Está en la página 1de 7

LA AGRICULTURA DE PRECISIÓN: UNA PRODUCCIÓN MÁS

SOSTENIBLE Y COMPETITIVA CON VISIÓN FUTURISTA


1
F. R. Leiva, Ph. D1.

Conferencia presentada en el VIII Congreso de la Sociedad Colombiana de Fitomejoramiento y


Producción de Cultivos, Bogotá, D. C., Julio de 2003

Resumen

El manejo tradicional de la agricultura se basa en recomendaciones generales para extensiones


relativamente grandes y en los promedios estadísticos. Así, se generalizan labores para grandes
regiones geográficas, para varias especies vegetales o para suelos “tipo”, sin tener en cuenta las
especificidades propias del sitio y del cultivo. Ese manejo ha conllevado a procesos de degradación
ambiental y de ineficiencia en el uso de los recursos disponibles, trayendo consigo un desarrollo
limitado de la potencialidad del cultivo y altos costos de producción. Actualmente se requiere que la
producción agrícola minimice los impactos ecológicos negativos de sus actividades y sea
competitiva en mercados globalizados cada vez más exigentes en precios y calidades.

La agricultura de precisión (AP) parte de un concepto novedoso que busca optimizar el manejo de
la producción agrícola teniendo en cuenta la variabilidad del agroecosistema. De esta manera se
establecen estrategias para usar los insumos necesarios en la cantidad requerida, en el sitio
adecuado y en el momento oportuno. Tal y como se le conoce en Europa y USA, su desarrollo se
basa en tecnologías electrónicas, de telecomunicación y de informática y en equipo agrícola
especialmente adaptado para la aplicación diferenciada de insumos según las necesidades del
cultivo o del suelo. En países tropicales, dada la heterogeneidad de sus agroecosistemas, el concepto
de manejo de la variabilidad adquiere plena vigencia, pero se requieren adaptaciones tecnológicas
de apropiadas al medio.

En la conferencia se presentan las definiciones básicas sobre variabilidad y otros conceptos en los
cuales se fundamenta la agricultura de precisión; se analizan sus retos y requerimientos
tecnológicos; y, se discuten los aspectos económicos y ambientales que definen la contribución de
la AP al desarrollo de una agricultura sostenible y competitiva.

Introducción

La agricultura de precisión (AP) es una concepción que busca optimizar el proceso productivo a
partir del manejo de la variabilidad del agroecosistema. La AP nace de la creciente conciencia de
que el manejo tradicional de la agricultura basado en la generalización y en los promedios conlleva
a un pobre entendimiento del proceso de producción, resulta costoso y es causa de impactos
ambientales negativos (Blackmore et. al., 1995). Sus inicios se remontan a finales de los años 1980s
en Europa y USA. Más recientemente se ha tenido desarrollos incipientes en algunos países en vías
de desarrollo.

1
Profesor Asociado, Facultad de Agronomía, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. frleiva@yahoo.es
La AP permite establecer estrategias de manejo para usar los recursos necesarios en la cantidad
requerida, en el lugar adecuado y en el momento oportuno, por lo cual tiene un inmenso potencial
para mejorar la gestión de la empresa agropecuaria en aspectos ambientales y económicos. En este
sentido, la aplicación de la AP puede mejorar la sostenibilidad y la competitividad de la agricultura
colombiana.

Conceptos básicos de la agricultura de precisión (AP)

La AP se fundamenta en la variabilidad que se encuentra en todo el proceso productivo. Esa


variabilidad ha sido clasificada en: variabilidad natural, inducida, espacial y temporal. La
variabilidad natural se debe a procesos de la naturaleza, como en el caso de los diferentes tipos de
suelos, el clima, la topografía y las especies vegetales y animales. La variabilidad inducida es
aquélla debida a prácticas antrópicas, como en el caso de los diferentes niveles de conservación de
suelos, microtopografía de un lote agrícola, tipos e intensidades de compactación. En algunos casos,
esta diferenciación no es completamente clara y la variabilidad ocurre debido a interacciones
complejas entre procesos naturales y antrópicos. Tal es el caso de la fertilidad de un suelo agrícola,
la cual depende de los procesos de génesis del mismo y del manejo dado por el productor (Godwin
et. al. 2001).

La variabilidad espacial puede ocurrir dentro de una finca y aún dentro de un mismo lote, por
ejemplo diferentes contenidos de un nutriente del suelo diferencias en rendimiento de un cultivo
(Figura 1). Igualmente, se presentan cambios temporales (aún en lapsos cortos) que pueden afectar
considerablemente la producción, por ejemplo en el clima, en el contenido de humedad del suelo o
de un nutriente durante el desarrollo del cultivo.

En las entrañas mismas de la AP está la generación de información confiable, detallada y específica


por sitio para identificar, cuantificar y de ser posible encontrar las causas de la variabilidad del
agroecosistema. En el caso de la Figura 1, los rendimientos fueron obtenidos con un sensor
instalado en la cosechadora combinada. En ese lote fue posible identificar causas de la variabilidad
en los rendimientos del cultivo, a saber: problemas de plagas (babosas), de contenidos de fósforo en
el suelo, de calibración de la sembradora e incluso del sensor de la combinada (Leiva, et. al. 1997).
Sin embargo, en otros casos la explicación puede no ser evidente.

La información que se genera de manera georreferenciada comúnmente se muestra mediante el uso


de mapas “históricos”, p. ej. mapas de fertilidad de suelos, de rendimiento de cultivos (Yule et. al.,
1996). Sin embargo, actualmente está ganando aceptación el uso de sensores remotos para generar
información inmediata y así tomar decisiones concernientes a la aplicación de insumos “sobre la
marcha”. Godwin et. al. (2001) usaron esta metodología para realizar aplicaciones de nitrógeno con
base en un índice integrado de fotosíntesis y área foliar de cultivos de cereales, el cual fue generado
con una cámara digital instalada en una avioneta.

Para el manejo del cultivo bajo la concepción de AP es importante establecer los factores sobre los
cuales tenemos escaso control y aquellos sobre los cuales podemos actuar (Cuadro 1). El clima es
una de las fuentes de variación más importante en agricultura, con grandes implicaciones para la
productividad del cultivo; sin embargo, difícilmente podemos modificarlo en un cultivo en
particular, a menos que trabajemos en condiciones de invernadero.
Figura 1. Mapa de rendimientos de un cultivo de trigo en Inglaterra (las zonas oscuras
representan mayores rendimientos por sitio)

_________________________________________________________________

Cuadro 1. Grado de control sobre factores que afectan la productividad del cultivo

Escaso control Posible control


Textura del suelo Estructura del suelo pH
Clima Disponibilidad de agua Nutrientes del suelo
Topografía Nivel superficial del suelo Encharcamientos
Factores desconocidos Plagas y enfermedades Malezas

_______________________

Dadas las características de la información generada, la AP necesariamente exige una visión


sistémica que permita analizar de una manera integrada los diferentes procesos (algunos bastante
complejos y poco entendidos) y variables que afectan la producción agrícola (Zhang, 2002). Esto
impone grandes retos al propio conocimiento agronómico y a la comprensión de los fenómenos que
ocurren en el proceso productivo. P. ej. cómo se explica que en un mismo lote relativamente
homogéneo algunas zonas producen altos rendimientos, en tanto que otras producen muy poco? Es
importante notar que la AP no reemplaza la labor del profesional, por el contrario éste adquiere
mayor relevancia: una vez se genera información, el profesional se ve exigido a interpretarla
adecuadamente como guía para la toma de decisiones (Blackmore et. al., 1995).

Tecnología

La AP en países desarrollados requiere una serie de herramientas tecnológicas que incluye: sistemas
de posicionamiento geográfico (SPG) (Figura 2), equipo para recoger información (sensores locales
o remotos), sistemas de información geográfica (SIG), programas de computador para elaboración
de mapas, maquinaria y equipos para aplicación de insumos con tasas variables y computadores. La
Figura 3 ilustra una metodología para el manejo de un cultivo tipo cereal con esa tecnología. El
proceso inicia con la determinación del mapa de rendimientos del cultivo, a partir de un sensor y un
SPG localizados en la cosechadora combinada. El análisis del mapa de rendimientos, con la ayuda
de otra información generada (p. ej. Mapas de suelos, de malezas), permite construir un sistema de
soporte de decisiones (SSD), con el cual se diseña un mapa de tratamientos de acuerdo con la
variabilidad. El SSD y los mapas son procesados en computadores tanto a nivel de campo como de
oficina. El mapa de tratamientos se instala en el computador del tractor para que automáticamente
se modifique la aplicación de insumos en el equipo de aplicación (fertilizadora, sembradora o
aspersora de productos fitosanitarios).

Figura 2. Uso de sistemas de posicionamiento geográfico (SPG) mediante triangulación para


un tractor agrícola
____________________________________________________________

FIGURA 3. Manejo típico de un cultivo transitorio con técnicas de agricultura de precisión


en países desarrollados
Esta tecnología ha tenido grandes desarrollos en los últimos años, incluyendo aumentos en la
capacidad y velocidad de los computadores, perfeccionamiento de los programas de computador
(software) para la construcción de mapas y como soporte en la toma de decisiones, fabricación de
instrumentos de medición, sensores remotos y SPG de alta precisión (detección inferior a 1 metro) y
adaptaciones a los equipos agrícolas para la aplicación diferenciada de insumos en el cultivo
(Zhang, et. al. 2002). A la par con ese perfeccionamiento, en la medida en que ha sido adoptada por
un número mayor de usuarios, los costos de la misma se han venido reduciendo. Así, se ha vuelto
más atractiva tanto en países desarrollados, como en países en vías de desarrollo.

Beneficios, limitaciones y barreras

Los beneficios de la utilización de la AP pueden ser considerables en aspectos técnicos, ecológicos


y económicos. El reconocimiento y la evaluación detallada de variables en sitios específicos
posibilitan monitorear y corregir problemas identificados e incluso detectar nuevos problemas. Por
ejemplo, Godwin et. al. (2001) en un estudio de cinco (5) años para evaluar el potencial de la AP en
cereales en Inglaterra, detectaron problemas (inicialmente no contemplados en su investigación)
relacionados con encharcamientos y errores en la aplicación de fertilizantes, que representaban
limitantes importantes para el desarrollo del cultivo e incrementaban sensiblemente los costos de
producción. Esto indica que un mejor entendimiento del proceso productivo, con mayor y más
confiable información, facilita la toma de decisiones y por ende la gestión del negocio agropecuario.

Desde el punto de vista ecológico, se pueden obtener beneficios en la medida en que se haga un uso
más racional de los insumos agrícolas. Un caso típico lo representa la fertilización específica por
sitio, en la cual se aplica en el momento oportuno, la cantidad necesaria en el sitio requerido,
permitiendo que las plantas los tomen sin que éstos se pierdan en al ambiente (Auerhammer, 2001).
Sin embargo, el concepto de AP no es ambientalista per se. Esto depende de la actitud del
productor. Si el agricultor, con el fin de buscar mejores beneficios económicos, opta por aumentar
la dosis de fertilizantes, esto conlleva incrementos en el uso de energía y la posible generación de
residuos indeseables, reduciendo la posibilidad de obtener beneficios ambientales (Leiva, et. al.,
1997).

Desde el punto de vista económico, los ahorros potenciales en insumos debido a aplicaciones
precisas y el mejor desarrollo del cultivo conducen a ganancias económicas (Yule, Crooks, 1996).
Igualmente, el hecho de contar con mayor y mejor información puede tener efectos favorables
importantes sobre la economía de la producción. Una manera de visualizar esta información es
generar un mapa de ingreso neto (ingreso total menos costos totales), a partir de los mapas de
rendimientos, conociendo los costos totales del cultivo y el precio de venta del producto cosechado
(Figura 4). Sin embargo, el análisis beneficio - costo debe incluir los costos adicionales por
concepto de inversión y uso de la nueva tecnología, por el muestreo y por el cambio tecnológico.
Puede decirse que entre mayor sea la variabilidad, la aplicación de los principios de la AP resulta
más justificable tanto desde el punto de vista técnico como del económico. Leiva et. al. (1997)
encontraron en dos estudios de caso, en dos fincas en Inglaterra, que el beneficio económico de la
utilización de AP en la aplicación de agroquímicos es una función de los ahorros en insumos
(fertilizantes y plaguicidas) y de los aumentos en rendimientos del cultivo como resultado de
mejores y más precisas aplicaciones de estos insumos. La más alta rentabilidad se encontró en la
finca de mayor tamaño, indicando economías de escala en el uso de la tecnología de AP.
Figura 4. Mapa de beneficio económico de un cultivo de trigo en Inglaterra (las zonas rojas
representan mayores ingreso económicos por sitio)

___________________________________________________________

La adaptación y la adopción de la AP es un proceso que debe darse por etapas, iniciando con la
comprensión del concepto mismo y avanzando paulatinamente hacia el uso de tecnologías y
técnicas que favorezcan su implementación (Schuler, 1998). Una posible secuencia incluye las
siguientes etapas (niveles tecnológicos): i) medir y evaluar variabilidad de parámetros claves, p. ej.
rendimiento o tipos de suelo; ii) establecer o valorar posibles causas de esa variabilidad; iii) corregir
errores evidentes en el proceso productivo; iv) decidir estrategias de manejo de la producción; v)
evaluar diferentes alternativas tecnológicas, incluyendo análisis beneficio-costo del uso de esa
tecnología; vi) adoptar un cierto nivel tecnológico de AP; vii) evaluar, hacer seguimiento y
monitoreo. Los pequeños productores, cuya capacidad económica no les permite adquirir algunos
desarrollos tecnológicos, pueden ser usuarios de la AP cuando existe oferta de estos servicios por
parte de contratistas privados (Leiva et. al., 1997), o bien cuando organizan su propio servicio
mediante empresas comunitarias.

AP en países en vías de desarrollo

La aplicación de la AP en países en vías de desarrollo se considera incipiente. Dos limitantes


importantes radican en la adaptación de la tecnología a las condiciones particulares de estos países y
en el costo de la misma. En Latinoamérica, se tienen desarrollos incipientes pero sostenidos
particularmente en el Cono Sur y México. Se han dado importantes avances en Argentina en
aspectos de riegos, manejo de siembra directa, mapas de cosechas y en la de aplicación de
agroquímicos (programa INTA). En Brasil, se adelantan programas de investigación por parte de las
universidades y centros de investigación en cultivos de café, maíz millo, soya y naranja, (P. ej.
Proyecto AP de U de Sao Paulo, EMBRAPA) y se cuenta desde 1998 con un Proyecto cooperativo
en el estado del Paraná, con participación de productores agrícolas. En Paraguay se cuenta con
iniciativas privadas para la aplicación de agroquímicos, la nivelación de lotes con equipos láser,
mapas de cosecha, georreferenciamiento para sistemas de labranza y manejo del cultivo de arroz
(e.campo.com). En Chile se han reportado estudios de AP en viñedos y maíz, por parte de Agrosat e
INIA (www.agriculturadeprecision.org). Vale la pena anotar, que ha surgido recientemente como
problema relevante en estos países la incompatibilidad entre el software y los equipos, por lo cual se
está trabajando en su estandarización.

En Colombia, se vienen adelantando experiencias en AP por parte de algunos productores


comerciales con cultivos tecnificados como banano (plagas y enfermedades), caña de azúcar
(suelos). En la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, se han
realizado investigaciones puntuales en manejo de plagas y suelos.

La aplicabilidad de los principios de la AP y particularmente el manejo acorde con la variabilidad se


consideran universales. Sin embargo, en nuestro país son previsibles algunas barreras para el
desarrollo y utilización de la AP, teniendo en cuenta la inexistencia de metodologías para
recolección y manejo de información ajustadas a nuestro medio, la falta de adaptación de la propia
tecnología, y el bajo nivel de gestión y de capacidad administrativa de un sector importante de
nuestros productores agrícolas. Una tecnología como la descrita está lejos de ser una opción válida
para nuestros agricultores, tanto por costos ( a pesar de que el costo de inversión se está reduciendo
a medida que se aumenta su adopción), como por su adaptabilidad a nuestro medio. Se hace
necesario para el país investigar el potencial de la AP, con diferentes niveles de desarrollo
tecnológico, así como su aplicación en los distintos sistemas productivos y áreas del conocimiento
agronómico. Esto implica evaluar y adaptar metodologías y tecnologías (hardware y software)
aplicables a nuestros agroecosistemas, que den viabilidad a la AP como una opción importante para
un desarrollo más sostenible y competitivo de la agricultura nacional.

Bibliografía citada

Auerhammer, H. 2001. Precision farming – The environmental challenge. Computers and


electronics in agriculture. 30: 31-43
Blackmore, B. S., Wheeler, P. N, Morris, J., Morris, R. M., Jones, R. J. A. 1995 The role of
precision farming in sustainable agriculture: A European perspective. In: Proceedings Precision
agriculture Conference, Madison, WI, USA. 777-793.
Godwin, R. J., Earl, R., Taylor, J. C., Wood, G. A., Bradley, R. I. Welsch, J. P., Richard, T.,
Blackmore, S. 2001. Precision farming of cereals: A five year experiment to develop management
guidelines. Project Report No. 267. HGCA. Cranfield University.
Leiva, F. R., Morris, J., Blackmore, S. 1997. Precision farming techniques for sustainable
agriculture. In: Statford J. V. (Ed.). Precision Agriculture ‘97. Vol. I. Spatial variability in soil and
crop. BIOS/SCI. UK, 957-965.
Schuler, R. 1998. Low Cost Precision Agriculture Options for Farmers. Wisconsin Extension
Engineer. http://www.bae.umn.edu/extens/ennotes/enwin98/precagr.html
mailto:rschuler@facstaff.wisc.edu
Yule, L. J., Cain, P. J. , Evans, E. J., Venus, C. 1996. A spatial inventory approach to farm
planning. Computers and electronics in agriculture. 14:151-161
Yule, L. J., Crooks, E.1996. Precision farming: the price of imperfection. Landwards, Spring, 1996:
5-9.
Zhang, N., Mahoua, W., Wang, N. 2002. Precision agriculture - a worldwide overview. Computers
and electronics in agriculture. 36: 113-132

También podría gustarte