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1.- De finales del siglo II a comienzos del III la Iglesia pasa definitivamente a
ser la Iglesia universal. A pesar de diversas persecuciones, de conmociones políticas i
religiosas internas la Iglesia afianza su organización interna, las formas de culto, la vida
diaria de sus fieles i la perspectiva teológica. Esta situación le permitirá afrontar sin
miedo los retos que se le presentaran después del edicto de Milán.
5.- La teología cristiana recibió un nuevo impulso en el siglo III gracias a las
controversias internas i a los envites de los adversarios gentiles:
2
2.1.- Palestina:
2.2.- Siria:
Desde el principio la iglesia siria se esforzó por evangelizar no solo las ciudades
sino también el campo. Mientras el paganismo se mantenía en Fenicia el cristianismo
aumentaba en Damasco, Sidón y Tiro. Sobre todo en Antioquía, gracias a su obispo
Ignacio, el cristianismo ganó prestigio entre los griegos. Hacia la primera mitad del
siglo II la misión llegó a la región de Osrhoene, en Siria oriental, cuando el
judeocristiano Addai empezó a actuar en Edesa y posteriormente en Mesopotamia. Su
trabajo fue continuado por Aggai, mártir posteriormente. A fines de siglo un sínodo de
Edesa discutió la fecha de la pascua cabe pues suponer que las iglesias de la zona
estaban cohesionadas. Se supone que Taciano compuso para ellas su Diatessaron
después del 160. No está suficientemente probada la temprana conversión de la casa
real de Edesa y la elevación del cristianismo a religión oficial. Bardesanes, convertido
al cristianismo en el 179 y expulsado posteriormente por gnosticismo, señala como
característica de dichas iglesias la reunión dominical regular y el ayuno en días
determinados.
2.3.- Arabia.
2.6.- Roma:
2.7.- Italia:
2.9.- Galias:
2.10.- Germania:
2.11.- Hispania:
Proyectó hacer obligatorio en el imperio el culto del dios solar de Emesa pero no
se conoce su relación con los cristianos.
Su madre Julia Mamea parece que tenía declarada simpatía por el cristianismo.
Durante una estancia en Antioquía habló con Orígenes de cuestiones religiosas y a ella
le dedicó un tratado Hipólito de Roma. Encomendó al cristiano Julio Africano la
construcción de la biblioteca junto al Panteón. Lampridio, su biógrafo en la Historia
Augusta dice que mantuvo sus privilegios a los judíos y toleró que hubiera cristianos.
Así "Iudaeis privilegia reservavit, Christianos esse passus est ". Antes del 234 se erigió
un lugar de culto en Dura-Europos y en Roma se organizaron sin obstáculo los
cementerios cristianos.
Dice Eusebio " por resentimiento contra la familia de Alejandro -Severo-, que se
componía de numerosos fieles, suscitó una persecución ordenando que solamente
fueran eliminados los jefes de las iglesias, como culpables de la enseñanza del
Evangelio ". Parece que la persecución solo afectó a Roma donde el obispo Ponciano y
un presbítero Hipólito fueron deportados a Cerdeña y posteriormente murieron allí.
Orígenes dedicó a su amigo Ambrosio y al presbítero Protecteo su Exhortación al
martirio.
Eusebio dice " De él cuenta una tradición que, como era cristiano, quiso tomar
parte con la muchedumbre en las oraciones que se hacían en la Iglesia el día de la
última vigilia de la Pascua, pero el que presidía en aquella ocasión no le permitió entrar
sin haber hecho antes la confesión i haberse inscrito con los que se clasificaba como
pecadores y ocupaban el lugar de la penitencia, porque, si no hacía esto, nunca lo
recibiría de otra manera, a causa de los muchos cargos que se le hacían. Y se dice que al
menos obedeció con buen ánimo y demostró con obras la sinceridad y piedad de sus
disposiciones respecto del temor de Dios ". El cónsul en funciones del año 249 era con
certeza cristiano. A pesar de la simpatía del emperador por los cristianos aquel mismo
año no pudo preservar a los cristianos de Alejandría de una rebelión popular en que
muchos perdieron sus bienes, y a otros, el negarse a blasfemar les costó la vida.
El edicto general del emperador Decio del año 250 iba El texto original del
edicto no se ha conservado pero podemos reconstruirlo por las fuentes contemporáneas.
Todos los habitantes del imperio eran invitados a tomar parte en un sacrificio general a
los dioses, en una supplicatio. Se trataba de un acto de adhesión al culto pagano,
participando en una comida sagrada, libación o sacrificio, incluso reducido a su más
simple expresión, como la ofrenda de algunos granos de incienso a la estatua del
emperador, demostrando con ello el reconocimiento de la divinidad imperial,
convertida en la síntesis de la religión oficial de Roma. Con ello el sospechoso
demostraba la inutilidad de la sospecha, por fundada que fuese, que pesaba sobre él, y el
cristiano abjurando de su fe, se encontraba al mismo tiempo absuelto, en virtud de la
legislación trajana, del delito, que cesaba con su retractación.
Una novedad era la inspección exacta del cumplimiento del edicto en todo el
imperio. Una comisión controlaría la veracidad del sacrificio y expediría a cada
ciudadano un certificado o libellus en que constara que había sacrificado.
Posteriormente los libelli tenían que ser presentados a las autoridades. Los que se
habían negado a sacrificar eran encarcelados y todavía en la cárcel se intentaba
quebrantar por medio de la tortura la resistencia del confesor de la fe.
San Cipriano acusa como libellatici a los obispos Basílides de Legio y Astúrica
Augusta (León y Astorga) y Marcial de Emérita (Mérida). El primero de los cuales
compró a los magistrados un certificado de sacrificio y el segundo consintió en firmar
una declaración de apostaría. Cipriano se escondió y desde su refugio cerca de Cartago
se comunicaba epistolarmente con sus fieles encarcelados. Ofrece escasos nombres de
confesores , entre ellos a un tal Luciano, y pocos martires coronati , entre los cuales a
dieciséis que murieron de hambre en la cárcel. En Palestina fue martirizado Alejandro,
obispo de Jerusalén, y en Antioquía su obispo Babilas.
8.- TRIBONIO GALO (251-253):
1er. edicto de agosto del 257. Sólo concernía inmediatamente al clero superior,
desde los obispos a los diáconos, en el que se les ordenaba sacrificar a los dioses del
Imperio. Estaban prohibidas las celebraciones de culto cristianas y la visita a los
cementerios, pero no el culto privado. Sino se sacrificaba estaba previsto el exilio y si
se desatendian las otras prohibiciones se pensaba incluso en la muerte de los infractores.
Cipriano obispo de Cartago y Dionisio obispo de Alejandria fueron exiliados
juntamente con muchos otros obispos, sacerdotes y diáconos de África.
2º. edicto del 258. Se prescribió que los clérigos superiores que no hubiesen
obedecido fuesen ejecutados sin demora. Los laicos de alto rango serían degradados de
sus funciones i les serían confiscados sus bienes y, si este castigo no les conducía al
arrepentimiento, padecerían la pena capital. Sus mujeres perderían también sus bienes y
serían desterradas. A los empleados imperiales en Roma y provincias, los caesarini , se
los amenazó igualmente con la confiscación de sus bienes y trabajos forzados.
Fue decapitado Cipriano, obispo de Cartago; Sixto II, obispo de Roma, junto
con sus diáconos, entre ellos Lorenzo; Fructuoso, obispo de Tarragona, y sus diáconos
Augurio i Eulogio fueron quemados vivos en el anfiteatro de la ciudad el 21 de enero
del 259; probablemente también en esta época fue decapitado en Troies Patroclo.
Dionisio de Alejandría sufrió solamente exilio.
El año 259 tras la muerte de Valeriano que cayó prisionero de los persas le
sucedió su hijo Galieno que intentó reconciliarse con los cristianos. Publicó un edicto,
posiblemente del 260, donde ordenaba cesasen las persecuciones y posteriormente (v.
262) la restitución de las iglesias. Dice Eusebio: " Inmediatamente puso fin, mediante
edictos, a la persecución contra nosotros, y ordenó por un rescripto a los que presidían
la palabra que libremente ejercieran sus finciones acostumbradas. El rescripto rezaba
así: " El emperador César Publio Licinio Galieno Pío Félix Augusto, a Dionisio, Pina,
Demetrio y a los demás obispos: He mandado que el beneficio de mi don se extienda
por todo el mundo, con el fin de que se evacue los lugares sagrados y por ello también
podáis disfrutar de la regla contenida en mi rescripto, de manera que nadie pueda
molestaros. Y aquello que podáis recuperar, en la medida de lo posible, hace ya tiempo
que lo he concedido. Por lo cual , Aurelio Cirinio, que está al frente de los asuntos
supremos, mantendrá cuidadosamente la regla dada por mí ". Quede inserto aquí, para
mayor claridad, este rescripto, traducido del latín. Se conserva también, del mismo
emperador, otra ordenanza que dirigió a otros obispos y en que permite la
recuperación de los lugares llamados cementerios ".
TE MA XIX : DES AR R OLLO DE LA LITERATUR A C RIS TIANA EN
ORIEN TE DUR ANTE EL SI GLO III .
1.- INTRODUCCIÓN.
Clemente quería que, ambas obras conexas entre sí, fuesen rematadas por el
Didascalo, colofón que ofrecería una exposición sistemática de las principales doctrinas
del cristianismo.
En el bautismo recibe todo cristiano fiel al Espíritu Santo y, con El, la capacidad
de ascender de la fe sencilla a una gnosis (ciencia, conocimiento) más y más perfecta;
pero sólo asciende, de hecho, el que se esfuerza constantemente por ello, el que lucha
por una perfección cada vez mayor en su conducta. Sólo por un constante trabajo de
educación de sí mismo, penetrando cada vez más a fondo en el evangelio; sólo dentro
de la Iglesia, " la única madre virgen ", se llega a ser verdadero gnóstico y se supera así
el ideal de formación del " sabio " de la filosofía pagana, que representa desde luego un
valor digno de reconocerse, pero que no pasa del estadio preparatorio.
4.- ORÍGENES.
Orígenes nació hacia el año 185 en un hogar cristiano. Recibió una excelente
formación en las ciencias profanas que le permitió trabajar como profesor en una
escuela de gramática. La preocupación por la instrucción de gentiles en la religión
cristiana le llevó a estudiar el neoplatonismo con Ammonio Saccas, cuyo influjo fue en
él grande y permanente. Los viajes que emprendió le permitieron visitar Cesarea de
Palestina, Jerusalén, Arabia i Roma. El obispo Demetrio de Alejandría le nombró
profesor de catecúmenos y director de la escuela teológica de aquella ciudad. El 230-
231 un conflicto con dicho obispo le obligó a trasladar sus actividades a Cesarea de
Palestina. Durante la persecución de Decio confesó la fe, fue torturado y murió como
consecuencia de ello en Tiro hacia 253-254.
El deseo de lograr un texto bíblico seguro le llevó a componer las " Hexaplas ",
que, en sus columnas paralelas, ofrecían el texto original en caracteres hebreos, en
transcripción griega, las versiones de Áquila, Símmaco, los Setenta y Teodoción.
1.- INTRODUCCIÓN.
Las discusiones teológicas son sostenidas por lo general aún por griegos. Justino
escribe su apología en griego; Marción y otros polemistas trinitarios son asiáticos;
Hipólito es oriental y publica sólo en griego.
1.2.3.- Novaciano:
Con ocasión de la elección del papa Cornelio (251) que fue preferido a él
Novaciano se separó de la Iglesia y rigió una comunidad propia de cuño rigorista. Quiso
justificar su rotura con un concepto de Iglesia según el cual, en una Iglesia de los santos
no hay ni puede haber lugar para el que peca gravemente, por muy dispuesto que esté a
la expiación y a la penitencia. Un sínodo de 70 obispos presididos por Cornelio le
excomulgó a él y a sus seguidores.
1.2.4.- Tetuliano:
1.2.5.- Cipriano:
Ad donatum. narra como tras larga búsqueda logró la paz religiosa por el
bautismo.
1.- INTRODUCCIÓN.
El apologista Teófilo había incluso hallado el término "tríada " para significar
esta realidad. La cristología del Logos tenía sus fallos en cuanto subordinaba al Padre el
Hijo. Tal subordinacionismo turbaba menos la conciencia creyente, pues no se veía en
él una amenaza inmediata a la divinidad de Cristo. Si se hacía, en cambio, resaltar con
más viveza la unidad de Dios, la insistencia en la distinción del Padre i el Hijo podía
parecer inquietante. Esa teología fue denominada "monarquianismo ".
Hacia la mitad del siglo III, un doble argumento desempeñó misión importante
en esta doctrina. Los adopcianos atacaban la doctina ortodoxa como diteísta, y apelaban
luego a que ellos, como guardianes fieles de las tradiciones apostólicas, sólo enseñaban
sobre Cristo lo que siempre se había creído.
Toda teoría que separara demasiado tajantemente al Hijo o al Verbo, del Padre,
era mirada con recelo, pues de ahí podía eventualmente deducirse la existencia de dos
dioses.
Sabelio debió venir de Libia a Roma, en vida aún del papa Ceferino (199-
217). Él fue quien sistematizó la doctrina modalista. Atribuyó a la única
divinidad tres modos de obrar, de suerte que el Padre era la verdadera naturaleza divina
que, sin embargo, también se manifestaba como Hijo y Espíritu Santo; como Padre fue
Dios creador y legislado; como Hijo operó la redención y como Espíritu Santo daba la
gracia y la santificación. Sobre sus ideas sólo nos informan sus impugnadores Hipólito,
Tertuliano y Epifanio.
Hipólito atacó vivamente a los papas Ceferino (199-217) y Calixto (217-222)
por haber favorecido y hasta reconocido estas herejías. Al primero acusaba de hombre
ignorante e inculto y de haber defendió a la vez ambas tesis:
1.- Yo sólo conozco a un sólo Dios, Cristo Jesús, y ninguno fuera de Él,
que nació y padeció.
2.- No fue el Padre quien padeció, sino el Hijo.
Sin embargo parece que Ceferino lo que quería era recalcar de un lado la
divinidad de Cristo y de poner, por otro, de relieve la distinción entre el Padre y el Hijo;
sólo que para ello le faltaba una terminología adecuada. Contra Calixto afirmaba que se
habría dejado seducir por Sabelio. Sin embargo trataba también de mantener un término
medio. Contra la tendencia diteísta de Hipólito el papa afirmaba la unidad de Dios,
cuando decía que el Padre y el Hijo no son dos seres separados; contra Sabelio afirmaba
la distinción del Padre y el Logos, que existía antes de todo tiempo y se hizo hombre en
el tiempo.
Manes nació el 14 de abril del año 216 d.C. seguramente en Ctesifonte, capital
parta Seleucia. Sus padres estaban emparentados con la casa de los príncipes persas de
los Arsácidas. Su padre perteneció a la secta de los mandeos, en que la rigurosa
abstinencia de carne y vino iba unida a múltiples ritos de purificación. Manes fue
educado en esa secta. Un ángel le descubrió que estaba destinado para apóstol y heraldo
de una nueva religión universal, cuyo contenido le fue comunicado en ulteriores
revelaciones.
Emprendió un viaje a la India, donde predicó con éxito sobre todo en la región
de Beluchistán. De vuelta a Persia obtuvo el favor del rey Sapor I (241-273) quien le
permitió predicar libremente por todo el imperio de los Sasánidas. Él mismo y un grupo
numeroso de misioneros llevaron la fe hasta Egipto y las provincias orientales de Irán.
Sin embargo el rey Bahram I (274-277) desencadenó una persecución. Probablemente,
los sacerdotes de la religión zoroástrica lo acusaron de planes revolucionarios y de
herejía religiosa. Tras breve detención, Manes murió en la cárcel el año 277. Sus
seguidores llamaron a su muerte "crucifixión " señalando así el carácter martirial. Una
persecución les obligó a huir hacia occidente, la India y China donde existieron hasta el
siglo XV.
Los fieles maniqueos se reunían en sus templos para celebrar su liturgia, que
consistía en lectura de los escritos maniqueos y canto de himnos propios. Los ritos
externos son rechazados, pues en ellos actúa el hombre ligado a la materia, cuando sólo
la verdadera gnosis opera la salvación.
La controversia pascual del siglo II era una disputa no sobre el modelo sino
acerca de la fecha de la misma pascua y de la forma i duración del ayuno pascual, que
no condujo por lo pronto a una concordia, pues las dos partes creían poder apelar en pro
de su respectiva interpretación a la tradición apostólica.
Irineo supone la introducción del "passah dominical " en tiempos del papa Sisto,
a comienzos del siglo III. La distinta práctica originó polémicas y discusiones, como lo
demuestra la discusión entre Melitón de Sardes y el obispo Claudio Apolinar de
Hirápolis (hacia 170) en Asia Menor, discusión en la que intervino también Clemente
de Alejandría. Éste, en un escrito especial contra los cuartodecimanos, apelaba a la
cronología joánica, y recalcaba que Jesús, el verdadero cordero pascual, había muerto y
sido sepultado en un solo día, el de la prasceve del passah. En su réplica, Melitón
fundaba el uso cuartodecimano en la datación de los sinópticos según la cual Jesús
celebró la pascua antes de su muerte, y a ella había que atenerse también ahora.
Las fuentes del siglo III equiparan el curso de la celebración pascual en oriente y
en occidente. La fiesta se iniciaba con un ayuno rigurosamente obligatorio, que se tenía
por elemento esencial de la pascua. La duración variaba según los lugares. El centro de
la fiesta pascual era la vigilia nocturna. No era un rito familiar, con el passah judío,
sino una fiesta esencialmente comunitaria de todos los creyentes. La asistencia era
obligatoria.
Aquí hay que mencionar sobre todo el solemne bautismo, que, como elemento
nuevo, se incorpora por este tiempo a la liturgia pascual. Tertuliano habla de "dies
baptismo sollemnior ".
El siglo III presenta también el primer desarrollo del tiempo pascual, que se
convierte así, como primer ciclo festivo, en el centro de gravedad del año eclesiástico
en formación. Durante 50 días a partir de pascua se celebra la resurrección del Señor. El
carácter festivo de este Pentecostés se subraya por el hecho de que no se ayuna ni se
reza de rodillas. El día último de Pentecostés no tiene un tono festivo. En Hispania se
celebraba de manera distinta. El concilio de Elvira (300) reprueba la celebración del
tiempo pascual de 40 días e impone el día quincuagésimo. A finales del siglo III y
comienzos del IV se desarrolla la octava de pascua.
Los tres años del catecumenado terminan con un nuevo examen de los aspirantes
al bautismo, que se extiende a la conducta religiosa y moral durante todo este tiempo.
El examen se efectúa una semanas antes del bautismo ante el obispo y con la asistencia
de un fiador. La buena conducta se valora por sus buenas obras (visita a enfermos y
preocupación por las viudas). El ejemplo sublime era "haber sido encarcelado por el
nombre ). Si el catecúmeno moría en el trance sin haber recibido el bautismo, se
salvaba, pues "había sido bautizado en su propia sangre ".
El bautismo se inserta dentro del marco de impresionante vigilia que dura toda
la noche y está llena de lecciones y últimas instrucciones litúrgicas. La vigilia pascual,
sobre todo, era la que reunía el mayor número de bautizados al año; en otros casos,
cuando un motivo especial exigía nuevo día de bautismo, se señalaba la noche de un
sábado a domingo. Al amanecer, señalado por el canto del gallo, daba comienzo la
acción propiamente bautismal. Los catecúmenos dejaban sus vestidos y se limpiaban de
toda mancha, entraban en la pila o piscina bautismal, surtida por corrientes de agua
limpia. Previamente el obispo consagraba el óleo de acción de gracias y el óleo del
exorcismo. Primero eran bautizados los niños, sus padres responden por ellos, luego los
hombres y, por fin las mujeres.
· "Se leen las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas".
Sigue la homilía del presidente y las oraciones en común "por
nosotros mismos, por los recién bautizados y por todos los otros
dondequiera que se encuentren ". Acaban con el beso de paz.
· Presentación de las ofrendas ( pan y vino mezclado con agua) no
sabemos por quién. Oración del presidente, que se llama
eucharistia: en ella se hace subir al Padre del universo, en el
nombre del Hijo y del Espíritu Santo, alabanza y bendición, y le da
gracias de que se digne conceder a los fieles estos dones. Toda la
comunidad presente afirma y confirma la eucharistia del presidente
con el hebreo amén.
· Se reparten los dones eucarísticos consagrados, llamados también
eucharistia, entre los presentes y se lleva también a los ausentes. Sólo
comulgan los bautizados.
· Presentación de las ofrendas por los diáconos. Sobre ellas extiende las
manos el obispo con los presbíteros al comenzar la solemne
oración de acción de gracias, que se inicia con el diálogo entre el
mismo obispo y la comunidad reunida, tal como hasta hoy lo ha
conservado la liturgia romana.
· La acción de gracias del canon es ofrecida al Padre por medio de su
Hijo querido Jesucristo, que Él envió como salvador y redentor. Él
es la Palabra o Verbo del Padre, por quien todo ha sido creado;
tomó carne en el seno de la Virgen y nació del Espíritu Santo y de
ella. Él aceptó voluntariamente la pasión, a fin de quebrantar el
poder de la muerte y de Satán, i ha hecho manifiesta su
resurrección.
· La Iglesia sigue su ejemplo y cumple su mandato de la última cena en
este punto se citan las palabras de Cristo cuando rememora su
muerte y resurrección, ofrece al Padre el pan y el cáliz y le da
gracias porque la tiene por digna de servirle.
· El obispo sigue rogando al Padre que envíe su Espíritu Santo sobre las
ofrendas de la santa Iglesia, y llene del Espíritu Santo a todos los que
las reciban, a fin de que afirmen su fe en la verdad. El Amén de toda
la comunidad refuerza y confirma también aquí la oración del obispo.
Tertuliano conoce cristianos que poseen capas con la imagen del buen Pastor.
Clemente de Alejandría, aún con todas las reservas respecto a una representación de
Dios, propone a los cristianos de sus días algunos símbolos que pueden llevar en sus
anillos de sellar, y cita, entre otros, la paloma, el pez, la barca, el áncora y el pescador.
Hacia el 205, una inundación destruía, en la Edesa sirio oriental, también "el
templo de los cristianos ". En su comentario a Daniel cuenta Hipólito que los enemigos
de los cristianos penetran "en la casa de Dios ", precisamente cuando los fieles se
reúnen para orar. Tertulino habla de "la casa de nuestra paloma " posiblemente un
templo cristiano en Cartago. Para la segunda mitad del siglo III hay testimonios sobre
"iglesias " cristianas en Palestina y Sicilia. Eusebio señala que, antes de Diocleciano,
los antiguos lugares de culto de los cristianos fueron sustituidos por edificios más
amplios. En virtud del edicto persecutorio de Diocleciano fueron destruidos los templos
cristianos en Bitinia, Galacia, el Ponto, Tracia, África, Hispania y la Galia. Una iglesia
doméstica preconstantiniana, erigida hacia el año 232, fue excavada en Dura-Europos,
guarnición fronteriza romana a la orilla occidental de Eufrates.