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Si nos vamos por opiniones, esto es lo que dice la encuesta que realizamos en Semáforo
Delictivo:
Corrupción
Ineficacia de autoridades
Poca transparencia
Narcomenudeo
Sí, pero sólo con los delitos de alto impacto. La correlación a robos es débil o
negativa, y negativa en delitos socio-familiares.
Una vez que se posesionan de la plaza para la venta de droga, se extienden a otros delitos.
Por tanto, hay dos tipos de corrupción en la autoridad: la tradicional, de mordidas y robos
menores, y la de alto riesgo, provocada por las mafias de la droga.
https://www.forbes.com.mx/cuales-son-las-causas-de-la-violencia-en-mexico/
Sin embargo, el impacto que estas acciones tuvieron en la estadística oficial, fue
prácticamente nulo, se reconoce que es poco tiempo para el diagnóstico, pero en el
Observatorio de la Ciudad de México creemos que esa no es la vía.
Las acciones de Collins son un claro ejemplo de un problema que se ha identificado en las
policías desde finales de la década de los 70, el cual se definió como el síndrome de
“medios sobre fines”, el cual consiste en poner más énfasis en querer “demostrar” que se
está trabajando, más que en los resultados sustantivos de su trabajo.
En este sentido, una de los modelos que más orientan el trabajo policiaco hacia ese punto,
es el creado por Herman Goldstein en 1979. Este enfoque denominado como Policía
Orientada a solución de Problemas (Problem Oriented Policy -POP-), el cual se enfoca más
en lo preventivo que en lo reactivo, donde se busca que el policía sea capaz de identificar
problemas de violencia y/o delitos en su localidad, pero no sólo eso, el ideal es que el policía
tenga la capacidad para atender dichos problemas desde sus causas.
3) La policía debe tentar resolver los problemas de manera proactiva en vez de sólo reactiva
Este enfoque forzosamente requiere de una metodología basada en datos para focalizar
los esfuerzos policiales en problemas específicos, y para evaluar la efectividad de dichos
esfuerzos. La metodología más utilizada para este enfoque es la que fue diseñada por Eck
y Spellman en 1987, la cual es conocida por sus siglas en inglés como SARA y se basa en
cuatro pasos para el proceso de solución de problemas:
Hay que recordar que este es un modelo generador de soluciones por lo que estas pueden
ser tan diversas como los mismos problemas, de aquí se pueden derivar implementaciones
desde la teoría de actividades rutinarias, hasta cuestiones de georreferenciación de delitos
para el patrullaje focalizado según espacio territorial. En este sentido, una de las
posibilidades más ambiciosas va de la mano de la integración del policía en su comunidad,
de la cual este puede obtener información de primera mano.
No obstante, para que este tipo de enfoques pueda ser aplicado, se necesita que el policía
reconozca su papel en la sociedad, no sólo como un agente que hace cumplir la ley, sino
como un agente de cambio, donde los policías deben estar capacitados de tal forma que
sean capaces de identificar problemas detrás de los hechos delictivos.
Es aquí cuando donde recae la reflexión sobre qué tan lejos estamos de tener policías con
estas capacidades, qué se necesita para que el policía se sienta lo suficientemente
comprometido y reconocido por su comunidad como para tomar este rol; y qué se puede
hacer como sociedad para guiar a los policías hasta ese punto.
La próxima administración tendrá que realizar una revisión sobre modelo implementado por
Collins, esperando que después de valorar los resultados de ésta, decline sobre continuar
con modelos basados en la reacción sobre la prevención.
https://www.eluniversal.com.mx/observatorio-nacional-ciudadano/el-fin-del-modelo-
reactivo-en-la-policia-de-la-ciudad-de-mexico
LAS ESTRATEGIAS POLICIALES PROACTIVAS
La actuación policial proactiva puede ser entendida como “las estrategias de actuación
policial que tienen como uno de sus objetivos la prevención o la reducción de la delincuencia
y los desórdenes, y que no son reactivas en el sentido de prestar la atención de manera
primaria a descubrir la delincuencia que se está produciendo o investigar o responder a los
delitos una vez ya se han cometido”. Esta es la definición que se toma como referencia en
el libro Proactive Policing: Effects on Crime and Communities, publicado por las National
Academies of Sciences, Engineering and Medicine de los EE.UU. en noviembre de 2017.
El libro es el resultado de una investigación realizada por un comité científico formado por
sociólogos, criminólogos, juristas y miembros de cuerpos de seguridad que pretendía
revisar las evidencias y debatir sobre las carencias en los datos y la metodología sobre
cuatro aspectos de la actuación policial proactiva en el combate contra la delincuencia:
Para hacerlo, han establecido cuatro aproximaciones diferentes sobre la actividad policial
proactiva: basada en el espacio, de resolución de problemas, centrada en las personas y
basada en la comunidad. Cada una de estas aproximaciones tiene definidos sus propios
modelos lógicos de prevención de la delincuencia, estrategias proactivas, objetivos
primarios y vías principales para alcanzar sus objetivos, que se resumen en la siguiente
tabla:
Aproximación de Aproximación
Aproximación basada resolución de centrada en las Aproximación basada
en el espacio problemas personas en la comunidad
Utilizar una
aproximación de
orientación al problema,
que busca identificar
problemas como
Modelo lógico patrones a través de Capitalizar las fuertes
para la Capitalizar la evidencia hechos delictivos y, concentraciones de Capitalizar los recursos
prevención de de la concentración del posteriormente, delitos entre una de las comunidades para
la delito en sitios micro- identificar las causas de pequeña proporción de identificar y controlar la
delincuencia geográficos estos problemas la población criminal delincuencia
Mejorar la eficacia
Resolver problemas Prevenir y disuadir colectiva y la
recurrentes para delitos concretos colaboración de la
Objetivo Prevenir la delincuencia prevenir la delincuencia centrándose en los comunidad con la
primario en pequeños espacios futura delincuentes conocidos policía
Fuente: National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine (2017, pág. S-2)
El informe ha encontrado evidencias que, como mínimo a corto plazo, muchas prácticas de
policía proactiva tienen éxito en el objetivo de reducir la delincuencia y el desorden, sin
estropear las relaciones entre la policía y la comunidad. No obstante, algunas carencias en
la investigación realizada hacen que no se puedan valorar otras cuestiones importantes,
como la legalidad de los procedimientos policiales o las conductas discriminatorias por
motivos raciales. Tampoco se han podido comprobar los efectos de este tipo de estrategias
policiales a largo plazo o aplicadas en un ámbito mayor que el local.
https://notesdeseguretat.blog.gencat.cat/2018/01/22/las-estrategias-policiales-proactivas-
son-utiles/
¿A QUÉ CONSIDERAMOS SEGURIDAD REACTIVA?
Ejemplo:
Pero nunca podemos olvidar que, las medidas reactivas ayudan a l@s
profesionales a obtener experiencia y a aprender de sus errores.
También, ayudan a controlar las emociones en momentos de crisis y a saber
cuáles son nuestros límites tanto físicos como morales. Se podría considerar
que las medidas reactivas son Retos!!! Pero nunca debemos abusar de
ellos, porque no beneficiara nunca a la empresa ni a nosotros mismos.
Me parece que la realidad nos anuncia estruendosamente que debemos distinguir entre la
MACRO delincuencia y la MICRO delincuencia, para resolver y distribuir después las
tareas, atribuciones y competencias de las autoridades que deben afrontar a cada una de
ellas.
I. MACRO delincuencia.
Es claro que cuando adoptan acciones hostiles generan un ataque organizado en contra de
la ley, el orden y la paz en su conjunto, amenazando el presente y el futuro de todos.
II. MICRO delincuencia.
La muerte accidental de un ser querido por culpa de otro, las lesiones, el hurto, el daño en
la propiedad, entre otras cosas, son conflictos cotidianos que han sido registrados en toda
la historia de la humanidad. El derecho penal ha intervenido en ello por tres razones
fundamentales:
Para reflejar en la ley la reporbación ética de ciertas conductas que merecen castigo por sí
mismas, independientemente del arreglo que pueda haber entre las partes.
Para recluir y separar de la comunidad a los individuos antisociales que pueden repetir los
daños que han causado; es decir, excluir a los criminales de la vida cotidiana, ya sea para
confinarlos o para redimirlos según sea la versión del derecho punitivo de cada sociedad
en los diferentes episodios de la historia.
¿Cuál es la frontera entre una y otra? ¿Qué hace Micro o Macro a un delito? Seguramente,
el tamaño de la amenaza pública que representa respecto de la población en general y al
estado como su suprema autoridad territorial.
Es decir, si una persona lesiona o priva de al vida a otro en un accidente de auto ¿es por
ello un criminal? Aún más, si el chofer iba ebrio y en condiciones de total imprudencia ¿es
eso una conducta criminal? ¿Así lo queremos como sociedad democrática? ¿O sería
posible imaginar una contundente obligación de cubrir y reparar los daños al ofendido o a
sus deudos sin necesidad de prisión?
Para eso sirven los juicios orales y controversiales: para alcanzar la mejor posibilidad de
restitución o reparación al ofendido a cargo del que cometió la ofensa, incluso con algún
castigo económico o alguna consecuencia (como el cese o pérdida de licencia de conducir)
sumado al registro de un antecedente en el expediente personal que irá encareciendo y
agravando eventos similares y futuros para el ofensor.
Chile, país unitario con 17 millones de habitantes concentrados en más de una tercera parte
en la zona conurbada de Santiago. Un estado robusto que instauró una reforma judicial
enfocada hacia la población que había vivido bajo un esquema inquisitorio con jueces
militares que acusaban, investigaban y resolvían. El nuevo modelo ofreció garantías a las
personas, equidad en el proceso así como derechos y reglas inviolables que fortalecieron
la legitimidad de la impartición de justicia.
Colombia por su parte es un país que fue exitoso en su política de estabilización política y
en su estrategia contra los capos del narco. La reforma penal hacia la oralidad y el sistema
controversial vino después y hubo de adaptarse.
El narcotráfico, la confiscación de los bienes y fortunas de los capos, las extradiciones, las
medidas en contra del lavado de dinero y otras formas de afrontar las corporaciones
criminales fueron el centro de la reforma penal. Colombia instalo un modelo gestado para
la MACRO delincuencia. Al delincuente de calle se le trata legalmente como al organizado.
El legislador colombiano quería una reforma dirigida única y claramente a los delitos
mayores (MACRO) y dejaba las faltas menores (MICRO) al sistema antiguo; pero la Corte
Constitucional invalidó tal diferencia porque la consideró desigual y a partir de entonces
todos los delitos se deben tramitar con el nuevo sistema.
Colombia no estaba preparada para eso; no estaba en los planes de nadie llevar todos los
casos delictivos hacia el nuevo sistema. Me parece que eso explica en gran medida la falta
de incentivos para atender los casos menores entre los operadores (Policía, Fiscalía,
Ministerio Público y Jueces), la abrumadora carga de trabajo en relación con la
infraestructura existente, la ausencia de una política capacitadora al respecto, y el cierto
grado de desorden que se percibe entre las diversas partes que intervienen en el proceso.
La percepción social de la seguridad, la paz y el orden es, por cierto, mucho menos
favorable que en Chile.
En México debemos definir una política clara que distribuya tareas, objetivos y prioridades,
atendiendo a nuestra naturaleza federada y a nuestros graves problemas del ámbito
nacional.
La reforma penal tiene un acierto porque en sus contenidos distingue –aunque no al grado
más deseable- la Macro y la Micro delincuencia. La MACRO delincuencia tiene las
siguientes características constitucionales en México:
1. Definición:
II. El Congreso de la Unión la definirá a su único arbitrio. Antes era un asunto de cada
entidad federativa.
II. Permite hasta el doble de plazo para la detención de personas ante el Ministerio Público.
3. En el juicio:
Permite que las “pruebas anticipadas” se lleven al juicio. Es decir, que las diligencias y
actuaciones de la fase de investigación pueden ser usadas como pruebas en el juicio,
mientras que la regla general es que sólo serán pruebas las que se desahoguen en la
audiencia correspondiente. Esto se llama “permanencia de la prueba” típico principio del
sistema inquisitivo que permite al MP obtener o conseguir pruebas por su cuenta antes de
la acusación y enjuiciamiento.
4. En la ejecución de sentencia:
PLAZO
MÁXIMO DE
48 horas Hasta el doble: 96 horas.
DETENCIÓN
ANTE EL MP
Para la reclusión preventiva y la ejecución
de sentencias en materia de delincuencia
organizada se destinarán centros especiales.
Aunque este catálogo de diferencias es muy elemental y no del todo orientador para los 32 poderes
legislativos locales y para el legislador federal, es un buen punto de partida para diferenciar lo que
a cada orden de gobierno le debe corresponder a partir de los rasgos constitucionales de la micro y
la macro delincuencia que deben reflejarse en las políticas de implementación.
Jueces, procuradores, policías, estados y federación están llevando a cabo acciones para
implementar la reforma pero de manera aislada, inconexa y casi competitiva entre sí.
Falsamente esperamos un Código Federal de Procesos Penales cuando no parece que ese
sea el único instrumento normativo que solucione nuestros dilemas.
Bien podríamos pensar al menos en tres cuerpos legales que den cauce al gran cimiento y
estructura para erigir una torre de 33 pisos que albergará al sistema penal nacional:
Una Ley Federal de Delincuencia Organizada que defina con claridad la tipicidad de los
delitos que deben ser tratados como tales procurando encontrar secuencias delictivas que
provean de información a las autoridades persecutoras e investigadoras. Por ejemplo, se
debe definir el vínculo que existe entre el narcomenudeo como MICRO delito y que se define
por las cantidades de droga que parecen aplicables a una sola persona de forma aislada, y
el MACRO delito que cometen las redes de distribuidores cuando una buena labor policíaca
demuestra que existe la organización de “tres o más personas, para cometer delitos en
forma permanente o reiterada”, como dice la constitución y que podrían hacer del
narcomenudeo un asunto de competencia federal.
Un Código Nacional de Proceso Acusatorio y Oral, que establezca un marco general para
la federación y las entidades federativas, que explicite conceptos supletorios y que funcione
como estabilizador nacional. Así se ha desarrollado nuestro derecho civil y penal.
Los Códigos de Procedimientos Penales, el Federal y los 32 estatales, que regulen
expresamente por separado los procesos para la Micro y la Macro delincuencia. Estos
códigos garantizarán que cada entidad regule su propia realidad procesal, pero guardando
consistencia con referentes normativos comunes y fortaleciendo los puentes entre los
órdenes de gobierno estatales y federal.
La Micro delincuencia parece ser la misión de las policías, fiscalías, defensorías, juzgados,
tribunales, centros penitenciarios y demás instituciones de los Estados y los Municipios.
http://alfredoorellana.blogspot.com/2010/12/micro-y-macro-delincuencia-en-mexico.html