propiedad topológica del recubrimiento


del espacio compacto por Intersección de cerrados.

A modo de ejemplo la recta negra es el espacio del goce y los intervalos azul y rojo son
subconjuntos cerrados en su superposiciòn ( la zona sombreada) recubren todo el espacio.

Si el espacio topológico es compacto (línea negra) es demostrable que en cualquier


superposiciòn de una cantidad finita de subconjuntos cerrados (la superposición del
subconjunto rojo con el azul) es posible encontrar infinitos subconjuntos cerrados
contenidos en esta intersección (zona sombreada).

En Lacan:
“Adelantaré aquí el término de compacidad. Nada más com​pacto que una falla, si está bien
claro que en alguna parte, está dado que la intersección de todo lo que allí se cierra,
estando admitido co​mo existente en un número finito de conjuntos, resulta de ello — es una
hipótesis — resulta de ello que la intersección existe en un nú​mero infinito. Esta es la
definición misma de la compacidad. Y esta in​ter​sec​ción de la que hablo, es la que adelanté
hace un momento como siendo lo que cubre, lo que produce el obstáculo a la relación
se​xual supuesta. A sa​ber aquello por lo que yo enuncio que lo adelantado por el discurso
analítico se sos​tiene pre​ci​sa​mente en esto, que lo que él demuestra es que su discurso no
se sos​tie​ne más que por el enunciado de que no hay, que es imposible formular la relación
sexual”30

La principal consecuencia de este modelo de goce fálico como recubrimiento de una


superposiciòn de subconjuntos cerrados está dado por las propiedades del recubrimiento
que indica que en la intersección de una cantidad finita de subconjuntos acotados, existen
infinitos subconjuntos cerrados.
Este pasaje de la finitud del recubrimiento del JΦ a lo infinito de su intersecciòn, ejemplifica
lo que Lacan destaca como el “No hay Relaciòn Sexual”, entendida como que si bien el
goce fálico funciona como equivalencia organizadora de la satisfacción, está no está
plenamente asegurada para la totalidad del espacio del goce en la medida que puede
infinitizarse en la variabilidad propia del goce fálico. Esta variabilidad está dada porque el
goce, en tanto efecto en el cuerpo, no se presenta al modo de un valor de identificación al
significado del Otro, sino como un valor de satisfacción corporal.
Con este modelo Lacan demuestra que a la Unidad del Ser que se organiza en torno a la
satisfacción del goce fálico, subyace una infinitizaciòn (del mismo goce fálico) que impide la
satisfacción sexual plena. La acepción de “rapport” como proporción indica precisamente
que no es posible una repartición complementaria de la satisfacciòn sexual de los cuerpos
organizados en torno al JΦ. A nivel clínico esta propiedad indica que cualquier análisis que
se oriente en torno a una pedadogía de la satisfacción sexual fracasará en la medida que el
goce por su naturaleza sensible no puede ser plenamente equivalente.

Al lado JA Lacan lo caracteriza a partir de la propiedad del recubrimiento del espacio


compacto por Intersección de abiertos.

La recta negra es el espacio de referencia, y los intervalos azul y rojo son el conjunto de
abiertos que cubren la totalidad del espacio de referencia.

Si un espacio topológico es compacto implica que es siempre posible encontrar un número


finito de abiertos que recubran la totalidad del espacio topológico.

“El complemento de esta hipótesis de compacidad es éste: en el mismo espacio limitado,


cerrado, supuesto instituido, el equivalente de lo que recién he avanzado de la intersección

30
LACAN, J (inédito) Seminario XX. Versión crítica de Ricardo Rodriguez Ponte para la EFBA, pg 18
que pasa de lo finito a lo infinito, es éste: es que al suponer este mismo espacio limitado,
cerrado, recubierto por conjuntos abier​tos, es decir por lo que se de​fi​ne como excluyendo su
límite, por lo que se de​fi​ne como más grande que un punto, más pequeño que otro, pero en
ningún caso i​gual ni al punto de partida ni al punto de llegada, para figurárselos
rá​pi​da​mente, el mis​mo espacio entonces, que se supone que está recubier​to de espacios
abiertos, es e​qui​va​len​te, eso se demuestra, a decir que el conjunto de esos espacios
abiertos se o​fre​ce siempre a un sub-re​cu​bri​miento de espacios abiertos, todos ellos
constituyendo u​na finitud, a saber, que la serie de dichos elementos constituye una serie
finita.”31

“Esas mujeres no-todas, tal como ellas se aislan en su ser sexuado, el cual, pues, no pasa
por el cuerpo, sino por lo que resulta una exigencia en la palabra, de una exigencia lógica, y
esto muy precisamente en cuanto que la lógica, la coherencia inscrita en el hecho de que
ex-siste el lenguaje, que está fuera de esos cuerpos que son turbados por él. El Otro con
mayúscula ahora que se encarna, si podemos decir como ser sexuado exige este ​una por
una”​ 32

Aquí se trata del Otro lado. Los subconjuntos abiertos no acotados que en una cantidad
finita pueden recubrir el espacio topológico, dan cuenta que si bien el JA en tanto
satisfacción que funciona sin equivalencia, es condición de posibilidad de su disponibilidad
como goce fálico, en la medida que pueden organizarse en función de una equivalencia
simbólica. Aquí adquiere todo su valor la idea del goce fálico como goce del cuerpo en tanto
símbolo del goce del Otro.
El ejemplo de este recubrimiento ilustra un aspecto fundamental que articula ambos goces,
en la medida que la infinitización del JA es causa de su contabilidad posible como JΦ.
A nivel clínico esta propiedad da cuenta de que es posible operar clínicamente en torno al
JA en la medida que puede “encausarse” fálicamente.
Un ejemplo clínico es el caso en el que JA se presenta bajo la forma del grito desesperado,
en tanto consistencia corporal refractaria a cualquier equivalencia, y que a lo largo de un
análisis algo de ese goce puede perderse a partir de su organización fálica, por ejemplo en
el canto. Se trata del pasaje de la voz funcionando como consistencia del goce del Otro, a la
voz funcionando como consistencia en tanto símbolo del goce del Otro, lo cual permite su
disponibilidad simbólica para la satisfacción con el semejante.

CONCLUSIONES
Lacan postula al goce como uno de los modos en el que el Ser es producido en el orden
Significante en función de una relación al Otro. A diferencia del deseo, que se se vehiculiza
en el sentido, el goce se encarna en la afectación sensible los cuerpos
Si el goce es denominado fálico la afectación corporal está organizada en relación al valor
de equivalencia que le permite funcionar como símbolo del goce del Otro. Esta
característica determina que su valor de consistencia está dado por su equivalencia que
permite una organización de la satisfacción sostenida en el goce del Otro en su valor de
símbolo.

31
LACAN, J (inédito) Seminario XX. Versión crítica de Ricardo Rodriguez Ponte para la EFBA, pg 19
32
Op.cit, pg 20-21
Por otro lado, por la propiedad compacta del recubrimiento por cerrados, a esta unificación
que posibilita el goce fálico, subyace siempre la posibilidad de infinitizarse y es en tanto tal
es que la relación sexual fracasa (pues no se hace Uno) y es por eso que el orden de las
afectaciones de los cuerpos no es ordenable complementariamente.
Por otro lado desde el goce Otro, en tanto incontable, se remite a la imposibilidad de
organizar de manera satisfactoria la satisfacción33 del goce del Otro en tanto funciona como
signo. A nivel clínico, por el recubrimiento del compacto por abiertos, se puede conjeturar
que la dimensión de infinitud de este goce, es a su vez causa y condición de posibilidad de
su ordenamiento parcial como goce fálico.
Y por otro lado dada la infinitud característica del goce funcionando como signo del goce del
Otro (y no símbolo) esta consistencia corporal será refractaria a la equivalencia con el
semejante (lo que Lacan destacará como propiedad del lado mujer), siendo que a su vez es
la posibilidad de su disponibilidad fálica, en tanto puede ser ordenado en torno a una
equivalencia simbólica posible (aunque siempre fallida) que organiza la satisfacción
corporal.
En conclusión, la aplicación del modelo de recubrimiento de compacto al goce se justifica en
tanto permite esclarecer tanto las diferencias entre los goces, como la relación que guardan
entre sí.

Martin Krymkiewicz, abril 2018

33
valga la redundancia

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